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De viaje al Azevo pág
SIERRA DE GATA ONÍRICA (HISTORIAS, LEYENDAS Y ANÉCDOTAS) SIERRA DE GATA ONÍRICA (HISTORIAS, LEYENDAS Y ANÉCDOTAS)
Era una excursión largamente preparada por la pandilla veraniega de Lucía, José, Cuando apenas llevaban una media hora acostados se comenzaron a oír unos ruidos Lourdes, Frany Nacho. Ellos y sus amigos habían planificado durante todo el año hasta el más metálicos atronadores. La mayor parte de los excursionistas pensaron que Fran les quería gastar mínimo detalle. El día que se lo dijeron a sus padres más de una madre puso el grito en el cielo; una broma con alguna grabación que hubiese traído; pero cuando se asomaron a la entrada de pero al fin todos consiguieron el visto bueno familiar, aunque muchos padres pensaron que sus tiendas de campaña y se encontraron con un Fran fuera de sí que recogía todos sus aparejos aquello era el inicio de una independencia definitiva de unos hijos que se encontraban ya en a toda velocidad, los demás al verle le imitaron. Huyendo todos ellos despavoridos del lugar. En plena pubertad. una hora y media escasa estaban de vuelta en Valverde del Fresno, un recorrido que anteriormente habían tardado tres largas horas en recorrer. El sitio lo había elegido Fran que era un gran aficionado a la arqueología y conocía de la existencia de las ruinas de la villa de Salvaleón por un libro muy antiguo del historiador Gervasio Velo Nieto que se conservaba en casa de su abuelo Enrique, en Valverde del Fresno. A todos les había parecido estupenda la elección, era un paraje lo suficientemente apartado para UNA FANFARRONADA BASTANTE CARA que nadie les molestase. -¡Dame otra copa de coñac! –le ordenó Tomás al tío Julio; uno de los muchos Llegaron al ocaso de un caluroso día de junio, en pleno solsticio de verano. Lo que les taberneros de Torre de don Miguel. restaba de luz diurna les dio para montar las tiendas de campaña en el interior de lo que Fran consideraba el recinto amurallado de la antigua ciudad de Salvaleón. Aunque el día había sido -Ya has bebido bastante Tomás; déjalo, es mejor que te marches a casa, seguro que te extremadamente caluroso, Nacho y José encendieron una pequeña fogata con algunos restos de está esperando la Juana con los críos. Además,más vale que guardes el dinero no sea leña de jaras y escobas que encontraron en los alrededores; para así poder asar unos chorizos y que lo vayas a necesitar más adelante. unas salchichas, mientras unos y otros contaban historias de miedo. Tomás era uno más de los números jornaleros reconvertidosen mineros de Torre de don
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El último relato de terror lo contó Fran que mezcló, como solía ser habitual en él, una Miguel que habían pasado de la escasez más absoluta a ganar en un solo día miles de duros. historia de miedo con una historia local. El relato en cuestión lo comenzó Fran de la siguiente manera ante la atenta mirada de sus amigos de acampada:Hombre corpulento, Tomás contaba 25 años por aquellas fechas y a pesar de su juventud ya tenía cuatro preciosos retoños. Comomuchos otros sabía lo que era trabajar duro
Salvaleón, ciudad sobre la que nos encontramos, fue destruida hasta sus cimientos en desde joven y de igual forma lo que era mendigar un jornal; por eso ahora no daba crédito al cierta ocasión por las tropas moras antes de que cayese en poder de los cristianos. Estos últimos maná que brotaba a borbotones de las entrañas de la tierra. durante cierto tiempo la volvieron a habitar y la reconstruyeron, hasta que con la derrota de Alarcos de nuevo cayó en manos de los musulmanes, quienes se sorprendieron de verla otra vez en pleno apogeo.Al principio guardaba algo del dinero que ganaba; pero luego se dejó arrastrar, como muchos otros, por la dinámica de gastarse lo ganado en el día en vino, licores y excesos; ya que la experiencia le decía que tan sólo se tenía que levantar de nuevo y picar durante todauna
Con el tiempo las tropas cristianas la asolaron de nuevo y los seguidores del Profeta, jornadaen la mina para bajar, una vez más, con los bolsillos repletos de dinero. ante el miedo de que la población cayese en manos del rey cristiano Alfonso IX, la destruyeron una vez más;arrojando las campanas de su únicaiglesia a las aguas del río Basádiga.Aun así,la Juana y los niños seguían padeciendo las mismas necesidades de antaño y a ella no le quedaba más remedio que pedir fiado en el comercio y la tahona, a sabiendas de que
Mientras la morisma la destruía; las tropas cristianas y las musulmanas se enfrentaron los comerciantes locales se aprovechaban de gentes como ella; apuntando el género y el pan en una encarnizada batalla, quedando los cuerpos, de ambos bandos, insepultos durante décadas. fiado con el sistema que denominaban popularmente detenedor; si compraban un pan el Se dice que los espíritus de aquellos caballeros medievales cada cierto tiempo, en la noche de avispado comerciante les apuntaba dos otres, según la familia que fuese. San Juan para ser más precisos y cuando las campanas que duermen en el río suenan, se despiertan y vagan cuan ánimas en pena por el recinto amurallado de Salvaleón a la espera de que algún mortal dé humana sepultura a sus restos.-¿Necesidades, Julio? –preguntó alterado Tomás-eso lo pasarás tú que no tienes lo que hay que tener para picar; yo sólo tengo que levantarme mañana y seguro que gano más que tú en todo el día detrás de la barra de este cuchitril. Con el final de la historia de Fran se produjo un silencio sepulcral y nadie quiso decir nada. Un tenso escalofrío les recorrió a todos por el cuerpo, hasta que Nacho rompió ese silencio que se respiraba en el ambiente y dijo:-¡Pues se acabó! –le respondió ofendido el tabernero-afaltar aotro sitio, si no sabes mear aquí tampoco bebes y si no te gusta el sitio ya sabes donde tienes que ir….; a ver si te admiten en el casino de los ricos del pueblo. -¡Bueno!,muy chula la historieta de terror de Fran; pero yo creo que ha llegado la hora de irse a dormir, y de un salto se puso en pie y se fue a su tienda de campaña. Todos los demás le imitaron y uno a uno fueron entrando en sus respectivas tiendas de acampar. Tomás cogió su hatillo y en tono amenazante y sujetándole la mirada al tabernero con sus ojos vidriosos le retó con un: -¡Ahora verás!
14 Relato inspiradoen el libro de Gervasio Velo Nieto: Coria la Reconquista de la Alta Extremadura.