¿Comunicando igualdad o reforzando discursos y conductas machistas? - Tatiana Acurio

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¿Comunicando igualdad o reforzando discursos y conductas machistas?

Rol de los medios de comunicación en el tratamiento de las políticas públicas de género Tatiana Acurio Cáceres ACS Calandria

Han transcurrido más de 25 años desde la aprobación de la Declaración y Plataforma de Acción de la Mujer de Beijing y aún siguen siendo vigentes muchos de los compromisos asumidos por los gobiernos y la sociedad para remover los obstáculos que limitan el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres y el avance hacia la igualdad de género. Respecto a los medios de comunicación, en la IV conferencia de la mujer realizada en China en 1995, se planteó que estos pueden contribuir de manera importante al adelanto de las mujeres y que tienen la capacidad de incidir en las actitudes y comportamientos de la población, así como en las políticas estatales. En ese entonces, se llamó la atención sobre la escasa presencia que tienen en los medios las cuestiones de género y la persistencia de estereotipos sexistas, así como el desequilibrio en las imágenes de las mujeres. Se cuestionó la reproducción de productos comunicativos que cosifican a las mujeres sobre todo en la publicidad, naturalizan y justifican la violencia, refuerzan papeles tradicionales restrictivos y restan visibilidad al aporte de las mujeres a la sociedad. En estas dos décadas, ciertamente, ha habido avances importantes, sin embargo, muchos de los aspectos referidos siguen siendo desafíos para los medios de comunicación. El monitoreo global de medios de comunicación que se realiza en más de 100 países cada 5 años da cuenta de una evolución lenta en la asunción del rol de los medios respecto a un adecuado tratamiento de las cuestiones de género y la presencia de las mujeres. El 2015, en el quinto estudio, se halló que “solo el 24% de las personas que se ven en las noticias, sobre las que se lee en los periódicos, o se escucha en la radio y la televisión son mujeres, exactamente el mismo nivel encontrado en el informe de 2010”1. Asimismo, se precisa que esta invisibilidad de las mujeres se extiende a las plataformas digitales, donde solo el 26% de las personas que aparecen en las noticias en redes son mujeres. En el último estudio del año 2020, donde participaron más de 140 países, se refiere que “el progreso es extremadamente lento para mostrar las voces de las mujeres en el discurso público tanto en medios tradicionales como digitales”. En el informe preliminar se señala que la visión del mundo que se sigue mostrando está aún centrada en los hombres en las noticias, los estereotipos y prejuicios que perpetúan la marginación, discriminación y violencia hacia las mujeres y niñas se siguen dando.

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Ver Proyecto de Monitoreo Global de Medios. https://waccglobal.org/el-progreso-de-las-mujeres-en-los-medios-de-informacion-se-estanca/


En nuestro país, además de la suscripción de tratados internacionales relacionados a los derechos humanos de las mujeres como el referido, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Belém do Pará) y el objetivo Nº5 Lograr la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres y niñas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030, que hacen vinculante los compromisos respecto al rol de los mass media, contamos con un marco normativo nacional importante que orienta el papel que los medios deben cumplir en relación al tratamiento de las problemáticas de género, la presencia de las mujeres y el avance en las políticas de Estado en materia de igualdad de género y lucha contra la violencia de las mujeres y niñas. Así tenemos, la Constitución Política que reconoce nuestro derecho a la libertad de información, opinión, expresión, mediante la palabra escrita, oral o la imagen, a través de los medios de comunicación social y de otro lado, en el artículo 14 precisa que los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural. La Ley Nº 30364, Ley para prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, en el artículo 125, desarrolla como obligación de los medios de comunicación el contribuir a la formación de una conciencia social sobre la problemática de la violencia hacia las mujeres e integrantes del grupo familiar y orientar su tratamiento desde un enfoque de derechos. Dar a conocer los servicios a los cuales se puede acudir, el tratamiento respetuoso de las víctimas, la no justificación de las conductas de violencia por parte de los agresores, entre otras consideraciones, son planteadas para un adecuado tratamiento informativo. La actual Política Nacional de Igualdad de Género, aprobada el año 2019, propone abordar los patrones socioculturales a través del desarrollo de estrategias de comunicación masiva orientadas a la igualdad de género y no discriminación en la población. La Ley de radio y televisión Nº 28278 en su artículo II, refiere que los servicios de radiodifusión se rigen, entre otros, por los principios de defensa de la persona humana y respeto a su dignidad, defensa del orden jurídico democrático, de los derechos humanos fundamentales y de las libertades consagradas en los tratados internacionales y en la constitución política, el respeto al honor, la buena reputación, y la intimidad personal y familiar, así como el respeto al código de normas éticas. Y el nuevo Código de ética incorpora el cumplimiento de las obligaciones legales contenidas en la ley Nº 30364. Por tanto, hay un avance normativo interesante como base para la actuación de los medios en este campo. Por su parte, el Ministerio de la Mujer y poblaciones vulnerables ha elaborado instrumentos2 para orientar la incorporación del enfoque de género, pautas para el tratamiento informativo adecuado de la violencia contra la mujer e inclusión del lenguaje inclusivo en los medios de comunicación, lo cual ayudará a disminuir estereotipos y prácticas que refuerzan la discriminación y violencia hacia las mujeres, pero también a comunicar el derecho a la igualdad. Ver: Comuniquemos con enfoque de género. MIMP, agosto del 2020.

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Si no me nombras no existo, promoviendo el lenguaje inclusivo en las instituciones públicas. MIMP, 2017. Pautas para el tratamiento informativo adecuado de la violencia contra la mujer. MIMP, 2011.


Precisamos las pautas desarrolladas en la guía Comuniquémonos con enfoque de género: mostrar el aporte valioso de las mujeres al desarrollo del país, dar a conocer su voz, sus historias y promover su empoderamiento, la presentación de los temas deberán mostrar el impacto diferenciado en la vida de las mujeres y hombres, mostrando las desigualdades, promover acciones que garanticen sus derechos, promover la participación de mujeres y hombres en igualdad en los paneles y entrevistas, difundir información para identificar la violencia y acceder a los servicios, no mostrar imágenes que vulneren la integridad y dignidad de las mujeres y personas en situación vulnerable, capacitar al personal para generar contenidos libres de estereotipos que contribuyan a formar una sociedad con igualdad y libre de violencia. Ahora bien, como una primera aproximación para analizar el rol de los medios en el tratamiento de las políticas de igualdad de género podemos señalar como avances que gracias a la acción de las organizaciones feministas, colectivos de mujeres y organizaciones no gubernamentales se han incorporado en los medios el tratamiento de problemáticas de género, las propuestas normativas y los retos de cara al cumplimiento de las políticas públicas, desde la vocería de las mujeres de sociedad civil y de las autoridades y funcionarias de los sectores competentes. Sin embargo, esto lo observamos asociado a fechas especiales como el 8 de marzo o 25 de noviembre o acciones de incidencia pública de las organizaciones de mujeres, casos emblemáticos, campañas o eventos, no como una política editorial permanente en los medios que oriente a la ciudadanía en la lógica de reconocer las desigualdades de género, conocer las políticas, normas y servicios, y aportar a la reflexión sobre los avances y limitaciones como sociedad para lograr la igualdad de género, desplegando su rol informativo y educativo a la par. Existen varios estudios sobre el tratamiento de los medios de la violencia contra las mujeres, y el feminicidio en particular, que es una de las problemáticas con mayor presencia en los medios. El estudio desarrollado por la ACS Calandria destaca que las noticias sobre la función del Estado y en concreto las normas y políticas sobre feminicidio tiene una escasa cobertura, así como las denuncias respecto a la mala atención de los servicios. Igualmente, las acciones preventivas no son visibilizadas, y solo la cuarta parte de las noticias vinculan el feminicidio con las desigualdades de género, igualmente, y con mayor predominancia en la prensa, se plantea que se siguen reforzando estereotipos y prejuicios3. En el estudio de CONCORTV4, aparece una constante, el tratamiento sensacionalista de la problemática de la violencia contra la mujer y la justificación de la conducta violenta, así mismo, más de la mitad de las noticias monitoreadas muestran a la mujer como indefensas o víctimas. Otro estudio realizado por CONCORTV evidencia los enfoques aún presentes en muchas noticias, programas de entretenimiento y publicidad que es la sexualización del cuerpo de las mujeres, el mayor protagonismo de la imagen masculina, la invisibilidad u objeto de burla de masculinidades o feminidades alternativas, igualmente la burla frente a las “mujeres no bellas” y la “mujer bella” como figura decorativa. Todos estos aspectos señalados como limitaciones son necesarios de revertirse en los medios de comunicación porque las políticas públicas de género inciden en la necesidad de deconstruir los patrones socioculturales discriminatorios que están a la base de las relaciones de subordinación de las mujeres, Ver Estudio Tratamiento informativo de los casos de feminicidio en la prensa y televisión, ACS Calandria, 2019.

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Ver Estudio sobre el Tratamiento de la violencia contra la mujer en los informativos de la TV y la radio peruana,

CONCORTV,2018.


de la desigual distribución de los roles y la escasa valoración del aporte de las mujeres a la sociedad. No es posible promover una cultura de reconocimiento de las mujeres como ciudadanas y comunicar igualdad, si no hay cambios más profundos en los enfoques periodísticos, pues se trata de generar cambios culturales muy complejos. Hay otras problemáticas de género que no son abordadas con la misma frecuencia y profundidad, tales como, la situación de las mujeres rurales, indígenas andinas, amazónicas, afrodescendientes; las responsabilidades del cuidado, las mujeres y su contribución a la ciencia y tecnología, el papel de las mujeres y su aporte a la economía, las buenas prácticas ambientales, su rol en la preservación de la cultura y los recursos naturales, entre otros tópicos; que abordan las políticas públicas de igualdad de género en el país. Otro aspecto que aún se observa como recurrente es el desbalance en la presencia de las mujeres como fuentes de información especializada, muchos de los paneles de analistas políticos o comentaristas en otros campos siguen siendo mayoritariamente varones. Si esta subrepresentación no se revierte, difícilmente comunicamos que las mujeres son portadoras de conocimiento y aportan a la vida política, socio ambiental, cultural, económica, científica del país. También en el tratamiento de las políticas públicas se destaca poco el enfoque intercultural o el aporte de la interseccionalidad para abordar las problemáticas y políticas de igualdad de género, salvo algunos programas televisivos en el canal del Estado. Eso daría pie para que los medios puedan relevar a la par que las desigualdades de género, la discriminación étnico racial, reconociendo que más de un 50% de la población considera que las y los peruanos son racistas, pero sólo el 8% se reconocen como tal5. Sin embargo, el actual contexto electoral nos ha mostrado la normalización y las consecuencias del racismo para avanzar, dialogar e integrarnos como país. Puesto que la igualdad social y de género es parte fundamental de la democracia paritaria, los medios tienen el desafío de articular los enfoques de género, intercultural, intergeneracional y de derechos para mejorar su aporte a la sociedad. Según precisa la Encuesta nacional sobre percepciones y actitudes sobre la diversidad cultural y discriminación étnico racial.

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