Bueno, le remito mis aprendizajes:
El consumo de la comida chatarra por parte de niños y adolescentes es una problemática que en general no se le ha dado la importancia que merece, ya que es uno de los principales detonantes de la obesidad infantil. Y es un problema que incluso abarca a todas las edades (ya que Costa Rica tiene índices alarmantes de un 64.5% de personas con sobrepeso adultas, esto según el Ministerio de Salud, 2014).
Por lo anterior, es necesario empezar a combatir tales efectos perniciosos a tempranas edades, esto mediante acciones concretas en y desde las aulas, promoviendo una correcta alimentación en los niños y jóvenes, así como fomentar la práctica de deportes, y a su vez, buscar que éstos se vuelvan fiscalizadores del sobrepeso y sedentarismo de sus seres queridos.
Particularmente desde el ámbito universitario he estado un poco inmiscuido en las acciones de Conare con el programa: Sene Bäi (Vivir bien, en bribri), el cual me ha demostrado como mediante la práctica de las siguientes acciones se logra una vida saludable y provechosa:
+ Me recreo + Amo + Disfruto + Hago ejercicio + Comparto
Son acciones muy concretas para transmitir a los alumnos. Quién se quiere como persona no busca hacerse daño a sí mismo con una mala alimentación, por tanto, se deben fomentar prácticas positivas: cuerpo sano y mente sana.
Tales enseñanzas son muy cercanas a mi persona, puedo dar testimonio en las aulas, ya que en mi adolescencia tuve algo de sobrepeso y me enfermaba constantemente, pero desde que mejoré mis hábitos alimenticios y asumí la práctica de deportes (ciclismo y atletismo), mi vida ha mejorado exponencialmente. Sene Bäi, como docentes debemos predicar con el ejemplo.
Juan Diego Mora Fonseca.