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Uno de los artistas más potentes y con más bagaje de la escena salvadoreña; su trabajo es identificable por ser explosivo en cuanto a color y líneas que evocan al trópico por medio del arte urbano. Calo Rosa, una mente inquieta encauzada en la expresión artística de sus murales que han contagiado de su iconografía colorista y de esas ganas por contar historias que nos muestra con cada uno de sus trabajos haciendo uso de todos los medios que tiene a su alcance. Su obra tiene un su sello personal que evidencia el sentimiento de expresar a la naturaleza, y formas que incrementan el sentido de pertenencia, la invitación a nutrir el alma y el espíritu representado por colores vibrantes, que nos permite recordar que somos parte de la naturaleza y esta ha sido parte fundamental de nuestra historia.
¿Quién es Calo Rosa? Soy un salvadoreño que reside y trabaja en Filadelfia. Crecí con una familia privilegiada en el arte, comenzando por mi abuelo quien trabajó con Valero Lecha; también mis padres y mis hermanos hacen arte de alguna forma. Creo que eso me ha influenciado a ser la persona que soy actualmente. ¿Cómo empezaste a realizar tu arte en calles y murales? Creo que ese interés por el arte comenzó desde que estaba en el colegio; donde me pusieron a cargo de la comisión de diseño. Posteriormente comencé a estudiar artes plásticas y ahí comenzó la visión de artista enfocada al graffiti. En ese momento comencé a interesarme por ello gracias a la evolución que estaba teniendo alrededor del mundo. En ese tiempo pude percibir que habían ciertas exclusividades en algunas galerías de El Salvador y no era del todo bien recibido el hecho de utilizar aerosoles; ahí decidí comenzar con el sistema de crear murales en las calles, ya que ahí no podían restringirme.
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¿De tus trabajos, cuál de todos tuvo un significado especial? Han habido varios, pero hubo uno del cuál me gusta la idea y todo el proceso detrás. En un machete en el que hice el retrato de una activista ecuatoriana; este proyecto fue exhibido en uno de los lugares con mayor representación histórica de los Estados Unidos; que es la casa de Betsy Ross, diseñadora de la bandera de este país. Esa interacción para mí fue muy importante por que las personas pudieron ver el trabajo que muchas veces es visto de menos, el de la mujer sudamericana y centroamericana. Y justamente ese trabajo fue tomado en cuenta dentro de la casa de una de las mujeres más importantes de Estados Unidos. Me dejó mucha satisfacción observar esa yuxtaposición de las personas que llegan a ver algo patriótico estadounidense y se encuentran con este elemento.
En general, ¿cómo es tu proceso creativo? ¿Cuál es la etapa que más disfrutas? Por lo general siempre tengo un montón de ideas que simplemente comienzo a trabajar y van evolucionando en papel o en la computadora sin tener un medio objetivo de donde van a ser plasmados al final. Siempre comienzo a trabajar el concepto detrás de cada pieza, hago la idea gráfica y luego decido en qué superficie funciona mejor; puede ser un mural, un pintura o incluso tatuajes. ¿Cómo fue el momento en el que te diste cuenta de que podrías vivir de hacer arte urbano? Cuando la gente empezó a reconocer mi trabajo sin que me conocieran a mí, incluso me llamaban para averiguar quién había hecho el grafiti y así fue como empecé a recibir contratos pequeños, alguna comisión, lugares que querían murales pequeños, eventos donde me pedían pintar en vivo y comencé a ver de que de esto se puede generar ingresos. Fue un buen inicio, así aprendí a crear un sistema de trabajo. ¿Qué esperas provocar a las personas que ven tu trabajo? Siempre hay un elemento de conexión con la naturaleza; lo que espero provocar es que la ideas de las pinturas hagan reflexionar a las personas sobre el hecho de que somos parte de la naturaleza y que la naturaleza ha sido parte fundamental de nuestra historia; ya sea socio política o personal. Quiero que las personas vuelvan a tener ese acercamiento en cuanto a lo que somos, lo que éramos y a dónde vamos. Si pudieras hacer un mural en el lugar que tú quisieras. ¿Dónde sería y qué harías? En San Salvador, seria lindo el intervenir un espacio de los edificios neoclásicos, por ejemplo: Palacio Nacional; todas estas construcciones neoclásicas que tienen la intención de civilizar Centroamérica y ponerle cosas del trópico para ver esa interacción.
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¿Quiénes han sido tus grandes referentes? En conceptos de trabajo la idea de esto del trópico nació a través del movimiento de la tropicalia en Brasil en los años 60s / 70s, pero su precursor fue Caetano Veloso a través de la música y a partir de ello a sido una inspiración. Incluso también la nova tropicalia que es un movimiento nuevo que rescata elementos de la primera tropicalia tanto musical como visualmente. De El Salvador me agrada mucho el trabajo de Simón Vega, tuvimos la suerte de trabajar juntos compartir con él, es como un mentor también porque tiene mucha experiencia. ¿Cuáles han sido los grandes obstáculos que has pasado durante tu carrera? En El Salvador lo que costó fue convencerme de que me iba a tomar tiempo lograr lo que yo tenía pensado porque obviamente uno tiene que lidiar con estereotipos de todo tipo y al principio la mentalidad estaba en “voy a hacer algo bueno” pero no le daba el tiempo necesario de pensar algo para que la calidad del trabajo fuera mejor. Y aquí en Estados Unidos lo que cuesta es el hecho de estar aquí, es bien difícil adaptarse al ritmo de vida y culturalmente también es muy diferente.
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¿Que trabaja Calo Rosa para el 2019? En este momento estoy trabajando en tres proyectos, el primero que ya está en proceso actualmente es un puente que cruza una zona en crisis en la ciudad de Filadelfia y la idea es dar un mensaje visual de esperanza a la comunidad. El otro proyecto es con el departamento de aguas de la ciudad de Filadelfia y la idea es educar a las personas sobre el sistema de agua potable de la región, haciéndole saber de que el agua cumple con todos los niveles de salubridad para ser ingerida. De esta manera se pretende reducir el consumo de agua embotellada y la producción de plástico en sí.
Podemos observar el uso de colores vibrantes y formas que reflejan la identidad Latinoamericana y del trópico, ¿a qué se debe esta inclinación? Cuando estaba en El Salvador mi trabajo era bien diferente, trabajaba mucho la memoria histórica, tratos de gente común y corriente. Empecé a hacer el trabajo del trópico cuando ya estaba fuera del país. Ahí comencé a extrañar y reconocer el lugar donde uno nace y vive, lo que me hizo ser quien soy. Entonces empecé a trabajar algo más nostálgico; a pintar elementos regionales y que nos hacen recordar; como la flor que tiene mi mamá en su jardín, la palma del cocotero o la mata de guineos. La gente acá en los Estados Unidos reconoce esos motivos y los lleva de regreso al lugar donde comían con su abuela; son elementos a los que uno no tiene que ponerles una explicación Otra de las cosas que me pareció importante es que usualmente el concepto de belleza que se ve del trópico es como una idea de paraíso de crucero, pero detrás de todo ese trópico hay una historia además de un patio bonito donde uno va a divertirse. El lo que estoy explorando actualmente decir algo que tenga ese balance de elementos es lo que me agrada, que siempre hay una idea de corte o de inflexión. Sabemos que no todo es trabajo así que ¿Qué más hace Calo Rosa cuando está fuera de su estudio? Una de las primeras cosas que pienso en hacer cuando tengo tiempo libre es ir a surfear, obviamente no se puede ir todos los días, incluso ha sido difícil hacerlo aquí por el clima y el frío. Otra cosa es la percusión brasileña, tenemos un ensamble de percusión brasileña con mi esposa aquí en Filadelfia.
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Diseños vanguardistas y con un toque de minimalismo; Agustina Bottoni una diseñadora de producto argentina con sede en Milán, nos descubre un mundo donde los objetos evolucionan hasta llegar al punto de crear cierto éxtasis visual haciendo de la convivencia con ellos una experiencia que cubre más que una necesidad. www.agustinabottoni.com
agustina.bottoni
Quién es Agustina Bottoni? Soy una diseñadora y artista que experimenta con técnicas artesanales desde una sensibilidad contemporánea, buscando crear lazos emotivos con los objetos que habitan nuestros espacios. ¿Cuáles son los ingredientes, que consideras más importantes, para lograr un diseño excepcional? La armonía de sus partes y el lograr que su presencia en un ambiente y en las vidas de las personas tenga valor y sentido.
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Con respecto a tu concepto “Calici Milanesi” ¿Cómo fue el camino desde la idea, hasta la creación de un nuevo producto?
¿Qué te ha aportado profesionalmente Italia en tu estancia en ese país? Ha sido y sigue siendo una experiencia de aprendizaje continuo. Es un privilegio poder experimentar una cultura que tanto ha aportado a las artes y al diseño a lo largo de la historia.
La idea siempre fue la de homenajear a la ciudad que me ha acogido. Milán tiene un estilo de vida muy ajetreado, y muchísimas veces te encuentras celebrando el final de la jornada con un aperitivo: se me hace una tradición muy indulgente. Por otro lado quería remarcar su costado más chic, y por eso me inspiré en su arquitectura Art Deco de los años treinta. Este estilo arquitectónico es pura opulencia y riqueza visual basada en composiciones de fuerte carga gráfica. Uno de mis lugares favoritos en Milán es la Villa Necchi Campiglio, proyectada por Piero Portaluppi, que es un excelente ejemplo de la arquitectura Art Deco, elegida en esos años por las familias industriales para demostrar su poderío económico y gusto estético.
Por otro lado, ser inmigrante y abrirse camino de manera independiente en una industria muy competitiva también involucra un desafío que me ha hecho más fuerte y perseverante. Pero por otro lado, me hizo ver mi propia tierra con esos mismos ojos, y mi valoración de la cultura Latinoamericana creció enormemente. ¿Hay alguna técnica o material, que no hayas probado y en el que te gustaría experimentar? Me gustaría experimentar más con la cerámica y con el textil, idealmente con artesanos en Latinoamérica, creo que sería una experiencia maravillosa.
La forma de las copas la imaginé casi de forma instantánea, mi idea era la de utilizar geometrías puras y crear objetos esculturales con fuerte impacto visual. Realicé algunas maquetas para dar con las proporciones justas, y así me lancé a realizar los primeros prototipos.
De entre todos tus proyectos ¿Cuál recuerdas con especial cariño y por qué? Le tengo mucho cariño a mis esculturas EDEN. Se trata de una celebración de la armonía que encontramos en la naturaleza, con elementos en equilibrio que destacan la delicada belleza de las flores. Desde el inicio me inspiró mucho respeto el tema, porque entendí que en un contexto de crisis ambiental y sobreproducción, el rol del diseñador hoy en día es también una responsabilidad. Por eso en este proyecto las formas son tan ligeras, ya que uso el mínimo de material necesario. También elegí usar rocas de descarte para generar un contrapeso, me parecía interesante el hecho de darle valor a un material tan noble que la Tierra ha preservado por millones de años y muchas veces, por el uso irresponsable, se echa a perder.
Lo que parecen formas bastante sencillas en realidad requieren de gran destreza de un artesano, que debe realidad cada copa individualmente, sin ayudarse de moldes. Por este motivo el desarrollo del producto final requirió de muchos prototipos hasta llegar a un producto definitivo. Si Calici Milanesi fuera una persona, ¿qué diría y cómo la describirías? Sería una de esas personas encantadoras que encuentras en una fiesta, de aspecto refinado pero a la vez relajado. Recuerda los nombres de todos, es fácil entablar una conversación estimulante con ellos, y su sonrisa es genuina. Lo que quiere es que todos pasen una divertida velada y ser parte de ello.
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Tu portafolio es muy variado, ¿de dónde nace la inspiración para todas estas propuestas? Desde chica siempre he retenido imágenes o curiosidades que llamaban mi atención, en una especie de archivo mental. Durante mi estadía en Europa esta permeabilidad se ha intensificado porque me ha permitido conocer muchos países e historia. No dejo de sentirme asombrada por lo que voy encontrando en el camino, en los viajes, en libros, hasta en la música. Desde tu perspectiva como diseñadora, ¿Cuál definirías como tu ciudad favorita y por qué? Imposible elegir! Me sucede con muchas ciudades que visito, que quedo encantada, y siempre me inspiran. Y me queda mucho por conocer aún! ¿Hay algún objeto que te gustaría reinventar que aún no hayas creado?
Los derechos de las imágenes publicadas pertenecen a Agustina Bottoni
En este momento tengo una gran fascinación con la joyería. Creo que en mi caso debería reinventarla, ya que casi no utilizo accesorios. Diseñar una pieza es un gran desafío ya que que me sienta cómoda de llevar y que a la vez me represente. Es algo muy personal, como una escultura que se lleva sobre el cuerpo. Cuando no diseñas… Me gusta disfrutar de la tranquilidad, caminar mucho en la naturaleza o en la ciudad, encontrando nuevos encantos. También ver cine, cocinar, leer. Paradójicamente es en estos momentos en los que nacen muchas ideas que a veces resultan en nuevos diseños. Un diseño favorito – Una escultura de Brancusi Un diseñador – Isamu Noguchi Un color – Blanco Una forma – Círculo Un material – Textil
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EMMA
SCHONENBERG
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El diseño de superficies fué el medio de expresión que Emma Schonenberg encontró para mostrar su pasión al mundo. A su vez, gracias a su mirada particular, artística y poderosamente reflexiva; el resultado de su trabajo da fé de la calidad intachable tras varios años de práctica, aprendizaje e implementación de conocimientos. Con estas características ha creado un sello artístico completamente reconocible con sus diseños, patrones y colores como grandes protagonistas.
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¿Quién es Emma Schonenberg? Soy una salvadoreña apasionada por el diseño, académicamente me gradué de la carrera de diseño gráfico y posteriormente encontré mi pasión en el diseño de superficies. Además me considero una admiradora de otros talentos locales y alguien que cree que El Salvador puede brillar por medio del diseño en todas sus ramas. Qué nos podrías contar sobre tu relación con el diseño de superficies, ¿cómo comenzó y de qué manera ha evolucionado? Mi relación con el diseño de superficies es súper cercana y ha ido evolucionando de manera orgánica y casual. Descubrí mi pasión sin saber realmente que existía un área en específico sobre eso y comenzó en un momento en el que estuve trabajando para una compañía de candelas decorativas. Posteriormente me di cuenta sobre lo que era el diseño de superficies en sí y decidí que iba a dedicarme a esto al cien por ciento. Los primeros cuatro años no recibí ningún tipo de dirección de nadie hasta que comencé a exhibir y le mostré mi trabajo a una amiga Australiana muy querida que me guió hacia una feria en particular que gira más en torno al diseño textil.
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Y en cuanto a la evolución en el proceso; el trabajo a mano siempre ha estado, pero al principio trabajaba mucho con vectores y a medida que fui exhibiendo en ferias noté que las personas respondían mucho al trabajo más artesanal e incorporé diseños hechos a mano. También he tomado varios cursos en línea que me han ayudado a expandir mis estilos.
Tres características que definen el trabajo de Emma Schonenberg: Color, aunque curiosamente estoy trabajando en un proyecto y estoy enamorada del blanco y negro. Precisión, aunque es algo tan espontáneo, pero para hacer las repeticiones si tiene que ir un balance y que todo se vea alineado. Un tercero sería complejo. ¿Ha habido algún momento de quiebre a lo largo de tu carrera? ¿Qué aprendiste de ello? A veces lucho con los momentos de duda y cuando voy a una feria, más todavía. Lo que hago es no dejar que me venza e invitar al miedo y la duda a venir conmigo. Eso me anima a hacer las cosas y cuando menos siento ya estoy hablando. Curiosamente en los momentos de crisis es cuando veo emerger oportunidades y cuando me vuelvo más creativa. Me ha ayudado a desarrollar estilos nuevos y abrir otros caminos. ¿Qué supone para ti el reconocimiento de tu trabajo en el exterior del país? ¿Cómo ha influenciado esta relación multicultural en tu crecimiento personal y profesional? El ser reconocida en el extranjero me ha ayudado a no tener miedo y a tener confianza en cuanto a mi trabajo. Como persona me ha ayudado a exponerme mejor y a no tomar las cosas personalmente cuando no salen bien, a ser más abierta a la opinión de alguien más. ¿Hay algún área del diseño en la que te gustaría experimentar y que aún no lo hayas hecho? Diseño de joyas y el mobiliario me encanta también.
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Como diseñadora de superficies ¿Qué es lo que consideras esencial a la hora de diseñar para este mercado específico? Tener en cuenta el mercado final a quien le va a hablar, el enfoque también y vuelvo al hecho de no tener miedo y no tener miedo a que te vayan a copiar. El actualizarse también, el enfoque no solo a una especialización. Concentrarse en actualizarse y saber cuáles son las tendencias, qué está buscando el mercado. ¿En qué estás trabajando actualmente? En dar clases en línea, estoy desarrollando contenido actualmente. Y en abrir una tienda online. Objeto, lugar o acontecimiento menos esperado donde has encontrado inspiración: Creo que uno de los menos esperados surgió mientras estaba cocinando y vi el corte del pescado, me llamó la atención la textura mientras estaba crudo y le tomé una foto. Después le tomé una foto cuando ya estaba cocinado y lo convertí en un patrón. Ese diseño terminó en un catálogo de un cliente en Bélgica que hace papel tapiz.
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- Emma Schonenberg
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Entusiasmada desde pequeña en el arte en todas sus formas, la joven diseñadora uruguaya Alice Otegui, nos habla de CALMO, una marca que refleja su personalidad y que ha sido creada para todos aquellos que buscan algo diferente y original. CALMO es el resultado de lo que le apasiona, y así es cómo ha conseguido que encaje en todos los sentidos, creando una energía especial que plasma en sus diseños. Hablamos con ella para conocer un poco más su firma y sus planes de futuro.
Los derechos de las imágenes presentadas pertenecen a CALMO
¿Quién es Alice Otegui?
www.calmoslow.com
Soy uruguaya, nací en Montevideo y tengo 29 años. Me apasionan los textiles, las artes plásticas, la música, leer. Soy Diseñadora de Modas, licenciada de la Universidad ORT Uruguay, y actualmente soy la fundadora y Directora Creativa de Calmo. Siempre me gustó el diseño y el arte, y desde pequeña me vi influenciada por esta corriente gracias a mi madre que pinta óleos constructivos en lienzo. El hecho de haber pasado gran parte de mi infancia en el campo me permitió estar en contacto con la naturaleza, por lo que desde chica aprendí sobre la importancia de respetar y cuidar nuestro medio ambiente, y sobre todo le tomé mucho cariño a los árboles de eucalyptus. Esa combinación de arte y naturaleza es lo que me ayudó a formar mi personalidad y ahora dedicarme a lo que hago. Actualmente me gusta mucho el área de la dirección creativa en todos los aspectos que debe tener una marca: desde el diseño del producto y su packaging, a la gráfica y todo lo relacionado al branding, la estrategia general de ventas y marketing, etc.
@calmoslow
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¿Qué futuro crees que le espera al diseño sostenible; se convertirá en algo habitual o piensas que será algo más bien utópico?
¿Cómo fueron tus primeros pasos como diseñadora? Desde pequeña supe que quería ser diseñadora de modas y me titulé de la licenciatura en el 2014. Durante mis estudios realicé un intercambio estudiantil en la escuela de diseño Parsons, en New York, y ahí me enfoqué en el área de la sustentabilidad, conociendo el concepto a una mayor escala.
Creo que en este momento no hay vuelta atrás, el estilo de vida sostenible siempre existió, pero está creciendo cada vez más, y creo que así va a seguir ocurriendo, aunque algunos lo vean simplemente como una moda pasajera. Por suerte, las diferentes industrias y las personas en general se están volviendo más conscientes sobre el tema, se dan cuenta de que es un cambio necesario y que no es una moda o un capricho.
Descubrí que va más allá de la idea de reciclaje o el uso de materiales biodegradables, sino que abarca un concepto más integral, tomando en cuenta no sólo los materiales sino también a las personas que forman parte de la cadena productiva, y que todo ello está presente a lo largo del proceso de producción y sigue incluso después de que el producto ha sido adquirido por el consumidor.
El rol del diseñador en el futuro es ese, pensar en el diseño de manera sostenible e integral, tomando en cuenta el impacto social y ambiental de nuestras decisiones.
Mientras estudiaba y luego de recibida, trabajé para algunas empresas y también en formato freelance, hasta que a inicios del 2016 decidí animarme a comenzar mi propia marca de perfil slow y sustentable. Así nació CALMO.
Es importante aclarar que ser cien por ciento sustentable es un ideal, es imposible; lo importante es hacer todo lo que está a nuestro alcance, aunque sea de a un paso a la vez, para tener el mínimo impacto negativo posible.
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¿En qué basas la estética de tu línea? ¿Qué te inspira?
¿Con qué tipo de materiales te gusta experimentar a la hora de crear ropa?
En general me manejo con estéticas bastante atemporales; trato de no seguir estrictamente las tendencias, ya que busco generar diseños que provienen de búsquedas más propias y dejar un poco de lado el fast fashion, ya que sino, en pocos meses las piezas se vuelven obsoletas.
En verdad me gustan todos, pero mucho más los materiales naturales y nobles. La lana merino uruguaya es uno de los elementos que más me agrada y con el cual me gustaría crear más; además, también me gusta la seda y el cuero, que en Uruguay es de muy buena calidad.
Con CALMO intento ir más allá, no sólo al crear diseños con una impronta más atemporal para que los productos realmente duren mucho tiempo, sino también utilizando materiales nobles y experimentar con moldería no tradicional, lo cual deja un distintivo propio en la estética de la marca.
¿En qué medida se ven reflejados tus orígenes a la hora de crear tus productos? Creo que esto se puede ver reflejado tanto en los materiales, como en las formas de las prendas que produzco para CALMO.
Con respecto a lo que me inspira; me considero una persona muy curiosa por lo que en general pienso que todo puede ser una fuente de inspiración; sin embargo lo que más me inspira es la propia naturaleza, las texturas que hay en ella, y el arte y la arquitectura. Conceptualmente, me inspiran mucho también los libros, ya sean de ficción o no.
Con respecto a los materiales, utilizo mucho la lana merino y los detalles en cuero; ambos materiales son característicos de mi país. Además, en el uso de tintes naturales y esa impronta de la naturaleza que en mi caso fue muy cercana a mi desde pequeña. En cuanto a las formas, a la hora de diseñar me doy cuenta que algunos de los cortes que hago tienen cierta estética constructivista. Eso lo puedo referenciar al acercamiento que tuve con el arte gracias a mi madre quién pinta con ese estilo y gracias a quién tuve también el acercamiento al pintor uruguayo Joaquín Torres García. Recuerdo que mi casa siempre estuvo llena sus de libros. 31
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¿Cómo definirías a la persona que lleva las piezas de Calmo? Las personas que llevan piezas de CALMO son principalmente mujeres porque la indumentaria está pensada para ellas, pero la decoración es para mujeres y para hombres. Son personas que saben de arte, conocen sobre los materiales nobles y que les gusta llevar diseños que sean únicos. Valoran el tiempo de las personas, entienden que hay procesos y detalles que llevan más tiempo y saben apreciarlo, y entienden la importancia de pausar y no andar siempre a las corridas. Además quieren consumir de una manera más responsable, se preocupan por el cuidado de la naturaleza, y les importa el impacto social que puede tener una empresa. El perfil social de CALMO radica en que apoyamos a los artesanos locales con trabajo formal y flexible. Nuestros clientes valoran y apoyan el diseño de autor y la industria local. ¿Cuál es la parte más gratificante de tu trabajo? Por un lado, está la parte creativa: poder experimentar, sacando lo que uno tiene dentro para plasmarlo en algo tangible es una parte que se disfruta mucho. Por otro lado, las oportunidades de conocer personas, oportunidades para trabajar y para viajar; eso es algo por lo que estoy muy agradecida con CALMO. Creo que todas las personas que emprendemos nos damos cuenta que hay proceso interno de crecimiento increíble que se lleva a cabo, y es un tipo de crecimiento que nunca hubiera tenido si no me hubiera animado a tirarme al agua. Eso es algo por lo que estoy muy agradecida. ¿Qué encuentras en el diseño de indumentaria que no encuentras en otras manifestaciones del diseño? Es difícil de decirlo porque yo sé lo que me gusta desde pequeña y no tiene una razón o un por qué, nací con eso y listo. Es algo muy vocacional, donde me llevó la intuición. Lo que puedo decir es que me encanta el textil, el material, tocar las telas, ver los estampados y los colores; y aunque eso lo puedes encontrar en otros objetos, lo que tiene la indumentaria es que la puedes usar y se pueden llegar a concebir como obras de arte en movimiento.
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¿Qué desafíos enfrentas actualmente siendo una joven diseñadora? Creo que los desafíos que puede tener cualquier emprendedor; los tiempos, los costos, la competencia… Al emprender uno toma diferentes roles ya que debe estar presente durante todo el proceso y a veces el tiempo se vuelve ajustado o uno se cansa. Además existe el plus de ser emprendedor en Latinoamérica, que como todos sabemos, hay obstáculos extra, como por ejemplo en la exportación del producto o incluso su venta dentro del propio país, debido a los altos costos que tenemos. Sin embargo, a pesar de toda dificultad, siempre se vuelve algo lindo y hace que uno crezca mucho. Si fuera tan fácil, lo haría todo el mundo... ¿Dónde podemos comprar tus colecciones? En Uruguay estamos presentes en tiendas multimarca tipo concept store, tanto en Montevideo como en el este del país, donde hay mucha presencia de extranjeros. También hacemos envíos al exterior: nos contactan a través de nuestra web, enviándonos un mail a hola@calmoslow.com o escribiéndonos por instagram. Nos cuentan qué productos les interesan y nosotros les mandamos fotos del stock actual para que elijan, porque son todas son piezas únicas. ¿Cuál es la frontera entre arte y moda? La moda es algo que pasa, tiene un ciclo y después se vuelve obsoleto. En cambio, el arte para mí es algo que se vuelve eterno. Creo que ahí se encuentra la diferencia, pero también considero que pueden tener cosas en común ya que ambos tienen la posibilidad de inspirar; eso es lo que trato de hacer con CALMO. ¿Cuáles son los proyectos futuros de calmo? Por ahora seguir llevando CALMO al exterior. Por el momento tenemos nuestra web y queremos que próximo paso sea la venta online directamente desde esa plataforma. También proyectos de colaboración y de seguir afianzando la marca, y cada vez enfocarnos más en el uso de la lana merino uruguaya.
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TENTIS La pasión por las tradiciones, las historias de los abuelos y las técnicas artesanales son algunas de las razones que llevaron a Ale Barriere a inspirarse para el desarrollo de la marca Tentis, la marca salvadoreña que desde el 2015 nos traslada a recordar nuestras raíces y nuestras tradiciones con productos artesanales y hechos a mano, pero sobre todo poderosos por la intención y la voluntad que esconden por parte de su creadora. ¿Quién es Ale Barriere? Ale Barriere es diseñadora gráfica, propietaria y CEO de la marca tentis, co-fundadora en el 2015 y desde entonces se dedica a dirigir la marca, a diseñar y ser la mente maestra que está detrás de todo este proyecto de leyendas de El Salvador. “Soy apasionada por las tradiciones de mi país y Centroamérica; es eso lo que me mueve principalmente, la pasión por las historias de los abuelos, las historias de los pueblos que conllevan la tradición e identidad de nuestros países y que considero que deben ser retomadas para impulsarlas”, nos cuenta Ale. ¿Cómo decides llevar ese patrimonio intangible al diseño de productos? Cuando la marca inició en el 2015 descubrimos la necesidad que había de fortalecer estas historias, que estaban únicamente plasmadas en libros como “Mitología Cuzcatleca” por ejemplo, ya que las nuevas generaciones estaban dejándolas de lado. El reto fue retomar estos relatos y fusionar el diseño gráfico y el diseño artesanal para convertirlas en una experiencia tangible. Que no solamente se pudiera leer la historia si no también tocarla, olerla y que de esta manera trascendiera.
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¿Cómo nace Tentis como marca? Tentis toma impulso después que mi abuela se enferma y descubrí la importancia de impulsar las historias y no permitir que nuestros abuelos ya no estén para añorarlas. La palabra “Tentis” viene de una leyenda que ella nos contaba, que se llama “la tenta”; derivada de la palabra “tentación”. Siempre que salíamos ella nos decía “cuando salgan de noche, tengan cuidado de la tenta”. Y así surge Tentis, como un homenaje a nuestros abuelos. ¿Cuándo y por qué te sedujo el mundo textil para plasmar tus creaciones? Decidí estudiar diseño gráfico, ya que consideré que era como una base para posteriormente experimentar en diferentes áreas y siempre estuve influenciada por el lado artesanal y textil. Aunque las ilustraciones están hechas de una manera digital, al plasmarlas en algo tangible se perciben de una manera artesanal y genera una experiencia completa. Todo comenzó por experimentación de cómo se fusionaba lo gráfico con lo artesanal y así se fueron generando productos innovadores y únicos. Aún recuerdo los primeros “dummys” que se hicieron de los personajes, se trabajaron por varios meses hasta llegar a los finales que ahora conocen. ¿Qué son esas cosas que te inspiran? En primer lugar mis abuelas, es una relación que no tienes que dejar perder antes que ellos ya no estén contigo. Lo segundo, son los estímulos que se encuentran dentro de El Salvador, los paisajes, las técnicas artesanales, la fruta... eso es una inspiración importante para mí y el folclor de cómo la gente habla y vive, es interesante del salvadoreño la manera en cómo inventa cosas, el humor que tiene y que siempre toma lo bueno aunque existan cosas malas.
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¿Cuáles son los aspectos más diferenciales de la marca? El principal es serle fiel a eje central que es la inspiración de los abuelos y que cada proyecto nuevo refleje ese sentido, por otro lado está el sentido humano de la marca, hemos logramos tener una conexión con los clientes, el no verlos como clientes si no como realmente amigos. Y el diseño gráfico que es tan sencillo, pero tan complejo, que cada personaje tiene un por qué. ¿Qué es lo que crees que la gente debe conocer sobre el diseño salvadoreño y no conoce? Siempre doy este consejo y considero que se debe buscar inspiración primero dentro de lo local, dentro de la historia y después buscar fuera. Por ejemplo; hay muchos ilustradores que se están inspirando en cosas locales y eso es retomar lo tuyo y presentarle al mundo tu historia. Es es mi recomendación que se inspiren en lo local y lo conviertan en un eje central de los proyectos. Me gusta contar la experiencia de cuando Tentis se presentó en la Bienal Iberoamericana de Diseño en Madrid, 2018. Aunque éramos culturas tan distintas tuvo un impacto tan grande al momento de descubrir que la pasión por las historias de nuestros abuelos nos enamoran en cualquier parte del mundo. Y de esta manera compruebo que no tenemos que tener miedo en tomar los estímulos de nuestro país para presentarnos en un mercado internacional. ¿Cómo ha sido la evolución de Tentis desde sus inicios hasta hoy? Al principio comenzó sin una idea de negocio clara, era únicamente la idea de un proyecto que lo movía la pasión y el diseño. Luego cuando se lanzó en un Mercadito el impacto que tuvo con el público fue tan grande que no podía perder esa oportunidad de realmente hacer algo rentable de la marca y fué algo que no se quedó simplemente en un sueño; si no que me llevó a trabajar y a vivir de eso, y es lo que hago todos los días con pasión. Empecé a tomar cursos de finanzas, planes de negocio, asesorarme con programas y aplicar en concursos para hacer crecer Tentis.
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Algo que no ha cambiado desde el inicio es la idea detrás de Tentis y sus cuatro objetivos: -Impulsar la tradición oral -Impulsar el trabajo de artesanos -Impulsar el turismo por historia -Contar a todo el mundo las historias de El Salvador y Centroamérica. ¿Dónde podemos encontrar tu trabajo? Tiendas en El Salvador: En Hecho en Casa, San Benito 580 y Galerías. Cadejo Brewing Company, San Benito y Santa Rosa. Nahanché, Metrocentro, Plaza Mundo y Basilea, Zona Rosa. El Salvador Productivo, Centro Histórico y Aeropuerto de El Salvador. Tienda Axul, Ataco y Apaneca. Tiendas en Guatemala: Artesano’s Market, Zona 1. Siento 8, Zona 4. Piegato, Zona 10. MICO, Antigua Guatemala. Nuestra tienda en línea: www.somostentis.com ¿Qué viene para este 2019? Nuevas colecciones de productos, siempre trabajando con los personajes de leyendas. Se fortalecerá el proyecto “Trenzado tradiciones”, que son talleres impartidos por Tentis y artesanos. Y por último ampliar nuestros mercados internacionales. Para terminar… ¿Una película que puedes ver 20 veces sin aburrirte? Es mi favorita, se llama “the big fish” de Tim Burton. ¿Un lugar al que te gustaría viajar? Marruecos ¿Una canción? Mi país – NEDA. Artista salvadoreño.
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