Barriga Llena no cree en Hambre Ajena

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“BARRIGA  LLENA  NO  CREE  EN  HAMBRE  AJENA”

Los  abusos  de  la  maquila  textil  en  Guatemala Elaborado por: Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos - CALDH Coordinación: Herminia Saquimux Autora: Tania Palencia Prado Revisión: Herminia Saquimux Hugo Morales Edición: Fabiola García Galán Diseño y Diagramación: La Otra Mitad Impreso en SERVINSA Primera edición 2,000 ejemplares, octubre 2010. ISBN: 978-9929-8079-0-7 Se permite la reproducción total o parcial de este documento, una vez se cite la fuente.

Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos - CALDH 6ª. Avenida 1-71 zona 1, Ciudad de Guatemala, Guatemala Teléfono: 2251-0555 Fax: 2230-3470 www.caldh.org Correo electrónico: caldh@caldh.org Con el apoyo de:

El  contenido  de  este  documento  no  refleja  necesariamente  la  opinión  de  los  cooperantes.




El tema de los abusos y violaciones a los derechos humanos en las maquilas textiles en Guatemala, pareciera repetitivo. En diversos momentos organizaciones sindicales, de mujeres y sociales han planteado la preocupante situación en este ámbito. Sin embargo, dicha realidad continúa siendo la misma, por lo que nuevamente, ofrecemos información sobre ese flagelo, sobre las formas en que afecta en particular la vida de las mujeres y la responsabilidad que en ello tienen las instituciones del Estado, en especial las de trabajo. Para CALDH es fundamental presentar esta mirada con el fin de que sirva de herramienta e insumo en la búsqueda de condiciones laborales dignas, en especial para las mujeres, pero también para comprender las relaciones de trabajo que se desarrollan en la sociedad guatemalteca, con predominio del salvajismo propio del capitalismo y el patriarcado. Analizar la realidad laboral en las maquilas textiles de Guatemala desde esa perspectiva, permite entender, más allá de la relación patrón-empleada, las relaciones de poder y dominio que se ejercen contra las mujeres en todo momento y en cualquier lugar. Denunciar la ineficacia y corrupción del sistema de justicia laboral continúa siendo necesario y justo para los guatemaltecos y guatemaltecas que día a día se desplazan a una maquila, como necesaria es la acción de todo el conglomerado social para hacerlo efectivo. Esta publicación es parte de las acciones impulsadas desde Caldh y apoyadas por el Convenio de Cooperación en materia de género y desarrollo: orientado a la representación de las mujeres y participación paritaria en los espacios sociales y políticos, a través del apoyo a las organizaciones sociales de promoción y defensa de los derechos de las mujeres, financiado por Acsur Las Segovias/AECI.


I. Introducción El Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH) publica el presente ensayo sobre la maquila textil en Guatemala con el ánimo de ofrecer una visión de conjunto actualizada acerca de los principales operativos que caracterizan a este sistema de producción económica que ha encontrado amplia recepción en los Estados de las naciones en desarrollo. Las empresas maquiladoras, tanto en la rama agrícola como en la textil, operan en este país con altos niveles de impunidad, lo cual significa que incumplen leyes nacionales e internacionales vigentes en materia de derecho laboral, en un contexto de grave irresponsabilidad del Estado y, en particular del Ministerio de Trabajo y del Organismo Judicial, por consentir dichas violaciones, por mantener comportamientos negligentes que impiden la verificación inmediata de las sentencias emitidas a favor de las y los trabajadores e incluso por propiciar tráficos de influencias que favorecen a la parte patronal, al grado de institucionalizar un desempeño público que no respeta la tutelaridad del trabajo. La misión del Derecho de Trabajo es proteger a las personas trabajadoras para equilibrar las desigualdades que viven respecto a sus patronos. El sistema de maquila textil pone en riesgo esta misión. Los procedimientos más comunes de su impunidad son: a) Capturar una elevada demanda de trabajo femenino y obstruir o negar los derechos laborales referidos a su género, especialmente los vinculados a la salud, embarazo y maternidad, además de consentir prácticas de acoso sexual y abusos sexistas; b) Aplicar procedimientos de maltrato, agresiones y coacciones; y c) Negativas a pago de prestaciones de ley, multas por ausencias justificadas, despidos injustificados, malas condiciones de trabajo, obligación de horas extras, negativas a reinstalación laboral, prohibición del derecho a la sindicalización y otros. Esta investigación pretende mostrar algunos de los operativos de esas violaciones brindar herramientas actualizadas a las y los defensores de derechos humanos, sino demandar al Estado su inmediata y responsable atención. Persigue asimismo ofrecer de análisis que ayude al fortalecimiento de las organizaciones de mujeres y de sindicales que defienden los derechos de las trabajadoras y trabajadores de la

no sólo para también para un documento las entidades maquila textil.

Tanto el título general como los títulos de los tres capítulos del estudio fueron escogidos de las propias voces de las mujeres entrevistadas. Cada capítulo se inicia con un epígrafe que es opinión literal de las mujeres. El ensayo se realizó en dos meses, por lo que se pide la comprensión correspondiente si no satisface las exigencias de profundización en los temas abordados.

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Todos los textos, frases o palabras que están en cursiva y entre comillas, y que no citan fuente documental, son expresiones literales de las personas entrevistadas, cuyos nombres no se escriben para proteger su seguridad e integridad. Fueron entrevistadas cerca de 50 personas, entre trabajadoras y extrabajadoras de maquila, lideresas defensoras de derechos de las mujeres, líderes sindicales, inspectores de trabajo, jueces, exfuncionarios del Organismo Judicial y abogados laboralistas, a quienes se les agradece profundamente su colaboración. Se reconoce además a las y los estudiosos que han publicado otros estudios similares, ya que fueron fuente indispensable para enriquecer las reflexiones aquí presentadas. El primer capítulo se refiere al trabajo de las mujeres en el capitalismo globalizado y al rango de profundo menosprecio otorgado por el sistema de maquila textil a las obreras, sean mestizas o indígenas, en su condición de mujeres asalariadas oferentes de mano de obra barata. Se muestran los abusos de poder en las relaciones de producción y el sentido colonialista en que operan estas empresas. Este sentido colonialista, permitido y también usado por las elites empresariales nacionales, ejerce poder de dominio sobre hombres y mujeres, mestizos o indígenas, con el agravante que, siendo la población de los pueblos mayas la más numerosa y la más excluida de Guatemala, se cierne un crecimiento de la maquila en zonas indígenas donde se imponen operativos racistas. El segundo capítulo aborda el desempeño del Estado deteniéndose en la Inspección General de Trabajo y en los juzgados de Trabajo. Se actualiza la profusa información existente sobre la irresponsabilidad del Ministerio de Trabajo y se critica el virtuosismo formalista del sistema de justicia al constatar que se tiene conciencia e información sobre la impunidad patronal, pero mantener una inacción estructural que sólo profundiza dicha impunidad. Debe reconocerse al respecto los esfuerzos solitarios pero valientes y profesionales de la Defensoría del Trabajador de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), sin los cuales la impunidad sería absoluta. Finalmente, el capítulo tercero es una breve reflexión sobre el estado actual de las luchas sociales en la defensa de los derechos de las y los trabajadores de la maquila textil, donde se opina sobre sus debilidades y aciertos con la solidaria intención de promover debate y fortalecimiento de sus luchas. Se reitera el agradecimiento a todas las personas que contribuyeron a hacer posible esta síntesis de un problema cuya atención exige no sólo la aplicación real de las leyes en la materia, sino reajustes legales e institucionales para garantizar la renovada presencia de los principios del Derecho de Trabajo, que la lógica neoliberal y sus operativos de flexibilidad laboral pretenden desaparecer de la historia de los derechos que ha construido la humanidad.

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II. La cultura productiva y las

“mulas de alquier”

“Por una camisa en Canadá la genta paga US$30 dólares, pero a mí me pagan por hacerla sólo US$6.00”

LAS OBRERAS COMO CUERPOS DESECHABLES Antes de abrir las puertas de la maquila, quedémonos un rato afuera. Algo está pasando afuera para que la maquila exista. En ese mundo exterior, que es todo el planeta, y Guatemala bien puesta en él, la economía de las sociedades oculta una vieja historia: el tráfico de mujeres. No es casual que sean mujeres la principal clientela laboral de las maquilas. Desde hace unas cinco décadas varios millones de mujeres en el mundo han salido de sus casas a un ritmo acelerado y obligadas por la necesidad de ganarse la vida con dinero. Hay un poco más de 2,800 millones de trabajadores asalariados en el mundo y las mujeres constituyen el 40%. Antes de 1990 había cerca de 950 millones de mujeres asalariadas; hoy esta cifra ha aumentado a 1,250 millones, lo que significa un aumento, en 20 años, de 300 millones de mujeres trabajando afuera de sus casas. En América Latina el salario de las mujeres se ha ubicado en un 60% a 70% respecto al salario de los hombres. No obstante, la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, señala que esta brecha ha disminuido en la última década, pero sigue siendo significativa. Según CEPAL, el ingreso salarial medio de las mujeres pasó de ser el 69% del de los hombres en 1990 a ser el 79% en 2008. Trabajan en casa, trabajan fuera de casa… y no se les paga igual. El tránsito de la casa al trabajo nunca ha sido fácil. En realidad es una expulsión violenta. Todas las civilizaciones dominantes están constituidas para abrir procesos recurrentes que recrean, renuevan, limitan o detienen la circulación de mujeres. Desde tiempos viejos las mujeres circulan como objetos de transacción y conforman a la vez el sistema de resortes básico para la cohesión social que organiza la economía, es decir, han estado en los cimientos de la reproducción y producción de la vida humana. Ser objeto de transacción o convertirse en resorte de la sobrevivencia de un grupo social no ha sido un acto honroso ni de libertad: es un acto de dominio y de control, a pesar de los boleros, los poemas y los rituales a la madre.

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Todas las sociedades, incluyendo las sociedades de los pueblos originarios, están determinadas por dos tipos de producción: 1) La producción de los medios de existencia (alimento, vestido, techo y herramientas) y 2) La producción de la especie, donde las y los seres humanos son los productos. Para el análisis de la opresión de las mujeres, hemos avanzado mucho en ilustrar la primera esfera aunque, con infortunio, sin reparar acerca de cuán entrelazada está con la segunda, a la cual no se le ha dado el estudio debido. Se ha dicho con mucha razón que, en la producción de los medios de existencia, el trabajo doméstico ha sido asignado a las mujeres y que ha sido un trabajo que las consume, que consume su ser y su cuerpo, que permite retribuciones simbólicas pero no autonómicas; que la inferioriza y desvaloriza. Es más, se ha llegado a precisar que, desde la esclavitud, los sistemas económicos dominantes han garantizado, con la familia heterosexual, la recíproca dependencia entre el sexo mujer y el sexo hombre, hasta crear una unidad social que ha sido demasiado útil para conformar lo doméstico, una especie de reino privado de la necesidad, donde la mujer, ‘reinando’ en la casa, comenzó a asegurar que hubiera agua servida, leña al fuego, ropa lavada, camas tendidas, comida lista para que los huesos, la carne y el cerebro de su marido estuvieran en buenas condiciones para ir a trabajar. El capitalismo ha sido el sistema económico más voraz en este engranaje donde la familia heterosexual es el primer motor opresivo, porque el capital se reproduce no sólo robando el trabajo del hombre asalariado, sino muy discretamente, robando trabajo de la mujer; y el robo es grotesco cuando la mujer también sale a ganar su salario. La sociedad y la familia capitalista tuvieron el éxito de sancionar legal y simbólicamente como natural lo que en realidad ha sido un desfalco: la mujer dando comida, ropa y sexo al obrero, es decir, organizando la producción de los medios de existencia vitales de la vida cotidiana; mientras el hombre asalariado (más libre en sus espacios, incluso con su sexualidad), pero recibiendo siempre un pago en dinero que es menor al precio final del objeto que produce y es menor a las energías que él y su mujer gastan para producir dicho objeto, que además ni les pertenece y del cual se extrae el plusvalor causante de la concentración de riqueza en pocas manos. En otras palabras, el trabajo de las mujeres en la casa contribuye a la cantidad final de plusvalía que mete el capitalista en su bolsillo, en el banco o en la bolsa de valores. Entonces, es cierto que una fuente primaria de la opresión de las mujeres ha sido la división sexual del trabajo: el sexo mujer adiestrado para ser madre, para el cuidado del alimento y para las tareas reproductivas de la casa y el sexo hombre promovido para proveer los medios de existencia y salir al negocio del salario y de lo público. Pero hemos cometido el error de ver la división sexual del trabajo como una causa primaria y casi única de la opresión de las mujeres, cuando en realidad es una variante que habita al interior de un dominio más complejo. La división sexual del trabajo, a pesar de su certeza histórica contundente, siempre ha quedado corta para explicar por qué existe opresión de las mujeres aunque haya aportes de trabajo masculino en el cuidado de la casa. Tampoco nos ayuda mucho hoy día cuando las mujeres deben salir de casa a buscar dinero por más de 8 horas al campo, a la calle, a la fábrica o a la institución. El capitalismo globalizado, paradójicamente, nos está ayudando a reconocer el tremendo peso de la segunda esfera (la de la propagación de la especie, la de la especie como producto cultural) en cultivar y ampliar la opresión de las mujeres a escalas insospechadas. La era actual reporta un caudal de indicios que muestran que la domesticación de las mujeres ya no tiene como fuente institucional privilegiada a la familia.

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La especie humana viene produciendo mujeres como materia prima y domesticándolas como productos, pero nunca como ahora la sexualidad biológica de ellas está siendo transformada en cuerpo útil para alimentar el corazón mismo de la economía y cohesión organizativa dominante. Hoy es una constante en las calles o fuera de la casa, lo que con franqueza dijo un hombre para su familia, en la comunidad de la tribu Mundurucu, localizada en el valle del Amazonas1: “domamos a nuestras mujeres con el plátano”. La producción de la especie es profundamente cultural, moral y simbólica y de esta red aparentemente abstracta emanan relaciones de poder de la que ningún grupo social se ha escapado. Como dice Gayle Rubin, “El hambre es el hambre, pero lo que califica como alimento es determinado y obtenido culturalmente… El sexo es el sexo, pero lo que califica como sexo también es determinado y obtenido culturalmente”. En la sexualidad hay un modo de producción cargado de relaciones de poder. Casi todas las sociedades, incluyendo a los pueblos indígenas originarios campesinos y preestatales, han construido relaciones de parentesco, que son relaciones de poder. En los niveles más locales, mediante las relaciones de parentesco, se comienza a organizar la economía, la política, las ceremonias, los deberes, las responsabilidades y los privilegios de un (a) individuo (a) frente a otros; el intercambio de bienes, el intercambio de servicios, los amigos y amigas, las y los rivales, los odios o las formas de solidaridad. La familia es la célula de la clase social y, en última instancia, de los Estados nación constituidos por las burguesías. Y gracias al aporte de mujeres feministas se ha reconocido ya que, en todas las sociedades, el fundamento de las relaciones de parentesco ha sido el intercambio de mujeres. Lévi-Strauss, uno de los antropólogos más respetables de la época contemporánea, consideró que el parentesco y el estatus social han nacido en el matrimonio heterosexual y, en éste, “el regalo más preciado ha sido el intercambio de mujeres”. Los y las antropólogos expertos en el tema, no se dirigen a interpretar que la mujer sea un cero a la izquierda, ni a afirmar que la mujer no tenga prestigio o no tenga respeto social o conciencia de aceptación o de rechazo de su hombre en matrimonio, sino se esfuerzan por advertir que, a pesar de los deseos o del reconocimiento social y cultural que tenga una mujer, son los hombres los que dan y reciben a las mujeres. Los que participan, se asocian y se benefician han sido los hombres. En la mayoría de comunidades campesinas de Guatemala, sean indígenas o ladinas, todavía son comunes las muestras de solidaridad y reciprocidad entre hombres por el intercambio de sus mujeres. La estructura de este poder está inscrita desde hace siglos y agudizada con la conquista española. Baste recordar los dibujos de códices precolombinos con el sangrado de mujeres que cometían faltas por adulterio o el famoso ‘derecho de pernada’, que era la potestad señorial, heredada de la Europa feudal como derecho de Ius primae noctis, o el derecho del señor a tener relaciones con la sierva la primera noche de su casamiento. Esta costumbre se generalizó en Guatemala iniciándola los criollos y luego los finqueros y capataces. Pero también ha sido común entre campesinos que la recién casada llega a servir a sus suegros, especialmente a la suegra, siendo esta decisión un arreglo entre hombres, consentida por mujeres, y que ocurre sin conciencia de la dominación existente. Otros abusos, ubicados en el núcleo del sistema económico, constituyen los servicios no pagados de las mujeres campesinas o proletarias en las fincas, ya sea bajo la ley laboral que permite que no se les pague salarios por ser “coadyuvantes” del marido; ya sea haciendo la comida de los hombres (sean o no parientes), o dando el salario que reciben al mismo marido. 1

Rubin, Gayle. El tráfico de mujeres: notas sobre la “economía política” del sexo. Nueva Antropología, México 1986.

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La entrega a las familias urbanas ladinas de las jóvenes colonas o campesinas, indígenas en su mayoría, para ‘criarlas’ haciéndolas trabajar como ‘sirvientas’ o trabajadoras de casas, ha sido otro arreglo consentido entre hombres que favorece las jerarquías patriarcales entre las mismas mujeres. En algunos lugares todavía se practica una virtual o real compra de mujeres y en otros muchos todavía prevalece el ritual de la ‘pedida’ o ‘entrega’ en el altar por el hombre. Es una tradición ladina en Teculután, Zacapa, o indígena, en Santa Eulalia, Huehuetenango, que las mujeres comúnmente no hereden, no decidan los asuntos estratégicos y no representen a los dioses. Todavía es común que las mujeres no se den a sí mismas: las dan. ¿Qué tiene que ver esta reflexión con la maquila? Porque la maquila forma parte de todo un nuevo ensamblaje en el tráfico de personas, en las nuevas prácticas de producción de humanas y humanos. Porque la maquila exige un nuevo tipo de intercambio o tráfico de personas, y las mujeres son actoras protagonistas. Porque los engranajes de pasados remotos sobre la movilidad de las mujeres todavía se ejercen en las prácticas de trabajo contemporáneas con nuevos rostros y nuevas mañas. Ya no se trata sólo del intercambio familiar consentido por el padre, el hermano, el esposo o los prestigiosos de las comunidades; hoy, al pensamiento dominante del colectivo adulto masculino (convertido en ley e instituciones sociales), ya no le es útil la mujer progenitora y ‘reina’ de la casa; hoy acude en gran escala, a la abuela, la tía, la hermana, la cuñada, la vecina para el cuidado de lo doméstico, a condición que otras hembras salgan a trabajar, incluso aceptando la rapidita, malsana y barata comida chatarra y la llave que deja solos y encerrados a los niños y niñas en un cuarto o en un patio bajo el sol. Están creciendo en años luz los rituales que en lugar de festejar a la mujer/cuerpo/madre, celebran a la mujer/cuerpo/asalariada. Es la mujer libre, se dice. El uso del sexo en sociedad es político. Es una gran mentira que la economía esté separada de la política o ‘de los derechos’, como se le llama ahora. Hay hilos invisibles entre el cómo se produce y el cómo se gobierna. El trabajo asalariado es un hecho político, no sólo por la común subordinación de hombres y mujeres respecto al capital, sino porque su naturaleza es succionar el máximo de plusvalía y, en esa intención, las mujeres quedan como anillo al dedo, especialmente en esta época cuando la relación fabril/laboral impuesta a las mujeres las obliga a negociar su sexo. Parece obsceno. Pero una de las características del trabajo contemporáneo es sacar el máximo de plusvalía del abuso del cuerpo humano, sea mujer u hombre, a tal grado que se roban los cuerpos, se les quita no sólo la conciencia de su cuerpo, sino se arrebata el cuerpo mismo. Con la mayoría de hombres obreros ya se ha probado con el taylorismo2 o el fordismo3 , y es en medio de esas herencias y contextos que ha crecido la masiva expulsión de las mujeres a las fábricas, acogida por un sistema, donde la maquila destaca, cuya organización desdeña y abusa agresivamente de la fisiología y sexualidad de las mujeres. 2 3

El taylorismo predominó desde finales del siglo XIX con el perfeccionamiento del trabajo industrial. Consistió en asegurar la división de tareas adentro de las fábricas e imponer férreos controles para que los obreros se dieran más prisa y perdieran el control sobre su propio tiempo. Surgió la policía fabril, que es el cuerpo especializado en la supervisión, organización y dirección del trabajo obrero. El fordismo fue implantado en Estados Unidos después de 1908 como un sistema de trabajo para la industria automovilística de Henry Ford. Consistió en permitir un número elevado de trabajadores de planta altamente especializados y ubicados bajo control en cadenas de montaje, manipulando maquinaria especializada y con salarios relativamente más elevados respecto al pasado, a fin de asegurar la generación de altos volúmenes de unidades a la venta, con lo cual se aseguraba la capitalización. Con la crisis del petróleo y su contexto de desaceleración productiva y de salarios, desde 1973, Japón promovió lo que se llamó el toyotismo, el cual fue el sistema padre de la maquila, y consistió en elevar el tiempo de productividad del obrero aunque flexibilizando su horario y haciéndolo más polivalente, con un agregado central: crear identificación del trabajador con la empresa y teniendo como enemigo común la competencia. El fordismo, según Luz Graciela Arango, está absolutamente ligado a la idea de obrero “normal”, es decir, el hombre proveedor, padre de familia cuyo complemento lo encuentra en la mujer ama de casa.

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La perversidad de estas prácticas es previa a la maquila y agrede igualmente a los hombres, pero lo que se quiere destacar es que se han creado mecanismos trasnacionales reflejados en consentimientos estatales que, con mayor infamia, facilitan la circulación de mujeres a las maquilas, puesto que ahora importa menos el costo para sus vidas sexuales diferenciadas, y esto ocurre tanto en las zonas suburbanas o agrícolas donde acuden las poblaciones migrantes en Estados Unidos o Europa, como con las poblaciones propias de los países subdesarrollados de todos los continentes. Existe un tráfico de mujeres obreras sancionado por los Estados mediante leyes y medidas de política que estimulan la creación de zonas francas y cesión de privilegios fiscales y aduaneros, así como locación en áreas de densidad de población cuya ruralidad está urbanizándose o está en crisis. Allí las mujeres, la mayoría con bajísimos niveles de instrucción escolar, viviendo en contextos de alto costo de la vida y desempleo, y donde muchos hombres encuentran más ingresos con la economía informal o han emigrado, buscan el dinero que no les es fácil conseguir. Hay una cultura misógina4 para contratar más mujeres, especialmente entre los 17 y 35 años, porque son más disciplinadas, más dóciles, más sanas, más metódicas y ordenadas, más obedientes, más precisas, más pasivas en la organización social o sindical, y más complacientes con los montos salariales, según han afirmado los mismos supervisores, gerentes y dueños en numerosas investigaciones sobre la maquila hechas alrededor del mundo. Esa cultura sexista penetra más hondo con las lógicas actuales de industrialización debido a que se alimenta de nuevas remodelaciones poblacionales, tanto suburbanas como rurales y campesinas, diseña nuevos comportamientos estatales menos benefactores del trabajo, reorganiza las relaciones familiares sometiéndolas a las formas dinerarias y consumistas de sobrevivencia, altera los roles de género con los conflictos que provoca la desatención de lo doméstico y cotidiano; profundiza las desigualdades sociales y construye nuevas identidades matizadas por la indiferencia y el olvido de las historias. El dominio de esta ideología construye una falsa conciencia acerca de la libertad de las mujeres. Señalemos para Guatemala dos rasgos de esa cultura que produce ‘humanas’, ‘humanos’ y ‘familias’ sexistas, que están sometidas por el Estado, el operativo escolar y mediático, y por las ofertas laborales de los capitalistas (para este estudio, a través del sistema maquila textil y de confección), y que están imbuidas por conflictos de intereses, deliberados o inconscientes, donde el dinero se impone, contribuyendo en su conjunto a no ver, a normalizar o a naturalizar, la particular explotación y opresión sobre las mujeres obreras: 1. Una tecnología del sexo violenta y perversa. En los albores del capitalismo el control de la sexualidad instaló en el mundo técnicas para maximizar la vida; se quería a obreros sanos y enérgicos para el trabajo fabril. Hoy las técnicas impuestas depredan la vida de los y las trabajadoras. Detrás del concepto de mano de obra barata -lanzado en publicidad como ventaja competitiva-, el sistema maquila vigila a sus trabajadores por segundo y sobre las mujeres instala un control directo sobre su sexualidad. Los cuerpos de las mujeres son sospechosos y condenados por tener sexualidad activa. La mujer es portadora de un mal, que es el ser apta para la maternidad. La mujer embarazada es prohibida, es castigada, es difamada, es perseguida. Diversos estudios y voces de mujeres trabajadoras de maquila dan cuenta acerca 4

La misoginia es un modo de imaginar, pensar y actuar que desprecia a las mujeres, su sexualidad, su maternidad, su papel reproductivo y sus poderes.

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de políticas de no contratación a mujeres embarazadas; preferencia de contratación a mujeres solteras y jóvenes; despidos ilegales recurrentes a mujeres embarazadas, peticiones ilegales sobre firmar declaraciones de ‘no embarazo’, realizar pruebas de orina o palpados de útero para comprobar si están embarazadas; maltrato y hostigamiento con trabajo pesado para obligarlas a renunciar cuando el embarazo se hace visible; sangrados y lesiones recurrentes por las malas condiciones del trabajo; abortos ocurridos en los baños o entre la maquinaria por impedirles darse auto atención o acudir a la atención médica pre-natal. En casi su totalidad las maquilas, sean de textiles y vestuario o agrícolas, incumplen la legislación constitucional y laboral existente sobre la seguridad social de sus trabajadores. Con las mujeres dicho incumplimiento llega a actos criminales, tales como cobrar cuota del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y no permitirles gozar de sus beneficios en maternidad; y en casos agravados hasta cobrarles o reducirles Q30.00 de su salario por llamadas de atención, incluyendo aquellas por llegar tarde después de visitas médicas o justificación de hijos enfermos o graves. La organización internacional Médicos del Mundo/Francia, en un reciente estudio (2010) titulado “El derecho a la salud de las trabajadoras de las maquilas y agroindustrias”, donde participaron 530 mujeres (425 de la industria textil y 105 de la maquila agrícola), afirma que el abuso de los cuerpos en estas industrias provoca constantes riesgos en la salud y enfermedades para las cuales ha desaparecido la responsabilidad pública. Todas y todos los trabajadores de la maquila de textiles, pero especialmente las mujeres embarazadas y mujeres madres, indica la investigación de Médicos del Mundo/Francia, sufren con mayor frecuencia de problemas de mala circulación, rinitis, gastritis, caída del cabello, lesiones de cuello, fatigas, dolores de espalda e hinchazón en las piernas. Médicos del Mundo/Francia comprobó que sólo al 28.4% de mujeres embarazadas de su muestra estadística, les fue acondicionado un trabajo adecuado a su embarazo y que el 18% de las mujeres embarazadas tuvieron complicaciones durante el embarazo y en el parto, como sangrados anormales, placenta previa, amenazas de aborto, mala posición del bebé, mastitis, hipertensión materna y partos de alto riesgo. Y a menos de un tercio de las trabajadoras se le permitió la lactancia al bebé. Pero el control del cuerpo de la mujer incluye toda su sexualidad. Incluye un menosprecio a la menstruación, recordando el imaginario medieval en boca de San Agustín: “las mujeres están hechas de humores malignos”. “Invaden tu vida íntima: tenemos que estar ocultando nuestros bultos”, reparó una trabajadora de maquila de Amatitlán. “Metételo entre las piernas” respondió abusivamente un jefe de planta a una mujer que pidió permiso para ir al baño. Ella no tenía por qué explicarle a qué iba al baño, pero debió decírselo y esa fue la respuesta. “Nos cuentan hasta la respiración; no dan tiempo para hablar, ni para pelar un dulce”, dijo otra trabajadora entrevistada, quien además preciso que les controlan hasta la mirada: “¡Me está viendo! ¿Qué me mirás, qué mirada es esa?” (una supervisora), “¿Y qué estás viendo, acaso no tenés oficio?” (un supervisor). “Los cuerpos parecen piezas de una máquina gigante, que es la fábrica, no podés sobarte la espalda; no podemos parar porque viene atrás la cadena de la ropa y la tenemos que pasar, aunque tengamos sed y ganas de orinar. Cuesta un huevo pedir permiso”, dijo una trabajadora de Chimaltenango. La complejidad se profundiza. También se critica, abusa o privilegia a las mujeres por la forma en que van vestidas. Una trabajadora de Chimaltenango recordó: “yo trabajaba cerca de las calderas y me vestía con blusa sin mangas ni cuello y, además, me gusta vestirme así y tengo derecho, pero el coreano me decía ‘no escote, quitar tiempo’ por la mala costumbre de los hombres de estarnos viendo”. Ahora bien, las insinuaciones sexuales, verbales o físicas, de los supervisores o de los hombres de mando de las fábricas no son

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cuestionadas. A esas conductas sexistas del mando masculino en la fábrica, la OIT las ha reconocido como actos de acoso sexual, aunque en Guatemala no existe ninguna ley que regule o tipifique este delito, siendo otra manifestación del abuso sobre el cuerpo de las mujeres. Este acoso sexual no es el cantineo sexista y también abusivo de los hombres empleados, el cual tampoco se cuestiona y viene a conformar toda una cultura que agrede y cosifica a las mujeres. El acoso sexual en las maquilas es ejercido por los hombres de las líneas de mando y se caracteriza por manipular, coaccionar o chantajear sexualmente a las empleadas. Entre las prácticas más comunes vinculadas con el acoso sexual se encuentran: manoseos, pellizcos, jaloneo de ropas, bromas e insinuaciones sexuales, espiar en sanitarios, bloquearles el paso e insinuárseles; forzarles un beso, invitaciones y regalos comprometedores y, en los peores casos, extorsiones sexuales a cambio de permanecer en el trabajo. Las mujeres indígenas de Chimaltenango aseguran que a las mujeres mestizas, por su ropa holgada, les va muy mal con los acosadores sexuales. Las mujeres se sienten culpables, callan, tienen miedo a hablar, disminuye su autoestima y se victimizan. Los hombres de mando se solidarizan entre sí y definen pactos y estrategias conjuntas para dar maltrato a las mujeres que no se dejan, como por ejemplo, sabotearles sus tareas o robarles cuotas; trasladarlas a áreas en peores condiciones; ponerlas a cargar bultos, presionarlas, difamarlas o maltratarlas verbalmente, incluyendo maltratos en idioma coreano o coreanos maltratando en inglés: “shrimp head” (cabeza de camarón), “chicken head” (cabeza de pollo), “shit, bullshit” (mierda), “cholera”.

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2. Libertad que las encadena a escalones bajos de la jerarquía sexual y social. Tanto en estudios realizados con anterioridad al presente ensayo, como en las voces de las mujeres entrevistadas durante la presente investigación, se observó una generalizada coincidencia acerca de que las mujeres trabajadoras de la maquila de textiles se sienten ‘mejor’ trabajando allí con respecto a sus trabajos anteriores o con respecto al trabajo de sus madres o abuelas. Ese adjetivo ‘mejor’ muestra su relatividad porque al definirlo en lenguaje popular todas concuerdan con el conocido refrán: “La necesidad tiene cara de chucho”, lo cual significa advertir el reducido margen de sus opciones laborales, tanto como que ese tipo de oferta es más conveniente porque los otros trabajos, antiguos o disponibles, han sido peores. ¿Qué trabajos son esos? Las madres y abuelas de muchas mujeres indígenas de las regiones maquiladoras de Chimaltenango eran vendedoras de verduras en la capital, lavanderas, planchadoras o trabajadoras de casas. Relatan que eran tratadas como “las indias” o “las marchantas”, que caminaban kilómetros para ganarse unos centavos. Por su parte, las madres de la mayoría de mujeres mestizas eran trabajadoras de casa, lavanderas, tenían sus tiendecitas y vendían lo que pudieran. Todas trabajando de sol a sol y rara vez con fin de semana. Es común, además, que casi todas las que han tenido un trabajo anterior a la maquila, lo hayan hecho en casas particulares. Las maquilas de textiles les dan periódicamente el domingo, muchas veces la mitad del sábado, pagan el salario cada quincena, pagan más, y aunque con retraso les dan el bono 14 y el aguinaldo. Existe una especie de dignidad recuperada porque es mayor la servidumbre, la sumisión y la pobreza monetaria que deriva de sus trabajos anteriores o de los trabajos de sus progenitoras5. La oferta maquiladora del mercado laboral provoca hoy, en las mujeres, nuevas experiencias contradictorias y vitales que se desenvuelven en nuevos conflictos cotidianos. Tal y como ocurrió con las masas esclavas y campesinas al ser expulsadas a las fábricas, las mujeres también conquistan cuotas de poder especialmente en su movilidad, en la afirmación y reconocimiento de su identidad personal, en su capacidad de relacionarse con otros y otras que se encuentran en situaciones y necesidades económicas similares y, ante todo, en su capacidad de compra al convertirse en poseedoras de su salario/dinero. Esas libertades, no obstante, son engañosas y relativas. Son como la libertad de un pájaro adentro de una jaula. Y el arquitecto de esas jaulas ha sido el Estado nacional usando el diseño del capital trasnacional y sus socios locales. Se escogen zonas densamente pobladas que enfrentan procesos caóticos de urbanización y migración por una ruralidad campesina en crisis. Se ubican cercanas a carreteras internacionales para abaratar costos de transporte. Acuden a numerosas subcontrataciones, similares al viejo coyotazgo agrícola, en una virtual política de trata laboral, para constituir núcleos productivos cercanos a las poblaciones y promover el trabajo a domicilio, donde las y los trabajadores asumen costos de producción como el uso del agua y de la electricidad. Exigen un mínimo de instrucción escolar (2º o 3er. grado de primaria) para la maquila de textiles y no les importa la instrucción escolar entre las y los obreros agrícolas. Así las cosas, el Estado se oxigena con esa oferta de empleo al asegurar que circulen flujos monetarios entre la gente empleada, mientras no diseña ningún tipo de política ni planificación para calificar la mano de obra, para asegurar la oferta de educación y salud, para ofrecer otras opciones de empleo o para permitir 5

En las maquilas para la agroexportación, que contratan predominantemente trabajo indígena, y ahora prefieren contratar a niñas y niños y a jóvenes, las mujeres indígenas continúan en abominables condiciones de explotación laboral. Las mujeres indígenas en las maquilas agrícolas reciben un salario que equivale al 58% del salario de los hombres.

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sus decisiones autónomas acerca de qué tipo de desarrollo quieren para sus comunidades. …Los pájaros entran en la jaula donde está la comida. En nueve departamentos hay una mayor concentración de maquilas de textiles y agroindustriales (San Marcos, Quetzaltenango, Huehuetenango, Chimaltenango, Retalhuleu, Sacatepéquez, Zacapa, El Progreso y Guatemala). Las maquilas de textiles están ubicadas especialmente en Sacatepéquez, Chimaltenango y Guatemala, concentrándose en municipios como Mixco, Amatitlán, Villa Nueva, San Pedro Sacatepéquez y San Juan Sacatepéquez (en Guatemala); Santiago Sacatepéquez y Sumpango (Sacatepéquez); y El Tejar y Chimaltenango (Chimaltenango). San Pedro Sacatepéquez y San Juan Sacatepéquez ocupan el 3º. y 4º. lugar en pobreza y pobreza extrema entre los 17 municipios del departamento de Guatemala. Santiago Sacatepéquez y Sumpango ocupan el 5º. y 6º lugar en pobreza y pobreza extrema entre los 16 municipios del departamento de Sacatepéquez. El Tejar y Chimaltenango acogen, como ocurre también con Guatemala, a poblaciones empobrecidas de todos los lugares aledaños, incluso procedentes de la Costa Sur. En el departamento de Chimaltenango seis de cada diez personas son pobres. La población mayoritaria en estos tres departamentos es del pueblo Kaqchikel. Las mujeres de los 3 departamentos son las más pobres; según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 51% promedio de mujeres vive en extrema pobreza. Se trata, entonces, de una falsa libertad o, al menos, de una libertad degradada: mujeres empobrecidas, la mayoría del pueblo Kaqchikel, con casi ninguna opción pública para cultivar su crecimiento personal, encuentran en las maquilas la oferta única o más cercana a sus viviendas para conseguir un salario. Es exactamente el mismo esquema del sistema nacional de dominio económico finquero fundado en la opresión indígena. Un racismo, combinado con misoginia, que en la esfera laboral sitúa a las mujeres indígenas en el eslabón más bajo de las castas económicas guatemaltecas.

Junto a ese contexto opresivo, las mujeres trabajadoras en la maquila enfrentan contradicciones simultáneas y conexas. Según datos del Ministerio de Economía y del Ministerio de Trabajo, cerca del 70% de la

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población trabajadora de la maquila de textiles lo constituyen mujeres entre 18 y 30 años. Cerca de un 35% lo constituyen madres solteras. Para la mayoría de mujeres Kaqchikeles, en un 85% joven menor de 25 años, la maquila es su primer trabajo y, por tanto, su primer dinero en cheque. Todas las mujeres, indígenas y mestizas, señalaron que casi la totalidad de su salario es un aporte a la economía familiar, sean solteras y vivan con sus padres (en cuyo caso la mayoría les entrega el 50% de su salario), sean casadas o sean madres solteras. Para las jóvenes indígenas entrevistadas su nueva movilidad laboral provoca nuevos controles sociales, ya sea en el barrio o comunidad donde vivan. “Estamos en la boca de la gente”, dicen las mujeres indígenas, ya sea porque se arreglan para ir a trabajar, porque envidian su estatus de llevar un cheque a casa, porque llegan tarde o porque dejan solas a sus hijas e hijos. A la mayoría de esposos no les gusta o no están convencidos de que ‘sus’ mujeres trabajen, por eso es común que tanto mujeres mestizas como indígenas, meten a sus mamás o a sus hijas a trabajar con ellas. Entre las mujeres mestizas entrevistadas hay más hogares desintegrados y en conflicto. Los problemas más comunes en el hogar derivados de su condición de trabajadoras son: esposos alcohólicos que les quitan su cheque, esposos que se irresponsabilizan porque ellas ya son proveedoras, esposos celosos que desconfían de su sexualidad y, en el menor de los casos, esposos que les pegan. Y este último es el menor de los casos porque hay un hecho curioso entre las mujeres obreras. Su fuerza interior ha crecido (y su salario les da poder) para sobrevivir si sus maridos las abandonan, para darse valor y separarse de sus parejas o para decidirse a tener una/un hijo y optar por no vivir con el padre. Entre mujeres mestizas e indígenas es frecuente el número de madres solteras mayores de 35 años. Su fuerza, carácter y voluntad de trabajo son extraordinarios. Su identidad fundamental es su maternidad: “sacar a los hijos”, “ven que no lleven la misma vida de sufrimiento”. A ese cuidado dedican el tiempo libre que da el trabajo fabril. No obstante, ni esa dedicación es bien valorada. Tanto en estudios previos como entre las mujeres entrevistadas se coincide en advertir que su condición de madres solteras no es bien vista por la sociedad, ni siquiera por las propias familias parentales de las mujeres. Hemos dicho que el sistema sitúa a las mujeres en la más baja escala del mercado de trabajo y se encarga además de hacer creer que el salario de las mujeres es complementario, legitimando así la inequidad salarial entre los sexos. Organiza, como agravante, todo un imaginario que termina por colocar a las obreras madres solteras en la base de las valoraciones sociales derivadas de la sexualidad. En la cumbre se encuentran los heterosexuales, seguidos por las heterosexuales casadas y continúa hacia abajo una serie de ‘castas sexuales’ despreciadas, donde se incluyen las madres solteras porque “ya están usadas”, a la par de las lesbianas, homosexuales y un poco arriba de los transexuales, travestís, fetichistas, sadomasoquistas y trabajadoras (es) del sexo. Por tanto, las madres solteras trabajadoras de maquila de textiles no sólo tienen que vivir la tensión derivada de una cultura social que las inferioriza, sino que las madres obreras en general deben enfrentar el hecho de que hoy, a diferencia del pasado, cuando en el mundo se crearon leyes laborales protectoras de la maternidad, ellas simbolizan para los empleadores “costos más altos” que no están dispuestos a asumir. Esa es la cultura de producción de la especie. Nos forman y nos formamos, mujeres y hombres, con la paradójica misión de las mujeres como educadoras, para cosificar y someter a las mujeres mismas. Allí está en

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las memorias colectivas el viejo refrán asiático/europeo: “Esposa te doy, que no mujer: trátala como a mula de alquiler”, un refrán dicho por una trabajadora de Amatitlán: “porque las mulas de alquiler se cuidan para que no te cobren más de la cuenta, como a las esposas…” a las mujeres obreras se les toma, se les vende, se les compra, se les usa, se les hace lo que se pueda, incluso desecharlas. Guatemala: La voracidad del capital textil en el contexto neoliberal Bien han dicho las y los expertos económicos: la maquila no es perfectible, su naturaleza es expoliar, no se le puede pedir peras al olmo; la maquila está hecha para elevar la plusvalía violando hasta los derechos básicos reconocidos internacionalmente desde mediados del siglo XX. La maquila es un sistema de relaciones de producción y una tecnología de productividad intensiva que se instala en el mundo, desde finales de los años setenta, como un elemento entre muchos que caracterizaron una profunda transformación de los modelos económicos capitalistas. El capital siempre ha sido un movimiento que separa el hacer de lo hecho, es decir, el trabajo del/la obrera del producto de su trabajo. Pero el capitalismo que se forja desde finales del siglo XX hasta la fecha, ha pretendido invisibilizar el trabajo social y a la misma producción, opacándolos respecto de las funciones del mercado y pontificando el papel social y redentor del empresariado para fomentar el ‘desarrollo’. La corriente ideológica que se ha impuesto, comúnmente llamada neoliberalismo, impuso su triunfo contra el tipo de Estado benefactor conformado luego de la segunda guerra mundial, al igual que su triunfo contra la tradicional organización del trabajo, el sindicalismo, acusándolo de obsoleto, a pesar de que fue su fuerza negociadora y su lucha (y no el libre mercado), las que permitieron mejores salarios y más derechos, obligando al Estado precisamente a fortalecer la seguridad social. El paradigma del mercado lleva consigo el viejo temor a la clase obrera y se esfuerza por desprestigiar al trabajo a pesar de que los hechos siguen demostrando que el trabajo, la producción y la circulación productiva son un gran negocio para el capital, incluyendo las ganancias financieras especulativas. Las tribunas empresariales se convierten ahora en fuente para deslegitimar las variadas formas de organización de las y los trabajadores, y a su vez ubican a las cámaras empresariales como sujeto hegemónico para los nuevos imaginarios de economía donde se endiosa al mercado. Con el argumento de que el sector financiero es hoy la fuente principal de valor y riquezas, el neoliberalismo menosprecia el trabajo y desencadena cambios en los procesos productivos y en los mercados laborales, que instalan nuevos procedimientos colonialistas y, por ende, profundizan las desigualdades entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Hoy los países desarrollados cobijan un crecimiento de los servicios y del consumo en sus espacios nacionales haciendo más terciaria su economía, pero los guetos industriales, que son muy fuertes, desprotegen e intensifican el trabajo y se profundiza la criminalización y precariedad de las poblaciones trabajadoras migrantes (montaje de circuitos electrónicos, impresos y bobinados, encuadernación, tapicería, servicios de correo, agroindustria, construcción, etc.). Curiosamente el ‘tele trabajo’ en Europa es absorbido por mujeres trabajadoras mediante empleos vulnerables. Además, un rasgo decisivo de los nuevos modelos económicos es que los países en desarrollo operativizan pactos entre sus empresas trasnacionales, avalados por organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), para armar articulaciones productivas en las

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manufacturas a partir de las cuales crece el empleo industrial precario en los países en desarrollo. En Europa y Estados Unidos las mujeres en los empleos de servicios están accediendo a una mayor profesionalización y el empleo femenino en los servicios ha crecido en un 60% en los últimos 10 años; pero el empleo que sus gobiernos y empresas mandan al ‘subdesarrollo’ busca y quiere mujeres obreras analfabetas y miserables para las manufacturas. Hoy el capital trasnacional no sale en busca de materias primas, más bien exporta alimentos caros; busca especialmente dos cosas (las mismas de cualquier imperio neocolonialista): 1) trabajo barato articulado industrialmente y en jerarquía plena a los planes de ventas de sus marcas monopólicas; y 2) Control de los recursos naturales estratégicos, como el agua, el petróleo, la diversidad mineral del subsuelo y la misma biodiversidad. Los procesos productivos que implementa para el efecto no son uniformes y no buscan ninguna coherencia entre los fundamentos de los mismos aplicados en el Norte con la forma como se aplican en los países del Sur. Así, promueve la extensión del trabajo en empresas subcontratistas, a tiempo parcial o por hora en Europa, Japón, China, Estados Unidos o Canadá. Descentralizan la producción manufacturera a través de redes de subcontratistas que aplican el sistema de trabajo por cuotas y el de trabajo por demanda (‘justo a tiempo’). Ya no es útil la ética protestante que estimuló al capitalismo en los siglos XVIII y XIX; hoy el capitalismo de Japón es autor intelectual de una ética de trabajo que hace vincular la vida personal y familiar del trabajador con los intereses de la empresa y llama a una unidad común en contra de su competencia. El ‘solidarismo’ es hijo de esta ideología. Han reconvertido las gerencias de las empresas en recursos humanos buscando la adhesión e involucrando a sus trabajadores en delimitados espacios de decisión para fines no de ellos. Y han promulgado nuevas leyes laborales que flexibilizan el trabajo, lo cual significa la puesta en práctica de procedimientos fundados en la búsqueda de calidad total en atención al cliente. Estas leyes pretenden ser universales y su aplicación en los países desarrollados ya ha implicado la despersonalización del/la obrera y el debilitamiento de los pactos colectivos, reduciendo en consecuencia la seguridad social y el poder organizativo independiente de las y los trabajadores. Todo este nuevo engranaje ni siquiera es uniforme, es ad hoc y, lo más importante, es advertir que en los países del Sur ha implicado que Estados socialmente débiles renueven sus alianzas con sus clases criollas, históricamente agresivas y racistas en sus empresas de trabajo, y se vuelvan ahora irresponsables ante la seguridad social, aliados radicales hacia la baja de los salarios reales y complacientes del empleo informal (trabajo por cuenta propia) que es absolutamente temporal y precario. La rentabilidad de las trasnacionales en el Sur se explica no tanto por la alta tecnología implementada en el Norte, sino por una voraz intensificación de la mano de obra barata. Bien dice para América Latina Enrique de la Garza Toledo: “Las promesas de bienestar derivadas de las nuevas tecnologías, con nuevas calificaciones, trabajo creativo y flexibilidad enriquecedora del trabajo, quedan reducidas para una minoría de la humanidad, el resto tiene que soportar peores condiciones de trabajo y salarios, inseguridad en sus empleos, una flexibilidad destructiva no sólo de las calificaciones sino de la dignidad. La nueva ‘situación social’ abarca a la mayor parte de los pobladores de esta tierra, no todos ellos son empleados del capital pero igualmente sufren por la forma como ese capital global se desarrolla”6. 6

De la Garza Toledo, Enrique. “Problemas clásicos y actuales de la crisis del trabajo”, 2000. Sociólogo, Universidad Autónoma de México- Iztapalapa. Coordinador del Grupo de Trabajo de CLACSO “Trabajo, sujetos y organizaciones laborales”.

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En medio de esta vorágine mundial, en Guatemala la pragmática y el oportunismo de los clúster capitalistas han convencido a su Estado a combinar dos formas de funcionamiento para la maquila de textiles: 1) El estimulo de maquilas medianas y grandes, donde se aplica sistemáticamente el taylorismo primitivo por cuotas, incluyendo trabajo a domicilio, con casi ningún criterio de flexibilizar las jornadas de trabajo; 2) El estimulo a encadenamientos productivos y de servicios para producción de textiles y confección de ropa, con maquilas medianas y grandes también organizadas por cuotas y respuesta rápida a demandas, incluyendo micro talleres subcontratados, con aplicación parcial de la “calidad total”. En ambos casos se buscan zonas de comunidades lingüísticas del pueblo maya, con acceso logístico y se prefiere mano de obra barata, mano de obra de mujeres, jóvenes y no calificadas7. La palabra ‘maquila’ es de estirpe feudal, como bien lo señaló AVANCSO en uno de los estudios pioneros sobre este sistema productivo. Deriva del árabe clásico makilah que significa ‘cosa medida’. Desde el año 1020 la palabra ya está documentada en castellano. Se usó para referirse a un proceso productivo que consistía en prestar un servicio para producir un producto ajeno, quedándose con una porción de lo producido. La makilah designaba comúnmente la porción de grano, harina o aceite de oliva que cobraba un molinero por moler el trigo o la aceituna. El molinero, en tanto productor, no era propietario de las materias primas ni de todo el producto final y, en tal sentido, prestaba un servicio. La legislación guatemalteca, mediante el Decreto 29-89, Ley de Fomento y Desarrollo de la Actividad Exportadora y de Maquila, define a la maquila como “el valor agregado nacional generado a través del servicio de trabajo y otros recursos que se percibe en la producción y/o ensamble de mercancías.” Obsérvese que se destaca el valor generado por el trabajo. Esta ley también define estrictamente como maquila “aquella orientada a la producción y/o ensamble de bienes, que en términos de valor monetario contengan como mínimo el cincuenta y uno (51%) por ciento de mercancías extranjeras destinadas a ser reexportadas a países fuera del área centroamericana”8. Ahora bien, el Decreto 29-89 define como empresas con los mismos beneficios que las maquilas a aquellas que: a) suministran mercancías, materias primas, productos semielaborados, materiales, envases o empaques a otra empresa, calificada dentro de la presente ley que los incorpora en mercancías cuyo destino es la exportación a países fuera del área centroamericana. b) producen mercancías que han tenido como destino su venta a empresas exportadoras, quienes las integraron, incorporaron o agregaron a mercancías previamente exportadas a mercados fuera del área centroamericana. Los beneficios son extraordinarios y dependen del régimen al que se adscriban. Los regímenes son cinco: i) Maquila de Admisión Temporal; ii) Exportadora bajo el Régimen de Admisión Temporal; iii) Exportadora bajo el Régimen de Devolución de Derechos; iv) Exportadora bajo el Régimen de Reposición con Franquicia Arancelaria y v) Exportadora bajo el Régimen de Componente Agregado Nacional Total. 7 8

Las maquilas agrícolas están provocando lo que Enrique de la Garza Toledo llama una polarización de los aparatos productivos. Desarticulan las antiguas cadenas alimentarias campesinas, la mayoría indígenas, agudizando la inseguridad alimentaria y trasladando a los nuevos segmentos obreros/campesinos gran parte de los costos de producción. Este artículo fue modificado por el artículo 1 del decreto 38-04 del Congreso de la República, en el cual se establece que las exportaciones, incluso, pueden realizarse dentro del área centroamericana.

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Entre los principales y comunes beneficios que se le otorgan a estas entidades, resaltan: • Suspensión temporal del pago de derechos arancelarios e impuestos a la importación, con inclusión del Impuesto al Valor Agregado -IVA-, sobre las materias primas, productos semielaborados, productos intermedios, materiales, envases, empaques y etiquetas necesarios para la exportación o reexportación de mercancías producidas en el país, hasta por un plazo de un año contado a partir de la fecha de aceptación de la póliza de importación respectiva. Este plazo puede ser ampliado. • Suspensión temporal del pago de derechos arancelarios e impuestos a la importación, con inclusión del Impuesto al Valor Agregado –IVA-, sobre los muestrarios, muestras de ingeniería, instructivos, patrones y modelos necesarios para el proceso de producción o para fines demostrativos de investigación e instrucción, hasta por el plazo de un año, contado a partir de la fecha de aceptación de la póliza de importación respectiva. Este plazo puede ser ampliado. • Exoneración total del Impuesto sobre la Renta, de las rentas que se obtengan o provengan exclusivamente de la exportación de bienes que se hayan elaborado o ensamblado en el país y exportado. Tal exoneración se otorgará por un período de diez (10) años. • Exoneración total de los derechos arancelarios e impuestos a la importación con inclusión del IVA, a la importación de maquinaria, equipo, partes, componentes y accesorios necesarios para el proceso productivo debidamente identificados en la resolución de calificación del Ministerio de Economía. • Exoneración total de impuestos ordinarios y/o extraordinarios a la exportación. Estos privilegios son ampliados para aquellas empresas que se acojan a la Ley de Zonas Francas (Decreto Ley 65-89), además del amparo que reciben de la Ley de Inversión Extranjera (Decreto 9-98). La Ley de Zonas Francas permite territorios libres de impuestos, mientras que la Ley de Inversión Extranjera concede al inversionista extranjero iguales derechos que los nacionales. El sector empresarial logró desde el año 2008 el dictamen favorable de la comisión legislativa respectiva para hacer algunas reformas a la Ley de Zonas Francas, como la creación de zonas económicas especiales (así llamadas en China), promovidas por el Estado, en regiones de alta pobreza y para asegurar que el Estado invierta en infraestructura necesaria para que el capital privado pueda operar. Y se pretende también permitir que la producción de las zonas francas se venda a nivel nacional debido al exceso de contrabando de ropa para consumo interno promovido por los mismos empresarios. A pesar de estos y otros beneficios (como exoneración de timbres fiscales y del Impuesto Único sobre Inmuebles, y exoneración por importación de combustible), los empresarios de textiles y de confección se oponen al establecimiento del sistema de fijación y revisión periódica del salario mínimo. Argumentan que esa política de fijar el mínimo salarial más los altos costos de energía eléctrica constituye la causa de su pérdida de competitividad. No obstante, el salario mínimo para la maquila es el más bajo en el país. El salario mínimo en la maquila se comenzó a definir sólo a partir del año 2008, entrando en vigencia el 1 de enero del 2009, gracias a las presiones de las mujeres trabajadoras y del liderazgo sindical. Incluso ha sido la Comisión de la Industria de Vestuarios y Textiles (VESTEX), organismo gremial que agrupa al sector empresarial en estas ramas, quien ha solicitado un trato especial hacia la baja para los salarios de la maquila. En el año 2009 el salario mínimo

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en la maquila fue de Q47.75, mientras los otros salarios se ubicaron en Q52.00. Al 2010 equivale a Q51.75 diarios, mientras que los salarios agrícolas y no agrícolas se sitúan en Q56.00 al día.

En general, los salarios en la industria manufacturera de Guatemala ocupan el sexto lugar promedio respecto a las diversas actividades económicas, situándose sólo arriba de la construcción y la agricultura.

El promedio de pago del salario real en la maquila al mes no pasa de Q1,500.00, es decir, hay incumplimiento en el pago del salario mínimo, advirtiendo que muchas veces no se pagan las horas de trabajo nocturno o extraordinarias conforme lo manda la ley. Según datos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), Guatemala, a octubre de 2009, fue el país centroamericano con el mayor decremento del salario mínimo real respecto al mismo período de 2008.

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La misma fuente certifica que Guatemala hasta el 2004 era el país de la región con los salarios mínimos reales más altos. A partir del 2005, la OIT registra a Honduras y Nicaragua con salarios mínimos reales más altos. El Salvador es el país que más bajos salarios mínimos tiene desde el año 2000, hecho que explica por qué los empresarios de textiles y confecciones han afirmado a la prensa nacional de su interés de trasladar sus operaciones a la nación salvadoreña. Nominalmente se han registrado los salarios hora, en dólares y con cargas sociales, de esta manera: Costa Rica (2.03), Guatemala (1.38), El Salvador (1.35), Honduras (1.19) y finalmente Nicaragua (0.70)9.

En todo caso, el monto del salario mínimo mensual de Guatemala es sensiblemente inferior al monto de la canasta básica de alimentos, el cual a marzo de 2010 -según el INE- superaba los Q2,000.00. El aumento promedio de los salarios reales en una década (2000-2009) ha sido de 6.5%, mientras el promedio anual de la inflación no ha bajado del 9%.

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Burga Bartra, Eduardo. Estrategias para la reconversión de la industria textil y confecciones en Guatemala y Nicaragua. ICTSD Programa sobre competitividad y desarrollo sostenible, diciembre 2009.

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Esa es, entonces, la naturaleza capitalista de la maquila: el máximo de robo de trabajo humano. La máxima reducción de costos por salarios es una constante que no sólo se refleja en los bajos montos, sino también en el pésimo estado de las condiciones de trabajo y en el incumplimiento de derechos humanos fundamentales. Para una mejor ilustración se cita el relato de más de 500 mujeres trabajadoras de las maquilas textiles que participaron en la ya citada investigación de Médicos del Mundo/Francia: “Constantemente padecemos de dolor de cabeza, irritación en la garganta, trastornos digestivos, afecciones respiratorias, irritación de la piel y alergias, dolores en la región lumbar, malestares urinarios y alteraciones nerviosas. Además, nos sentimos cansadas, deprimidas, presionadas, traumadas por tanta presión por alcanzar la meta, por muchas horas extras, por tanto ruido de las máquinas y del radio que funciona a todo volumen, por la mota que desprenden las telas y se nos mete por la nariz, por las sustancias químicas, por el maltrato, por tantos gritos y constantes amenazas de despido”. Todos los estudios y relatos, sin excepción, referidos a los derechos de salud de las y los trabajadores de la maquila, dan cuenta que los abusos de este sistema también incluyen: • Incumplimiento del derecho a la salud (obligación del Estado de garantizar las condiciones sociales para obtener un estado óptimo de bienestar físico, mental y social y garanticen el mantenimiento de esas condiciones). Incumplimiento del acceso a la salud. Incumplimiento de la obligatoriedad del derecho a la seguridad social. Incumplimiento de los derechos por el proceso de maternidad. Se estima que sólo el 18% de las personas trabajadoras de maquila tienen cobertura del IGSS, por lo que se incumple los mandatos legales que obligan a dar seguridad social y, en particular, la obligación de dar prevención y protección en el caso de riesgos laborales como: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, maternidad, enfermedades generales, invalidez, viudez, vejez, muerte (gastos de entierro). Incumplimiento del Código de Trabajo, especialmente en cuanto a que obliga a la industria en general a proporcionar primeros auxilios. Las mujeres trabajadoras entrevistadas cuentan que en muchas de las maquilas donde hay un cuarto que “medio sirve de clínica”, funciona más bien como inteligencia política para promover despidos de embarazadas o enfermas, dar aspirinas y/o estimulantes neurodinámicos. Aún más trágico es que esta generalizada precariedad en el trabajo de maquila no es sólo responsabilidad de capitalistas extranjeros. Existe una fuerte inversión de capital procedente de empresarios nacionales. Respecto a la industria maquiladora de vestuario y textiles de toda Centroamérica, Guatemala tiene la segunda más importante calificación como país con muy buena receptividad ante el usuario final de Estados Unidos. Cuenta con una rama altamente desarrollada e integrada ya que le apuesta a los procesos de ‘paquete completo’ (el cual se verá en el siguiente apartado), produce hilos de nylon/polyester y los exporta a Centroamérica y El Caribe, concentra el 55% de la producción del tejido plano de la región y tiene el sector de accesorios más completo de la región, con productos como hilos, adornos, etiquetas, botones, cremalleras y embalaje. La familia Zimeri Kattan/Massis es propietaria de Hilcosa Guatemala S.A. dedicada a la venta de hilos de costuras industriales (de marcas Jaguar, Atomic, Diamond, etc.), así como de Monte Textil (TEXTISUR), con capacidad para producir 3 millones de yardas al mes, con capacidad de vuelos directos a mas de 6 ciudades estadounidenses e incursiona en la generación de energía eléctrica a base de carbón para reducir sus costos. Es a su vez accionista de Nylontex/Novatex Internacional y ZIMTEK Novedades, con un mercado de

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punta en la ropa interior de marca Corazón. Sus fábricas absorben cerca del 45% de la cuota de mercado a Estados Unidos y se estiman márgenes de ganancia superiores al 30%. La familia Botrán, uno de los oligopolios financieros/industriales guatemaltecos que hegemonizan cadenas productivas completas, también tiene inversiones en textiles. Juan Sánchez Botrán ofrece paquete completo con la fábrica TEXSUN y mantiene un liderazgo sostenido en las decisiones de VESTEX. La familia Malouf es también estratégica en esta rama productiva para la introducción de tecnología de punta, tanto en la producción como en la gerencia y planificación comercial. Están vinculados con cadenas de suministros de ropa a Europa, especialmente con la trasnacional minorista francesa Auchan S.A. y son propietarios accionistas, entre otras, de las fábricas La Elegante, Pacific Modas y TEXZIBE. Destaca también la familia Habie, propietaria de Textiles del Lago, en Amatitlán, y accionista de la Comercializadora Eléctrica del Sur (COMESUR), empresa acusada de venta ilegal de energía eléctrica en el 2008 y, en todo caso, líder en la competencia contra el monopolio de la Empresa Eléctrica de Guatemala. No se puede dejar de mencionar a la familia Ibargüen, dueña de Cantel, fábrica de textiles pionera desde 1874 en la historia industrial de Guatemala y cerrada en el 2008, y que está involucrada en el mercado de la maquinaria textil. En fin, el liderazgo empresarial guatemalteco en la maquila textil está agrupado en una élite industrial que, en Guatemala, coincidiendo con los últimos años del conflicto armado interno y la firma de la paz, asestó una fuerte derrota al sindicalismo y a la organización autónoma del trabajo, con el estímulo a la penetración ideológica y organizativa del solidarismo. Es además la misma elite que ha forjado una unidad corporativa a nivel empresarial para impedir recurrentemente la realización de una reforma tributaria progresiva, que descanse fundamentalmente en el pago de impuestos directos y que permita al Estado cumplir sus obligaciones para garantizar la equidad social. Es decir, son copartícipes de la resistencia de la oligarquía guatemalteca a crear procesos serios de redistribución y combate a las inequidades sociales y culturales, fomentando más procesos filantrópicos, ya sea culturales o productivos, los cuales al final favorecen a los intermediarios, tal como ocurre con el control del precio final afuera del país de los textiles procedentes de las culturas de los pueblos y mujeres indígenas. A julio de 2010 la Cámara de Industria de Guatemala, donde VESTEX juega un papel activo, fue junto con la Cámara del Agro, las principales opositoras a la aprobación de una Ley del Sistema Nacional de Desarrollo Rural Integral, utilizando argumentos funcionalistas para negar su importancia y actualidad estratégica respecto a cambios estructurales que estimulen el combate a la inequidad, cuyo índice ocupa el tercer lugar de toda América Latina. Es interesante señalar el hecho que tanto el actual Presidente de la República, Álvaro Colom, como su esposa Sandra Torres Casanova, son empresarios textiles. Sandra Torres es propietaria de la maquila Tejidos Shebla. Bajo el mandato de este Gobierno, como se verá más adelante, se han profundizado las violaciones de derechos laborales en esta rama industrial. No obstante, este gobierno sí permitió el establecimiento del salario mínimo específico para la maquila de textiles y de confección por presiones expresas de mujeres y sindicalistas, aunque a menor monto que el salario mínimo general, tal como ya se indicó.

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“Buen desempeño a bajo nivel” La industria de textiles y vestuario de Guatemala ocupa un lugar estratégico y dinámico en la estructura de las exportaciones no tradicionales. Es el sector que encabeza las exportaciones manufactureras no agrícolas del país. Ha significado hasta un 3.62% del Producto Interno Bruto (PIB) y hasta un 19% de las exportaciones totales, con lo cual se ubica en una rama decisiva en la generación de divisas, con su correspondiente aporte en la balanza de pagos. La producción textil abarca un 69.7% de tejidos de punto de algodón, sintético y mezclas de ambos y un 30.3% de tejidos planos de algodón y fibra sintética. La industrial textil y de confección en Guatemala está integrada por un subsector destinado a la exportación y un subsector destinado al mercado local. Este último se caracteriza por estar compuesto por pequeñas y medianas empresas (PYMES), sin mayores regulaciones. Gran parte de este subsector está integrado por micro talleres ubicados adentro de los cascos urbanos de los municipios, lo cual representa un beneficio en gastos de transporte de las y los trabajadores, ya que las industrias grandes están ubicadas en las carreteras, y también implica un margen de negociación mayor para sus tiempos laborales. Lo constituye también mucho trabajo a domicilio subregistrado, mediante el cual se organiza el trabajo de cuotas con la característica de que las personas trabajadoras asumen costos de electricidad y otros gastos fijos. Tienen muy poco acceso al crédito y suelen abastecerse con telas que sobran a las maquilas de exportación y con telas cuya procedencia no se controla totalmente. Existe, además, un fuerte obstáculo a su desarrollo porque no sólo participan sino también se ven distorsionadas por empresas que abastecen el mercado local con contrabando que proviene de ropa de mala calidad de las maquilas de las zonas francas, o bien compiten con productos de bajo precio como las llamadas ‘pacas’ o ropa de contrabando, especialmente que procede de Panamá. El subsector de exportación tiene como interlocutores a las grandes tiendas de marca (Van Heusen y Levi Strauss & Co., GAP, Banana Republic, Rock & Republic, Buckle, Guess, Abercombrie & Fitch, por ejemplo) y/o comercios trasnacionales (Liz Clairborne, Donna Karan, Ralph Lauren, Tommy Hilfiger, Náutica y Nike, entre otras). Son medianas y grandes empresas con pleno acceso al crédito, con apoyos financieros de organismos internacionales y con relativa capacidad de calificar a la mano de obra contratada. También instalan el trabajo de cuotas con los métodos tayloristas ya señalados. Su materia prima en algodón proviene principalmente de Estados Unidos y la sintética es nacional una parte y, otra como productos de telas, provienen de Asia y la región centroamericana. Sus exportaciones principales se dirigen a: EE.UU. (82 %), Centroamérica (10,67 %), México (2,54 %), Canadá (0,28 %) y otros (4,82 %). En los últimos 10 años más del 60% de las fábricas de confección provienen de inversión extranjera directa. Según datos de VESTEX, a enero de 2010 estaban establecidas 154 empresas, de las cuales 88 son de capital coreano, 55 de capital guatemalteco, 10 estadounidenses y 1 de capital francés. El Departamento de Política Industrial del Ministerio de Economía manejaba otros datos al 31 de diciembre de 2009, es decir, un mes antes de los datos de VESTEX. Según esta dependencia del Estado existían 106 empresas calificadas de conformidad con el Decreto 29-89, de las cuales 66 son de origen guatemalteco, 30 de Corea del Sur, 5 de Estados Unidos, 2 de México y 1 respectivamente de El Salvador, Italia y Colombia. Las incongruencias entre las fuentes pueden deberse a que: a) No todas las empresas de esta rama están adscritas a los regímenes del Decreto 29-89, lo cual es improbable por los beneficios que otorga; b) Hubo un inusitado repunte de más del 50% en un solo mes, lo cual contradice los síntomas mundiales de recesión económica; y c)

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Existe un subregistro oficial de estas empresas y, por tanto, hay mucha operación ilegal en el país.

El subsector de exportación se caracteriza por su calificado desempeño empresarial, es decir, por una gran habilidad de reconversión tecnológica y de mercadeo. A pesar de la reciente crisis financiera mundial que luego impacta drásticamente en las esferas productivas y de mercado, y afecta seriamente la tendencia al crecimiento que registraba este sector (ver gráfica de exportaciones, según VESTEX), el mismo se caracteriza por su alto dinamismo. La producción total de fabricación de textiles y prendas de vestir, cuero y calzado, creció en 30% entre 2001 y 2004. Entre 2004 y 2008 se redujo en un 3%, sin embargo la industria textil guatemalteca es líder de Centroamérica e incluso respecto a México en cuanto al precio por Metro Cuadrado Equivalente de telas (Square Meters Equivalent, SME, por su denominación en inglés), a pesar de las contracciones en los volúmenes exportables.

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Además, se trata de un sector que practica una constante renovación de maquinaria (cada 5 años) y que cuenta con un gremio cohesionado por su convicción de ofrecer a sus compradores alta calidad en el servicio y rapidez de entrega. Su principal diferencia en Centroamérica ha sido su habilidad para responder, mediante la integración o encadenamientos productivos, a las exigencias de sus clientes, a la diversificación de productos y, especialmente, a la capacidad de producir el paquete rápido (Speed Package), que responde a las exigencias de la moda y demanda, o al paquete completo (Full Package), que incluye la articulación de accesorios y textiles hacia la confección de ropa bajo pedidos, elevando su valor final. Guatemala es el país con mayor desarrollo en Centroamérica de las empresas que abastecen con servicios y accesorios a las maquilas. Aunque su mercado sigue concentrado hacia Estados Unidos, su menor dependencia de telas procedentes de Estados Unidos le ha permitido acogerse a otros beneficios derivados de los tratados de libre comercio firmados con varios países de América Latina.

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Todas estas capacidades le han llevado a ser el país de Centroamérica con un gremio líder en la búsqueda de la reconversión industrial, al grado de proponerse cambiar la tendencia vertical de instalar cadenas productivas desde el comprador por cadenas productivas (incluyendo diseños de ropa) lideradas por el productor. También está interesado en sostener un lugar diferenciado en las llamadas tiendas de concepto (Concept stores), las cuales les permiten ofertas de diseño propios y crear vínculos directos entre fabricantes y consumidores (aquí destacan negocios con Nike, Disney y Warner Bros, entre otros). Por supuesto que esta industria todavía no está preparada para competir con los bajos precios de la mano de obra y los encadenamientos a escala de China y enfrenta altos costos en el consumo de energía eléctrica, así como otros problemas de tipo aduanero y en baja calidad de la infraestructura nacional. De acuerdo con Burga Bartra, luego de China (5.07), El Salvador es el país que tiene los costos más bajos en consumo de energía (8.04 centavos de dólar por kilowatt hora), seguido por Costa Rica (8.11), República Dominicana (9.74), Nicaragua (11.7), Honduras (11,72), México (12) y Guatemala (21).

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No obstante tan evidentes logros empresariales, existe un debate conceptual acerca de su aporte real a un desarrollo sostenible. El Banco Mundial ha denominado como “buen desempeño a bajo nivel” a la tendencia de aquellas ramas económicas, como la de vestuario y textil, que consiste en promediar índices positivos de crecimiento macroeconómico, pero con muy poco impacto favorable en las condiciones de vida de las zonas y/o población involucrada y con bajos índices de calificación del trabajo. Según VESTEX, a enero de 2010, la rama textil y de vestuario generó 82,631 empleos. El aporte de esta industria en la generación de empleo es un hecho irrefutable, incluso tomando en cuenta el generado por las microempresas o el trabajo domiciliar. Cuando entró en vigencia el Decreto 29-89 se emplearon poco más de 8,000 personas; al cabo de diez años de vigencia, la cantidad de mano de obra trabajando había crecido en un 900%10.

No obstante, debe insistirse en que los expertos en esta materia advierten que la industria textil y de confección de Guatemala todavía tiene muy poca generación sostenible de capacidades tecnológicas, carece de políticas de beneficios para las comunidades, además de conceder una baja libertad sindical. Otro elemento relevante, dadas las características de elevada inequidad en la sociedad guatemalteca, es que el Estado asume una importante pérdida tributaria si se compara con el empleo producido y los beneficios obtenidos por las empresas. De acuerdo con datos proporcionados por el Departamento de Política Industrial del Ministerio de Economía, al 31 de diciembre de 2009, existía una fuerte desproporción entre el empleo generado (sólo 17,545 empleados) y los beneficios obtenidos por la exportación (Q1,715 millones), mientras el Estado registró una pérdida fiscal por Q189 millones. Las pérdidas al fisco equivalen a más del 15% de la recaudación fiscal y superan el 1.5% del PIB anual. 10

Se estima que ese crecimiento bajó sensiblemente entre 2004 y 2007, período en que se reporta la pérdida de 44,500 empleos.

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Se concluye, por tanto, que el modelo de negocios de la maquila textil y de confecciรณn, aunque dinรกmico y eficaz, se fundamenta en una baja inversiรณn en capital humano, aunque existe una baja intensidad en la calificaciรณn de tareas puntuales vinculadas con la complejidad del paquete completo. Los expertos en economรญa ratifican que son casi inexistentes las estrategias de educaciรณn gerencial en cuanto a la motivaciรณn, participaciรณn y respeto a la legislaciรณn y derechos de las y los operarios. La cultura productiva que se ha instalado en la maquila textil y de confecciรณn no podrรก avanzar en las cadenas de generaciรณn de valor si se sigue nutriendo de lรณgicas neocolonialistas, como lo demuestran los abusos laborales, especialmente de coreanos, basadas en un profundo menosprecio y despojo de la dignidad y de ser personal del numeroso contingente de mujeres contratadas en esta industria.

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III. La justicia tolerante es

complice del maleante

“Ni caso nos hacen nos odian dicen que sólo líos somos”

Las irregularidades mostradas en el mundo laboral de la industria textil y de vestuario, también son comunes en todas las esferas económicas de la nación guatemalteca. La historia de la economía de Guatemala se caracteriza precisamente por un ejercicio radical de depreciación de la fuerza de trabajo; por formas densas e intensivas de explotación que han combinado la usurpación y el acaparamiento de la riqueza creada por muchas generaciones. Guatemala tiene una larga historia de desmantelamiento de las estructuras colectivas de autogestión y autogobierno de casi todas las comunidades indígenas, siendo por tanto la agricultura finquera la fuente originaria de grandes inequidades. Con una historia de exclusión se explica por qué la cohesión social/nacional se ha desenvuelto recurrentemente en ciclos de ingobernabilidad que inhabilitan las ciudadanías. La voluntad política dominante, emparentada con esa lógica económica, ha impuesto un criterio permanente: controlar y menospreciar el derecho laboral con un impacto profundo a favor de una cultura política poco fraterna y de doble moral. El Estado nunca ha tenido el carácter para influir a favor de una equidad distributiva. Sobre esa historia económica se erige el Estado: desde las inducciones liberales que obligaron el trabajo gratuito de ‘indios’, hasta la criminalización actual de las luchas sociales. La libre organización del trabajo siempre ha sido penalizada por el Estado, en magnitudes diferentes dependiendo de los gobiernos de turno. En estos tiempos, cuando se han entreverado y complejizado los poderes que siempre capturaron al Estado como engranaje para facilitar sus procesos de acumulación de capital legales o ilícitos, resulta muy difícil que existan en su interior (del Estado) procedimientos transparentes y poder real para balancear objetivos que deriven en relaciones laborales justas y estables, así como en una participación democrática de las y los trabajadores. La misión del Derecho de Trabajo es proteger a las personas trabajadoras para equilibrar las desigualdades que viven respecto a sus patronos. El Derecho de Trabajo dispone un mínimo de garantías para las personas trabajadoras (jornada de 8 horas, goce de vacaciones, protección de la maternidad, protección de la vida,

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la salud, la seguridad social, etcétera). El Derecho de Trabajo consagra la estabilidad en la contratación. Y, ante todo, es un derecho imperativo u obligatorio, no es un asunto privado ni discrecional, sino de orden público. El Estado además ha ratificado 68 Convenios Internacionales del Trabajo11 y la Constitución Política de la República establece la preeminencia de la legislación internacional en materia de derechos humanos sobre la legislación nacional.

Pero el Estado guatemalteco, tal como está constituido, tiene como función no hacer funcionar los principios rectores del derecho laboral. Un primer nudo estratégico que caracteriza el ineficaz funcionamiento estatal es su recurrente desestructuración. Debido a que en Guatemala no existe carrera profesional en el Estado ni ley que la regule en el servicio civil, con total facilidad la institucionalidad pública se ha vuelto presa de los negocios políticos clientelares, ya sea que deriven de los abusos de los partidos políticos o del tráfico de influencias de los poderes económicos fácticos y paralelos. Con cada gobierno de turno cambia el personal medio y de dirección, tanto como los énfasis y/o procedimientos de políticas. Lo que un gobierno hace, el otro lo deshace. Desde la firma de la paz la cultura política media de la población guatemalteca en el ámbito del ejercicio del voto, ha tenido como resultado votar por un partido político para la Presidencia y por otro u otros para el 11

Serían 69 convenios si se incluye el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, el cual, aunque no es estrictamente de trabajo, en su artículo 20 de la Parte III contiene asuntos relativos a contratación y condiciones de empleo de los pueblos indígenas. Entre los convenios destacan: 1. Sobre las horas de trabajo (Industria) 1,919; 16. Sobre el examen médico de menores (Trabajo marítimo), 1921; 19. Igualdad de Trato (accidentes de trabajo), 1925; 29. Sobre trabajo forzoso u obligatorio, 1989; 45. Sobre el trabajo subterráneo (Mujeres), 1935; 59. Sobre la edad mínima (Industria), 1937; 77. Examen médico de menores (industria), 1946; 79. Sobre el trabajo nocturno de los menores (trabajos no industriales), 1946; 81. Sobre la Inspección del Trabajo, 1947; 87. Sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948; 89. Sobre el trabajo nocturno de las mujeres empleadas en la industria, 1948; 90. Sobre el trabajo nocturno de los menores empleados en la industria, 1948; 98. Sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949; 100. Sobre igualdad de remuneración, 1951; 105. Sobre la Abolición del trabajo forzoso; 129. Sobre los servicios de inspección en el trabajo agrícola, 1969; 138. Sobre la edad mínima, 1973; 148. Sobre el medio ambiente de trabajo (contaminación de aire, ruido y vibraciones), 1977; 149. Sobre el personal de enfermería; 160. Sobre estadísticas de trabajo, 1985; 161. Sobre los servicios de salud en el trabajo, 1985; 182. Sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999.

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Legislativo. El efecto de este llamado ‘voto cruzado’ ha sido naturalizar el ejercicio de una “oposición política” perversa, puesto que la mayoría parlamentaria opositora viene a poner todo tipo de candados financieros para amarrar el poder del Ejecutivo, sin defender ningún argumento de beneficio nacional; la única intención es hacer fracasar al gobierno de turno. El impacto más dramático es que no se ha llegado a cumplir con ningún compromiso de paz relativo a elevar las cargas tributarias directas, y el principal beneficiario es el sector del gran capital. El Estado funciona con deuda pública interna y externa y con los proyectos sectoriales de la cooperación internacional. Por tanto, otro nudo de la disfuncionalidad es la crisis financiera que se agrava en un contexto donde el Estado ha perdido rectoría sobre una gama de prestadoras privadas en todos los servicios esenciales, los cuales carecen de supervisión en la misión y eficacia. Es también otro obstáculo estratégico el manejo desarticulado de proyectos públicos, la ausencia de sistemas de control de calidad del trabajo del funcionario público, el incumplimiento y/o ausencia de políticas y procedimientos para la coordinación interestatal. La desatención de los derechos laborales y de dignificación del funcionario de niveles medios y bajos del Estado constituye a la vez un ambiente favorable para la falta de cohesión, el predominio de una cultura de chismes y tensiones internas. La corrupción en esas condiciones se convierte en un sistema invisible y susceptible de ser usado por todo el mundo. A la sazón, corrupción, falta de coordinación intraestatal, clientelismo político, tráfico de influencias de grupos de poder legales o ilícitos, privatizaciones, concentraciones, centralizaciones, desajustes presupuestarios, son, entre otras, serias enfermedades de un Estado que, además, no ha logrado reflejar en su interior las prioridades de equidad que reclama una nación pluricultural y con una ruralidad cuya experiencia de Estado se limita en muchos casos a los poderes caudillistas y militares. El Estado de Guatemala carece de sistemas para la gestión transparente de la información pública y carece de sistemas que hagan transparente la gestión pública. Los datos sectoriales se contradicen, están desactualizados, están dispersos, mantienen registros no desagregados por pueblo y género, mientras los sistemas integradores de información promovidos por organismos internacionales se construyen a ritmos lentos que también tropiezan con cada cambio de gobierno. Cualquier investigación, diagnóstico o requerimiento de política se ve afectado por este desorden informativo. Resulta explicable cómo el Ministerio de Economía (MINECO) decide, en marzo del 2010, emitir la Resolución 1599 que, violando flagrantemente la Ley de Libre Acceso a la Información, declara reservada y confidencial la información procedentes de las empresas que operan con el aval de las leyes de Fomento y Desarrollo de la Actividad Exportadora y de Maquila, de Zonas Francas y de las PYMES. La reserva incluyó información sobre solicitud de acreditación de laboratorios, organismos de certificación y de inspección, informes de evaluación de la Oficina Guatemalteca de Acreditación, las patentes de invención y sus modelos de utilidad, la información personal de los empleados, así como los datos contables. Sólo por las presiones sociales esta medida fue revocada. Resulta también explicable cómo a pesar de la vigencia del Acuerdo Gubernativo 196-96 que obliga al Ministerio de Economía y Ministerio de Trabajo a establecer comunicación y coordinación inmediata en casos que ameriten investigar posibles violaciones de las maquilas y empresas amparadas al Decreto 29-89, se cometan con una frecuencia inaudita los abusos de cierre inesperado de maquilas o cambios de registro de propiedad, devolviendo la maquinaria en alquiler, enajenando de hecho equipo, partes, componentes y

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accesorios, o “desapareciendo del mapa” -como dicen las obreras- sin cumplir con sus obligaciones laborales, ni con las obligaciones de pago de IGSS y consumo de energía eléctrica. La falta de control por parte de los Ministerios (especialmente Finanzas, Salud, Economía y Trabajo) en la parte que les corresponde, sobre el registro de las empresas maquiladoras y de sus operaciones, provoca un estado generalizado no sólo de impunidad sino también de inmunidad, es decir, una cultura de poder estatal que no es rectora, no toca, no controla, no afecta, no somete ante la ley al sector privado, especialmente a las grandes empresas nacionales o extranjeras. Las incompetencias de la Inspección General de Trabajo El Estado de Guatemala está enterado de que la industria textil y de confección es uno de los escenarios donde ocurren recurrentemente violaciones a los derechos laborales de las y los trabajadores. Las violaciones afectan a hombres y mujeres, pero siendo una rama industrial de alto empleo femenino es lógico suponer que las mujeres trabajadoras son las más afectadas, con el agravante -como ya se indicó en el capítulo anterior- que sobre ellas recaen violaciones derivadas de su género. Entre las principales violaciones destacan: violaciones en las jornadas de trabajo; violaciones en el pago de salarios y prestaciones; violaciones al derecho de seguridad social; violación en descansos laborales; violaciones a los derechos sexuales y reproductivos; violaciones a los derechos de salud y seguridad ocupacional (agua pura para beber no disponible, inadecuados espacios para comer, falta de guarderías, ventilación deficiente e iluminación deficiente); violaciones a las normas internacionales de no discriminación y prohibición de trabajos forzados y violaciones al derecho de sindicación y libertad sindical. Este sistemático incumplimiento de las normas laborales se llama impunidad y constituye un problema grave de la justicia laboral. Muy de acuerdo con el Diagnóstico hecho por el Comité Nacional Coordinador del Sistema de Monitoreo de los Derechos Laborales de Guatemala, la causa directa de la impunidad laboral consiste en la ausencia de sanción por parte del Estado, ya sea porque sus órganos o funcionarios cometan omisión o realicen prácticas permisivas que derivan en la indefensión, desprotección y violación de los derechos de las y los trabajadores por parte de los patronos. El primer paso de la justicia laboral, que es la prevención y la fiscalización, debe ser realizado por el Ministerio de Trabajo y, en particular, por la Inspección General de Trabajo (IGT), en tanto que esta última debe velar por la correcta tutela administrativa de los derechos laborales y, ambos, deben crear las condiciones para el cumplimiento de la legislación en la materia. Sus acciones tienen título ejecutivo u obligatorio. Sin embargo, desde el año 2003 se tiene cerrado un diagnóstico del funcionamiento de la IGT que no ha sido superado hasta la fecha, observándose más bien empeoramientos de su accionar. Muchas de las mujeres entrevistadas en el presente y otros estudios coinciden en opinar que la IGT las subestima, no las escuchan, las trata como tontas, las convencen de conciliar, “tratan de convencernos diciéndonos chulas, mamitas y mijitas” y “por eso tenemos que ponernos al brinco”; “sólo sirve para hacerte el cálculo de tus prestaciones” y “se prestan para componendas conciliatorias en beneficio de la patronal”. Entre los problemas comunes reconocidos en la IGT resaltan: la ausencia de dirección y de política tutelar, ausencia de instrucciones y política para realizar inspecciones de oficio y con el debido cumplimiento de los protocolos; la burocratización de las visitadurías con su respectiva ausencia de monitoreo y vigilancia; y la

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ausencia de evaluaciones, de controles y de sanciones sobre el rendimiento profesional de los inspectores. Según el Comité Nacional Coordinador del Sistema de Monitoreo de los Derechos Laborales de Guatemala, las inspecciones de oficio carecen de planes efectivos y suelen ser coyunturales y susceptibles de ser manipuladas mediáticamente por cada gobierno de turno para fortalecer su imagen pública. Las inspecciones hechas por denuncias, indica el Comité, sobresaturan a la IGT, en parte por la débil voluntad técnica y política y por la carencia de recursos y de personal. Todos los estudios parecen coincidir en que, en todo caso, existen un desempeño disfuncional en la IGT que nunca se ha resuelto: • Están obligados a levantar actas, pero… no las hacen, o haciéndolas incurren en errores y omisiones afectándoles su poder como medios de prueba o de fe pública. No emiten actas de “obstrucción” cuando las empresas les impiden el ingreso y no aplican el procedimiento de orden penal para mostrar el abuso de autoridad patronal. No colocan en las actas el punto de vista, las demandas y las pruebas ofrecidas por las y los trabajadores. • Están obligados a atender las leyes nacionales e internacionales en materia de derechos de los pueblos indígenas y de derechos de las mujeres, pero… desarrollan una cultura de menosprecio y discriminatoria tanto a indígenas como a mujeres, afectando más y en consecuencia a las mujeres indígenas trabajadoras. En las visitadurías, en conciliaciones o en conflictos no acuden a traducciones ni a peritajes culturales. Es muy común que provoquen desistimientos en las mujeres con argumentos que apelan a sus urgencias de atención maternal. • Están obligados a prevenir a la patronal sobre irregularidades o violaciones, a modo de indicar las faltas o sanciones por el incumplimiento, pero… la tendencia política de la IGT es conciliar; es convencer a las y los trabajadores de que acepten conciliar, con el argumento de que gastarán tiempo y dinero si van a los tribunales. Invitan al empleador a buscar soluciones, como si las irregularidades o violaciones no existieran ya en tanto faltas o delitos. En la mayoría de los casos convocados por la IGT para conciliación, es común que la patronal no llegue, que niegue o descalifique los hechos y que imponga montos mínimos en perjuicio de la persona trabajadora. • La ley les concede el criterio de actuación a discreción, pero… predomina una costumbre política de abandono de los principios del derecho laboral y funcionalmente no existe un manual de procedimiento para regular sus actuaciones y limitar su discrecionalidad. No hay controles ni sanciones ante el desempeño de inspectores y procuradores. • Estas obligados a realizar auditorías administrativas y laborales, a revisar los libros contables, a vigilar el cumplimiento de los convenios internacionales, a velar por la equidad de las relaciones de producción y a proteger la maternidad y la lactancia, pero… no enfrentan a la empresa violadora y se someten y actúan en virtud de un tráfico de influencias que procede de altos mandos del Ministerio de Trabajo, de caudillos de cualquier organismo de Estado o de las clientelas empresariales del gobierno de turno. Asimismo, se someten a negociaciones y corruptelas con los abogados patronales o dueños de las empresas. También engañan a las trabajadoras y trabajadores luego de componendas previas con la patronal.

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• El Ministro de Trabajo y altas autoridades están obligadas a establecer las coordinaciones pertinentes entre la IGT y la Procuraduría de Defensa del Trabajador (abogados defensores), la Dirección General de Previsión Social (departamentos de higiene y seguridad, de la mujer trabajadora, de pueblos indígenas etc.), la Dirección de Recursos Humanos (controles internos) y Auditoría Interna (controles internos) para fortalecer estrategias, pero… el Ministerio es un centro de clientelas políticas donde cada quien está en su feudo. Además, la IGT no tiene acceso al registro de empleadores del IGSS, ni tampoco a la base de datos de la administración tributaria y de comercio exterior. Tampoco tiene acceso directo al registro mercantil (inscripción de empresas). • El Ministerio de Trabajo está obligado a procurar la defensa de las y los trabajadores ante los tribunales de trabajo, pero… no se constituyen en garantes de los trabajadores. Predomina la falta de coordinación entre inspectores y procuradores para darle continuidad a la demanda judicial; tampoco cuentan con procedimientos claramente establecidos, ni aplican enfoques comunes para acompañar los casos, dándose constantes cambios de personal, pérdidas de las pruebas y estilos y tácticas de trabajo que dilatan innecesariamente los juicios acompañados. Como ocurre en el ámbito penal ocurre entonces el fenómeno conocido como ‘cifra negra’, que consiste en el retiro de la víctima, el cansancio y desconfianza de las y los trabajadores que optan por retirarse. Altos funcionarios públicos del Ministerio de Trabajo entrevistados para el presente estudio llegaron a calificar de “caos” el funcionamiento, mientras unos relataban que “los inspectores son como los policías, tienen que ver de dónde sacan para sus bolsillos porque sus salarios no pasan de Q3,000.00, incluyendo las bonificaciones”; otros comentaban que “paquetes de ‘lap top’ y ‘palm’ donados por la cooperación, simplemente ya no existen”. Esa disfunción sólo favorece a las clientelas políticas y patronales. Los hechos lo confirman. Fue por un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF, cúpula empleadora), que la Corte de Constitucionalidad, en agosto del 2004, limitó las facultades que le diera el Decreto 18-2001 (reformas al Código de Trabajo durante el gobierno de Alfonso Portillo), al Ministerio de Trabajo para poder imponer sanciones administrativas por la comisión de faltas o infracciones a las leyes de trabajo o de previsión social. Al derogar esta facultad sancionatoria, volvió al Organismo Judicial la competencia del procedimiento para el trámite y la imposición de la sanción, es decir, a tramitar las faltas laborales por la vía del incidente, creándose de nuevo una cadena de vacíos, negligencias y negocios corruptos para evitar la multa que, a la larga, deja en la impunidad a los infractores. Las y los jueces entrevistados en este estudio reparan en que la derogación fomenta la impunidad, así como los vicios y condiciones para la corrupción. Un juez afirmó: “La mayoría de incidentes de faltas laborales se detienen porque la información recibida desde la IGT está plagada de errores que obligan a realizar previos o retardar audiencias, dando tiempo para que las maquilas ya no existen o se declaran sin bienes.” Muchas de las acciones realizadas durante el gobierno de Alfonso Portillo para fortalecer al Ministerio de Trabajo han quedado sin efecto. El presupuesto para esta rama lleva virtualmente congelado desde hace 3 años y se ha ubicado en el décimo lugar entre las instancias públicas que han recibido menos transferencias, incluso por debajo del Ministerio de Gobernación y del Ministerio de Cultura. Durante el gobierno de Alfonso Portillo el presupuesto de la IGT tuvo un incremento del 40% y el número de

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inspectores creció de 160 a 192. A junio de 2010 trabajaban sólo 140 inspectores, aunque curiosamente hay plazas abiertas (¿fantasmas?) para 30012. Bajo el Decreto 18-2001 el valor de las multas impuestas a las empresas que incumplieron las leyes laborales, entre el 2001-2003, aumentó más de siete veces, al pasar de Q900 mil a Q7.4 millones. Para agosto 2009, la IGT informó de una recuperación no mayor Q1.4 millones. Entre el 2001-2003 también aumentó el número de prevenciones a empresas por incumplimiento, pasando de 136 a por lo menos 923 casos. A partir del 2005 hasta la fecha el índice mayor ha vuelto a ser el de las conciliaciones, a tal grado que durante el gobierno de Oscar Berger aumentaron hasta un promedio de 14 mil al año. Otro retroceso fue el que se hayan instalado en el 2003 dos unidades especiales de la IGT, una para menores de edad y otra para la rama textil y de confección: ambas unidades han desaparecido. Las protestas sindicales, sociales, de mujeres y de organismos de cooperación internacional han llevado a convertir la justicia laboral en un asunto de interés hasta para los organismos financieros internacionales que dan respaldo a las empresas trasnacionales y empleadoras. Con apoyo de Banco Interamericano de Desarrollo (BID, quien financia a VESTEX) y el acompañamiento de la OIT, en julio de 2004, los Ministerios de Comercio, Economía y Trabajo de los países de Centroamérica y República Dominicana, firmaron una declaración conjunta con la cual se integró un equipo para hacer recomendaciones que mejoraran el estado de los derechos laborales. En el año 2005 el equipo publicó un documento titulado “La Dimensión Laboral en Centroamérica y República Dominicana. Construyendo sobre el Progreso: Reforzando el Cumplimiento y Potenciando las Capacidades”, que es conocido como el ‘Libro Blanco’. Las áreas prioritarias en las cuales se emitieron recomendaciones fueron: a) Legislación laboral y su aplicación ( libertad de asociación, sindicatos y relaciones laborales; inspección y cumplimiento de la misma); b) Necesidades presupuestarias y de personal de los Ministerios de Trabajo; c) Fortalecimiento del sistema judicial en materia laboral; d) Garantías de protección contra la discriminación en el trabajo; e) Peores formas de trabajo infantil; y f) Fomento de una cultura de cumplimiento. Para el efecto, el Estado de Guatemala elaboró un Plan de Implementación de las Recomendaciones del Libro Blanco 2007-2010. No obstante, no se demuestra ningún avance ante los problemas ya señalados, mientras el plan se vuelve exuberante en diálogos, talleres y capacitaciones. Mientras tanto, las y los trabajadores siguen teniendo muy pocas oportunidades para proveerse de asistencia jurídica gratuita para la defensa y restitución de sus derechos violados. Entre las recomendaciones del Libro Blanco se encuentra la creación de defensorías laborales, pero este tema ha sido abandonado. Se estima que los honorarios promedio de un abogado laboralista superan los US$130 por memorial presentado, por lo que este tipo de servicios se convierte en inaccesible para las y los trabajadores, máxime cuando en medio de un conflicto laboral están en juego su dinero y sus prestaciones. En contraste, en Guatemala funciona con gran prestigio mediático y fluidez de donaciones la Asociación Guatemalteca del Derecho al Trabajo, integrada por abogados patronalistas, quienes han construido relaciones clientelares con funcionarios del Organismo Judicial. Se ha sabido de casos de abogados que trabajan en el ramo laboral del Organismo Judicial que prestan sus servicios de asesoría a la patronal. Uno de los casos más conocidos fue el del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Gonzalo 12

Declaración hecha por un inspector de trabajo. Esta persona estimó que para ampliar la cobertura de los servicios de la IGT, se necesitan por lo menos entre 300 y 400 inspectores adicionales.

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Cabrera Hurtarte, acusado de litigar en los tribunales laborales que estaban bajo su jurisdicción. El Movimiento Sindical, Indígena y Campesino Guatemalteco (MISCIG -CCDA, CGTG, CNAICP, CUSG, FNL, UNSITRAGUA-) también ha denunciado la corrupción de abogados en su calidad de funcionarios públicos, sin que el Colegio de Abogados asuma una posición al respecto. En el año 2009 el MISCIG denunció los casos de:

“José Israel Jiatz Chalí, por su labor de dilación maliciosa de los procesos laborales en su ejercicio profesional al servicio de la Procuraduría General de la Nación; el caso de la Abogada, Aura Nelly García de León cuya falta de ética en la promoción de dilación de los procesos fue cuestionada por la propia Corte de Constitucionalidad en el expediente 3520-2007; los casos los abogados Mynor Custodio Franco y Dimas Gustavo Bonilla, al ser elegidos Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, a pesar de los cuestionamientos de CICIG y sus antecedentes de agresión a si dicalistas y de aquiescencia en la violación de los Convenios Fundamentales de OIT; y los casos de los abogados Aura Nelly García de León y José Israel Jiatz Chalí, al habe los nombrado respectivamente magistrada titular y suplente de las Salas de la Corte de Apel ciones, pese a que su ejercicio profesional se ha caracterizado por la obstrucción de la justicia laboral.”

Los Códigos de Conducta y los derechos colectivos Es indudable que los Códigos de Conducta y las Cláusulas Sociales, comúnmente elaborados para autoregular el respeto a los derechos laborales en el funcionamiento interno de las empresas/cadenas verticales de las marcas trasnacionales del vestuario, constituyen nuevos y beneficiosos estándares que pueden servir para inhibir los abusos de poder tan comunes en esta rama económica. Los Códigos de Conducta pueden ser vistos como nuevos aportes a una regulación internacional del derecho laboral. Los Códigos de Conducta aprobados por las grandes marcas (como Nike, GAP, Reebok y Liz Claiborne, por ejemplo) pueden además ser herramientas de gran utilidad en las alianzas trasnacionales entre mujeres y sindicatos para enjuiciar la muy cuidada imagen mediática de estos emporios y esperar cambios derivados de acciones exitosas que pongan en vergüenza a dicha imagen. Ahora bien, la mera existencia de los Códigos de Conducta no representa para la parte trabajadora ningún beneficio. Menos en países como Guatemala donde se observa una tendencia en los empleadores de textiles y vestuario hacia un manejo de doble moral: hacer público un discurso que habla de la existencia del Código de Conducta, pero ocultar: a) la inexistencia de sistemas efectivos de monitoreos independientes; b) la existencia de prácticas violatorias inmunes e impunes a la legislación nacional e internacional, que sí exige sanción inmediata. VESTEX creó desde 1996 un Código de Conducta, el mismo año que en Estados Unidos se constituyó The Apparel Industry Partnership (Asociación de la Industria de Vestuario), la cual incluye a grandes marcas que aplican los códigos. La suscripción del código, entonces, derivó de una estrategia de competitividad. Desde 1996 a la fecha VESTEX ha contratado a empresas auditoras privadas, las cuales recurrentemente han certificado que las empresas cumplen con el código y las leyes laborales. El monitoreo de VESTEX, es fundamentalmente en empresas globales directamente encadenadas con las grandes marcas. El monitoreo

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además se circunscribe a derechos individuales. Por otra parte, no ha sido aplicada una política sostenible de comunicación a las y los trabajadores a través de la cual se les informe acerca de la existencia y el objetivo de dichos códigos, mientras la mayoría de trabajadoras (es) supone que son normas para obligar la conducta de ellas y no de los patrones. En el año 2001 hubo el caso conocido de las dos maquiladoras de Choi Sin, en Amatitlán, con más de 1,100 trabajadoras (es), autoreguladas por el Código de Conducta de Liz Claiborne13. En esa fábrica se cometían los abusos conocidos: horas extraordinarias obligatorias, bajos salarios y abuso físico y verbal contra las mujeres. Un grupo de 20 mujeres y hombres trabajadoras conformaron a medio año un sindicato y presentaron una solicitud oficial al Estado para que se reconociera. La respuesta de VESTEX tipifica la doble moral: envió a un equipo de abogados para disuadirlos e invitarlos a conformar una asociación solidarista y desplegó una estrategia de chisme para que llegara a los oídos de todas las personas empleadas: “si hay sindicato la fábrica se cierra”. Días después VESTEX estimuló el linchamiento entre las obreras que querían sindicato y “las y los otros” que llegaron a golpearlos y amenazarlos. Estas amenazas terminaron en firmas de papeles en blanco o en la fuga de algunas y algunos líderes del linchamiento. La presencia de una delegación de Liz Claiborne y de COVERCO/Australia, firma de auditores independientes, detuvieron la violencia. Sólo gracias a las redes y alianzas internacionales de FESTRAS (Federación Sindical de Trabajadores de Alimentación, Agroindustrias y Similares), se logró un impactó mayor: denunciar internacionalmente la violación al derecho de libre sindicación. En el 2003 el gobierno de Alfonso Portillo anunció el cierre de Choi Sin, conminándola a firmar un pacto colectivo. El pacto se firmó, pero el sindicato no sobrevivió. Hoy la Choi Sin no aparece como empresa vigente al amparo del Decreto 29-89. Las mujeres y los sindicalistas confirman los numerosos intentos de formar sindicatos en las maquilas. Sesenta intentos, sesenta frustraciones. Pero adentro de VESTEX existen listas con los nombres de las personas que han defendido sus derechos en las maquilas y cuyos nombres son socializados a los empleadores para violar otro derecho más: su derecho al trabajo. A través de un sistema conocido popularmente como ‘listas negras’, las y los trabajadores “brincones” no consiguen fácilmente trabajo. Reprimir y criminalizar los derechos colectivos es un acto de impunidad. VESTEX sabe que los derechos laborales colectivos otorgan poder de negociación a las obreras y es ese poder y ese derecho precisamente lo que el gremio no quiere respetar. Lo que si quiere promover es una mera adscripción a un código gremial de conducta para proteger su imagen ante sus clientes. Por tanto, está comprobado que el Código de Conducta de VESTEX no garantiza el respeto a los derechos laborales. Recientemente VESTEX abrió un programa que se llama de ‘auditorías amigables’, sin embargo, se basa en charlas y monitoreos superfluos que siguen susceptibles al tráfico de influencias. Existen nuevos métodos a nivel internacional que dan mayor fuerza coercitiva o ejecutiva a los códigos de conducta, como la participación obrera en el monitoreo o en el diseño de auditoría, pero la industria textil y de vestuario de Guatemala está muy lejos de aceptar esas estrategias democráticas.

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La siguiente síntesis fue hecha especialmente con información del documento: Las maquilas, un ejemplo de la globalización. El caso de las empresas maquiladoras Cima Textiles y Choi Shing. Comisión Europea. Roma, febrero 2002.

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A través de la Campaña Regional contra la Flexibilidad Laboral, realizada por organizaciones activas de Centroamérica en la defensa de los derechos laborales14, se ha caracterizado muy bien que la otra cara de los códigos de conducta son los procesos que realmente sí abren o impactan: inhibir la tutelaridad y los poderes coercitivos de las legislaciones nacionales en materia laboral. Las acciones de cabildeo que los empleadores realizan a nivel internacional, incluso ante la OIT, autocalificándose defensores de códigos de conducta, buscan condiciones a su favor para ‘legalizar’ la flexibilidad laboral y desaparecer tres grandes conquistas originarias de las y los trabajadores guatemaltecos: 1º. Establecimiento de jornadas ordinarias de trabajo de 8 horas; 2º. El derecho a la organización y a la negociación colectiva de las y los trabajadores y 3º. El Establecimiento de salarios mínimos. La injusticia en círculo perverso Las redes de solidaridad entre los trabajadores, sean nacionales e internacionales, siempre han sido un factor estratégico para ejercer presión a favor del respeto y vigencia de los derechos laborales. Han sido esas redes internacionales las que han logrado, a fuerza de movilizaciones y cabildeos, darle muchas veces vida a la retórica de los Códigos de Conducta y, además, vincular a éstos con sanciones nacionales o internaciones en contra de actores impunes. El más reciente ejemplo ocurrió el 30 de julio de 2010, cuando Ron Kirk, Representante de Comercio de los Estados Unidos y Hilda L. Solís, Secretaria de Trabajo de los Estados Unidos, dirigieron una carta a los señores ministros de Guatemala, Erick Coyoy Echeverría, de Economía, y Edgar Alfredo Rodríguez, de Trabajo y Previsión Social, en la cual afirman que, con base en el artículo 1615 del Tratado de Libre Comercio República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (RD-CAFTA), se solicita a Guatemala iniciar un proceso de consultas sobre el grado de cumplimiento de Guatemala a sus compromisos laborales. 14

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Las organizaciones miembras de esta campaña son: El Salvador: 1. Federación de Asociaciones y Sindicatos Independientes de El Salvador – FEASIES 2. Sindicato de Trabajadores de la Industria del Vestir – STIVES 3. Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho – FESPAD 4. Comisión de Mujeres Sindicalistas del Salvador – CMSES 5. Sindicato de Empresa de Molinos de El Salvador – SEMESSA 6. Grupo de monitoreo independiente de El Salvador – GMIES 7. Sindicato de trabajadores de la lotería nacional – SITRALONB 8. Mujeres Transformando 9. Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños - ANDES 21 de Junio 10. Sindicato de la Industria de Energía Eléctrica de El Salvador, Seccional del Sur - SIES DEL SUR 11. Sindicato de Obreros de la Industria de la Construcción, Similares y Conexos de El Salvador – SOICSCES 12. Mesa de trabajadoras de la Maquila. Guatemala: 1. Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores del Estado de Guatemala – FENASTEG 2. Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas – CNOC 3. Unión Sindical de Trabajadores de Aeronáutica Civil de Guatemala – USTAC 4. Comité de Unidad Campesina – CUC 5. Unión Sindical de Trabajadores del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación – UNSITRAMAGA. Honduras: 1. Equipo de Monitoreo Independiente de Honduras – EMIH 2. Coordinadora de Sindicatos Bananeros de Honduras – COSIBAH 3. Centro de Derechos de las Mujeres – CDM 4. Sindicato de Trabajadores de la Tela Rail Road Company – SITRATERCO. Nicaragua: 1. Confederación Sindical de Trabajadores “José Benito Escobar” – CST – JBE 2. Centro Nicaragüense de Derechos Humanos – CENIDH 3. Red de Solidaridad y Desarrollo Comunitario – REDSCOM 4. Confederación Unitaria de Trabajadores – CUT 5. Comité Nacional de Mujeres Sindicalistas 6. Federación de Trabajadores de Maquila “8 de marzo” 7. Federación de Bebidas y Alimentos 58 Flexibilidad laboral: tendencias y casos. Costa Rica: 1. Sindicato de Empleados del Banco Nacional – SEBANA 2. Coordinadora de Sindicatos Bananeros de Costa Rica - COSIBA CR 3. Programa Equidad de Género del Instituto Tecnológico de Costa Rica 4. Centro Feminista de Información y Acción – CEFEMINA 5. Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza – APSE 6. Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica – FEUCR 7. Movimiento Alternativa de Izquierdas – MAIZ 8. Sindicato de Trabajadores de la Chiriquí Land Company – SITRACHIRI 9. Asociación Servicios de Promoción Laboral - ASEPROLA 10. Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Limón – SITRAMUPL 11. Sindicato del Instituto Nacional de Aprendizaje – SITRAINA 12. Asociación de Funcionarios del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social – AFUMITRA 13. Sindicato de la Salud y la Seguridad Social – SISSS 14. Central General de Trabajadores – CGT 15. Unión de Personal del INS – UPINS 16. Sindicato de Empleados Universitarios – SINDEU 17. Confederación Solidaridad. Panamá: 1. Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente – CONUSI 2. Centro de Investigación y Desarrollo de Panamá – CIDPA 3. SINTRAHISMA 4. Sindicato de Trabajadores de la Industria del Vestido y Afines – STIVA 5. Federación Istmeña de Trabajadores – FIT 6. Sindicato Unitario de Trabajadores de la Construcción y Similares – SUNTRACS 7. Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Seguridad – SITIS 8. STESCP 9. Sindicato de Trabajadores del Aseo de Panamá – SITRAP 10. SITRACOMMCSAP 11. STEEFP 12. Sindicato Unión de Trabajadores de Refresquería, Restaurantes y Afines de Panamá – SUTRRAP 13. SITRABANAPAN 14. SITIESPA 15. Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de la Aviación Civil y Similares de la República de Panamá – SIELAS 16. Asistencia Legal Alternativa de Panamá – ALAP 17. FER 29 18. Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales Panamá – FRENADESO. El RD-CAFTA en su artículo 16 estipula que: “[una] Parte no dejará de aplicar efectivamente su legislación laboral, por medio de un curso de acción o inacción sostenido o recurrente, de una manera que afecte el comercio entre las Partes, después de la fecha de entrada en vigor de este Tratado.” Este artículo desarrolla la normativa sobre los aspectos laborales, incorporando regulaciones relacionadas a: compromisos de las Partes, aplicación de la legislación laboral, garantías procesales e información pública, estructura institucional, cooperación laboral, consultas laborales, árbitros laborales, definiciones y mecanismos de cooperación. Con este capítulo se prevé que las Partes no utilizarán y debilitarán la legislación laboral para insertarse en el comercio externo; sino que al contrario, se espera que los países respeten y apliquen sus respectivas legislaciones.

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Debido a las quejas interpuestas desde mayo de 2008 por parte de la Federación Estadounidense del Trabajo y el Congreso de Organizaciones Industriales (del inglés American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations, AFL-CIO), en alianza con el MSICG, el gobierno de Estados Unidos estudió por once meses el comportamiento del Estado de Guatemala en materia laboral. En la carta los funcionarios estadounidenses concluyen que

“… el Gobierno de Guatemala no parece atender a sus obligaciones conforme al artículo 16.2.1(a) en lo que respecta al cumplimiento eficaz de la legislación laboral guatemalteca relativa al derecho de asociación, el derecho de organizarse y de negociar colectivamente, y las condiciones acept bles de trabajo. Por ejemplo, hemos hallado un número significativo de casos en los que no se ha hecho cumplir la legislación, lo que constituye un curso de acción o inacción sostenido o recurrente, entre ellos: 1) El Ministerio de Trabajo no ha investigado supuestas infracciones de la le islación laboral. 2) El Ministerio de Trabajo no ha tomado medidas coercitivas después de haber reconocido infracciones de la legislación laboral. 3) La judicatura ha dejado sin cumplir órdenes de las cortes laborales en casos de infracciones de la legislación laboral.”

Los funcionarios estadounidenses también expresaron su “grave” preocupación por

“…el problema de la violencia laboral en Guatemala, el cual es serio y al parecer se deteriora. Los Estados Unidos están seriamente inquietos por la respuesta del Gobierno de Guatemala a la utilización de la violencia y de la amenaza de la violencia que parecen estar relacionadas al ejercicio o intento de ejercer los derechos laborales en Guatemala, entre ellos, el derecho de asociación y el derecho de organizarse y negociar colectivamente. Las preocupaciones de los Estados Unidos incluyen el aparente incumplimiento del Gobierno de Guatemala de proteger adecuadamente a los amenazados con la violencia y de investigar y enjuiciar adecuadamente esos delitos.”

Este llamado de atención no ha sido el primero. El mismo gobierno de Estados Unidos y la OIT emitieron en el año 2009 sendas declaraciones que señalaban dichos abusos. Con esta advertencia reciente, el gobierno de Guatemala está teóricamente sujeto a un panel de solución de diferencias para examinar los asuntos y corre el riesgo de que, si se concluye que no ha avanzado, se le puede imponer una multa al Estado de hasta 15 millones de dólares anuales. Lo cierto es que el Estado en su conjunto requiere de profundas e integrales transformaciones que difícilmente podrán remontarse con estas conminaciones internacionales, ante todo porque los sistemas de monitoreo son muy débiles, mientras el Estado con acciones de cabildeo en las salas internacionales burocratizadas, difiere siempre las soluciones aduciendo diálogos y procesos de concertación en curso. Los cambios sobre el funcionamiento y competencias del Ministerio de Trabajo se han postergado con esos argumentos de diálogo, tal como ha ocurrido con la explicación acerca de por qué no se le ha devuelto al Ministerio de Trabajo su capacidad de imponer multas ante violaciones laborales, contenida en las reformas anuladas del Decreto 18-2001. En el Plan de Implementación de las Recomendaciones del Libro Blanco 2007-2010, el Gobierno dijo estar “estudiando opciones legales que permitan la imposición de sanciones en forma rápida y efectiva. A la fecha se trabaja en un Proyecto de Ley por parte de los sectores empleador y trabajador, el que será discutido

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y consensuado en las reuniones de la Comisión Tripartita sobre Asuntos Internacionales de Trabajo”. Ese tema, sin embargo, sigue evadido de la agenda de dicha Comisión, aunque la propuesta original contiene ideas interesantes como: • Convertir la Inspección General de Trabajo en una Superintendencia con carácter autónomo sin intervención política y de gobierno tripartito. • Separar dos Intendencias, una a cargo de la Inspección y otra a cargo de la Conciliación. • Instaurar un procedimiento mediante el cual inspectores de la Intendencia de Inspección vigilarían el cumplimiento de las leyes laborales e iniciarían los procesos administrativo de oficio o a instancia de parte, existiendo garantía del derecho de defensa para el supuesto infractor. • Creación de tribunales específicos para conocer de los procesos en materia de sanciones según las necesidades del lugar que se trate16. El círculo vicioso se completa cuando se conoce la débil modernización en los tribunales de trabajo. En el citado plan de implementación del Libro Blanco, el Estado viene declarando, desde el 2004, que están en trámite las reformas para que los procesos de los tribunales laborales se desarrollen oralmente. Al 2010 sólo una sala de trabajo tiene un sistema experimental apoyado por USAID (obsérvese que no es con recursos propios) para hacer videograbaciones. El Estado también ha destacado internacionalmente acciones básicas mínimas de descentralización de los tribunales de trabajo como la creación, en los años 2005 y 2006, de dos Juzgados de Paz Mixtos con competencia en el ramo laboral en Santa Catalina la Tinta, Alta Verapaz; y un Tercero de Paz, en Villa Nueva, Guatemala; así como la separación de los ramos de Trabajo y Previsión Social y Familia en el Juzgado de Primera Instancia de Mazatenango, Suchitepéquez. Entre el 2009 y 2010 el Estado adoptó otra medida: elevar de 8 a 16 el número de juzgados de trabajo para el departamento de Guatemala. Lo que no se hace público es la alta concentración de estos tribunales en la capital y que a los 8 tribunales existentes en ella se les redujo el personal a la mitad. Además, estos tribunales están dispersos en varios edificios y no todos pueden acceder a la información digitalizada de la Torre de Tribunales.

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En el diagnóstico.

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Ciertamente la creación de un Centro de Notificaciones, que funciona como mensajería de los tribunales, fue un paso importante para dar celeridad a la justicia laboral y romper con la inercia de cargar anualmente un promedio de mil expedientes sin notificar, pero aún con este avance la OIT ha reconocido que Guatemala es uno de los países centroamericanos con la justicia laboral más lenta, estimándose en un promedio de 3 años el tiempo para emitir sentencias, no obstante hay procesos antiguos que tienen hasta 10 años sin solución.

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Los tribunales de trabajo no logran remontar sus propias carencias de recursos materiales y humanos, ni atacar al más alto nivel las causas de la falta de coordinación y enfoque entre los órganos competentes (Corte Suprema, Corte de Apelaciones, Corte de Constitucionalidad y Ministerio de Trabajo). Existen serias incongruencias que impiden darle coherencia y sostenibilidad a la jurisprudencia laboral, las cuales van desde una histórica ausencia de carrera judicial, hasta las intromisiones de la Corte de Constitucionalidad, que se ha atribuido funciones de legislación, permitiendo con sus sentencias desproteger el derecho al trabajo, especialmente al interpretar las relaciones laborales como meras relaciones mercantiles. Pero un problema de fondo consiste en que no hay una regulación que convierta en verdaderamente punitiva las violaciones de derechos humanos por parte de las empresas; no existe una regulación sobre los daños y perjuicios ocasionados por estas violaciones. Se ha sabido de casos en que los jueces de Paz Penal desestiman las denuncias de lesiones, maltrato y otras faltas contra la persona, realizadas por mujeres trabajadoras de maquila, argumentando que no son asuntos penales, a pesar de que existen leyes que regulan la sanción contra todo tipo de violencia contra mujeres.

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Así las cosas, los vicios en la justicia laboral llegan a convertirse en causas directas del débil acceso a la justicia por parte de las y los trabajadores. El 60% de las demandas judiciales se originan de mujeres trabajadoras y, la mayoría, provienen de la industria textil y de confección, por lo que la denegación de justicia afecta más a las mujeres. Las mujeres indígenas se ven mayormente agraviadas porque además ningún tribunal de trabajo tiene pertinencia cultural y se les suele desestimar por su condición étnica. Existen normas en la legislación laboral que burocratizan los procesos, lo cual se suma a una serie de vicios de parte de casi todos los actores involucrados, sin que a su vez se apliquen sanciones por el retraso de la justicia. Entre los principales vicios y falencias que abogados expertos señalan en los tribunales de trabajo, especialmente en su desempeño ante casos que proceden de maquilas, destacan: • La ausencia de sanción sobre la práctica judicial desleal (interposición de recursos e incidentes dilatorios); • La falta de un enfoque victimológico laboral en el que se tenga por presuntamente cierto lo afirmado por el trabajador y se dicten medidas de seguridad pertinentes para garantizar la vida y la integridad del trabajador denunciante y de otros que sigan laborando en el lugar. • No hay juzgados especializados en la rama laboral. • No hay regulación que garantice que en caso de establecimientos maquiladores los mismos presten garantías para el pago del pasivo laboral. • La tardanza en la fijación de audiencias y en la práctica de diligencias; • La ausencia de diligencias de oficio para determinar la existencia del derecho reclamado, incluyendo la consulta de registros públicos; • La ausencia de coordinación con el Ministerio Público y con la PDH para el establecimiento de la violación. • Permisibilidad ante el litigio malicioso: Uso frecuente de tácticas de dilación, mediante la interposición de incidentes de incompetencia, excusas médicas, excepciones dilatorias, excepciones perentorias, recursos de nulidades, apelaciones, inconstitucionalidades. • Exceso de formalismo y resistencia a aplicar la oralidad. • Resistencia a aplicar el planteamiento de demanda, requerida por el ramo civil, para el otorgamiento de medidas de garantía (embargos, arraigos, etcétera) y, en su lugar, se exige probar la necesidad de la garantía. • Resistencia a realizar diligencias de oficio de reconocimiento judicial para establecer la existencia de violaciones y reclamaciones de la forma descrita en las demandas. El trámite incidental es el procedimiento que más se presta para provocar tales retrasos. Es un trámite sencillo que se usa para aspectos accesorios que no tengan señalado por la ley un procedimiento específico. Sin embargo, provocan audiencias numerosas para la recepción de pruebas, momentos en los cuales se produce todo tipo de acciones dilatorias por parte de los abogados patronalistas, como los recursos de nulidad y de amparo constitucional, provocando parálisis de hasta dos años. De acuerdo con la opinión de varios jueces y juezas entrevistados en este estudio, los juicios también se paralizan debido a que los expedientes no cumplen con todas las formalidades que exige el Organismo Judicial “a causa de muchas negligencias de los inspectores de trabajo”. En todo caso y a pesar de lo dicho por la persona entrevistada, el Organismo Judicial no regula o establece que los expedientes cumplan con ciertas formalidades. Es en el artículo 332 del Código de Trabajo donde se establecen las formalidades o requisitos que debe contener toda demanda laboral.

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Lo cierto es que la tendencia más común es que las y los jueces tampoco se preocupan por promover la oralidad, ni aplicar el principio de sencillez en el derecho laboral; por lo que también pecan de exceso de formalismos y retardan los procesos hasta por aspectos irrelevantes, como, por ejemplo, no llevar el número de fotocopias requerido. Las mujeres extrabajadoras de las maquilas, que llevan juicios inconclusos o con sentencias no ejecutadas, se quejan además de dos problemas que para ellas son comunes en los juzgados: a) las relaciones clientelares entre jueces y los abogados patronalistas o empresas que les llevan regalitos o los vuelven cómplices de corrupción y b) Su común actitud a presionar o conminar a la conciliación (siempre favorables a la patronal), en lugar de asumir el principio de dirimir un conflicto bajo la tutelaridad a las y los trabajadores. Curiosamente tanto las extrabajadoras de maquila como las y los jueces entrevistados coinciden en señalar que el Organismo Judicial no tiene poder de ejecución ni historial de penalización ante sentencias no ejecutadas. Es más, todas las juezas y los jueces advierten que no tienen conocimiento de un solo cumplimiento de sentencia de reinstalación por despidos injustificados en casos de embarazo, por lo menos en los últimos 2 años. Como se puede observar en el cuadro correspondiente, existe una profunda desproporción entre el número de casos ordinarios y el número de sentencias emitidas. Durante los últimos 5 años (2005-2009) en los 3 departamentos de alta concentración industrial, incluyendo la maquila, los juzgados han recibido 18,038 demandas ordinarias y sólo han emitido 7,378 sentencias. La mayoría de retrasos, ya sea por audiencias espaciadas, exceso de tramites dilatorios, exceso de incidentes, favorece a las empresas y permite que cambien de nombre o de lugar físico, antes que se emitan las resoluciones judiciales correspondientes. Señalemos, finalmente, que ni la Procuraduría General de la Nación ni el Ministerio Público tienen algún registro o record que dé seguimiento a la irresponsabilidad e indolencia del Ministerio de Trabajo. En la Unidad de Defensores de Derechos Humanos del Ministerio Público predomina la falta de investigación a las denuncias penales realizadas por sindicalistas, ya sea por atentados contra su vida o cualquier variante de criminalización de sus luchas. Entre las funciones de la Procuraduría destacan la de asegurar el correcto desempeño de la Administración Pública, la de garantizar que el Estado respete las normativas nacionales e internacionales, la transparencia y eficiencia en el cumplimiento de las funciones de todo (a) funcionario (a) público (a), así como garantizar la aplicación de acciones judiciales y extrajudiciales para proteger a la familia, haciendo énfasis en la mujer. El Ministerio Público, por su parte, debe investigar los delitos de acción pública y promover la persecución penal ante los tribunales; patrocinar a quien pretenda querellarse por delitos de acción privada de conformidad con lo que establece el Código Procesal Penal; dirigir a la policía y demás cuerpos de seguridad del Estado en la investigación de hechos delictivos y preservar el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos, efectuando las diligencias necesarias ante los tribunales de justicia.

En febrero del año 2008, mas de 180 trabajadoras y trabajadores que laboraban en la maquila Cambridge

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Maquila Cambridge Violaciones a los derechos laborales*

fueron informadas (os) por los supervisores de línea acerca de que la empresa sería trasladada de la 18 calle 17-64 interior 4ª de la zona 12, Ciudad de Guatemala, hacia la zona cuatro de Mixco, El Naranjo, Guatemala. Los supervisores les dijeron que los patronos ofrecían el pago del 50% de sus prestaciones a quienes renunciaran antes del traslado. Después de ese ofrecimiento, renuncian 144 trabajadoras y trabajadores. Sin embargo, ninguno consiguió que la empresa pagara de manera inmediata lo ofrecido. Ese incumplimiento y los rumores de cierre de la maquila llevaron a las trabajadoras a denunciarlo ante la IGT. Entre el 22 de febrero y el 27 de marzo de 2008 la IGT realizó 15 visitas hasta dar por agotada la vía administrativa. Durante las visitas realizadas por la IGT, la Jefa de Personal de Cambridge aseguró, como consta en acta, que las oficinas se iban a trasladar de lugar, pero que los contratos de quienes quisieran continuar laborando “seguirían vigentes” y que con los y las trabajadoras que se retiraran se llevaría a cabo una reunión para cubrir “el total de su pasivo laboral”. No obstante, el 26 de marzo, la Jefa de Personal, cambia totalmente los ofrecimientos a la parte trabajadora, ofreciendo tres opciones: a) “todo aquel que desee continuar su relación laboral con la empresa, lo puede hacer en las instalaciones de la zona 4 de Mixco, Finca el Naranjo”; b) “que todo aquel que desee dar por finalizada su relación laboral, se le hará el pago de las prestaciones irrenunciables y un bono por tiempo servicio (Según las trabajadoras, el bono ofrecido fue de Q200.00, a pesar de tener en su mayoría más de una década de trabajo en la empresa)” y, c) “que los que no acepten estas dos opciones anteriores, pueden notificar su depido indirecto y continuar con la reclamación del pago de prestaciones laborales ante el Juzgado de Trabajo y Previsión Social.” Un día antes del 26 de marzo, durante una visita del abogado César Roberto Gatica Lemus, supervisor de Visitaduría de la IGT, propuso a las cuatro líderes de la parte trabajadora, que se presentaran el mismo 26 de marzo a las 7:00 a.m. en las oficinas del Ministerio de Trabajo para que discutir una estrategia de solicitud de embargo, ya que las trabajadoras contaban con un listado de la maquinaria y de los bienes muebles propiedad de la empresa. Pero la propuesta del Lic. Gatica resultó ser un engaño con el fin de asegurar que el equipo líder estaría ausente en la reunión del 26 de marzo entre la Jefa de Personal y las y los trabajadores. El licenciado Gatica pidió además que conservaran en secreto esa reunión, que “sacrificaran ese día de trabajo” para realizar acciones urgentes. El Lic. Gatica también les aseguró que cumpliría la solicitud de las líderes respecto a invitar al abogado Marco Vinicio Hernández, de la PDH. El licenciado Hernández negó haber recibido la invitación del licenciado Gatica, hecho que fue

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corroborado por las líderes, minutos después de la supuesta llamada del supervisor de la IGT. Las líderes llegaron al Ministerio de Trabajo junto con el delegado de la PDH. Ninguna persona estaba enterada de esta reunión, pues las tuvieron “subiendo y bajando niveles”. Decidieron regresar a la maquila a partir de una llamada telefónica de una obrera, quien les alertó de que estaban “sacando a la gente” y obligándola a firmar su renuncia. A su regreso a la maquila se les niega el acceso y, a raíz de la presión que hizo el licenciado Hernández, logran entrar a la oficina en donde se encontraba reunida la parte patronal, representantes de VESTEX y representantes de la IGT. Por exigencia de las líderes la IGT debió dejar constancia del despido indirecto de las y los trabajadores y trabajadoras. Pero la IGT no hizo caso de la solicitud de las líderes acerca de que se tramitara de inmediato un embargo. La IGT tampoco dejó constancia en acta la solicitud expresa de las trabajadoras de que se indicara que les estaban obligando a renunciar. Tampoco dejaron constancia los reclamos de las trabajadoras acerca de que las personas que renunciaron, recibieron incompletas sus prestaciones. Aproximadamente 80 ex trabajadoras y ex trabajadores se presentaron al Ministerio de Trabajo con pancartas para exigir que se les tomara la denuncia, pidiendo que la Procuraduría de Defensa del Trabajador asumiera la procuración y dirección del caso ante los juzgados de Trabajo. El Ministro, ante la presión, debió girar instrucciones para elaborar de inmediato la demanda. El 29 de abril se presenta memorial inicial de demanda ante el Juzgado Primero de Trabajo y Previsión Social. Se fija la primera audiencia para el 12 de junio, sin embargo, no se realizó porque no se notificó debidamente a la empresa. La primera audiencia se celebra el 7 de julio, entregando 999 copias de los carné de cada trabajador y trabajadora. El 14 de agosto se dicta sentencia favorable a las trabajadoras y el 28 del mismo mes se aprueba el proyecto de liquidación. El 18 de septiembre se decreta embargo precautorio sobre bienes muebles y cuentas de depósitos monetarios. Se tiene información de jueces entrevistados que los bancos avisaron a la patronal. El Banco Reformador notifica al juzgado que en la cuenta a nombre de Cambridge, S.A. se encuentra depositada la cantidad de Q2,023.07. El resto de bancos notificaron que estaban en Q0.00. El 22 de octubre el Banco Reformador notifica que en la cuenta de depósitos monetarios embargada, se encuentra un valor de Q.11,943.76. En virtud que no se hizo efectivo el embargo precautorio se ordena nuevamente que se libre el despacho respectivo. Al encontrarse firme la liquidación, se requirió a Cambridge, el 3 de noviembre, el pago por la cantidad dos millones ciento ocho mil trescientos ochenta y seis quetzales con noventa centavos. Ni el Organismo Judicial ni el Ministerio de Trabajo le dieron seguimiento al caso para ejecutar la sentencia a pesar de que todo el año 2009 las trabajadoras realizaron todo tipo de trámites. Las líderes también señalaron que la primera actitud del Juzgado Primero de Trabajo fue proponerles conciliar aceptando la propuesta patronal.

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Debe señalarse que en este conflicto ha sido la Procuraduría de Derechos Humanos la única instancia del Estado que ha jugado un papel relevante para investigar las irregularidades y violaciones. La PDH emitió una resolución en el primer semestre del 2010 donde confirma las violaciones de que fueron objeto las y los trabajadores de la maquila Cambridge y señala el deficiente papel jugado por la Inspección General de Trabajo. Hizo también recomendaciones al Ministerio de Trabajo y al Congreso de la República para remontar los vacíos e incongruencias legales que impiden darle plena vigencia al derecho de trabajo. *Síntesis de las memorias del Programa de Género de CALDH verificadas con las memorias de la PDH,

¡ALERTA!

Impunidad en curso en caso ROTEX/BETEX Este caso es similar al de Cambridge. La empresa maquiladora BETEX, para evadir el pago de las prestaciones laborales, cambió su nombre legal al de ROTEX. Los abogados patronales han presentado excepciones dilatorias y perentorias y apelaciones que hasta julio de 2010 han atrasado el fallo final del Juez de Instancia. El juzgado no ha hecho verificaciones y ha permitido la dilación por más de un año. Existe un embargo por unos Q. 200,000.00 que seguramente no alcanzará para pagar a todas las personas reclamantes (42 en total). No hay bienes registrados a nombre de BETEX. Se espera que se realice un reconocimiento judicial para documentar la existencia de bienes. Falta el fallo de primera instancia, pero se espera la consecuente apelación de la parte patronal y todo el trámite en la Sala de Apelaciones… ¿Cuánto tiempo más se otorgará a esta impunidad? El Ministerio de Trabajo debiera coordinar con el Ministerio Público, a modo de cumplir con la obligación de todo funcionario o trabajador público de denunciar hechos delictivos que con motivo de su trabajo conozca o se entere. Y el MP debiera investigar las violaciones de ley cometidas por la patronal que no cumple con las sentencias de los tribunales de Trabajo. En todo caso, si existiera un vacío legal para regular el cumplimiento de las sentencias, éste debiera superarse. La misma Supervisión de Tribunales debiera llevar un registro del cumplimiento de las sentencias y tener bajo su control el análisis de las responsabilidades o vacíos que incurren u ocurren en las sentencias no cumplidas que son favorables a los trabajadores. Las incompetencias de los órganos que deben controlar el desempeño de las y los funcionarios públicos, y su correlación con la anomia general del Estado, han llevado a Guatemala no sólo a ser el país de Centroamérica con el mayor número de conflictos laborales en los juzgados de trabajo, sino a tener los más altos índices de persecución de las mujeres y los hombres obreros que han liderado el ejercicio del derecho a la organización colectiva, y que han defendido sus derechos y protestado en contra de las violaciones a los mismos. En Guatemala existe una historia larga de agresiones de tipo penal de coreanos y coreanas y de las empresas nacionales y extranjeras contra las y los trabajadores de la industria en cuestión (y de todas las

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ramas productivas, destacando también los abusos patronales en la industria de alimentos y las bananeras), desde golpes hasta amenazas de muerte y asesinatos. Nada se ha investigado. En enero de 2009 la OIT afirmó que en Guatemala “La cuestión de la eficacia y finalidad del proceso judicial así como la ejecución de las decisiones judiciales constituyen el punto central de la frustración en lo que respecta a la efectiva protección de la libertad sindical…” Durante su 98ª Conferencia Internacional, realizada en junio del 2009, la Comisión de Normas de la OIT, advirtió a Guatemala que “la ineficacia de los procedimientos penales en relación con los actos de violencia en contra de las y los trabajadores, dan lugar a una situación grave de impunidad y de los retrasos excesivos en los juicios laborales.” Según la OIT en Guatemala: • El derecho a la vida se pone en riesgo por el ejercicio al derecho de sindicalizarse. No sólo se pone en riesgo el derecho al trabajo. Hay numerosas denuncias por asesinato, secuestros, asaltos, intimidaciones, hostigamiento, persecución, amenazas de muerte, amenazas de todo tipo, allanamientos de sedes sindicales y de organizaciones de mujeres y de los domicilios de las y los trabajadores y lideres. • La discriminación sindical permanente. La OMC ha recibido denuncias de las prácticas coreanas de cerrar fábricas y trasladarse a otros lugares luego de que se intenta formar un sindicato. En las bananeras y maquiladoras existen tareas similares al trabajo forzoso. La discriminación incluye coacciones, agresiones de funcionarios de los ministerios, despidos, asesinatos, intentos de asesinatos y encarcelamientos. • Predominio del ejercicio de tratos inhumanos. Es común tratar a las y los trabajadores como animales, especialmente a las mujeres. Se les da maltrato físico y psicológico; hay casos de acoso sexual e intento de violación sexual como formas disuasivas para ejercer el derecho de organización; se les niega la salud, y se ofrecen pésimas condiciones de trabajo. Las protestas en Centroamérica y América Latina en contra de la impunidad en el ámbito laboral en Guatemala son constantes y crecen en cada gobierno de turno aunque cambien las modalidades de criminalización de las luchas obreras. En enero del 2010 la Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA), miembro de la Confederación Sindical Internacional (CSI), con 50 millones de afiliados, expresó al Presidente de la República, Álvaro Colom, su profundo rechazo por las graves violaciones a los derechos laborales y sindicales de las/os trabajadoras/es. La indiferencia de las autoridades seguramente fue otra causal de las protestas ya descritas que el Gobierno de Estados Unidos hizo recientemente en el marco del RD-CAFTA.

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IV. Codo a codo somos mucho más que dos ,

Los movimientos sociales de Guatemala no se benefician de una conciencia de sí mismos. La comprensión que tienen de su propia naturaleza y de su sentido político es, en general, muy débil. Desde finales de los años noventa, coincidiendo con el proceso de firmas para los Acuerdos de Paz, las luchas sociales se enfrentaron a escenarios tan adversos como su pasado, pero más sofisticados y menos militaristas, que marcaron su destino inmediato hacia un cambio radical: el olvido de su rebeldía y su subordinación a los dispositivos ciudadanos de un Estado que cambió su imagen represiva por un perfil que aparenta dialogar. Entre los escenarios adversos que trajeron los años noventa destacan: • La reorganización del Estado promovida por las cúpulas empresariales de la nación y por el capital financiero internacional, la cual se caracterizó por privatizar los servicios públicos esenciales, por desarticular todo el sector público creado décadas antes para la inducción de inversiones en apoyo a la pequeña y mediana empresa, especialmente campesina y rural; y por cerrar toda oportunidad y voluntad política por realizar transformaciones fiscales progresivas con impacto en la redistribución de ingresos. Desde su nacimiento, la lógica de los Estados neoliberales se erigió como un muro que no permite a los movimientos sociales alcanzar sus demandas. Esas demandas requieren otro tipo de Estado. • La construcción de una hegemonía mediática e ideológica que penetró en casi todos los procesos simbólicos y subjetivos institucionales, desde las escuelas, la radio y la televisión, hasta la organización del trabajo. Esta ideología se caracteriza por ocultar hasta hacer invisibles los procesos económicos, donde se organizan todas las sociedades, por esconder las realidades productivas, las realidades del alimento y del salario, las realidades de los recursos naturales, que es donde habita el trabajo y se hace posible la vida real de las mujeres, de los obreros, de las familias campesinas, de los pueblos indígenas, etc. En sustitución y a fuerza del oligopolio mediático que existe en el país, la opinión pública desde la firma de la paz se dirige a discurrir sobre lo político: las elecciones, los partidos, las instituciones, convirtiendo a esa esfera en la única interlocutora para pensar en la sociedad. La separación de la economía respecto a la política ha sido el mayor éxito de la oligarquía para deslegitimar y marginar a la organización de las

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y los trabajadores e incluso para dirigir con sus propios representantes al Estado nacional. El empresariado se convirtió en un sujeto político eficaz en el sistema de dominio: parloteando ciudadanía pero controlando la economía. • Se inicia una nueva era depresiva para los ingresos sociales. La sobrevivencia económica de la gente se convierte en una emergencia vital. El trabajo se vuelve más trabajo y con menor poder adquisitivo de los salarios. Con un Estado capturado por los negocios oligárquicos e ilícitos, se disparan hacia arriba las estadísticas de racismos, violencias, pobreza, mortalidad, migraciones, desempleo y subempleo. La cooperación internacional se convierte en una inyección paradójica: estimula la inversión social en la sociedad y en el Estado, al mismo tiempo que dispersa las energías sociales en sectores cautivos, amortiguando sus luchas. El proyectismo se instala como el método principal de las luchas sociales. Los proyectos sectoriales de los movimientos, a los que se suma la inercia de su propia burocracia, han dificultado la construcción de estrategias entrelazadas para cambios nacionales profundos. Los proyectos sectoriales se han manejado abriendo brechas gigantes para replantear un marco mínimo de alianzas para una rebeldía nacional en contra de la inequidad y la impunidad. La organización social fue derrotada. Hay un serio problema hoy día en la identidad de la organización social. La organización social está fragmentada y las identidades correspondientes se vienen cerrando y, en casos extremos, se vuelven fundamentalistas y defensivas. Venimos de una tradición que ha entendido que las y los sujetos políticos portadores de la fuerza para mejorar la convivencia, forjan su identidad en el ámbito laboral, en las fábricas, en las fincas, en sus lugares de trabajo. Pero existe un fenómeno del siglo XXI poco estudiado y aprendido en Guatemala, y es el hecho verídico que el trabajo no es sólo trabajo asalariado. Hacen trabajo las comunidades, las aldeas campesinas indígenas y mestizas, las mujeres, la juventud, la población migrante. Existe toda una comunidad de trabajo que no ha sido valorada ni entendida. El capital trasnacional y la oligarquía guatemalteca sí lo ha entendido: por eso muy rápidamente introdujo el solidarismo, por eso quiere trasladar el trabajo a la casa, por eso aumentan los índices de criminalización de las luchas económicas. El trabajo es decisivo en la conformación de la cultura política. Aunque en la época de postconflicto ha declinado la importancia simbólica del trabajo, éste sigue siendo fundamental en la vida. ¿Para qué trabajamos? No sólo estamos sometidos (as) a las lógicas del subempleo, la economía informal y la sobrevivencia (con su correspondiente efecto en la juventud y en la ira y la descomposición social), sino además, fomentando el gremialismo cerrado o la oenegización de la acción político-social. Caminamos a una dispersión de la energía social que parece no tener fin. La pregunta: ¿cuál es el sentido y la eficacia política de mi trabajo? Todavía no es fuente de debate en el movimiento social guatemalteco. La precariedad en las condiciones de vida y en el trabajo es un problema de comunidades enteras en casi todos los países del Sur, que ha puesto en descubierto la interacción entre lo local y lo nacional y ha permitido revalorar la importancia de la organización social desde adentro y desde abajo. Es posible crear, por tanto, imaginarios que articulen a las comunidades o crear comunidades imaginarias que articulen las energías e identidades diferenciadas. Pero no es más útil seguir cada quien en su sector con ánimos mesiánicos y pensando sólo en las mesas de diálogo de este Estado. Estas y otras reflexiones debieran ahondarse en todos los movimientos sociales debido a que cada sector en movimiento sigue en sus proyectos; si mucho, aliándose cada cuatro años a una izquierda electorera o, en

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todo caso, usando operativos que no convocan a la comunidad pluricultural que es Guatemala. En particular, el movimiento sindical que está todavía herido por la brutalidad como fue golpeado y por la impunidad como se le niega su derecho a existir, debiera abordar estas reflexiones con la máxima seriedad. Los otros movimientos sociales, a su vez, debieran entrar a reflexionar cómo el mundo del trabajo y la economía involucran a sus respectivas identidades y demandas. Es seguro que un examen de este tipo encontraría afinidades intersectoriales e interpueblos ahora insospechadas. Cierto es que el movimiento sindical está en un proceso de redescubrimiento de sus funciones y de sus nuevas formas de lucha. Cierto es que hereda formas de organización verticalistas y excluyentes. Resulta entonces importante que las corrientes consecuentes con el pensamiento crítico, sindicales o no, se abran a un análisis de sus convocatorias, de sus interlocutores y de sus métodos de participación y organización. La flexibilización laboral se está imponiendo, pero eso no significa el fin de la organización de las y los trabajadores. Significa la urgencia de nuevas estrategias. La obrera o el obrero tienen en su haber la ventaja del análisis económico, tienen una oferta de análisis para toda la sociedad porque el engranaje empresarial atraviesa a todos los sectores. Sus convocatorias, por tanto, podrían ser más incluyentes, no sólo gremialistas ni coyunturalistas ni referidas estrictamente a las esferas políticas o al Estado. El movimiento sindical en los últimos 15 años ha rearticulado sus redes de lucha nacionales e internacionales, gracias a lo cual ha mantenido relativa fuerza para ejercer presión y combatir la impunidad laboral. Sus alianzas internacionales han sido decisivas para conminar al Estado a que desista de tolerar los abusos patronales. Estas alianzas han creado tribunas internacionales que tienen impactos muy positivos para mejorar las relaciones de trabajo. También ha abierto frentes internos de negociación, como el del salario mínimo, que el sector empresarial ya hubiera eliminado. Y, en su momento, ha contribuido también a mejorar la legislación laboral. Con estos importantes logros debieran ser más fuertes sus afiliaciones y alianzas, es decir, su organización y sus espacios internos de participación. Pero hay factores que no son externos y que están en la cultura política dirigencial que afectan el crecimiento de su fuerza. Uno importante es la división y conflictos por la representación internacional, que les absorbe demasiado tiempo y provoca “codazos” y “zancadillas” entre sí o discriminaciones que los han dañado entre sí, en su unidad y han dañado a terceros, a quienes no tienen “carnet internacional”, como las mujeres obreras guatemaltecas. Otro factor es la menor importancia que se otorga a la formación en economía política: los trabajadores y trabajadoras ya no pueden seguir organizándose sólo en razón de su fábrica o en razón del nombre de su sindicato o su federación; necesitan reconocer todos los hilos de la dominación capitalista y reproducir su organización en sus comunidades de vida. Para eso se necesita superar el factor interno más negativo: sus alianzas restrictivas y fundamentalmente masculinas y mestizas. Muchas mujeres obreras cuentan las historias de sus numerosos intentos por convencer a sus sindicatos acerca de desarrollar estrategias diferenciadas para una mayor incorporación de mujeres en los sindicatos, en sus órganos de decisión y en sus decisiones, y recuerdan los obstáculos recurrentes que les fueron colocados. El más generalizado aunque empobrecido logro fue crear “secretarías de la mujer”. Los sindicatos deben reconocer los muros de su organización tradicional y abrirse a formas organizativas más democráticas, incluyendo alianzas en equidad con las organizaciones de mujeres.

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Lo que sucede en las relaciones de poder al interior de las maquilas es un hecho verídico que demuestra que hay abusos específicos contra las trabajadoras por el sólo hecho de ser mujeres. Esos abusos forman parte de la naturaleza del capitalismo y no responden sólo a casos esporádicos de algún coreano machista. El dominio del trabajo asalariado de las mujeres tiene efectos en toda la sociedad y no constituye un problema y asunto sólo de las mujeres obreras. Por ejemplo, la salud de las mujeres debiera ser un tema fundamental de todos los sindicatos públicos de salud, de sus dirigentes, de los sindicatos de la industria de alimentos, de los sindicatos de las bananeras y de sus dirigentes; es un problema social. Otro ejemplo, el acoso sexual, manipulación de la sexualidad y violencia contra las mujeres en las maquilas es un problema de la cultura política cuya desatención permite la tolerancia y repetición de las mismas prácticas hasta adentro de los propios sindicatos: acosos, valoración por el cuerpo o la cara bonita, tareas de servidumbre, padres irresponsables y machistas, espacios sindicales para que “ellas luchen por sus derechos”, sin asumir el problema como común y de índole nacional. La estrategia muy utilizada en Chimaltenango y Sacatepéquez de colocar a mujeres en los mandos de las maquilas para perfeccionar el control del trabajo de las mismas mujeres, en su mayoría indígenas, es un método de dominio con impronta neocolonial, que afecta a toda la sociedad, no sólo a las mujeres. El movimiento sindical tiene el desafío de rearticular sus alianzas con una gama de organizaciones de mujeres que han preferido su autonomía e independencia del sindicalismo porque no encuentran en él un reconocimiento y una común indignación frente a las formas de opresión bien diferenciadas que tienen las mujeres trabajadoras. Pero como los males que aquejan al movimiento social guatemalteco son profundos, también las organizaciones de mujeres han venido implementando enfoques y estrategias que ‘sacan’ a las mujeres de sus ámbitos de trabajo, ya sea de fábrica o de comunidad, para organizarlas en una identidad de género institucionalizada que preferencia al Estado como interlocutor. El llamado ‘enfoque de derechos’ (acariciado por la cooperación internacional) de la mayoría de organizaciones de mujeres, ha separado sus luchas en sectores de ‘salud’, ‘sexuales y reproductivos’, ‘violencia’, ‘identidad de género’, olvidando que -al margen de la importancia de una educación sobre los derechoslas mujeres trabajan para sus familias y su comunidad y, por tanto, su gran poder radica en fortalecer su autonomía en sus actos de solidaridad con sus comunidades mismas. Con otras palabras, las mujeres son el fiel de la balanza económica de todas las sociedades, por lo que su mirada estratégica debe partir de sí para combatir su ubicación concreta de subordinadas en una sociedad que pretende el dominio de toda la población trabajadora convirtiéndola en población recurrentemente desechable. Las alianzas de las mujeres son más estrechas que las alianzas construidas por el sindicalismo. Son pocas las instancias feministas que han construido pactos de acción con las mujeres trabajadoras, indígenas o mestizas y son pocas las instancias feministas con redes organizativas entre las mujeres del pueblo. Incluso al interior de las maquilas se observa esa cultura de fragmentación y protagonismos o pleitos entre mujeres que provoca discursos de las mujeres como: “las indígenas aguantan todo” o “las ladinas están acostumbradas a tenerlo todo”… ¿Quién reflexiona al respecto? No obstante estas impotencias en el sindicalismo y en las organizaciones de mujeres, ambos frentes han cosechado importantes logros. El primero es la existencia misma de organizaciones autónomas de mujeres trabajadoras, única vía para reconstituir su poder en nuestra cultura machista. Hay que destacar también los pasos sólidos para edificar alianzas entre las mujeres trabajadoras, tal cual es la creación de la Instancia

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Coordinadora de la Maquila y del Consorcio de Organizaciones Sociales, Sindicales y de Mujeres en la Economía (COSME), con capacidades para construir una agenda de lucha ante la parte patronal y del Estado. Se encuentra también la coordinación mutua, entre algunos sindicatos y mujeres trabajadoras organizadas, para denunciar los abusos de la maquila y para abrir espacios para que las mujeres tengan voz y voto en los altos niveles colegiados convocados por el Estado. Dicho esto, se advierte para finalizar acerca de que esta modalidad de maquilas industriales o agrícolas constituye un engranaje de dominio que succiona la vida de la gente, les roba vida. La acción consciente de las y los trabajadores organizados debe empezar a hablar y a discutir sobre articular los mundos de vida de la gente. El riesgo de no hacerlo es un gran deterioro ético.

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Anexo 1 DECLARACIóN DE CHIMALTENANGO Las organizaciones participantes en el Congreso de Mujeres mestizas, “Analizando Nuestro Capítulo indígenas y juventud trabajadora”, desarrollado en Chimaltenango, Guatemala, los días 14,15 y 16 de mayo del año 2010, suscribimos la presente DECLARATORIA, para dejar constancia y evidencia sobre la situación laboral que afrontamos las mujeres en las ramas laborales de los sectores: PÚBLICO, TRABAJADORAS DEL HOGAR, MAQUILA TEXTIL, INDUSTRIA, AGRO EXOPORTACION, EN LA ECONOMIA INDEPENDIENTE, JUVENTUD, DEL CAMPO y TRABAJADORAS SEXUALES, dada la crisis económica mundial, que ha afectado a Guatemala, ha recrudecido la situación del mércalo laboral guatemalteco afectando aún más a las mujeres como una fuerza productiva, que mueve la económica nacional. Por ello preocupadas por nuestra situación tanto, personal, familiar y de la sociedad en su conjunto, los diferentes sectores sociales organizados nos hemos reunidos, para analizar dichas situaciones, evidenciando los contextos lamentables como, la desigualdad social, económica y política, que afrontamos, por lo que hemos encontrado en los siguientes rubros las condiciones generales, en cuanto a; 1. Salarios y Ventajas económicas: Tanto las instituciones públicas como las privadas mantiene salarios por debajo del mínimo establecido por la legislatura actual. Más de la mitad de la población se encuentra en pobreza y pobreza extrema. Los análisis estadísticos nacionales indican que el coste de la canasta básica vital llega a los tres mil setecientos quetzales mensuales para una familia de cinco miembros, mientras que el salario mínimo actual llega hasta los mil ochocientos quetzales mensuales. La información recolectada sobre el reconocimiento del pago de horas extras evidencia una falta de cumplimiento a las normas legales nacionales e internacionales, ya que son canceladas de maneras impositivas y abusivas por los empleadores en el sector privado: Existe una enorme y comprobada violatoria en el sector de la maquila textil, incluyendo el cierre abrupto de empresas, que deja en la calle a las trabajadoras, sin pago de salarios, liquidaciones y prestaciones. En el trabajo de campo se siguen dando las normas coloniales de patronos hacia las trabajadoras del campo y la agro exportación, donde los salarios por jornadas son pagados al hombre, considerado culturalmente como el jefe de familia, y por debajo del salario mínimo actual; Mientras que en el sector público se evidencian contrataciones que sobre pasan el mínimo, pero sin las prestaciones correspondientes comprendidas por las conquistas laborales para mujeres, como es el pleno derecho de la protección a la maternidad, que se pierden en los contratos bajo los renglones 029 del Presupuesto Nacional. Encontramos que la situación de explotación a la juventud se fundamenta en la falta de oportunidades para

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desarrollo profesional y falta de conocimientos sobre sus derechos, donde la contratación se da de manera masiva, y la juventud se ve obligada a aceptar las condiciones impositivas y violatorias por la necesidad de un salario y la falta de oportunidades de empleo. Encontramos de igual manera que la situación de las trabajadoras domésticas, del hogar o casa particular continua siendo de discriminación ya que no hay una igualdad salarial apegada al resto de los trabajadores y trabajadoras, y que este sector laboral aún percibe salarios por debajo de los quinientos quetzales mensuales. 2. Condiciones laborales: Existe una despreocupación por parte de los empleadores y las partes gubernamentales en cumplir con los estándares laborales establecidos en la normativa nacional e internacional, en cuanto al derecho a la salud ocupacional, las condiciones favorables para las trabajadoras, el derecho a las guarderías, comedores, clínicas, comités de emergencia, y cobertura del seguro social. Hemos encontrado que no cuentan con el mobiliario y equipos necesarios para la ejecución de sus actividades laborales. En el sector público, se evidencia tráfico de influencias y nepotismo para las contrataciones, por compromisos político. Además hemos analizado los drásticos recortes presupuestarios a diferentes ministerios de suma importancia, entre otros, el de salud, educación, vivienda, agricultura, organismo judicial, gobernación y economía, para la instalación de programas que han venido a generar enfrentamientos en la población como los son los programas de Cohesión social, como una medida clientelista, que sólo parasita a la población en situación de vulnerabilidad, sin visión de generar fuentes de empleo que garanticen un salario digno, estable y capaz para las subsistencia de las familias guatemaltecas y de generar condiciones para el empoderamiento de las mujeres. 3. En cuanto al cumplimiento de las normas laborales, nacionales e internacionales, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, ente rector de la aplicación de dichas normas, ha dejado de asumir el papel que le corresponde de velar por el cumplimiento de las políticas públicas y de la tutelaridad de los derechos de las trabajadoras, evidenciado en los mismos informes que dicho ministerio presenta, producto de una incapacidad de monitorear a los empleadores y violadores de los derechos humanos y laborales de las trabajadoras en todas las ramas laborales. Existen denuncias concretas de componendas entre aplicadores de justicia laboral y el sector empresarial. Hay una falta de correspondencia y de cobertura, debido a la falta de la disponibilidad de los recursos económicos, logísticos y humanos, especialmente para el funcionamiento del propio Ministerio de Trabajo, y de la Defensoría del Trabajador de la Procuraduría de Derechos Humanos. 4. Violencia Laboral: se manifiesta no solo en lo económico, sino además en el maltrato, psicológico, la explotación, la discriminación, el acoso, hostigamiento sexual, la represión y persecución a la organización en cuanto que las mujeres trabajadoras organizadas son perseguidas, acosadas, secuestradas, intimidadas y asesinadas. 5. En los casos de las trabajadoras de economía independiente, sector que se ha incrementado debido a la falta de creación de fuentes de empleo, por lo que las mujeres van incursionando en el trabajo informal; como vendedoras de catalogo , trabajadoras a domicilio, comercio, etc., como un mecanismo ante la pobreza que se vive en Guatemala; hemos encontrado que la ruta crítica para la sobrevivencia de las mujeres y sus familias, incluye el traslado del campo hacia la capital para trabajar en casa particular, en las maquilas, que al cerrarse provocan la migración interna e internacional, y el aumento de mujeres en el trabajo sexual, donde existen mayores explotaciones. La violencia e inseguridad que se vive en el país y por la falta de oportunidades de empleo, resultan en el desplazamiento de las mujeres que van de un lugar a otro, de un empleo a otro, y sometiéndose a condiciones cada más deplorables, que las llevan hasta perder la vida.

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POR LO QUE NOSOTRAS, APEGADAS AL DERECHO DENTRO DE LOS PRECEPTOS NACIONALES E INTERNACIONALES ESTABLECIDOS, ENTRE OTROS, 1. La carta Magna de Guatemala, la Constitución de la Republica, el derecho a la igualdad para el desarrollo. 2. El Código de Trabajo Decreto 330, Reformado por el decreto 1,441 vigente a la fecha que establece el Derecho al Trabajo y el cumplimiento a las normas como todas las conquistas laborales de toda la clase trabajadora que en Guatemala se ofrendo la vida y la sangre de mártires desde la época de la Revolución de 44, y que durante la guerra hombres y mujeres derramaron su sangre para que dicha conquista se mantenga. 3. El Acuerdo sobre Derechos Civiles, Políticos, Sociales y Económicos de los Acuerdos de Paz, que reitera el compromiso de eliminar cualquier forma de discriminación de hecho o legal contra la mujer, en cuanto a acceso a la tierra, vivienda créditos y proyectos de desarrollo y el Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación agraria que reconoce a las mujeres como trabajadoras agrícolas en el área rural para efectos de valoración y remuneración de su trabajo; se compromete a legislar por la defensa de los derechos de la mujer trabajadora de casa particular, especialmente en lo relativo a salarios justos, horarios de trabajo, prestaciones sociales y respeto a su dignidad. 4. Según lo establecido en la Política de Promoción y Desarrollo Integral de la Mujer-y el Plan de Equidad de Oportunidades 2008-2023, en el Eje de Equidad Laboral, contempla las acciones específicas para garantizar los derechos laborales de las mujeres trabajadoras en su diversidad. 5. El Consenso de Quito, emitido durante la X Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe en Ecuador del 6 al 9 de agosto del 2007, que denuncia la división sexual del trabajo como factor estructural de las desigualdades y las injusticias y que reconoce la significativa contribución de las mujeres en su diversidad, a la economía, al desarrollo de estrategias para enfrentar la pobreza, la preservación de conocimientos y prácticas fundamentales para la vida, especialmente para la seguridad y la soberanía alimentaria y la salud, enfatizando en la importancia del valor económico y social del trabajo agrícola y de subsistencia que realizan las mujeres rurales y campesinas. 6. La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de mayo de 1995 (CEDAW por sus siglas en ingles), que reitera que la máxima participación de la mujer, en igualdad de condiciones que el hombre, en todos los campos, es indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz y que llama a tomar las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer practicada por cualesquiera personas, organizaciones o empresa .

POR LO QUE NUESTRAS PRINCIPALES DEMANDAS COMO MUJERES TRABAJADORAS SON: 1. TRABAJADORAS DEL SECTOR PÚBLICO: El cumplimiento de las normas laborales e internacionales, sobre todo las establecidas como conquistas laborales, haciendo énfasis a la protección de la maternidad. Que el Ministerio de Trabajo cumpla con su papel de tutelaridad para el cumplimiento de las demandas y derechos de la clase trabajadora. Al Congreso de la República, legislar a favor de la creación de un delito penal a Empleadores, ya que Ministerio de Trabajo y Juzgados de Trabajo solamente sanciona administrativamente, reintegrando al trabajo.

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2. TRABAJADORAS DEL HOGAR, CASA PARTICULAR: Demandamos al Gobierno de Guatemala, el cumplimiento de los compromisos adquiridos nacionales e internacionales a favor de las mujeres. La creación de un Convenio a favor de Un Trabajo digno y Decente para las Trabajadoras domésticas, ante la 99ª. Conferencia de OIT en el punto 4º. de la Agenda de dicha Conferencia, en el mes de junio del presente año. La creación de la Comisión Paritaria del Salario Mínimo de las Trabajadoras domésticas. Que el IGSS, amplíe la cobertura geográfica y de programas, para las trabajadoras garantizando, sus jubilaciones, protección por invalidez, y además otorgarles la prevención de su salud. Que el Congreso de la república apruebe de urgencia nacional, la iniciativa de ley de reformas al Código de Trabajo, a favor de las mujeres, en especial el régimen de Trabajo Doméstico o Trabajadoras de Casa Particular, Iniciativa 4,075. 3. TRABAJADORAS DEL CAMPO Y LA AGRO EXPORTACIÓN: El reconocimiento del pago de salarios y beneficios económicos con igualdad de condiciones de género. La protección ante los insumos de pesticidas que atentan contra la salud y la vida de las mujeres sobre todo las jóvenes. La protección al medio ambiente, como espacio regenerador de la biodiversidad, el cual se encuentra sumamente deteriorado por las transnacionales que se instalan en Guatemala para desarrollar explotación a nuestros recursos naturales. 4. TRABAJADORAS INDEPENDIENTES O DOMICILIO: Que sean cubiertas por la Protección Social, vigente en el país, teniendo un carácter de responsabilidad de los empresarios que las contratan. 5. TRABAJADORAS DEL SEXO: El reconocimiento del trabajo sexual, la protección de sus derechos humanos, salud, y seguridad. Crear un régimen especial, dentro del Código de trabajo que les proteja y reconozca como prestadoras de servicio, garantizando sus derechos laborales, su seguridad e integridad física. 6. JUVENTUD TRABAJADORA: Facilitar el acceso a la educación superior, salario justo, estabilidad en el empleo, formación técnica para el trabajo y asenso laboral. Garantizar el goce del derecho al trabajo a la juventud rehabilitada, sin importar su apariencia física, religión y preferencia sexual.

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7. TRABAJADORAS DE LA MAQUILA Demandamos el control de las empresas de maquila textil, que garanticen el cumplimiento del pago de salarios y prestaciones, de los trabajadores, ante el cierre abrupto, dejando en la calle a las trabajadoras. Demandamos la protección a las organizaciones sindicales en la maquila, dado a que son desarticulados existiendo hostigamiento, persecución y secuestros para las compañeras dirigentes.

ORGANIZACIONES PARTICIPANTES QUE SUSCRIBIMOS LA PRESENTE DECLARATORIA EN NUESTRO COMPROMISO PARA EL RESPECTO Y CUMPLIMIENTO DE NUESTROS DERECHOS LABORALES. 1. Comité de la Defensa por Derechos Laborales de Maquila “Comité Cambridge” 2. Asociación de Mujeres Justicia y Desarrollo “ASMUJUD” 3. Mujeres con Valor Construyendo un Futuro Mejor “MUVACOFUM” 4. Sindicato de Trabajadores del MAGA, “SITRAMAGA” 5. Semillas de Mostaza 6. Centro de Apoyo para las Trabajadoras de Casa Particular “CENTRACAP” 7. Asociación de Trabajadoras del Hogar a Domicilio y de Maquila “ATRAHDOM” 8. Asociación de Mujeres Empleadas y Desempleadas Unidas contra la Violencia, “AMUCV” 9. Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas “UNAMG” 10. Organización Mujeres en Superación “OMES” 11. Asociación de Mujeres en Superación “AMES” 12. Asociación Salud Integral –ASI- con los proyectos, LA SALA Y CONTTRA LA TRATA 13. Organización Mujeres por la Justicia la Educación y el Reconocimiento “MUJER” 14. Alianza de Mujeres Rurales 15. Sindicato del INDE “STINDE” 16. Sindicato del Organismo Legislativo “STOL” 17. Sindicato del Organismo Judicial “STOJ” 18. Federación de Trabajadores de la Alimentación, Agroindustrias y Similares “FESTRAS” 19. Mujeres Amatitlanecas Organizadas Rompiendo el Silencio “MAORS” ORGANIZACIONES CENTROAMERICANAS QUE NOS ACOMPAÑARON EN ESTE PROCESO RESPALDANDO LA PRESENTE: 20. Mujeres Transformando de El Salvador 21. Las Mélidas, de El Salvador

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Anexo 2 PRINCIPALES VIOLACIONES A DERECHOS LABORALES EN LA INDUSTRIA DE LA MAQUILA Durante el presente año la Institución del Procurador de los Derechos Humanos ha intervenido en múltiples oportunidades para responder a las denuncias que al respecto han venido haciendo, por un lado trabajadores en lo individual y por otro trabajadores debidamente organizados. Las principales denuncias han girado en relación a la violación de los siguientes derechos:

1. Violación al Derecho al Trabajo a través del despido injusto e ilegal. 2. Violación a la Libertad de Locomoción, a través de la retención sin el consentimiento dentro de los centros de trabajos. 3. Violación a la inamovilidad por estar embarazada la trabajadora, o estar en período de lactancia. 4. Violación a la Libertad Sindical, a través de acoso, amenazas, despidos y cierre ilegal de la empresa. 5. Violación a la Dignidad de los trabajadores y trabajadoras., a través de malos tratos, instrucciones de trabajo dadas de manera agresiva, irrespetuosa, recurriendo inclusive a palabras soeces. 6. Violación al Debido Proceso, a la tutela legal y el acceso a la Justicia. 7. Trabajo Forzoso.

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1. VIOLACIÓN AL DERECHO AL TRABAJO: a través del despido injusto e ilegal: La industria de la maquila conocida como la industria de la maleta, puso en marcha a través de sus personeros la vieja táctica de cerrar operaciones en varios centros de trabajo, para evadir la responsabilidad de pagar las prestaciones laborales a sus trabajadores. Ejemplo de ello es lo sucedido en la Empresa de Maquila Mirìm S. A., ubicada en el kilómetro 13.5 carretera a El Salvador, donde la maquila cerró operaciones sin que las autoridades administrativas, a través de la Inspección General de trabajo, jugaran su papel para garantizar las prestaciones laborales de los trabajadores. Otro ejemplo es el reciente cierre de la Empresa conocida con las siglas CIT Internacional, donde los personeros de la empresa decidieron cerrar arbitraria e ilegalmente, pese a que enfrentaban un Conflicto Económico Social ante los Tribunales de Trabajo y Previsión Social, esta nueva acción contó con todas las ventajas de la falta de actuación adecuada y oportuna de la Inspección General de Trabajo. 2. VIOLACIÓN A LA LIBERTAD DE LOCOMOCIÓN, a través de la retención sin el consentimiento dentro de los centros de trabajos: El dia nueve de febrero del presente año la Institución del Procurador de los Derechos Humanos, constata la denuncia de retención ilegal en la empresa de Maquila Mirím S.A., ubicada en el kilómetro 13.5 carretera al Salvador, Puerta Parada, interpone una Acción de Exhibición Personal a favor de los trabajadores detenidos y pide la detención de los ciudadanos coreanos Young Ro Lee y Yong Yil Kim. EL Juez de Paz de Santa Catarina Pinula, Licenciado Byron Orlando Ramírez García, ordena la detención. Nuevamente se demostró el papel deficiente de los Inspectores de Trabajo de la Unidad de atención a la maquila, quienes evidenciaron su poca voluntad y disposición de proteger los derechos de los trabajadores. 3. VIOLACIÓN A LA INAMOVILIDAD POR ESTAR EMBARAZADA LA TRABAJADORA, o estar en período de lactancia: las trabajadoras María Julia Vásquez Fajardo, y Jova Acevedo, trabajadoras de la empresa Modas en Familia, denunciaron que personeros de dicha empresa de maquila violentaron el derecho referido de dichas trabajadoras de manera sistemática mancillando su dignidad, sin que la Inspección General de Trabajo, a través de sus múltiples intervenciones restableciera el derecho de las trabajadores. A la transgresión de este derecho se suman múltiples maquilas, en las que también aparecen: la Empresa Giant Trading y la Empresa SUN CHANG. Donde la actuación ha sido idéntica, recurrir al despido de las mujeres embarazadas, e irrespetar la garantía de inamovilidad contenida en el artículo 151 inciso c) del Código de Trabajo. En estas fábricas fueron violentadas en sus derechos las trabajadoras Sucely Chacón y Sucely Maritza Gabriel. Nuevamente la inspección General de Trabajo fue incapaz de garantizar el ejercicio de este derecho y el caso de tramita ante los órganos jurisdiccionales.

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4. VIOLACIÓN A LA LIBERTAD SINDICAL, A TRAVÉS DE ACOSO, AMENAZAS, DESPIDOS Y CIERRE ILEGAL DE LA EMPRESA. Se recibieron denuncias por parte de la Confederación Central de Trabajadores de Guatemala, las cuales fueron constatadas: de irrespeto al Derecho a la Libre Organización. Los casos más recientes son en la Maquila Giant Trading y empresa CIT Internacional. En la primera, ha habido una serie de represalias contra la dirigencia del Sindicato, existiendo denuncia que en los propios baños de la empresa personas “presuntamente desconocidas” colocaron rótulos con amenazas de muerte contra la dirigencia del sindicato. Existen despidos contra afiliados al sindicato no obstante estar prohibidos por Juez Competente. En la otra empresa, de igual manera se ha recurrido a las amenazas de muerte contra los trabajadores. Afiliados al sindicato y como respuesta al proceso de organización, la empresa retuvo el pago de bono catorce y a finales del mes de agosto cerro operaciones. La intervención de la Inspección General de Trabajo ha sido defectuosa y sus serias omisiones a su obligación de verificar contribuyeron a que la empresa tuviera oportunidad de cerrar y dejar sin ninguna prestación a los trabajadores. Como consecuencia del cierre, aparentemente un grupo de trabajadores saquearon la misma, situación que deja muchas dudas pues, según denunciaron los trabajadores, ya habían sacado lo principal y las máquinas viejas que quedaron estaban inservibles. Por otro lado, los vigilantes dejaron actuar a ese grupo reducido de trabajadores que tomaron algo, lo que hace pensar que fue a todas luces una maniobra para burlar el pago de prestaciones. 5. VIOLACIÓN A LA DIGNIDAD DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS, A TRAVÉS DE MALOS TRATOS, INSTRUCCIONES DE TRABAJO DADAS DE MANERA AGRESIVA, IRRESPETUOSA, RECURRIENDO INCLUSIVE A PALABRAS SOECES. Esta práctica es bastante generalizada en este tipo de industrias donde la exigencia de productividad es la prioridad de las empresas sobre la dignidad humana. Denunciaron este proceder Trabajadores de la Empresa CIT, Giant Trading, Mirím S.A, SHI WONG. Una dirigente sindical de la empresa de maquila CIT Internacional, denunció que se la trato inclusive de prostituta. 6. VIOLACIÓN AL DEBIDO PROCESO, A LA TUTELA LEGAL Y EL ACCESO A LA JUSTICIA. Trabajadores organizados denunciaron que la Empresas de maquila Giant Trading, CIT Internacional, vienen violentando la ley al incumplir las prevenciones emanadas de los Juzgados de Trabajo y Previsión Social. Es el caso del Trabajador Hamilton Danilo Durán Tacen, quien aparentemente fue reinstalado, pero los personeros de la empresa lo dejaron en el patio de la fábrica, sin pago de salarios caídos, sin que esté prestando el servicio, prácticamente esta en el patio de la empresa, ES DECIR, NO ESTA REINSTALADO. Los personeros de la empresa violentaron la prohibición de Juez de Trabajo al tomar represalias contra este trabajador y otros. En esta misma empresa la Trabajadora Sucely Maritza Gabriel, fue despedida en el momento que dio su aviso de que estaba embarazada. La Inspección

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General de Trabajo al presentarse al centro de trabajo no hizo uso de las facultades que la Ley le da, de verificar la denuncia inclusive con testigos. ¿Falta de experiencia, ineptitud o parcialidad? Se concluye que la Inspección General de Trabajo, debido a la renuncia y poco uso de sus facultades de inspección, deja intencionalmente desprotegidos a los trabajadores. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) Considera de que en Guatemala la INSPECCIÓN GENERAL DE TRABAJO tiene facultades amplias para actuar, SIN EMBARGO, deja de tutelar al trabajador. De igual manera en la empresa CIT Internacional, los inspectores actuantes durante las diligencias promovidas por los trabajadores por estar sacando la maquinaria, se hicieron de la vista gorda y no constataron nada, pese a que en presencia de la Institución del Procurador de los Derechos Humanos, en las afueras de la empresa durante el período de almuerzo, un grupo de mas de 40 trabajadores, denunciaron ante los inspectores que se estaban llevando la maquinaria y la materia prima. Nuevamente se evidencia protección hacia los patronos con su conducta de abstención hacia el papel que les corresponde hacer. En el caso del Órgano Jurisdiccional el Tribunal de Trabajo y Previsión Social negó el acceso a la justicia a los trabajadores, toda vez que el artículo 382, dice que doce horas después de recibido el pliego de peticiones debe de procederse a la integración del tribunal de conciliación. La empresa desapareció físicamente de la noche a la mañana y el proceso no se ventiló, en tal sentido hubo denegación de la Justicia. 7. TRABAJO FORZADO: Se estableció y constató que en la empresa de maquila Modas en Familia, existen formas de trabajado forzado en contravención a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los convenios 29 y 105, suscritos por el Estado de Guatemala ante la Organización Internacional del Trabajo. Personeros reconocieron la tarjeta de asistencia a labores, no la marcan los trabajadores, la marcan empleados de confianza de la empresa. A las cuatro de la tarde hora de finalización de la jornada de trabajo marcan las tarjetas, según denunciaron las trabajadoras y, entonces, continúan laborando hasta que la empresa disponga. Las sanciones son suspensiones, llamadas de atención, advertencia por no decir amenazas y el despido. En Giang Trading denunciaron los trabajadores sucede lo mismo.

Atentamente.

DEFENSORÍA DEL TRABAJADOR DEL PROCURADOR DE LOS DERECHOS HUMANOS.

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Anexo 3 EMPRESAS CALIFICADAS AL DECRETO 29-89 (vigentes) DIRECCIÓN DE SERVICIOS AL COMERCIO Y A LA INVERSIÓN. MINISTERIO DE ECONOMÍA No.

Nombre empresa

Nombre entidad

Municipio

Actividad

Calificación

País

1

A&R WORLD GUATEMALA

A&R WORLD GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

2

A.B. LOOMS

A.B. LOOMS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Antigua Guatemala

ELABORACIÓN DE ALFOMBRAS Y TELAS TÍPICAS

Exportadora

Guatemala -

3

ACCESORIOS GLOBALES

ACCESORIOS GLOBALES, SOCIEDAD ANÓNIMA

San Miguel Petapa

MANUFACTURA DE CINCHOS DE CUERO

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

4

ACCESORIOS TEXTILES

ACCESORIOS TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Canales

ELABORACIÓN DE ETIQUETAS, BORDADOS Y PRENDAS DE VE

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

5

ACSSA

ACCESORIOS, COSTURA Y SERIGRAFIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

FABRICACIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

6

ALCATEXTIL

ALCATEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

FABRICACIÓN DE PRENDAS DE VESTIR EXCEPTO CALZADO

Maquiladora

Corea del Sur -

7

ALIANZA FASHION

ALIANZA FASHION, SOCIEDAD ANÓNIMA

Chimaltenango

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

8

ALINSA

ALAMEDA INDUSTRIES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

9

ARIM APPAREL

ARIM APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

10

AVANDIA

AVANDIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

11

B. J.

B. J., SOCIEDAD ANÓNIMA

Sta.Catarina Pinula

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

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12

BANDO FASHION

BANDO FASHION, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

13

BELTLAN

BELTLAN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sn.Juan Sacatepéquez

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

14

BIENNO

BIENNO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

PRODUCCIÓN DE CALCETINES Y CALCETAS DE ALGODÓN Y DE POLIESTER

Maquiladora

Guatemala -

15

BJ CENTRAL AMERICA

BJ CENTRAL AMERICA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sta.Catarina Pinula

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

16

BO GANG APPAREL

BO GANG APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

17

BOLIM ACTIVEWEAR

BOLIM ACTIVEWEAR, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Canales

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

18

BORDADOS TAE HO

BORDADOS TAE HO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

19

BORDADOS TAE YOUNG

BORDADOS TAE YOUNG, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

20

BTEX

BTEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sumpango

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

21

C SITE GUATEMALA

C SITE GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

22

C SITE TEXPIA

C SITE TEXPIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

23

CENTEXSA

CENTEXSA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

24

CHE TRADE CO.

DONG HAK YOON

Mixco

PRODUCTOS PLÁSTICOS PARA LA INDUSTRIA DE LA CONFECCIÓN Y PRENDAS DE VESTIR

Exportadora

Corea del Sur -

25

CHEIL PRINTING & ELASTIC

GRUPO FABRIL C & T, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

INDUSTRIALIZACIÓN, ENSAMBLAJE, TRANSFORMACIÓN, MAQUILA, IMPORTACIÓN, EXPORTACIÓN, COMPRA, VENTA

Maquiladora

Corea del Sur -

26

COLOR FX

I. O., SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

27

COLOR REAL

TEXTILES COLOR REAL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

28

COMASA

COMPAÑÍA DE MAQUILA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

74


29

CONAMSA

CONFECCIÓNES ANICE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

30

CONFECCIÓNES ESCOBAR

CONFECCIÓNES ESCOBAR

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

31

CONFECCIÓNES ESCOBAR

CONFECCIÓNES ESCOBAR Y ALECIO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

32

CONFECCIÓNES INDUSTRIALES Y MAQUILA

MANUEL VICENTE CUTUC PIXTUN

Sn. Pedro Sacatepéquez

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

33

CONFECCIÓNES LA ELEGANTE

CONFECCIÓNES LA ELEGANTE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

34

CONFECCIÓNES SHAMMA

CONFECCIÓNES SHAMMA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

35

CORPORACIÓN ACRO, S.A.

CORPORACIÓN ACRO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN, TEÑIDO DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

36

CRISDE INDUSTRIA

CRISDE INDUSTRIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

37

CSA TRADING

CSA TRADING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

38

CUSTOM MADE SERVICES

CUSTOM MADE SERVICES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

Elaboración de prendas de vestir

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

39

DADAIKSUN

KIRASUNG, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

40

DISEÑOS MADRID

DISEÑOS MADRID, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sn.Pedro Sacatepéquez

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

41

DISEÑOS SAN PEDRO

DISEÑOS SAN PEDRO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

42

DONG HWA

DONG HWA ESTE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

43

DTM TEXTILES

DTM TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

TELAS O TEJIDOS TEÑIDOS O ESTAMPADOS

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

44

DURACRIL

DURACRIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE CALCETINES

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

45

EBENEZER TEXTILES

EBENEZER TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

75


46

EDEL FASHION

EDEL FASHION, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala United States of America

47

EL CAMINO TRADING

EL CAMINO TRADING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Escuintla

PRODUCCIÓN DE HILOS, TEJIDOS Y TELAS TEÑIDAS

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

48

EL TEXCOM

EL TEXCOM, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

49

ELÁSTICOS DE LATEX

HEVEA RUBBER THREAD, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE PLACAS, HOJAS, TIRAS, HILOS, HILADOS, CINTAS Y CUERDAS DE HULE O CAUCHO NATURAL

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

50

ELÁSTICOS UNIVERSALES

ELÁSTICOS UNIVERSALES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE HILADOS, TEJIDOS ELÁSTICOS Y PRODUCTOS TEXTILES

Exportadora

Guatemala -

51

ELICLOTHINGSA

ELI CLOTHING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

52

ELIM

ELIM, SOCIEDAD ANOMIMA.

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

53

ENK GUATEMALA

ENK GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

54

ESTOFEL

ESTOFEL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Singapur -

55

ETIQUETAS COMERCIALES

LILIAN CAROLINA VILLATORO TREJO DE BARRO

Mixco

ELABORACIÓN DE ETIQUETAS, ETIQUETAS EN PAPEL ESPECIAL

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

56

EXPORTACIONES GUAYACAN

EXPORTACIONES GUAYACAN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

57

FÁBRICA CHOICE

FABRICA CHOICE

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

58

FELCOSA

TEXTILES FELCO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

59

FINNTEX

LUIS PEDRO HERNANDEZ MENA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

60

G&V

G & V,SOCIEDAD ANÓNIMA

Sn.Pedro Sacatepéquez

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

61

G&V CORPORACIÓN

G & V CORPORACION, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

62

GAMATEX

GAMA TEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sta.Catarina Pinula

PRODUCCION INDUSTRIAL DE TODA CLASE DE TEXTILES, HILO, TELAS TEJIDO Y TELAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

El Salvador -

76


63

GANA APPAREL

GANA APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Canales

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

64

GASA

GENESIS APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

65

GBU

GBU, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

66

GLOBAL PRINT

GLOBAL APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

67

GLOVIA

GLOVIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

68

GORRASA

GORRAS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

69

GRAND PINE

GRAD PINE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Santiago

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

70

GREEN TEXTILES

GREEN TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

71

GRUPO S.J.

GRUPO S.J., SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

72

H&W TRADING

H&W TRADING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sn.Lucas Sacatepéquez

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

73

HANMIRAE

HANMIRAE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

74

HANSAE

HANSAE GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

San José Pinula

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

75

HICOSA

HILOS DE LA COLINA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

ELABORACIÓN DE TEXTILES Y CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Exportadora

Guatemala -

76

HILCOSA

HILOS DE COSTURA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sn.Lucas Sacatepéquez

FABRICACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE TODA CLASE DE HILOS

Exportadora

Guatemala -

77

HILCOSA GUATEMALA

HILCOSA GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sn.Lucas Sacatepéquez

PROCESAMIENTO DE HILOS E HILADOS DE FIBRAS CONTINUAS O DISCONTINUAS

Exportadora

Guatemala -

78

HILOS Y TELAS

HILOS Y TELAS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FAB. DE HILADOS TEXTURIZADOS, HILOS

Exportadora

Guatemala -

79

HILOTRIMSA

HILOTRIMS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Amatitlán

PREPARACIÓN DE FIBRAS PARA HILAR, BLANQUEO Y ACABADO DE TEXTILES

Maquiladora

Corea del Sur -

77


80

HIS TRADING

HIS TRADING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

81

HYUN JIN

HYUN JIN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

82

HYUNSEUNG GUATEMALA

HYUNSEUNG GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

United States of America -

83

I-TEX, S.A.

I-TEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Aguacatán

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

84

IMPERIAL FASHION

IMPERIAL FASHION, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE HILOS TEÑIDOS, HILADOS Y TEJIDOS DE FIBRAS NATURALES

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

85

IMPERIALTEX

IMPERIALTEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE HILOS, HILADOS Y TEJIDOS

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

86

INDIANA KNITWEAR

INDIANA KNITWEAR, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

87

INDUSTRIAL HANA

INDUSTRIAL HANA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

88

INDUSTRIAS CHICHIMECAS

INDUSTRIAS CHICHIMECAS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Canales

FABRICACIÓN DE INDUSTRIALIZACION DE CALZAS, PANTY-MEDIAS, LEOTARDOS, MEDIAS, CALCETINES

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

89

INDUSTRIAS IMP GUATEMALA

INDUSTRIAS IMP GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

United States of America -

90

INDUSTRIAS R.I.S.

INDUSTRIAS R.I.S., SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

91

INDUSTRIAS SANTA RITA

INDUSTRIAS SANTA RITA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Canales

FABRICACIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

92

INO

INO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Amatitlán

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

93

INT TRADING

INT TRADING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

94

INTEBONSA

INTEBONSA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

95

INTERFAST

INTERNATIONAL FAST PRODUCTION, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

96

INVERSIONES Y SERVICIOS IMPERIA

INVERSIONES Y SERVICIOS IMPERIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

78


97

JADELINE

JADELINE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

98

JAE SEUNG TEXTILE DE GUATEMALA

JAE SEUNG TEXTILE DE GUATEMALA,S.A.

Amatitlán

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

99

JAE SUNG GUATEMALA

JAE SUNG GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

100

JC CORPORACIÓN

JC CORPORACIÓN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

101

JERRY LEIGH

JERRY LEIGH GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

102

JINA TEXTILES

JINA TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

103

JINDOTEX

JINDO TEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

104

JMC CROWN PRINTING

JMC CROWN PRINTING GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN Y CONFECCIÓN, BORDADO Y SERIGRAFÍA DE TODA CLASE DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

105

JUDITEX

JUDITEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

106

JUNGWOO TEXTILES

JUNGWOO TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

FABRICACIÓN DE HILOS, TELAS Y/O TEJIDOS

Exportadora

Corea del Sur -

107

K&H INTERNACIONAL

K & H INTERNACIONAL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

108

K.P. TEXTIL

K.P. TEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

San Miguel Petapa

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

109

KL PRIMETEX GUATEMALA

KL PRIMETEX GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

110

KNITVILLE

KNITVILLE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

111

KOA MODAS

KOA MODAS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

112

KOAM KNITTING

KOAM KNITTING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

113

KOTOP

MODAS KOTOP, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

79


114

KWANG LIM

KWANG LIM GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala United States of America

115

L & J KNITTING GUATEMALA

L & J KNITTING GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

116

L.N.K. TRADING

L.N.K. TRADING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

117

LA PUNTADA

LA PUNTADA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

118

LA ROCA

FABRICA LA ROCA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

PRODUCCION E INDUSTRIALIZ. DE HILADOS Y TEJIDO

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

119

LACETEX

LACETEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE ENCAJES DE FIBRAS ARTIFICIALES O SINTÉTICAS

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

120

LAD&F

L.A. USA DYEING & FINISHING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

FABRICACIÓN DE TELAS Y TEJIDOS

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

121

LATIN AMERICA TEXTILE

LATIN AMERICA TEXTILE CORPORATION, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

122

LEE CHO TEXTIL

LEE CHO TEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Amatitlán

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

123

LEEKEY

LEEKEY INTERNATIONAL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

124

LMS

LMS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

125

LOS VOLCANES INDUSTRIES

TEXTILERA, TINTORERIA Y ACABADOS LOS VOLCANES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

FABRICACIÓN DE TEJIDOS (TELAS)

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

126

M.C. EXPORT

M.C. EXPORT, SOCIEDAD ANÓNIMA

San Pedro Sacatepéquez.

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

127

MACKDITEX, S.A.

MACKDITEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sn.Pedro Sacatepéquez

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

128

MADA INDUSTRIAS GUATEMALA

MADA INDUSTRIAS GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

129

MANOTEX

MANOTEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

130

MARQUENSITA

GERMAN AJCIP OXCAL

Sn.Pedro Sacatepéquez

FABRICA Y VENTA DE CAMISAS

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

80


131

MASPARACON

MASPARACON, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

FABRICACIÓN Y TEÑIDO DE TEJIDOS, HILOS Y CINTAS

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

132

MATEXSA

MATA TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

133

MAVICRA

MAVICRA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

PRODUCCIÓN DE PORTABEBES, BOLSAS Y TELAS O MANTAS TIPICAS

Exportadora

Guatemala -

134

MAYOTEX

MAYOTEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

135

MD APPAREL, S.A.

MD APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

136

MEGA APPAREL

MEGA APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

137

MERRIL

MERRIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

FABRICACIÓN DE PREPARACIONES QUIMICAS PARA INDUSTRIA TEXTIL

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

138

MIN JI MODAS

HANSAE GUATE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

139

MODA COLEGIAL

MODA COLEGIAL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Canales

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

140

MODAS ALIANZA

MODAS ALIANZA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Chimaltenango

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR Y APLICACIÓN SERIGRÁFICA

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

141

MODAS CHOISHIN

MODAS CHOISHIN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

142

MODAS DAVIN

MODAS DAVIN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

143

MODAS EXITO

MODAS EXITO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

144

MODAS FAMILIA

MODAS FAMILIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

145

MODAS GLORIA APPAREL

MODAS GLORIA APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

146

MODAS MARU, SOCIEDAD ANÓNIMA

MODAS MARU, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

147

MODAS NARA

MODAS NARA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

81


148

MODAS PRIMAVERA

MODAS PRIMAVERA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

149

MODAS WOORI

MODAS WOORI, SOCIEDAD ANÓNIMA

San Miguel Petapa

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

150

MOD´IN

MODA INDUSTRIAL DE PARIS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

151

MONTAÑA

TEXTILES MONTAÑA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

152

MONTE TEXTIL

MONTE TEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

FABRICACIÓN DE HILOS, HILADOS, TEJIDOS, MANTAS, ROPA DE MESA

Exportadora

Guatemala -

153

MOTRICO

MOTRICO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

154

MYDYER GUATEMALA

MYDYER GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

155

NBG TOO

NBG TOO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

156

NEEDLE GUATEMALA

NEEDLE GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

157

NEW DISEÑO CLUB

NEW DISEÑO CLUB, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE CALCETAS Y CALCETINES

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

158

NICOTEX FACTORY

NICOTEX FACTORY, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

159

NIXIE

NIXIE BRANDS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

160

NOLBELTEX

NOBEL TEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur - Guatemala

161

NUPASA

NURI APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

162

NYLONTEX INTERNACIONAL

NYLONTEX INTERNACIONAL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Exportadora

Guatemala -

163

OB TRADING

OB TRADING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

164

OK MODAS

OK MODAS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

82


Villa Nueva

ELABORACIÓN DE QUÍMICOS, COLORANTES SUAVIZANTES, ACEITE DE JABÓN PARA LA INDUSTRIA TEXTIL

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

165

ORINSTAR

ORINSTAR GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

166

PSG

PROYECTO SCREEN GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Amatitlán

ESTAMPADO SERIGRÁFICO EN PIEZAS Y TODA CLASE DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

167

PALMARIUM

PALMARIUM, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE TEXTILES

Exportadora

Guatemala -

168

PANATEX

ZOAR, SOCIEDAD ANÓNIMA

San José Pinula

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

169

PANTEX II

PANAMERICAN TEXTIL II, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

PRODUCCIÓN Y CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR PARA

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

170

PATYTEX

ROSAZU, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sta.Catarina Pinula

PRODUCCIÓN INDUSTRIAL DE TODA CLASE DE TEXTILES HI

Maquiladora/ Exportadora

El Salvador -

171

PIEDORE

PIEDORE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala United States of America

172

POLICINTAS

POLICINTAS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

173

PRIMAXA

PRIMAXA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

174

QUALITY PLUS

QUALITY PLUS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Canales

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

175

ROYTEX

ROYTEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Amatitlán

FABRICACIÓN DE TEJIDOS

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

176

S.C.33

STRING COSMOS 33, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

177

S.W. GUATEMALA

S.W. GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

178

SACOS AGROINDUSTRIALES

SACOS AGROINDUSTRIALES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE SACOS, BOLSAS, HILO Y LAZOS DE POLIPROPILENO Y POLIETILENO

Exportadora

Guatemala -

179

SAE A INTERNATIONAL

SAE A INTERNATIONAL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

180

SAE A TEXPIA

SAE A TEXPIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

181

SAE HYUN

SAE HYUN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

83


182

SAEWON APPAREL

SAEWON APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

183

SAM BRIDGE

SAM BRIDGE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Santiago

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur - China

184

SAM DEUK

SAM DEUK, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

185

SAM DEUK TEXTILES

SAM DEUK TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

186

SAM JEANS T&S

SAM JEANS T&S, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

187

SAM JUNG

SAM JUNG GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

188

SAM SOL

SAM SOL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Santiago

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

189

SARUBIA

SARUBIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

190

SELIM GUATEMALA

SELIM GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

FABRICACIÓN DE HILO Y PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur - Guatemala

191

SELIM TRADING

SELIM TRADING, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

FABRICACIÓN DE TEJIDOS

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

192

SEWON

SEWON, SOCIEDAD ANÓNIMA

Fraijanes

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

193

SHARON APPAREL

SHARON APPAREL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Amatitlán

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

194

SHIN CHON INTERNATIONAL

SHIN CHON INTERNATIONAL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

-

195

SHIN JIN

SHIN JIN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Nueva

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

196

SHIN WON

SHIN WON GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

197

SILSA

INDUSTRIA TEXTILERA SIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

PRODUCCIÓN DE HILOS DE COSER PARA SER INCORPORADO

Exportadora

Corea del Sur - Corea del Sur

198

SILSARANG

SILSARANG AMERICA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

PRODUCCIÓN DE HILOS DE COSER PARA LA CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

84


199

SK G.S.P.

SK G.S.P., SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

SERIGRAFÍA A PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

200

SMARTCO GUATEMALA

SMARTCO GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE ACCESORIOS DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

201

SPORTS ADDICTION

ADICCIÓN A LOS DEPORTES, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Exportadora

Guatemala -

202

SQA & KC INTERNATIONAL

SQA & KC INTERNATIONAL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

203

SUN CHANG INTERNACIONAL

SUN CHANG INTERNACIONAL,S.A.

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

204

SUNPUP

SUNPUP, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

205

SUNTEX

TEXSUN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

206

SUYCO GUATEMALA

SUYCO GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

207

TANNEX

TANNEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sta.Catarina Pinula

PROCESAMIENTO DE CUEROS Y PIELES

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

208

TECNOLINE

TECNOLINE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

FABRICACIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

209

TEJICOR

TEJIDOS CORPORATIVOS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

210

TEJIDOS POLITEX

TEJIDOS POLITEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

FABRICACIÓN DE TEXTILES Y CINTAS

Maquiladora/ Exportadora

Taiwán -

211

TEXCALO

TEXTILES CALO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

212

TEXFESA

TEXTILES SANTA FE, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Guatemala -

213

TEXPACIFICO

TEXTILES DEL PACIFICO, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

PRODUCCION DE HILOS DE COSER

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

214

TEXPAN GUATEMALA

TEXPAN GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

215

TEXTILES CATANIA

TEXTILES CATANIA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Villa Canales

ELABORACIÓN DE HILOS, TELAS, FRAZADAS DE LANA, FRA

Exportadora

Guatemala -

85


216

TEXTILES DEL SOL

TEXTILES DEL SOL

Zacapa

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

217

TEXTILES KIM

TEXTILES KIM, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

218

TEXTILES MEGA CIMA

TEXTILES MEGA CIMA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

219

TEXTILES SANTA MARÍA

DANIEL EDUARDO GARCÍA FUNES

Mixco

HILOS, HILADOS PARA LA CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

220

TEXTILES VIGA

TEXTILES VIGA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala El Salvador

221

TEXTILES YOUM KWANG

TEXTILES YOUM KWANG, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

TEÑIDO DE TODA CLASE DE HILOS, BIES, CORDONES, CREMALLERAS, TEJIDOS Y ALGUNOS PRODUCTOS SIMILARES DE LA CONFECCIÓN

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

222

TEXTILESA

TEXCOM, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

223

TEXTIVISIÓN

TEXTIVISIÓN, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

224

TIKALCOSTURA

TIKAL COSTURA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Sn.Pedro Sacatepéquez

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

225

TO DI FOR

TO DI FOR, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

United States of America -

226

VENTAS UNIDAS

VENTAS UNIDAS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Exportadora

Corea del Sur -

227

VIVATEX

VIVA MUNDO TEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

ELABORACIÓN DE TEJIDO Y TEÑIDO

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

228

WINNERS

WINNERS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

229

WOO RI BORDADOS

WOO RI BORDADOS, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

BORDADO PARA TODA CLASE DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

230

WOOJOO TEXTIL

WOOJOO TEXTIL, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

231

WORLD FASHION

WORLD FASHION, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

232

WORLDTEX

WORLDTEX, SOCIEDAD ANÓNIMA

Mixco

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora

Corea del Sur -

86


233

Y & P TEXTILES

Y & P TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

San Miguel Petapa

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

234

YERAM

YERAM, SOCIEDAD ANÓNIMA

San Pedro Sacatepéquez.

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

235

YOU WON TEXTILES

YOU WON TEXTILES, SOCIEDAD ANÓNIMA

San Miguel Petapa

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

236

YOUNG SHIN GUATEMALA

YOUNG SHIN GUATEMALA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Escuintla

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

237

YOUNG SHIN MAYA

YOUNG SHIN MAYA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Palín

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Corea del Sur -

238

YULIANA

YULIANA, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

FABRICACIÓN DE ROPA DE CAMA, MESA, TOCADOR O COCINA, CORTINAS

Exportadora

Guatemala -

239

ZERIGRAPH

ZERIGRAPH, SOCIEDAD ANÓNIMA

Guatemala

CONFECCIÓN DE PRENDAS DE VESTIR

Maquiladora/ Exportadora

Guatemala -

87


88




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