La Violencia contra las Mujeres un problema de Humanidad de la Humanidad

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Centro para la Acci贸n Legal en Derechos Humanos Guatemala, noviembre 2010


LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES: UN PROBLEMA DE HUMANIDAD DE LA HUMANIDAD Una mirada a la situación de violencia contra las mujeres en cuatro departamentos de Guatemala. Elaborado por: Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos – CALDH Autora: Edda Gaviola Artigas Coordinación: Herminia Saquimux Revisión: Herminia Saquimux Fabiola García Galán Diseño y Diagramación: La Otra Mitad Impreso en SERVINSA Primera edición 2,000 ejemplares, noviembre 2010. ISBN: 978-9929-8079-1-4 Se permite la reproducción total o parcial de este documento, una vez se cite la fuente.

Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos – CALDH 6ª. Avenida 1-71 zona 1, Ciudad de Guatemala, Guatemala Teléfono: 2251-0555 Fax: 2230-3470 www.caldh.org Correo electrónico: caldh@caldh.org Con el apoyo de:

El contenido de este documento no refleja necesariamente la opinión de los cooperantes.


ÍNDICE INTRODUCCIÓN

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MARCO HISTÓRICO Y CONTEXTUAL DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

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Antecedentes El Estudio Las Mujeres que participaron en el Estudio

Una aproximación al abordaje histórico de la Violencia contra las Mujeres en América Latina Marco histórico Contextual

TANTAS VIDAS EN UNA MISMA HISTORIA: LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN CUATRO DEPARTAMENTOS DE GUATEMALA La Violencia siempre ha estado Factores que influyen en la Violencia Las organizaciones de mujeres y el abordaje de la VCM Los cambios que ha provocado el trabajo de las organizaciones de mujeres Las principales dificultades que encuentran las mujeres para denunciar La Justicia que no es ni pronta ni cumplida

MAGNITUD DEL PROBLEMA. LAS CRUDAS CIFRAS DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Tendencia de la violencia contra las mujeres Denuncias de violencia intrafamiliar Femicidio en Guatemala

RESPUESTA DEL ESTADO FRENTE A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

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La Institucionalidad del Estado a favor de las mujeres La respuesta de las Instituciones de Justicia

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UNA REFLEXIÓN FINAL ANEXOS

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BIBLIOGRAFÍA

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INTRODUCCIÓN ANTECEDENTES

El Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH) presentó, el año 2005, una investigación diagnóstica “Asesinatos de mujeres: Expresión del Feminicidio en Guatemala”; luego, en el 2006 le dio seguimiento a las Recomendaciones al Estado, por parte de la Relatora Especial de la ONU para la Violencia contra las Mujeres; ese mismo año se publicó “La violencia sexual contra las mujeres en el conflicto armado: Un Crimen Silenciado”, con el cual comenzó un abordaje sistemático del problema de la Violencia Sexual y el Genocidio contra el pueblo maya. De esta manera, pasado y presente en la Violación a los derechos de las Mujeres como Violación a los Derechos Humanos, han estado entrelazados en la preocupación institucional, en la perspecti va de aportar a su visibilización y ojalá algún día, a su erradicación. CALDH viene trabajando desde el 2004, a través de sus diversos programas, en los departamentos de Sololá, Chiquimula, Chimaltenango y Guatemala, específicamente en San Juan Sacatepéquez, en procesos de formación de observadoras y observadores en Derechos Humanos y jornadas de observancia en municipios de cada uno de los cuatro departamentos mencionados. En los últimos 4 años y, con el apoyo de ACSUR Las Segovias y AECID, formó a 360 monitoras de organizaciones sociales y redes de organizaciones, las mismas cuentan con sus propias estrategias y experiencias en el abordaje de la Violencia contra las Mujeres y otras, como en el caso del Área Ch’orti’, recién comienzan a abordarla. Es en este contexto, que se desarrolla el presente Estudio de carácter exploratorio. El presente estudio se realizó en San Juan Sacatepéquez (Guatemala) y en los departamentos de Chimaltenango; Sololá y Chiquimula. Nos interesaba conocer, a través de las mujeres, la experiencia concreta de la violencia y el impacto en sus vidas y en el entorno; las fortalezas y debilidades para enfrentar la problemática; los cambios operados y la respuesta del Estado en la aplicación de la ley. El documento que se presenta está dividido en cinco grandes apartados, incluyendo esta introducción. El segundo es el marco histórico y contextual en el que se realiza una aproximación histórica al abordaje de la Violencia contra las Mujeres en América Latina y el contexto en el cual se desarrolla esta problemática. El tercer apartado presenta la experiencia de las mujeres y el impacto de la Violencia en sus vidas. El cuarto se aproxima estadísticamente a la violencia contra las mujeres y sus distintas expresiones. En el quinto apartado se aborda la respuesta del Estado, dividido en dos grandes apartados, la institucionalidad del Estado en materia de mujeres y, la respuesta de las instituciones de seguridad y justicia. Se concluye el estudio con algunas valoraciones finales.

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ASPECTOS METODOLÓGICOS El Estudio El presente Estudio de carácter Exploratorio, se realizó entre junio y septiembre de 2010. Tuvo como objetivo indagar de qué manera la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra las mujeres estaba siendo utilizada por las mujeres y por los operadores de justicia en la región Ch’orti’ en Chiquimula, Chimaltenango, Sololá y en el municipio de San Juan Sacatepéquez en el departamento de Guatemala. Esto nos llevó a ahondar en cómo las mujeres viven la violencia; el impacto en sus propias vidas; el rol que juega la organización y los cambios que ellas han experimentado en el abordaje de la violencia en sus espacios locales. Para esto se realizaron 4 entrevistas colectivas semiestructuradas (de dos a cuatro horas de duración) con una participación total de 56 mujeres: 33 kaqchikel, 11 cho’rti’, 5 k’iche’, 3 tz’utujil y 4 mestizas. Dicha muestra con un promedio de edad de 38 años. Para conocer la respuesta del Estado, se realizaron, 28 entrevistas individuales a operadores de Justicia y una entrevista colectiva con la Red de Derivación del Departamento de Sololá, que reúne a prácticamente todos los operadores de justicia del Departamento. Además, 7 entrevistas con instancias de Mujeres del Estado y Oficinas Municipales de la Mujer y, dos entrevistas con mujeres informantes claves, que aportaron su visión global sobre el problema. Estas entrevistas tuvieron una duración entre una hora y una hora y media. De esta forma, se pudo indagar sobre las principales dificultades que tienen cada una de las instancias en el abordaje de la violencia contra las mujeres; cómo perciben su actuación y cuáles son los principales aspectos de la impunidad en este ámbito. El Estudio no habría sido posible sin el aporte en la concertación de las entrevistas por parte de Blanca Jeaneth Pérez en Chiquimula; Gloria Velázquez en Chimaltenango; Dilia Magali Cutuj en Sololá; Ana María Top y Esperanza Tubac en San Juan Sacatepéquez. Por su parte, Alejandra Durán aportó en la desgravación de las entrevistas con acuciosidad y profesionalismo y Carolina Cabarrús apoyó en la realización de las entrevistas en Chiquimula y Sololá y, en la revisión final de todo el informe. Sin ellas este trabajo no hubiera sido posible.

Las Mujeres que participaron en el Estudio Todas las mujeres entrevistadas en el marco de este Estudio, son representativas de la realidad de las mujeres de sus respectivas localidades: en un 98% son mujeres mayas, del mundo rural, cuya actividad económica se ubica, principalmente en la economía informal o en la economía agraria de subsistencia, generalmente no reconocida como trabajo remunerado: “las tiendas de barrio, los puestos fijos en los mercados de barrio, los puestos informales en los mercados al aire libre y las ventas de la calle juegan un papel importante en el comercio al detalle de productos alimenticios y productos del hogar (se ha calculado 2 tiendas por cada cuadra en la ciudad de Guatemala) y representa el 55% del mercado de productos alimenticios del país. El 50% de los puestos de venta callejera de alimentos es operado por mujeres.”1 1

PNUD. Informe de Desarrollo Humano 2008. Capitulo 12 “El Sector Informal en la Guatemala de hoy”. Guatemala, 2008

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Sin derechos garantizados para sobrevivir con su fuerza de trabajo, sin acceso a la tierra, a medios de producción o a los insumos necesarios para el trabajo, las mujeres se ven obligadas a buscar alternativas para la sobrevivencia”; algunas son estudiantes y en un número significativamente menor, son profesionales. Como sabemos, Guatemala tiene profundos contrastes y desigualdades, en relación a pueblos indígenas y mujeres, según el índice de desarrollo humano de ONU, ocupa el lugar 122 entre 182 países y ocupa la última posición en la región centroamericana.2 En desigualdad de género tiene un 98.9% y está situado en el quinto lugar entre los países de América Latina con mayor índice de mortalidad materna, que es tres veces mayor para las mujeres indígenas. La incidencia de pobreza entre la población indígena es siempre mayor en relación a la población ladin a. La brecha de desigualdad ha aumentado y sólo un 1.1% del presupuesto nacional es destinado a Pueblos Indígenas.3 En otras palabras, hay muchas formas de violencia contra las mujeres indígenas y todas ellas marcadas por el racismo y la discriminación.

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Banco Mundial2007.Reduciendo la vulnerabilidad al VIH/SIDA SEGEPLAN, pag web, 2010.


MARCO HISTÓRICO Y CONTEXTUAL DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES UNA APROXIMACIÓN AL ABORDAJE HISTÓRICO DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN AMÉRICA LATINA La conceptualización sobre la violencia contra las mujeres, tiene su origen en las teóricas feministas que analizaron este fenómeno desde las relaciones de poder y dominación ejercidas por los hombres hacia las mujeres dentro de la estructura patriarcal histórica existente y que se ha reproducido, alimentado y sostenido por las sociedades a lo largo del tiempo. Kate Millet define el patriarcado como una política sexual ejercida fundamentalmente por el colectivo de varones sobre el colectivo de mujeres. A su vez, al término “política” le asigna el sentido del “conjunto de estrategias” destinadas a mantener un sistema”. La violencia en contra de las mujeres refleja las profundas desigualdades existentes en las relaciones de poder entre hombres y mujeres, y perpetúa su subordinación y desvalorización. Desde su enfoque feminista y en su momento, la categoría de género, contribuyó a visibilizar, analizar, explicar y profundizar la violencia y sus causas, al establecer la construcción de carácter histórico cultural asignada a los sexos. a) El vuelo de las mariposas En América Latina, las organizaciones feministas asumieron el problema de la violencia contra las mujeres como un problema nodal en las relaciones sociales y de poder. En un homenaje a las hermanas Mirabal, las mariposas, que fueron asesinadas un 25 de noviembre de 1960 por la policía secreta del Dictador Trujillo en República Dominicana y, cuyos cuerpos aparecieron destrozados al fondo de un barranco. En el Primer Encuentro Feminista de América Latina y El Caribe realizado en Bogotá en 1981, se propuso conmemorar en esa fecha, el Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres. Esta conmemoración, marca un antes y un después porque permitió poner en evidencia y denunciar la particularidad de la violencia contra las mujeres que, con un sello específico, de larga data, rompía fronteras, dictaduras y se enraizaba en un modelo de poder, control y dominio ejercido sobre el cuerpo sexuado de mujeres, en todas las latitudes y en todos los ámbitos de la vida social.

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En este acto de rebeldía, el de homenajear a las mariposas, emergen nuevas respuestas colectivas y organizadas de las mujeres, construyendo marcos conceptuales de entendimiento y comprensión de la realidad. Buscando en la historia, en los círculos de estudios, en los encuentros y en las casas de mujeres, nuevas y mejores formas de ser y de estar en la vida, rompiendo los viejos paradigmas del enclaustramiento en las cuatro paredes de lo privado. Es interesante ver cómo un hecho público a la mirada de los “otros” y fundamentalmente “político”, como fue el asesinato y mutilación de las hermanas Mirabal, logró que un grupo significativo de mujeres, analizando y cuestionando las bases de construcción patriarcal, comprendiera que la violencia, ejercida sobre nuestro sexo, tenía raíces profundas en nuestra historia, en la historia “privada” de las mujeres, en nuestros propios cuerpos y en diversos contextos políticos y sociales. Ese acto político encauzado por un pequeño grupo de feministas de nuestro continente, nos determinaría más tarde a todas para comprender cómo se articula la violencia contra las mujeres en el ámbito público y privado, cómo atañe a nuestro cuerpo, al modelo primario de relaciones sociales establecidas entre hombres y mujeres y al deseo insaciable de control, poder y dominio que el colectivo de hombres ejercen contra nuestras vidas, para intentar mantener a las mujeres en el límite de lo socialmente aceptable, definido por ellos y sus instituciones. En ese acto fundacional, las feministas del continente nos identificamos e iniciamos una larga lucha de denuncia y de conceptualizaciones, siguiendo incansablemente el vuelo de las mariposas. b) La institucionalidad y las políticas públicas La década del 90 marca un parte aguas en el movimiento feminista latinoamericano y caribeño. Si la década de los ochenta estuvo marcada por la emergencia de un movimiento profundamente cuestionador, los noventa marcaron justamente, la cooptación de su discurso y sus propuestas y su capacidad transformadora. A fines de los ochenta, comenzó el fin de una oleada de regímenes militares que habían asolado el continente. Dando paso a las “incipientes democracias tuteladas”, llamadas así en los círculos intelectuales de América Latina, pues, nacían en el límite entre la concepción de la doctrina de seguridad nacional y el Consenso de Washington para las políticas hemisféricas, marcado por el centro del poder hegemónico (EEUU), es decir, el Neoliberalismo económico, el adelgazamiento del Estado, la desregulación laboral y la privatización de los servicios públicos. Políticas todas dirigidas desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En este contexto, obviamente, las demandas de las mujeres no podían entrar en un cauce “normal y democrático”. Una fuerte presión dirigida hacia el movimiento feminista y de mujeres en la región, hizo que una gran mayoría del mismo, optara por la estrategia de negociación e incidencia con la institucionalidad del Estado. Gran cantidad de recursos, especializaciones y acciones de incidencia se implementaron. Las redes nacionales e internacionales fueron garantes de este proceso y de alguna manera contribuyeron a fraccionar y parcelar la experiencia histórica de las mujeres de este lado del mundo. Así, la lucha y la rebeldía de ese movimiento se transformó en demandas de temas aislados unos de otros, perdiendo la integralidad de su propuesta y visión transformadora de las 10


relaciones de poder y desigualdad inscritas en la experiencia histórica y concreta de la mayoría de las mujeres En efecto, fue la época de las grandes cumbres para las mujeres; la década del “Banco Mundial en la mira de las Mujeres” o del Fondo Monetario Internacional dictando las políticas macroeconómicas de nuestros países. El famoso “Consenso de Washington” que, entre otras cosas apuntaba a la liberalización del comercio; disminución del gasto público; disciplina fiscal; entrada directa de las inversiones extranjeras; liberalización de las tasas de interés; privatización y desregulación de las actividades económicas, incluidas las relaciones laborales; dio el marco para el neoliberalismo de esta nueva época. Así, la institucionalización y los mecanismos de Estado estuvieron a la base de la cooptación de personas, ideas y problemáticas. No obstante, en el caso de Centroamérica, la lucha por los Acuerdos de Paz, marcó el ritmo y las posibilidades. Las mujeres desde su propia autonomía, llegaron tarde a la discusión que las feministas de América Latina estaban dando en relación a la institucionalización del movimiento o la autonomía del mismo y si bien se sumaron y aportaron, la huella ya estaba marcada. Ejemplo de lo anterior, fue una nutrida legislación sobre Violencia Intrafamiliar que, curiosamente puso el acento en lo familiar y doméstico, invisibilizando una vez más, el contínuum de la Violencia contra las Mujeres y sus contextos de expresión. Entre 1989 y el 2000, catorce países (incluido Guatemala, en1996) legislaron en materia de Violencia Intrafamiliar o Violencia Doméstica, sólo dos países (Venezuela y Honduras) lo hicieron bajo el concepto de Violencia contra la Mujer.4 “Creo que esa fue una dirección que dio la cooperación internacional, tengo la impresión, o si no la cooperación, los organismos internacionales, en este caso, pues, por qué en todos los países de Latinoamérica se metieron leyes de violencia doméstica, de violencia intrafamiliar… pero pusieron en paridad a la pareja que podría tanto ser maltratadora la mujer como el hombre y ser responsables, sin darle la connotación de derivado de la relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres.”5 ¿Fue ese mismo Consenso o las políticas de Cooperación lo que marcó la ruta de las demandas de las mujeres, las que produjeron el cambio nominal? No tenemos certeza, sólo la experiencia. De la misma manera, en toda América Latina, la demanda fue la instalación de los Institutos de la Mujer, en algunos países con mayor éxito que en otros. Sin embargo, hasta la fecha, los mecanismos Gubernamentales demuestran que: “La fragilidad institucional de los mismos sigue siendo un importante reto. La situación es heterogénea en relación a la posición en las estructuras de poder, ya que solo un tercio de países tiene un ministerio responsable de las políticas de igualdad de género, mientras la mayoría mantiene mecanismos en niveles subordinados, o ni siquiera cuentan con un área específica para temas de género. Y este, es un factor clave para el avance en la igualdad, que en cierta forma evidencia el compromiso de las altas autoridades políticas en relación a la agenda de género (…) Según datos del Observatorio de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL), el 40% de los mecanismos tienen nivel jerárquico de Ministerio, un 20% son entidades adscritas 4 5

ISIS Internacional, pág.web Entrevista con Hilda Morales Trujillo.

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a la presidencia y otro 40% dependen de otro Ministerio, en la mayoría de los casos relacionado con políticas sociales, y en algunos países centroamericanos comparten alguna función con la Primera Dama. El mayor desafío, según las estimaciones de la CEPAL, es la sostenibilidad política, técnica y financiera de los mecanismos nacionales: “aumentar el presupuesto asignado, fortalecer posiciones en la jerarquía estatal y fortalecer capacidades técnico políticas de los mecanismos. Desafíos que son también un síntoma del compromiso de los Estados. Otro reto es el enfoque de las llamadas políticas públicas de género, que en general, son muy asistencialistas, en donde las mujeres son aún vistas como sectores vulnerables de la población, no como sujetos de derechos y ciudadanas, y siguen sin atender a las necesidades estratégicas de las mujeres.”6 De hecho, ya en el 2000, la CEPAL señalaba “Al finalizar el milenio, las oficinas nacionales de la mujer forman parte de la estructura institucional del Estado y han ido adquiriendo una creciente visibilidad. Sin embargo, se enfrentan en la actualidad al dilema que les plantea su propio desarrollo. Por una parte, han logrado reconocimiento, legitimidad y un mandato que las responsabiliza de la ejecución y coordinación de políticas. Pero en la mayoría de los países este mandato y este reconocimiento no se han traducido ni en presupuestos adecuados ni en suficiente poder político, por lo que prácticamente todos han tenido dificultades a la hora de institucionalizar políticas de igualdad en áreas específicas de la política social… De hecho, la voluntad expresada en Beijing en el sentido de influir en las políticas económicas se ha visto obstaculizada por estas debilidades estructurales de los mecanismos y por la tendencia ya mencionada a subordinar la política social al crecimiento económico.”7 De esta manera, y particularmente a partir de los noventa, predominó en las mujeres una idea de evolución permanente, de derecho positivista, donde a cada derecho ganado el sistema se las arreglaba para quitarnos otros, para fragmentarlo y vaciarlo de contenido. Así como la historia no es lineal, es un camino sinuoso de avances y retrocesos, los derechos desiguales han generado ciudadanías desiguales. Un segundo gran problema ha sido la dificultad para transitar de lo íntimo a lo privado y resignificar lo público, en que lo público es el espacio privilegiado, pero marcado por el signo de los otros. De esta forma, los “temas” de las mujeres se fueron descontextualizando, despolitizando y tecnocratizando, sin un posicionamiento crítico: Un ejemplo de esto, es el fenómeno de la “feminización de la pobreza,”8 cuya superación se le pide al propio modelo neoliberal y globalizador que la ha generado y a los propios organismos multinacionales que la producen. Otro problema no resuelto y vinculado al anterior es el de la negociación. En tanto, la negociación se realiza desde la desigualdad, fracciona al movimiento en temas aislados como producto de una cierta especialización y no en la totalidad de la transformación cultural que se requiere, lo que le resta fuerza a sus planteamientos y a su capacidad de acción/visión holística en los distintos ámbitos de la sociedad. 6 www.americalatinagenera.org “Proyecto Regional América Latina genera, gestión del conocimiento para la igualdad de Género” PNUD (2008-2011). Mecanismos para el adelanto de las mujeres 7 El desafío de la Equidad de Género y de los Derechos Humanos en los albores del siglo XXI. CEPAL, Lima, Perú, 2000. 8 El concepto de feminización de la pobreza fue acuñado para visibilizar que las mujeres tienen una mayor tasa de inc dencia de la pobreza que los hombres, por tanto es más aguda y que a lo largo del tiempo, la misma ha crecido a un ritmo mayor que la de los hombres. En algunos casos también se ha utilizado para demostrar la precariedad de las cond ciones laborales de las mujeres.

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Así por ejemplo, la violencia y su denuncia de alguna manera quedó nuevamente atrapada en el espacio estanco de lo privado, en el mundo de los afectos denominado eufemísticamente “intrafamiliar”, es decir un término políticamente aceptable para las clases políticas nacionales, neutro para los expertos jurídicos, negociable para algunos sectores de mujeres y que sin embargo, seguiría ocultando la violenta realidad vivida por las mujeres.” 9 c) “Por la Vida de las Mujeres ni una muerte más”: retomar el vuelo de las mariposas “La Campaña “Por la Vida de las Mujeres, ni una Muerte +” impulsada por la Red de la No Violencia en Guatemala (GGM, CICAM, AMES, entre otras), significó un reto para las organizaciones de la Red y del movimiento latinoamericano contra la violencia sexista, ante el aumento del número de mujeres asesinadas por violencia sexista, la falta de registros confiables, el poco conocimiento de los hechos de femicidio, las escasas cifras de muertes existentes y la impunidad en que quedan la mayoría de los casos. “Los objetivos centrales de esta Campaña fueron: Sensibilizar a la población sobre la violencia en contra de las mujeres como un problema de salud pública y un atentado a los derechos humanos; Denunciar los asesinatos de mujeres y contabilizarlos; Lograr que exista un registro nacional centralizado de los homicidios por violencia sexista; Proclamar el derecho a la vida libre de violencia y Respetar la integridad física de las mujeres y niñas de nuestro continente.”10 En este contexto se retomó el concepto de femicidio y sus consecuencias: “El concepto de femicidio fue acuñado y usado por primera vez por Diana Russell y Jill Radford, autoras del libro Femicide: The Politics of Woman Killing publicado en 1992. Las siguientes definiciones están basadas en los conceptos de las autoras. Femicidio: Se entenderá por femicidio el asesinato de mujeres por razones asociadas a su género. Puede tomar dos formas: femicidio íntimo, femicidio no íntimo. Femicidio íntimo: Aquellos asesinatos cometidos por hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia, o afines a éstas. Femicidio no íntimo: Asesinatos cometidos por hombres con quienes la víctima no tenía relaciones íntimas, familiares, de convivencia o afines a éstas. Frecuentemente, este femicidio involucra un ataque sexual previo. Femicidio por conexión: Además de estas dos clases de delito, existe una tercera categoría para clasificar las muertes por femicidio. Esta hace referencia a las mujeres que fueron asesinadas “en la línea de fuego” de un hombre tratando de matar a una mujer. Son los casos de parientas, niñas u otras mujeres que intervinieron para evitar el hecho o que, simplemente, fueron atrapadas en la acción del femicida”. “El concepto de femicidio, tal como lo indican las investigadoras costarricenses Ana Carcedo y Montserrat Sagot, es útil porque nos indica el carácter social y generalizado de la violencia basada en la inequidad del género y nos aleja de planteamientos que tienden a culpar a las víctimas y a representar a los agresores como “locos”, “fuera de control” o a concebir estas muertes como “crímenes pasionales”. Estas ideas ocultan y niegan la verdadera dimensión del problema. Es decir, el concepto de femicidio ayuda a desarticular los argumentos que la violencia basada en la inequidad de género es un 9 10

Edda Gaviola Artigas Ponencia presentada en el IX Encuentro Feminista de América Latina y El Caribe, realizado en Costa Rica, 2002. Publicación de Isis Internacional. Pag.web

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asunto privado mostrando su carácter social, producto de las relaciones de poder entre los hombres y las mujeres.”11 La gravedad del problema, particularmente en Guatemala fue englobando a diferentes organizaciones de mujeres y mujeres en lo individual, así como a organizaciones de derechos humanos. Esta situación de violencia extrema en contra de las mujeres abrió un debate, que no se ha concluido sobre la posición política a adoptar y la terminología a utilizar para describir estos hechos. En esta línea de comprender la realidad que estaba sucediendo en el caso de Ciudad Juárez y Guatemala, hay que asumir el aporte conceptual de Marcela Lagarde, que puso el énfasis en entender el feminicidio como un estado de violencia contra las mujeres que abarca diferentes tipos de violencia, todas ejercidas de forma cruel y como demostración de odio hacía las mujeres (Misoginia), que se produce de manera sistemática en un lugar y en un tiempo determinado, amparado en la impunidad y tolerancia del Estado teniendo como resultado, en algunas ocasiones, la muerte violenta de las mujeres (femicidio) y que por tanto, este estado generalizado de formas de violencia extrema es un agravamiento del continuum de la violencia histórica en contra de las mujeres. El feminicidio ocurre en sociedades o en círculos sociales cuyas características patriarcales y la violación a los derechos humanos se concentran y agudizan de manera crítica. En su mayoría, se articulan con otras condiciones sociales y económicas de marginación y exclusión social, jurídica y política. Es el producto de una organización social basada en un ambiente ideológico de misoginia, de violencia “normalizada” contra las mujeres. Estas características se aplican a la situación que se vive en Guatemala. En el 2004, CALDH hacía la siguiente formulación para el fenómeno que se estaba viviendo en Guatemala: 1. Expresión de dominación, poder o control de los hombres hacia las mujeres, el asesinato, en cualquiera de sus distintos escenarios12 es la demostración extrema de la dominación de los hombres hacia las mujeres y es consecuencia directa del continuum de violencia que las mujeres sufren cotidianamente. Se han presentado diferentes casos en los que el grado de ensañamiento es evidente. 2. El carácter sexual como el eje estructural y articulador sobre el que se sustenta cualquier tipo de violencia en contra de las mujeres. 3. Premeditación o intencionalidad. Se ha podido establecer que en algunos Asesinatos existió un elevado grado de preparación y planificación de las muertes. 4. Responsabilidad colectiva. Diferentes grados de responsabilidad: Directa: de los victimarios, Indirecta del Estado en todos los casos ya que tiene entre sus deberes garantizar la vida de las mujeres de Guatemala y proteger sus derechos humanos empezando por el derecho a la vida, a la integridad física y a la libertad y seguridad personales entre otros. 5. Impunidad. Un porcentaje ínfimo de casos ha llegado a juicio oral, lo cual demuestra una absoluta impunidad para los victimarios.13 11 12 13

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Isis Internacional, ibid. No Olvidamos ni Aceptamos. Femicidio en Centroamérica 2000-2006. Ana Carcedo , Coordinadora. CEFEMINA, San José de Costa Rica, 2010. Asesinatos de Mujeres: Expresión del Feminicidio en Guatemala. CALDH, 2005.


En otras palabras, la utilización del concepto de feminicidio, hizo un intento serio de articular la Violencia contra las Mujeres, en tanto continuum, con ámbitos contextuales más amplios, que van a determinar el abordaje de la misma en situaciones específicas de país, colocando en evidencia y relevando la responsabilidad del Estado: Una situación de colapso institucional, de ruptura del Estado de Derecho y de fracturas sociales muy fuertes; la complicidad y/o la participación del Estado en esta violencia, por acción u omisión, en el sentido de no haber posibilitado esclarecer la verdad ni hacer justicia. Creemos no habernos equivocado en este aserto, había una línea de continuidad entre todas las formas de violencia que nos afectaban a las mujeres y que transitaba sin mediación en todos los espacios de la sociedad (íntimo, privado y público) y toda vez que en esos mismos años, las organizaciones de derechos humanos denunciamos que el Estado estaba desarrollando políticas de ejecuciones extrajudiciales en contra de jóvenes estigmatizados (la mal llamada limpieza social)14 que hoy han quedado a la luz las estructuras que funcionaron al amparo del Ministerio de Gobernación, las mismas que jugaron un rol preponderante en el ocultamiento de muchos de los casos ocurridos entre el 2004 y 2005 en muertes violentas de Mujeres. “Han pasado dos años desde el 3 de julio del 2007, día en que cuatro encapuchados secuestraron y abusaron sexualmente, en la primera de dos veces, de una mujer que comprueba impaciente la negligencia del Ministerio Público (MP) para llevar ante la justicia a los hechores. La víctima acusa a personal de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad –SAAS-, encargados de la seguridad del Presidente Álvaro Colom, de ser los responsables de los ataques sufridos. Además los señala de estar involucrados en el tráfico de personas con fines de explotación sexual. La joven ha sido apoyada por la Fundación Sobrevivientes. En la noticia publicada por Prensa Libre el 29 de diciembre de 2008, se detalla que fue secuestrada y llevada a la finca presidencial Santo Tomás, ubicada en Izabal. Luego de ser sometida a abusos sexuales y que obtuvieron fotografías de la agresión, fue dejada en una habitación de la que escapó, logrando llegar a una carretera, sin ropa y dinero pero la ayuda de pobladores de las cercanías le permitió evadirse finalmente del lugar. Personas con las mismas características de los atacantes de la joven, han amenazado a integrantes de la Fundación Sobrevivientes. Norma Cruz denunció las amenazas a Amnistía Internacional y esta emitió un comunicado de apoyo, el 24 de octubre de 2008.”15 Lo anterior ilustra, en palabras de Ana Carcedo que “Centroamerica es zona de reclutamiento, paso y destino… de la trata de mujeres para la explotación sexual y laboral… estas situaciones pocas veces se investigan y persiguen como delito de trata… lo que hace de este uno de los escenarios de femicidio más difíciles de detectar, conocer y atacar” 16 La fundación Sobrevivientes y Norma Cruz, han hecho un aporte sustancial en esta materia en nuestro país, no obstante sigue siendo un territorio escabroso, pero fundamental para la investigación.

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Las Ejecuciones Extrajudiciales de jóvenes estigmatizados. Claudia Samayoa, CALDH, ICCPG y SEDEM, Guatemala, enero 2007. Pag. Web Fundación Sobrevivientes. No olvidamos ni aceptamos. Femicidio en Centroamérica 2000-2006. Costa Rica, 2010.

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Marco histórico contextual “Para su existencia, el sistema patriarcal necesita la violencia y se sostiene en lo cotidiano, especialmente en el mundo de los afectos, en una violencia ejercida directamente sobre el cuerpo de la mujer. Es en el cuerpo negado, en el cuerpo sufriente, el cuerpo sacrificado, el cuerpo como maligno, el cuerpo como instinto, fuerza a dominar, donde se signa nuestra cultura de la cruz”. Margarita Pisano.17 Cada vez que agreden a una mujer, las otras mujeres sentimos que nos agreden a todas y es que en la Violencia contra las Mujeres, existente en todos los ámbitos de la vida y en todas las sociedades en el mundo, lo que se pone en juego son todos los simbolismos del dominio, los deberes seres, las culpas, las soledades, la profunda tristeza, las traiciones, las negaciones, el dominio territorial de nuestros cuerpos y fundamentalmente, los miedos y el terror, que a las mujeres nos han constituido culturalmente desde remotos tiempos. Todas estamos en los márgenes, luchando contra corriente, sabiendo que mañana o en la esquina siguiente, o en la supuesta tranquilidad de nuestras casas, podemos ser nosotras las agredidas y violentadas. Es nuestra “cruz”, el karma de ser mujer y de ser sobrevivientes en sociedades que nos niegan el derecho fundamental a ser y existir. Sociedades basadas en la violencia; en el dominio político, social, económico y cultural; en los fundamentalismos religiosos y acrecentada en las décadas de modernidad, en la depredación del planeta, en la apropiación de sus ríos, sus tierras, vegetación y en la extinción de sus animales y todo aquello que nos puede significar humanidad, vida, armonía y paz. Sociedades construidas de esa manera, no pueden tener futuro. No es extraño entonces, que naveguemos permanentemente en las turbias aguas de la urgencia, intentando salvar y salvarnos… Tenemos memorias largas y memorias de corto tiempo, a veces no tenemos memoria consciente y aún así, todas ellas están signadas por la violencia. No son casualidad los cientos de miles de mujeres asesinadas en la hoguera acusadas de brujas a través de los siglos que duró la Edad Media y que en pleno Renacimiento europeo, se trasladan a nuestro continente en la figura del invasor, con su espada y su cruz, para someter a nuestros pueblos con toda una normatividad e institucionalidad reflejada en la Inquisición, pero, principalmente, para someter el cuerpo y la sexualidad de las mujeres, nuestras abuelas originarias18. En todo este proceso, la sexualidad fue el pecado por excelencia. En los medios eclesiásticos se tuvo como verdad evidente que “virginidad y castidad llenan y pueblan los asientos del paraíso”: “las parteras, hierberas, comadronas, sanadoras, en la mayoría de los casos, eran triste blanco de este ataque criminal (…) el cuerpo (de las mujeres por supuesto) era el vehículo del diablo y por esa razón debía mantenerse enclaustrado moralmente y físicamente controlado, a través del escarnio público.”19

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Margarita Pisano, ¿Los Deseos de Cambio o el Cambio de los Deseos?, Santiago de Chile 1995. Historia de las Mujeres en Occidente. Bajo la dirección de George Duby y Michelle Perrot. Vol. 2 Tauros Ediciones 1992. “Cuerpos enclaustrados: construcción del cuerpo femenino en el Caribe Colombiano” Roxana Buitrago Leal. Universidad del Norte Barranquilla, Colombia, 2008 en Revista digital de Historia y Arqueología del Caribe. (Las negrillas son nuestras)


Y es ese escarnio público sobre nuestros cuerpos sexuados, ese enclaustramiento y control, esa violencia despiadada, esa misoginia naturalizada en los pactos y complicidades patriarcales, el que se fue instalando y enraizando en el imaginario colectivo, en todos los rincones y en todos los hombres y mujeres, sin importar edad, religión, comunidad étnica. Así se construyó un imaginario colectivo, un conjunto simbólico que rige nuestras vidas “por la voluntad de Dios.”20 que no es otra cosa que la voluntad de hombres e instituciones que siguen alimentando su poder en desmedro de “quienes dicen amar”. En nombre de dios y de la moral se ha justificado y reforzado la opresión y la violencia contra las mujeres. Nadie puede amar violentando, irrespetando y maltratando. Así, existe una tendencia a la repetición de la historia, pero desgraciadamente nunca de la misma manera y tampoco con la misma intensidad. Los problemas que no encuentran solución en el contexto social suelen agravarse en el campo de la realidad o de la percepción, pues se refuerzan los imaginarios, los símbolos y valores que se transmiten de una generación a otra. Existe un Estado que debiera garantizar la vida e integridad física de las personas, la seguridad, la libertad, el derecho a vivir en un ambiente libre de violencia. No obstante, en el constructo simbólico dominante un importante segmento de la población sigue atribuyendo el problema de la violencia por razón de sexo, a las mujeres, restándole importancia, generando nuevos y más sutiles mecanismos para hacerlo invisible, particularmente al esconderlo tras la violencia generalizada que afecta a nuestra sociedad. De esta manera, la lógica de la violencia contra las mujeres se repite una y otra vez, con consecuencias cada vez más graves para la vida de las mujeres en cada ámbito de la sociedad: “en el ámbito privado (familia, pareja, intimidad), en el ámbito público (calles, espacios de recreación, transporte público), en el ámbito de formación y centros laborales, en los ámbitos militantes (partidos políticos y movimientos sociales), en las instituciones del Estado (escuelas, ministerios, centros administrativos, juzgados), y en las Iglesias. Su fin último es el control de las mujeres y su sometimiento.”21 Y en esta lógica, podemos observar dos factores preponderantes que están en la violencia contra las mujeres y que no se encuentran en fenómenos de violencia generalizada, primero, su carácter sexual en el sentido amplio, porque ocurre en el cuerpo sexuado de las mujeres y “el cuerpo es el único instrumento con el que tocamos la vida”22 y por la carga de odio hacia ese cuerpo sexuado. En segundo lugar porque ocurre en todos los espacios de la vida, sin embargo el lugar de ocurrencia prioritario está dibujado en el ámbito privado e íntimo, en el hogar, en el mundo de los afectos. En la violencia generalizada los hombres respiran cuando llegan vivos al refugio del hogar; en cambio, para la gran mayoría de mujeres, lo que debiera ser el refugio, se transforma en su peor pesadilla. El contínuum de la violencia contra las mujeres, debe comprenderse en tres dimensiones. Contínuum histórico (a través de los tiempos, relativo al largo alcance), pues atraviesa distintos momentos históricos, a modo de manifestación misógina de los constructos sociales sobre el ser mujer en distintos períodos de la historia y en sociedades patriarcales. El contínuum social (relativo a los espacios en que nos desenvolvemos en nuestra vida), esa violencia que nos acecha en todos los ámbitos de la vida social (íntimo, privado y público) y, la tercera dimensión, 20 21 22

Expresado así en todas las entrevistas colectivas realizadas en el marco de este estudio. Memoria IV Encuentro Construyendo Equidades, PCS, Antigua, marzo 2009. Margarita Pisano “Un cierto Desparpajo”, Santiago de Chile, 1995.

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es el contínuum multidimensional que afecta a una mujer en su individualidad, en lo concreto, que da forma a los distintos tipos de violencia, en tanto conjunto que converge y constituye la agresión real y particular sobre el cuerpo sexuado y la vida de la mujer (sexual, física, psicológica, económica o patrimonial). Las mujeres no vivimos una sola forma de violencia pues la agresión sexual va acompañada de violencia psicológica (maltrato verbal, amenazas e intimidaciones) o económico/ patrimonial. a) Cuando la violencia contra las mujeres naturalizada por el sistema se hace evidente en el mundo público Narrar el agravamiento del contínuum de violencia contra las mujeres, tiene que ver con nuestra propia memoria histórica, con la comprensión y aprehensión de nuestra realidad concreta, de cómo en determinadas y agudas dinámicas sociales se articula lo público y lo privado en una misma lógica de dominación partiendo de la base que la violencia está instalada en lo íntimo de todas las mujeres, como manifestación real, aprendida y simbólica. Momentos cruciales en los que la violencia contra las mujeres traspasa el ámbito de lo íntimo y lo privado y se transforma en un factor y herramienta del poder evidente entre grupos en pugna, ya sea por conflictos económicos, políticos y/o militares, en donde las mujeres nos convertimos en botín de guerra y nuestros cuerpos son utilizados como escarmiento social, dejando al descubierto lo que el sistema ha intentado negar e invisibilizar permanentemente como parte de su construcción de estructuras de poder y desigualdad: la violencia contra las mujeres no es un hecho aislado, producto de mentes enfermizas, es un modelo de control, poder y dominio naturalizado en las relaciones cotidianas entre hombres y mujeres y articulado al conjunto de instituciones e ideologías que sustentan las formas de organización social. Son esos momentos en los que la violencia que ha estado constreñida al mundo de los afectos y la pareja, toca lapidariamente el imaginario social y lo cuestiona en sus raíces, ante los ojos de quien los quiera ver. En Guatemala, uno de estos momentos tiene que ver con la magnitud de la violencia sexual ocurrida en los años del Conflicto Armado Interno, como patrón de violaciones a los derechos de las personas: “No se puede entender la magnitud y la crueldad que se desató contra los cuerpos de las mujeres indígenas durante la guerra sin analizar el sistema social, cultural e ideológico que sustentó esta violencia, sin desvelar, el grado de tolerancia que manifiesta la colectividad guatemalteca en torno a las ideas misóginas, racistas y a su nivel de violencia, y sin identificar los imaginarios sociales y discursos culturales que justificaron la misma.”23 Para una mirada más amplia a este período, recomendamos el libro “Tejidos que lleva el Alma. Memoria de la Mujeres Mayas sobrevivientes de violencia sexual durante el conflicto armado”24 que, por primera vez, profundiza en un aspecto doblemente invisibilizado y silenciado del conflicto armado interno. 23 Amandine Fulchirón, “La denuncia de la violencia sexual cometida durante la guerra en Guatemala”, presentada en Seminario de LASA, San José, Costa Rica, marzo, 2006. 24 Amandine Fulchirón; Olga Alicia Paz y Angélica López. ECAP, UNAMG en el marco del Consorcio Actoras de Cambio (2004-2008)

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En este ámbito, las autoras señalan el papel de la violencia sexual como: 1) política contrainsurgente, en tanto “este tipo de violencia se da dentro de la violencia de género y se fundamenta en estructuras sociales en las que predomina el poder masculino y se ejerce contra las mujeres para perpetuar este dominio (…) Si bien, esta violencia es estructural, la coyuntura de los enfrentamientos armados la profundiza, volviendo más vulnerables a las mujeres”. Forma parte de la planificación militar en los rituales de exterminio que “incluían reglas muy claras y definidas, violencia sexual que podía darse en las casas, iglesias, escuelas o en destacamentos militares en contextos de masacres, de represión selectiva, de ocupación de la comunidad o de desplazamiento forzado”. 2) La violencia sexual como forma de tortura “cuando se expone a las personas al dolor extremo sobre sus cuerpos, cuando se reduce a las personas únicamente al dolor y la humillación, se destruyen sus valores, su identidad, sus más profundas convicciones y los vínculos con el otro que representa la humanidad, lo que la ha conformado como persona”. 3) La violación sexual como una estrategia de terror, “el carácter público, indiscriminado y masivo de la violación sexual así como la saña con la que mutilaron los cuerpos de las mujeres marca una de las particularidades de la guerra en Guatemala”. 4) La Violencia sexual como Genocidio, en tanto representa “un medio idóneo para la destrucción del grupo: imposibilita la reproducción biológica; impide la reproducción social y mantiene sus efectos de la destrucción en el tejido social en el largo plazo”. Como lo estableció la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Sentencia de Reparación por la Masacre de Plan de Sánchez: “Las mujeres que fueron objeto de violencia sexual por parte de agentes del Estado el día de la masacre y que sobrevivieron a la misma, continúan padeciendo sufrimientos por dicha agresión. La violación sexual de las mujeres fue una práctica del Estado, ejecutada en el contexto de las masacres, dirigida a destruir la dignidad de la mujer a nivel cultural, social, familiar e individual. Estas mujeres se perciben como estigmatizadas en sus comunidades y han sufrido por la presencia de los victimarios en las áreas comunes del municipio. Además, la impunidad en la que permanecen estos hechos ha impedido que las mujeres participen en los procesos de justicia.”25 El mensaje latente de esos actos, sigue siendo parte del sentido de vulnerabilidad y miedo, se continúa recreando en el presente, pues “fuera de toda lógica, y por un mecanismo ideológico perverso, las mujeres fueron acusadas de haberse “dejado”, y “haberse entregado” voluntariamente al Ejército en los casos de violación. Las propias víctimas fueron responsabilizadas y culpabilizadas del crimen cometido contra ellas. La violación es el único crimen por el que se le sospecha a la víctima haber consentido el crimen e incluso haber disfrutado.” 26 De esta manera, “ni la impunidad se ha roto ni las instituciones encargadas de la seguridad del Estado se han democratizado, la garantía de no repetición ha sido violada, tanto por la ausencia de acciones para reconocer y profundizar la verdad, la ausencia de justicia

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Informe de Sistematización, caso doña Juana Méndez, ICCPG, Guatemala, 2008. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Masacre de Plan de Sánchez v/s Estado de Guatemala. Reparación, 19 de noviembre 2004. Informe de Guatemala. Seguimiento al informe “Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia en las Américas” Comisión Interamericana de Derechos Humanos.Audiencia temática – 137° Periodo ordinario de sesiones. Documento elaborado por la Colectiva “Actoras de Cambio”, Guatemala, octubre de 2009

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y la ausencia de cambios, como por la no atención de las secuelas en la conducta social durante el enfrentamiento armado. Todo lo que pasa en Guatemala, quiérase o no, refiere al pasado, que no ha sido cerrado ni resuelto.” 27 Y esto es profundamente cierto para todo el continuum de la violencia contra las mujeres, además, una de las premisas esenciales en la recurrencia del feminicidio en la época del Post conflicto, pues la impunidad entendida como falta de sanción, se sigue agravando. Particularmente, en esos nuevos escenarios de feticidio, el crimen organizado se estructuró sobre la base de la organización militar que dejó el conflicto armado interno, por lo que es fundamental verlo en esa dimensión. b) El complejo contexto de la Impunidad en la era del post conflicto “En Centroamérica, dos de cada tres mujeres que son asesinadas, mueren por razones de género. El grueso de los femicidios son pues la culminación de una larga historia de relaciones abusivas y controladoras por parte de parejas, ex parejas, familiares, pretendientes y acosadores. El resto de los femicidios seguirían de hechos como el intento de violación por parte de un desconocido o el “ajusticiamiento” de mujeres sujetas al tráfico sexual.”28 Hablar de sociedades de post conflicto es establecer una relación directa entre el pasado, marcado por conflictos armados internos, como hemos visto y cuyas secuelas se siguen manifestando en el presente. El primer elemento que resalta, es que durante la guerra, particularmente en Guatemala, aunque no exclusivo, se enquistaron en el aparato de inteligencia militar, grupos que conformaron redes clandestinas que evolucionaron hacia actividades ilegales que permitieron la ampliación de su poder dentro del Estado, lo cual dio paso a la articulación de estructuras mafiosas que hoy alimentan el crimen organizado; el poder económico acumulado, ha permitido mantener la corrupción, el soborno y la extorsión de funcionarios, policías y jueces, así como el financiamiento a políticos para lograr favores y protección a sus variadas actividades delincuenciales.29 Su florecimiento actual se ha amparado en la impunidad de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado. Dentro del crimen organizado, los de mayor relevancia son aquellas actividades ilícitas de carácter transnacional, por sus ramificaciones y violencia. Siendo dentro de ellas la narcoactividad la que juega un papel crucial, local, nacional y transnacional y que cada vez se mueve con un mayor nivel de intensidad al escenario centroamericano en general, y guatemalteco en particular. Ligada a la anterior, se encuentra el tráfico de armas. Se estima que en Centroamérica circulan casi “tres millones de armas de fuego y que dos de cada tres son ilegales. Esto se da con mayor fuerza entre Guatemala, El Salvador y Honduras.” 30 27 28 29 30

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Asesinatos de Mujeres: Expresión del Feminicidio en Guatemala, CALDH, 2005. Informe de Desarrollo Humano para América Central 2009-2010 “Abrir espacios para la Seguridad Ciudadana y el Desarrollo Humano” PNUD. Protegiéndonos ante las amenazas del Siglo XXI, UDEFEGUA, Guatemala, 2009. IDH, Ibid.


Por su parte, el tráfico de inmigrantes, relevancia altísima en la región.

personas y órganos tiene también una

“En definitiva, los conflictos armados, la represión, el terrorismo de Estado y la violencia sorda contra las mujeres, de décadas anteriores, ha dejado un legado en Centroamérica que lejos de esfumarse una vez que se suscribieron los acuerdos de paz, se ha fusionado con las lógicas y las oportunidades de negocios que el mercado mundial ofrece, sean estos lícitos o ilícitos. Y los más jugosos negocios se hacen en los mercados ilegales: drogas, armas, sicariato, trata y tráfico de personas, explotación sexual y laboral. No se sanearon las sociedades y los Estados de la región cuando una realidad más fuerte se impone, dando nuevos papeles a viejos actores,-políticos, militares, empresarios, religiosos-, y creando sus propias reglas de eficiencia comercial… La corrupción y el tráfico de influencias juegan un papel económico fundamental permitiendo la impunidad de los negocios ilícitos y facilitando la vinculación entre unos mercados y otros, los legales y los ilegales.” 31 En efecto, en el neoliberalismo de estos nuevos tiempos “la región, pasó de las exportaciones tradicionales agrícolas a exportar mano de obra (migración y maquila), atraer capitales desde el sector servicios (banca, turismo y otras inversiones aumentando considerablemente la dependencia de las economías nacionales a los ciclos internacionales: entre el 40 y el 95% del ingreso nacional de nuestros países proviene de las exportaciones, las remesas, el turismo y la asistencia oficial al desarrollo.” 32 En esta misma lógica, el emplazamiento y la rearticulación de los poderes económicos locales y nacionales a los intereses transnacionales de empresas y países en los Megaproyectos vinculados al Plan Puebla Panamá, 33 las concesiones mineras y la construcción de grandes hidroeléctricas que contribuyen no sólo a la privatización de la energía sino también a las fuentes de agua, han implicado o implicarán a corto plazo el desplazamiento obligado de numerosas comunidades con un alto impacto ambiental y cultural y, la utilización de grandes hectáreas del territorio para biocombustibles, agravan el riesgo y depredación de la biodiversidad, particularmente, los territorios en los que se ubican las comunidades indígenas. Para terminar este apretado recuento, los países donde el apoyo a la democracia no es sólo menor, sino que ha caído en una década, son los que tienen las tasas de criminalidad más altas: El Salvador, Guatemala y Honduras. Lo que dibuja un panorama poco alentador para la vigencia de los Derechos Humanos y su promoción, pues en ese escenario se insertan los procesos de re- militarización de la sociedad, el surgimiento de propuestas de mano dura y fomentan en la opinión pública la búsqueda de justicia por mano propia, retroalimentadas por esa historia de represión y violencia.34

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“No Olvidamos ni aceptamos…”, ibid. IDH, Ibid, p.159 En la Cumbre de Tuxtla de 2008, el PPP fue rebautizado como “Proyecto de Integración y Desarrollo Mesoamérica” (PM). El cambio de nombre se debe a las resistencias locales, nacionales e internacionales al PPP, que lograron parar algunos proyectos y echar abajo multimillonarios esfuerzos de relaciones públicas para la promoción del PPP Manual Udefegua, Ibid

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TANTAS VIDAS EN UNA MISMA HISTORIA: LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN CUATRO DEPARTAMENTOS DE GUATEMALA “… le dije yo ‘una mujer, al menos yo, no voy a estar sujeta a él porque no soy un objeto’ y se ríe demí el sacerdote, pero es que el me dice ‘sí, pero la Biblia así lo dice’, pero no, le decía yo, ‘es que no estoy de acuerdo de que nosotras tenemos que estar sujetas a los hombres y ellos no, es lo que no me gusta de la Biblia’ o sea, que había una discusión ahí. Entonces yo siempre estoy en contra de esa versión de la Biblia, yo sé que es bíblico pero no me parece la forma que se expresa…”35

La Violencia siempre ha estado La primera constatación de las mujeres entrevistadas es la del contínuum de la violencia en sus historias, como una sola voz se va entrelazando esta historia aprendida: “La violencia siempre ha existido, hay investigaciones comunitarias hechas por las instituciones que así lo reportan, antes las mujeres tenían miedo de hablar, de que se enteraran las personas que no tenían educación o posibilidad de avanzar.”36 Así es, “la violencia siempre ha estado, las mujeres se aguantan, simplemente dicen ‘es mi cruz y lo tengo que aguantar’, si me voy con mi mamá, ella dice, ‘eso me pasó a mí’, va con la abuelita, ‘sí mija, así pasé yo’ entonces de igual manera, creen que así es…”37 “Antes no sabía nada, si me pegan que me peguen, si me tiran que me tiren…”38 Esa historia está anclada a un ámbito comunitario y familiar cuyos bordes se desdibujan, permanentemente, aludiendo indistintamente a las relaciones de la pareja y a las relaciones sociales construidas en el ámbito comunitario, desde la internalización de la violencia hasta las relaciones desiguales históricamente construidas con la autoridad/comunidad. “La familia reproduce la ideología dominante de manera que es el primer espacio de socialización donde se aprende a ser sumisa. Se internalizan los valores y se reproduce la opresión cultural producto de la represión de las emociones. 35 36 37 38

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Entrevista colectiva lideresas de Chimaltenango, Chimaltenango Entrevista colectiva lideresas región Chorti, Chiquimula Entrevista colectiva AGIMS, San Juan Sacatepéquez, Guatemala Entrevista colectiva Red de Mujeres de Sololá, Sololá


A las mujeres mayas, desde su niñez, les prohíben expresar la agresividad o el enojo. Pero la experiencia de las mujeres muestra cómo sienten y conviven con la violencia conectándose inmediatamente con el dolor. Esta vivencia aplasta y victimiza, de ahí surgen actitudes que expresan sometimiento: no levantar la cabeza, no mirar a los ojos, no contradecir, no cuestionar, toman como natural la opresión. Otras hacen suya la violencia y el sufrimiento de las y los demás…”39 En esa construcción primaria de aprendizajes, se desarrolla el miedo al hombre que usa la violencia apoyado por una sociedad que sostiene este tipo de comportamientos y que impide avanzar hacia acciones concretas para prevenir y erradicar esa violencia, en medio de un Estado que tiende a perpetuarla. Así, es posible entender la impotencia aprendida a modo de “destino manifiesto”. Por tanto, la violencia que viven las mujeres a nivel comunitario es una prolongación de los conflictos experimentados en el mundo de los afectos, determinada en las relaciones de pareja, por lo que no pueden asumirse en forma separada, son parte de un todo que debe ser transformado, pues la mayoría de ellos se originan en el aprendizaje consciente o inconsciente del modelo femenino dominante. Romper con la soledad, con la doble moral, con los estereotipos, resulta una cuestión vital.40 Todas las mujeres entrevistadas constatan que la violencia se da en todas sus formas y en un contexto de racismo y discriminación, desde la negación y asignación social como un ser incompleto, hasta ser desvalorizada, excluida, dependiente, débil en función de los otros. La violencia psicológica sedimentada a través de la invisibilización social e individual y aplicada mediante burlas, falta de reconocimiento y humillación; la violencia verbal expresada mediante la descalificación del ser mujer (“vos no sos nada, vos no sabés, vos sos tonta, vos no servis para nada”) que a su vez, mediante amenazas e intimidaciones llega a la violencia física, con el uso del maltrato, la fuerza, los golpes y el abuso sexual y, a esto se liga la violencia económica/patrimonial, al no reconocer el esfuerzo, el valor del trabajo de la mujer, su aporte en la esfera productiva, reproductiva, comunitaria y simbólica, al negarle el derecho a la propiedad o copropiedad de la tierra, la vivienda y los bienes materiales, hasta concluir en muchos casos en formas más extremas de violencia sexual y femicidio. Todas ellas tienen un relato que contar, propio, de una familiar, amiga, vecina o alguna mujer de su comunidad. En ese sentido, ejemplificar los tipos de violencia tiene un trasfondo fundamental, el conocimiento real de ellas y de las otras y cómo se interrelacionan las diferentes formas de violencia: “hay hombres que se aprovechan del beneficio que recibe la mujer (Mi Familia Progresa),41 el programa los pone a esperar a tener ese dinero para ir a chupar, si ellas se niega…hay problemas”; “Allá en Patzún, el marido lo mató a ella sólo por llegar tarde, dice que fue a dejar a la abuela a Quiché y como de plano que llegaron tarde, sólo por el hecho de llegar tarde lo mató a la mujer”.

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Emma Delfina Chirix “Alas y Raíces. Afectividad de las Mujeres Mayas”, Guatemala, 2003. Edda Gaviola “Mujeres Mayas y Cambio Social. FLACSO, Guatemala, 2001 Se hace referencia al programa gubernamental de ayudas condicionadas, dirigidas a familias en extrema pobreza.

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Factores que influyen en la Violencia Al enumerar los factores que influyen en la violencia contra las mujeres, las entrevistadas no lo dudan, mayoritariamente afirman que es por el alcohol: “Allá se ve la violencia porque los señores, los esposos toman mucho, venden cusha, cerveza, los esposos toman y llegan bolos, llegan a pelear. Bebe hasta las once de la noche. Cuando el esposo llega lo despierta a uno, cuando uno está durmiendo”. “Por el alcohol venden todo, hasta los utensilios, ropa, cuando ya no tienen qué vender, se llevan una olla, un delantal, un corte, y eso sí es un problema bastante grande. Ellos se están matando, dicen que es una enfermedad, que el cuerpo les exige, es una droga, son adictos, y llegan a robar. Así hizo mi hermano, él también de tanto alcohol hasta vendió un terreno, dijo que lo vendió en diez mil…” (San Juan Sacatepéquez) “Cuando un hombre esta ebrio aprovecha la oportunidad para amenazar ‘hace cuatro meses una mi hermana sufrió las consecuencias, ella no tenia como defenderse, el llegó de noche, ella estaba acostada y con un leño le partió la cabeza’, hasta el otro día fuimos a la coordinadora de la mujer, fuimos con el juez, nos dieron una nota para que fuera a la policía, pero el hombre se había fugado” (Región Ch’orti’) De alguna manera, la mayoritaria respuesta de que el alcohol es la causa de la violencia contra las mujeres, refleja que se requiere mayor nivel de análisis y discusión sobre la complejidad de esta violencia. Pero también, sus niveles de aproximación, en cuanto a que es un problema sociocultural que se puede cambiar. Aquí nos encontramos con dos problemas fundamentales, por un lado, no se reconoce que la violencia está instalada en las relaciones de poder, control y roles asignados y jerarquizados de patriarcal manera entre hombres y mujeres, en la familia y en la comunidad. “Ellas cumplen sumisamente con su parte en dicha asignación, respondiendo a “esta moral que establecen los hombres pretende regular los comportamientos de las mujeres. La doble moral es una expresión clara del machismo: lo que es bueno para él, es malo para la mujer. Se exige un comportamiento adecuado en la mujer mientras se justifican el maltrato, el acoso sexual, la violación y el incesto.”42 Y por el otro, esta visión pretende justificar la violencia de los hombres, como “enfermos” o “adictos”, quitándoles la responsabilidad en su actuar. Entonces, parece más fácil terminar con las cantinas, que con la violencia contra las mujeres. Numerosos son los estudios que han “demostrado que los hombres violentos no eran ‘ni pobres, ni borrachos ni enfermos’, sino que pueden pertenecer a cualquier nivel social y cultural, pueden ser consumidores de alcohol o no consumidores… el hombre violento no se distingue de la ‘normalidad masculina’ general, puede ser simpático, seductor, un ciudadano modelo. Esto les permite pasar inadvertido para el resto de las personas que no son su familia”43 Otro factor importante que señalan las mujeres entrevistadas, es la discriminación y la desvalorización de las mujeres: “la madre lo que hace es discriminar a la hija, al hombre le da libertad”; “los COCODES son discriminatorios, dijeron que las mujeres no pueden ni saben nada, sacaron a las mujeres”. 42 43

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Emma Chirix, ibid “Investigación Criminal para casos de Violencia Femicida”. Programa Justicia y Seguridad: Reducción de la Impunidad, AECID, Guatemala, 2010.


En este punto se nos juntan los diversos espacios en que las mujeres viven la desigualdad y la opresión por el hecho de ser mujeres, en la familia, en la comunidad hasta en la participación política en el espacio comunitario, aquí encontramos el nexo de un sistema patriarcal enraizado desde tiempos coloniales en las comunidades mayas e indígenas de hoy, contradictoriamente, pues, “se han desarrollado en un contexto comunal, de gran dependencia entre sus miembros, de fuerte precariedad y ausencia de servicios y de exclusión y discriminación frente al resto de la sociedad,”44 es decir, los ladinos. Las familias mayas tienen funciones específicas como: social, económica, simbólica, de reproducción, afectiva y cultural. Hay una lógica interna de relaciones sociales que se construyen. Las mujeres son las responsables de transmitir la cultura, las encargadas de velar por los demás y dar cumplimiento a valores y normas morales.45 “La mujer al casarse debe hacer una serie de cambios culturales y de actitudes. Ella se va a la casa del hombre porque es mal visto que un hombre se vaya a la casa de la mujer. Obviamente la casa de la mujer es diferente: el gusto por ciertas comidas, la forma de vestirse es distinta, también la manera de educar a sus hijos, sus relaciones sociales…a lo cual deben adaptarse las mujeres (…) El patrón de nuestra cultura no es perfecto, tiene muchas cosas positivas pero también tiene cosas opresivas que hay que cambiar…Los seres humanos estamos aquí para transformar, construir, hacer posible la justicia, la felicidad y la conservación de la vida.”46 Y este es un hecho fundamental que estará presente a la hora de las denuncias y de las posibilidades reales de llevar un juicio hasta el final. De igual manera, las relaciones de pareja y comunitarias están impregnadas de las relaciones capitalistas dominantes en las sociedades modernas, que transforman a las personas en mercancía, en esa línea, mujeres y hombres nacen a la vida con un valor económico en medio de la precariedad, por su fuerza de trabajo, los hombres o, por su valor de cambio y de servicio, las mujeres: “Las comadronas también dan apoyo a los hombres porque si miran que es varoncito cobran más y si no cobran menos, ahí es donde ya rebajan a la mujer”, esta afirmación fue refrendada en todas las entrevistas, con diferencias en el monto que se cobra, si es en dinero. “En mi caso como yo soy la primera hija, igual mi papá quería un varón, entonces ahora con todo esto yo digo que se aguanten, el segundo es varón, pero él quería que su primer hijo fuera varón, inclusive siempre me lo echó en cara de que quería un hombre, un hijo varón, entonces... como que me lo repetía… entonces él decía ‘no, que las mujeres no sirven’ o no sé, cuestiones así, entonces yo decía ‘no, yo le voy a demostrar que una mujer sí puede’, inclusive a mí nunca me gustaron los oficios de la casa, entonces todo eso como que iba influyendo mucho también. Cuando era de trabajar en el campo yo me iba con él, pero como hacen ahora a las niñas las llevan pero a cocinar, en cambio yo no, yo agarraba mi azadón y yo le demostraba que también podía, entonces él inclusive, él me fue queriendo más que a mi hermanito, y entonces así como que mi mamá decía ‘sí, que con tu papá…”47

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Manuela Camus, citada en Alas y Raíces, ibid. Emma Chirix, ibid. La Palabra y el Sentir de las Mujeres Mayas de Kaqla”, Grupo de Mujeres Mayas Kaqla, Cholsamaj, Guatemala, 2004 Entrevista Colectiva lideresas del departamento de Chimaltenango

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De acuerdo con la Defensoría de la Mujer Indígena: “Entre las prácticas que colocan a las mujeres en una posición de subordinación se encuentran: la retribución que recibe la comadrona, en algunas comunidades, cuando nace una niña, es menor que cuando nace el varón además es recibida con tristeza, las mujeres indígenas no tienen derecho a herencia, en caso de disolución del matrimonio el esposo se queda con todos los bienes materiales, a pesar que ella queda con la responsabilidad de la crianza y manutención de los hijos, la imposición del esposo, etc. (…) estas son algunas prácticas o costumbres que perjudican el desarrollo de la mujer en todo ámbito: familiar, político, educacional, comunal.”48 De ahí se concibe como derecho específico la modificación de estas costumbres y tradiciones que afectan la dignidad de las mujeres indígenas. En estas relaciones de poder, la cultura militarista y la iglesia como instituciones de control social, han jugado una función ideológica para la reproducción de la dominación y esto ha modificado fuertemente los valores del pueblo maya en las relaciones sociales comunitarias. Así, las autoridades indígenas en las comunidades, comienzan a ejercer un rol principal en las relaciones comunitarias, dentro de ellas las comadronas cumplen un servicio vital, son autoridades y deben ser reconocidas como tales. Sin embargo, la visión mayoritaria de las entrevistadas es que están fuertemente influenciadas por la cultura machista predominante. Frente a la pregunta de si acuden a las autoridades para resolver los conflictos de violencia, la respuesta fue negativa, las razones fueron: la falta de reconocimiento hacia dichas autoridades y que todos son hombres, por lo que no se colocan del lado de las mujeres. “Porque quizás de aquí a unos años, vamos a ver que esta alcaldía indígena ya va a tener más reconocimiento, va a tener más presencia, va a tener más poder y todo esto, pero ahorita empiezan a surgir. Entonces eso cuesta porque cuesta romper esos patrones, ese hielo después de haber vivido en la represión, cuesta que los ancianos nuevamente retomen ese liderazgo y por otro lado, el problema es que en la misma cultura indígena maya viene también enraizado ese machismo, cosas que creo que se van a ir cambiando… ahorita se va a juramentar la alcaldía indígena en San José Poaquil, el próximo mes, pero yo le aseguro que no van a haber mujeres.”49 En este punto es importantísimo retomar las ideas de Aura Cumes, cuando expresa: “Si para muchos mayas, el sistema patriarcal y el machismo que de diferentes formas se vive actualmente entre los indígenas son producto de la colonia, reproducir formas diferentes a las coloniales, implicaría también atender a un análisis sólido sobre cómo las opresiones de género, etnia y clase se han articulado y afectado de manera diferente a mujeres y hombres.”50 Para de esa manera profundizar en la complementariedad y dualidad que conforma la ‘eterna unidad’ que nos plantea la cosmovisión maya. Complementariedad y dualidad sin desigualdad. La complementariedad sólo puede darse en relaciones de equidad, donde no existe una dimensión de poder, es decir, donde no hay jerarquías y por tanto, todas las personas en su diversidad, potencian el crecimiento humano. El contexto general también influye. En sus opiniones fue significativa, en el caso de San Juan Sacatepéquez, la referencia a las “Cementeras”, como causas actuales y coyunturales de la violencia contra las mujeres.

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Derechos Específicos de las Mujeres Indígenas. DEMI, 2009 Entrevista con el Auxiliar de la PDH de Chimaltenango Aura Cumes “Las Mujeres son ‘Más Indias’. Género, multiculturalismo y mayanización”, en Mayanización y Vida Cotidiana Vol. 1, Guatemala, 2007.


En efecto, el intento de instalar la cementera en un territorio dedicado principalmente al cultivo de flores y fabricación de muebles creó en el municipio una fuerte tensión cuya respuesta comunitaria fue un proceso de consulta donde la mayoría de las comunidades se pronunció en contra de la instalación de la cementera por parte de Cementos Progreso en el municipio, no obstante dicho proceso creó divisiones en algunas comunidades “ha causado mucha violencia intrafamiliar, divisiones en las familias, un caso fue de una compañera a quien el papá quiso darle un machetazo porque estaba en contra de la cementera”. En un país que está cuadriculado milimétricamente con licencias para la exploración y explotación minera, o que tiene concesiones en materia de recursos hidráulicos, es importante indagar cómo esos megaproyectos también están afectando una vez más a las mujeres, particularmente, en sus luchas por la preservación del ambiente y la madre tierra. Otro aspecto, particular y que de hecho puede repetirse en otros contextos, en el ámbito rural, es la existencia de grupos denominados de “limpieza social”, como es el caso del departamento de Sololá que han sembrado el terror a través de ejecuciones extrajudiciales y amenazas e intimidaciones, particularmente entre San Lucas Tolimán y Santiago Atitlán.51 No obstante, es importante señalar que a las entrevistadas les resulta difícil elaborar una contextualización más profunda de la realidad que viven; frente a esa interrogante afloran con mayor facilidad la multiplicidad de casos que han acompañado, que han vivido o que conocen. Sus relatos están llenos de detalles que expresan su profunda tristeza y muchas veces impotencia frente a la falta de respuestas ante una realidad que no da tregua.

Las organizaciones de mujeres y el abordaje de la VCM “Un solo leño no arde, para poder cambiar las cosas tenemos que estar organizadas” a) Organizaciones Locales de mujeres • Asociación Grupo Integral de Mujeres Sanjuaneras (AGIMS) San Juan Sacatepéquez, departamento de Guatemala La Agims es una organización de mujeres que nació el año 2001, fue la primera organización de mujeres del municipio y tiene presencia en 12 de sus aldeas y 42 caseríos: • Estancia Grande • Montufar • Sacsuy • Sajcavilla • Comunidad de Zet • Loma Alta • Las Trojes • Pajoquez 51

Algo cotidiano son los patrullajes civiles encapuchados supuestamente para combatir la delincuencia, los comités de s guridad instalados prácticamente en todos los municipios del país, la gran mayoría fuera del control estatal (municipal, departamental o nacional), pero con su consentimiento. En San Juan Sacatepéquez, el oficial de la PNC entrevistado reconoció la existencia de estas ‘nuevas’ autopatrullas civiles ilegalmente encapuchadas, dispuestas a tomar la justicia por mano propia.

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Suacite Camino a San Pedro Ciudad Quetzal Candelaria

En la entrevista colectiva realizada en el marco de este estudio participaron 27 mujeres, en promedio de edad tenían 39 años. De ellas 25 son kaqchikel provenientes de las comunidades del municipio y Junta Directiva de la Asociación. Una se identificó como mestiza y otra ladina proveniente de Ciudad Quetzal. La más joven tiene 17 años y la mayor de ellas 64. Su visión “es trabajar por los derechos de las mujeres mayas y por una participación protagónica, de las mismas, en la vida política del Municipio de San Juan Sacatepéquez”. Entre sus metas están: • Contribuir a la construcción de un país justo y equitativo. • Promoción de la organización, el liderazgo y la participación política • Trabajo por los derechos humanos de las mujeres mayas • Fortalecer el trabajo desde la cosmovisión maya • Luchar por la defensa de la madre tierra • Empoderar a las miembras de la organización • Lograr que AGIMS tenga un papel protagónico en las comunidades “Ya somos una organización grande, tenemos 400 asociadas, nosotras ya no vamos a capacitar a la comunidad entera, sino que con dos lideresas que haya, esas dos lideresas poco a poco van a ir diciendo que hay derechos a favor de las mujeres.” La organización es un referente en el trabajo a favor de las mujeres en el municipio y en contra de la violencia; las mujeres acuden a ellas a denunciar, las acompañan y, en muchas ocasiones, han actuado como intérpretes ante los organismos judiciales. Generan coordinaciones, entre las más importantes, con el Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM) quienes las han capacitado para la atención de casos de VCM y en materia legal. En sus oficinas funciona la incipiente Red de derivación del municipio y además, a través del proyecto que les financia Diakonía, han logrado facilitar el traslado de mujeres sin recursos al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) y al Centro de Apoyo Integral para la Mujer Sobreviviente de Violencia, (CAIMUS) ubicados en Guatemala. Jugaron un papel fundamental en la apertura de la Oficina Municipal de la Mujer. Tienen la representación de las mujeres Sanjuaneras en el Consejo de Desarrollo Municipal y han elaborado la propuesta de políticas públicas a favor de las mujeres de su municipio, aún en discusión. Entre sus acciones han capacitado a funcionarios municipales y mujeres jóvenes; asimismo, desarrollan movilizaciones en fechas importantes como el 8 de marzo y 25 de noviembre. En la atención de casos de violencia nos explican:

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“Cuando llegan las mujeres, las acompañamos a hacer la denuncia, pedir las medidas de seguridad y ahí comienza todo el proceso. Primero damos parte en el Ministerio Público, ahí nos hacen un oficio para que vayamos al INACIF. Acompañamos casos de violencia sexual, violencia intrafamiliar con socias de la organización, es requisito que se asocien, para que les demos asesoría. Cuando no es necesario acompañar a las mujeres les damos la orientación de a dónde dirigirse y les hacemos una carta de referencia. Si las mujeres vienen por violencia intrafamiliar las llevamos al juzgado de una vez. Nosotras les explicamos lo que significa la demanda, para que no vayan a creer que al otro día está resuelto, les decimos a las mujeres que hay que tener mucha paciencia con las autoridades. Con la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI) coordinamos para que nos hagan oficio para poder contar con la fe de edad de los hijos u otros documentos”. “A veces llegan mujeres pidiendo consejo, que no quieren hacer denuncias pero que piden que se hable con sus esposos o parejas, porque lo que necesitan es su gasto. Hemos tenido algunos casos y se les explica, si no quieren denunciar les decimos que vengan con el esposo. Y vienen. Total es que se encontraron solitos ellos dos. Entonces la muchacha le dijo ‘que ella sí se quería regresar, pero como él se va con otras mujeres y le quiere pegar’, ‘yo me voy a ir a la asociación, yo soy parte de la asociación y que ellos hablen con usted’ y vino la pareja, total que al muchacho le hablamos. El dijo que no quería darle pisto a ella, entonces nosotras le hicimos una lista de compras para la semana… al final el muchacho comprendió. Se comprometió a cambiar. Nosotras le hablamos de los derechos de la mujer y le dijimos que lo íbamos a vigilar en su comunidad y que cualquier cosa que supiéramos, íbamos a actuar y de una vez con la policía”. “En nuestra cosmovisión maya, los conflictos no sólo se resuelven con la ley, sino que también a través del diálogo se pueden solucionar las cosas. Entonces, a través de la cosmovisión, tratar el diálogo como era antes, tratar el respeto, involucrar a la familia, pero con personas que también sí quieren llevar ese diálogo, pero con los que no quiere llevar el diálogo pues ni modo, se denuncia en el juzgado, si las mujeres quieren”. Las compañeras reconocen que no han recibido muchas capacitaciones desde la perspectiva del derecho indígena, sin embargo, es su esfuerzo por recuperar su historia, valores, identidad cultural y cosmovisión como pueblo, “gracias a las energías del Ajaw”. • Asociación de Mujeres Luqueñas para el Desarrollo Integral (AMLUDI), San Lucas Tolimán, departamento de Sololá La Asociación nació a la vida en 1995. Las mujeres asociadas a AMLUDI, consiguieron un proyecto con Solidaridad Internacional, España, para desarrollar una red municipal de mujeres contra la violencia de género. El proyecto de tres años, se encuentra en su tercera fase. Se está trabajando en 14 comunidades en: • Formación y capacitación a mujeres y hombres y estudiantes para la sensibilización comunitaria. • Capacitación a Servidores Públicos (policías, maestros, salubristas, etc.) para una atención correcta a víctimas. • Atención integral a víctimas con acompañamiento legal y psicológico. • Participación e Incidencia activa en redes coordinaciones instancias, impulsando propuestas de abordaje de la Violencia intrafamiliar y de Género 29


En San Lucas Tolimán, CALDH siempre nos ha dado acompañamiento, siempre tratando de involucrar a las personas, en grupos mixtos. Ahora, todas las mujeres de San Lucas Tolimán, nos hemos organizado, lideresas de las comunidades, logramos nuestra asociación y estamos trabajando la violencia contra las mujeres, Solidaridad Internacional apoyo un proyecto, estamos trabajando en 14 comunidades del área rural del municipio, las mujeres del pueblo no quieren reunirse ni organizarse, no tienen necesidad de organizarse. Es en el área rural de San Lucas que ya están más sensibilizadas, tienen más valor, por la organización, los hombres están como ‘asustados’. El programa de masculinidad, da formación a líderes de COCODES, porque las mujeres pidieron eso, dijeron para que nos estén capacitando de nuestros derechos, pero los hombres también tienen que estar informados” La asociación inició capacitando a 400 mujeres, actualmente cuentan con 1200 mujeres capacitadas. • Red de Mujeres Sololatecas con Visión Integral (REDMUSOVI), departamento de Sololá En la Entrevista participaron diez compañeras, Junta directiva de la Red y representantes de los municipios de San Andrés Semetabaj; San Lucas Tolimán; Santa Lucía Utatlán; Nahualá; San Pedro La Laguna y Sololá. Ellas tienen un promedio de edad de 40 años, la más joven tiene 23. Cinco mujeres son K’iche’; tres son Tz’utujil y dos Kaqchikel . Esta Red viene trabajando en conjunto desde el año 2000 con el apoyo y asesoría técnica de CALDH. En el 2003, participaron activamente en la elaboración de una manta gigante que, bordada, recogió los nombres de cientos de víctimas del conflicto armado interno y que, actualmente, es una herramienta para el trabajo de recuperación y resignificación de la memoria histórica. En ese proceso, las mujeres pudieron hablar por primera vez de lo que había significado el conflicto en sus propias vidas y fue un hito en su proceso de fortalecimiento. Está constituida por Organizaciones de mujeres de la sociedad civil, aglutinadas en redes municipales y/o asociaciones de los municipios: 1. Santiago Atitlán 2. San Lucas Tolimán 3. San Antonio Palopó 4. Santa Catarina Palopó 5. San Andrés Semetabaj 6. San Pedro la Laguna 7. San Pablo la Laguna 8. San Marcos la Laguna 9. Santa Clara la Laguna 10. Santa Maria Visitación 11. San José Chacayá 12. Santa Lucia Utatlán 13. Sololá 14. Nahualá 15. Santa Catarina Ixtahuacán.

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En el ámbito de la violencia contra las Mujeres han desarrollado jornadas de observancia que incluyó la realización de visitas, por parte de las mujeres, a autoridades, instituciones gubernamentales y no gubernamentales, para compartir e intercambiar información y experiencias respecto al sistema de atención a mujeres víctimas de violencia. Producto de ello, la Red coordina con instituciones tales como: Policía Nacional Civil –PNC- ; Juzgado de Primer Instancia de Familia; Defensoría Maya –DEMA-; y, la Auxiliatura de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH). Además dan acompañamiento y asesoría a mujeres de los distintos municipios. Tanto en el escenario de las tormentas Stan (2006) y Ágatha, recientemente, la Red ha desarrollado procesos de observancia en albergues; lograron la implementación de cocinas colectivas y distribuyeron cortes a las mujeres que lo necesitaban. Las lideresas y monitoras apoyaron a las familias afectadas en los municipios, y se estableció una red de comunicación para ir monitoreando la situación y las ayudas; mujeres de lugares que no fueron afectados trabajaron para otras mujeres, y presentaron un informe de resultados de las visitas, sobre cuya base se obtuvo apoyo con víveres, ponchos, ropa, agua pura y apoyo psicológico. Han desarrollado además campañas de Alfabetización. • Red de Mujeres de Chimaltenango Si bien no son una red propiamente tal, son lideresas provenientes de los distintos municipios de Chimaltenango que están siendo formadas como Monitoras de Violencia contra las Mujeres por CALDH. En la entrevista participaron ocho de ellas, 6 mujeres Kaqchikel (1 de Patzún, 4 de Comalapa y una de Tecpán), una mujer mestiza de Chimaltenango y una mujer ladina de San Andrés Itzapa. Sus organizaciones son: Chuvi Tinamit; Mojomayas; Proyecto Alaj Zum; Asociación Semillas de Mostaza; Grupo Iximche. En promedio, tienen 38 años de edad, 19 años la más joven y 50 la mayor. Todas ellas tienen un trabajo activo en sus comunidades, particularmente con Mujeres y niñez. • Red de Mujeres lideresas de Chiquimula En esta entrevista colectiva participaron 14 mujeres, once de ellas lideresas de comunidades de la Mancomunidad Copán Ch’orti’, provenientes de los municipios de San Juan Ermita; Jocotán y Camotán. Con un promedio de edad de 38 años (19 años, la más joven y 60 la mayor del grupo), las mujeres cuentan con experiencia organizativa entre 3 y 5 años. La mayoría de ellas han sido parte de los procesos desarrollados por CALDH en el área a partir del 2004. Han participado de diferentes procesos de capacitación y formación como observadoras de derechos humanos y actualmente se encuentran recibiendo el proceso de formación como Monitoras en Violencia Contra las Mujeres. Dos lideresas tienen cargos en sus respectivos Consejos de Desarrollo Comunitario (Cocodes).

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Las compañeras manifestaron las siguientes reflexiones sobre el aporte de la formación y capacitación: • Reconocemos que la violencia ha aumentado, somos discriminadas, nos dicen que no tenemos derecho pero con las instituciones avanzamos, necesitamos apoyo de la comunidad, • La región Ch’orti’ ha sido masacrada, discriminada pero si vamos con el corazón en la mano hablando a las personas podemos contribuir. • Las capacitaciones me sirven para crecer, para valorarme, para dar educación a mis hijos, evitar violencia • A compartir con otras mujeres lo que he aprendido. • Pude hacer comprender a esposos y esposas que ellas tienen derechos como mamas, cuántos hijos desean tener, que no es a la fuerza, a veces las mujeres tienen miedo y también las autoridades. • Conocer que espacios tenemos que ganar, ya tenemos más participación en otras organizaciones. • Estamos fundando AMURECH, ya tenemos personería jurídica. • Las capacitaciones nos da herramientas de cómo trabajar en la comunidad, abarcando como 80% en región Chortí, capacitando mujeres del área rural • Teníamos velo en los ojos, ahora estamos ampliando la información ahora tenemos derecho de participar, hay espacio para ser monitoras, pero siempre tenemos barreras, nos critican, pero si nosotras como mujeres trabajamos sabemos que tenemos una ley que nos ampara y protege, trabajamos para los niños. • Espacio de poder participar, para conocer todo lo que pasa a nosotras las mujeres. • Ya sabemos dónde denunciar, conocemos la ley. • Las capacitaciones nos han ayudado, la violencia no está sucediendo ahora, sino desde antes, gracias a las organizaciones se ha dado a conocer a los grupos de mujeres • Cuando hay asambleas generales, en las reuniones aprovechamos a hablar de la importancia de la organización, demostrando que también podemos trabajar, que no pensemos que las palabras no nos van a ayudar, quitarnos el miedo, temor, vergüenza, como mujeres si podemos trabajar y si podemos lograr, esto es lo que satisface. b) Instituciones de mujeres trabajando a nivel Departamental En la región Ch’orti’, un trabajo importante en este ámbito, lo desarrolla la Organización de Mujeres Tierra Viva. Su trabajo cuenta con un amplio reconocimiento en la región y son una referencia obligada en esta problemática, tanto por parte de operadores de justicia como por parte de las Ongs e instituciones que son parte de la Mancomunidad. Entre sus principales acciones se puede señalar: • Formación de una red de no violencia en 12 comunidades de la región ch’orti’. • Fortalecimiento de la red con actores claves a nivel municipal y departamental. • Una oficina de atención de casos de violencia y derivación de los mismos a las instancias competentes, proporcionando ayuda mínima a la víctima para la movilización y restablecimiento de salud (transporte, alimentación para el seguimiento legal de los casos y medicamentos si fuera necesario). • Capacitación constante a las integrantes de la red para la atención, acompañamiento y derivación de los casos. 32


“Se hace monitoreo bimensual a las comunidades y desde allí insistimos en que los casos de violencia se denuncien, además creamos un protocolo de atención efectivo involucrando a las dependencias existentes en el departamento, para hacer más operativa la derivación de los casos.”52 “Tierra Viva cuenta con una red de mujeres activada, doce comunidades en cuatro municipios, le dan acompañamiento, tratamiento inicial, soporte emocional, acompañan denuncias. En la comunidad se organiza, grupos de mujeres, grupos de autoayuda, están siendo bien agresivas, es riesgoso para esas mujeres.”53 La Mesa de Violencia, también en la región Ch’orti’, está constituida por representantes de la Mancomunidad Copán/C’horti’; Movimundo; SEPREM; Tierra Viva y, la enlace departamental del Proyecto PNUD. Se trata de un esfuerzo propio de articular y hacer converger los diferentes proyectos y acciones que se están desarrollando en el área en la problemática de Género y Violencia contra las Mujeres y nace de la constatación de que se ha hecho mucho pero los resultados son bastante escasos. La idea es el trabajo conjunto, deponer los protagonismos institucionales y posibilitar el encuentro y la reflexión entre organizaciones de sociedad civil y Estado.

Los cambios que ha provocado organizaciones de mujeres

el

trabajo

de

las

El trabajo de las organizaciones ha provocado cambios, principalmente entre las mujeres. Desde el reconocimiento que la violencia es una realidad latente en sus hogares, hasta la posibilidad de actuar como protagonistas de su propia vida. “Antes las mujeres eran muy amenazadas, encerraditas, no tenían derecho de salir, luego de la participación ya está mejor, a veces ellos dicen ‘ya no podemos estar pegando mucho’… nosotras tenemos derecho de vida y de salud… con eso de las organizaciones hemos avanzado bastante.”54 Un cambio importante a los ojos de las mujeres es la presencia de mujeres jóvenes particularmente con posibilidades de estudios: “Las jóvenes tienen más estrategias para defenderse.” 55 En relación al papel de las organizaciones y su aporte a las mujeres y a ellas mismas, encontramos afirmaciones como la siguiente: “nosotras ya también conocemos nuestros derechos. Si pasamos por ese sentimiento ahora ya organizadas somos otras, ya no estamos en el círculo que vivimos anteriormente y ahora a compartir con las otras” Un papel importante lo juegan las campañas de difusión que realizan las propias organizaciones: “Ha ayudado mucho los programas radiales, también la televisión, que da a conocer la ley que se aprobó.”56 52 53 54 55 56

Entrevista vía internet con Karlily Rodas, Tierra Viva. Entrevista con la Mesa de Violencia de la región C’horti’ Entrevista Colectiva Mujeres de Chiquimula. Entrevista Colectiva Mujeres de Chimaltenango. Entrevista Colectiva Mujeres de Sololá.

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Los esfuerzos de las organizaciones de mujeres han provocado un cambio en la defensa de derechos, se ha logrado desarrollar una suerte de cultura de denuncia entre las mujeres: “A las mujeres de alguna manera les ha llegado la información, ya no se quedan calladas, al momento que las agreden ellas se defienden…ya saben la información, saben a dónde acudir, por eso vemos que ha aumentado la denuncia.”57 Esta situación es corroborada, prácticamente, por la totalidad de los operadores de justicia entrevistados en el marco de este estudio. En efecto, en un país en que en general no existe una cultura de derechos, donde el Estado sistemática e históricamente ha violado los derechos humanos y se encuentra ausente de la vida cotidiana de las personas, es significativa esta visión mayoritaria que las mujeres se están atreviendo a hablar y rompiendo los círculos de silencio generados alrededor de la violencia en contra de ellas. En eso, indudablemente, ha jugado un papel muy relevante el ejemplo de otras, las relaciones de confianza generadas, el acompañamiento y la solidaridad entre pares, todos factores que rinden frutos, aunque se estrellen constantemente con los muros de un Estado y una justicia que no termina por llegar. Coincidentemente, todas las entrevistadas afirman que las leyes han posibilitado visibilizar la grave problemática de la Violencia contra las Mujeres; ha permitido generar esa cultura de denuncia, sin embargo, aún son numerosos los obstáculos que deben atravesar las mujeres en ese peregrinaje por conseguir poner un alto a su situación.

Las principales dificultades que encuentran las mujeres para denunciar Las mujeres tienen muchos obstáculos a la hora de poner una denuncia e incluso previo a hacerlo, falta de información, falta de credibilidad en la justicia, falta de tiempo, lejanía de las instituciones, dificultad para darle seguimiento a los procesos que son largos, costosos y poco amables, malas experiencias y fundamentalmente, miedo a hablar, miedo a buscar ayuda, miedo a confiar en las autoridades y constatar la decepción, miedo a enfrentarse a ellas mismas y a reconocer sus propias debilidades. Por su parte, la gran mayoría de personas entrevistadas le otorgan un papel predominante a la dependencia económica de las mujeres, son muy pocas las entrevistadas que ven el fenómeno más allá. Esto es particularmente grave entre las y los operadores de justicia, pues denota una falta de conocimiento sobre los profundos laberintos de lo que significa ser mujer en este mundo, atravesando la construcción de ese “eterno femenino”, pues en el centro de todas las formas de dependencia aprendida, podemos ubicar la dependencia psicológica de las mujeres, base de la impotencia aprendida y de la construcción de Género de sus identidades. “La dependencia es la metodología operativa de la opresión patriarcal, se refiere a todo lo que es exterior a la mujer y que se manifiesta de manera difusa en el imaginario simbólico de las mujeres.”58 En efecto, lo femenino y masculino se asigna socialmente a través de la familia, escuela, iglesia, comunidad y todos los espacios institucionales, constituyéndose en los espacios simbólicos de la modernidad y su dominio y que niegan otras formas de relación y otras formas de ser y estar en la vida. 57 58

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Entrevista colectiva San Juan Sacatepéquez. Marcela Lagarde, Cautiverio de las mujeres: Madresposa, monjas, putas, presas y locas. UNAM, México, 1990


De esta manera, en este tipo de sociedades, las personas son valoradas y educadas de acuerdo al cuerpo que tienen. Según seamos hombres o mujeres nos enseñan cómo debemos comportarnos, pensar y desear en la vida. Las relaciones de género son el modelo primario de las relaciones sociales existentes y la primera constatación y aprendizaje de lo que deben ser las personas signadas por el dominio. Esta identidad asignada culturalmente, se construye a partir de ideas, costumbres, valores, roles, capacidades asignadas desde el nacimiento, pasando por los procesos de socialización y en el aprendizaje de la violencia como principal mecanismo de poder y control sobre el cuerpo de las mujeres y que se acompaña de mecanismos sociales y culturales como la negación, la culpa y el miedo y que se expresan en la dependencia, desvalorización y la impotencia aprendida, desarrollada a partir de la creencia que no pueden estar solas y que deben por sobre todas las cosas, desempeñar fielmente su papel social de ser para los otros y vivir en función de los otros. Es muy importante comprender que en el imaginario simbólico de las mujeres, el hombre juega el papel principal aunque se haya separado de él y sacado a sus hijos adelante sin ayuda de nadie, es decir aunque se trate de un “hombre simbólico” (hijo, hermano, padre o marido). En ese mismo imaginario, funciona fuertemente el no quedarse sola, aunque el estar acompañada le haga una desgracia la vida, total, ahí se concreta el pecado y la culpa original. De ahí, el tener que pedir siempre permiso para cualquier decisión que deba tomar en la vida, pues es justamente en ese ámbito íntimo donde se concreta y se desarrolla la opresión internalizada que puede funcionar y hacer funcionar el sistema de dominación, colonización y poder. Funciona en relación a los hombres, en su relación con otras mujeres e incluso en la relación con la institucionalidad pública del Estado, con lo cual se transforma en un engranaje que alimenta a su vez, todas las otras formas de relación social basadas en la opresión (el racismo y las relaciones de clase). Siempre, interactuando en condiciones de subordinación, subalternidad, dominio y opresión con relación al otro. En efecto, para poder vivir la vida plenamente las y los seres humanos debemos tener condiciones de libertad, creatividad, equilibrio y armonía, si eso falla, nunca podremos ser personas completas en sí mismas.59 La impotencia aprendida se expresa como el sentimiento de la incapacidad, falta de fuerzas, inferioridad, acompañados por una percepción desvalorizada de sí misma. La sensación de debilidad y de vacío está siempre presente, así como la necesidad de dominar/ dominarse/ ser dominada, en los sutiles juegos emocionales que se dan, muy especialmente, en la pareja y en la familia.60 Todo esto se expresa en una carencia de lenguaje e imposibilidad de expresar lo que les está sucediendo. A todo esto se le denomina de manera muy simplista “falta de autoestima”, pero son problemas fundamentales que hay que reconocer y saber abordar en el marco de violencia que sufren las mujeres. De esa manera podremos entender que la dependencia económica y situación de pobreza son una última escala de dependencia, no la única y muy lejos, la menos importante.

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Margarita Pisano “Deseos de Cambio o el Cambio de los Deseos”, Santiago de Chile, 1995. Mabel Burin, 1990, citada en Carolina Cabarrús “La Incidencia de la Organización de Mujeres Rurales Refugiadas en México para los Cambios en su Identidad de Género”. Tesis de Grado, Escuela de Ciencias Psicológicas, USAC, 2002.

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Otro elemento que hay que considerar en este aspecto es que la Capacitación no siempre genera “empoderamiento”, sobre todo si le damos a éste la connotación de autonomía de las mujeres para decidir sobre sus propias vidas, que desarrolle capacidades para pensar, decidir y actuar, en especial, en la transformación profunda de su propia realidad y en la de sus pares: “Liderazgos en las comunidades, muchas mujeres formadas lastimosamente, los mismos partidos políticos las ven como plataforma y las vienen a usar, son mujeres formadas, con sensibilidad de trabajar con mujeres y ellas se van, ellas han ganado un cierto espacio que en la comunidad que muchas veces no está bien visto. Muchos alcaldes solo buscan a mujeres para usarlas, hay que hablarles claro a las mujeres que estén claras de su trabajo, las estamos capacitando pero no empoderando.”61 En este sentido, potenciar las capacidades y el ejercicio de su ser social, pasa por trabajar las profundas desigualdades y desvalorizaciones inscritas en su piel y en su historia particular y colectiva. Reconocer que los problemas individuales son compartidos por la gran mayoría de mujeres y que éstos son problemas/conflictos profundos de la sociedad. Sólo con esa conciencia se podrá comenzar a remontar cientos de años de baja autoestima y desvalorización que tienen las mujeres. La forma de actuar por parte de quienes capacitan y apoyan con sensibilidad humana, otorgándole a las mujeres la capacidad de pensar y decidir por ellas mismas, sintiéndose parte de la problemática y de su solución, lo cual implica que cada promotora, capacitadora o asesora, haga su propio proceso de autoconciencia, desarrolle capacidad de análisis, de negociación e incidencia, conjuntamente con las otras mujeres con las que trabaja.

La Justicia que no es ni pronta ni cumplida Para la mayoría de las mujeres entrevistadas, organizaciones e instituciones no existe una respuesta ni eficiente ni concreta de parte de los organismos estatales vinculados a la justicia. “Las autoridades nunca le dan seguimiento a los casos con prontitud”; “hay compañeras que ven que nunca se les resuelven sus situaciones y desisten”. En general, ven una frialdad en las personas de las instituciones de justicia y “nos ven como un caso más”; “nos piden cédula cuando hemos salido de nuestras casas huyendo”. Los propios Jueces de Paz “no registran, trata de ponerse de acuerdo con la mujer, no hay voluntad para documentar, no hay acompañamiento real, necesitamos que no nos intimiden, poca sensibilización” Una denuncia permanente que hacen las mujeres en relación a los juzgados de paz es: “lo que hacen es reconciliación, el Juez les dice platiquen un rato…les deja un tiempo para que conversen, salen y los dejan ahí, es el momento en que el hombre aprovecha para amenazar ‘si abris la boca me voy a ir.”62

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Entrevista Colectiva Mesa de Violencia, región Ch’orti’, Chiquimula. Entrevista Colectiva Chiquimula


“… La compañera al tercer día me dijo que la pena era que le iban a pegar porque a veces los hombres cuando uno les pone una denuncia peor le hacen a uno, le pegan o incluso ellos lo sacan de la casa a uno y entonces le pregunté a ella y me dijo ‘no, ya no me dijo nada, mirá ahora está quieto, ya no me dice nada’ y entonces, como le dejaron quince días para una conciliación…”63 “Los Jueces actúan mal, plantean la reconciliación, pero los hombres amenazan y las mujeres retiran la denuncia”64 Este punto resulta muy interesante pues en la experiencia de todas las mujeres, cuando colocan una denuncia con el Juez de Paz, siempre dejan un margen de conciliación. Y, por un lado, la Ley de Violencia Intrafamiliar no establece en ningún punto la conciliación y, en segundo lugar, porque todos los Jueces de Paz entrevistados (como lo veremos más adelante) en el marco de este estudio afirmaron que no hacen ni permiten la conciliación, apegándose al estricto cumplimiento de la ley. Otra experiencia que relatan las mujeres, es de corrupción, en el sentido que las autoridades no actúan porque el hombre les pasa dinero “y se arreglan entre ellos”. “Prefiero darle mil veces el dinero a los jueces, a los licenciados que darte un centavo… en vez de dar el dinero para sus hijos” Un problema generalizado es la falta de sensibilización e información de los operadores de justicia, particularmente de funcionarios del Ministerio Público: “Nosotras podemos denunciar desde la comunidad hasta el último tribunal de justicia pero debemos presentar las pruebas y testigos…las autoridades no actúan”. “Si la policía no ve golpes, no actúa”, son algunas de las frases recurrentes en este ámbito, “en mi comunidad una señora que estaba llorando me pidió que llamara a la policía, la policía me preguntó si estaba bien golpeada…yo les dije ustedes lo que quieren es venir a recoger un muerto”. En el caso del cumplimiento de las medidas de seguridad, “la policía no viene, sólo manda una nota para citar”. En otros casos les piden que coloquen la gasolina, para llegar a la comunidad. Más allá de la debilidad de las instituciones del Estado, de su incapacidad para dotar de recursos materiales, técnicos y humanos, las expresiones de las mujeres dan cuenta de una cultura de indiferencia, desprecio y odio a hacia ellas.

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Entrevista colectiva en Chimaltenango Entrevista Colectiva de Sololá

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MAGNITUD DEL PROBLEMA: LAS CRUDAS CIFRAS DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES Una importante dificultad a la hora de establecer la magnitud de la violencia contra las mujeres se encuentra en las bases estadísticas del país. En este capítulo, intentaremos abordar el tema con datos de una diversidad de fuentes que pueden orientar sobre las tendencias y ayudarnos a graficar un problema de hondas raíces y que, desgraciadamente, tiene demasiadas lagunas, que por sí mismas, son parte del problema a resolver. En este capítulo abordaremos en primer lugar la tendencia general que tiene la Violencia contra las Mujeres a nivel intrafamiliar, para ello trabajaremos sobre la base de los datos que arroja la V Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil, (en su Informe Preliminar, toda vez que aún no se ha publicado) y que aporta una visión del problema, más ajustada a la realidad que viven las mujeres. Un segundo apartado, abordará la violencia de acuerdo a las estadísticas oficiales que emanan de la aplicación de la Boleta Única del Instituto Nacional de Estadística, NE, ésta aporta datos importantísimos sobre la denuncia que hacen las mujeres ante el sistema de seguridad y justicia del Estado, pero sabemos que el porcentaje de denuncias es pequeño y aún no da cuenta de la globalidad del problema. Y en tercer lugar, abordaremos la compleja situación del femicidio, a través de datos emanados del Ministerio de Gobernación, la Policía Nacional Civil y organismos de la sociedad civil.

Tendencia de la violencia contra las mujeres En este apartado presentamos Gráficas elaboradas a partir de datos extraídos del Informe Preliminar de la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2008/2009, elaborada por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MPSA); el Instituto Nacional de Estadísticas (INE); Universidad del Valle de Guatemala (UVG), con el apoyo técnico de los Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y con el apoyo financiero de USAID; ASDI;; UNIFEM, UNFPA y OPS. “Los objetivos de la encuesta son: a) proporcionar bases de datos y análisis a los orga­nismos ejecutivos en el campo de la población y salud materno-infantil para facilitar la consideración de alternativas y la toma de decisiones bien informadas; b) aumentar

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la base internacional de datos en los campos de población y salud materno-infantil; c) aportar avances en la metodología de encuestas por muestreo y d) consolidar la capacidad técnica y los recursos para la realización y el análisis de encuestas demográficas complejas. La muestra total de dicha encuesta, constó de 733 sectores cartográficos 21,990 hogares de mujeres. La tasa de respuesta de las mujeres fue de 96% en el área rural y 93% en el área urbana. En total se obtuvo una muestra de 16,844 mujeres entre 15 y 49 años.” 65 Es oportuno señalar que la encuesta no incorporó la violencia económica, ni contiene datos de violencia fuera de los límites del hogar. No obstante, lo valioso es que arroja información directa, es decir, no son mujeres colocadas frente a la denuncia, sino frente a la respuesta directa de una encuesta. En el análisis de la V ENSMI se señala: “En los últimos doce meses pre­vios a la encuesta, casi una cuarta parte de las mujeres en edad re­productiva ha sufrido algún tipo de violencia intrafamiliar. En el mismo período, tres de cada diez mujeres sufrieron violencia sexual, ocho de cada diez sufrie­ron violencia física y veintiuno por ciento sufrieron violencia verbal.”66 Lo primero que sorprende de esta gráfica, es la simetría de los porcentajes en relación a los tipos de violencia que sufren las mujeres en los cuatro departamentos de este estudio, de cada 10 mujeres, 7 sufren algún tipo de violencia (4 sufren violencia verbal; entre 2 violencia física; una, violencia sexual y una, los tres tipos de violencia), como se puede observar en la gráfica 1.

En relación a la ubicación geográfica de las mujeres, no existen diferencias entre zonas urbanas y zonas rurales. 65 66

V Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2008-2009. Informe Preliminar. Noviembre de 2009. En la realización de la encuesta se utilizaron mecanismos éticos y de seguridad que la OMS ha difundido y, la encuesta a mujeres la hicieron mujeres capacitadas para ello. V Encuesta ENSMI 2008/2009, Ibid.

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Ahora bien, en cuanto a la etnicidad de las mujeres encuestadas, llama la atención los porcentajes similares sobre la vivencia de la violencia física y sexual. La diferencia más relevante se observa en relación a la violencia verbal (44.7% no indígena frente a un 38% de mujeres indígenas). En efecto, la propia encuesta plantea que: “La violencia física no muestra diferencias por área de residen­cia, grupo étnico o nivel de edu­cación de las mujeres. Pequeñas diferencias se observan según el grupo de edad, la cual aumenta conforme las mujeres tienen más edad.”67

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V ENSMI 2008-2009, ibid.


Denuncias por violencia intrafamiliar La tendencia antes descrita se revierte totalmente al momento de analizar las denuncias colocadas por las mujeres en alguna instancia del sistema de justicia. Como podemos ver a continuación en la Gráfica No 4, la cantidad mayor de denuncias se concentra en el departamento de Guatemala y más específicamente, en la Capital. Es importante tener presente la escasa o nula diferencia entre los departamentos del apartado anterior, pues la mayor cantidad de denuncias de Guatemala, probablemente se deba a la mayor cantidad de población que habita en este departamento, así como al acceso a los servicios del Estado, a una mayor cultura de denuncia y a la presencia mayoritaria de organizaciones de mujeres de carácter nacional concentradas en la capital. 68

68

CONAPREVI Centro de Coordinación de Información Interinstitucional. Ministerio de Gobernación. Guatemala, 2008.

41


Prácticamente el 52% de denuncias ingresó vía Juzgados de Paz y de Familia y alrededor de un 37% en la Policía Nacional Civil (PNC). Esto no tiene nada de extraño, pues son los Organismos del Estado con presencia en los municipios. Llama la atención la diferencia entre ambos, pues los Juzgados de Paz sólo atienden emergencias en horas inhábiles y la PNC da atención las 24 horas. Casos ingresados por delitos contemplados en la Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia Contra la Mujer (2009)69 El total de casos ingresados por delitos contemplados en la Ley contra el femicidio y otras formas de Violencia contra las mujeres a nivel nacional fueron 61,849. De ellos 55,608 correspondían a víctimas mujeres, es decir el 90% (el resto eran niñas, niños y hombres) Se otorgaron 51,305 medidas de seguridad y en 10,044 la agresión constituyó delito y, en 2,889 se registró la agresión como falta. Se dictaron 49 sentencias condenatorias por Violencia contra la Mujer y 18 Sentencias absolutorias. Estas sentencias corresponden a causas del 2008 y 2009. “En los juzgados les ha resultado más fácil después de que tenían tanta renuencia a aplicar la ley de violencia intrafamiliar, entonces citan al agresor, éste se puede oponer y puede ser que se caigan las medidas o siguen las medidas, pero queda impune el hecho, porque ahí, solamente se dictaron unas medidas de protección, y que son muy frágiles, causa esa duda, el hecho de que haya más de 50,000 denuncias de violencia intrafamiliar en el Organismo Judicial y cuántos casos ingresados como delito de violencia contra la mujer, casi nada, no hay una comparación y todos esos casos deberían de ser investigados por el Ministerio Público. ¿Cuántos casos se certifican por los juzgados al Ministerio Público?, eso habría que contrastarlo, para ver cómo está fallando el sistema.”70

Femicidio en Guatemala En Guatemala han muerto 5,277 mujeres de forma violenta, en los últimos 10 años, hasta junio del 2010. Hablamos de Femicidio en general, aplicando la idea que en todos hay misoginia como elemento central, sólo una investigación de todos los casos que se encuentran en la impunidad (98%), podría señalar si alguno no corresponde a la tipificación penal, aunque en sentido estricto debiera contemplarse a partir de 2008.

69 70

42

CENADOJ. Área de documentación y Estadística Judicial. Informador Estadístico del OJ Entrevista con Hilda Morales Trujillo


A partir del 2008 está vigente la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra las Mujeres, en su artículo 6 establece: “Comete el delito de femicidio quien, en el marco de las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, diere muerte a una mujer, por su condición de mujer, valiéndose de cualquiera de las siguientes circunstancias: a. Haber pretendido infructuosamente establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la víctima. b. Mantener en la época en que se perpetre el hecho, o haber mantenido con la víctima relaciones familiares, conyugales, de convivencia, de intimidad o noviazgo, amistad, compañerismo o relación laboral. c. Como resultado de la reiterada manifestación de violencia en contra de la víctima. d. Como resultado de ritos grupales usando o no armas de cualquier tipo. e. En menosprecio del cuerpo de la víctima para satisfacción de instintos sexuales o cometiendo actos de mutilación genital o cualquier otro tipo de mutilación. f. Por misoginia g. Cuando el hecho se cometa en presencia de las hijas o hijos de la víctima. h. Concurriendo cualquiera de las circunstancias de calificación contempladas en el artículo 132 del Código penal. La persona responsable de este delito será sancionada con pena de prisión de veinticinco a cincuenta años y no podrá concedérsele la reducción de la pena por ningún motivo. Las personas procesadas por la comisión de este delito no podrán gozar de ninguna medida sustitutiva”.

43


71

El año 2004, presenta la tasa más alta de homicidios de mujeres, la cual coincide, seguramente entre otras cosas, con la denuncia que realizaron las organizaciones de Derechos Humanos en relación a que se estaba desarrollando una política represiva, la mal llamada “limpieza social”: “Hasta el momento el uso del concepto de limpieza social” para explicar el fenómeno de ejecuciones extrajudiciales cometidas contra grupos estigmatizados de forma represiva, selectiva y arbitraria, tiene en su seno la doble estigmatización de la población afectada por la violación de sus derechos. Las víctimas de limpieza social son usualmente trabajadores y trabajadoras del sexo; población travesti y transgéneros; niños y niñas en y de la calle; jóvenes pertenecientes a pandillas juveniles y a maras; jóvenes con apariencia estigmatizada (tatuajes, piercing, pelo largo, etc); jóvenes que delinquen o con pasado delictivo.”72 Todo ello como parte de una estructura que operaba en el Ministerio de Gobernación y que en la actualidad está siendo parte de la persecución penal por los delitos de ejecuciones extrajudiciales cometidos en la cárcel de Pavón que involucra, entre otros, al Ministro de Gobernación de la época Carlos Vielman y al director de la PNC.

71 72

44

Presentación de CICIG en el Evento No al Femicidio, 22 de mayo 2008 Las Ejecuciones Extrajudiciales de jóvenes estigmatizados. Claudia Samayoa, CALDH, ICCPG y SEDEM, Guatemala, enero 2007.


Si analizamos la gráfica 7, de un período de tres años y comparamos el número de casos con la cantidad de acusaciones, podremos inferir que las acusaciones responden a un 5% del total, no obstante, las sentencias condenatorias de dicho período corresponden a un 2%. O sea, en otras palabras, da cuenta de un 98% de impunidad en los casos acumulados de esos años. a) La tendencia actual En los últimos dos años y probablemente el 2010 también, desgraciadamente, la tendencia bordeará los 700 femicidios anuales, sin señales un cambio radical en las cifras de la impunidad. Los datos hasta junio 2010 son:

45


46


Indudablemente, el arma de fuego sigue siendo el medio más utilizado. “El uso de armas de fuego denota la intención clara de matar y de hacerlo con poco riesgo y asegurando el resultado. Pero el recurso a los golpes, la asfixia, el estrangulamiento o los múltiples medios también muestran ese propósito de acabar con la vida de las mujeres, ya que se requiere insistir para llegar a matar a una persona de esas maneras.”73 En Guatemala, además se puede mandar a matar por encargo, el sicariato es una forma cotidiana de muerte por arma de fuego. En el año 2009 también aparece el linchamiento de dos mujeres, que en Guatemala cuando ocurre, siempre es perpetrado por una turba enfurecida que busca tomar la justicia por su propia mano.

Muertes de Mujeres en los departamentos del Estuido

323

341

46

8

Guatemala

11

4

Chimaltenango

23

29

55

Chiquimula

2

1

Sololá

Fuente: Datos PNC / Ministerio de Gobernación 2010

73

No Olvidamos ni aceptamos. Femicidio en Centroamérica, ibid. Pág.61

47


Entre los cuatro departamentos contemplados en este estudio, con tan disímil cantidad de población de mujeres, la proporción de femicidios en relación a la cantidad total de mujeres es la siguiente

No. de femicidios

Porcentaje de femicidios

1,320,202

341

0.025

Chimaltenango

227,133

11

0.004

Sololá

155,529

5

0.003

Chiquimula

155,273

29

0.018

Otros

3,882,220

334

0.009

Total país

5,740,357

720

0.059

Departamento

Guatemala

Población de mujeres

Proporción de femicidios en relación a la población de mujeres Total de población por departamento

4000000

% de muertes en relación a la poblaciñon por departamento

3000000

Rango de población de mujeres

2500000 2000000 1500000 1000000 5000000

o ala ng m a e n at lte Gu ima Ch

a

ul

lo

So

m ui

iq

Ch

os

t en

m ta

r pa

e

sd ro t o

Fiente: Elaboración propia con datos de población de Segeplan

48


Los cuatro departamentos, incluido Guatemala, constituyen el 32.5% de la población total de mujeres del país, y sin embargo, dan cuenta del 53.6% del total de femicidios del año 2009. Los otros 18 departamentos concentran el 46.4% restante.

Porcentaje en relación a la población, año 2009

0.025 0.02 0.015 0.01

Porcentaje en relacion a la población, año 2009

0.005 0

go

ala

em at u G

n na

e alt

Ch

im

a

á

ol

l So

ul im

qu

i Ch

Fuente: Elaboración Propia

Si observamos la gráfica 12, veremos que la proporción de femicidios por cada 100,000 mujeres es muy similar entre Guatemala y Chiquimula. Es importante destacar que en el dato total no se ha podido establecer el rango de edad de las víctimas, pero diversos estudios señalan que la mayor cantidad de femicidios se concentra en mujeres de entre 15 y 50 años. Sobre el lugar en que ocurren los mismos, no se cuenta con estadísticas, esto debe estar relacionado con la falta de investigación criminal. No obstante, para Centroamérica se ha determinado una cierta tendencia que nos parece que ilustra bien el fenómeno:

49


Lugar donde ocurre otros trabajo de ella

2.80% 1.40%

bar, salón de baile, hotel

2.80%

otra casa

2.80%

barrancos, rios lugar público predios

3.90% 5.60% 16.80%

calle casa y alrededores

26.30% 37.50%

Fiente: Elaboración con datos del estudio femicidio en Centroamérica 2000/2006 74

Citando dicho estudio, “frente al femicidio las fronteras entre los espacios públicos y privados se van borrando en la región, mostrando que no hay espacio seguro para las mujeres. En todo caso, cada vez más el femicidio es un acto público y publicitado, sustituyendo la privacidad en la que antes se envolvían y escondían muchos de estos crímenes. Esto no significa, sin embargo, que el femicidio como tal sea comprendido como un problema social grave, de profundas raíces que trascienden una muerte particular. Los imaginarios colectivos siguen adjudicando causas personales a los femicidios, y muy frecuentemente, culpabilizando a la mujer”.

74

50

No Olvidamos ni aceptamos. Femicidio en Centroamérica, ibid. P.58


respuesta del estado frente a la violencia contra las mujeres En este capítulo, nos interesa abordar la respuesta del Estado en dos ámbitos, principales, uno, tiene que ver con la institucionalidad del Estado a favor de las mujeres, particularmente la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM) como ente rector de la política pública, específicamente nos interesa en la perspectiva de la institucionalización de las Oficinas Municipales de la Mujer y esto porque creemos que las políticas de Estado en materia de las mujeres deben estar insertas en los gobiernos municipales y no fragmentar si son sobre violencia o no, como se ha sugerido en otros estudios,75 la Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y contra la Mujer, como ente rector interinstitucional para prevenir, sancionar y erradicar la Violencia contra las Mujeres; la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI) en especial en el ámbito de asesoría jurídica a las mujeres indígenas; y aterrizar concretamente al rol de las Oficinas Municipales de la Mujer y en un segundo apartado, la respuesta de las Instituciones de Justicia y Seguridad.

La Institucionalidad del Estado a favor de las mujeres Producto de las demandas, propuestas e incidencia de las organizaciones de mujeres y feministas, en los años noventa se planteó al Congreso de la República, la necesidad de crear un ente rector que impulsara políticas públicas a favor de las mujeres, la idea original era crear un Instituto de la Mujer, propuesta que no prosperó. En el año 2000 fue creada la Secretaría Presidencial de la Mujer, SEPREM, respondiendo a un Acuerdo Legislativo el 14-2000 que planteaba la necesidad de “una instancia que coordine, pero sobre todo que impulse la plena participación de las mujeres en el desarrollo del país, promueva la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, vele por la observancia y aplicación de los preceptos constitucionales, leyes ordinarias y los tratados y convenios internacionales, así como por el cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado guatemalteco en las cumbres y conferencias internacionales, y en los Acuerdos de Paz, en materia de derechos humanos de las mujeres.”76 En este marco, el Acuerdo Gubernativo 2002000 crea esta entidad para asesorar y coordinar las políticas públicas. 75 76

Nos referimos principalmente a la afirmación tajante de GGM, en el sentido de que a la SEPREM “no le corresponde ninguna obligación establecida por la Ley”. A nuestro juicio esa es una mirada parcial y fragmentaria de las leyes. Esto aparece en el Monitoreo Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer, Mayo 2010. Primer Informe y Segundo Informe, “Por y para las Mujeres”, Memorias de Labores SEPREM, 2008 y 2009.

51


Es importante recordar que la Secretaria Presidencial de la Mujer es designada por el Presidente de la República, a partir de una terna electa por las coordinaciones de organizaciones de mujeres existentes a nivel nacional, por lo que también a éstas debe rendirles cuenta. A partir del 2009, la SEPREM ha acompañado a 102 Oficinas Municipales de la Mujer, OMM, de un total de 250 creadas en igual número de municipios. “La estrategia y plan de trabajo cuenta con tres líneas de acción: a) Formativa, donde se armonizan acciones para elevar las capacidades técnicas de las personas responsables de dichas oficinas; b) Incidencia política, elaboración de una propuesta de reforma al Código Municipal (aprobadas el 15 de junio del 2010) y definición de sus funciones, como mecanismos locales para el adelanto de las mujeres y, c) Comunicación Política, para la promoción y divulgación de las funciones de las OMM.”77 Una de las prioridades que ha tenido SEPREM,78 ha sido la territorialización de la Política Nacional, es decir, posicionar la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de las Mujeres a nivel de Concejos de Desarrollo Departamentales, que corresponde al Objetivo estratégico 3: “Impulsar a nivel territorial la implementación de Políticas Públicas para garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres y su desarrollo integral, promoviendo su plena participación y representación en la toma de decisiones, mediante la asesoría técnica, acompañamiento y coordinación”. En el ámbito municipal, “hemos dado acompañamiento directo técnico a 102 OMM y, al menos cursos de capacitación departamentales dirigidos a OMM con las 250 OMM existentes”. “En este contexto se dio prioridad a fortalecer los equipos regionales, incorporando 10 asistentes técnicas y 16 promotoras departamentales, lo que ha permitido acompañamiento en los 22 departamentos del país”. Lo anterior representa un importante avance, si consideramos que hasta el 2008 sólo se contaba con una representante y no en todas las regiones. Pero también, es un riesgo en tanto el personal nuevo técnico y promotoras, están contratadas con fondos de la Cooperación Internacional. En materia de prevención de la Violencia contra la Mujer, la SEPREM: “está trabajando con el Ministerio de Salud, se trabajó el protocolo de Violencia sexual y la atención a sobrevivientes de violencia sexual. Con el Ministerio de Educación estamos trabajando en el Currículum Nacional Base educación sexual y prevención de la violencia contra las mujeres, se realizó la capacitación a formadores, hicimos talleres regionales con personal del Ministerio de Educación. Con la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia se está elaborando una línea de prevención de la violencia contra las mujeres a nivel de opinión pública. Está en elaboración un plan de sensibilización, dirigido al servidor público, pidiéndole cuentas desde nosotros como gobierno, sobre qué estamos haciendo en materia de prevenir, de atender la violencia contra las mujeres, pues cada uno de nosotros, como servidores públicos tenemos un mandato y en esa línea tenemos que ir cumpliendo. Y, en otra línea, ir generando una opinión pública que pueda ir desnaturalizando la violencia.”79 En el 2009 se creó una Mesa Técnica de Violencia, en la que participan además, los Ministerios de Gobernación, Educación, Salud, la CONAPREVI, la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, COPREDEH, la DEMI, la PGN, “una de las últimas discusiones tiene que ver con el Programa de Prevención de la Violencia Intrafamiliar (PROPEVI) inserto en la SOSEP y 77 78 79

52

Memoria de labores, ibid. Entrevista con la Secretaria Presidencial de la Mujer. Entrevista Sonia Escobedo, Secretaria Presidencial de la Mujer.


ahorita está un proceso de ser trasladado la SEPREM y volver a levantar la línea de atención telefónica gratuita”. “Además se está trabajando con la red de los 6 Centros de Apoyo Integral para la Mujer Sobreviviente de Violencia (CAIMUS) en el país con el Ministerio de Gobernación, en la generación de un fondo que pueda financiar el sostenimiento de dichos centros, ahorita se dan ocho millones de quetzales y no se ha podido incrementar, con lo cual no se puede atender los seis CAIMUS completos y generar la sostenibilidad. Porque, además de la infraestructura que se está gestionando en las Comisiones Departamentales de la Mujer, cada CAIMUS requiere de a lo menos 2 millones de quetzales para funcionar anualmente.”80 Los CAIMUS están incluidos como obligación del Estado en la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer. La Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres (CONAPREVI) es el ente coordinador, asesor e impulsor de las políticas públicas dirigidas a prevenir, atender, sancionar y erradicar la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres. Fue creada el 24 de noviembre del 2000 e instalada el 5 de enero de 2001. El sector público está representado por: la Secretaría Presidencial de la Mujer; Fiscal general o su representante; Presidente del Organismo Judicial o su representante; Presidente del Instituto Nacional de Estadística y, por parte de la sociedad civil, tres representantes de la Red de la No Violencia contra las Mujeres. Su mandato se basa en la Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres Belem do Pará; el artículo 13 de la Ley para prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar y el artículo 17 de la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra las Mujeres. Las acciones de la CONAPREVI se enmarcan en el Plan Nacional para la atención y Prevención de la Violencia Intrafamiliar y Contra las Mujeres (PLANOVI) 2004-2014. Dicho plan, como su nombre lo indica, tiene por objetivo fijar directrices políticas y acciones concertadas, con el fin de prevenir, atender, sancionar y reducir la violencia intrafamiliar y en contra de las mujeres, en un período de 10 años. El plan, define cuatro áreas estratégicas: 1. Investigación, Análisis y Estadísticas, cuyo objetivo es profundizar el conocimiento acerca de la problemática de la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres y la respuesta institucional. 2. Prevención de la VIF y VCM, fortalecer los procesos de prevención, sensibilización y educación que realizan las instituciones públicas y privadas sobre la VIF y VCM. 3. Atención Integral a sobrevivientes de VIF y VCM: mejorar la calidad y efectividad de los servicios de Atención Integral de las Instituciones Públicas y Privadas. 4. Fortalecimiento Institucional del Estado, con el objetivo de fortalecer la institucionalidad del Estado para prevenir, atender, sancionar y reducir la VIF y la VCM. El trabajo de la CONAPREVI ha girado en torno a: • Capacitaciones a Funcionarias y funcionarios públicos sobre Violencia contra las Mujeres y Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra las mujeres. • Capacitaciones a nivel regional y nacional sobre el uso de la Boleta Única de Registro • Investigaciones sobre las Causas y Consecuencias de la VCM. 80

Entrevista con Sonia Escobedo, Secretaria Presidencial de la Mujer.

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• Recopilación de Estadísticas y demás información pertinente sobre las causas y consecuencias de la VCM. • Asesoría sobre la conceptualización de la VCM, VIF y la normativa internacional en la materia. • Participación en el Mecanismo de Estado parte de la Convención Belem do Pará. En relación al Ministerio Público: “Es oportuno mencionar que las acciones victimológicas para la atención de víctimas incluyendo los ejes transversales de género, multiculturalidad, edad y delito, tienen como marco referencial el Plan Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres –PLANOVI– 2004-2014, estrategia aprobada por las instituciones del Estado y organizaciones de la sociedad civil, impulsada por la CONAPREVI, de la cual forma parte el Ministerio Público, cuya representación fue delegada al Departamento de Coordinación de Atención a la Víctima, situación que permitió para el año 2009 lograr en ese espacio de coordinación: • Coordinar la Comisión de Prevención, Sensibilización y Educación; desde la cual se realizaron 78 eventos de capacitación, sensibilización y formación, 5 eventos públicos y 2 paneles foro, a los cuales asistieron 3,324 personas. Asimismo, se distribuyeron materiales de visibilización de las leyes relacionadas a la violencia intrafamiliar, violencia contra la mujer, modelo de atención integral a mujeres sobrevivientes de violencia, violencia sexual, el Estudio a fondo sobre todas las formas de violencia contra la mujer, bolsas básicas de información para mujeres víctimas de violencia, reimpresión de PLANOVI 2004-2014, trifoliares institucionales, ejemplares del Informe de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias en la misión a Guatemala 2004 y el Instructivo para el llenado de la Boleta de Registro Estadístico de Denuncias de Violencia Intrafamiliar. • Apoyando la implementación del Modelo de Atención Integral a Mujeres Sobrevivientes de Violencia, el departamento participó en las reuniones de socialización y presentación de los Centros de Apoyo Integral a Mujeres Sobrevivientes de Violencia –CAIMU–. Se coordinó la capacitación sobre el llenado de la boleta de registro estadístico de violencia intrafamiliar para el personal de las oficinas de atención permanente del Ministerio Público a nivel nacional, con lo cual se propicia obtener un mejor registro e información confiable y oportuna sobre esa problemática, en cumplimiento a la ratificación de la Convención de Belém do Pará. • Se participó en las mesas de implementación del Sistema Nacional de Información sobre la Violencia contra la Mujer cuyo resultado es la matriz de indicadores que contiene información sobre incidencia de la Ley contra el Femicidio y la Ley de Violencia Intrafamiliar, cumplimiento de penas, nivel de acceso a la justicia, mapeo de instituciones y organizaciones proveedoras de asistencia a víctimas y sobrevivientes, entre otros. • Se coordinó y diseñó la estrategia para elaborar la línea basal sobre la violencia contra las mujeres, misma que fue utilizada en la Campaña Nacional de Prevención de la Violencia contra las Mujeres iniciada el 10 de noviembre de ese año.”81 En efecto, como lo señaló la Secretaria Presidencial de la Mujer, “La CONAPREVI requiere un mayor proceso de fortalecimiento institucional para poder dar respuesta a nivel nacional, tiene un

81

54

Ministerio Público, Memoria de Labores, 2009.


trabajo más que todo a nivel central, y en Quetzaltenango que es el único lugar donde tiene una sede fija. En el resto de departamentos tiene acciones muy puntuales porque tiene muy poco personal, no se le compara con el personal que tiene la SEPREM por ejemplo. La CONAPREVI tiene un interesante trabajo en el ámbito central, pero es un trabajo que no se visibiliza, porque yo le diría que va más a las estructuras de la problemática, trabajando más a lo interno de las instituciones y ha promocionado muy poco su trabajo para que se visibilicen los impactos que puede tener.”82 La Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI) es una institución gubernamental con participación de mujeres indígenas, para promover el respeto y el cumplimiento de sus derechos. Fue creada mediante el Acuerdo Gubernativo No. 525-99 del 19 de julio de 1999 en cumplimiento a los Acuerdos de Paz y específicamente al Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas. Su misión es Promover, capacitar, divulgar, defender, proteger y vigilar el cumplimiento de los derechos de las mujeres indígenas, dando respuesta a las demandas de justicia social, económica y política de las comunidades lingüísticas. Como parte de su mandato tiene las siguientes atribuciones: • Promover y Desarrollar propuestas de Políticas Públicas, planes y programas para la prevención y defensa de todas las formas de discriminación contra la mujer indígena. • Canalizar denuncias de mujeres indígenas a donde correspondan y darles el ordenado seguimiento. • Diseñar, coordinar y ejecutar programas educativos, de capacitación y divulgación de los derechos de las mujeres indígenas. • Estudiar y proponer proyectos de ley en materia de derechos humanos de las mujeres indígenas. • Proporcionar atención, servicio y asesoría jurídica, social y psicológica a mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia física, emocional y sexual, así como de discriminación étnica. Para llevar a cabo su mandato, cuenta con tres Áreas Programáticas de Trabajo: 1. Área de Promoción y Desarrollo Político Legal 2. Área de asistencia Integral de Casos 3. Área de Educación (Formación y Divulgación) “Nosotras brindamos tres tipos psicológica, social y jurídica en una línea de atención Integral, definida en gran medida por la necesidad que tenga la usuaria, las mujeres indígenas que acuden a nosotras. Es decir les brindamos toda la información sobre la posibilidad de establecer una demanda; la atención psicológica, que sepan cuáles son sus derechos y una vez que ellas toman la decisión que sepan que pueden contar con los servicios y el acompañamiento de la DEMI. La Unidad social es la encargada de acompañarlas a los Juzgados de Paz, de familia o móviles para solicitar las medidas de seguridad y al Ministerio Público. La atención Psicológica es con pertinencia cultural, de mujer indígena a mujer indígena y la idea es empoderarla para que puedan interponer la denuncia.

82

Entrevista Secretaria Presidencial de la Mujer.

55


La unidad Jurídica acompañamos en evacuaciones de audiencias, elaboración de memoriales, en fin en toda la tramitación legal. No podemos limitarnos a determinados casos pues como somos la única instancia que existe en el país y las mujeres acuden, vemos casos de todo tipo, incluso con las privadas de libertad que encuentran serios problemas ya que el sistema penitenciario no contempla la pertinencia cultural.”83 La Unidad Jurídica de la DEMI cuenta con tres Abogadas y Notarias y dos estudiantes de derecho que hacen la procuración de los casos. En la mayoría de las oficinas regionales no cuentan con abogadas y por lo tanto ellas deben acudir, con lo cual obviamente se desbordan las posibilidades del acompañamiento. a) Algo sobre los Presupuestos En el Presupuesto General de la Nación la distribución para la institucionalidad de las Mujeres en el Estado (SEPREM y DEMI) está distribuida de la siguiente manera:

1,525,186,868

165,065,540

28,020,000 8,296,940

SOSEP

SEPREM

DEMI

Fuente. Elaboración propia con datos presupuesto Aprobado por el Congreso de la República para el 2009 La aplicación de la política pública ha tendido a responder asistencialmente las graves desigualdades económicas en un concepto de mujer-familia y no de mujer-persona.

83

56

Entrevista con la Coordinadora de la Unidad Jurídica de la DEMI.


Ejemplo de esto son los proyectos de microcréditos que apuntan a paliar los problemas de sobrevivencia que jamás llegan a ser realmente productivos o las becas a las niñas frente al abandono de la reforma educativa. En otras palabras, satisfacer las necesidades prácticas de las mujeres, abandonando las necesidades estratégicas que podrían abonar a cambios más estructurales en su situación y condición. Esto expresado en presupuesto, contiene Q165,065,540 millones para la SOSEP (10%) frente a Q28 millones para la SEPREM, que es el ente rector de la política pública para las mujeres, representa el 1.8% del Presupuesto total destinado a otras Secretarías y dependencias del Ejecutivo.

19,232,361

3,141,139

SEPREM

CONAPREVI

Fuente. Elaboración propia con datos Memoria de Labores de SEPREM 2009. Si bien es cierto, en los últimos años la SEPREM ha logrado quintuplicar el presupuesto de CONAPREVI, aún así es insuficiente.84

84

Entrevista con secretaria presidencial de la Mujer.

57


17,725,000

10,370,000

Estado

Cooperación Internaciona

Fuente. Elaboración propia con datos Memoria de Labores de SEPREM 2009.

El aporte del Estado representa un 67% del presupuesto de la SEPREM y la principal cooperación es de la AECID y de ASDI. b) Las Oficinas Municipales de la Mujer Un esfuerzo importante desarrollado por el movimiento de mujeres a nivel nacional y con apoyo de la Cooperación Internacional ha sido la creación de Oficinas Municipales de la Mujer: “La creación de las Oficinas Municipales de la Mujer -OMM- como oficinas técnicas de apoyo a la municipalidad, responde precisamente a la necesidad de atender de forma eficiente y eficaz las demandas específicas de las mujeres indígenas y no indígenas que habitan en el territorio municipal-. La OMM se constituye en el canal institucional entre la Municipalidad y las mujeres en lo individual así como las diversas expresiones organizativas de las mujeres en el nivel local, con el objetivo de que las mujeres participen activamente en el espacio municipal y que sus necesidades prácticas e intereses estratégicos sean parte de la planificación y presupuesto municipal.”85 No obstante, una muestra de la débil institucionalización que tienen las Oficinas Municipales de la Mujer, hasta la fecha, la encontramos de manera gráfica en San Juan Sacatepéquez. La Oficina se creó en el año 2006 con Acuerdo del Concejo Municipal y fue el fruto de una fuerte incidencia 85

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Página web de las Oficinas Municipales de la Mujer


de la AGIMS en conjunto con CALDH y con un proyecto específico de cooperación internacional. Actualmente, la Coordinadora de la oficina tiene un puesto laboral de secretaria, no cuenta ni con equipo de trabajo ni con presupuesto, el dinero se recibe de acuerdo a actividades concretas de carácter aislado y no responden a programas ni a políticas específicas. Dichas actividades giran principalmente alrededor de la capacitación “se dan aquí unos talleres los viernes, coordinamos con Prorural y este bimestre iniciamos con bisutería y arreglos florales, pero es para que también la mujer vaya aprendiendo”; “Ahorita con SEPREM, nos están capacitando a unas mujeres líderes de San Juan, para que ellas empiecen también a tener participación en los espacios locales, en los COCODES. Este año nos empezó a dar acompañamiento, entonces para ver cómo priorizamos necesidades y cómo podemos realizar alguna política.”86 En el ámbito de la Violencia contra las Mujeres, dan orientación a las mujeres que llegan pidiendo asesoría y se las deriva a las instituciones responsables. En el caso de Chiquimula, las entrevistadas afirman que ninguna OMM de la región Ch’ortí’ quiere abordar la problemática de la violencia contra las mujeres:“ninguna muni lo quiere tocar, si van a tocar un hombre y es un voto… menos si es líder”87 La misma situación se repite en Sololá: “La OMM está a merced de lo que disponga el alcalde, su papel es totalmente asistencialista, vienen bolsas solidarias y ellas las entregan, quisiéramos que la OMM diera una atención integral.”88 El 15 de junio de 2010 se aprobaron las Reformas al Código Municipal que venía cabildeando la SEPREM y la coordinación de OMMs en el país. Dichas reformas al decreto 12-2002 Código Municipal incluyeron las Oficinas Municipales de la Mujer. Artículo 96 bis “El Concejo Municipal creará antes de finalizar el año 2010, mediante el acuerdo correspondiente, la Oficina Municipal de la Mujer, que será la responsable de la atención de las necesidades específicas de las mujeres del municipio y del fomento de su liderazgo comunitario, participación económica, social y política. El concejo Municipal deberá velar porque se asignen los fondos suficientes en el presupuesto municipal de cada año. La Oficina Municipal de la Mujer coordinará sus funciones con las demás oficinas técnicas del municipio. La responsable será nombrada por el Concejo Municipal, debe ser guatemalteca, vivir en el municipio, hablar el o los idiomas principales que se hablen en el municipio, tener experiencia en el trabajo con mujeres y encontrarse en el ejercicio de sus derechos civiles y políticos”. Atribuciones: a. Planificar y Programar las acciones técnicas que implementará b. Proponer al Concejo Municipal c. Elaborar el Manual de sus funciones d. Informar sobre la situación de las mujeres en el municipio e. Elaborar e implementar propuestas de políticas municipales basadas en la Política Nacional de Promoción y Desarrollo de las Mujeres Guatemaltecas f. Brindar información, asesoría y orientación a las mujeres del municipio especialmente sobre sus derechos… g. Organizar cursos de capacitación y formación 86 87 88

Entrevista Coordinadora OMM San Juan Sacatepéquez. Entrevista Mesa de Violencia Región Ch’orti’ Entrevista con la Red de Derivación del departamento de Sololá.

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h. Informar y difundir el quehacer de la OMM i. Promover la organización social y participación comunitaria de las mujeres en los distintos niveles del sistema de Concejos de Desarrollo Urbano y Rural j. Coordinar con las dependencias responsables, la gestión de cooperación técnica y financiera con entes nacionales e internacionales k. Mantener y actualizar un Centro de Documentación con material de análisis, capacitación e investigaciones sobre derechos humanos de las mujeres, Participación ciudadana y Auditoría Social. l. Proponer la creación de guarderías municipales para la atención de los menores que habitan el municipio. Es importante extendernos en este punto, toda vez que se trata de modificaciones recientes a la ley, que pretenden institucionalizar el funcionamiento de las OMMs y, en particular, por el papel que deben jugar en el ámbito del gobierno municipal concretando políticas públicas a favor de las mujeres, posibilitando condiciones favorables para la participación plena y democrática en las decisiones municipales, como son las políticas de seguridad ciudadana y medidas para la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres. Si analizamos las atribuciones que se le asignan a esta oficina, podremos darnos cuenta que las instancias que existen, se encuentran muy lejos de tener un funcionamiento adecuado y sobre todo no están generando políticas locales, aún más responden a una suerte de clientelismo político electoral en sus acciones asistenciales y de promoción. Ahora bien, la ley por sí sola no garantiza una adecuada implementación, pero indudablemente genera los criterios sobre los cuales deben accionar las OMMs. Sin embargo, también se requiere presupuesto real y voluntad política para su cumplimiento. En el primer punto sabemos que los municipios cuentan con pocas posibilidades de financiamiento que no sea lo que les da el situado constitucional y que por tanto, será una lucha dura el conseguir ese financiamiento institucional y que se entienda su funcionamiento en el marco de los mecanismos de avance de las mujeres que se han creado a nivel nacional. Por otro lado y no menos importante, será la voluntad política para erradicar prácticas de nepotismo y de utilización clientelar, que permita abrir un verdadero cauce de participación y de representación de las propuestas provenientes de las organizaciones de mujeres, en este punto, el perfil establecido por la ley de quien debe coordinar y ser responsable de esta institución pública, no da reales garantías que no se repitan la selección de parientes de alcaldes y miembros del Concejo Municipal.

La respuesta de las Instituciones de Justicia a) Los Jueces de Paz Los Jueces de Paz, como lo pudimos ver en el capítulo anterior, son el organismo que recibe más denuncias por parte de las mujeres. Son el rostro del Organismo Judicial en los municipios. Para los efectos de este estudio, entrevistamos a cinco jueces de Paz (cuatro hombres y una mujer). El propósito, indagar sobre sus percepciones en torno a la violencia que afecta a las mujeres; la aplicación de la ley contra el femicidio y otras formas de violencia y sus valoraciones; y lo relativo a la experiencia que las mujeres nos contaron sobre la conciliación. En relación al análisis que hacen de la violencia contra las mujeres, la opinión de todos es que el principal problema es el machismo, que junto con el alcoholismo, generan que el maltrato a las 60


mujeres sea algo común y tiene un carácter nacional. Saben que es producto de la construcción cultural en las relaciones de género: al rol que juega la mujer dentro del hogar y al sentido de pertenencia que los hombres tienen de ellas, pero también lo relacionan a las condiciones de pobreza, a la falta de educación y el alcoholismo: “hemos hecho allanamientos con la Policía en lugares en que nos han denunciado que venden chicha, se las quitamos y le damos aviso que vamos a regresar. Esto nos ha funcionado.”89 “La mujer no está preparada para trabajar, la educan para estar con los maridos, a que tienen que hacer lo que el esposo les diga y viviendo en aldeas lejanas, se les dificulta salir de la violencia que están viviendo”. Hay mucha dependencia económica y extrema pobreza. Sobre el efecto en la vida de las mujeres es “que sicológicamente las denigra, ya no pueden juntarse con otras mujeres, les da vergüenza que puedan burlarse de ellas por ser maltratadas.”90 “Definitivamente a cada mujer la va a afectar de diferente manera, porque ahí hay mujeres que lo que provoca es que se conviertan en personas violentas, y que su temperamento les cambie y entonces también empiezan a ser agresoras, y agresoras con el propio marido porque llegan al extremo de que se dan de tú a tú, y también lamentablemente contra los niños, ésa es una, el actuar activo de la mujer. También hay un actuar pasivo en donde empieza la depresión, en donde empiezan los deseos de suicidio.”91 Un punto interesante lo coloca el Juez de Paz de San Juan Sacatepéquez, sobre la dificultad que tiene el sistema judicial para ubicar la violencia contra las mujeres fuera de los límites del hogar: “Aquí en el Juzgado de Paz, lo normal, es que se vea la violencia intrafamiliar, pero sí han habido denuncias también en el ámbito social, las relaciones con personas fuera del hogar: vecinos, compañeros de trabajo. Había un caso, por ejemplo, aquí en el mercado de San Juan, una señora que vendía flores, el compañero vecino del local que también vendía, observó que tenía dinero y ahí sí que la obligó a que le prestara una cantidad de dinero fuerte, como unos 14 mil quetzales, y le dijo que le iba a pagar y nunca le pagó. Se daba el problema cuando le cobraba, entonces la empezaba a maltratar y la última vez la agredió, y fue cuando decidió poner la denuncia. Pero sí es difícil, e incluso, aceptar que exista violencia contra la mujer en los casos en los que no es familiar, porque se está acostumbrado en el sector justicia de que la violencia de la mujer, sólo se da dentro de la casa y muchas veces no lo quieren trabajar como delito de violencia contra la mujer, sino que lo quieren guiar por quizás una lesión o una falta, según la legislación”. Agrega, “además en el área urbana siento yo que tal vez se dan las cuatro formas de violencia que pueden haber: la física, la psicológica, la económica y la sexual, hay muchos casos en los que se denuncian incestos, entonces aquí San Juan sí se ven cosas como esas”. El siguiente relato, ejemplifica cómo se ha naturalizado la violencia contra las mujeres y el cuestionamiento a que el Estado cumpla su rol de garante de la vida y la seguridad de las mujeres: “Yo le cuento una experiencia de cuando llegué a un lugar, no habían muchos casos, dije yo “qué raro”, era un municipio pequeño, pero decía yo “no puede ser”, pues bueno, dije yo “tal vez era falta de información” y empecé a buscar líderes comunitarios y le dije que 89 90 91

Entrevista Juez de Paz de Camotán. Entrevista Juez de Paz de San Juan Ermita Entrevista Juez de Paz de San Juan Sacatepéquez

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tenía la inquietud de hablarles a hombres y mujeres acerca de la violencia y no les gustaba, o sea, chocaba y los comentarios eran negativos, el machismo hace que no sea muy aceptado el asunto, entonces si me pregunta cómo lo toma la población, no lo toma bien, muchos no está de acuerdo. Entonces, algunos alegan que dónde están los derechos de ello, incluso… es un alegato que tienen ahí socialmente, de que no es bien aceptado, cuesta comprender por qué el Estado se está metiendo en la intimidad de los hogares”. También hay una percepción mayoritaria sobre que ha aumentado la denuncia y en este sentido se le atribuye un papel preponderante a las organizaciones de mujeres. La Jueza de Jocotán, nos cuenta “aquí hay mucha violencia contra la mujer de convivientes, hermanos, papás, tíos, de cualquier hombre del círculo familiar, les queman las casas, nosotros tomamos las fotografías, les adjuntamos el expediente, lo mandamos al Ministerio Público. Nos ponemos de acuerdo con Tierra Viva, les ponen el pasaje y las acompañan al MP.”92 El juez de San Juan Ermita, agrega, las “organizaciones de mujeres han hecho un buen trabajo. Nosotros le damos seguimiento en lo que nos compete. Tierra Viva, trabajan mucho el tema de la mujer, en Chiquimula hay una red y nosotros estamos abiertos a cualquier capacitación y a participar en los eventos”. La Aplicación de la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia por parte de los Jueces de Paz en los departamentos del Estudio: La ley establece en su Artículo 5. Acción Pública. “Los delitos tipificados en la presente ley son de acción pública”. Como lo señala el Grupo Guatemalteco de Mujeres en el Monitoreo a la Ley: “por tanto deben ser investigados y continuados hasta su finalización por parte del MP, en representación de la sociedad; ante este mandato legal y la vulnerabilidad de las mujeres que enfrentan violencia no debe dejarse bajo su responsabilidad ninguna de las funciones que por ley corresponde al MP por ejemplo tomar como fundamento su desistimiento para no continuar con la persecución penal, requerirle medios probatorios y/o acciones de investigación que la ponen en riesgo.”93 Sobre este artículo los Jueces de Paz entrevistados nos señalaron lo siguiente: • “Es difícil porque, por ejemplo, de parte del Organismo Judicial, nosotros hemos tenido las capacitaciones. El Organismo Judicial ha impartido incluso hasta diplomados con relación a esta temática, pero lamentablemente uno se encuentra, por ejemplo, con el Ministerio Público, uno manda la denuncia de violencia contra la mujer y dicen que no, que es una falta. O lo quiere tipificar de otra manera, de una forma más general”. • “En todo el sector justicia, todos los que estamos involucrados en administrar justicia y conocer de estos casos, no todos estamos concientizados de cuál es la problemática, entonces todavía queremos seguir como se manejaba anteriormente o aplicando leyes que, si bien, todavía están vigentes ya no se deben de aplicar en esos casos especiales, porque ya hay una ley especial que los debe regular”. • “Uno, es que la mujer en el momento que es agredida, en el momento que es lastimada, está decidida a poner la denuncia, porque está ofendida, está herida y todo, después viene el problema de la reconciliación, porque a veces se va muy rápido y el sistema es muy 92 93

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Entrevista con Jueza de Paz de Jocotán. Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM) Monitoreo Ley contra el femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer, mayo 2010.


lento, entonces, por ejemplo, aquí nosotros conocemos y tenemos 24 horas para resolver la situación, entonces, en lo que lo mandamos al Ministerio Público, pasa otro tiempo: una semana, diez días, en lo que a través del correo llega esta denuncia allá, entonces, cuando el Ministerio Público, en lo que él trata de investigar, llama a la mujer allá y se da el caso de que “ya no quiero nada, ya estoy viviendo con mi pareja y no, yo quiero retirar la denuncia”, de hecho no se puede, pero hay tantos casos y nosotros todos los referimos al Ministerio Público, que el MP se ve invadido de muchos que...al final de todos los que llegan unos pocos son los que va a investigar e Incluso yo he visto casos en los cuales una segunda, una tercera vez, incluso en mi experiencia yo los he sancionado por desobediencia, porque al hombre se le ha prohibido que agreda a la mujer y lo vuelve a hacer”. • “Se le ha sancionado por desobediencia y el MP no ha hecho ni siquiera una citación para tomarle declaración a la mujer, o no ha hecho lo mínimo, verdad, ver el informe médico forense, mandarla con un psicólogo, ella como que si no hubiera pasado nada, ni se entera de que el expediente pasó al Ministerio Público”. • “Entonces, creo que la falta de personal, exceso de demanda que tiene esta problemática hace que el Ministerio Público sea deficiente en eso, entonces no se ha cumplido con tener una fiscalía especializada en esta temática, incluso yo le cuento, hay otra experiencia que porque no le mandé la boleta, que por cierto no hay obligación de hacerlo, una boleta de estadística que se manda al INE y a la institución de estadística que en nuestro caso estamos obligados a cumplir con enviar estos dos boletas y nos quedamos con una, pero el Ministerio Público me devolvió esa semana cinco expedientes, cinco denuncias por violencia contra la mujer, argumentando que no le había acompañado esa boleta, entonces yo pienso que están tan saturados que de alguna manera quieren ver cómo se liberan de esa estadística que les está generando, entonces no reciben la denuncia y entonces se queda la impunidad ahí”. • “MP falta de recursos, de personal, demasiada delincuencia, le dan prioridad a homicidios, pero a las denuncias de las mujeres no, dicen que la mujer retira la denuncia, que no va a llegar a sentencia”.

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Sobre las Medidas de seguridad: Están contempladas en el artículo 7 de la ley de Violencia Intrafamiliar: “a) Ordenar al presunto agresor que salga inmediatamente de la residencia común. Si resiste, se utilizará la fuerza pública. b) Ordenar la asistencia obligatoria a instituciones con programas terapéutico-educativos, creados para ese fin. c) Ordenar el allanamiento de la morada cuando, por violencia intrafamiliar, se arriesgue gravemente la integridad física, sexual, patrimonial, o psicológica de cualquiera de sus habitantes. d) Prohibir que se introduzcan o se mantengan armas en la casa de habitación, cuando se utilicen para intimidar, amenazar o causar daño a alguna de las personas integrantes del grupo familiar. e) Decomisar las armas en posesión del presunto agresor, aún cuando tenga licencia deportación. f) Suspenderle provisionalmente al presunto agresor, la guarda y custodia de sus hijos e hijas menores de edad. g) Ordenar al presunto agresor abstenerse de interferir, en cualquier forma, en el ejercicio de la guarda, crianza y educación de sus hijos e hijas. h) Suspenderle al presunto agresor el derecho de visitar a sus hijos e hijas, en caso de agresión sexual contra menores de edad. i) Prohibir, al presunto agresor que perturbe o intimide a cualquier integrante del grupo familiar. j) Prohibir el acceso del presunto agresor al domicilio permanente o temporal de la persona agredida y a su lugar de trabajo o estudio. k) Fijar una obligación alimentaria provisional, de conformidad con lo establecido en el Código Civil. l) Disponer el embargo preventivo de bienes, del presunto agresor. Para aplicar esta medida no será necesario ningún deposito de garantía. A juicio de la autoridad judicial competente, el embargo recaerá sobre la casa de habitación familiar y sobre los bienes necesarios para respaldar la obligación alimentaria en favor de la persona agredida y los dependientes que correspondan, conforme a la ley. m) Levantar un inventario de los bienes muebles existentes en el núcleo habitacional, en particular el menaje de casa u otros que le sirvan como medio de trabajo a la persona agredida. n) Otorgar el uso exclusivo, por un plazo determinado, del menaje de casa a la persona agredida. Deberán salvaguardarse especialmente la vivienda y el menaje amparado al régimen de patrimonio familiar. ñ) Ordenar, al presunto agresor, que se abstenga de interferir en el uso y disfrute de los instrumentos de trabajo de la persona agredida. Cuando ésta tenga sesenta (60) años o más o sea discapacitada, el presunto agresor no deberá interferir en el uso y disfrute de instrumentos indispensables para que la víctima pueda valerse por si misma o integrarse a la sociedad. o) Ordenar al presunto agresor, la reparación en dinero efectivo de los daños ocasionados a la persona agredida, o a los bienes que le sean indispensables para continuar su vida normal. Se incluyen gastos de traslado, reparaciones a la propiedad, alojamiento y gastos médicos. El monto se hará efectivo en la forma y procedimiento que la autoridad judicial estime conveniente para garantizar que la misma sea cumplida. ARTICULO 8.Duración. Las medidas de protección no podrán durar menos de un mes ni más de seis, excepto la consignada en el inciso c) del artículo anterior. Sin embargo al vencer el plazo y a solicitud de parte, la autoridad competente podrá prorrogarlo”.

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Según la jueza de Paz de Jocotán: “Para otorgarlas no tenemos ninguna dificultad, la policía nos colabora, cuando ven que son inmediatas, las mujeres ya no regresan, cuando se les ha sacado de la casa, ya no han regresado, delante de los hombres le damos los teléfonos del juzgado, los datos del Alcalde de los cocodes, entonces ellos se han quedado tranquilos, en otras ocasiones hemos ido a traer a la mujer y la sacamos al otro día vienen los papás y dicen que regrese. Cuando las sacamos que son jóvenes, las llevamos a otro familiar, muchachas que todavía no tienen hijos y que los papás las apoyan, para las que tienen hijos es más difícil. La Policía no se da a basto para dar seguimiento, al inicio cuando van a notificar y dar la protección o sacar algún individuo van a la aldea que sea, luego no dan continuidad, pero le decimos a las mujeres que llamen a la hora que sea, que se les va a atender”. La lógica y el conocimiento de las características de las mujeres nos dicen que efectivamente debe ser el agresor a quien se le prohíba el ingreso a la casa, pero como hemos visto la mayoría de las mujeres cuando se casan se integran a la familia del marido y ese es un gran problema para dictar las medidas de seguridad: “Hay casos que son lamentables, por ejemplo, conocí un caso donde la señora venía y decía “mi esposo piensa que yo le soy infiel, y yo trabajo y cuando me atraso en el trabajo llego unos minutos tarde o una hora tarde, entonces viene él y se molesta y me agrede y.. entonces hay veces que dice que le ha, por decirle, insertado la mano en su vagina para identificar a ver si no ha tenido...si no viene de no haber tenido una relación sexual, entonces narran cosas como esas y entonces uno se preocupa, y después cuando uno viene y le dice: “bueno, y sacamos al esposo de la casa” “no”, me dice, “porque la casa es de mi suegro.”94 b) La Policía Nacional Civil (PNC) De acuerdo a las estadísticas oficiales, la Policía Nacional Civil recibe casi un 40% de las denuncias sobre Violencia contra las Mujeres. En sus propios registros y palabras siguen aplicando la ley de Violencia Intrafamiliar y en los lugares donde existe una Oficina de Atención a la Víctima (OAV) y una Oficina de Atención Ciudadana, se reparten aquellos delitos que determina la Ley contra el femicidio y otras formas de Violencia contra las mujeres, como es el caso de Chiquimula. Las OAV de la Policía están en las cabeceras departamentales, en los municipios, las denuncias las reciben quienes estén de turno y en general cuentan con muy pocas agentes mujeres, cuando tienen. Sobre el procedimiento explican : “Cuando viene una persona, regularmente, es el primer contacto que tiene con la PNC, entonces de estabilizarla porque a veces viene en crisis, otras veces viene enojada, sí es diferente con cada persona, pero sí estabilizarla emocionalmente, que recepción de denuncia, darle trámite al juzgado de familia, explicarle todo el proceso que tiene que dar, porque sí son varios pasos, hay veces que las personas piensan que sólo al venir aquí ya, y aquí se le va a solucionar, pues lamentablemente no porque es un proceso largo. Regularmente enviábamos una denuncia con copia al Ministerio Público, pero el Ministerio Público ya no quiso recibir la copia, sino que según dicen el trámite es que el juzgado de familia remite ya el caso, posterior a dar ellos la atención ya la remite al Ministerio Público, en casos de violencia intrafamiliar y en caso de violaciones y abusos sexuales, al Ministerio Público, así hemos estado trabajando.

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Entrevista juez de Paz de san Juan Sacatepéquez

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Según he leído yo las medidas de seguridad que vienen, que sí se le oficia al Ministerio Público, pero ya el trámite que le den, no le sabría decir exactamente porque yo le he preguntado a las personas que vienen si les dijeron que se tienen que presentar al Ministerio Público y me dicen que no. Igual en el juzgado de familia hay veces que sólo les dan la medida de seguridad, pero no les dejan citación posterior, pero eso sí ya es trámite del juzgado de familia, porque aquí nos limitamos a informar, nada más, a informar a los juzgados, y a darle auxilio cuando viene la medida de seguridad, pero ya es con la orden judicial, sólo así no.”95 En relación a las medidas de seguridad “se le notifica al agresor, se le hace saber lo que le puede perjudicar si el viola esa medida de seguridad, y cómo...es que lamentablemente esto es algo que está cementado, se podría decir, porque hay algunas veces que viene la persona, tiene la medida de seguridad pero no piden el auxilio, hasta que le vuelve a pegar o le hace algo más grave de lo que le ha hecho, a pesar de que sí se les ha dicho, tal vez, la atención no es al cien por ciento, pero sí se les explica que hoy la ley está apoyándolas, que tienen todo el apoyo legal”. A parte de notificar las medidas de seguridad les dan teléfonos a las mujeres para que puedan acudir en caso de necesidad. “Cuando levantamos la denuncia tratamos que nos cuente todo, darle confianza.”96 En el caso de San Juan Sacatepéquez, nos explican que es “lamentable de nuestras organizaciones no contar con más mujeres, porque déjeme decirle que en la oficina no cualquiera la puede llevar, la atención debe ser bastante adecuada para las personas que vienen a denunciar diversas...diversos problemas que tienen. Sería excelente que a una dama, pues, la atendiera otra dama, porque no es lo mismo que se platiquen del mismo sexo a que sea un sexo opuesto, pero no tenemos el recurso suficiente como para tener una mujer en cada turno y que atienda a otra mujer.”97 Sobre capacitaciones en derechos de la mujer y teoría de género: “se hacen reuniones en la comisaría, ahí se manda al personal disponible y ahí reciben la capacitación. De esa cuenta como le digo yo estoy enterado de que lamentablemente y afortunadamente para nosotros, no fue aprobada la ley del acoso, porque en el Congreso hay más hombres que mujeres, si no le digo que hubiéramos un montón de hombres también que...bajo presión porque nos caracterizamos nosotros los guatemaltecos y sólo iba a bastar la palabra de la mujer para que uno se fuera para adentro, entonces no se aprobó que fuera un delito el acoso sexual, más sin embargo existe el acoso aquí adentro de las filas de la Policía Nacional Civil, existe entre subalterno a jefe y de jefe a subalterno. Desafortunadamente porque la Policía Nacional Civil no sólo perdió la credibilidad del pueblo sino de la ley y de nuestros jefes. En la central ahí sí tienen su oficina de atención permanente, ahí ellos la toman de una vez, la denuncia, y si es de mediar pues ahí está la oficina de mediación y ahí de una vez la pasan sin necesidad de tanto trámite... la mayoría sabe que tiene que venir primero a la Policía Nacional Civil y decirle “vea, vamos la voy a llevar al Ministerio Público” para que de una vez le tomaran la denuncia y sería magnífico que lograran esa protección las mujeres”. En general las mujeres policías se refirieron a que han recibido capacitaciones de diferentes instancias no gubernamentales y muy pocas de la PNC. En la relación con sus compañeros de trabajo nos cuentan “el problema es con ellos, no les gusta hacer ese tipo de trámite, como que no es muy agradable para ellos, o sea, ellos cuando 95 96 97

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Entrevista con OAV PNC Chimaltenango Entrevista OAV PNC Chiquimula. Subestación de la PNC en San Juan Sacatepéquez.


se solicita el apoyo es como que lo estuviera solicitando para uno, o sea, como que la compañera o yo la estuviéramos solicitando para nosotros. Aparte de eso, que hay mucha contrariedad con las medidas de seguridad”. Denuncian abusos en Academia de la PNC. Prensa Libre 11 de agosto 2010. “Luego de una supervisión efectuada a finales de julio último en las instalaciones de la Academia de la zona 6, se detectaron abusos de autoridad, menosprecio contra la mujer y su dignidad, agresiones verbales, discriminación, acoso y abuso sexual, y tratos crueles. Algunos de estos tratos incluyen despidos a mujeres que quedan embarazadas, irrespeto por las horas de descanso, amenazas si no cumplen con las peticiones sexuales, castigos sin motivo e incluso lanzamiento de gases lacrimógenos durante la noche. Las estudiantes entrevistadas son las de la promoción 25, que se gradúa el 14 de agosto. El procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, informó que también se recibieron denuncias del despido de 10 mujeres en el 2008 y otras tres en 2009, porque estaban embarazadas. La investigación de este año comenzó porque se tuvo conocimiento de la existencia de más casos de este tipo. La defensora de la Mujer de la PDH, Ana Gladys Ollas, refirió que cuando inició el curso había 225 mujeres en la Academia, pero a la fecha solo quedan 185. En apariencia, el motivo de estos abandonos habrían sido las presiones y malos tratos, de acuerdo con testimonios de las estudiantes, así como algunos despidos por embarazo.” c) El Ministerio Público La Memoria de Labores del Ministerio Público reporta para el año 2009: 392,126 denuncias recibidas; de ellas, 143,123 fueron depuradas en la Oficina de Atención Permanente y 243,648 remitidas a las diferentes agencias fiscales; 5,355 no asignadas. Y de ellas, 107,619 fueron resueltas: 85,883 con solicitud de desestimación; 7,409 con solicitud criterios de oportunidad y 13,642 con solicitud de Acusación.98

98 Memoria de Labores del Ministerio Público. Informe de la Gestión realizada por el Fiscal General y Jefe del Ministerio Público, año 2009. Abril, del 2010.

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301,805

Delitos más frecuentes

70,318 50,379

TotalR

obo

Amenaza

37,337

Hurto

34,526

30,819

10,718

Violencia contra las mujeres

Lesiones

Homicidio

Fuente. Elaboración propia con datos MP

Como se puede observar, la violencia contra las mujeres ocupa el cuarto lugar en frecuencia, después del Robo, Amenaza y Hurto, representando el 11.4% del total de denuncias. El año 2008 se reportaron 14, 579 denuncias por Violencia contra la Mujer, un 5.4 % del total de denuncias, es decir a un año de la publicación de la Ley 22-2008 contra el femicidio y otras formas de violencia contra las mujeres, la denuncia en el órgano de persecución penal aumentó un poco más de seis puntos porcentuales. Lo que sí llama la atención y sorprende, es que en los procesos de capacitación reportados por el Ministerio Público, para el año 2008 se realizó una “sensibilización sobre la importancia de la Ley”, en la cual participaron 155 personas (88 hombres y 67 mujeres) y luego una capacitación con la participación de 36 personas (23 hombres y 13 mujeres); y el 2009 una capacitación en la que participaron 10 personas (5 hombres y 5 mujeres) y eso es todo, cuando se trata de una Ley que amerita un proceso de formación y reflexión más profundo, sobre todo por las implicaciones que tiene la transformación de los patrones culturales que se arrastran en la sociedad. Es altamente insuficiente y sobre todo cuando hay una queja mayoritaria en relación a que el Ministerio Público no participa en otras instancias formativas. Otro aspecto que debiera ser motivo de un análisis profundo, es lo relativo a las razones de la desestimación, pues si analizamos esas 85,883 y las distribuimos porcentualmente, se podría estimar que de ellas, alrededor de 10,000 corresponden a violencia contra las mujeres. No sería extraño que muchas de ellas fueran porque no se cree que sean delitos. Otra cosa que es necesario señalar es que aún no se han creado las “Fiscalías de delitos contra la Vida e Integridad Física de la Mujer”, contempladas en la Ley. De hecho en agosto la

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Fiscal General Interina hizo la solicitud de presupuesto para la creación de las mismas ante el Congreso de la República. Paralelamente, ya debieran comenzar a funcionar los tres juzgados especializados en Guatemala, Chiquimula y Quetzaltenango por parte del Organismo Judicial, la pregunta es ¿qué va a pasar con dos de los tres juzgados especializados funcionando con las fiscalías distritales del MP tal cual están? La Fiscalía de la Mujer

“Tenemos una gran cantidad de casos en todo el departamento de Guatemala Y el principal obstáculo lo encontramos en la propia víctima, que no está empoderada para seguir hasta el final el proceso judicial. Por decirle algo, de 100 casos tenemos 40 que son sentencias absolutorias porque la mujer desiste a mitad de camino”.

Total 8,374

3,739 2,859

Recibidas Fuente. Elaboración propia con datos MP La fiscalía de la mujer recibió el 24% de las denuncias totales en Violencia contra la Mujer del año 2009. Las denuncias con solicitud de desestimación representan el 34% del total de denuncias recibidas, eso quiere decir que de cada 10 denuncias, tres son desestimadas.

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Acusaciones y Sentencias 467

92

69 19

Solicitud de Acusación

Sentencias

CondenatoriasA

bsolutorias

Fuente. Elaboración propia con datos MP

El universo de las denuncias que llegan finalmente a transformarse en Acusación es de 467, es decir, el 5.5% y de ellas, 92 terminan con sentencia, ya sea por procedimiento común o abreviado, es decir el 19% y, en un 75% de esos juicios la sentencia es condenatoria. La Fiscalía de la Mujer cuenta con “8 agentes fiscales; 32 auxiliares fiscales (40 personas) 1 investigador. Con el personal administrativo son 50 personas. Cada agente fiscal tiene entre 300 y 400 expedientes y eso debilita mucho la respuesta”, y es la que mejor responde a la problemática en un sentido amplio, conocen, están informadas y formadas y tienen voluntad de abordar con profesionalismo su labor. “Por ejemplo la Fiscalía contra la Corrupción, tiene 22 agentes fiscales (el peso está dado por el valor que se le asigna al delito).”99 En relación a los Principales problemas que enfrentan: • Ausencia de enfoque de género en los tribunales • No hay informes forenses con enfoque de género • La Fiscalía de la Mujer no cuenta con un reglón específico (Q10 millones asignados) • Si se nos pide, estamos dispuestas a asesorar a fiscalías distritales • No hay una política para la persecución criminal relativa a la VCM

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Entrevista con la Jefatura de la Fiscalía de la Mujer, el paréntesis es nuestro.


Las Fiscalías Distritales Cuando se ingresa a las fiscalías distritales la sensación de colapso del sistema, es total, edificios no acabados, como el caso de Chiquimula o que no cuentan con baños para el público. Acercarse a estas oficinas representa un paso difícil y extremadamente valiente para las propias víctimas que van a colocar sus denuncias en la vulnerabilidad y, particularmente para las mujeres, como por ejemplo en San Juan Sacatepéquez, donde se nota un hacinamiento y los escritorios se encuentran llenos de expedientes. Esta situación contrasta, abismalmente con las condiciones del Edificio Central del MP en Gerona, se puede constatar las profundas desigualdades que se viven en todos los ámbitos en Guatemala. En el caso del Ministerio Público, esas imágenes de primer contacto visual, lo dicen todo. Allí hay que ser “todólogo” (saber de todo) y presentar resultados, están bajo la mira social y ese es un gran desafío. Tal vez por eso la desconfianza, sólo un fiscal distrital aceptó grabar su entrevista o a lo mejor fue todo tan acelerado que no puso reparo. Al parecer, efectivamente hay un interés de hacer bien las cosas en medio de la crítica y la actitud defensiva, se entiende: “aquí somos ‘todistas’, aquí nosotros conocemos estafas, robos, entonces no puede haber una especialización, pero sí sería lo ideal, especializar, considero que en la fiscalía de delitos sexuales, sí les dan capacitación específica de eso. No hay seguimiento. Sí, es que ése es el problema. Nosotros aquí con lo que tenemos, tenemos ahorita un caso de robo y sí estamos investigando y de repente nos cambia la película y nos vamos a un caso de violación y después nos vamos a una usurpación, entonces son estadios distintos, son situaciones distintas y eso no permite que haya un seguimiento muy específico”. “El juzgado de paz nos está mandando un sin fin de denuncias y entonces aquí pareciera que se está duplicando el trabajo porque el juez de paz les está otorgando las medidas que corresponden a las mujeres que han sido víctimas de violencia, el auxiliar fiscal aquí recibe la denuncia, se cita otra vez a la víctima, la instrucción que les he dado a los auxiliares es que no re victimicen, sino que, si es una declaración que la tomen y que sólo la transcriban y que algún agregado que ellas quieran hacer y se coordina con la licenciada de la OAV para que ella les dé el seguimiento social y algún otro seguimiento que pueda surgir legal. La licenciada en sus entrevistas detecta algunas cosas que a veces la víctima no nos traslada a nosotros, así es como se ha estado trabajando, es decir, con todas las denuncias: las que se reciben aquí, las que vienen de la policía y las que el juzgado trabaja, es decir, para nosotros es el mismo seguimiento que se le da a todas las denuncias. Un 99% lo está mandando, no está clasificando, o sea que él donde detecta que hay violencia intrafamiliar la remite para acá aún siendo falta, tenemos casos de los juzgados móviles de paz que aún siendo falta, el juzgado nos remite para acá las copias también para que nosotros les demos seguimiento a la violencia contra la mujer”. “Ha habido mucha denuncia en la que juez de Paz o policía lo mandan como que fuese violencia contra la mujer, para nosotros no siempre casa dentro de la figura penal”. Un aspecto que debiera ser indispensable, es la coordinación Interinstitucional, es decir, que en el Protocolo que se elaboró para la Aplicación de la Ley, se pudiera establecer los mecanismos apropiados. Hay descoordinación y falta de espacios para establecer criterios entre el MP y el Organismo Judicial.

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Aún se usa el correo regular, con todas sus demoras, siendo vecinos; éste hecho es de las cosas que la ciudadanía común no entiende. Y un criterio es que “para el caso de las mujeres, ya no debiera aplicarse la ley de Violencia Intrafamiliar, más que para dictar las medidas de seguridad.”100 “¿Pero nosotros qué hacemos con tres fiscales y nueve operativos, una psicóloga?… son deficiencias que de alguna manera al Ministerio Público lo tiene colapsado y puede llegar al colapso general…” “En la investigación de campo tenemos un poquito de limitante de investigadores. Tenemos un investigador ahorita, pero no lo han dotado de mucho equipo, porque no tiene vehículo… pero sí necesitamos investigadores, por lo menos una parejita de investigadores para que nos saquen todo ese trabajo”. En definitiva hay carencia de recursos humanos y materiales para hacer el trabajo. Pero también sigue existiendo una descoordinación entre todos los entes públicos. Una de las dificultades importantes para obtener la prueba forense en los municipios es la ausencia del INACIF y en las cabeceras departamentales, los horarios en los cuales atiende; de igual forma el no contar con suficientes mujeres médicas ni contar con los protocolos adecuados. Pero también cuando las mujeres acuden seriamente agredidas, el no estar en los lugares cercanos al hospital, es un problema fundamental, pues no pueden prestar asistencia de urgencia. “Con el INACIF hemos tenido problemas en todo, desde su creación, porque por ejemplo peritajes… el problema no ha sido tanto de culminación de llevar a las víctimas porque sí las reciben, el problema es que nos remitan los informes, eso es lo que cuesta”. En el caso de Chimaltenango el problema fue aún más claro: “El problema que tenemos con ellos es que por las noches, si tenemos una mujer violada o algo así, ellos en la noche no están, hay que estarlos llamando y no siempre vienen. Si tenemos una persona violada, a las 11 de la noche, no la podemos tener aquí o mandarla al hospital, a que nos la tengan en observación mientras que viene el médico al día siguiente, porque lo más importante en ese momento es que la examinen y tomen todas las muestras.”101 “Entonces cómo se prueba el hecho, ¿sólo por la vista?, ¿por los testigos?, y que no te llega el INACIF también, y ese es otro problema que hay y que dice ‘pongamos un golpe con arma blanca o un morete’ no se cómo le llaman, que cura en menos de diez días, entonces en lugar de ponerlo como un delito lo ponen como una falta que puede subsanarse pagando una multa.”102 Un caso de Femicidio y su Investigación por parte de la Fiscalía Distrital de Chimaltenango, es interesante por varios aspectos, uno porque la misma fiscal estuvo en la escena del crimen; hubo detenidos casi infraganti con la ayuda de dos guardabosques y, por la forma en que la fiscalía llevó el proceso, con la prueba científica y la sentencia condenatoria:

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Entrevista con Hilda Morales Trujillo. Entrevista con la Fiscal de Chimaltenango. Entrevista con Hilda Morales Trujillo.


“Anteriormente no contábamos con una ley que apoyara a la mujer, entonces eso permitía que los hombres continuaran con la violencia tanto psicológica como violencia física y sexual, y que las mujeres no pudieran hacer nada, porque no había ninguna ley coercitiva que obligara a que estas personas fueran juzgadas”. “Yo estaba el día 24 de septiembre del año 2009 aquí en esta agencia, cuando recibí una llamada de parte de la operadora de la Policía Nacional Civil que me indicaba que había que ir a cubrir un escena de crimen y que era en un lugar que se llama El Astillero Municipal El Soco, del Municipio de Patzicía. Hasta ese momento yo desconocía totalmente sobre quién era la víctima y qué era lo que había pasado, entonces me puse en contacto con los compañeros de la escena del crimen y nos fuimos al lugar que queda más o menos a unos 15 kilómetros de aquí de la cabecera departamental. Llegamos, era un lugar alejado de la población de Patzicía, a unos 4 kilómetros, después de la carretera asfaltada había que meterse en un camino de terracería muy estrecho que no era transitable, era un área boscosa, sumamente boscosa, pues es un astillero, sólo hay árboles y maleza. Ahí caminamos más o menos como 1.5 kilómetros y llegamos a la escena del crimen, al llegar al lugar, vimos que se trataba de una mujer, fui informada por la Policía Nacional Civil de que tenían a dos personas detenidas por ese hecho. Al parecer, la detención se dio porque las dos personas que estaban de guardabosques en el lugar, estaban controlando que no llegaran a robar la madera, cuando ellos escucharon los gritos de la víctima, entonces ellos bajaron, estaban a unos 80 metros de donde se oían los gritos, llegaron al lugar y cuando llegaron pudieron ver que un tuc-tuc, un vehículo pequeño se alejaba de la escena y la víctima todavía estaba terminando de morir, porque todavía les pudo hacer señas, ya no les pudo hablar, que ahí en ese vehículo iban las personas agresoras. Entonces lo señores guardabosques de ese lugar se comunicaron con los pobladores para que les interceptaran el paso al salir nuevamente ellos a la carretera, y así fue la forma como se pudo lograr la detención. Dentro de la investigación se pudo establecer que la persona que había fallecido era una mujer de 38 años de edad, que tenía una relación sentimental con uno de los dos agresores, al parecer él, según lo manifestó en una declaración ante el juez, él ya tenía problemas con su esposa, porque él era una persona casada, tenía problemas con la esposa por la relación que estaba teniendo con la víctima, entonces dice él que por los problemas que tenía y las presiones que tenía dentro de su hogar, tomó la decisión de matarla y lo planificó con el que conducía el tuc tuc quien le dijo cómo hacerlo y dónde se juntaban.

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Ese día, 24 de septiembre se juntaron a las dos de la tarde, el agresor le hace una llamada a ella por la mañana diciéndole que salga a esa hora, ella le dice que a esa hora no puede, pero que va a salir a las dos de la tarde y se juntan aproximadamente como a las 15 o 15: 30, él la lleva a ese lugar con la ayuda del que conducía el tuc tuc. Se van a ese lugar, él ya lleva en una maleta ropa para cambiarse posteriormente al hecho delictivo, lleva un machete y lleva un cuchillo. Antes de darle muerte él todavía tiene una relación sexual con ella y posteriormente a eso la mata. El que lo traslada al lugar, que es el que conduce el tuc tuc lo está esperando como a unos 100 metros de donde él está ejecutando la acción de darle muerte a su víctima, le ocasiona múltiples heridas en diferentes partes del cuerpo, tanto con el machete como con el cuchillo, que eso hace que la señora se desangre, principalmente le ocasiona una herida a nivel de la tráquea donde el médico forense explicaba de que esa fue la herida que le ocasionó más pronto la muerte. Le ocasionó heridas en sus brazos cuando ella intentó defenderse, las heridas que le ocasionó en la cabeza, en la parte de la cara, que le destrozó parte de la cara, y eso dio lugar a que la persona falleciera ahí mismo. Entonces dentro de la investigación se pudo establecer que cuando la señora fue trasladada, la señora estaba en su sano juicio cuando le ocasionaron la muerte, se solicitó que se hiciera un peritaje para establecer ese extremo, si se había utilizado alguna bebida embriagante o si se había utilizado alguna droga; se solicitó que se analizara la sangre que tenía la ropa del agresor y se estableció también la sangre que tenía el machete, la sangre que tenía el cuchillo y efectivamente correspondía a la víctima. Ante tal situación pues nada más, era de complementar toda la investigación para poder presentar una acusación. Sí se reunían todos los elementos del femicidio. Inicialmente tuvimos como un poquito de duda sobre cuál era el delito que le íbamos a imputar al del tuc tuc, dado a que él no tenía una relación sentimental con la víctima, y pensábamos que el delito cometido por él hubiese sido encuadrado mejor en la figura delictiva de un asesinato, sin embargo, dentro de la investigación que hicimos, al finalizar presentamos la acusación por el delito de femicidio en contra de los dos dado a que él de forma indirecta sí participó en el hecho, desde el momento en que él le presta el medio idóneo para trasladarse al lugar y además de eso él permanece siempre en el lugar y aparte de eso le proporciona el mismo vehículo para darse a la fuga. Dentro de todo esto a la hora de que la fiscalía logró demostrar la participación de los dos sindicados en el hecho, también le hicimos ver al tribunal todas las circunstancias agravantes que habían: premeditación había preparación para la fuga; se había utilizado un medio idóneo para eso, había alevosía, había ensañamiento por todas las heridas que le ocasionó, no podía él darle nada más un machetazo, por decirle algo, sino que él

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le ocasionó múltiples heridas, él quería asegurarse que efectivamente le estaba dando muerte a su víctima, otros agravantes que se pudieron establecer ahí era el ensañamiento. El odio, el odio hacia la víctima. Ese extremo se lo hicimos ver al tribunal en el momento que llega el médico forense y yo le solicito que nos exponga a los sujetos procesales y él ahí nos va a indicando una a una sobre todas las heridas que le ocasionó a la víctima. Por la forma en que le da muerte, por la forma del ataque, ahí refleja el odio hacia la mujer, entonces eso se lo hicimos ver al tribunal. Incluso pedí un reconocimiento judicial del lugar de los hechos. Lo único que no aceptó el tribunal fue el resarcimiento económico, dado a que la señora ya tenía dos hijos mayores de edad y dos menores, uno de 5 años y uno de 9. Sin embargo, nuestra petición no fue acogida por el tribunal, porque era la primera vez que íbamos a solicitar un resarcimiento no supimos cómo encauzarlo, entonces no presentamos un estudio social y tampoco presentamos las certificaciones de nacimiento de los dos menores, entonces ése fue el argumento que tuvo el tribunal para decir de que no acogía la petición de un resarcimiento económico dado a que nosotros no habíamos argumentado ni habíamos presentado los atestados que sirvieran para que ellos pudieran establecer y cuantificar en cuántos se podría dejar el resarcimiento para las víctimas, en eso fallamos. Entrevista con la Fiscal María de Lourdes Barreondo

Durante el presente estudio se tuvo conocimiento de un caso de femicidio en San Juan Sacatepéquez, muy similar al anteriormente descrito, sin embargo, se diferenciaba en que no contaba con testigos ni había una captura casi infraganti. El Ministerio Público no interrogó a la persona que había sido indicada por la familia de la víctima; sólo se quedó con el informe forense y, lo más probable, es que sea una estadística más de la impunidad. d) Sobre las Sentencias A continuación se exponen dos sentencias en las cuáles integrantes de tribunales de sentencia hacen uso o no de los conocimientos aportados por la teoría de género.

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Sentencia Absolutoria porque la Víctima no se presentó a Declarar. La sentencia no fue unánime y hay un Voto Razonado

1. “Caso C-01070-2009-00242 Of.3º Tribunal Primero de Sentencia Penal Narcoactividad y Delito contra el Ambiente; del Departamento de Guatemala, Liquidador. Guatemala treinta de Julio del 2010.

Hechos: El Acusado “debido a las relaciones desiguales de poder existentes entre hombres y mujeres, en el ámbito privado, ha ejercido violencia física, en contra de la integridad física de su conviviente (…) hechos que han presenciado sus menores hijos (…) a quienes también ha agredido sicológicamente (…) Usted agredió a su conviviente a quien golpeó en diferentes partes del cuerpo ya que le dio varios puñetazos en la cara le somató la cabeza contra la pared y luego la tiró al suelo por lo que ella quedó inconsciente y allí la continuó agrediendo ya que le lanzaba patadas en el estomago, la menor al ver lo que usted hacía gritó pidiendo ayuda por lo que usted ya no pudo seguir agrediendo a su conviviente ya que su hijo (…) llegó corriendo al lugar”. Prueba Pericial: • Peritaje del Médico Forense Ratificó el dictamen. Se le concede valor probatorio “pues son útiles para acreditar plenamente la preexistencia de lesiones que presentaba la señora. Sin embargo, “la misma no se presentó a la audiencia del debate, por lo que lo informado por la Evaluada, no puede ser tomado en cuenta, pues no fue debidamente confrontado en la Audiencia de debate, siendo el momento en el cual se produce la prueba, a través de la inmediación; por lo que tal extremo es sólo referencial”. • Peritaje Psicológico. Tampoco se le da valor probatorio por las mimas razones antes enunciadas • Oficio de la Policía • Álbum Fotográfico Declaración del Agraviado: Dice que todo es mentira, que ella intentó pegarle, se resbaló y cayó sobre el baño. El trabaja como Agente de Seguridad. “No lograron probar la tesis acusatoria (violencia contra la Mujer), motivo por el cual no se quebrantó el estado de inocencia del acusado en el presente caso, por lo que el tribunal debe emitir la sentencia que en derecho corresponda”. Sobre el Voto Razonado: Consta de tres partes: a)Los hechos y circunstancias objeto de la acusación acreditados durante el debate; b)La carencia de sensibilidad de género al no valorar integralmente los medios de prueba aportados al proceso: “La teoría de Género como categoría científico-social explica que en la comisión del delito de violencia contra la Mujer concurren una serie de factores originados en las condiciones históricas de subordinación, desigualdad y discriminación femenina (…) El hecho que la agraviada no se haya presentado a declarar es comprensible por la revictimización de que son objeto las víctimas de este tipo de delito, así como por la dependencia económica que tienen de sus agresores; sin embargo quedó acreditado que dicha agraviada no sólo denunció a su conviviente sino también quedaron probadas las lesiones en su rostro” y, c) La ausencia de enfoque de género en la decisión tomada por mayoría”. El tribunal estaba compuesto por dos mujeres y un hombre. El Voto razonado fue del hombre.

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Sentencia condenatoria Ficha No. 4

Fuente: Formato estadístico Sentencias-1 y copia de sentencia No. Causa: 2082-2008 Of. 3º Órgano Jurisdiccional: Tribunal Primero de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Villa Nueva del Departamento de Guatemala Datos de la Víctima: Sexo: Femenino Rango de edad: 18-36 años Estado conyugal: No indica Profesión u oficio: No indica Datos del Procesado (s): Sexo: Masculino Rango de edad: 18-36 años Estado conyugal: Unido Profesión u oficio: Albañil Relación con la víctima: Ninguna, se identificó como miembro de la mara Salvatrucha Enunciación de los Hechos: En el Municipio de Villa Nueva, en una residencia ubicada en la Colonia Covitigss y/o Treinta de Octubre, zona 5 fue aprehendido el procesado por agentes de la Policía Nacional Civil, toda vez que estaba escondido sobre el techo de dicho inmueble luego de participar en el hecho acaecido. Derivado de la investigación se estableció que en compañía de otras personas que se dieron a la fuga mataron a una persona de sexo femenino, pero previo a darle muerte, le produjeron heridas cortantes y con arma de fuego a su víctima en diversas partes del cuerpo. Antecedentes de Violencia: La víctima recibió llamadas telefónicas de amenazas de muerte. Prueba Valorada: 1) Prueba pericial Peritaje realizado por dos técnicos especializados en investigaciones criminalísticas del Ministerio Público. El Primero en calidad de coordinador y fotógrafo y el segundo como embalador y planimestrista. Dos dictámenes periciales para determinar grupo sanguíneo de la víctima y presencia de sangre en la ropa de vestir del sindicado. Informe de criminalística para determinar el ADN (ácido desoxirribonucleico) en muestras de ropa del procesado y de la víctima. 2) Testimonial Mujeres: 4 Hombres: 4 3) Prueba Documental Diecinueve documentos. Datos de la Sentencia: Delito: Femicidio Fecha de Sentencia: 30 de julio de 2009 Tipo de Sentencia: Condenatoria Tipo de fallo: Unánime Argumentación del Tribunal: Analiza el Tribunal en principio y en teoría, que las mujeres son “ser” humano, pero no se les da el mismo trato a las víctimas cuando éstas son mujeres que cuando son hombres. Dicha desigualdad de género, marca las diferencias jerárquicas entre las mujeres y los hombres que, en las sociedades patriarcales, se expresan en diversas formas de subordinación y discriminación de las mujeres por parte de los hombres.

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Ambas definiciones se tomaron del Glosario sobre Terminología de Género (primera edición, Guatemala 2003, Litografía Watcha). Además, el Tribunal se fundamentó en la doctrina específicamente en el documento: Feminismo, Género y Patriarcado de las autoras Alda Facio y Lorena Fries, que las relaciones desiguales de poder respecto al término patriarcado, indican que la diferencia sexual ha significado desigualdad legal en perjuicio de las mujeres, ya que se ha concebido a mujeres y hombres como legalmente iguales y esto a simple vista y en teoría es fácil de concebir; pero ese no ha sido el caso al menos en los últimos cinco a seis mil años; porque desde el punto de vista histórico, las diferencias entre los sexos y la desigualdad legal están estrechamente ligadas. En el presente caso se describe el menosprecio del cuerpo de la víctima para satisfacción de instintos sexuales o cometiendo actos de mutilación genital o cualquier otro tipo de mutilación, y de acuerdo al Manual de Psiquiatría, DSM IV, Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Masson, tercera edición, The American Psychiatric Press, (F65.6 Sadismo Sexua 302.84), puede concluirse que concurren características del sadismo sexual, por cuanto éstas implican actos de sufrimiento físico, psicológico de la víctima. Cabe mencionar que este tipo de tendencias sádicas y masoquistas en ningún momento son consideradas científicamente como disminución en la capacidad de los individuos, como para argumentar alguna causa de inimputabilidad. Pena: Cincuenta años de prisión inconmutables

En esta sentencia, nuevamente, podemos observar como entre los juzgadores se ve un interés por documentarse con estudios e investigaciones para poder resolver con mayor conocimiento de causa.

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El desistimiento de las mujeres

“Hay que atender el deseo de la víctima, pero la ley obliga al MP a la persecución por acción pública”.

Un aspecto central en todo este Estudio, es que las organizaciones de mujeres, en general, no cuentan con asesoría jurídica y las pocas que cuentan, no se dan a basto para todo el trabajo que implica y el Estado, obviamente, no está ofreciendo alternativas reales para ello. En este Estudio nadie hizo relación a los bufetes populares y esta sería una línea que habría que investigar más a profundidad, particularmente, cuando nos encontramos con afirmaciones como la siguiente: “Ayer estaba yo en clases (en la Universidad) y dijo un licenciado: ‘yo no estoy de acuerdo con esa ley del femicidio’, dijo, ‘yo no sé, pero es mi opinión, porque es algo que yo siento que yo no estoy de acuerdo con esa ley del femicidio’ dijo, entonces yo le pregunté que por qué, entonces dijo ‘esa ley se sacó porque cada día dos o tres mujeres mueren, entonces se luchó por sacar esa ley, entonces por qué ahora no hacen esa misma lucha por sacar esa misma ley para los choferes que ya están matando muchos.”103 Entonces, si la asesoría jurídica va a provenir de personas que no tienen ningún conocimiento de la gravedad de la violencia contra las mujeres, sus profundas causas y consecuencias, el problema se agrava: “muchas veces las mismas personas que están dentro del sistema traen una costumbre, una ideología, que choca con estos pensamientos de los derechos de la mujer y que no los aceptan, entonces, al estar esas personas en esos cargos claves, ahí va a ver una debilidad, y eso se da mucho, o sea, el que administra junto con el que está obligado a que la justicia opere, es el que muchas veces, por su misma idiosincrasia, provoca que se dé este tipo de violencia, no están conscientes de cuál es el problema y no existe la preocupación de capacitarse; muchas veces la capacitación existe, pero al no ser obligatoria, el que quiere se capacita y el que no quiere no lo hace.”104 Todos los operadores de justicia entrevistados hablan del desistimiento por parte de las mujeres: “Necesitamos mujeres empoderadas, son muchos los casos en que las mujeres desisten: se niegan a declarar en la audiencia con argumentos como “tengo derecho a quedarme callada”; “no quiero que se vaya preso”; “ya estamos conciliados, estamos recibiendo pláticas en la Iglesia”, “me ha prometido no volverme a pegar.”105 Allí hay un problema, sobre todo si no hay testigos de la violencia. Lo que ha implementado la Fiscalía de la Mujer es grabar en video la denuncia. Efectivamente, lo anterior representa una situación con dos aristas, un problema legal y ético, la ley obliga a continuar con la denuncia por el carácter de acción pública, como vimos en el apartado anterior. Desde el punto de vista ético, el MP debiera mantener la línea de investigación, si el hecho se atribuye a amenazas o coerción, para determinar por qué se produce la desestimación; hay que pensar que igual, habrá una cantidad de mujeres que desconocen que la ley es de acción pública y que por tanto, deben pensar su denuncia y que ésta no puede ser planteada sólo en un momento de crisis extrema. 103 104 105

Entrevista colectiva mujeres de Chimaltenango. Entrevista juez de Paz San Juan Sacatepéquez. Entrevista con la Fiscalía de la Mujer de Guatemala.

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Si asumimos, el ejemplo que pusimos con la primera sentencia en el apartado anterior, nos podremos dar cuenta que el tribunal tenía la responsabilidad de valorar las pruebas y proteger a la mujer, que no se presentó al juicio, pues obviamente, tenía miedo y estaba bajo presión. Pero ¿qué pasa con la mujer que de verdad no quiere continuar con su denuncia? Esto debe ser motivo de una discusión más profunda por parte de todos los actores involucrados y principalmente, con las mujeres. Uno de los argumentos de por qué las mujeres desisten, tiene relación al problema económico “...y lo que ella gana, sin duda, no le alcanzaría para satisfacer las necesidades de sus hijos y no habría quién le cuide a los hijos, porque normalmente la suegra es la que los cuida. Problemas como esos que difícilmente uno se los puede resolver, uno tiene que ajustarse a lo que ellas demandan, entonces uno no pasará de no poderlo sacar de la casa, entonces de prohibirle que la agreda o prohibirle que la esté intimidando o designar una pensión alimenticia cuando es una cuestión económica, pero sí se ve uno limitado a veces en cuanto a eso. Sí hacen falta albergues, también, en donde se pueda sentir la mujer protegida, porque muchas veces por necesidad vuelve y tal vez en ese momento sale de la casa, pero se vuelve a repetir el ciclo de violencia y ella nuevamente es convencida, nuevamente es llevada al lugar donde es maltratada.”106 Caso Sololá: La señora es viuda, vive con la familia de su esposo. Un día el cuñado la violó sexualmente por segunda vez y la golpeó con fuerza. Ella acudió a todas las instancias. Tuvo que repetir su historia 23 veces. Finalmente el Ministerio Público le dio la posibilidad de no enviar a su cuñado a la Cárcel. Ella aceptó, lo hizo por sus suegros. Entrevista Colectiva con las Mujeres de Sololá. Como se ha señalado, la mayoría de las mujeres cuando se casan o se unen, van a vivir a la familia del hombre. Al no tener ingresos propios, ni propiedad o copropiedad sobre la tierra, las mujeres sólo cuentan con la posibilidad de regresar a su familia de origen, sin embargo, muchas veces su propia familia ya no las quiere de regreso y como la violencia está naturalizada, “aguantan”. Todos los albergues son transitorios y si bien hay muchas mujeres que logran romper el ciclo de la violencia, hay otras tantas, que lo vuelven a vivir hasta que se sienten preparadas. Pero lo más importante aquí es esa impotencia aprendida de la cual hablamos y que representa un largo camino de superación, principalmente, a través de los grupos de autoayuda, autoconciencia y entre pares, donde se sientan seguras, comprendidas y potenciadas, pues se trata de erradicar justamente ese simbólico internalizado que dice que “sin un hombre no se puede”, no se puede con las hijas y los hijos ni con su propia vida, que sabemos que no es cierto, que cada vez son más los hogares con jefatura materna y que sobreviven, muchas veces mejor que en un ámbito de violencia. Generar autonomía e independencia en la forma de pensar y actuar entre las mujeres, es lo más difícil, pero es el desafío y en eso, todas y todos deben contribuir, derribando los pactos patriarcales que sobreviven y se reciclan en la sociedad, y que además, no permiten erradicar, sacar de raíz este flagelo que nos hace a todos y todas menos humanos.

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Entrevista con el Juez de Paz de San Juan Sacatepéquez


una reflexión final “PREVENIR es Prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un daño o perjuicio. Advertir, informar o avisar a alguien de algo. SANCIONAR es Dar fuerza de ley a una disposición. Autorizar o aprobar cualquier acto, uso o costumbre. Aplicar una sanción o castigo ERRADICAR es Arrancar de raíz” (Diccionario de la RAE)

Sobre la Prevención Existe una tendencia a la repetición de la historia, nunca de la misma manera y tampoco con la misma intensidad. Los problemas que no encuentran solución en el contexto social suelen agravarse en el campo de la realidad o de la percepción, pues se refuerzan los imaginarios, símbolos y valores que se transmiten de una generación a otra. De esta manera, la lógica de la violencia contra las mujeres se repite una y otra vez, con consecuencias cada vez más graves para la vida de las mujeres en cada ámbito de la sociedad. El contínuum de la violencia contra las mujeres, debemos comprenderlo en sus tres dimensiones, histórico, social e individual en la vida de las mujeres, pues allí hay que poner la atención para la prevención y ojalá para su erradicación. En el imaginario colectivo está instalado que ni la impunidad se ha roto ni las instituciones encargadas de la seguridad del Estado se han democratizado, la garantía de no repetición ha sido violada, una y otra vez, tanto por la ausencia de acciones para reconocer y profundizar la verdad de lo que ha ocurrido en la historia, como por la ausencia de justicia y de cambios sociales. En un país en que, en general, no existe una cultura de derechos, donde el Estado sistemática e históricamente ha violado los derechos humanos y se encuentra ausente de la vida cotidiana de las personas, es significativa esta visión mayoritaria que las mujeres se están atreviendo a hablar y rompiendo los círculos de silencio generados alrededor de la violencia en contra de ellas. En eso indudablemente, ha jugado un papel muy relevante el ejemplo de otras; las relaciones de confianza generadas; el acompañamiento y la solidaridad entre pares, todos factores que rinden frutos, aunque se estrellen constantemente con los muros de un Estado y una justicia que no termina por llegar.

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En la prevención, escuchar a las mujeres y a sus organizaciones, resulta fundamental: la violencia contra las mujeres, está instalada en las relaciones de poder, de control y en los roles asignados y jerarquizados de patriarcal manera entre hombres y mujeres, en la familia y en la comunidad. En este sentido, es importante que quienes capaciten y apoyen lo hagan con sensibilidad humana, reconociendo en las mujeres su capacidad de pensar y decidir por ellas mismas, sintiéndose parte de la problemática y de su solución, lo cual implica que cada promotora, capacitadora o asesora, haga su propio proceso de autoconciencia, desarrolle capacidad de análisis, negociación e incidencia, conjuntamente con las otras mujeres con las que trabaja y reflexione de manera horizontal sobre su propia vida. La Prevención tiene un importante componente de advertir y avisar. En este sentido, un aspecto clave es desarrollar acciones de información y comunicación dirigida hacia las mujeres y a la sociedad en su conjunto, sobre las implicaciones que tiene la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia. Después de 12 años,107 en que las mujeres han aprendido a ejercer el derecho a la denuncia a través de la ley de Violencia intrafamiliar, se requiere una fuerte campaña que informe que la Violencia contra las Mujeres ha sido tipificada como delito de acción pública, lo que quiere decir, que el Ministerio Público teniendo conocimiento del hecho, debe investigar con o sin el consentimiento de las mujeres que pusieron la denuncia. En esto, las instituciones del Estado deben jugar un papel primordial.

Sobre la Sanción Guatemala es un país multilingüe, pluricultural y multiétnico, en esta realidad coexisten formas de pluralismo jurídico que son profundamente legítimas. La gravedad del problema es que, en los departamentos que incluye este estudio, a las mujeres que sufren violencia, les va mal con el sistema oficial occidental y les va mal con el derecho indígena, en tanto en los imaginarios de los hombres está instalado el machismo, la necesidad de poder, dominio y control sobre las mujeres y en ellas el de la internalización de la opresión y la naturalización de la violencia. En este contexto, mayoritariamente, la apuesta de las mujeres es a que la justicia del Estado funcione, con lo cual no se puede ni revalorizar ni recrear la cultura en las comunidades y entre los pueblos, ni con sus autoridades. Aquí, hay que hacer, necesariamente, una reflexión profunda que incluya a hombres y mujeres indígenas y no indígenas, sobre lo que significa el uso de la violencia contra las mujeres, lo que implica en privilegios, para unos y en desigualdad y exclusión para las mujeres. La Ley puede actuar a manera de prevención, si se conoce de antemano, nadie puede ignorar la ley y, sin embargo se ignora permanentemente. Esto es válido para la sociedad y para el Estado, en su calidad de garante y estructura organizada para un supuesto bien común. El Estado viola los derechos humanos de las mujeres por acción o por omisión; los niveles de impunidad e indiferencia, al menos, lo sindican por omisión. Las mujeres ven la Ley como una herramienta para su defensa, lo que falta, es que empiecen a ver a las instituciones encargadas de garantizar su derecho a una vida libre de violencia, actuar en consecuencia. 107

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Si bien la Ley de Violencia Intrafamiliar tiene 14 años de estar siendo aplicada en Guatemala, hace prácticamente dos años entró en vigencia la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la mujer. De ahí que hablamos de 12 años de aplicación.


La ley no agota la gravedad del problema, es una vía que puede paliar en algo los efectos y sus consecuencias. ¿Cómo pueden ver, las mujeres al Estado y su institucionalidad con confianza si sólo un 1.8% del presupuesto del Ejecutivo se dirige a la implementación de políticas públicas a favor de las mujeres? ó ¿si sigue siendo un problema la coordinación interinstitucional en materia de seguridad y justicia, y para eso no se requieren recursos adicionales? Cambiar las mentalidades, los patrones culturales, los imaginarios internalizados en hombres y mujeres requiere un esfuerzo serio, reflexiones profundas y, en el caso de operadores de justicia, algún nivel de especialización. No existe la “todología” como carrera universitaria, las especializaciones tienen que ver con esa necesidad de dar una respuesta contundente a las complejidades de la vida social y, en ese ámbito, la violencia contra las mujeres, cuarto delito en la frecuencia de denuncias, requiere por parte del Estado y sus instituciones esa claridad. El Organismo Judicial va avanzando, al menos con la instalación de tres juzgados, en 22 departamentos y la inclusión de un Diplomado en la Escuela de Estudios Judiciales, que ha permitido elevar la calidad profesional de los jueces. El Ministerio Público no da señales claras de organizar las fiscalías de la mujer en el territorio distrital. Es de esperar, que cuando lo haga, no sea disminuyendo los recursos humanos, sino aumentándolos, particularmente con mujeres fiscales y con pertinencia cultural. Es indudable que entre los y las operadores de justicia están enraizadas, al igual que en toda la sociedad, las mismas formas de entender las relaciones entre hombres y mujeres desde el poder y el dominio como algo naturalizado. No obstante, es posible observar una voluntad de cambio, salvo excepciones. Podemos decir que hay esperanza en esa voluntad de cada una de las personas que tuvimos la posibilidad de entrevistar. Estamos convencidas que quieren ejercer su profesión y su servicio público con responsabilidad y profesionalismo, hacer lo correcto en lo concreto y lo cotidiano, no obstante requieren instituciones fuertes que les respalden, necesitan espíritu de cuerpo, orientaciones y directrices claras en la línea de acabar con la impunidad. En este sentido, la vigilancia de las organizaciones de Mujeres, de Derechos Humanos y de Justicia en la elección de las altas autoridades (Fiscal General y Magistrados en sus distintos niveles), es fundamental en la lucha contra la impunidad y por colocar a las personas idóneas en esos cargos. A lo interno de las instituciones, particularmente en el Ministerio Público, es necesario fortalecer el sentido de cuerpo y la identificación con el trabajo, coordinarse también internamente y suplir las faltas de especializaciones con espacios de intercambios y discusiones abiertas. No es posible que la única Fiscalía de la Mujer que existe en el país no cuente con mecanismos institucionales que le permitan relacionarse con las fiscalías distritales para aportar sus conocimientos y sus propias metodologías de investigación en el abordaje de la Violencia contra las Mujeres. El Ministerio Público requiere fortalecer procesos de formación internos, que sean sistemáticos para que eleven la capacidad profesional. Finalmente, la Reforma Policial es urgente. 83


La Erradicación de la Violencia contra las Mujeres La erradicación de la Violencia contra las mujeres requiere un cambio simbólico profundo en los imaginarios colectivos. Desgraciadamente, estamos tan inmersos en las urgencias, que no nos detenemos a reflexionar sobre cómo hacerlo. Tal como se ha constatado, muy poco se previene, mucho intentamos hacer por su sanción y, prácticamente nada estamos haciendo por su erradicación. Una civilización, sociedad o cultura, construida sobre estas bases, es profundamente inhumana y por tanto, requiere de cambios profundos. Con esto no se está planteando que se abandonen las leyes, es más fácil decir lo que la otra persona o institución no hace, porque así nos hacemos menos responsables de lo que estamos haciendo cada una y cada uno. Erradicar implica arrancar de raíz. Las mujeres estamos con la urgencia de salvarnos y de salvar, intentamos una y otra vez hacer lo que el Estado no hace. En esas condiciones de precariedad, de falta de recursos, de miedo ¿cuándo empezaremos a soñar con otras formas de relación social y de construcción de un nuevo mundo entre las personas? Hay un gran desafío por delante y es el hecho que gran parte de la prevención, pero también de la erradicación del problema, depende de cada una de las personas que constituimos la sociedad, no es sólo un problema del Estado, es un problema de cambio profundo en las relaciones sociales: de las autoridades comunitarias, de las organizaciones de pueblos indígenas, de las organizaciones de mujeres, de derechos humanos, en fin de todo ese tejido social que se ha venido rearticulando a contra corriente, que está vivo y que puede hacer la diferencia. Este no es un problema de mujeres, es un problema de humanidad de la humanidad. ¿Cómo nos hacemos cada día mejor persona y construimos nuevos pactos, donde el eje sea la cero tolerancia al patriarcado, al racismo y a todas las opresiones que nos asfixian y que no nos permiten el buen vivir? Estamos todas y todos advertidos, no podemos alegar ignorancia, la contaminación de las aguas, la sobreexplotación de nuestros recursos y bienes, requieren el esfuerzo colectivo para la sobrevivencia de las diferentes culturas que habitan Guatemala. Poner un alto a la violencia contra las mujeres se encuentra en la misma línea del no dominio, de la armonía y del equilibrio deseable para toda la humanidad.

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anexos a) Personas Entrevistadas

OPERADORES DE JUSTICIA

Nombre

Departamento/ Municipio

Lic. Carlos Guillermo Guerra Jordan

Chiquimula Olopa

Lic.Dina Azucena Cerín

Chiquimula Jocotán

Lic. Fredy David Flores Flores

Chiquimula Camotán

Juez de Paz

Lic. Isaías Pérez Dionisio

Chiquimula San Juan Hermita

Juez de Paz

Lic. Elba Irene Guzmán Lic. Elvis Hernández

Chiquimula

Institución

ORGANISMO JUDICIAL

Cargo

Juez de Paz Jueza de Paz

ORGANISMO JUDICIAL

San Juan Sacatepéquez

Juez de Primera Instancia Juez de Paz Psicólogo Juzgado de Familia

Lic. Aroldo Araujo

Sololá

Dra. Arilia Castro Vázquez

Chiquimula Cabecera

Lic. Julio Armando Méndez Ortozco

Chimaltenango Cabecera

Fiscal Distrital Chimaltenango

Lic. María de Lourdes Berreondo

Chimaltenango Cabecera

Agente Fiscal Chimaltenango

Licda. Aura Nelly Gómez Vásquez Lic. Jony Eduardo Mejía Valenzuela

Chimaltenango Cabecera San Juan Sacatepéquez

INACIF

MINISTERIO PÚBLICO

Coordinadora Médica forense

Oficina de Atención a la Víctima Fiscal Distrital San Juan Sacatepéquez

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Nombre Carmen María Santos Pérez

San Juan Sacatepéquez

Lic. Edwin Gálvez

Chiquimula Cabecera

Lic.Blanca Yolanda Sandoval

Guatemala

Lic. Holanda Esquité

Guatemala

René Revolorio Dávila

San Juan Sacatepéquez

Marta Navichoc

Sololá

Institución

Cargo Oficina de atención a la Víctima. Trabajadora Social

MINISTERIO PÚBLICO

Fiscal Distrital Chiquimula Fiscalía de la Mujer Fiscalía de la Mujer Agencia 8

POLICÍA NACIONAL CIVIL

Oficial Primero a cargo de la comisaría Oficina de Atención a la Víctima Oficina de Atención a la Víctima

Julio Orlando Cholotio

Sololá

Lucía Ordoñez Pérez

Chimaltenango

Delegada a Atención de la Víctima

Victoria Agustín

Chiquimula

Oficina de Atención a la Víctima

Lic. Arely Marisol Zea

Guatemala

Lic. Juan Alfredo Ramos Tzoj

Chimaltenango

Lic. Edgar Rolando Noriega Solares

Chiquimula

Lic. Ovidio Paz

Sololá

María Procopio

Sololá

COPREDEH

Representante Departamental

Chiquimula

MANCOMUNIDAD COPÁN CHORTI

Técnica en Género

Lic. Dina España

86

Departamento/ Municipio

MINISTERIO GOBERNACIÓN

Asesora Específica del Despacho Superior Auxiliatura Departamental

PDH

Auxiliatura Departamental Auxiliatura Departamental


INSTANCIAS DE MUJERES DEL ESTADO

Nombre

Departamento/ Municipio

Irma Yolanda Tubuyuc Coronado

San Juan Sacatepéquez

Ana Odilia Tubac

Chimaltenango

Ana Isabel Guerlin

Chiquimula

Coordinadora OMM San Juan Ermita

Lic. Sonia Escobedo

Nacional

Secretaria Presidencial de la Mujer

Telma Dilia Otzoy

Chimaltenango

Karola Castellón

Chiquimula

Lic. Evelyn Curuchich

Guatemala

Institución

Cargo Coordinadora, con contrato de Secretaria

OMM

SEPREM

Concejal Segunda Coordinadora

Asistente Técnica Región 1 (3 departamentos) Promotora

DEMI

Unidad Jurídica

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INSTANCIA SOCIEDAD CIVIL , COOPERACIÓN Y PERSONAS EN LO INDIVIDUAL Organización de Mujeres y/o Sociedad Civil

Departamento/Municipio

Asociación Grupo Integral de Mujeres San Juaneras (AGIMS)

San Juan Sacatepéquez

Asociación de Mujeres Luqueñas para el Desarrollo Integral

San Lucas Tolimán, Sololá

Red de Mujeres de Sololá

Departamento de Sololá: San Lucas Tolimán; San Andrés Semetabaj; Santa lucía Utatlán; Nahualá

Red de Monitoras de Violencia contra las Mujeres

Área Chorti (San Juan Ermita; Jocotán y Camotán), Chiquimula

Red de Monitoras de Violencia contra las Mujeres

Chimaltenango, Comalapa, Patzún Departamento de Chimaltenango

Tierra Viva

Área Ch’orti’, Chiquimula

Movimundo

Área Ch’orti’, Chiquimula

PNUD/Proyecto Fortaleciendo la Institucionalidad de las mujeres

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Chiquimula

Nombre

Cargo

Lic. Hilda Morales Trujillo

Abogada y Notaria; REDNOVI Embajadora de Conciencia de Amnistía Internacional; Directora general de la CONAPREVI (2009-2010) Coordinadora Titular Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer –CEVI/MESECVI-.

Dra. Claudia Paz y Paz

Abogada y Notaria, Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala.


bibliografía 1. Amandine Fulchirón, “La denuncia de la violencia sexual cometida durante la guerra en Guatemala”, presentada en Seminario de LASA, San José, Costa Rica, marzo, 2006. 2. Amandine Fulchirón; Olga Alicia Paz y Angélica López. ECAP, UNAMG en el marco del Consorcio Actoras de Cambio (2004-2008) 3. Asesinatos de Mujeres: Expresión del Feminicidio en Guatemala, CALDH, 2005. 4. Aura Cumes “Las Mujeres son ‘Más Indias’. Género, multiculturalismo y mayanización”, en Mayanización y Vida Cotidiana Vol. 1, Guatemala, 2007. 5. Carolina Cabarrús “La Incidencia de la Organización de Mujeres Rurales Refugiadas en México para los Cambios en su Identidad de Género”. Tesis de Grado, Escuela de Ciencias Psicológicas, USAC, 2002. 6. CENADOJ. Área de documentación y Estadística Judicial. Informador Estadístico del OJ 7. CONAPREVI Centro de Coordinación de Información Interinstitucional. Ministerio de Gobernación. Guatemala, 2008. 8. Derechos Específicos de las Mujeres Indígenas. DEMI, 2009 9. “Cuerpos enclaustrados: construcción del cuerpo femenino en el Caribe Colombiano” Roxana Buitrago Leal. Universidad del Norte Barranquilla, Colombia, 2008 en Revista digital de Historia y Arqueología del Caribe. (Las negrillas son nuestras) 10. Edda Gaviola Artigas Ponencia presentada en el IX Encuentro Feminista de América Latina y El Caribe, realizado en Costa Rica, 2002. 11. Edda Gaviola “Mujeres Mayas y Cambio Social. FLACSO, Guatemala, 2001 12. El desafío de la Equidad de Género y de los Derechos Humanos en los albores del siglo XXI. CEPAL, Lima, Perú, 2000. 13. Emma Delfina Chirix “Alas y Raíces. Afectividad de las Mujeres Mayas”, Guatemala, 2003. 14. Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM) Monitoreo Ley contra el femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer, mayo 2010. 15. Historia de las Mujeres en Occidente. Bajo la dirección de George Duby y Michelle Perrot. Vol. 2 Tauros Ediciones 1992. 16. “Investigación Criminal para casos de Violencia Femicida”. Programa Justicia y Seguridad: Reducción de la Impunidad, AECID, Guatemala, 2010. 17. Informe de Desarrollo Humano para América Central 2009-2010 “Abrir espacios para la Seguridad Ciudadana y el Desarrollo Humano” PNUD. 18. Informe de Guatemala. Seguimiento al informe “Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia en las Américas”.Comisión Interamericana de Derechos Humanos.Audiencia temática – 137° Periodo ordinario de sesiones. Documento elaborado por la Colectiva “Actoras de Cambio”, Guatemala, octubre de 2009.

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19. Informe de Sistematización, caso doña Juana Méndez, ICCPG, Guatemala, 2008. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Masacre de Plan de Sánchez v/s Estado de Guatemala. Reparación, 19 de noviembre 2004. 20. ISIS Internacional, pág.web 21. La Palabra y el Sentir de las Mujeres Mayas de Kaqla”, Grupo de Mujeres Mayas Kaqla, Cholsamaj, Guatemala, 2004 22. Las Ejecuciones Extrajudiciales de jóvenes estigmatizados. Claudia Samayoa, CALDH, ICCPG y SEDEM, Guatemala, enero 2007. 23. Marcela Lagarde “Cautiverio de las Mujeres: Madresposas, Monjas, Putas, Presas Y Locas” UNAM, 1990. 24. Margarita Pisano “Deseos de Cambio o el Cambio de los Deseos”, Santiago de Chile, 1995. 25. Margarita Pisano “Un cierto Desparpajo”, Santiago de Chile, 1995. 26. Memoria de Labores del Ministerio Público. Informe de la Gestión realizada por el Fiscal General y Jefe del Ministerio Público, año 2009. Abril, del 2010. 27. Memoria IV Encuentro Construyendo Equidades, PCS, Antigua, marzo 2009. 28. Ministerio Público, Memoria de Labores, 2009. 29. No Olvidamos ni Aceptamos. Femicidio en Centroamérica 2000-2006. Ana Carcedo , Coordinadora. CEFEMINA, San José de Costa Rica, 2010. 30. Pag. Web Fundación Sobrevivientes. 31. Pag. Web Fundación Sobrevivientes. 32. Página web de las Oficinas Municipales de la Mujer 33. Presentación de CICIG en el Evento No al Femicidio, 22 de mayo 2008 34. Primer Informe y Segundo Informe, “Por y para las Mujeres”, Memorias de Labores SEPREM, 2008 y 2009. 35. Protegiéndonos ante las amenazas del Siglo XXI, UDEFEGUA, Guatemala, 2009. 36. V Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2008-2009. Informe Preliminar. Noviembre de 2009.

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LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES: UN PROBLEMA DE HUMANIDAD DE LA HUMANIDAD Una mirada a la situación de violencia contra las mujeres en cuatro departamentos de Guatemala. El presente estudio se realizó con el fin de conocer, a través de las mujeres, la experiencia concreta de violencia y el impacto en sus vidas y entorno; las fortalezas y debilidades para enfrentar la problemática; los cambios operados y la respuesta del Estado en la aplicación de la ley. El mismo, se desarrolló en San Juan Sacatepéquez (Guatemala) y en los departamentos de Chimaltenango; Sololá y Chiquimula. Está dividido en cinco grandes apartados mediante los cuáles se explorará la problemática desde varias perspectivas, a fin proporcionar información diversa para un análisis de calidad. Se plantea un marco histórico y contextual en el que se realiza una aproximación histórica al abordaje de la Violencia contra las Mujeres en América Latina y el contexto en el cual se desarrolla esta problemática. De igual forma se presenta la experiencia de las mujeres y el impacto de la Violencia en sus vidas. También se incluye una aproximación estadística sobre la violencia contra las mujeres y sus distintas expresiones. En el quinto apartado se aborda la respuesta del Estado, dividido en dos grandes apartados, la institucionalidad del Estado en materia de mujeres y, la respuesta de las instituciones de seguridad y justicia. Se concluye el estudio con algunas valoraciones finales al respecto.


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