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FUNDAMENTOS.
Ciudad
Montevideo, capital donde se concentran históricamente gran parte de las funciones y actividades del país, territorio donde se posicionan las miradas y el desarrollo de insfraestructuras edilicias, viales, públicas y privadas resulta fundamental a la hora de sustentar su movimiento.
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Sin embargo, al pensar en la ciudad a la que nos enfrentamos hoy en día, resulta fácil observar una ciudad envejecida, que le cuesta responder a los cambios que inevitables y también necesarios se instalan en nuestra cultura y en la sociedad.
En este sentido visualizamos fuertes cambios a nivel tecnológico que engloban varios campos, entre ellos el de la arquitectura y el habitar; nuevas técnicas de producción, la robotización de procesos de construcción, así como el uso de internet y aplicaciones de diversa índole, que influyen tanto en las formas de producir arquitectura como en la manera de vivir los espacios construidos.
Muchos de estos cambios no son recientes, por el contrario, existen procesos que se han ido dilatando y aún generan una imagen incierta, un claro ejemplo es el debilitamiento de la función del “centro”, el lugar de los trámites y las compras que se ha visto suplantado por el surgimiento de nuevas centralidades así como por el creciente uso de internet “desde la comodidad del hogar”.
De esta manera se producen cambios en la ciudad, en lo construído y su uso, aparecen nuevos contenedores y otros obsoletos en su programa caen en el abandono y pasan a conformar esa parte detenida de la ciudad.
¿DESDE QUÉ LUGAR?
En base a estas premisas es que intentamos posicionarnos en nuestro tiempo en la ciudad que habitamos y cómo desde nuestra disciplina responder a los fenómenos actuales, haciéndonos una pregunta ¿Desde qué lugar actuar?
¿Generar nuevos contenedores, que respondan a lógicas actuales, o actuar sobre la herencia construída?.
Justamente en la unión está nuestra respuesta, creemos que estamos en una etapa de la ciudad en la que debemos indagar en cómo transformar lo existente atendiendo a lógicas contemporáneas.
URBANO/ HABITACIONAL
Las formas urbanas son heterogéneas, las hay regulares e irregulares, y aunque no lo parezca tienen una importancia fundamental en la vida de las personas. La infraestructura urbana influye en las oportunidades que se tendrán, si puedo acceder a un transporte público de calidad, si existe un centro de estudio próximo, si las calles y veredas se encuentran en buen estado, si existen espacios de reunión e intercambio social, seguramente la calidad de vida sea muy diferente a la de una persona que vive en un espacio urbano sin estas características, ya que se instalan dificultades diarias que terminan influyendo en el desarrollo.
UN LUGAR/UN BARRIO
Establecerse en un lugar (limitándonos ahora a Montevideo) implica acceder a un barrio, el intervalo entre lo urbano y lo habitacional, que presenta sus propias características. Cada barrio conlleva históricamente un perfil social, barrios de clase media, alta o baja, que derivan en problemáticas de segregación social, instaurando un gran reto en nuestra ciudad.
¿QUÉ APORTAN LOS DATOS?
En el último censo de 2011, los datos obtenidos permiten leer la situación social/habitacional presentada en Montevideo (entre otros) de la que podemos resumir:
-La ampliación y densificación de las periferias agudizaron la fragmentación sociourbana influyendo a este aspecto el distanciamiento físico entre la ciudad periférica y la de altos ingresos. Ambas ciudades casi no tienen zonas de contacto.
-La ciudad que alcanza mayor número de población en asentamientos irregulares es Montevideo (10%)
-Sin embargo el gran número de personas pobres está en el tejido formal. De 100 pobres, 30 viven en asentamientos y 70 en el tejido formal.
Por lo tanto el enfoque para la mitigación de la fragmentación sociourbana no entraría en exceso en los asentamientos irregulares sino en el tejido formal.
LA VIVIENDA...
-En el Gran Montevideo es mayor el porcentaje de inquilinos (23% frente a 15% en el resto del país) Propietarios: 59% MVD - 60% resto del país.
-Existe un alto porcentaje de viviendas desocupadas y más hogares que viviendas en uso: 1.164.000 hogares particulares residen en 1.134.000 viviendas particulares ocupadas, y la cantidad de viviendas construidas (1.385.000) excede el número de hogares. Sin embargo de las viviendas construídas, restando las de uso temporal, las ofrecidas en venta o alquiler, en reparación o construcción, quedaría un bajo porcentaje de viviendas efectivamente desocupadas, de las cuales se desconoce su estado constructivo y judicial, y si su ubicación realmente presentaría una solución.
ALGUNAS CONCLUSIONES.
En base a esta muestra general sobre la situación urbanasocial de MVD, podemos concluír en primera instancia el presente déficit habitacional, para el cual no es suficiente rehabitar las viviendas existentes/abandonadas - por lo tanto sería necesaria la producción de nuevas soluciones habitacionales.
En cuanto al emplazamiento, creemos importante redensificar los centros de la ciudad, en el intento por detener la ampliación de las periferias y acotar la fragmentación sociourbana. A su vez esta acción de generar mayor densidad poblacional en lugares ya establecidos trae el plus de una insfraestructura urbana existente y que funciona, resolviendo un tema muy ligado a la vivienda y el habitar. La interrogante ahora pasa por el enclave y la solución arquitectónica, que resulte accesible dependerá de los costos pero también de las posibilidades y adaptabilidad a las exigencias de la vida actual.
RíodelaPlata