Asumir la formación doctoral implica un cambio en las prácticas cotidianas, ya que embarcarse en una tesis doctoral toca todos los ámbitos de la vida del doctorando, implica momentos de soledad, de frustración, de parálisis, de alejamiento y abandono de la familia, por mencionar algunos. Es por esto que el papel del tutor como guía y orientador es fundamental, el docente tutor va más allá de ser guía académica para convertirse en un formador, un acompañante desde una interacción más personalizada construida con el doctorando.
Las universidades con doctorados han asumido el reto de la tutoría en la formación doctoral.