A la tierra, que nunca será de nadie. A Vera, la gran exploradora de nuevos mundos, mi mirada siempre está a tu vera. A Alberto, las raíces de estos árboles se nutren de los sedimentos que dejaste en esta ínsula, y como no, también las del cactus. A Riki y todos/as los/as compañeros/as del curso “Ilustración y discurso”, por orientarme a la hora de trazar este cuaderno de bitácora.
A LA VISTA
DANIEL MONTERO GALÁN