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M U J E R C A L A Ansiedad y coronavirus

Quienes nos dedicamos a la salud mental vemos en consulta que desde que estamos en esta situación de pandemia mundial se han incrementado los casos de trastornos de ansiedad y depresión. Aquí voy a referirme más específicamente a los trastornos de ansiedad.

Ansiedad y coronavirus

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El cambio de vida, el miedo al contagio y la afectación en la economía son los principales factores que despiertan mayor estrés en las personas en este momento.

Agregaría que también la incertidumbre de no saber cuándo va a cambiar esta situación y no poder proyectarse claramente a futuro es un factor extra de preocupación que genera ansiedad.

El hecho de que la cuarentena no sea obligatoria reduce el nivel de estrés ya que quien decide llevarla adelante no se siente tan controlado sino que lo hace en forma responsable para no contagiarse ni contagiar a los demás. Aún así no quiere decir que sea una situación fácil, ya que muchos otros factores inciden también.

Los trastornos de ansiedad han aumentado porque es inevitable sentir preocupación frente a una situación de peligro. La ansiedad es una respuesta adaptativa frente a un peligro real, pero cuando se lleva a su forma extrema se transforma en pánico, el cual constituye un trastorno donde la persona experimenta mucho malestar. Siente taquicardia, sudoración, opresión en el pecho, sensación de ahogo, piensa que se va a morir o que le va a dar un ataque al corazón o se va a volver loca. Si bien está comprobado que no es algo peligroso, es una experiencia muy desagradable de vivir.

Sentir cierta ansiedad nos lleva a cuidarnos, a ocuparnos de tomar las medidas necesarias y precauciones para estar bien nosotros y los demás. En cambio el pánico es desadaptativo, nos inmoviliza y paraliza porque el miedo se descontrola.

Muchas personas se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad o con otra variedad de problemas que atender. La incertidumbre que les genera el no saber qué les va a pasar si se contagian las lleva a sentir pánico o síntomas cercanos a él. Sienten comprometida su calidad de vida o postergación de tratamientos de sus otras dolencias y el no tener certeza de cuánto va a durar esta situación los inquieta bastante.

Naturalmente los seres humanos no solemos manejarnos bien frente a las incertidumbres y esto empeora cuando le sumamos un peligro potencial.

Al igual que estas , muchas situaciones más. Familias que se les complica mucho llevar adelante el trabajo a distancia con sus hijos en la casa. Otras que perdieron el trabajo y no tienen cómo pagar su alquiler, alimentarse y tienen que acogerse a algún sistema de ayuda.

En mayor o menor medida todas las personas vieron afectadas de gran manera su vida. Según los recursos que tienen es como lo enfrentan. Recursos desde todo punto de vista, desde salud física y mental previa, posibilidades económicas, edad, compañía o soledad en que vivan y red de contención social posible.

Por eso es que hay disparidad de respuestas en esta situación. La salud mental juega un papel por demás importante para enfrentar esta adversidad, ya que incluso en circunstancias similares hay reacciones únicas en cada persona.

Dentro de los trastornos que trae aparejado todo esto se encuentra el temor a salir de la casa. Si bien es una medida aconsejable y preventiva; que hay que acatar en la medida de lo posible, sabemos que hay situaciones en las cuales es inevitable salir ya sea a comprar alimentos , sacar al perro u otras razones de mayor consideración. En algunos casos el tener que hacer esto les genera mucha angustia y se atemorizan de forma extrema pensando que se va a contagiar por mas precauciones que tomen. El pensamiento no se queda aquí sino que en muchos casos se va al extremo de adelantar que ya se contagió y se va a morir. Estas creencias llevan a una angustia extrema algo que solamente es una posibilidad dentro de varias otras que son muchísimo más probables y auspiciosas.

Con este tipo de pensamientos se enfrenta esta situación con una carga de estrés elevadísima. Cada individuo que se cruza lo siente como un potencial enemigo que le puede traer el virus. Cada superficie que toca es como pisar campo minado. Y asi sucesivamente, cuando vuelve a la casa es tanta la preocupación de sacarse todo y eliminar cualquier rastro de contacto con el exterior que implica un estrés extra. Todo esto hace que no quiera volver a salir mas y comienza a perder la real perspectiva de que una cosa es cuidarse y otra obsesionarse.

Hay pacientes que relatan que al no salir por mas de un mes de sus casas, cuando se ven obligados a hacerlo por alguna circunstancia indispensable, lejos de disfrutarlo parece que salieran a la radiación en vez de a un virus. Es como si el mismo estuviera esperándolos para atacarlos.

Este tipo de vivencias genera una percepción negativa, de no poder controlar lo que sucede. Este sentimiento no es algo a corto plazo sino sostenido en el tiempo, lo cual hace que la persona esté con un estrés constante. Si el individuo ya tenía predisposición a algún trastorno de ansiedad se incrementa más con este dilema. O se despiertan nuevos que antes no se habían manifestado.

El miedo a salir de la casa no es una agorafobia como las que diagnosticábamos antes, ya que la agorafobia se da en personas que tienen historial previo de ataques de pánico y temen que les sobrevenga uno fuera de su casa y no cuenten con nadie que los ayude y es por eso que no salen, temen a sus propios síntomas. Ahora es diferente, la persona no teme a sus síntomas de ansiedad sino a agarrar un virus, el afuera lo vive como peligroso por este motivo pero además también siente que ella misma lo puede traer a su casa al salir. Es como un enemigo difícil porque no se puede ver, puede estar en cualquier parte. Esto genera mucho más nerviosismo e inseguridad porque siente que no hay un lugar seguro.

Los pacientes que tienen TOC ( trastorno obsesivo compulsivo) se ve incrementado también el ritual de lavarse las manos. Antes temían estar contaminados y se lavaban frecuentemente y esto ahora parece una pesadilla hecha realidad. Lo cual lleva a justificar mas el hecho de hacerlo N veces mas.

La fobia social es otro de los trastornos de ansiedad, que en este caso es distinta a la anterior definición de este trastorno, ya que originalmente esta fobia se da en aquellas personas que no socializan porque temen a la evaluación ajena en el sentido de que los desaprueben.

Ahora no socializan por otro motivo, porque ven al otro como un potencial peligro al contagio. No se acercan porque todos son posibles portadores del virus.

Si bien es esperable que todo esto suceda, lo que no sabemos es que va a pasar cuando el día de mañana estas medidas se flexibilicen. Si las personas podrán o no volver a comportarse normalmente o se va a generalizar el comportamiento mas allá de cuando sea necesario y va a quedar instalada esta conducta pasando a ser fóbica.

Porque lo que define a una fobia es un temor irracional y la evitación de la situación de miedo.

Todas estas situaciones nos llevan a estar atentos de poder prevenir que esto pase lo menos posible.

Como hacemos esto? Primero no pensar que porque algo puede pasar, indefectiblemente va a suceder. Cuando escuchamos en las noticias todos los fallecimientos por coronavirus no podemos sugestionarnos al punto de pensar que vamos a morirnos indefectiblemente, cuando la realidad es que vemos que el porcentaje es muy bajo . Nunca pensamos en la posibilidad de morirnos de otras cosas que seguramente son mas frecuentes y a las que también nos exponemos diariamente. No vivimos angustiados por esas otras posibilidades.

Estamos haciendo un seguimiento muy estricto de este tipo de enfermedad y nos focalizamos mucho en ella. Por tanto no pensar todo el tiempo esto y corregir el pensamiento catastrófico.

Intentar no perder los vínculos que tenemos, poder comunicarnos en forma virtual lo mas seguido que podamos. No aislarnos socialmente sino físicamente.

Ejercitarnos en casa sino tenemos patio o no podemos salir, el ejercicio es fuente de salud tanto física como mental, genera endorfinas y fortalece el sistema inmune.

Tratar de ver esta situación como temporal, no para toda la vida. Esto hace que podamos adaptarnos mejor y estar positivos, Tomar como un reto la adaptación provisoria a estas medidas que debemos asumir en estos tiempos. El usar tapabocas, mantener distancia física, normas de higiene, usar tecnología para trabajar o comunicarse etc.

Pensar que adquirimos conocimiento de todo esto tan nuevo para nosotros. Mas allá de no elegirlo, poder sacar beneficio de lo que nos toca pasar. Seguramente también haya una revalorización de muchas prioridades en nuestras vidas, un parate que nos deja tiempo para pensar y reflexionar sobre aquello que queramos cambiar de ahora en mas. El valor de los afectos, de las personas que queremos, quienes nos cuidan.

Sacar lo mejor de cada uno para sobrellevar lo mejor posible este momento, cada gesto que se recibe y que se da es un acto de amor hacia el otro, de cuidado. Si todos sumamos en esto seguramente se nos haga mucho mas llevadero.

Ps. Silvia Cardozo Terapeuta Cognitivo conductual ensil@adinet.com.uy 099183950

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