Breves Historias de Amor y Desamor

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colecci贸n de cuentos breves:

BREVES HISTORIAS DE AMOR Y DESAMOR (1) autores destacados: t Philip k. dick t Raymond c. carver, jr. t washingthon cucurto (2) autores destacados: t Bukowski t Salinger t Samantha Schweblin (3) autores destacados: t Yasutka tsutsui t Bukowski t Douglas Adams

Editorial Fimbulvetr Ragnarok Libros t Buenos Aires


EDITORIAL FIMBULVETR Publicado por Ragnarok Libros Antología de Afecto Diseño y Edición: Brian Martin Alex Seba Copyright © 2011 por Cendebid MN Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión o digital, en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o en cualquier otro idioma, sin la autorización expresa de la editorial.

Se termino de imprmir en el mes de Septiembre de 2011 en Nordica Impresos; Cortejarena 6345 C2341LLP Buenos Aires, Argentina. Hecho el depósito que marca la ley 11.723


"...Ahora comprendo que es la psicosis: una alienación total de la percepción respecto de los objetos del mundo exterior, sobre todo de los objetos que importan: la gente afectuosa ¿Y qué ocupa su lugar? Una espantosa preocupación por...el inacabable ascenso y descenso de la marea del propio ser. Por los cambios que surgen de dentro y sólo afectan al mundo interior. Es una descisión tal de los dos mundos que ninguno registra los movimientos del otro. Ambos siguen existiendo, pero cada cual por su cuenta. Es la detención del tiempo. El fin de la experiencia, de cualquier cosa nueva. Una vez que una persona se ha vuelto psicótica, ya nunca le ocurrirá nada". »Philip K. Dick –Tiempo de Marte


[CAPITULOS]

CADBURY, EL CASTOR I. QUE FRACASÓ tPhilip k. dick

tRaymond c. carver, jr.

CALL IF YOU II.NEED ME

twashingthon cucurto

EL CURANDERO III.DEL AMOR

V

INDICE

1.Energia e impulso 2.Correo Aéreo 3.Correo acuático 4."Aqui esta tu prueba" 5.Introspección mutua 6. Sobrevivir

v viii xi xv xxi xxvi

1.Involucrados 2."Es como una cura" 3.No funcionará 4.Caballos en nuestro jardin 5.Gentiles el uno con el otro

xxxii xxxvi xxxvii

1."El Poder verde" 2.El desangradero. 3."La trsiteza infinita" 4.Rio de sangre 5.La Curación Doble.

xliv xlvi xlviii xlix li

xxxviii xxxix


I.[SUCESOS] 1.A).−Aire caliente y fichas azules. 1.B).−¡Aparece el Dr. Drat!.

v vi

2.A).−¡Aparece Jane Foundfully!. 2.B).−El aprieto de Cadbury

viii xi

3.A).−Notas y Bezoar Fine Grind. 3.B).−¡Aparece la Señorita Stickyfoot!.

xii xii - xiii

4.A).−Diálogo: Cadbury y Stickyfoot (Parte 1). 4.B).−La extraña personalidad de Stickyfoot.

xvii xvii - xviii

5.A).−Los 3 Alter Egos de Stickyfoot. 5.B).−Diálogo: Cadbury y Stickyfoot (Parte 2).

xxi - xxii xviii - xxi

6.A).−La inexistencia de Cadbury. 6.B).−Diálogo: Cadbury y Stickyfoot (Parte 3).

xxvi xxvi - xxvii

II.[SUCESOS] 1.A).−El viaje de la pareja. 1.B).−Diálogo: Richard y su padre.

xxxi xxxii - xxxiii

2.A).−Los Recuerdos pasados de la pareja. 2.B).−Diálogo: Nancy, Dan y El Pescador.

xxxvi xxxvi

3.A).−Diálogo: Nancy y Dan: 3.B).−Extrañando y lamentando.

xxxvii xxvii

4.A).−Diálogo: Nancy y Dan: Los caballos. 4.B).−El deseo de Nancy

xxxviii xxxix

5.A).−Diálogo: Nancy y Dan: La despedida. 5.B).−La despedida de Nancy.

xxxix - xl xl

III. [SUCESOS]

1.A).−Diálogo: Peruano, Cucu y Ticki. 1.B).−¡Aparece el Curandero del Amor!.

xliv xlv

2.A).−Diálogo: Curandero, Cucu y Ticki. 2.B).−La Curación.

xlv - xlvi xlvi

3.A).−Diálogo: Ticki y Cucu: La Discusión. 3.B).−Diálogo: Ticki y Cucu y el Curandero: =====La desición.

xlvi

4.A).−El pinchaderío. 4.B).−La salvación de Ticki.

l li

5.A).−La otra parte de la curación. 5.B).−La concretación de la curación.

li lii

[cronologia]

xxix - xxxi

[sobre el autor]

xxviii

[cronologia]

xlii

[sobre el autor]

xli - xlii

[cronologia]

liii

[sobre el autor]

liii

xlvi

INDICE

vi



1. CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ Phillip K. Dick

Capitulo 1: ENERGÍA E IMPULSO. Una vez, hace mucho tiempo, antes de que se inventara el dinero, cierto castor llamado Cadbury vivía en una exigua represa que había construido con sus propios dientes y patas, se ganaba la vida royendo arbustos, árboles y otras plantas a cambio de fichas de póquer de varios colores. Las fichas azules eran las que más le gustaban, pero se conseguían muy rara vez, generalmente sólo como pago de grandes encargos únicos y duros de roer. Durante los años en que había estado trabajando sólo había podido conseguir tres de esas fichas, pero intuía que debían existir más, y de cuando en cuando, durante los días de mordiente trabajo hacía una pausa por un momento, con la mirada fija en su taza de café instantáneo, y meditaba sobre las fichas de todas las tonalidades, incluyendo las azules.

1.(m.) Juego de naipes en el que cada jugador recibe cinco cartas y en el que gana el que reúne la combinación superior de las establecidas.

Su esposa Hilda lo importunaba con consejos cada vez que tenía oportunidad. —Mírate —le decía como de costumbre—. Realmente necesitas ver un psiquiatra. Tu montón de fichas blancas alcanza apenas la mitad del que tienen Ralf, Peter, Tom, Bob, Jack y Earl, los cuales viven y roen por los alrededores, y sólo porque estás tan ocupado y en las nubes por tus malditas fichas azules las cuales nunca conseguirás porque francamente y, si se expresa la verdad absoluta, te falta el talento, la energía y el impulso.

1.(com.) Médico especializado en psiquiatría.

—Energía e impulso —contestaba Cadbury con malhumor—, significan la misma cosa. —Sin embargo percibía cuánto tenía de razón. Ese era el principal defecto de su mujer: invariablemente tenía la verdad de su lado mientas él tenía sólo (1)aire caliente. Y la verdad, cuando se opone contra el aire caliente en la arena de la vida, generalmente lleva las de ganar. Ya que Hilda tenía razón, Cadbury desenterró ocho fichas blancas que tenía en un escondite secreto especial para guardarlas, (1)"Aire caliente": 1. Sustantivo vacío hablar, despotricar, tonterías (argot), palabrería, charlatanería (informal), tonterías, absurdos que salen (origen EE.UU.).

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

v


1.(f.) Medida de longitud marina equivalente a 1.852 m. 2.Medida terrestre inglesa de longitud equivalente a 1.609 m.

[¿UN MUCHACHO UN POCO LOCO?] "Creo que la paranoia, en algunos aspectos, es la evolución en los tiempos modernos de un antiguo y arcaico sentido que los animales de presa todavía poseen: un sentido que les advierte de que están siendo observados... Estoy diciendo que la paranoia es un sentido atávico. Es un sentido persistente, que tuvimos hace mucho tiempo, cuando éramos, o nuestros antepasados eran, muy vulnerables a los depredadores, y este sentido les advertía de que estaban siendo observados, y eran observados por algo que, probablemente, iba a atacarles... Mis personajes poseen a menudo ese sentido..."

—¡Vaya si este es un claro día! —dijo el doctor Drat amistosamente, desenrollando y engullendo dos caramelos Tums y recargándose en su silla reclinable, densamente acolchada.

1. (m.) Nalgas de las personas y ancas de los animales. 2. Perder el culo loc. col. Esforzarse demasiado por conseguir una cosa o por halagar a una persona.

—La única razón por la que he venido a verlo —dijo Cadbury—, es porque mi esposa me hizo venir. Puede obligarme a hacer cualquier cosa. Si me dice que nade hasta el centro del río y me ahogue, ¿sabe lo que haría?

1993 −Fragmento publicado en castellano en el volumen 2 de los Cuentos Completos, Colección: Gran Super Ficción, Ediciones Martínez Roca.

—Se rebelaría —dijo el doctor Drat, con su voz amistosa y sus patas saltarinas sobre la mesa de nudoso nogal.

1.(m.) Sustancia blanca contenida dentro de los huesos.

—Nunca tuve una madre —dijo Cadbury con una actitud gruñona… una actitud que adoptaba de vez en cuando: una característica regular en él, como Hilda lo había puntualizado—. Me encontraron flotando en la corriente del Napa dentro de una caja de zapatos con una nota escrita a mano en la que se leía: Descubridores guardianes.

el tuétano” (2)1.“hasta loc. adv. col. Hasta lo más íntimo o profundo, física o moralmente.

PHILIP K. DICK

—Le patearía su jodida cara —dijo Cadbury—. La roería hasta los huesos, (2)hasta el tuétano, justo hasta el tuétano. Tiene toda la maldita razón. Quiero decir, no estoy bromeando; es un hecho que la odio. —¿Qué tanto se parece su esposa —preguntó el doctor— a su madre?

Ciertamente su literatura parece en ocasiones escrita

vi

—No es realmente tan claro —respondió Cadbury— cuando sabes que no tendrás ni siquiera la oportunidad de mirar una ficha azul de nuevo, aunque trabajes duramente moviendo el culo cada día y, ¿para qué? Ella lo gasta más rápido de lo que lo gano. Aunque le hincara el diente a una ficha azul, se iría esa misma noche en algo bastante caro e inútil en el arreglo de nuestra casa, como por ejemplo, en una lámpara recargable y con la potencia de doce millones de velas. Con garantía de por vida. —Eso si que es malditamente claro —dijo el doctor Drat—… eso que dice, esas lámparas auto recargables.

1974 −Philip K. Dick en una entrevista.

Es un lugar común el decir que Philip K. Dick era esquizofrénico, entre otras cosas, porque el lo reconoció en "UNA MIRADA EN LA OSCURIDAD" en particular y en otras muchas ocasiones.

un agujero profundo que estaba detrás de una pequeña roca, y caminó dos millas y tres cuartos hasta el psiquiatra más cercano, un conejo de modales suaves y con cara inocente, con forma de bolo de boliche, que de acuerdo a su esposa ganaba quince mil al año, era exitoso y así por el estilo.


—¿Cuál fue su último sueño? —Mi último sueño —dijo Cadbury— es, bueno fue, igual a los demás. Siempre sueño que compró un dulce de menta de dos centavos en la farmacia, una de esas pastillas planas de chocolate cubiertas de menta y envueltas en papel metálico verde, y cuando le quito el papel no es un caramelo ¿Sabe lo que es? —Supongo que me lo dirá —dijo el doctor Drat, con un tono que sugería que realmente sabía que era pero nadie le pagaba para que lo dijera. Cadbury dijo fieramente: —Una ficha azul. O más bien, lucía como una ficha azul. Azul, plana, redonda y del mismo tamaño. Pero en mi sueño siempre digo: «Quizá es sólo un caramelo azul». Me imagino que debe haber ese tipo de cosas, como caramelos de menta de color azul. Cómo odiaría guardar algo así en mi escondite secreto de fichas, un hondo agujero bajo una roca ordinaria, para toparme con que en un cálido día, tiempo después, y queriendo recuperar mi supuesta ficha azul, la encuentro derretida porque realmente era un caramelo de menta y no una ficha azul. ¿Y qué hago? ¿A quién voy a demandar? ¿Al fabricante? Cristo; nunca me dijeron que era una ficha azul; claramente decía, en mi sueño, sobre la envoltura verde… —Creo —interrumpió el doctor Drat con suavidad—, que nuestro tiempo se ha acabado por hoy. Bien podríamos hacer algunas exploraciones de este aspecto de su psique interna la próxima semana pues parece que nos va a conducir hacia algo.

1.(n. p.) El hijo del Dios cristiano hecho hombre en la Tierra: la figura de Cristo es un modelo de imitación para los cristianos. 1.(f.) Conjunto de actos y funciones de la mente: es necesario cuidar la psique tanto como el cuerpo.

Incorporándose, Cadbury dijo: —¿Cuál es mi problema, doctor Drat? Quiero una respuesta; sea franco… lo puedo soportar. ¿Soy psicótico? —Bien, usted tiene ilusiones —dijo el doctor Drat, después de meditar un rato—. No, no es sicótico; no escucha la voz de Cristo ni nada por el estilo diciéndole que salga y viole gente. No, son ilusiones. Acerca de usted mismo, de su trabajo, de su esposa. Puede haber más. Adiós. —Se levantó y, dando saltitos, se acercó a la puerta de su consultorio y de manera educada pero firme, la abrió, exponiendo el túnel hacia la salida.

1.(adj.) Que padece o manifiesta una psicosis. 2.(f.) pat. Nombre genérico de las enfermedades mentales.

por un paranoico y sus angustiosos entornos, como en "UBIK" y en "FLUYAN MIS LAGRIMAS DIJO EL POLICÍA", parecen visiones esquizoides puras. Probablemente tengan mas que ver con el uso de alucinógenos que con la enfermedad mental, porque, como dice Antonio Rodríguez Babiloni en un ensayo muy interesante sobre este autor, "Philip K. Dick fue un autor de intensas fantasías espirituales, con un lenguaje que mejoró continuadamente y con una gran creatividad. Un esquizofrénico, pese a la habitual propaganda pseudocientífica es totalmente incapaz de un proceso creativo continuado. "Contra lo que se suele creer la esquizofrenia es un freno absoluto para una obra coherente." Dicho en otras palabras, la mente de un esquizofrénico paranoide, como se lo diagnosticó, va degenerando con el tiempo, el lenguaje se va haciendo cada vez más incoherente y la comunicación con los demás se anula. También es cierto que algunos de sus amigos quedaban desconcertados por sus comentarios. El escritor John Brunner cuenta que en su último encuentro con Dick, durante un festival de ciencia ficción celebrado en Metz (Francia), se sorprendió cuando este le dijo, muy seguro de si, que se comunicaba con el apóstol Pablo y que había matado un gato con solo desear su muerte.

Por alguna razón Cadbury se sintió engañado; sentía que

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

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apenas había comenzado a hablar y, curiosamente, el tiempo se había acabado. 1. (loc. adj.) Fisgar, curiosear: ej: no hurgues en mis cosas.

1. [Persona] Pablo de Tarso también llamado San Pablo y San Pablo de Tarso, aunque no perteneció al círculo de apóstoles de Jesucristo.

—Apuesto —dijo—, que ustedes los hurgadores de cabezas consiguen un maldito montón de fichas azules. Debería haber ido a la universidad y haberme convertido en psiquiatra y ahora no tendría ningún problema. Con excepción de Hilda; creo que seguiría con ella. Y como el doctor no hiciera ningún comentario, Cadbury caminó malhumorado las cuatro millas hacia el norte donde estaba su trabajo actual para roer, un gran álamo que crecía a la orilla del arrollo Papermill, y con furia le hincó el diente en su base, imaginándose que el árbol era una combinación del doctor Drat y de Hilda.

Capitulo 2: CORREO AÉREO. Casi en ese preciso momento un ave impecablemente vestida llegó graznando a través del follaje de los cipreses que estaban alrededor para posarse en una rama del ahora oscilante álamo al que ahora Cadbury roía.

1.(f.) Técnica de escribir a máquina. 2.(tr.) Escribir a máquina: mecanografiar un manuscrito.

—Su correo de hoy —le informó el ave, y dejó caer una carta que aterrizó justo en las patas traseras de Cadbury—. Correo aéreo, también. Se ve interesante, lo observe contra la luz y está escrito a mano, no mecanografiado. Parece que lo escribió una mujer. Con sus afilados incisivos, Cadbury rasgó el sobre. Suficiente, el pájaro del correo había percibido adecuadamente: era una carta escrita a mano, claramente el producto de la mente de alguna mujer desconocida. La carta, muy corta, decía:

Querido Cadbury. Te amo. Cordialmente, y aguardando una respuesta. Jane Feckless Foundfully.

viii

PHILIP K. DICK


Nunca en su vida había Cadbury escuchado sobre esa persona. Volteó la carta por el frente, y no vio nada más escrito, olfateó y olió, o imagino que olía a un leve y sutil perfume (3)ahumado. No obstante, en la parte de atrás de la carta sí encontró más palabras escritas por Feckless Foundfully (¿era señora o señorita?): Su dirección remitente.

[PHILIP, ESE AMANTE COMPLEJO E INFIEL] Total de Cinco matrimonios:

1.Dick contrajo el que 1948 fue el primero. Esta primera tentativa fue un rotundo fracaso y duró escasamente seis meses.

Esto excitó sus sentidos sin fin. —¿Tenía yo razón? —preguntó el ave del correo, desde su rama elevada. —No, es una cuenta —mintió Cadbury—. Hicieron que pareciera una carta personal. —Pretendió regresar a su trabajo, y después de una pausa el ave de correos, decepcionada, aleteó y desapareció. De golpe, Cadbury dejó de morder, se sentó en una elevación del terreno, sacó su caja de rapé con cubierta de concha de tortuga, pensativo tomó una pizca de su mezcla favorita, Sra. Siddon No. 3 y 4, y contempló con gran profundidad, de la manera más aguda posible, si (a) debería responder la carta de Jane Feckless o simplemente olvidar que la había recibido, o (b) responderla y (b uno), o hacerlo de una manera burlesca o (b dos) enviándole un significativo poema de la antología de Undermayer sobre Poesía del Mundo más algunas anotaciones sugerentes de una naturaleza sensible de su propia invención, o posiblemente incluso (b tres) (4)ir directo al grano y decir algo así como:

Querida Señorita (¿Señora?) Foundfully: En respuesta a su carta le digo que de hecho la amo yo también y soy muy infeliz en mi relación marital con una mujer a la que no amo ni nunca amé realmente y estoy bastante desalentado e insatisfecho con mi empleo y estoy consultando al doctor Drat quien, honestamente, no parece capaz de brindarme ayuda en lo más mínimo, aunque con toda probabilidad no es su culpa sino debido a la severidad de mi perturbación emocional. Quizá podríamos encontrarnos en un futuro cercano y discutir tanto su situación como la mía y, así, hacer algunos progresos.

1948/1973

1. (adj. y m.) (Tabaco) en polvo que se aspira por la nariz.

2.Matrimonio, con Kleo Apostolides, fue más afortunado. Sin embargo, a raíz de su mudanza a point reyes station a finales de los cincuenta, Dick empezó a relacionarse con su atractiva vecina Anne, una viuda todavía afectada por la reciente muerte de su marido. Al tener distintos turnos de trabajo que Kleo, la vecinita empezó a pasar mucho tiempo junto a Dick. Una palabra llevó a la otra y...al poco tiempo, Philip K. acabó con el que había sido hasta entonces un feliz matrimonio. ~En 1960 nació Laura Archer, la hija de Dick y Anne. 3.Dick y Anne se llevaron "entre besos y patadas". Los caracteres negativos y destructivos de los personajes femeninos que se pueden encontrar en las novelas de Dick están basados en Anne. Gradualmente, Dick desarrolló una fuerte paranoia hacia su nueva esposa, convencido de que ella asesinó a su anterior esposo y que pronto lo haría con él.. 1964 Finalmente Dick y Anne se divorciaron .

Cordialmente,

(3)“ahumado/ar” 1.(tr.) Poner al humo o someter a la acción del humo, especialmente un alimento para su conservación o para darle cierto sabor.

(4)”Ir directo al grano” 1. Ir al grano. loc. fig. y fam. Atender a lo esencial, omitiendo superfluidades.

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

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Bob Cadbury (llámame Bob y yo te llamaré Jane, ¿estás de acuerdo?)

1966

4.Dos años más tarde, Philip reincidió y contrajo matrimonio con Nancy Hackett, diez años menor que él, lo que no impidió que estuvieran profundamente enamorados. La hija de esta pareja, llamada Isa. Su adicción a las drogas le produjo, entre otros problemas, el cuarto divorcio.

1973

5. Establecido en California junto a sus amigos Tim Powers y K. W. Jeter, volvió a casarse, esta vez con la joven Tessa Busby con la que tuvo a su hijo Cristopher.

1. (adj.) Hueco, espaciado, amplio, despejado, dilatado, ralo, desembarazado 2. loc. adj. Manifiesto, obvio, patente, esclarecido, evidente, indudable, perspicaz, vivo, agudo, sagaz –Antónimos: torpe

El problema, sin embargo, se dio cuenta, consistía en el hecho obvio de que Hilda armaría un escándalo y haría algo espantoso… no tenía idea de qué, sólo una intuición, melancólica por cierto, de su severidad. Y además, pero en segundo lugar como problema, ¿cómo sabía que le gustaría o que amaría a la señorita (o señora) Foundfully? Obviamente ella conocía su dirección de alguna manera de la cual él no estaba consciente o quizá había sabido de él por algún amigo mutuo; en cualquier caso parecía que sus emociones hacia su persona eran muy claras, así como sus intenciones, y eso era lo que importaba. La situación lo deprimía. Porque, ¿cómo sabría si este era el camino de salida de su miseria o por el contrario un empeoramiento de la misma pero en una dirección diferente? Aún sentando, y tomando pizca tras pizca de rapé, analizó las diferentes alternativas, incluyendo la de acabar con su vida, lo cual quedaba muy acorde con la naturaleza dramática de la carta de la señorita Foundfully.

1. Desalentado, abatido, deprimido, desmoralizado, desolado –Antónimos: alegre, optimista

Esa noche, después de que llegó a casa cansado y descorazonado de su trabajo, después de haber cenado y haberse encerrado en su cuarto de estudio lejos de Hilda, donde no pudiera ella saber lo que estaba a punto de hacer, sacó su máquina portátil de escribir Hermes, insertó una hoja, reflexionó largamente y ahondando en su alma, y entonces le escribió una respuesta a la señorita Foundfully. Mientras yacía indolente, absorto en su tarea, su esposa Hilda irrumpió en su estudio cerrado. Trozos de la cerradura, puerta y bisagras, así como algunos tornillos, volaron en todas direcciones.

1. loc. adj. Enconrvado hacia adelante en estado de concentración 2. loc. adj. El que se deja dominar por lo que lleva una hembra entre las piernas y abandona sus actividades y amistades.

—¿Qué estas haciendo —demandó Hilda— enconchado sobre tu máquina Hermes como bicho raro? Pareces una horrible arañita desecada, es la forma como luces a esta hora de la noche. —Estoy escribiendo a la rama principal de la biblioteca —dijo Cadbury, con una helada dignidad—, es sobre un libro que

x

PHILIP K. DICK


devolví y dicen que no. —Mentiroso —dijo su esposa con ira frenética, habiendo mirado sobre su hombro y visto el comienzo de la carta—. ¿Quién es esta señorita Foundfully? ¿Porque le estás escribiendo? —La señorita Foundfully —dijo Cadbury con gran arte— es la bibliotecaria que ha sido asignada a mi caso. —Bien, sé que estás mintiendo —dijo su esposa—. Porque yo escribí esa falsa carta perfumada para probarte. Y estaba en lo cierto. Le estás contestando. Lo supe en el momento en que te escuche comenzar a picotear esta máquina barata y vulgar en la que te encanta escribir tanto. —Entonces le arrebató la máquina, con todo y carta, y la arrojó por la ventana del estudio de Cadbury hacia la oscuridad de la noche. —Asumo entonces —se las arregló Cadbury para decir pasado un rato— que no existe ninguna señorita Foundfully, así que no tiene sentido que saque la linterna y me ponga a buscar afuera mi Hermes, si existe todavía, para finalizar la carta. ¿Estoy en lo correcto? Con una expresión burlesca, pero sin rebajarse a contestarle, su esposa salió con pasos firmes de su estudio, dejándolo solo con sus suposiciones y con su lata de Boswell’s Best, una mezcla de rapé demasiado suave para una ocasión como esta.

Capitulo 3: CORREO ACUÁTICO. Bien, pensó Cadbury para sí mismo, creo que nunca seré capaz de alejarme de Hilda. Me pregunto, pensó, cómo habría sido la señorita Foundfully si realmente hubiera existido. Quizá, aunque mi esposa la inventó, en algún lugar del mundo debe haber alguien que sea como pienso que debió haber sido la señorita Foundfully, o más bien como me imaginaba antes que era. ¿Me entiendes?, se preguntó a sí mismo. Mi esposa Hilda no puede ser todas las señoritas Foundfully del mundo entero.

1. adj. Dicho de una cosa: Vendida, comprada u ofrecida a bajo precio. 2. loc. adv. coloq. Ec. Con menosprecio, desdén o desconsideración hacia alguien.

[LAS DROGAS] tYa divorciado de Anne y establecido en San Francisco, empezaron sus experimentos con las drogas, en concreto el LSD, iniciado por escritores como Jack Newkon y Ray Nelson. Como otros muchos durante los sesenta, Dick experimentó con diversas drogas, pero lo que más le afectó fue su adicción a las anfetaminas. Un excelente libro basado en el estilo de vida de los adictos, es su novela "UNA MIRADA A LA OSCURIDAD". Fue un periodo extraño en '70´s la vida de Dick. Comenzó cuando Nancy, la cuarta esposa, lo dejó, llevándose a la hija de ambos con ella. Casi a la vez, su casa sufrió un misterioso asalto. A Philip no se le ocurrió nada mejor que adjudicarle la autoría a la CIA. Sin Nancy y sin su hija, empezó para Dick una de las peores épocas de su vida. Fuertemente adicto a las drogas y afectado por la paranoia, cayó en un periodo de sequía creativa que duró varios años. El, que siempre fue un prolífico escritor, no volvió a producir nada hasta 1973. Después de una tentativa de suicidio y una corta estancia en un centro de rehabilitación, Dick volvió a reencontrarse a si mismo. Philip sufrió varias experiencias religiosas que bastaron para ocuparle intelectual y espiritualmente. Durante varios años Dick se dedicó a elaborar explicaciones e interpretaciones de estas experiencias, actividad que dominó a partir de entonces toda su vida e influyó en sus novelas posteriores. Siempre le había apasionado el tema de como los

El día siguiente en su trabajo, solo frente al álamo a medio

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

xi


seres, de la especie que sean, perciben la realidad, cuestión que nos lleva a otra especulación más profunda: ¿Que es la realidad?. El viejo problema filosófico puede resumirse de la siguiente manera: ¿La Realidad es algo independiente y anterior al sujeto que la percibe o, por el contrario, está determinada por la forma en que dicho sujeto la percibe? ¿Cuan "real" es la Realidad?. Dick exploró el problema en muchas de sus obras, desde un ángulo científico, filosófico y religioso. 1963 /1964

tLa penúltima verdad (The Penultimate Truth) tTiempo de Marte (Martian Time-Slip) tLos simulacros (The Simulacra) tLos clanes de la luna alfana (Clans of the Alphane Moon) DESTACADAS: tEL HOMBRE EN EL CASTILLO

¡A QUIEN LEA ESTO! Mi nombre es Bob Cadbury y soy un castor joven y bastante saludable con un amplio conocimiento en ciencias políticas y teología, aunque autodidacta, y me gustaría hablar contigo de Dios y del Propósito de la Existencia así como de otros temas por el estilo. O podríamos jugar ajedrez. Cordialmente,

[ESCRIBIENDO A TODO LO QUE DA]

A pesar de la paranoia y la animosidad hacia su tercera esposa, en la época de ese matrimonio, Dick inició una de sus más prolíficas y brillantes épocas como escritor. Retirado en una cabaña alquilada al sheriff local para alejarse de sus conflictos domésticos, escribió la casi increíble cifra de once novelas tTorneo mortal 1963 (The GamePlayers of Titan) 1964

1. (tr.) Atraer el aire exterior a los pulmones, aspirar: con esos movimientos se pretende ayudar a inspirar oxígeno. 2. Sugerir ideas creadoras. También prnl.: se inspira en lo cotidiano. 3. Suscitar algo o alguien un sentimiento: inspirar lástima.

roer, sacó una pequeña libreta y un lápiz, un sobre y estampillas, que se agenció de sacar de su casa sin que Hilda se diera cuenta. Sentado sobre una ligera saliente de tierra, inspirando de manera meditabunda pequeños pellizcos de Bezoar Fine Grind, escribió una pequeña nota de manera que fuera fácil de leer:

Y debajo firmó con su nombre. Por un rato estuvo meditando, inspiró una pizca extra grande de Bezoar Fine Grind, y agregó:

1.(voz i.) com. En ciertas circunscripciones y condados de EE UU,representante de la justicia que se encarga de hacer cumplir la ley.

1. Término genérico para cinta adhesiva transparente.

P.D. ¿Eres una chica? Si es así, apuesto que eres bonita.

Doblando la nota, la colocó en una lata de rapé casi vacía, selló la lata minuciosamente con cinta Scotch, y la dejó flotando en el río que se la llevó rumbo a lo que consideró era el noroeste. Pasaron varios días antes que viera, para su excitación y regocijo, una segunda lata de rapé, y no la misma que había lanzado, ésta flotaba lentamente en el río rumbo a una dirección que consideró el sureste.

tTIEMPO DE MARTE tLOS TRES ESTIGMAS DE PALMER ELDRITCH

xii

PHILIP K. DICK

Querido Cadbury (comenzaba la nota dentro de la lata de rapé). Mi hermana y mi hermano son los únicos amigos verdaderos que tengo por aquí, si eres un amigo verdadero y no te comportas de la forma en que todos me han tratado desde que llegué de Madrid, estoy segura que me gustaría conocerte.


Había también una posdata.

P.D. Suenas realmente entusiasta e ingenioso, apuesto a que sabes mucho sobre Budismo (5)Zen.

1. El Zen es una escuela del Budismo Mahāyāna.

La firma de la carta apenas si se podía leer, pero por fin distinguió que decía Carol Stickyfoot. En ese mismo instante despachó su respuesta:

Querida señorita (¿señora?) Stickyfoot, ¿Es usted real o alguien inventado por mi esposa? Es esencial que lo sepa de una vez, ya que en el pasado he sido engañado y ahora tengo que estar constantemente en guardia.

Envió la nota, flotando dentro de la caja de rapé con rumbo hacia el noroeste. La respuesta, cuando arribó al día siguiente flotando en dirección al sureste en una lata de rapé Cameleopard No. 5, decía brevemente:

Señor Cadbury, si cree que soy una invención de la mente distorsionada de su esposa, va a cometer el error de su vida. Sincera y verdaderamente suya, Carol.

Bueno, ese sí que es un buen consejo, se dijo a sí mismo Cadbury mientras leía y releía la carta. Por otro lado, se dijo, era esa precisamente la manera en que esperaría que la mente distorsionada de su mujer actuara. ¿Qué probaba?

(5)Zen 1. La palabra Zen es la pronunciación en japonés de la palabra china Chán, significa aproximadamente "meditación" o "estado meditativo".

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

xiii


la humanidad? ¿Ha seguido una pauta de vida que lo ha conducido insidiosamente al aislamiento total? Piense antes de responderme; la respuesta puede ser sí, y esto puede ser difícil de encarar. —No estoy aislado de Carol Sticykfoot —dijo Cadbury acaloradamente—. De hecho ese es el único punto; estoy intentando acabar con mi aislamiento. Cuando estaba preocupado por las fichas azules, entonces sí que estaba aislado. Encontrar y conocer a la señorita Sticykfoot puede significar el final de toda mi vida equivocada, y si acaso tiene usted alguna visión sobre mi persona debería estar condenadamente satisfecho que yo haya enviado flotando esa caja de rapé ese día. Condenadamente satisfecho. —Miró con malhumor y furiosamente al doctor de largas orejas. —Podría interesarle saber —dijo el doctor Drat— que la señorita Stickyfoot es una antigua paciente mía. Se perturbó en (7)Madrid y tuvo que ser enviada para acá dentro de una maleta. He de admitir que es bastante atractiva, pero tiene demasiados problemas emocionales, y su seno izquierdo es más grande que el derecho. —¡Pero admite que es real! —gritó Cadbury excitado con su descubrimiento. —Oh. Sí, es bastante real. Le concedo eso. Pero pronto puede estar bastante ocupado. Después de un tiempo puede desear volver con Hilda de nuevo. Sólo Dios sabe a dónde los conducirá a ambos Carol Stickyfoot. Dudo que Carol misma lo sepa.

Capitulo 4: “AQUI ESTA TU PRUEBA”. Sonaba bastante bien para Cadbury, y regresó a su álamo virtualmente molido junto al río con el ánimo exaltado. Según su Rolex a prueba de agua, eran apenas las diez y media, así que tenía más o menos el día entero para planear lo que haría, ahora que sabía que Carol Stickyfoot realmente existía y no era solamente otra trampa ilusa manufacturada por su esposa.

1.Es una empresa suiza de relojes de pulsera y accesorios. Sus artículos son considerados símbolos de un alto poder adquisitivo.

(7) Madrid 1.Ciudad española, capital de la provincia homónima y de España. La ciudad se sitúa en el centro de un altiplano árido, en tres niveles de terrazas del Manzanares que enlazan con el pie de monte de la sierra.

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

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Algunas regiones del río permanecían sin precisar en los mapas, y, debido a la naturaleza de su empleo, conocía estos lugares íntimamente. Le quedaban seis o siete horas antes de tener que reportarse a casa con Hilda; ¿por qué no abandonar temporalmente el proyecto del álamo y comenzar rápidamente a construir un cómodo y agradable refugio para Carol y él, lejos de donde el gran mundo pudiera identificarlos, reconocerlos y localizarlos? Había llegado la hora de actuar pues el tiempo de pensar ya había pasado. Hacia el final del día, mientras trabajaba profundamente abstraído en levantar el pequeño y agradable refugio, una lata de Dean’s Own llegó flotando rumbo al sureste del río. Reaccionando con alarma, recorrió un buen tramo del río chapoteando antes de alcanzar la lata y evitar que se la llevara la corriente. Cuando removió la cinta Scotch y abrió la lata encontró un pequeño paquete envuelto en papel de seda con una nota burlona.

Aquí está tu prueba. (Se leía en la nota).

El paquete contenía tres fichas azules. Por cerca de una hora Cadbury apenas podía creerse capaz de morder adecuadamente, tan grande era el impacto de la prueba de autenticidad de Carol, la prenda que le había dado y todo lo que significaba. A punto de enloquecer mordió rama tras rama de un viejo roble, regando ramitas por todos lados. Un extraño frenesí se había apoderado de él. Realmente había encontrado a alguien, se las había arreglado para escapar de Hilda… el camino se extendía frente a él y sólo tenía que caminar… o más bien nadar. Atando juntas varias latas vacías de rapé con un largo cordel, las arrojó hacia el río; las latas flotaron más o menos hacía el noroeste y Cadbury chapoteó detrás de ellas, respirando pesadamente y lleno de anticipación. Mientras chapoteaba, manteniendo perpetuamente a la vista las latas de rapé, compuso un cuarteto rimado para la ocasión de encontrarse con Carol cara a cara.

Hay pocos que dirán que te amo. Pero esto, te diré, es la verdad:

xvi

PHILIP K. DICK


Este hecho que tanto he anhelado Es cierto y pleno, es la realidad.

No sabía con certeza lo que quería decir, pero le gustaba la forma en que las palabras rimaban. Mientras tanto, las latas atadas lo conducían cada vez más cerca, o eso es lo que esperaba y creía, de la señorita Stickyfoot. ¡Qué felicidad! Pero entonces, mientras chapoteaba por el río, recordó los maliciosos y cuidadosamente casuales comentarios que el doctor Drat había hecho, las semillas de la incertidumbre sembradas con el estilo profesional del doctor Drat. ¿Sería capaz (él mismo, no Drat) de tener el valor, el poder y la integridad, la dedicación en su propósito, de hacer frente a Carol si, como declaraba Drat, tenía severos trastornos emocionales? ¿Y si resultaba que Drat tenía la razón? ¿Y si Carol resultaba ser más destructiva y difícil que Hilda, que había lanzado su máquina Hermes por la ventana y que tenía toda clase de manifestaciones de ira psicópata?

1. Grano contenido en el interior de un fruto que cuando germina da origen a una nueva planta. 2. Cosa inmaterial que es el origen o causa de otra.

Ocupado en sus reflexiones, no se dio cuenta que las latas atadas se habían deslizado al margen del río silenciosamente. Reflexivamente, nadó hacia ellas y salió del río hacia la tierra firme. Enfrente se encontraba un modesto apartamento con las persianas de las ventanas pintadas a mano y con un móvil abstracto colgando indolente por encima de la puerta. Y ahí, en el porche del frente, estaba sentada Carol Stickyfoot, secándose su cabello con una gran toalla blanca y mullida. —Te amo —dijo Cadbury. Se sacudió el agua del río que se le había quedado en su piel y se movió inquieto, lleno de amor reprimido. Volteando a verlo, Carol Stickfoot lo miró evaluándolo. Tenía unos grandes y amorosos ojos negros y el pelo largo y denso que brillaba al sol que se desvanecía con la tarde. —Espero que hayas traído las tres fichas azules contigo — dijo—. Porque, verás, las pedí prestadas en el lugar donde trabajo y tengo que devolverlas. —Agregó—: Fue un gesto simbólico porque parecía que necesitabas seguridad. Los idiotas han estado molestándote, como ese hurgacabezas del doctor Drat. Es un verdadero idiota de la peor clase. ¿Gustas una taza de café instantáneo Yuban?

1. Que representa o simboliza una cosa. 2. Que tiene significado afectivo o moral, o valor representativo, más que material: un regalo simbólico.

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

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Mientras la seguía dentro de su departamento Cadbury dijo: —Espero que hayas oído lo que dije al llegar. Nunca he sido más serio en toda mi vida. Realmente sí te amo, y de la manera más seria. No estoy buscando algo trivial o casual o temporal; estoy buscando la clase de relación más durable y seria que hay. Espero en el nombre de Dios que no estés jugando, porque nunca me había sentido más serio y tenso en toda mi vida, aún incluyendo las fichas azules. Si esto es solamente una forma de divertirte o algo por el estilo sería muy amable y piadoso de tu parte que ahora me hablaras directamente y lo diéramos por terminado. Porque la tortura de dejar a mi esposa y comenzar una nueva vida y encontrarte… —¿Te dijo el doctor Drat que pinto? —Carol Stickyfoot le preguntó mientras ponía una cacerola con agua sobre la estufa de su modesta cocina y encendía el quemador debajo con una cerilla anticuada, grande y de madera. —Sólo me dijo que se te (8)botó el corcho en Madrid —dijo Cadbury. Se sentó junto a la pequeña mesa de pino y sin pintar que estaba frente a la estufa y miró con el corazón (9)henchido de amor a la señorita Stickyfoot agregando unas cucharadas de café en un par de tazones de cerámica que tenían espirales (10) patafísicas en su barniz horneado. —¿Sabes algo sobre el Zen? —preguntó la señorita Stickyfoot. 1. (sust.) koan - una anécdota paradójica o un enigma que no tiene solución − que se utiliza en el budismo zen para mostrar la insuficiencia del razonamiento lógico.

—Solo que haces preguntas, koans, que son una especie de acertijos —dijo—. Y que respondes cosas sin sentido porque las preguntas son realmente idiotas en primer lugar, cosas como ¿Por qué estamos en la Tierra?, y así sucesivamente. — Esperó haberlo expresado adecuadamente y que ella pensara que realmente sí sabía algo sobre el Zen, como mencionaba en su carta. Y entonces se le ocurrió una muy buena respuesta Zen para su pregunta: —El Zen —dijo— es un sistema filosófico completo que contiene preguntas para cada respuesta en el Universo. Por ejemplo, si tienes la respuesta «Sí», entonces el Zen es capaz de exponerte la pregunta exacta para ésta, como «¿Debemos morir para complacer al Creador, a quien le gusta que sus criaturas perezcan?» Aunque ahora que lo pienso más profundamente, la pregunta que iría más con esa respuesta ahora sería: «¿Estamos aquí en esta cocina a punto de beber café instantáneo Yuban?» ¿Estás de acuerdo? —Al ver que ella no respondía inmediatamente, Cadbury agregó de prisa—: De hecho el

(8) “botó el corcho” 1. Se aplica a la persona que ha perdido la razón o tiene perturbadas las facultades mentales.

xviii PHILIP K. DICK

(9) "henchido de amor " (10)"patáfisicas" 1. Movimiento cultural francés vinculado −(lleno de amor-metáfora) al surrealismo. Ciencia paródica llamada 1.−henchido (adj.) patafísica, dedicada «al estudio de las lleno, pleno, repleto, colmado, soluciones imaginarias y las leyes que rebosante, pletórico. vacío, falto. regulan las excepciones».


Zen diría que la respuesta «Sí» es la respuesta a esa pregunta: A si estás de acuerdo. Ahí tienes uno de los grandes valores del Zen; puede proponer una variedad de preguntas exactas para cualquier respuesta dada. —(11)Estás lleno de mierda —dijo la señorita Stickyfoot con desdén.

1. (s. m.) desdén sentimiento de desprecio o desapego.

Cadbury dijo: —Eso prueba que entiendo el Zen. ¿Lo ves? O, quizá el hecho es que realmente tú no entiendes el Zen. —Se sentía un poquito irritado. —Quizá tienes razón —dijo ella—. Me refiero a mi no entendimiento del Zen. El hecho es que no le entiendo en lo absoluto. —Eso es muy propio del Zen —puntualizó Cadbury—. Y yo también. Lo cual es también muy propio del Zen. ¿Lo ves? —Aquí está tu café —dijo la señorita Stickyfoot; colocó sobre la mesa dos tazas llenas de hirviente café y se sentó frente a él. Entonces sonrió. Le pareció una sonrisa agradable, llena de luz y gentileza, una pequeña y tímida sonrisa maliciosa, con un sorprendente brillo de cuestionamiento, preocupación y maravilla en sus ojos. Eran realmente unos hermosos ojos negros y grandes, exactamente los más hermosos que había visto en su vida entera, y con toda certeza supo que estaba enamorado de ella; no era solamente lo que había dicho, era una realidad. —Te das cuenta que estoy casado —dijo mientras tomaba unos sorbos de su café—. Pero estoy separado. He construido un cuchitril río abajo, en un lugar donde nadie jamás va. Y digo cuchitril para no darte la falsa impresión de que es una mansión o algo así; aunque realmente está muy bien terminado. Soy un artista experto en mi campo. No trato de impresionarte; es simplemente la verdad de Dios. Sé que puedo encargarme de nuestras necesidades. O podemos vivir aquí. —Miró a su alrededor, el modesto departamento de la señorita Stickyfoot, ascético y con buen gusto, como lo había arreglado ella. Le gustaba aquí; sentía que la paz llegaba a su ser, un desvanecimiento de sus tensiones. Por vez primera en años. —Tienes un aura curiosa —dijo la señorita Stickyfoot—. Un

1. (s. m.) Habitación pequeña, miserable y sucia.

1. (adj.) [Persona] que se dedica a la práctica y ejercicio de la perfección espiritual y lleva una vida modesta y sobria.

1. (s. f.) Irradiación luminosa que algunas personas dicen percibir alrededor de los seres vivos.

(11)"lleno de mierda" 1. Se utiliza para describir a una persona que muy a menudo no dece la verdad, o "improvisa" conocimiento.

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

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tanto suave, borrosa y púrpura. Me gusta. Pero nunca había visto una igual. ¿Construyes trenes a escala? Parece la clase de aura que tendría alguien que construye modelos a escala de trenes. —Puedo construir casi cualquier cosa —dijo Cadbury—. Con mis dientes, mis manos, con mis palabras. Escucha, esto es para ti. —Entonces le recitó el poema de cuatro líneas. La señorita Stickyfoot escuchaba resueltamente.

1. (s.)(Lingüística / Lenguas) un grupo de dialectos del chino hablado en todo el delta del Yangtze

—Ese poema —decidió, cuando él hubo terminado—, tiene wu. «Wu» es un término japonés, ¿o es chino?, y, ¿sabes qué significa? —Hizo un gesto con irritación—. Simplicidad. Como un dibujo de (12)Paul Klee. —Pero luego agregó—. Creo que no es muy bueno. Por otra parte. —Lo compuse yo —explicó enojado—, mientras chapoteaba hacia aquí río abajo siguiendo mis latas de rapé atadas. Fue algo que surgió en ese momento, sin pensarlo. Puedo escribir cosas mejores en la paz de mi estudio con mi máquina Hermes. Si Hilda no está tocando la puerta. Puedes darte cuenta por qué la odio. Por sus sádicas intrusiones, el poco tiempo que tengo libre para algún trabajo creativo es mientras chapoteo o como mi almuerzo. Ese aspecto de mi relación marital explica por sí solo por qué tuve que romperla y venir a buscarte. Con una persona como tú a mi lado puedo acceder a un nivel totalmente nuevo de creatividad. Tendría fichas azules saliéndome por las orejas. Además, no tendría que (13) lanzarme al olvido viendo al doctor Drat, a quien llamaste con toda exactitud el idiota (14)número uno. —Fichas azules —repitió la señorita Stickyfoot, haciendo eco a sus palabras, torciendo su cara con desdén—. ¿Es ese el nivel al que te refieres? Me parece que tienes las aspiraciones de un vendedor de fruta seca. Olvídate de las fichas azules; no dejes a tu esposa por eso: estás trayendo contigo todo tu antiguo sistema de valores. Has interiorizado todo lo que ella te ha enseñado, sólo que lo estás llevando un paso más adelante. Cambia de camino totalmente y todo irá bien contigo. —¿Cómo el Zen? —preguntó. —Sólo juegas con el Zen. Si realmente lo entendieras no habrías contestado mi nota viniendo aquí. No hay persona perfecta en el mundo, para ti ni para nadie más. No puedo hacerte sentir mejor de lo que te sientes con tu esposa; traes los problemas en tu interior.

(13)"lanzarme al olvido" (14) "número uno" (12)Paul Klee 1. (Münchenbuchsee, 1879 - 1940) 1. dejar de hacer s. (argot) fue un pintor alemán1 nacido en involuntariamente algo que debía 1. Que es el primero en rango, orden o Suiza, que desarrolló su vida en hacerse. importancia. Alemania, cuyo estilo varía entre el 2. pérdida total de afecto hacia 2. Los propios intereses; surrealismo, el expresionismo y la una persona o hacia uno mismo. uno mismo. abstracción.

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PHILIP K. DICK


tanto suave, borrosa y púrpura. Me gusta. Pero nunca había visto una igual. ¿Construyes trenes a escala? Parece la clase de aura que tendría alguien que construye modelos a escala de trenes. —Puedo construir casi cualquier cosa —dijo Cadbury—. Con mis dientes, mis manos, con mis palabras. Escucha, esto es para ti. —Entonces le recitó el poema de cuatro líneas. La señorita Stickyfoot escuchaba resueltamente.

1. (s.)(Lingüística / Lenguas) un grupo de dialectos del chino hablado en todo el delta del Yangtze

—Ese poema —decidió, cuando él hubo terminado—, tiene wu. «Wu» es un término japonés, ¿o es chino?, y, ¿sabes qué significa? —Hizo un gesto con irritación—. Simplicidad. Como un dibujo de (12)Paul Klee. —Pero luego agregó—. Creo que no es muy bueno. Por otra parte. —Lo compuse yo —explicó enojado—, mientras chapoteaba hacia aquí río abajo siguiendo mis latas de rapé atadas. Fue algo que surgió en ese momento, sin pensarlo. Puedo escribir cosas mejores en la paz de mi estudio con mi máquina Hermes. Si Hilda no está tocando la puerta. Puedes darte cuenta por qué la odio. Por sus sádicas intrusiones, el poco tiempo que tengo libre para algún trabajo creativo es mientras chapoteo o como mi almuerzo. Ese aspecto de mi relación marital explica por sí solo por qué tuve que romperla y venir a buscarte. Con una persona como tú a mi lado puedo acceder a un nivel totalmente nuevo de creatividad. Tendría fichas azules saliéndome por las orejas. Además, no tendría que (13) lanzarme al olvido viendo al doctor Drat, a quien llamaste con toda exactitud el idiota (14)número uno. —Fichas azules —repitió la señorita Stickyfoot, haciendo eco a sus palabras, torciendo su cara con desdén—. ¿Es ese el nivel al que te refieres? Me parece que tienes las aspiraciones de un vendedor de fruta seca. Olvídate de las fichas azules; no dejes a tu esposa por eso: estás trayendo contigo todo tu antiguo sistema de valores. Has interiorizado todo lo que ella te ha enseñado, sólo que lo estás llevando un paso más adelante. Cambia de camino totalmente y todo irá bien contigo. —¿Cómo el Zen? —preguntó. —Sólo juegas con el Zen. Si realmente lo entendieras no habrías contestado mi nota viniendo aquí. No hay persona perfecta en el mundo, para ti ni para nadie más. No puedo hacerte sentir mejor de lo que te sientes con tu esposa; traes los problemas en tu interior.

(13)"lanzarme al olvido" (14) "número uno" (12)Paul Klee 1. (Münchenbuchsee, 1879 - 1940) 1. dejar de hacer s. (argot) fue un pintor alemán1 nacido en involuntariamente algo que debía 1. Que es el primero en rango, orden o Suiza, que desarrolló su vida en hacerse. importancia. Alemania, cuyo estilo varía entre el 2. pérdida total de afecto hacia 2. Los propios intereses; surrealismo, el expresionismo y la una persona o hacia uno mismo. uno mismo. abstracción.

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—Estoy de acuerdo contigo, excepto en un punto —coincidió Cadbury, excepto en un punto—, mi esposa empeora mis problemas. Quizá contigo no se vayan totalmente, pero no pueden ser tan malos. Nada puede ser tan malo a partir de ahora. Al menos no arrojarás mi máquina de escribir por la ventana cada vez que te enojes conmigo, y además quizá no te enojes conmigo cada maldito minuto del día y de la noche, como ella. ¿Has pensado en eso? (15)Mastica eso, como dice la expresión. Su razonamiento no pareció pasar desapercibido para la señorita Stickyfoot; asentía como si estuviera de acuerdo al menos parcialmente: —Muy bien —dijo después de una pausa, y sus grandes ojos negros se encendieron con un brillo repentino—. Hagamos el intento. Si puedes dejar por un rato toda tu cháchara obsesiva, quizá por primera vez en tu vida, lo haré por ti y para ti, lo cual nunca podrías haber hecho solo, lo que sea necesario hacer. ¿Está bien? ¿Tengo que (16)acostarme contigo?

1. (f. col.) Charla inútil y frívola. –sinonimos: palique, parloteo, charla, conversación, charlatanería, locuacidad, palabrería, verborrea.

—Lo has comenzado a enunciar de una manera peculiar —dijo Cadbury, con una mezcla de alarma, sorpresa… y de maravilla creciente. La señorita Stickyfoot había comenzado a cambiar de una manera palpable ante sus ojos. Lo que hasta ahora le había parecido la belleza definitiva evolucionó ante su fija mirada; la Belleza, como la había conocido, anticipado e imaginado, se disolvió y fue arrastrada por los ríos del olvido, del pasado, de las limitaciones de su propia mente: fue remplazado, ahora, por algo nuevo, algo que lo sobrepasaba, que nunca había conjurado su propia imaginación. Excedía eso por mucho.

Capitulo 5: “INROSPECCIÓN MUTUA”. La señorita Stickyfoot se había convertido en varias personas, cada una de ellas relacionada con la naturaleza de la realidad, cada una hermosa pero no ilusoria, atractiva pero dentro de los confines de lo real. Y estas personas, vio, significaban mucho más, eran mucho más, porque no eran manifestaciones satisfaciendo sus deseos, productos de su propia mente. Una de ellas, una chica semi-oriental con cabello negro, largo y sedoso, lo miraba con ojos inteligentes, brillantes e impasibles, ojos que centelleaban con una (15) "mastica eso" ("chew on this") (argot) 1. Pensar en algo, meditar 2. (Irónicamente) indica que usted piensa que el otro podría ser un poco lento.

(16) "acostarme contigo" (pronominal) 1.echarse, tenderse, estirarse, tumbarse, a la la cama. levantarse. 2. (argot) acostarse: copular.

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

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1. (adj.) Fraternal, propio de hermanos.

1. (tr.) Introducir a soplos un gas, un líquido o una sustancia pulverizada en un órgano o en una cavidad. 2. Inyectar un gas en una cavidad, generalmente con fines curativos.

quieta conciencia; la percepción de él dentro de su mirada, lúcida y correcta, impoluta por sentimientos de ninguna clase, piedad ni compasión… aunque sus ojos contenían una clase de amor: justicia, sin aversión ni repudio hacia él, tan consciente como estaba ella de sus las imperfecciones de él. Era un amor fraterno, que le compartía la evaluación analítica y cerebral de sí como de ella, y la unión de los dos en un enlace a partir de sus mutuos defectos. La siguiente chica, sonriendo con tolerancia y perdón, ignorante de él, incapaz de fallarle en modo alguno… nada que él hubiera sido o no hubiera sido, nada que pudiera hacer o fallara en hacer la decepcionaría jamás ni disminuiría el afecto que le tenía, resplandeciente y ardiendo oscuramente, con una especia de calidez, triste y, a la vez, eternamente alegre en su felicidad; esta, su madre, su eterna madre que nunca desaparecería ni se iría, que nunca lo dejaría ni se olvidaría de él, que nunca le retiraría su protección, su manto abrigador que lo cubriría, llenándolo de calor e insuflándole la llama vacilante de una nueva vida cuando el dolor, la derrota y la soledad lo habían reducido casi a cenizas… la primera muchacha, su igual: su hermana, quizá; esta chica era su madre, suave y fuerte, a la vez que frágil y temerosa, pero sin demostrarle nada de esto. Y, junto con ellas, una irritable chica malhumorada con mala cara, inmadura pero bonita en una forma estropeada, con ciertas manchas en la piel, usando una blusa demasiado adornada y brillante, una falda muy corta, con las piernas muy delgadas; sin embargo atractiva de una manera inconclusa. Lo miraba con decepción, como si él le hubiera fallado, como si siempre lo hiciera; y aun así su mirada era demandante, esperando todavía más, tratando aún de obtener más y más de él, todo lo que necesitaba y anhelaba: el mundo entero, el cielo, todo, pero despreciándolo porque nunca podría dárselo. Esta, se dio cuenta, era su futura hija, quien lo abandonaría finalmente, mientras que las otras dos no, que lo dejaría con resentida decepción para buscar la plenitud en otro hombre joven. La tendría sólo por poco tiempo. Y nunca podría complacerla totalmente. Pero las tres lo amaban, y las tres eran sus chicas, sus mujeres, sus realidades femeninas nostálgicas, esperanzadas, tristes, azoradas, confiadas, sufrientes, cálidas, alegres, sensuales, protectoras y demandantes, su trinidad del mundo objetivo alzándose en oposición y a la vez completándolo, agregándole lo que no era ni sería nunca, lo que anhelaba, apreciaba y respetaba, lo que amaba y necesitaba más que nada en su existencia. La señorita Stickyfoot, cual tal, se había ido. Estas tres chicas quedaban en su lugar, y no se comunicarían con él de manera remota, a través de un vacío,

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PHILIP K. DICK


1. (adj.) Fraternal, propio de hermanos.

1. (tr.) Introducir a soplos un gas, un líquido o una sustancia pulverizada en un órgano o en una cavidad. 2. Inyectar un gas en una cavidad, generalmente con fines curativos.

quieta conciencia; la percepción de él dentro de su mirada, lúcida y correcta, impoluta por sentimientos de ninguna clase, piedad ni compasión… aunque sus ojos contenían una clase de amor: justicia, sin aversión ni repudio hacia él, tan consciente como estaba ella de sus las imperfecciones de él. Era un amor fraterno, que le compartía la evaluación analítica y cerebral de sí como de ella, y la unión de los dos en un enlace a partir de sus mutuos defectos. La siguiente chica, sonriendo con tolerancia y perdón, ignorante de él, incapaz de fallarle en modo alguno… nada que él hubiera sido o no hubiera sido, nada que pudiera hacer o fallara en hacer la decepcionaría jamás ni disminuiría el afecto que le tenía, resplandeciente y ardiendo oscuramente, con una especia de calidez, triste y, a la vez, eternamente alegre en su felicidad; esta, su madre, su eterna madre que nunca desaparecería ni se iría, que nunca lo dejaría ni se olvidaría de él, que nunca le retiraría su protección, su manto abrigador que lo cubriría, llenándolo de calor e insuflándole la llama vacilante de una nueva vida cuando el dolor, la derrota y la soledad lo habían reducido casi a cenizas… la primera muchacha, su igual: su hermana, quizá; esta chica era su madre, suave y fuerte, a la vez que frágil y temerosa, pero sin demostrarle nada de esto. Y, junto con ellas, una irritable chica malhumorada con mala cara, inmadura pero bonita en una forma estropeada, con ciertas manchas en la piel, usando una blusa demasiado adornada y brillante, una falda muy corta, con las piernas muy delgadas; sin embargo atractiva de una manera inconclusa. Lo miraba con decepción, como si él le hubiera fallado, como si siempre lo hiciera; y aun así su mirada era demandante, esperando todavía más, tratando aún de obtener más y más de él, todo lo que necesitaba y anhelaba: el mundo entero, el cielo, todo, pero despreciándolo porque nunca podría dárselo. Esta, se dio cuenta, era su futura hija, quien lo abandonaría finalmente, mientras que las otras dos no, que lo dejaría con resentida decepción para buscar la plenitud en otro hombre joven. La tendría sólo por poco tiempo. Y nunca podría complacerla totalmente. Pero las tres lo amaban, y las tres eran sus chicas, sus mujeres, sus realidades femeninas nostálgicas, esperanzadas, tristes, azoradas, confiadas, sufrientes, cálidas, alegres, sensuales, protectoras y demandantes, su trinidad del mundo objetivo alzándose en oposición y a la vez completándolo, agregándole lo que no era ni sería nunca, lo que anhelaba, apreciaba y respetaba, lo que amaba y necesitaba más que nada en su existencia. La señorita Stickyfoot, cual tal, se había ido. Estas tres chicas quedaban en su lugar, y no se comunicarían con él de manera remota, a través de un vacío,

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con mensajes flotantes sobre el Río Papermill dentro de cajas vacías de rapé; le hablarían directamente, sus ojos intensos fijos en él de manera implacable, incesantemente concientes de él. —Viviré contigo —dijo la chica de rasgos asiáticos con ojos calmos—. Como compañera neutral, positiva y encendida, mientras esté viva y estés vivo, lo cual no podrá ser para siempre. La vida es transitoria y usualmente no vale la pena joderla. A veces creo que los muertos están mejor. Quizá me una a ellos hoy, quizá mañana. Quizá termine matándote y te envíe con ellos o lo hagas tú. ¿Quieres venir? Puedes pagar los gastos del viaje, al menos si deseas que te acompañe. De otro modo, viajaré sola y gratis en un trasporte militar 707; tengo un reembolso regular por parte del gobierno por el resto de mi vida, que pongo en una cuenta de un banco secreto y va destinada a investigaciones semi legales secretas y cuya naturaleza más te conviene, por Dios, no descubrir nunca si sabes lo que es mejor para ti. —Hizo una pausa, mirándolo todavía de manera impasible—. ¿Bien?

1. (adj.) Que no se puede aplacar o templar: Severo, inflexible

1. El Boeing 707 es un avión comercial cuatrimotor de reacción desarrollado por Boeing a principios de los años 1950.

—¿Cuál era la pregunta? —dijo Cadbury, perdido. —Dije —le dijo fieramente, descalificando impacientemente sus limitadas facultades mentales—, que viviré contigo por un indeterminado período de tiempo, con resultados inciertos, si pagas lo suficiente, y sobre todo, y esto es obligatorio, si mantienes la casa funcionando adecuadamente, ya sabes, pagar las cuentas, limpiar, hacer las compras, preparar la comida, de tal modo que no me moleste. Así podré dedicarme a mis cosas, que es lo que importa. —Está bien —dijo anhelantemente. —Nunca viviré contigo —dijo la chica de los cálidos ojos tristes, la del pelo color humo, llenita y flexible, con su chaqueta mullida con borlas, vestida de cuero, sus cordeles sueltos y marrones, de botas y alzando un bolsa de piel de conejo—. Pero pasaré por tu casa de vez en cuando de camino a mi trabajo en la mañana para ver si tienes algo que compartirme, y si no tienes y estás deprimido, te llenaré de energía… pero no ahora. ¿Está bien? —Sonrió aún con más intensidad, sus amorosos ojos llenos de sabiduría y de la complejidad oculta de sí misma y de su amor. —Seguro —dijo. Deseaba más, pero sabía que era todo; no le pertenecía, no existía para él: era ella misma, un producto y una parte del mundo.

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

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1. (f.) Acción y resultado de violar: violación sexual o de privacidad.

1. (f.) pat. Obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo.

1. (adj.) Falto de vida o movilidad, inútil: 2.quím. Cuerpo que permanece inactivo al combinarse con otro:

—Es una violación —dijo la tercera chica, con los labios demasiado rojos y abundantes doblándose en una mueca maliciosa, pero al mismo tiempo con un gesto de diversión—. Nunca te dejaré, viejo sucio, porque cuando lo haga, ¿dónde diablos vas a encontrar a alguien más que quiera vivir con un abusador de niños que se va a morir de una embolia coronaria o de un infarto masivo cualquier día de estos? Después que me haya ido, se habrá acabado todo para ti, (17)viejo sucio. —Repentina, brevemente, sus ojos se humedecieron de pesar y compasión… pero sólo por un instante que ya había pasado—. Esa será la única felicidad que tendrás. Así que no me puedo ir; tengo que quedarme contigo y posponer mi propia vida; aun si es para siempre. —Entonces perdió, gradualmente, toda su animación; una especie de negrura inerte, resignada y mecánica se instaló en sus rasgos inmaduros, chillones y atractivos—. Pero si tengo una oferta mejor —dijo fríamente—, la tomaré. Tengo que buscar y ver. Mirar cómo anda la acción allá en el pueblo. —Al diablo con todo eso —dijo Cadbury, irritado, con resentimiento. Y experimentó en ese instante una terrorífica sensación de pérdida, como si ella ya se hubiera marchado, así de pronto; como si ya hubiera sucedido… esto, la peor de las cosas posibles en toda su vida.

1. (s. m.) Parte esencial de una cosa o tema hablado.

—Ahora —dijeron las tres chicas a la vez, vigorosamente—, vayamos al (18)meollo del asunto. ¿Cuántas fichas azules tienes? —¿C-cómo? —tartamudeó Cadbury perplejo.

1. (f.) Capacidad o aptitud física o moral que posee alguien. 2. Poder, derecho para hacer alguna cosa

1. Medida agregada que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios finales de un país durante un período de tiempo (normalmente, un año).

—Ese es el nombre del juego —sonaron las tres chicas al unísono, con los ojos brillantes y ásperos. Todas sus facultades combinadas habían despertado a la existencia con el tema; estaban individual y colectivamente completamente alertas—. Veamos tu chequera. ¿Cuál es tu saldo? —¿Cuál es tu Producto Anual Bruto? —preguntó la chica asiática. —Nunca te quitaría nada —dijo la chica sentimental, cálida, paciente y afectuosa— pero me podrías prestar un par de fichas azules? Sé que tienes cientos, tú, un castor importante y famoso. —Saca algunas y cómprame dos cuartos de chocolate, leche, un paquete de donas de sabores variados y una Coca en Speedy Mart —dijo la chica irritable.

(17) "viejo sucio" (adj. y s.)(despectivo) 1. anciano, vejete(despectivo), vejestorio(despectivo), provecto, cano, fósil(coloquial), abuelo, carcamal(despectivo), carraca(despectivo).

xxiv PHILIP K. DICK

(18)"meollo del asunto" (argot) 1. "Idem Ir al grano"


—¿Me puedes prestar tu Porsche —pidió la chica afectuosa— si le pongo gasolina? —¡Pero no puedes conducir el mío —dijo la de lo rasgos asiáticos—, eso incrementaría el costo de mi seguro, el cual paga mi madre! —Enséñame a conducir —dijo la muchacha malhumorada—, así podré llevar a uno de mis novios al autocinema mañana por la noche; sólo cobran dos dólares por carro. Pasan cinco películas, y podemos meter a un par de tipos y a una chica en la maletera. —Mejor será que confíes tus fichas azules a mi cuidado —dijo la chica afectuosa—. Estas otras chavalas te van a limpiar. —Jódete —dijo bruscamente la chica malhumorada. —Si la escuchas o le das una sola ficha azul —dijo la muchacha asiática fieramente— te arrancaré tu jodido corazón y me lo comeré vivo. Y esta tipa sin clase tiene gonorrea; si te acuestas con ella quedarás estéril por el resto de tu vida. —No tengo ninguna ficha azul —dijo Cadbury ansiosamente, temiendo que al conocer esto, las tres chicas se fueran—. Pero yo…

1. adj. Que no da fruto, que no produce nada. 2. Que no puede reproducirse: planta, animal, o persona estéril.

—Vende tu máquina de escribir Hermes Rock —dijo la chica asiática. —La venderé por ti —dijo la chica afectuosa y protectora con su voz gentil—. Y te daré… —Calculó, minuciosamente, con lentitud y esfuerzo—. Lo dividiré contigo. Justamente. Nunca me gastaré lo que es tuyo. —Le sonrió, y él supo que era verdad. —Mi madre tiene su propia máquina eléctrica IBM, con espaciador automático, el modelo compacto de oficina — dijo la chica irritable de manera arrogante, casi desdeñosa—. Tengo mi propia máquina de escribir y aprenderé a usarla para conseguir un buen trabajo, a menos que consiga más como desempleada en la asistencia social. —Más adelante en el año… —comenzó Cadbury con desesperación. —Te veremos después —dijeron las tres chicas que antes habían sido la señorita Stickyfoot—. O nos puedes enviar las

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

xxv


1. (adj.) Que carece de sustancia o de interés.

2/3/1982

1983

[LLEGAMOS AL FINAL] ʰPhilip. K. Dick murió de un fallo cardiaco, a la edad de 53 años, dejando un libro inacabado y, sin duda, muchas ideas sin desarrollar. Tampoco llegó a ver el estreno de BLADE RUNNER, la primera adaptación de su obra al cine. Desde su muerte, Dick ha sido objeto de culto por parte de muchisimas personas.

Capitulo 6: SOBREVIVIR. ¿Era Cadbury mismo, el Castor que Fracasó, el que se estaba volviendo insustancial? Tuvo la repentina y desesperante intuición que era esto último. Él se estaba desvaneciendo; ellas se quedaban.

ʰSe constituyeron la Philip K. Dick Society y el premio Philip K. Dick Memorial, que se entrega a la mejor novela original publicada en edición de bolsillo. Dos años más tarde, se le otorgó el premio Gigamesh, por su novela "The Transmigration of Timothy Archer", (LA TRANSMIGRACION DE TIMOTHY ARCHER).

Y aun así eso era bueno. Podría sobrevivir a ello. Podría sobrevivir a su propia desaparición. Pero no a la de ellas. Ya ahora, en el poco tiempo en que las había conocido, significaban más que él mismo. Y eso era un alivio.

Dejémosle a él las últimas palabras, extraídas de una carta (fechada el 14 de mayo de 1981, publicada en castellano en el volumen 1 de los Cuentos Completos, Colección Gran Super Ficción, Ediciones Martínez Roca, 1993). "Ahora definiremos lo que es la buena ciencia ficción. La desfiguración conceptual (la idea nueva, en otras palabras) debe ser auténticamente nueva, o una nueva variación sobre otra anterior, y ha de estimular el intelecto del lector; tiene que invadir su mente y abrirla a la posibilidad de algo que hasta entonces no había imaginado. "Buena ciencia ficción" es un término apreciativo, no algo objetivo, aunque pienso objetivamente que existe algo como la buena ciencia ficción."

fichas por correo, ¿te parece? —Comenzaron a desaparecer, colectivamente; ondulando y volviéndose insustanciales. O acaso…

1. (adj.) Puro,simple,sin mezcla: 2. Insignificante, o sin importancia:

1. (adj.) Con propiedad para producir un efecto aunque no lo produzca.

Fuera que tuviera alguna ficha azul para ellas o no, y eso parecía ser lo que les importaba, sobrevivirían. Si no podían chantajearlo, robarle, pedirle prestado u obtener de él por cualquier medio fichas azules, lo conseguirían de alguien más. Si no de cualquier modo seguirían adelante felices. Realmente no las necesitaban; les gustaba tenerlas. Podían sobrevivir con ellas o sin ellas. Pero, francamente, no estaban interesadas en sobrevivir. Querían ser, intentaban ser, y sabían cómo ser, genuinamente felices. No se establecerían por la mera supervivencia; querían vivir. —Espero verlas de nuevo —dijo Cadbury—. O mejor dicho, espero que me vean de nuevo. Quiero decir, espero reaparecer, al menos brevemente, de vez en cuando, en sus vidas. Sólo para ver cómo les va. —Deja de hacer planes con nosotras —dijeron las tres al unísono, mientras Cadbury se volvía virtualmente inexistente; todo lo que quedaba de él, ahora, era un vestigio de humo gris, persistiendo quejumbroso en el aire casi exhausto que alguna vez le había proporcionado sustento. —Volverás —le dijo la chica afectuosa y llenita, con su ropa de cuero y sus ojos cálidos, con certeza, como si supiera

xxvi

PHILIP K. DICK


instintivamente que no podía haber duda—. Nos veremos. —Eso espero —dijo Cadbury, pero ahora incluso el sonido de su voz se había (19)vuelto vago; vacilaba como una señal de audio evanescente que proviniera de alguna estrella distante que mucho tiempo atrás se enfrió volviéndose cenizas, oscuridad y silencio inerte.

1.(adj.) Que se desvanece como el humo o vapor. 2.(fig.) Que no dura, que desaparece pronto. 3.(fig.) Sutil, delicado, tenue.

—Vamos a la playa —dijo la chica asiática mientras las tres se integraban, confiadas, seguras, sustanciales y vivas, a la actividad del día. Y hacia allá se fueron. Cadbury, o al menos los iones que quedaban de él como una estela de vapor marcando su efímero paso por la vida, se preguntó si había, allá en la playa a la que iban, algunos árboles agradables que roer. Y si tendría nombre.

1. Refiriendose metaforicamente a los rastros de su existencia.

Haciendo una breve pausa, mirando hacia atrás, la chica compasiva y afectuosa, de cuero y con suaves borlas, dijo: —¿Quieres venir con nosotras? Podríamos llevarte un rato, quizá esta única vez. Sabes cómo es. No hubo respuesta. —Te amo —dijo suavemente, casi para ella misma. Y sonrió con sus ojos húmedos, con una sonrisa feliz, apenada, comprensiva y llena de recuerdos. Y salió. Un poco por detrás de las otras dos. Quedándose ligeramente, como si, sin hacerlo realmente, mirara hacia atrás.

(19)“vuelto vago” 1.(adj.) que tiene poca precisión o claridad 2 [cosa] que no tiene un fin determinado

CADBURY, EL CASTOR QUE FRACASÓ

xxvii


[temática] Philip K. Dick se caracterizan por una sensación de constante erosión de la realidad, explorando su naturaleza enigmática de forma sistemática y creando ambientes posmodernos y decadentes, adelantándose al subgénero cyberpunk. tGregg Rickman, el mayor cronista de Dick, propuso un esquema con tres etapas para orientarnos en la amplia obra dickiana: 1. (1951-1960), la etapa política, abarca desde los primeros cuentos hasta Confesiones de un artista de mierda. 2. (1962-1970), la etapa metafísica, desde El hombre en el castillo hasta Fluyan mis lágrimas, dijo el policía. 3. (1974-1981), la etapa mesiánica, desde la experiencia SIVAINVI hasta la publicación de La transmigración de Timothy Archer. Dick situó la acción de varias de sus novelas en el mundo ucrónico de California del Norte. Su aclamada novela El hombre en el castillo (1963, ganadora del Premio Hugo) es una obra pionera que mezcla los géneros de la ciencia ficción y la historia alternativa. "Toda su obra parte de la asunción básica de que no puede haber una única realidad objetiva; todo es una cuestión de percepción. La tierra puede temblar bajo tus pies. Un protagonista puede verse viviendo como sueño de otra persona, o entrar en un estado inducido por drogas que de hecho tenga más sentido que el mundo real, o aparecer en un universo completamente diferente". »Autor de ciencia ficción Charles Platt: tDick no mantuvo en secreto que muchas de sus ideas y trabajos estuvieron fuertemente influidos por los escritos de Carl Gustav Jung, el fundador suizo de la teoría del psiquismo humano denominada psicología analítica (para distinguirla de la teoría freudiana del psicoanálisis). Muchos de los protagonistas de las obras de Dick analizan la realidad y sus propias percepciones en términos junguianos.19 Otras veces, el tema se refiere a Jung tan claramente que la conexión resulta obvia. La Exégesis de Dick también contiene muchas notas sobre Jung en relación con la teología y el misticismo.

[OBRAS SELECTAS] 1.El hombre en el castillo 2. Los tres estigmas de Palmer Eldritch 3.¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? 4. Ubik 5.Tiempo de Marte 6.Fluyan mis lágrimas, dijo el policía 7.Una mirada a la oscuridad 8. SIVAINVI (VALIS) 9.Exégesis

XXVIII SOBRE EL AUTOR

[SOBRE EL AUTOR]

tSus visiones y problemas psicológicos A la edad aproximada de 13 años, Dick tuvo un sueño recurrente durante varias semanas. Soñaba que estaba en una librería, tratando de encontrar un número de la revista Astounding Magazine. El número en cuestión se suponía que contenía la historia El Imperio nunca cayó, la cual le revelaría los secretos del universo. A medida que el sueño persistía, la pila de revistas en las que buscaba era cada vez más pequeña, pero nunca llegó a la última revista. Finalmente, Dick llegó a tener miedo de que llegar a descubrir la revista lo volviese loco (como en el Necronomicón de Lovecraft o El rey de amarillo de Chambers, prometiéndole al lector la locura).Estos sueños cesaron enseguida, pero la frase El Imperio nunca cayó habría de aparecer más tarde en su obra. 20/2/74 tSe recuperaba de los efectos del pentotal sódico administrado durante

la extracción de una muela del juicio rota. Al abrir la puerta para recibir un nuevo envío de analgésicos, advirtió que la mujer que le traía el paquete llevaba un colgante con lo que él llamó la "vesícula Piscis". Este nombre parece basarse en su confusión de dos símbolos relacionados, el Ichthys (dos arcos en intersección representando el perfil de un pez) que los primeros cristianos usaban como símbolo secreto, y la vesica piscis. tAl quedarse solo, comenzó a sufrir extrañas visiones. Aunque éstas podrían en principio atribuirse a los analgésicos, se prolongaron durante varias semanas, lo que vuelve tal explicación poco plausible. Dick describió sus primeras visiones como rayos láser y patrones geométricos, y a veces visiones fugaces de Jesucristo y la antigua Roma, que vislumbraba periódicamente. Dick le explicó sus visiones a Charles Platt en estos términos: "experimentaba una invasión de mi mente por una mente transcendentalmente racional, como si yo hubiese estado loco toda mi vida y de repente me hubiese vuelto cuerdo". Durante febrero y experimentó una serie de visiones, a las cuales se referiría 03/2/74 como "tres-dos-setenta y cuatro". A medida que las visiones crecían en duración y frecuencia, Dick proclamó que había comenzado a vivir una doble vida: una como él mismo y otra como Tomás, un cristiano perseguido por los romanos en el siglo I d. C. A pesar de que había consumido drogas y seguía haciéndolo, Dick aceptó estas visiones como reales, buscando otras explicaciones racionales y religiosas, creyendo que había establecido contacto con una entidad divina de algún tipo, a la que se refería como Cebra, Dios, o más frecuentemente SIVAINVI. SIVAINVI es el acrónimo de SIstema de VAsta INteligencia VIva (en inglés VALIS: Vast Active Living Intelligence System). Dick usó este término como título para una de sus novelas, de carácter semiautobiográfico (además de escribir sobre sus experiencias en otra novela del mismo carácter, Radio libre Albemuth), y posteriormente teorizó que era un satélite de algún tipo que usaba rayos para comunicarse con la gente de la Tierra. Afirmó que dicho ente usaba lo que él denominó un "estímulo desinhibidor" para predisponer a los sujetos a la comunicación, en su caso la vesícula Piscis. tEl propio Dick especulaba con la posibilidad de sufrir esquizofrenia. La enfermedad mental fue uno de sus intereses constantes, impregnando su obra. El personaje Jack Bohlen de su novela Tiempo de Marte es un "ex-esquizofrénico". La novela Los clanes de la luna 1964 alfana se centra en una sociedad entera de descendientes de enfermos internados en manicomios. En escribió el trabajo titulado La esquizofrenia y el Libro de los Cambios.


[HISTORIAS BREVES]

[obras]

–LOS '50. (1952-1959)

t"RVĂ“ ZBDF FM 8VC #FZPOE -JFT UIF 8VC

t&M DBĂ—Ă˜O (The Gun) t-B DBMBWFSB (The Skull) t-B QFRVFĂ—B SFCFMJĂ˜O (The Little Movement) t-PT EFGFOTPSFT (The Defenders) t-B OBWF IVNBOB (Mr. Spaceship) t'MBVUJTUBT FO FM CPTRVF 1JQFS JO UIF 8PPET

t3VH (Roog)

t&M QMBOFUB JNQPTJCMF (The Impossible Planet). ~Publicado tambiĂŠn como Legend t1MBOFUB EF QBTP (Planet for Transients). ~Traducido tambiĂŠn como Visitantes en un planeta extraĂąo. t"MHVOBT DMBTFT EF WJEB (Some Kinds of Life). ~Publicado tambiĂŠn como The Beleagured t&M DPOTUSVDUPS (The Builder) t&M BIPSDBEP (The Hanging Stranger)

t-PT JOGJOJUPT (The Infinites)

t1SPZFDUP 5JFSSB (Project Earth). ~1VCMJDBEP UBNCJĂ?O DPNP 0OF 8IP 4UPMF

t-B TFHVOEB WBSJFEBE (Second Variety). ~InspirĂł la pelĂ­cula de 1996

t"MHVOBT QFDVMJBSJEBEFT EF MPT PKPT (The Eyes Have It)

t4DSFBNFST (Asesinos CibernĂŠticos)

t5POZ Z MPT FTDBSBCBKPT (Tony and the Beetles)

t&M NVOEP RVF FMMB EFTFBCB 5IF 8PSME 4IF 8BOUFE

t$PMPOJB (Colony) t-B WJFKFDJUB EF MBT HBMMFUBT (The Cookie Lady)

t-B OBWF EF (BOĂ“NFEFT (Globe From Ganymede). ~Publicado tambiĂŠn como Prize Ship t%FUSĂˆT EF MB QVFSUB (Beyond the Door) t-B DSJQUB EF DSJTUBM (The Crystal Crypt)

t*NQPTUPS ~InspirĂł la pelĂ­cula Infiltrado de 2002

t6O SFHBMP QBSB 1BU (A Present for Pat)

t-PT NBSDJBOPT MMFHBO FO PMFBEBT (Martians Come in Clouds). ~Publicado tambiĂŠn como The Buggies

t-B WJEB FGĂ“NFSB Z GFMJ[ EFM [BQBUP NBSSĂ˜O (The Short Happy Life of the Brown Oxford)

t-B QBHB (Paycheck). ~InspirĂł la pelĂ­cula homĂłnima de 2003

t&M IPNCSF EPSBEP (The Golden Man). ~InspirĂł Next (Lee Tamahori, 2007)

t-B NĂˆRVJOB QSFTFSWBEPSB (The Preserving Machine)

t+BNFT 1 $SPX

t-PT DB[BEPSFT DĂ˜TNJDPT (The Cosmic Poachers). ~Publicado tambiĂŠn como Burglar t4BDSJGJDJP (Expendable). t&M RVF FTQFSB )F 8IP 8BJUT

t-B SBOB JOGBUJHBCMF (The Indefatigable Frog) t&M BCPOBEP (The Commuter) t&O FM KBSEĂ“O (Out in the Garden) t&M HSBO $ (The Great C) t&M SFZ EF MPT FMGPT (The King of the Elves). ~Publicado tambiĂŠn como Shadrach Jones and the Elves t1SPCMFNBT DPO MBT CVSCVKBT (The Trouble with Bubbles). ~Publicado tambiĂŠn como Plaything

t"VUPS BVUPS (Prominent Author) t-B NBRVFUB (Small Town) t&RVJQP EF FYQMPSBDJĂ˜O (Survey Team) t$BNQBĂ—B QVCMJDJUBSJB (Sales Pitch) t5JNF 1BXO (PeĂłn del Tiempo). ~Base de la novela Dr. Futurity t%FTBZVOP FO FM DSFQĂžTDVMP (Breakfast at Twilight) t-PT SFQUBEPSFT (The Crawlers). ~Publicado tambiĂŠn como Foundling Home t4PCSF NBO[BOBT NBSDIJUBT 0G 8JUIFSFE "QQMFT

−NOVELAS t-PUFSĂ“B TPMBS (Solar Lottery)

1955

tEl tiempo doblado (The World Jones Made) tPlanetas morales (The Man Who Japed) t0KP FO FM DJFMP (Eye in the Sky) tMuĂąecos cĂłsmicos (The Cosmic Puppets) t5JFNQP EFTBSUJDVMBEP (Time Out of Joint). ~InspirĂł la pelĂ­cula: "El Show de Truman" t%S 'VUVSJUZ t&M NBSUJMMP EF 7VMDBOP (Vulcan's Hammer) t&M IPNCSF en el castillo (The Man in the High Castle). ~Ganadora: premio Hugo.

1956

1957

1959

1960

1962/1963

t5PSOFP NPSUBM (The GamePlayers of Titan)

1963

t-B QFOĂžMUJNB WFSEBE (The Penultimate Truth) t5JFNQP EF .BSUF (Martian Time-Slip) t-PT TJNVMBDSPT (The Simulacra) t-PT DMBOFT de la luna alfana (Clans of the Alphane Moon) t-PT USFT FTUJHNBT de Palmer Eldritch (The Three Stigmata of Palmer Eldritch) t&M EPDUPS Moneda Sangrienta (Dr. Bloodmoney, or How We Got Along After the Bomb)

1964

1965

tAguardando el aĂąo pasado (Now Wait for Last Year) tThe Crack in Space tThe Unteleported Man t-B QJTUPMB EF SBZPT (The Zap Gun) t&M NVOEP contra reloj (CounterClock World)

1966

1967

t5IF (BOZNFEF 5BLFPWFS (colaboración: Ray Nelson) t{46&º"/ -04 1968 ANDROIDES CON OVEJAS ELÉCTRICAS? (DO ANDROIDS DREAM OF ELECTRIC SHEEP?). ~Inspiró la película: Blade runner.

t1JF[B EF DPMFDDJĂ˜O (Exhibit Piece) t&RVJQP EF BKVTUF (Adjustment Team) t-B FTUSBUBHFNB (Shell Game)

t&M IPNCSF WBSJBCMF (The Variable Man)

CRONOLOGIA

xxix


1969

tGestarescala

t&M GBDUPS MFUBM (Meddler)

tPot-Healer) tUbik

t6O SFDVFSEP (Souvenir)

tLaberinto

t6O NVOEP EF UBMFOUPT " 8PSME PG 5BMFOU

(Galactic

1970

de muerte (A Maze of Death) tNuestros amigos de Frolix 8 (Our Friends from Frolix 8)

tPodemos construirle

1972

(We Can Build You)

t&M ĂžMUJNP FYQFSUP (The Last of the Masters). ~Publicado tambiĂŠn como Protection Agency

tFluyan mis lĂĄgrimas, t1SPHFOJF (Progeny)

1974

dijo el policĂ­a (Flow My Tears, the Policeman Said). ~Ganadora del premio John W. Campbell Memorial.

1975

tConfesiones

1976

de un artista de mierda (Confessions of a Crap Artist). ~Adaptada al cine .

1992

(colaboraciĂłn: Roger Zelazny) tUna mirada a la oscuridad (A Scanner Darkly). ~InspirĂł la pelĂ­cula de mismo nombre

2006

t+VFHP EF HVFSSB 8BS (BNF

t&M NVOEP EF +PO +POhT 8PSME . t: HJSB MB SVFEB 5IF 5VSOJOH 8IFFM

t'PTUFS FTUĂˆT NVFSUP (Foster, You're Dead)

t&M DMJFOUF QFSGFDUP (Captive Market)

t5IF .BO 8IPTF 5FFUI t-B OJĂ—FSB (Nanny)

1985

tRadio Libre Albemuth

8FSF "MM &YBDUMZ "MJLF

tHumpty Dumpty

1986

in Oakland

tMary y el gigante (Mary and

1987

the Giant)

tThe Broken Bubble

1988 (novela infantil)

Nick and the Glimmung

1994 2004

.

t&M GBCSJDBOUF EF DBQVDIBT (The Hood Maker). ~Publicado tambiĂŠn como Immunity

–LOS '60. (1963-1969) t"MM 8F .BSTNFO. ~VersiĂłn corta de la novela t5JFNQP EF .BSUF (Martian Time-Slip) t$BSHP EF TVQMFOUF NĂˆYJNP (Stand-By). ~Publicado tambiĂŠn como Top Stand-by Job t{2VĂ? IBSFNPT DPO 3BHMBOE 1BSL 8IBUhMM 8F %P XJUI 3BHMBOE 1BSL . ~Publicado tambiĂŠn como No Ordinary Guy t-PT EĂ“BT EF 1FSLZ 1BU (The Days of Perky Pat) t4J OP FYJTUJFSB #FOOZ $FNPMJ *G 5IFSF 8FSF /P #FOOZ $FNPMJ

t-B BSBĂ—B BDVĂˆUJDB 8BUFSTQJEFS

t-B CBSSFSB EF DSPNP (The Chromium Fence)

t"DUP EF OPWFEBEFT (Novelty Act)

t4FSWJDJP EF SFQBSBDJPOFT (Service Call)

t`0I TFS VO #PCFM 2VJĂ?O 'VFSB .FEVCFM (Oh, to Be a Blobel!)

t6OB JODVSTJĂ˜O FO MB TVQFSGJDJF (A Surface Raid)

t-B HVFSSB DPO MPT 'OVMT 5IF 8BS 8JUI 5IF 'OPPMT

t&M NPEFMP EF :BODZ (The Mold of Yancy)

t-P RVF EJDFO MPT NVFSUPT 8IBU UIF %FBE .FO 4BZ . ~Publicado como Man with a Broken Match

t"VUPNBUJ[BDJĂ˜O (Autofac)

tGather Yourselves Together t`$VSB B NJ IJKB NVUBOUF tLies, Inc. (Psi-Man Heal My Child!)

t0SGFP DPO QJFT EF BSDJMMB (Orpheus with Clay Feet)

t$POTFKFSP &YUFSOP (Outside Consultant)

t$BOUBUB

t&M JOGPSNF EF MB NJOPSĂ“B (The Minority Report). ~InspirĂł la pelĂ­cula homĂłnima de 2002.

t-B KVHBEB (A Game of Unchance)

t4FSWJS BM BNP (To Serve the Master). ~Publicado tambiĂŠn como Be As Gods!

xxx OBRAS DE PHILIP K. DICK

t/PTPUSPT MPT FYQMPSBEPSFT &YQMPSFST 8F

t6O QBSBĂ“TP FYUSBĂ—P (Strange Eden). ~Publicado tambiĂŠn como Immolation

1984

(Radio Free Albemuth) tIr tirando (Puttering About in a Small Land) tEn busca de Milton Lumky (In Milton Lumky Territory)

t/VM P (Null-O). ~Publicado tambiĂŠn como Looney Lemuel

t$PUP EF DB[B (Fair Game)

tLa transmigraciĂłn t7FUFSBOP EF HVFSSB 8BS 7FUFSBO

de Timothy Archer (The Transmigration of Timothy Archer)

t%FTBKVTUF (Misadjustment)

t&M QBESF DPTB (The Father-Thing)

(The Divine Invasion) 1982

t-B . OP SFDPOTUSVJEB (The Unreconstructed M)

t.FDBOJTNP EF SFDVQFSBDJĂ˜O (Recall Mechanism)

tSIVAINVI (VALIS) tLa invasiĂłn divina t)VNBOP FT (Human Is)

1981

t.VĂ—FDPT DĂ˜TNJDPT (The Cosmic Puppets)

t4PCSF MB EFTPMBEB 5JFSSB (Upon the Dull Earth)

tDeus irae ~Publicado tambiĂŠn como Jon

1977

~VersiĂłn corta de la novela

t-B QFRVFĂ—B DBKB OFHSB (The Little Black Box) t&M BSUFGBDUP QSFDJPTP (Precious Artifact)

t-B QBHB EFM QVCMJDBEPS (Pay for the Printer). ~Publicado tambiĂŠn como Printer's Day

t5IF 6OUFMFQPSUFE .BO ~VersiĂłn corta de la novela homĂłnima

t" (MBTT 0G %BSLOFTT

t4Ă“OESPNF EF SFUJSBEB (Retreat Syndrome)


t1SPKFDU 1MPXTIBSF ~Versiรณn corta de la novela The Zap Gun t1PEFNPT SFDPSEBSMP QPS VTUFE BM QPS NBZPS 8F $BO 3FNFNCFS *U GPS :PV 8IPMFTBMF . ~Inspirรณ la pelรญcula de 1990

t6OB PEJTFB FO MB 5JFSSB (A Terran Odyssey) t"EJร T 7JODFOU (Goodbye, Vincent)

t%FTBGร P UPUBM (Total Recall) t4BHSBEB DPOUSPWFSTJB (Holy Quarrel) t4V DJUB TFSร BZFS :PVS "QQPJOUNFOU 8JMM #F :FTUFSEBZ

t1BSUJEB EF SFWBODIB (Return Match) t-B GF EF OVFTUSPT QBESFT (Faith of Our Fathers) t/P QPS TV DVCJFSUB (Not by Its Cover) t&M DVFOUP GJOBM EF UPEPT MPT DVFOUPT (The Story to End All Stories for Harlan Ellison's Anthology Dangerous Visions) t-B IPSNJHB FMร DUSJDB (The Electric Ant) t" -JODPMO 4JNVMBDSVN ~Versiรณn corta de la novela Los Simulacros (The Simulacra) โ LOS '70. (1974-1979) t-BT QSFQFSTPOBT (The Pre-Persons) t"MHP QBSB OPTPUSPT UFNQPOBVUBT (A Little Something for Us Tempunauts) t-B QVFSUB EF TBMJEB MMFWB BEFOUSP (The Exit Door Leads In) โ LOS '80. (1980-1988) t$BEFOBT EF BJSF UFMBSBร BT EF ร UFS $IBJOT PG "JS 8FC PG "FUIFS . ~Publicado como: 5IF .BO 8IP ,OFX UP -PTF. t&M DBTP 3BVUBWBBSB (Rautavaara's Case) t2VJTJFSB MMFHBS QSPOUP (I Hope I Shall Arrive Soon). ~Publicado tambiรฉn como Frozen Journey. t-B NFOUF BMJFO (The Alien Mind) t&YUSBร PT SFDVFSEPT EF NVFSUF (Strange Memories of Death) t$BECVSZ FM DBTUPS RVF GSBDBTร $BECVSZ 5IF #FBWFS 8IP -BDLFE

t&M Eร B FO RVF FM 4S $PNQVUBEPSB cayรณ de su รกrbol (The Day Mr. Computer Fell Out of Its Tree) t&M PKP EF MB TJCJMB (The Eye of the Sibyl) t&TUBCJMJEBE (Stability)

CRONOLOGIA

xxxi



II. CALL IF YOU NEED ME (SI ME NECESITAS LLAMAMÉ) Raymond Carver

Capitulo 1: INVOLUCRADOS. Los dos habíamos estado involucrados con otras personas esa primavera, pero cuando llegó junio y terminaron las clases decidimos poner en alquiler nuestra casa en (20)Palo Alto y trasladarnos a la costa más al norte de (21)California. Nuestro hijo, Richard, pasaría el verano en casa de la madre de Nancy, en (22) 1BTDP 8BTIJOHUPO EPOEF QPESÓB USBCBKBS Z BIPSSBS BMHP EF EJOFSP para la universidad. Ella estaba al tanto de la situación en casa y ya estaba buscándole un empleo por la temporada. Había hablado con un granjero que aceptó tomar a Richard para que juntara heno y arreglara alambrados. Un trabajo duro, pero Richard estaba conforme. Lo llevé a la terminal el día después de su graduación y me senté con él hasta que anunciaron su ómnibus. Su madre ya lo había despedido llorando y le había dado una larga carta que él debía entregar a la abuela en cuanto llegara. Prefirió quedarse terminando las valijas y esperando a la pareja que alquilaría nuestra casa. Yo compré el pasaje de Richard, se lo di y me senté a su lado en uno de los bancos de la terminal. En el viaje hasta allá habíamos hablado un poco de la situación. —¿Van a divorciarse? —había preguntado él. —No, si podemos evitarlo —le contesté. Era un sábado por la mañana y había poco tránsito—. Ninguno de los dos quiere llegar a eso. Por eso nos vamos; por eso no queremos ver a nadie durante el verano. Y por eso te enviamos con la abuela. Para no mencionar el hecho de que volverás con los bolsillos llenos de dinero. No queremos divorciarnos. Queremos estar solos y tratar de solucionar las cosas. —¿Aún amas a mamá? Ella dice que te sigue queriendo. —Por supuesto que la amo. Deberías saberlo a esta altura. Sólo que hemos tenido nuestra cuota de problemas, y necesitamos un poco de tiempo juntos, a solas. No te preocupes. Disfruta el verano y trabaja y ahorra un poco de dinero. Considéralo unas vacaciones de nosotros. Y trata de pescar. Hay muy buena pesca por allá. —Y esquí acuático. Quiero aprender. (20) Palo Alto 1.Es una ciudad del condado de Santa Clara, en el estado de California (Estados Unidos). Se encuentra en el Área de la Bahía de San Francisco, en el extremo norte de Silicon Valley, cerca de la Universidad Stanford

(21) California 1.Es un estado federado de los Estados Unidos situado en la costa suroeste del país. Cuenta con una población de 38 millones de habitantes y ocupa una superficie de 410 mil km2.

(22) Pasco, Washington 1. Pasco es una de las tres ciudades que conforman la región de Tri-Cities del estado de Washington. Tri-Cities es un área metropolitana de aprox. 230.000 personas.

raymond carver

XXXII


—Nunca hice esquí acuático. Haz un poco de eso también. Hazlo por mí. Cuando anunciaron su ómnibus lo abracé y volví a decirle: —No te preocupes. ¿Dónde está tu pasaje? Él se palmeó el bolsillo de su campera. Lo acompañé hasta la fila frente al ómnibus, volví a abrazarlo y le di un beso en la mejilla. Adiós, papá, dijo él y me dio la espalda para que no viera sus lágrimas. Al volver a casa, nuestras valijas y cajas estaban junto a la puerta. Nancy estaba en la cocina tomando café con los inquilinos, una joven pareja de estudiantes de posgrado de matemática, a quienes había visto por primera vez en mi vida pocos días antes, pero igual les di la mano a ambos y acepté una taza de café de Nancy mientras ella terminaba con la lista de indicaciones de lo que ellos debían hacer en la casa en nuestra ausencia y adónde debían enviarnos el correo. Su cara estaba tensa. La luz del sol avanzaba sobre la mesa a medida que pasaban los minutos. Finalmente todo pareció quedar en orden, y los dejé en la cocina para dedicarme a cargar nuestro equipaje en el coche. La casa a la que íbamos estaba completamente amueblada, hasta los utensilios de cocina, así que no necesitábamos llevar más que lo esencial. Había hecho los quinientos kilómetros desde Palo Alto hasta (23)Eureka tres semanas antes, y alquilado entonces la casa amueblada. Fui con Susan, la mujer con la que estaba saliendo. Nos quedamos en un motel a las puertas del pueblo durante tres noches, mientras recorría inmobiliarias y revisaba los clasificados. Ella me vio firmar el cheque por los tres meses de alquiler. Más tarde, en el motel, tirada en la cama con la mano en la frente, me dijo: “Envidio a tu esposa. Cuando hablan de la otra mujer, siempre dicen que es la esposa quien tiene los privilegios y el poder real, pero nunca me lo creí ni me importó. Ahora, en cambio, entiendo qué quieren decir. Y envidio a Nancy. Envidio la vida que tendrá a tu lado. Ojalá fuera yo la que va a estar contigo en esa casa todo el verano. Cómo me gustaría. Me siento tan gastada”. Yo me limité a acariciarle el pelo. Nancy era alta, de pelo y ojos castaños, de piernas largas y espíritu generoso. Pero últimamente venía baja de espíritu y de generosidad. El hombre con el que estaba viéndose era colega mío, un divorciado de eterno traje con chaleco y pelo canoso, que bebía demasiado y a quien a veces le temblaban un poco las manos durante sus clases, según me contaron algunos de mis alumnos. Él y Nancy habían iniciado su romance en una fiesta, poco después de que ella descubriera mi infidelidad. Suena aburrido y cursi; es aburrido y cursi, pero así fue toda aquella primavera, nos consumió las energías y la concentración al punto de excluir todo lo demás. hasta que, en algún momento de abril, comenzamos a hacer planes para alquilar la casa e irnos todo el verano, los dos solos, a tratar de reparar lo que hubiera para reparar, si es que había algo. Los dos (23)Eureka 1.Eureka es una ciudad estadounidense, ubicada en el estado de California, en el condado de Humboldt.

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nos habíamos comprometido a no llamar, ni escribir, ni intentar el menor contacto con nuestros amantes. Hicimos los arreglos para Richard, encontramos los inquilinos para nuestra casa y yo miré en un mapa y enfilé hacia el norte desde (24)San Francisco hasta Eureka, donde una inmobiliaria me encontró una casa amueblada en alquiler por el verano para una respetable pareja de mediana edad. Creo que incluso usé la expresión “segunda luna de miel”, Dios me perdone, mientras Susan fumaba y leía folletos turísticos en el auto estacionado fuera de la inmobiliaria. Terminé de cargar las cosas en el coche y esperé que Nancy se despidiera por última vez en el porche. Yo saludé desde mi asiento y los inquilinos me devolvieron el saludo. Nancy se sentó y cerró su puerta. “Vamos”, dijo y yo arranqué. Al entrar en la autopista vimos un coche con el escape suelto y arrancando chispas del pavimento. “Mira”, dijo Nancy y esperamos hasta que el coche se salió de la autopista y frenó, antes de seguir viaje. Paramos en un café cerca de (25)Sebastopol. Estacioné y nos sentamos a una mesa frente a la ventana del fondo. Pedimos sandwiches y café, yo encendí un cigarrillo mientras Nancy deslizaba el dedo por las vetas de la madera de la mesa. Entonces noté un movimiento por la ventana y al mirar en esa dirección vi un colibrí en los arbustos allá afuera. Sus alas vibraban en un borroso frenesí mientras su pico se internaba en una de las flores. —Mira, un colibrí —dije, pero antes de que Nancy levantara la cabeza el pájaro ya no estaba. —¿Dónde? No veo nada. —Estaba ahí hasta hace un momento. Ahí está. No; es otro, creo. Nos quedamos mirando hasta que la camarera trajo nuestro pedido. —Buena señal —dije—. Los colibríes ⁽⁾traen suerte, ¿no? —Creo haberlo oído en alguna parte —dijo Nancy—. No podría decir dónde pero sí, no nos vendría mal un poco de suerte. —Una buena señal. Me alegro de que hayamos parado aquí. Ella asintió, dejó pasar un largo minuto y probó su sandwich. Llegamos a Eureka antes del anochecer. Pasamos el motel en la ruta donde había estado con Susan dos semanas antes, nos internamos por un camino que subía una colina que miraba al pueblo y pasamos frente a una estación de servicio y un almacén. Las llaves de la casa estaban en mi bolsillo. A nuestro alrededor sólo se veían colinas arboladas y praderas con ganado pastando. —Me gusta —dijo Nancy—. No veo el momento de llegar. —Estamos cerca —dije—. Es más allá de esa loma. (24) La ciudad y condado de San Francisco 1.Es la cuarta ciudad más poblada del estado de California y la 12.ª de Estados Unidos, con una población estimada en 2008 de 808.976 habitantes.

(25) Sebastopol 1.Es una ciudad en el condado de Sonoma, California, Estados Unidos, al norte de San Francisco. La población era 7.379 en el censo de 2010, pero en total unas 50.000 personas.

1.(m.) Establecimiento hotelero de carretera,generalmente formado por pequeños apartamentos independientes.

(26) "Los colibries traen buena suerte" 1. Se dice que el colibrí es un símbolo de buena suerte, ver uno es señal de buen augurio. Es utilizado como amuleto para el amor.

raymond carver XXXIV


1.(m.) Alheña, arbusto oleáceo.

1.(m.) Entrada a un edificio o zona lateral del mismo cubierta por una techumbre adosada a él. 2.Soportal, cobertizo.

1.(voz i.) m. amer. Cuarto de estar.

1.(m.) Árbol de la familia de las betuláceas, de hasta 20 m de altura. 2.Madera de este árbol.

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Ahí —y enfilé el coche por un camino flanqueado de ligustros—. Ahí la tienes. ¿Qué opinas? Esa misma pregunta le había hecho a Susan cuando hicimos el mismo camino para ver la casa por primera vez. —Me gusta; es perfecta. Bajemos. Miramos a nuestro alrededor en el jardín del frente antes de subir los escalones del porche. Abrí la puerta con la llave que traía y encendí las luces adentro. Recorrimos los dos dormitorios, el baño, el living con muebles viejos y chimenea y la cocina con vista al valle. —¿Te parece bien? —Me parece sencillamente maravillosa —dijo Nancy y sonrió—. Me alegra que la hayas en—contrado. Me alegra que estemos aquí. —Abrió y cerró la heladera, luego pasó los dedos por la mesada de la cocina. — Gracias a Dios está limpia. Ni siquiera hace falta una limpieza. —Nada. Hasta nos pusieron sábanas limpias. La alquilan así. —Tendremos que comprar algo de leña —dijo Nancy cuando volvimos al living—. Con noches así debemos usar la chimenea, ¿no? —Mañana. Podemos hacer unas compras también. Y recorrer el pueblo. Nancy me miró y dijo nuevamente: —Me alegra que estemos aquí. —Yo también —dije y abrí los brazos y ella vino hacia mí. Cuando la abracé sentí que temblaba. Le alcé el mentón y la besé en ambas mejillas. —Me alegra que estemos aquí —repitió ella contra mi pecho. Durante los días siguientes nos instalamos, recorrimos las calles del pueblo mirando vidrieras y dimos largos paseos por el bosque que se alzaba atrás de la casa. Compramos provisiones, yo encontré un aviso en el diario que ofrecía leña, llamé y poco después aparecieron dos muchachos de pelo largo en una camioneta que nos dejaron una carga de aliso en el garaje. Esa noche nos sentamos frente a la chimenea y hablamos de conseguir un perro. —No quiero un cachorro —dijo Nancy—. No quiero nada que implique ir limpiando a su paso o rescatando lo que quiere mordisquear. Pero me gustaría un perro. Hace tanto que no tenemos uno... Creo que podríamos arreglarnos con un perro aquí. —¿Y cuando volvamos, cuando termine el verano? —dije yo y entonces reformulé la pregunta: —¿Estás dispuesta a tener un perro en la ciudad? —Ya veremos. Pero busquemos uno, mientras tanto.


No sé lo que quiero hasta que lo veo. Revisemos los clasificados y veamos qué pasa.

Capitulo 2: "COMO UNA CURA". Aunque los días siguientes seguimos hablando de perros y hasta señalando los que nos gustaban frente a las casas por las cuales pasábamos, no llegamos a nada y seguimos sin perro. Nancy llamó a su madre y le dio nuestra dirección y teléfono. Richard ya estaba trabajando y parecía contento, dijo la madre. Y ella se sentía bien. Nancy le contestó: —Nosotros también. Esto es como una cura. Un día íbamos por la ruta frente al océano y, desde una loma, vimos unas lagunas que formaban los médanos muy cerca del mar. Había gente pescando en la orilla y en un par de botes. Frené a un costado de la ruta y dije: —Vamos a ver qué están pescando. Quizá valga la pena conseguirnos unas cañas y probar. —Hace años que no vamos de pesca. Desde que Richard era chico, aquella vez que fuimos de campamento cerca del (27)monte Shasta, ¿recuerdas? —Me acuerdo. Y también me acuerdo de cuánto extraño pescar. Bajemos a ver qué están sacando. —Truchas —dijo uno de los pescadores—. Trucha arcoiris y algún que otro salmón. Vienen en el invierno, cuando el mar horada los médanos. Y, con la primavera, cuando se cierra el paso, quedan atrapados. Es buena época, ésta. Hoy no pesqué nada pero el domingo saqué cuatro. De lo más sabrosos. Dan una batalla tremenda. Los de los botes creo que sacaron algo hoy, pero yo todavía no. —¿Qué usan de carnada? —preguntó Nancy. —Lo que sea. Lombrices, marlo de choclo, huevos de salmón. Basta tirar la línea y dejarla reposar hasta el fondo. Y estar atento. Nos quedamos un rato pero el hombre no sacó nada y los de los botes tampoco. Sólo iban y venían por la laguna. —Gracias. Y suerte —dije al fin. —Que tengan suerte ustedes también. Los dos — contestó el hombre.

1.(adj.) A la hora horada. 2.loc. adv. A la hora puntual, precisa, perentoria.

(27) Mount Shasta 1.Es el segundo pico más alto en las cascadas y el quinto más alto en California. Monte Shasta tiene un volumen estimado de 85 millas cúbicas (350 km3).

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Capitulo 3: "NO VA A FUNCIONAR".

1. (fam.) Persona despreciable que se comporta con maldad y carece de virtudes.

1.Trozo desgarrado de una tela o una prenda de vestir. 2. Parte pequeña que se desprende de una cosa.

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A la vuelta paramos en una casa de artículos deportivos y compramos unas cañas baratas, unos rollos de tanza y anzuelos y carnada. Sacamos una licencia también y decidimos ir de pesca la mañana siguiente. Pero esa noche, después de la cena y de lavar los platos y poner unos leños en la chimenea, Nancy dijo que no iba a funcionar. —¿Por qué dices eso? ¿A qué te refieres? —No va a funcionar, enfrentémoslo —dijo ella sacudiendo la cabeza—. No quiero ir a pescar y no quiero un perro. Creo que quiero ir a lo de mi madre y estar con Richard. Sola. Quiero estar sola. Extraño a Richard —dijo y empezó a llorar—. Es mi hijo, es mi bebé, y está creciendo y pronto se irá. Y lo extraño. Lo extraño. —¿También extrañas a Del, a Del Schraeder, tu amante? ¿Lo extrañas a él también? —Extraño a todo el mundo. A ti también. Hace mucho que te extraño. Te he extrañado tanto durante tanto tiempo que te he perdido. No sé cómo explicarlo mejor. Pero sé que te perdí. Ya no me perteneces. —Nancy —dije yo. —No, no —dijo ella y negó con la cabeza. Sentada en el sofá de frente al fuego siguió negando y negando y luego dijo: —Voy a tomar un avión para allá mañana. Cuando me haya ido puedes llamar a tu amante. —No voy a hacer eso. No tengo la menor intención de hacer eso. —Sí, lo harás. Vas a llamarla en cuanto me haya ido. —Y tú vas a llamar a Del —dije. Y me sentí una basura por decirlo. —Haz lo que quieras —dijo ella secándose las lágrimas con la manga—. Lo digo en serio. No quiero parecer una histérica, pero me iré mañana. Mejor me iré a acostar ahora; estoy exhausta. Lo lamento. Lo lamento mucho, por los dos. Pero no vamos a lograrlo. Ese pescador, hoy. Nos deseó suerte a los dos. Yo también nos deseo suerte. Vamos a necesitarla. Entonces se encerró en el baño y dejó correr el agua. Yo salí a los escalones del porche y me senté a fumar un cigarrillo. Estaba oscuro y silencioso, apenas se veían las estrellas en el cielo. Jirones de niebla del océano ocultaban el valle y el pueblo allá abajo. Me puse a pensar en Susan. Oí que Nancy salía del baño y oí que se cerraba la puerta del dormitorio. Entonces entré y puse otro leño en la chimenea y esperé hasta que se avivara el fuego. Luego fui al otro dormitorio. Abrí la colcha y me quedé mirando el estampado


floral de las sábanas. Me di una ducha, me puse el pijama y volví frente a la chimenea. La niebla ya llegaba a las ventanas del living. Fumé mirando el fuego y, cuando volví a mirar por la ventana, creí ver algo que se movía en la niebla.

Capitulo 4: CABALLOS EN NUESTRO JARDIN. Me acerqué a la ventana. Un caballo estaba pastando en el jardín, entre la niebla. Alzó la cabeza para mirarme y volvió a su tarea. Vi otro cerca del auto. Encendí la luz del porche y me quedé mirándolos. Eran caballos grandes, blancos, de largas crines, seguramente de alguna granja de los alrededores con algún alambrado caído y vaya a saberse cómo habían llegado hasta nuestra casa. Parecían estar disfrutando inmensamente su escapada. Pero se los notaba un poco nerviosos también: podía verles el blanco de los ojos desde la ventana. Sus orejas iban y venían al ritmo de sus mordiscos. Un tercer caballo apareció entonces y luego un cuarto, todos blancos, pastando en nuestro jardín. Fui al dormitorio a despertar a Nancy. Tenía los ojos enrojecidos y los párpados hinchados, y se había puesto ruleros y había una valija abierta a los pies de la cama. —Nancy, tienes que venir a ver esto. No vas a creerlo. Vamos, levántate. —¿Qué pasa? Me estás lastimando. ¿Qué pasa?. —Querida, tienes que ver esto. No voy a lastimarte. Perdona si te asusté. Pero tienes que levantarte y venir a ver esto. Pocos minutos después estaba a mi lado en la ventana, atándose la bata. —Dios, son hermosos. ¿De dónde vienen? Qué hermosos son. —De alguna granja vecina, supongo. Voy a llamar al sheriff para que ubique al dueño. Pero quería que los vieras antes. —¿Morderán? Me gusta acariciar a aquél, el que acaba de mirarnos. —No creo que muerdan. No parecen esa clase de caballos. Pero ponte algo encima si vamos a salir. Hace frío afuera. Me puse la campera encima del pijama y esperé a Nancy. Abrí la puerta y salimos y nos acercamos caminando hasta ellos. Todos levantaron sus cabezas. Uno resopló y retrocedió unos pasos, pero volvió a tironear del pasto y mascar como los demás. Apoyé mi

1. (s. m.) En los condados de Estados Unidos, representante de la justicia o del poder que se encarga de que la ley se cumpla.

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XXXVIII


1.(sust. masc.) (CS) (prenda) abrigo de piel de oveja / chaqueta.

mano entre sus ojos y le palmeé los flancos y dejé que su hocico me oliera. Nancy estaba acariciando las crines de otro, mientras murmuraba: “¿De dónde vienes, caballito? ¿Dónde vives y qué haces aquí en medio de la noche?”, mientras el animal movía su cabeza como si entendiera. —Será mejor que llame al sheriff —dije. —Todavía no. Un rato más. Nunca veremos algo igual. Nunca, nunca tendremos caballos en nuestro jardín. Un rato más, Dan. Poco después, mientras Nancy seguía yendo de uno a otro, palmeándolos y acariciándolos, uno de los caballos comenzó a rumbear hacia la ruta, más allá de nuestro auto y supe que era momento de llamar. En pocos minutos vimos las luces de dos patrulleros en la niebla y poco después llegó una camioneta con un acoplado para caballos, de la que bajó un tipo con gamulán, que se acercó a los caballos y necesitó un lazo para lograr que entrara el último en el acoplado. —¡No le haga daño! —dijo Nancy. Cuando se fueron volvimos al living y yo dije que iba a hacer café y pregunté a Nancy si quería una taza. —Te diré lo que quiero —dijo ella—. Me siento bien, Dan. Me siento como borracha, como... No sé cómo, pero me gusta. No quiero dormir; no podría dormir. Haz un poco de café y a ver si encuentras algo de música en la radio y puedes avivar el fuego.

Capitulo 5: "GENTILES EL UNO CON EL OTRO". Así que nos sentamos frente a la chimenea y bebimos café y escuchamos viejas canciones por la radio y hablamos de Richard y de la madre de Nancy y bailamos. Ninguno aludió en ningún momento a nuestra situación. La niebla seguía allí, detrás de las ventanas, mientras hablábamos y éramos gentiles el uno con el otro. Hasta que, cerca del amanecer, apagué la radio y nos fuimos a la cama e hicimos el amor. Al mediodía siguiente, luego de que ella terminara su valija, la llevé al aeródromo desde donde volaría a (28)Portland y de allí haría el trasbordo que la dejaría en Pasco por la noche. —Saluda a tu madre de mi parte. Y dale un abrazo a Richard. Y dile que lo extraño. Y que lo quiero. —Él también te quiere. Lo sabes. En cualquier caso, lo verás después del verano. —Yo asentí. —Adiós —dijo (28) Portland 1.Es una ciudad en el noroeste de Estados Unidos de América, junto al río Columbia y el río Willamette. Portland población estimada de 562.6901 habitantes

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ella. Y me abrazó. Yo le devolví el abrazo—. Me alegro por anoche. Los caballos. La charla. Todo. Ayuda. No lo olvidaremos —y empezó a llorar. —Escríbeme, ¿quieres? —dije yo—. Nunca pensé que fuera a pasarnos. En todos estos años. Nunca lo pensé. Ni un sola vez. No a nosotros. —Te escribiré. Mucho. Las cartas más largas que hayas visto desde las que me enviabas en el secundario. —Las estaré esperando. Ella me miró largamente y me acarició la cara. Entonces me dio la espalda y se alejó por la pista rumbo al avión. Ve, mi más querida, y que Dios esté contigo. Ella abordó el avión y yo me mantuve en mi lugar hasta que se encendieron los motores y la nave empezó a carretear por la pista y despegó sobre la bahía y se convirtió en una mancha en el horizonte. Volví a la casa, estacioné el coche y miré las huellas que habían dejado los caballos la noche anterior, los trozos de pasto arrancado y las marcas de herraduras y los montones de bosta aquí y allá. Entonces entré en la casa y, sin sacarme el saco siquiera, levanté el teléfono y marqué el número de Susan.

1.(tr.) Conducir [una cosa] en carro u otro vehiculo. Guiar [un carro o carreta].

1.(f.) Excremento del ganado vacuno o del caballar.

RAYMOND CARVER XL


[biografia]

(25/3/38-2/8/88) Raymond Clevie Carver, Jr., escritor estadounidense adscrito al llamado realismo sucio. Carver nació en Clatskanie, Oregón y creció en Yakima, Washington. Su padre trabajaba en un aserradero y era alcohólico. Su madre trabajaba como camarera y vendedora. Tuvo un único hermano llamado James Franklyn Carver. Nació en 1943

Durante algún tiempo, Carver estudió bajo la tutela del escritor John Gardner, en el Chico State College, en Chico, California. Publicó un sinnúmero de relatos en revistas y periódicos, incluyendo el New Yorker y Esquire, que en su mayoría narran la vida de obreros y gente de las clases desfavorecidas de la sociedad estadounidense. Sus historias han sido incluidas en algunas de las más prestigiosas compilaciones estadounidenses: Best American Short Stories y el Premio O. Henry de relatos cortos. Carver estuvo casado dos veces. Su segunda esposa 1988 fue la poetisa Tess Galagher. Alcohólico, cuyos efectos se manifiestan en algunos de sus personajes, Carver permaneció sobrio los últimos diez años de su vida. Era un gran amigo de Tobias Wolff y de Richard Ford, escritores también del realismo sucio.

XLI SOBRE EL AUTOR/BIOGRAFÍA

Fue investido por la Academia Americana de Artes y Letras. Los críticos asocian los escritos de Carver al minimalismo y le consideran el padre de la citada corriente del realismo sucio. En la época de su muerte Carver era considerado un escritor de moda, un icono que América "no podría darse el lujo de perder", según Richar Gottlieb, entonces editor de New Yorker. Sin duda era su mejor cuentista, quizá el mejor del siglo junto a Chéjov, en palabras del escritor chileno Roberto Bolaño. Al hilo de esta idea cabe destacar un soberbio cuento dedicado a los últimos días del referido escritor ruso de nombre "Tres rosas amarillas". Su editor en Esquire, Gordon Lish, desempeñó un papel decisivo en concebir el estilo de la prosa de Carver. Por ejemplo, donde Gardner recomendaba a Carver usar 15 palabras en lugar de 25, Lish le instaba a usar 5 en lugar de 15. Durante este tiempo, Carver también envió su poesía a James Dickey, entonces editor de poesía de Esquire. Carver murió en Port Angeles, Washington, de cáncer de pulmón, a los 50 años de edad.

[SOBRE EL AUTOR]

S. Gregory. y Raymond Carver: "De Qué Hablamos Cuando Hablamos de Minimalismo". Zona Erógena. Nº 17. 1994. S.G. – Muchos relatos suyos o bien empiezan con una leve perturbación de lo cotidiano por una sensación de amenaza o se desenvuelven en ese sentido. ¿Esta tendencia es el resultado de una convicción suya de que la mayor parte de la gente siente que el mundo le amenaza? ¿O tiene más que ver con una decisión estética, el hecho de que la amenaza contiene más posibilidades interesantes para la narración? R.C. – Sí, es verdad que muchos personajes en mis relatos encuentran que el mundo les amenaza. La gente sobre la que he elegido escribir sí se siente amenazada, y creo que mucha gente, si no la mayoría, siente que el mundo les amenaza. De las personas que lean esta entrevista, no habrá tantas que se sientan amenazadas en el sentido que digo. La mayoría de nuestros amigos y conocidos, los suyos y los míos, no tienen esta sensación, pero hay gente que vive al otro lado. La amenaza está ahí, se puede palpar. En cuanto a la segunda parte de su pregunta, eso también es verdad. La amenaza contiene, por lo menos para mí, más posibilidades interesantes que se pueden explorar. S.G. – ¿Encuentra Ud. algún problema en cambiar de género? ¿Supone un proceso de composición distinto? R.C. – Hacer ese tipo de juegos malabares nunca me ha supuesto ningún problema. Supongo que habría sido más sorprendente en el caso de un escritor que no hubiera trabajado en las dos áreas lento como yo. En realidad, siempre me ha parecido, y lo sigo afirmando, que la poesía en su efecto y en la manera en que se compone, se encuentra más cerca de un relato que el relato de una novela. Los relatos y la poesía tienen más en común en lo referente a lo que se propone el escritor, en la comprensión del lenguaje y las emociones, en el cuidado y el control necesario pare conseguir sus efectos. A mí, el proceso de escribir un relato o un poema nunca me ha parecido muy diferente. Todo lo que escribo tiene un mismo origen, surge de la misma fuente, sea un relato, un ensayo, un poema o un guión. Cuando me pongo a escribir, empiezo literalmente con una frase o con una línea. Siempre necesito tener esa primera línea metida en la cabeza, se trate de un poema o de un relato. Más tarde, todo lo demás puede cambiarse, pero esa primera línea se cambia muy pocas veces. De alguna forma me empuja hacia la segunda línea, y después el proceso empieza a cobrar ímpetu y adquirir una dirección. Repaso y modifico muchas veces casi todo lo que escribo; vuelvo atrás y otra vez adelante. No me importa repasar; en realidad disfruto haciéndolo. No soy muy dado a la retórica o la abstracción en la vida, en el pensamiento o en mi obra, y por lo tanto quiero que la gente sobre la que escribo esté situada en un fondo lo más palpable posible. Esto puede requerir la inclusión de un televisor o una mesa o un rotulador encima de un escritorio, pero si se van a incluir estas cosas en la escena, no pueden permanecer inertes. No quiero decir que adquieran vida propia, exactamente, sino que deben hacer sentir su presencia de una forma u otra. Si vas a describir una cuchara o una silla o un televisor, no quieres limitarme a colocar estas cosas en la escena y luego abandonarlas. Quieres darles cierto peso, conectarlas con las vidas que las rodean. Estos objetos, para mí, tienen un papel en los relatos; no son “personajes” en el sentido en que lo son las personas, pero están ahí, y quiero que mis lectores se den cuenta de que están ahí, que sepan que este cenicero está aquí, que la televisión está allí (y encendida o apagada), que en la chimenea hay latas de refrescos tiradas. S.G. – ¿Que le hace escribir relatos y poemas en lugar de géneros más extensos? R.C.. – Para empezar, cuando cojo una revista literaria, lo primero que miro es la poesía, y luego leo los relatos. Casi nunca leo otra cosa, ensayos, crítica o lo que sea. Así que supongo que me atrajo la forma, y con esto quiero decir la brevedad, de la poesía y la narrativa corta desde el principio. Y también, la poesía y la narración eran cosas que



III.EL CURANDERO DEL AMOR Washington Cucurto

Capitulo 1: "EL PODER VERDE". Le compré a un peruano en el Rey un cd de cumbia de Los Mirlos. Estábamos cerveceando con mi ticki cumbiantera cuando apareció el peruca cargado de cds y dvds piratas. Estaba mordiéndole los labios, tocándole las manos, bajo las luces multicolores de ese barsucho del Superconsti, cuando plaf, cayeron ellos, los cds. Me los puso encima de la mesa, una montaña de soldaditos musicales y me desesperé, y con ella, comenzamos a elegir vallenatos, cumbias tropicales, José José, Jerry Rivera, Juaneco y su Combo, tres de Karicia, mi grupo preferido. Los Mirlos son lo mejor del (28)Perú y de la música andina, un día les contaré la historia de ellos. Nos sentíamos como unos “Cumbianteros junto a la orilla del mar”. Mi ticki sacó cinco pesos de su cartera y me compró. El poder verde, de Los Mirlos. “Este tema habla de un curandero, es el poder verde”, nos dijo el peruano. ¿Qué es el poder verde?, le dijo sonriente, medio en joda, moviendo las tetas, mi ticki atrevida. “Es el poder de la selva, que cura cualquier mal. Siempre hay un representante de la selva entre nosotros, ese rol lo cumple un curandero”. Y, ¿qué cura ese curandero?, le dije preocupado. “Lo que sea, hermano, lo que tengas, yo conozco uno. Si tienes un mal yo te llevo con él por 15 pesos”. Con mi ticki cumbiantera y guevarista abrimos los ojos mirándonos. —Ya sé lo que pensás, atorranta, le dije. Pasa que mi ticki esta preñadísima de dos meses. Es decir hace dos meses que no le baja la sangre. Yo estoy casado hace diez años, tengo tres hijos y una mujer. Pero estoy enamorado de mi ticki (29)guevarista, estudiante de Sociales, perteneciente al grupo Liberación y ahora preñadisima de mí o de quién sea, que eso nunca se sabe.

1.(m.) Música y baile populares colombianos.

1.(adj.) y s. amer. Vagabundo, vago o perezoso.

Continué: —Vos sos tan atorranta, tan (30)trola. Que merecés que te lleve a ese curandero pa que te baje la saina. —Cucu, diablo, vamos ya. (27)Perú 1.Un país del oeste de América del Sur en el Océano Pacífico. Habitada al menos desde el noveno milenio antes de Cristo, fue el centro de un imperio inca estableció a partir del siglo 12

(28)Guevarista 1.Es un conjunto de conceptos y criterios políticos, de origen marxista, desarrollados a partir de las acciones y las ideas del guerrillero argentino Ernesto Che Guevara.

1. (loc. sust. col. s. f.) Flujo sanguíneo procedente del útero que se evacúa durante la menstruación.

(30) Trola: 1.(f. col.) Mentirosa, embustera, engañosa.

EL CURANDERO DEL AMOR XLIV


Y entre besos mordiendo sus labios gruesos que son un espectáculo, un puro y vacío show como las marchas en la Plaza. Y ella a cada agite me dice, “nos vemos en la Plaza”. Y yo tengo que ir a buscarla entre peronistas, progresistas, piqueteros, clases medias y vendedores de lo que sea, que esa es la única gente rescatable de esas marchas. Hace un rato venimos de una marcha donde pregonó una (31) Madre de la Plaza de Mayo y leyó la carta de (32)3PEPMGP 8BMTI demasiado aburrida. —Terminemos la birra y vamos, me dijo mi ticki, en ese bar peruano demasiado antro, demasiado achacoso pa conocer de Madres y revoluciones y desaparecidos. Siempre habrá un lugar más allá de todo y es este barcito peruano y metacumbiero del barrio de Constitución.

1.(voz it.) f. col. Cerveza. 1.(s. m.)Local público de mal aspecto frecuentado por delincuentes y personas de mala reputación. 2.(desp.) Lugar sucio y de mal aspecto.

1.Rodrigo Alejandro Bueno o por el apodo El Potro, fue un cantante argentino de cuarteto.

Caminamos con el peruano por Salta hasta Caseros y nos metimos en un conventillo. Me dijo, esperen acá que voy a tocarle la puerta al curandero. De una pieza sonaba la música de Rodrigo. Jugaban los niños a pesar de la hora. Esperamos en la oscuridad, besándonos. —Pasen chicos, gritó de una pieza el vendedor de cds. —Diganmé, nos dijo una voz en la oscuridad de la pieza. Era el curandero. Estaba sentado en un banco, con un atuendo de todos los colores y unas velas alrededor. Tenía una vincha roja y una peluca de pelo lacio, amarillo. —Sientesé chicos y cuentenmé. Soy el curandero del amor. —Está preñada, curandero del amor. —Ah, te felicito, comerte semejante bombón. —No maestro, esto es cosa seria. No estamos para tener un hijo... —Pero muchacho, usted es joven puede trabajar. Un hijo es una bendición de Dios. —Sí, maestro, pero ya tengo dos y ella tiene 17 años. Mi ticki se reía de nuestra conversación y se mordía los labios, los dedos. Si tenía una (33)pija la chupaba. Su mirada estaba llena de sexo en la oscuridad, como siempre.

(31) Madres De plaza de Mayo: 1. Asociación formada durante el último gobierno militar de la República Argentina con el fin de recuperar a los desaparecidos, inicialmente, y luego establecer quiénes fueron los responsables y promover su enjuiciamiento.

XLV

WASHINGTON CUCURTO

(32) Rodolfo Walsh 1.Fue un periodista, escritor, dramaturgo y traductor argentino que militó en la Alianza Libertadora Nacionalista y, luego, en las organizaciones guerrilleras FAP y Montoneros.

(33) Pija 1.(m.) y f. Joven,generalmente de posición social elevada,que sigue la última moda y tiene unos modales y una forma de hablar afectados y muy característicos. 2.(vulg.) Pene.


El curandero dirigiéndose a mi ticki. —Y vos, nenita, ¿no te gustaría ser madre? —Sí, curandero del amor, es lo que mas deseo en la vida. Pero el Cucu me baja el pulgar... —Ay, muchacho andar poniéndola sin hacerse cargo de las consecuencias. —Por eso, porque me hago cargo de las consecuencias es que será bueno que le baje el período. —Bueno, viendo que las voluntades son irrevocables y están en contra de la vida. Llamemos al Dios de la Selva. San Poronga. — ¿San Poronga?, preguntamos a la vez con mi ticki futura mamá. —Sí, San Poronga, el Rey del Perú. Protector de las abuelitas y de las púberes de los degenerados como vos. —La culpa es del Viagra y de la cumbia. El curandero mirando a mi niña.

1. s. amb. Medicamento que estimula la erección del pene y favorece la actividad sexual.

—Esto te pasa por bailar la cumbia. — ¿Por qué por bailar la cumbia? — Te emborrachás te prendés de un negro y te perdés con la cerveza y los besos. Al final terminás garchada en un telo o una pensión o encima de un auto. —Yo bailo buscando el amor.

1.(m.) Lugar en que una o más personas hallan hospedaje o resguardo. 2. (m.) Lugar habilitado para la reunión de parejas para mantener actividades sexuales.

Capitulo 2: EL DESANGRADERO. El curandero se paró de su banquito sopló un manojo de inciensos con olor a lavandas y mentas. Se acercó a mi ticki y comenzó a manosearla y decir cosas en voz alta.

EL CURANDERO DEL AMOR

XLVI


-”San Poronga, protector de los hijos de la Selva. Conductor del Semen y de los Hongos. Hijo del Océano Pacífico, proteje a esta hija tuya (34)curepí. Haz que la sangre le baje en este preciso momento, por el bien de todos. Y en nombre de la Salud, te lo pide tu hijo”. Me di cuenta enseguida que a este maestro se le pasaba la mano con la religión. Se franeleaba a todas las cumbianteras de la bailanta, a todas las guachitas que preñaban por culpa de la cumbia. Iba a la puerta de la bailanta y repartía volantitos. “No tengas hijos con un desconocido, si quedaste embarazada vení a visitarme que te vuelvo la sangre”. ¿Qué más? Nos dijo que esperáramos 15 minutos y si no le venia se sentaría en una cama donde se procedería a bajar la sangre. —Bienvenida al desangradero. Sacate la pollera y la bombacha y acostate en la cama. Apagó las luces casi hasta que no se veía nada en la pieza del yotivenco de la calle Pedro Echagüe y Santiago del Estero. Una vez que bajó las luces prendió un foco rojo que había al costado de la cama arriba de una silla. Yo me quedé en la puerta inmóvil, me temblaban los pies. El curandero del amor se arrodilló delante de la chuchita de mi ticki y comenzó a introducirle un dedo, después otro y otro. Mientras le introducía dos dedos comenzó a darle besitos en el clítoris y a pasarle la punta de la lengua.

1.(pop.) Vesr. irreg. de Conventillo

1. (loc. adj. col.) articulos distribuidos y vendidos sin autorización legal.

Al lado mío me codeaba el vendedor de cds piratas. —Eh, maestro, la traje para que la cure. No para que se la garche. —Lo que estoy haciendo no tiene interés sexual, muchacho. Estoy lubricando la zona para que no hayan rispideces. —Todo lo que usted diga maestro, pero si hay que lubricar me debería haber pedido permiso a mí. Esta ticki es mi ticki. Y todo lo que se diga o haga con respecto a ella debe informárseme a mí. —Bueno, vení hacelo vos. Si sabés tanto. El curandero se corrió de las piernas de María. Antes rezó tres Padres Nuestro. Se lavó las manos en una palangana. Usó jabón blanco de lavar

(34) Curepí (kurepi en grafía guaraní) 1.son términos utilizados en Paraguay para referirse a las personas o cosas originarias de la Argentina, derivados del guarani kurepi o kurepire, que significan piel de chancho.

XLVII

WASHINGTON CUCURTO


la ropa. Y 15 gotitas de agua bendita. Sacó dos pinzas horribles de un bolso y las puso adentro de un microondas que estaba al lado de la cama. Empezó a decir cosas inconexas, frases de oraciones, bendiciones. “En nombre del Padre que ve todo lo mal que hacemos y nos perdona... En nombre de los errantes que erran por alejarse de Dios... Por el Sr. Porongón, Convertidor del Pecado en Pureza... Proteje a esta cierva pecadora de la cumbia... Oh, Gran Misericordioso Creador del Cielo y de La Tierra... no es mas que un ángel descarriado”. El microondas giró cuatro minutitos y sacó las pinzas humeando. —Hay que quemar las paredes del útero. Y después bendecir con agua bendita. Esto va a doler.

Capitulo 3: "LA TRISTEZA INFINITA". Cuando con el vendedor de cds truchos vimos las pinzas hirvientes nos agarró un temblor en todo el cuerpo. Él se tapó la boca y dejó caer la cajita con los compac que sonaron en el piso creando entre todos una cumbia. La cumbia de la tristeza infinita. El vendedor de cds me dijo: —Negro, jugáte, no dejés que le haga nada. No esperé ni un segundo y salté encima del curandero y le dije. —Espere esto no es necesario. Vamos a tenerlo. — ¿Tener qué?, me preguntó el curandero enojado. —El hijo. Vamos a tener el hijo. La oscuridad de la pieza era total, de una pieza sonó una cumbia que decía que no se podía amar a dos, bien sabes. Fue ahí cuando vi la cara de María en la cama, sus labios brillantes, su pelo corto. Era como la cara de una virgen a punto de ser ejecutada, era como una adolescente en un campo de prisioneros a punto de ser torturada. La vi tan hermosa y lloró.

EL CURANDERO DEL AMOR XLVIII


la ropa. Y 15 gotitas de agua bendita. Sacó dos pinzas horribles de un bolso y las puso adentro de un microondas que estaba al lado de la cama. Empezó a decir cosas inconexas, frases de oraciones, bendiciones. “En nombre del Padre que ve todo lo mal que hacemos y nos perdona... En nombre de los errantes que erran por alejarse de Dios... Por el Sr. Porongón, Convertidor del Pecado en Pureza... Proteje a esta cierva pecadora de la cumbia... Oh, Gran Misericordioso Creador del Cielo y de La Tierra... no es mas que un ángel descarriado”. El microondas giró cuatro minutitos y sacó las pinzas humeando. —Hay que quemar las paredes del útero. Y después bendecir con agua bendita. Esto va a doler.

Capitulo 3: "LA TRISTEZA INFINITA". Cuando con el vendedor de cds truchos vimos las pinzas hirvientes nos agarró un temblor en todo el cuerpo. Él se tapó la boca y dejó caer la cajita con los compac que sonaron en el piso creando entre todos una cumbia. La cumbia de la tristeza infinita. El vendedor de cds me dijo: —Negro, jugáte, no dejés que le haga nada. No esperé ni un segundo y salté encima del curandero y le dije. —Espere esto no es necesario. Vamos a tenerlo. — ¿Tener qué?, me preguntó el curandero enojado. —El hijo. Vamos a tener el hijo. La oscuridad de la pieza era total, de una pieza sonó una cumbia que decía que no se podía amar a dos, bien sabes. Fue ahí cuando vi la cara de María en la cama, sus labios brillantes, su pelo corto. Era como la cara de una virgen a punto de ser ejecutada, era como una adolescente en un campo de prisioneros a punto de ser torturada. La vi tan hermosa y lloró.

EL CURANDERO DEL AMOR XLVIII


Entre lágrimas me dijo: —Cucu, mi amor, te amo, pero no podemos tenerlo.

1.(f.) Pez osteíctio. El dorso y los flancos de un castaño ceniciento con tornasoles verdes y amarillos, las aletas negras y el vientre amarillento, que vive en el Mediterráneo y el Atlántico.

En ese momento deseé que estuviéramos en el bar peruano comiéndonos una corvina con arroz; tomándonos una Condorina Helada, mirándonos a los ojos y prometiéndonos todo el amor del mundo. La agarré de la mano y comencé a llorar. El curandero del amor seguía con las pinzas en alto esperando a que nos decidamos. — ¿Y? ¿Qué hacemos? En dos segundos se ahorran los problemas de una vida. Le grité que no, que nos íbamos. Entonces María se sentó en la cama y me pegó una cachetada y otra más. —Puto, puto. No quiero tener un hijo tuyo. Y lo miró al curandero. —Y usted, déjese de joder y meta esas pinzas.

1. Club que tiene su sede y su estadio en la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, en el sur del Gran Buenos Aires.

Yo me quedé volando entre mis lágrimas por el cachetazo de mi ticki: Sentí sus alaridos de dolor. Después fue todo sangre. Las sábanas, la cama, la pieza, el barrio y el barcito peruano. El mundo fue rojo, como la Unión Soviética o la cancha de Independiente de Avellaneda. El curandero del amor se asustó. —Hay mucha sangre, hay que quemarla o se morirá desangrada.

Capitulo 4: RIO DE SANGRE. María, mi ticki cumbiantera, mi compañera fiel, mi hermana, mi todo, sangraba sin parar. La sangre inundaba el piso como una inundación. Como un río de sangre. La sangre de nuestro amor, la sangre de mi vida. —Va a haber que hacer una curación doble de urgencia.

XLIX WASHINGTON CUCURTO


El curandero corrió hasta el ropero. Tiró la ropa que había adentro y sacó un nebulizador. Con la manguera me ató el brazo y con una jeringa comenzó a sacarme sangre. — ¡Sangre!, gritó. Yo sentí el pinchazo y la sangre que salía de mi cuerpo. — ¡Cerrá el puño, pelotudo!, me volvió a gritar. Cuando terminó voló la goma del nebulizador dándome otra cachetada en la mejilla. El curandero corrió hacia la cama y se la inyectó intravenosa. — ¡Sangre!, gritó y me pinchó. Me sentí mal aferrado a la mano de María. —Mejor me voy que va a venir la policia, dijo el vendedor de cds truchos.

1. loc. adj. col. No original, falsificación.

— ¡Sangre, que se nos va!, gritó el curandero y saltó con la jeringa hacia el vendedor que no atinó a nada. Le pinchó el brazo con gran maestría y le sacó un litro. El vendedor pegó un grito de dolor. —Gracias, hermano, le dije y le di un beso. Cuando tenga plata te compro todos los cds... El curandero giró y le inyectó la sangre a mi ticki. Se desabrochó la manga y mientras gritaba, sangre, se clavó sin pestañar la jeringa en un brazo y ya esto era un toqueteo, un pinchaderío sin ton ni son. Se pinchaba y ya la pinchaba a ella y se volvía a pinchar y le daba mas sangre a ella. Era tanto el bardo y la desesperación que incluso vi cómo la pinchaba a la propia Maria sacándole sangre de un brazo y poniéndosela en el otro. “Lo importante es que la sangre fluya”, dijo. Yo estiré mi brazo y me dio dos pinchazos pero ni por asomo asomó una gota de sangre. “Esta vacío”, dijo. De brazo en brazo caían gotones de sangre que el curandero chupaba “para no perderla”. Al curandero se le cayó la peluca y se despegó de su traje de curandero y se sentó en un banquito. — ¡La salvamos, pongan cumbia, carajo!

EL CURANDERO DEL AMOR

L


Capitulo 5: LA CURACIÓN DOBLE. Yo me alegré de la vida. Salté al minicomponente Aiwa y puse Los Mirlos. Y sonó de casualidad el Poder Verde. Lo puse a volumen 55, la pieza retumbaba que volaba. Solo un aparato japonés puede poner la cumbia a 55 de sonido. El gran plan de los japoneses es que un día prendamos un Aiwa y volemos en mil pedazos. La cumbia se escuchaba hasta en la Luna. — ¡El poder Verde!, gritó el curandero. Teníamos los brazos dolorosos pero estábamos contentos.

1.(tr.) amer. Golpear con la macana. 2.amer. Decir tonterías, mentiras o embustes.

Como si fuese un cuento de García Marquez, pero más divertido y con cumbia. Pos, qué es esta vida de hambre, sino puro realismo mágico al revés. Sea como sea, la cama de mi ticki se comenzó a elevar en medio de aquel cuartucho horripilante, mientras sonaba Eres Mentirosa. Golpeaba contra el foquito del techo e iba flotando de un lado a otro de la pieza, como una vez vi, que flotaba en llamas la cama de Frida Kalho, en una película yanqui. Y ustedes no lo van a creer, pero las cosas que pasan en las películas, también pasan en la vida. Si piensan que macaneo vengan a caminar por las calles de Constitución y verán que esto es ciencia ficción sudamericana. —Esta es una curación doble. Hay que hacer la otra parte de la curación. —¿Qué otra parte de la curación?, le pregunté. Yo lo miré al curandero trucho que no era otro más que el mismo hermano del vendedor de cds y a los cds los copiaban en el mismo Aiwa multipotente, en el cual ahora sonaba Lamento de la Selva. Che, que ahora me doy cuenta lo justo y hermoso que es el amor pese a todo, lo digo ahora que pasaron tres dias y ya me puedo sentar y caminar. Che, que no hay nada más justo en la vida que el amor y el sufrimiento. El curandero fue y quemó de nuevo en el microondas las pinzas y me dijo que el amor se hace entre dos y que para que no vuelva a ocurrir era necesario, que no dolería nada, que piense en María que al lado mío boca arriba, y yo boca abajo, me agarraba de las manos y sonreía y fue tan linda su sonrisa, pese a todo, fue una sonrisa de amor y alegría y comprendí que a pesar de todos los

LI

WASHINGTON CUCURTO


problemas, el amor es lo más lindo que nos pasa, pese a todo, y la cumbia no dejaba de sonar mientras yo me bajaba los pantalones, en el acto más justo de la vida, mientras el curandero del amor me metía las agujas hirvientes en el centro oscuro y acre y con olor a mierda de mi ser.

1. Que es ácido, áspero y picante en el sabor y en el olor.

EL CURANDERO DEL AMOR

LII


[cronología] –Obra poÊtica ʰZelarayån, ʰLa måquina de hacer paraguayitos, ʰ20 pungas contra un pasajero 2004

ʰLa luna en tus manos ʰHatuchay. –Novelas ʰCosa de negros ʰFer, ʰPanambí ʰLas aventuras del Sr. Maíz ʰHasta quitarle Panamå a los yanquis ʰEl curandero del amor

2008

Ę°1810. La revoluciĂłn vivida por los negros.

[SOBRE EL AUTOR]

Âťâ€œSan MartĂ­n era un puto garchador y fumancheroâ€? Con su realismo atolondrado, cucurto reversiona la revolucion de mayo. Negros liberados, yanquis imperialistas, virreyes gays y falsos manuel belgrano, todo se mezcla en una novela delirante que, segun el autor, tambien pone en evidencia la eterna repeticion de la historia. t$VDVSUP FT QPMĂ?NJDP FYVCFSBOUF F JOTPMFOUF $VDVSUP es zarpado, y su labia fluye como un rĂ­o desbordado en la temporada de lluvias. Cucurto es sexĂłpata, amante de la cumbia y de las negras culonas que la bailan; Cucurto es, se sabe ahora, luego de la apariciĂłn de 1810. La RevoluciĂłn de Mayo vivida por los negros, pariente lejano de Ernesto CucurtĂş, “hĂŠroe de Mayo, hijo y amante de San MartĂ­n, amamantado por una leonaâ€?. Y, sobre todo, Cucurto es muy distinto a Santiago Vega. O, mejor, todo lo contrario: “Cucurto es el personaje que aparece en los libros que fui editando en estos Ăşltimos tiempos. Libros que yo he definido asĂ­ para etiquetarlos y tambiĂŠn para darle algĂşn tipo de espacio, como “realismo atolondradoâ€?, que es mĂĄs o menos el estilo de esos libros. Y Cucurto serĂ­a ese personaje que vive ahĂ­ en ese mundo que son los barrios de Once, ConstituciĂłn, el mundo de la inmigraciĂłn. A partir de ahĂ­ nace el personaje que aparece en casi todos los libros. Y tambiĂŠn soy un poco yo, el autor. Juega con eso, el autor, el personaje; es un personaje de ficciĂłn pero yo firmo los libros como Cucurtoâ€?.

8BTIJOHUPO $VDVSUP FT FM seudĂłnimo de Santiago Vega, poeta, narrador y 1973 editor argentino, nacido en Quilmes. Su obra siempre recurre a las minorĂ­as y a los marginales. DirigiĂł la editorial EloĂ­sa Cartonera, un proyecto social que publica libros de autores inĂŠditos latinoamericanos editados en cartĂłn comprado a los cartoneros de Buenos Aires. tTrayectoria 1997 Con la apariciĂłn del libro de poemas ZelarayĂĄn, (mezcla de televisiĂłn, comic y polĂ­tica) irrumpiĂł en la escena cultural argentina. FundĂł junto a otros poetas (Rodolfo Edwards, Daniel Durand) del estilo narrativo llamado Realismo Atolondrado. TambiĂŠn incursionĂł en el llamado Neobarroco con los poemarios "La mĂĄquina de hacer paraguayitos" y "Veinte pungas contra un pasajero". DĂŠcada de '90 DescribiĂł en sus novelas y poemas la inmigraciĂłn dominicana, peruana y paraguaya en Buenos Aires, por lo cual Ricardo Piglia lo equipara a Roberto Arlt y a Armando DiscĂŠpolo. Su libro "Cosa de Negros" describe en un lenguaje fresco, lleno de neologismos cruzados de la jerga de los inmigrantes de paĂ­ses limĂ­trofes y el mundo de las bailantas de cumbia. En "1810. La revoluciĂłn vivida por los negros", pretende desenmascarar la cara "obsculta" del General San MartĂ­n a quien el autor considera un "milico sudamericano, golpista, represivo, dictador y chorro como todos...". 2005/06 /07 Estuvo en Stuttgart, becado por la Akademie Schloss Solitude, un ente pĂşblico financiado por el gobierno del Bundesland alemĂĄn Baden8Ă SUUFNCFSH 2011 OpinĂł de fĂşbol desde un artĂ­culo en ESPN. Trabaja sobre una biografĂ­a de Don RamĂłn, personaje del Chavo del 8. ~Fue traducido al alemĂĄn, al portuguĂŠs y al inglĂŠs.

LIII SOBRE EL AUTOR/OBRAS


se podĂ­an hacer en un perĂ­odo razonable de tiempo. Cuando empecĂŠ a escribir viajaba mucho, y habĂ­a muchas distracciones cotidianas, ocupaciones extraĂąas, responsabilidades familiares. Mi vida parecĂ­a muy frĂĄgil, y querĂ­a empezar algo en que sintiera que tenĂ­a alguna probabilidad de terminar la obra, lo cual querĂ­a decir que necesitaba acabar las cosas de prisa, en un perĂ­odo breve de tiempo. Como acabo de decir, la poesĂ­a y la narrativa parecĂ­an tan prĂłximas en forma y fines, tan cercanas a lo que me interesaba hacer, que al principio no me costaba ningĂşn trabajo cambiar de una a otra. S.G.-Al lector enseguida le llama la atenciĂłn el aspecto lacĂłnico, “limadoâ€?; de su obra, sobre todo la obra anterior a Catedral ÂżEste estilo fue algo que se fue desarrollando, o fue suyo desde el principio? R.C. -Siempre, desde el principio, me fascinĂł el proceso de corregir tanto como el de la primera factura. Siempre me ha encantado coger frases y jugar con ellas, reducirlas, “limarlasâ€? hasta el punto en que las encuentro sĂłlidas. Esto puede deberse a que fui alumno de John Gardner, porque me dijo algo que encontrĂł respuesta inmediata en mĂ­: Si puedes decirlo en quince palabras en vez de veinte o treinta, dilo en quince. Esto me afectĂł con la fuerza de una revelaciĂłn. Y es que yo andaba buscando mi propia vĂ­a, a tientas, y me encontrĂŠ con alguien que me decĂ­a algo que estaba en consonancia con lo que yo querĂ­a hacer de antemano. Era lo mĂĄs natural del mundo para mĂ­, el volver a las pĂĄginas que escribĂ­a y refinarlas y eliminar la “pajaâ€?. Estos Ăşltimos dĂ­as he estado leyendo las cartas de Flaubert y dice cosas que me parecen relevantes a mi propia estĂŠtica. S.G.– Uno de los aspectos no tradicionales de su propia ficciĂłn es que sus relatos no suelen tener la forma del relato contado a la manera clĂĄsica: la estructura de presentaciĂłn / nudo / desarrollo / desenlace de tanta narrativa. En su lugar encontramos frecuentemente una cualidad estĂĄtica o ambigua, abierta, en sus relatos. Deduzco que le parece que las experiencias que Ud. describe no encajan en una narraciĂłn segĂşn el esquema corriente. R.C.– SerĂ­a poco apropiado, y hasta cierto punto imposible, resolver las cosas bien para las personas y las situaciones sobre las que escribo. Probablemente es tĂ­pico de los escritores admirar a otros escritores que son opuestos a ellos en intenciones y efecto, y admito que admiro mucho los relatos que se desarrollan en la forma clĂĄsica, con nudo, soluciĂłn y desenlace. Pero aunque respeto estos relatos, a incluso me dan un poco de envidia a veces, no puedo escribirlos. La tarea del escritor, o de la escritora, si es que la tienen, no es la de ofrecer conclusiones ni respuestas. Si el relato se contesta a sĂ­ mismo, a sus problemas y conflictos, y satisface sus propias necesidades, entonces basta. Por otro lado, yo quiero asegurarme de que mis lectores no se sienten engaĂąados, de cualquier forma que sea, cuando terminan mis relatos. Es importante que los escritores ofrezcan lo suficiente para satisfacer al lector, aunque no ofrezcan respuestas Ăşnicas o soluciones claras. S.G.– Otra caracterĂ­stica distintiva de su trabajo es que suele presentar personajes que la mayor parte de los escritores no tratan; es decir, gente que no tiene capacidad de expresiĂłn, que no pueden exponer su caso, que con frecuencia no parecen captar lo que les estĂĄ pasando. R.C. – No creo que esto sea especialmente “distintivoâ€? o notradicional, porque me encuentro muy a gusto con estas personas mientras trabajo. He conocido a gente asĂ­ toda mi vida. Esencialmente, yo soy una de esas personas confusas, perplejas, provengo de personas asĂ­, y con esa gente he trabajado y me he ganado el pan muchos aĂąos. Por eso nunca he tenido el menor interĂŠs en escribir un relato o un poema que trate de la vida acadĂŠmica, que hable de profesores, alumnos, etcĂŠtera. No me interesa lo suficiente. Las cosas que han dejado una huella indeleble en mĂ­ son cosas que vi en las vidas de los que me rodeaban y de las que fui testigo, y en la vida que yo mismo vivĂ­. Estas eran vidas en que la gente tenĂ­a realmente miedo cuando alguien llamaba a la puerta, de dĂ­a o de noche, o cuando sonaba el telĂŠfono; no sabĂ­an cĂłmo iban a pagar la renta o quĂŠ harĂ­an si se les estropeaba el frigorĂ­fico. AsĂ­ que cuando yo hablo de personas que no tienen facilidad de palabra, y que estĂĄn desconcertadas y asustadas, no hago nada radicalmente distinto.

[CRONOLOGĂ?A] −OBRAS –Libros Publicados: FicciĂłn Ę°Ę• 0$ - . # - ' ! 1*- callarte, por favor? (Will You Please Be Quiet, Please?) Ę° ,0Ä– # ' (*. cuando hablamos de amor (What We Talk About When We Talk About Love) Ę° / - ' (Cathedral)

1983

Ę° ' ! )/ (Elephant)

1988

Ę° -$) $+$ )/ . (Beginners) ~Original de De que hablamos cuando hablamos de amor, sin correcciones.

2009

–Poesía ʰ - ' ( /# (Near Klamath)

1968

Ę° ).*()$ $)1$ -)* (Winter Insomnia)

1970

Ę° *- ' )* # '*. . '(*) . se mueven (At Night The Salmon Move)

1976

Ę° *) ' . "0 . . encuentran (Where Water Comes Together with Other Water)

1985

Ę° '/- ( -$)* (Ultramarine)

1986

Ę° ) )0 1* ($)* hacĂ­a las cataratas (A New Path to the Waterfall)

1989

tCompilaciones (Complications) Ę° 0 "*.Ę‘ ). 4*.Ę? +* ( . e historias. (Fires: Essays, Poems, Stories)

1983

Ę° . *) '' (*Ę‘ 0 1 . y selectas historias. (Where I'm Calling From: New and Selected Stories)

1988

Ę° $) # -*Ä°.(*.Ę? +*- ! 1*-Ę‘ Escritos sin coleccionar (No Heroics, Please: Uncollected writings)

1991

Ę° / %*.Ę‘ $./*-$ . ' / . (Short Cuts: Selected Stories )

1993

Ę° * *. )*.*/-*.Ę‘ *. poemas coleccionados (All of Us: The Collected Poems)

1996

Ę° $ ( ) .$/ .Ę? '' ( (Ä– (Call if you Need Me) me

2000

necesitas, llĂĄmame)

SOBRE EL AUTOR /CRONOLOGIA

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