Niña Emberá Marta Quiñónez
Tantos silencios nos preceden la rabia, el asco, el dolor enmudece nuestra palabra... Desde Bibliotecas A La Calle, agradecemos a la Poeta Marta Quiñónez por su valentía para nombrar lo innombrable, para hacerle frente el horror con su poderosa y amorosa palabra. Este fanzine es un agradecimiento a la Poeta, a la niña, a la mujer de todos los siglos por su coraje y fuerza para seguir luchando contra el absurdo de la humanidad.
NIÑA EMBERÁ Marta Quiñónez
JUNIO 25 DE 2020 - 04:11 P.M. Los siete soldados acusados de violar a una niña indígena del pueblo embera-chamí en el departamento de Risaralda (centro) aceptaron cargos por el delito de acceso carnal abusivo, seis de ellos en calidad de autores y uno más como cómplice, informó este jueves el fiscal general, Francisco Barbosa.
¿Por qué nadie nos dice tu nombre? Habrá quedado tu rostro enterrado en la tierra Te habrás abrazado a la hierba húmeda para que protegiera tus ojos y tus manos del espanto de verte rodeada y violada por canallas que deberían proteger tu vida del agravio
Quién eres pequeña que en vez de doce años sigues la cruz de un no tiempo y podrías cargar en tu pequeño cuerpo quinientos años o más de infamia venida de lejos No solo tú has sufrido el oprobio de sentir que tu cuerpo ha sido invadido violentado escaldado esculcado vaciado
Tú representas lo que cargamos las mujeres con los siglos en nueve años en doce años veinte años treinta años cincuenta años nada los detiene mi pequeña ni siquiera cambian de rostros con los años
Son los mismos infames vestidos de Patria bandidos de la vida bestias humanas al acecho de la presa más débil para devorarla sin piedad amparados en la soledad que nos ve crecer libres que nos sirve de inspiración para llamar al viento hermano para ser una con el río para correr tomada de la mano con la hierba... Jamás han sentido lo que significa esa palabra solo responden al instinto bestial que los habita con qué terror los habrá parido una mujer con cuánta vergüenza tendrán que ir esas madres por la vida quizás ocultando sus rostros al vecindario para que no las señalen a ellas los vecinos de haber parido violadores.
No deben temer mujeres ya todas cargamos la vergüenza de esos infames que por solo creerse hombres-bestias porque saben que la manada les da poder y cobardía al mismo tiempo para la acechanza podrían haber violado el padre de la niña nooooooo hay que violar la inocencia porque con ello violan lo más sagrado de la vida con ello instauran el miedo al futuro con ello van cercando los caminos y quién podrá salir sin sentir que la noche le da en la cara a medio día
Hemos ido clausurando las puertas no nos damos por vencidas mientras la calle se llene de cantos de rechazo mientras nos sube la rabia de la tierra por los pies e inunda nuestras venas... NiĂąa embera Âżpor quĂŠ nadie te llama por tu nombre? asĂ somos las desnombradas las ocultas entre la maleza las negras las mestizas las blancas todas en todas las lenguas de la tierra vivimos agazapadas por el miedo
Los tiempos son nuevos aunque viejos los malditos tienen rostros y como no son mĂĄs que peones de juegos invisibles nadie tiene problemas para encender la pira sacrificial pero es todo el sistema el que deber arder en ella todos los infames ocultos detrĂĄs de sus ropajes de miseria los que deberĂan ir a ella con los ojos abiertos por alfileres para que toda la historia pase por su retina y que nada de lo que aplaudieron en sus fiestas quede oculto a los ojos del sol NiĂąa embera dinos tu nombre que han tatuado con dolor en la piel de la tierra para siempre
Poema del libro Canto por tu callada voz, 2020
Marta Quiñónez
Escritora, Filóloga Hispanista, Mujer "Escribo para desenmascarar los horizontes de la infamia de los hombres, que la luz se cierra sobre sus rostros para que no pierdan el camino al infierno"
"Hoy tengo que hacer muchas cosas: hay que matar la memoria, hay que petrificar el alma, hay que aprender de nuevo a vivir� Anna Ajmåtova