No. 41
Cambio Climรกtico Coahuila
INDICE
3. México ante el cambio climático. 5. El mosquito. 5. Nuestras Venecias. 5. La sedienta Ciudad de México. 7. Los volcanes. 7. A los peces no les gusta.. 7. Aunque Trump..
Para describir cómo se ve el cambio climático en México imaginemos un mosquito. Ha comenzado a zumbar donde nadie lo espera: en el desierto Chihuahuense. En 2010 en esta entidad se reportó el primer caso de dengue en su historia. Para que el mosquito Aedes aegypti, de origen africano y transmisor de la enfermedad, llegara allí tuvieron que pasar unos 200 años. A inicios del siglo XIX, los mosquitos llegaron ocultos en los barcos que transportaban esclavos desde África y se adaptaron rápidamente al clima tropical de América porque era similar al que conocían. El mosquito quedó confinado a zonas donde el clima le permitía cumplir con su ciclo de vida. Sin embargo. la transformación en nuestros hábitos de consumo y producción, que inicio con la Revolución Industrial, generó también cambios en el hábitat al que llegaron. Por eso, en su búsqueda de regiones más cómodas para reproducirse, ha comenzado a aparecer en lugares donde nunca antes se les había visto, como en Chihuahua, donde nadie es inmune a ellos. Con menos de medio centímetro, este mosquito perdido en el desierto representa una de las tantas cadenas de eventos desafortunados que, se teme, el cambio climático podría desatar. Todos de acuerdo: es el clima, no el estado del tiempo. “Soleado por la mañana y lluvias escasas por la tarde”, es el estado del tiempo. Saber en qué meses necesitas un paraguas, es el clima. Para conocer el clima se hacen cálculos del promedio de temperatura de una región. Con el paso de los años aprendemos, por ejemplo, que algunas zonas en particular siempre son tropicales y nunca bajan de cierto promedio de temperatura. Aprendemos también que esa temperatura. Aprendemos también que esa temperatura puede cambiar si ocurre un evento meteorológico que la altere, como un huracán, el cual se anunciaría en un reporte de tiempo. Entender el clima también incluye saber en qué temporada se puede esperar un huracán. Pero esto está cambiando. Y rápido. El promedio de la temperatura del planeta ha aumentado notablemente desde la década de 1970; eso es el calentamiento global. Y más del 97% de los científicos dedicados a su estudio coincide en que es consecuencia de la actividad humana, específicamente, del aumento de emisiones de combustibles fósiles que se inició desde la Revolución Industrial. Según la NASA, desde que se registra la temperatura global, el promedio ha aumentado 1.1°C. Sin embargo, hay regiones del planeta que han tenido cambios más drásticos. En invierno de 2015, el Polo Norte registró temperaturas mayores al punto de congelación cuando la temperatura esperada era de 35°C. Por unos días, el clima fue más cálido que en ciudades como Chicago o Estambul, de acuerdo con el Centro de Predicción Oceánica del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos. Estos cambios no son exclusivos de lugares remotos: la Ciudad de México ha registrado un aumento de temperatura de unos 4°C, según el Instituto de Ecología y Cambio Climático (INECC). El calentamiento global es sólo parte del fenómeno del cambio
climático, que es un amplio espectro de transformaciones que incluye no sólo el aumento de la temperatura promedio del planeta, también la pérdida de glaciares, el aumento del nivel del mar, cambios en el comportamiento de la biodiversidad y eventos meteorológicos extremos y fuera de temporada. De continuar con el mismo ritmo de emisión de gases efecto invernadero, a finales de este siglo la temperatura promedio podría aumentar entre 3.7°C y 4.8 °C, de acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). A finales de 2016, entró en vigor el Acuerdo de París, en el que los países se comprometen a tomar las medidas necesarias para impedir que aumente más de 2°C. ¿Cuál es el lugar de México ante el cambio climático? La situación geográfica de México lo hace un país vulnerable al cambio climático debido a los diversos climas que tiene. De acuerdo una estimación del INECC, 57% de los municipios del país es vulnerable a eventos climáticos como sequías, inundaciones, deslaves, disminución de lluvias, ondas de calor y transmisión de enfermedades. Campeche (90%), Tabasco (70%), Sinaloa (61%), Baja California Sur (60%) y Baja California Norte (60%), son los estados que encabezan la lista con más municipios vulnerables al cambio climático. A pesar de que en el norte del país este fenómeno aumenta el riesgo de sequías, y en el sur, de inundaciones, sin contar las modificaciones en los ecosistemas de la región centro, las evaluaciones externas colocan a México en un nivel medio de vulnerabilidad. De acuerdo al Índice de Adaptación Global de la Universidad de Notre Dame (ND-GAIN Index), escala que califica el nivel de vulnerabilidad y de preparación o resilencia ante el cambio climático, México alcanza 68 puntos. Por consideraciones geográficas, la vulnerabilidad de México es ligeramente alta en comparación con países situados más al norte y se equipara con Colombia, Perú y Argentina. Sin embargo, es menos vulnerable que los países de Centroamérica, aunque un poco más que Chile. En esta escala, los puntos más vulnerables de México están en los campos de cultivo, los cabios en la recarga de los acuíferos y la capacidad de las represas. En cuanto a debilidades en su preparación frente al cambio climático, está la inestabilidad política, la violencia, la corrupción y la falta de innovación, aunque resalta el avance en el emprendimiento ambiental. El mejor momento de México en este índice se registró entre 2008 y 2012, periodo que coincide con el momento en que la representación de México ante la ONU promovía el Fondo Verde para el Clima. Y, aunque México se ha distinguido por ser activo en los debates climáticos internacionales, su situación refleja también lo que otros países en desarrollo padecen: a pesar de ser de los que menos contaminan, es de los que más efectos del cambio climático va a sufrir. Mientras que la suma de emisiones de China y Estados Unidos supera 40% de las emisiones, México sólo contribuye con 1.3%, aunque es el país 13 en la lista de emisores, según el Centro de Análisis e Información de Dióxido de Carbono (CDIAC).
La representación extrema de ese fenómeno es Tuvalú, un país que podía desaparecer a finales de siglo por el aumento del nivel del mar y que está al final en la lista de emisores de gases de efecto invernadero.
afectar hasta a 15 mil kilómetros cuadrados de zonas costeras y, en algunas zonas, podría entrar hasta en 40 kilómetros. Estos cambios, afectarían también a la industria petrolera y a la turística.
El mosquito y los otros bichos inesperados
Actualmente, comunidades costeras del Golfo de México en Estados Unidos han visto cómo el mar les ha ganado terreno. La línea costera del estado de Luisiana ha ido perdiendo la forma de bota que la caracterizaba, un fenómeno que podría replicarse en el territorio mexicano.
El mosquito transmisor del dengue encendió las alarmas del sistema de salud chihuahuense. Pues, a diferencia de los estados más tropicales, no tenía un plan para enfrentar una epidemia de dengue. El Instituto Nacional de Ecología y de Cambio Climático (INECC), considera la aparición del mosquito como señal de los efectos del cambio climático en el país. Aunque en 2016, Chihuahua no reportó un caso más de dengue porque el clima no es el adecuado para su reproducción, si el clima continúa cambiando, estos casos pueden hacerse tan frecuentes que el mosquito se haga endémico de la zona. Es la advertencia que Organización Panamericana de la Salud ha hecho para el zika y, en su momento, con el chikungunya, enfermedades transmitidas también por el mismo insecto. Los brotes de enfermedades transmitidas por vectores (mosquitos, pulgas y otros) han aumentado desde el inicio de siglo en lugares donde no se habían registrado y donde se observan variaciones en el comportamiento del clima, de acuerdo con el epidemiólogo Jolyon Medlock, del Departamento de Salud de Inglaterra. Por ejemplo, Sonora registró por primera vez un caso de chikungunya en 2015 debido a que el mosquito ha encontrado no sólo situaciones ambientales favorables, sino también falta de saneamiento, de acuerdo con una evaluación de la Universidad de Sonora y la Secretaría de Salud del mismo estado. La preocupación ante estos eventos, se debe a que pueda presentarse una epidemia ante la falta de adaptación de la población y ésta, al no tener inmunidad previa, sufra los síntomas más graves.
¿Nuevas Venecias? Si Holbox dejara de existir, las calles del Puerto de Veracruz tendrían que acostumbrarse al mar en ellas. Las desembocaduras del Río Bravo, del Usumacinta y el Grijalva se apropiarían de grandes terrenos. Así será México ante el aumento del nivel del mar a finales del siglo, según los mapas de Climate Central en los que se pueden observar escenarios con aumentos de temperatura de 2°C a 4°C en el año 2050 y 2100. El IPCC calcula que el nivel del mar provocado por el deshielo de los glaciares podría superar el medio metro. Eso sería una condena para ciudades que están a nivel del mar pues llevaría al desplazamiento de millones de personas y el cambio en el equilibrio de los ecosistemas costeros. De acuerdo a cálculos del Programa Veracruzano de Cambio Climático, el mar podría
La sedienta Ciudad de México: una suma de malas decisiones No es nuevo decir que la Ciudad de México vive una crisis hídrica desde hace años. La causa de esta crisis es la falta de planeación, la sobreexplotación de los recursos, el aumento exponencial de la población y se prevé que el cambio climático puede agravar la situación. La temperatura promedio de la Ciudad de México ha aumentado alrededor de 4°C según el INECC. Sin embargo, hay cálculos que estiman hasta 5.78°C, de acuerdo con un modelo realizado por Ángel Ruiz Angulo del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM. El modelo plantea otro factor que no es el calentamiento global provocado por la contaminación: la desaparición de los lagos. Gloria Soto, investigadora en la UAM Cuajimalpa, ha trabajado en dos escenarios posibles en la Ciudad de México y el abastecimiento de agua: un aumento menor a 2°C y otro mayor. Cuanto más aumente la temperatura, más probabilidad hay de que se registren eventos extremos. Las lluvias torrenciales pueden presentarse más frecuentemente, pero también aumentar los días más calurosos. Estos episodios pueden provocar el aumento de olas de calor y, por ello, el consumo de agua. Los millones de habitantes de la ciudad y su zona metropolitana, aumentarían la demanda de agua potable cuyo abastecimiento sería más difícil si el cambio climático implica también sequías que dificultarían la recarga de los acuíferos. Soto destaca que aunque los gobiernos han tenido avances como la creación de la Unidad Tormenta y la construcción del Emisor Oriente, aún falta que tenga protocolos de mitigación y adaptación adecuados a la cantidad de habitantes y sus demandas.
Los volcanes Aunque Trump diga que no Cuando la contaminación deja ver hacia los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, el hielo perpetuo no está ya más en el horizonte. En el año 2000, los glaciares del Popocatépetl fueron declarados extintos. Mientras, el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba están a punto de perder los suyos, de acuerdo con observaciones del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y de la UAM. Las manchas blancas que ocasionalmente aparecen en el Popocatépetl no cumplen ya con la definición de glaciares, pues estos “deben tener condiciones climáticas favorables, suficiente precipitación y temperaturas bajas pues en caso contrario los glaciares retroceden”, explica Hugo Delgado, especialista en glaciares del Instituto de Geofísica. Las erupciones del volcán Popocatépetl no explican toda la pérdida. 40% del adelgazamiento de los glaciares están relacionados con el clima, de acuerdo con observaciones del Instituto de Geografía de la UNAM. La temperatura promedio ha superado el punto de la congelación, por lo que la nieve no puede permanecer ahí.
A los peces no les gusta la acidez El cambio climático amenaza el equilibrio de los ecosistemas. Algunos científicos han dado por muertos a enormes sistemas arrecifales, como la Gran Barrera de Coral de Australia, pues algunos aseguran que ya no podrá rescatarse. El aumento en la temperatura de los océanos está provocando cambios en la acidez del agua lo que, a su vez, provoca el blanqueamiento y la consecuente muerte de los corales, además de que también afecta a otras especies, las debilita e impide la absorción de los nutrientes necesarios para formas sus esqueletos o caparazones. De acuerdo con Exequiel Ezcurra, de la Universidad de California, este fenómeno ya está afectando a los manglares y a los arrecifes de coral de México que, en las últimas décadas, han sufrido el estrés externo que provocan los desarrollos y la sobreexplotación de sus recursos. De no detenerse, el equilibrio marino costero sufrirá cambios tan drásticos que afectará los servicios ambientales que proporcionan a las comunidades, como la protección ante huracanes y espacios adecuados para la pesca.
Si ante sequías registradas en los años noventa, la migración fue una opción para miles de campesinos mexicanos, las variaciones climáticas en los próximos años provocarán mayor migración hacia Estados Unidos, de acuerdo a un artículo publicado en la Academia Nacional de Ciencias. Hasta 7 millones de mexicanos podrían considerar dejar sus comunidades y apostar por el sueño americano en un escenario de sequía. De acuerdo con el investigador Michael Oppenheimer, de la Universidad de Princeton, esta migración se complicaría pues Estados Unidos también enfrentaría un fenómeno de sequía semejante. La sequía no sólo promovería la migración a otro país, sino dentro del mismo territorio desembocando en sobrepoblación en zonas conurbadas y con falta de planeación. Desde el año 2000, Naciones Unidas incluyó factor climático como causa de migración. Recientemente, este problema ha causado gran interés tras la publicación de un artículo del investigador Peter Gleick quien ha señala que las condiciones climáticas y disponibilidad de agua jugaron un rol directo en el conflicto de Siria.