poemas de amor blog

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Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño: esto es amor: quien lo probó lo sabe. Lope de Vega. "Rimas", 1602. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos." El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Cómo para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.


La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro, será de otro, como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro, sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. Pablo Neruda. "Veinte poemas de amor y una canción desesperada", 1924.

Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso... yo no sé qué te diera por un beso. Gustavo Adolfo Bécquer. "Rimas", 1871. Ayer te besé en los labios. Te besé en los labios. Densos, rojos. Fue un beso tan corto que duró más que un relámpago, que un milagro, más. El tiempo después de dártelo no lo quise para nada ya, para nada lo habría querido antes. Se empezó, se acabó en él. Hoy estoy besando un beso; estoy solo con mis labios. Los pongo no en tu boca, ya no -¿adónde se me ha escapado?Los pongo en el beso que te di, ayer, en las bocas juntas


del beso que se besaron y dura este beso más que el silencio, que la luz. Porque ya no es una carne ni una boca lo que beso, que se escapa, que me huye. No. Te estoy besando más lejos. Pedro Salinas ¡Si me llamaras,sí, si me llamaras! Lo dejaría todo, todo lo tiraría: los precios, los catálogos, el azul de los océanos en los mapas, los días y las noches, los telegramas viejos y un amor. Tú, que no eres mi amor ¡si me llamaras! Y aún espero tu voz; telescopios abajo, desde la estrella, por espejos, por túneles, por los años bisiestos puede venir. No sé por dónde. Porque si tú me llamas -¡si me llamaras, sí, si me llamaras!será desde un milagro, incógnito sin verlo. Nunca desde los labios que te beso, nunca desde la voz que dice: “No te vayas”. Pedro Salinas Los suspiros son aire y van al aire! Las lágrimas son agua y van al mar! Dime, mujer, cuando el amor se olvida ¿sabes tú adónde va? Gustavo Adolfo Bécquer Si el hombre pudiera decir lo que ama... Si el hombre pudiera decir lo que ama, si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo


como una nube en la luz; si como muros que se derrumban, para saludar la verdad erguida en medio, pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor, la verdad de sí mismo, que no se llama gloria, fortuna o ambición, sino amor o deseo, yo sería aquel que imaginaba; aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos proclama ante los hombres la verdad ignorada, la verdad de su amor verdadero. Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu como leños perdidos que el mar anega o levanta libremente, con la libertad del amor, la única libertad que me exalta, la única libertad por que muero. Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido. Luís Cernuda Táctica y estrategia Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos. Mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible. Mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos. Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos


no haya telón ni abismos. Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple. Mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites. Mario Benedetti Podrá nublarse el sol eternamente; podrá secarse en un instante el mar; podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón; pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor. Gustavo Adolfo Bécquer Cando quero vivir digo Moraima. Digo Moraima cando semento a esperanza. Digo Moraima e ponse azul a alba. Cando quero soñar digo Moraima. Digo Moraima cando a noite é pechada. Digo Moraima e ponse a luz en marcha. Cando quero chorar digo Moraima. Digo Moraima e ponse a mar en calma Cando quero surrir digo Moraima. Digo Moraima cando a mañá é crara. Digo Moraima e ponse a tarde mansa. Cando quero morrer


non digo nada. E mátame o silencio de non dicir Moraima. Celso Emilio Ferreiro. Bendito sexa o ano, o mes, o día que te encontrei no medio do camiño, e andabas escollendo a flor do espiño, sen te mancar na espiña que fería, bendita sexa a hora en que eu prendía no teu claro mirar de trigo e liño e o instante en que probei o manseliño mel da palabra túa de amavía. Bendito sexa o intre e o segundo en que determinei ser o teu amigo e camiñar contigo polo mundo. Bendito sexa o porto e a cidade onde embarquei pra navegar contigo nun navío de amor e de saudade. Darío Xoán Cabana It was many and many a year ago, In a kingdom by the sea, That a maiden there lived whom you may know By the name of Annabel Lee; And this maiden she lived with no other thought Than to love and be loved by me. I was a child and she was a child, In this kingdom by the sea: But we loved with a love that was more than love I and my Annabel Lee; With a love that the winged seraphs of heaven Coveted her and me. And this was the reason that, long ago, In this kingdom by the sea, A wind blew out of a cloud, chilling My beautiful Annabel Lee; So that her high-born kinsmen came And bore her away from me, To shut her up in a sepulchre In this kingdom by the sea. The angels, not half so happy in heaven, Went envying her and me Yes! that was the reason (as all men know, In this kingdom by the sea) That the wind came out of the cloud one night, Chilling and killing my Annabel Lee.


But our love it was stronger by far than the love Of those who were older than we Of many far wiser than we And neither the angels in heaven above, Nor the demons down under the sea, Can ever dissever my soul from the soul Of the beautiful Annabel Lee; For the moon never beams without bringing me dreams Of the beautiful Annabel Lee; And the stars never rise but I feel the bright eyes Of the beautiful Annabel Lee; And so, all the night-tide, I lie down by the side Of my darling -my darling -my life and my bride, In the sepulchre there by the sea In her tomb by the sounding sea. Edgar Allan Poe* •

Tedes a versión musical de Radio Futura abaixo.

L’ amour Passer ses jours à désirer, Sans trop savoir ce qu'on désire ; Au même instant rire et pleurer, Sans raison de pleurer et sans raison de rire ; Redouter le matin et le soir souhaiter D'avoir toujours droit de se plaindre, Craindre quand on doit se flatter, Et se flatter quand on doit craindre ; Adorer, haïr son tourment ; À la fois s'effrayer, se jouer des entraves ; Glisser légèrement sur les affaires graves, Pour traiter un rien gravement, Se montrer tour à tour dissimulé, sincère, Timide, audacieux, crédule, méfiant ; Trembler en tout sacrifiant, De n'en point encore assez faire ; Soupçonner les amis qu'on devrait estimer ; Être le jour, la nuit, en guerre avec soi-même ; Voilà ce qu'on se plaint de sentir quand on aime, Et de ne plus sentir quand on cesse d'aimer. Adélaïde DUFRÉNOY Promesses d’un visage J'aime, ô pâle beauté, tes sourcils surbaissés, D'où semblent couler des ténèbres; Tes yeux, quoique très-noirs, m'inspirent des pensers Qui ne sont pas du tout funèbres. Tes yeux, qui sont d'accord avec tes noirs cheveux,


Avec ta crinière élastique, Tes yeux, languissamment, me disent: «Si tu veux, Amant de la muse plastique, Suivre l'espoir qu'en toi nous avons excité, Et tous les goûts que tu professes, Tu pourras constater notre véracité Depuis le nombril jusqu'aux fesses; Tu trouveras au bout de deux beaux seins bien lourds, Deux larges médailles de bronze, Et sous un ventre uni, doux comme du velours, Bistré comme la peau d'un bonze, Une riche toison qui, vraiment, est la soeur De cette énorme chevelure, Souple et frisée, et qui t'égale en épaisseur, Nuit sans étoiles, Nuit obscure!» Charles Baudelaire No niño novo do vento hai unha pomba dourada, meu amigo! Quén poidera namorala! Canta ao luar e ao mencer en frauta de verde olivo. Quén poidera namorala, meu amigo! Ten áers de frol recente, cousas de recén casada, meu amigo! Quén poidera namorala! Tamén ten sombra de sombra e andar primeiro de río. quén poidera namorala, meu amigo! CUNQUEIRO, Álvaro, Cantiga nova que se chama Riveira, en Obra en galego completa, Vigo, Ed. Galaxia, 1980. A amante nunca ten dentes postizos graus no nariz pelos nas coxas gorduras nos cadrís. Á amante nunca lle inchan os ollos ao durmir. O poeta ama a perfección non te ama a ti. Es idealización mito metáfora da metáfora.


De non seres perfecta como te amarían? María Xosé Queizán. A dama que ía no branco cabalo levaba un paño de seda bordado, Na verde fror as letras van de amor! O cabaleiro do cabalo negro levaba unha fita colléndolle o pelo. Na verde fror as letras van de amor! No medio do río cambiaron as vistas, el para o paño e ela prá fita. Na verde fror as letras van de amor! As vistas lles virón no río cambiar e o paño e a fita por se namorar. Na verde fror as letras van de amor: Con amor vivirás ! A. Cunqueiro: Cantiga nova que se chama riveira


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