BOSQUES DE JARAGUA San Pedro Sula, CortĂŠs, Honduras.
Por Evelyn Hullinghorst
BOSQUES DE JARAGUA Evelyn Hullinghorst
Cantos de aves nos dieron la bienvenida a Jaraguá, un especial rincón de San Pedro Sula. A los habitantes esquivos de este paraíso parece no importarles la vida que se teje en la cuidad, aquí es todo tan diferente. Bosques de Jaragua se encuentra en un lugar privilegiado, en las faldas de la majestuosa cordillera de Merendón, una extensa cadena montañosa que se extiende desde el interior del país, naciendo en el departamento de Copán, y atravezando Santa Bárbara, hasta hundirse frente a las playas de Cortés. El verde intenso de sus montañas es cautivador, en especial para alguién como yo, que captura las tonalidades, sus formas y las diferentes vidas que en éllas habitan.
Desde los árboles más grandes y frondosos hasta los pequeños retoños parecen estar saturados del rocío fresco de la madrugada, y de vida. Nos rodea una sinfonía de clorofila, texturas y sonidos; es un mundo puro, intacto, generoso. Donde sea que se posan los ojos la naturaleza cuenta una historia. Nuestro pequeño guía, David, nos enseña las “cosas bonitas”, como él les llama: las arañitas, la pía que pasó volando, el “pichete”, las frutas y flores; está tan familiarizado con todo aquello, en sintonía, parece conocerlo todo, gustar de todo. Me encanta ver como un pequeño niño puede reconciliar a los hombres con las maravillas del bosque. Tal vez hace falta un corazón como el de un pequeño niño para hacer de este paraíso secreto un espacio de juego y tenerlo como tesoro.
Mientras nos sentamos a descansar un rato, en medio de toda aquella bastedad fresca y amigable. La luz de la mañana nos encontró como si estuviera buscándonos, y entonces se fueron revelando ante nuestros ojos; las sombras, los tonos, las luces y todo aquel interminable mundo verde, que hicieron su entrada triunfal entre ramas y hojas. Bosques de Jaragua es hermoso de ver y también de fotografiar, no en vano, todo este bello ecosistema esta totalmente poblado de seres en diferentes formas de vida, que coexisten pacifiícamente desde tiempos inmemoriales y gustan de continuar perpetuandose en este impresionante lugar. La mañana comenzó a tomar posesión del tiempo, así como también nos puso al descubierto los diferentes senderos de agua y tierra por los cuales continuamos nuestra faena para poner a nuestro alcanze los secretos no revelados y muy bien guardados de esta gran espesura.
Bosques de Jaragua
Desde donde estábamos podía verse a lo lejos parte del Valle de Sula, empezaba el día y la tierra y sus ríos, sin reparo, accedieron a acompañar a su gente en el trabajo arduo. Merendón, por su parte se alzaba triunfante y contemplaba sin apuro por contrariarse, todo aquello desde su trono verde. Conoce su lugar, su propia faena, su propio aporte al mundo. Desde donde está teje en una hozada conspiración con sus laboriosos huéspedes, vida. La araña su bordado, la mariposa su recorrido de flores, los zompopos su reino, las aves sus nidos. Es una melodía afinada, compleja, rítmica. El bosque es también fragante: tierra húmeda, flores silvestres, frutos, ramas secas, hojas corruptas, conjugan un aroma único, tenue pero inconfundible que se eleva y dispersa. Es fragancia del bosque, fragancia del Merendón.
Para nuestra partida, el atardecer no tuvo reparos en lucirse como si compitiera con el esplendor de la mañana. Las nubes dejaron claro su majestuosidad y sus caprichos, las ranitas algo apuradas, cantaron un adiós para nosotros. Todo se puso como en pausa, aunque no hay que engañarse, la vida no se detiene, los secretos siguen siendo custodiados por sus guardianes en plena complicidad hasta el siguiente día. Espero regresar pronto, no bastó el día para captar con mi cámara todo lo que este hermoso lugar tiene que ofrecer y espero que me reciba con los brazos abiertos como lo ha hecho en esta ocasión.
EVELYN HULLINGHORST Fotógrafa profesional, nacida en la ciudad de La Ceiba, Atlántida, Honduras. Su formación como ar tista visual incluye estudios de fotografía y Expresión Gráfica en Ikonix Studio, Iowa, EEUU. Ha desarrollado varios proyec tos fotográficos tanto comerciales como de desarrollo sostenible. Ha sido colaboradora para el desarrollo de talleres de fotografía en la ciudad de La Ceiba. La jornada fotográfica aquí presentada, ha sido posible gracias al apoyo de los direc tivos del proyec to habitacional CIUDAD JARAGUA, el cual es un proyec to responsable, su concepto habitacional es amigable con el medio ambiente y está comprometido en la protección, conser vación y promoción de los bosques adyacentes al proyec to.
PENSAMOS EN TODO, PENSAMOS EN VERDE
BOSQUES DEJARAGUA Por Evelyn Hullinghorst