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EL VÓLEY EN LA SANGRE

El deporte es el pilar del colegio», dice convencido Bruno Stucchi, exalumno, profesor de Educación Física y entrenador desde hace tres años de los equipos masculinos de vóley en el mismo lugar que lo vio crecer: el Juan XXIII. Con 19 años, empezó a desarrollarse en el campo como asistente de los entrenadores, ganando rápidamente la experiencia y el tacto necesarios para convertirse en un entrenador que no solo saca lo mejor de los deportistas, sino que los motiva a superarse y destacar.

«Fue muy importante regresar a los entrenamientos presenciales. Creo que eso nos dio ventaja a comparación de otros colegios y se vio reflejado en los campeonatos que obtuvimos el año pasado», cuenta orgulloso.

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Tras el fin de la pandemia, en el mes de junio el colegio pudo celebrar el primer campeonato de vóley de mayores en el CADES, una competencia muy emotiva que tuvo como desenlace el triunfo del ‘Juancho’ sobre el colegio Salesiano. Su rol fue fundamental en la victoria, pues a veces Bruno no solo se desempeña como entrenador, sino como el amigo que entiende y saca lo mejor de cada estudiante. «Hay que tratar de conversar con ellos cuando están frustrados en su juego», señala. También realizan entrenamientos los fines de semana. «Son cosas que de repente no están dentro de mis horas de trabajo, pero a mí, como entrenador, me gusta incluirlas para tener resultados y los mejores logros que el colegio pueda alcanzar», agrega. Y vaya que funcionó, pues culminó el año con un total de 4 títulos (CADES Mayores y Medianos, Campeón Lima Metropolitana Sub 17 y Sub 14) y un tercer puesto en la macroregional. Ahora, el reto para este 2023 será formar a la nueva generación del vóley masculino.

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