SALUDA
Carlos Fernández Bielsa Alcalde de Mislata
El Ayuntamiento de Mislata conmemoró el centenario del nacimiento de Miguel Hernández. Esta obra que tienen en sus manos es la continuación y epílogo de un tributo siempre insuficiente para uno de los máximos exponentes de poesía reivindicativa en el siglo XX; una obra que mira por encima del individuo y defiende valores de la sociedad en su conjunto. Cada letra de sus poemas es una lanza a favor de la igualdad, una forma de alentar los valores creativos y culturales del pueblo. Todo mi agradecimiento a Francisco Hinojosa, por ofrecernos este trabajo musical tan elaborado y emotivo. Espero que disfrutéis con él y así podamos mantener vivo el recuerdo del poeta Miguel Hernández.
Mislata, 11 de Mayo de 2012
PRÓLOGOS
Como bien dice la canción, decir Miguel fue cuando realmente empecé a saber de ti, porque por mucho que tratasen de ocultarte, de alguna manera, más tarde o más temprano tus poemas y escritos nos harían ver la luz. Sí Miguel, sí. De todos los poetas eres tú con el que más me identifico y, no es que los demás sean menos importantes. Cómo no va a ser importante Lorca o Machado, o Neruda y un largo etcétera a los que todos de alguna manera había que ocultar y callar a la vez. Eran tiempos del franquismo, de necesidad, de cárceles, de chivatos y chivatazos y de señalar con el dedo, de rojos, porque eso era lo que se le decía a todo aquel que trataba de pensar y expresar lo que sentía, lo que escribía. Muchos murieron en las cárceles como tú y a otros los fusilaban. Cómo no van a seguir habiendo tantos rencores al pensar en tantas atrocidades que se cometieron, si en un bando habían padres y en el otro habían hijos. Que poca cosa es el hombre y nosotros nos llamamos inteligentes. En fin, no quiero extenderme más, podría estar horas y horas. Solo quiero darte las gracias Miguel por dejar que mis modestos acordes acompañen de alguna manera a esos tus hermosos versos. Francisco Hinojosa.
El Centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández del pasado año 2010 supone una oportunidad irrepetible de Salvador García mostrar la riqueza de su legado. Es por ello que el Ayuntamiento de Mislata como patrocinador, el concejal de EUPV, Salvador García y el Carlos Jarillo ex concejal del PP, Carlos Jarillo, como organizadores junto a otras asociaciones, han emprendido la tarea, cargada de responsabilidad y de ilusión, de editar este CD sumándose a los actos organizados en otros municipios para conmemorar los cien años del nacimiento del ilustre escritor oriolano Miguel Hernández y, así contribuir a convertir el Centenario en un verdadero acontecimiento. La idea del disco vio la luz y fue presentado por primera vez el 19 de noviembre 2010 con la pretensión de ser una efemérides que, más allá del año conmemorativo, sirva para hacer reflexionar a cualquier persona acerca de la figura del poeta, de su pasado más cercano y del futuro todavía por venir, siempre sin miras estrechas o localistas, y sí universales, como la obra hernandiana. Salvador García y Carlos Jarillo Coordinadores del Proyecto
Hinojosa canta a Miguel Hernández 1. Decir Miguel 2.Déjame que me vaya. 3.Es la casa un palomar 4.Como el toro he nacido para el luto 5.Abre mi amor la puerta 6.La rosa. 7.Yo no quiero más luz 8.Eterna sombra 9.A mi hijo 10.Aunque tu no estés Letrillas de Hinojosa en homenaje a Miguel Hernández 11.- Los niños son inocentes 12.- El último 13.- Nunca puede ser lo mismo 14.- Por qué En homenaje a Salvador Quiles 15.- Tio Voro
La edición de este CD surge como propuesta cultural de EUPV de Mislata para conmemorar el Centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández y se une al conjunto de actos que se han realizado en todo el País Valencià. Canciones que fueron presentadas y cantadas en un acto público en el Salón de actos de la Asociación Andaluza de Mislata el 19 de noviembre de 2010 . Canta: Francisco Hinojosa Guitarra: Enrique Carrasco Clarinete: Diego Ramírez Arreglos musicales: Francisco Hinojosa, Enrique Carrasco y Diego Ramírez.
DECIR MIGUEL Decir Miguel es decir barbecho, niños de Ruanda, fusil al hombro, mano en el pecho.
Francisco Hinojosa en su estudio de pintura de Mislata
Decir Miguel es decirlo casi todo para la libertad, vientos del pueblo, niños yunteros. Decir Miguel es decir eterna sombra esa que en un tiempo apago el sol cuando tan solo contaba yo veinte años pretendía cantarte y te prohibían. Decir Miguel es decir respeto poeta grande, sencillo, humilde, hombre del pueblo Decir Miguel eran tiempos de mi revelación Decir Miguel era conocer todo lo prohibido Decir Miguel era reunirse unos cuantos a obscuras y escondidos y leerte y quererte y conocerte Decir Miguel, Decir Miguel Decir Miguel era leer y releer un libro, Arar la tierra, ver como crece algo sencillo Decir Miguel es todo un canto para la liberación hablar de libertad sin miedo alguno, conocerse, tiempos de cambio y poner cada cosa en su sitio Decir Miguel es un canto para la liberación Decir Miguel era conocer todo lo prohibido Decir Miguel era reunirse unos cuantos a obscuras y escondidos y leerte y quererte y conocerte Decir Miguel… Decir Miguel...
Letra y música: Francisco Hinojosa Arreglos musicales: Enrique Carrasco, con la colaboración de Francisco Hinojosa y Diego Ramírez.
DEJAME QUE ME VAYA HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU Déjame que me vaya, madre a la guerra. Déjame, novia oscura blanca y morena Y después de dejarme junto a las balas, mándame a la trinchera besos y cartas. Mándame… Besos y cartas. HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU Y después de dejarme junto a las balas, mándame a la trinchera besos y cartas. Mándame… Besos y cartas. HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU HU
ES LA CASA UN PALOMAR Es la casa un palomar y en la cama un jardinero las puertas de par en par y en el fondo el mundo entero El hijo, tu corazón madre que se ha engrandecido. Dentro de la habitación todo lo que ha florecido. ESTRIBILLO El hijo te hace un jardín, y tú has hecho al hijo esposa, la habitación del jazmín, el palomar de la rosa. Alrededor de tu piel ato y desato la mía. Un mediodía de miel rezumas: un mediodía quien esta casa entró y la apartó del desierto para que me acuerde yo alguien que soy yo y ha muerto ESTRIBILLO El hijo te hace un jardín, y tú has hecho al hijo esposa, la habitación del jazmín, el palomar de la rosa.
ABRE MI AMOR LA PUERTA Abre mi amor la puerta de la llaga perfecta, abre amor mío abre la puerta de mi sangre, Ábreme para que salgan todas mis malas ansias. Ábreme para que huyan las intenciones turbias. Ábreme para que sean fuertes puras mis venas ESTRIBILLO Mis manos cardos mondos pozos quietos mis ojos, Abre que viene el aire de tu palabra abre, abre amor que ya entra ay… que no se salga cierra ESTRIBILLO Mis manos cardos mondos pozos quietos mis ojos, Abre que viene el aire de tu palabra abre, abre amor que ya entra ay… que no se salga cierra
Letra de M. Hernández. Música: Francisco Hinojosa Arreglos musicales: Enrique Carrasco, con la colaboración de Francisco Hinojosa y Diego Ramírez
COMO EL TORO
LA ROSA
AUNQUE TÚ NO ESTÉS
Como el toro he nacido para el luto y en el dolor, como el toro estoy marcado con un hierro infernal en el costado y por varón en la ingle como un fruto. Como el toro lo encuentro diminuto
Para, um su para, um sum para, parara parara rara rara um sun para parara para rara rara
Aunque tú no estés, mis ojos de ti, de todo, están llenos. No has nacido sólo a un alba, sólo a un ocaso no he muerto.
Todo mi corazón desmesurado, y del rostro del beso enamorado, como el toro tu amor te lo disputo. Como el toro me crezco en el castigo, La lengua en corazón tengo bañada y llevo al cuello un vendaval sonoro. Como el toro te sigo y te persigo, como el toro burlado, como el toro Todo mi corazón desmesurado, y del rostro del beso enamorado, como el toro tu amor te lo disputo como el toro me crezco en el castigo La lengua en corazón tengo bañada y llevo al cuello un vendaval sonoro. Como el toro te sigo y te persigo, como el toro burlado, como el toro Ay, ay, ay Como el toro burlado, como el toro
Letra de M. Hernández. Música: Francisco Hinojosa Arreglos musicales: Enrique Carrasco, con la colaboración de Francisco Hinojosa y Diego Ramírez
Si nosotros viviéramos lo que la rosa, su intensidad, el profundo perfume de los cuerpos sería mucho más. ¡Ay, breve vida intensa de mi día de rosales sembrar Pasaste por mi casa igual, igual, igual, igual, igual que un meteoro herido, perfumado de hermosura y verdad. La huella que has dejado es un abismo con ruinas de rosal Estribillo... Donde un perfume que no cesa hace que vayan nuestros cuerpos más allá. Si nosotros viviéramos lo que la rosa, con toda su intensidad ¡Ay, breve vida intensa de mi día de rosales sembrar pasaste por mi casa igual, igual, igual, igual, igual que un meteoro herido, perfumado de hermosura y verdad. La huella que has dejado Es un abismo con ruinas de rosal Estribillo...
El mundo lleno de ti y nutrido el cementerio de mí, por todas las cosas, de los dos, por todo el pueblo. ESTRIBILLO En las calles voy dejando algo que voy recogiendo: pedazos de vida mía perdidos desde muy lejos. Libre soy en la agonía y encarcelado me veo en los radiantes umbrales, radiantes de nacimientos radiantes de nacimientos Todo está lleno de mí: de algo que es tuyo y recuerdo perdido, pero encontrado alguna vez, algún tiempo. ESTRIBILLO
YO NO QUIERO MÁS LUZ Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío claridad absoluta, transparencia redonda. Limpidez cuya extraña, como el fondo del río, con el tiempo se afirma, con la sangre se ahonda. ¿Qué lucientes materias duraderas te han hecho, corazón de alborada, carnación matutina? Yo no quiero más día que el que exhala tu pecho. Tu sangre es la mañana que jamás se termina. ESTRIBILLO No hay más luz que tu cuerpo, no hay más sol todo es ocaso. Yo no veo las cosas a otra luz que tu frente. La otra luz es fantasma, nada más, de tu paso. Tu insondable mirada nunca gira al poniente. Claridad sin posible declinar. Suma esencia del fulgor que ni cede ni abandona la cumbre. juventud, limpidez, claridad, transparencia acercando los astros más lejanos de lumbre. ESTRIBILLO Claro cuerpo moreno de calor fecundante. Hierba negra el origen; hierba negra las sienes. Trago negro los ojos, la mirada distante. Día azul. Noche clara. Sombra clara que vienes. Yo no quiero más luz que la sombra dorada donde brotan anillos de una hierba sombría. En mi sangre fielmente, por tu cuerpo abrasada, para siempre es de noche, para siempre es de día.
A MI HIJO Te has negado a cerrar los ojos, muerto mío, abiertos ante el cielo, como dos golondrinas: su color coronado de junios, ya es rocío alejándose a ciertas regiones matutinas. Hoy, que es un día como bajo la tierra oscuro, como bajo la tierra, lluvioso, despoblado, con la humedad sin sol de mi cuerpo futuro, como bajo la tierra quiero haberte enterrado. Desde que tú eres muerto no alientan las mañanas, al fuego arrebatadas de tus ojos solares precipitado octubre contra nuestras ventanas, diste paso al otoño y anocheció los mares. Te ha devorado el sol, rival único y hondo y la remota sombra que te lanzó encendido; te empuja luz abajo llevándote hasta el fondo, tragándote y es como si no hubieras nacido. Diez meses en la luz, redondeando el cielo, sol muerto, anochecido, sepultado, eclipsado. Sin pasar por el día se marchitó tu pelo; atardeció tu carne con el alba en un lado. Y el pájaro pregunta por ti, cuerpo al oriente, carne naciente al alba júbilo precisa; niño que sólo supo reír, tan largamente, que sólo ciertas flores mueren con tu sonrisa. Flor que no fue capaz de endurecer los dientes, de llegar al más leve signo de la fiereza. Vida como una hoja de labios incipientes, hoja que se desliza cuando a sonar empieza. Los consejos del mar de nada te han valido... Vengo de dar a un tierno sol una puñalada, de enterrar un pedazo de pan en el olvido, de echar sobre unos ojos un puñado de nada. Mujer arrinconada: mira que ya es de día. ¡Ay, ojos sin poniente por siempre en la alborada! Pero en tu vientre, pero en tus ojos, mujer mía, la noche continúa cayendo desolada.
LOS NIÑOS SON INOCENTES
EL ÚLTIMO COMUNISTA
Se les puede comprar a cambio de unas golosinas se dejan engreír si se les ofrece sobre todo algún caramelo se les puede engañar muy astutamente y no se les debe hacer daño a los niños los niños son inocentes
Me gustan los colores de su bandera, me asombran sus ideas son de verdad, tiene una silla roja que el utiliza cuando se sienta en ella le da al pensar, solo por su color estuvo en la lista solo por sus ideas por nada más, señor que no mereció el tanta desdicha solo por ser un hombre le crucifican yo nada entiendo, no entiendo na.
Enséñame la patita primero como en el cuento se les tendrían que decir aunque hay lobos muy astutos que cuentan con el don de la palabra y con el poder de decir dejad, dejad, que los niños, dejad que los niños, se acerquen a mi. Embaucadores, delincuentes algunas veces muy cercanos al entorno, y no saben nada de ti. Dices ser bueno y eres malo con esos besos, los abrazos y escondes muy dentro de ti malos, malos pensamientos mister jay y el otro, ese hombre malo sigue vivo, dentro, muy dentro de ti Se les puede engañar a cambio de cuéntame un cuento es tan fácil llevarse como tu bien lo sabes a los niños al huerto si haces esto te daré si te lo comes todo tu tendrás lo que quieras pequeño y ellos no entienden, ni saben distinguir quien es el malo o quien es el bueno ESTRIBILLO
ESTRIBILLO El ultimo comunista que dio la tierra, el ultimo comunista si es de verdad siempre llevara consigo su fiel bandera; siempre con el puño en alto, siempre dispuesto para luchar. Luchar para pelear viejo comunista, batallitas de a pie de aca para allá, batallitas que marcan toda una vida una vida de entrega sin descansar, y ahora que ya no estas viejo comunista más me acuerdo de ti, cada día más y allá donde te encuentres, si hay otra vida quiero que me recuerdes y tú repitas este cantar ESTRIBILLO Dedicado a José Muñoz Roblas, auténtico comunista del Barrio de Orriols, de Valencia
POR QUÉ SEÑOR Por qué señor quiere usted quitármelo todo y hasta un trocito de mi alma no sabe cuanto cuanto nos ha costado ahorrar y el esfuerzo que hemos tenido que hacer para poder seguir pagando ese piso chiquitito la herencia que nos dejaron los padres así que por favor yo le pido al señor que no nos lo quite usted Si el señor quiere de por vida yo le sigo pagando pagando más intereses no cree que cuatro ya es, es familia numerosa y tengo al cargo padres y hermanos así que por favor yo le pido al señor y le ruego al señor que no nos lo quite usted No cree que ya nos ha chupado la sangre bastante y en el nombre del padre le pido ya no más amenazas que no lo subaste por dios se lo pido o nos veremos en la calle así que por favor, una vez más yo le digo al señor y le ruego al señor que no nos lo robe usted y bien señor, dígame usted que es lo que ha decidido y no lo deje para mañana quizás mañana ya sea hecho un poco tarde no mande a la policía a si que por favor, una vez más yo le pido señor amarre a sus perros o no se como responderé yo
ETERNA SOMBRA Yo que creí que la luz era mía precipitado en la sombra me veo. Ascua solar, sideral alegría ígnea de espuma, de luz, de deseo. Sangre ligera, redonda y granada: raudo anhelar sin perfil ni penumbra. Fuera la luz en la luz sepultada. Siento que sólo la sombra me alumbra. Sólo la sombra. Sin astro. Sin cielo. Seres. Volúmenes. Cuerpos tangibles dentro del aire que no tiene vuelo, dentro del árbol de los imposibles. Cárdenos ceños, pasiones de luto. Dientes sedientos de ser colorados. Oscuridad del rencor absoluto. Cuerpos lo mismo que pozos cegados. Falta el espacio. Se ha hundido la risa. Ya no es posible lanzarse a la altura. El corazón quiere ser más de prisa fuerza que ensancha la estrecha negrura. Carne sin norte que va en oleada hacia la noche siniestra, baldía. ¿Quién es el rayo de sol que la invada? Busco. No encuentro ni rastro del día. Sólo el fulgor de los puños cerrados, el resplandor de los dientes que acechan. Dientes y puños de todos los lados. Más que las manos, los montes se estrechan. Turbia es la lucha sin ser mi mañana. ¡Qué lejanía de opacos latidos! Soy una cárcel con una ventana Soy una abierta ventana que escucha. por donde va tenebrosa la vida. Pero hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida.
NUNCA PUEDE SER LO MISMO EL ÚLTIMO COMUNISTA Me gustan los colores de su bandera, me asombran sus ideas son de verdad, tiene una silla roja que el utiliza cuando se sienta en ella le da al pensar, solo por su color estuvo en la lista solo por sus ideas por nada más, señor que no mereció el tanta desdicha solo por ser un hombre le crucifican yo nada entiendo, no entiendo na. ESTRIBILLO El ultimo comunista que dio la tierra, el ultimo comunista si es de verdad siempre llevara consigo su fiel bandera; siempre con el puño en alto, siempre dispuesto para luchar. Luchar para pelear viejo comunista, batallitas de a pie de aca para allá, batallitas que marcan toda una vida una vida de entrega sin descansar, y ahora que ya no estas viejo comunista más me acuerdo de ti, cada día más y allá donde te encuentres, si hay otra vida quiero que me recuerdes y tú repitas este cantar ESTRIBILLO Dedicado a José Muñoz Roblas, auténtico comunista del Barrio de Orriols, de Valencia
Si no vives con el pueblo como vas a saber, como vive el pueblo si no comes con tu pueblo, como vas a saber, como come el pueblo ¡Ay! nunca puede ser lo mismo si no te arrimas tu un poquito nunca puede ser lo mismo, nunca puede ser lo mismo, como puede ser lo mismo nunca puede ser lo mismo No hagas promesas al pueblo si tu no las cumples luego respeta un poquito al pueblo no lo engañes te lo ruego. ¡Ay! como puede ser lo mismo si tu comes y yo miro, como puede ser lo mismo como puede ser lo mismo como puede ser lo mismo nunca puede ser lo mismo
ESTRIBILLO Porque si tú ganas diez el pueblo se queda en cero por qué dime la respuesta no me engañes embustero ¡ay! como puedes pretender que yo te siga a ti el juego como puedes pretender que yo te siga a ti el juego como puedes pretender si a ese juego yo no juego.
Letra y música: Francisco Hinojosa Arreglos musicales: Enrique Carrasco, con la colaboración de Francisco Hinojosa y Diego Ramírez
Disco patrocinado por el Ilmo. Ayuntamiento de Mislata en conmemoración del Centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández. Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz! Pablo Neruda