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Carroll Hall

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MACH E

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Tejano, con un bagaje de empleos como petrolero, piloto de pruebas, instructor de vuelo, incluso, estuvo en el negocio de la basura; sin embargo, esto no fue suficiente para Shelby, que corrió en Le Mans, bajo la escudería Aston Martin. Tuvo una incursión en la F1, pero su consagración fue en los rediles de Ford.

Sin importar que seas un joven de este siglo, cuando vez los <<carritos miniatura>> del Mustang ’65 (dicho de forma genérica) ¡Te gusta! Sí, ese Mustang es un auto que ha traspasado la barrera del tiempo y permanecerá dentro de la historia de los autos. Es un Ford, es un Mustang y es una leyenda. Los autos que logran subir tu adrenalina son recordados por siempre.

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Carroll Shelby logró crear un brioso potro que enamoraba a todos.

Su agrado por los autos arranca desde que manejaba el Ford de dos puertas de su papá. Shelby tenía una verdadera necesidad por la velocidad que lo llevó a buscar la manera de alimentar su pasión a través de las carreras en carretera.

En su primera carrera, conduciendo un MG-TC, ganó las clases MG y Production Car en Texas. Pronto Shelby conducía autos deportivos de carreras Ferrari y Maserati. Ganó 12 carreras en dos años. Su talento para conducir le permitió ser parte del equipo de fábrica de Aston Martin en 1954 y al frente de un número significativo de otros autos deportivos de la época, incluidos Maserati, Jaguar Cars y Aston Martin. Ganó carreras desde Riverside, California, hasta Silverstone, Inglaterra y, Le Mans, Francia.

La cúspide de la carrera de conducción de Shelby llegó en 1959, cuando ganó la joya de la corona de las carreras internacionales de autos deportivos, las 24 Horas de Le Mans, conduciendo un Aston Martin.

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