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Iglesia en salida EL CARDENAL PIETRO PAROLIN REIVINDICA EN MADRID LA POLÍTICA DEL ENCUENTRO

Archidiócesis de Madrid

El cardenal Pietro Parolin reivindica en Madrid la política del encuentro

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EN LA IMAGEN: Un momento de la ponencia del cardenal Parolin en el II Encuentro de Líderes Católicos Latinoamericanos. El Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, participó en el II Encuentro de Líderes Católicos Latinoamericanos en Madrid, el pasado 4 de septiembre. Una visita rápida del ‘primer ministro’ vaticano en la que compartió sus reflexiones con 70 políticos de diferente orientación de 19 países unidos bajo el lema ‘Una cultura de encuentro en la vida política para el servicio de nuestros pueblos’. En el acto estuvo acompañado por el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro.

“La verdadera amistad social y la cultura del encuentro no son aspiraciones, sino certezas capaces de orientar la acción de todos y cada uno hacia el bien común”, destacó Parolin –a quien Francisco definió como “el mejor diplomático que he conocido”– en su intervención en el aula magna de la Universidad CEU San Pablo. Reclamó que los políticos deben “encontrar un lugar adecuado, sin tonos declaratorios o intenciones celebrativas, sino llevando a cabo un ‘servicio’ con un planteamiento que privilegia el diálogo”.

Para ello pidió eliminar “la exclusión, el desprecio y la rígida división en categorías que atribuyen una dignidad distinta, quizá diferentes derechos fundamentales o tratos discriminatorios”. Así, propuso la amistad social del papa Francisco, que “no es puro sentimiento, ni una construcción del pensamiento –¡cuántas ideologías han hecho de la amistad la base de sus programas!–, sino el efecto de la acción política, de la mejor, la que es capaz de comprender las exigencias desde abajo y trasladarlas subsidiariamente al plano decisorio, legislativo, económico y social”.

Mateo González, sdb

De un vistaz

Vuelven las procesiones n Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Sevilla (Sevilla, Asidonia-Jerez, Cádiz y Ceuta, Canarias, Córdoba, Huelva y Tenerife) han autorizado el retorno “con normalidad del culto externo”, tras haber prohibido las procesiones durante la pandemia. Tras dos años sin imágenes en las calles en Semana Santa o en El Rocío, la evolución sanitaria ha obligado a actualizar las normas sin dejar de lado la prudencia.

100.000 peregrinos a Santiago n Jorge Manuel Gonçalves ha sido el peregrino número 100.000 que ha llegado a Santiago en lo que llevamos de Año Santo Compostelano el pasado mes de septiembre, lo que es todo un éxito. Gonçalves ha hecho tres veces el Camino –en este caso saliendo de la ciudad portuguesa de Aveiro acompañado por su hijo– y fue recibido por el canónigo delegado de peregrinaciones de la catedral, Segundo Pérez.

La factura de la luz n La Conferencia Episcopal Española ha presentado sus líneas de trabajo para los próximos cinco años. “Como Iglesia, nos despistamos al pensar que los temas de defensa de la vida y de la familia corresponden a una carpeta diferente a la factura de la luz”, señaló el secretario general Luis Argüello, que invitó a una “conversión pastoral que es conversión de las personas y de las instituciones”.

Un Sínodo descentralizado

En septiembre se publicó el Documento en preparación de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. En este mes de octubre, se abre el camino sinodal que durará tres años y que culminará con la Asamblea de octubre 2023.

Se prevé tres fases de trabajo: diocesana, continental y universal. Han sido muchos los Sínodos que se han celebrado en la Iglesia a partir del Vaticano II. Este es el primero que tiene el caracter de descentralización y ha sido el papa Francisco a sostener las modalidades de este Sínodo que, a diferencia de los anteriores, se implicarán a las Iglesias particulares.

Será un Sínodo que retome uno de los aspectos más elocuentes de la primera comunidad cristiana. Un estilo fundado en un modelo de Iglesia ya indicado en la EG.

Un modelo que no sea la esfera [...] sino el poliedro que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad. (EG, n. 236)

Es una llamada e invitación del Papa, a toda la Iglesia, a interrogarse sobre la sinodalidad realizando un camino en comunión de laicos, pastores, obispos y religiosos. La finalidad no es la de producir nuevos documentos, sino de suscitar en la Iglesia y en el pueblo de Dios esperanza y profecía. “El camino de la sinodalidad es el que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”, así se expresaba Francisco en la Conmemoración del 50º aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos.

María del Carmen Canales, fma

Viajando entre amigos

Esta es la historia de un libro sobre la figura y obra de Don Bosco. Y dos personas en un tren, unidas por un santo, un santo que cambió multitud de vidas de jóvenes, pero que ahora también lo hace.

Llevaba ya casi dos años sin visitar a mi familia. La pandemia cerró las posibilidades de viajar y rompió mis agostados deseos de encuentro, ocultos bajo el tenue color de la mascarilla. Una prescripción médica por falta de vitaminas me regaló, como el mejor tratamiento, la vuelta al pueblo para estar unas semanas con mi gente en busca de las raíces.

Hacía en tren un largo viaje. Distribuidos los viajeros en diagonal para marcar las distancias preceptivas, mi compañía varió varias veces a lo largo del trayecto. La tercera de las ocupantes del asiento fue una señora que ya no cumplía los sesenta. Llegó, en su momento, se sentó y, a los pocos minutos, sacó de su bolso un libro para acortar el tiempo e instruir la memoria. El libro llevaba por título, nunca lo hubiera imaginado, “30 días con Don Bosco”. Observé el libro y miré a mi compañera de viaje. Ella percibió el reclamo de mis ojos y una acogedora sonrisa. – ¿Lo conoce? – Sí, desde ya hace algún tiempo. Yo soy salesiano.

Don Bosco une y cambia vidas

Ahora fueron sus ojos los que cantaron una mal disimulada sorpresa.

Para profundizar:

30 DÍAS CON DON BOSCO. Piero Borelli y Edy Calvetti, (2008), EDITORIAL CCS, Madrid, 104 p.

Más información:

Ambos en silencio releíamos el libro, yo con mis recuerdos, ella en una de las páginas del inicio. “Más que nunca en un mundo enfermo y asustado, hoy, como entonces, tenemos necesidad de proponer a Don Bosco para creer, como él, que la santidad es posible, en lo cotidiano débil y repetitivo de la vida…”. Esta lectura te ayudará “a respirar recuerdos y quitar el polvo que continuamente se deposita no solo en los muebles de la casa, sino también en el alma, para que puedas tener aquel corazón oratoriano, que siempre te ha fascinado”.

No había trascurrido media hora y mi compañera terminaba su viaje. Ella se iba con su libro de Don Bosco; yo me quedaba, una vez más, pensando, soñando con Don Bosco en mi corazón.

“Seguiré leyendo el libro –me dijo como despedida–, el protagonista me tiene cautivada. Conocerlo ha sido una de las mejores cosas que han sucedido en mi vida.

“Muchas gracias por sus hermosas palabras –dije, mientras le ayudaba a bajar el equipaje.

Las tres horas que me restaban de viaje, a partir de este momento, las hice muy acompañado. Don Bosco estaba en mi horizonte y se había hecho presente a través de aquella “dama oratoriana” que encontré viajando, de Vigo a León, un vulgar y anodino siete de agosto.

Isidro Lozano, sdb

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