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SAU CONECTA 3
Luego de dos años de suspensión por la pandemia de COVID-19 volvimos a llevar adelante las instancias por todo el país del programa «SAU conecta» en este 2022 en su tercera edición, a través del que integrantes de la Comisión Directiva recorren los departamentos del país y se reúnen con las delegaciones departamentales y colegas con interés para relevar inquietudes e intercambiar sobre las labores desarrolladas en los territorios.
Como parte de la primera recorrida el pasado 28 de mayo, el vicepresidente Arq. Andrés Ridao, la secretaria general Arq. Stella Zuccolini y el secretario de comisiones Arq. Herbert Ichusti, visitaron la ciudad capital de Rivera y fueron recibidos por la Comisión Departamental, con sus nuevas autoridades entre ellas la presidenta Arq. Carolina Gil, quien integra además la Directiva de SAU, en la que están representados varios departamentos.
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En la oportunidad se recogieron varias inquietudes de los y las colegas del departamento, como por ejemplo inconvenientes en la tramitación en Catastro, o la solicitud de que los posgrados de UdelaR puedan cursarse en un sistema híbrido de presencialidad y virtualidad, ya que los costos de desplazamiento a Montevideo para poder realizar las formaciones, sumado a la carga horaria que el traslado conlleva y las condiciones laborales, y demás en muchos casos desmotiva el continuar con la formación profesional.
En cuanto a las particularidades, tratándose Rivera de una ciudad de frontera, desarrolla muchísimos intercambios con el Instituto de Arquitectos de Brasil, – de hecho a la reunión acudió una de sus representantes – y en tal sentido se está trabajando en conjunto ante el nuevo plan del Ministerio de Vivienda en avanzar en las regularizaciones de asentamientos y lo hará en el llamado «La línea» ubicado en la línea divisoria de las ciudades de Rivera y Santa Ana do Livramento, sobre un cerro, esta relocalización hará que quede un espacio territorial libre, que entienden es importante recuperar como espacio público común y en tal sentido, plantean realizar una solicitud conjunta de SAU y de IAB para que, se haga un concurso de ideas para llevarlo a cabo.
Por otra parte, los días viernes 24 y sábado 25 de junio el programa cumplió con su segunda etapa con encuentros en esta oportunidad con delegaciones y colegas de Salto, Paysandú, Concordia y Artigas.
La oportunidad fue propicia para la inauguración de la exposición de los premios del Concurso “Obra Realizada” en el Chalet “Las Nubes” de la ciudad de Salto.
De los encuentros e inauguración participaron la presidenta de SAU, Mag. Arq. Natalia Brener, la secretaria general Arq. Stella Zuccolini y el secretario político Arq. Leonardo Gómez.
Asimismo como parte de una tercera etapa el sábado 23 de julio, el programa se llevó adelante en la ciudad de Melo, con colegas de los departamentos de Cerro Largo, Lavalleja y Treinta y Tres, donde en el CUCEL UdelaR se encuentra en exhibición abierta al público la muestra del Concurso "Obra Realizada" hasta la próxima recorrida.
Cronograma de las próximas recorridas:
• 5 y 6 de agosto: Fray Bentos, Young, Mercedes
• 19 y 20 de agosto: Coloni, San José, Trinidad
• 9 y 10 de setiembre: Rocha, Canelones, Maldonado
• 23 y 24 de setiembre: Florida, Durazno, Tacuarembó
Entrevista—
Marcelo Danza
ENTREVISTA CON EL ARQUITECTO MARCELO DANZA, RECIENTEMENTE REELECTO DECANO DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y URBANISMO (FADU) DE LA UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA.
Vive la reelección como un gran reconocimiento y una responsabilidad enorme. Sostiene que dado que muchos de los conocimientos del aula van a quedar perimidos en los próximos años: lo más importante es aprender un modo de pensar y de avanzar con el conocimiento. Afirma que el desafío más difícil de las carreras universitarias tiene que ver con cómo enseñar a alguien algo que no sabés todavía: cómo va a ser el futuro. Cree que la pandemia hizo evidente algo que la anestesia de la cotidianeidad hacía imperceptible. Propone un tema clave sobre el que los arquitectos deberían reflexionar que es “la permanencia”, porque lo que se construye en un momento va a ser habitado por las generaciones que vienen. Y es provocador al decir que quizás, llegará el momento de dejar de construir y solo pasar a reciclar. Con SAU tenemos que convocar a espacios de pensamiento y reflexión sobre el sentido de la arquitectura.
P La reelección es un buen reconocimiento a tu gestión, pero a la vez suma un nuevo desafío de marcar una impronta diferente.
MD Lo vivo como un gran reconocimiento y una responsabilidad enorme. Una votación por consenso, que no refleja necesariamente una única visión sobre la Facultad, sobre lo qué hay que hacer y el abordaje de los temas más trascendentes. El primer periodo inevitablemente tuvo una etapa inicial de aprendizaje mientras se trabajaba, a la vez que se iban tomando decisiones. Abordamos un montón de reformas que estaban en agenda y otras que fueron apareciendo, entre otras un cambio en la estructura académica docente que pasó de Cátedras a Institutos, un proceso que han ido haciendo otras facultades en Uruguay y en el mundo,, que formó parte de la agenda de debate de la reelección porque cambia la estructura de funcionamiento de más de 100 años de tradición. Que abre nuevas oportunidades y cuestiona espacios de poder; reestructura el conocimiento y áreas de confort. Asumimos también el desafío de ampliar la Facultad; un vínculo diferente con el medio a través de una herramienta que llamamos Usina de Innovación Colectiva, que trabajó en el Mercado Modelo y en AFE; instalamos un doctorado internacional en arquitectura que nos permite abrirnos globalmente y recibir profesionales de la región, alumnos del doctorado que como forma de retribuir la posibilidad de cursar gratuitamente, dan clase en la maestría.
P: ¿Qué tenemos por delante?
MD: La nueva estructura tiene mucho por consolidar. Hay mucho trabajo con el medio y ahí la Sociedad de Arquitectos tiene un rol muy relevante. Hay una característica muy particular que tiene esta Facultad -y por ejemplo ahora nos están llamando de diversos lados por el tema de la isla- para pedirnos opinión sobre diversos proyectos. La Universidad de la República en general y la FADU para temas de arquitectura y urbanismo son referentes en Uruguay. Eso nos carga de responsabilidad, por la construcción cultural de la disciplina, de temas a futuro, de agenda de pensamiento de desarrollo de la ciudad de alguna manera pasan por aquí. Y esto también es parte de la formación de nuestros estudiantes. Te formás en el aula, pero también a partir de la generación de opinión. Esto último adquiere mucha importancia en el mundo contemporáneo, sabiendo que muchos de los conocimientos del aula van a quedar perimidos en los próximos años: lo más importante es aprender un modo de pensar y de avanzar con el conocimiento. Este segundo periodo tiene que estar muy abierto a la construcción colectiva, a continuar ciertas profundizaciones, a la digitalización que tiene que integrarse a la carrera a nivel de toda la estructura.
P: Si nos centramos en la carrera de Arquitectura, ¿cuál dirías que es el per fil deseado del egresado de esta Facultad?
MD: En la FADU la tercera parte de los estudiantes ingresan para estudiar arquitectura. Esta es hoy es una casa amplia, compartida entre varios hermanos, que necesitan su espacio y su reconocimiento. Y hay muchos temas que tienen que ver con la construcción fraterna, que inevitablemente generan una visión más amplia.
Sobre el per fil del egresado siempre ha habido en esta Facultad una discusión sobre qué incluir en una carrera de grado y qué contenidos en un posgrado. Nosotros tuvimos un plan de estudio de referencia en Latinoamérica - el de 1952- que marcó un cambio de paradigma a nivel de arquitectura, con una mirada muy generalista que dio un egresado de una flexibilidad enorme. Egresados que emigraron y a los que les ha ido muy bien en el mundo. Carlos Ott es la estrella en ese sentido, pero está lleno de arquitectos teniendo éxito por ahí. Esta mirada ha cambiado en el mundo, dejando la ampliación de conocimiento para la etapa de maestrías, que en muchos países son las que te habilitan a hacer ejercicio de la profesión. Nosotros dilatamos el estudio en el tiempo y esto genera situaciones difíciles, porque un estudiante de arquitectura que egresaba con 30 años promedio - la carrera demoraba 12 años- aspiraba a hacer un posgrado en una Universidad importante y competían con egresados de 23 años, de buen nivel y esto era muy difícil. Me tocó la implementación de este plan que rompió con esto, pero que no bajó los contenidos. Se superpusieron contenidos en la columna vertebral de la carrera y esto permitió acortarla. Hubo una redistribución de contenidos pero no significó un cambio radical. Yo creo que el desafío más difícil de las carreras universitarias tiene que ver con lo que decía el filósofo francés Jacques Ranciere, con lo del Maestro ignorante. Cómo enseñar a alguien algo que no sabés todavía: cómo va a ser el futuro. Generar un método y una curiosidad en el estudiante que fuera el aprendizaje y no el contenido en sí. La arquitectura está vinculada a la sociedad, es producto de un momento, de una estética, de una sensibilidad que va cambiando. La inercia de transformación de la arquitectura como disciplina genera que haya un desfase entre los procesos sociales que son más rápidos y fluidos que los procesos de transformación académica. Entonces, esta carrera de Arquitectura tendría que tener es una serie de conocimientos en cuanto destrezas de sensibilidad en lo proyectual, en la captación de situaciones transformables en algo tangible, conocimiento de tecnologías contemporáneas, conocimiento de medios de representación en cuanto a lo que la persona capta o percibe, y el tema del entendimiento social de la construcción urbanística en un sentido amplio. Una formación que te da el margen para que aún un tema elemental lo puedas resolver con perspectiva, es parte de una solidez a la cual debemos aspirar.
P ¿Te cambió en algo la mirada de la enseñanza de la arquitectura estos dos años de pandemia?
MD: Creo que principalmente cambió la mirada de la arquitectura, que pasó a ser una herramienta. Hizo evidente algo que la anestesia de la cotidianeidad hacía imperceptible. Yo creo que era imperceptible ese valor de herramienta estratégica que es y puede ser la arquitectura. Algunos, más pragmáticos, ya lo habían descubierto, generando espacios dentro de la arquitectura que fueran más estimulantes a la creatividad o la inspiración -como Google- como una herramienta de producción.
P: ¿Esta nueva época es tal vez una oportunidad para posicionar la arquitectura como una disciplina que le pueda aportar a acortar brechas y dar nuevas oportunidades?
MD: Todavía hay mucho por hacer y por descubrir en cuanto a ese potencial. Cuando el sistema político perciba que el dinero invertido ahí puede tener múltiples retornos… que dar otra situación de vivienda tiene potencial para amplias repercusiones en materia de dignidad de la persona, de estímulo, de cuidado; en la reconstrucción del entramado social. Hay ciudades como Medellín con problemas de seguridad enormes que han trabajado mucho en esto, con resultados excelentes hoy estudiados en todo el mundo.
P: En este marco, ¿cuál es el potencial que tiene la arquitectura para construir mejores sociedades?
MD: Sin duda que la arquitectura es reflejo de la sociedad, pero tiene también que ver con la construcción epistémica que hace la disciplina: las áreas de interés, la valoración de estéticas, de espacios, de valores culturales. Hay un tema clave sobre el que los arquitectos tenemos que reflexionar que es “la permanencia”, porque lo que se construye en un momento va a ser habitado por las generaciones que vienen. Las ciudades son construcciones en el tiempo que hacemos generaciones aportando construcciones en el tiempo que luego vamos a transformar en el habitar, muchas y muchas generaciones de la especie. Ahí viene una responsabilidad con el futuro, con la sostenibilidad, con las generaciones que vienen, que el mundo contemporáneo está asumiendo. Quizás, llega el momento de dejar de construir y solo pasar a reciclar. Hasta que no esté habitado el último metro cuadrado de lo que ya está construido dejar de continuar “consumiendo”, “depredando”, “ocupando” más y más suelo, más y más porciones del planeta. Ese es otro de los elementos a entender: que lo que se va incorporando queda.
P: ¿Cómo es tu mirada sobre el tema género en el ejercicio de la profesión?
MD: En el mundo académico, hasta hace poco había dos mujeres Grado 5, ahora hay cuatro más. Y en los cuatro años que me toca de decanato espero que este número se multiplique por dos, por tres, por cuatro… Ahora están llegando a Grado 5, situaciones de estudiantes que comenzaron hace 30 años, cuando había menos mujeres estudiando arquitectura. Dentro de veinte años, espero que esta situación sea muchísimo más equitativa, producto de la toma de conciencia que está haciendo la sociedad en su conjunto. Esta inequidad venía de la mano de la que ya existía en las carreras universitarias genéricamente y el hecho que arquitectura por su vínculo con la obra era “cosa de hombres”. Hoy, la composición del ingreso es 60% mujeres, 40% hombres, en el egreso de mantiene y en la carrera académica también en los primeros grados, luego va bajando el número de mujeres, principalmente por dos razones: inequidad de acceso de hace 30 años y en el pasaje de Grado 3 a Grado 4, que a la mujer la agarra entre los 35 y 45 años y tiene que ver con la maternidad, que enlentece la evolución de su carrera académica. En esa inequidad, la sociedad está trabajando para establecer diferentes mecanismos: en el propio hogar, en la paridad de responsabilidades y después hay un tema institucional de ver cómo esas cosas son atendidas, cómo son ponderadas.
También hay una invisibilización histórica del protagonismo de la mujer en obras de relevancia por parte de grandes estudios de arquitectura. Se invita a dar conferencias o a presentar obras al varón, cuando son obras hechas en paridad.
Ahora se trata de corregir, remediar y trabajar en eso.
Y no solo en tema mujeres, sino también con otros grupos que no tienen voz: el mundo de las especies no humanas que tienen tanto derecho a habitar el planeta como nosotros.
P: ¿Cuál es el rol que te gustaría que jugara la SAU en el desarrollo de la profesión?