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CON NOMBRE Y APELLIDO
Entrevista a la Hna. Fátima Godiño,
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Cuando nació en la Sala de Primeros Auxilios de Fraile Muerto, donde una Misionera Franciscana del Verbo Encarnado oficiaba de asistente del médico, nadie imaginaba que algún día sería la Superiora General.
Fundada en 1930, la Congregación de las Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado está presente en cinco países: Italia, Uruguay, Brasil, Bolivia y Angola, y su Superiora es la uruguaya Fátima Godiño.
En su doble condición de religiosa y psicóloga, mientras se encontraba en Asís celebrando el Capítulo General, ofreció para el BS su mirada serena y reflexiva sobre los múltiples desafíos de la evangelización hoy.
¿Qué grandes desafíos tiene a tu parecer cualquier Congregación hoy en día a la hora de evangelizar?
Justo esa: cómo evangelizar... sin perderse en cuestiones secundarias, necesarias pero secundarias. Cómo no perder el objetivo por el cual se crean propuestas, se abren misiones, se llevan adelante obras. Hacer espacio a Jesús y a su mensaje. A veces iniciamos algo por Jesús y, con el paso del tiempo, nos olvidamos del motivo fundante (Jesús) y seguimos por la cosa en sí. Como dijo una amiga, nos quedamos con el proyecto y no con el Proyectista. A la hora de evangelizar, importa partir y centrarse en las relaciones y, como nos recuerda el Papa Francisco en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium, no dejar que nos roben el Evangelio, la alegría de la evangelización, el ideal del amor fraternal, la fuerza misionera.
En medio del Capítulo de tu Congregación, el Papa Francisco las saludó luego de la Audiencia General, y las invitó a “rezar, estudiar y discernir todos los temas que nos ayudan a responder mejor en nuestro tiempo actual”. ¿Cuáles son para ti y tus hermanas esos temas prioritarios?
Nuestro Capítulo, luego de una larga preparación por la pandemia tuvimos que postergarlo en dos oportunidades reflexionó, discutió y al final aprobó un "programa" de 42 puntos para el próximo sexenio. Muchos de los puntos tratados refieren a obras y misiones concretas; en su mayoría estaban ya siendo abordados, por lo que el Capítulo fue oca
Foto de Vatican Media
sión para conocer con mayor profundidad las cuestiones y expresare en mérito a ello. Si bien la palabra más usada fue "rediseño" al final fue claro que tenemos que hacer una revolución, que es aún más complicado. La revolución del Amor, cuidar del carisma y querernos: ¡tres puntos prioritarios! Qué gobierno para una Congregación que está cambiando fue un tema central; de hecho votamos pasajes significativos para las Circunscripciones. Otros temas importantes han sido jóvenes y vocaciones, la dimensión económica, familia carismática; aprobación del Protocolo "Para hacer el bien" (prevención de abusos); confirmar la elaboración del nuevo
Estatuto general de la Formación. La experiencia con los temas fue que cada uno de ellos estaba vinculado con todos los otros: “Todo está interconectado” (LS).
En tu rol como religiosa, pero a la vez con las herramientas que te ofrece tu experiencia como psicóloga… ideología de género, perspectiva de género, diversidad: ¿qué reflexión te merecen estos tres términos?
Se podría decir mucho de cada uno de ellos. Inicio por el último: diversidad. Creo que la diversidad, en cualquier ámbito, revela no solo aquello que es diferente y explicita una distinción sino que, además, como en un espejo, descubre algo de la propia realidad, identidad, “en el bien y en el mal", como se dice. La diversidad a veces confirma la propia posición y en otras genera ansiedad; muchas veces alarga horizontes de comprensión y, otras, justifica malamente las propias convicciones. Y así sucesivamente. Considero que lo diverso es o puede llegar a ser riqueza con la condición que sea convergente. Digo "convergente" refiriéndome a lo que es en pro de una integración o de un saber estar juntos, no obstante las diferencias, las tensiones; estar juntos porque hay elementos importantes y comunes que nos unen. Sobre perspectiva de género, subrayo la equivalencia (=el mismo valor) de la mujer y del varón. Todos los seremos humanos valemos lo mismo ante Dios. Considero valioso todo aquello que lleva a identificar y cambiar discriminaciones, exclusiones, desigualdades que existen en la sociedad y en cada uno de nosotros. A lo largo de los siglos se ha creado y justificado una cultura que discrimina, sea a la mujer, a minorías, etc. Hay que seguir creando conciencia sobre la "igual dignidad en la diversidad"; la mujer y el varón son distintos en muchos aspectos y son equivalentes, valen lo
mismo. No hablo de igualdad porque considero que no somos iguales. Lo diverso es un dato que hay que tener en cuenta no se puede negar y al mismo tiempo es importante distinguir aquello que es creado culturalmente; entender lo que es cultural para sostener lo bueno que hay en la cultura y cambiar lo que lleva a injusticias y al no reconocimiento de la dignidad de las personas. Estas temáticas son delicadas porque es un ámbito en el que a veces se usan las mismas palabras, pero refiriendo a cosas distintas, incluso diametralmente opuestas. Pasando por distintos países se ve muy claramente. ¿Ideología de género? En general, tengo "alergia" a las ideologías... y hay muchas que nos habitan. Sobre la ideología de género, la entiendo como una ideología que afirma que el sexo biológico va disociado de su dimensión cultural, es decir de la identidad de género sea femenina o masculina. Algo así como que la identidad de género no depende de la compleja interrelación entre biología, psicología y cultura, sino que se elige. Es una línea que tiene consecuencias profundas, no solo a nivel personal; tiene una recaída importante en la familia y en las relaciones en general. Como diría un colega (Carlo Bresciani), la consecuencia de este punto de vista es que la representación subjetiva de la propia sexualidad (para entendernos, la idea que cada uno tiene de su sexualidad) se desvincula del cuerpo y éste se vuelve moldeable según la representación que cada persona se haga de él. En palabras pobres: cada persona se crea a sí misma... elige qué ser... Cree ser Dios.
A partir de tu especialidad ¿qué podemos hacer como Iglesia para acompañar adecuadamente a los hermanos LGTBI? ¿Qué claves pastorales crees podrían ser una oportunidad para acompañarlos?
Respondo evidenciando aquello que me gustaría
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que se pudiera poner en práctica y no tanto por lo que realmente hago o hacemos, aunque actualmente en el mundo hay nuevos espacios pastorales para hermanos y hermanas que se sienten haciendo parte de LGTBI. Escucha profunda, empatía y aceptación son tres herramientas importantes de toda pastoral y por ende, también aquí. Revisión de los propios prejuicios, acercamiento a la realidad (cada situación es única). Mirar al mundo y todo lo que él comprende, no desde "la panza" o solo con los sentimientos, sino desde una visión cristiana del mundo. No nos ayuda la confusión que existe en torno al tema y tampoco abordajes superficiales, ingenuos o "bonachones". Esencial para la comunidad cristiana es que la formación sea a nivel comunitario y/o personal. Formación sobre las cuestiones vinculadas al mundo LGTBI, pero no solo, sobre todo una formación cristiana seria y sólida (valores, el bien común, principios cristianos, etc.). Cito las palabras del Papa Francisco del 14 pasado que, si bien dichas en otro contexto un barrio con más de 4.300 gitanos en Eslovaquia son claras: "Nadie en la Iglesia debe sentirse fuera de lugar o marginado. Esto no es solo un dicho, es la forma de ser de la Iglesia. Porque ser Iglesia es vivir como los llamados de Dios,... Sí, porque así nos quiere Dios, cada uno diferente pero todos unidos en torno a Él. El Señor nos ve juntos".