SESIÓN FORMATIVA “ASPECTOS EMOCIONALES DE LAS MUJERES CON EL VIH: AFRONTAMIENTO DE LA INFECCIÓN; FOCUSING. UNA HERRAMIENTA CORPORAL Y MENTAL PARA LA AUTOEXPLORACIÓN Y REDUCCIÓN DEL ESTRÉS” 8 de febrero de 2016
INTRODUCCIÓN Diversos estudios demuestran que las personas infectadas por el VIH presentan una mayor incidencia de cuadros ansioso/depresivos que las personas seronegativas. Esto se explica a menudo por el impacto psicológico que acarrea el convivir con una enfermedad crónica que todavía arrastra una importante carga de estigma social y que, por las características intrínsecas de la forma de adquirirla, despierta en la persona afectada emociones negativas sobre su propia responsabilidad. Asimismo, los factores socioculturales en las mujeres que viven con el VIH influyen en mayores tasas de malestar emocional y mayor auto estigmatización entre otros, que pueden influir negativamente en la menor adherencia y, en ocasiones, limitar su acceso al sistema de salud. Un estado emocional disfuncional puede tener importantes consecuencias sobre el estado físico de las personas afectadas, estableciendo un vínculo entre el estado mental y la progresión de la enfermedad. Se ha demostrado que las mujeres con el VIH que sufren depresión acuden con menor regularidad a sus visitas médicas, son menos adherentes al TAR, tienen una progresión más rápida hacia el sida y una tasa de mortalidad más elevada. El estrés psicosocial, además de la depresión, también puede suponer alteraciones de la salud como incremento de la fatiga y dificultades para dormir en mujeres. Asimismo es innegable el impacto que la sintomatología emocional puede causar de forma indirecta a través de conductas inadecuadas respecto al cuidado de la salud Vivir con el VIH puede hacer olvidar a las mujeres lo que es estar física y mentalmente saludables pudiendo llegar a sentirse “traicionadas” por su propio cuerpo al carecer de un estado psicológico y físico de bienestar.
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