Revista alberto ed1

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índice:

Nota del Director General pg4 Abrebocas “Empezar el semestre con el pie derecho” pg5 Noticias - “Se lucha la pérdida de memoria con una sonrisa” pg6 - “Nueva forma de lidiar con malos recuerdos” pg 6 - “Estudios académicos sugieren que los estados de ánimo positivos impulsan el desarrollo de ideas creativas” pg 7 - “¿El uso de antidepresivos durante el embarazo es contra-indicativo?” pg 5 Caso - “Carta a los machos alfa” pg 8 - “El stop de las culturas” pg 10 Artículo - “La mujer que soy cuando me sé” pg 12 - “Una búsqueda de identidad: La autonomía intelectual como base para la Psicología en Latinoamérica” pg 14 Opinión del estudiante - “La ficción de la identidad” pg 15 - “Un afro muy monito” pg 16 Opinión del experto - Artículo de Julio Eduardo pg 17 Actualidad en el departamento - Grupo de investigación en psicología clínica y de la salud: ¿Quiénes somos?, ¿en qué estamos trabajando?” pg 22 - Semillero de Neurociencia y Comportamiento pg 23 - La renovación de la acreditación : Al cumplir 40 años ¿Cómo vamos? pg 24 3 ///


Nota del

Director General

Andrea Giraldo Soto Este proyecto fue concebido hace un año a mediados de Mayo, pero es en realidad hasta hoy que nace. “Alberto” no es sólo una iniciativa de un grupo de estudiantes que buscaba cerrar brechas en su departamento entre profesores, estudiantes y pares (e incluso ex alumnos), es el hijo de todos los que hoy formamos parte de esta revista. No sólo le hemos dedicado nuestras vacaciones, tiempos libres y hasta tiempo de estudio para sacar adelante esta idea, sino que hemos puesto en él todo nuestro cariño y esfuerzo con la esperanza de que ésta pueda ser una herramienta valiosa de comunicación dentro del Departamento de Psicología y, a la vez, un canal por el cuál el resto la comunidad Uniandina (y eventualmente comunidad Universitaria nacional) nos pueda conocer y se empape más de todo lo que la psicología tiene para ofrecer.

Trabajar en grupo no es fácil, menos cuando el grupo consta de psicólogos (algunos con doble programa), diseñadores, administradores, estudiantes de Pregrado, Maestría y Doctorado e incluso un par de egresados. Sin embargo, no hay nada más emocionante que sentarse a escuchar las diferentes ideas de cada uno junto con sus experiencias, motivaciones e intereses y ver cómo se va construyendo poco a poco una herramienta integral que busca ajustarse al perfil de lo que quieren, buscan y les gustaría descubrir a los estudiantes de Psicología al igual que aquellos que desde sus otras carreras nos quieren conocer. El aporte que cada individuo hace es invaluable (y esperamos se vea plasmado acá); cada risa, cada lágrima y cada cana que nos ha salido a raíz de todo el esfuerzo, logística y organización que conlleva traer a la vida esta idea ha valido la pena si hoy nos están leyendo.

Espero que esta aventura siga creciendo, espero que muchos se animen a poner en práctica las habilidades de escritura que tanto nos han reforzado a lo largo de nuestra carrera. Espero que les encante esta iniciativa y quieran saber cómo pueden contribuir a que “Alberto” siga expandiéndose y mejorando. Espero al menos, que al ver lo que se puede lograr con mucho trabajo y dedicación, algo de locura y apoyo incondicional de amigos, familiares, profesores, etc., se animen a hacer su propio proyecto y tomar en sus manos su futuro: saber a donde quieren llegar y trabajar en cómo lo van a hacer- descubrir cuál es su propósito.

Gracias a todos los que nos han ayudado en este camino que esperamos sea largo: al Departamento de Psicología que no sólo nos abrió las puertas sino que nos respaldó inmensamente en este proceso, gracias a Empreandes que nos apoyó incondicionalmente, gracias a nuestras familias, novi@s y compañeros que nos han acompañado en esta travesía...

¡Gracias por creer en “alberto”!

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Abrebocas/

Empezar el semestre con

el pie derecho

Después de las vacaciones es normal sentirse recargado de energía para empezar el semestre, pero también pasa que al iniciar nos sentimos confiados porque tenemos todo el semestre por delante. Para evitar llegar a ese punto, en que el tiempo apremia y nos damos cuenta que no hemos aprovechado lo suficiente para adelantar trabajos y estudiar,

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Revise el programa de los cursos y tenga en cuenta las fechas de entrega de trabajos, si estos son en grupo pregúntense: ¿cuántas entregas tiene?, ¿debe hacerse de manera progresiva durante el semestre?, ¿cuándo lo debo entregarlo?. Si es posible desde ya puede empezar a planear los temas y posibles encuentros para realizar el trabajo.

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les dejamos unos tips para empezar el semestre con el pie derecho.

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Trate de programar un horario semanal de estudio teniendo en cuenta los créditos de cada asignatura, los trabajos o lecturas que tenga para cada una de las clases. Recuerde no espere al último día para empezar.

Desde ya, organice un espacio en su casa para estudiar que sea cómodo. Generalmente estamos acostumbrados a estudiar en espacios como la cama (con el televisor prendido, el computador y el celular). Si deja a un lado las distracciones es más fácil concentrarse y estar enfocado en la tarea.

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Elija las tareas dependiendo del tiempo que tengas para entregarlo, la extensión y la investigación previa. Muchas veces se elige estudiar dependiendo del trabajo que se debe entregar primero y no del que requiere más esfuerzo.

Utilice los recursos que le brinda la universidad como el Centro de Español. Puede programar una cita y hacer tutorías de trabajos escritos cuando sienta que no le fluyen las ideas para escribir o no sabe cómo organizar un trabajo. Para más información ingrese a: h tt p : / /p rog ra m ad ees c r i t u ra . u n i a n d es . ed u . c o/i n d ex . ph p/ component/users/?view=login

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NOTICIAS 1

Este año el Science Daily da a conocer una nueva forma de SE LUCHA LA mejorar la memoria. De acuerdo con el estudio de Gurinder Singh Bains y colaboradores (citado en Federación de PÉRDIDA DE Sociedades Americanas de Biología Experimental, 2014), MEMORIA CON el mostrar durante 20 minutos un video divertido a adultos induciendo una sonrisa en estos, incrementa su UNA SONRISASAmayores, memoria y capacidad de aprendizaje. Lo anterior lo explican por medio de la disminución, provocada por el sonreír, en los niveles de cortisol de los adultos mayores. De esta forma, se promueve la terapia del humor, pues se necesita tener una buena risa para tener una buena salud mental. Referencias Federation of American Societies for Experimental Biology (FASEB). (2014, April 27). Fight memory loss with a smile (or chuckle). ScienceDaily. Retrieved June 23, 2014 from www.sciencedaily.com/releases/2014/04/140427185149.htm

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Eescrito por: Paula Jara

Nueva forma de lidiar con malos recuerdos Estudios recientes realizados por el Instituto Beckman revelan una nueva estrategia para disminuir el impacto emocional causado por recuerdos negativos. Según el doctor Florin Dolcos, dicha estrategia consiste en pensar en los elementos contextuales de la situación que se está recordando, en vez de recurrir a la forma como nos sentimos durante la misma. De esta forma, pensar en datos del contexto (tales como el clima que hacía en ese momento o el atuendo que llevábamos puesto ese día), en vez de recordar una y otra vez las emociones negativas que sentimos en dicha situación, puede ser una forma efectiva de evitar los efectos negativos de estos recuerdos sobre nuestra vida. Los investigadores involucrados en este estudio esperan determinar si esta estrategia puede ser viable incluso para tratar condiciones psiquiátricas como la depresión y la ansiedad. Referencias Federation of American Societies for Experimental Biology (FASEB). (2014, April 27). Fight memory loss with a smile (or chuckle). ScienceDaily. Retrieved June 23, 2014 from www.sciencedaily.com/releases/2014/04/140427185149.htm

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Foto por DANIELA MURILLO.

Escrito por:

Catherine Fiorillo


los procesos de atención y solución de problemas. Los estados de humor positivo (acompañados de risa y de bienestar) incrementan la actividad en esta área del cerebro.

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Así, todo estudiante puede beneficiarse de estos hallazgos a la hora de confrontar un dilema creativo. Al parecer, encontrar un poco de humor puede ser la solución. Referencias Ma, M. (2014). The Tao of Innovation. The Power of Humor in Ideation and Creativity. Recuperado el 17 de junio de 2014, desde http://www.psychologytoday. com/blog/the-tao-innovation/201406/the-power-humor-in-ideation-and-creativity

Foto por DANIELA MURILLO.

E studios académicos sugieren que los estados de á nimo positi vos impulsan el desarrollo de ideas creati vas Todo estudiante ha confrontado, en algún punto de su carrera, un momento de crisis: tener que elaborar un trabajo sobre algún tema de su libre elección. En este momento es común afrontar un catastrófico dilema: con los escasos conocimientos de psicología que me han aportado unos cuantos semestres de pregrado, ¿existe algo que pueda escribir que aporte algo nuevo al mundo de la academia? Esta crisis se agrava terriblemente cuando el estudiante debe tener el trabajo listo al día siguiente, y aún no ha decidido siquiera sobre qué quiere escribir. Estudios recientes han concluido que existe un poco de esperanza, y la solución puede ser bastante divertida. Se encontró que la risa (sí, ¡la simple risa!) puede ayudar a solucionar problemas que exijan soluciones creativas. La investigadora Karuna Subramaniam, por ejemplo, encontró que al elevar el humor de los participantes de su estudio fue posible elevar la probabilidad de tener “momentos repentinos de claridad” a la hora de resolver rompecabezas. Adicionalmente, en otro estudio Rex Jung concluyó que mantener un sentido del humor activo, un estado de ánimo elevado y una mentalidad abierta es fundamental a la hora de motivar la creatividad, la innovación y la solución de problemas. Subramaniam incluso encontró evidencia sobre la relación entre el estado de ánimo y la creatividad a través de neuroimágenes. Con la ayuda de MRI funcionales éste pudo concluir que la innovación y la creatividad, que preceden a la solución de algún problema, activan la corteza cingulada, área relacionada con

Escrito por: María

Paula Trillos

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¿El uso de antidepresivos durante el embarazo es contraindicativo? Los psiquiatras suelen defender el uso de los antidepresivos durante el embarazo al evaluar los costos y beneficios del mismo. Es decir, consideran que el riesgo de que el bebé tenga una madre con depresión incrementa en gran medida el riesgo de muerte del niño. El 21 de Junio del 2014, el Science Daily, reveló que el desarrollo físico de los bebés está en riesgo cuando las madres toman antidepresivos durante el embarazo. De acuerdo con estudios en Estados Unidos y Canadá, el uso de antidepresivos de recaptación de serotonina se asocian con la inflamación de hígado del recién nacido, lo que implica problemas de diabetes y obesidad. De esta manera, el evaluar el uso de antidepresivos se vuelve un tema de gran importancia, teniendo en cuenta que 1 de cada 5 mujeres en estado de gestación presenta sintomatología depresiva.

Referencias McMaster University. (2014, June 21). Antidepressant use during pregnancy may lead to childhood obesity, diabetes. ScienceDaily. Retrieved June 23, 2014 from www. sciencedaily.com/releases/2014/06/140621213019.h

Escrito por:

Paula Jara 7 ///


ALFA

Carta a los macho

CASO

Letter to the Alpha Male… ...(and the Omega Female) Hace unos días, subí a mi página Facebook un par de fotos mías travestido. A pesar de que mis contactos me han visto previamente usando prendas femeninas, verme plenamente vestido, maquillado, con peluca y mas provocador(a) de lo usual, hizo que mi muro fuera saturado de notificaciones y mensajes; algunos de apoyo, otros de sorpresa. Desde que regrese a Dinamarca, he tenido la oportunidad de explorar con mayor profundidad mi propia identidad de género. También, he tenido la oportunidad de ver cómo las formas de opresión cambian cuando cambia el código postal. Dinamarca es un país fantástico, conocido mundialmente por tener una cultura incluyente, respetuosa y diversa. Esa fue la principal razón por la cual siempre me sentí mas cómodo explorando mi “lado femenino” en este país, en vez de hacerlo en Colombia dónde se asume que es más peligroso. Increíblemente, no estoy convencido de que este siga siendo el caso. Aquellos patrones de homofobia, bifobia y transfobia parecen estar siendo recreados en la sociedad escandinava. Incluso, dentro de la comunidad LGBTIQ es posible detectar lineamientos heteronormativos, con una marcada homofobia internalizada. He encontrado perfiles en boyfriend. dk similares a los que encontraba en manhunt.net cuando vivía en Bogotá, de machos alfa gay rechazando con el más profundo desdén a “las locotas, mariquitas”, con afirmaciones como

“sólo porque seamos homosexuales, no significa que tengamos que ser afeminados”. ¡Como si la orientación sexual y la identidad de género fueran lo mismo! ¡Como si la única forma posible de ser gay fuese siendo masculino! La heteronormatividad no era algo que esperara encontrar yo dentro de la comunidad danesa, sin embargo, ésta carta no es una crítica al país del eterno invierno, es una crítica a todas las sociedades de este planeta. Y con el ánimo de tratar de entender con mayor profundidad estas dinámicas, hice lo que se hacer mejor: incomodar con mi propia feminidad. Me fui para Kiki de Montparnasse, compré un par de ligueros, y un vestido que no dejaba mucho a la imaginación. Me arreglé de pies a cabeza, me tomé un par de fotos, las subí a cuanta red social existe, y posteriormente me fui de fiesta. Esto fue lo que descubrí: En primer lugar, los hombres (heteros, bisexuales, y flexi-gays) se mueren del susto por aceptar que podrían encontrar atractivo a un cross-dresser. Es tan graciosa su reacción que tan sólo tenían las agallas de acercarse a mí después de muchos, muchos tragos, de la forma más sutil, o a través de algún perfil oculto de grindr (sin foto, ni mayor información). Me dejaban sus números de. Sin compromisos, sin mirarme a la cara y disfrutando lo mas rápido posible, para luego huir. Déjenme preguntarles queridos lectores, cómo se sentirían ustedes si alguien les dice uno de estos días: “Hey, me pareces súper atractivo(a) y me encantaría conocerte PERO ESO SI, TIENES QUE SER MUY DISCRETO, NADIE PUEDE ENTERARSE, NO QUIERO NI SABER TU NOMBRE, NI TAMPOCO ME INTERESA BESARTE, O MIRARTE A LA CARA. ¿No se sentirían un poco… molestos? ¿O hasta ofendidos? Es decir, esto no es una caridad.

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A couple of days ago, I uploaded to my Facebook page a couple of pictures of me dressed as a woman. There were many and different kind of reactions; most of them were “Likes”, some others were direct comments of support, and a final few private messages of surprise. It is not the first time that I do it. It’s not the first time that people in my inner circle see me dressed like a girl. So, what was different this time that created such a response from my dear Facebook friends? From the messages I received, and subsequent comments I dropped, and got replied, I could say that it was due to the fact that for the first time I was looking not just entirely feminine, but also, a little bit more slutty than usual. Since I came back to Denmark, I have had the chance to experience several new things. I have met new people, I’ve gained new knowledge and I have seen a bunch of new stuff. It seems that the different kinds of oppression change along with the zip code. Denmark is an amazing country, well known for its inclusive, respectful and diverse culture. That is the main reason why I always felt more comfortable exploring my transgender needs in this country, instead of doing it in Colombia, where it is supposed to be more dangerous. Unfortunately, I’m not sure if that is the case anymore. Christiania is no longer a very gay-friendly place, and not even Cozy bar is safe from homophobic comments in the bathroom. More shockingly, within the community of gay men, I am starting to find the same awful profiles that I used to read in manhunt.net back in Colombia, of Gay Alpha Males rejecting femininity in other men by stating:

“Just because we are gay, it doesn’t mean we have to act like women”. As if sexual orientation and gender identity were the same! As if the only possible way to be gay was being a masculine gay man! Heteronormativity and Inner Homophobia in a society like Denmark was something I did not expect. Now, this is not a critic to Danish society, this is a critic to all societies. So, I did what I know to do best… make people uncomfortable with my own femininity, and check out their reactions. I bought nice lingerie and a tiny dress; put on my high heels, (some) make up and a few accessories; wear those beautiful stockings Nicolás gave me for Christmas, and showed myself in public (internet profiles, facebook pictures, and parties in town). Here is what I came to realize: First of all, men (straight, bisexual and some flexi-gay) are terrified to accept that they might find attractive a cross dresser. Their reaction is so funny, they will only approach to me after many, many, many drinks, and in the most subtle way, or through a hidden profile with no picture on boyfriend.dk or Grindr; give me their numbers. No strings attached and no kissing, not looking at your face, enjoying as fast as they can, and then running away. Let me ask you something my dear reader (man or woman). How would you feel if someone says to you: “Hey, you are hot and I want you so badly… BUT YOU HAVE TO BE VERY DISCREET; NO ONE CAN FIND OUT; I DON’T EVEN WANT TO (EVEN) KNOW YOUR NAME; KISSING IS OUT OF QUESTION AS IS LOOKING INTO YOUR EYES (NEITHER)… ouldn’t you feel a little bit… upset? Maybe offended... I mean, this not a charity. I don’t even want to think what would happened if in fact they were, which is probably the case of hundreds of transgender people in less fortunate situations, like it happens in Colombia.


Escrito por: Paul

Calderón

Hace unas semanas un joven cross-dresser me decía: “¡por supuesto que quieren que sea discreto! ¿¡Quién querría aceptar públicamente que le gustan los travestis!? Yo personalmente trato de pasarla bien mientras puedo, para levantarme al día siguiente e ir al trabajo como Dios manda: como un hombre”. Yo no sabia si llorar o conseguirle ayuda a este personaje. El problema es que éste joven ha sufrido la opresión de machos alfas por años, hasta el punto de creer que es un desagradable pedazo de nada, que no merece ser amado, o deseado o simplemente respetado.

EL gran elefante rosa en la sala es la feminidad.

Now let me tell you what a transgender girl told me a few days ago: “Well, of course they want to be discreet! Who would like to be put in the public position of accepting that they like us? I personally try to keep it to myself, try to have some fun with the ones that I know, shut myself up, and go back to work next day and dress as I should… like man”. I didn’t know if I should have cried because of this, or if I should have gotten her some help. Unfortunately, this girl is no longer with us. (The point is that) this girl suffered the oppression of Alpha Males for many years, to the point of believing that she indeed, was a disgusting piece of third class human, who didn’t deserve either love, nor respect.

Por eso, ser gay está bien, mientras seas “straight acting”, y ojalá caucásico y con dinero. Vi dos videos en youtube hace unos días. En el primero, Clementine Cannibal leía una pieza llamada “Si, soy una puta”. En el segundo, Panty una transexual irlandesa daba un discurso sobre la opresión en su país, durante una obra en Dublin. Ambos me recordaron la lucha que las mujeres (mujer como identidad, no como sexo biológico) han tenido a través de los años. Y sí, es muy fácil ser ese hombre blanco burlándose de la feminista o del transgénerista. Y sí, es muy fácil ser el hombre gay masculino que va todos los días al trabajo pretendiendo ser alguien que no es. Pero enfrentársele al mundo y gritarle duro en la cara a una sociedad que constantemente te dice que todo lo que eres esta mal, ESO ES VERDADERO CORAJE.. Ésta carta no es políticamente correcta, y algúnos dirán que está cargada de heterofobia y odio. La verdad es que negar ese odio por todos aquellos que nos oprimen, o POR MI MISMO, por dejar que esas categorías de masculino o femenino me afecten, y por justificar a aquellos machos alfas una y otra vez, sería la peor forma de lidiar con un sentimiento que ciertamente no disfruto. Déjenme recordarles que en los ojos de nuestra amada e hipócrita sociedad, todos tenemos secretos, y todos tenemos cosas por las que “avergonzarnos”. Como aquel hombre gay santurrón que mira mal a los promiscuos y predica la monogamia, pero ha logrado ponerle los cachos a todos sus novios más de una vez. El mismo macho alfa que después de estar con una chica transexual, regresa a su hogar, con su esposa ama de casa, quien ahoga en alcohol el dolor de haber entregado su vida a un hombre que realmente no la quiere. Yo soy todos ellos. Yo soy la chica transgenero, y el hombre gay, la ama de casa y el hombre heterosexual. Y me odio a mi mismo por recrear todas estas espantosas cosas que nuestra sociedad pone en nuestras cabezas cuando somos niños a través de Disney. Pero hoy escojo perdonarme y perdonarlos a todos ustedes. Y hoy escojo ser persona quien sin quererlo fue violada, y llevada al borde de la muerte, y llamada fea, cariñito, amorcito, y otros términos degradantes por machos alfa que querían poseerme. Hoy yo decido que ni tu, ni tu sociedad son mis dueños… o dueños de mi mente, corazón y alma. Porque quiero ser amando, y deseado, y también quiero estar solo algunas veces. Porque me siento tan sólo en este mundo como el mas poderoso de los guerreros. Hoy yo escojo ser dulce, e inocente, y temeroso. Hoy escojo ser la chica cross-dresser y el chico gay, mirándote a los ojos y besándote en los labios. Así que por favor, mi buen amigo el macho alfa (y la mujer omega, la doblegada), abran sus ojos por una vez, y dense cuenta que la carta de la opresión puede ser usada en su contra en cualquier momento y por cualquier persona. Besos desde el Viejo continente... Paul Calderon Cifuentes

The big fat pink elephant in the room is femininity. That’s why it’s ok to be gay as long as you are straight acting, and hopefully Caucasian and rich. I saw two amazing videos on youtube a few days ago. On the first one, Clementine cannibal was reading a piece called “Yes, I am a slut”. On the second one, the Irish transsexual Panty was giving a speech about oppression in her country, during a play in Dublin. Both reminded me of the struggle that women (as an identity, not just a biological sex), have endured over the years. And yes, it is very easy to be the white man making fun of the silly feminist, or the transgender. And yes, it is very easy to be the masculine gay that goes to work every day pretending to be something he is not. But to stand up, and cry out loud to a world that constantly tells you that everything you are is wrong, due to its own hypocrisy… that is real courage, those are the ones who “carry the balls”. This is not a politically correct letter and some might say that it is filled with heterophobia, and a lots of hate, but the truth is that to deny that I do feel that hate for all those who oppress us; or that I feel that hate for MYSELF, for letting those categories affect me and for justifying those alpha males over and over again, would be the worst possible way to deal with a feeling that I certainly dislike. Let me remind you all, that in the eyes of our beloved and hypocrite society, we all have secrets, and we all have things to be “ashamed of”… like the saint-like gay man who rejects and mocks promiscuity and promotes monogamy, but has manage to cheat on most of his boyfriends; or the transgender girl who allows herself to be treated like shit by men who are probably married to housewives who drown their pain and sorrow in alcohol because they gave away their hopes and dreams for a man. I am all of those. I am that transgender girl, and that gay man, and that housewife, and that straight guy. And I hate myself for recreating those awful things that society put in our heads. But today I choose to forgive myself and forgive you all. And today I choose to be the people who without wanting it, was raped, almost killed and called an ugly, sweetheart, honey and other degrading names by alpha males, just in order to own me. Today, I choose that neither you nor society owns me… or my mind, or my soul. Because I want to be loved and I want to feel pleasure, and sometimes I also want to be alone. Today, I choose to be sweet, and naive, and scared. And I choose to be the transgender girl and the gay man, who will be looking into your eyes and kissing you in the lips… or not. So please my dear friend The Alpha Male (and the Omega female), open your eyes for once to reality, and realize that the oppression card can be used against you in any second, by anyone. Kisses… Paul Calderon Cifuentes

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EL

STOP de las

CULTURAS

José es un niño de 14 años, perteneciente a la tribu indígena Kurripaku. Él es trigueño, de ojos

y pelo negro y corto, como el de los caballos azabache. Vive en Guainía Baja con su familia: padre, madre y dos hermanos menores. Como todos los niños de su comunidad, José va al colegio en horas de la mañana, y en la tarde ayuda en las labores del hogar, como el cultivo. Su clan está conformado por sus familiares, siendo los miembros de su comunidad sus tíos, su abuelo, y otras personas que tienen el apellido Márquez. Es así, que los Kurripaku se rigen por una línea patriarcal, por lo que los miembros del grupo se relacionan a través del linaje de los parientes varones, y las familias conforman los diferentes asentamientos, compartiendo el comedor comunal. Los Kurripaku tuvieron que cambiar su patrón de asentamiento hace algunas décadas, huyendo de la esclavitud y el sistema de endeuda hacia los ríos, por lo que José vive cerca del Río Guainía, donde normalmente las personas de esta tribu se localizan, sin ser sedentarios. Los ancestros de José solían pescar, cazar micos (churuco, en Arawak) y sembrar para poder vivir, teniendo como actividad económica la explotación de caucho. Pero durante la última década, la serranía ha sido invadida por empresas mineras, siendo el trabajo en las minas el sustento económico de muchas familias. Jerónimo, de 40 años y padre de José, trabaja con una de estas empresas.

CASO

Escrito por: Paula Jara

lo que está recibiendo quimioterapia. Interrumpe la conversación la trabajadora social de hospital, “Una psicóloga que es nueva en el hospital quiere trabajar con José, yo le comenté sobre el caso”, el doctor me indica “comunícate con ella que quiere trabajar”, “cualquier cosa, que ella se comunique con Paula” le dice a la trabajadora. Cuando ella parte, el psiquiatra me dice “no dejan a ese niño tranquilo, lo tratan como un show solo porque es indígena”. Al siguiente día, le pregunté a este doctor sí la evaluación (que aborda los factores psicológicos y sociales de la persona) se realiza de la misma manera que con otros pacientes. El doctor me indica

“No, lo importante en este caso, como en muchos otros, es el llegar a conocer su cultura y no suponer que es igual a la nuestra, pero no todos los médicos se toman el trabajo de hacerlo”. Unos días después pasé por la oficina de Sara, la trabajadora social. Es una mujer carismática, de pelo negro, que utiliza una bata de color beige con el nombre de su profesión bordada en azul. Ella me comenta que el caso de José es evaluado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ya que la madre de José no puede quedarse como acompañante permanente del menor de edad, y por cuestiones legales los menores de edad siempre se deben encontrar en compañía de su representante legal. De acuerdo con la cultura de la cual proviene José, es costumbre que los niños a partir de los 11 años participen en actividades adultas tanto económicas como sociales, por lo que se suelen considerar adultos. De esta manera, Matilde

Aunque intenté conocer sobre sus creencias ‘religiosas’, la única respuesta que obtuve de su parte fue: “los blancos no deben tener este conocimiento”. No obstante, sé que los Kurripaku son politeístas, por lo que reconocen la fuerza de los espíritus de la pesca, la cacería y la serranía (Pouperi, Kaijinari y Kaini), siendo el Dios principal Ñapirricurri. El día que conocí a José, llevaba un mes de hospitalización. Antes de entrar a su habitación, la practicante de psicología que había estado en contacto con él, me informó sobre el traje que siempre debía utilizar por la inmunosupresión (ya que José se encontraba con el sistema inmune apagado). Esta capa gris y tapabocas blanco, lo utilizaban dos de las tres personas que estaban en la habitación con él; mientras que la tercera persona estaba en jean y saco rojo. Ésta era la madre de José, Matilde, una mujer de 39 años, de corta estatura, trigueña como su hijo y de cabello largo, recogido por una moña. Su hijo vestía una camiseta amarilla del equipo de fútbol colombiano y una pantaloneta. Él se encontraba acostado sobre una camilla sencilla, cubierto bajo las cobijas blancas del hospital. Sus piernas y brazos se veían con la piel tan cerca al hueso como era posible, y su rostro se veía cansado. La habitación tiene una ventana que da a un edificio de ladrillo, cubre toda posible vista fuera del hospital, con un sofá y una silla de color café, para las visitas. Tras presentarme brevemente, la practicante toma el Ipad de las manos de José para ayudarlo con la instalación de juegos. “¿Quién te configuro el Ipad?” le preguntan a José, quien sin saber se queda callado. “Tenemos que saber la clave que le pusieron cuando lo abrieron” dice la practicante, pero nadie sabe la contraseña. Tras unos minutos, los acompañantes son los únicos que hablan sobre el funcionamiento del Ipad, por lo que José y la madre hablan entre ellos. La otra mujer que se encuentra en el cuarto pregunta “¿qué idioma hablan?”, “Arawak” la madre responde en voz baja. Sin haber escuchado, vuelvo a preguntar “¿Cómo se llama?”, el paciente me responde en un tono alto con los ojos completamente abiertos “Arawak, ¿que no escucha?” Al salir de la habitación, nos reunimos con el psiquiatra infantil que tiene el caso de José. Él me informo que el paciente tiene Leucemia bifenotípica, para

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reconoce que José puede quedarse sólo y que su hijo menor requiere más de su compañía. Tras dos semanas de nuestro anterior encuentro vuelvo a visitar a José, en la habitación se encuentra él con su madre. Intento hablarle, pero me dice que le duele la garganta y no resiste. Luego de explicarme que no puede hablar, con su mano en el cuello, acerca su otra mano al botón que se encuentra justo encima de su camilla, indicando a las enfermeras que requiere de su atención. En un minuto llega la enfermera auxiliar, a quien José le dice “necesito medicamento, me está doliendo mucho la garganta y el estómago”, la enfermera responde “pero ¿has hablado con la jefe?”, “no necesito hablar con ella, siempre me dan ibuprofeno para el dolor, lo necesito ya” responde con tono demandante. Después de unos minutos, la enfermera llega con el medicamento en la mano y con la bata gris puesta, le indica: “vamos a pararnos, es hora de bañarnos”. Mientras Matilde y la enfermera le ayudan a sentarse, de sus ojos salen una cuantas lágrimas, mientras él presiona los pocos músculos que todavía yacen en su cuerpo. Después de un rato, José termina en el baño, pidiendo que yo no entre. Afuera, junto a la camilla pregunto a la madre como llegaron a Bogotá,


ella me responde, con poca fluidez del lenguaje: “Hace ocho meses, mi hijo comenzó a ponerse malito. Sentía dolor en el estómago, cansancio y el chamán del pueblo no sabia a que se debía. Hable con una familiar, una prima que vive en la capital [Puerto Inírida], José se fué para allá a que lo vieran los médicos. Mi prima lo acompañó, pero me llamó diciendo que lo mejor era que me fuera para la ciudad porque el niño estaba muy malito y era posible que se muriera, que ella lo veía muy malito”.

Matilde decide ir a Puerto Inírida junto con su bebé de dos meses, ya que “no hay quien me lo cuide”. Al llegar a la capital, los médicos le indican que lo más probable es que su hijo tenga leucemia, por lo que son remitidos al Instituto Nacional de Cancerología. Ya en Bogotá, Matilde, José y el bebé se hospedaron en un albergue; luego de unos días asistieron a consulta donde les indicaron que efectivamente José tenía leucemia. Durante los primeros cinco meses que llevan en el distrito capital fueron atendidos en el hospital cancerológico, pero por falta de cupos fueron remitidos a la Fundación Santa Fe de Bogotá. Cuando Matilde termina su relato, se escuchan los gritos de José desde el baño indicando que quiere a su madre junto a él, con lo que yo me retiro de la habitación.

pero quizás deban volver al hospital nuevamente. Les indiqué que en el video el niño mejora tras cinco años de tratamiento, por lo que es un proceso largo y no deben creer que dentro de poco podrán ir a casa. Conocí a una de sus madres sustitutas, un viernes en la tarde. Cuando llegué a ver cómo estaba José, observé a una mujer delgada y alta, sentada, leyendo un cuento en voz alta. Al entrar, le dije que siguiera leyendo, con lo que termino la historia de los dos sapos enamorados. José se rió y me indicó que no entendía como el corazón podía amar, sí el corazón solamente hace que la sangre fluya por el cuerpo, los que sentimos somos las personas. La mujer me dejo a solas con José, a quien le pregunté cómo se sentía. “No siento que haya mejorado, el tratamiento me empeora, quiero volver a mi comunidad a que me traten con plantas medicinales. Ya lo intenté acá, ya es hora de volver. No veo a mi papá hace ocho meses, lo extraño. Extraño que me consienta. No sé nada de mi hermano, y el bebé necesita volver”, me dice mientras su mirada se pierde fuera de la ventana. Le comentó al psiquiatra infantil sobre lo que me ha dicho José, él me indica que el oncólogo conoce que el paciente no quiere seguir recibiendo el tratamiento; sin embargo, “el comité de ética del hospital se va a reunir para saber qué va a pasar con este caso”. “El chino está sufriendo estando acá, pero necesita el tratamiento, si se va se muere”. Tras un semana, hablo con José, quien me indica que quiere salir, extraña jugar y sobretodo el salir a pescar. Me dice abiertamente

Al volver a la oficina de trabajo social, me encontré con el documento que fue redactado por parte de la Fundación para el ICBF. En el documento se explicaba la estructura familiar de José y se indicaba que él requería de acompañamiento. La respuesta del instituto fue otorgar a José la compañía de madres sustitutas, que en las tardes lo visitaran.

“si me muero, prefiero que sea en mi comunidad, para poder ser enterrado como mis antepasados, si muero acá no puedo ser enterrado en mi comunidad”.

Unos días después, volví a ver a Matilde y a José, en esa pequeña habitación de la cual José no había salido por más de 2 meses. Al retomar la historia de su llegada a la Fundación, pregunté a José qué entendía que era la Leucemia, a lo que me respondió, “es cáncer en la sangre”. Le pregunte a la madre si ella sabía lo que era y ella me respondió que no sabía nada de la enfermedad, ni del tratamiento, que no sabía qué le hacían a su hijo. En ese momento, les mostré un video que la madre de otro paciente oncológico pediátrico había realizado, junto con un médico de la fundación, para una mejor comprensión por parte de los niños sobre la enfermedad. El video se llama Leucemion y se puede observar por Youtube.

“Por qué” yo le pregunto, él me contesta “mi mamá tendría que hacer mucho papeleo y además en la comunidad el que muere lejos o fuera de ella, no se entierra en nuestro suelo. Yo no quiero eso, yo quiero ser enterrado en donde pertenezco”.

Después de mostrar el video una vez, le pregunto a José qué hace la quimioterapia y me responde correctamente: “mata a leucemion, pero también a los demás muñequitos que hay en el cuerpo, los glóbulos rojos, las plaquetas y los glóbulos blancos”. Matilde me pide que repita el video, para luego preguntarme quién es el malo y si la quimioterapia realmente funciona, porque “José ha empeorado desde que está en el hospital y ya es hora de irnos a la casa, llevamos mucho tiempo acá”. Yo les explico que funciona, pero que se presentan varias recaídas a lo largo de la vida, por lo que puede que les den de alta en unos meses,

Me comunico con la psicóloga perteneciente a la unidad de rehabilitación física, “cuéntame sobre José” le pregunto, y ella me dice “en este momento José está muy deprimido, el dolor lo tiene cansado, se está pensando en otorgarle morfina, pero es muy pequeño para que él mismo se la regule. No quiere recibir más tratamiento, pero el ICBF indicó que debía otorgarse el tratamiento en su totalidad”, “¿el comité de ética no iba a tomar la decisión?” cuestiono, “ya no deben reunirse, el ICBF nos dijo cómo debíamos continuar, prima la vida del paciente en este caso, si van a curarlo con plantas medicinales es muy poco probable que sobreviva”, “pero con la quimioterapia está sufriendo, extraña a su familia, su comunidad, ¿eso no importa?”, la psicóloga se queda callada. Dos semanas después, me encontraba en el edificio de la Asociación de

Continua >>>

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EL

STOP de las

CULTURAS

continuación...

Médicos de los Andes, cuando el psiquiatra infantil se acerca a mi y me dice: “le dieron de alta a José”. Salgo corriendo a la unidad de pediatría, cuando un interno de medicina me dice: “¿Tu eres Paula?”, “Si, soy yo” respondo, “José pidió que quería hablar contigo, el doctor decidió dejarlo salir, porque ya no hay nada que podamos hacer. Cuando le preguntamos si había alguien con quien quisiera hablar, nos pidió que te dijéramos que pasaras”, “¿No hay nada que hacer?”, “No, la enfermedad está muy avanzada, la quimioterapia no le funciona”, “gracias, ya voy para allá” le indiqué. Al entrar a la habitación veo a José con una sonrisa en su rostro y le pregunto “¿preguntaste por mi?”, “no” me responde en tono burlón. “Conseguiste lo que querías, te irás a casa”, él me responde “Si”. “¿Cuándo te vas?”, “no sé, creo que el fin de semana, toca esperar que nos manden el avión”. Al siguiente día me encuentro con Matilde, ella me comenta que le alegra ya poder volver a su hogar. “Pero mi niño necesita seguir recibiendo tratamiento, no se ha curado, no sabemos que vamos a hacer”. Me encuentro con José, quien me recibe sin decir mucho. “¿Ya estas listo para volver?”, “me voy a morir”, “vas a recibir el tratamiento que te puede otorgar el chaman, ¿o no?”, se recoge las piernas, las coge con sus manos y comienza a llorar “él ni siquiera sabía lo que yo tenía”, “¿tu crees que las plantas medicinales te pueden ayudar?”, “Si”. “José piensa en todo lo que puedes hacer cuando vuelvas, ¿qué es lo primero que quieres hacer?”, “no lo sé”, “todo este tiempo me has dicho que querías volver, pensé que ya tendrías una actividad plane.ada”, “me toca pensar” me dice. Al día siguiente, justo cuando cruzo por la puerta José me cuenta “ya pensé sobre lo que hablamos”, “¿Qué pensaste?” le pregunto, el me responde con una sonrisa “lo primero que quiero hacer cuando vuelva, es ir a la playa, coger el carro que sale de mi pueblo e ir a la playa”, “me encanta ese plan José; pero quiero que pienses en tu seguridad. Tu sabes que aún no te has curado, por lo que si te cortas, o estás cerca de una persona con gripa puede tener gran impacto sobre tu salud, debes tener cuidado. No digo que no vayas a la playa, pero si vas debes tener cuidado con las piedras y los pescados, e intentar que no te pase nada”. “¿Ya no voy a poder salir?” dice mientras mira el piso de su habitación. “Si vas a poder hacerlo” le respondo con un tono de entusiasmo, “ya vas a poder volver a abrazar a tu padre”. El día que volví a la unidad a despedirme, las personas encargadas del aseo estaban retirando todos los juegos que alguna vez había recibido José, en bolsas verdes, más grandes que mi maleta. Una de las enfermeras me decía “vamos a extrañarlo, ya era parte del hospital”, yo le respondí con una sonrisa. Sin tener los datos personales de José, unos meses después decidí buscar a la trabajadora social, pero me dijeron que ya no trabajaba en el hospital. La secretaria de trabajo social me dio su número, pero nunca me respondió. El psiquiatra infantil renuncio un mes después de la partida de José. Lo encontré una mañana en Intellentus, un lugar de consulta externa a cargo del Hospital San Ignacio, cuando le pregunte sobre José me indico que no sabía nada de él, y que no tenía sus datos, con lo que no me podía ayudar. Intenté establecer contacto con el oncólogo pediátrico que estaba a cargo del caso de José; pero aunque me presentara de improvisto en la unidad de pediatría, éste no se encontraba. Pedí a la enfermera jefe que me llamara tan pronto supiera que el doctor estaba en la unidad, nunca recibí la llamada .

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“La mujer que soy cuando me sé”

R eflexiones

poéticas , personales

y potencialmente insensatas sobre la identidad

No hay felicidad sin conocimiento. Pero el conocimiento de la felicidad es infeliz; porque saberse feliz es conocerse pasando por la felicidad y teniendo, en seguida, que dejarla atrás. Saber es matar, en la felicidadcomo en todo. No saber, sin embargo, es no existir. Fragmento IV del “Libro de desasosiegos de Bernardo Soares - Fernando Pessoa-

Al leer la frase que da título a este escrito, la primera pregunta que me surgió fue sobre la identidad del autor. Muchos de los presentes nunca nos habíamos detenido a preguntarnos qué significaba ser hombre o ser mujer, como decía la frase. Después de un tiempo, descubrí que esas letras eran de Fernando Pessoa, un hombre que tiene la maravillosa y complicadísima virtud de ser un escritor cuyo nombre e identidad “real” se podría cuestionar, dada la diversidad de autores de sus escritos, (casualmente son muy parecidos físicamente a ese hombre que denominamos Pessoa). Lo confieso: se me hace tentador hacer una reflexión poética a través de esa frase, pero ciertamente no he comenzado el escrito con ese propósito. Mi intención es hilar unas pequeñas reflexiones que nacieron a partir de la lectura de este enunciado, donde la identidad no se ciñe necesariamente a lo que pretendemos que ella sea. “La mujer que soy cuando me sé” es una frase que me remite a una reflexión interna, al descubrimiento de algo que podríamos llamar ‘verdad’, y que es sólo posible cuando, a veces sin pretenderlo, nos encontramos a nosotros mismos. Quién escribió el enunciado puede que no tuviera en la cabeza un tipo de mujer específico, pero que esa ‘verdad’ que encontró al saberse a sí mismo o sí misma, podía ser nombrada como ‘mujer’. Yo como lectora y mujer, al apropiarme del enunciado, puedo incluso pensarlo desde un lugar en donde soy ‘no-mujer’; aunque biológica y tradicionalmente me llamen como tal, lo que yo podría llegar a nombrar como ‘mujer’ en mi interior no necesariamente coincide con la definición de mujer que existe actualmente en sociedad. Soy una persona que podría preguntarse a diario sobre el significado de ese nombre, de la(s) característica(s) “femenina(s)” que se supone


Artículo

Escrito por: Juana

Carolina Santos Milachay

Foto por DANIELA MURILLO.

que debo cumplir para ser reconocida con ese rol en sociedad. Sin embargo, ¿qué sucede cuando éstas características, este “tipo” de mujer, no las puedo reconocer en mí, sino que debo inventarlas, adquirirlas, aprenderlas? Creo que eso fue, en primera instancia, lo que me hizo dudar frente a la pregunta del expositor: “¿quienes se consideran mujeres en este salón?” Aún ahora, escribiendo este texto, me pregunto por qué dudé. Creo que otro punto que me genera inquietud al reflexionar sobre ese enunciado -más cuando su autor es alguien tan dado a reconocer y crear tantas versiones de sí mismo- es el tema de la identidad como algo que no puede definirse formalmente, sino que se define cuando nos hacemos conscientes de lo que conocemos de nosotros mismos y lo que no. Es interesante que en esa frase, esa identidad de “mujer” solo surge cuando su autor o autora dice saberse a sí mismo/a. La identidad es, por lo tanto, algo que se construye cuando reconocemos algo en nosotros, cuando nos sabemos y nombramos, lo cual no necesariamente significa que seamos siempre los mismos, porque saberse a sí mismo implica un proceso que no nos lleva a certezas sino, por el contrario, a enfrentarnos con múltiples dudas. No creo que seamos tan solo una cosa; en nosotros también existe parte de esos discursos a los que decimos oponernos. Los objetos que intentamos definir siempre van a ser más complejos que los nombres y las etiquetas en los que intentamos reducirlos; la identidad es mucho más que un nombre que le otorgamos a las cosas. Para mí es muy valioso el que un ‘hombre’ haya escrito el enunciado del cual ha partido todo este texto. Y no importaría si eso fuera lo único que podría saber: no importaría si no supiera su nombre, o si no fuera poeta; es una declaración maravillosa pensar que un sujeto que socialmente es nombrado como hombre decida, en su fuero interno, definirse como mujer así sea tan solo en parte, y más interesante aún, preguntarse por la naturaleza de esta mujer que es o que puede vivir en su interior. Hace poco encontré unas palabras suyas navegando en internet que me hicieron volver sobre estas ideas. Las cito sin pretender darle un soporte a mi idea, sino compartir otra de las fuentes de origen de este escrito que intenta hilar reflexiones:

Lo que somos indudablemente tiene mucho que

(Hablando de la procedencia de sus heterónimos) Provienen del profundo rasgo de histeria que existe en mí, en mi tendencia orgánica y constante a la despersonalización y a la simulación. Estos fenómenos no se manifiestan en mi vida práctica, exterior y de contacto con los demás; hacen explosión hacia dentro y los vivo yo a solas conmigo. (…) así, todo acaba en silencio y poesía... Tenemos dos vidas: la verdadera, esa que soñamos en la infancia, y la falsa, esa que vivimos en convivencia con los otros. (Pessoa. Entrevista para la revista virtual Grafein. Barcelona) Lo que somos indudablemente tiene mucho que ver con los otros, con la forma en la que entablamos diálogos y disputas con quienes convivimos día a día y también cuestionando, a través de nosotros mismos, esos códigos, nombres y etiquetas que pretenden definir lo indefinible; dominar una naturaleza que está destinada a superar todas las descripciones posibles. Referencias Guerrero, William. “No mezclaré los géneros. Conversatorio sobre Derridá”. Universidad de los Andes. 26 de febrero de 2014. Bogotá D.C. Conversatorio. Pessoa, Fernando. Libro del desasosiego de Bernardo Soares. Traducción de Ángel

ver con los otros

Crespo. Barcelona: Seix Barral, 1997. Versión Digital. Pessoa, Fernando. “Escribo aullándome, como una madre loca llamando a un hijo muerto” Entrevista para la revista digital Gafrein. Barcelona. Web. < http://www. grafein.org/pessoa.htm.> Revisado por última vez el: 06 de marzo de 2014.

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ARTICULO

Escrito por: Juan

Nicolás Cardona

Una búsqueda de

identidad: La

autonomía intelectual como base para la psicología en latinoamérica Al pensar sobre el tema central de la presente publicación, considero de gran importancia para la actualidad de nuestra disciplina, reflexionar acerca de los problemas que han derivado de la manera en que la Psicología latinoamericana ha asumido su identidad. De este modo, partiendo una concepción genérica de identidad como el conjunto de rasgos propios distintivos de un sujeto o colectividad; quisiera explorar algunas dificultades y limitaciones que la Psicología ha tenido al momento de aportar a las problemáticas específicas de nuestro contexto latinoamericano. Argumentaré, entonces, que estas dificultades se deben, en gran medida, a la dependencia de la Psicología latinoamericana de modelos epistemológicos y metodológicos desarrollados por grandes países de Occidente. En este sentido, según Ignacio Martín-Baró (1998), la identidad de la Psicología latinoamericana se ha construido a partir de la importación y asimilación acrítica de modelos norteamericanos y europeos. Para entender lo anterior, es necesario señalar que gran parte de la Psicología norteamericana adoptó en su momento unos métodos y conceptos tomados de las ciencias naturales, consagrándose así como una disciplina científica y adquiriendo por ello una gran posición a nivel internacional. La construcción de un status científico similar al adquirido por los norteamericanos ha sido entonces la base fundamental por la cual la Psicología latinoamericana empezó a copiar al big brother a quien “pidió prestado su bagaje conceptual, metodológico y práctico” (Martín-Baró, 1998, p. 288). La conformación de una identidad a partir de la subordinación a los modelos norteamericanos del ejercicio científico, nos ha llevado a ideologizar unos supuestos que al momento de aproximarnos a las problemáticas locales, han devenido en una gran pobreza explicativa. Teniendo en cuenta lo anterior, quisiera centrarme en las implicaciones de la importación de un modelo positivista para el estudio de nuestros problemas específicos. El positivismo, sin entrar en detalles, hace referencia a una tradición científica que considera que el verdadero conocimiento debe fundarse únicamente en los datos y hechos “dados”, susceptibles a verificación empírica. El problema fundamental que se observa en estos planteamientos es que el reconocer simplemente lo “dado” implica, por definición, una fuerte desconfianza hacia lo negativo, es decir, “aquello que no existe pero que sería históricamente posible” (Martín-Baró, 1998, p. 290). De este modo, cuando copiamos un modelo que surge de condiciones históricas muy distintas a las nuestras, podríamos estar pasando por alto lo que de hecho somos. En la investigación psicológica, este positivismo se encuentra peligrosamente conectado a un idealismo metodológico que, como bien nos lo advertía Theodor Adorno (1978), “reniega de la estructura de su objeto en honor de su propia metodología” (p. 31). El positivismo emergente de lógicas ajenas a las nuestras lleva a que su método, sistema de análisis y marco teórico se antepongan al objeto de estudio, cegándonos en consecuencia a lo que somos como países latinoamericanos. Es notable, por lo tanto, que este ideal metodológico, en su “celo purista contra la contradicción” (Adorno, 1978, p. 30), encuentre hostil el cambio, la ruptura y el desequilibrio y dé paso a ciertas interpretaciones preocupantes sobre las dinámicas sociales de nuestros pueblos latinoamericanos.

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“ Considerar que la realidad no es

más que lo dado, que el campesino salvadoreño es sin más fatalista o el negro menos inteligente, constituye una ideologización de la realidad que termina consagrando como natural al orden existente. Obviamente, desde una perspectiva así, magro es el horizonte que se nos dibuja a los latinoamericanos, y pobre el futuro que la Psicología nos puede ofrecer (p. 290).” Con todo, ¿Son realmente neutrales los efectos que ha tenido este modelo? Pienso que no. Es importante analizar, sin embargo, los efectos políticos, históricos y culturales que vienen de la mano con el discurso positivista. Por el momento cabe resaltar lo que Martín-Baró (1998), en base a sus estudios sobre El Salvador, señaló: Es evidente entonces que la Psicología latinoamericana, en sus ansias por un alto status en los círculos internacionales, ha caído en un tipo de subordinación frente a los modelos norteamericanos y europeos de trabajo científico, situándose así en una posición de indefensión conceptual. El horizonte es amplio y el trabajo arduo pero, como bien lo señala Luis Tapía (2013), en el marco de la Conferencia CLACSO Venezuela, para superar esta subordinación hay que producir un sistema de ideas a partir del estudio y reconstrucción de los procesos sociales e históricos de nuestros países, promoviendo así la producción de nuevos modelos explicativos auto-referidos. No se trata ya de importar ideas y aplicarlas, sino de hacer una ciencia de la Psicología desde nuestros problemas, nuestra historia y nuestros sujetos, un proceder donde “los métodos no dependen del ideal metodológico sino de la cosa” (Adorno, 1978, p. 33), y que sea capaz, con la construcción de una nueva identidad desde la autonomía intelectual, de generar nuevas formas de articulación democrática con las diferentes divisiones internacionales de trabajo científico. Referencias Adorno, Popper, Dahrendorf, & Habermas. (1978). La lógica de las ciencias sociales. México: Editorial Grijalbo. Martín-Baró, I. (1998). Psicología de la liberación. Madrid: Editorial Trotta. Tapia, Luis. (2013). Un reto para las ciencias sociales es su autonomía intelectual. Recuperado el 13 de abril de 2014, del sitio web de CLACSO TV: http://www.clacso.tv/ perspectivas.php?id_video=165


Opinión del estudiante Escrito por: Santiago

Eslava Bejarano

La ficción de la somos colombianos, parece que eso es algo constitutivo y fundamental en nosotros. Pero colombiano es un costeño y un pastuso, un llanero y un chocoano, un cachaco y un paisa; ¿entonces qué es ser colombiano?

Tal vez no todos nos hemos preguntado por la identidad, pero la respuesta a la pregunta (la determinación que todos buscamos, la unicidad y autenticidad propias), esa sí que hemos tratado de darla, ostentarla y demostrarla todos y cada uno de nosotros. No hace falta más que salir a la calle y encontrarnos con una feria de identidades, una especie de circo tal vez: cada quien alega escuchar una música que lo identifica, ser miembro de un partido que lo representa, ser hincha de un equipo que lo define, hijo de una patria que lo cobija, lector de una literatura determinada, espectador de series, espectáculos y películas exclusivos, propios de sus gustos y preferencias únicas y lo más importante, dueño de un recorrido vital que le es absolutamente propio. En definitiva, parece que tenemos el asunto claro, el día a día nos lo demuestra: identificamos en nosotros mismos y en los demás rasgos únicos (y entre más rasgos identificamos, creemos conocer más a la persona) y, sin embargo, hay puntos que son borrosos, oscuros y difíciles. Si empezamos a desglosar nuestra identidad nos damos cuenta de que aquello que creemos que nos define, define a muchos otros, variados y distintos. La nacionalidad es un claro ejemplo de eso: somos colombianos, parece que eso es algo constitutivo y fundamental en nosotros. Pero colombiano es un costeño y un pastuso, un llanero y un chocoano, un cachaco y un paisa; ¿entonces qué es ser colombiano? Tal vez ser colombiano es hablar de una manera particular, en un territorio particular, con una historia común y con una cultura que nos identifica a todos. Pero maneras de hablar hay tantas como regiones, no sería nada descabellado hacer un diccionario parlache-palenquero, dialectos ambos puramente colombianos y tan distintos como lo serán el portugués del español. En cuanto al territorio, ¿acaso no comparte más un llanero con un venezolano que con un pastuso? Y ¿no comparten un territorio más cercano un pastuso y un ecuatoriano? También la “historia común” se muestra problemática: ¿Acaso Colombia, Venezuela y Ecuador no comparten una misma historia? Si la respuesta es no, habrá que definir entonces por qué Cartagena y Bogotá sí la comparten; una pregunta nada fácil de responder. Dejando a un lado el asunto de la nación, a la que parecemos pertenecer por azares del destino y con la que nos une una pura relación de pertenencia (nunca mediada por parámetros racionales), tal vez sea mejor

buscar la identidad en algo más particular. Los gustos y las preferencias, acaso allí esté el quid de la identidad. Pero esas son contingencias: hoy puede gustarme el reggaetón y mañana despreciarlo, hoy puedo ser un ferviente liberal y mañana un conservador (nada raro en Colombia) y un millón de cambios más y, sin embargo, suena raro decir que ya no soy el mismo; algo habrá de permanecer en medio del cambio. La contingencia de los gustos no puede ser constitutiva de la identidad. Habrá que buscar entonces en un conjunto de todo eso (nación y preferencias) y agregarle algo más, tal vez la memoria sea la solución. Parece entonces que lo que sí es constitutivo del yo es eso, la memoria. Ahí radica la identidad, una concatenación de estados mentales, de recuerdos, gustos y vivencias que, unida a los azares de la nacionalidad y otras ficciones, constituye la identidad. Pero, ¿es posible acaso que la memoria y el yo sean lo mismo? Suena extraño si tenemos en cuenta que la memoria parece desbordar a la conciencia en cada momento (siempre estamos buscando en la memoria como en un mapa, siempre se nos pierden cosas en la vastedad de la memoria). Hay contraejemplos a esta posibilidad en el cine y la literatura, allí encontramos hombres que por ser capaces de recordar todo carecen de identidad: Ireneo Funes en el famoso cuento de Borges “Funes el memorioso”; que a pesar de recordarlo todo era incapaz de pensar porque “Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, es abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos”, y ¿qué puede ser más constitutivo del yo si no el pensar? O Eddie Morra (protagonista de Limitless), un escritor que se hace a una droga que le permite recordarlo todo y sin embargo, a la mitad de la película, la mujer de quien está enamorado constata que ya no es el mismo (a pesar de tener un acceso ilimitado a todos sus recuerdos). Pero también encontramos ejemplos en los que es el olvido, y no la memoria, los que permiten determinar identidades. En Fight Club un hombre se escinde en dos, constituyendo dos identidades distintas en permanente dialogo que, sin embargo, son posibles en virtud del olvido; o en The Machinist, dónde un hombre que sufre de insomnio olvida quien era y es capaz de construir toda una nueva identidad partiendo de su olvido. Parece entonces que el olvido es algo fundamental en la construcción de una identidad. Después de esta breve indagación, parece que la pregunta por la identidad es en realidad algo mucho más complejo de lo que en principio parecía ser. Cada respuesta plantea un problema, y en últimas parece que la identidad es un poco de todo lo anterior, mezclado con altas dosis de olvido que la determinan. Creo que no hay una respuesta definitiva, y tal vez es mejor que no la haya, pues parece que una parte fundamental de la vida es ir tratando, siempre fallidamente, de construir una identidad que al final parece no ser más que pura ficción.

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Opinión del estudiante Ciertamente no soy el niño que aparece en la imagen pero sí soy una persona con directa ascendencia afrodescendiente. Es común que desde el día de inducción por el que casi todos pasamos, quienes nos ayudaban a conocer el funcionamiento e instalaciones de la Universidad nos advirtieran que dentro de ella y también afuera de ella, los vendedores y trabajadores nos llamarían a nosotros “monitos”. Existe el rumor de que esta tradición la comenzó Doña Blanca, dueña de la panadería “Doña Blanca”: mítico lugar situado frente al parque Espinoza que existe desde la fundación de la Universidad de los Andes. Muchos de los estudiantes al escuchar esta recomendación no se sorprendieron demasiado dado que entendían que esto pertenecía a una fuerte tradición presente en la universidad. Además, que bello que los trabajadores dentro y fuera de la universidad nos identifiquen a nosotros, los estudiantes, con un sólo adjetivo. En suma, este mismo adjetivo al parecer, manifiesta un tono de confianza y calidez; al fin y al cabo pareciera que esta misma denominación nos representase a todos como la unidad de una comunidad. Luego de aquél acontecimiento, al parecer, nadie cuestionó el termino; monito iba y monito volvía y nadie se interesaba en lo que transmitía el término, hasta que llegó el día. Durante primer y segundo semestre mis ojos y oídos se posaban sobre todos los aspectos y ámbitos de la universidad para aprender de ellos. No quería parecer un “primiparo”, así que me enfoqué en poner plena atención de lo que se hacía y no se hacía en la universidad. En algún momento de tercer semestre me fijé en la utilización que se le daba al término “monito” en la universidad. Concluí que por extrañas razones nunca había utilizado este término, además me comenzaba a parecer absurdo que en una universidad tan prestigiosa a una persona con características afrodescendientes la llamaran “monito”. Lo ilógico de su uso hizo que me cuestionara con más profundidad el porqué de su utilización. En favor de observar si algunas personas de mi alrededor podían observar ese ilógico fenómeno como yo lo hacía, un día le pregunté a una de las trabajadoras que me llamó “monito” y que labora en el Oma del centro deportivo lo siguiente:

¿Por qué me dicen monito si para nada lo soy?

Luego ella respondió:

Lo que pasa monito es que aquí en la universidad ya es tradición, es como un simbolismo hacía ustedes los estudiantes.

Luego repliqué:

¡pero para nada parezco “monito”! ¿no le parece ilógico?

luego ella respondió:

¡Sí monito! pero lo que pasa es que a través de eso nosotros mostramos como un cariño hacia ustedes, pero si usted quiere monito le dejo de decir “monito”.

Yo concluí diciendo:

no, tranquila, deja así. Quien lea esto y no esté contextualizado con el ambiente que vive la Universidad de los Andes, entenderá mi crítica.

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Escrito por: Juan

Pablo Ayala

Un afro muy

-monito¡pero para nada parezco “monito”!

¿Por qué me llaman así?, ¿Cuál es el fin?. Entiendo que esta no es una denominación solamente dirigida a las personas de color que estamos en la universidad, por el contrario es homogenizante, entonces: ¿Por qué homogenizarme con lo que no soy, como un “monito”? Esta pregunta me llevó a cuestionar la forma en que en el continente americano, desde la época colonial, el hombre de color fue usado únicamente como fuerza de trabajo. Textos escritos y la creencia general muestran y representan al afrodescendiente como la fuerza y el poder, traducido en deporte y trabajo. La potencia se halla en su piel, su fuerza se traduce en la definición de sus músculos. Y al parecer las personas en general no tienen ningún problema con esta concepción, pero ¿Qué sucede cuando un afrodescendiente llega a la Universidad privada más costosa de Colombia y al ingresar le llaman monito? Mi intención no es mostrar la supuesta mala intención (que no existe) que tienen los trabajadores para con nosotros los afrodescendientes, ni mucho menos. Lo que quiero mostrar a través de este texto es el contenido homogeneizador que existe en el término “monito”; lo que deseo ilustrar es cómo el ingreso de un afrodescendiente a la educación superior privada representa el enfrentamiento entre la actualidad y la historia colonial y post-colonial presente en Colombia. Si bien muchos emplean la denominación monito sin ninguna intención de segregación, el mismo término, en mi opinión, representa un racismo pasivo.

¿Por qué?

Concibamos fenomenológicamente que el hombre posee cuerpo. Así mismo a partir de ese cuerpo construye su identidad. Es decir, la identidad se edifica desde el cuerpo, entonces, si la denominación social de un sujeto es totalmente incongruente con su cuerpo, ¿Qué sucede con su identidad? ¿Se ve amenazada?. A mi consideración y con respecto a mi experiencia sí. Franz Fanon (2009) titula uno de sus libros “Piel Negra, máscaras blancas” en razón a mi experiencia creo que lo mismo sucede en la Universidad de los Andes. Los pocos afrodescendientes que ingresan son significados como lo que no son, de hecho aseguro que el término “monito” en sí mismo es una amenaza ante cuerpos e identidades que no le corresponden. Con respecto a esto recuerdo que al escuchar cómo en ocasiones me decían monito en la universidad, sentía que mi presencia,

que mi cuerpo no significaban nada. De forma mágica mi apariencia se hacía irrelevante ante sus ojos, la fachada de mi cuerpo se hacía impalpable ante la luz. Por lo anterior creo que la misma acentuación de la lejanía del término (mono) con lo real (piel morena) induce a concebir el concepto como incitador (blanqueamiento) o aniquilador. Incitación hacia la lejanía de la identidad del afro, aniquilador de su misma presencia. Por ello, la relación que un cuerpo produce cuando su denominación social es completamente incongruente con su realidad es, a mi parecer, un ataque a su identidad. De alguna manera el término incita a la desestabilización de la identidad o la desaparición de la presencia del negro. Por esto, la constitución de la identidad de un afrodescendiente en el contexto de la universidad privada más costosa del país no se debe entender fuera del contexto post-colonial por el que atraviesa el país. La forma en que los distintos cuerpos de diferentes procedencias se congregan en un territorio y se significan unos a otros no es, en lo absoluto, un proceso aleatorio y momentáneo. Por lo contrario, corresponde a un proyecto civilizatorio iniciado en la colonia y continuado hasta los días de hoy (Gatti, 2008). De igual manera, se entiende que lo que está detrás de la forma en que unos significan a otros (adjetivos y asociaciones) hace parte de una posición política. En conclusión, como afrodescendiente, me opongo abiertamente ante las denominaciones contradictorias con las que, en ocasiones, me significan en la Universidad de los Andes. Como afectado advierto que las asociaciones como “monito” no corresponden a mi procedencia, por lo contrario, siento que me imponen a un enfrentamiento de identidad donde mi subjetividad se ve amenazada. Es mi decisión querer ser un afrodescendiente sin ningún tipo de mascara blanca, es mi decisión querer ser un afrodescendiente sin ninguna asociación ilógica como “monito”.

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la psicología se han emprendido para estudiar la conducta en asuntos económicos (Cruz, 2001 y 1994). De ahí, mi insistencia en la dispensa solicitada para la exposición que aquí me propongo hacer.

Una forma de entender y hacer

P sicolo g í a d e l C onsu m i d or Julio Eduardo Cruz Departamento de Psicología Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Los Andes

Hace ya varios años, nuestro Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, debió enfrentar una demanda que entabló un protagonista, en la vida real de una de esas historias que él virtuosamente nos ha contado y que se constituyó en una de sus más recientes obras: Crónica de una muerte anunciada; sin embargo, no fue la primera vez, una situación semejante ya había ocurrido con uno de sus primeros libros: Relato de un naufrago. En ambos casos, los jueces concluyeron que si bien el autor se ocupaba de eventos y personas reales, las narraciones de las dos obras son el producto de la brillante y experta mente del autor y no de sus protagonistas y, por consiguiente, son recreaciones de sucesos e intérpretes que sólo pueden ser elaboradas tan magistralmente por nuestro muy querido compatriota. Sin pretender emular la maestría de nuestro premio nobel, quise recordar éste par de anécdotas y los conceptos emitidos por los jueces en el sentido de privilegiar el relato sobre los hechos por la siguiente razón: deseo contar con su licencia para desarrollar una exposición más de carácter narrativo que académico sobre la incursión psicológica en el comportamiento del consumidor y, muy especialmente, sobre algunas de las nociones psicológicas acerca de cómo es ese protagonista de los eventos económicos y, junto con esas ideas acerca del ser humano, la naturaleza de las preferencias que son, a su vez, las responsables en buena parte de los cursos de acción que el individuo toma en este singular pero definitivo ámbito de la vida cotidiana. Como ocurre con muchos otros campos del conocimiento humano, trazar la emergencia y trayectoria de las ideas psicológicas o en dos labores con metas menos ambiciosas, el surgimiento y consolidación de la Psicología como una disciplina científica e, incluso, con un propósito tan particular como trazar el origen y trayectoria de la especialidad psicológica que se ocupa de la descripción, explicación, predicción y control del comportamiento en contextos de consumo, son ejemplares prototípicos de actividades cuyas conclusiones están inevitablemente condenadas a la controversia, revisión y ampliación. De hecho, personalmente he experimentado esa frustrante conclusión con dos esfuerzos previos en donde he intentado reconstruir las numerosas iniciativas que desde

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La naturaleza inacabada, errática y carente de un mayor consenso de las exposiciones acerca de la incursión psicológica en los asuntos de consumo son, de igual forma, el común denominador de lo que ocurre con otras formulaciones fundamentales que han orientado los esfuerzos psicológicos para entender por qué nos comportamos en la forma como lo hacemos en este particular ámbito de lo económico. Una de esas cuestiones claves e, igualmente bastante polémica, es aquella relacionada con la naturaleza de los actores económicos y, en consecuencia, sobre las respuestas ofrecidas a preguntas acerca del cómo es, por qué es como es y cuáles son las consecuencias a nivel de comportamiento de ese individuo que actúa en las situaciones que han interesado a los psicólogos (ver, por ejemplo, Kahneman, 2003 y Kahneman & Tversky, 1982). Aunque esas cuestiones han ocupado a numerosos psicólogos, la carencia de acuerdos sobre lo fundamental ha conducido a que con frecuencia no se logre distinguir nuestra especialización de aquellas aproximaciones que provienen de otros campos de conocimiento (incluyendo, por ejemplo, las propiamente económicas, antropológicas o sociológicas) y, del mismo modo, de las que surgen de otras perspectivas psicológicas (no sobra advertir que para muchos psicólogos, la disciplina no cuenta con una forma “dominante” o “paradigmática” de entender y hacer Psicología). Las distintas nociones de hombre que se han formulado en esas incursiones psicológicas al comportamiento del consumidor pueden ser organizadas en diversos ejes. Por ejemplo, en un caso trazando un continuo desde aquellas que consideran que la conducta humana es el producto de determinantes espacio-temporales inmediatos hasta aquellas que sugieren que la conducta es el producto de causas remotas (en algunos casos, como las formulaciones evolucionistas, hablando de circunstancias prehistóricas); en otro caso, colocando esas distintas nociones de hombre en un continuo que parte de la idea de un comportamiento plenamente deliberado hasta aquellas que lo configuran cómo un ser cuyo comportamiento es el resultado de procesos automáticos o, para citar otro ejemplo más de estos ejes de discusión acerca de la naturaleza humana, están aquellas aproximaciones que explican la acción como susceptible de alcanzar cierto grado de “perfección” (por ejemplo, decisiones racionales) y aquellas, que por el contrario, que llegan a calificarla de errática. Del mismo modo, el papel de las preferencias y, en general, el de los procesos psicológicos afectivos como el estado de ánimo, la motivación o la emoción que suelen estar presentes en los diversos cambios de acción que toman las personas en su diario transcurrir son, una vez más, objeto de muy variadas aproximaciones En síntesis, el porqué un individuo, en una circunstancia dada, opta por un curso y no por otro, es una cuestión que ha recibido muy variadas formas de tratamiento y, por consiguiente, a un sinnúmero de respuestas y, como ocurre con otros asuntos señalados en este documento, estamos frente a un asunto completamente abierto a múltiples formas de interpretación que dificultan el arribar a un consenso acerca de lo que hablamos cuando nos ocupamos de la Psicología del Consumidor. Para esta exposición, seguiré una forma de entender y hacer Psicología del Consumidor que suele ser bastante útil para distinguir esta propuesta de las demás existentes acerca de este particular tema económico que consiste en considerar y otorgar singular relevancia conceptual y metodológica a los desarrollos alcanzados por la propia disciplina psicológica en sus propósitos de describir, explicar, producir y controlar la mente y el comportamiento humano. Desde un punto de vista histórico, es bastante temprana la idea de formular una noción de Psicología del Consumidor como una especialidad psicológica y, por consiguiente, como un campo de conocimiento donde se acogen los supuestos, nociones, prácticas y tecnologías que permiten a la Psicología definirse como una ciencia; de hecho, es una forma de entender y hacer psicología del consumidor que alcanza cierto grado de notoriedad; por ejemplo, en el APA Diccionario conciso de Psicología (2009), se define a la especialidad de la siguiente forma:


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:// Rama de la psicología que se especializa en la conducta de los individuos como consumidores y en las técnicas de comunicación de la información con el propósito de influir en las decisiones del consumidor de comprar el producto de un fabricante. Los psicólogos del consumidor investigan las razones y los procesos psicológicos que subyacen a la conducta con fines de lucro así como a la mercadotecnia sin fines de lucro (APA, 2009, p. 412). Cuando se acoge una noción de entender y hacer psicología del consumidor que cuenta con una larga trayectoria y que comparte un número importante de especialistas, esto implica varias ventajas, éstas son algunas de ellas:

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En tercer lugar, porque cuando compartimos unas cuestiones, nociones y prácticas nos resulta fácil conocer la trayectoria de la especialidad, saber quiénes fueron sus pioneros, cuáles eran sus temas de indagación y qué hacían, las contribuciones que han realizado y los reconocimientos que la humanidad les ha hecho por ocuparse de asuntos que también nos atraen. De esta forma descubrimos que en la búsqueda de respuestas a nuestros interrogantes, comenzaron a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX con autores como Edward Wheeler Scripture, Harlow Gale, Walter Dill Scott, Daniel Starch, Harry Levi Hollingworth (por cierto, contratado por Coca Cola), etc., y que, en esa labor, han participado reconocidos psicólogos como John B. Watson, Edward L. Thorndike o Kurt Lewin (Heer & Kardes, 2008; Jansson-Boyd, 2010).

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En primer lugar, porque cuando se acogen los supuestos, nociones, prácticas y tecnologías de una comunidad que promueve a la especialidad, se empieza a ser partícipe de una labor que muchos otros realizan en el mundo. Así, por ejemplo, sabemos que desde la década de los 60, existe una división de Psicología del Consumidor en la APA (la 23, The Society for Consumer Psychology –SCP-) (Haugtvedt; Heer & Kardes, 2008).

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empiezan a contar con respuestas, aunque sean parciales, al respecto.

En segundo lugar, porque resulta valioso encontrar que nuestras inquietudes e intereses son muy importantes y tienen un especial significado en el diario quehacer de infinidad de personas. Así, por ejemplo, resulta muy satisfactorio observar que preguntas tan generales como ¿por qué compramos lo que compramos?, ¿por qué consumimos en la forma como la hacemos?, o, en unas más particulares, como ¿cómo inciden los procesos afectivos en los procesos de toma de decisiones de un consumidor?, o, ¿somos completamente conscientes del proceso de toma decisiones? Ya han tenido eco en investigadores previos y, por consiguiente, ya se

En cuarto lugar, porque permite identificar y servirnos de los logros que se han alcanzado en esta especialidad de las ciencias de la vida y del comportamiento; de esta forma, podremos conocer algunos de los ámbitos de acción de sus especialistas (agencias de publicidad, entidades del estado, empresas, etc.), asuntos de los que se ocupa y metodologías desplegadas durante su ejercicio (procedimientos y herramientas de orden cuantitativo y cualitativo) que caracterizaron o identifican el diario quehacer del Psicólogo del Consumidor.

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En quinto lugar, porque nos ayudan a seguir y contextualizar los intereses y tendencias de desarrollo de la comunidad en las últimas décadas y, por consiguiente, cómo se están ocupando actualmente sus especialistas de la mente y la conducta en contextos económicos. En sexto lugar, porque nos permiten comprender cuáles son y por qué existen estudios empíricos que logran un mayor impacto que otros, tanto en los miembros de la comunidad psicológica del consumidor como en el público en general. Finalmente, porque con nuestro dominio de la especialidad podemos evitar que los grandes y numerosos progresos de la disciplina psicológica lleguen parcial y tardíamente a los asuntos de la especialidad y, en esa medida, a las aplicaciones desarrolladas en su interior. Una iniciativa que permite al psicólogo del consumidor ofrecer unos servicios distintivos y calificados que ningún otro especialista puede llegar a ofrecer. Con una noción compartida acerca de qué entender y cómo hacer Psicología del Consumidor y, por consiguiente, contextualizada en una comunidad que logra consenso acerca de lo fundamental (supuestos, objeto, nociones y prácticas que constituyen la especialidad) resulta bastante sencillo presentar algunas de las cuestiones que llaman la atención y motivan a profundizar en esta especialidad. Así, por ejemplo, Michaela Wänke, en la introducción a su libro editado Social Psychology of Consumer Behavior, invita a sus lectores a partir de nombrar algunos hallazgos que, sin duda, resultan bastante interesantes. El primero de ellos es el siguiente: North, Hargreaves & McKendricks (1999) encontraron que el vino francés se vendía más que el alemán cuando se colocaba más música francesa que alemana en el supermercado (un efecto atmósfera); el segundo caso presentado corresponde al estudio de Plassmann, O’Doherty, Shiv & Rangel (2008), en este caso se observó no sólo que el mismo vino tasado a un precio de $ 45 era calificado como mejor que cuando su precio era $ 5m, también registraron que la actividad cerebral fue distinta cuando se trataba de uno u otro precio; los resultados de la tercera referencia corresponden al trabajo de Brendl, Chattopadhyay, Pelham & Carvallo (2005), en él se estableció que las personas prefieren aquellas marcas que empiezan con la misma letra de su nombre; el cuarto corresponde a los hallazgos de -Maass citado por Wänke(2009) en el sentido de que las personas consideran que un automóvil parece más rápido cuando en la pauta se presenta en el sentido izquierda-derecha que cuando es mostrado en la dirección contraria y, finalmente, el último citado son los resultados de Karremans, Stroebe & Claus (2006) donde mostraron un efecto de priming (con la exposición subliminal del texto Lipton Ice Tea) en la selección de esta marca sobre las otras de la misma categoría.

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Los casos que señala Wänke (2009) también sirven de introducción a la siguiente sección del texto donde se presenta una forma de categorización que distingue las diversas nociones de hombre (y, por consiguiente, de sus motivos, emociones y preferencias) a partir de la consideración y, con ello, la relevancia explicativa que se le otorga a los niveles de procesamiento no consciente de la información, en la explicación del comportamiento en contextos de consumo que se observa en los individuos. La principal razón de concentrarme en este criterio surge de mi particular interés por recoger los más recientes logros que las distintas ciencias de la vida y del comportamiento han alcanzado en las dos últimas décadas y que, de igual manera, me ayudan a contextualizar, no sólo mis intereses investigativos en general, sino que también dan cuenta de mis estudios experimentales más recientes. El especial énfasis que otorgo al papel del procesamiento no consciente de la información sirve, igualmente, para señalar en esta exposición, el grado en que una aproximación psicológica difiere en sus supuestos, nociones y prácticas de otras formas de abordaje promovidas por disciplinas distintas a la que se privilegia en este texto. La existencia de ciertos procesos no conscientes que resultan definitivos en la explicación del comportamiento humano es una formulación que ya tiene varias décadas y que, sin duda, resultaron especialmente populares gracias a la difusión que en su momento alcanzaron las ideas psicoanalíticas; ideas que en el caso particular de los asuntos económicos, alcanzó gran notoriedad en el tema del comportamiento del consumidor (Benjamin, 2004). Sin embargo, esas tempranas aproximaciones a los procesos no conscientes cayeron en un cuestionamiento y paulatino abandono gracias a eventos como el debate público, político y académico que suscitaron las polémicas afirmaciones de James Vicary sobre publicidad subliminal. En el caso de la Psicología, como una ciencia experimental que se ocupa de explicar el comportamiento, las ideas sobre los procesos afectivos no conscientes sólo empezaron a constituirse como objeto de estudio hasta hace cerca de medio siglo, cuando Robert Zajonc (1980) se ocupó de la emergencia no consciente de las preferencias con el conocido “efecto de la mera exposición” . A partir de ese fenómeno y el paradigma experimental, que desarrolló para su más detenido análisis, emprendió un duro cuestionamiento a las formulaciones que, hasta esa época predominaban, y donde se presentaban las preferencias, las emociones y motivaciones y, en general, todo el comportamiento humano como el producto de procesos cognoscitivos conscientes, deliberados y con una alta inversión por parte del individuo que los realiza (Zajonc, 1980). El paradigma de la mera exposición y el efecto de la mera exposición se constituyeron en un nuevo eje de progreso para la Psicología, no sólo por mostrar que los humanos nos comportamos de acuerdo con una serie de procesos no conscientes, e incluso automáticos, sino que también abrió un novedoso y fructífero campo de investigación que provee de respuestas a múltiples inquietudes acerca de por qué nos comportamos en la manera en que lo hacemos. Del mismo modo, condujo a la búsqueda de nuevas manifestaciones humanas que reflejarían la omnipresencia de tales procesos en la conducta. En los asuntos económicos, el paradigma de la mera exposición sólo comenzó a ser utilizado en la década de los noventa y, naturalmente, se dirigió a evaluar por qué las personas optan por un curso de acción en particular y descartan otras alternativas que tienen disponibles. Sin embargo, resulta interesante hacer notar que para la época en que Robert Zajonc realizó varios de sus más importantes estudios, la Psicología Experimental contaba con muy limitados recursos para la observación y cuantificación de sus fenómenos, y qué sólo hasta que empezó a darse el espectacular crecimiento de las neurociencias los investigadores de los procesos no conscientes pudieron contar con herramientas más sofisticadas para saber más acerca de cómo ocurrían este tipo de procesamientos (Frith, 2008). Antonio Damasio fue uno de esos neurocientíficos que logró hacer más traslúcida la famosa “caja negra” de la que se ocupaban los psicólogos experimentales al señalar la existencia de una serie de unidades y conjuntos

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la reacción ante lo extraño, es un fenómeno comportamental que puede observarse cuando los consumidores optan “por malo conocido que bueno por conocer” neuronales de muy bajo nivel (productos evolutivos muy tempranos) que son responsables de organizar los estímulos bajo un criterio hedónico; desde aquellos que pueden ser calificados como positivos hasta aquellos que son calificados como negativos.Del mismo modo sugiere, en su conocida obra El error de Descartes que los seres vivos contamos con un sistema o unos mecanismos que nos permite jerarquizar entre alternativas y de cuya actividad sólo en algunos contados casos llegamos a “enterarnos”. El sistema responsable de esa calificación precoz de los eventos, por su muy temprana emergencia en la evolución de la vida, es muy difícil de abordar y, por consiguiente, de lograr un estudio de los mecanismos responsables de su operación; sin embargo, creemos que soluciona una serie de inquietudes acarca de universales (entre especies no humanas y humanas) como, dos fenómenos que voy a tratar a continuación, el comportamiento que muestran los pequeños de “esconderse” detrás de un adulto ante la presencia de un “extraño” y el de la respuesta de mimo que despiertan los rasgos faciales de un niño en los adultos. El primero de esos casos, la reacción ante lo extraño, es un fenómeno comportamental que puede observarse cuando los consumidores optan “por malo conocido que bueno por conocer” y siguen siendo leales a unas marcas. Aunque existen abordajes psicológicos que a partir de la noción de “aversión al riesgo” comprenden este tipo de decisiones que toman los consumidores; quiero enfatizar en la explicación que propone el paradigma de la mera exposición de Robert Zajonc (1980). el efecto de la mera exposición hace referencia a la valoración cada vez más positiva que se hace del objeto a medida que quien realiza dicha valoración está más expuesto al evento. Es decir, como lo describen algunos teóricos del fenómeno de la mera exposición, a más familiar (o, si quiere, menos extraño) es el producto o marca, más apreciado resulta para el consumidor. El segundo de los casos, corresponde a los desarrollos posteriores a las observaciones señaladas por una serie de etólogos, en el sentido que los más pequeños de diferentes especies presentan una serie de rasgos faciales prototípicos que los distinguen de los rasgos faciales de un adulto, y que tales rasgos “infantiles” son responsables de provocar una respuesta afectiva positiva (de acuerdo con ellos, de mimo) en los adultos. En el caso de los humanos, esta observación ha sido ampliamente estudiada bajo el rótulo del “fenómeno de cara de bebé” y ha sido aplicado en temas de consumidor en asuntos como las comunicaciones persuasivas (más específicamente, en el atractivo de la fuente) y, por supuesto, en el diseño productos y, por consiguiente, en la generación de alternativas de elección para el consumidor. Un ejemplar representativo de este tipo de desarrollos es el experimento de Miesler, Leder & Herrmann (2011).


Finalmente, quiero hacer referencia a otro estudio que nos puede guiar para comprender cómo operan estos mecanismos tempranos de preferencias en las opciones que toman las personas. Alexander (2003) observó que los gustos de los más pequeños no son indiferentes al tipo de juguetes a que pueden acceder, los menores prefieren unos juguetes más que otros y el sexo resulta ser una variable que nos ayuda a predecir por cuál de las alternativas optar. Ese hallazgo no sería tan interesante si las observaciones que dieron píe a estos resultados fueran realizadas con infantes de una especie primate no humana. Efectivamente, las menores prefirieron muñecas y no carros y los infantes privilegiaron los carros y no las muñecas. Una explicación de este fenómeno tan revelador viene del papel de las hormonas y, como es de esperarse, este hallazgo estimuló una serie de investigaciones acerca del papel de las hormonas en las preferencias humanas. Un estudio bastante revelador de tal incidencia fue el realizado por Durante, Li &Haselton (2008) con mujeres en diferentes momentos de su ciclo.

Uno de los campos más conocidos de aplicación de los principios del Condicionamiento Clásico de Preferencias es la comunicación persuasiva (aunque, la publicidad es el ejemplar prototípico de una comunicación persuasiva, esta no es la única, por ejemplo, la retórica en las arenas políticas es otro esfuerzo de este tipo) y, en ella, lo que regularmente se hace es seleccionar un estímulo que provoque regularmente la respuesta afectiva que queremos observar y, a ese estímulo, le asociamos otro estímulo (generalmente, el logo de una marca) con el que queremos quede ligado ese afecto provocado. Tres ejemplos de este tipo de desarrollos son los experimentos que en mi línea de investigación se han realizado alrededor del tema de atractivo de la fuente (Cruz, 2008), del papel de la música en la adquisición y cambio de actitudes hacia logos (Moya, Cruz & López, 2004) y los efectos de orden de exposición (Contreras-Bejarano, Devia-Luque, Torres-Berrío, Cruz-Vásquez, y Pérez-Acosta, A. M. (2011).

Con los casos citados y cerrando mi exposición sobre este primer y evolutivamente muy temprano nivel de decisión por jerarquización de cursos de acción quiero enfatizar en dos conceptos cruciales sobre la noción de hombre que se posee en estas particulares aproximaciones psicológicas a los asuntos económicos: las decisiones que nosotros tomamos frente a un conjunto de alternativas dista mucho de ser siempre el resultado de una acción deliberada y consciente por parte de nosotros.tales procesos de jerarquización parecen responder a una historia natural de preferencias que procuran facilitar el logro de las metas de supervivencia y reproducción.

Con la exposición de una noción compartida acerca de qué entender y cómo hacer Psicología del Consumidor por una comunidad (lo que implica un acuerdo sobre supuestos, objeto, nociones y prácticas) y la presentación de una serie de tendencias de investigación alrededor de los procesos automáticos y algunos paradigmas experimentales que se ocupan de ellos, espero que este documento se constituya en una invitación para la incursión y, en el mejor de los casos, profundización en una de las pocas áreas de la Psicología que pocas veces distingue entre la investigación básica y aquella aplicada como tampoco lo hace entre la actividad científica y la profesional.

Antonio Damasio propone un segundo nivel de tratamiento que abarca un término más conocido por nosotros como es el de las emociones y que, sin embargo, comparte con el nivel anterior el hecho de corresponder a respuestas provocadas (resultados de mecanismos que escapan de nuestro control o voluntad e, incluso, en sus más tempranos momentos, de nuestra conciencia). De acuerdo con este tipo de perspectiva evolutiva y neurocientífica, las emociones son sistemas o circuitos funcionales perfectamente determinables que han evolucionado con el propósito de promover la supervivencia y la reproducción; como ocurre con otros tantos sistemas evolucionados, éstos son observables en una gran variedad de especies y, por consiguiente, no requieren para su operación de los complejos módulos de procesamiento con los que cuentan especies como la humana. Aunque las emociones no requieren de un cerebro como el que nosotros tenemos, éstas inciden, y de manera clara, en muchos de los comportamientos más sofisticados que poseemos nosotros los humanos y, por supuesto, entre ellos están aquellas actividades que desempeñamos en entornos económicos. Un ejemplo, a mi modo de ser dramático, sobre cómo las emociones inciden en la toma de decisiones económicas lo constituye el caso Elliot reseñado por Damasio (2006). El aspecto de las emociones que aquí quiero tratar está relacionado con el concepto de “marcadores somáticos” que propuso Antonio Damasio y que contribuyen a la explicación de un asunto que está muy en boga entre los psicólogos que nos interesamos en las decisiones que toman los individuos y donde, por supuesto, se encuentran las económicas. Aunque puedo ser irreverente con el profesor Damasio, la forma como se establecen los marcadores somáticos encaja perfectamente en un paradigma experimental que ha servido para que dos investigadores que han explorado toda su potencia explicativa hayan obtenido sendos premios nobel en Medicina; ese procedimiento, bastante usual en varias ciencias del comportamiento y de la vida, se conoce como el paradigma del condicionamiento clásico y ha sido ampliamente utilizado para el estudios diversos tipos de asociaciones entre eventos (ya sea entre estímulos internos al organismo, entre estímulos externos o en preparaciones mixtas donde se encuentran tanto de orden interno como de orden externo). Una categoría de investigaciones que se han ocupado de la adquisición y modificación de preferencias (en procesos que no implican la consciencia de la relación) son aquellos que comúnmente se agrupan las etiquetas de Condicionamiento Clásico de Preferencias o Condicionamiento Evaluador.

Referencias

Alexander, G. M. (2003). An evolutionary perspective of sex-typed toy preferences: Pink, Blue and the Brain. Archives of sexual Behavior, 32 (1), 7-14 Alexander, G. M. & Hines, M. (2002). Sex differences in response to children´s toys in nonhuman primates (Cercopitehecusaethiopssabaeus). Evolution and Human Behavior, 23, 467-479. Benjamin, L. T., Jr. (2004). Science for sale: Psychology’s earliest adventures in American advertising. In J. D. Williams, W. N. Lee, & C. P. Haugtvedt (Eds.), Diversity in advertising: Broadening the scope of research directions (pp. 22-39). Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Brendl, C. M., Chattopadhyay, A., Pelham, B. W., & Carvallo, M. (2005). Name letter branding: Valence transfers when product specific needs are active. Journal of Consumer Research, 32, 405-415. Contreras-Bejarano, C. A., Devia-Luque, C. A., Torres-Berrío, A. A., Cruz-Vásquez, J. E. y Pérez-Acosta, A. M. (2011). Evaluación del efecto de bloqueo en el condicionamiento clásico de preferencias. Suma Psicológica, 18 (1), 97-106. Cruz, J. E. & Pérez-Acosta, A. M. (2002). Técnicas experimentales aplicadas al condicionamiento clásico de preferencias en el comportamiento del consumidor. Acta Colombiana de Psicología, 8, 75-87. Cruz, J. E. (2008). Condicionamiento evaluador de preferencias en el consumidor a partir del atractivo físico. Revista Latinoamericana de Psicología, 40, 345-359 Cruz, J. E. (2001). Psicología Económica. Suma Psicológica, 8, 213-236. Cruz, J. E. (1994). Psicología, Psicología Social y los asuntos económicos. Revista Latinoamericana de Psicología, 26, pág. 403-414. Damasio, A. (2006) El error de Descartes: la emoción, la razón y el cerebro humano. Barcelona: Crítica Durante, K. M., Li, N. P.&Haselton, M. G. (2008). Changes in women´s choice dress across the ovulatory cycle: Naturalistic and laboratory task-based evidence. Personality and Social Psychological Bulletin, 34, 1451-1460 Frith, Ch. (2008). Descubriendo el poder de la mente. Cómo el cerebro crea nuestro mundo mental. Barcelona: Ariel. Haugtvedt, C. P., Heer, P. M. & Kardes, F. R. (2008). Handbook of Consumer Psychology. New York: LEA Jansson-Boyd, C. V. (2010). Consumer Psychology. New York: Open University Press / McGraw-Hill Kahneman, D. (2003). Mapas de racionalidad limitada: Psicología para una economía conductual. Revista Asturiana de Economía, 28, 181-225. Kahneman, D. &Tversky, A. (1982). Psicología de las preferencias. Investigación y Ciencia, 66, 100-106 Karremans, J. C., Stroebe, W., & Claus, J. (2006). Beyond Vicary’s fantasies: The impact of subliminal priming and brand choice. Journal of Experimental Social Psychology, 42, 792−798 Miesler, L., Leder, H., & Herrmann, A. (2011). Isn’t it cute: An evolutionary perspective of babyschema effects in visual product designs. International Journal of Design, 5 (3), 17-30. Moya, A., Cruz, J. E. & López, W. (2004). Influencia de los tonos musicales en el condicionamiento clásico de preferencia hacia figuras geométricas. Universitas Psichologica, 3, 223-230.

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Actualidad en el dto.

Grupo de investigación en psicología clínica y de la salud: ¿Quiénes somos? ¿En qué estamos trabajando? Uno de los macro-proyectos activos del grupo busca evaluar, por una parte, la efectividad de un programa de intervención psicológica en ansiedad a presentaciones orales; y por otra, la relación entre los procesos básicos y los mecanismos de cambio en la intervención de la ansiedad. Estos talleres, especiales para personas que sienten ansiedad cuando deben hacer presentaciones o exámenes en público, se vienen dictando de manera gratuita cada semestre desde el año 2012 y han beneficiado a estudiantes de la Universidad de los Andes y de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz. Actualmente se está trabajando en identificar los mecanismos de acción del programa, es decir, cuáles son los módulos o estrategias que hacen que este funcione. Además, como es un protocolo transdiagnóstico , también se está trabajando en identificar el efecto de este taller en problemas diferentes a la ansiedad, por ejemplo, en niveles de depresión.

El grupo de investigación en psicología clínica fue fundado en el año 2008 y es liderado por el profesor Leonidas Castro Camacho, profesor de pregrado y posgrado de la Universidad de los Andes. El objetivo del grupo es generar conocimiento relacionado con la mejoría en la calidad de vida, psicopatología, ciencia clínica, psicología de la salud, evaluación clínica y tratamientos psicológicos aplicables en diferentes niveles de cobertura: individual, grupal, institucional, social y comunitario. El grupo cuenta con 4 líneas de investigación: a) evaluación y formulación clínica y de la salud, b) procesos transdiagnósticos en psicopatología, c) impacto de factores estresores en el desarrollo y mantenimiento de psicopatología, d) desarrollo adaptación y validación de protocolos transdiagnóstico de intervención en psicología clínica y de la salud. Actualmente el grupo cuenta con ocho participantes de pregrado, cinco de posgrado y tres egresados de la maestría en psicología clínica y de la salud; además trabaja en conjunto con la Universidad de Boston para el desarrollo de proyectos de investigación relacionados con el estudio de los efectos emocionales de la violencia. Recientemente fue catalogado en la categoría A de grupos de investigación de Colciencias.

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El segundo proyecto activo en el grupo es el de atención psicológica a víctimas del conflicto armado en Colombia. Este proyecto se encuentra en una fase inicial y es un proyecto a gran escala con importantes objetivos a largo plazo. Dentro del trabajo que se está realizando está el desarrollo y adaptación de medidas de evaluación de los efectos psicológicos, sociales y económicos de la violencia generados por el conflicto armado. Así mismo, queremos determinar los factores de riesgo de problemas psicológicos en personas que han sido víctimas de violencia. Finalmente trabajaremos en adaptar un protocolo unificado para desordenes emocionales a población víctima del conflicto armado en Colombia y en desarrollar módulos de intervención necesarios para problemas específicos a esta población.

Si estás interesado en participar o recibir más información sobre este grupo puedes comunicarte con Laura González al correo l.gonzalez97@uniandes.edu.co Un protocolo con enfoque transdiagnóstico quiere decir que está basado en la intervención a procesos subyacentes a diferentes problemas psicológicos; como el proceso cognitivo, emocional y aspectos fisiológicos. Por esta razón, un protocolo con estas características puede funcionar también para problemas diferentes a la ansiedad.


Actualidad en el dto. Escrito por:

Semillero de Neurociencia y Comportamiento

S antiago Z árate , M elissa C árdenas M., L aura A ndrea L eón A, F ernando C árdenas P

El Semillero de Neurociencia y Comportamiento de la Universidad de los Andes, fundado el 2 de Julio de 2006 por iniciativa de la Dra. Laura Andrea León Anhuamán – estudiante de último año en aquel momento – y con el apoyo del Dr. Fernando Cardenas P. – actual director del Laboratorio de Neurociencia y Comportamiento – ha contribuido de forma significativa al avance de la neurociencia y de la psicobiología dentro de la Psicología en Colombia, a través de la formación de investigadores y de la elaboración de investigaciones en Psicofarmacología y Neurociencia Comportamental.

Desde su fundación, el Semillero ha impulsado espacios teóricos semanales (journal club) en los que se reúnen todos sus miembros y personas externas interesadas en Neurociencia Comportamental y Psicobiología para discutir temas específicos. Dentro de estos seminarios se destacan los ciclos de neurobiología del estrés y la ansiedad, neurociencia cognitiva, neurociencia y educación, neurobiología de la resiliencia, procesamiento de señales neurales, psicoterapia y neurociencia, entre otros.

El Semillero ha sido punto de confluencia de estudiantes, profesionales e investigadores provenientes de diversas profesiones (medicina humana y veterinaria, Biología, Química, Psicología, Artes, Fisioterapia y Microbiología, entre otras) interesados en la Neurociencia. Además ha fomentado la comunicación con otros semilleros y grupos de estudiantes de otras universidades y ha desarrollado investigaciones como parte del grupo de investigación en Neurociencia y Comportamiento de la Universidad de los Andes. A través de su trabajo ha posibilitado el establecimiento de contactos académicos para la realización de pasantías en diversos laboratorios nacionales e internacionales, así como la presentación de varios trabajos en congresos nacionales e internacionales.

El Semillero se ha convertido en un espacio donde la investigación de los fenómenos y procesos psicológicos se abordan desde el entendimiento y la explicación de sus manifestaciones biológicas en el sistema nervioso; dando lugar a trabajos experimentales y debates teóricos que enriquecen los conocimientos de los estudiantes y los motivan a seguir un camino de investigación y ciencia.

Recién fundado, el Semillero no contaba con un laboratorio adecuado ni con los recursos necesarios para la investigación en neurociencia, pero si poseía la gran motivación de los fundadores. Paulatinamente, gracias a la dedicación y persistencia de sus primeros integrantes, el Semillero fue evolucionando y creciendo, consiguiendo recursos y equipos necesarios para hacer investigación en neurociencia. Durante estos primeros años se alcanzaron muchos logros, llevando el Semillero a ser pionero en el campo de la Neurociencia Comportamental a nivel nacional y empezando a ser reconocido en otros países. El Semillero funciona a través de estudiantes coordinadores. Las decisiones y planes de trabajo se desarrollan siempre, con la supervisión y el apoyo del Dr. Cardenas y la Dra. León. Los estudiantes que han sido coordinadores del Semillero son: Rodrigo Sierra, Daysi Prieto, Johanna Duran, Santiago Zárate y Melissa Cárdenas.

Es motivo de orgullo para el Semillero que muchos de sus miembros, luego de obtener sus títulos de pregrado han sido admitidos en diversos programas de formación en maestría y doctorados en Neurociencia y Psicobiología en diversos países y distintas universidades. Los siguientes miembros del Semillero han realizado pasantías académicas o han sido vinculados en programas de formación de postgrado: Laura León (Universidades de São Paulo y Católica de Rio de Janeiro), Misael Fernando García (Universidades de São Paulo, Federal de Rio Grande del Norte y Universidad de Tübingen), Santiago Zárate, Nicolás García (Universidad Católica de Rio de Janeiro), Alexander Gómez, Laura Nítola (Universidad Federal de Rio Grande del Sur), Melissa Cárdenas (Universidad de São Paulo) Leidy Cubillos (Universidad Federal de Rio Grande del Norte), Rodrigo Sierra, Johanna Duran, Lizeth Pedraza (Universidad Federal de Rio Grande del Sur) y Daysi Prieto (Universidad de Tübingen).

En el 2012, el Departamento de Psicología, la Facultad de Ciencias Sociales y la Vicerrectoría de Investigaciones y Doctorados, viendo los resultados alcanzados por el Semillero en términos de publicaciones y representaciones en congresos apoyaron la construcción de un laboratorio de neurociencia competitivo a nivel mundial.

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Actualidad en el dto.

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Acreditación

P roceso de autoevaluación para la renovación de la acreditación

A l cumplir 40 años ¿C ómo vamos ? En Colombia la acreditación Institucional tiene como principal objetivo fortalecer la calidad de la Educación Superior y hacer un reconocimiento público de la calidad y del continuo mejoramiento de los programas académicos. Así, en agosto de 2012 el departamento de psicología de la Universidad de los Andes se inició las labores requeridas para solicitar la renovación de la acreditación, dentro de las cuales se incluyen la realización de una autoevaluación interna guiada por los lineamientos del Consejo Nacional de Acreditación (CNA) y por las sugerencias de la Dirección de Planeación y Evaluación de la Universidad. En este primer número de la revista Alberto, quisimos presentar una síntesis del proceso de autoevaluación, la metodología, la situación actual del programa y las principales conclusiones que nos permiten dar cuenta de cómo vamos al cumplir 40 años de funcionamiento. El primer paso en el proceso de acreditación fue conformar el Comité Coordinador del proceso de acreditación integrado por cinco profesores de planta, la Dirección del Departamento y las dos coordinadoras académicas. Este Comité comenzó por estudiar cuidadosamente los documentos guía del CNA con el fin de aclarar el sentido y los lineamientos de la autoevaluación, así como también se encargó de ponderar, calificar los factores, elaborar el documento final, socializar y difundir el proceso. Asimismo, se conformaron grupos de trabajo con los profesores para evaluar y realizar el informe de cada uno de los factores objeto de análisis: Misión y proyecto institucional, estudiantes, profesores, procesos académicos y egresados e impacto sobre el medio. Los resultados obtenidos en dicho proceso se muestran en la tabla 1. ///24

En conclusión y teniendo en cuenta la calificación otorgada a cada factor, la ponderación total del programa de pregrado en Psicología es de 4.42. Esto indica que se cumple en alto grado con los elementos que caracterizan a un programa académico de educación superior de alta calidad. Este proceso de autoevaluación nos permite afirmar que al cumplir 40 años de funcionamiento, el programa ha alcanzado un nivel de calidad que se expresa en la consolidación de los avances señalados por los pares en años anteriores, y en el mejoramiento de los aspectos identificados como desafíos, particularmente, el fortalecimiento de actividades de cooperación académica que han propiciado la integración con el entorno y la proyección social del programa. Igualmente, la autoevaluación permitió identificar diferentes desafíos en las dimensiones analizadas, lo que llevó a definir un plan de mejoramiento que prioriza la necesidad de definir e implementar un sistema de evaluación permanente de la calidad, mejorar los mecanismos de comunicación interna y externa y disponer de los recursos humanos necesarios, calificados y motivados que requiera el desarrollo institucional.

Departamento de Psicología de la Universidad de los Andes


Factor

Resultados Cualitativos

1

Misión y proyecto institucional

2 Estudiantes

Profesores

3 4

Procesos académicos

5

Egresados e impacto sobre el medio

Resultados Cuantitativos

- Los objetivos del pregrado en psicología son coherentes con el Plan de Desarrollo del Departamento y con la Facultad de Ciencias Sociales. Además responden a las necesidades del entorno. - Se deben incrementar los canales de comunicación y espacios de difusión de los planes de desarrollo. - El proceso de admisión al programa de pregrado en Psicología es claro y transparente gracias al puntaje estándar (puntaje Uniandino). -Hay facilidades en la financiación y hay una baja tasa de deserción comparada con la tasa de la Universidad. - Los estudiantes tienen la posibilidad de participar en instancias de toma de decisión. - De cara al futuro se debe construir una cultura de participación que promueva el involucramiento de los estudiantes en las decisiones del programa. - Planta profesoral altamente cualificada. - Políticas claras de ingreso, permanencia y promoción de los profesores consignadas en el estatuto profesional. - El 83% poseen título de Doctorado y el 93% son de planta. - Se garantizan los recursos de apoyo necesario para la actividad académica e investigativa. -El Departamento cuenta con recursos físicos, tecnológicos y materiales para cumplir con las actividades propuestas. -Acceso a tendencias de investigación. -Apoyo financiero para proyectos de investigación. -Hay dificultad en mantener contacto con los estudiantes una vez se gradúan del programa. -Se debe establecer un sistema de seguimiento de los egresados para evaluar el impacto sobre el medio. -Vincular a los egresados con actividades del Departamento.

5/5 4/5 4/5 5/5 3/5

Tabla 1. Resumen de los resultados del proceso de autoevaluación conforme a los factores

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