Boletín Camino 4 2018

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Contenido

Editor Propietario

Congregación de la Misión Nit: 860010527-2

Director

P. Luis Hernando Gil Yépez, C.M. luihgy@hotmail.com

Presentación 3 Llamados para acompañar

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Eres libre para vivir la pobreza

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Sobre las Constituciones de la Congregación de la Misión

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Noticias del Camino

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Familia Vicentina en Camino

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Lo que viene en Camino

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Corrección y redacción

P. Jhon Alexander Páez Castillo, C.M. alex8528@hotmail.com

Administración y Diseño

P. Eddison Johan León Martínez, C.M. eddisonleon@hotmail.es

Corresponsal y Memoria Visual

Sem. César Augusto Sánchez Vinasco, C.M. tuto0924@hotmail.com


Presentación Queremos agradecer a las personas que durante este año 2018, se vincularon al trabajo de la PV–FV, e invitarlos en estas fechas de recogimiento y compartir fraterno a seguir acrecentando la llama de la caridad, porque cuando la caridad “habita en un alma, ocupa por entero todas sus potencias: no hay descanso; es un fuego que actúa sin cesar; mantiene siempre en vilo, siempre en acción, a la persona que se ha dejado abrazar una vez por él” (S.V.P), y es ella el eje transversal que nos ayuda a comprender el “Sí” y la confianza que tuvieron José y María para contribuir en el plan salvífico de Dios, “porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único” (Juan 3,16). Este amor de Dios es el principio y el cimiento de nuestra esperanza y nuestra fe. “Un Dios hecho carne, identificado con nuestra debilidad, respirando nuestro aliento y sufrimiento nuestros

problemas” . Es el Emanuel, Dios con nosotros, que nos cuestiona y nos invita a través de su nacimiento en el portal de Belén a buscar su rostro en medio de los pobres, a trabajar por la dignificación de aquellos que la sociedad ha marginado. No tengas miedo de seguir luchando por acrecentar el carisma de aquel hombre que buscó en su vida cumplir el mandato de Jesús, porque todos estamos llamados a ser mensajeros de la Buena Nueva, es tiempo de vivir una nueva navidad en la cual prevalezca el compartir más que el dar. “Cuando se da, siempre se parte de una desigualdad y normalmente crea dependencia porque no permite que la otra persona que recibe asuma su propia vida […], en cambio, compartir crea fraternidad sin dependencia, porque reconoce una igualdad y el valor del otro” , aprendamos del Maestro a compartir

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desde lo que tenemos no de los que nos sobra, busquemos a Dios en la tierra que se hace presente en aquel que grita y que clama. “Dios busca acogida en nosotros, y nuestra ceguera cierra las puertas a Dios” , no permitamos que lo pasajero nos aparte de la esencia de estas fiestas, el abrir el corazón y prepararlo (compartiendo con el hermano, perdonándonos, viviendo en la alegría del amar como amigos que se quieren bien, como buenos cristianos) para que el niño de Belén nazca y more eternamente en un corazón limpio y preparado, donde no haya lugar para odios y desprecios, compartamos el amor tan grande que se nos ha dado con los más necesitados ya que en ellos también vive el niño que nació en el Portal de Belén, no permitamos que el Salvador nazca nuevamente en un pesebre apartado de nosotros, al contrario, en esta ocasión, preparémosle un lugar digno en nuestro corazón, en nuestra vida. Después de este mensaje, queremos complementar esta presentación con una frase de San Juan que leemos en esta época navideña: “Lo que hemos visto y oído, eso les anunciamos, para que también ustedes tengan comunión con nosotros” (1Jn 1,3). “Hemos visto” nos quiere dar

a entender que somos testigos de muchas presencias en el que Dios se ha manifestado. Es siempre motivo de alegría y de agradecimiento a Dios por hacernos descubrir su presencia con quienes nos hemos encontrado en nuestro trabajo de Pastoral Vocacional y de Familia Vicentina. Son muchos los rostros de cohermanos, de Hijas de la Caridad, de laicos bien comprometidos con el carisma y la vocación como los benefactores, de jóvenes abiertos y alegres, y de niños que manifiestan la esperanza del carisma, que nos acogieron y nos abrieron las puertas de sus comunidades y movimientos para encontrar en todos ellos el reflejo de Dios. “Hemos visto”, porque todos ellos nos abrieron sus puertas y permitieron que en comunión vayamos tomando consciencia de que como familia los proyectos de Dios se hacen mas fuertes en su proyección y consecución. Nuestra mirada no ha sido indiferente ni mucho menos insensible, es claro que nos han interpelado los rostros, pero ha sido el rostro de Jesucristo quien nos ha cautivado y motivado como Comunidad de Pastoral Vocacional y Familia Vicentina. Con esta experiencia hemos tratado de ver con la mirada de Jesús “evangelizador de los pobres” y con la de San Vicente de Paúl, que,


al ver a Dios en los pobres, no hizo otra cosa que ser creativo en la caridad. Claro, hasta ese nivel tan alto no llegamos, pero fuimos a ver e hicimos lo que teníamos que hacer… Gracias Señor por permitirnos contemplar tus maravillas. “Hemos oído”. Quizás hemos visto poco o en ocasiones nuestra mirada se desvió por la falta de atención. Son muchos los ruidos que nos distraen y no permiten la atención, pero aún así hemos tenido la oportunidad de “oír”. Dicen que oír es fácil y que escuchar implica mayor concentración y atención; pero las dos experiencias las hemos tenido que vivir, una mas que otra, pero las hemos vivido. Y en esto, uno de los recursos que nos ha permitido esta experiencia ha sido el celular con todos los aplicativos que nos permite acceder. Con él hemos oído y escuchado a tantas personas que nos dicen: “vengan aquí”, “vayan allá”, “aquí hay un joven inquieto”, “llamen a este o aquél”… Sí, hemos oído desde lejos, como cuando Dios dice a Moisés: “he oído el clamor de mi pueblo”, pero interfieren muchos faraones que no dejan el acercamiento al pueblo. Oír aquí implicó para nosotros,

una doble experiencia: la de oír y dejar pasar, y la de oír y atender el llamado, que implicaría, además, el acercamiento. Para ser verdaderos oyentes de la Palabra es necesario el acercamiento, que implicaría también una acogida atenta en la escucha. Esta ha sido nuestra tarea: escuchar a muchos jóvenes que hemos visto, porque gracias a ustedes que nos han llamado, hoy contamos con un número pequeño pero significativo de candidatos que entran para continuar discerniendo la voluntad de Dios en ellos. Gracias Señor por permitirnos escuchar el clamor de los pobres en la respuesta de los que llamas… “Eso les anunciamos”. El Boletín Camino es un anuncio de aquello que nosotros como Comunidad “hemos visto y oído”. Gracias a todos ustedes que, como Familia Vicentina, colocan su granito de arena, con el cual tratamos de renovar con nuevos aires el carisma que compartimos. En este último Boletín del año,el seminarista César Augusto Sánchez nos ofrece otro artículo muy interesante sobre libertad y pobreza. En la misma línea de la Cultura Vocacional el padre Luis Hernando nos ofrece un tema sobre el acompañamiento. Se trata de una enorme preocupación especialmente en el ambiente

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formativo y el de la familia. Es un desafío que requiere ser afrontado con decisión. Pero a demás de esto, el seminarista Jonathan Calle nos regala su reflexión sobre las Constituciones como una manera de recordar aquello que constituye normativamente la vivencia del carisma. No hay que olvidar que la norma es pedagógica, viene de un valor y nos conduce a la vivencia del valor. Y también les anunciamos que la PV-FV presentará cambios para el próximo año los cuales se asumen con esperanza. Uno, por “vencimiento de términos”, pasa a otra etapa, el seminarista César Augusto, a quien le agradecemos su valiosa y abnegada colaboración y auguramos éxitos en la nueva etapa que va a asumir. Otra, por “remoción interior”, necesaria para la Provincia que necesita de nuevos aires que impulsen las comunidades locales. Se trata del padre Alexander Páez quien va como formador a Popayán. Le agradecemos su empeño y pasión en el acompañamiento a nuestros jóvenes aspirantes

Le auguramos un buen procedimiento en su nueva misión. Gracias Señor por permitirnos anunciar gozosamente la experiencia de encuentro para fomentar la cultura vocacional… Bueno queridos lectores del Boletín Camino, disfruten de la lectura de esta entrega y no olviden también mandar sus sugerencias. Una feliz Navidad y un prospero año nuevo 2019. Est. César Augusto Sánchez Vinasco, C.M.


Llamados para acompañar P. Luis Hernando Gil, C.M.

Los documentos del Papa Francisco han insistido mucho en la necesidad de acompañar la persona, motivado, claro está, por la realidad “líquida” que actualmente vive el matrimonio y la vida consagrada en general. En la exhortación Evangelii Gaudium 169 se dice “la Iglesia deberá iniciar a sus miembros -sacerdotes, religiosos y laicosen el arte del acompañamiento, para que todos aprendan a quitarse las sandalias delante de la tierra sagrada del otro”. Se trata pues, de un arte y quien acompaña, realiza un bello trabajo artesanal. Como arte hay que aprenderlo, y solo se aprende “dejándose acompañar”. En otras palabras, partir de la misma experiencia de dejarse acompañar para acompañar (cf.EG 171). Como miembros de la Iglesia ¿estamos dispuestos a desaprender para iniciarnos en el acompañamiento? Esto

implicaría de parte nuestra un dejar que trabajen en nosotros, teniendo consciencia que somos un “misterio en nosotros mismos” (cf. RFIS 28) y “un diamante aún no acabado de pulir” (cf. RFIS int 1). Es un acto de humildad que llevaría al acompañante a tener la autoridad para acompañar. Es también una actitud de “discipulado permanente” o de “formación permanente”, pues ninguno está totalmente formado, integrado o maduro. De aquí la necesidad de reconocer con humildad que somos una obra sin terminar de “pulir”. Solo quien se deja acompañar tiene la capacidad y la autoridad para acompañar a otros, insiste también la nueva Ratio Formationis. Pero ¿Qué es acompañar? El título arriba lo sugiere: una vocación. Esto significa que “no todos pueden con esto”,

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pero “la gracia actúa sobre la naturaleza” para quien desea comprometerse. La doble vertiente de nuestro carisma evangelizador de los pobres nos lleva necesariamente a ser hombres del acompañamiento desde la formación inicial. Se debe “reanundar” en la etapa inicial, y esto es un imperativo que nace y llega de lo alto, es decir, de la escucha de Dios en aquello que está pasando y que muchas veces “no lo notamos” (cf. Is 43,18). De aquí la importancia del discernimiento de los acontecimientos que gritan como una voz que quiere ser escuchada. Acompañar implica saber discernir, que también es otro arte. Las nuevas directrices de la formación nos hablan de “expertos en el arte del discernimiento” y caracteriza este arte como la capacidad de escuchar profundamente las situaciones reales y la capacidad de realizar un buen juicio en las opciones y decisiones (cf. RFIS 120). Acompañar en otras palabras es ayudar a discernir la voluntad de Dios a quien se acompaña.

La característica del acompañante, como “una ayuda”, es muy importante, pues aquí se comprende que quien acompaña es un instrumento humilde del Espíritu Santo y como tal, es limitado, aun así, su llamado y respuesta es acompañar para que quien busca ayuda desvele progresivamente la verdad interior que se esconde en él y de esta forma, sea cada vez más consciente de su condición de hijo de Dios, goce de su libertad, y se vaya identificando poco a poco con los sentimientos del Hijo. Acompañar, como “arte del discernimiento”, implica dejarse ver o reconocer su propia interioridad para poder mirar con ojos de misericordia a quien acompaña. Dejarse interpelar y asumir una actitud autocrítica, con el objeto de ser capaz de interpretar y juzgar a la luz del Evangelio la persona que busca ser acompañada. Ser claro en sus decisiones y opciones para ayudar a iluminar la realidad de quien


acompaña. Este está llamado a descubrir con su apertura de mente y corazón qué es lo que hay dentro de él que de alguna forma puede estar interfiriendo en su vocación. Dejarse interpelar e interpelarse es el punto de partida para la autoconcientización de aquello que está pasando en su interioridad, de tal manera que lo reconozca con humildad y lo interprete con esperanza, y con

todo, sea capaz de ver la acción de Dios en su pasado y en el presente y que lo llevará a tomar decisiones para vivir con libertad interior. Acompañar es, por tanto, el arte de ayudar a tomar decisiones libres y duraderas, pequeñas o grandes que contribuyan al crecimiento personal y madurez en la fe.

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Eres libre para vivir la pobreza Est. César Augusto Sánchez, C.M.

“La pobreza es una renuncia voluntaria a todos los bienes de la tierra, por amor a Dios, para servirlo mejor y cuidar de nuestra salvación; es una renuncia, un desprendimiento, un abandono, una abnegación. Esta renuncia debe ser exterior e interior. No sólo hay que renunciar externamente a todos los bienes; es preciso que esta renuncia sea también interior, que parta del corazón. Junto con los bienes, hay que dejar también el apego y el afecto a esos bienes, no tener el más mínimo amor a los bienes perecederos de este mundo. Renunciar externamente a los bienes, conservando el deseo de tenerlos, es no hacer nada, es burlarse y quedarse con lo mejor. Dios pide principalmente el corazón, que es lo principal.” Usando este texto como apertura quiero a lo largo de este trabajo profundizar en la pobreza, no tomándola como un problema de la humanidad sino

como un misterio de la misma el cual debe ser entendido y vivido. XI, 246247/XI, 156 La palabra “pobreza” no significa lo mismo para los teólogos, los sociólogos o para los tratadistas de los consejos evangélicos. Al igual que en los demás consejos evangélicos, la pobreza Vicentina debe entenderse en referencia a la misión, de modo que la pobreza en la Congregación de la Misión existe para imitar a Cristo evangelizador de los pobres, es inspirada y orientada por la misión y para misión. Este criterio fundamental es la clave por la que el misionero (pobreza personal) y la Congregación de la Misión (pobreza comunitaria) descubren el verdadero criterio Vicentino, al enfrentarse con las diferentes maneras de comprender y practicar la pobreza evangélica.1 “El 1 Instrucción sobre la estabilidad, castidad, pobreza y obediencia en


voto de la pobreza, en medio de una cultura tan abigarrada y ambigua, aparece como resistencia a las ideologías del consumo y la insolidaridad, creando comunidades que resulten contraculturales por su modo de vivir sobrio, su capacidad de acogida y reconciliación, su disponibilidad a compartir con los más necesitados”2. Esta opción de vida (la pobreza) no es bien vista en la sociedad actual, la cual está inmersa en el consumismo, en la acumulación de bienes y el olvido de las necesidades del hermano; según el concepto sociológico “ser pobre es una desgracia, es algo negativo, ser menos, y aunque se le reconozcan ciertos valores, de todas maneras nunca es algo deseable ni puede ser objeto de opción voluntaria.”3 Por ende se vive en una cultura donde prevalece el individualismo, donde no importa cuantos se mueran de hambre, de enfermedades, la Congregación de la misión. Salamanca, Ceme, 1996, pp. 59 2 LUCAS. MIGUEL. Los religiosos y la evangelización de la cultura. Los votos como sacramento y profecía cultural. “Pobreza”. ediciones paulinas, 1991, pp. 27 3 CARRASQUILLA. FEDERICO. Escuchemos a los pobres. Aportes para una antropología del pobre, editorial Delfín Ltda, 2015, pp. 33

por la violencia diaria (estos son los factores más comunes donde los más afectados siempre son los más necesitados), solo importa el individuo, este mundo está lleno de hombres y mujeres que luchan como animales para conseguir la mejor carnada sin concernir cuantos tengan que caer, la famosa “supervivencia del más fuerte” la cual nos ha sumergido en un yoísmo del cual no hemos podido salir. ¿Pero qué es lo prevalece en aquellos que han decidido dejarlo todo, por seguir a Cristo evangelizador de los pobres?, ellos han considerado “a la persona, no como un objeto sino un misterio, es decir, como una realidad que me incluye a mí también. Se mira la situación de la otra persona desde dentro, tomando la existencia del pobre, no como externa, sino como algo que me toca, que me incumbe”4, es por esto la importancia de no ver al pobre como un problema sino como un misterio, como lo determina el filósofo francés Gabriel Marcel, debido a que un “problema” es algo que se pone delante para estudiar, es un objeto que se puede observar pero que no involucra al espectador, mientras que el Misterio es algo que engloba e incluye al observador, a tal 4 CARRASQUILLA. FEDERICO. Escuchemos a los pobres. Aportes para una antropología del pobre, editorial Delfín Ltda, 2015, pp. 26

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punto que no puedo tomar distancia en absoluto de la realidad de su entorno.

pero el misionero al optar por “la inserción, el compromiso con el pobre y su causa, el hacerse pobre, lleva consigo una dimensión liberadora”8, porque ha Pero esta elección no deja comprendido que “en el contacto diario de ser un choque fuerte con el pobre, cuando nos situamos con frente a las influencias del él de tú a tú; cuando lo dejamos ser consumismo donde “una vida él mismo, descubrimos que el pobre se cómoda se nos presenta como mira a sí mismo con una personalidad una posibilidad muy atractiva propia, que muchísimas veces no se que fácilmente se convierte atreve a expresarla quizás por miedo en un fin por sí misma”5; a no ser comprendido o desvalorizado por consiguiente “el hombre ”9, y desde allí empezar a trabajar siempre ha insistido en por la dignificación del ser pobre, construir un mundo teniendo apropiándonos de los elementos como meta final la riqueza, un suficientes para permear a la mundo de abundancia en el que humanidad de la sensibilidad que lo tengamos todo”6. Por esta carece y cambiar la visión negativa razón es tan contradictorio y que la sociedad maneja sobre la un poco insensato para el común pobreza como desgracia, por esta denominador de los hombres razón San Vicente afirmó “De modo entender una opción de vida en que si hay alguno entre nosotros la cual predomine la pobreza que crea que están en la Misión asumida -“es una renuncia para evangelizar a los pobres y no voluntaria a todos los bienes para cuidarlos, para remediar sus de la tierra por amor a Dios, necesidades espirituales y no las para servirlo mejor y cuidar de temporales, les diré que tenemos nuestra salvación”7-, frente a la que asistirles y hacer que les reacción que tiene el pobre de asistan de todas las maneras, su desdicha, de haber nacido en nosotros y los demás…. Hacer la miseria, este hecho lo lleva a esto es evangelizar de palabra y buscar la forma de liberarse y de obra” (SV XII, 87 / ES XI, lucha toda su vida por salir de ella 393) ya que esta condición de vida no fue su elección, él nunca quiso tener 8 LUCAS. MIGUEL. Los religiosos y la evangelización de la cultura. Los votos carencias de bienes materiales; 5 Instrucción sobre la estabilidad, castidad, pobreza y obediencia en la Congregación de la misión. Salamanca, Ceme, 1996, pp.61 6 CARRASQUILLA. FEDERICO. Escuchemos a los pobres. Aportes para una antropología del pobre, editorial Delfín Ltda, 2015, pp. 22 7 XI, 246-247

como sacramento y profecía cultural. “Pobreza”. ediciones paulinas, 1991, pp. 28 9 CARRASQUILLA. FEDERICO. Escuchemos a los pobres. Aportes para una antropología del pobre, editorial Delfín Ltda, 2015, pp. 36


“Por tanto el voto vicentino de pobreza y por la pobreza sólo se puede entender rectamente a la luz de la decisión de seguir a Cristo evangelizador de los pobres. Una comprensión sería que el voto se basa en el compromiso de entrega de la vida propia a la causa del reino”10, por esto si el integrante de la Congregación es capaz de desprenderse de sus bienes materiales, su opción de vida va ser más generosa ya que “el fin de la pobreza y su alma interior es seguir a Jesús en libertad y participar en su misión de evangelizador de los pobres”. 11 La misión Vicenciana nos coloca en medio del mundo de los pobres. El deber de ser solidarios con nuestros hermanos pide de nosotros un estilo de vida moderado. (Cf C. No. 33) Por lo cual el misionero se entrega a la tarea de ser evangelizador de los pobres, transforma su pensamiento y sus ansias de riquezas en trabajar en beneficio de su prójimo, en ser vocero de los que no tienen voz; “su disponibilidad para dejar de lado la comodidad y la seguridad material, al menos en cierta medida, hace que el servicio a los pobres sea posible y creíble. Por eso San Vicente calificaba a la pobreza como el baluarte de nuestra Congragación. 10 Instrucción sobre la estabilidad, castidad, pobreza y obediencia en la Congregación de la misión. Salamanca, Ceme, 1996, pp. 61 11 Instrucción sobre la estabilidad, castidad, pobreza y obediencia en la Congregación de la Misión. Salamanca, Ceme, 1996, pp. 63

[…]Por otro lado es un testimonio en contra de una sociedad que margina y deja de lado a los pobres”12, que se preocupa por sus bienes materiales, su deseo de comprar y busca la manera de obtener más beneficios de sus riquezas sin importar que el pobre se haga más pobre cada día; no obstante los miembros de la Congragación de la Misión eligen vivir como vivió Jesús, optando por “llevar una vida pobre, e hizo su acción desde el pobre {…} declara bienaventurados no a los ricos sino a los pobres y a los que tienen actitudes de pobres, y esto no porque sacralice o espiritualice su situación, sino porque descubre su valor”13 por ende se debe entender el voto de pobreza no como un modo de vida, sino una opción libre de seguir a Jesucristo y entendiendo esto podemos vivir la pobreza vicentina que “es, más funcional que testimonial. Puede ser radical, moderada y pluriforme según lo exija la misión y el servicio a los pobres”14. Aunque “la miseria de tantos hermanos y hermanas pueden producir en nosotros un anhelo por vivir una forma de 12 Instrucción sobre la estabilidad, castidad, pobreza y obediencia en la Congregación de la misión. Salamanca, Ceme, 1996, pp.64 13 CARRASQUILLA FEDERICO. Escuchemos a los pobres. Aportes para una antropología del pobre, editorial Delfín Ltda, 2015, pp. 172 14 PÉREZ FLORES, M. Pobreza, en “Diccionario de Espiritualidad Vicentina”. Ceme (1995), pp. 499

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pobreza que no esperamos alcanzar nunca. Mientras los pobres sufren una pobreza real, nuestras casas y trabajos distancia nuestra forma de vida de la de ellos. Para algunos miembros de la comunidad, esta realidad crea una viva preocupación a sus conciencias. A otros, les produce una actitud de indiferencia en cuanto al problema de la desigualdad en los niveles de vida”.15 Así que es deber del misionero traspasar estas fronteras de la indiferencia social hasta llegar a una equidad y sensibilización, en la cual prime el hombre por su valor humano y no por su estatus económico a tal punto de poder descubrir en estos rostros sufrientes a Cristo, y enfocarse en “prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpelarnos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos”16 por lo anterior se hace eco de las palabras de San Vicente frente a la pobreza misionera que es el resultado de contemplar a Jesús, que “se hizo pobre aunque era rico, a fin de que os enriquecierais con su pobreza” (cf. 2 Cor. 8, 9), se hizo 15 Instrucción sobre la estabilidad, castidad, pobreza y obediencia en la Congregación de la misión. Salamanca, Ceme, 1996, pp. 61 16 PBRO. PABLO BONAVIDA. Iglesia pobre, para el pobre y de los pobres, en Memorias Congreso VC, Bogotá, CLAR, 2015, pp. 247

pobre para mostrarnos la verdadera riqueza del ser humano. En otras palabras, la finalidad de seguir a este Cristo pobre y de aceptar como los discípulos su deseo de vivir con él no es otra que la de ser y estar libres para combatir con soltura lo que es la ruina de casi todo el mundo: el ávido deseo de riquezas.17 Por esto podemos concluir que el “voto de pobreza tiene que girar alrededor de dos centros: la persona de Jesús que fue pobre y es quien le da sentido y valor al voto, y, la persona del pobre, que nos está mostrando cuál fue el estilo de vida que llevó Jesús” 18 El voto de pobreza es un compromiso que realizamos de manera voluntaria y libre para vivir como Cristo vivió, el misionero se deposita en las manos del creador para ir donde la Providencia lo envié, renuncia a sus posesiones para edificar el Reino de Dios en el corazón de los hombres, a tal punto que sus bienes más preciados sean los pobres y poder llegar a decir como San Vicente que: “los pobres son nuestros amos y señores”, sintiéndonos libres para vivir en la pobreza. 17 XI, 139, 649; Constituciones y Estatutos de la CM, CEME, Salamanca 1985, p. 199 18 CARRASQUILLA. FEDERICO. Escuchemos a los pobres. Aportes para una antropología del pobre, editorial Delfín Ltda, 2015, pp. 171


Sobre las Constituciones de la Congregación de la Misión Est. Jhonathan Armando Calle, C.M.

El texto introductorio de las Constituciones, pone de manifiesto la necesidad que tenemos como Congregación de renovarnos a la luz del Espíritu Santo y de san Vicente de Paúl. En efecto, dicha renovación no prescinde del patrimonio espiritual heredado por nuestro santo fundador, quien convirtió su vida y su vocación al servicio de Cristo en la persona de los pobres, más bien nos lanza para asumir con ahínco los nuevos desafíos y responder a las actuales miserias y pobrezas con la fuerza inagotable del Evangelio. Para los miembros admitidos e incorporados de la Congregación, seguir a Cristo evangelizador de los pobres constituye el fundamento del ser y quehacer como Misioneros Vicentinos. Hemos sido llamados a “hacer lo mismo que el Hijo de Dios hizo en este mundo: dedicar su vida a la salvación de los

pobres”, por tanto nuestro espíritu se fundamenta en el de Jesucristo y se concretiza en su “amor y reverencia al Padre, caridad compasiva y eficaz con los pobres, docilidad a la Divina Providencia” (Const. 6), y en las virtudes que San Vicente descubrió en Él: “la sencillez, la humildad, la mansedumbre, la mortificación y el celo por las almas”, de las cuales vale la pena hacer constantemente eco y discernir a la luz del Espíritu Santo qué tanto estamos configurando nuestra vida con Jesucristo a través de la vivencia de ellas. La realidad del mundo en que vivimos hoy, impregnada de materialismo, consumismo, inmediatez y utilitarismo, exige de nosotros como misioneros un testimonio de vida coherente y sólido, expresado en nuestro compromiso y fidelidad, que invite siempre a quienes acompañamos y a quienes se relacionan con

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nosotros, a trascender, viviendo al estilo de Jesús y de San Vicente, no ya para sí mismos sino para los demás y en sintonía con los valores del Reino que se sintetizan en la máxima evangélica del amor. Como Misioneros Vicentinos, nuestra vida y acción evangelizadora deben caracterizarse por la “preferencia clara y expresa por el apostolado entre los pobres, la atención a la realidad de la sociedad humana, alguna participación en la condición de los pobres, el verdadero sentido comunitario en las obras apostólicas, la disponibilidad para ir al mundo entero y la búsqueda continua de la conversión” (Const. 12). Las anteriores características denotan claramente un contenido evangélico que nos impulsa a estar siempre en actitud de salida de nosotros mismos, pues el sentido de nuestra vida debe estar fundamentado, a ejemplo de Cristo, en dar la vida por amor. Nuestra relación con los miembros de las comunidades locales y con los pobres adquiere un sentido teológico que puede definirse como prolongación del misterio de la Encarnación de Cristo, cuando realmente nos disponemos a salir de nosotros mismos y tenemos como meta la construcción del Reino de Dios en medio de nuestras

comunidades. Se menciona de forma concreta la misión que nuestro santo fundador nos encomendó desde los inicios de la Congregación y que debemos tratar de impulsar y conservar en nuestras obras como patrimonio de nuestro Carisma: “las misiones populares, la formación del clero en los seminarios, la ayuda espiritual a los sacerdotes, la promoción y preparación conveniente de los laicos, las misiones ad gentes, la atención espiritual a las Hijas de la Caridad y la lucha por la implantación de la justicia social y la caridad evangélica en las comunidades que acompañamos” (cfr. Const. 1418). Todas las actividades pastorales propias de nuestra Congregación, a mi juicio, deben ser preservadas y promovidas en nuestras comunidades locales, para garantizar que nuestro espíritu y Carisma se conserven. Es cierto que cada comunidad local debe adaptarse a las circunstancias y necesidades de tiempo y lugar propios, pero es importante reflexionar constantemente acerca de lo que estamos haciendo y viviendo de nuestro carisma allí y lo que podemos después implementar y renovar. En cuanto a las disposiciones sobre nuestra vida comunitaria, lo fundamental es valorar que “nuestra vida llega a ser realmente una comunidad de convivencia fraterna, de trabajo, de oración y de bienes” (Const. 25), lo cual debemos expresarlo en la comunión y misión. Cada comunidad local debe vivir y trabajar en comunión para lograr


el fin de la Congregación que se concretiza en el apostolado y la misión. Vivimos en comunidad, no sólo para nosotros mismos, sino, ante todo, para la misión. Así mismo, para que haya un buen ambiente comunitario es importante que promovamos el diálogo, el respeto y, cuando haya la necesidad, la corrección fraterna, ya que son valores que facilitan la convivencia entre hermanos e impulsan a la realización, en el día a día, de nuestro proyecto comunitario.

la fuente de la vida espiritual del misionero. Mediante ella se reviste de Cristo, se imbuye de la doctrina evangélica, discierne la realidad y los acontecimientos en la presencia de Dios y permanece en su amor y su misericordia.” (Const. 41). Se resalta el valor de la Eucaristía, el acercamiento al sacramento de la Penitencia, la celebración de la Liturgia de las Horas, la oración personal y comunitaria, los ejercicios espirituales y la devoción mariana y a los Santos y Beatos de la Familia Vicentina (cfr. Const. 45-50). No podemos prescindir en nuestros proyectos comunitarios y personales de momentos fuertes de oración, pues sabemos que de una verdadera vida de oración depende el éxito y el equilibrio en las demás dimensiones de nuestra vida.

De igual manera que la vida comunitaria, los votos perpetuos que emitimos en nuestra incorporación a la Congregación, de estabilidad, castidad, pobreza y obediencia, son encaminados a la vivencia plena de la misión. Nos consagramos con todo lo que somos y tenemos a ejemplo de Jesucristo, para dedicarnos todo el tiempo de nuestras vidas y verdaderamente libres de los apegos y vanidades del mundo a la evangelización de los pobres, siendo nosotros los primeros en trabajar por la instauración del Reino en nuestras propias vidas y comunidades locales.

Un elemento de vital importancia en nuestras Constituciones, y que para San Vicente fue fundamental, es la oración, pues para él “es

En cuanto a la formación de los nuestros, las Constituciones enfatizan en cada una de las etapas del proceso destacando sus requerimientos y proponiendo algunas recomendaciones concretas en lo que se refiere al perfil de los candidatos y los avances progresivos que deben ir manifestando. También, es de valorar la invitación que se nos hace a no conformarnos con nuestra formación inicial, sino a vivir en clave de formación permanente,

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reconociendo con humildad que cada día hay mucho por mejorar y aprender en nuestra vida y formación integral.

A manera de conclusión, la lectura de las Constituciones es y será siempre para nosotros una oportunidad para remitirnos a lo fundamental y lo verdaderamente propio que poseemos como Congregación en cuanto a nuestra vocación, vida y organización. Por ello, es necesario leerlas y releerlas constantemente y sin cansarnos, para que podamos llenar nuestra mente y nuestro corazón del Espíritu que contienen y promueven: Jesucristo evangelizador de los pobres. Aunque en ellas está contenido nuestro ser y quehacer, como vicentinos del siglo XXI estamos llamados a encarnarlas en nuestras vidas y en nuestras comunidades locales y a adaptarlas a nuestros tiempos con un deseo profundo y real de renovación y mejoramiento continuo.

Por otra parte nuestras Constituciones nos invitan también a reflexionar en la importancia de la planeación, organización y administración que constituyen un servicio fundamental para la buena marcha de nuestras comunidades locales y por consiguiente de nuestras provincias y de toda la Congregación. El apóstol San Pedro nos dice en su primera carta: “Cada uno, como buen administrador de la multiforme gracia de Dios, ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido” (1 Pedro 4,10), y la parábola de los talentos del Evangelio según San Mateo nos invita a “dar cuentas de la administración confiada” (cfr. Mt 25,14-30). Por tanto, estamos en la obligación moral y evangélica de prepararnos con empeño en lo que respecta al servicio administrativo, no sólo de los bienes y de la economía, sino también y muy en serio, de recursos humanos, pues muchas veces tendremos bajo nuestro cuidado y responsabilidad bienes, empleados, cohermanos y comunidades cristianas.


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Noticias del Camino


e r b u t c O Del 7 al 14 de octubre en el Seminario Mayor La Milagrosa (SEPAVI) tuvimos el gozo de acompañar a 22 jóvenes aspirantes a la Comunidad. Durante estos días pudimos tener la oportunidad de interactuar un poco más con estos jóvenes en diferentes espacios, momentos de oración, reflexión y formación ayudándoles a discernir y aclarar las dudas ante su posible entrada a la Comunidad. El 15 en horas de la tarde regresamos a Bogotá.

El 18 en horas de la mañana tuvimos reunión comunitaria, espacio en el que programamos algunas actividades venideras.

El 20 el P. Eddison Johan León acompañó en Funza – Cundinamarca, el Retiro de preparación para la Primera Comunión de los niños y niñas del Colegio La Anunciación de Fontibón. Este mismo día en la tarde los demás miembros de la Comunidad Local en horas de la tarde se reunieron con algunas Hijas de la Caridad de las dos Provincias para programar algunas actividades del trabajo mancomunado para el año entrante.

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El 22 en horas de la tarde tuvimos reunión comunitaria con el fin de ultimar detalles del aspirantado en Santa Rosa de Cabal que se realizará del 18 de noviembre al 25 de diciembre.

El 24 en horas de la mañana el Est. César Augusto Sánchez viajó a Guaranda – Sucre para animar y acompañar el encuentro de jóvenes de esta región.

El 28 tuvimos el encuentro mensual del Plan Padrino, en esta ocasión tuvimos el retiro espiritual de este semestre en la casa de las Hermanas Adoratrices en el Barrio 20 de Julio en la ciudad de Bogotá


e r b m e i v o N El lunes 5 en horas de la noche, la Comunidad Local realizó la salida comunitaria programada para este mes.

El 10, en horas de la noche el padre Eddison León viajó a Europa donde estuvo participando en el primer Encuentro de Responsables de la Pastoral Vocacional el cual se realizó en la Casa Madre en París, del 18 al 01 de diciembre. El tema giró en torno a la cultura vocacional.

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Con motivo de clausurar y a la vez festejar desde ya Navidad, el 11, en nuestra Casa Provincial se llevó a cabo la reunión con los miembros del Plan Padrino. En esta ocasión luego de la celebración Eucarística entorno al pesebre, se pasó a una merienda navideña, luego se pasó al salón de conferencias para presentar a los benefactores los aspirantes, se hizo una pequeña evaluación, se rezó la novena de navidad, se entregaron detalles y finalmente se compartió fraternalmente un almuerzo navideño amenizado por un grupo musical.

El 18 en las horas de la tarde fueron llegando a la Casa de la Apostólica la mayoría de los jóvenes participantes del Aspirantado, otros tres, por circunstancias, fueron llegando en el transcurso de la semana. Participaron en total nueve jóvenes. Fue un mes y medio en el cual ellos tuvieron la oportunidad de discernir aún más la vocación en un ambiente de vida de oración, vida comunitaria, estudio, deporte, experiencias significativas de pastoral, entre otras actividades, como el participar de la misión de Navidad en Zarzal Valle.


e r b m e i Dic El 2 en la madrugada regreso de París el padre Eddison León luego de haber participado del primer encuentro internacional de Pastoral Vocacional organizado por el Centro Internacional de Formación Vicentina (CIFV).

El martes 4 en horas de la mañana, los padres Eddison León y Jhon Alexander Páez viajaron junto con la Psicóloga María del Rosario a Santa Rosa de Cabal para unirse a la experiencia del Aspirantado, que, por razones válidas, no pudieron estar presentes en las dos primeras semanas.

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El 14 en horas de la tarde salieron los 9 jóvenes del aspirantado con los padres Eddison León, Jhon Alexander Páez y el estudiante César Augusto Sánchez hacia el municipio de Zarzal – Valle, donde realizaron la Misión de Navidad en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de este municipio. El 15, el padre Luis Hernando Gil se desplazó hacia la ciudad de Neiva para acompañar en la misión de Navidad en la parroquia “La Inmaculada” de la Catedral. Su experiencia fue sobre todo celebrar en la Catedral, escuchar confesiones y atender pastoralmente dos sectores de esta parroquia.

El 25, en horas de la mañana en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Zarzal se realizó un compartir a modo de evaluación de la misión de Navidad con los aspirantes. Desde allí cada uno partió hacia sus lugares de origen para dar inicio a unas merecidas vacaciones.


Familia Vicentina en Camino

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e r b m e i Nov El viernes primero de noviembre el padre Eddison León viajó para la ciudad de Cartagena donde acompañó a un grupo de 8 laicos de la Familia Vicentina de Barranquilla y Cartagena en el proceso de formación para el Ministerio de la Asesoría.

El 24 y 25 el padre Luis Hernando como asesor de VOLJUVI participó de la reunión programada por la Junta Nacional en Santa Rosa de Cabal. El motivo fue revisar las actividades y programar el 2019.


Lo que Lo que Lo que viene en viene viene en Camino Camino camino

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No podemos perder de vista que lo que viene en camino es gracias a la esperanza que nos hace espectadores de las sorpresas que Dios va colocando en nuestro Camino. Como el aspirante es un misterio en sí mismo nos resta esperar con optimismo el número de candidatos que llegarán a la etapa Propedéutica…, el hombre propone, pero es Dios quien dispone los corazones… evos amino dos nu a los C n e n e n ie v Nos ituyendo aro está, sust diacono Juan cl s, te n ra g te in del ron, se trata udiante para dos que salie st e l e nda y Carlos Peñara pastoral Juan Sebastián a la experienci edo, a los dos les damos ic a C te hos Bustaman guramos muc or u a s le y a id cada lab la bienven ella pero deli añar las b a st e n e s o mp éxit romover y aco de animar, p caciones. vo

El 11 y 1 -Valle, la 2 de enero de 2 019, en T reunirá p Junta Provincial ara realiz de VOLJ rujillo U a la planea VI se r, como e c s juzgarem ión. Veremos qué ya costumbre, o fallado, b s críticamente e hemos hecho, n qué u nos proy scaremos interpre hemos ectaremo ta s en nue r y finalmente responda str n “mas que a nuestro estilo d as tareas que e un grupo , somos u vida, porque, n es a la mane ra de Jes tilo de vida” ús.


de enero, los Del 23 al 25 Comunidades la superiores de án en Chinauta ir n u Locales se re formar sobre la in con el fin de vincia, revisar ro P la e vida d os lgunos aspect a r a o evalu y s a la misma te n ie rn ce n co an didas que se tomar las me n se reflexione. gú pertinentes se nalizará con la fi n El encuentro e la Conversió d d a id n m le o e S día en que fu , lo b a P n a S de de ongregación fundada la C mismo contexto e Misión. En est lgunos jóvenes a o v celebrati s. nos propósito e u b s su n rá ha

de la ro es el inicio ra esta re b fe e d 3 El día s y pa los Aspirante ntes de la e d a p ta e a v ra nue star los integ e n rá e b e d a Vicentina fech nal y Familia almente o ci ca o V l ra Pasto form ara entregar en Medellín p al equipo de formadores es . a estos jóven la Milagrosa m e del S inario

Del 1 al 3 de febr ero, se reunirá JU C ciudad de Cali con el fin de revisar y pr OVI en la ogramar las actividades que co mo el superior de la Pa junta le compete. Por norma, storal Vocacional y asesor de la Familia Vicentina, que es el padre Lu is Hernando, deberá participar. Y de febrero), aprove después de esta reunión (5 chando la presenci representantes de a de varios la Pastoral Vocaci onal y de la Pastoral Juvenil, ta mbién en Cali, se re unirán para programar alguna s actividades que co las asesorías, espe cialmente con lo qu mpeten a ver con las casas e tiene que de formación y el en cuentro de asesores de Pastor al Vocacional.

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