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Guiomar Mesa. Artista plástica | Plastic Artist
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Guiomar Mesa ARTISTA PLÁSTICA Plastic Artist
Roberto Valcárcel: El mensaje es la obra misma Conocí a Roberto Valcárcel en 1979, fui su alumna y posteriormente, colega y amiga. Era una persona tímida y solitaria, de una inteligencia privilegiada y una enorme generosidad, características que tuvieron que ver con la naturaleza e intensidad de su obra. Tenía una postura contraria a cualquier tipo de autoritarismo y anulación del individuo, era además un gran provocador. El conjunto de su aporte creativo refleja la idea medular que no se cansaba de repetir: “la obra no tiene que dar ningún mensaje, el mensaje es la obra misma”. Roberto Valcárcel es imprescindible dentro del arte boliviano porque marca un antes y un después. Fue un artista en el sentido más amplio de la palabra. No se puede entender y valorar su obra únicamente por los productos artísticos que dejó, sino también por lo que representó como figura. Tenía un gran carisma y un notable poder de convocatoria. Sus clases y conferencias, impartidas con un pensamiento lúcido y analítico, al igual que sus acciones, suscitaron siempre gran expectativa porque proponía caminos y marcaba rupturas. Emprendió una cruzada para generar cambios en la escena del arte boliviano, para instaurar la idea del carácter dinámico del arte, en el que no existe un concepto inmutable, en el que no es la definición de arte lo que determina una obra, sino al revés. Este esfuerzo recoge hoy frutos en sus innumerables seguidores, sobre todo artistas jóvenes. Al igual que Arturo Borda o Jaime Saenz, cada uno con su especificidad, la obra de Valcárcel no puede entenderse separada del personaje. Se negó a transitar por la escala de grises, provocando pasiones de amor/odio. Siempre polémico, Roberto Valcárcel está sin duda entre los grandes del arte contemporáneo boliviano. Roberto Valcárcel: “The message is the work itself” I met Roberto Valcárcel in 1979, I was his student and later colleague and friend. He was a shy and solitary person, with a privileged intelligence and great generosity, traits that were shown in the nature and intensity of his work. He had a stance against any kind of authoritarianism and cancellation of the individual, besides he was a big agitator. The ensemble of his creative contribution shows the core idea he never got tired of repeating: “the work does have to give no message, the message it the work itself”. Roberto Valcárcel is essential within Bolivian art since it marks a before and after state. He was an artist in the widest sense of the word. One cannot understand nor value his work only by his artistic products he left, but also by what he represented as a character. He had great charm and notable power of summoning people. His classes and conferences, given with splendid and analytic thinking, just like his actions, provoked high expectation because he proposed ways and marked ruptures. He started a crusade in order to make changes in the Bolivian art scene, also to establish the idea of the art’s dynamic nature, where there is no unchanging concept, where the definition of art is not what defines the work, but reversed. This endeavor now has its results with his countless followers, especially young artists. Just like Arturo Borda or Jaime Saenz, each with his specificity, the work of Valcárcel can’t be understood aside from the character. He refused to walk through the grey scale and causing love and hate passions. Always polemic, Roberto Valcárcel is without a doubt among the greatest in Bolivian contemporary art.