HOY : desguace Algunos enfoques sobre las prácticas artísticas durante la década pasada tuvieron como paradigma la entidad periferia-centralidad. El formato no ha pasado de fijar y cristalizar los envases conocidos y los supuestos de cada lado. Si acordamos que los procesos formales, de invención y de circulación en arte, suceden en relación a procesos económicos, de formación de capital, mundo del trabajo, distribución y consumo la situación no deja de ser “más de lo mismo” excepto lo que viene a plantearnos internet. (No todo, habría que hacer un recorte preciso, o experiencias de hipertexto). La web da una alternativa diferente donde categorías como la anterior resultan inadecuadas. Pasemos a describir cierto estado por el cual una enorme cantidad de artistas se forman mirando figuritas. Remedando los pre-libros de cuando eramos chicos con mucha imagen y poco casi nada de texto. Hubo campañas políticas en ciertos países para analfabetos que utilizaban el álbum de figuritas como medio de propaganda. Sigamos, el caso es en ciertas latitudes como ésta. Mientras un niño, joven, adulto europeo tiene practica constante de ver obra en directo, nuestra formación es básicamente de segunda mano, en dos aspectos, por un lado poco se conoce de los proceso conceptuales de las obras que creemos mirar, digo creemos ya que lo que se mira son reproducciones de segunda tercera y quinta mano, que nunca darán cuenta de tamaño, superficie, color, textura, etc. El viaje iniciático a Europa del siglo pasado quedó sustituido por la información, desplazando el conocimiento dado desde el sistema perceptual. En este punto la web nos asegura que lo que vemos es la cosa desde la ciudad en donde lo mires, y a la vez cada excursión supone una versión particular que, probablemente no podamos volver a construir. Como un flaneur en las calles de París de mil ochocientos y pico, vagar en la red es lo mejor. Es muy probable que el mayor interés de internet radique en su doble condición de soporte y medio, objeto y canal y en su capacidad potencial para una difusión pública independiente, lo que señala su dimensión política.
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