El Archivo Histórico Nacional de Euskadi se ubicará en el solar que ocupa actualmente el edificio Vesga, en el número 3 de la calle María Díaz de Haro. Al tratarse de un solar de 20 metros de anchura, entre medianeras y que se encuentra en una calle de gran longitud, se decide aumentar la percepción del edificio a través de la vibración de la fachada principal, para remarcar su posición y romper con la planeidad del resto de la calle. Uno de los principales objetivos del proyecto, además de una perfecta conservación de los documentos, consiste en diseñar un edificio que haga participe al ciudadano. Esta voluntad se muestra de manera evidente tanto en el acceso al edificio, como en la fachada de la calle María Díaz de Haro. Un amplio porche sin pilares invita a entrar o cuanto menos a poder pararse de una forma tranquila frente al edificio. Esta decisión es especialmente importante teniendo en cuenta la estrechez de las aceras en toda la calle. El acceso se proyecta como una continuación del espacio urbano que une el espacio exterior con la zona pública del edificio y el jardín del patio de manzana.
ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL DE EUSKADI
La fachada al patio de manzana, se proyecta como un manto continuo, verde, donde se intercalan una serie de huecos con un lenguaje más cercano al del resto de edificios adyacentes. Se busca generar una imagen amable para los usuarios de jardín y especialmente para el resto de vecinos que comparten el patio de manzana, dignificando un tipo de fachada habitualmente poco cuidada.
En la fachada de la calle María Díaz de Haro se busca una gran transparencia que permita entender como funciona y como se estructura el edificio. El vidrio de fachada contendrá serigrafías de algunos de los textos que se conservarán en el archivo, de manera que no se entienda el edificio como un lugar hermético, privado o ajeno al ciudadano.
Las plantas baja y primera y segunda se dedican a espacios de recepción, salas de exposiciones y salas de formación. Las plantas tercera, cuarta y quinta están destinadas a las labores de clasificaciones, mantenimiento, difusión y gestión de los fondos. La ultima planta esta destinada a la consulta pública de los fondos documentales.
El Archivo se desarrolla en once plantas, cuatro de ellas bajo rasante. Las plantas de sótano se dedican principalmente a espacios de instalaciones, aparcamiento, archivo documental y sala de conferencias.
En los espacios interiores, se ha apostado por el diseño de dobles alturas, zonas diáfanas libres de pilares y espacios flexibles que puedan dar cabida a distintos usos. Se ha potenciado la utilización y control de la luz natural, incluso en las cuatro plantas de sótano, que disponen de iluminación y ventilación natural.