2 CaĂąamero Revista de
2019
Sumario
Editorial...................................................................................................................................................... 1 Nueva corporación............................................................................................................................ 5 Actualidad Amenaza minera en los lotes (Araceli Arroyo Broncano).. ............................. 7 La Madrastra informa (Servando Rayo Hermoso)............................................. 15 Grupo de Teatro El Mostajo.. ..................................................................................................... 18 Biografías Doña Emilia, la matrona de Cañamero (Araceli Arroyo Broncano)...... 21 Tío Ubaldo y tía Dionisia (Pedro Pazos). . ....................................................................... 34 Entrevista a Maruja Pazos (Paco Audije). . .................................................................... 41 Economía Política de Julián de Luna (Paco Audije). . ............................................ 45 Tío Severino “Juntahuesos” (Juan Diego Castro Vega)...................................... 48 Estudios Fausto Maldonado Otero (Esteban Cortijo Parralejo)....................................... 51 Cañamero y Logrosán. Unas notas sobre su nivel de capital social en la primera década del siglo XXI (José Antonio Pérez Rubio).. .............. 112 Juego, cultura e infancia (Juan Luis Rubio Mayoral)......................................... 134 La ermita de Ntra. Sra. De Belén (José Antonio Ramos Rubio)................. 143 Historia Prensa escolar (Esteban Cortijo Parralejo)................................................................. 151 Cañamero en B/N. (1): La trilla (Pedro Alfonso Diosdado).. ........................ 161 El reloj de la Torre (Francisco Soriano y Antonio Audije)............................. 172 El viejo cine (Pedro Pazos)......................................................................................................... 183 Vino de Cañamero (Esteban Cortijo)................................................................................ 194 Creación El Cancho del Fresno: tres décadas (Juana Mª Carranza Sevilla).. ............ 199 Dejando atrás el futuro (Cristian Martín Jiménez).. ............................................. 203 El bicho (Mario Alonso Ayala)................................................................................................ 206 El cabrero (Juanma).. ....................................................................................................................... 209 Apuntes El río Ruecas (Máximo Ruiz Trinidad)........................................................................... 211 El lino (anónimo)............................................................................................................................... 221 Diccionario Corchúo (Davy Rubio Domínguez)..................................................... 223 Blackbird (Los Beatles) ............................................................................................................... 232 Sueltos
Edita:
Excmo. Ayuntamiento de Cañamero (Cáceres) Plaza España, 1, 10136 - Cañamero, Cáceres Teléfono: 927 36 90 02 general@canamero.es
Director: Esteban Cortijo Parralejo, Cronista oficial y periodista Imprime: Gráficas Romero Depósito Legal: CC-000209-2018 Si quieres colaborar escribe a: cronistaoficialdecanamero@gmx.es o a soyescorpa@gmail.com También, si no vas mucho por el pueblo y no nos vemos, puedes enviar cualquier aportación con una carta al Director de la Revista de Cañamero al Ayuntamiento. Los artículos publicados en esta revista, son de entera responsabilidad de cada autor. La revista no se hace responsable por el contenido de los mismos.
EDITORIAL
YA ESTÁ AQUÍ EL NÚMERO 2 “Quien sabe del pasado sabe del porvenir.“ (Ramón María del Valle-Inclán) Todos los grandes viajes tienen un primer paso. Con los proyectos ocurre lo mismo, y con esta revista, o libro que dicen algunos, tenemos aspiración de continuidad tras los dos primeros pasos. En efecto, la Revista de Cañamero salió a la calle en julio de 2018 y, un mes más tarde, en la cafetería Camelot, nos reunimos los interesados en continuar este trabajo el año 2019. Ahora que ya está en imprenta este segundo número podemos, y así aparece en la contraportada, dar el listado y ponerlos en el lugar preeminente que les corresponde. En el suelto de la página 15 de la Revista anterior se dice que el objetivo principal de la reunión de agosto de 2018 era constituir el Consejo de Redacción con los colaboradores habituales, pero en el transcurso de la misma salieron más asuntos, que paso a referir a modo de resumen con los acuerdos adoptados en su caso. El director menciona algunos párrafos del editorial publicado donde se anima a los cañameranos a participar indicando que las páginas del próximo número seguirán abiertas a cuantos se dirijan con nuevas aportaciones y en especial comentarios en forma de “Cartas al Director” que corrijan posibles errores o completen datos que a su entender lo requieran. También sería bueno que, aparte de las fotografías, algunos artistas del pincel nos hicieran llegar sus creaciones, sobre todo aquellas relacionadas con el pueblo, o sea, el paisaje y el paisanaje, como decía Miguel de Unamuno. En las intervenciones hubo un pequeño debate en torno al asunto de la publicidad y a la conveniencia o no de elegir en cada revista un tema central. En lo primero se acordó que mientras la revista pueda salir sin anuncios que siga así, y sobre lo segundo, que más que proponer un mono-
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EDITORIAL • Ya está aquí el número 2 gráfico se dé cierta preeminencia cuando haya varios artículos o propuestas de artículos sobre el mismo asunto, como por ejemplo: Belén, fiestas, emigrantes, los quintos, el vino, el río, etc. Quedó claro que no se pedía un compromiso inmediato sino un acuerdo de corresponsabilidad para preocuparse en el área asignada (deportes, historia, dossier de prensa del año, biografías, arte, creación literaria, actualidad, etc) de buscar colaboraciones, noticias, ilustraciones, etc. En el apartado de biografías se ve la utilidad de dedicar tiempo a las “minibios” -ver páginas de la 27 a la 31 de la primera revista- aunque solo tengan un retrato y alguna anécdota de la cañamerana o del cañamerano elegido. En este caso, con frecuencia hay que estar dispuestos a escuchar y escribir el relato que nos transmitan personas que no se atrevan a hacerlo por escrito. Lo mismo respecto a romances, murgas, anécdotas curiosas. No olvidemos que la memoria oral está en peligro con la invasión de los actuales medios de comunicación. La revista de cualquier localidad debe considerar objetivo principal recuperar los restos de esa literatura y esa historia tan efímeras por no tener soporte adecuado todavía. Antes de terminar la reunión se confirmó un buen grupo de trabajos (algunos lo hicieron por teléfono) y a las 22:45 se cerró la sesión. Publicaremos en cada número los nombres de quienes lo han hecho posible por
Presentación de la revista el 20 de julio de 1918 ‹ Pag. 2 ›
Nº 2 - 2019 orden alfabético, como ya aparece este año, esperando que sirvan de ejemplo para los más tímidos, para los que aún no saben qué escribir y, sobre todo, nos encantaría la colaboración para “pasar a limpio” las historias y los recuerdos que todavía, en ratos sin tele, nos pueden contar los mayores.
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Suelto nº 1 y 2
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Todos usamos la frase del gran Baltasar Gracián “Lo bueno si breve dos veces bueno”, pero cuando se habla de emociones y recuerdos, nos parece bien que los que quieran colaborar en la Revista de Cañamero puedan explayarse, pues como el mismo pensador aragonés dejó escrito, “La felicidad de cada uno no consiste en esto ni en aquello sino en conseguir y gozar cada uno de lo que le gusta“ y a nosotros nos gusta leer o que nos lean cosas de nuestro pueblo.
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PRESENTACIÓN DE ESTE 2º NÚMERO DE LA REVISTA DE CAÑAMERO
El día 2 de agosto a las 21.00 en el Centro de Interpretación del Geoparque con la presencia y las palabras de nuestro amigo Joaquín Araújo, el alcalde, David Peña y el director de la Revista, Esteban Cortijo.
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Suelto nº 3
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Mario Vargas Llosa
“Breve discurso sobre la cultura” (2010) La cultura puede ser experimento y reflexión, pensamiento y sueño, pasión y poesía y una revisión crítica constante y profunda de todas las certidumbres, convicciones, teorías y creencias. Pero ella no puede apartarse de la vida real, de la vida verdadera, de la vida vivida, que no es nunca la de los lugares comunes, la del artificio, el sofisma y la frivolidad, sin riesgo de desintegrarse. Puedo parecer pesimista, pero mi impresión es que, con una irresponsabilidad tan grande como nuestra irreprimible vocación por el juego y la diversión, hemos hecho de la cultura uno de esos vistosos pero frágiles castillos construidos sobre la arena que se deshacen al primer golpe de viento.
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AYUNTAMIENTO
Tras las elecciones municipales del 26 de mayo de 2019 (De izquierda a derecha)
PSOE: Belén Cortijo Barba María del Pilar Moreno Velardo Alba Porras Salor María del Carmen Cerro Rodríguez David Peña Morano (Alcalde) CAI: Felipe Cerro Audije Manuela Rodríguez Baus Sonia Quirós Fernández
PP: Miguel Calderón Estoquera
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Suelto nº 4
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CAÑAMERO (Grabado a viva voz a Pepi Benito) Cañamero, Cañamero, qué bonito es Cañamero, qué bonitas son sus calles y las mozas de este pueblo. El pantano y Las Villuercas y la ermita de Belén con el Castillo y la Torre que desde lejos se ven. Los trigos y las cerezas el buen vino y la miel, la buena gente que hay y la fiesta de Belén. Una calle Real tenemos que todos vienen a ver ¿qué tendrá Cañamero que todos quieren volver?
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AMENAZA MINERA EN LOS LOTES Araceli Arroyo Broncano Relato sobre la impactante noticia acaecida a Finales del reciente 2018: “Solicitud de un permiso de investigación minera que afectaría a nuestra colonia agrícola”
Escribo este relato porque la noticia nos conmocionó a todos los que nos importa nuestro pueblo, y porque aún estamos inmersos en trámites con la Administración y/o empresa minera para detener este proceso. En este artículo me centraré más en la zona de Cañamero, ya que esta revista es de nuestro pueblo, pero sin olvidar que la amenaza incluye términos municipales de dos pueblos vecinos, Logrosán y Berzocana; y la amenaza afectaría a todas las Villuercas y al Geoparque Villuercas-Ibores -Jara. En primer lugar, es imprescindible remontarnos brevemente a la historia, para que los más jóvenes y “forasteros” la tengan en cuenta, y comprendan por qué nos conmueven tanto a los cañameranos “nuestros lotes” y porqué lucharemos por ellos cuando se vean amenazados. (1) Aproximadamente en 1900 Cañamero vive en la miseria, no tiene terrenos donde cultivar, se limita a algunas zonas de los huertos del Ruecas, algunos castaños en la zona de la Madrila y algunos olivares en los alrededores del pueblo. El resto del territorio pertenece al Marqués de la Romana – Los grandes señores eran dueños de los extensos montes-. Nuestros antepasados cañameranos no tenían “tierras”, ni medios de subsistir, muchos emigraron a países lejanos. “El desaliento cundió hasta el extremo de que en distintas ocasiones el pueblo en masa estuvo dispuesto a emigrar”.
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ACTUALIDAD • Amenaza minera en los lotes Tras la ley de colonización de 1907 la Junta Central acordó la colonización de los montes públicos. El 25 de noviembre de 1907 el ayuntamiento de Cañamero se dirigió a la Junta Central de Colonización en nombre de todo el pueblo solicitando una colonia y nombraron una comisión formada por tres personas que se encargaría de realizar las gestiones en Madrid. Tras un proceso muy lento, 15 años, se declaró zona colonizable por ley 21 de julio de 1922, tras haber pasado por el Consejo de Ministros. El 1 de mayo de 1923 comenzaba el deslinde y amojonamiento de los montes y el 18 de septiembre de 1923 se publicaba el “Prospecto del concurso público para la adjudicación de lotes”. Por fin el 4 de noviembre de 1923 se sorteaban los lotes, según expresaba la prensa: “...El día 4 de los corrientes tuvo lugar en Cañamero el acto del sorteo entre los labradores pobres vecinos de este pueblo. El día fue de gran fiesta, pues los vecinos de Cañamero vieron realizarse esta aspiración suya acariciada desde hace más de 15 años y que, por circunstancias que no son ahora expuestas, no han podido ver satisfecha hasta el día indicado: parcelar sus dehesas y crear la colonia, que hoy está integrada por 453 familias pobres, es decir, por más de las 2/3 partes de las que constituyen el pueblo. Terminada la operación del sorteo, el Sr. Torrejón, ingeniero vocal de la Junta Central, desde uno de los balcones del Salón de Actos, dirigió la palabra al pueblo: hizo presente la viva satisfacción que sentía, no sólo por inaugurar la colonia de más importancia de las que hasta hoy se han establecido en España, sino por ser la primera obra de colonización que se lleva a cabo en Extremadura”.
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“Será de imperecedero recuerdo para los vecinos de Cañamero. Muchos de los que emigraron han vuelto. Más de 460 familias de laboriosos hombres trabajadores del campo, que constituyen la mayor parte del vecindario del pueblo, encontrarán seguramente sus pequeñas heredades base cierta para atender desahogadamente a las necesidades de la vida. Cañamero es hoy un pueblo envidiado por los demás. Presienten fundadamente su prosperidad. Los dos montes objeto de colonización tienen una extensión superficial de 2.222 hectáreas”. (Colonización y repoblación interior. Boletín de la Junta Central, Madrid, número 14, 1922, pp. 6-10. A la zona de la colonia también la llamamos “los lotes” porque hicieron lotes de terreno de unas tres hectáreas y media para el sorteo. El vaticinio o presentimiento de nuestros antepasados se fue haciendo realidad, trajo prosperidad a los habitantes de Cañamero, no tuvieron que emigrar en masa, como en un principio pensaron; y esta zona se convirtió en el sustento de la mayoría de las economías familiares del pueblo. Uno de los aspectos más interesantes de este modelo de colonización era la creación de cooperativas, que en el caso de Cañamero se realizó; aunque debía incluir una bodegacooperativa, en 1924 se hizo un estudio de vinificación y se demostró la buena calidad de los caldos y la posibilidad de rentabilidad de este tipo de cooperativa, que no llegó a realizarse, al parecer por las rencillas políticas. La cooperativa agrícola actual ingresa aproximadamente, un millón de euros anuales. Empezamos a oír hablar de un proyecto de investigación minera en la zona de “nuestros lotes”; la noticia tocaba nuestra fibra, nuestra historia, el medio de vida y de sustento del pueblo. Nos aflorarían un sinfín de sentimientos a todos los cañameranos, sentimientos de incredulidad, indignación, recelo, duda, desconfianza...
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ACTUALIDAD • Amenaza minera en los lotes Leíamos, y releíamos incrédulos esta publicación en el mes de octubre en el Boletín Oficial de la Provincia: Servicio de Ordenación Industrial, Energética y Minera de Cáceres, de la Consejería de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura, con fecha 26 de octubre de 2018 en el BOP nº 207: 2018-4422, donde se admite como definitiva la solicitud de un proyecto de Investigación minero, denominado “Logrosán Norte” nº 10C10367-00 con 104 cuadrículas mineras, afectando a los términos municipales de Cañamero, Logrosán y Berzocana (Cáceres). No entiendo cómo desde los despachos se puede señalar en un mapa 104 cuadrículas mineras, 3120 hectáreas, y etiquetarlas de zonas deprimidas, ¿para quién?, ¿para un proyecto minero de una empresa finlandesa? Empresa que no se ha molestado en conocer la historia de “nuestra colonia agrícola”, ni lo que representaría para los habitantes de nuestro pueblo. Esta empresa que aparece bajo el nombre de Logrosán Minera S.L, no sabe que para nosotros jamás será una zona deprimida; es la zona que trajo prosperidad al pueblo. No sabe, o no hace mención en su proyecto a que muchas familias viven de “los lotes”, y para otras, es un ingreso extra. Esta empresa desconoce, o quiere desconocer que hay olivos casi centenarios, y viñas e higueras que plantaron nuestros abuelos a base de mucho esfuerzo y tiempo. Cuando nuestros antepasados repoblaban, “predecían un futuro próspero”, y lo consiguieron; pues la convirtieron en una zona productiva, y en un oasis de población en un medio rural cada vez más despoblado. Los cañameranos decimos NO A LA MINA, con el corazón, porque el corazón es lo que se nos removió cuando nos enteramos de la noticia. Más tarde, aparecía otra publicación en el mes de diciembre, en el Diario Oficial de Extremadura, donde nos daban un plazo de veinte días, para presentar alegaciones, coincidiendo con las vacaciones de Navidad y la recogida de aceituna: LA CONSEJERÍA DE ECONOMÍA E INFRAESTRUCTURA con fecha 12 de diciembre de 2018 en el DOE Nº 240: Anuncio de 5 de octubre de 2018 sobre “Admisión definitiva de la solicitud de un permiso de Investigación de la Sección C) denominado “Logrosán Norte”, nº 10C10367-00, en
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los términos municipales de Logrosán, Cañamero y Berzocana (Cáceres), e información pública del Plan de Restauración”. Según la ley de minas de 1973, obsoleta, pero vigente, si la empresa encontrara algún mineral de su interés en el proceso de investigación, esta ley les daría derecho a pasar a la fase de explotación. En el caso hipotético de que se llegara a “explotar” ¿qué pasaría con los habitantes de Cañamero?, ¿cómo iba a subsistir nuestro pueblo?, Cañamero, no tendría futuro. A la empresa minera no la importa, sacaría sus beneficios durante un corto periodo de tiempo, sin apenas dar trabajo a los habitantes de la zona, y después se marcharía. ¿Qué harían después los cañameranos? ¿Volver a plantar los olivos encima de escombreras? ¿y las viñas?, la tradición viticultora de Cañamero y su denominación de origen, ¿también perdidas? ¿y la historia de la colonia agrícola? No concebimos como a alguien se le ha podido ocurrir semejante idea en este lugar; no podemos imaginar a unas máquinas levantando y destruyendo lo que tanto esfuerzo y trabajo les costó levantar a nuestros abuelos. Nos planteamos como hicieron nuestros antepasados en 1900 ¿abandonar el pueblo?, por supuesto que NO, lucharíamos como hicieron ellos para poder subsistir en este medio; y además debemos seguir buscando alternativas de futuro y mejoras para incrementar los puestos de trabajo, pero no con un futuro minero. Tenemos un pasado y un presente ligado a la tierra, tenemos unos productos de calidad que hay que potenciar modernizado las explotaciones y dando mejores salidas a estos productos. Creo que esta empresa minera fue a dar en la “llaga” en el corazón de los habitantes, y en el mismo “corazón de los lotes” para destruir la colonia agrícola y la economía de los cañameranos. Una vez más, el pueblo se unió para dar respuesta, se presentaron aproximadamente unas 16.000 alegaciones, tras la publicación del DOE, y estamos a la expectativa de su respuesta. Al parecer la reciente modificación de la legislación de urbanismo es una ley ágil y ha dado mayor poder a los ayuntamientos, que tendrían la última palabra, por lo que nos beneficia a los cañameranos; ya que se unieron nues-
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ACTUALIDAD • Amenaza minera en los lotes tros políticos y realizaron un pleno en el que TODOS los partidos manifestaron su repulsa al descabellado “proyecto minero”. Organizamos una Plataforma ciudadana “Salvemos las Villuercas”, que se ha constituido en Asociación recientemente, está formada por todo un pueblo, y/o pueblos o gentes que defiendan las Villuercas, su tierra, su historia, un Geoparque mundial de la UNESCO, que quieran preservar espacios protegidos de elevada biodiversidad, geo-diversidad y gran valor paisajístico, espacios de la Red Natura 2000 (LIC, ZEC, ZEPA) y ante todo proteger “un orgullo” de forma de vida y subsistencia, contra la atrocidad de una minería a cielo abierto que atenta contra el medio de vida de las Villuercas, agrícola, apícola, ganadero, turístico y medioambiental. Actualmente, esperamos una réplica a nuestras alegaciones, no sabemos qué trayectoria va a tomar; personalmente soy optimista. Creo que, entre todo un pueblo, hemos conseguido en muy poco tiempo presentar las alegaciones que urgían, hemos formado una Plataforma ciudadana y se han recaudado fondos por si se necesitara abrir un proceso legal. Si esto tomara un rumbo amenazador (mi opinión, modesta, hoy en día, es que no va a ser así), nos tendríamos que movilizar todo el pueblo más unidos que nunca. Sería una lucha, cargada de mucha fuerza y energía, para salvar nuestra tierra; una lucha cargada de sentimientos, y unidos por la historia; y ante todo unidos por lo que sería “salvaguardar Cañamero y su economía”. Como dice mi compañero Pedro, “nuestro pueblo ya sufrió otro agravio como el de la construcción de una presa inútil, que se tragó lo mejor del paisaje y de las huertas de Cañamero hace años, y que sus aguas corren el Ruecas abajo en verano para beneficio de otros”. ¿Por qué no invertir en infraestructura y convertir en zona de regadío la colonia agrícola?, podríamos aprovechar el agua de nuestra presa en nuestro territorio, esto supondría incrementar su valor económico, evitaría la despoblación cada vez mayor de nuestras zonas rurales, la diversidad de cultivos y la productividad sería mayor, el regadío traería beneficios económicos a jornaleros, técnicos, industrias agroalimentarias, transportes, empresas de riego, de servicios de maquinarias, fertilizantes, etc.
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Esta tierra, ya ha sufrido bastantes agravios. Este proyecto minero representaría uno más, a los propietarios afectados por las cuadrículas mineras les despojarían de sus lotes, y les despojarían de su sustento. Para finalizar este relato quisiera comunicar que debemos mantenernos a la espera, pero estando vigilantes, en alerta y, si hiciera falta, confío en que todos nos uniríamos en esta lucha al igual que a principios del siglo XX lo hicieran nuestros abuelos, porque se jugaría de nuevo el futuro de nuestro pueblo. Lucharemos por la mejora de nuestra Colonia, lucharemos contra cualquier amenaza minera que conlleve a su destrucción.
Plano de situación de los permisos de investigación Logrosán Norte (104 cuadrículas mineras, aproximadamente 3.120 hectáreas)
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ACTUALIDAD • Amenaza minera en los lotes -
(1) Más información sobre el proceso de la Colonia agrícola, en el artículo escrito por Pedro Alfonso Diosdado, nº1 de la Revista de Cañamero del 2018.
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LA LUCHA POR LA TIERRA: REFORMISMO AGRARIO Y CUESTIÓN YUNTERA EN LA PROVINCIA DE CÁCERES (1907-1940). Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Geografía e Historia. Departamento de Historia Contemporánea. Memoria de Investigación que presenta D. Sergio Riesco Roche. https://eprints.ucm.es/7183/1/T28450.pdf - “Proyecto de reparto de terrenos”, Colonización y Repoblación interior. Boletín de la Junta Central (Madrid), número 5, 1920, pág. 86. - Boletín Oficial de la Provincia de Cáceres, 18 de abril de 1902, pág. 1 - Informe de la Junta Consultiva de Montes a la Dirección General de Agricultura sobre la colonización de los montes Higueruela y Valles. Junio 1911. - Diario Extremadura (Cáceres), 6 de noviembre de 1923. - BOP Nº 207 del 26 de octubre de 2018. BOP-2018-4422 Admisión definitiva de solicitud de Permiso de Investigación denominado “Logrosán Norte”, nº 10C1036700, en la provincia de Cáceres, e información pública del Plan de Restauración. https://bop.dip-caceres.es/bop/anuncio.html?csv=BOP-2018-4422 - Proyecto para las labores a realizar en el permiso de investigación denominado Logrosán Norte: http://sigeo.juntaex.es/portalsigeo/c/document_library/get_file?uuid=e34294d1- 16f8-432c-875a-70e03f08fd1e&groupId=10137 - Plano de Situación de las 104 cuadrículas mineras: http://sigeo.juntaex.es/portalsigeo/c/document_library/get_file?uuid=81b81ab3- 83ac-4142-8297-6884bc4e34af&groupId=10137 - DOE nº 240, 12 de diciembre de 2018: Anuncio de 5 de octubre de 2018 sobre la admisión definitiva de la solicitud de un permiso de investigación de recursos de la Sección C) denominado Logrosán Norte”, nº10C10367-00 en términos municipales de Logrosán, Cañamero y Berzocana.
Uno puede estar a favor de la globalización y en contra de su rumbo actual, lo mismo que se puede estar a favor de la electricidad y contra la silla eléctrica (Fernando Savater, filósofo)
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LA MADRASTRA INFORMA Servando Rayo Hermoso Una vez más, gracias Cañamero, gracias amigos de las Villuercas, gracias. Otro año que hemos conseguido nuestro objetivo, disfrutar y hacer disfrutar. Nos hemos dado cuenta de que en este pasado 2018 el deporte ha demostrado ser lo que es: unión, compañerismo, amistad y educación. Nuestros equipos de fútbol sala han sido un año más, participativos, luchadores y admirados por muchos rivales. Son cada vez más los jóvenes interesados en seguir nuestra rigor, cosa que es gratificante, ya que en los tiempos que corren, nos hace seguir, luchar e involucrarnos más por nuestra juventud. Seguimos construyendo, vienen de abajo, nuevos y veteranos, todos ellos juntos con el fin de ganar, pero luego, realmente no es esa la meta, sino divertirse, hacer amigos y dar continuidad a lo que nos gusta.
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ACTUALIDAD • La Madrastra informa Como en pasadas temporadas y también, por qué no decirlo, porque Cañamero manda. Nos empujan a volver a tener un equipo en categorías superiores, ya que es mucha afición la que existe en la localidad; y por la insistencia y el ánimo que nos aportan nuestros vecinos vamos a hacer ese esfuerzo nosotros y los colaboradores que año tras año hacen que esto pueda llevarse a cabo. A disfrutar se ha dicho. Otros nuevos proyectos que también hemos puesto hace muy poco y otros que se pondrán en marcha, están dentro de nuestra otra media naranja deportiva, las bicis de montaña. Hemos tenido la enorme suerte de que la Plataforma Salvemos Las Villuercas, nos pidiera colaboración para la realización de la “I Ruta Cicloturista” en Cañamero con un objetivo común: salvar y conservar nuestro entorno bajo una misma bandera. Duro trabajo para nuestra agrupación, sobre todo por la extensión del terreno a mostrar a todos y por la cercanía en fecha de otra prueba que organizamos. Grande nuestra Madrastra, porque el que quiere puede, y La Madrastra “puede”.
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Orgullosos de la innumerable cantidad de personas, deportistas, vecinos de otras localidades cercanas y no tanto, interesadas en asistir al evento. Los que aquí estuvieron se maravillaron de “la mina”, concepto erróneo de aquellos que no entienden de la realidad de las sostenibilidad. Es el 9 de Junio cuando tenemos otro examen anual, el VI XCO CAÑAMERO, prueba de bicis de montaña que discurre por los magníficos parajes que tiene Cañamero, que ya el pasado año pudieron contemplar y disfrutar los asistentes al OPEN VILLUERCAS-EXTREMADURA, llegados de toda la geografía nacional. La Madrastra continúa, sigue, desarrolla y da forma a unas nuevas generaciones sin apartarse del futuro, y dedica el tiempo de sus voluntarios a construir una juventud saludable y llena de vida. Porque en Cañamero es lo que hay, mucha vida.
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GRUPO DE TEATRO EL MOSTAJO Pasión por la comedia En 2009 un grupo de amigos decidimos crear un club de lectura. Nos unía la pasión por la literatura, pero también hacia otras manifestaciones artísticas. Precisamente esta sensibilidad y tal vez la casualidad nos hizo coincidir en una representación teatral en el castillo de Trujillo. La obra a la que asistimos era La ratonera y a todos nos impregnó del tóxico placer de dar vida a personajes ajenos, historias creadas por autores con el fin de aleccionar, divertir o hacer reflexionar al público. En el club de lectura estuvimos planteando la posibilidad de montar la obra que habíamos visto, el entusiasmos que teníamos ante el reto consiguió que La ratonera se representara en Cañamero por un grupo de aficionados sin experiencia pero con gran voluntad “El Mostajo”. Al club de lectura se unen más miembros y también gente interesada en el teatro. A partir de entonces tendremos una directora, Dionisia Peromingo, que será el alma y guía de futuros montajes. Poco tiempo después el ayuntamiento de Cañamero con motivo del mercado medieval, que se desarrolla anualmente en el mes de mayo nos encarga realizar un montaje sobre la inquisición. Aceptamos el encargo y en el club de lectura se desarrolla y redacta un texto sobre una idea original de Pedro Alfonso Diosdado que culminará con la obra Con la inquisición ¡chiton! También será Pedro A. Diosdado quien creará unos años después unos textos sobre la visita que el arqueólogo francés Henri Breuil realiza por estas tierras para estudiar las pinturas rupestres y restos arqueológicos de la zona y los adapta en forma de recreación libre para ser interpretada en la Cueva de la Chiquita o Cueva de Álvarez con motivo del proyecto de la UNESCO “Caminos europeos de arte rupestre prehistórico”. La segunda vez que se representó fue en el 2018 ante un público infantil dentro de las actividades que se organizaron con motivo de las jornadas que
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anualmente celebra este geoparque con los escolares, denominadas Geoconvivencia. Casi al mismo tiempo el grupo de teatro está preparando otra comedia y también asiste a un curso de interpretación teatral que imparte “Alcaraván teatro” promovido por el ayuntamiento y APRODERVI, este curso culmina con la obra Las aceitunas de Lope de Rueda. Desde entonces hemos hecho cinco montajes teatrales todos del género comedia ya que nuestro público agradece el regalo de la risa -para penas ya está el telediario- y a nosotros nos sirve como vínculo de desinhibición, hermanamiento y diversión en cada ensayo. Hemos ido evolucionando, siempre dentro de la comedia, hacia obras más complejas que han exigido un esfuerzo mayor de todos los que participamos en ellas, tanto en interpretación como en decorados. La financiación siempre ha sido de nuestros bolsillos y también, hay que reconocerlo, de los donativos que nuestro público, fiel, generoso y agradecido nos ha compensado, con los montajes que les hemos mostrado.
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ACTUALIDAD • Grupo de Teatro El Mostajo En esta fidelidad a la comedia seguimos y en estos momentos estamos en plena preparación de la siguiente obra que, por supuesto, ya está esperando el público.
Según el Diccionario de la Real Academia, recibe el nombre de mostajo: Árbol de tronco menudo, erecto y cilíndrico, corteza grisácea con manchas blanquecinas, copa elevada, piramidal y muy frondosa, hojas caducas, de forma elíptica y borde aserrado, flores blancas reunidas en racimos erectos y frutos comestibles, en forma de pomo, lisos y de color rojizo; puede alcanzar hasta 20 m de altura; crece en zonas de clima templado. Ejemplo: estoy bajo la sombra de un mostajo.
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DOÑA EMILIA, “LA MATRONA DE CAÑAMERO” Mujer coraje, y cuidadora de miles de mujeres coraje Araceli Arroyo Broncano Escribo esta biografía, para que no se olvide, para que forme parte de la historia de Cañamero. Las generaciones van pasando…, hace unos años todo el mundo recordaba mucho a doña Emilia, mi madre. Ahora, tristemente, las nuevas generaciones, ni siquiera oyeron hablar de ella. Fue una mujer muy “necesaria” en cada casa de este pueblo y especialmente, en un día señalado, en el nacimiento de un hijo o hija. Anteriormente, hubo otras mujeres llamadas “parteras” que asistían los partos, algunas de ellas fueron Mª Juana (casada con Arturo Diez Díez, curiosamente, hermano de mi abuela) y Nieves Torres, abuela de José Luis Cerro. Emilia, fue la primera matrona titular que tuvo Cañamero, y la última, ya que hoy en día, todos los niños nacen en hospitales. La llamaban doña Emilia, más que nada porque era costumbre en la época añadir el “doña” a las personas que tenían una titulación, no porque ella lo hubiera requerido. El 2 de febrero de 1925 nacería una niña en Cañamero en el seno de una familia humilde de la calle de San Juan. Fue bautizada con el nombre de Emilia Broncano Díez, aunque como tantos, en aquella época, al ser inscrita en el registro del Ayuntamiento, constaba con otro nombre, Brígida; sería por el santoral del día de nacimiento. Lucas Broncano Ceclavín, su padre, era de Cañamero, y Araceli Díez Díez, su madre, venía del vecino pueblo de Berzocana. Juntos formaron una familia de seis hijos, aunque dos de ellos morirían entre los dos y cuatro
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BIOGRAFÍAS • Doña Emilia, “La Matrona” añitos de edad, como solía ocurrir en aquella época. Siempre escuché decir que “todos los días sonaba el “dilín, dilón” de las campanas, porque había muerto algún niño. Alguien decía: - “Santiago se lleva a los niños”-, por el calor del mes de julio. Era época de miserias, de poca higiene, mala alimentación…, y los niños que salían adelante, serían fuertes y con muchas ganas de vivir.
Emilia es la niña que tiene la muñeca de cartón. Está junto a su abuela Rosa, sus hermanos a la derecha, y primos, a la izquierda (1929).
En este entorno crecería Emilia, junto a sus hermanos Rosa, Alfonsa y Eugenio. Desde pequeña, destacaría por su curiosidad, e inquietud por aprender. Fue a la escuela, cosa rara en aquella época, y más aun siendo una mujer. Hablaba de sus maestras con muchísimo respeto, admiración, e incluso devoción, cuando mencionaba sus nombres, Dª María Morán y Dª Paquita, con las que aprendería los estudios elementales. Emilia estudiaba en su casa a la luz de un candil. A muy temprana edad, entre los 12 o 15 años, se quedaría sin su madre. Su padre Lucas, se quedaría al cargo de la educación de sus cuatro hijos. Lucas regentaba una barbería en su casa, en la calle San Juan, y se dedicaba
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a las faenas del campo, a cuidar los lotes, y a elaborar el famoso vino de pitarra en la pequeña bodega familiar. Emilia al terminar sus estudios primarios, empezaría a insistir a su padre en irse a estudiar fuera, quería hacer bachillerato, y “quería ser enfermera”, su padre la decía - que “eso de ser enfermera estaba muy mal visto”-. Sin embargo, con el carácter, y empeño que tenía, logró irse a Cáceres. En un principio, se iría a trabajar, y a la vez estudiar en “La Casa de la Madre”, que así llamaban al hospital donde iban las mujeres de Cáceres, y algunas de la provincia, a dar a luz. Allí, estudiaría bachillerato; trabajaba y estudiaba, en régimen de internado (1945-1950), tenía entre 20 y 25 años. Se preparaba también, por libre, para ser matrona, ya que tendría que ir posteriormente, a la Universidad de Salamanca a examinarse. Estudiaba de noche, en los rincones que podía, después de ayudar el día entero en los partos.
Emilia es la más joven, situada la tercera a la izquierda, la sujeta con la mano, Ana Yelmo, que también trabajó en la Casa de la Madre.
En esta época, pocas eran las mujeres, sin ser pudientes y viviendo en un entorno rural, las que se iban fuera de casa a estudiar. Fue una mujer bastante adelantada a la época en la que la tocó vivir.
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BIOGRAFÍAS • Doña Emilia, “La Matrona” Cuando venía al pueblo, practicaba con las vecinas, Pepa Jiménez Gil, o Pruvi (Providencia), que entonces eran niñas, poniéndolas vendajes en una pierna, un brazo o la cabeza. Ellas se reían mucho cuando me lo contaban, - siempre que venía tu madre nos vendaba, y nosotros tan contentas nos dejábamos, y qué bien lo pasábamos, ¡era para vernos con esos vendajes”, nos reíamos mucho-.
En un quirófano, Emilia está situada en la zona central, en frente.
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Emilia está situada en la primera fila, la tercera, empezando por la izquierda. Y en la segunda fotografía, la primera de la izquierda.
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BIOGRAFÍAS • Doña Emilia, “La Matrona” En 1949 -50 se matriculó en la Universidad de Salamanca en enfermería, y también se examinó de matrona, pues eran dos titulaciones diferentes. Recuerdo que ella hablaba que iba desde Cáceres a Salamanca a examinarse, por libre, y también que se examinó e hizo prácticas en un hospital de Salamanca llamado “Santísima Trinidad”. No sé si los estudios de enfermera los haría oficiales, y los de matrona por libre.
Terminó sus estudios en 1953, tanto de matrona, como de “practicante”, que así se llamaba en aquella época a la titulación de enfermera.
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Según consta en su hoja de servicios, ese mismo año se incorporaría a su pueblo natal como matrona, con 28 años, y dedicaría desde entonces hasta la edad de jubilación, en 1990, todo su esfuerzo, trabajo, conocimientos y energías a su pueblo natal. No constando en su hoja de servicios ningún destino anterior, y ningún traslado. Estando trabajando en Cañamero como matrona, se presentó en Madrid a las oposiciones de practicante, en 1957, obteniendo plaza, y de nuevo eligió su pueblo para continuar allí, ejerciendo además de matrona, como ATS titular.
Desde el año 1953, sin descansos a penas, comenzaría su andadura en el pueblo, atendiendo partos sin cesar. Niños y niñas de Cañamero, a los que unas manos incansables, recibía con un intenso amor, unas manos que, con gran apresura y movimientos expertos, cogía al recién nacido, lo vapuleaba, hasta que el llanto comenzaba a oírse; daba igual si era en Cañada-honda, la Calle Real, la Jarilla, o la Plaza; llantos hermosos, que traían alegría a una casa más de Cañamero.
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BIOGRAFÍAS • Doña Emilia, “La Matrona” Años en los que nacían dos y tres niños muchos días. Doña Emilia, que así la llamaban sus paisanos cariñosamente y con respeto; incansable, recorría las calles del pueblo de noche y día, atendiendo a una mujer aquí, a otra allá…, calculando cuánto tiempo tardaría una, u otra, para llegar en el momento crítico. Compartiría la habitación que antes fue barbería, como consulta. Años, más tarde, se casó con Ignacio, enfermero también, que después ejercería en Cañamero como practicante. En esa época trabajaba él en Navezuelas.
Su padre Lucas y la familia, el día de la boda. Nueva imagen de la calle San Juan.
Fueron tiempos duros, y con malas condiciones de trabajo. Muchas veces, se iba a atender a las mujeres parturientas, sin haber comido, o cenado, y podrían pasar muchas horas hasta que volvía de regreso a casa, con frío, hambre, tal vez sueño; quizás en día festivo, Noche vieja…, pero sintiendo una inmensa alegría, por el trabajo bien hecho. Mi madre, en esa época, atendió estando ella misma embarazada, un montón de partos. El nacimiento de Anabel Velardo, le atendió estando em-
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barazada de mí, de ocho meses, y el de Inés Expósito, solo distando unos días de mi nacimiento. Llegó el momento de su segundo parto, cuando nací yo. Había estado Don Jacinto, el médico a visitarla, pero al poco tiempo de salir de la casa, se pondría de parto. Ignacio quiso ir a buscarle rápidamente, pero Emilia dijo que ya no daba tiempo. Mi padre era un manojo de nervios, ella le tranquilizaba. En la misma casa de la calle de San Juan, donde naciera mi madre, donde tuvo la barbería mi abuelo, y donde ahora ponía inyecciones mi madre, y curaba; allí estaba ella ahora luchando porque naciera su hija, y con su empeño, con su bravura, con el ímpetu que la caracterizaba, lo logró, y ella misma, tuvo el coraje y valentía de cortar el cordón umbilical y atarle. Ese cordón que la había unido a su hija. ¡Cuántos cordones habría cortado y luego, atado! ¡cuántos cordones con vueltas, y que ella había desanudado! ¡Cuántas vidas traídas al mundo! y… ¡tan bien recibidas!, porque las acogía con mucho amor, devoción y entusiasmo. Para ella, su gran satisfacción fue poder realizar la profesión que le gustaba, y trabajar en Cañamero, en su pueblo. Sus palabras textuales siempre fueron - doy gracias a Dios porque nunca se me ha muerto ni una madre, ni un niño o niña en un parto-. De niña, no comprendía porqué mi madre se tenía que ir tanto de casa, y pasar tantas horas fuera. En esa época me contaba que la cigüeña que traía a los bebés a Cañamero, solo la conocía a ella, y tenía que estar presente para que dejara al niño o niña. Era época de ocultismo, a los niños no nos daban más explicaciones; nos contaban estos cuentos. Yo seguía sin comprenderlo, solo sabía que mi madre pasaba muchas horas fuera de casa, esperando a una cigüeña. Estuvo trabajando, incansable, en su pueblo natal desde 1953 hasta 1990, unos 37 años; en la profesión, desde que empezara en la Casa de la Madre, más de 40 años. No solo atendió partos, realizaría muchas curas, y atendió a muchos enfermos. Fueron años difíciles, no disfrutaría nunca de unas vacaciones. No había sustitutos, si no dormía durante la noche, daba igual, al día siguiente tenía que continuar trabajando, era un trabajo de 24 horas.
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BIOGRAFÍAS • Doña Emilia, “La Matrona” La tocó vivir, y recoger a muchos de los niños nacidos en el llamado “Baby boom”. Cañamero, como se ve en el cuadro, entre los años “1946 y 1964”, pasó de 2.843 habitantes a 3.426.
Aún hoy, hay mujeres que me cuentan cómo fue su parto, comentándome muchas anécdotas. La última, muy recientemente, la madre de Pilar Rubio Rubio, me contaba que el mismo día que nació su hijo mayor, nació Mª Carmen Pulido y otro niño más; tres mujeres dando a luz al mismo tiempo, y cada una en una punta del pueblo, mi madre se pasaba el día corriendo de un lado a otro. María Arévalo Pazos, me narraba que cuando nació su hija, Marisa Tena, también nacieron tres niños, uno en la Plaza, otro en la Jarilla y el otro en por encima de la “Poca Pringue”. Emilia, después del nacimiento, “visitaba” cada día a todos los niños y niñas recién nacidos, los bañaba y vestía, hasta que se les caía el cordón umbilical. Cuando era niña, muchas noches (casi todas), me despertaba asustada, y malhumorada; ya había alguien aporreando la puerta, y escuchaba vociferar la frase, con voz nerviosa de hombre: – ¡Corra, corra, doña Emilia,
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que ya viene! -. Mi madre se vestía rápidamente, cogía su instrumental y su mandil, que ya estaba preparado, y marchaba apresuradamente. Mi padre la acompañaba muchas veces; otras, iba algún familiar de la parturienta. Recorriendo esas calles malísimamente empedradas o calles que no estaban ni empedradas, unas veces convertidas en un terregal y otras en un barrizal, alumbrándose casi siempre con una linterna; ya que en esa época se iba a menudo la luz y quedaban las calles a oscuras, y cuando había luz, muchas calles y bocacalles estaban muy mal alumbradas o tenían luces muy tenues. Lástima que no pueda recordar tantas vivencias como me contó mi madre, y me han contado, tantas y tantas mujeres del pueblo. Mujeres todas luchadoras de una manera u otra, nacían sus hijos, unos en casas muy humildes, otros en casas más favorecidas. Cada mujer con una vivencia diferente, unas porque eran primerizas, otras con un parto prematuro, otras porque venía de nalgas, otras porque habían tenido muchos hijos, pues había muchas mujeres con cinco, seis, diez o más… “familia Montes, Frades, Otero Peloche (los Michinos, nacieron, trece), los Andaluces…”. Ahí, conviviendo y luchando con todas esas circunstancias, y solventando la mayoría de los problemas que surgieran, estuvo doña Emilia. En definitiva, vivencias duras, como es el nacimiento de un hijo o una hija, y a la vez, maravillosas; vivencias tan extraordinarias que dejaron y dejan huellas en cada mujer y recuerdos perdurables en el tiempo. Dedico esta biografía a “mi madre, como mujer” y “a todas las mujeres coraje y luchadoras” de Cañamero, que fueron cuidadas por ella, y como madres y grandes mujeres, tuvieron un gran lazo de unión con la mía, en esos momentos difíciles, íntimos y extraordinarios. Por supuesto mencionar a todas esas generaciones de niños/as, ya “bien maduritos”, a los que ayudó mi madre para que llegaran al mundo; y recuerden que allí estuvo doña Emilia, ofreciendo, siempre su mano dispuesta para acogerlos, y sus largos y agotadores caminares, por todas las callejuelas del pueblo. Emilia fue una mujer extremadamente luchadora, tenaz y valiente que consiguió con su empeño dedicarse a lo que quería; disfrutó y fue feliz dedicando su vida y su trabajo a su pueblo natal.
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BIOGRAFÍAS • Doña Emilia, “La Matrona”
Doña Emilia en la calle San Juan donde nació y pasó sus primeras consultas, al fondo la “casa del cura”. En 1963 se trasladaría la consulta a la calle Real.
A ti, ¡MADRE!, asina con toa la juerza de tu hijo chiquinino t’ escribo yo este poema p’agradecerte’n el alma la jonra de mi nacencia, y jacer un homenaje a las madres extremeñas… (Miajón de los Castúos de Luis Chamizo)
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Suelto nº 4
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AGRICULTORES Marcelino Alfonso Diosdado Hoy ha comenzado el milagro. Temprano un hombre va abriendo el vientre al campo y la tierra, como una mujer fecunda, ha recibido la semilla. Hacía otoño pero era primavera en el calendario. El suelo era verde y la tierra húmeda, los pájaros calcaban uno a uno los pasos de la yunta; yunta de tres, dos mulos fuertes y un pequeño hombre dios, héroe abnegado. Comenzó el milagro bajo un cielo sin nubes en un día de sol pálido. Las encinas eran mudos testigos temerosos de la reja del arado. Y pasaran los días y será otro menos gris y tan nostálgico; un día como tantos en los que la promesa será tallo de espiga, don del cielo a un hombre anónimo y callado.
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TÍO UBALDO Y TÍA DIONISIA Pedro Pazos Ubaldo y Dionisia son tipos de una generación noble que se llevó consigo una gran sabiduría. Son los viejos de hace cincuenta años que fueron atropellados por el tren del progreso, a menudo conducido por maquinistas locos, lleno de viajeros inconscientes entre los que se encuentran seguramente sus propios hijos. Ahora están todos muertos. Quiero rescatar la memoria que tengo de ellos. Tío Ubaldo tenía una frase: “No es oro to lo que reluce”. Tuvo ocasión de emplearla profusamente cuando escuchaba por la radio la propaganda de unos y otros en la primera campaña electoral de la, así llamada, transición; allá por el 77. El Flecha, que ese verano venía de Entrerríos a ayudarnos a regar la huerta, comentaba los contenidos de los programas electorales que se anunciaban y se admiraba de lo convincentes que resultaban uno tras otro; sucesivamente. Tío Ubaldo le daba la razón y convenía con él en que era una pena no poder dar el voto a todos ellos; sin embargo, pasado un rato, meneaba la cabeza y decía con gesto escéptico “no es oro to lo que reluce”. Había visto muchas cosas, así que no soltaba prenda. Pero, de algún modo, para estar a la altura, participaba en los debates nacionales. Como el que se planteó durante una temporada respecto a la privatización parcial del Parque de Doñana.
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- Esa Doña Ana – decía- hay que ver lo ansiosa que es. Ya podía soltar algo de tierra pa los demás y no quererlo to pa ella. Cuando llegó el día de las elecciones se puso serio, se vistió el traje nuevo y esperó junto, a tía Dionisia a que su hijo viniera a recogerles con un coche alquilado para llevarles al pueblo a votar. Muchas noches íbamos a su casa de Cubillo a echar un cigarro al amor de la lumbre con él y con tía Dionisia, su mujer. No había chimenea en aquella cocina- comedor- sala de estar y el humo, tras pasearse por toda la estancia, se escapaba entre el tillo de jara y las tejas sobrepuestas. De vez en cuando echábamos un “viva”, que era lo que decían los niños cuando un mayor tiraba una tarama al fuego o restregaba un tronco en brasas con las tenazas y salían las chispas disparadas en todas las direcciones. Normalmente apagábamos el candil pues, total, se veía igual sin él. Eran unas veladas muy entretenidas donde se hablaba de todo y se repetían los pasajes con el esmero y la atención de la primera vez. Tía Dionisia nos contó cien veces la forma en que plantó el magnífico árbol de mimosa que tenía frente a la puerta de casa: - Venían del Sotillo los de tío Juan Pastor con el remolque cargado de lana. El tractor lo llevaba Lucas y el que estaba encima de las jaldas, que era Matilde, traía una rama de mimosa en flor que había tronchao al pasar la casquera. Me dijo: “Tía Dionisia esta la traigo para usted por simpática y buena persona”. Y me la tiró al suelo. Entonces yo hice un hoyo y la planté pensando que se iba a secar. Pues no se secó, se dio; ahí la tienes. Con lo difícil que es la mimosa pa que prenda” Nos reímos muchas veces con la historia del gitano que se le apareció un día de primavera y le dijo: - ¿Tío Ubaldo no le da a usted cargo de conciencia tener a esa burra ahí en la huerta, que cualquier día se va a morir?
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BIOGRAFÍAS • Tío Ubaldo y tía Dionisia Efectivamente era una burra que se había vuelto blanca de lo vieja que era, pero que todavía marchusqueaba. Tío Ubaldo no la quería para nada, pero tampoco le estorbaba. La mantenía como en premio y reconocimiento de los servicios prestados. Una dorada jubilación. - ¿Y tú pa qué la quieres? - Na, pa na, pa tenerla en casa pa que se enseñen los muchachos y luego pa llevarla al mataero, que casi que me va a costar las perras. - Bueno llévatela y cuídala bien. - Pero mire usted que como no sabía na ni siquiera he traído una soga pa hacerle un cacho cabezal. - Bien, vale, toma su misma jáquima que ya no la quiero pa na. El gitano se fue tan contento con la burra del cabresto.
‹ Pag. 36 ›
Nº 2 - 2019 Pero un día que fue al pueblo se le acerca una vecina y le dice:
- Tío Ubaldo que buen apaño me hace la burra blanca de usted que me vendió el gitano. Es mu mansa y me vale de maravilla pa ir y venir del huerto. El caso es que ella le había preguntado al gitano por un burro y éste le dijo que sabía de uno que quizás lo vendieran. Así que fue a propio intento a por la burra de tío Ubaldo y luego se la vendió a la vecina en mil pesetas. - ¡Coño, si yo te la hubiera regalado! ¿Y la jáquima? - Por la jáquima me pidió veinte duros. O el caso del de Valdecaballeros, cuyo nombre me ahorro, que un buen día vio que el vecino había puesto un cepo en su propia cerca. “Éste se va a enterar”, se dijo. Y ni corto ni perezoso se bajó los pantalones para cagarse encima del cepo “Ya verás cuando venga y vea lo que ha cazao, ja, ja, ja”. El problema es que cuando cayó el mojón el cepo se cerró y le pilló los huevos. Se lo tuvo que abrir Don Cristino, el practicante, y anduvo tres meses espatarrao vestido con la falda de la mujer, que ni pantalones se podía poner. - ¡Vaya tío tontuso! – Apostillaba tía Dionisia cada vez que salía este cuento. Tío Ubaldo nos enseñaba cómo armar y colocar trampas para cazar conejos, perdices y liebres. Bueno liebres no, que las tenía aborrecidas porque en la guerra les vio comer carne humana encaramadas en los muertos. También recordaba cómo por la noche salía un brillo extraño de los cadáveres amontonados. De la guerra y de la posguerra había muchas historias. De cómo una noche les entró una partida en la casa exigiéndoles todo lo que tuvieran de comer. Tía Dionisia fue para el cuarto diciendo que iba a sacarles algo, pero lo que hizo fue abrir la ventana y ponerse a tirar por ella todo lo que tenía: la talega de garbanzos, dos quesos, tres panes... Cuando acabó se asomó para comprobar por donde habían caído las cosas y se en-
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BIOGRAFÍAS • Tío Ubaldo y tía Dionisia contró de bruces con un maquis, armado con una escopeta, que, encaramado en el acirate que había detrás de la casa, había estado observando toda la operación. - ¡Y el hijo puta se reía! ¡Se lo había echado a los pies! Menos mal que no se lo llevó todo. Pero lo malo no eran las partidas de los maquis, que al fin y al cabo iban a pedir por necesidad y lo hacían con respeto, dentro de la exigencia. Lo peor era que podía ser una contrapartida de la Guardia civil que venía a comprometerte. - Si les dabas algo estabas perdío porque decían que entonces era que ayudabas a los rojos. Si no les dabas te lo quitaban de malas formas para desprestigiarlos o porque les daba la gana para quedárselo ellos. Como no estaba claro si era partida o contrapartida, cuando preguntaban si habían pasado por allí los otros, no sabías a qué carta quedarte. Además, porque ellos mismos, fueran los que fuesen, podían saber la verdad de lo que preguntaban y lo hacían para probarte. Se vivía en el miedo. Como cuando iban dos o tres por un camino y se topaban con una pareja de la Guardia Civil, entonces los guardias los separaban y preguntaban a cada uno sobre lo que venían hablando. Si las versiones no coincidían se les caía el pelo. Pero si uno decía que de nada se lo tomaban como un desafío. - ¡No nos jodas, de algo teníais que estar hablando! A base de hostias te sacaban una mentira y entonces estabas perdido. Algunas historias eran truculentas y otras simplemente no se contaban. La guerra puso en evidencia las miserias de la condición humana. Por las infamias cometidas por los “hijos de la noche” se pasaba de puntillas, como si en cualquier momento pudieran presentarse y echar la puerta al suelo de una patada. No en balde, aunque ya viejos y decrépitos, algunos de ellos todavía se paseaban tranquilamente por Cañamero.
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Había que evitar que te colgaran el sambenito de ser “de la cáscara amarga”. No era que fueras de izquierdas o que hubieras combatido en el bando republicano, no, esos asuntos ya estaban despachados a esas alturas por métodos más expeditivos. Era algo sutil, como que no se te viera suficientemente entusiasta con el régimen o que te produjeras con una desvergonzada independencia, o simplemente dignidad; sobre todo si eras de humilde condición. Así que el día de las elecciones tío Ubaldo mudó el semblante, se enfundó en el traje, y se puso a esperar en la puerta, junto con tía Dionisia, también vestida de domingo, a que su hijo viniera con el coche para llevarles a las votaciones. Nosotros pasamos por delante de ellos, camino de la huerta, y casi ni nos saludaron. En nuestras charlas habíamos dejado claro que no votaríamos. Y, lo entendieran o no, eso les producía una especie de vértigo. - ¡Dios mío, que no se arme nunca otra guerra! ¡Cualquier cosa antes que eso!- Nos exhortaba tía Dionisia constantemente. Tío Ubaldo hacía las veces de guarda jurado, aún sin estar juramentado. Para formalizar de algún modo su pretendida posición, siempre llevaba puesto el sombrero de fieltro. De vez en cuando se le veía pasar con el carro de varas con la mula enganchada a visitar las fincas que custodiaba y a cobrar la parte de las cosechas que le tocaban al dueño. Fue el último carro de llantas de hierro que vi funcionar. En verano se le escuchaba rodar por el camino antes de ser de día. Cuando se jubiló me lo regaló. Entonces me di cuenta de que tenía una rueda ligeramente más grande que la otra. Ese carro lo usamos Ana y yo para domar al Robespierre y enseñarle a tirar antes de salir a vagar por esos mundos. Como hiciera tío Juan Palillo, también tío Ubaldo pasó sus últimos años en el pueblo atendiendo un huerto de verduras y frutales. Nosotros les visitábamos cuando pasábamos por el pueblo. Se había establecido una amistad
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BIOGRAFÍAS • Tío Ubaldo y tía Dionisia entrañable. Por cierto que en su casa probé el mejor vino de Cañamero que nunca he tomado. Entendí de donde le viene la fama. Tía Dionisia sobrevivió a su marido bastantes años. La seguíamos visitando mientras se mantuvo la comuna. Era muy alegre y efusiva. Recuerdo su cara risueña y su forma de llamarnos la atención a voces cuando nos veía en cualquier lugar del pueblo. - Os quiero como de mi familia – Nos decía en voz alta que la oyera todo el mundo. El tiempo pasó. Nosotros nos fuimos del territorio y ella, no sé bien cuando, se fue a otro lugar seguramente más amable.
Tío Ubaldo y tía Dionisia
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MARÍA (O MARUJA) PAZOS MORÁN, SIGNIFICADA FEMINISTA Paco Audije Vega
Cañamerana de la antigua calle Real, María Pazos Morán es una feminista destacada. Es jefa de investigación en el Instituto de Estudios Fiscales. Aplica sus conocimientos, su profesión y su formación -como matemáticaa la lucha contra la desigualdad de género. Como profesora o experta, ha pasado por las universidades Complutense y Carlos III de Madrid. Y antes por Harvard (Estados Unidos), por la OCDE (en París) y por varias universidades nórdicas. Es fundadora de la PPIINA (Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción), una asociación que defiende una legislación que ampare el pago del 100 por cien de los permisos (por nacimiento o adopción) de manera igual y sin distinción de género. Su último libro lleva un título expresivo: Contra el patriarcado, donde aboga por una “economía feminista para una sociedad justa y sostenible”. En el verano de 2018, su conferencia sobre las fases históricas del feminismo, obtuvo una enorme asistencia en Cañamero. Hubo expectación y pasión en la sala. Lo recuerdo como un acto lleno de interés y, como se dice ahora, transversal. Algunas consideraciones de entonces, las reitera ahora para nosotros: MP. La conquista del derecho al voto y de los demás derechos civiles han sido pasos decisivos para las mujeres, pero aún queda mucho por andar. Ya no hay prohibiciones explícitas y se nos dice que tenemos los mismos derechos, pero las mujeres seguimos siendo explotadas. Hacemos casi todo el trabajo de cuidados, muchas no tienen medios de vida propios, continúa la violencia machista.... en la práctica no hay condiciones materiales para la igualdad. Maruja en Cañamero (María, para sus amistades madrileñas) nació apenas tres meses y medio antes de quien firma esta entrevista. Las casas de nuestras familias se encontraban (entonces) a unos cien metros en la misma
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BIOGRAFÍAS • María Pazos Morán calle Real (que ahora se llama Rodríguez de la Fuente). Tuvimos aquella infancia común a medio camino entre la Plaza Vieja y el Ayuntamiento. Y muchos años después, casi de manera mágica, nos hemos reencontrado como vecinos en Madrid y París. También en batallas sociales paralelas. Por mi parte, sigo interrogándola siempre. ¿Por qué la igualdad legal no da paso a la igualdad de género real? MP. Aún quedan muchas leyes por cambiar. Por ejemplo, si queremos igualdad en el empleo y en la familia, es importante poner condiciones para que los hombres asuman la mitad del cuidado de las criaturas. Para ello, los padres tienen que tener el mismo permiso que las madres. Y es importante que haya servicios públicos de educación infantil y de atención a la dependencia, suficientes y de calidad, para que las mujeres no tengan que renunciar a su empleo. El derecho de todas las personas a esos servicios públicos tiene que asegurarse por ley. También tiene que cambiar la legislación de empleo del hogar, el Estatuto de los Trabajadores y la Ley de Extranjería, para que las empleadas de hogar tengan derechos laborales. Hay que cambiar la normativa laboral para que los horarios sean más cortos y estables. Debemos cambiar la Ley de Pensiones y las leyes que regulan los impuestos. Y muchas más.
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Entre nuestros paralelismos cómplices está el hecho de ser los dos ciclistas urbanos. Tengo que decir que ella es más atrevida. En mi caso, evito la bici si llueve. Maruja, según veo, no. Me he encontrado a Maruja en dos ocasiones, una en París (en el año 2000, en la rue de la Boetie) y otra vez –recientemente- en la madrileña Avenida Complutense. Estaba allí peleándose consigo misma, con su bicicleta y contra la lluvia, en medio del tráfico. Le pregunto si hemos avanzado contra la división social de tareas, contra la división social del trabajo. MP. Las cosas han cambiado, pero muy poco en países como el nuestro. Las mujeres ya tenemos mejor nivel de formación que los hombres, pero no encontramos nuestro lugar en el empleo. Los hombres ya no están totalmente ausentes de la familia, aunque las mujeres seguimos siendo las principales cuidadoras. Muchas se ven obligadas a tocar las campanas y estar en la procesión. Los hombres casi solo en la procesión. Nos retrotraemos al pasado, al nuestro común que quizá fue distinto. ¿Podemos pensar que la situación de las mujeres ha mejorado? MP. Hasta 1974 las mujeres casadas no podían cobrar un sueldo sin permiso del marido. Y cuando yo era niña, todos los días a las 9 de la noche, había un programa de radio en el que un sacerdote, el Padre Venancio Marcos, aconsejaba a las mujeres soportar las palizas del marido “con resignación cristiana”. Si la mujer se iba de casa se convertía en prófuga de la justicia por “abandono del hogar familiar”; aunque fuera mayor de edad. La mujer podía perder la nacionalidad española si se casaba con un extranjero, aunque ella misma no hubiera salido nunca de España. Todo era más difícil para las chicas. Se suponía que no podías ir sola por la calle más que cuando era estrictamente necesario. Los chicos te acusaban de estrecha si no ligabas con ellos, de puta si ligabas. No había término medio. Ahora todo eso no pasa tanto, pero hay fenómenos muy preocupantes. Por ejemplo, la pornografía que se transmite en internet es cada vez más violenta. La gran mayoría de los jóvenes se inician en el sexo por esa vía a edades cada vez más tempranas. El 39% de los hombres españoles consumen prostitución, aprovechándose de las mujeres en situación de extrema pobreza o en poder de las mafias. Las violaciones en grupo como las del caso “La Manada” son frecuentes. Persiste una cierta cultura de la violación.
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BIOGRAFÍAS • María Pazos Morán La última trinchera de Maruja es la PPIINA. Eso de los permisos iguales, intransferibles y pagados al 100 por cien, para hombres y mujeres. Le pregunto si eso puede ser sostenible financieramente en épocas de crisis. MP. En realidad esta medida es muy barata y muy rentable. Alguien se tiene que quedar en casa cuidando al bebé los primeros meses. Y lo que se decide aquí es si permanece todo el tiempo la madre o se turnan las dos personas progenitoras. Si se queda solo la madre, ella se desconecta de su puesto de trabajo un tiempo largo. Y quizás lo pierda. Es malo para ella, para la familia y para la sociedad. Cuando los padres (o las otras madres, en parejas de lesbianas) tengan sus 16 semanas de permiso para poder sustituirlas, las mujeres podremos mantener nuestros empleos y los hombres se iniciarán en los cuidados. Claro que no es lo único que se necesita, pero es muy importante. A los hombres que se quedan al cargo de sus criaturas les cambia el chip para el resto de su vida, y además están encantados.
“Queda mucho trecho hasta lograr la igualdad real de hombres y mujeres”, afirma Maruja. En la foto junto a políticos conocidos a los que asesora.
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EL DESCUBRIMIENTO DE JULIÁN DE LUNA Paco Audije El director de esta Revista de Cañamero ha recuperado en un mismo volumen la biografía y la obra principal de un gran intelectual extremeño, Julián de Luna y Peña, economista, matemático, filósofo y hombre de acción política. Un gran liberal, siempre opuesto a los más reaccionarios de su tiempo. Natural de Zarza Capilla, Julián de Luna nació en esa pequeña localidad de La Serena en 1789, un mes y una semana después de que los parisinos asaltaran la prisión de La Bastilla. Un hecho mayor de la Revolución Francesa que simbolizaría el tiempo de Europa y las batallas que habrían de venir en la lucha por las libertades democráticas. Luna, nació pues, bajo ese signo histórico. Respondió a él convirtiéndose en un significado liberal en el sentido progresista que tenía el término cuando nació. Murió en 1848, otro año de revoluciones europeas.
Julián de Luna fue catedrático de Economía Política y de Agricultura en Badajoz, catedrático breve tiempo de Matemáticas en Cáceres y también fue en esta ciudad jefe político, equivalente al gobernador civil, pero la razón principal por la que Esteban Cortijo ha dedicado tantas horas a establecer el texto y la vida de este personaje es que fue abuelo materno de Mario Roso de Luna, acerca del cual lleva años conferenciando y escribiendo, como es conocido por los lectores. No podía dejar de lado la figura del abuelo del teósofo de Logrosán porque entre los papeles y documentos que ha guardado durante años, se encontraba un libro manuscrito ilustrativo de la época y de su autor. Sorprendentemente, la « Economía Política » de Julián de Luna ha permanecido inédita desde que el abuelo de Mario Roso de Luna la escribiera en diálogo con economistas famosos de la época especialmente de lengua francesa. Hay que hablar de Julián de Luna como de uno de aquellos liberales fundadores de las llamadas « Sociedades de Amigos del País ». De hecho fue socio de la Matritense y en calidad de tal fue como vino a Extrema‹ Pag. 45 ›
BIOGRAFÍAS • El descubrimiento de Julián de Luna
dura a ocuparse de la cátedra de profesor de Agricultura en Badajoz, donde no había ni jardín ni huerto para ejercer convenientemente dicha docencia, como en algunas cartas conservadas lamenta.
El libro de nuestro paisano Esteban Cortijo es un gran volumen que contiene varios prólogos y anexos, algunos publicados y otros inéditos o perdidos en la prensa de entonces, entre los cuales destacan las 124 páginas que dedica a la biografía que abarca todos los planos del personaje tanto como profesor, topógrafo, como político una vez conseguida la jubilación de catedrático, ejerciendo en los años inmediatamente posteriores a la primera guerra carlista como jefe político en el País Vasco y en Huelva y en la conocida batalla de La Cumbre, localidad próxima a Trujillo. Por ello, es inevitable referirse a su inmersión política y a su implicación en las luchas contra el carlismo ultrarreaccionario. En el libro, editado por la Diputación de Badajoz, hay también un prólogo contextualizador sobre las ideas desarrolladas por Julián de Luna escrito por el profesor de la Facultad de Económicas de Badajoz, Francisco Manuel Parejo, y un tercer prólogo, firmado por Ana Córdoba, profesora de la Universidad Pompeu Fabra, aunque extremeña de nacimiento, en el que expresa toda su admiración por una figura cultural ‹ Pag. 46 ›
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de enorme talla. Y que, claro está, nos sorprende por haber vivido en la Extremadura de aquel tiempo. Como si encontráramos «en la actualidad a un teórico de la física nuclear en una tribu perdida de la Amazonía», dice Ana Córdoba muy descriptivamente.
Esteban Cortijo presentando su libro en la Facultad de Económicas de la Universidad de Extremadura con los profesores Pedraja Chaparro, Parejo Moruno y Cruz Hidalgo.
La distribución y la generación de la riqueza, la propiedad privada, el aumento de la miseria de la mayoría, la avaricia y la usura, la felicidad, etcétera. No hay rincón social que Julián de Luna creyera desvinculado del ámbito económico. Una acumulación de ideas y propuestas que lo llevaron a ser visto como un seguidor acérrimo de Espartero en la política y como un protosocialista por otros. Nada de ello evitó que ejerciera como jefe civil de la fuerza armada en distintas ocasiones, para oponerse a los carlistas o a los bandoleros. De algún modo fue, pues, un gran hombre de acción. Al libro de Esteban Cortijo, muy completo, no le faltan otros textos originales e incluso artículos y discursos, que adornan y completan de alguna manera el texto de esa casi mítica « Economía Política», inédita hasta ahora. Desde luego, Julián de Luna, fue todo lo que hemos dicho. Asimismo, un humanista sui géneris y un hombre de acción, que diría Baroja, en aquellos tiempos de turbulencias revolucionarias. ‹ Pag. 47 ›
TíO SEVERINO EL “ARREGLAHUESOS” Juan Diego Castro Vega En estos tiempos que corren actualmente parece ser que el gobierno español, poco antes de las elecciones, cuando gobernaba Pedro Sánchez, a través del Ministerio de Sanidad tomó la decisión de prohibir o anular las llamadas pseudo ciencias y, en concreto, la medicina alternativa o paracientífica, porque aunque sean eficaces para la mayoría de los usuarios de ellas, al parecer no tienen o cuentan con el campo de la investigación, y eso que varias de ellas se vienen practicando desde tiempos inmemoriales, varios siglos atrás, incluso algunas (según manifiestan) desde los comienzos del mundo. Desde aquí, desde esta revista nos parece oportuno hacer un homenaje en forma de pequeña biografía, a un hombre natural de este pueblo, Cañamero. Esperamos contribuir con ello a que no caiga en el pozo que es el olvido. Severino Sánchez Tejedor, conocido por la mayoría como Severino el de Mariquina, fue un hombre que se pasó toda su vida, además de llevar con dignidad su lote y dar infinidad de “guebras” arreglando huesos, pues debe haber pocos paisanos, nacidos antes de los años 60 del pasado siglo que no le haya arreglado alguna muñeca, codo, hombro, rodilla o tobillo, y si a alguno no se lo arregló, seguro que a algún pariente nuestro si que lo hizo. Tío Severino no es que arreglara los huesos, él lo que hacía era encajarlos en las articulaciones correspondientes, a veces recurriendo a entablillar la articulación ya que en aquellos tiempos, debido a los trabajos excesivos realizados a base de fuerza bruta, y sin apenas maquinaria, con relativa frecuencia se producían esos desencajes.
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Lo hacía siempre ayudado por su mujer María, según me cuenta ésta, que estaba harta de cortar vendas y dar pastillas a los pacientes si él suponía que se iba a marear a la voz de “María dale una pasilla”. Pastillas que entones era de Okal o de Mejoral. Recuerdo, como si hubiera sido ayer mismo, aquel día que en plena campaña de la vendimia, cuando el acarreo se hacía con aquellas banastas que pesaban más de cien kilos cada una, al ir a cargarlas enlazándolas en las bestias, ayudaba a mi hermano José Luis en la carga y en un descuido no sé cómo, sentí un chasquido en la muñeca derecha. Aquella fue una de las veces que tuve que ir a casa de tío Severino para que me la volviera a poner en su sitio. Recuerdo que llegué con la muñeca muy hinchada y él para tranquilizarme: “Esto no es nada”, y a continuación, a su mujer: “María corta una venda y prepara un vaso de agua y una pastilla por si se marea”. Al mismo tiempo que hablaba ya estaba negociando con la muñeca maltrecha, la palpaba y de golpe la giró hacia el suelo provocándome un fuerte dolor, como el que sientes cuando se desencaja y cuando le grité que me hacía daño, tío Severino (sabio él) dijo: “No creo te haya hecho más que cuando te la desencajaste”. Y así fue.
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BIOGRAFÍAS • Tío Severino el “Arreglahuesos” Severino Sánchez Tejedor, nació en 1916 y falleció en 1986 a la edad de 70 años a consecuencia de un cáncer de estómago. Desde bien joven se hizo un hueco entre el médico y el practicante, pues en más de una ocasión él mismo me confesó que por entonces hasta el mismo médico le mandaba pacientes que se le resistían a sus remedios. “Anda acércate esta noche a casa de tío Severino, seguro que él sabrá bien qué hacer con ese codo.” Había que ir de noche porque sabía que durante el día tío Severino estaba en el campo, bien labrando su lote o echando alguna “guebra” ya que además de ser labrador y llevar su propio lote dentro de la colonia, también, daba bastantes “guebras” ya que algunas personas en Cañamero o no tenían yunta propia, o si la tenían, no reunía condiciones para formar yunta para la arancía. He de decir que para escribir esto he tenido que recurrir a su mujer María Navas Camacho y a su hija Mercedes, a quienes agradezco su colaboración, y fue María precisamente quien comentó que ya en el pasado siglo un abuelo de tío Severino, llamado Eduardo Sánchez, operó en las inmediaciones de La Cofradía durante la guerra civil a una persona que estaba herida grave con solo su navaja como herramienta de bisturí, y de no haber sido por él, esa persona se hubiera muerto allí mismo y, en cambio, salió para adelante. Ellas fueron quienes comentaron que hoy día sigue haciendo lo mismo que hacía su padre, Severino hijo y hermano de Mercedes y que aún hoy la doctora Consuelo sigue enviando algún paciente para que pase por casa de Severino el chico, quien, al parecer, ha heredado la vieja ciencia de su padre.
Estudiar el pasado es estudiarnos a nosotros mismos (Mario Roso de Luna en su libro De gentes de otro mundo, Pueyo, Madrid, 1917, p.220)
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FAUSTO MALDONADO OTERO. Cabrero, maestro, alcalde y apóstol
Esteban Cortijo Parralejo He dividido la biografía de Fausto Maldonado en cuatro momentos principales que marcan circunstancias personales y tareas sociales diferentes. Las dos primeras podrían englobarse en una, que sería la dedicada a los primeros años y a su formación académica, pero realmente lo destacable de esos veintiséis años es que estuvo de cabrero analfabeto diecinueve y que en siete aprendió a leer llegando a ser el número uno de su promoción en la carrera de Magisterio en Vitoria. De forma similar, los casi veinte años siguientes, primero en Almoharín de maestro alcalde y después como Director del Real Patronato de Las Hurdes, constituyen una segunda época dedicada a difundir e implantar en la región extremeña las ideas de regeneración y progreso educativo y social que con tanta rapidez había asimilado y reinterpretado a través del estudio, de sus viajes y de las amistades que supo ganarse con el tiempo. Abreviaré las notas a pie de página pues todas se pueden encontrar en la primera edición de este trabajo en Revista de Estudios Extremeños (2017, Tomo LXXIII, Número I, pp. 365-428) y así aligeramos su lectura en la Revista de Cañamero. Así pues esta biografía contiene los siguientes epígrafes: 1. (1890-1916) Cañamero: familia, analfabeto, cabrero, el pueblo; en Álava: servicio militar, Artes y Oficios, Normal de Maestros, el mar, la cultura, la ciudad. 2. (1916-1925) Almoharín: maestro por oposición y alcalde por aclamación. Previsión social, seguro escolar, oposiciones, amistades.
3. (1925-1935) Las Hurdes: director del Patronato, promociona proyectos innovadores, apostolado convencido, conferencias, discursos, artículos, enfermedad y muerte. Coda final y Bibliografía
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero
1. (1890-1909) Cañamero: familia, analfabeto, cabrero, el pueblo; desde 1909 en Álava: servicio militar, Artes y Oficios, Normal de Maestros, el mar, la cultura, la ciudad. Fausto Benjamín Maldonado Otero nació en Cañamero el 3 de octubre de 1890. Era el tercer hijo de Griselda y Santiago, “Santiaguino” en el pueblo, y, como era habitual entonces en las familias humildes, sus primeros años transcurrieron guardando cabras por la sierra de Las Villuercas, en un espacio que se sigue llamando El Alcornocal donde su padre tenía en propiedad o en alquiler unos derechos en torno a la Garganta que baja al Ruecas. Sus dos hermanos mayores, Antonio y Juan, con el tiempo se mostrarán enfrentados políticamente, pues si las tendencias de Juan eran conservadoras y de derechas, las de Antonio eran de izquierdas y socialistas, si a esto unimos que su madre viuda casó en segundas nupcias incorporando nuevos miembros a la familia resultan más comprensibles ciertas desavenencias familiares que me señaló Santiago, sobrino de Fausto, pero que pasado tanto tiempo no es cosa de insistir en ello, concluyó él y así lo respetamos a continuación. Según cuentan de él y se recoge en algunos periódicos, cumplidos ya los 19 años, se puso a establecer la correlación adecuada entre el Padre Nuestro y otras oraciones que conocía de memoria con su forma escrita en un catecismo –“libraco” dice Legendre- que le proporcionaría el cura o un vecino sabio que resolvía sus problemas de lectura tras haber dado de mano y una larga caminata. Muy pronto llegaría a leer y entender con facilidad cualquier texto y muy pronto tuvo ocasión de demostrar sus progresos porque entró en quintas y en el servicio militar le pusieron de asistente de un general, algo perjudicado en la guerra de África, completamente neurasténico, si hacemos caso a los recuerdos de un compañero, también maestro, Francisco Sánchez Solís, llegándose a convertir en lazarillo, secretario y consejero a todos los efectos. Antonio García Madrid en su Freinet en Las Hurdes (ver bibliografía) cuenta que cuando su hermano mayor, Juan, también a raíz de su servicio militar, se instaló en San Sebastián como cocinero en la servidumbre
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de una familia noble hizo factible, primero, el adiós definitivo del joven Fausto al terruño de origen, después, la aparición de las especiales cualidades que pronto demostró en la nueva casa en la que servía aquel joven analfabeto, arrancado de un mundo rural hoy insospechado, fueron las que facilitaron que la institutriz de la familia, una joven francesa, le “desasnara” y luego, visto el éxito, le preparara para superar la enseñanza secundaria y probablemente otras dificultades de la vida. Enseguida, pues, al parecer, la promesa se había hecho realidad, la familia protectora le facilitó el ingreso en la Escuela Normal de Álava, donde consiguió en 1916 el título de maestro de primera enseñanza con un brillante expediente y la calificación definitiva de sobresaliente. Tenía 26 años y había cambiado en poco más de un lustro el mísero futuro de “destripaterrones” que el destino le había reservado por el propio de un hijo de la clase media urbana del momento. Todo un salto en el vacío, superado gracias a indudables cualidades personales, que le marcó definitivamente los veinte años siguientes. “Yo soy yo y mi circunstancia” es la primera parte de una frase que se iba abriendo paso en la España de la época y que hizo famoso al filósofo José Ortega y Gasset. Probablemente la conoció cuando estudiaba en Álava el maestro en ciernes y nos podemos preguntar si no fueron las circunstancias extremas de sus primeros veinte años las que le hicieron “atar” solidariamente su destino personal, tan prometedor, al de las gentes necesitadas, no solo los niños y niñas, de Extremadura. La segunda parte de esa frase tan conocida de Ortega, aparecida en Meditaciones del Quijote en 1914, debió martillear su conciencia: “Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Indudablemente algo tuvieron que pesar sus vivencias infantiles y juveniles al respecto, así como su formación religiosa, y no es difícil suponer que Maldonado viera a menudo al niño que él fue retratado en las imágenes que sobre todo desde 1922 se publicaban en la prensa de aquellos que, primero en Almoharín y después en Las Hurdes, él iba a educar, quebrando así el destino inhumano que se les reservaba, o al menos a suavizarlo lo más posible. Destino cruel del que él había escapado gracias a la cultura y a la suerte. Sabemos, porque así aparece en la prensa local de la ciudad de Vitoria, que Fausto se matriculó en la Normal de Maestros a los 22 años, habiendo superado los estudios previos en la misma ciudad, y debieron juntarse en
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero algunas ocasiones los tres hermanos en el norte, como leemos en el elogioso artículo del periodista Ángel Rosado Acuña en La montaña: diario de Cáceres (Año X, Número 2682, 14/09/1925), rememorando un paseo en la playa de la Concha de San Sebastián. “Mientras las olas rimaban su canción bravía y armoniosa, y venían casi a nuestros pies a deshacerse en espumas de plata, nosotros –tu hermano Antonio, Juan, en ocasiones, tú y yo- entonábamos la nuestra, con la charla que nos sugería nuestro amor al terruño y nuestra fe en el porvenir.” Desde pequeño, recordará más tarde Fausto, quiso siempre ser maestro, pero en Cañamero no lo decía por miedo a que se rieran de él “como de un tonto que hay mi pueblo que quiere casarse con la Reina”. De esta época son algunas anécdotas que cuenta Legendre y que recoge Jerónimo Roncero al final de su excelente artículo en la revista Las Hurdes (época III, nº 31, julio, 2015, pág. 14) En espera de que otros hagan comprobaciones más documentadas, diremos que Fausto se casa en Cañamero con Josefa Gallardo Rosado, hija del que era secretario del ayuntamiento, Vicente Gallardo Peña, y tiene dos hijos: José, que muere en 1928 a la edad de diez años y nacido en Almoharín donde estaban sus padres desde 1916, y el que en algunos escritos es llamado “el niño Jacinto” que tiene también diez años cuando muere su padre según consta en la partida de defunción de éste que me hace llegar Jerónimo Roncero, o sea, debió nacer justo en el traslado de 1925 a Caminomorisco. Al quedar viuda su madre se lo llevó a Madrid y allí los siguió tratando, cuando hacía la mili en Vicálvaro después de la guerra, su primo Santiago, según me cuenta éste el 13 de julio de 2016 en Cañamero. También me comenta que la mujer de su tío Fausto era pequeña y algo rarita, no trataba bien a los hombres, y siempre tuvo gran aprecio a sus dos hermanos Antonio y Juan, especialmente al último, el cual en las escasas visitas que hizo Fausto a su pueblo, apenas dejaba a sus dos hijos, el mismo Santiago y Miguel, estar con el tío educado y famoso para que éste no percibiera lo alejados que estaban de sus modales y así evitar algún reproche de quien era maestro de niños.
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Según podemos apreciar en la prensa de Álava, que daba puntual información de la Escuela Normal de Maestros, el joven Fausto fue superando cada año con más nivel los exámenes dejando atrás El Alcornocal, donde coincidió con el abuelo de Máximo Ruiz Trinidad, excelente maestro también como Fausto, amigo y paisano de quien esto escribe, donde transcurrió su vida en el pueblo, a favor de la luz del estudio y de la ciudad. Por hacer alguna referencia podemos indicar que en abril de 1913 obtiene premio extraordinario en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria (Heraldo alavés, 4/4/1913), en 1914 termina 2º curso con Notable en Gramática Castellana y Sobresaliente en Ejercicios corporales; en 1915, en tercer curso, saca Matrícula de honor, en 1916, Sobresaliente en Música de 2º curso, Sobresaliente en Elementos de Literatura, en Química y en Ampliación de Geografía de España, terminando la carrera de Maestros en esta Normal con la nota de Sobresaliente (La Libertad, Vitoria, 30/5/1916). De tal manera que en marzo de 1917 es el primero que citan para recoger el títulos de Maestro, logrado el año anterior y, ya destinado en Almoharín, se le adjudicará la plaza en propiedad en las oposiciones de julio de 1918 (El Noticiero, Cáceres, 17/07/1918). Pero allí, más que escuela encontró una zahúrda, en palabra de Manuel Siurot (“El genial Don Fausto”, ABC, 29.4.27): “y entonces este maestro nacional formidable y único, convoca a la gente, mueve las almas y levanta una nueva escuela “en la que los niños encuentran higiene, limpieza, orden y cultura.” Dada la relevancia de Manuel Siurot, diremos que éste fue un abogado de prestigio que abandonó su carrera, para convertirse en maestro de los niños pobres de Huelva, rescatándolos del analfabetismo. Durante toda su vida practicó el ideal inspirador de su pedagogía seguidora de la doctrina social de la Iglesia, que seguramente asumió Fausto con similar decisión: ser un hombre bueno y buen maestro. Durante 30 años trabajó gratuitamente en las Escuelas del Sagrado Corazón, donde creó un internado de maestros al que acudió Maldonado y tantos maestros deseosos de renovación como él. Siurot, pues, fue uno de los seglares católicos más preclaro de la primera mitad del siglo XX, y para hacer su retrato, valgan las palabras del pintor extremeño Eugenio Hermoso en su Autobiografía: “De tal forma era atrayente aquel buenazo y simpático amigo, Siurot, que hasta hombres de ideas contrarias a las suyas, católicas a machamartillo, le
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero seguían, le adoraban y… acababan por claudicar “siurizándose”. (“Manuel Siurot, Patrimonio espiritual de la Palma” de Luis Llerena Baizán en web de la Asociación de Amigos de Siurot, La Palma del Condado).
2. (1916-1925) Almoharín: maestro por oposición y alcalde por aclamación, Previsión social, seguro escolar, oposiciones, amistades. Me remito al artículo del ya citado Francisco Sánchez Solís (“Fausto Maldonado”, en Magisterio cacereño, Año XVIII, nº 400 de 20/6/1935) cuando escribe que “Al advenimiento de la Dictadura de Primo de Rivera, el pueblo lo aclamó para Alcalde, logrando realizar una gestión administrativa modelo, pero que luego, cuando cambió la política, le costó disgustos como a otros muchos compañeros que en la provincia fueron elegidos Alcaldes.”
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Realmente la estancia de Maldonado en Almoharín fue muy sonada y aplaudida tanto en la propia localidad como a nivel provincial y regional, pero tuvieron que pasar unos años hasta que se consolidó su labor en unas escuelas nuevas y logrando un reconocimiento nacional para su pueblo porque, según se puede leer en el folleto de apoyo al Homenaje de Almoharín a su maestro y alcalde, Fausto Maldonado, este “ha ofrecido el ejemplo digno de ser conocido en toda España, de no tener ni un solo quinto analfabeto.” Vemos, por ejemplo, en el Correo de la mañana, de Cáceres, donde escribe el catedrático Ramón Segura de la Garmila el 23.11.1922, reseñando un artículo de Maldonado aparecido en El Noticiero tres días antes, en el que propone “para que el espíritu de la región se manifieste, la celebración de una fiesta anual –que bien pudiera ser el 8 de septiembre- con el nombre de El día de Extremadura”. Y hace mención de una anécdota que el mismo Maldonado debió repetir en conferencias y ante la prensa: que estando en la mili veía que todos los soldados de las distintas regiones españolas tenía sus cantos y sus bailes menos los extremeños, lo cual le daba pena. Por eso pide un himno regional. Termina el articulista: “No conozco al señor Maldonado, pero su idea me aproxima a él como si fuera un hermano.” Dos años más tarde, Federico Reaño (La Libertad, Madrid, 21.12.24) en “Desde Cáceres. Los cantos regionales” repite la misma anécdota del xortzico vasco y la sardana catalana insistiendo en que precisamos una canción o un himno que dé una señal de identidad a los extremeños cuando están fuera de su tierra, remitiéndose también a Maldonado. Por entonces debió ser cuando Maldonado, a pesar de la experiencia de solo cinco o seis años de magisterio, logró sorprender a Manuel Siurot en aquel curso intensivo de julio en Huelva, pues le pareció “el caso más extraordinario que yo he conocido en los veinte años que lleva mi cuerpo rodando por estos quehaceres de niños, maestros y maestritos”. Tenía ya el extremeño los 30 años, y fue a petición de León Leal Ramos y José Augusto Pérez como conoció a uno de los mejores pedagogos de la época, tan entregado a la educación y tan cristiano como parece que lo era él mismo. “Ahí llevas al maestro de Almoharín –escribieron a Siurot- a quien le hemos hecho una suscripción para que esté un mes practicando en tus escuelas contigo”. En el artículo citado –“El genial don Fausto”- relata su anfitrión el mes que estuvo en colegio “No era un oyente, era una esponja, que absorbía todo
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero lo que yo le mostraba en prácticas de enseñanza. Con aquella cara morena, aquellos ojos dulces y brillantes, aquella frente pensadora y aquella construcción almohade de su cuerpo.” Cuenta Siurot que cuando se lo presentaron le felicitó. -- ¿Y por qué dice eso sin conocerme? –replicó Maldonado.
-- Pues porque es usted de los pocos maestros que no tienen cara de pedagogo.
Y es verdad –continúa- “es un constructor, un ingeniero que en vez de hacer puentes hace luz en las almas de los niños.” Y además se parece a los niños en que solo hace diez años que pertenece al mundo de la cultura, y en que tiene un alma ingenua, sencilla y fácilmente emocionable. Ese fue el sentimiento que provocó en otros profesores de aquel centro. Y al despedirse, como Fausto pidió un consejo a Manuel Siurot, que tampoco tenía aspecto de maestro, pues había sido abogado hasta el momento en que se comprometió con un cura que le habían hecho obispo a mantener vivas las escuelas que éste había fundado en Huelva, lo que le va a aconsejar es que se proteja contra el mundo para no perder la vocación, y se pondrá él mismo de ejemplo para contarle las cuatro acusaciones principales que tendrá que soportar: 1) que se había metido a maestro para enternecer a alguna rica y casarse con ella, 2) para lograr un puesto político o 3) por algo oculto; hasta que al no encontrar nada le dirán 4) que está loco, pero cuando ya no sepan qué sambenito colgar, “cuando hablen de tus cosas, solo dirán que son ¡Cosas de ese!” También le advirtió contra “la ingratitud de los tuyos, de los niños, de los padres de los niños, y cuando los hagas maestros, de los mismos maestros que tú formes,” los habrá agradecidos, pero también abundan los indiferentes y los ingratos. Y resulta difícil en este ambiente –aquí hace una confesión particular- evitar sentir repugnancia de ese sacrificio que tú haces por los demás. Termina el artículo: “teniendo contentos a tu conciencia, a tu Patria y a tu Dios, tienes ya colgadas en el pecho todas las cruces de Alfonso XII y en tus oídos todos los aplausos de las muchedumbres.” Por lo que venimos indicando aquel curso de verano en Huelva seguramente fue en 1922, aunque el artículo de Siurot en el ABC ya citado sea
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de 1927, y seguramente esta especie de apostolado pedagógico del joven maestro también tiene algo que ver con la publicidad generada por la visita que el rey Alfonso XIII había realizado a Las Hurdes con médicos e ingenieros entre los días 20 y 23 de junio de aquel año. Un año más tarde, el 13 de febrero de 1928, aparece en Nuevo Día, que Cañamero y otros pueblos subvencionan a maestros para que visiten las escuelas de Siurot en Huelva y las del P. Manjón en Granada. A pesar del activismo como constructor de escuelas, promotor del seguro escolar y el seguro obrero y como alcalde, de los casi diez años que va a trabajar en Almoharín apenas queda huella en la actualidad: hasta de las escuelas ha desaparecido su nombre. He indagado en personas de su entorno que le conocieron para confeccionar un boceto de su vida y de su personalidad tanto en donde nació como en la localidad de su primer empleo y, simplificando, se puede afirmar lo ya sabido: en tan corto espacio de tiempo hay discrepancias y no es fácil distinguir lo que puede ser real de lo inventado o dudoso. Un siglo más tarde, el 18 de julio de 2016, en breve diálogo telefónico con María Mayoral, 94 años, de Almoharín, me cuenta que su marido –alcalde gran parte del franquismo- fue alumno de don Fausto y que le tenía verdadera pasión, que después de morir éste en Las Hurdes fueron ella y su marido a Caminomorisco y vieron la tumba con una verja que también contenía los restos del primer hijo, “Pepito”, que debió nacer en Almoharín, como hemos visto y se puede leer la necrológica en Nuevo Día 2/1/29. Un año antes de su despedida se le dio un merecido “homenaje de simpatía y gratitud, al hombre que con singular esfuerzo ha transformado la vida cultural de Almoharín, a D. Fausto Maldonado” como ejemplar maestro de escuela y como alcalde, “pues con su perseverante y justiciera actuación ha logrado cambiar nuestras costumbres, que muchas veces tenían muy poco de ciudadanas.” La comisión gestora la formaban Ricardo Naranjo, Antonio Rincón, Francisco Cáceres y Dionisio Pavón Cáceres que firmaban en abril de 1924 “La razón de este homenaje” en el que participaron personalidades de renombre y otros muchos enviaron su apoyo desde la región extremeña y desde Madrid. El folleto publicado con las intervenciones de la comisión recoge a continuación del escrito que hemos mencionado más arriba, “Una estampa” de Maldonado, firmada por Antonio Martínez García, juez de 1ª instancia e instrucción de Montánchez, vehemente, horaciana y puramente
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero retórica pues aunque se iba a Las Hurdes no a Madrid, decía: “Quiera Dios, querido amigo, que el cieno pestilente de la ciudad no repugne a vuestra alma de campesino”; también un soneto de José Chimenea Cabrera “Para mi buen amigo y compañero el maestro de maestros, D. Fausto Maldonado”, pero el discurso central, que ocupa la mitad del folleto, es del Sr. D. Jacinto Jaraíz Fernández, ex magistrado del Tribunal Supremo, que traza una apología fervorosa y más realista en tanto que biográfica de los tres campos en que destacó con brillo propio la vida del de Cañamero: como educador, como alcalde y como orador y escritor, a la que confiere mayor interés. ¿Qué podemos destacar de sus palabras? Para situar el texto hay que tener presente el momento histórico que se está viviendo en España de 1923 al 1929, con la aparición en la escena de la figura del jerezano Miguel Primo de Rivera, sus pactos con el rey Alfonso XIII y su caída cuando, según parece, no supo desarmar las trampas que el propio monarca y otros compañeros de armas le pusieron en el camino. El golpe de estado entre el 13 y el 15 de septiembre dio lugar a un directorio militar que será civil desde 1925. Estos años extendieron por el país una red de empresas, instituciones públicas, periódicos y personajes en torno al nuevo partido, la Unión Patriótica, que en Extremadura tuvo muchos seguidores y en Trujillo se celebró una concentración patriótica a finales de 1924 que calló muchas protestas. Fue un homenaje al general Luis Hermosa y banquete de más de 200 comensales venidos de toda la provincia, más de 60 coches fueron a Jaraicejo para desde allí dar escolta al general, apoyo masivo al Directorio. En el acto público, después de al alcalde y al general, le dan la palabra a un marqués y acto seguido, al maestro ejemplar que ha aprobado recientemente la oposición a director del Real Patronato “que pronunció un discurso como suyo, muy brillante, lleno de optimismo y exaltación patriótica que le valió una acogida clamorosa del auditorio”. No se podía negar, pero tanto en esta ocasión como en otras, mediante congresos, mítines y conferencias donde divulgaba la reforma educativa, el regionalismo, la liga de los campesinos y la previsión escolar y social. Como esta naciente organización le va a ocupar mucha dedicación a Maldonado, diremos, citando Luis Carlos Sánchez Bueno (Aprosuba, Badajoz, 2004, p.15) que La Caja Extremeña de Previsión social (CEPS) “nacerá del concierto de las tres cajas de ahorros extremeñas como “Sección de Previsión Social, con personalidad jurídica,
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contabilidad y responsabilidad separadas de las tres cajas fundadoras (… y) practicará operaciones de ahorro de segundo grado en toda Extremadura mientras que las tres cajas de ahorros practicarán el ahorro directo en sus respectivos territorios.” Su principal promotor fue el banquero León Leal y creo que la colaboración de Fausto se debía tanto a la necesidad de aumentar los ingresos como a que se encontraba cómodo con aquella forma de gobierno, sin eludir las críticas que se leen a veces en sus artículos por la lentitud oficial en afrontar los proyectos que salían de su mano como director del Patronato, aunque la prensa local no podía por menos de reiterar los elogios comparando la situación de aquellos pueblos hurdanos en los últimos años veinte con la anterior. Realmente Las Hurdes para Madrid eran entonces solo un territorio para cabras y desterrados, como lo fue Fuerteventura para Unamuno allí confinado por Primo de Ribera. En las Hurdes es el caso de José María Albiñana, creador del Partido Nacionalista Español, condenado por las autoridades republicanas a vivir allí de mayo de 1932 a marzo de 1933; y en el franquismo, ya en 1967, el confinado fue el secretario general de la UGT Nicolás Redondo. Los discursos y los gestos presentaban el acto de Trujillo como esencia de la patria tradicional. El gobernador civil, José García Crespo, se expresó sin miedo y con claridad anticipándose a lo que iba a ocurrir unos años más tarde: “Tres organizaciones hay en España: el clero, el ejército y el socialismo, este con sus interrogantes espantables. Así es que no hay, pues, opción”. Y miraba, seguramente, no solo a los espectadores excitados por sus verbo premonitorio sino, como indica el cronista (que no firma) a las “distinguidas damas y bellas señoritas” que no faltaban. Cuando el gobierno pierda el adjetivo de militar y pase a civil en diciembre de 1925 la Unión Patriótica está bien consolidada y respecto a la prensa, en esas fechas El Noticiero Extremeño y El Correo de la Mañana se unen para formar Correo Extremeño, aunque creo que en Cáceres su portavoz principal debió ser, dado el cariz de sus redactores y colaboradores, el Nuevo Día. El primer número de este periódico apareció el 1 de septiembre de 1926 en Cáceres, con retrato a pluma de Primo de Rivera, que saluda con un texto del 30 de agosto anterior, y un corto con los nombres que constituyen la dirección y redacción del periódico, donde entre los colaboradores están León Leal, Juvenal, el abogado montanchego José Augusto Pérez Flores,
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero Rafael de la Gurmilla y, en último lugar, Maldonado. También se incluye un texto del gobernador civil que es el mencionado García Crespo, a quien debían tenerle mucha consideración o miedo dado que el mes siguiente ya se recogen donativos para hacerle un homenaje. Según Nuevo Día de 12/10/26 Fausto aportará 2´50 ptas. Cuatro años más tarde va a poner 5 ptas. para el homenaje al director del instituto de Cáceres Antonio Silva (Nuevo Día de 7/3/30). En el mismo periódico, el 16/6/31, para homenajear a Juvenal de Vega, aportará el máximo permitido: 10 ptas. El Ateneo, cuyo secretario era Juvenal, era receptor de los donativos. En este ambiente político y social debemos situar el trabajo de Fausto en Las Hurdes, al menos hasta el 1931, cuando con la llegada de la República el Patronato pierde el “Real” en el nombre y algunos dígitos en los presupuestos. Dos meses más tarde de aparecer el Nuevo Día el maestro de Almoharín, ya en Las Hurdes, escribe un artículo (25/10/1926) donde plantea “Un problema importante” al gobierno en defensa de los municipios, rememorando su etapa anterior y desgranando una visión crítica de las instituciones políticas en su relación con Extremadura, sin por ello olvidar la debida cortesía, ni los ideales del jefe de Gobierno que él creía sinceros a favor de la razón y de la justicia: Pero volvamos a su despedida de Almoharín donde la Dictadura, haciendo gala de esa eficiencia técnica y cierto despotismo ilustrado de quienes no gustan de elecciones, le había nombrado alcalde con el apoyo popular, y a las bellas palabras de quienes intervinieron en el homenaje en particular las que comentamos de Jacinto Jaraíz. En todo caso, le gustara o no el cargo, pues parece que opuso algunas reticencias, desarrolló una gran labor, aunque podríamos creer que aquella implicación política no debió satisfacer su vocación como educador y le animó a firmar el concurso oposición para irse a Las Hurdes. Hay que destacar en primer lugar, ver el folleto citado, la afirmación tajante de que aquel acto cuando ya sabían que se trasladaba, premia “al que viene hace años consagrando su existencia, sus facultades y sus esfuerzos a elevar al pueblo de Almoharín a la mayor altura posible en todos los órdenes, intelectual, moral, religioso, social y material”, y como estas cualidades son inabarcables el glosador o biógrafo se va a centrar en los tres aspectos más relevantes ya indicados: educador, alcalde y, diríamos hoy, comunicador. Deja claro que estas virtudes están
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incardinadas en el conocimiento de la doctrina social de la Iglesia católica y que no solo Almoharín sino toda Extremadura “le considera como una gloria regional”. Este perfil dentro de la corriente que se denomina humanismo cristiano le había vinculado desde que inició su trabajo con León Leal y le vinculará muy pronto con quien será su amigo, el hispanista francés, Maurice Legendre. En tanto que educador, Jacinto Jaraíz valora especialmente dos aspectos: primero, que aún conociendo las teorías pedagógicas del momento, Maldonado emplease procedimientos “propios suyos, originales y por decirlo así, personalísimos, que son producto de su inteligencia, de sus meditaciones, de sus observaciones y práctica de la enseñanza, de su estilo concreto de las condiciones de cada niño y del ambiente en que se mueve y en fin, de otros múltiples factores y circunstancias imposibles de determinar a priori; y segundo: que tales procedimientos son sencillos, naturales, prácticos, algunos curiosísimos y por último de magníficos resultados.” Con ello el magistrado da muestras de haber visitado la escuela de D. Fausto más de una vez y aporta detalles que lo muestran, pues aparte de los conocimientos propiamente dichos, destaca “la claridad, soltura y seguridad con que los exponen, su satisfacción al contestar bien y su deseo de que se les pregunte por las personas que visitan la escuela, cosa verdaderamente extraordinaria –apunta- pues los niños en su generalidad rehúyen ser preguntados por personas extrañas y cuando lo son se azaran y se apuran.” Según el autor el homenajeado ha hecho comprender el valor de la ciencia, la justicia, la paz, la virtud y “la superioridad de los bienes espirituales sobre los placeres materiales. Este es a mi juicio el primero y principal mérito de D. Fausto Maldonado.” Y a continuación pasa a referir algunos logros concretos en este campo como los siguientes: levantó una nueva escuela sin ayuda de los poderes públicos, solo con apoyo de los vecinos, organizó la mutualidad escolar fomentando así hábitos de ahorro en los niños, puso en funcionamiento una biblioteca circulante por todo el pueblo con más de 400 títulos, llegó a organizar un depósito de objetos perdidos al que aportaban los escolares todo aquello que se encontraban en sus correrías, y, como elogio supremo, señala el antiguo magistrado en su discurso, que los niños preferían estar con don Fausto incluso los días festivos en vez de en sus juegos y diversiones.
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero A la lista de logros en el terreno educativo hay que sumar los alcanzados en el municipio como alcalde “elegido recientemente por aclamación unánime del pueblo contra su voluntad y vocación”. El Magisterio Español (1/11/23) da cuenta de la “Real Orden disponiendo que mientras duren las actuales circunstancias puede ejercer D. Fausto Maldonado Otero el cargo de alcalde-presidente del Ayuntamiento de Almoharín y el de Maestro de dicho pueblo”. El golpe de estado de Primo de Rivera y el rey había sido del 13 al 15 de septiembre. Todo el pueblo sufrió una gran transformación convirtiendo su gestión en la alcaldía en modelo para cualquier institución que se precie, fruto de un cúmulo de virtudes que no suelen presentarse juntas con frecuencia y, además, todo ello logrado en pocos meses: dirige la administración municipal según la ley, la justicia y la moralidad; imparcialidad sin distinción de personas, clases ni condiciones; hace cumplir las sanciones a los infractores; ha impuesto respeto a las personas, a la propiedad y al orden; ha restaurado la cristiana costumbre de asistir en corporación con el Ayuntamiento a las principales fiestas religiosas; ha concluido con las blasfemias y el lenguaje obsceno; ha suprimido el juego y cerrado los puestos de bebidas a determinadas horas; orden y decencia en los bailes y esparcimientos nocturnos; ha saneado el pueblo, se propone desecar la charca del Calvario, foco de paludismo y construir un nuevo cementerio; ha renovado el empedrado de calles; ha reclutado y organizado el somatén, con aplauso de la autoridad militar, y se propone renovar la escuela de niñas, como quiere la benemérita maestra Dª Eugenia Sánchez que le dio la bienvenida cuando él llegó a tomar posesión de su plaza en la “zahúrda” que en 1916 era la escuela de niños. Como orador y escritor es conocido por su lenguaje fluido, rico y entusiasta ejerciendo “un verdadero apostolado de cultura, beneficencia y pacificación social”. Destaca en particular el éxito de sus artículos con la propuesta de celebrar el día de Extremadura con bandera, himno y peregrinación a Guadalupe, más o menos lo que se está haciendo un siglo más tarde. Resalta Jaraíz que D. Fausto “no es un mero idealista teorizante sino también hombre de acción rápida y enérgica. Prueba del éxito fue que el último 8 de septiembre [de 1923] esa fiesta tuvo su estreno regional en Almoharín “con gran animación y entusiasmo… debido a las gestiones de D. Fausto secundado
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por los almoharinenses y especialmente por la culta juventud estudiantil, el notable pintor extremeño Pérez Lázaro y la inspirada poetisa Teresita Rincón Jaraíz, que fueron muy justamente aplaudidos.” El cuadernillo impreso en cuartillas concluye “A manera de epílogo. Al maestro sembrador”, pero el ejemplar fotocopiado que he consultado está incompleto y no sabemos ni el nombre del autor de este epílogo ni las páginas de que consta. Uno de los últimos actos presididos por el alcalde maestro fue el que reunió en enero de 1925 a un grupo de amigos, que ya estaban constituidos en torno a León Leal en lo económico y en torno a Juvenal de Vega en lo educativo: “Desde Almoharín. Un acto de cultura y previsión social” (La Montaña, Cáceres, 13/1/25) al que acuden, aparte de los dos señalados, el catedrático Antonio Silva, el arquitecto Ángel Pérez Rodríguez y José Augusto Pérez Flores. El 21 de ese mes, el mismo periódico, La Montaña, en Notas de sociedad informa de que ha llegado a la capital el alcalde y maestro de Almoharín, y se le ensalza como “esforzado paladín de la escuela” que más tarde, en reñido concurso celebrado en Madrid, pasará a dirigir la misión pedagógica, patronato, más exactamente, de Las Hurdes, donde será conocido como “El apóstol de la región hurdana”. No se trata de elogios de vecinos y amigos pues Luis Bello por aquellas fechas, durante los años 1926 y 1927, dejó escrito en El Sol sus reportajes sobre las escuelas de Asturias, Soria, Extremadura, Madrid, Toledo y Andalucía que le harían famoso y allí contó que Almoharín, “se ha hecho célebre” por su maestro alcalde mientras que antes solo nombraban al pueblo por los sabrosos higos. Repite lo que en la prensa cacereña sabía todo el mundo, que cuando Maldonado llegó la situación física de las escuelas era deplorable y él en poco tiempo consiguió solares, dinero y construyó nuevas aulas con ayuda desinteresada de los vecinos. “Las escuelas de D. Fausto Maldonado funcionan ya y el pueblo da ahora solar y 15.000 pesetas para otras tres clases. Este es el pueblo y este el maestro.” Llegado el verano del año de 1925, en el Diario de Cáceres, encontramos una reseña firmada por quien fue compañero suyo, el abogado de Montánchez José Augusto Pérez Flores, probable autor del epílogo al folleto citado del homenaje, que se titula “Almoharín y su maestro de escuela. La despedida de Don Fausto Maldonado”. El autor se refiere a cómo
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero ambos “comenzamos a escribir las primeras páginas en la historia social y educativa de este pueblo” y cuenta que el homenajeado, en un día afortunado para Almoharín, llegó a este pueblo pobre, humilde, desconocido y por único bagaje, un ferviente deseo de trabajar, con palabra de paz en los labios, cuando en el ambiente flotaban esas encarnizadas luchas personales de los pueblos; con santos amores en el corazón… sembró… el pueblo se dio cuenta y convirtió la escuela en el centro de su vida y en el modelo de cómo debían hacerse las cosas. Consiguió sin pretenderlo “que en toda Extremadura se hablara de Almoharín y ahora le despide al ser nombrado director de la misión pedagógica de Las Hurdes. (…) le nombran hijo adoptivo y dan su nombre a la calle en la que está la escuela, y en ésta colocan una lápida, financiada por suscripción pública, en la que conste la gratitud del pueblo, reunido en aquella ocasión en la amplia escuela de niñas con el ayuntamiento en pleno, siendo alcalde José Alarcón García. Recién llegado se encontró con una fiesta que el pueblo rendía a quien dirigirá su propio homenaje, a una compañera que ya llevaba allí más de treinta años trabajando y que también dejará una gran huella en el pueblo, Eugenia Sánchez de Castro. Interviene el párroco: “En esta sociedad de deslealtades y egoísmos, cuando se encuentra uno con hombres como Fausto Maldonado hay que deplorar su marcha al dejar de sentir de cerca sus afectos y consejos”, y el cronista de prensa, que no se olvida de Jacinto Jaraíz, quien desde un principio apoyó en sus proyectos regeneradores al joven maestro cabrero nacido en las Villuercas, porque él ha sido durante su estancia en Almoharín el “venerable patriarca que además de consejo saludable ha tenido para la Escuela el bolsillo abierto y sobre todo alientos generosos para la obra de este maestro a quien no se cansa de querer y admirar (…) El señor Maldonado ha sido el constructor de almas inteligentes, pero los materiales excelentes han sido todo el pueblo de Almoharín, que se ha prestado a la obra.” Y señala, ingenuo, el cronista que su maestro alcalde es consustancial con esta villa, que su espíritu quedará flotando y el eco profundo de sus enseñanzas y la austera directriz de sus virtudes perdurará eternamente. Lamentablemente hemos de afirmar que no ha sido así, pues el tiempo y la política acaban con la memoria de los buenos. Cuando pregunto a Victorino Mayoral, de Almoharín, la razón por la que quitaron el nombre de Fausto Maldonado de la calle y del centro escolar me
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contesta que no alcanza a entender el porqué, pero sería que “a la corporación municipal debió parecerle que el nombre de Don Fausto -del que posiblemente ignoraban su talla como Alcalde y Maestro y su importantísima contribución a la educación de los almoharinenses- no merecía la consideración suficiente”. En un mensaje posterior me amplió el dato: “…resulta sorprendente que las “fuerzas vivas” que le homenajearon cuando se fue de Almoharín, que eran las mismas que gobernaron en solitario el pueblo desde 1936, no mantuviesen viva la memoria de aquel gran hombre. Yo sí había oído hablar siendo muy joven de Fausto Maldonado, por una anécdota que contaba mi tío Dionisio Pavón Cáceres, farmacéutico titular de Almoharín, uno de los promotores del homenaje de despedida a Maldonado. Dionisio recibió carta anónima amenazando con secuestro si no entregaba una cantidad elevada de dinero en un cuarto sito próximo a la carretera entre Almoharín y Valdemorales, a donde Dionisio iba todos los días andando para ver a su novia (María Mayoral, hermana de mi padre). Dionisio acudió a Fausto, el alcalde, que se la prestó sin condiciones. Ambos se emboscaron en el mismo cuarto de la cita y consiguieron sorprender al delincuente (un infeliz vecino de Almoharín) cuando iba a recoger el dinero que había exigido”. Algo lacónico ya por las emociones del día, en el Diario de Cáceres (15/7/1925) señala Pérez Flores, que por la tarde hubo merienda y fotos de López Martín, y que el lema y bandera de Fausto Maldonado, cuando ya estaba nombrado Director del Patronato de Las Hurdes, eran los versos de Gabriel y Galán: “¡Pan de trigo para el hambre de sus cuerpos! ¡Pan de ideas para el hambre de sus almas!”
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero 3. (1925-1935) Las Hurdes: director del Patronato, promociona proyectos innovadores, apostolado convencido, conferencias, discursos, artículos, enfermedad y muerte. El origen del Real Patronato de Las Hurdes fue fruta madura que se organizó con rapidez por Real Decreto el 18 de julio 1922. La causa inmediata fue la visita de Gregorio Marañón y otros colegas médicos realizada del 7 al 17 de junio de 1922 y el impacto del informe que realizaron tanto en el Gobierno como en la prensa nacional; hasta tal punto que inmediatamente, “el rey Alfonso XIII y su séquito, visitaron la región durante cuatro días, recorriendo pueblos, hablando con gentes, entrando en casas, y encogiéndosele el corazón en un puño al comprobar estos “cuadros de miseria” que bien reflejaban las estrofas que el ilustre poeta Gabriel y Galán le dedicó en la visita del rey a Salamanca: “Señor: en tierras humanas de estas tierras castellanas, no viven vida de humanos, nuestros míseros hermanos, de las montañas jurdanas”. El objetivo del Patronato será sistematizar en la práctica tanto las ideas como los trabajos que se venían haciendo desde tiempo atrás, especialmente por maestros y párrocos vinculados y promotores de una asociación nacida el 8 de julio de 1903 llamada Esperanza de Las Hurdes, que desde febrero de 1904 hasta mayo de 1908 publicó una revista titulada, no podía ser menos, Las Hurdes, que llegó a alcanzar un total de 52 números. A pesar de su aislamiento, este territorio perdido en ocasiones era transitado por artistas, comerciantes, fotógrafos, geógrafos, predicadores y políticos y dada su situación entre la demarcación de la diócesis de Coria y la de Plasencia también recibía visitas pastorales y tanto clérigos de una sede como de otra se ocuparon de dar a conocer y paliar a su manera las condiciones espirituales y materiales de los hurdanos. El obispo de Coria dio un toque de atención y pidió el compromiso más explícito al rey Alfonso XIII con una carta en la que dejó constancia clara de los quince puntos que debían afrontarse (El Debate, 29/06/1922), pero quizás sea más relevante la participación de la diócesis hermana y en particular la figura del obispo Jarrín y, más aún, la de su secretario y deán de la catedral José Polo Benito. Hacemos una simple referencia porque la bibliografía sobre Las Hurdes solo nos interesa parcialmente por haber sido el entorno de los últimos diez años en la vida de Fausto Maldonado, entorno que él desde dentro ayudó a que corrigiera sus caren-
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cias fomentando nuevos aprendizajes y ayudando a los vecinos de aquellos pueblos y alquerías a defenderse y a luchar contra la administración y contra la tradición injusta que los tenía consumidos.
Foto cedida por José Pedro Domínguez Domínguez, Director Centro de documentación de Las Hurdes
Pues bien, Francisco Jarrín y Moro, hombre culto e inquieto, fue obispo de Plasencia los últimos cinco años de su vida (1907-1912), o sea, cuatro años más tarde de que se constituyera la sociedad Esperanza de Las Hurdes, pero en esta comarca fue donde dejó una huella más duradera, que aún se recuerda, por su entrega a obras sociales de distinto tipo y en particular por sus gestiones a favor de estos territorios, que llegó a visitar, cosa que no era frecuente entonces en otros que escribían de oídas y casi siempre mal de la marginada comarca del norte de la provincia de Cáceres. Esta labor la conti-
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero nuaría José Polo Benito, también salmantino, que llegó a Plasencia el último año de la vida del obispo Jarrín, llevando el testigo del apostolado social de la Iglesia a otros campos culturales, económicos y políticos, siendo vicepresidente del Consejo de Previsión Social con el cual colaboraba Maldonado, presidente de la comisión Provincial de Monumentos, fundador del periódico Regional y director de la revista Las Hurdes. Polo, continuó su labor hasta 1923 que fue destinado a Toledo donde consolidó una abundante y rica biblioteca. Su rostro entero, seguro y nada melancólico, así como el recuerdo que dejó en cuantas actividades llevó a cabo durante su vida sin duda se merecen una novela histórica que mejore La Regenta de Clarín. En efecto, seguro que las imágenes de Tierra sin pan de Buñuel, las que Víctor Chamorro generaliza y otros llaman “Extremadura saqueada”, la especial trata de blancas con las nodrizas hurdanas explotadas por chulos al 10%, la usura letal prohibida por la Biblia, la ignorancia y el paludismo, con la figura del deán de Plasencia y Toledo, Polo Benito, fusilado y vilmente golpeado en los inicios de la guerra civil dan materia más que suficiente para una buena película si nadie se atreve a otra cosa. Ese final le ha hecho beato recientemente, y, por si faltaba un detalle exótico, leemos que sus restos descansan bajo el altar de una catedral peruana. Los objetivos de estos pioneros -iglesias, escuelas y caminos- eran los mismos que tras la visita de Alfonso XIII se plasmarán en el Patronato, pero, como dejara establecido Marañón, había un paso previo: la sanidad. El problema fundamental era el sanitario y el segundo la educación, pero había que tratarlos directamente, humanamente, no como medio de evangelización ni como pretexto. Aquella revista trazó su objetivo fundamental en el número uno: “Cultura y civilización para los cuarenta y dos caseríos hurdanos sumidos en la soledad de la montaña y en la más triste soledad de la pobreza y la deshonra”. Así fue como, previa la convocatoria en el cuerpo de maestros en 1923 para cubrir la plazas de director, subdirectora y tres maestros más, uno para cada factoría en que se dividió el territorio, y retrasadas casi dos años las prácticas obligadas en Madrid de los nueve seleccionados de un total de cincuenta y seis presentados, ya en junio de 1925, a propuesta de la Junta Central contra el Analfabetismo, se le nombra a Maldonado Director de la Misión Pedagógica de Las Hurdes con un sueldo de 5.000 pesetas.
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Allí estará cuatro años, pero en 1929 cambió a Vegas de Coria, pequeña alquería situada cerca del límite con la provincia de Salamanca, pero ya con sus escuelas recién construidas y la residencia del director del Patronato, manteniendo las mismas responsabilidades, según la orden de 9 de julio de 1929 que se puede leer en El Magisterio Español del 10 de agosto siguiente, donde se indica que “el Maestro Director de la Misión pedagógica D. Fausto Maldonado y Otero tenga su residencia oficial y pase a continuar sus servicios a la Escuela de Vegas de Coria, cesando en la factoría de Los Ángeles, del Ayuntamiento de Caminomorisco.” Cuando se proclama la II República al Real Patronato se le cae el adjetivo “Real”, pero muy pronto, a su imagen, el gobierno va a repartir por otras muchas regiones españolas, incluida Extremadura, con ayuda de la Institución Libre de Enseñanza, las Misiones pedagógicas propiamente dichas. El resto de escuelas fueron inauguradas con más o menos protocolo en pocos años, como muestra de su actividad tan útil como variada diremos que en Vegas de Coria el cura y Maldonado reparten 54 prendas de ropa que envía todos los años la real familia por Reyes, en abril se publica un reportaje sobre la “Labor humanitaria de los maestros en quienes han delegado los médicos para que hagan tomar a los escolares su ración de quinina contra el paludismo. De aquí salen a inaugurar las escuelas de Casares de Hurdes donde el 2 de mayo repartirán pastas entre los escolares y asistentes. En noviembre se traslada oficialmente el campo de trabajo de Caminomorisco a Vegas de Coria por Real Orden de 28/11/30 para que siga bajo la dirección de Maldonado. En los diez años últimos de su vida la actividad desarrollada por Maldonado, igual que ocurriera en Almoharín, traspasa las fronteras de la escuela y se instala en la sociedad entera. Una sociedad que no era la de la ciudad de Cáceres, Plasencia o Navalmoral ni siquiera la de los pueblos extremeños de la época, sino Las Hurdes publicitadas y piedra de escándalo en el resto de España y en otros países, sobre todo tras la visita del rey y una vez visto la película Tierra sin pan de Buñuel. Este documental de poco menos de media hora y producido diez años más tarde en algo más de un mes, se convirtió en un mitin y un estandarte. Inicialmente era cine mudo aunque con posterioridad la Embajada de España en Francia financió la voz en off y la música, dibujando con su exhibición junto al Guernica de Picasso la
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero imagen de la España injusta y atrasada que quería transformar el gobierno de la República. Años más tarde, en 1984, otro extremeño escribirá un libro con título más acertado, en opinión de Camilo José Cela: Tierra sin tierra de Víctor Chamorro; tampoco quiere que Las Hurdes se conviertan en objetivo turístico el catedrático de la universidad de Salamanca Fernando Rodríguez de la Flor. (Ver la bibliografía). El nombre de Fausto Maldonado era relativamente frecuente en la prensa regional sobre todo. En ocasiones solo para informar de que había llegado o se había marchado de Cáceres. Idas y venidas de Badajoz, de Madrid, de Plasencia y de su pueblo, Cañamero, que recogen los periódicos de la capital simplemente como noticia de sociedad o “Mundo conocido”. Por señalar alguno de esos cortos, mencionaremos en el Nuevo Día el de 2/8/27: viene de Badajoz y va de paso para Cañamero, el 10/10/28 se da cuenta de que se encuentra enfermo en Cáceres y seis días más tarde el 16, que sale con su mujer para tomar los baños en Cestona. A veces encontramos errores aunque era un colaborador habitual de este diario vespertino, porque el 17/2/31 informa de que ha llegado a Cáceres con “sus hijos” cuando entonces solo tenía uno, Jacinto, pues José había fallecido dos años antes. Todo esto a pesar de que el 2 de enero de 1929 en el mismo periódico le habían dado el pésame por su muerte y le atribuían doce años en vez de diez. Estos errores, con cierta ironía, los recoge Ramón Carnicer cuando escribe en Las Américas peninsulares. Viaje por Extremadura (Planeta, Barcelona, 1986, p. 22), la respuesta que le dio, allá por 1984, un hurdano a la pregunta de cómo se vive por aquí y este le contestó: “Bastante bien por ahora – dice Argimiro. Todo lo bueno que vean ustedes en las Hurdes se lo debamos a Alfonso XIII, a Franco, a Fraga y a Martín Villa. Eso no tiene duda”. Los hombres como Maldonado y su trabajo infatigable durante años quedan envueltos en el silencio social y en un rincón ignoto de la memoria de quienes les conocieron. Un viejo amigo extremeño, ya citado en este trabajo, festejaba su nombramiento porque con él se cumplía una idea que tenía desde que eran jóvenes: que Fausto llegaría a ocupar un puesto de honor no solo en el Magisterio “sino entre los valores efectivos y espirituales de nuestra región. Serás –añadía- “un paladín de las nobles causas y mantenedor del ideal educador… sembrador en las inteligencias infantiles de todo lo bueno y lo útil, los verdaderos hombres del mañana, en toda la acepción de la palabra;
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los moldeadores de una nueva era, la base de una generación mejor.” En aquellas fechas, según lo recoge La Montaña: diario de Cáceres (4/4/25) el primer director del Patronato va de paso a Madrid, y el 30/6/25 está allí de nuevo saliendo diez días más en tren a Caminomorisco a hacerse cargo de sus nuevas responsabilidades de director en aquellas tierras que quizás no conocía personalmente. No sin cierto toque realista o existencial se mostraba convencido Rosado Acuña en el mismo periódico el 14 de septiembre de aquel año escribiendo que no habría obstáculo alguno que pudiera oponerse a que Fausto consiguiera “la plaza, los garbanzos y la gloria”. Nos confiesa que ya él había presentido tiempo ha que “eres una personalidad ilustre de verdad, no una personalidad con lustre de las que, en calidad de figurones, ocupan hoy ciertos puestos en las alturas de mi Extremadura”. Al saberle director de los maestros destinados a Las Hurdes, exclama: “¡Alguna vez Las Hurdes habían de tener suerte en algo!” En Almoharín había dejado el nivel muy alto para cualquiera que fuera a su puesto y merece la pena destacar un detalle significativo en tiempos en los que el sueldo de un maestro dejaba mucho que desear; en efecto, aparte de la ocupación añadida de alcalde y la mutualidad escolar, me refiero a su empeño en educar a todos los niños del pueblo sin distinción pues aunque un grupo de padres le ofrecieron más del doble de lo que cobraba, si les diera las clases solo a sus hijos, no aceptó. Aparece esta referencia en El magisterio español: Revista General de la Enseñanza del 8 de julio de 1924, de la mano de un amigo que lo fue de Maldonado, José Augusto Pérez Flores, que debía estar al corriente de que gran parte de los problemas en la vida del de Cañamero procedían justamente de las consecuencias que su escaso sueldo provocaba en su misma esposa, Josefa Gallardo, como contará más tarde, el 6 Mayo 1931 desde Vegas de Coria, a Vicente Gallardo Peña, secretario municipal de Salorino, su suegro. Se da la circunstancia de que el 25 de septiembre de ese mismo año el ayuntamiento de Cañamero, donde había estado en el mismo oficio, dio la conformidad para que pasara a la jubilación, asunto al que se hace mención en esa desgarradora carta en la que Fausto, desolado, le escribía que ya desde 1918:
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero Vivir conmigo es para ella el más insoportable de los tormentos: me odia todo lo que es capaz de odiar una mujer al hombre que cree estorbó su felicidad. (…) En los años primeros, como mi sueldo era escaso, me tiraba al rostro que si yo sabía que no era capaz de ganar bastante para tenerla con el regalo que la habían criado sus padres, que no debí engañarla casándome con ella para hacerla una desgraciada. Que pudiendo haber sido esposa de un Médico, distinguido y educado, hijo de la mejor familia de Cañamero, con quien hubiera vivido feliz, había venido a cargar con lo peor, con un nadie, con lo último, que se hubiera muerto de hambre si no hubiere sido por sus padres. Estas y otras muchas cosas de ese tamaño no se conformó con repetírmelas casi todos los días, sino que se las dijo a bastantes personas de Almoharín.
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Estas confesiones tan rotundas y explícitas pudieron haberle impulsado a solicitar la nueva plaza, mejor remunerada, abandonando su vida como maestro alcalde de una localidad importante como Almoharín, pero seguro que estaba también en su ánimo contribuir con el proyecto gubernamental de llevar sanidad, educación y carreteras a aquellos pueblos y alquerías miserables. Tuvo claro desde muy pronto que poca gente conocía de verdad la realidad y en el primer párrafo de un artículo aparecido en Nuevo Día el 15 de octubre de 1926 lo dejó bien sentado al afirmar que: “Por varios distinguidos escritores se han dicho en libros y revistas las cosas más pintorescas y peregrinas de Las Hurdes y de los hurdanos”, siguen líneas vibrantes, a la manera de arenga política poniendo el dedo en la llaga y dejando en buen lugar a los pocos que sí se entregaron a la labor con fervor a la tarea educativa antes de llegar el Patronato. Aparte de mencionar a los tres obispados limítrofes encontramos a José Polo Benito, Tomás Gómez, Rafael Durán, Ángel Pulido, Manuel Castillo, Julián Mancebo y el reconocido poeta Gabriel y Galán que acabamos de citar. Una semana más tarde el hijo de Tomás Gómez también se va a quejar de que a los maestros previos al patronato se les acusara de “no sabían lo suficiente y de que no trabajaban”, de forma similar a los secretarios municipales. Pero Maldonado sobre todo elogia a cuatro franceses: al pintor Latour, las fotografías de Anna Seé, al médico de los ferrocarriles del Norte J. B. Bide y a Maurice Legendre, recuperado hace pocos años por la edición en Extremadura de su tesis doctoral sobre Las Hurdes, trabajo fundamental porque su autor visitó y vivió con frecuencia el territorio, estuvo allí, al revés que otros hurdanófilos, como comentan los prologuistas de la edición citada. Parece ser que el antropólogo y geógrafo francés entró en contacto con aquella región porque fue a conocer la Peña Francia en 1909, tres años más tarde volvió y bajó unos kilómetros descubriendo Las Hurdes; en 1914 las recorrió con Unamuno y en 1922, con Marañón y otros que elaboraron el famoso informe que daría lugar a la visita del rey y a la constitución del Patronato; para él, aunque nuestro paisano Fausto Maldonado se incorporó a Las Hurdes en 1925, era el primero entre “los que conocían el país hurdano”. “Estas cuartillas –escribe en “Un llamamiento a los hombres de valía” (Nuevo Día, 15.10.1926)- se escriben a la hora de amanecer el día 12 de Octubre. Cuando en pueblos y ciudades se disponen a celebrar la Fiesta
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero de la Raza con el mayor esplendor”. Creo que roza la ironía este maestro perdido allá en Caminomorisco a la vez que lanza por medio de la prensa este llamamiento o toque de atención que merecería ser repetido cada 8 de diciembre, pues a la vez que ensalza las viejas glorias citando a Pizarro y a Cortés, pide que “no sirvan para alimentar nuestra vanidad”. Llevaba ya un año trabajando en los proyectos del Patronato y no siempre harían caso a sus reclamaciones porque a la vez que elogia a extranjeros que vienen de lejos, incluso al rey que hizo posible las reformas mientras que “la provincia interesada, sigue indiferente, insensible, como si no le importara un ardite…” Lo cierto, en esta línea de recuperación de la entidad regional, es que el 8 de septiembre de 1925 se va a celebrar, a imagen de lo ya hecho en Almoharín, el Día de Extremadura nada menos que en Caminomorisco, y va a ser así “por iniciativa del culto director de la misión pedagógica de esta región, don Fausto Maldonado”. Es una crónica una fiesta a favor de la labor del Real Patronato, con aires populares y festivos: tamboril y gaita a primera hora, guardia de 8 “somatenistas de este pueblo” en la misa cantada, se dan diversos premios a los vecinos que más hijos tienen, al civismo, a la puericultura y se recogen palabras de la intervención del promotor: “la palabras del señor Maldonado es de las que llegan al alma, tocando todas sus fibras, haciendo repercutir en ellas todas las sensaciones que la han de convertir en instrumento del bien” (Primitivo Gómez: “Desde Las Hurdes. Fiesta cívico-religiosa” (La Montaña, 14.9.1925). El maestro de Cañamero se muestra muy a favor de los hurdanos animándolos a sentirse iguales que el resto de españoles, aunque les cueste más esfuerzo por las circunstancias que rodean sus vidas, y les pide que cuenten con él y si no van a él, él irá a ellos. En estos momentos iniciales Maldonado es solo maestro porque el Director de la misión pedagógica era el doctor Olivera que no estuvo presente en el acto indicado. Era consciente de las dificultades porque se mostraba comprensivo con quienes al poco tiempo de tomar posesión de su plaza se ausentaban. “No es este un destino grato ni soportable para todos” leemos en la Memoria del Real Patronato de Las Hurdes, que seguramente escribió él, en 1928. Llevaba poco más de un año en su segundo y último destino cuando ya ejerce de guía principal de aquellos valles para periodistas como es el caso de Juan Hidalgo a quien le encarga Nuevo Día un reportaje amplio por en-
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tregas que titulará “Por tierras de Las Hurdes”, acompañando al promotor principal de la Liga Nacional de campesinos, Antonio Monedero, y al P. Revilla, capellán legionario franciscano, que serán dirigidos por Maldonado, a quien califica de “apóstol” y pone de ejemplo en el primer artículo de octubre de aquel 1926, completando la lista de otros próceres y profesionales que le precedieron en su entrega a aquella tierra y sus habitantes. En el que escribe el 9/11/26 desde Casar de Palomero, “Hacia el país misterioso de las caras pálidas,” escribe de Maldonado que: “Los hurdanos le quieren y respetan y su nombre quedará por estas tierras como uno de los pocos que recuerden hombres que han puesto al servicio de la redención del pueblo mayor esfuerzo y sacrificio”
Algunos hurdanos creían entonces y ahora también, que esta “redención” prometida en 1922 no se ha cumplido. En la crónica de día 24 siguiente, “Esperanzas”, relata el interés de los niños que vienen desde kilómetros a la escuela con un matahambre para todo el día, razón por la que Fausto insistió en montar una cantina en las escuelas. Hidalgo recoge por la tarde cierto diálogo sobre temas diversos con los lugareños, pero el paternalismo de que hace gala en la redacción y los mismos gestos y acciones de que da cuenta relatando casos extremos de pobreza y miseria, están mostrando, sin querer, algo evidente denunciado por Maldonado: que tres años más tarde de iniciarse el Patronato sigue habiendo “cretinos” que solo comen una bellota al día o niña que guarda bostas de mulo, como cuenta en este caso Juan Hidalgo. De la crónica del 25, “Hacia el antro misterioso del dolor,” señalamos la ocurrencia del guía de aquel viaje que comenta que “Quien anda por estos senderos puede andar tranquilamente por los aleros de los tejados de las casas de Madrid.” En “La gran miseria” (26/11/26) nos dice que solo hay cementerio en Nuñomoral y allí llevan en angarillas a los muertos saltando ríos y montañas como aparece en la cinta de Buñuel. El último reportaje es “Los misterios del dolor” de 27/11/26. En efecto, sabemos que Fausto se empleó a fondo a pesar de estar afectado muy pronto por el mal de entonces en toda Extremadura y sobre todo en Las Hurdes: el paludismo. En palabras de ese gran extremeño que es Víctor Chamorro, en esta tierra la gente “nacía palúdica, trabajaba palúdica y moría
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero palúdica”. Serán habituales homenajes y premios a las personas mayores, a la familia numerosa, a quienes mejor cuidaban y educaban a sus hijos, a la mejor plantación de árboles, etc. A partir de 1927 las realizaciones educativas y sociales en Las Hurdes bajo su dirección cada día se hicieron más notables y ambiciosas. Se podría afirmar que su afán no se dirigía solo a la renovación pedagógica, con métodos más próximos a la tierra y a la dispersión de los escolares, sino a la social, porque sabía mucho también de las cosas del campo, como recoge algún periodista de los hurdanos que entrevista. Este dinamismo de Maldonado le hizo muy conocido en todos aquellos pueblos y alquerías, desde donde, como hemos visto, los maestros no tardaban en pedir traslado y algunos fueron atacados por la desgana y la soledad, aunque hoy se haya olvidado, salvo en la voz y la pluma de algunos hurdanos o hurdanófilos- hagamos un recuerdo del Congreso de 1908 que los reunió por primera vez- y, ya en el presente, como el citado Jerónimo Roncero, José Pedro González, Luciano Fernández, Félix Barroso, etc., empeñados en recuperar la actividad de Maldonado, actividad de la que dada su relevancia solían hacerse eco los medios regionales de prensa y con frecuencia los nacionales; así vemos, por dar algún ejemplo, cómo propone rápidamente, ya en 1926, una escuela granja con internado que solo se llegará a realizar veinte años más tarde; quiere añadir a la actividad escolar roperos, campos agrícolas, instalaciones para la conservación de aves, piscifactorías o la producción de gusanos de seda. Se sabe que asistía a cursos específicos para conocer a fondo estas técnicas que le involucraban en el terreno y en la ciudadanía: en 1927 a un curso de apicultura y dos años más tarde a uno sobre plantas aromáticas y medicinales, entre cuyos profesores estaba el extremeño de Serradilla, Marcelo Rivas Mateos, catedrático de botánica farmacéutica. Cuenta Celedonio Villa Tejederas, compañero de un curso de apicultura celebrado en Miraflores de la Sierra, en Diario de Córdoba (6/9/1935) que le consideraba “maestro de la cepa humorista de Pestalozzi,” al recuperar recuerdos de su diario de entonces en la necrológica que publicó ensalzando la labor del de Cañamero en Las Hurdes y contando varias anécdotas. Sirva como ejemplo lo que ocurrió un primer domingo de mes después de misa tras la reunión habitual con los padres de escolares, cuando aparece una madre y su hijo, empapados por la lluvia, intentando que Don Fausto le
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admita en la escuela, aunque ya no había más plazas. Sabía que los maestros tienen que pelear con las madres de los hurdanos porque todas quieren que sus hijos estudien. Finalmente se conmueve y le hace un hueco. Luego se enteraría de que el joven Constanciu enseñaba por su cuenta lo que aprendía a los vecinos de su alquería. Y termina el cronista: “Así buscan los hurdanos el pan de ideas para el hambre de sus almas, citando de nuevo a Gabriel y Galán a la vez que sitúa al alumno hurdano por encima de los colegas españoles por las dificultades que estaban obligados a superar. Aparte de su dedicación a la enseñanza Maldonado fue Subinspector de Seguros Sociales en Extremadura y eficiente colaborador de la obra española de Previsión social que inició siendo maestro en Almoharín, como hemos indicado más arriba, pronunciando numerosas conferencias divulgadoras en pueblos, congresos y asambleas de carácter pedagógico. Por todo ello la Dirección general le concedió la Medalla de la Mutualidad Escolar que le impuso el Inspector Jefe Ángel Rodríguez Mata como se puede ver la crónica publicada por el Boletín del Instituto Nacional de Previsión de junio de 1934. Si insistimos algo más en la labor docente de Fausto Maldonado es por la luz que al respecto ha aportado la obra, ya citada, de Antonio García Madrid Freinet en Las Hurdes durante la segunda República. Los maestros José Vargas Gómez y Maximino Cano Gascón (ver Bibliografía, pp:188-197). No es momento para exponer siquiera brevemente en qué consiste la pedagogía freinetiana. Lo que este autor se plantea es si Fausto Maldonado tuvo o no implicación en un hecho a todas luces asombroso que ocurrió en algunas escuelas de aquella comarca: la implantación de esta metodología que llevaron a cabo los dos maestros que aparecen en el subtítulo de su libro, dado que el de Cañamero fue el primer director de la Misión Pedagógica del Patronato de Las Hurdes e inspector de José Vargas, que trabajaba en Caminomorisco, y de Cano, en la alquería cercana de la Huerta. Con los datos que aporta se ve que el de Cañamero no participó activamente en las experiencias de Freinet y “nunca su escuela de Vegas de Coria promovió innovaciones docentes de este tipo”, pero conoció la intención de Vargas y la aprobó como inspector, o sea, colaboró de forma indirecta y “la apoyó sinceramente durante la mayoría del tiempo en que duró”.
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero “No es nada descabellado este supuesto pues Maldonado fue el prototipo de maestro e inspector de aquel momento, pleno de inquietud e iniciativas: muy profesional y consciente de la trascendental labor que la educación había de hacer en las tierras de Las Hurdes, preocupado y atento a escuelas, dotaciones y maestros de competencia probada, entregado en cuerpo y alma al Patronato y a la Misión Pedagógica y, lo que es más importante, comprometido con el destino de las gentes de la comarca, que aún le tienen presente y guardan de él, después de setenta años muerto, el mejor de los recuerdos y justos elogios. Incluso su trayectoria y experiencia vitales lo predisponían para ser el inspector que, deseoso de lo mejor para sus escuelas, podía impulsar a los maestros a aplicar técnicas docentes vanguardistas, porque veían en la educación, en sus propias carnes lo había sufrido, la mejor forma de redención humana y de rescate de las servidumbres de la miseria.” (O. c., p.189) Según García Madrid Maldonado tenía una gran amistad personal con Vargas y Cano, y se intuye el apoyo recibido por estos maestros de su superior a la hora de aplicar las técnicas freinetianas porque sin su apoyo no hubieran podido llevarlo a cabo. El escrito, voto o reconocimiento a Cano, aportado en el libro citado, elogiando su labor así lo indica, como la carta que dirigió a Vargas cuanto éste conocía ya el resultado del concurso que le permitiría volver en 1934 a su tierra natal, y abandonar Las Hurdes. Pero nada prueba que Maldonado fuera un maestro freinetiano, un divulgador de las nuevas técnicas ni, incluso, que él fuera el origen de la iniciativa en la zona. García Madrid se apoya, por un lado, en que en la documentación disponible no hay indicio alguno al respecto en su trayectoria profesional, y la segunda radica en el testimonio de los alumnos de aquella escuela que ha podido entrevistar, pues si bien reconocen la valía de Maldonado “y su buen hacer, incluso más allá del recinto escolar”, ninguno recuerda que usara lo que es criterio fundamental del método Freinet: la imprenta y los trabajos impresos o cuadernillos escolares. Lo cual no impide que se diera alguna participación por parte de Maldonado o sus alumnos en los que se imprimieron, como con más detalle estudia García Madrid que señala en particular El
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lobo cardenchú realizado por un alumno de la Escuela-modelo de Vegas de Coria, regentada por Fausto Maldonado desde sus inicios en verano de 1929 hasta la fecha de su muerte siete años más tarde. No hay duda que las experiencias que Maldonado desarrollaba con su alumnos fuera del aula desde su estancia en Almoharín fomentando un aprendizaje útil –nuevas técnicas y cultivos, plantas medicinales, miel, gusanos de seda, etc.- llenaron de otros contenidos y otros procedimientos a su docencia. Cierta intuición fundamental le hizo ver el papel formativo que tenía el conocimiento en la vida de los hombres a pesar de que algunas tradiciones sujetaran a los hurdanos a la costumbre y al servilismo casi esclavo con los propietarios. Él había nacido en la Extremadura “profunda” diez años antes de que finalizara el siglo XIX y aunque de inteligencia muy viva, como la trayectoria posterior lo confirmaría, estaba destinado a ser un gañán más de entonces cuidando cabras, sin llegar a conocer la escuela, en un estado de analfabetismo total. Comparto sin la menor duda la idea que señala el citado Jerónimo Roncero sobre Fausto: “El amor que sentía por el campo le venía de joven, de sus tiempos de pastor y de su pueblo, Cañamero.” Y es verdad porque conoció de primera mano la importante reforma agrícola con reparto de lotes en propiedad a los campesinos a partir de 1923, durante la Dictadura de Primo de Rivera, tras complejas negociaciones desarrolladas desde 1907, ya que su hermano Juan fue uno de los más activos del grupo de los cooperativistas, entre los cuales destacaba el papel de otro maestro, “Tal es el caso de Cañamero, donde el maestro, D. Pablo García Garrido, ha hecho en dos años más obras que sus antecesores en todo el siglo. (…) Cuando se le ocurrió al maestro de Cañamero la idea de crear una colonia agrícola, le decían en el pueblo: -¿Para qué? ¿Para trabajar más y ganar menos?- (…) Sin embargo, hoy funciona, a satisfacción de todos, la colonia agrícola de Cañamero, fundada hace dos años, con 2.222 hectáreas a cargo de sus 448 colonos; (…) Los terrenos eran del Ayuntamiento, que los dio a censo reservativo. Mientras el comprador redime el censo, paga el Estado, el cual adelantó fondos a una cooperativa formada por los colonos para comprar material agrícola. (…). La dirección es muy
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero sencilla. Corre a cargo de un ingeniero joven, D. Carlos Rey, y he visto su despacho en una casa antigua habilitada con los estrictamente indispensables muebles americanos, que aquí en Cañamero son más americanos que en Far West. (Luis Bello: Viaje a las escuelas de España. Extremadura, Mérida, Editora Regional, 1994, p.113). Hay muchas más referencias en la prensa regional de la actividad que lleva a cabo Maldonado por gran parte de la región y en particular de la provincia de Cáceres. Aparece como socio bienhechor en el número 24 de Hurdes (1 de marzo de 1927) revista católica quincenal ilustrada a la que ya nos hemos referido; ese año participa en varios homenajes a la vejez organizados por la Caja Extremeña de Previsión Social, y en calidad de colaborador en Nuevo Día, tendrá tiempo para enviar algunos artículos contra los prejuicios extendidos sobre el hurdano. El 25/7/27 en Nuevo día, se reseña una conferencia pronunciada en el Liceo de Mérida, adonde acudió como inspector del Seguro Obrero, titulada “Las Hurdes por dentro”. Según él, “el hurdano había estado considerado como vago, apático, indolente y semisalvaje, cuando en realidad –y él ha tenido ocasión de comprobarlo constantemente- son más trabajadores y fieles cumplidores de sus deberes que la mayoría del resto de los españoles”. En estos caos, “con buen acopio de datos y con pleno dominio del tema fue deshaciendo ante los ojos del auditorio la falsa leyenda de las Hurdes.” Le vemos también en su labor como propagandista del seguro escolar y el seguro obrero en Membrío el mes siguiente (Nuevo Día, 18/8/27) donde Felipe Mohedano destaca de nuevo la “hermosa oratoria del señor Maldonado”. El 12 de octubre se celebrará en Badajoz el “Segundo homenaje a la vejez en Extremadura” ya que su primera edición fue en el Gran Teatro de Cáceres, el 27 de mayo de 1926, patrocinado por el Ayuntamiento de la ciudad. Una actuación similar tuvo lugar un año más tarde, también en el Liceo de Mérida y en presencia de autoridades de Cáceres y Badajoz. En la mañana de aquel sábado día 2 de junio de 1928, “el culto y espiritual” Fausto Maldonado hizo la presentación de Juvenal de Vega, inspector de educación de Cáceres, pero cuando él se levantó, el público aplaudía mucho recordando su conferencia sobre las Hurdes de unos meses atrás.
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Para los comentaristas su hablar transcurre “En un estilo florido, en esos bellos contrastes de trémolos emotivos y períodos cálidos, que tan musical y tan atrayente hacen la oratoria de este hombre, habla en unos términos de gran cariño.” Por su amistad y comunión de pensamiento con Juvenal de la Vega, quisiera señalar algunas ideas que éste difundió aquel día en Mérida: da muestras de conocer otras autoridades y otros libros más allá de los habituales y clarifica con lucidez conceptos de gran trascendencia en Extremadura: la patria del pasado y la del futuro, confiar más en la lotería que en el trabajo, el caciquismo tan individualista, al respecto del cual, no sin razón “Recuerda una frase de Ángel Ganivet en que dice que el ideal de cada español era obtener un fuero real en que se le autorice para hacer lo que le dé la gana,” y, como consecuencia, el señoritismo; el orador pide que se dignifique el trabajo manual y “censura el bachillerismo que padece España.” Pero al tema que va a dedicar más artículos en estas fechas va a ser uno de interés general en toda Extremadura, y que no es otro que la distribución de la propiedad de la tierra tras la desamortización y las formas de organización de los cultivos, prestando especial atención a su patria chica, las Villuercas y al país donde descansan sus huesos, Las Hurdes, por la dependencia feudal que siempre tuvo de las Batuecas, de los jueces y de los cobradores de impuestos. Pero será después de aquel verano cuando le reclamarán en bastantes actos públicos, de los que hay noticia en la prensa. Destacamos su proyecto, ya conocido por las autoridades ministeriales de crear escuelas de campesinos, que difundió en enero de aquel año en un acto celebrado en Guadalupe ante más de cinco mil labradores y que daría lugar a una interesante polémica en las páginas de Nuevo Día con artículos, entre otros, del administrador del Marqués de la Romana, Victoriano Salinas, por un lado y, por otro, del mismo Maldonado defendiendo la reforma agraria.
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero Este momento requiere más espacio porque R. Donoso Cortés, se ocupará en su sección de Problemas nacionales del llamado “Pacto social de Guadalupe”, celebrado después de la nacional de 25 de Noviembre anterior, donde recoge lo fundamental del discurso de Fausto Maldonado (Nuevo Día, 14/12/27) que resumimos y le retrata en pocas palabras: “luchador de alma recia, como las Villuercas que le criaron, montaraz y duro, con un corazón noble y una inteligencia despierta… Después de fustigar a los grandes terratenientes que tan mal uso hacen de los bienes de que Dios les hizo administradores, citó casos de ricos, con cuya amistad se honra, que por no lastimar su modestia no nombraba, pero que habían acudido presurosos a firmar el “Pacto Social” y que no hacía mucho le decían que habían mejorado mucho su ganadería… [y vivienda de empleados pero que no estaban satisfechos porque esto” solo suponía haber igualado a esos seres, sus hermanos, con sus ovejas; (gran ovación)] “Después abogó por la colonización de los latifundios extremeños extendiéndose en múltiples detalles interesantes, que consideraba necesarios para tal colonización, deteniéndose especialmente en la descripción del tipo de escuelas que sería preciso implantar.” (Maldonado prometió un estudio al respecto para la Liga Nacional de Campesinos)
En el debate de la asamblea los allí presentes, en línea con las ideas y propuestas de Maldonado y de Antonio Monedero, fundador desde 1923 de Liga Nacional de Campesinos que había acompañado a Maldonado por Las Hurdes como hemos visto, dejan plantado al prepotente aliado con los agricultores ricos y presidente de la Confederación Nacional Católico Agraria. La polémica ya venía de más atrás y Maldonado había escrito con cierta dureza ideas como estas en su artículo: “Un problema importante. Los municipios extremeños y sus bienes de propios” (Nuevo Día, 15/10/26). En este artículo vemos cómo interpreta el gobierno del Directorio apoyando las reformas sociales y económicas a favor de una administración más justa y menos lenta. Es muy crítico con Hacienda a favor de los ayuntamientos y sus pueblos dando toques personales de su experiencia como alcalde.
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Del resto de artículos sobre este asunto en el mismo periódico son entregas numeradas todas de diciembre de 1927 con el título general de “El problema de la tierra. Por los fueros de la verdad”: sobre el papel de Guadalupe, aclara qué pretende la Liga de los campesinos (día 7), sobre el alcalde de su pueblo, Cañamero, dice que es su amigo sin dar su nombre, Pablo García Garrido, y valora la colonia agrícola (día 27), dos días más tarde se muestra a favor de la reforma agraria, denuncia el absentismo y que los propietarios no alquilen tierras a grupos de labradores, habla de la colonia de Cañamero y que el Marqués de la Romana debería alquilar tierras, el Carrascal y el Coronito, por ejemplo, mientras se hace productiva la colonia; el día 30 vuelve a tratar la situación que tiene en Guadalupe la distribución de la tierra (es casi todo el pueblo un latifundio del marqués de la Romana), los emigrantes, el turismo, el monasterio, etc. Muy beligerante. Nuevo día informa el 9/1/28 de que el nº 10 de la revista El Brocense, de Brozas incluye un artículo de Maldonado, “El problema de la tierra: Asamblea de campesinos”. Ocupado en esa cuestión vital de Extremadura en marzo le encontramos de principal orador en la Asamblea de la Liga de Campesinos, a la que pertenecía, en el teatro Alcázar Plasencia. El maestro cabrero de Cañamero dio a conocer nuestra tierra en el ámbito intelectual a través de sus escritos y conferencias y, también, facilitando visitas y guiando a forasteros de aquí y extranjeros de todas partes, como ocurrirá el 12 de diciembre de 1928, poco antes de morir su hijo José, orientando con sus palabras en la Alberca y Caminomorisco, dentro de los actos programados para la excursión al grupo de pensionados de la casa Velázquez de Madrid que venían acompañados por los profesores Pierre Paris y por su amigo Maurice Legendre, delante de alcaldes y clérigos de ambas localidades hermanas, aunque una era de Salamanca y la otra de Cáceres. Quien estudió más a fondo aquellas tierras hurdanas fue Legendre, pero más tarde, en los años 50, el hispanista escribió a José Vargas Gómez, el maestro de Caminomorisco del que hemos hablado más arriba. Y en carta del mes de diciembre de 1951 le dice que había conocido a Fausto Maldonado y que quiere ampliar su tesis con un capítulo dedicado a las mejoras de todo tipo ocurridas después del viaje del Rey donde “Hablaré especialmente del admirable D. Fausto Maldonado, gran amigo mío.” El profesor García Madrid confiesa no haber encontrado nada especial sobre Freinet ni en el ar-
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero chivo familiar de Vargas ni en la Casa de Velázquez, de la que fue director el hispanista francés, pero sí encontró una “auténtica loa” que transcribe en la página 193 del libro citado y que resumo aquí dejando en el idioma original gran parte del texto.
Manuel Siurot
En esta loa Legendre se remite al artículo de Siurot, también amigo suyo, a quien le pide carta de presentación para ir a ver a Fausto. No exageraba Siurot, dice Legendre después de haber conocido al extremeño. En España hay grandes tesoros escondidos no solo en lo artístico sino también en lo humano. D. Fausto, nacido en un rincón perdido de l´Extremadoure, era de la raza de los extremeños igualmente capaces de pasar su vida en la oscuridad más completa o de conquistar un imperio. D. Fausto, de famille très humble, passa son enfance et sa jeunesse à garder les troupeaux, puis il conquit son Empire, mais un Empire avant tout spirituel, et comme, par surcroît, il est mort jeune, en pleine action, il est resté inconnu. Pourtant, il est probable qu´il a forgé sa haute destinée avec plus d´energie et de constance que ses prédécesseurs les plus illustres. Aprender a leer y a escribir debió ser su mayor deseo, se cuenta que aprendió solo transcribiendo las oraciones que sabía de memoria a los textos de un catecismo que le dejó uno de sus patronos mientras cuidaba las cabras, pero hasta los veinte años cumplidos no lo logró del todo “pendant son service militaire: pris comme ordonnance par un général, il obtint la permisión de suivre des cours du soir.
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Nº 2 - 2019 “Don Fausto était un maître, au sens complet de ce mot. Il avait connu l´extrême pauvreté, et il avait pratiqué pendant vingt ans la vie que l´on appellerait la vie des champs, si la notion de champs pouvait s´accorder avec des pays aussi pauvres que son coin d´Extremadoure et que de las Jurdes. Il savait mieux que les Jurdanos soigner les chèvres et guérir leurs maladies, tailler les oliviers, etc. Qu´il enseignât de la grammaire, ou de l´histoire, c´était toujours avec l´autorité de celui qui domine en tout ses élèves et les domine avec la profonde bonté qui fait aimer tant de supériorité. Ses leçons étaient des leçons de choses, et no des leçons de mots. Il s´intéressait à tout et a tous. Il sut organiser les cantines scolaires; il obtint, dans les limites qu´imposait la pauvreté, une propreté et une tenue dans le vêtement qui aidaient les enfants à prendre conscience de leur valeur humaine. Grâce à lui, l´école était aimée; c´était la maison claire et aérée, où on mangeait le matin un bollo (un morceau de pain), où on entendait des enseignements utiles et agréables, où il y avait de la “récréation”. Il connaissait les parents comme il connaissait les enfants; il agissait sur les uns et sur les autres, sur les uns par les autres. La mentalité se transformait en tous ses aspects, la spiritualité se faisait plus profonde. Des le première rencontré, l´amitié fut étroite entre D. Fausto et moi. Il m´apprit beaucoup sur le pays que j´étudiais depuis des annés. Et il m´annonça qu´aux grandes vacances de l´année suivante, il me parlerait en française. Je connaissais la puissance de sa volonté, mais, tout de même, apprendre le français à las Jurdes! Et au milieu de tant d´occupations! L´année suivante, Don Fausto dialoguait avec moi en français, en un français fruste, et parfois pénible, mais perfaitement intelligible et d´un vocabulaire qui s´étendait à des sujets très divers”. La Mission de D. Fausto s´est achevée dans le plus pur et le plus complet sacrifice. Il a d´abord perdu l´ainé de ses fils. Puis il es mort lui même, avant d´avoir atteint la pleine maturité, en pleine vigueur, en plein action: perte immense pour les Jurdes, et je n´hésite pas à ajouter: pour l´Espagne elle-même. Dieu seul sait
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero ce qu´aurait pu faire un homme de cette trempe au milieu des terribles évènements qui secoué l´Espagne et le monde depuis sa mort si prématurée. Je me plais à penser que sa dépouille est restée dans le sol rocheux de la vallée du rio Jurdano. Il convient qu´il ressuscite lâ même où il a semé le bien à pleines mains, un bien qui se transmettra de génération en génération ; ainsi Don Fausto comparaîtra au Jugement dernier entour de l´immense gratitude de tous ceux dont il a redressé vers le ciel des fronts jusque là courbés sur la terre ingrate.» Es cierto que en una biografía se van uniendo las distintas facetas de la vida del personaje elegido, como modestamente pretendo yo, pero en la vida de todos los seres humanos hay momentos en los que uno no participa pero que son significativos respecto a otras circunstancias sociales o resultan significativos acerca de su carácter o acerca de cómo es percibido por los demás. Es el caso de la inauguración de las nuevas escuelas de Cañamero que tuvo lugar el 20 de octubre de 1929 y que el día siguiente recoge en tres páginas el Nuevo Día de Cáceres, pues resulta muy sospechoso que nadie se acuerde de él, cañamerano primer director del Patronato de Las Hurdes, conferenciante y articulista reconocido, especialmente interviniendo León Leal, a quien le ponen una plaza con su nombre a la vez que al gobernador civil hacen lo propio con las escuelas de niños, aunque al ser unificadas las clases de niñas y de niños en los años sesenta van a tomar el nombre de Fausto Maldonado, estando de maestra una sobrina suya, Dª Pilar Maldonado. Aquel día de octubre en los discursos pronunciados, a la hora de elogiar al magisterio cacereño León Leal va a citar a Juvenal pero no a Fausto a pesar de ser natural del pueblo y muy amigo y colaborador suyo desde hacía más de diez años. Seguro que si hubiera cartas privadas en alguna de ellas saldría el asunto. Recordando lo ya indicado de los artículos de diciembre de 1927 de Maldonado es muy probable que la explicación sea cierta enemistad personal con Pablo García Garrido, o quizás solo política, aunque ambos estuvieran cómodos con el sistema. Me faltan datos de García Garrido por no conocer escritos suyos, aunque me inclino más por que el de Cañamero, que nunca ejerció allí, tenía una vocación y un activismo en la escuela
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y en la calle de más calado que su antagonista, que siendo forastero prestó un gran servicio al pueblo fomentando el desarrollo y la reforma agraria con la famosa colonia agrícola, sobre todo siendo alcalde desde el 18 de marzo de 1924, impuesto por el delegado gubernativo, hasta el 26 de noviembre de 1930 en que cesa la corporación municipal del Directorio dando paso a los que habían sido destituidos tras la huelga general de 1917. Seis días antes, el 20 de noviembre, Nuevo Día, señala que llega a Cañamero “el maestro nacional” Pablo García Garrido, sabiendo ya que lo habían destituido pues en otras ocasiones a su paso por Cáceres siempre le llamaban como alcalde. “Flor de gratitud”, sin firma y en última página es puro servilismo con García Crespo. La crónica del 25 de Cayetano Molina –también amigo de Maldonado- repite la misma melodía y sigue sin mencionarle, lleva por título: “La flor de la gratitud esmalta los predios luminosos de Cañamero”. El 9/11/29 vuelve el corresponsal con el homenaje al gobernador civil, a petición del Magisterio de Cáceres desde la inauguración de las escuelas de Cañamero. Se le atribuye la construcción de escuelas en todos los pueblos tras la asamblea de alcaldes en enero de 1927, y también se valora el éxito del congreso pedagógico de mayo de 1929, congreso en el que participaron el inspector Juvenal de Vega y el maestro Fausto Maldonado. Puede ser tan anecdótico como significativo de la personalidad de ambos, a quienes podemos calificar de liberales, Juvenal era liberal y masón, y Fausto, liberal y católico. El caso fue que la importante participación de Maldonado en este congreso no impidió que, inmediatamente después de ser clausurado, él y Juvenal se fueran a la fiesta de las bodas de plata del titular de la diócesis de Coria con la iglesia, evento en el que intervienen, claro, haciendo honor a su prestigio como oradores. Los dos se emplean en un vocabulario sacrosanto en honor al obispo, algún elogio a León Leal que los había precedido en el uso de la palabra, y fueron muy aplaudidos. Se hace muy evidente incluso en la prensa moderada lo que denuncia Fernando García de Cortázar en “La frustración del catolicismo social” (ABC, 9/6/2014): “Desprovistos de toda autonomía tanto ideológica como operativa, los movimientos católicos laicos fueron durante largo tiempo una mera prolongación de la jerarquía y su brazo beligerante en su pulso con el poder civil.”
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero Se brinda el periódico para quien quiera ir a firmar en honor del prelado a la redacción del mismo. García Crespo conocía también sobradamente a Fausto porque en tanto que gobernador civil, le recibió más de una vez. Todo esto es más sospechoso si tenemos en cuenta que unos meses antes el de Cañamero había elogiado el mismo regeneracionismo desarrollado en Cáceres por los gobiernos de la época, destacando a tres personas: al gobernador civil, García Crespo, por el gran número de obras llevadas a cabo por su gestión en educación y sanidad, a “nuestro don León” por la gestión económica de los ahorros y la Previsión social y a Juvenal de Vega y Relea, el inspector omnipresente en esa batalla del progreso contra la ignorancia y la injusticia, muy integrado en la vida de la provincia, y secretario del Ateneo de Cáceres. También en 1928, en La Vanguardia, de 25 de abril, y en La Libertad, El Sol, ABC, etc., había obtenido gran celebridad al intervenir en la clausura de la Asamblea Pedagógica Nacional en el teatro de la Zarzuela. Fue un acto muy solemne en el que hubo presencia de la monarquía y el jefe de gobierno que no era otro que el General Primo de Rivera. El ministro de Instrucción Pública, Callejo, anuncia al abrir el acto que intervendrán un maestro y una maestra de pueblos humildes de España. La maestra era de Soria y el maestro de Cáceres, era Fausto Maldonado como director de la misión pedagógica de Las Hurdes con un discurso en el que elogia a Primo de Rivera señalando, por un lado, que “su política pedagógica le hará gobernar después de muerto” y por otro, que es una calumnia considerar a los hurdanos ignorantes e indolentes. La prensa regional consideró que las palabras del Jefe de Gobierno comentando las de Maldonado suponían un apoyo para las aspiraciones de Cáceres. En relación con la Caja Extremeña y otras iniciativas del Instituto Nacional de Previsión, Maldonado había participado en 1923 en la celebración del II aniversario del Retiro obrero por distintas localidades regionales, en particular en el acto celebrado en Trujillo. En artículos y discursos podemos destacar la intervención del Presidente de la Federación Obrera de Cáceres, Antonio Canales y el de la de Badajoz, Narciso Vázquez Torres, aparte de autoridades políticas y directivos de la entidad. En sucesivas conmemoraciones se fue haciendo habitual dar premios, conceder préstamos y entregar edificios para escuelas nuevas, a medida que los pro-
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motores iban convenciendo a los patronos para que se hicieran cargo de pagar su aportación a la Caja. También participó ya desde Almoharín, en las mutualidades escolares fomentando el ahorro en los niños a través de certámenes de difusión regional. El primer homenaje a la vejez celebrado con carácter regional y con la constitución de pensiones es de 1926 y ahí aparece el flamante director de los maestros de Las Hurdes en el documento citado como un pionero organizando actos previos a su constitución oficial el 27 de mayo de ese año. También dirigió en aquel año la colonia escolar de veraneo que tuvo dos etapas, la primera, de promoción, con veinte niños de la ciudad de Cáceres en Hervás en julio, pero un año después, el ministerio le va a encargar colonias similares para escolares hurdanos. Ya estaba el proyecto maduro y el 5 de agosto treinta niños de 8 a 11 años irían a las playas de Figueira da Foz, como si se tratase de burgueses de la capital. Según se describe en Nuevo Día de 2/8/28 la excursión a la colonia de Hervás fue todo un acontecimiento pues los chicos fueron transportados desde Cáceres en coches particulares por los mismos dueños del periódico y algún otro cargo público: López Montenegro (era presidente de la Diputación, pone su coche y los acompaña), igual ocurre con el farmacéutico Castel, Jacinto Carbajal y Arturo Aranguren; el inspector de sanidad Francisco Ruiz Morote y el inspector de Primera Enseñanza, Juvenal de la Vega, no debían tener auto, pero también van en la comitiva. No podía faltar el fotógrafo Javier que también fue. Otro conocido maestro y escritor, Adolfo Maíllo García, elogió la organización de dicha colonia de verano y a Maldonado por haberla organizado. Una semana más tarde, en Nuevo Día, José Augusto Pérez Flores describe la organización de la colonia con epígrafes muy descriptivos en los que se indican que los domingos rezan, los jueves comulgan (algunos por primera vez, señala), al atardecer, el Ángelus y los cuentos de D. Fausto “que es un narrador estupendo”, señala el corresponsal. Desiderio Caballero en su artículo “La evolución de Las Hurdes. Primera colonia escolar hurdana”, que escribe en Nuevo Día del 21/8/29 desde Casar de Palomero, que es donde se congregaron los 30 escolares para ir a las playas de Figueira, remata el cuadro terminando su artículo con estas palabras: “este culto maestro que siente gran amor por su profesión
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero y está rebosante de recursos pedagógicos, ha de conseguir enriquecer las inteligencias de los niños puestos bajo su dirección, valiéndose de narraciones sencillas, amenas, interesantes y atrayentes, como él sabe hacerlo.” Elogios similares y de más interés por venir algunos del país vecino, mereció la colonia mencionada que organiza Maldonado con escolares hurdanos el verano siguiente en Figueira de Foz. En “Por España. La colonia Infantil de Las Hurdes en Figueira da Foz” encontramos en Nuevo Día (18/10/29) una crónica enviada y firmada por un periodista portugués, J. E. Simoes Baiao en O Mensageiro de Leiria, que llevaba 40 años yendo al mismo hotel en el que ahora estaban los 30 escolares y sus profesores. Le gustó tanto la organización y la compostura de los niños, que no pudo por menos que echar de menos en la enseñanza primaria pública de Portugal actividades, profesores y alumnos como aquellos. Nos interesa destacar el retrato que hace del director porque nos describe a Fausto como “individuo de estatura regular, color moreno, mirar vivo y penetrante y de fisonomía atrayente y simpática (…) de vasta cultura literaria (…) en una pequeña mesa se sentaba su esposa, su hermano y su hijo y (…) un profesor auxiliar de la colonia española.” La actividad educativa que viene desplegando el Director del Patronato desde su incorporación a las Hurdes no se dejó arrastrar por la lentitud administrativa que con frecuencia amenazaba la viabilidad de sus proyectos y seguramente en esto influyeron más los apoyos cercanos como la Caja de Previsión de León Leal, la publicidad generada y la ayuda de hurdanos y hurdanófilos en distintos ámbitos y sobre todo su propio entusiasmo andariego y altruista más allá de los muros de las escuelas que iba construyendo el gobierno de su Majestad. Fue sin duda el primer viaje del Rey Alfonso XIII por Las Hurdes, entre los días 20 y 23 de junio del 1922, el acontecimiento de mayor relevancia pues dio inicio a transformaciones que en algunos casos puede que lleguen a permanecer en pie un siglo. En efecto, este viaje puso en marcha el Patronato que llevó al de Cañamero a esa tierra en 1925 y dio lugar a la creación de tres centros de desarrollo sanitario, pedagógico y social llamados factorías: La que llevaba el nombre del rey, la Alfonso XIII, en Mestas (Hospital de urgencia y el asilo de ancianos), la factoría del Jordán, en Nuñomoral y la factoría de los Ángeles en la alquería de este nombre cerca de Caminomorisco. Este viaje a caba-
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llo tuvo su continuación en el que el 16 de marzo de 1930, iniciara el rey de Madrid a Salamanca para bajar a Las Hurdes, ahora más rápido y solo en trayecto accesible al automóvil, pasando por Las Batuecas. Este viaje tuvo escaso espacio en la prensa y los datos son algo confusos, incluso en la crónica que apareció en el cacereño Nuevo Día (20.3.1930): “El rey en la provincia. La visita que ha hecho a Las Hurdes don Alfonso XIII” que no lleva firma pero la redacción seguro que usó textos del mejor guía de la visita del rey y de su comitiva: el maestro de Las Hurdes. Urbano Martín en su blog - http://blogdeurbanomartin-umah.blogspot.com.es/ lanza al vuelo varias dudas sobre este viaje, pero parece desconocer el artículo que citamos que quizás responda a alguna de sus preguntas. En esta crónica se da las ocho en punto de la mañana del día 17 como la fecha de inicio del viaje sin hacer en ningún momento mención del hecho de que justo la mañana del día 16, domingo, murió Miguel Primo de Rivera en París. El ABC del día 18 es un monográfico dedicado al general que abarca el periodo que va desde el 13 de septiembre de 1923 al 28 de enero de 1930, el tiempo en que fue jefe absoluto, o sea, dictador. No es fácil saber qué pasó justo el día 16, aunque en el ABC, tan escueto, da a entender que su majestad salió de palacio por la puerta de atrás, o sea, a un asunto privado. Por todo ello la relación cronológica del segundo viaje del rey a Las Hurdes, que es cuando Maldonado ya llevaba allí cinco años, no es fácil. Lo más a propósito, siguiendo la crónica de Nuevo Día, sería que sale de Madrid a las 8 de la mañana del día 16 porque no es razonable que saliera el 17 habiendo fallecido la mañana anterior Primo de Rivera. Mucha lluvia. Almuerzo servido por las hermanas del Asilo de Lagunilla (Salamanca), desde donde llega a ver la escuela de Río Malo de Abajo, cuyos escolares le sorprenden agradablemente por su dedicación. Desde allí se acerca a la factoría de Nuñomoral con sus servicios sanitarios, cuartel, etc., un día antes de lo esperado sorprendiendo a medias los preparativos. El monarca se muestra muy campechano y comenta que “Las caras y el aspecto de estos hurdanos no son las que yo contemplé en 1922; están mucho mejor.” Vuelven, según la crónica, a las 4 de la tarde a Las Mestas pasando al regreso por Vegas de Coria, donde le aguardan en la carretera niños y niñas con banderas, alumnos de clase de adultos y vecindario, es curioso que haya muy pocas fotos que se puedan ver. Le saludan el párroco y el
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero director de la Misión pedagógica a quien le dijo el rey: “Maldonado, ya es tarde; mañana, a las ocho, visitaré esta escuela”. En efecto, el día 17 llegan el rey y su escasa comitiva a Vegas de Coria no a las 8 sino a las 9:30 siendo recibidos por el cardenal Primado, tamboril y gaita. Señal de que la crónica está escrita precipitadamente es que en este punto del relato se dice que el cardenal primado, Segura Sáenz, presenta a su majestad al director de la Misión Pedagógica cuando el día anterior ya habían hablado al declinar el rey para el día siguiente la visita a las escuelas. En el centro pedagógico del Patronato revisa interesado la exposición con prendas hechas por las niñas bajo la dirección de la esposa del señor Maldonado, se asombra de los capullos de seda y pregunta por si se dan bien las moreras, etc. El primado de España le entrega la planilla de la Misión que tenía el director, la lee y entabla conversación con Maldonado sobre cómo se encuentran los maestros, a lo que contesta que están contentos y trabajan con entusiasmo, aparte de rezar por el rey, por el Patronato y por la reina madre. Siguió el monarca hasta el término de Las Hurdes y al regreso entró en Pinofranqueado, por calles decoradas con arcos, amenizadas con fuegos artificiales, banderas y vino de honor tras haber orado en la iglesia unos momentos donde bajo palio le habían llevado. El rey elogia de nuevo los cambios sin referirse a los lugares que no podía ir por no haberse terminado las carreteras necesarias. Caminomorisco le da un recibimiento más sencillo. Allí visita los servicios sanitarios que dirige Eduardo Olivera, los viveros de repoblación forestal, etc. Es aclamado como en el resto de lugares por donde pasa. Llega a Cambroncino donde visita la iglesia y la escuela y llega de nuevo a las Mestas desde donde, tras el almuerzo, emprende viaje de vuelta a la Corte, saliendo de la región hurdana por Batuecas. Podemos pensar que aligeró el viaje para estar en Madrid a la llegada del cuerpo de Primo de Rivera y también que no tenían tan buena relación como en otros tiempos como para haber motivado su cancelación aunque se hubiera enterado de la noticia al salir de palacio el día 16. Hay que indicar que desde 1934 las capitales de España estaban bien comunicadas por teléfono y en la provincia de Salamanca ya en 1921 se contabilizaban 543 aparatos.
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“Formaban un hermoso cuadro los niños y niñas de la escuela, (…) correctamente formados y llevando pequeñas banderas de los colores nacionales” Stampa (www.todocoleccion.net)
Pero lo cierto es que este año cobra un nuevo impulso en toda España la idea de organizar las Misiones Pedagógicas debido a las actuaciones de Domingo Barnés y Luis Santullano desde Madrid con la inspiración lejana
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero de Francisco Giner de los Ríos, Joaquín Costa y Altamira, aparte de Manuel Bartolomé Cosío que fue su primer presidente. Recordemos que en 1931 el índice de analfabetos en España era alarmante y, tras abandonar la escuela, la inmensa mayoría de la población rural no volvía a utilizar los rudimentos de lectura y escritura aprendidos. Ante la necesidad de mejorar la situación cultural y educativa del país, el gobierno emite la Real Orden de 6 de marzo de 1931, por la que se crea una comisión que difunda por España nuevos métodos incorporando el cine, la música y el teatro y, como se vería pronto con la República, con la intención de liberar a los pueblos de la presión conservadora y monárquica que en las ciudades ya iba en retroceso. Uno de los objetivos principales de estas misiones era, entre otros elementos de educación y cultura, la formación de las bibliotecas escolares en España según la Real Orden citada, dentro del objetivo general por la que se crea una comisión pedagógica con el fin de “llevar por España un curso de perfeccionamiento ambulante.” Esta creación era consecuencia del éxito que obtuvo la que un año antes y dirigida por el maestro Fausto Maldonado se llevó a cabo en la comarca de Las Hurdes en Cáceres como se puede ver en “Bibliotecas y educación básica: los inicios de una relación imprescindible” de Antonio de la Cruz Solís en Documentación de las Ciencias de la Información, 2008, vol 31, 129-160. Ya hemos indicado antes que la inquietud de Maldonado por el fomento de la lectura, y no solo en la escuela sino para todo el pueblo, empezó en Almoharín. Su trabajo fue pues el antecedente directo de las colonias escolares de vacaciones y de las misiones pedagógicas de la Institución Libre de Enseñanza. Extremadura era prototipo de región que precisa de misiones como estas, y la primera llega a la provincia de Cáceres en la primavera de 1932 con María Zambrano, hija del extremeño Blas Zambrano. Son recibidos los integrantes por Juvenal de Vega y otras autoridades en el Ateneo cacereño donde León Leal en calidad de presidente del mismo inaugurará dos años más tarde, el 1 de abril de 1934, el Museo de las Misiones Pedagógicas. Pronunció León Leal Ramos un apasionado discurso ensalzando la labor que las misiones vienen desarrollando por estas tierras en ejemplar cruzada de cultura, dirigida a llevar a los pueblos con la poesía, la música, el cine y la pintura,
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“motivos de devoción espiritual y nobles emociones estéticas”. En enero del año siguiente una gira que comenzó en Trujillo, terminó con una actuación inolvidable en el claustro gótico del monasterio de Guadalupe ante más de 2000 espectadores.” Lo cuenta Sebastián Martín Ruano en “El paso de las misiones pedagógicas por Extremadura” REEx, nº extraordinario dedicado a “Extremadura durante las II República (1931-36) Congreso GEHCEX”, año 2015, tomo 71, pp: 391 y 393. El autor solo menciona a Maldonado para recordar al lector que las Misiones Pedagógicas no son lo mismo que los proyectos realizados el Real Patronato de las Hurdes, aunque a veces la prensa utiliza este término de “misiones” para las actividades desarrolladas por Maldonado y los maestros bajo su mando, pues como hemos visto la Misiones dirigidas por Maldonado no fueron un año antes, sino cinco, y ciertamente aquel trabajo realizado en colaboración con médicos en aquellos cinco años previos fueron el germen y el mejor impulso de otras misiones que se llevarán a cabo posteriormente en Teruel, Salamanca, la Sanabria o la llamada Siberia extremeña. Así fue como Las Hurdes la región más atrasada de Europa, como mostró con toda intención en abril y mayo de 1932 Buñuel con Las Hurdes, tierra sin pan, pasará a ser modelo de una renovación pedagógica y social de gran trascendencia, proceso en el que a Maldonado le consideraban ejemplo de lo que hay que hacer y, en lenguaje más retórico de entonces, “apóstol de la región hurdana” aunque criticará algunos informes y otras publicaciones que veía claramente injustos con esa realidad cuando es conocida a fondo. Sabemos que las misiones pedagógicas dirigidas por Cossío dejaban cien libros, un gramófono y una serie de discos, y que éste insistía, como Maldonado y el Decreto de 8.8.31 del Mº Instrucción Pública que la biblioteca de las escuelas han de ser de uso público no solo escolar. Y estaría bien señalar que algunos comentarios que se ven en los escritos del extremeño dejan huella de una formación literaria y artística nada común. Remitiéndose a estos conocimientos quizás sea la razón por la que Florentino Garde le dedique su artículo: “Comentario de arte: Los bufones que pintó Velázquez”, y Claudio Casares Sanguino: “Desde Torreorgaz. El gañán, la yunta y los costales” con una dedicatoria esclarecedora de la personalidad de Fausto: “A mi compañero y amigo, mágico modelador de voluntades.” Se puede ver en Nuevo Día de 18/5/28, y el 15/10/30.
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero Ciertamente el trabajo realizado por el Director de las escuelas de Las Hurdes era bien conocido en toda España y prueba de ello encontramos en el Magisterio Español, de 5 de junio de 1934 donde se reseña ampliamente la conferencia impartida en la Universidad de Madrid por el inspector y doctor Francisco Carrillo Guerrero sobre “La misión pedagógica de Las Hurdes” dentro de un curso del Colegio de Doctores de Madrid. La labor que en Las Hurdes se estaba realizando no la podía desconocer nadie. El cronista se centró en la Escuela de Vegas de Coria haciendo un amplio elogio a la labor de su maestro Fausto Maldonado y director del Patronato que allí vivía casi rozando la provincia de Salamanca. No es una crónica desde la distancia pues el cronista afirma haber estado dos veces en aquellas escuelas. “Constituyen la misión pedagógica veintidós Escuelas a cargo de otros tantos maestros y maestras, incluyendo en aquel número la que dirige personalmente don Fausto Maldonado.” Señala que el edificio de las escuelas es el mejor si no el único que merece el nombre de casa, se destaca esbelto sobre las negruzcas cabañas y parece y es una risueña esperanza para lo porvenir. En las clases, no solo se da el pan de la inteligencia, sino también el blanco pan de trigo. A cada niño se da al mediodía un trozo de 200 gramos de pan y una onza de chocolate. Para ellos es un verdadero banquete. “Yo he presenciado conmovido –continúa- con qué avidez esperan el reparto y con qué delectación saborean la frugal comida. Muchos de ellos no comen otra cosa en todo el día. Los de familia relativamente mejor acomodada reciben en sus casas al anochecer, patatas con aceite o alguna legumbre. Y nada más (…) Los padres miran a la escuela como cosa propia: no en balde aportaron para levantarla el sudor de su frente y el trabajo de sus brazos”. Da a continuación algunos ejemplos de las clases de Maldonado: temas del Quijote con referencias a animales y plantas que los niños llevan al estudio de la naturaleza; trabajos de redacción infantil ilustrados con dibujos, los niños están mejor vestidos y educados, de limpia mirada de frente al que habla, como habían mostrado en su estancia de verano en Portugal. Y termina con datos estadísticos muy positivos sobre la bajada del analfabetismo en la zona.
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Está claro que Maldonado protegió y autorizó las innovaciones pedagógicas de algunos maestros dependientes de la Misión de Las Hurdes que él dirigía y, en tanto que inspector de educación, autorizó que sus alumnos participaran en los cuadernos que elaboraron José Vargas Gómez y Maximino Cano Gascón. Hemos de suponer una relación “cercana y de confianza” entre los tres aunque él no siguiera la línea de reforma educativa de Freinet, como ya hemos explicado siguiendo al profesor García Madrid. Como más arriba hemos indicado Maldonado murió joven por culpa del paludismo, no pudo vencer a la enfermedad más extendida entonces por aquella Extremadura que él se empeñó en regenerar, y el 10 de junio de 1935, debilitado por la fiebre palúdica se extingue su vida a los 44 años de edad. Ya en octubre de 1928 se manifestó con dureza y se vio obligado a tomar aguas medicinales aunque la muerte de su hijo José dos meses después no le debió ayudar a recuperarse a pesar de las mejoras en la sanidad provocadas por el informe que hiciera Gregorio Marañón desde Madrid y el inspector provincial Francisco Ruiz Morote. Las “fiebres palúdicas” dicen los documentos, se fueron apoderando de su cuerpo aunque su espíritu seguía activo arrastrándole infatigable por carreteras y caminos a proponer, fomentar y revisar las realizaciones educativas, agrarias y de ocio que había ido poniendo en pie a lo largo de los años.
Falleció, pues. Un año antes de dar inicio la guerra civil, en Vegas de Coria, cinco minutos después de dar las dos y media, como consecuencia de
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero una neumonía respiratoria. Infección biliar, según resulta del certificado facultativo y el reconocimiento practicado. Su cadáver iba a recibir sepultura en el cementerio local, pero no fue así, en el acta de defunción en anotación al margen se indica que a petición propia el entierro tendría lugar en el cementerio de Caminomorisco y allí fue llevado a hombros por los vecinos, y allí sigue junto a su primer hijo, José. El entierro en Caminomorisco contó con presencia del Consejero delegado de la Caja Extremeña, León Leal Ramos, el subdirector, Vega y Relea y la inspección por el subinspector señor Rubio. Telegramas del Instituto Nacional de Previsión, del presidente y del consejero delegado, concurrieron todos los maestros de Las Hurdes y aparecieron numerosos artículos en la prensa regional. La Crónica toma nota del recuerdo dedicado por el inspector Jefe de Primera Enseñanza, su amigo Juvenal, en el Boletín de Educación de la provincia en el que aparecen referencias a su origen humilde, analfabeto, pero de gran espíritu de superación, la soledad de las cumbres en las Villuercas, “su paso por el servicio militar en el que abre su inteligencia a la cultura y obtiene el codiciado título de maestro (…) recuerda “autos de fe con las barajas en la escuela” por el peligro que suponía el juego, sus conferencias en las clases de adultos, varias intervenciones en eventos (…) “Siempre que pensábamos en el ideal de lo que debe ser la escuela rural, centro instructivo y de orientación agro-social de los campesinos cuyo maestro ha de poseer excepcionales condiciones de vocación, de amor al campo, de sentido social, de fe en la obra redentora de la escuela, de preparación técnica, el pensamiento se detenía en Fausto Maldonado como maestro ideal para tal tipo de escuela.” (“¡Ha muerto un maestro!” en Boletín de Educación de la provincia de Cáceres, Año II, junio, 1935, nº 14, pp. 11 y 12. Firma “J. V.”) En un homenaje póstumo se multiplicaron las necrológicas de gratitud regional y nacional, siendo la más completa e ilustrada con fotografías la editada dos meses más tarde por Crónica Extremeña de Previsión Social (26/8/1935) que resumimos con palabras textuales. D. Fausto Maldonado era Subinspector de Seguros Sociales en Extremadura y valiosísimo colaborador de la obra española de Previsión social que inició siendo maestro de Almoharín en cuyo pueblo fundó la mutualidad escolar “Trabajo y Previsión”, dedicando al
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Nº 2 - 2019 mutualismo escolar dentro y fuera de aquel pueblo trabajos y desvelos que la Dirección general premió concediéndole la Medalla de la Mutualidad Escolar que le fue impuesta solemnemente en la plaza pública por el Inspector Jefe don Ángel Rodríguez Mata. (…) [tuvo] destacadas intervenciones en Congresos y Asambleas de carácter pedagógico en que trató temas de previsión infantil y en la Asamblea de Mutualidad Escolar que tuvo lugar en el Instituto Nacional de Previsión en el mes de junio de 1934. Nombrado Director de la Misión Pedagógica de Las Hurdes, llevó allí la obra mutualista (…) y el gobierno de la República, recogiendo una aspiración de justicia del Patronato Nacional de Las Hurdes, ha presentado a las Cortes un proyecto de ley de concesión de una pensión especial a la viuda e hijo “rindiendo un homenaje póstumo de gratitud nacional a la ingente labor social y pedagógica llevada a cabo en el territorio de Las Hurdes por el maestro don Fausto Maldonado Otero.” (el resto del escrito oficial es también sumamente laudatorio)
Alumnos de Maldonado el día de su entierro
Francisco Sánchez Solís, lamenta en su artículo de recuerdo que la Parca se haya llevado a Maldonado, dejando sumidos en la amargura
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero “a sus deudos, alumnos y amigos, que ya no tendrán, los primeros, la palabra poderosa de su compañía para bogar por el tenebroso mar de la existencia, los segundos, el faro luminoso de sus consejos y advertencias y los últimos, el placer de comunicar con el amigo leal y cariñoso. Estando en Almoharín nunca faltó a las reuniones del centro de Montánchez a pesar de tener que ir en caballería por malos caminos y muchas veces lloviendo o con un frío de todos los diablos. Dentro de su cordialidad resalta Francisco S. Solís, que lo que más les alegraba a los compañeros maestros era oírle referir los muchos episodios de su vida de cabrero analfabeto en las Villuercas, de cómo aprendió a leer por sí mismo y de su vida de soldado siendo asistente de un general completamente neurasténico; y hasta tal punto lo era que estaba obsesionado con el contagio y no dejaba que nadie le tocara ni siquiera sus hijos cuando les daba algo de dinero. Además no se contentaba con un razonamiento cualquiera sino que tenía que ser mediante silogismos, y ahí tenemos al joven Fausto haciendo cálculos para convencerle de que no estaba infectado de ninguna clase de microbios. (Magisterio cacereño de 20 de junio de 1935)
Las dos tumbas: la de Fausto Maldonado y la de su hijo José
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Con cierta rapidez la pensión de 3000 pesetas le fue concedida a su viuda, Josefa Gallardo Rosado, en lugar de la que por derechos pasivos le correspondía de 1000. Y al hijo, Jacinto Maldonado y Gallardo, le abrieron una cartilla por suscripción los maestros del Patronato: se recogieron 1.314,26 pesetas. En su lápida aparece escrito esta leyenda: “Su desconsolada esposa e hijo y los maestros de la Misión le dedican este recuerdo.” 4. Coda final Quizás algún lector como yo mismo se pregunte si al investigar la vida de este maestro de Cañamero no he encontrado alguna relación con el teósofo de Logrosán, con Mario Roso de Luna. Resulta curioso que siendo vecinos y habiendo coincidido en la proximidad de Madrid y de Cáceres al menos desde los inicios como profesor de Maldonado en 1916 hasta la muerte de Roso en 1931, que no hayamos visto ninguna referencia en uno del otro. Es cierto que el ambiente cacereño era mucho más reaccionario que el de Badajoz y, desde luego, más que el madrileño en el que se movía el de Logrosán. Uno era librepensador, teósofo y crítico del clericalismo que otros veían como la manera natural de ser. Católico a machamartillo y otras expresiones similares le aplicaban los periodistas al de Cañamero. Lo cual sería señal del ámbito doctrinal opuesto en el que se movían ambos aunque compartieran la vocación regeneracionista de un Joaquín Costa y el valor de la educación como herramienta principal para lograr el cambio social de estructuras que se veían claramente injustas y crueles. Además, se puede añadir, ambos utilizaron la prensa para difundir sus ideas, aunque los artículos fichados de Roso pasan de mil, mientras que los de Fausto, como se ha visto, apenas llegan a veinte. En el ámbito extremeño defendían un “regionalismo sano y honrado”, lo decía León Leal de Fausto Maldonado, y como “regionalismo de buena cepa” titulaba Roso de Luna algunos artículos. Clarificando este espacio de ideas y creencias, que diría Ortega, hay que tener en cuenta que Maldonado estuvo en muchos aspectos a la sombra de León Leal y este era muy amigo del periodista católico radical Manuel Sánchez Asensio, directamente enfrentado con Roso de Luna y culpable principal del fracaso al que estaban abocados todos los intentos de sus amigos por organizarle un homenaje al logrosaniego. En Cartas desde la memoria, se puede ver la gran cantidad de personas relevantes de Cáceres que se es-
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero cribían con el teósofo de Logrosán: Publio Hurtado, Edelmiro Steva Xirgú, Sanguino Michel, García Plata, etc, no aparecen ni obispos, ni Sánchez Asensio ni León Leal aunque sí algunos curas. Ciertamente podemos afirmar que ambos eran partidarios de la extensión social de la educación y las reformas agrarias, eran conscientes de la importancia del respeto a la naturaleza, la sujeción de la actividad humana a la ética, “no hay ciencia sin conciencia” escribió Roso, sin miedo a la industria, desconfían de la aplicación del derecho, están abiertos a la importancia de la filosofía y la poesía. Respecto a la religión, siempre que esta sepa prescindir de los dogmas y las actitudes inquisitoriales, cosa que parece estar intentando el Papa actual, creo que también podrían entenderse los dos paisanos porque ser anticlerical no quiere decir ser materialista y tanto el uno como el otro cultivaron su inteligencia con una gran dosis de trabajo y una entrega amorosa al desarrollo y el bienestar de los demás más allá de lo que era su profesión. Antes de concluir estas páginas quisiera dejar claro que no soy ni me considero historiador, pero sí interesado en hechos, personajes y leyendas que sean o no recogidos por los historiadores, me prestan ayuda para entender a ese tipo tan peculiar que es el ser humano. Y además, estoy convencido de que tanto si este ha nacido en una gran ciudad, antigua o moderna, como si le tocó en suerte un pueblo cualquiera del ancho mundo, tiene más en común que de diferente con los que tanto se parecen a él. Me atrevería a decir que con frecuencia nos encontramos cómodos o inquietos, pero más identificados al fin, con aquellos que viven en las Hespérides o en Macondo que con los que salen en los noticieros de cada día, pero intento aferrarme a los datos cuando del objeto de estudio en cuestión no sé absolutamente nada como era el caso del personaje al que he dedicado estas páginas a pesar de llevar su nombre ya entonces las primeras escuelas que pisaron mis pies de niño. Ya había hecho una referencia a Maldonado en 1998 en un libro que ahora está en Internet (Los misterios de Cáceres, que me publicó la Cámara de Comercio de Cáceres, 1998) en el que incluía diversos trabajos pedidos a amigos del Centro Mario Roso de Luna de Cáceres. Allí me remitía a la carta de Martín Regodón en 1922 al Noticiero en la que escribió que “con gran oportunidad pretende ahora D. Fausto Maldonado de Almoharín la celebra-
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ción anual de la Fiesta de Extremadura para ensalzar a los grandes extremeños antiguos y modernos.” Por este regionalismo precursor me enorgullecía de ser su paisano, de haber estudiado en las escuelas en las que nunca dio clase aunque llevan su nombre y señalaba que colegas suyos, maestros, son los que han sabido reiniciar en los primeros años de la democracia el Día de Extremadura en la escuela, celebración que ahora ya es la fiesta regional por excelencia en el mismo día que él propuso, el 8 de septiembre. Este recuerdo me llevó a buscar otras referencias posibles a Fausto Maldonado, a su estancia en Almoharín o a Las Hurdes donde él dedicó los años de su vida profesional y me encontré con una desagradable sorpresa: salvo artículos y conferencias no había publicado nada y solo he encontrado una referencia bibliográfica a Fausto Maldonado Otero: un proyecto de escuela nacional de campesinos. “Dada la actual explotación agraria en Extremadura ¿qué medios prácticos podrían emplearse para educar y enseñar a tantos niños como habitualmente viven en el campo?” con prólogo de León Leal y premiado y editado por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Plasencia (1930). Con este título cuyo contenido se puede suponer en alguno de sus artículos y conferencias mencionados más arriba, El Magisterio español de 6/12/30 reseña la participación de Fausto Maldonado en un certamen pedagógico. También Nuevo día el 7/10/30: “A tal cuadro tal marco”, escribe probablemente el Director al que iba dedicado el ejemplar, o sea, Narciso Maderal. El 31/10/30 Germán García Fernández, sobre el mismo asunto, señala la “encantadora naturalidad” de Fausto Maldonado que en este proyecto de “Escuela nacional de campesinos” ha tenido en cuenta todo lo preciso en el orden material y en el espiritual. Sería de gran interés localizar ese escrito. Y, por otro lado, también me ha sorprendido que casi nadie en la ya abundante bibliografía dedicada a Las Hurdes ha citado la Revista de Extremadura y sin embargo, en los magníficos catálogo e índices publicados en 2001 en el volumen que tuve el honor de coordinar: Revista de Extremadura (1899-1911) Perspectivas, Editora Regional, Mérida, 2001, pp: 375-562, Antonia Fajardo y Elena Galán aportan una información en la que es fácil encontrar apuntes bibliográficos, comentarios, y artículos en los que aparece la palabra Hurdes o hurdano con relativa frecuencia. Entre sus autores tenemos a Manuel Castillo, Sanguino Michel, Publio Hurtado, o sea, el sector rosoluniano y, claro, al mismo Roso de Luna. Incluso podemos encontrar
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero algún artículo más pretencioso sobre su historia, su geografía y sus gentes como los de José González Castro (Crotontilo), Luis Rodríguez Miguel, Daniel Berjano y J. Vázquez de Parga. Leyendo este material fue grande mi sorpresa cuando en los comentarios bibliográficos de dicha revista (“Monumento a Extremadura”, 1902, enero, p. 8) Roso de Luna quiere abrir un debate con las dos alternativas que ya entonces y durante muchos años después dividían a los intelectuales, hurdanófilos o no: “¿Y qué decir de las Jurdes? – La olvidada región descubierta en 1600 y refugio de moriscos [recordad el nombre de Caminomorisco] ¿es un paraíso terrenal, como dice el P. Nieremberg, de calumniados habitantes, sencillos, sufridos, apegados a un terruño de grandes riquezas naturales (Rodríguez Miguel), o el país de las alquerías solitarias, árboles raquíticos y sin sombra, habitantes enanos, sensuales, abúlicos, neurópatas y pederastas que por cama tienen un haz de helechos y por toda propiedad, el que más una pata de borrico, como opina Crotontilo? ¿Debe despoblarse o colonizarse? La Revista abre, al efecto, predilecta información en sus columnas.” Años más tarde incluí en la antología de artículos de Roso de Luna, Homo economicus (Cámara de Comercio, Cáceres, 2000) estos tres: “Penitenciaría agrícola de Las Hurdes”, donde duda sobre la conveniencia de su instauración, (El Globo, Madrid, 11.1.1905); “Extremadura a don Alfonso XIII” (El Extremeño, Madrid, 1.7.1920) y “Regionalismo de buena cepa. Las 40 cartas de una baraja extremeña” (Alma extremeña, Cáceres, 3.2.1906). Ciertamente, las instituciones públicas, y la iniciativa privada en ocasiones, con profesionales como Maldonado y otros ayudaron a que en la actualidad esa región del norte de Cáceres esté perfectamente integrada en el resto y tenga similares niveles de sanidad, educación, medios de comunicación e, incluso, quizás más orgullo que otros de ser lo que son. Pero es cierto que el orgullo suele estar lejos del hambre, aunque en Extremadura en muchos pueblos se ha podido oír aquella frase del pobre que, ante el rico que quiere comprarle el voto exclama: “En mi hambre mando yo”. Pues bien, cuenta la prensa (Nuevo Día de 5/12/30) que estando Maldo-
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nado en un diálogo entre sus escolares de Vegas de Coria y un periodista que iba recogiendo información para un reportaje, al ser preguntados por qué era lo que más les gustaba de lo realizado por el Real Patronato, hubo uno que dijo “El bollo” o sea, pan con chocolate. Aquí creo que el de Cañamero recordaba la subida por la Jarilla a lo alto del Castillo de su pueblo el domingo de Pascua cuando él era niño para comer el bollo. Nunca debió olvidarlo, nosotros lo venimos recordando todos los años y a partir del próximo, desde aquellas alturas, volveremos a sentir la pena de que no nos diera clase él. Murió joven como los elegidos de los dioses y seguro que hubiera querido escribir estos versos del poeta venezolano Vicente Gerbasi, pensando en las Villuercas: Te amo, infancia, te amo porque aún me guardas un césped con cabras, tardes con cielos de cometas y racimos de frutas en los pesados ramajes (...) ¿Aún existen los naranjos que plantó mi padre en el patio de la casa el horno donde mi madre hacía el pan y doradas roscas con azúcar y canela?
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero 5. Bibliografía que aparece en el texto Albiñana, José María: Confinado en Las Hurdes, Imprenta El Financiero, Madrid, 1933. Barrantes, Vicente: Las Jurdes y sus leyendas, Ed. de la Real Academia de la Historia de una conferencia llena de referencias literarias, Madrid, 1893. Barroso Durán, Félix: Guía curiosa y ecológica de Las Hurdes, Acción Divulgativa, Madrid, 1991. Bello, Luis: “Viaje a las escuelas de España. Extremadura”, Mérida, Editora Regional, 1994. Carnicer, Ramón: Las Américas peninsulares. Viaje por Extremadura, Planeta, Barcelona, 1986. Catani, Maurizio: La invención de Las Hurdes, 2 vols., Editora Regional, Mérida, 1989. Clemente Fuentes, Luisa: La sanidad pública en la provincia de Cáceres: creación de los primeros centros de salud en la España rural, Institución Cultural El Brocense, Cáceres, 2015. Chamorro, Víctor: Tierra sin tierra, Gráficas Cervantes, Salamanca, 1984. Cortijo, Esteban: Cartas desde la memoria. (Correspondencia extremeña con Roso de Luna), Editora Regional, Mérida, 2008. “Cartas de cacereños a Roso de Luna” en Los misterios de Cáceres, Esteban Cortijo (Coord) Cámara de Comercio, Cáceres, 1998. Revista de Extremadura (1899-1911) Perspectivas, (Coord), Editora Regional, Mérida, 2001. Homo economicus, (Antología de artículos de Mario Roso de Luna) 1999, Cámara de Comercio, Cáceres Cruz Solís, Antonio de la: “Bibliotecas y educación básica: los inicios de una relación imprescindible” en Documentación de las Ciencias de la Información, 2008, vol 31, pp: 129-160. García Madrid, Antonio: Freinet en Las Hurdes durante la segunda República. Los maestros José Vargas Gómez y Maximino Cano Gascón, Junta de Extremadura, Editora Regional, Mérida, 2008.
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Nº 2 - 2019 Un ejército de maestros: experiencias de las técnicas de Freinet en Castilla y Extremadura (1932-1936), Junta de Extremadura y Universidad Pontificia de Salamanca, 2009. “Los maestros freinetianos de las Hurdes durante la II República. Noticias documentadas” en Revista de Educación, 340. Mayo-agosto 2006, pp. 493-521. Leal García, Felisa y Bacas Leal, Pilar: León Leal, Kadmos, Salamanca, 1997. Legendre, Maurice: Las Hurdes. Estudio de geografía humana. Editora Regional de Extremadura, Colección Rescate, 2006, con traducción de Enrique Barcia Mendo, estudios de Paloma Sánchez Miguélez y José Pablo Blanco Carrasco, y Coda de Luciano Fernández Gómez. Martín Ruano, Sebastián: “El paso de las misiones pedagógicas por Extremadura” REEx, nº extraordinario “Extremadura durante las II República (1931-36) Congreso GEHCEX, año 2015, tomo 71. Martín Santibáñez, Romualdo: “Las Jurdes, o lo que estas fueron, lo que son, y lo que pueden ser”, manuscrito en la Real Academia de la Historia, escrito en 1866. Pulido, Mercedes y Nogales, Tomás: Publicaciones periódicas extremeñas, Diputación de Badajoz, 1989 Rendo Domínguez, Domingo: Las Hurdes, estudio geneosológico, Editora Regional, Mérida, 1995. Las Hurdes, Turismo Histórico, Cultural y Religioso”, I.C. “El Brocense”, Cáceres, 2014. Rodríguez de la Flor, Fernando: De las Batuecas a las Hurdes. Fragmentos de una historia mítica de Extremadura. Mérida, ERE, 1989 y 1999. Las Hurdes, el texto del mundo. Badajoz, Fundación Ortega Muñoz, 2015. Sánchez Bueno, Luis Carlos: La Caja Extremeña de Previsión Social” (los orígenes de la Política social en Extremadura) Aprosuba, Badajoz, 2004. Sánchez-Granjel Sanander, Mercedes: Las Hurdes, el país de la leyenda: Entre el discurso ilustrado y el viaje de Alfonso XIII, Milenio, Lérida, 2010.
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ESTUDIOS • Fausto Maldonado Otero Otras fuentes: ABC, Boletín de Educación de la provincia de Cáceres Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Coria, Correo Extremeño, Crónica Extremeña de Previsión Social Diario de Córdoba, Documentación de las Ciencias de la Información, Madrid El Correo de la Mañana El Noticiero, Cáceres, El Extremeño, Madrid, El Globo, Madrid El Magisterio español, Gaceta de Madrid Heraldo alavés, La Libertad, Madrid, La Libertad, Vitoria, La Montaña: diario de Cáceres, Las Hurdes La Vanguardia, Barcelona Magisterio cacereño, Nuevo Día, Cáceres, Revista de Educación, Madrid, Revista de Estudios Extremeños, Badajoz Revista de Extremadura. Cáceres.
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Los hermanos Maldonado: Antonio (político), Juan (empresario) y Fausto (profesor)
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CAÑAMERO Y LOGROSÁN Unas notas sobre su nivel de capital social en la primera década del siglo XXI1 I) Introducción. La acción del capital social Es a partir de los años 80 cuando sociólogos, politólogos y economistas de la “nueva sociología económica” (Swedberg, 1991 y Swedberg y Smelser, 1994) consideraron que el capital físico (tierra y capital financiero) y el capital humano (cualificación y educación) no bastaban para poner en claro y comprender los procesos de desarrollo en diferentes comunidades. Por tanto, deberían existir otros factores “intangibles” que estarían relacionados con las creencias, normas, valores y redes sociales, en definitiva, con las actitudes que se dan entre los ciudadanos y que facilitarían sus interacciones que forman la base del capital social. Robert Putman (1994: 216) afirmaba que en una comunidad hay niveles altos de capital social cuando las características de la organización, las redes de interacción, las normas y valores, la confianza social facilitan la cooperación para el beneficio mutuo. La confianza, pues, es un elemento determinante a la hora de producir capital social ya que es necesario no sólo confiar en los otros antes de poder cooperar, sino creer que los otros confían en uno mismo. En términos de acción frente al desarrollo el observatorio Europeo Leader asemeja el concepto de capital social al de “competitividad social” y lo define como “la capacidad de los distintos agentes e instituciones para actuar de forma conjunta y eficaz en un territorio”. 1
Este artículo es una adaptación resumida del Capítulo VI: Capital Social en el desarrollo Local. Un estudio a través de los jóvenes estudiantes y dos comunidades rurales: Logrosán y Cañamero. Cuyos autores fueron José Antonio Pérez Rubio, Francisco Javier Monago Lozano y Oscar Muñoz Carrera, perteneciente al libro de José Antonio Pérez Rubio (Coord.) (2007): Los intangibles en el desarrollo rural. Estrategias y orientaciones de los jóvenes y la población ante los cambios en las zonas rurales de Extremadura. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura.
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Sin embargo, es importante resaltar que aunque el capital social es el conjunto de relaciones de confianza y cooperación, no tiene porqué producir altos niveles de participación y por ende sociedades altamente democráticas, ni se tienen que traducir en aumentos de la productividad de empresas y economías (Durston 2000: 12). Muchas variables intervienen en estos procesos y uno de los principales desafíos de la elaboración operativa de capital social es expresar el concepto de manera de que sea posible, no sólo detectar si se encuentra o no; sino también determinar si la variable capital social ha aportado o no al fortalecimiento de la sociedad civil o al aumento de productividad en casos de estudios concretos. Efectivamente, la frecuencia de altos niveles de Capital Social institucional o individual, confianza interpersonal o cooperación grupal, no tiene porqué ser indicio seguro de desarrollo, los efectos de capital social pueden darse o no en casos específicos, y como añade Durston (2000: 13), siguiendo la crítica de Portes y Landolt a Putman2, los beneficios no son indicio seguro de capital social. Puede ser que en ausencia de condiciones auspiciosas, insuficientes para producir un efecto esperado, el efecto esperado del capital social, puede ser en los hechos resultado de factores ajenos. Es un hecho constatable que el aprovechamiento de las posibilidades de las comunidades rurales no sólo depende de impulsos procedentes “de fuera” o “por “arriba” (el manoseado término: “top down”) a través de obras de infraestructuras, facilitación de recursos financiación, formación profesional o cualquier otra vía. La suerte del desarrollo local está decisivamente condicionada por el sistema cultural y el entramado social de la propia entidad local (López Casero, 1997, 688). Si bien el marco teórico del análisis que se pretendía abordar gira en torno al triángulo formado por la cultura, estructura social y desarrollo, es evidente que la estructura social actual es el resultado histórico de las transformaciones sociales en el medio rural que se han acelerado en estas últimas dos décadas. Las actitudes y comportamientos de las gentes en estas comunidades locales arrancan con los condicionamientos previos de una sociedad agrícola y rural donde sus actividades empresariales estuvieron articuladas al sector primario. 2 Para una visión genérica de la crítica de Portes y Landolt (1996) a Putman en cuanto a ignorar la dotación de recursos materiales como factor de éxito del capital social la de Harris y Renzio (1997) de ignorar la historia política de décadas de dominación en sus análisis del capital social en Italia, véase Durston (2000, 11 y ss.).
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán La elección de estos dos municipios o comunidades rurales vendría determinada por una serie de condicionamientos que determinan la hipótesis de sus diferencias en las orientaciones de sus ciudadanos a pesar de su cercanía. Por dos motivos: Las dos comunidades, aunque pertenecen a la misma comarca y están sometidas a los mismos procesos desagrarización y degradación demográfica, han tenido condicionamientos históricos diferentes en cuanto a su estructuración socioeconómica. Las dos comunidades están bajo el paraguas de un mismo programa de desarrollo comarcal: APRODERVI 3 II) Algunos datos sobre la herencia histórica de Cañamero y Logrosán que afectan a su capital social4. Efectivamente, la elección de los dos municipios viene determinada porque la estructura socioeconómica de estas dos comunidades rurales parece similar. Sin embargo, su propia historia determina que aunque la producción agrícola fuera el denominador común, el grado de monopolio de la tierra y su evolución, han condicionado su cultura y estructura social. Al ser dos municipios condicionados principalmente por la producción agroganadera, sin embargo, tuvieron una historia agraria diferente en cuanto a las transformaciones en las estructuras agrarias heredadas se refiere. En el caso del de la intervención del Estado durante el siglo XX, en Cañamero se realizó un reparto de tierras entre los campesinos que vino a mitigar gran parte de la 3 Cañamero y Logrosán son dos municipios del sureste de la provincia de Cáceres situados a
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una distancia de 12 kilómetros, próximos a Guadalupe. Estaban y están hoy día incluidos en el mismo territorio de la Asociación para el Desarrollo de la Comarca de las Villuercas, Ibores y Jara (APRODERVI). El estudio del caso de estas dos comunidades rurales que proponemos forma parte, como subproyecto, del Proyecto de Investigación Redes Sociales e “Intangibles” en el Desarrollo Rural. Iniciativa Empresaria, Formación y Desarrollo Sostenible en Extremadura Este proyecto fue presentado a la convocatoria pública de la Orden del Ministerio de Ciencia y Tecnología de 11 de enero de 2002 (BOE, 15 de enero), en el marco del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2002-2003, siendo aceptado por la Comisión de Selección y elevado a la Dirección General de Investigación en octubre de 2002 (referencia BSO 20020081)1. Dicho proyecto tuvo una vigencia de tres años, hasta octubre de 2005. Sin embargo, el Subproyecto del Estudio del Caso Capital Social en Cañamero y Logrosán, no se pudo concluir en esa fecha. A través de la Consejería de Desarrollo rural de la Junta de Extremadura se firmó un Convenio de Apoyo para la finalización de dicho Subproyecto.
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miseria que padecían. Por el contrario, como veremos, en Logrosán el Estado no tuvo la voluntad de cambiar el statu quo de los terratenientes de esta localidad, pues durante el régimen franquista, la “colonización de secano” actuó de forma distinta en cuanto a la devolución de las tierras ocupadas o expropiadas por la Reforma Agraria de la República o de las actuaciones colonizadoras (Pérez Rubio, 1995, 227-453 y 4575.
A) Cañamero es una villa perteneciente históricamente al partido judicial de Logrosán, está situada en las estribaciones de las montañas de las Villuercas, es un “pueblo de sierra” con la propiedad de la tierra dividida y donde predominaba el cultivo del olivar y viñedo. Este último ha ido desapareciendo a tenor del despoblamiento y, sobre todo, de las ayudas de la U.E. al arranque de viñas. Tuvo una tradición forestal importante ligada a particulares y al aprovechamiento de montes públicos (bosques de pinos) y en menor medida a la recolección de la castaña y al carboneo. En los años 5
Para mayor información véase Pérez Rubio, José Antonio (1995): Yunteros, braceros y colonos. La política agraria en Extremadura. Madrid. Servicio de Publicaciones del Ministerio de Agricultura, pp. 227-453 y 457.
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán 60 y 70 del siglo XX, su población sufrió un fuerte descenso con motivo de la emigración a otras regiones industriales españolas y europeas. Esta localidad durante las estas décadas perdió casi un 38% de su población. Una de las claves de su diferenciación estructural respecto a Logrosán fue el reparto, en pequeños lotes de dos fincas municipales: Higueruela y Vallés de 2.231 has donde se asentaron 454 colonos (de ahí el nombre popular de “lotes”) en base a la Ley de Colonización de 30 de agosto de 1907. Esta colonización fue respetada por el régimen franquista por intermedio de la Ley de 26 de diciembre de 1939 de Colonización y Repoblación Interior. Así en 1956 en Cañamero había censados 381 yunteros y 422 jornaleros. Gran parte de los yunteros y jornaleros poseían pequeños lotes de tierra resultante de la colonización de 1907, donde predominaba el cultivo del olivar y el viñedo, hasta que este último fue desapareciendo con celeridad a partir de las ayudas al arranque por parte de la Unión Europea.
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B) Logrosán, villa histórica también, ha sido el centro burocrático-administrativo de la comarca al ser la cabecera de partido judicial, con notaría incluida. Centro minero de especial relevancia hasta los años 50 del pasado siglo, y al mismo tiempo lugar con dominio de burguesía agraria de carácter terrateniente, poseedora de tierras también en otros términos municipales, venida a menos a partir del proceso desagrarización, sobre todo a partir de los años 50 y 60. Durante las décadas mencionadas se produjo una masiva emigración que afectó casi al 50% de la población. En la actualidad esta localidad tiene 2.219 habitantes. A principios del siglo XX la estructura de la propiedad era de carácter latifundista (Garcia Gutiérrez y Polanco Melero, 1995:75), en su término municipal existían 30 grandes fincas que ocupaban el 69,65 por ciento de sus superficie (25.000 has) y sólo 18 propietarios reunían el 79,72 por ciento (784.922 pesetas de la época) del valor rustico catastral. El campesinado pobre estaba compuesto por jornaleros, pequeños propietarios, aparceros y yunteros. En el
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán Censo de 1935 realizado por el Instituto de Reforma Agraria, aparecen 693 campesinos sin tierra de ellos 658 eran obreros agrícolas y ganaderos. Esta situación se mantuvo durante el régimen autoritario franquista. El ingeniero J.M. García en el informe que hizo sobre la situación económica y social de Logrosán en 1950 (Pérez Rubio, 1995:414-417), en esta localidad existía un paro estacional de 200 braceros y 100 yunteros. En ésta época seguía la concentración de la propiedad, pues solo 57 fincas de las 1,645 ocupaban más del 90 por ciento del término. En este informe sobre 53 fincas mayores de 100 has de este ingeniero, señalaba de forma sibilina que no eran técnicamente viables, porque los aprovechamientos forestales y ganaderos tenían mayor importancia que la labor. Por ello, y con la intención de evitar la expropiación, proponía el traslado de los yunteros a las nuevas zonas de regadío que acometería el Instituto de Colonización en el valle del Alagón. A pesar de la situación dramática del campesinado la verdadera solución, a pesar de la esperanza puesta en la minería (que cerró su actividad en 1.956) en Logrosán, se desencadenó un éxodo masivo hacia los centros burocráticos-industriales del país. Esta pérdida de población fue superior a la de Cañamero, dado que casi la mitad de sus vecinos (el 47 por ciento) abandonaron la localidad entre 1.960 y 1.970, perdiendo en términos absolutos 3.097 habitantes III) Algunos indicadores socioeconómicos significativos Teniendo en cuenta la proporcionalidad respecto al número de habitantes en 1997 y 2002 (superior en el caso de Logrosán como hemos señalado) en este periodo, el comportamiento de los indicadores económicos jugó en favor de la iniciativa empresarial en Cañamero, según apuntan los datos que aporta la entidad financiera La Caixa para estos años: Cuadro 1: Variaciones e índices económicos entre 1997 y2002 Actividades comerciales mayoristas Variación comerciales mayoristas Variación comerciales minoristas Variación restauración y bares Índice industrial Índice comercial Índice de restauración y bares
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11 37,5 29,7 44,4 3,0 3,0 5,0
8 33,3 5,7 21,7 2,0 4,0 5,0
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Esta dinámica también se demuestra por los proyectos presentados en APRODERVI en el año 2000, pues la convocatoria de proyectos de ese año muestra que Cañamero presentó diez mientras que Logrosán solo presentó uno. ¿Puede ser esto resultado de un mayor nivel de capital social en el caso de Cañamero? No podemos asentar afirmativamente tal, pero puede que la dinámica social haya contribuido en cierta forma la configuración del capital social en esta población. En este caso, nos limitaremos a exponer el comportamiento de algunas dimensiones del capital social en ambas localidades. IV) Alguna información sobre la investigación llevada a cabo El estudio tenía la pretensión de obtener información sobre las actitudes, orientaciones y perspectivas que tienen los habitantes que residen en de estos dos municipios sobre aspectos relativos a la cooperación, colaboración, participación etc. de los ciudadanos, para poder realizar una aproximación al nivel de capital social. Para ello se valoró el conjunto muestral, obtenido a partir de los residentes en los hogares/viviendas familiares en ambos municipios (629 hogares en Cañamero y 872 en Logrosán). La fecha de realización del trabajo de campo fue de marzo a mayo de 2006. El procedimiento de muestreo fue estratificado según municipio de residencia y la selección de las unidades de muestreo, las viviendas familiares, se realizó en una sola etapa. En función del número de entrevistas realizadas y de las eliminadas en la etapa de depuración de datos, el total de encuestas susceptible de análisis y tratamiento fue finalmente de 293 entrevistas. El error de muestreo se situó en torno al ±0.04 para el total, y por estratos los errores de estimación estarían en torno al ±0.05% para el municipio de Cañamero y cerca del ±0.06% para Logrosán. La muestra para toda la población -o vecinos- se completó con una entrevista a 54 individuos a los que se denominó “líderes”, “informantes” o “testigos privilegiados” de ambas localidades, 27 en cada una de ellas. A estos se les sometió a un cuestionario con preguntas cuantificables, relativas al grado de confianza, participación, colaboración, identidad, eficacia institucional, etc. y a “una entrevista semiestructurada” en donde debían justificar las repuestas del cuestionario cuantitativo6. También se recurrió a la 6 Eran personas con vinculaciones no sólo laborales o profesionales, sino sociales con el pueblo, que tienen suficiente información y responden a un patrón de influencia social
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán “observación participante”, miembros del equipo de investigación permanecieron en periodos y en visitas a ambos municipios durante fines de semana y vacaciones. Las visitas se llevaron a cabo a lo largo del otoño de 2005 y en el invierno de 2006. De la observación “in situ” salió el conjunto de variables de los cuestionarios para contrastar las respuestas de los “informantes clave” y las del a población. Para la interpretación de los datos se elaboraron los índices7 con un rango de fluctuación entre los valores 0 y 1, de tal manera que esto posibilitaba sintetizar en un solo valor numérico diferentes posiciones, teniendo en cuenta que 0 es nada y 1 mucho. Estos índices son de gran utilidad ya que posicionan las respuestas en valores numéricos fáciles de tratar e interpretar8. Gracias al cálculo de índices, las posiciones intermedias quedaban más ajustadas, para que la interpretación de las mismas pudiera ser más fiables. V) Análisis de algunas dimensiones de capital social en ambas localidades Dado los abundantes resultados de esta investigación y los límites de este artículo destacamos los resultados más llamativos, representándolos en figuras de barras para una rápida compresión. A) Respecto a la Integración Comunitaria. Como hemos señalado en la introducción, la confianza es un factor determinante para poder establecer estrategias participativas y de cooperación. Para evaluar esta dimensión, se tuvieron en cuenta dos indicadores: el grado de confianza entre vecinos y la participación social, según los vecinos y de los informantes privilegiados de ambas localidades. en ambas localidades. 7 Construcción del índice I= (%Mucho*4)+ (%bastante*3)+ (%algo*2)+ (%poco*1)+ (%nada*0)/400. 8 Nivel alto: Hay un nivel alto de capital social cuando el valor del índice esta entre 0,76 y 1. Niveles intermedios: Hay un nivel medio-alto cuando el valor del índice está entre el 0,51 y 0,75. Hay un nivel medio-bajo cuando el valor del índice esta entre el 0,26 y 0,50. Nivel bajo: Hay un nivel bajo de capital social cuando la posición del índice se sitúa entre 0 y 0,25.
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Se comprobó que la participación entre los vecinos no era igual en estas localidades, en el caso de Logrosán tenemos un nivel medio-bajo con un 0,46, mientras que en Cañamero presentaba un valor de 0,57, por tanto estaría en una posición media-alta. En cuanto a los “informantes privilegiados” de Logrosán la opinión sobre la dimensión de integración comunitaria se posicionaba en niveles medios bajos (0,30 en el indicador de confianza y 0,41 en el de participación). En este sentido, algunas de sus afirmaciones en la “entrevista estratégica” lo confirmaban: “En Logrosán hay mucha desconfianza, no nos fiamos unos de otros”. “Hay mucha envidia. Si intentas subir te intentan hundir, es así para todo”. “No hay confianza, hay envidias de siempre”. “Somos desconfiados por naturaleza”. “Si se lo das medio hecho a la gente sí que participa”. “La gente no quiere compromisos y por eso no participa...”
COMPARATIVAS DE LOS "INDICES INTEGRACIÓN" COMUNITARIA DE LOS VECINOS. LOGROSAN CAÑAMERO
Logrosán
Participación vecinos
Cañamero
Confianza entre vecinos 0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
Figura 1 Por el contrario en Cañamero el indicador de confianza entre los vecinos para los “informantes” se situaba en niveles medio-altos 0,56 y 0,53 en el de participación. Las opiniones de los “informantes” difieren de los de Logrosán, algún comentario significativo: “La gente se ha necesitado mucho y eso hace que exista ese grado de confianza”. “Hay solidaridad y cooperación
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán entre la vecindad para pedir favores”. “Se puede pedir favores ya que existe solidaridad”. “Buen trato, se confía en la palabra de los demás...”. Lo más significativo de los resultados de esta dimensión eran las diferencias notables entre la opinión de los vecinos y los “testigos” de la localidad de Logrosán, en cuanto al indicador de confianza, hay 0,32 puntos de diferencia, y el grado de coincidencia entre los habitantes y los líderes en Cañamero, como se puede ver en el Figura 2 B) Conexión Comunitaria: En esta dimensión se consideraron dos indicadores, el grado de identidad comarcal y la confianza institucional. En el caso de la población en general, nos referimos principalmente al asociacionismo como factor de desarrollo, para poder así determinar la opinión sobre asociaciones, así como las cooperativas que desarrollan su actividad en las localidades objeto de estudio. También existían diferencias entre los entrevistados de las dos localidades. En el caso de Logrosán, tanto la población en general como los “informantes” otorgaron valores más bajos que los de Cañamero respecto a los indicadores de identidad comarcal y asociacionismo como factor de desarrollo. Algunas de las opiniones de los líderes de Logrosán, relativas a la identidad comarcal de su localidad en relación al resto de las localidades de la comarca pueden ser significativas: “No pertenecemos a las Villuercas, ni geográficamente ni culturalmente, ha sido un invento”. “Logrosán es un enclave raro. No lo ven ni los de las Villuercas”. “El resto de pueblos no consideran a Logrosán como de la comarca...”. Por el contrario, en Cañamero la valoración sobre estos dos aspectos era más positiva ya que arrojan valores medios-altos tanto para la población en general como para los “testigos”. Las afirmaciones de estos últimos sobre la identidad comarcal son significativas, y estaban en concordancia con los expresados por los “testigos” de Logrosán: “Logrosán qué pinta en las Villuercas”. “Se consideran unidos todos los pueblos de la Sierra de las Villuercas, pero no se entiende bien que Logrosán pertenezca a esta comarca y tener pretensiones de dominio por ser cabeza de partido de esta comarca”. La figura 3 muestra las diferencias entre los hogares encuestados y los líderes de ambas localidades.
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COMPARATIVAS DE LOS INDICES "INTEGRACIÓN COMUNITARIA" DE LOS VECINOS Y LIDERES DE LOGROSAN
Participación vecinos
Lideres Población Gral.
Confianza vecinos 0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
Figura 2 COMPARATIVA DE LA DIMENSION "CONEXIÓN COMUNITARIA" INDICADOR CONFIANZA INSTITUCIONAL PARA LOS LIDERES DE LOGROSAN Y CAÑAMERO
media Entidantes Bancarias Junta Extremadura Aprodervi (Proder)
CAÑAMERO
Universidad Extremadura
LOGROSAN
Diputacion Mancomunidad Ayuntamiento 0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1,0
Figura 3
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán En cuanto a los valores obtenidos a partir de las opiniones de los “informantes privilegiados” de ambas localidades, relativas al indicador de confianza institucional, pueden ser muy significativos los de la Figura 4. Para los líderes de Logrosán las instituciones o entidades, mejor valoradas son APRODERVI y la Mancomunidad con un valor de 0,67 y 0,59 respectivamente. Por el contrario las menos valoradas son la Diputación y el Ayuntamiento con 0,43. En el caso de los líderes de Cañamero, las instituciones mejor valoradas son APRODERVI 0,78, el Ayuntamiento 0,68 y la Universidad de Extremadura con 0,63. Y las peores valoradas son la Diputación y la Junta de Extremadura con 0,36 y 0,48 respectivamente. Lo más significativo en las opiniones de los líderes de ambas localidades era que el valor del promedio de este indicador si sitúa en una posición media-alta. Destacar en ambos casos la alta valoración de APRODERVI, entidad cuyo objetivo es el desarrollo local, económico y social de la comarca. Habría que hacer una mención especial a la diferencia que existe en cuanto a la confianza en el Ayuntamiento 0,43 en Logrosán y 0,68 en Cañamero. En términos generales, estas localidades presentaban valores medios en ambos casos. No es de extrañar que se dieran valores altos, en el indicador de confianza institucional, al considerar a las asociaciones como factor de desarrollo ya que en ambas localidades tenían sus sedes sendas asociaciones de ámbito comarcal que promueven acciones de empleo, formación y desarrollo, con gran dinamismo, como es el caso de Femar en Logrosán y APRODERVI en Cañamero. C) Sinergia o Colaboración Comunitaria: para evaluar esta dimensión se emplearon los indicadores de la comunicación asociativa y la cooperación intermunicipal que perciben los ciudadanos y los “informantes” de las dos localidades. Las diferencias entre los “testigos” respecto a estos dos indicadores eran importantes. En el caso de Logrosán, percibían que la comunicación entre asociaciones es poca, un índice de 0,33 sobre 1. Algunas de las manifestaciones expresadas en la entrevista cualitativa pueden ser significativas: “Cada una tira por su lado, tienen sus objetivos, no miran por los demás”. “En algunas asociaciones hay envidias y enchufismo”. “Existe rivalidad
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COMPARATIVAS DE LA DIMESION "CONEXIÓN COMUNITARIA" PARA LOS VECINOS DE LOGROSAN Y CAÑAMERO
Asociaciones como factor desarrollo
Logrosán Cañamero
Identidad comarcal
0
0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
1
Figura 4
entre las asociaciones y no se da comunicación entre ellas”. “Influyen los protagonismos e intereses personales”. “Los políticos desconfían de algunas asociaciones porque las ven como rivales políticos...”. En lo referente al índice de cooperación intermunicipal en Logrosán, las opiniones de los testigos privilegiados eran más optimistas, un 0,55; en contraposición a las de Cañamero un 0,43. Una de las posibles interpretaciones del por qué Logrosán presentaba valores más elevados en lo referente a la cooperación entre municipios, sobre todo para los “informantes”, puede ser el hecho que la sede la Mancomunidad de Municipios está en esta localidad. Algunas de las opiniones expresadas por los “testigos” de Logrosán corroboraban esto con afirmaciones tales como: “La mayoría consideramos que los alcaldes tienen buena comunicación y al ser miembros de la mancomunidad, los proyectos grandes se hacen juntos.”. “Los municipios piensan que la unión hace la fuerza, los alcaldes toman conciencia. Es importante para la distribución de las subvenciones. Aunque hay pequeños piques entre los alcaldes, hay convivencia de unión”. “Existe cooperación entre los municipios, comparten recursos, presupuesto y técnicos. Algunos alcaldes tienen más visión de trabajo cooperativos...”.
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán No obstante, los líderes de Cañamero, se manifestaban sobre los indicadores de esta dimensión de manera diferente a los de Logrosán. En principio valoran la comunicación entre asociaciones con un índice de 0,51. Algunos de los comentarios pueden ser significativos en este sentido: “Cuando se hacen actividades desde el Ayuntamiento siempre se llama a las asociaciones y les exige que se pongan en contacto entre ellas. Siempre se ponen en contacto cuando hay que hacer actividades”. “Si se unen sí hay comunicación. Para fiestas, carnavales, etc., se unen, hay dinero para organizar cosas y se unen”. “El Ayuntamiento es un poco el nexo.” Por el contrario, la opinión sobre el indicador de cooperación municipal se sitúa con un índice de 0,43; algunas de las manifestaciones de los entrevistados en torno a la Mancomunidad de Municipios y la alianza estratégica entre los pueblos de la comarca fueron: “No hay cooperación entre los municipios por falta de voluntad, falta de ganas (...). La Mancomunidad mueve gente pero se desinfla”. “Son mundos separados debido a la distancia entre los pueblos”. “La mancomunidad promociona reuniones aunque luego cada uno tira para su casa”. “En teoría sí existe voluntad de cooperación pero en la práctica no. Sin sentimiento de comarca entre los vecinos, entre las instituciones ocurre algo similar, es cooperación obligada...” D) Eficacia Organizacional: Esta dimensión se ha tratado a través de un solo indicador: la eficacia o eficiencia institucional. Sobre este asunto se dan las mayores diferencias en la percepción de la eficacia de las instituciones. (Figuras 5, 6, 7 y 8). Es muy significativo, en el caso de Logrosán , que las tres instituciones peor valoradas por sus vecinos eran los entes locales (Ayuntamiento, Mancomunidad y Diputación) que paradójicamente, son las que están más próximas a los ciudadanos y la solución de sus problemas. Lógicamente si los ciudadanos perciben esta falta de eficacia, puede provocar una merma de otros indicadores como es la participación, la colaboración, etc. es decir, puede repercutir en todas las dimensiones del capital social. El promedio de los índices de todas instituciones se situaba en el 0,46 lo que supone niveles medios-bajos.
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El grado de valoración de la eficacia institucional es muy superior para los vecinos de Cañamero. Valoran muy positivamente al Ayuntamiento y a las entidades financieras dándoles a estas últimas con gran protagonismo en cuanto a eficacia. El promedio de los índices de las instituciones, en esta localidad, está en el 0,59 una posición media-alta. Esto supone una valoración de la eficiencia institucional mayor que en Logrosán COMPARATIVAS DE INDICES "EFICACIA EN LAS INSTITUCIONES" ENTRE LOS VECINOS DE LOGROSAN Y CAÑAMERO
media Entidantes Bancarias Junta Extremadura Aprodervi (Proder)
CAÑAMERO
Universidad Extremadura
LOGROSAN
Diputacion Mancomunidad Ayuntamiento 0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
Figura 5 Si comparamos las valoraciones de los líderes, referidas a esta dimensión del capital social, respecto a los vecinos de cada localidad y entre los propios líderes, se pueden percibir con cierta relevancia los siguientes aspectos: - En el caso de Logrosan, en contraste con lo anteriormente explicado, la institución más valorada por los “informantes” en cuanto a la eficacia era APRODERVI (0,68). Sin embargo, para los vecinos las entidades financieras con 0,55. Como decíamos lo más destacable es la baja valoración que se le daba al Ayuntamiento de Logrosán tanto por los vecinos como por los “testigos”. La otra gran diferencia, en términos generales, tomando como referencia los valores medios, es que la percepción de la eficacia de las instituciones por parte de los vecinos es similar con un 0,46 que la que manifestaban los líderes con un 0,51. (Figura 6).
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán
COMPARATIVAS DE LOS ÍNDICES DE "EFICACIA DE LAS INSTITUCIONES" ENTRE LOS VECINOS Y LIDERES DE LOGROSAN
media Entidantes Bancarias Junta Extremadura
EFICACIA LIDERES
Aprodervi (Proder) Universidad Extremadura Diputacion
EFICACIA POBLACION GENERAL
Mancomunidad Ayuntamiento 0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1,0
Figura 6 Fuente: Elaboración propia a partir la encuesta a los vecinos de Logrosán y Cañamero. Ibídem
En el caso de Cañamero también se daban desavenencias entre la opinión manifestada por los vecinos y por los “informantes” a la hora de considerar que instituciones son más eficaces (Figura 7). Aunque en términos generales, según la media, podemos afirmar que en esta localidad esta dimensión de capital social presenta valores medios-altos, siendo los vecinos quienes arrojaban valores más altos 0,59. En cuanto a las diferencias entre los “informantes”, (Figura 8), la más significativa es la valoración que hacen del Ayuntamiento (en el caso de Logrosán tenemos un valor de 0,39 y en Cañamero de 0,54). Esta diferencia en la valoración de esta entidad también se repetía por parte de los vecinos, como hemos visto anteriormente. Llegados a este punto, tendríamos que destacar la valoración que hacían en ambas localidades tanto los líderes como los vecinos sobre la confianza y eficacia institucional de APRODERVI. No deja de ser un elemento positivo y altamente gratificante ya que dicha institución estaba legitimada para liderar estrategias de desarrollo y cohesión, desde el punto de vista del capital
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social. Otro aspecto a tener en cuenta era la gran disparidad en cuento a la valoración que se hacía de instituciones muy importantes para el desarrollo de rural, como eran el Ayuntamiento, Diputación y Junta de Extremadura. Si bien es cierto la peor parada era el Ayuntamiento de Logrosán con una escasa valoración tanto por los ciudadanos como por los líderes de esa localidad. COMPARATIVA DE LOS ÍNDICES DE LA " EFICACIA EN LAS INSTITUCIONES" POR LOS VECINOS Y LIDERES DE CAÑAMERO
EFICACIA LIDERES
Entidantes Bancarias Aprodervi (Proder)
EFICACIA POBLACION GENERAL
Diputacion Ayuntamiento 0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1,0
Figura 7 COMPARATIVA DE LOS INDICES DE LA "EFICACIA EN LAS INSTITUCIONES" ENTRE LIDERES DE LOGROSAN Y CAÑAMERO
media Entidantes Bancarias Junta Extremadura Aprodervi (Proder)
CAÑAMERO
Universidad Extremadura
LOGROSAN
Diputacion Mancomunidad Ayuntamiento 0,0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1,0
Figura 8 Fuente: Elaboración propia a partir la encuesta a los vecinos de Logrosán y Cañamero. Ibídem
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán CONCLUSIONES En general los datos de este estudio nos aproximan a las diferencias de las orientaciones tanto de la población como las de los “informantes privilegiados” en dos municipios de la misma comarca, lo que supone tenerlas en cuenta a la hora de implementar acciones de desarrollo local Habiendo seguido vías históricas diferentes en cuanto a la cristalización de las estructuras socioeconómicas en ambas poblaciones y dadas las diferencias en cuanto a su actual estratificación, podemos aventurar que el estado y el nivel de capital social están condicionado por lo anterior. En términos generales podemos decir, si valoramos las medias de los índices, que ambas localidades presentan valores intermedios, si bien es cierto que es en la localidad de Logrosán en donde los valores de los índices son más bajos. Esto se podría interpretar, en términos de capital social, que presenta una situación más complicada o comprometida de cara al desarrollo tanto de la localidad como de la comarca. Como consecuencia de esto, las dinámicas y los procesos de desarrollo así como la implicación de la población en los mismos, corre el riesgo de que sea mínima. Existe una escasa participación y confianza, en las instituciones más próximas en el caso de Logrosán, expresándose en un discurso fatalista sobre la situación que se vive en la localidad, sobre todo pensando en términos de proyección futura. No deben extrañar las valoraciones bajas de las personas que han formaron parte de la muestra de “informadores estratégicos”. Son una élite relativamente bien posicionada y considerada socialmente respecto a la información sobre las localidades de las que serán originarios. Se han mostraron más críticos que el resto de la población en lo que respecta a algunas dimensiones como puede ser la integración comunitaria y en indicadores puntuales de alguna dimensión concreta. No obstante, es en Cañamero donde podemos pensar que existirían más posibilidades de desarrollo de capital social, dados los indicadores referidos a la confianza, participación valoración positiva de las instituciones, puesto que el discurso era más favorable de cara a generar dinámicas de desarrollo. Destacaba en aquel momento la existencia de dos asociaciones APRODERVI y Femar con una gran valoración social, pudiéndose constituir
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en ejes vertebradores endógenos del desarrollo de la comarca. En menor medida las instituciones exógenas, tanto públicas, (Junta de Extremadura y Universidad) sobre todo, como privadas (como pueden ser las entidades financieras) que podrían contribuir a generar las sinergias suficientes que reviertan en programas y dinámicas sociales nuevas. Dadas las dinámicas de ambos municipios a partir de la fecha de la terminación de esta investigación podría ser interesante comprobar cómo las diferencias en términos de capital social entre ambos municipio han cristalizado en la actualidad (años 2.019) y cuál ha sido su respuesta ante el reto de la acelerada decadencia demográfica.
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Suelto nº 5
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Mario Roso de Luna envía huesos y pequeños objetos de las tumbas estudiadas por él al Museo Arqueológico provincial, y tiende al misterio en sus comentarios sobre lo que llama “pseudocastillos” como el de Cañamero, sospecha que no han sido estudiados íntegramente “confundidos como lo han sido con los verdaderamente tales, ya romanos, ya de la reconquista”. Lo cuenta en “Excavaciones en la sierra de Sta. Cruz (Revista de Extremadura, Cáceres, nº 36, 6/1902) (Boletín de la Real Academia de la Historia, 40, junio, 1902)
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ESTUDIOS • Cañamero y Logrosán BIBLIOGRAFÍA BÁSICA BOURDIEU, P. (1980) 1980, “Le capital social”, en Actes de la recherche en sciences sociales, 31,1980, pp. 2-3.
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COLLIER, P. (1998) Social capital and poverty. Social capital Iniative Norking Paper nº 4
DURSTON, J. (2000) ¿Qué es el Capital Social Comunitario? CEPAL serie Política Social nº 38. Santiago de Chile GARCÍA GUTIÉRREZ, J.M. Y POLANCO MELERO, C. (1995) La II República y la Guerra Civil en la villa de Logrosán. Editora Regional de Extremadura.
GARRIDO FDEZ, F. Y MOYANO ESTRADA, E. MADRID (2002) Capital Social y desarrollo en zonas rurales. Un análisis de los programas Leader II y Proder en Andalucía. Revista Internacional de Sociología nº 33
GUZMÁN GUERRERO, M., MARTINEZ NAVARRO, E., GARRIDO, F. Y NAVARRO YÁNEZ, C. (2001) Las bases sociales del desarrollo rural: una aproximación desde el capital social. Comunicación para el VII Congreso Español de Sociología. Salamanca. PÉREZ RUBIO, J.A. (1994): Formas de aproximación a la estructura social de Extremadura: burocratización, tercerización y clases medias. En Desarrollo Regional de Extremadura. Cámara Oficial de Comercio e Industria Cáceres PEREZ RUBIO, J.A. (1995): Yunteros, braceros y colonos. La política agraria en Extremadura. Servicio de Publicaciones del MAPA. Madrid
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PUTMAN, R. (1994). Para hacer que la democracia funcione: la experiencia italiana en descentralización administrativa. Editorial Galac. Caracas Venezuela SWEDBERG, R. Y SMELSER, N. Smelser (1994): Handbook of Economic Sociology. En GARRIDO F. E. y MOYANO, E. (2002): Capital Social y Desarrollo en zonas Rurales. RIS Revista Internacional de Sociología nº 33 septiembre-diciembre 67-96. WOOLCOCK, M. (1998): Social Capital and economic development: Toward a theoretical synthesis and policy framework. Theory and Society, nº 27 pp 151-208.
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nº 6 o t l e Su
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TÍO PEDRO Marcelino Alfonso Diosdado Hoy he conocido a tío Pedro. Nos presentó mi abuelo en el paseo. ¡Qué hombre es tío Pedro! Alto y seco. Tío Pedro sólo dejó una vez el campo, en sus años mozos, explica, cuando le llamaron a servir al Rey. Sabe mucho tío Pedro. Del tiempo y más. Cuándo va a llover, cuando hará calor. Y de otras cosas importantes. Pero habla poco. ¡Da un respeto!
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JUEGO, CULTURA E INFANCIA Juan Luis Rubio Mayoral Aquellos niños y sus maestros ordenados frente a la cámara fotográfica eran testigos de un mundo de ayer en el que sus juegos fueron bálsamo que atajó males, rescató sueños y eludió tragedias. Lo hacen con la parte del pretérito que compone la memoria más feliz, jovial y dichosa, pues la herencia de nuestra cultura está asociada a la infancia como reservorio de estímulos vitales que nutren el tiempo futuro. Sobre todo la que integra los mundos en que habita la imaginación, el ensueño y la invención que acompaña a cada nueva generación; aquella que permite recuperar nuestra identidad, dar cuenta de nuestro arraigo al lugar, a la tierra, al mundo del que fuimos habitantes. O sea, en este caso, a Cañamero.
El juego es parte de la cultura que también es juego, si bien más gozoso, pues es algo que se hace y practica para entretenerse, para divertirse. Se juega por un impulso congénito de imitación, para ejercitarse, para adquirir dominio de sí mismo, para entrar en competencia y sobre todo por el significado que tiene para el que juega. Como parte de la vida, su función
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biológica nos ayuda a crecer en pericia, a avispar la inteligencia y a aguzar el ingenio dando forma a la experiencia inmersa en un torbellino de emociones imborrables. El juego nos obliga a compartir si queremos participar de ellos en común. Es obligado hacerlo acatando y respetando las normas y reglas convenidas a que están sometidos. Muchas de ellas se han perdido al quedar su práctica abandonada a la intemperie del tiempo. De otros se mantiene su imagen estampada en papeles, tablas y lienzos donde el artista recogió los juegos que son testimonio de las formas en que la infancia se ha divertido desde antaño. Su complemento son aquellas obras que describen dan cuenta de sus reglas de las que también hallamos varias para Extremadura. Su espíritu servirá para poner alma y orden a estos de las Villuercas, de manera que si damos cuenta de la primera infancia, cuando eran más pequeños jugaban a «atajar la calle» agarrados de la mano formando una «carrefilera» a lo ancho, cantando a «Atajar la calle, que no pase nadie». Y a pillar y a dar el «pan y tomate para que no te escapes» que era el sortilegio que transformaba en cautivo a quien era alcanzado por quien la quedaba. Se trataba de atrapar al mayor número posible de jugadores antes de que pudieran salvarse al llegar a la marca que se establecía como «casa». También jugaban al «cortahilo» que era lo que unía en la imaginación a perseguidor y perseguido, que si era alcanzado le pasaba la vez transformándolo en perseguidor. Pero si alguien se cruzaba «cortando el hilo» ficticio que los unía le quitaba la vez, transformándose en el nuevo sujeto de persecución. A la «gallinita ciega», que empezaba por «dar la vez» o «dar la china» o «chinato» que era una piedra pequeña escondida en una mano y había que elegir «ahonde» estaba para ver quien la quedaba. Con los ojos tapados tenía que tratar de alcanzar a alguno de los que participaban. A veces se sorteaba al «Pinto, pinto, gorgorito» por el que cada sílaba de aquella retahíla era un turno que acababa con el «chin, pum, fuera». Se jugaba al «escondite» y quien tenía que buscar debía contar en alto hasta el número acordado lo más rápido posible para gritar al final «voy», advirtiendo así
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ESTUDIOS • Juego, cultura e infancia que abandonaba la «casa». Si veía a alguien tenía que correr de nuevo hasta el sito señalado como casa tocarlo y gritar «por» fulano, mengano o zutano, que habían sido descubiertos. Si alguno lograba llegar al lugar de partida antes que quien la guardaba y al tocar en el sitio establecido gritaba «casa», estaba salvado. Cuando pregunto a las mayores por los juegos de su infancia todas me remiten a la «comba», que se acompañaba del canto coral compuesto por aquella del barquero que no cobraba a las niñas bonitas. Claro que la avezada protagonista tenía bien aprendido el cantar. A la ida le decía que ni era bonita ni lo quería ser y a la vuelta que las niñas bonitas se echaban a perder. Por eso al ir y al volver le pagaba su dinero «como otra mujer». Aleccionadora. Pero también había un «cocherito, leré» que le «dijo anoche, leré» que si quería «leré», «montar en coche, leré». Como al barquero; al del coche, le dijo «con gran salero, no quiero coche que me mareo». Ante tanta proposición no es extraño que quisieran ser «tan altas como la luna». La letra decía que era para «ver los soldados de Cataluña» que estaban sirviendo al Rey y había una licencia, un Coronel, un puente, un anillo, un río y un tesoro. Luego estaban las de una reina «Berenguela» que, como era tan fina, se pintaba los colores con purpurina «trico, trico, tri» y tenía un perrito que le barría la casa «gui, gui, gui» y le lavaba los platos, «lairón, lairón, lairón». Un prodigio. En la parte práctica se situaba la de «Al ton pirulero» o «Antón pirulero» que también se jugaba en corro, y el que no atendía a su juego quedaba obligado a pagar una «prenda». Algún día habrá que poner orden en esta constelación de saberes cuyos destellos alcanzaron a guiar el porvenir. La infancia jovial que nutría aquellos espacios con juegos y canciones ponía el contrapunto a aquellas mujeres de ropas oscuras sentadas en corro que entradas en años compartían su tiempo en costuras, remiendos y soterrado cuchicheo de aquellos entreactos que eran altozanos y plazoletas para el caminante. En la época en que se recogían las mimbres, entre los meses de Mayo a Junio, al despojarlas de su cubierta sacaban unas largas tiras de corteza verde que ordenada y entretejida con pericia, las niñas lograban transformar en una
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cuerda natural. Entonces continuaban con sus corros animados por canciones de letras imposibles como el «esta bael señor, donga to, senta dito ensu, tejado, marama miau, miau, miau». En ella se daba cuenta de una singular muerte y resurrección felina origen del dicho de sus siete vidas. Se integraban también las del «corro de la patata» que prometía que comeríamos «ensalada», como los señores y «naranjitas y limones». Continuaba con «el patio de mi casa» que tenía la particularidad de mojarse como los demás, pero en el que había una muñeca vestida de azul con «su camiseta y su canesú» que con el agua se constipó y la tenían en la cama «con mucho dolor». Entonces venía el «que llueva que llueva la Virgen de la Cueva» que era el sortilegio para que cantaran lo pájaros, se levantaran las nubes y cayera un chaparrón de azúcar y turrón capaz de romper los cristales de la Estación, que así quedó. Para la cultura, el más fecundo de los juegos tiene el carácter de entretenerse juntos, competir, retar, presentar, hacer como, establecer reglas. El desenlace del juego es importante para quienes se incluyen en la esfera del juego y las aceptan. No obstante, además de ser un medio de diversión permite compartir, colaborar, aprender, mejorar e integrarse. Lo normal era hacerlo en espacios comunes para lo que cada una de las plazas, altozanos, portales, aceras, eras, carreteras, patios de escuela o terraplenes podrían servir. Pues cualquier sitio era susceptible de transformarse en lugar de juego. A medida que crecían era común competir en bandos enfrentados, en juegos donde había tensión e incertidumbre por el resultado, de ahí que a veces el afán por ganar acabara por transformar la disputa en reyerta. Aquello llegaba al extremo en las «pedreas» que eran esos encuentros a «pedruscazos» que se acometían entre bandas en la infancia. Piteras, chinchones, moratones y enfados irreconciliables acarreaba cada una de las descabelladas afrentas semejantes a las que debieron ensayar nuestros ancestros más primitivos. Se batallaba por barrios o por bandas y era normal que los del «Coto» se liaran a pedradas con los de «la Carretera» o los de «la Jarilla». Aficionado
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ESTUDIOS • Juego, cultura e infancia a las pedreas cuenta Santiago Ramón y Cajal en sus memorias que durante su infancia desarrolló para ellas una sutil habilidad de lanzar piedras y guijarros. Tal debió ser su pericia que escribió un tratado que tituló Estrategia lapidaria ilustrado con sus propios dibujos. Un escalón más abajo estaba la «Chiribicea» un juego colectivo practicado en espacio abierto, aunque limitado, que tenía como objeto hallar un cinturón que uno de los participantes, que hacía de «madre», elegido al azar, había escondido previamente sin que el resto pudiera ver dónde. Para hallarlo eran guiados por esta madre con indicaciones como «frío», «templado», «caliente» o «que te quemas» en función de la lejanía o proximidad del objeto. El que lo hallaba tenía la obligación de advertir del peligro que suponía para el resto por lo que gritaba de manera reiterada aquello de «chiribicea, cea, cea», a la vez que salía corriendo detrás de sus compañeros tratando de atizarles hasta que conseguían llegar al refugio donde gritaban la palabra «casa» para salvarse de los golpes. Era el que hacía de madre el que vigilaba el cumplimiento de las normas del juego y establecía quien había quedado protegido. En el siguiente turno el que había hallado el cinturón era el encargado de esconderlo y hacer de madre. Aunque se alcanzara algún acuerdo sobre aquellas partes de la anatomía en que no se podía pegar a posta, era habitual que el juego acabara en llantos y peleas pues, a cuenta de pasarlo bien y reírse, la «chiribicea» a veces se transformaba en un escarnio cuando alguno se ensañaba en exceso. Entre los juegos que necesitaban de algún complemento, además de la «comba», entre las niñas era común hacer uso de las latas vacías al transformarlas en «zancos» haciendo pasar una cuerda cuyos cabos se asían para mantenerlos pegados a los pies. También se practicaba con otros más altos de madera o se podía hacer un columpio con una soga doblada. Las clásicas «tabas» eran un juego incomprensible para los legos aunque eran manejadas con diligencia por las niñas mayores que entre otras cosas intercambiaban
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alfileres. Era complejo entender cómo unos huesos tan singulares podían servir para jugar, pues en ellos había llanos, hondos, picos y fondos. Jugaban con el «tejo» en el suelo a la «rayuela», o con el «óbolo» o el «boliche» y más tarde con el «yoyó», el «hula-hop» o las lesivas bolas «takataka» cuyo martilleo al rebotar entre sí, por la simetría del cabo que las unía a la anilla, hacía que el más leve error se transformara en cardenal. Los niños practicaban con los «peones» o jugaban a las «chapas». En este orden se situaría también el «aro», siendo la llanta de una rueda de bicicleta una de las versiones más optimizadas, sobre todo cuando la «guía» era de metal y se le aplicaba una curva apropiada al extremo para conducirla. Lo más sencillo y valioso era un palo por su capacidad de transformarse en espada, lanza o flecha de arco pero también en caballo, en cayado, en driver con que patear guijarros pues sus límites como herramienta quedaban acotados tan sólo por la imaginación. Conforme la infancia avanzaba y despuntaban los primeros atisbos de autonomía personal, era normal compartir tiempo y espacio con otros niños en juegos colectivos. Una parte de ellos eran comunes si bien ningún niño jugaba a las casitas y pocos saltaban a la comba pero menos jugaban a las gomas y a su vez pocas niñas lo hacían «a la piola», «a los bolindres» o «a al burro». Pensemos que si cogías una escoba u otro enser semejante y eras varón, corrías el riesgo de perder la «pilila». La mayor parte de aquellos juegos de niños eran activos, violentos y lesivos por lo que precisaban capacidad física, valor y resistencia al dolor y a las reprimendas en casa a cuenta de los rasguños y ropa para zurcir. Se jugaba a «la madre de los peligros» cuyo guía siempre era el más avezado, veloz y ágil del grupo. Era el líder que había que seguir en todas sus evoluciones hasta que se quedaba solo o se veía superado por alguien más hábil. En la parte contraria se jugaba a veces a la «gata paría» sentados en fila en el quicio de algún umbral donde uno se ponía de lado y apoyando sus pies contra la pared lateral ejercía toda su fuerza a fin de lograr que la presión acabara por hacer mella en los que resistían con valor entre la apretada fila.
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ESTUDIOS • Juego, cultura e infancia En su mayor parte estas prácticas eran heredadas de los mayores pues de forma progresiva habían sido trasladadas de generación en generación con escasas variaciones. En ellas la condición necesaria era respetar las reglas establecidas y cumplir las sanciones en el caso de hacer alguna trampa no permitida. Entre las innovaciones se introdujo una versión para deslizarse con habilidad y apremio por una cuesta a través de una «carrefilera». En los recreos de la Escuela aprovechábamos para hacerlo sentados sobre una tabla de eucalipto antes de que alimentara el hogar del horno de la panadería. Por otra parte, frente a la fuerza, la rapidez o destreza física despuntaban también los juegos de inventiva, memoria y agilidad mental. En algunos casos era necesario el ingenio y la capacidad para hallar solución a diversos problemas donde el conocimiento era la base. Entre los más apegados al medio se hallaban aquellos destinados a describir vegetales singulares o especies animales en la que los hijos de labradores eran los más avezados. Habría otro apartado para los juegos estacionales de carácter tribal como la celebración de las «lumbrinarias» el 18 de Marzo. La base era recoger ramón procedente de las podas realizadas para mejorar los olivos tras la recogida de aceitunas durante el invierno. En cada barrio comenzaban a apilarse junto a retamas y otras especies en montones que había que «tupir». En la «Plaza» lo hacían saltando sobre esa mullida masa desde el muro. Este era uno de los pasatiempos favoritos que formaba parte de los rituales previos a la fiesta de «las Candelas». Tras aquellos saltos lo que aguardaba en casa era tormenta cuando uno aparecía con algún descosido o con la ropa hecha trizas y cubiertos de arañazos y contusiones varias. Pero merecía la pena, no había mejor resorte que superara la elasticidad que con aquellos ejercicios se alcanzaba. Cuando al atardecer se prendía fuego a las «lumbrinarias» aparecían las «antorchas» que se hacían con un corcho redondeado unido a un mango de palo que permitía aplicarlo a las brasas para que adquiriera la pátina de color negro que servía de «tizón» para tratar de «tiznar la cara» a quienes se acercaban.
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En la primavera, cuando retornaban las cigüeñas a la torre, comenzaba el tiempo en el que era posible aventurarse a la búsqueda de nidos. Se hacía con sigilo, y algunas tardes tras acabar la escuela, se partía hacia el campo para tratar de hallar alguno no descubierto por los más sagaces. Había que mantener en secreto su ubicación y evitar que la madre aborreciera a las crías, como pasaba con los «gurriatos» y con otros polluelos. Tampoco podían criarse fuera de su cuidado por lo que no hacíamos más que llevar cuenta de su desarrollo desde «guajarretos» hasta «volandones». No obstante siempre eran difíciles de localizar y a veces peligrosa su exploración por lo que se buscaba la ayuda de los más experimentados. Uno de los juego mas complejos era identificar la especie propietaria una vez descritas las características de la nidada. Al igual que en la antigüedad los juegos formaban parte de las festividades porque constituían una parte lúdica, espontánea de la cultura. En Cañamero, junto con el Carnaval, las Candelas, los Quintos, el día del Bollo y la romería de Belén marcaban el universo de eventos singulares que remataban las fiestas de Santo Domingo en Agosto. Aunque desde la primera quincena de Julio la novena de Santa Ana entre la feligresía era un hito singular que marcaba su preludio. La infancia se cobijaba durante el rezo en la reconfortante penumbra de la Ermita donde algunos reclinatorios de engañosa apariencia invitaban a sentarse pero lo asombroso era que estaban acomodados para arrodillarse y orar. En Santo Domingo el tiempo de celebración se tornaba también competición, de manera que las carreras de burros, de sacos, la «tirasoga» o las distintas competiciones deportivas que se desarrollaban en torno al Pilón y en el Pantano, eran parte de una tradición común. El «tiro al plato» y los partidos de fútbol de «solteros» contra «casados» o en los del equipo del pueblo en modo Liverpool se celebraron primero en el campo de «la Jarilla» donde un mal pase podía mandar el balón a la «Arena» o a San Miguel. Luego el tiro se fue a las «Estaciones» y el futbol se hizo «futbito» y bajó a las Escuelas. Pero más allá de seguir dando cuenta de lo que seguro conocéis espero que al llegar aquí, si no habéis encontrado el juego, acertijo, la colección de cromos o sellos que faltan seguro que habréis recobrado un momento la infancia que es en realidad de lo que trata este trabajo.
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ESTUDIOS • Juego, cultura e infancia Para saber más Fernando Cortés Cortés (2013). Juegos infantiles de Extremadura. Revista de Estudios Extremeños, 69(3), 2209-2210. Bonifacio Gil (1949). Juegos Infantiles de Extremadura y su folklore musical. Revista Musical Chilena, 5(33), 18-39. Gemma Paz Dorado Murillo (2011). Una didáctica de juegos populares extremeños. EmásF: Revista Digital de Educación Física, (8), 32-48. Sergio Hernández de Soto, Salvador Rodríguez Becerra y Javier Marcos Arévalo (1988). Juegos infantiles de Extremadura. Mérida: Editora Regional de Extremadura.
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Suelto nº 7
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Vizuete Carrizosa y Juan Gutiérrez Casala (1986). Juegos populares extremeños. Cuadernos Populares nº 9. Editora Regional de Extremadura.
“Vaya un par”. Óleo sobre lienzo (70 x 100 cm), de José Bermudo Mateos (1853-1920) de Huertas de Ánimas (Trujillo)
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LA ERMITA DE NTRA. SRA. DE BELÉN José Antonio Ramos Rubio
(Fotografías del autor del artículo)
En un paraje idílico y devocional está la ermita de Ntra. Sra. de Belén, en dirección a Guadalupe y Alía, a 3 km del municipio, rodeada de un paraíso natural. El camino desde Cañamero a la ermita es una ruta de 3 km, muy enriquecedora por el entorno que nos envuelve partiendo Cañamero. Podemos tomar el camino de los molinos todo él discurriendo al lado del río Ruecas, en el cual se pueden ver los restos de los viejos molinos, o bien el camino natural hacia Guadalupe, descendiendo por el desfiladero del río, pudiendo disfrutar el agua cristalina y el bosque de alisos que lo cubre.
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ESTUDIOS • La ermita de Ntra. Sra. de Belén La ermita es obra de mampostería cuarcítica, refuerzos de sillería granítica recercando los vanos y ladrillo, de origen medieval, consistente en un precioso porche de madera en su exterior bajo el cual se encuentra la puerta de acceso al interior que se abre en arco de medio punto. Al exterior presenta varios contrafuertes del mismo material. La ermita ha sufrido varias reformas, la última practicada en el año 2007. En un lateral de la portada de acceso de los pies de la ermita, sobre una ventana, una inscripción nos facilita la fecha de una reforma mucho más antigua: ”AÑO DE 1734”. En el interior encontramos una nave única que se divide en tres tramos por arcos de ladrillo túmidos que apean en pilares prismáticos con esquinas achaflanadas. La nave se cubre con bóveda de cañón corrido rematada en ábside pentagonal cubierto con bóveda ojival decorada con pinturas al fresco barrocas, fechables a finales del siglo XVII, destacando elementos simbólicos como la luna, el sol, el árbol de la vida, la fuente, en cartelas dispuestas entre motivos vegetales. La bóveda de cañón del primer tramo de la nave posee otras pinturas de principios del siglo XVIII con motivos vegetales y geométricos, y angelotes que portan instrumentos musicales. Según el sacerdote y escritor Fernández Sánchez, estas pinturas fueron ejecutadas por artistas de la zona, procedentes de Zorita.
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En el presbiterio, un retablo ejecutado por el entallador de Villanueva de la Serena Francisco Escobar, según contrato del 18 de mayo de 1559 existente en el Archivo Municipal de Trujillo de protocolos notariales. Escribano García de Sanabria, legajo 1, fol. 85 vº, que alberga la imagen lignaria de Nuestra Señora de Belén, y a ambos lados del retablo hay dos imágenes barrocas de Santa Lucía y San Blas. Reforma de la imagen El profesor García Mogollón en Las Imágenes de la Virgen María en la provincia de Cáceres (1987, 57) nos dio a conocer unos interesantísimos datos escritos en un papel que había localizado el cura párroco D. José García García entre las vestiduras de la efigie, y publicado el 7 de julio de 1972 en una hoja volante impresa en El Noticiero de Cáceres. En dicho documento se cuenta que entre los días 17 y 24 de septiembre de 1757 se ejecutaron algunas reparaciones en la imagen y cómo era el ceremonial que se cumplía para el desplazamiento de la Patrona desde la ermita hasta el municipio y viceversa: En los diez y siete días del mes de septiembre año del Señor mil setecientos cinquenta y siete, gobernando la nave de la Santa Iglessia Nuestro Muy Santo Padre Benedicto Decimocuarto, reinando en España el Católico Rey Don Fernando el Sexto, siendo digno Obispo de este Obispado de Plasencia el Ilmo. Señor Don Pedro Gómez de la Torre, Cura Rector de esta parroquia de Señor Santo Domingo de esta Villa de Cañamero Don Joseph López Forezo, Don Julio Díez de Masa y Cabrera, Don Gabriel Gamino, Don Gerómino Sánchez Zazo, Don Francisco Garzía Mirasierra y Don Allonso Serrano, presbíteros en ella, se determinó, por dichos eclesiásticos, traer a dicha Villa la Santa Imagen de Nuestra Señora de Velén, que se benera en la iglesia tal güespeda, en su hermita (extramuros de dicha Villa) para reformar y disponer su ropa con méthodo más dezente y proporzionado, y retocar su Santíssimo Rostro y el de el Niño. Y habiendo dicha Santa Imagen estado con el secreto y dezenzia posible en casa del referido sacerdote Don Francisco Garzía Mirasierra, interim se retoca su Santísimo Rostro, y en cuyo día veinte y cuatro concurrieron los dichos sacerdotes a la referida cassa, vistieron a su Majestad, y a las onze de la noche la llebaron a la Iglesia, la pusieron
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ESTUDIOS • La ermita de Ntra. Sra. de Belén en dosel que se puso encima del tabernáculo, donde se colocó dicha Santa Imagen y se coloca siempre que se la trae a esta Villa en rogatiba, donde se la asiste con la decencia posible, cantándola las Misas, con los adornos más ricos que tiene dicha parroquia, y el veinte y cinco al amanecer tocaron todas las campanas, como que se alegraba el orbe de tener en su Iglesia la güespeda, a cuyo sonido concurrieron todos los vecinos a venerar la Sagrada Imagen, y a la hora de la Misa Mayor, echa la señal con las campanas, concurrió todos los vezinos de esta Villa, la que se cantó con la solemnidad que se acostumbra. Predicó al ofertorio el Sr. Cura anunciando al pueblo el motivo de haber traido la Santa Imagen, y que prosiguiesen todos los fieles en su veneración, pues se experimenta su alto patrocinio en las ocasiones que se ha traido a esta Villa, en las que siempre nos ha remediado enbiando los socorros que se la pidan; y que a las tres de la tarde del dicho día se llevaría a su Santa Casa con la solemnidad que otras veces, que es juntarse el pueblo en la Iglesia, salir en prozessión y cantando la letanía hasta la hermita, adonde van, y buelben muchos de penitenzia con cruces y otras tales; llegada a la hermita la prozessión se canta la Salve a Nuestra Señora y se buelbe a formar la prozessión; toman quatro sacerdotes las andas, y sacan la Santa Ymagen de su casa, luego la toman los quatro Regidores, y assí sucesivamente las personas más condecoradas desta Villa. Se viene cantando el Rosario hasta San Bartolomé, donde está prevenido el Yncensario, se Ynciensa a su Majestad y el Palio el que le cojen de sus varas los regidores, y debaxo del llega a la Yglesia. A las tres de la tarde se juntó, como he dicho, el pueblo. Se formó la prozessión, y en ombros de quatro sacerdotes sacaron la Santa Ymagen de la Yglesia la llebaron debaxo del Palio, yncensando otro delante hasta la hermita del Señor San Miguel, donde se arriba el Palio y yncensario, cogen la Santa Ymagen los rexidores y suzesibamente otras personas que han sido de justizia hasta llegar a su hermita donde se canta la Salbe a su Magestad, y se ofrezen todos los que concurren a ella por esclavos de María Santísima. Y yo el más humilde sierbo suyo firmo ésta de mi nombre Gerónimo Sánchez Zazo (rubricado).
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Por tanto, en el año 1757 se reunieron “con el secreto y decencia posible” seis presbíteros de nuestra parroquia para “reformar, disponer la ropa y retocar” la imagen de la Virgen de Belén. Talla gótica del siglo XV que desde entonces tiene el cuerpo mutilado: lleno de agujeros dejados por los clavos y cortado el brazo derecho desde el hombro (al Infante le falta el diestro y la mano izquierda) para poderla vestir. La escultura en madera de cedro policromada de Ntra. Sra. (38 x 11 x 6 cm) con el Niño (17 cm), es venerada como a su Patrona por los vecinos de la localidad. Se nos ofrece María en pie, sobre una peana hexagonal, sosteniendo al Niño con su brazo izquierdo. Tiene mutilado su brazo derecho (en donde llevaría, seguramente, la fruta esférica), al igual que el Niño. Tiene Ntra. Sra. una larga cabellera que se desliza por la espalda, ésta es lisa, presentando un ligero vaciado. Tanto la Virgen como el Niño, están coronados por una rudimentaria corona, que más parece un bonete, decorado con motivos en zig-zag. Los rostros de las imágenes están muy retocados, y los ojos, de
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ESTUDIOS • La ermita de Ntra. Sra. de Belén
cristal, les fueron añadidos en la restauración efectuada en el año 1757. La imagen está sobre elevada por una especie de miriñaque o candelero, tiene clavados seis listones que la unen a la peana, para darle mayor elevación, de tal manera que el conjunto produce un armazón cónica muy apropiada para moldear la indumentaria añadida. Viste Ntra. Sra. túnica de color verde que cae hasta los pies, dejando ver los zapatos de punta redonda, ceñida al cuerpo por un cíngulo. Presenta la túnica un pronunciado escote terminado en
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pico, característico de la moda de mediados del siglo XV, decorada con estofados dorados de tipo geométrico y vegetal. María se cubre con un manto de color rojo, presentando pliegues angulosos, típicos del estilo hispano-flamenco de la segunda mitad del siglo XV. El Niño viste túnica recortada de color azul celeste. Por estas características es por lo que consideramos que pueda tratarse de una obra de mediados del siglo XV, realizada seguramente por un artista local, anónimo. El camarín Tras el retablo que alberga a la Virgen de Belén, por unas angostas escaleras podemos acceder al camarín neomudéjar, de sección hexagonal, rematado en cúpula, lugar sagrado en el que se conservan en vitrinas obras de platería de donantes (como una corona donada por doña Ulpiana Pazos y doña Julita, floreros de plata donados por don Leocadio Pazos) y demás objetos pertenecientes a la Patrona, como un muestrario de vestidos de la Virgen, entre los que destacamos: traje verde, donado por doña Isabel Maldonado; traje bordado en color gris, donado por doña María del Carmen Alfonso Solano, a quien se debe la puerta de granito de la entrada, sustituyendo el ladrillo original; traje crema donado por doña Maribel Audije; traje donado por doña Antonia Belén Ferrera; traje rojo donado por doña Carolina Peromingo; traje reversible donado por doña Petra Calero; antiguo traje plateado de donante desconocido, restaurado; traje antiguo estampado plateado, donado por doña Ana María Pazos; traje azul donado por doña Rosa Huertas y don Máximo Peinado; traje dorado con flores de colores, donado por doña Francisca González; traje en color vino con velo y corona, donado por doña María Jesús Prieto (confeccionado por ella); traje de color morado y mantilla larga, donado por doña Sebastiana Montes Peloche y sus hijas Juana e Inés Cerezo; traje blanco roto, confeccionado y donado por doña Antonia Martín Calles, en honor a su nieta Noa Tejero Díaz; mantilla española donada por las hijas de don Miguel Maldonado; velo dorado corto, donado por doña Carolina Peromingo; paño de altar, donado por doña Ulpiana y Antonia Pazos; mantel de altar y paños donados por doña Mercedes Peinado; mantel de altar donado por doña Leónides Rubio; mantel de altar donado por las sobrinas de doña Magdalena Cantalejo; paño de altar tejido a malla dorado por doña Asunción Benito Trinidad.
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ESTUDIOS • La ermita de Ntra. Sra. de Belén
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Suelto nº 8
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Premios y medallas “Imposición de una cruz” de Beneficencia, el día de ayer al coadjutor de la parroquia de Cañamero Esteban Trejo Arcos, natural de Logrosán, por su colaboración en octubre de 1918 luchando contra la epidemia de gripe. También fueron condecorados dos médicos, el local, Juan Martín Cano (nacido en Guadalupe, casado en Cañamero con Ana Gil Gálvez y muerto en 1927) y otro enviado por la Diputación. (Ver en el periódico NUEVO DÍA, Año II Número 147, de 19.2.1927) El Secretario lee la concesión al alcalde Matías Rodríguez Pazos de la cruz de caballero de la Orden de Cisneros… por “méritos excepcionales, a su dinamismo y desvelos por la solución de los problemas locales y a su avanzada personalidad en el ámbito provincial.” Piden que “se le felicite efusivamente y se le entregue certificación de este acuerdo”. (Según Acta del Ayuntamiento de 7.8.63 con los 9 concejales presentes). La Orden de Cisneros fue establecida por Decreto de 8 de marzo de 1944 constituyendo el máximo galardón al mérito político que concedía el régimen del general Franco en fechas señaladas del régimen como eran el 1 de abril, el 18 de julio o el 1 de octubre. La Orden a pesar de que no se concede desde septiembre de 1977, parece que no ha sido suprimida ni reactivada su concesión siguiendo, anacrónicamente, todavía en vigor.
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AHORA ES HISTORIA Esteban Cortijo Parralejo Cuando inicié mi trabajo como profesor de filosofía (y latín e incluso, francés) en bachillerato, septiembre de 1977, también me matriculé en la Universidad Complutense de 4º curso en la Facultad de Ciencias de la Información y muy pronto, en diciembre de aquel año, aparecerá en el entonces Colegio Homologado Nuestra Señora del Consuelo de Logrosán una experiencia que tendría continuidad en mi vida profesional: el periódico escolar. O sea, una forma de llevar la realidad al aula ya que, sobre todo entonces, salir del aula a la calle no era lo más habitual. Recurro a unas líneas de presentación que añadí al volumen encuadernado en el que conservo la mayoría de estas publicaciones, firmado el 9 de junio de 1982. Escribía entonces que “No es este el momento más adecuado para extendernos sobre la importancia que actualmente se da a la prensa y a todas las actividades con ella relacionadas en los centros de enseñanza. Personalmente estoy convencido desde hace muchos años de que los docentes hemos de ir preparándonos para cambiar una enseñanza basada en los libros de texto a una enseñanza que se apoye cada día más en los medios de comunicación modernos, fundamentalmente audiovisuales,” no digamos nada hoy, junio de 2019, en los tiempos del imperio del móvil. Pero más allá del producto mismo –las revistas- “la eficacia formativa se encuentra en las horas de reuniones de grupo para formular encuestas, analizar resultados, encuadernar folios, distribuir los ejemplares, etc. En este sentido lo que hay que señalar es la falta de infraestructuras en los centros: no hay expositores de prensa de libre acceso, apenas bibliotecas ni salas de lectura, mientras que en máquinas de impresión o simple reproducción apenas se sale de la multicopista.” En esto sí hay mejoras, pero no sé si se logra una mayor participación y creatividad de profesores y alumnos.
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Historia • Prensa escolar Es sabido que cualquier actividad cultural se ha de enfrentar a obstáculos muy difíciles de sortear, pero tienen encanto esas dificultades “por proporcionar cierto primitivismo lleno de ingenuidad y de ilusión como yo he podido comprobar cuando tiempo después los mismos alumnos recuerdan su revista. A ellos va dedicado este recordatorio en el que se puede ver cómo lo que entonces era realidad en sus pueblos lo llevaban ellos al aula creando una auténtica comunidad de diálogo y creación literaria aun siendo pocos y dispersos los alumnos del colegio que pronto sería instituto Mario Roso de Luna. Noticias que destacamos ahora: LA ENCINA Dic 1977: “Felicitamos a Emilio y Choni por su matrimonio” (todos sabíamos de quienes se trataba). Editorial: en la que planteamos qué es la cultura pidiendo respuestas a esta pregunta y citando a precedentes de nuestra revista La Gaceta de las Villuercas, Nuestro Pueblo y Comarca. / Se presenta el claustro de profesores entre los cuales solo estábamos dos de fuera de Logrosán, Martín Montes, de Zorita y el que esto escribe, de Cañamero. Actividades del centro entre las que se indica que “En Cañamero tenemos el grupo de teatro Bachiller Gamino Sánchez”. En la Asociación de Padres de alumnos encontramos dos vocales de Cañamero: Fidencio Vaquero Córdoba y Bautista Jiménez Benito. / Apunte biográfico de Roso de Luna (quizás el primero que publiqué pues en noviembre de ese año había presentado la memoria de licenciatura) / En la página de Noticias (próximas elecciones, AREX se integra en UCD, aparece Comisiones Obreras, Campesinos Extremeños ganan elecciones a la “Hermandad”, jóvenes que se reúnen en distintos pueblos, et.). Entresacamos las que más se relacionan con Cañamero: ya ha empezado la construcción de cuatro unidades escolares, el asfaltado de las
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calles en vez de hacerlo en ayuntamiento lo hace la Cámara Agraria, la Cooperativa del Pan de Cañamero va “despacio, pero seguro”. Tienen espacio en esta publicación temas polémicos: “Guadalupe, ¿Toledo o Extremadura?” (Guadalupe Cordero), “Estamos cambiando, debemos cambiar” (Antonio Tejero Aparicio sobre el problema del teléfono y la movilización vecinal en Berzocana), “Logrosán, 1918” de María Calles y Mª José Masa sobre el crimen cometido en la iglesia por el párroco, José Bermejo Galindo, sobre el cuadjutor, Eugenio López Cerezo. “Extremadura: mañana puede ser verdad” sobre los problemas regionales escriben desde Zorita bajo el seudónimo de “Agencia Zorit”, y Paula Prados, desde Campo Lugar, sobre la agricultura en particular. Sobre el “Milenario del castellano”, Javier Díaz Redondo. Un poema desgarrado a Extremadura de Tomás Jiménez: “Tú que tiene gente joven / Inquieta, luchadora y tenaz / Que de nada te sirven / Tienen que emigrar”. Cierra Clara Ramos este primer número con “La beatlemanía hoy” con un encendido elogio (ya forman parte de la “historia” como tú pedías, Clara). Enero, 1978 Nº de prueba: 00 y precio-donativo: 25 ptas. Citas reivindicativas de Pedro de Lorenzo sobre Extremadura dirigidas contra el poder político y el eclesiástico en portada, con una nota que pide a quien le parezcan exageradas o revolucionarias las citas que lean el ABC del 1.12.1977. Y muy actuales, como esta: “Cuando los dioses nacían en Extremadura lo primero que tenían que hacer para ser dioses, era marcharse de Extremadura”. Clarificando la postura de la revista el Editorial escribe a modo de ideario principios que siguen siendo de actualidad que resumo aquí: 1) Define cultura como todo lo humano 2) La política incluida, por eso 3) La Encina publica todo lo que respete la normativa de prensa actual, 4) diferenciando lo que es informar de lo que es manipular, adoptando y citando 5) la revista previa –Comarca- que pretendía dar noticias y problemas “que
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Historia • Prensa escolar por ser de una de las comarcas más pobres y olvidadas nadie se interesa por ella”, 6) los que escriben así son de nuestro centro y aquí seguirán hasta los 18 o 19 años y termina, 7) “hemos de hacerla interesante para los habitantes de la comarca. Ellos precisan leer más que nosotros que estamos con libros todo el día. Por eso es nuestro propósito escribir para que lea la gente que nunca lee. Diciendo cosas de su pueblo y de sus mayores queremos romper esa pereza o –quizás mejor- ese desengaño que tantos años engordaron.” Aquel año, según la recopilación que hace Clara Ramos, los más ancianos de cada pueblo era: Alejandro Baños Martínez “Mostajero” (27.2.1892) y Aurelia ríos rodríguez (27.7.1882) en Guadalupe; Zacarías Juan Durán Retamar (1889) e Isabel Leiva Mirasierra (1883) en Cañamero; Alonso Rodríguez Rebollo (1881) y Dorotea Sánchez Serradilla (12.2.1883) en Berzocana; Juan José Pedro Roanes (4.4.1886) y Mª Rosa Gil Calzado (30.8.1878) en Logrosán; Urbano Gómez (1892) ha muerto justo ahora (1978) e Inés Fuentes (5.12.1895) en Zorita, y en Campo Lugar: Antonio Ibarra Sánchez (1888) y Julia Loro Peña (enero de 1887). Escriben también Mª Luisa Alpuente Manrique y, sobre todo, “Agencia Zorit” que entrevista a los fundadores del PSOE de su pueblo, y una carta que habrá que reproducir, dirigida al semanario Triunfo y publicada en el nº 772 de 12.11.1977. Hay 15 noticias breves de toda la comarca, destacamos las nuestras: el 31.12.1977 se inauguró una discoteca cuyo propietario es el mismo que el de la cafetería San Miguel, actualmente residente en Castilblanco; el 29.12.77 se celebró en Logrosán un acto cultural organizado por la asociación de Vecinos de Cañamero porque el único local apropiado del pueblo no lo permitió, actuando el poeta Manuel Pacheco, de reconocida fama nacional “y el joven cantautor cañamerano Juan Ángel.” / 24.1.78 tuvo lugar una asamblea muy breve de afiliados a CC.OO en la cafetería Ximénez y se repartieron carnés; la charca que tiene proyectada Icona en la Colonia va viento en popa en la administración a pesar de estar en contra los afectados; un anticipo de la Semana de Extremadura en la Escuela: “En Cañamero ha surgido la siguiente idea que señalamos como sugerencia: se trata de convocar una reunión o convivencia de todos aquellos trabajadores de la enseñanza vinculados con Extremadura. El lugar sería Cañamero, aunque habría actos en otros pueblos de la zona… Todo esto es mera sugerencia, pero nos gustaría recibir opiniones al respec-
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to.” Refranes, información deportiva, encuestas, transcripción de leyendas y versos de Lorenzo Fernández Cano. El equipo de redacción es: Guadalupe Cordero (Administración), Alfonsa Canas y Clara Ramos en Logrosán junto con Manuel García en Zorita (Mecanografía) J. Vicente Gómiz, J. Domingo Jiménez y J. Carlos Montes (Multicopiadora) y, por último, Esteban Cortijo, como coordinador. LA JARA Febrero 1978 Nº 000 Explica el editorial el cambio de cabecera al estar registrado un mes antes el de La encina en el Registro Nacional de Patentes y Marcas. Guadalupe Cordero trae la biografía de Ángel Marina con el poema “¿Por qué?”. A. Cruz Arranz y J. Vicente Gómiz a favor de la región (impreso en el reverso); el logrosaniego Filiberto Hoyo: “Apuntes para la historia de Logrosán” y Javier Díaz Redondo sobre “La cultura de masas. El periódico”. Muy interesante la crónica municipal de Logrosán por Clara Ramos y Alfonsa Canas que asisten a un pleno; violencia en el fútbol (Fulgencio Prieto), excursión al museo del Prado (Pedro R. Leza). Noticias de Guadalupe, Logrosán y Cañamero. En nuestro pueblo: este mes se inaugura la sede de CC.OO en carretera de Logrosán (Gral Franco); el mal tiempo impide reunión de la comisión de fiestas (Pascua y Sto. Domingo) que se aplaza al sábado 4 de marzo. “Aunque la asociación de vecinos ya está oficialmente legalizada inexplicablemente el gobierno civil ha prohibido que se reúna sin autorización previa.” Antonio Tejero Aparicio da la crónica de las próximas elecciones municipales en Berzocana; sobre “Teatro”, Piti Corella. Se facilita la forma de recibir por correo la revista… “Clapton” escribe sobre música. Incluyo nombres de extremeños que pedían un homenaje a Roso en 1917 y tres frases suyas.
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Historia • Prensa escolar Abril, 1978 Aparece ya el nº 4, no el 0000
Breve entrevista al alcalde de Cañamero Francisco Audije Broncano P: ¿Desde cuándo es usted alcalde de Cañamero?
- Creo recordar que fue el 12 de junio de 1975 aproximadamente.
P: ¿Nos puede decir cuál era el procedimiento tradicional para la elección de alcaldes en nuestros pueblos? - Las personas más representativas proponían al gobernador civil una terna acompañada de los méritos que consideraban idóneos para desempeñar el cargo y la máxima autoridad elegía al que consideraba más apropiado. Ya estamos a punto de las primeras elecciones libres y volveremos a entrevistarle, como se ve más adelante.
Además, en este nº 4 tenemos la biografía del Marqués del Socorro, por Agencia Zorit, poema de Mª Ángeles Corella a “Siete mi perro”; colaboración de Carlos Cordero Barroso “50 años de la coronación de la patrona de Extremadura”; entrevista al secretario de prensa y propaganda de CC.OO de Logrosán, José Canelada Torrejón, realizada por Alfonso Sanromán, Jacinto Fernández y Juan José Gil; Miguel Ruiz, de maestro en Bilbao, manda un recorte sobre las nucleares; Julián Esteban Serrano, desde Guadalupe, escribe unas escenas surrealistas sobre el viaducto y las vías del tren que nunca fue. Noticias de Cañamero: especial brillantez las fiestas de Pascua debido sobre todo al interés con que la comisión formada a partir de los alumnos del pueblo en el instituto de Logrosán se dedicó a ello. Concursos, cucaña, deportes, bailes antiguos el lunes por la noche y “cante bueno”. Bar de la comisión con canelones, tortillas, sardinas, chuletas, etc. Digno de resaltar es que siendo el presupuesto municipal 17.000 ptas, la comisión, después de todos los gastos dejó una cartilla con unas 15.000 ptas de superávit para las fiestas del verano.
Concentración (fin de semana después de Pascua) de alumnos en Mérida a la Semana de Extremadura en la Escuela; escrito de afectados y miembros de la Unión de Campesinos y 700 vecinos más al Pte. de la Diputación y al Dr. Provincial del Iryda en oposición a la construcción de una charca en la fuente de la Encina
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Nº 2 - 2019 Junio, 1978, Nº 5 Último del curso 77/78
Biografía de Gabriel y Galán por Clara Ramos y Consuelo Palacios; “Una forma de selección” (apuntes sobre la enseñanza en España) Mª Luisa Alpuente y María Masa; APA: sobre transporte y sala de estar-comedor para alumnos de fuera de Logrosán, “Prosa para la despedida” de Mª Carmen Blázquez; poesía de Marcelino Alfonso “por la espuela de su voz” y de Juan Diego, “Deseo”, en la misma página; segunda entrega de “Apuntes para la Historia de Logrosán” de Filiberto Hoyo; Cañamero es el único pueblo de la comarca donde han ganado las elecciones a la Cámara Agraria la candidatura de la Unión de Campesinos Extremeños. Curso 78/79: Nº 6 Navidad de 1978 Redacción: Agustín Rojas (dibujo) y Grupo NOUS, de Logrosán, Eduardo Tejero (Berzocana), Asun y Maika Cordero (Guadalupe), Katy, Claricia y Sandalio (Cañamero), a la máquina: Gregorio y J. Vicente. Coord y dirige: Esteban Cortijo. “Cuento de Navidad” de Carmen Blázquez, APA.
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Historia • Prensa escolar Nº 7 1979 Redacción de Luis Benito Velardo sobre la vuelta al pueblo después de un año en un internado; el mismo y Katy, sobre drogas. Piti Corella sobre el critiqueo en los pueblos, quizás por el teatro y danza que hacía ella con alumnos. Poca colaboración y breve. Nº 8 1979 Portada similar a la del libro Extremadura saqueada. Elecciones municipales de abril. Encuesta de conducta por psicólogas a los alumnos, premios de redacción. Ahora de Mª Luisa Alpuente (2º premio, el de Luis de Benito anterior era el primer premio). Chistes de Juan Carlos (“Música”), Katy Mª Masa, Alpuente, etc. Se da nombre de los encargados de la revista en cada curso. Hay muchos artículos. Resultados y comentarios a los resultados de las elecciones generales: en Cañamero entre PSOE y PCE tenían seis votos y UCD, 5. A la hora de elegir alcalde el resultado fue favorable a UCD. Conferencias sobre los problemas de Extremadura. “Por fin Cañamero tiene parque”, se arreglan los caminos de los lotes, el Coscorrón lo están repoblando de aucaliptus y en la Calle Castejón se ha instalado la Banca Sánchez con su nueva denominación de Banco de Extremadura, comprado por Rumasa a los antiguos dueños (informan Caty y Clari desde Cañamero) Nª 9 “La juventud no se divierte” de Yeya, Loli y Clari; carta a La Jara de Arsenio López Paniagua acerca de la educación padres – hijos. Asunción, APA, dos trabajos, “La guerra” y “Mi pueblo y Madroñera” de Victoria Campos; “¿Es verdad que hay vida después de la vida?” de Araceli Arroyo, comentario muy elogioso de las conferencias de Antonio Rivera, el profesor
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Nº 2 - 2019
Argumosa y el Dr. Jordán, psicólogo y sus experimentos colectivos. Versos en castúo de Lisa; “Humor” de Inés Leandro. Nº 10 fin de curso 78-79 sobre elecciones municipales de 3. abril. Entrevistas a alcaldes con las mismas preguntas para todos. Los entrevistadores fueron: Claricia en Cañamero, Juan Vicente en Zorita, Juan Carlos y fuentes en Guadalupe, Mª José y María Masa en Logrosán, Eduardo y Mª Luisa en Berzocana, Almudena en Alía. El de Castilblanco no trajo las respuestas a tiempo. Los primeros alcaldes democráticos de los pueblos que respondieron a la encuesta fueron: Luis Martínez (Alía), Pedo Casillas (Zorita), Antonio Hoyas (Logrosán), Rafael Peralta (Berzocana), Federico Calzado (Guadalupe), y Francisco Audije (Cañamero) de quien, por ser el nuestro, reproducimos sus respuestas: 1. ¿Le convencen los resultados de las elecciones municipales? 2. ¿Esperaba usted salir elegido? – Nunca. Yo puse mi dimisión para poder presentarme a las elecciones municipales y, una vez decidido a presentarme para la nueva corporación, no podía dudar a la hora de adoptar o no el cargo de alcalde. 3. ¿Considera positivo que los nuevos concejales hayan sido elegidos por los vecinos? ¿Considera a estos ahora mejor representados que antes? - Sí lo considero positivo porque han de responsabilizarse junto conmigo. Su representatividad creo que es igual, ya que antes a través de los cauces reglamentarios también estaban representados.
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Historia • Prensa escolar 4. Cree usted que solo la colaboración sincera y el respeto mutuo entre los concejales hará que nuestro pueblo sea cada día mejor? ¿Ha promovido algo al respecto? La consideración sincera y el respeto mutuo entre los concejales es la base del buen funcionamiento municipal. En todas las reuniones intento lograr el máximo de coordinación repartiendo responsabilidades y exigiendo respeto mutuo apartando ideologías. 5. ¿Cuáles son las próximas actividades a llevar a cabo? Lo primero es promover la construcción del embalse “Cancho del Fresno”. Segundo, continuar con mi tarea de mejorar todas las estructuras económicas, sociales y materiales de Cañamero. 6. ¿Considera usted interesante que todos los alcaldes de nuestra comarca se pusieran de acuerdo para sacar una revista en la que sacar acuerdos, bandos, resoluciones a modo del BOE? ¿Asistiría usted a una reunión comarcal para tratar este tema? Salvando las dificultades materiales que ello supondría, lo considero útil e interesante. Asistiría gustoso a la reunión para tratar de ello. (A esta pregunta respondieron afirmativamente todos los alcaldes encuestados) 7. ¿Tiene usted algo que decir a sus vecinos desde La Jara? A los vecinos, desde La Jara, los diría que espero su colaboración responsable y que me sepan perdonar si cometo en el desempeño de mi labor algún error, que siempre será involuntario. En este último número de Logrosán tenemos un largo y excelente poema “Con Platero” de Carmen, “El llanto de un rockero” de Dereck y un impreso para reserva de plaza en el instituto.
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Cañamero en blanco y negro FAENAS AGRÍCOLAS (1): LA TRILLA Pedro Alfonso Diosdado Desde los tiempos más remotos el hombre ha sentido la necesidad de capturar en imágenes los aspectos más relevantes de su vida. La pintura fue durante muchos siglos la única herramienta disponible, no obstante, muy pronto comienzan los pioneros de la luz y la óptica a experimentar y adentrarse en un mundo que conducirá con el tiempo a la captación e impresión de imágenes reales. Artemio de Trales en el año 555 ya teorizaba al respecto. Los laboratorios de alquimia de la edad media nos llevan hasta la cámara oscura en los intentos de diversos personajes de tan dilatada época de entender el comportamiento de la luz a su paso por diversas lentes y Leonardo da Vinci ya fue capaz de describir el fenómeno de la grabación de imágenes por medio de ella. Durante muchos siglos se siguió investigando sobre este fenómeno y la cámara oscura se convirtió en una técnica para ayudar al dibujo hasta el descubrimiento de los materiales fotosensibles. Podemos decir que la cámara fotográfica es uno de esos inventos de los que se conocían sus principios siglos antes de que la tecnología estuviera lista para poder fabricarla. En 1824 Nicéfore Niepce consigue la primera imagen fotográfica, en 1839 se inventa un procedimiento nuevo, el daguerrotipo que permite fijar las imágenes obtenidas por medio de una cámara oscura sobre una plancha metálica o vidrio, aunque permite obtener sólo un original, sin posibilidad de reproducir copia alguna, en 1888 Kodak saca la primera cámara con película enrollable. La primera fotografía en color fue obtenida por el físico James Clerk en 1861, antes se coloreaban a mano las imágenes obtenidas en blanco y negro y se seguiría haciendo mucho tiempo después.
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Historia • Cañamero en B/N - La trilla
El invento de las cámaras de fuelle alrededor de 1850 hace que aparezca un personaje nuevo por los caminos, el fotógrafo ambulante que, a lomos de caballería, traslada todo su voluminoso equipo de pueblo en pueblo buscando eventos donde rentabilizar su trabajo y ofreciéndolo a las familias pudientes, los únicos que en aquellas épocas podían pagarlo.
Conscientes de lo que el material fotográfico supone en la historia reciente de Cañamero y ante la realidad de que con la desaparición de nuestros paisanos más viejos desaparecía en muchos casos parte de esa historia en imágenes, en el año 1999 iniciamos un proceso de recuperación de fotografías en blanco y negro hechas en nuestro pueblo o en las que aparecieran nuestros paisanos por el mundo. Además de la campaña casa por casa, con el material recogido se hace una exposición anual en la casa de cultura que sirve a la vez de muestra y de reclamo para seguir recogiendo; en la actualidad, el archivo cuenta con una 3.000 fotos antiguas que son un reflejo de la vida de nuestros antecesores y de la evolución del pueblo y sus paisajes y
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que cuenta con una carga emotiva muy importante. En esta exposición estamos todos, están nuestros padres y abuelos y está sobre todo la evolución de nuestro pueblo en el largo camino hacia la modernidad. Todas las fotos del presente artículo proceden del material de esa exposición y muchas de ellas salieron de las cámaras de dos populares fotógrafos de nuestro pueblo: Kiko Cerros y sobre todo Esteban Cortijo Huertas (fotógrafo oficial durante muchos años). Sirvan estas líneas de recuerdo y agradecido homenaje, pues su trabajo es en gran parte uno de los mejores documentos para conocer nuestra historia reciente
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Historia • Cañamero en B/N - La trilla
En el sidecar, Francisco Cerro, Esteban Cortijo Huertas bailando
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Con la misma filosofía de aquella exposición no damos nombres ni muchas pistas de cada una de las imágenes para provocar en el lector el juego del descubrimiento. Hasta la entrada en producción de la Colonia Agrícola, Cañamero era un pueblo con pocos recursos y esto se traducía en la calidad de las construcciones. La mayoría de las casas estaban levantadas con piedra de pizarra, techadas a teja vana y carecían de chimenea (cosa que llamaba la atención de los viajeros que nos cruzaban camino de Guadalupe). Un zaguán empedrado daba paso a las distintas habitaciones de la casa en la que siempre había un lugar para los animales de labranza y la matanza. Destacaba alguna casa de las familias más pudientes o lo que quedaba de las viejas casas señoriales con raíces en torno a los siglos XV y XVI. El aspecto del pueblo cambió poco hasta los años 60 del siglo pasado, cuando el dinero de la emigración permitió a la mayoría dignificar su vivienda. En sus primeras épocas la fotografía era casi siempre de personas, no encontramos fotos que pretendan reflejar el aspecto del pueblo. El observador tendrá que hacer un esfuerzo para mirar más atrás de los personajes para ver esas viejas paredes de piedra con un ligero enlucido a veces, y las calles empedradas. La modernización necesaria acabó con la mayor parte de aquellas viejas casas de piedra pero se llevó también una buena parte de las casas señoriales con portadas de granito. El equipo del fotógrafo ambulante, además del propio material fotográfico, incluía algunos elementos para la ambientación de la fotografía. Un lienzo como decorado podía crear un ambiente tan elegante como repetido al tiempo que ocultaba el fondo de esas casas pobremente construidas; el caballo, bicicleta o moto que utilizaba como medio de transporte también se convertía con frecuencia en elemento de ambientación.
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Historia • Cañamero en B/N - La trilla
La fotografía nos deja una buena muestra de cómo era la vida de nuestros antepasados. La economía local estaba basada en la agricultura. La evolución ha hecho que desaparezcan muchos cultivos tradicionales y con ellos los oficios y labores que se relacionaban con ellos; la cestería de mimbre era básica para la recolección de muchos de los frutos del campo: cestas,
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banastas y “aguaeras” se confeccionaban con esa fibra natural, y en su época las calles se llenaban de grupos de vecinos pelando la mimbre, los niños ayudaban en la tarea con la esperanza de quedarse con las cáscaras que debidamente trenzadas se convertían en cuerdas para los tradicionales juegos de comba. Estas cuerdas se mantenían en recipientes con agua para que no se deshidrataran y eran durante semanas el elemento principal de los juegos de calle. La aparición del plástico se llevó para siempre esta artesanía y con ella, la imagen de los vecinos sentados en los resolanos ayudando en la tediosa tarea de la pela.
Pero sin duda una de las faenas agrícolas más retratadas y que ya sólo podemos volver a ver en los viejos papeles fotográficos es el trabajo en las eras. Era una tarea compleja que duraba muchos días y que estaba condicionada por las circunstancias del tiempo atmosférico; de su éxito dependía el bienestar familiar durante el año completo ya que el grano obtenido, además de proporcionar pan para la familia, junto con la paja, servía para el alimento del ganado. Segada la cosecha, los carros tirados por bestias llenaban los caminos llevando las gavillas hasta las eras particulares o comunales donde se repartía el
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Historia • Cañamero en B/N - La trilla trabajo y todos se ayudaban. Era un espectáculo el bamboleo de aquellos acentuado por los baches de los caminos y la tremenda “balumba” de las cargas.
Eran famosas muchas de esas eras: Los Cuatro palos, La Cañada, El Alisillo, La Estación, La Jarilla… y algunas de ellas sirvieron también como los primeros campos de futbol por su orografía idónea para la práctica de este deporte.
Era de” Los Cuatro Palos”, la más fotografiada por su proximidad a la carretera
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Amontonada la parva los cascos de los animales junto con las cuchillas del trillo se encargaban de desmenuzarla para separar el grano. Ese deslizar suave del trillo sobre la paja tenía un encanto especial para los niños que no dejaban de acudir a las eras con la esperanza de que les dejaran montar un rato. Después había que esperar un viento favorable que permitiera separar el grano de la paja aventándolo con horcas, palas o bieldos de madera. Era esencial que la paja quedara amontonada por lo que se interrumpía el trabajo con cada cambio de dirección del viento Separado el grano de la paja los carros volvían al bamboleo de los caminos, efecto ahora de las tremendas panzas que la paja prensada producía sobre la bar-
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Historia • Cañamero en B/N - La trilla dina. Una vez descargada la recogida era casi una fiesta de barrio en la que los niños volvían a tener protagonismo subiendo la paja hasta los antiguos “doblaos” que servían de almacén (pajares) sobre las cuadras de las caballerías.
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El grano, envasado en costales, viajaba a lomos de las mismas caballerías que lo trillaron hasta alguno de los muchos molinos que jalonaban ambas márgenes del rio Ruecas; allí las enormes piedras de grano giraban por efecto de la corriente para convertirlo en harina y el pago al molinero se hacía en especie. La maquila era el porcentaje que aquel se quedaba de cada molienda.
Perfectamente integrados en el paisaje, los viejos molinos forman parte de nuestro patrimonio desaparecido. Unas cuantas ruinas y alguna instalación transformada dan testimonio de su abundancia en el Ruecas.
TODAS LAS FOTOS PROCEDEN DE LA COLECCIÓN DEL AUTOR “CAÑAMERO EN BLANCO Y NEGRO” Las fotos de esta colección tienen como fin ilustrar publicaciones sobre Cañamero y se seguirán exponiendo periódicamente en la casa de cultura. Si quieres que tus fotos aparezcan en ella puedes ponerte en contacto (diosda1@hotmail.com)
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EL RELOJ DE LA TORRE Francisco Soriano y Antonio Audije Yo no sé lo que esperarás al empezar a leer este humilde relato, pero si insistes en continuar tu lectura a pesar de las mil alternativas mejores que tienes (una buena charla y unas cañas con tus amigos, el río, la Punta los Muros, la tele, un buen libro, etc.); si persistes y te quedas hasta su conclusión, te contaré el final de esta historia que surgió una noche del último verano, una vez pasadas las Caricatura de uno de los autores, fiestas de Santo Domingo y lejos ya del Antonio Audije bullicio de principios de agosto, cuando unos amigos disfrutábamos charlando, tratando de evocar algunos pasajes de nuestra niñez y juventud. ¡Qué rápido pasa el tiempo en Cañamero, cuando estás al fresco, disfrutando del calor humano de aquellos con los que compartiste tu infancia y mocedad! En aquella época, antes de que se nos nublaran los recuerdos y cambiara nuestra visión idílica de Cañamero “como tierra de promisión”, en los primeros años de nuestras vidas, antes de empezar a pensar que había que ser “algo” en la vida o en “ser útil” y mucho antes de que el miedo a un futuro incierto y el instinto de supervivencia nos incitaran a abandonarlo; vivíamos en un lugar mágico en el que todavía coexistían las brujas con las apariciones y hasta con fantasmas noctámbulos por algunas calles del pueblo. Ese era el sitio en el que vivíamos y en el que, al menos algunos, creíamos que estaríamos instalados per secula seculorum. Se me olvidaba decir que soy un hombre más bien viejo, como se decía antes de que esta expresión fuese denostada o considerada políticamente incorrecta. Se diga como se diga (el DNI lo cuenta todo). También quiero que sepáis que me he ganado la vida con el oficio de maestro, actividad a la
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que me dediqué cuarenta y cuatro años. La naturaleza de mi profesión es la que me ha dado la posibilidad de deambular, de aquí para allá, por diversos lugares de España y del extranjero, poniéndome en contacto con hombres y mujeres diversos; algunos de ellos cañameranos, emigrados temporalmente o a perpetuidad lejos de nuestra tierra. Asinque he podido compartir con algunos paisanos momentos muy gratificantes y emotivos ya que, todos y cada uno de ellos, tienen una biografía sugestiva e insólita, siempre llena de anécdotas que podrían ser interesantes; historias de las cuales nadie dirá nada cuando hayan desaparecido esas generaciones de la postguerra y de la transición a las que pertenecemos los que, por un motivo u otro, fuimos a buscarnos la vida lejos del terruño de Las Villuercas a partir del final de los 50 y en las décadas siguientes. Gracias a esa diáspora, los de Cañamero, en nuestro deambular por la vida, nunca andamos solos (“you’ll never walk alone” cantan los seguidores del Liverpool). Donde quiera que vayas, te encontrarás a un paisano al que podrás recurrir en caso de necesidad o con el que podrás compartir penas y alegrías. Debido a esto, podría rescatar algunas historias ante las que muchos esbozarían al menos una sonrisa y otros, dejándose llevar por la nostalgia, dejarían caer alguna lágrima para terminar con la sentencia que sostiene que “cualquier tiempo pasado fue mejor”; afirmación por otra parte fácil de refutar si entrásemos en detalles sobre la vida de aquellos años. Así pues, repasando anécdotas e historias de personajes populares de nuestro pueblo que me vienen a la cabeza, habría material para escribir un libro más gordo que los tomos juntos de la Enciclopedia Británica. Renunciando a una edición tan pretenciosa, que rebasa con creces las posibilidades de este nº 2 de la Revista de Cañamero, pasaré sin más a contaros un pasaje de la biografía de un amigo que, como otros muchos paisanos, tiene en su haber algunas anécdotas y muchas cualidades personales interesantes y singulares, todas ellas dignas de recordar. Pero antes de eso quiero aprovechar la ocasión para hacer una mención honorífica a: los autores del primer número, a su editor -mi amigo Esteban Cortijo- y todos los que apoyan y sustentan esta publicación, a la corporación municipal y a su alcalde, Felipe Cerro, cuyas vidas guarde Dios mucho tiempo.
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HISTORIA • El reloj de la torre La idea del tiempo de cualquier pueblo tiene mucho que ver con su cultura, tradiciones y, más aún, con los modelos de producción de cada momento histórico. La que tenemos ahora parte del comienzo de la industrialización y, sobre todo, de la aparición de los ferrocarriles; pero como a Cañamero no llegaron ni lo uno ni lo otro, algunos seguimos disfrutando del Neolítico algunas décadas más que otros congéneres de nuestra especie que no tuvieron la suerte de nacer aquí. A pesar de todo, a finales del siglo XIX, aquí también llegó aquella máquina de precisión que habría de marcar el ritmo de nuestras vidas: el reloj de la torre, un ingenio que tendría un papel protagonista en la vida de nuestro pueblo, antes de que muchos cañameranos se fueran para Madrid, Barcelona, Bilbao, Alemania, Francia, Suiza, Bélgica, Holanda…
Quico abraza a su madre en esta foto familiar
A todos ellos, quiero rendir un merecido homenaje personificado en Francisco Soriano, el protagonista de esta historia. Para los que, debido a vuestra juventud, no lo conozcáis, os diré que mi amigo Quico vivía en la Calle Real, en la misma casa donde su padre tenía su herrería, en la que él aprendió el oficio de su progenitor y empezó a interesarse por todas las cuestiones técnicas, relacionadas o no con su oficio originario, en cuyo desempeño siempre ha demostrado un talento portentoso que ha sido muy provechoso para su desarrollo personal y muy rentable para las empresas en las que ha
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desarrollado su vida profesional. Él era y es una cabeza bien amueblada y siempre ha demostrado una competencia fuera de lo normal para cualquier tarea que se le haya puesto por el camino; todo se le da bien y por eso pudo arreglarme mi SEAT 600 cuando caí con él desde la parte más alta del camino de la Jarilla hacia el río. No obstante no daré más detalles porque no me gusta caer en la adulación. Fue el verano del 2018 cuando, sentados al fresco, debajo de la parra de Grabiel, me contó que estaba indagando sobre el destino de la maquinaria decimonónica del reloj de La Torre (la pongo con mayúsculas porque nunca decimos que es la de la iglesia, pues no existe otra torre; es la única e irrepetible que hay en el pueblo). Conviene recordar aquí que hoy día los relojes forman parte de nuestro entorno cotidiano: cada cual tiene el suyo y no hay aparato o cachivache que no lleve acoplado un reloj. Pero a mediados del siglo pasado sólo unos cuantos privilegiados disponían de un reloj, de pulsera o de bolsillo, que podía considerarse un artículo de lujo. Por eso el reloj de La Torre tuvo un protagonismo especial, ya que sus latidos marcaron el ritmo de nuestra vida, atrapándonos al mismo tiempo con el sonido de la campana mayor del campanario, sobre la que golpeaba el martillo, única pieza de su maquinaria visible fuera del cuartito en que ésta estaba encerrada y protegida. Por aquella época las campanas de la iglesia marcaban las horas y las medias, el principio y el fin de las tareas cotidianas, y los grandes eventos civiles y religiosos: lo mismo tocaban a fuego que anunciaban la misa, la boda o el entierro. El resto de las citas se hacían con bandos de viva voz que voceaba tío Marciano, el pregonero del pueblo, que lo hacía con gran solemnidad y dedicación para el deleite de sus escuchantes. Con el viento a favor, las campanadas del reloj se podían oír a varios kilómetros de distancia, en el Carrascal o en la Colonia; distinguiéndose claramente de la bocina de la mina de Logrosán que también alcanzaba a esas zonas agrícolas y ganaderas, rompiendo con su sonido el susurro de las encinas, el canto de los “gurriatos volandones”, de las tórtolas y de toda la variedad de fauna doméstica o silvestre con la que convivíamos en las noches “a prao” o, de día, en las eras, a la sombra de las encinas y de los sombrajes, o dentro de las humildes casas de los lotes y en los chozos de los años de nuestra infancia.
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HISTORIA • El reloj de la torre El reloj y las campanas de la torre, indisolublemente unidos en su destino, acabaron con la intangibilidad del tiempo, y estuvieron siempre ahí recordándonos rítmicamente tanto nuestras obligaciones como las alegrías o las penas; midiendo la duración de todas las actividades, oficiales o privadas, y poniendo orden en todos los sucesos que ocurrían en el pueblo Los años pasaban por nosotros como habían pasado siempre y la vida del pueblo transcurría por la misma senda que a principios del siglo XX… y de los anteriores. La maquinaria del reloj marchaba y las campanas sonaban con parsimonia en aquella época. Ellas y su inseparable compañero, el reloj, marcaron el compas del pueblo hasta que aquel se paró. Muchos años después estábamos sentados en la terraza de El Porrucho, donde mi amigo Quico el Herrero había de recordar aquella tarde remota en que su padre le hizo entrar en el bar de tío Pedro Durán, situado en el altozano del cura, para subsanar un entuerto: el reloj de la torre estaba parado desde hacía años. Él, protagonista y autor de este relato, es el que nos lo contó y, finalmente, ante la insistencia de los presentes, accedió a escribirlo para que vosotros lo conocierais. Allí estábamos, una vez más, Quico, Mari Carmen (su mujer), nuestra amiga Fonsi Martín y yo, recordando a los amigos, algunos ya desaparecidos, con los que jugábamos y “nos peleábamos” dando vida a las populosas calles del pueblo hace más de medio siglo; tratando de recordar, sin ponernos de acuerdo a veces, las reglas y las letanías de juegos como: la jurria, la olla, chirivicea, la comba, la taba, …Era una noche plácida de verano cuando él nos contó su historia con el reloj
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El de la moto es Ángel Montes
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de la torre como coprotagonista y que, tras los ruegos de los presentes, accedió a escribir con las palabras que siguen: Esta es mi breve historia, dedicada a Pedro Martin como verdadero protagonista de este corto relato. En los años 50, y creo que hasta principios de los 60, frente a la iglesia había una carpintería en la que trabajaba el señor Pedro Martin junto a su hijo varón de mismo nombre. Entonces se trabajaba de una forma un poco más relajada, por lo que había algunos ratos libres para otras cosas. Tío Pedro El Carpintero, como le llamábamos los muchachos, dedicaba parte de este tiempo “de libre disposición” al reloj de la torre de la iglesia, ya que era su hobby. Por lo que sé, el subía al campanario y le daba cuerda, lo engrasaba y limpiaba. Allí pasaba muchos ratos mimándolo hasta que quedaba todo en su sitio. Como tantos paisanos en aquel tiempo, el señor Pedro tuvo que partir hacia Madrid en busca de una mejor calidad de vida para él y su familia por lo cual, a partir de aquel momento, el reloj quedó mudo y detenido en el tiempo, como entristecido por su soledad, por la ausencia de su amigo y custodio que le prodigaba todos los cuidados necesarios para su supervivencia.
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HISTORIA • El reloj de la torre Años después, cuando Pedro vuelve de vacaciones al pueblo y, como quien va a visitar a un viejo amigo, sube de nuevo al campanario, se lo encuentra sucio y abandonado. Inmediatamente se pone manos a la obra y, al cabo de un rato, el reloj vuelve a recuperar su vida, marcando de nuevo las horas y haciéndose oír por medio de las campanadas en cada una de ellas. Pero, pensó: “De poco servirá mi esfuerzo si, una vez acabadas las vacaciones, tengo que volver a Madrid dejando a mi reloj de nuevo en el abandono. Así se lamentaba Pedro en el bar de Pedro Durán junto al señor Paco -el del estanco-, el secretario del Ayuntamiento -entonces un tal Don Juan- y mi padre, Francisco Soriano -Quico el Herrero- que solían tomar su vinito al mediodía. Allí mi padre les habló de mí, diciendo que yo era un “prueba caldos”, y sugiriendo que posiblemente me gustaría la idea de continuar con el mantenimiento de aquel artilugio mecánico que había marcado el pulso de nuestro pueblo desde un tiempo inmemorial. Y así fue efectivamente. Allí decidieron que yo fuera con Pedro Martín al campanario, donde él habría de explicarme todo lo que era preciso saber para que el reloj recuperase su vida y función social. Allí arriba, junto a los yugos de madera que sujetan las campanas, contemplando El Castillo y la Jarilla, el Castañar de Santa Teresa, el Carrascal y la Dehesa, comenzó su breve y precisa explicación: - Mira esto es la rueda de escape y esta es su función: regular los segundos. Este el péndulo. Si aflojas esta tuerca, se hace más largo e irá más lento y, al revés, si la aprietas. Esta excéntrica controla las campanadas que debe dar en cada hora. Aquí está la cuerda del mecanismo del reloj y aquí la de las campanadas; estas son las cuerdas de cada una de las partes que, por su longitud considerables y el peso de las pesas, no resultan fácil de subir… Allí los dos, codo a codo, aprendiz y maestro; uno sin perder detalle, el otro tratando de transmitir toda su ciencia después de muchos años cuidando la salud de aquel ingenio. Ambos recibiendo su más íntima recompensa al escuchar de nuevo las campanadas horarias que se podían oír de nuevo en toda la comarca de Cañamero. El pueblo tenía de nuevo su marcapasos en marcha.
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Nº 2 - 2019 Yo debía tener cara de asombro pues me sentía fascinado al estar delante de una máquina que para mí, en aquel momento, era tecnología punta pues, aunque el reloj en cuestión tenía una fecha grabada de mil ochocientos y pico, en el pueblo en aquel momento no había máquinas mucho más complicadas. En el bar de tío Pedro Durán, los reunidos deciden darme un voto de confianza y probar si yo era capaz de llevar a cabo aquel trabajo, al mismo tiempo que me asignan una paga de cinco pesetas diarias. Así, cada mes, yo acudía al ayuntamiento, con un recibo hecho a mano, lógicamente, para cobrar mis 150 pts. Periódicamente, el señor Paco, el del estanco, que era quien me pagaba en el ayuntamiento, me solía preguntar: - ¿No has tenido ningún problema este mes con el reloj? - Pues sí, mire usted, pero lo solucioné con un muelle o le hice tal o cual cosa. - Pero eso debes cobrarlo aparte pues es un trabajo extra. Me decía él sabedor de que mi salario por aquella tarea era muy exiguo. Así que, de higos a peras, ante su insistencia, yo hacía una factura, creo recordar, de 30 o 50 pts. Y de esta manera mi bienhechor intentaba arreglar mi precaria economía, cosa que yo le agradecía enormemente. No recuerdo bien las fechas en las que estuve con este trabajo. Diría que unos 7-8 años: del año 1966 hasta 1972. Pero como todas las historias se repiten en esta vida, a mí, al igual que a tío Pedro Martín, también me tocó salir del pueblo; yo con destino a Bilbao. Así que de nuevo nuestro querido reloj quedó enmudecido y marcando la hora de las seis menos cuarto. Yo no solía estar mucho tiempo en el pueblo en vacaciones pues, inmediatamente después de salir de él, tuve que hacer el servicio militar; pero, siempre que regresaba, me planteaba la posibilidad de ponerlo de nuevo en marcha ¿Pero quién se encargaría de mantenerlo y darle cuerda? –me preguntaba. Yo no veía entusiasmo en ningún chaval para hacerlo. Mis dos hijos
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HISTORIA • El reloj de la torre ya habían nacido (1979 y 1983). El reloj se había parado a las seis menos cuarto de no recuerdo qué año, ni sé el motivo ni la fecha en que dejó de sonar, aunque me consta que, años después de su parada, su maquinaria estaba intacta y aún seguía en su sitio. Este verano de 2018 Alfonsa Martin, la hija del señor Pedro Martin, y Antonio Audije me invitan a que escriba mi pequeña historia del reloj y así lo hago esperando que sirva de distracción para algunos. Cuando me han convencido de ello, me he dirigido al ayuntamiento para saber si su maquinaria aún está en su sitio, pero lo que me dicen no me alegra en absoluto pues parece ser que, hace años, se lo llevaron para reparar, nadie sabe dónde, y “desapareció”. Triste final para una joya de la mecánica de Cañamero. Espero que en el mejor de los casos esté en un museo y que no le haya ocurrido lo peor yendo a parar a la chatarra. Y, colorín colorado, así se apagó el latido del corazón del pueblo. El “pozo” de la torre dejó de sentir el paso de las pesas en su eterna subida y bajada para dar vida a aquella máquina portentosa; las agujas de la esfera se pararon en una hora cualquiera, el martillo dejó de aporrear la “campana gorda”; los engranajes de la maquinaria, oculta en su habitáculo, dejaron de dar vueltas. Los mícales ya no revoloteaban alrededor de la torre, las aguas de Valbellío se emporcaron, los lagartos ya no se veían por ninguna parte y las langostas empezaron apoderarse de las cosechas, a pesar de la estrecha vigilancia a la que las sometía nuestro amigo Ángel Montes convertido en aquella época en mi héroe preferido, montado en su moto dispuesto a señalar a los pilotos los lugares en que debían echar sus pesticidas sobre aquellas plagas de Egipto que no había forma de mantener a raya.
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Nº 2 - 2019
Uno de los tertulianos, con los que compartimos terraza, mientras hablamos de estas y otras cosas, me recuerda a voces: “¡Hablando de plagas! ¡A ver si se os va a olvidar lo de las minas a cielo abierto!” Fue al final de los 60, cuando el veneno se introdujo en los prados, en las siembras y, de ellos, a la cadena trófica. Los montes empezaron a vaciarse de aves y reptiles huyendo del veneno del progreso. Fue también por entonces cuando gran parte de nuestra juventud fue alejándose del pueblo que, poco a poco, fue perdiendo población y vitalidad. Al mismo tiempo se empezaron a llenar, hasta la saturación, “las colmenas” de las grandes ciudades y de las zonas industrializadas, a las que acudían los que trataban de buscar otra vida, lejos de las penurias del campo y del jornal, para proporcionar una vida mejor a sus familias, emulando a sus paisanos, los conquistadores de otra época, llevando a cabo también auténticas epopeyas, nunca escritas, lejos de su patria chica. Todo empezó coincidiendo con la parada del reloj de la torre. Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así. Antes de despedirnos de vosotros, amables y pacientes lectores, los que hemos escrito este humilde relato, os pedimos que nos permitáis deciros que si, por “un casual” os hubiera interesado lo suficiente para despertar vuestra curiosidad sobre el final del recorrido vital del reloj y de su devenir tras el abandono del trono que ocupó en lo más alto de La Torre, o sobre cómo será su existencia actual sin una audiencia tan sensible y expectante de su melodía; sólo podemos deciros que compartimos totalmente vuestra curiosidad, pero que, después de las gestiones realizadas ante distintas jerarquías civiles y religiosas, nosotros nos sentimos incapaces de satisfacer vuestra curiosidad. Por último no queremos ocultar que nos resulta difícil sustraernos a la tentación de divulgar un rumor procedente de fuentes, no siempre bien informadas, que llegó a nuestros oídos mientras estábamos sentados en uno de los mentideros de la villa. Nuestro informante, que por razones obvias mantendremos de momento en el anonimato, creía poder explicar de manera convincente cuál había sido el final de la maquinaria perdida.
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HISTORIA • El reloj de la torre Resultaría superfluo continuar esta historia ya que la imaginación y las sesudas aportaciones de los tertulianos de las terrazas y de las sillas “al fresco” de la noche, que serán siempre bienvenidas, podrán ponerle el final que mejor le cuadre. En la orilla del río, a la hora de las cañas, en los altozanos, en los zaguanes de las casas, o en los mentideros de la villa, vosotros podréis suplir con creces la posible torpeza de los autores de este relato, profundizando y resolviendo de una vez por todas el misterio sobre el destino último de las entrañas del reloj y de muchas más cosas que ocurrieron en otros tiempos.
Pedro Martín y su esposa
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EL VIEJO CINE Pedro Pazos ¡Luz que agoniza! ¡Porqué te vi llorar! ¡Lo que fue de la Dolores! ¡Un hombre de negocios!…
Todos los muchachos del gallinero, y los que estaban sentados en las tres filas de banquetas sin respaldo pegadas a la pantalla, repasábamos voz en grito los títulos de los carteles que decoraban las paredes del viejo cine. Recitábamos esa retahíla, adornada con un monótono soniquete, antes de que empezara el NODO y en los descansos para el cambio de rollo. Le dábamos todas las vueltas que hiciera falta hasta que los que estaban apostados mirando por el ventanuco de la cabina daban el grito de alarma: - ¡Ya está colorao! Eso significaba que Miguel había instalado la bobina, había enfilado la cinta por todos los vericuetos de pequeños rodillos, había cerrado la carcasa del proyector, había activado el arco voltaico y estaba comprobado por la mirilla de vidrio tintado que todo iba bien allí dentro. Entonces era cuando su cara adquiría un tinte rojizo, y, zas!, retiraba la tapadera del foco para que un potente chorro de luz saliera en busca de la pantalla. El bullicio cesaba de golpe y como por arte de magia surgía un mundo nuevo, lejano y sugerente. Ahora me doy cuenta de que los muchachos de entonces teníamos un estatuto especial en virtud del cual las personas mayores respetaban el barullo que pudiéramos armar en cualquier lugar y circunstancia. Incluso se
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HISTORIA • El viejo cine retiraban con sus sillas o butacas pegadas al culo si estaban tomando el fresco en la calle y veían marchar al encuentro las tropas de dos barrios rivales dispuestos a romperse la cabeza. ¡Que se maten! Era una especie de respeto por la barbarie. En el propio gallinero se armaban peleas frecuentes pero nunca subía una persona mayor a poner orden. ¡Cuando ruge la marabunta! ¡A mi la legión! ¡Mi mula Francis! ¡Flecha rota! … A veces cambiaba el argumento del coro. Como cuando Agapita viajó a Madrid en una especie de descubierta exploratoria del campo de la emigración, que a no tardar se haría masiva. A su vuelta tuvo la desafortunada ocurrencia de declarar después del FIN: - “No me ha gustado nada. Ha sido un tostón”! Así, con todas las letras. En un principio el personal quedó desconcertado. Pero reaccionó pronto y le devolvió la frasecita con música incluida: Agapita ha dicho que “ha sido un tostón”, Agapita chi chi!, Agapita cho cho! Esa nueva cantinela la entonábamos sobre todo al final de la función, cuando se encendía la luz y el público abandonaba la sala por las escaleras que bajaban al patio, y enfilaba el largo pasillo de la casa de los Maldonado.
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Agapita dio en escaparse antes del final. Luego dejó de ir al cine. Finalmente emigró a Madrid y cesaron los cantos. Sacarle a alguien un cantar era una forma de acoso cruel y despiadado. En otras [in]culturas esa bellaquería se expresa publicando afiches, opúsculos y panfletos injuriosos, o desatando campañas de prensa amarilla. En aquel tiempo el instrumento era el cantar de los niños. Muchas veces, aprovechando cualquier metedura de pata, o incluso sin motivo manifiesto, quizás para entrenarse, los muchachos rodeaban a uno de ellos y cantaban sin parar: “Aburrirle la calavera, zapatos blancos medias de seda”. Vete tu a saber lo que eso significaba. La víctima se revolvía, intentaba pegar a los otros, lo que les excitaba más, lloraba, y acababa yéndose a su casa. Quizás fuera una manera que tenía el grupo de demostrar su poder, y era un aviso para cada uno de sus miembros de que más le valía mantener la disciplina y la complicidad. Esa especie de solidaridad de bribones se manifestaba también cuando de improviso alguno le arrebataba la boina a otro y entonaba el grito de guerra: .- ¡Bureo, que es mía! - Y se la pasaba a otro cuando el afectado iba a por ella. Y así de uno en otro. ¡Bureo! ¡Bureo! Hubiera resultado inaudito que alguno decidiera por su cuenta parar el juego y entregar la gorra al interfecto antes de su completa rendición. ¡Pequeñeces! ¡Botón de ancla! ¡La máscara de hierro! ¡El alcalde de Zalamea! … A esta cantinela se unían esporádicamente los jóvenes de ambos sexos que habían alcanzado el estatus de patio de
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HISTORIA • El viejo cine butacas por el procedimiento de pagar una peseta en lugar del real que costaba el gallinero. Sin embargo poco a poco se iban desentendiendo de ese juego de críos ocupados como estaban en dirimir los asuntos que surgían del contacto entre géneros a la luz de nuevos ingredientes hormonales. No era solamente una cuestión de capacidad económica. En realidad hubiera sido una excentricidad que un mocoso se sentara en una butaca numerada. El gallinero era más divertido. Más que butacas eran bancos de madera corridos con respaldo, y las localidades separadas por unos listones que hacían de reposa-brazos. Algunas estaban reservadas de modo permanente y dos de ellas, más anchas, eran propiedad de Inés Montes y de Antonia Pazos, que, a las claras, no hubieran cabido en un asiento normal. El suelo de la sala también era de madera, así como toda la estructura del gallinero. Por otro lado, la pantalla era una lona blanca enmarcada en negro, cosida con cuerdas a un bastidor armado con palos de castaño. Quizás fueran esas las razones por la que, !no fuera a ser!, un día vimos a Santiago en el patio atareado escribiendo algo con pintura negra en una tira ancha de papel de estraza que estaba extendida sobre una mesa. Eran letras mayúsculas grandes y llevaba ya hechas las tres primeras: P, R, O... los que sabíamos leímos “pro” - Voy a poner PROHIBIDO FUMAR ¿Qué letra viene ahora, muchachos?- Preguntó Santiago. Callamos todos menos Jacinto Sánchez, que dijo: - Una hache. - Eso es – Y Santiago la puso. Así es como yo descubrí la hache mayúscula. Desde entonces siempre la he asociado al tabaco. De ese modo cuando el cartel estuvo puesto en la pared, por encima de las carteleras, lo mirábamos con orgullo, como algo propio. Así que cuando,
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Nº 2 - 2019 a pesar de todo, algunos hombres encendían un cigarro, sentíamos que nos ofendían a nosotros mismos. Pronto el cartel pasó a formar parte de la letanía: ¡Morena Clara! ¡El tesoro de Tarzán! ¡Prohibido fumar! ¡Esa voz es una mina! Los rollos de cintas llegaban dos o tres días antes, metidos en un saco de lona, en la baca de la “viajera” de Madrid, o la Donbenitense o la Sepulvedana, por otros nombres.
El cobrador los descargaba con bastante descuido a nuestro entender y se los entregaba a Matías Lobino que los llevaba sin demora hasta la casa de tío Juan Maldonado, en la calle Real, donde estaba el cine. Tío Juan era el padre de Miguel y de Santiago, y se solía enterar con antelación de la película que iba a venir. Él nos lo filtraba en secreto a los muchachos, que era la manera más segura de que se enterara todo el mundo. Podía ser de guerra, del oeste, de espadas, de risa…... Todas esas eran buenas aunque a tío Juan las que más le gustaba anunciar eran las de toros. Esas las sabía con varias semanas de antelación. - !Pronto viene una de toros¡- Nos decía, y la cara se le iluminaba. - Bueno, vale, de toros.
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HISTORIA • El viejo cine Pero las peor recibidas eran las de amor. - ¡Qué mierda, de amor! Era como tirar dos semanas a la basura. Porque los muchachos, además de anticipar la acción de la película anunciada, nos pasábamos la semana siguiente reinterpretando los pasajes más sobresalientes de la película del domingo anterior. Si era de espadas, todos con las espadas de palo: - Entonces viene el Zorro y zis, zas! Te hace la señal! - ¡Uno para todos y todos para uno! Si era de pistolas, todos con una de madera o con un trozo curvo de una rama: - Ríndete traidor, estás rodeado! Pam! Pam! - ¡Antes morir que perder la vida! Y así sucesivamente con arcos, flechas, lanzas, cañones, bombarderos, etcétera. Incluso las de toros nos hacían estar dando pases una semana entera. Pero con las que no se podía era con las de amor ¿Cómo se manejaba eso? Sea lo que fuere, cuando en la pantalla salía un beso que se le había escapado a la censura, se armaba un gran concierto de silbidos, acompañados del grito de guerra: ¡Bureo! ¡Bureo! ¡Los tres mosqueteros! ¡Currito de la cruz! ¡Agustina de Aragón! ¡Lo que el viento se llevó! El cine era el domingo por la tarde, aunque también había una sesión el sábado por la noche. Lo que ocurre es que a esa sesión iban solo las personas mayores y a los muchachos nos parecía algo clandestino y pecaminoso.
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Con el tiempo asocié la fila de personas que se dirigían al cine en la noche con los concurrentes a una celebración en una logia masónica. Miguel y Santiago eran cazadores, lo cual introducía un elemento de emoción a las tardes dominicales. Si se acercaba la hora de la sesión y ellos no habían vuelto de la partida un clima de tensión se extendía por el pueblo. Cuando por fin aparecían por San Miguel, los muchachos, a carrera tendida, extendían el clamor: - Ya vienen ! Ya vienen! Todavía les veo bajar por medio de la calle Real con gesto altivo y paso apresurado, bamboleando las perdices y conejos que llevaban colgadas del cinturón; con las cananas en torno a las caderas y las escopetas terciadas a la espalda. La gente se asomaba a las puertas de sus casas y les saludaba. Era la imagen perfecta de un paseo triunfal. Ya en casa, Miguel corría hasta la cabina y Santiago, aún con las cartucheras, se instalaba en la puerta para recoger las entradas. La función iba a empezar. ¡Balarrasa! ¡La señora de Fátima! ¡No estamos solos! ¡El lobo de Malveneur! El domingo por la mañana Don Filomeno, el cura, fijaba en la puerta de la iglesia un cartelito con la “calificación moral” de la película que se iba a proyectar por la tarde. Con su explicación:
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HISTORIA • El viejo cine
1: para todos los públicos. Blanca, decíamos.
2: para jóvenes de más de 12 años. Azul.
3: para mayores de 21 años. Rosa 3R: para mayores con reparos. Roja 4: gravemente peligrosa. Negra Nunca llegó una negra, aunque siempre la esperamos con una mezcla de morbo y temor. De todas formas Don Filomeno obligaba a Miguel a pasarles en visión previa a él y al cura de Berzocana las películas que en principio consideraba dudosas. A la mínima Don Filomeno decía: .- ¡Corta eso!………. ¡Eso también! El de Berzocana era más tolerante y a veces intervenía: .- Puñeta! Deja algo pa la gente! Pero sin mucho éxito. Sea debido a los efectos protectores de esa censura adicional o a que la conciencia de la gente tenía otros mecanismos, había cierta laxitud a la hora de cumplir con las recomendaciones de la Iglesia. El límite para los niños venía a ser de hecho el 3R. Sin embargo mi padre era más estricto y teníamos prohibido ir a películas de 3. El acuerdo transaccional era que, en ese caso, solamente veíamos el NODO. Así que pagábamos una perra gorda y nos salíamos cuando empezaban “las letras” de la película. Mirábamos con envidia a los amigos que se quedaban a participar en esa asamblea infernal que les abocaría sin remedio al fuego eterno. Con frecuencia los muchachos del barrio dábamos la vuelta por el Coto hasta las traseras del cine. Nos pegábamos a la pared de piedra seca que
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Nº 2 - 2019 quedaba detrás de la pantalla y nos poníamos a descifrar los sonidos que nos llegaban. La imaginación hacía el resto. ¡Malvaloca! ¡La Lola se va a los puertos! ¡Locura de amor! ¡La niña de la venta! También el domingo por la mañana se abría la venta anticipada de entradas. Francisca y Ramona, las mujeres de Santiago y Miguel, se acomodaban en la mesa camilla de la sala e iban despachando las localidades numeradas de Preferencia o las de General que no estaban numeradas. La misma camilla se instalaba en el zaguán de la casa para la venta antes de la función. A los niños no se les daba ningún tique, pagaban su real, o entregaban un huevo, y entraban. En verano la enredadera del patio se engalanaba con las cáscaras de esos huevos, ensartadas en los brotes. Durante una temporada Patrocinio y yo, que éramos del barrio, frecuentamos la casa de los Maldonados para ir a jugar con Santi, el hijo de Francisca y Santiago.
Nuestra intención secreta era coger suficiente confianza para entrar en el cine sin pagar. Santi era tres o cuatro años más niño que nosotros y le cargábamos a repatajones y echábamos carreras con él a cuestas. Le montábamos en la sillita de la reina y dábamos vueltas por toda la casa con ostentación. Se lo pasaba bastante bien con nosotros pero, ¡ay!, nunca conseguimos nuestro propósito. Aunque, eso sí, Miguel nos dejaba observar desde la puerta de la cabina cuando el lunes por la mañana él rebobinaba los rollos y
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HISTORIA • El viejo cine reparaba los cortes, si había habido alguno, o reinsertaba los tramos que la censura local de los curas le había hecho eliminar. Cuando Miguel se descuidaba recogíamos del suelo los fotogramas que descartaba y luego presumíamos por el pueblo enseñando a los muchachos cómo se veían al trasluz las escenas de la película. Una vez Miguel se lió con los rollos y puso el dos antes que el uno con lo que la audiencia se vio sometida a un ejercicio brutal de flash back. Era tal el respeto que infundían las imágenes que nadie dijo nada y todos aguantamos el chaparrón casi asumiendo como una carencia propia la falta de comprensión. Por fin en el tercer rollo todo empezó a encajar. Cuando llegó el FIN la historia quedó completa y recompuesta, como si se hubiera visto de corrido. ¡Marcelino pan y vino! ¡Recluta con niño! ¡El prisionero de Zenda! ¡Solo ante el peligro! … En la esquina del bar de tío Pedro, enfrente del comercio de tío Florentino, en la plazuela de la casa parroquial, se colgaban los cuatro o seis fotogramas en cartón duro que habían venido con la película y un encerado en el que Santiago había dibujado primorosamente con tiza de colores el título y los datos más relevantes. En los descansos los hombres y los muchachos salíamos al corral que había en la parte de atrás. Era el momento de hablar de unas cosas y de otras. De cómo estaba viniendo el año o de algún acontecimiento. Aunque no había muchos; al menos de los que se pudiera hablar en público. Los muchachos escuchábamos con interés las conversaciones de los mayores y nos asombrábamos de las hazañas que contaban los mozos como cuando Jacinto Madroñero dijo que había bajado toda la cuesta de Puertollano sin tocar ni una sola vez el freno de la bicicleta. Sí, claro, la carretera era de tierra. Sin embargo en primavera hacíamos causa aparte para compartir la información de los nidos que nos sabíamos, con cuidado de no revelar su ubi-
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cación ni su estado: haciendo, poniendo, engorando, en guajarreta, en pelos malos, encañonaos, emplumaos, volandones … También transmitíamos nuestros conocimientos, como que no se puede hablar de un nido delante del fuego porque se lo comen las hormigas, ni delante del agua corriente porque se lo come una culebra. Otro asunto recurrente era porfiar en quien mandaba más, el papa o Franco. O qué animal era el que más podía. Uno que el león, otro que el tigre, que el elefante, etc, y cada cual argumentaba su postura. Cuando llegábamos a los pájaros no había duda: Todos nos pedíamos la oropéndola: Soy la oropéndola madre,
soy el ave que más puede
en quitando al águila real,
y de esa tampoco me dejo pegar.
La reunión se disolvía cuando, unos minutos antes de ponerse colorao el ambiente, Miguel abría la puerta pequeña de la cabina y anunciaba: - ¡Que va a empezar! ¡Alba de América! ¡La leona de Castilla! ¡Jeromín! ¡Don Quijote de la Mancha!
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HISTORIA • El viejo cine
“El Vino de Cañamero” artículo publicado por Esteban Cortijo en la revista Región Extremeña, que se editaba en Madrid en Noviembre de 1979
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HISTORIA • El vino de Cañamero
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HISTORIA • El vino de Cañamero
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EL CANCHO DEL FRESNO: TRES DÉCADAS Juana Mª Carranza Sevilla
El embalse del Cancho del Fresno, fue el primero construido en el río Ruecas, esta presa constituye el embalse de cabecera, es decir, es el primero después del nacimiento del Río Ruecas en el Pico de las Villuercas. Posteriormente se construirían las presas de Ruecas (año 1995), Sierra Brava (año 1996), Gargáligas (año 1999) y Cubilar (año 1999) constituyendo el sistema de explotación de la zona regable del Canal de las Dehesas. Ya en 1902 formaba parte del Plan de Obra Hidráulicas planificado para asegurar el regadío de los términos municipales de Cañamero, Logrosán y Madrigalejo. Durante los años siguientes hubo variaciones y cambios del proyecto hasta que en 1983 se redactó el definitivo, tras la sequía que azotó la cuenca del Guadiana, donde se incluyó no solo el uso de regadíos sino también el uso como abastecimiento a las poblaciones de Cañamero, Logrosán y Zorita, para lo cual se redujo las hectáreas de regadío previstas en su inicio de 4000 Ha a 750 Ha. La obra llevada a cabo por Dragados y Construcciones SA sustituyó los pequeños azudes o presas donde anteriormente se hacían las tomas de agua unificándolas en un embalse que permitía regular el caudal de agua, asegurando el abastecimiento y regadío en las épocas de sequía así como controlar las avenidas de agua en las épocas de mayor lluvia. La obra tuvo una duración aproximada de tres años y medio y supuso la primera vez en España en la cual se utilizaban cintas transportadoras de alta velocidad que permitieron unos rendimientos de colocación de hormigón muy importantes. En el otoño de 1986 se inició el llenado y puesta en carga, llegando a finales de la primavera del 1987 a su cota máxima, unos cuatro metros
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CREACIÓN • El cancho del fresno
Foto de Juan Gil Delgado desde Sierra Madrila.
por debajo del aliviadero. Ese verano se realizó el vaciado ya que el agua presentaba una cierta eutrofización y era necesario limpiar los restos de matorral que habían quedado. En el mes de noviembre se comenzó a embalsar de nuevo llegando en febrero de 1988 a su cota máxima, unos 2 metros por debajo del aliviadero y esperando que vertiera por primera vez esa primavera. En torno a 2006, pese a su corta edad, fue necesario acometer obras para mejorar la impermeabilización en los cimientos y evitar las presiones que se habían observado. Durante casi cuarenta años, pues, esta obra de ingeniería, ha ido formando parte de la vida de nuestro municipio. En efecto, en un principio supuso un gran impacto al río aguas abajo, cambiando el entorno que hasta entonces había conformado una importante zona de baño y ocio, pero al paso de los años se ha repuesto del impacto creando en el Charco de la Nutria y la piscina Natural un entorno privilegiado conocido más allá de nuestra comarca. No solo se puede disfrutar del río, sino que el propio embalse ha generado una multitud de zonas de baño. Podemos recordar que una de las primeras zonas fue la “cola del pantano” donde se cerraban los tubos y se podía disfrutar de una gran balsa de agua en plena vegetación. Posteriormente, la zona hormigonada de “la playa” que permitía tener una zona regular y sin tierra más o menos cerca del agua en función del nivel
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Nº 2 - 2019 del embalse ese verano. Con el tiempo se han ido generando otras muchas zonas de baño, “la fuente” la “zona de la piedra”, etc, próximas a la presa para todos aquellos que desean evitar un camino lleno de badenes, necesarios para el aporte de agua al embalse procedente de los barrancos. Pero no solo supone una multitud de zonas de baño, sino que la pesca deportiva tiene también en el embalse un gran atractivo, con especies como la carpa y el black-bass. Una característica importante que beneficia tanto al baño como a la pesca deportiva es el camino que rodea todo el embalse y que le proporciona muchos accesos al agua. Este camino, de unos 12 km, también es ideal para montar en bicicleta, recorrerlo andando o corriendo, porque supone una magnífica pista de tierra, más o menos llana, en un pueblo lleno de cuestas. Todo esto por sí solo no sería el factor más atractivo. La mayor atracción es un entorno natural excepcional. Podemos observar una gran cantidad de paisajes tanto desde la propia presa con las formaciones geológicas a ambos lados como la similitud que se puede ver cuando el embalse está al completo y tenemos de fondo las Villuercas, asemejándose a un gran lago americano.
Foto de Juan Gil Delgado
No solo disfrutamos en verano, también en la época de lluvia podemos ver cómo es habitual que haya gente en la presa para ver el nivel que va alcanzando siendo un importante hito cuando desagua por los aliviaderos y nos brinda una gran foto con lámina de agua blanca.
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CREACIÓN • El cancho del fresno
Foto de Juan Gil Delgado
Son muchos los aspectos a resaltar y alguno puede que se haya quedado en el tintero, pero podemos concluir diciendo que cuando una infraestructura se enclava en un entorno natural de gran riqueza sin suponer una agresión excesiva a dicho entorno se termina convirtiendo en parte del mismo y no solo aporta un valor técnico sino que nos proporciona un valor natural y humano del que podemos disfrutar.
CANTO AL NIÑO POBRE Marcelino Alfonso Diosdado
El niño pobre no entiende la belleza en la poesía porque el cuchillo del hambre le está abriendo en carne viva. El niño pobre no encuentra sentido para su vida El niño pobre, famélico, está ahíto de desdicha, barrigudo de esperanza, harto de melancolía.
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DEJANDO ATRÁS EL FUTURO Cristian Martín Jiménez “Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye un fórmula segura para el desastre” (Carl Sagan)
¿Por qué nos resistimos a la innovación? ¿Por qué nos oponemos a una herramienta que nos hace la vida más cómoda y sencilla? ¿Por qué no intentamos adaptarnos a los cambios, para bien, que se producen en la actualidad? Estas son algunas de las preguntas que se hacen muchos expertos en tecnología, tecnólogos, ingenieros o profesionales del sector de la industria. ¿Cuáles son las razones para rechazar algo que nos simplifica muchas tareas cotidianas? Algunos sabrán de lo que hablo, pero la mayoría no creo que se percate de ello: hablo del analfabetismo digital. En repetidas ocasiones, escuchamos a nuestros mayores decir frases como: “Oye, a ver cuándo me puedes gestionar esto por Internet”, “¿Mañana me puedes pedir cita médica a través de Internet?” o incluso “Necesito que me añadas un contacto al móvil, es urgente y yo no soy capaz”. Son situaciones que se viven a diario en la vida de muchas personas y que son fáciles de solucionar con la ayuda de otras que sí tengan experiencia usando dispositivos electrónicos, manejando Internet y utilicen el teléfono móvil, ordenador o cualquier aparato a diario.
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CREACIÓN • Dejando atrás el futuro Pero la pregunta es, ¿qué pasa con esas personas que viven solas y no disponen de ninguna ayuda ni alguien que les eche una mano para ello? Extremadura es una de las regiones de España con mayor envejecimiento de la población, si me equivoco, con 140 personas mayores de 64 años por cada 100 personas menores de 16. Esto ve puede ver reflejado en nuestro pequeño pueblo, donde cada año nacen menos de 10 personas y fallecen más de 30, de los cuales la gran mayoría son de edad avanzada. De estas personas que nacen cada año, a una temprana edad ya saben manejar un teléfono móvil mejor que un adulto, pero de las personas que fallecen puede que muy pocas sepan cómo hacer incluso una breve combinación de teclas para hacer una llamada. Teniendo en cuenta esta situación, ¿quién tiene la culpa: ellos que no quieren aprender, nosotros que no les enseñamos, los organismos gubernamentales que no proporcionan los medios suficientes y necesarios para llevar a cabo esto? Todos somos partícipes de este error, debido a que en la sociedad en la que vivimos hoy en día, la transición de la tecnología solo se suele llevar a cabo en ciertos rangos de edad, olvidándose siempre de las personas más mayores. A parte de esto, es normal que a ciertas edades afecten muchos problemas físicos y de salud que impidan el uso normal de los aparatos electrónicos pero no por ello es imposible llegar a utilizarlos, sino que estos aparatos adaptados a gente con ciertos problemas tienen un precio muy alto en el mercado. Es muy triste que alguien, por su nivel adquisitivo, no pueda tener algo que le facilite la vida y más en un mal estado de salud, sobre todo en personas que vivan solas y no tengan a quiénes le hagan ciertas tareas que precisen de un nivel de manejo determinado de un aparato digital. Por ello, creo que entre todos deberíamos colaborar para que nuestros mayores pudieran hacer uso de un aparato electrónico sin problemas y sin ayuda de nadie, sea cual sea su estado, ya que si últimamente se han realizado proyectos para enseñar a personas mayores a leer y a escribir, ¿por qué no se puede hacer lo mismo con la tecnología, una herramienta que nunca sabes cuándo te va a hacer falta porque es imprescindible para muchas tareas
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y te facilita otras? Y no solo se debe hacer esto con personas mayores, puesto que niños cuyas familias no tienen recursos suficientes para adquirir estos productos no tienen las mismas facilidades que otros, y es algo que repercute en su educación y en el desarrollo de su inteligencia.
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Suelto nº 10
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Por todo lo anterior, en el sector de la informática se ha estado luchando y se lucha por revertir esta situación (haciendo cursos para todos aquellos que lo necesiten, con asociaciones sin ánimo de lucro para ayudar a gente con problemas económicos a comprar aparatos de este tipo…) y cambiar nuestra sociedad para que todos dispongamos de las mismas ventajas, mismas oportunidades de aprendizaje e iguales facilidades. Si esta lucha se extendiera a la sociedad completa, gente de nuestro pueblo que ha dado tanto por nosotros podría disfrutar de una vejez más tranquila, sin necesidad de ayuda ni con dificultades para ciertas gestiones y trámites y que no tengan que depender de otras personas para actividades que realizan en su día a día y nos lo agradecerían tanto como nosotros les hemos agradecido a ellos lo que han hecho por nosotros para que podamos disfrutar de una vida así.
VIII Asamblea General de Cronistas Oficiales de Extremadura celebrada en Cañamero el día 8 de julio de 2019. Foto de familia.
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EL BICHO Mario Alonso Ayala
Me habló de un pueblo de la provincia de Cáceres, no recordaba su nombre, pero sabía que era conocido por su vino y su miel. También me dijo que el embalse donde había ocurrido aquello, muy cerca de la villa, estaba rodeado de montañas y frondosa vegetación, tanto que parecías estar en los Picos de Europa. Aunque a aquel hombre con voz de estropajo me costaba entenderle, recordé que me había dicho algo sobre que cerca de aquel paraje había una gran basílica. Lo localicé en el mapa. Tenía que ser este, Cañamero, en la comarca de Las Villuercas. Aunque intenté sacarle más información, entre lo que tartamudeaba por el pánico que sentía al recordarlo y el excesivo número de copas que tenía en su cuerpo, no fue posible. Historias de enormes monstruos o de animales de leyenda las hay por doquier, pero su relato me pareció tan sincero que decidí investigar y acercarme por allí, así conocería el entorno y echaría unos lances para tentar a los blackbass. Pero soy un hombre metódico y, antes de desplazarme, traté de documentarme un poco más. La presa de Cañamero, llamada Cancho del Fresno, se construyó en 1985, y en los más de treinta años que habían transcurrido desde entonces, se acumulaban varios testimonios de personas que juraban haberlo visto. Las hermanas Ballesteros, un día de verano, mientras tomaban el sol; Pepe Montes y su hijo, una tarde de pesca; la Chelito, con alguien cuya identidad no reveló, desde el coche aparcado en la orilla, mientras se divertían dando placer a sus cuerpos; y el más sorprendente, don Eleuterio, un docto profesor jubilado, nada sospechoso de invenciones sin objeto. Todos confirmaban algo parecido. Más de cinco metros de largo, color oscuro, ojos saltones y una gran cola, como con fibras. También coincidían en el ruido que escucharon, para unos un pitido agudo, como el de un violín desafinado; para otros, un sonido como de niños
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chillando o como el chirrido de una puerta mal engrasada. Don Bernabé, el párroco, prefería no pronunciarse, pero el asunto le incomodaba. Llegué a Cañamero un treinta de junio. Aparqué el coche al lado de una fuente con un caño y me bajé a preguntar. Informarme de dónde estaba el pantano fue muy fácil, “muy cerca, por la carretera que traía, gire a la derecha justo donde está la piscina municipal, pasa la Nutria y la cueva Chiquita, y ya ve un cartel que lo indica”; pero sobre “el bicho”, como le habían bautizado los que le habían visto, nadie quería decir ni palabra. ¡Ay! de eso no sé nada. No me pregunte que no le voy a contestar. Mejor hablamos de otra cosa... Aquellas reacciones aumentaron aún más mi curiosidad y, por qué no decirlo, me generaron cierta inquietud.
Lo que me habían contado era cierto. El entorno era majestuoso. Mil tonos de verde, alisos, loros, madroños, acebos, helechos... Fui rodeando el pantano por el camino que lo circunda hasta que alcancé una playita que me pareció idónea para probar suerte con la caña. Preparé la máquina de fotos. La única imagen que existía del misterioso animal la había tomado el hijo de Pepe Montes con su móvil, pero había tanto contraluz que solo se apre-
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CREACIÓN • El bicho ciaba un bulto borroso. Empecé con un popper (señuelo) de tamaño medio, imitación de rana. Nada. Luego lo intenté con un paseante de movimientos rápidos. Uno asomó la cabeza, pero no picó. Me moví arriba y abajo por toda la orilla hasta que el estómago me avisó de que era la hora de comer. Me había pertrechado con unos buenos bocadillos y una botella de vino de pitarra en uno de los numerosos bares que flanquean la calle principal del pueblo. Tras engullir con apetito mis viandas y dar cuenta de más de la mitad de la botella, el sueño empezó a hacer mella, así que busque una sombra y me quedé plácidamente dormido. Transcurrido un tiempo, que no sería capaz de precisar, me despertó un sonido agudo que se iba haciendo más audible a gran velocidad. Tardé un rato en reaccionar, hasta que me desperté sobresaltado. ¡Era él! ¡Tenía que serlo! Corrí a por la cámara, pero solo tuve tiempo de ver como una cola gigantesca se sumergía dando un gran golpe en el agua, tanto que varias gotas me alcanzaron en la cara. El lago Ness en el corazón de Extremadura.
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Suelto nº 11
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Fue todo tan rápido y confuso que nunca sabré si aquello lo soñé o lo viví realmente, pero me sirvió para contar mi experiencia en la Revista de Cañamero. Ahora, la leyenda del monstruo del embalse va traspasando fronteras y numerosos científicos, investigadores y curiosos de todas las partes del mundo pasan horas y horas en el Cancho del Fresno, tratando de que la suerte les lleve a tener un encuentro con El Bicho. Nadie, que yo sepa, ha vuelto a verlo, pero a mí, no sé por qué, todo el mundo me rehúye desde entonces.
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Haiku de Joaquín Araújo: Historia viva, también en la piedra, tan callada y quieta.
EL CABRERO DE LA FUENTE DE LAS COSTAS Juan Manuel Ávila Cercas
Amanece en la sierra del Pimpollar. Como cada mañana el pastor madruga para ordeñar las cabras y sacarlas a pastar a las montañas. Esta época del año las temperaturas ya son altas, por lo que los riachuelos y barrancos donde suele haber agua en invierno ahora se encuentran secos, así que, aparte del morral, el hacha y el sombrero, tiene que ir cargado con cantimplora de agua. A medida que las cabras van ascendiendo hacia lo alto de Risco Gordo el sol va cobrando fuerza y en la cima el calor se acentúa con lo que el cabrero decide acercarse a la fuente de las Costas para beber un trago de agua fresca. Como esta fuente se encuentra en la solana de la sierra y dentro de una cueva, el agua se mantiene fresca en comparación a la que él lleva en la cantimplora, y como además compone una forma de cuña entre las rocas, como si se tratara de una flecha líquida, resulta muy difícil beber de bruces, especialmente a los cabezudos. El caso es que el pastor del cuento, con la ganas que tenía de saciar la sed, no midió bien la posición que
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CREACIÓN • El cabrero de la fuente de las costas debería adoptar, quedándose entretallado con la cabeza entre las rocas del suelo; y cuanto más bregaba para salir, más entretallado se quedaba. Casi inmovilizado por el esfuerzo, respirando apenas y en aquella posición fue como le encontró un ladronzuelo que no dudó en aprovecharse de él para quitarle, entre otras cosas, los zapatos y darse a la fuga. Hay quien cree que así fue como se liberó, pero descalzo no pilló al ladrón, confeccionó una albarcas con cuerda y corteza, volvió con las cabras al corral y mañana será otro día.
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Suelto nº 12
¿Conoces a Cloudina? Seguramente no. Tiene que ver con arrecifes y corales. Se trata de un fósil que es el más antiguo conocido (tiene una edad de más de 500 millones de años y solo se ha encontrado en buenas condiciones de conservación en China y … en Cañamero. Se encuentra en este “pedrusco” o “rollo”, ¡magnífica roca!, que se puede ver en el Centro de Interpretación situado en las antiguas escuelas inauguradas en 1929 y ya eliminadas (¡comparemos con los años de Claudina!) Hay que mirar bien para localizar esos pequeños esqueletos se seres vivos. Te lo ampliamos y lo verás mejor:
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EL RÍO RUECAS DE LAS VILLUERCAS AL GUADIANA Máximo Ruiz Trinidad
Valorando la profunda relación de Cañamero y su habitantes con el río Ruecas, tan enmarcado en la vida de muchos de nosotros, pretendemos con este artículo acercarnos un poco más al conocimiento de su entorno, a su aportación económica y cultural, así como a su situación actual tras las grandes obras hidráulicas realizadas en su cuenca y la inclusión en el Geoparque de parte de su curso alto. El pico de las Villuercas con 1601 metros de altitud es el punto más elevado de la Sierra de Guadalupe y núcleo central del geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Al ser uno de los puntos de mayor elevación del suroeste de la península Ibérica, se ve favorecido por una gran pluviosidad media anual, superando muchos años los mil litros por metro cuadrado; aunque con periodos de lluvia muy irregulares y veranos muy secos. Esta climatología permite que las laderas de las Villuercas sean el origen de los ríos Almonte, Ibor, Guadalupejo y Ruecas. Los dos primeros parten de la vertiente norte para dirigirse hacia el río Tajo. El Guadalupejo y el Ruecas parten de la vertiente sur y forman parte de la cuenca del Guadiana.
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APUNTES • El río Ruecas Se considera como origen del río Ruecas el nacimiento de la garganta de la Celada, en la falda sur de las Villuercas, a unos 1200 metros de altitud, próximo al conocido Pozo de la Nieve. Tras recorrer 97 kilómetros, desemboca en el Guadiana en tierras de Don Benito, cerca de Medellín, recogiendo las aguas de una extensa cuenca que abarca gran parte del sudeste de la provincia de Cáceres y una amplia zona del norte de la provincia de Badajoz; delimitada en la parte norte por la Sierra de Guadalupe, hasta Herguijuela, y al el sur por la Sierra de la Chimenea, el arroyo Tamujoso, cerca de Las Casas de Don Pedro, y la Sierra de Pela. Sus afluentes principales son el río Pizarroso y el río Alcollarín por la derecha y el río Gargáligas por la izquierda. En general, determinado por la climatología de la zona, presenta un régimen de caudal muy irregular, con crecidas de otoño a primavera y fuertes estiajes en verano.
Uno de los cuatro sellos dedicados a Cañamero por Correos, cedidos por Davy González
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Salto del Moro. Foto de Davy González
El recorrido inicial transcurre por el valle de la Celada hasta el salto del Moro. A partir de este lugar, con la pequeña aportación de la garganta de la Quebrada, se encajona en un estrecho valle formado por las estribaciones de las Villuercas y la Solana de los Peñones por la derecha y la sierra de la Madrastra por la izquierda, hasta encontrarse en el lugar conocido como la Junta con el arroyo del Brazo, y que es su principal afluente en el curso alto. A partir de este punto el caudal aumenta de forma importante, lo que permitió en los años sesenta del siglo pasado realizar una toma de agua para abastecimiento de Logrosán y Zorita y, con posterioridad, la construcción de la Presa del Cancho del Fresno inaugurada en 1987. A su vez, irá recibiendo las aguas de otros arroyos y gargantas menores como garganta Quemada, las Alberquillas, el Medio, el arroyo de Valbellido, Alcornocalejo y Belén. A partir de la presa del Cancho del Fresno el río toma dirección sureste y discurre durante unos tres kilómetros por un estrecho y profundo desfiladero
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APUNTES • El río Ruecas encajonado entre las sierra de la Madrila, el risco del Castillo y la sierra del Pimpollar por el lado derecho, y la sierra de la Lóriga por la lado izquierdo. Traspasado el desfiladero, entra en una zona de vegas, lo que tradicionalmente ha permitido la existencia de abundantes huertos en esta parte de su curso.
Tras bordear la sierra del Pimpollar vira hacia la derecha y toma dirección sudoeste. Con las rañas de Cañamero a su izquierda va dejando atrás la zona de sierras y adentrándose en terrenos de dehesas menos accidentados. Avanzando en su curso medio llega hasta la presa del Ruecas, en tierras de Logrosán, sin afluentes importantes hasta recoger las aguas del arroyo Pizarroso pasado Madrigalejo. Después de cruzar esta localidad, ya en zona de llanura, se adentra en las Vegas Altas del Guadiana. Tras pasar por el poblado de Palazuelo, en las proximidades de Rena enriquece su caudal con las aguas del río Alcollarín y el Gargáligas, su principal afluente. A partir de este punto, con su caudal definitivo y totalmente integrado en las vegas del Guadiana, bordea la localidad de Ruecas y desemboca en el Guadiana, en tierras de Don Benito, cerca de Medellín.
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En su desembocadura el río Ruecas aporta al Guadiana una media de 9,3 metros cúbicos por segundo, lo que le convierte en su segundo afluente con más caudal, tras el Zújar. El componente litológico del terreno por el que discurre se caracteriza por tener acusadas diferencias a lo largo de los distintos tramos de su curso. Gran parte del curso alto así como las distintas gargantas que lo alimentan, se encuentran enclavadas en el sinclinorio de las Villuercas, configurando un paisaje de cuarcita armoricana, con numerosos pliegues fácilmente observables en las laderas de las sierras que forman los profundos valles por los que discurren.. Avanzando aguas abajo, y tras bordear la Sierra del Pimpollar, el Ruecas deja a su izquierda la parte norte de otra de las zonas geomorfológicas más interesantes de su cuenca, como son las rañas de Cañamero. Estas son un conjunto de terrenos sedimentarios constituidas por cantos rodados de cuarcita, arenisca y arcilla, de origen fluvial, relacionados con antiguas situaciones climáticas de abundantes precipitaciones. En su conjunto, las rañas se sitúan en el centro de la cuenca formando llanuras llamadas mesas que desde su parte central se van separando por profundas gargantas que en su mayoría vierten hacia los ríos Gargáligas y su afluente el río Cubilar, que a su vez recogen las aguas de la parte sur de la cuenca. Pasadas las zona próxima a las rañas, se va adentrando en terrenos menos accidentados constituidos en su mayor parte por pizarras y arcillas que configuran el componente principal de su curso medio, extendiéndose hasta pasar Madrigalejo. Pasada esta localidad, ya en su curso bajo, entra a formar pare de las tierras de aluvión y sedimentos que configuran la Vegas Altas del Guadiana, con un cauce que, propiciado por las características de este terreno, ha sido bastante variable a lo largo del tiempo, originando encharcamiento y lagunas de extensión y duración variable. El gran valor medioambiental del río Ruecas está caracterizado por el biotopo de humedad, favorecido por las condiciones climáticas, que da lu-
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APUNTES • El río Ruecas gar a una abundante y variada fauna y vegetación de ribera, lo que propició la inclusión en la Red Natura 2000 de varios tramos del curso, por lo que actualmente tienen la consideración de espacio natural protegido. Componentes arbóreos destacados de esta vegetación son los alisos, chopos, sauces blancos, fresnos y arbustos como mimbreras, tamujo y adelfas, así como enredaderas, zarzas, juncos o juncias. En el curso bajo son frecuentes las eneas. Destacando en especial, por su rareza, y alto valor ecológico las loreras existentes en algunos tramos del curso alto. Otro espacio de importante valor ecológico es el formado por las llanuras comprendidas entre el río Cubilar y el Ruecas en los municipios de Navalvillar de Pela, Logrosán y Madrigalejo. Este espacio se caracteriza principalmente por la predominancia de un tipo de hábitat mediterráneo de dehesas de encinares, estando considerada como zona de especial protección de aves, ya que es el lugar de asentamiento de una gran parte de las grullas que procedentes de las regiones del norte de Europa vienen a pasar invernar a la península Ibérica.
Nutria, foto de David Peña
Entre los mamíferos merece especial mención la nutria, visible a veces en el río o alguna de sus gargantas. También es frecuente el topo de agua.
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Nº 2 - 2019 La ictiofauna aparece el barbo, la pardilla, la colmilleja y el calandino.
Entre los anfibios y reptiles destaca la rana, el galápago leproso, la culebra de agua y el lagarto verdinegro. Entre las aves se encuentran el abejaruco, el martín pescador, el mirlo de agua, la gallareta, diversos tipos de ánades, la garza, la cigüeña blanca, y en algunos casos, la cigüeña negra. Desde el punto de vista histórico, el río Ruecas crea un importante corredor que vincula las poblaciones de la comarca de las Villuercas con la zona de las Vegas del Guadiana y configura una zona de comunicación territorial con continuidad desde tiempos prehistóricos. Cuyo componente humano se ve reflejado en las pinturas rupestres de las cuevas y rocas próximas, como las existentes en la cueva de la Madrastra, el abrigo de la Burra y la cueva de Álvarez o cueva Chiquita. Además destacan otros restos prehistóricos como el castro celta de los Castillejos, o los dos verracos de granito del siglo III A.C. aparecidos en Madrigalejo. De la época romana se conocen bastantes vestigios, entre ellos restos de mosaicos en Madrigalejo y la villa romana de la Majona, próxima a la localidad de Ruecas.
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APUNTES • El río Ruecas Desde la Edad Media, dada la importancia que adquiere el monasterio de Guadalupe, el recorrido que sigue el curso del Ruecas se transforma en un importante camino de peregrinación y comercio, como atestiguan los viajes realizados los Reyes Católicos y el fallecimiento del Fernando el Católico en Madrigalejo, localidad, que, al igual que Cañamero, está muy vinculada económica y culturalmente a este río. En el aspecto económico, cabe destacar la importancia que tradicionalmente ha tenido el río Ruecas para los habitantes Cañamero. El sistema de regadíos mediante acequias derivadas del río o su gargantas ha permitido que en sus vegas regables se hayan desarrollado a lo largo del tiempo gran cantidad de pequeños huertos, que han servido como importante complemento de recursos económicos. Los molinos harineros muy abundantes a lo largo del río con sus azudes, a veces excavados en la roca, y sus presas, aunque actualmente arruinados, son otra muestra de la actividad económica dependiente del río. Entre otros aprovechamientos tradicionales, hoy perdidos cabe destacar los batanes y el llamado “enriamiento” del lino, consistente en dejar varios día el lino en remojo para, una vez reblandecido, asparlo y obtener sus fibras. Hasta la década de los años ochenta del siglo pasado la cuenca del Ruecas había permanecido en su estado natural, si acaso ligeramente alterada por la mano del hombre para los pequeños canales para el riego o los molinos. Pero a partir de esos años se inició un proceso que cambiaría totalmente la situación tanto del propio río Ruecas como de los demás ríos afluentes, esto fue la construcción de las distintas presas que hoy día ya configuran el nuevo estado de la cuenca. Se inicia este cambio con la construcción de la presa del Cancho del Fresno, en Cañamero, inaugurada en 1987; sigue con la de Sierra Brava en el arroyo Pizarroso, la de Ruecas, Cubilar, Gargáligas y Alcollarín, terminada en 1915. Todas estas presas, que en conjunto pueden embalsar más de trescientos hectómetros cúbicos, vienen a forman parte del ambicioso proyecto del Sistema Hidráulico de la Zona Centro de Extremadura. Este sistema tiene como eje fundamental el Canal de las Dehesas. Dicho canal, con origen en la Presa de García de Sola, puede recoger a lo largo de
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su recorrido, a través de los correspondientes canales de conexión, los caudales procedentes de los embalses de Gargáligas y de Cubilar; y mediante incorporación directa del azud de Ruecas, los procedentes de los embalses de Cancho del Fresno y Ruecas, llevando el agua sobrante hasta el embalse de Sierra Brava, que actúa, por su gran capacidad, como depósito y reserva del agua sobrante de los demás embalses de esta cuenca. El objetivo final de todo este conjunto de presas y canales, además de la prevención de desbordamientos e inundaciones es el aprovechamiento integral de los recursos hídricos de todos los ríos de la cuenca, destinados, tanto a consumo humano como a regadíos o producción hidroeléctrica. La declaración en 2015 del Geoparque Villuerca-Ibores-Jara como patrimonio mundial de la UNESCO vino a poner de manifiesto el gran valor que representa el conjunto geológico y paisajístico del curso alto del Ruecas, como elemento integrante del mismo. Hecho éste que hace resaltar el gran atractivo que siempre han tenido para los habitantes de Cañamero sus paisajes y sitios emblemáticos, como es el caso del salto del Moro o el charco de la Nutria, a su vez rodeados de fantásticas leyendas; así como otros, hoy casi olvidados, como la Caldera, el charco de la Arena, y el charco del viejo aforo conocido por todos como “El Pantano”. Lugares que guardan entrañables recuerdo de la infancia y juventud de muchas generaciones de cañameranos.
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APUNTES • El río Ruecas
“¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida?” Dicen que preguntó un día Albert Einstein a quien le preguntaba por su lugar en el mundo.
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En la actualidad, tanto el pantano del Cancho del Fresno como lugares de baños del charco de La Nutria o las piscinas naturales continúan siendo importantes puntos de atracción, cumplimentando los atractivos naturales del río y del Geoparque, lo que consideramos como elementos importantes para el desarrollo turístico y la economía sostenible de Cañamero.
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EL LINO EN CAÑAMERO El lino era hasta mediados del siglo pasado, uno de los cultivos agrarios contantes en la economía productiva de nuestro pueblo. Convivió con el cáñamo hasta que este se desarraigó de nuestras siembras, llegando a producir recolectas de unas cuatrocientas arrobas anuales (4.600kg) en 1.800. A precio de la época era de dos reales y medio. Para la siembra se escogía terrenos húmedos sueltos (tierras momias). Se barbechaba con su consiguiente bina, terciado y rastreo. La linaza, semilla del lino se diseminaba en el mes de noviembre, una semana antes que el trigo, se practicaba la modalidad de siembra tirada a manta, preferentemente muy espesa, para evitar la proliferación de otras hierbas, que degradaran su crecimiento como el ballico; en caso de no conseguirlo se escarceaba. Se recolectaba en junio; con un tratamiento de arrancado, gavillado y manado, para luego enriarlo para darle correa (ocho o diez días aproximadamente).
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APUNTES • El lino en Cañamero El siguiente proceso era un intenso secado y machacado con una maza de madera sobre piedra. A continuación se le aspaba con una espadilla, sobre una superficie plana que la sustentaba un soporte de madera de tres patas (burrilla o gramejón), de este estadio se extraían los taskos o desperdicios. Una vez depurado se rastillaba en una madera provista un círculo con puntas, aquí se purgaba, resultando la estopa. A la mala estopa se daba aplicaciones de estancado para fluidos y la buena o fina para hilar (corneja). La corneja de lino, una vez urdida se purificaba con algodón y, en último lugar se cocía en agua con ceniza, para blanquearla. Así terminaba el proceso para poder tejer piezas refinadas de lino en Cañamero. •
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El autor de este artículo no hemos conseguido saberlo. Si alguien lo conoce lo indicaremos con gusto en el nº 3 de nuestra revista. Igual que aquí y ahora ponemos la foto de Antolina Durán Peloche, la maestra de Jola, a la que dedicamos un artículo en el nº anterior, sacada de la web de Juan Gil Montes
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DICCIONARIO CORCHÚO David Rubio Domínguez Noh sustribamos qe uvimos y semus asina ¿qe te paice a ti? Este diccionario utiliza expresiones empleadas a lo largo de varios lustros en Cañamero. Todos los vocablos que lo componen tienen alma cañamerana, también fonetismos que aún siguen nadando en nuestros subconscientes y los trasmitimos en la conversación diaria. Sin duda pueden albergar algunas reminiscencias del lusitano, castellano antiguo, extremeñu o castúo como lo denominó el poeta Luis Chamizo. Yo he preferido denominarlo “Corchúo” . Es parte sin duda de una historia compartida. La nuestra. A Acilate.- Escalón en la pendiente. Acitrón.- Cantidad exagerada. Adrento.- Adentro. Agabillado.- Escondido entre matorral. Aguachirre.- Bebida insulsa. Aguaillo.- Vinagreta Ajhuma.- Puntas bajas de las ramas de los árboles. Alcucero.- Excusado, Cotilla, Chivato. Alipende.- Travieso y espabilado. Alisillo.- Niño independiente, travieso. Alpistao.- Punto de delirio etílico. Alunao.- Estropeado. Malo Amancar.- Cojear. Amojinao.- Depresivo. Amuelas.- Convenir.
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APUNTES • Diccionario corchúo Amulao.- Enfadado. Antiel.- Antes de ayer. Añurgao.- Atorado, atragantado. Aparranado.- Sentado con el trasero en el suelo. Argollón.- Arqueta, Excusado con descaro. Arrengar.- Caerse. Arrepatajina.- Repartir algo, lanzándolo al aire. Arrepatajones.- Cabalgar con los dos pies colgando. Uno a cada lado de la montura. Arrepío.- Rabieta. Arriscado.- Bien vestido. Arrutado.- Encogido sobre sí mismo. Asina.- Así. Atajarrias.- Fijación trasera de la albarda. Atrapaó.- Bajito macizo. Atroje.- Silo de aceitunas. Avanto.- Que atropella con todo a su paso. Aventaó.- Caudaloso. Avíos.- Lo necesario para una tarea. B Bandul.- Tripas, barriga. Balaera.- Escoba de magarza. Bándurria.- Barriga. Bardina.- Red de cuerda, para aumentar la capacidad de los carros. Barruntar.- Prever algo. Batuco.- Refugio de los cochinos. Bégino.- En celo, Rabia contenida. Berrionda.- hembra en celo. Bíchino.- Pequeño. Biscal.- Cuerda de esparto cañamerano Bochinche.- Buche de agua en la boca. Borja.- Ampolla. Brucias.- Beber con los labios en el agua. Bujano.- Apático, espantadizo, introvertido….
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Bujero.- Agujero. Bujío.- Refugio pequeño. Buréo.- Mucho movimiento con ruido. Búrraca.- Pretina. C Cachino.- Trozo pequeño de algo. Cachiperos.- Conjunto de herramientas para una labor. Cagalástima.- Quejica. Calamándrullo.- Sapo lagunero. Calámbuco.- Tiesto de latón. Hombre bruto. Calándario.- Trasto viejo. Tener poco fundamento. Cachino.- Trozo pequeño de algo. Caldo berrendo.- Sopa de leche frita. Comanda.- Protección de la collera. Camellín.- Estructura que soporta la collera. Cogolmo.- Que rebosa el límite. Camón.- Montón de leña para quemar. Cáncamurria.- Que no vale nada. Cancho.- Peña. Canchúo.- Persona o animal musculado. Capacho.- Chotacabras. Estera de esparto para prensar aceitunas. Carchena.- Pelmazo. Estridente. Cascarria.- Excrementos y barro pegados en ano. Cegajo.- Macho joven cabrío. Chiche.- Garbanzo. Chichívaque.- Jovencito sin fuerzas. Chilimíndrino.- Pequeño y mísere. Chinato.- China. Chirímbaina.- Inútil, débil. Choncha.- Fruta no madura todavía. Ciclán.- De un solo testículo. Ciringoncia.-Gesticulación exagerada. Citaera.- Cuchilla para cortar la cera en la colmena. Cogolmo.- Que rebosa.
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APUNTES • Diccionario corchúo Colá.- Atajo de vereda. Colorin.- Jilguero Corneja.- Porción de lino, que se mezclaba con algodón o lana para hilarlo. Cortapicha.- Ciempiés. Coscarruo.- Tostado y crujiente. D Dambos.- Ambos. Decontao.- Pronto. Defage.- Arriendo de parte de la dehesa del pueblo. Desconchavillao.- Magullado, roto. Desfarrucao.- Desordenado. Desjuanrillao.- Maltrecho, Diordal.- Zorzal. Donbenitense.- Autobús que iba a Madrid. E Encañonao.- Pájaro con las primeras plumas. Embruecar.- Verter. Embudo.- Ombligo de Venus (planta). Empapujao.- Abrigado. Empelete.- Desnudo. En pelos malos.- Pájaro con las primeras plumas. Endinantes.- Tiempo inmediatamente anterior. Enfaldegar.- Pintar la pared con tierra greda. Enguajarreta.- Pájaro recién salido del huevo. Enjalmo.- Almohadillado de la albarda. Enmamonar.- Cortar varetas. Enmojinaó.- Véase amulado. Enpampajanao.- Abierto sin fijación. Entretallao.- Cogido en medio de algo. Escachapao.- Lustroso. Escachipar.- Romper contra el suelo. Escaldao.- Mezclar salvao y agua. Comida de porcino. Esfalagao.- Dispersado, desordenado.
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Estebón.- Asidero del arado. Exchangao.- Roto. Excolusmao.- Delicado con la comida. F Furriona.- Fiesta de comida y bebida copiosa. G Gabiarro. - Gamberro joven. Gabilla.- Parte de un haz. Galgucio.- Delicado en la comida. Gallareta.- Polla de agua. Gallo.- Testículo en ascensor. Galrro.- Chorro. Garrancho.- Astilla en vertical de planta leñosa. Gisopo.- Trapo envuelto en un palo. Gazapear.- Reptar. Gaznápiro.- Persona molesta. Golilla.- Cotilla. Golloría.- Lavandera. Grea.- Tierra arcillosa impermeable. Greda. Guá.- hoyo en el suelo. Guanma.- Tortazo. Guapero.- Espino albar. Guardapié.- Especie de falda por encima de las sayas. Gucho.- Zurdo. Gurriato.- Gorrión. Guebra.- Labor de una yunta en un día. Hiede.- Mal olor. I Indromina.- Problema sin resolver.
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APUNTES • Diccionario corchúo J Jilarse.- Beberse o tomar algo. Jaldeo.- Frutos dispersos por el suelo. Janchar.- Romper o arrancar una rama. Jandosca.- Oveja de dos años. Japoleo.- Jaleo, mucho movimiento. Jarineldo.- Cantar juglar. Gerineldo. Jarocho.- Tabaco negro tipo. Jarraca.- Cosa mal dicha, gesto burlón. Jato.- Ropa de vestir. Jechuria.- Acto malo. Jetear.- Curiosear. Jiñar.- Defecar. Jipar.- Ver. Jocicos.- Hocico Jondear.- Tirar algo lejos, con desprecio. Jondingaño.- Agujero. Jorra.- Sin pareja. Jurdirla.- Perdedor en lance de juego. Jurguilla.- Inquieto, provocador. Jurraco.- Urraca, blanco y negro proporcional. Jurranchera.- Nido o madriguera, cueva pequeña. Jurria.- Juego, locura en sentido figurado. L Lamprear.- Enredar. Lampuzo.- Escrupuloso. Langaruto.- Largo y delgado. M Magarza.- Planta semileñosa utilizada para hacer escobas. Mamia.-Sin leche. Mamón.- Vareta de olivo. Mandagraciosa.- Regalo a los novios.
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Marrajo.- Herramienta para cortar carne. Marmella.- Apéndice de las cabras en el bajo cuello. Masque.- Nada más. Mataura.- Herida de roce. Matoquera.- Conjunto de plantas leñosas a medio crecimiento. Miajina.- Porción pequeña. Mical.- Cernícalo. Mielrra.- Mirlo. Misto.- Petardo. Mitria.- Golpe. Mojino.- Rabilargo. Momia.- Tierra vegetal. Morrina.- Enfermedad de los conejos (mixomatosis). Mostrenco.- Persona grande, pegajosa. Muriécano.- Morera. P Peliboto.- Pelo erizado. Pelinchar.- Muda de pelo. Pencar.- Esfuerzo trabajoso. Perico.- Orinal. Picacolorín.- Petirrojo. Pio.- Blanco y negro o rojizo. Pimporro.- Barril. Pitera.- Herida en la cabeza. Pollancón.- Adolescente. Posío.- Sin labor. Propito.- Lo conveniente. R Rebolao.- Combinación de color blanco con negro o pelirrojo. Rebolla.- Roble. Refallón.- Herida superficial, producida por un roce. Reguetro.- Eructo.
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APUNTES • Diccionario corchúo Rejendija.- Rendija. Rentoi.- Juego de cartas. Repulgar.- Crecimiento de tallo. Ripia.- Soporte pequeño de palo. Ripio.- Raza. Roao.- Color de pelo en rayas o círculos. Rollo.- Canto rodado. S Saltacara.- Salamanquesa. Sanjuana.- Tontería. Sapeaté.- Bajaté. Silvaera.- Ruiseñor. Sostribar.- Apoyar. Sotarriza.- Insecto que vive bajo la tierra. Sumero.- Poco profundo. T Taskos.- Desperdicio de lino. Tasmear.- Sopesar. Telerengue.- Desequilibrado de un objeto, sin fijación. Trancajillon.- Paso muy largo, traspiés. Transio.- Hambriento. Truje.- Traer algo. Tupio.- Apretado. U Ubrera.- Mamitis. Ulluela.- Vasija de barro grande para conservar alimentos. V Varaera.- Palo largo para la recolección de frutos. Vecero.- Cliente habitual.
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Velequile.- Míralo aquí. Viajera.- Autobús que hace la línea de Madrid. Viro.- Grapa de madera (generalmente de jara). Volcaneta.- Voltereta girando sobre la cabeza. Z
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Zacana.- Desarreglada. Zacatúa.- Travesura. Zacho.- Azada, trampa a los juegos de medida. Zaita.- Pieza del yugo de bueyes. Zalagarda.- Trastada. Zangaliporro.- Adolescente. Zangarriana.- Diarrea. Zaraio- Plumaje escamado de color negruzco. Zurriaga.- Látigo de formado por dos palos, para la bellota.
Tenemos mucho interés en que algún colaborador nos cuente esta historia del último lobo de Cañamero
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APUNTES • Blackbird
Fotos de José Peña
Los mirlos son pájaros negros de pico anaranjado que nos suelen acompañar especialmente en los huertos de Cañamero, tan comunes pero tan especiales que hasta Los Beatles les dedicaron una canción. Busca con este título:
Blackbird Mirlo que cantas en el silencio de la noche, despliega esas alas y aprende a volar. Toda la vida has esperado este momento para alzar el vuelo. Mirlo que cantas en el silencio de la noche, abre esos ojos hundidos y aprende a ver. Toda la vida has esperado ese momento para ser libre. Vuela, mirlo, vuela, en la luz de una noche oscura y negra. Vuela, mirlo, vuela, en la luz de una noche oscura y negra. Mirlo que cantas en el silencio de la noche, despliega esas alas rotas y aprende a volar. Toda la vida has esperado este momento para alzar el vuelo.
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El telón de la inmortalidad
Ser es convertirse a la vez en fuente y en recipiente de piedra sobre el que cae el universo como una lluvia tibia. (Milan Kundera) (Esta fotografía es de Davy Domínguez, la portada y contraportada, de Taiga Producciones)
El donativo que se pide por la adquisición de esta revista será destinado a los pisos tutelados de Cañamero.
8€ nº 2: 5€
Nº 1 y 2 juntos: Solo el
Se podrán adquirir en el Estanco y en el Híper Cañamero, a quienes agradecemos su desinteresada colaboración.
COLABORAN EN ESTE NÚMERO Pedro Alfonso Diosdado
(Director del CEIP de Cañamero)
Marcelino Alfonso Diosdado (Maestro y poeta)
Elías Alfonso Solano (Funcionario Público)
Mario Alonso Ayala
(Empresario y promotor cultural)
Joaquín Araújo Ponciano (Naturalista, escritor, agricultor, editor y periodista)
Araceli Arroyo Broncano
(Maestra en Cañamero y Licenciada en Geografía e Historia)
Antonio Audije Vega
(Licenciado en Pedagogía)
Paco Audije Vega
(Periodista de prensa y televisión) Pepi Benito (Vecina de Cañamero)
Juana Mª Carranza
(Ingeniero Técnico de Obras Públicas)
Juan Gil Delgado (Técnico ITV) Juan Gil Montes (Geólogo) Cristian Martín Jiménez (Estudiante de Ingeniería Informática) Nando Montes (Fotógrafo)
Pedro Pazos Morán (Ingeniero Industrial y promotor cultural)
José Peña (funcionario Consejería de Agricultura)
David Peña Morano (Técnico en energías renovables)
Arsenio López Solano (TAIGA Producciones)
José Antonio Ramos Rubio (Doctor en Historia)
José Antonio Pérez Rubio (Sociólogo, exdecano de la Universidad de Extremadura)
Servando Rayo Hermoso (Gestor y promotor deportivo y cultural)
Juan Diego Castro Vega
Juan Luis Rubio Mayoral
Esteban Cortijo Parralejo
Máximo Ruiz Trinidad
(Agricultor y poeta, de la A. C. Cálamus) (Catedrático de filosofía, escritor y promotor cultural)
Davy Domínguez Rubio
(Administrador de Correos y fotógrafo)
(Profesor de la Universidad de Sevilla) (Licenciado en Geografía e Historia)
Francisco Soriano (Electricista industrial y “pruebacaldos”) JuanMa (Vecino de Cañamero)