COMPARACIÓN DE LÍNEA DE BASE SISTEMA DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN
PROGRAMA CONJUNTO “LAS COMUNIDADES INDÍGENAS Y AFROCOLOMBIANAS DEL CHOCÓ PROMUEVEN SU SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL”
COMPARACIÓN DE LÍNEA DE BASE
SISTEMA DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN
COMPARACIÓN DE LÍNEA DE BASE SISTEMA DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN PROGRAMA CONJUNTO “LAS COMUNIDADES INDÍGENAS Y AFROCOLOMBIANAS DEL CHOCÓ PROMUEVEN SU SEGURIDAD PROGRAMA CONJUNTO “LAS COMUNIDADES INDÍGENAS Y AFROCOLOMBIANAS DEL CHOCÓ PROMUEVEN SU SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL” ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL”
CRÉDITOS Sistema de Naciones Unidas en Colombia Bruno Moro Coordinador Residente y Humanitario del Sistema de Naciones Unidas Silvia Rucks Directora de país - PNUD Rafael Zavala GómezUnidas Del Campo Sistema de Naciones en Colombia Representante de país - FAO Bruno Moro AnaCoordinador Cristina Nogueira Residente y Humanitario del Teófilo Monteiro Sistema de Naciones Unidas Representantes de país - OPS/OMS Silvia Rucks Praveen Agrawal Directora de país - PNUD Representante de país - PMA Rafael Zavala Gómez Del Campo Miriam Reyes de Figueroa Representante de país - FAO Representante de país - UNICEF Ana Cristina Nogueira Programa Conjunto Ventana de Infancia SeguriTeófilo Monteiro dadRepresentantes Alimentaria y Nutrición de país - OPS/OMS Diego Molina Responsable temático -FAO Praveen Agrawal Representante de país - PMA Rosalba Hernández Responsable temático - OPS/OMS Miriam Reyes de Figueroa Representante de país - UNICEF Danny Daniel Herrán Responsable temáticoVentana - PNUD de Infancia SePrograma Conjunto guridad Alimentaria y Nutrición Puntos DiegoFocales Molina de las Agencias para el Programa Conjunto Responsable temático -FAO FAO Rosalba Hernández Luis Fernando Amaya Responsable temático - OPS/OMS Oscar Castro Danny Daniel Herrán OPS/OMS Responsable temático - PNUD Teófilo Monteiro Rolando Figueroa José Milton Guzmán Jovana Ocampo ISBN: 978-958-57341-4-2
PMA Manuela Ángel Riaz Lodhi Fernando Sánchez Prada PNUD Fernando Herrera Araújo Paula Montes Jaramillo Puntos Focales de las Agencias para el UNICEF Programa Luz ÁngelaConjunto Artunduaga Clemencia Gómez FAO Luis Fernando Amaya Unidad de Coordinación Oscar Castro Beatriz Arismendi Ríos Coordinadora del Programa Conjunto OPS/OMS Ingrid Rusinque Osorio Teófilo Monteiro Consultora para el proceso de transferencia y Rolando Figueroa cierre del Programa Conjunto. José Milton Guzmán Agradecimientos Jovana Ocampo Autoridades gubernamentales, étnico-territoPMAasí como representantes de la población riales, Manuela Ángel afrocolombiana e indígena del departamento de Riaz Lodhi Chocó. Fernando Sánchez Prada Esta publicación fue realizada gracias al apoyo fiPNUDdel Fondo para el Logro de los Objetivos nanciero Herrera Araújo delFernando Milenio, en el marco del Programa Conjunto Paula Montes Jaramillo - Las comunidades indígenas y afrocolombianas del Chocó promueven su seguridad alimentaria y UNICEF Ventana de Infancia y Seguridad Alinutricional. Luz Ángela Artunduaga mentaria y Nutricional. Clemencia Gómez Agradecimiento especial a la Agencia EspañoUnidad de Coordinación la de Cooperación para el Desarrollo sin cuyo Beatriz Arismendi Ríos sido posible llevar a apoyo decidido no hubiera Coordinadora del Programa Conjunto cabo todas las actividades realizadas por el Programa Conjunto Ingrid Rusinque Osorio el proceso de transferencia LasConsultora opiniones para reflejadas en esta publicación noy cierre del necesariamente Programa Conjunto. representan las opiniones del Fondo para el Logro de los Objetivos del Milenio. Equipo técnico para la elaboración del docu-
mento Diego Molina Restrepo Responsable temático - FAO Danny Daniel Herrán Experto en fortalecimiento organizativo e institucional - Programa Conjunto Ingrid Villamil Correales Nutricionista -Programa Conjunto Equipo técnico para la elaboración del documento Juan Carlos Guayacán Agradecimientos Técnico en Nutrición Comunitaria -Programa Conjunto Diego Molina Restrepo Autoridades gubernamentales, étniResponsable temático - FAO Santiago Mazo co-territoriales, así como representanConsultor Seguridad Alimentaria tes de Nacional la población afrocolombiana e y Nutricional - FAO Danny Daniel Herrán indígena del departamento de Chocó. Experto en fortalecimiento organizativo e Wladimir Mosquera Palacios institucional - Programa Conjunto Ingeniero ambientalfue - equipo técnico Unión Esta publicación realizada gracias al Temporal apoyo financiero del Fondo para el Logro Ingrid Villamil Correales Construcción del del documento de los Objetivos Milenio, en el marco Nutricionista -Programa Conjunto Ingrid Portilla del Cañas Programa Conjunto - Las comuniProfesional de M&Ey- afrocolombianas Programa Conjunto dades indígenas del Juan Carlos Guayacán Chocó promueven su seguridad alimenTécnico en Nutrición Comunitaria -Programa Conjunto Esther tariaNarváez y nutricional. Ventana de Infancia y Edición y corrección de estilo Seguridad Alimentaria y Nutricional. Santiago Mazo Consultor Nacional Seguridad Alimentaria y María Cristina Gaviria Agradecimiento especial a la Agencia Nutricional - FAO Jessica Torres Española de Cooperación para el DeDiseño y diagramación sarrollo sin cuyo apoyo decidido no huWladimir Mosquera Palacios biera sido posible llevar a cabo todas Ingeniero ambiental - equipo técnico Unión Temporal Inventtio las actividades realizadas por el ProImpresión grama Conjunto Las opiniones reflejadas en esta publicación no representan necesariamente las opiniones del Fondo para el Logro de los Objetivos del Milenio. Fotografías, todos los derechos reservados para El Programa Conjunto.
Construcción del documento Ingrid Cañas Portilla Profesional de M&E - Programa Conjunto Esther Narváez Edición y corrección de estilo María Cristina Gaviria Camilo Hochmuth Diseño y diagramación Inventtio Impresión
Contenido CONTENIDO Introducción 1. Cobertura geográfica 2. Participantes del Programa 3. Metodología 3.1. ÁmbitoI de INTRODUCCIÓN estudio 7 3.2. Población bajo estudio GEOGRÁFICA 9 1 deCOBERTURA 3.3. Proceso recolección, registro, análisis y presentación de resultados 4. Características de las familias del Conjunto DELPrograma PROGRAMA 10 2 PARTICIPANTES 4.1. Composición de los hogares 3 psicosociales METODOLOGÍA 11 4.2. Aspectos 4.3. Características de la vivienda y saneamiento básico 11 3.1. Ámbito de estudio 5. Resultados Población bajo estudio 11 5.1. Valoración3.2. del estado nutricional de niños, niñas y menores de seis años Proceso de recolección, registro, análisis y presentación de resultados 12 5.2. Valoración3.3. del estado nutricional de madres gestantes 5.3. Recuperación de niños y niñas a través de la estrategia -ABC- 4 CARACTERÍSTICAS DE LAS FAMILIAS DEL PROGRAMA CONJUNTO 23 5.4. Incorporación de prácticas saludables “Uno de los propósitos del Programa Conjunto como respuesta al problema la desnutrición” 4.1. de Composición de los hogares 23 5.4.1. Disminución en la Incidencia de Episodios de Diarrea en niños y niñas durante los últimos 15 4.2. Aspectos psicosociales 25 días previos al tamizaje nutricional 4.3. Características de la vivienda y saneamiento básico 27 5.4.2. Entornos Saludables 5.5. Componente de producción para el Autoconsumo 31 5 RESULTADOS 5.5.1. Evaluación de la Seguridad Alimentaria en las Familias del Programa Conjunto Valoracióndedel estado nutricional de niños, niñas y menores de seis años 31 5.1.y consumo 5.5.2. Adquisición alimentos delenestado gestantes 36 5.2. 5.6. Prácticas de Valoración alimentación niños nutricional y niñas de de 0 amadres 23 meses de edad 5.7. Prevalencias anemia de niños y niñas a través de la estrategia -ABC- 38 5.3.deRecuperación 5.8. Fortalecimiento Incorporación organizativo e de institucional prácticas saludables “Uno de los propósitos del Pro5.4. 6. Conclusiones grama Conjunto como respuesta al problema de la desnutrición” 40 BIBLIOGRAFÍA 5.4.1. Disminución en la Incidencia de Episodios de Diarrea en niños y niñas durante los últimos 15 días previos al tamizaje nutricional 40 5.4.2. Entornos Saludables 42 5.5. Componente de producción para el Autoconsumo 5.5.1. Evaluación de la Seguridad Alimentaria en las Familias del Programa Conjunto 5.5.2. Adquisición y consumo de alimentos
46 46 49
5.6. Prácticas de alimentación en niños y niñas de 0 a 23 meses de edad 5.7. Prevalencias de anemia
62
5.8. Fortalecimiento organizativo e institucional
69
6
CONCLUSIONES
71
B
BIBLIOGRAFÍA
72
66
ÍNDICE TABLAS Índice deDE tablas Tabla 1. Población participante Tabla 2. Instrumentos diseñados de acuerdo con las estrategias del Programa Conjunto Tabla 3. Profesionales en cargados de la coordinación y recolección de información Tabla 4. Jefatura femenina por municipios del Programa Conjunto Tabla 5.1.Principales necesidades de las familias TABLA 11. TABLA TABLA 18. Tabla 6. Casos de violencia intrafamiliar en los hogares Programa Conjunto Distribución absoluta y porcenPoblación participante PAG 10 Almacenamiento de agua en Tabla 7. Sistemas para la disposición de excretas tual del indicador de peso para los hogares del Programa ConTABLA 2. Tabla 8. Uso del sanitario la talla en niños y niñas meno- junto PAG 43 Instrumentos de Tabla 9. Acceso diseñados a servicios básicos domiciliarios res de seis años, evaluados en TABLA 19. acuerdo con las estrategias del Tabla 10. Distribución absoluta y porcentual de tamizaje la desnutrición global en niños y niñas menores de la línea base, 2 y tamiPrograma Conjunto PAG 16 Familias con soluciones de agua seis años evaluados en la línea base, como el segundo ydel tercer tamizaje zajeasí 3 en las en comunidades municipio PAG 44 TABLA 3. Distribución absoluta y Programa Tabla 11. porcentualConjunto del indicador de peso segura para lapor talla en niños y niñas PAG 33 menores de seis años, evaluados en la línea base, tamizaje 2 y tamizaje 3 20. en las comunidades del TABLA Profesionales encargados de la TABLA 12. Programa Conjunto coordinación y recolección de Comparación de las prevalenComparación de los indicadoTabla 12. Comparación de los indicadores de desnutrición con el nivelcias nacional, departamental y área información PAG 21 de inseguridad alimentares de desnutrición con el nivel del proyecto ria: Colombia, Chocó y área del TABLA 4. nacional, área Tabla 13. Prevalencias de bajo peso para la departamental edad por grupoyétnico Programa PAG 48 Jefatura femenina por muni- del proyecto PAG 34 Tabla 14. Prevalencias de bajo peso para la talla, por grupo étnico TABLA 21. cipios del Programa Conjunto TABLA 13. Tabla 15. Distribución absoluta y porcentual de la clasificación del Índice de Masa Corporal en las PAG 24 Comportamiento general de la gestantes evaluadas durante la línea base y el de segundo y tercer Prevalencias bajo peso para tamizaje, en las comunidades del adquisición y consumo de ceTABLA 5. Conjunto Programa la edad por grupo étnico PAG 35 reales PAG 50 Principales necesidades de lasy porcentual Tabla 16. Distribución absoluta TABLA 14.de la clasificación del Índice de Masa Corporal en mujeTABLA 22. familias PAG 25 res gestantes evaluadas en los diferentes momentos, según pertenencia étnica Prevalencias de bajo peso para Tabla 17. de los niños y niñas atendidos en la estrategia Comportamiento del -ABCconsumo TABLA 6. Distribución absoluta y porcentual la talla, por grupo étnico PAG 35 tabla 18. de agua en los hogares del Programa Conjunto diario de cereales por grupo étCasos deAlmacenamiento violencia intrafamiliar TABLA 15. Tabla 19. Familias con soluciones de agua segura por municipio nico PAG 51 en los hogares Programa ConDistribución y porcenTabla PAG 20. Comparación de las prevalencias deabsoluta inseguridad alimentaria: Colombia, Chocó y área del TABLA 23. junto 26 tual de la clasificación del ÍnPrograma Comportamiento general de la TABLA 7. Masa Corporal en las Tabla 21. Comportamiento generaldice de lade adquisición y consumo de cereales adquisición y consumo de raíSistemas para la disposición gestantes durante la étnico Tabla 22. Comportamiento deldeconsumo diarioevaluadas de cereales por grupo ces PAG 52 excretas 28 y el segundo y tercer Tabla 23.PAG Comportamiento generallínea de labase adquisición y consumo de raíces tamizaje, endelas comunidades TABLA 8. Comportamiento del consumo Tabla 24. diario raíces, tubérculos yTABLA plátano24. por grupo étnico Comportamiento del consumo Conjunto PAG 37 Tabladel 25.sanitario Comportamiento de Programa la adquisición y consumo de verduras y hortalizas Uso PAG 29 generaldel diario de raíces, Tabla 26. Comportamiento del consumo por grupo étnico tubérculos y TABLAdiario 16. de hortalizas y verduras TABLA 9. plátano por grupo étnico PAG 53 Tabla 27. Comportamiento general de la adquisición y consumo de frutas Acceso a servicios básicos do- Distribución absoluta y porcenTabla 28. Comportamiento del consumo de frutas por TABLA 25. tual dediario la clasificación del grupo Índice étnico miciliarios PAG 29 Tabla 29. Comportamiento generalde de Masa la adquisición consumo de carnes Comportamiento general de la Corporaly en mujeres TABLA 10.Comportamiento del consumo diario de carnes por grupo étnico Tabla 30. gestantes evaluadas en los di- adquisición y consumo de verTabla 31. Comportamiento generalferentes de la adquisición desegún leguminosas Distribución absoluta y porcenmomentos, per- duras y hortalizas PAG 54 Tablade 32.laComportamiento del consumo diario de leguminosas secas por grupo étnico tual desnutrición global tenencia étnica PAG 38 TABLA 26. Tabla 33. Distribución de niños en niños y niñas menores dey niñas por edad y sexo, según el último mes que recibieron lactancia TABLA 17. Comportamiento del consumo materna seis añosexclusiva. evaluados en la línea y verduras absoluta porcentual Tabla 34. Comparación de la prevalencia de anemia eny niños y niñasdiario de 6 ade 59hortalizas meses, con respecto base, así como en el segundo y Distribución por grupo étnico PAG 55 de los niños y niñas atendidos en al paístamizaje y al departamento tercer PAG 32 del Chocó la estrategia -ABCPAG 39 Tabla 35. Frecuencia de los datos según valores de hemoglobina
ÍNDICE DE GRÁFICAS
Índice de gráficas Gráfica 1. Media de edad en jefatura de hogar Gráfica 12. Gráfica 1. TABLA 27. Gráfica 2. Número de integrantes por hogar de acuerdo con la ubicación geográfica de edad en jefatura de Distribución porcentual por Comportamiento la Media Gráfica 3. Nivel degeneral ingresode familiar mensual etnia de los casos de diarrea en PAG 24 adquisición y consumo de fru-de hogar Gráfica 4. Nivel de escolaridad jefes de hogar niños y niñas menores de seis tas PAG5.56Fuentes de agua para elGráfica 2. familiar Gráfica consumo años, evaluados en los tres moTABLA Gráfica 28. 6. Materiales utilizados para el piso de viviendas por mentos de medición v PAG 41 Número delasintegrantes Gráfica 7. Materiales el techo de las viviendas hogar de acuerdo con la ubicaComportamiento del utilizados consumopara Gráfica 13. Gráfica Materiales utilizados la construcción de las ción geográfica PAG 25 paredes diario de8.frutas por grupo étnicopara Tratamiento de agua antes de Gráfica PAG 57 9. Combustible para cocinar Gráfica 3. consumopor enel losPrograma, tres momenGráfica 29. 10. Comparación de episodios de diarrea en niños y niñas su atendidos de TABLA Nivel de ingreso familiar men- tos de evaluación PAG 42 acuerdo con los diferentes momentos de medición Comportamiento general de la sual PAG 26 Gráfica 14. Gráfica 11. Distribución porcentual de los casos de diarrea en niños y niñas menores de seis años por adquisición y consumo de car- Gráfica 4. municipio, según los tres momentos de la medición Proporción de familias del Progranes PAG 58 de escolaridad dede jefes de en Gráfica 12. Distribución porcentual Nivel por etnia de los casos diarrea niños y niñas menores seis ma Conjunto que accedendeinstaTABLA 30. hogardePAG 27 años, evaluados en los tres momentos medición laciones de agua segura PAG 44 Comportamiento del consumo Gráfica 13. Tratamiento de agua antes de su de evaluación Gráfica 5. consumo en los tres momentos Gráfica 15. diario carnes por grupo étni- del Gráficade14. Proporción de familias Programa Conjunto que acceden instalaciones de agua segura Fuentes de agua para el consu- Tratamiento de basuras PAG 45 co PAG 15. 59 Tratamiento de basurasmo familiar PAG 28 Gráfica Gráfica 16. Conjunto Gráfica 31. 16. Prevalencias de inseguridad alimentaria en las familias del Programa TABLA Gráfica 6. Gráfica 17. Prevalencias de inseguridad alimentaria por grupo étnico Prevalencias de inseguridad Comportamiento general de Materiales utilizados para el alimentaria las familias del Gráfica 18. Distribución porcentual de la frecuencia mínima de comidas a niños en y niñas por grupos la adquisición de leguminosas piso de las viviendas PAG 29 Programa Conjunto PAG 47 de edad PAG 60 7. Gráfica 19. Distribución porcentualGráfica de la frecuencia mínima de comidas en niños Gráfica 17. y niñas por etnia TABLA 32. Gráfica 20. Distribución porcentual Materiales del uso del biberón parapara la alimentación de niños y niñas por grupo utilizados el Prevalencias de inseguridad aliComportamiento de edad y etnia del consumo techo de las viviendas PAG 30 mentaria por grupo étnico PAG 48 diario Gráficade 21. leguminosas Prevalencia desecas anemiaGráfica en niños por grupo de edad y sexo. 8. y niñas de 6 a 99 meses Gráfica 18. por grupo étnico PAG 61 Materiales utilizados para la Distribución porcentual de la TABLA 33.ilustraciones Índice de construcción de las paredes frecuencia mínima de comidas Ilustración Ubicación Programa Conjunto Distribución1. de niños ygeográfica niñas PAG 30 a niños y niñas por grupos de Ilustración Sistema de el seguimiento y evaluación del Programa Conjunto por edad y2.sexo, según últiGráfica 9. edad PAG 64 mo mes que recibieron lactanCombustible para cocinar PAG 30 Gráfica 19. cia materna exclusiva. PAG 63 TABLA 34. Comparación de la prevalencia de anemia en niños y niñas de 6 a 59 meses, con respecto al país y al departamento del Chocó PAG 67 TABLA 35. Frecuencia de los datos según valores de hemoglobina PAG 67
Gráfica 10.
Comparación de episodios de diarrea en niños y niñas atendidos por el Programa, de acuerdo con los diferentes momentos de medición PAG 40 Gráfica 11. Distribución porcentual de los casos de diarrea en niños y niñas menores de seis años por municipio, según los tres momentos de la medición PAG 41
Distribución porcentual de la frecuencia mínima de comidas en niños y niñas por etnia PAG 65 Gráfica 20.
Distribución porcentual del uso del biberón para la alimentación de niños y niñas por grupo de edad y etnia PAG 66 Gráfica 21. Prevalencia de anemia en niños y niñas de 6 a 99 meses por grupo de edad y sexo. PAG 68
I 1. Cobertura geográfica INTRODUCCIÓN
El Programa Conjunto “Las Comunidades Indígenas y Afrocolombianas del Chocó promueven su Seguridad Alimentaria y Nutricional” realiza su intervención en nueve municipios del Departamento del Chocó, donde las cinco Agencias del Sistema de Naciones Unidas -SNU-, articuladas con entidades de Gobierno, organizaciones étnico-territoriales y comunidades, buscan “mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de comunidades indígenas y afrocolombianas seleccionadas en el Departamento del Chocó, con acciones integrales dirigidas a niños y niñas hasta de cinco años de edad1, con énfasis en menores de dos años, mujeres gestantes y madres en lactancia promoviendo el respeto, protección y garantía de los derechos sociales, culturales y económicos en especial el derecho a la alimentación”2. Desde su etapa de diseño, el Programa Conjunto propuso la creación de un Sistema de Seguimiento y Evaluación -S&E- “con acciones periódicas y sistemáticas para establecer el avance y calidad de los resultados durante y después de la ejecución”. Atendiendo a este propósito fue necesario establecer la situación inicial en tanto Línea de Base para cada uno de los componentes, de forma que a partir del seguimiento con las mediciones intermedia y final, se pudieran medir los logros, resultados e impactos generados a través de la implementación 1 En la planeación del Programa Conjunto se proyectó la intervención con niños y niñas menores de cinco años, sin embargo debido a las condiciones del territorio y las necesidades apremiantes de la población, se decidió ampliar la población sujeto para llegar a niños y niñas menores de 6 años. Para efectos de esta publicación, los apartes que hacen referencia a la población sujeto de niños y niñas, están ajustados hasta la edad de seis años. 2 Documento del Programa Conjunto: Ventana de Infancia, Seguridad Alimentaria y Nutrición.
9
de las estrategias. Así mismo, los resultados y conclusiones del análisis en sus diferentes momentos, apoyan la planeación y gestión de las estrategias del Programa. Este ejercicio que contrasta la información inicial, intermedia y final, hace posible describir los resultados logrados con la intervención, los cuales son evaluados a través de indicadores formulados en la planeación del Programa. En este sentido el componente de S&E se constituye en una herramienta de análisis de vital importancia para que el Programa Conjunto pueda objetivamente dar cuenta de los resultados e impactos alcanzados. Por lo anterior, el objetivo de esta publicación es presentar una descripción general de los resultados obtenidos a partir de la medición inicial, intermedia y final de los indicadores y variables clave, lo cual ha desencadenado un análisis acerca de los factores determinantes para la Seguridad Alimentaria y Nutricional en los municipios y comunidades priorizadas, con énfasis poblacional en niños, niñas y madres gestantes y lactantes, que resalta los cambios logrados a partir de la creación e implementación del Modelo de Seguridad Alimentaria y Nutricional con Pertinencia Étnica. Este documento consigna tanto los objetivos y ámbitos del estudio; la metodología y los instrumentos utilizados para el levantamiento y análisis de la información; los aspectos generales de las familias participantes, así como los resultados finales de la comparación de la medición de variables en los tres momentos. Al final del documento se exponen algunas conclusiones y recomendaciones en torno al ejercicio de levantamiento de línea de base, el seguimiento y la medición final.
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1 1. Cobertura geográfica COBERTURA GEOGRÁFICA
“El Programa Conjunto trabaja en dos zonas geográficamente diferenciadas del departamento del Chocó. La primera zona comprende la cuenca hidrográfica del Río San Juan en el sur del departamento y está conformada por los municipios de Medio San Juan, Tadó, Litoral del San Juan, Sipí, Nóvita e Istmina. La segunda zona de carretera entre Quibdó, Carmen de Atrato y Medellín, comprende los municipios de Quibdó, Río Quito y El Carmen de Atrato”3.
Ilustración 1. Ubicación geográfica Programa Conjunto
MUNICIPIOS
2
1
3 4
7
5
1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
Quibdó Río Quito Carmen de Atrato Tadó Medio San Juan Nóvita Itsmina Sipí Litoral del San Juan
6 8 9
3 (Documento del Programa Conjunto Colombia -Ventana de Infancia, Seguridad Alimentaria y Nutricional “Las comunidades indígenas y afrocolombianas del Chocó promueven su seguridad alimentaria y nutricional”, 2009).
11
2 Los participantes focalizados por el Programa, pertenecen a las 58 comunidades indígenas y afrocolombianas de los nueve municipios, que presentan una situación de mayor nivel de exclusión y vulnerabilidad. Las estrategias de intervención están dirigidas a 2.943 familias con acciones particulares para madres gestantes y lactantes y los niños y niñas menores de seis años, como se relaciona en la tabla 1.
PARTICIPANTES DEL PROGRAMA
Tabla 1. Población participante
MUNICIPIO
Comunidades Afro-colombianas
Comunidades indígenas
No. de familias
Madres Niñas Niñas Niños gestantes y niños y niños y niñas y lactantes menores entre mayores de 2 2y6 de 6 años años años
El Carmen de Atrato
0
6
261
81
60
173
17
Istmina
1
3
250
90
77
147
54
Litoral del San Juan
2
8
400
119
104
234
65
Medio San Juan
3
2
409
184
156
258
70
Nóvita
6
1
208
54
47
125
36
Quibdó
2
3
516
52
29
50
14
Río Quito
4
4
274
111
99
201
66
Sipí
4
1
240
68
55
143
40
Tadó
3
5
385
111
84
217
58
Total general
25
33
2.943
870
711
1548
420
Fuente: Sistema de S&E del Programa Conjunto, Enero 31 de 2013.
12
3 1. Cobertura geográfica METODOLOGÍA
3.1. Ámbito de Estudio El levantamiento de información sobre el estado inicial de cada uno de los componentes y su seguimiento, se realiza dentro del área definida para la ejecución del Programa Conjunto, que como ya se mencionó está conformada por nueve municipios que aglutinan a 58 comunidades, donde habitan 35 comunidades indígenas y 23 comunidades afrocolombianas.
3.2. Población bajo estudio •
Familias: Con presencia de madres gestantes y lactantes y niños y niñas menores de 6 años, ubicadas en el ámbito de intervención del Programa. A esta población se le toma información sobre entornos saludables y variables agroalimentarias.
•
Madres gestantes: Mujeres en periodo de gestación ubicadas dentro de la cobertura del Programa. A este tipo de población se realiza tamizaje nutricional.
•
Niños y niñas: Niños y niñas menores de seis años, ubicados en el área de intervención del Programa. Esta población es sujeto de información sobre tamizaje nutricional, prevalencia de enfermedad diarreica aguda, prevalencia de anemia y variación dietaria.
13
3.3. Proceso de recolección, registro, análisis y presentación de resultados El sistema de S&E del Programa, se propone tres pasos para realizar la recolección de información pertinente con los objetivos e indicadores clave de la intervención. Estos pasos se relacionan con: (i) Revisión de los componentes y estrategias del Programa; (ii) Revisión de las variables e indicadores y; (iii) Definición de instrumentos y elaboración de instructivos. A su vez el sistema plantea las siguientes etapas para la definición de los parámetros de recolección, registro, análisis y presentación de resultados de cada uno de los componentes que hacen parte integral del Modelo SAN con Pertinencia Étnica. A Revisión de los componentes y estrategias del Programa Durante este paso metodológico se revisó la finalidad de cada uno de los componentes del Programa, así como cada una de sus estrategias de intervención, con el fin de clarificar el enfoque para la recolección de información, que es la base para definir variables, indicadores e instrumentos durante el proceso de levantamiento de datos. Los grandes focos temáticos definidos para la recolección de información, fueron: (i) Entornos saludables; (ii) Producción para el autoconsumo y; (iv) Salud y nutrición, lo cuales guardan total coherencia con los componentes del Modelo de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Modelo de Seguridad Alimentaria y Nutricional con pertinencia étnica La finalidad del Modelo SAN, es crear territorios que sean protectores y favorecedores del desarrollo integral y que contribuyan al mejoramiento de las condiciones nutricionales de niños y niñas menores de seis años de edad, así como de mujeres gestantes y madres lactantes de las
14
comunidades indígenas y afrocolombianas. Así, el Modelo de Seguridad Alimentaria y Nutricional contempla de una manera integral y articulada los siguientes componentes:
permitiendo a las familias vincular su oferta de productos a la red local de mercados.
Salud y nutrición
Este componente se desarrolla como soporte a las intervenciones de los otros componentes y se centra en el desarrollo de capacidades para lograr la seguridad alimentaria y nutricional en los ámbitos organizativo, institucional y comunitario, de manera que se fomente la implementación y la sostenibilidad del Modelo de Seguridad Alimentaria y Nutricional, incidiendo en las políticas públicas de todos los niveles territoriales.
Este componente busca reducir la morbi-mortalidad por desnutrición en niños y niñas menores de seis años con especial énfasis en los menores de dos años de edad, mejorar la salud y la nutrición materna y mejorar el saneamiento básico y la calidad del agua4. Los esfuerzos de este componente se centran en el desarrollo de las siguientes estrategias: (i) Incorporación y apropiación de las 13 prácticas clave; (ii) Estrategia de recuperación nutricional basada en comunidad -ABC-; (iii) Complementación alimentaria; (iv) Diagnóstico y tratamiento de la anemia y suplementación con micronutrientes; (v) Educación nutricional e; (vi) Incorporación de tecnologías acordes al contexto, para mejorar la calidad del agua. Producción para el autoconsumo El objetivo de este componente es facilitar a las familias el acceso a mejores alimentos, favoreciendo su producción local e incorporando otros que contribuyan a mejorar la dieta. Se impulsó a través de la producción hortícola, pecuaria, el fortalecimiento de parcelas de pancoger y la construcción de viveros para la propagación y recuperación de semillas. Así mismo promueve la recuperación de los saberes de las comunidades en cuanto a las técnicas de cultivo y de preparación de alimentos, a través del acompañamiento técnico sumado a la estrategia de educación nutricional. Como un valor agregado, este componente apoya iniciativas para la generación de ingresos, 4 (Documento de sistematización del Modelo de Seguridad Alimentaria y Nutricional con Pertinencia Étnica, “Trabajo conjunto, es lo que merece la comunidad”, 2013).
Fortalecimiento organizativo e institucional
B. Revisión de las variables e indicadores: Indicadores clave del Programa Conjunto El documento macro del Programa Conjunto anota que “el sistema de información para la vigilancia y la evaluación, comprenderá acciones permanentes y sistemáticas para establecer el avance y la calidad de los resultados durante y después de la ejecución”5. De acuerdo con el criterio anterior, el sistema de S&E del Programa se diseña a partir de la formulación de los indicadores, guardando los principios de suficiencia y coherencia con la lógica de la intervención. Es así como el Programa Conjunto define 46 indicadores organizados en tres niveles de jerarquía, que son: impacto (16), resultado (27) y gestión (3). Para la elaboración de este documento se priorizaron los indicadores llamados “indicadores clave” por su directa relación con el objetivo principal del Programa Conjunto, sin restarle importancia a los relativos al componente de fortalecimiento institucional, los cuales son un soporte primordial para lograr los cambios propuestos por cada uno de los componentes.
5 (Documento del Programa Conjunto Colombia -Ventana de Infancia, Seguridad Alimentaria y Nutrición “Las comunidades indígenas y afrocolombianas del Chocó promueven su seguridad alimentaria y nutricional”, 2009).
15
Indicadores clave
Estrategia de prácticas saludables
Componente de salud y nutrición
Este grupo de indicadores mide cambios en los hábitos relacionados con el cuidado del entorno, de la vivienda y la higiene personal, asociados con los indicadores que registran el mejoramiento de la nutrición en niños, niñas y madres gestantes. Además estos indicadores están relacionados directamente con la disminución de los episodios de diarrea, lo cual repercute en la disminución de la desnutrición en niños y niñas. Los principales indicadores son:
Este grupo de indicadores es de gran importancia al permitir evidenciar los impactos, reflejados sobre la salud y nutrición de niños, niñas y madres gestantes, principal objetivo del Programa. Estos son: •
Prevalencia de bajo peso para la edad.
•
Prevalencia de bajo peso para la talla.
•
Prevalencia de bajo peso en mujeres gestantes.
•
Prevalencia de exceso de peso en mujeres gestantes.
•
Porcentaje de niñas y niños recuperados con la estrategia ABC.
•
Prevalencia de episodios de enfermedad diarreica aguda -EDA.
•
Porcentaje de niños y niñas entre 0 y 6 meses, recibiendo lactancia materna exclusiva.
•
Prevalencia de anemia en niños y niñas menores de seis años.
Componente de producción para el autoconsumo En este componente se priorizan indicadores que están relacionados con la adquisición y consumo de alimentos, lo cual tiene un impacto fundamental en la prevalencia de la seguridad alimentaria de las familias. La atención y valoración de estos indicadores no solo permite evidenciar y mejorar la seguridad alimentaria en las familias, sino que también permite hacer seguimiento al consumo de una dieta adecuada para lograr la disminución de la prevalencia de anemia en niños y niñas. Los principales indicadores son: •
Prevalencia de inseguridad alimentaria severa en las familias participantes.
•
Una estrategia agroalimentaria, con pertinencia étnico-territorial, concertada y en implementación.
•
Prácticas alimentarias en niños y niñas menores de dos años.
16
•
Porcentaje de familias que implementan las 13 prácticas clave integradas.
•
Porcentaje de familias beneficiadas con el suministro de equipos e instalaciones para el abastecimiento de agua.
•
Porcentaje de familias que utilizan algún tipo de tratamiento para el agua, antes de consumirla.
•
Porcentaje de familias que hacen manejo adecuado de basuras.
Fortalecimiento organizativo e institucional Las acciones y avances de estos indicadores constituyen un apoyo transversal para los demás componentes, debido a que el fortalecimiento de capacidades por parte de los diferentes actores, representa una herramienta de empoderamiento que permite la implementación e incorporación de las diferentes prácticas, así como la exigencia del derecho de la alimentación y la nutrición. Los indicadores que contempla son: •
Número de espacios socio-culturales -ferias, encuentros y otros-, promovidos para el intercambio de experiencias y saberes.
•
Número de espacios institucionales reactivados y fortalecidos para la toma decisiones en línea con la seguridad alimentaria y nutricional -SAN.
•
Número de espacios para el fortalecimiento de capacidades en seguridad alimentaria y nutricional -SAN.
17
Número de espacios socio-culturales -ferias, encuentros y otros-, promovidos para el intercambio de experiencias y saberes
Prevalencia de inseguridad alimentaria severa en las familias participantes.
Prevalencia de bajo peso para la edad.
Una estrategia agroalimentaria, con pertinencia étnico-territorial, Prevalencia de bajo peso concertada y en implementación. en mujeres gestantes. Número de espacios insPrácticas alimentarias en niños y titucionales reactivados y Prevalencia de exceso niñas menores de dos años. fortalecidos para la toma de peso en mujeres decisiones en línea con gestantes. Estrategia de prácticas la seguridad alimentaria y saludables Porcentaje de niños renutricional -SAN. cuperados en la estratePorcentaje de familias que Número de espacios para gia ABC. implementan las 13 prácticas el fortalecimiento de caclave integradas. Prevalencia de episodios pacidades en seguridad de enfermedad diarreica alimentaria y nutricional Porcentaje de familias beneaguda- EDA. ficiadas con el suministro de -SAN. equipos e instalaciones para el Porcentaje de niños y abastecimiento de agua. niñas entre 0 y 6 meses, recibiendo lactancia mater- Porcentaje de familias que utilizan algún tipo de tratamiento para el na exclusiva. agua, antes de consumirla. Prevalencia de anemia en niños y niñas meno- Porcentaje de familias que hacen manejo adecuado de basuras. res de 6 años.
Prevalencia de bajo peso para la talla.
Fortalecimiento organizativo e institucional
Componente de producción para el autoconsumo
INDICADORES TRANSVERSALES
Componente de salud y nutrición
INDICADORES CLAVE
Ilustración 2. Sistema de seguimiento y evaluación del Programa Conjunto.
3. Medición final. Es la recolección de información final aportada por todos los componentes del Programa, con la cual es posible hacer una evaluación sobre el alcance y los impactos obtenidos por el Programa en el ámbito de la intervención.
2. Medición intermedia. Esta valoración, fruto del seguimiento a la Línea de Base, permite hacer análisis comparativos, los cuales representan un insumo valioso para realizar ajustes durante la planeación, la toma de decisiones y la socialización de avances en los impactos y resultados del Programa Conjunto.
1. Levantamiento de Línea de Base. Este instrumento permite la valoración del estado inicial de los participantes del Programa que, con el seguimiento a la implementación de todos los componentes, facilita establecer los avances e impactos logrados, a través de las mediciones inicial, intermedia y final.
Para evaluar el estado inicial, los avances y los resultados finales en los indicadores, se contempla el levantamiento de información en tres momentos: (1) Levantamiento de Línea de Base; (2) Medición intermedia y; (3) Medición final.
C. Definición de instrumentos y elaboración de instructivos Definidos los focos y las estrategias objeto de la recolección de información, se realiza la construcción de los instrumentos como se muestra en la tabla 2.
Tabla 2. Instrumentos diseñados de acuerdo con las estrategias del Programa Conjunto Estrategia
Instrumento
Instrumento de caracterización y seguimiento de Línea de Base - Entornos Saludables. Entornos Saludables
Componente de producción para el Autoconsumo
Esta encuesta se estructura partir de siete componentes: (i) Datos generales; (ii) Miembros de la familia; (iii) Aspectos psicosociales; (iv) Condiciones de vivienda; (v) Servicios públicos y saneamiento básico; (vi) Situación de salud y; (vii) Agua apta para el consumo humano. Las variables de este instrumento se basan en los criterios de entornos saludables de la Organización Panamericana de Salud -OPS-. Instrumento de caracterización, Línea de Base y seguimiento -Componente de producción para el autoconsumo. La encuesta se estructura a partir de cuatro componentes: (i) Identificación e información básica de la familia; (ii) Adquisición y consumo de alimentos; (iii) Costumbres productivas y; (iv) Medición de la escala de seguridad alimentaria basada en la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria -ELCSA. Toma de medidas antropométricas de peso y talla en niños y niñas menores de seis años y en madres gestantes, utilizando dos planillas diferentes:
Toma Tamizaje Nutricional
Toma de Hemoglobina
Variación Dietaria
18
• Formato para la recolección de datos antropométricos de los niños y las niñas participantes en el Programa Conjunto. Adicionalmente se indaga acerca de los episodios de diarrea. • Formato para la recolección de datos antropométricos de madres gestantes. Formato para la recolección de datos sobre desparasitación, toma de muestra de hemoglobina y suplementación con micronutrientes en polvo. Realizado en niños y niñas de seis meses y hasta los seis años. Formato de variación dietaria en niños y niñas de 0 a 23 meses de edad - Línea de Base, Enfoque de comunicación, educación nutricional y salud. Este formato consta de tres módulos: (i) Identificación e información básica de la niña o del niño; (ii) Lactancia materna y; (iii) Hábitos de consumo.
D. Definición de la población objeto de la medición Universo “La población universo es el conjunto de unidades de análisis que satisfacen una necesidad común y en las que interesa analizar una o varias características”6. En términos generales la población universo para el levantamiento y seguimiento de la información del Programa la constituyen las 2.943 familias ubicadas en las 58 comunidades de los nueve municipios focalizados por el Programa. Muestra “Es una parte o el subconjunto de las unidades de análisis de una población dada, destinado a suministrar información sobre la población universo”7. Con el fin de alcanzar conclusiones válidas para el universo, se realizó un muestreo de la población objeto de estudio cumpliendo con los criterios estadísticos de representatividad y nivel de confiabilidad en las estrategias de: entornos saludables, componente de producción para el autoconsumo, variación dietaria y segundo y tercer tamizaje nutricional. A continuación se presentan las características de cada estrategia: Entornos Saludables Para esta estrategia se toma como población universo a las 2.943 familias planeadas para la intervención del Programa. La encuesta fue aplicada a los jefes de hogar con niños y niñas menores de seis años. La muestra para la Línea de Base correspondió a 629 familias, de las cuales el 57,39% son hogares indígenas, el 42,61% son afrocolombianos. El 63,75% de las personas encuestadas son hombres. En el seguimiento de Línea de Base, la muestra estuvo constituida por 683 familias de las cuales el 56,37% son hogares indígenas y el 50,37% 6 Estadística básica, probabilidad, Dante, López, Spagni &Roldan, Pág. 12. 7 Estadística básica, probabilidad, Dante, López, spagni &Roldan, Pág. 13.
19
son hombres jefes de hogar. En la tercera medición se tomó información de 715 familias de las cuales un 55,66% son indígenas y un 44,34% son afrocolombianas. Los hombres tienen un representatividad del 61,54% y las mujeres del 38,46%. Componente de producción para el autoconsumo En este componente, la población universo la constituyen las 2.943 familias focalizadas por el Programa Conjunto. La tabla 5 presenta la distribución de esta población para los tres momentos de la medición de Línea de Base. La encuesta de caracterización fue aplicada a los jefes de familia, con una muestra constituida por 649 familias, de las cuales el 56,2% son indígenas y el 64,41% son hombres. En el seguimiento de Línea de Base, la muestra estuvo conformada por 652 familias de las cuales el 56,3% son indígenas y el 67,64% son hombres. Por último, la muestra de la medición final estuvo representada por 661 familias, de las cuales el 60,5% son indígenas, donde se aprecia una mayor representatividad de hombres entre los participantes con el 58,9%. E. Tamizaje Nutricional8 Tamizaje nutricional en niños y niñas menores de seis años Para el primer tamizaje la población universo que se tomó fueron los niños y niñas menores de seis años pertenecientes a las 58 comunidades priorizadas por el Programa. Para este tamizaje se valoraron 2.209 niños y niñas, la mayor representatividad estuvo en los municipios de Litoral del San Juan con 14.49%, Medio San Juan con 13,99%, Tadó con 13.94% y El Carmen de Atrato con 13,04. Por desagregación étnica un 62,2% del total de niños y niñas evaluados son indígenas y el 37,8% restante es población afrocolombiana. Tomando como referencia la misma población de 2.209 personas de la primera medición, en el 8 Los datos registrados en tamizaje nutricional (Niños y Madres Gestantes) están basados en informes de tamizajes. (Mazo, 2011, 2012 y 2013).
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segundo tamizaje se conformó una muestra representativa de 800 niños y niñas, de los cuales se pudo tomar información de 586 niños y niñas menores de seis años. En este sentido, la mayor proporción de niños evaluados proviene de los municipios de Litoral del San Juan con un 15,53%; Medio San Juan con un 13,65% y Rio Quito con un 12,80% de la muestra; así mismo se observa que el 62,5% de los niños son indígenas y el 37,5% pertenecen a población afrocolombiana. Para el tercer tamizaje se conformó una muestra de 1.000 niños y niñas, tomando como base los datos activos de niños y niñas registrados en el Sistema de S&E del Programa, el cual mensualmente era actualizado por los equipos de terreno. En este caso se llegó a una muestra de 774 niños y niñas. Para esta medición los municipios con mayor participación fueron: Tadó con un 15,50%, Medio San Juan con un 15,12% y Litoral del San Juan y Río Quito con una población menor de seis años de 14,6% para cada uno. La niñez indígena estuvo representada con un 59,7% y la niñez afrocolombiana con un 40,3%. Tamizaje nutricional en madres gestantes Para los tres momentos del tamizaje se toma la población universo de las madres gestantes pertenecientes a las comunidades y municipios de intervención del Programa Conjunto. En el primer momento de medición se evaluaron 308 mujeres gestantes de las cuales el 70,8% son indígenas y el 28,9% son afrocolombianas. Los municipios con mayor representatividad son Litoral del San Juan con un 22.1%, Medio San Juan con un 15.3% y Tadó con un 14.3%. En el segundo tamizaje se valoraron 183 mujeres gestantes, con una mayor representatividad en mujeres indígenas 72,1%, en relación con un 27,9% de mujeres afrocolombianas. Los municipios con mayor proporción de madres gestantes también fueron Litoral del San Juan con un
19,13%, Tadó con un 17,49% y Medio San Juan con un 16,39%. En el tercer tamizaje se evaluaron 159 mujeres de las cuales el 34,6% pertenecen a la etnia afrocolombiana y el 65,4% son indígenas. Hemoglobina Para la primera medición se tomó como base el primer tamizaje que abarcó a 2.209 niños y niñas, priorizando a niños y niñas mayores de seis meses. En esta medición se evaluaron 1.607 niños y niñas ubicados en mayor proporción en los municipios de Litoral del San Juan con un 16,74%, Río Quito con un 15,25%, Medio San Juan con un 14,13% y El Carmen de Atrato con un 13,13%. Para realizar la segunda medición se priorizaron a los niños y niñas entre seis meses y ocho años de edad tomando como base la población de 2.209 niños y niñas del primer tamizaje, que junto con niños nuevos ingresados al Programa representó una población de 2.000 niños. La medición de hemoglobina permitió analizar muestras de 1.900 niños y niñas. Por ubicación geográfica, la mayor representatividad fue de Litoral del San Juan con un 16,47%, seguido por Río Quito y Medio San Juan con un 13,63% para cada uno y 13% para Tadó. La distribución étnica fue de 64,11% para indígenas y 35,90% para afrocolombianos. F. Variación dietaria9 Para la toma de información de esta variable, se tienen como base los datos actualizados por los equipos de terreno del Programa Conjunto registrados en el Sistema de S&E. El criterio principal para la muestra fueron los niños y niñas menores de dos años que se encuentren activos en las es9 Para la variación dietaria solo se hizo el levantamiento de información de Línea de Base. En este documento no se registran los datos del seguimiento de Línea de Base por dos razones: no se pudo levantar la información en todos los municipios y el análisis de esta información existente no se realiza por ser recogida al final del programa
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trategias del Programa. Por ubicación geográfica la información registrada sobre los 312 niños y niñas se distribuyó de la siguiente manera: en Litoral del San Juan un 20,8%, en Medio San Juan un 13,1% y un 12,5% en Tadó. La etnia indígena tuvo la mayor representación con un 62,5%, mientras que los afrocolombianos constituyeron un 37,5%. La distribución por sexo correspondió a un 50,64% de niños y un 49,36% de niñas. G. Capacitación del personal Se refiere a las acciones orientadas a los profesionales encargados de la recolección de información en campo, a fin de proveer herramientas para gestionar la obtención de información real y efectiva sobre las características de la población participante del Programa. Al respecto, las temáticas desarrolladas en los distintos momentos de formación y capacitación fueron: (i) La revisión de instrumentos y elaboración de instructivos; (ii) El conocimiento de las funciones del encuestador y; (iii) Las pautas para el adecuado diligenciamiento de encuestas o instrumentos de captura de datos para cada uno de los componentes del Programa. Para los profesionales encargados de coordinar la toma de medidas antropométricas -peso y talla-, se realizaron talleres con el fin de estandarizar las técnicas correctas y familiarizarse con el uso de equipos destinados para tal fin: balanzas, infantómetros, pesabebés, tallímetros, cintas para la toma de la circunferencia media del brazo. Como complemento a la capacitación el equipo pudo realizar algunos ejercicios prácticos con niños y niñas menores de cinco años y mujeres embarazadas. El entrenamiento del personal para la recolección de información en campo estuvo liderado por el coordinador técnico de cada una de las estrategias del Programa, también se contó con el apoyo de la responsable del sistema de S&E del Programa, como se muestra en la tabla 3.
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Tabla 3. Profesionales en cargados de la coordinación y recolección de información ESTRATEGIA
Entornos Saludables
Componente de producción para el Autoconsumo
Tamizaje Nutricional
Toma de Hemoglobina
Variación Dietaria
PERSONAL ENCARGADO DE COORDINACIÓN Y RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN
El diseño de los instrumentos: encuesta e instructivo, estuvo orientado por el ingeniero ambiental del Programa en articulación con la Unidad de S&E y el Profesional de OPS. Personal encargado de recolectar la información: ingenieros ambientales apoyados por trabajadores sociales. El diseño de los instrumentos: encuesta e instructivo, estuvo orientado por el coordinador regional de la FAO Chocó, en articulación con la Unidad de S&E. Personal encargado de recolectar la información: ingenieros agroforestales para la primera y segunda medición. En la tercera medición, las acciones fueron apoyadas por técnicos de cocina y por los enlaces agropecuarios, con la orientación previa de los ingenieros agroforestales. El diseño de los instrumentos: encuesta e instructivo, y el manejo de equipos antropométricos estuvo orientado por los nutricionistas del Programa Conjunto. Personal encargado de realizar las medidas antropométricas: nutricionistas y expertos en vigilancia nutricional, vinculados al Programa Conjunto. El diseño de los instrumentos: encuesta e instructivo, estuvo orientado por la nutricionista del Programa Conjunto en articulación con la Unidad de S&E. Personal encargado de tomar la muestra: profesionales del área de salud vinculados al Programa. El diseño de los instrumentos: encuesta e instructivo, estuvo orientado por la nutricionista del Programa en articulación con la Unidad de S&E. Personal encargado de recolectar la información: técnicos de cocina vinculados a la estrategia de educación nutricional.
H. Recolección de información en campo: aplicación de instrumentos, toma de medidas antropométricas y toma de muestra de hemoglobina En esta etapa los equipos de terreno10; realizaron la recolección de la información correspondiente, de acuerdo a los criterios establecidos para cada
encuesta o planilla de cada una de las estrategias del Programa. En esta etapa, cada profesional encargado de la recolección de información de campo hace una adecuada revisión de la información recolectada para introducir los ajustes necesarios a la información con falencias.
10 Técnicos de cocina, ingenieros agroforestales, ingenieros ambientales, trabajadoras sociales, nutricionistas con el apoyo de los promotores y enlaces agrícolas.
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I. Consolidación, registro y análisis de información
J. Presentación de resultados
Esta etapa se centra en realizar un análisis crítico de los datos obtenidos, bajo los criterios de calidad de la información. Esta acción se realiza con la orientación del profesional de S&E, así como con el apoyo de cada uno de los coordinadores técnicos de las estrategias, antes de hacer entrega de los datos al área de digitación del Programa.
Posterior a la sistematización de la totalidad de la información, se realizan los respectivos informes y el análisis correspondiente para cada componente. Los tipos de informes que tienen como insumo principal la recolección de información de Línea de Base en sus tres momentos, son:11
Teniendo certeza sobre la calidad de los datos, se procede a digitar la información de cada componente en las diferentes bases de datos creadas para tal fin, estableciendo un control periódico de la digitación en cuanto a volumen, coherencia y calidad de los datos. Finalmente para el análisis de la información de las diferentes estrategias, cada coordinador encargado orienta el análisis de los resultados teniendo como insumo las bases de datos y/o tablas de salida suministradas por el Sistema de S&E. El análisis de los avances en cada estrategia permite evaluar la evolución de los indicadores del Programa, constituyéndose en un insumo fundamental para la generación de reportes, que finalmente se presentan en cada uno de los espacios que requieren la información para la planeación o toma de decisiones.
1. Informe ejecutivo: Da cuenta de manera general de todas las actividades y resultados del Programa. Es presentado en el Comité Directivo de País, el Comité de Gestión y el Comité Consultivo Territorial. También se socializa con: entidades del gobierno nacional, gobernación, municipios, entidades étnico-territoriales y comunidades. 2. Informe semestral: Se realiza con base en formato del F-ODM y da cuenta de los resultados en todos los componentes del Programa Conjunto. 3. Matriz de monitoreo y evaluación: Es el instrumento que permite realizar el seguimiento a los 46 indicadores que el Programa ha definido monitorear para medir los avances de proceso, resultado e impacto. 4. Actualización del POA: Se hace de manera trimestral, con información de las bases de datos e información cualitativa suministrada por los responsables de los diferentes componentes.
11 Documento de sistematización del Modelo SAN con pertinencia étnica, Pág. 38.
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4 1. Cobertura geográfica CARACTERIZACIÓN DE LAS FAMILIAS DEL PROGRAMA CONJUNTO
Antes de entrar a analizar los resultados comparativos de las tres mediciones: Línea Base, seguimiento intermedio y medición final, es pertinente dar a conocer las características generales de los hogares vinculados con el Programa. Esta caracterización se realiza con los datos de la estrategia de Entornos saludables, que en su medición final encuestó a 715 hogares. Esta muestra se considera representativa de la población universo, lo cual permite recabar sobre la situación actual de las familias vinculadas al Programa Conjunto.
4.1. Composición de los hogares La jefatura de hogar en las familias sujeto del Programa Conjunto está constituida mayoritariamente por hombres con un 73%, mientras que la proporción de mujeres es menor con un 27%. De las mujeres que ejercen la jefatura del hogar, el 62% pertenecen a la etnia afrocolombiana y el 38% son indígenas. A nivel país, la jefatura femenina de hogares corresponde al 34% de las familias, mientras que en el departamento del Chocó se ubica 5 puntos porcentuales por encima de la media nacional con el 39%12. Geográficamente esta distribución en los municipios de Medio San Juan, Sipí y Tadó presenta un mayor porcentaje de jefatura femenina con el 27,21%, 14,29% y 13,61% respectivamente. Mientras que para El Carmen de Atrato es el 1,36% y en Nóvita es de 6,12%.
12 (ENDS, 2010).
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Tabla 4. Jefatura femenina por municipios del Programa Conjunto Municipio
% jefatura femenina
El Carmen de Atrato
1,36%
Istmina
11,56%
Litoral del San Juan
12,93%
Medio San Juan
27,21%
Nóvita
6,12%
Río Quito
12,93%
Sipí
14,29%
Tadó
13,61%
Pertinencia étnica Las etnias priorizadas para el Programa Conjunto son la afrocolombiana y la indígena, registrando una mayor representación de indígenas con un 56%, mientras que los afrocolombianos representan el 44%. Distribución por pueblo indígena De la población indígena vinculada al Programa, se distinguen los pueblos Embera y Wounaan. ... “en la actualidad en la región del Pacífico habitan los pueblos indígenas Embera, que tienen varios subgrupos debido a las variaciones dialectales y culturales que se dan, entre otras razones por su ubicación territorial. Están los Embera de río conocidos como Dóbida, los Embera de montaña, conocidos como Eyavida, entre los que se encuentran los Katíos y Chamí, y los Eperara Siapidara, que habitan zonas costeras y de río. Los Awá que habitan zonas de piedemonte en Nariño, los Wounaan, que habitan fundamentalmente los cursos medio y bajo del río San Juan, el Docampado en la zona costera del Baudó y pequeños asentamientos en Juradó y Bajo Atrato; los Cuna, en la zona costera del golfo de Urabá”13 13 OREWA, 1996, Pág. 70, citado por (Estudio de género Programa Conjunto, 2011).
26
El trabajo del Programa Conjunto se concentró directamente en los grupos étnicos Embera (Quibdó, Nóvita), Embera Chamí (El Carmen de Atrato), Embera Katío (El Carmen de Atrato, Tadó y Sipí), Embera Dóbida (Río Quito) y Wounnan (Istmina, Medio San Juan, Litoral del San Juan). Todo el pueblo Embera representa el 46%, mientras que el 54% está constituido por el pueblo Wounnan. Promedio de edad de los jefes de hogar La media muestral relacionada con la edad de los jefes de hogar o cuidadores de niños y niñas es de 34,72 años. Los promedios más bajos de edad se encuentran en los municipio de El Carmen de Atrato con 30,10 años, mientras que Istmina y Litoral del San Juan constituyen los niveles más altos de edad con 37,29 y 37,8 años respectivamente. Gráfica 1. Media de edad en jefatura de hogar
Para los afrocolombianos el promedio de edad es de 35,17 años, para el pueblo indígena Wounaan es de 36,9 años, mientras que los Embera tienen la menor media de edad con 31,80 años.
Gráfica 2. Número de integrantes por hogar de acuerdo con la ubicación geográfica
Número de personas que habitan en el hogar La media muestral de personas que habitan por hogar es de 5,68 individuos. Además se reporta que la composición mínima es de 2 y la máxima es de 16. La moda son 5 personas por hogar. Los municipios con mayor número de miembros por hogar son el Carmen de Atrato, Río Quito y Medio San Juan, presentando una media de 7,20, 6,61 y 6,21 personas respectivamente. Los hogares indígenas cuentan con el promedio más alto de personas que viven en el hogar con 6,04, mientras que en los hogares afrocolombianos el promedio es de 5,22. La revisión de los datos por pueblo indígena muestra que los hogares más números son los Embera con el 6,4 miembros de familia.
4.2. Aspectos psicosociales Principales necesidades de los hogares Las principales necesidades que demandan las familias encuestadas son: alimento 33,6%, seguido por vivienda 23,6%, salud con una representación del 18,2% y trabajo con un 16,2%. Las temáticas de educación y seguridad son aspectos que las comunidades reportan como necesidad en una menor proporción.
Tabla 5. Principales necesidades de las familias Principal necesidad del hogar
Necesidad
%
Alimento
33,6
Vivienda
23,6
Salud
18,2
Trabajo
16,2
Educación
6,0
Otra
1,3
Seguridad/tranquilidad
1,1
Total
100,0
27
Comparando los tres momentos de medición de Línea de Base, las principales necesidades percibidas por las personas encuestadas reflejan una considerable evolución. Las necesidades en salud tuvieron una disminución de 20,49 puntos porcentuales, lo cual puede atribuirse a la reducción de las enfermedades prevalentes de la infancia tales como desnutrición, enfermedad diarreica aguda y anemia. En la segunda medición la necesidad de alimentación mantuvo su tendencia inicial al registrar una disminución de solo 0,33%. Estos datos guardan coherencia con la constante percepción de inseguridad alimentaria, pues si bien la mayoría de las poblaciones migraron de desnutrición severa a moderada y leve, solo el 2,27%14 de las comunidades atendidas por el Programa perciben una mejoría en la seguridad alimentaria y nutricional.
Por otra parte, las familias encuestadas refieren que los mecanismos más usados para la resolución de problemas o conflictos son: el diálogo con un 60,8%, los castigos físicos con un 19,7%, las sanciones o supresiones con un 9,0% y, en menor proporción, se reportan castigos verbales con un 8% y otras formas con un 0,1%. El 2,4% de la población encuestada, no responde.
Maltrato o violencia familiar
Ingresos mensuales
De acuerdo con los reportes sobre el maltrato o violencia intrafamiliar, para el periodo comprendido entre noviembre de 2011 y noviembre de 2012, se evidenció un aumento del 5,73%, al pasar de 12,07% en noviembre de 2011 a 17,8% en noviembre de 2012. El sistema de monitoreo del Programa pudo constatar que los casos de violencia intrafamiliar se presentan en el 20,5% de las familias afrocolombianas, mientras que para las indígenas esta situación llega al 15,6% de los hogares.
Según reportes acerca del promedio de ingresos mensuales, el 87,7% de las familias atendidas por el Programa reciben menos de un salario mínimo, el 6,9% de los hogares alcanzan el salario mínimo legal vigente y solo el 5,5% de los hogares reciben más de un salario mínimo. Esta difícil situación económica limita la adecuada alimentación de las familias, el acceso a diferentes servicios como educación y salud, así como la adquisición de insumos para la producción agrícola y bienes de consumo personal.
Tabla 6: Casos de violencia intrafamiliar en los hogares Programa Conjunto Violencia intrafamiliar
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Si
12,07
3,8
17,8
No
87,93
96,2
82,2
100
100,0
100,0
Total
14 Medición de la escala de seguridad alimentaria, en el componente de producción para el autoconsumo del Programa Conjunto.
28
Sin embargo, los patrones de inequidad de género en comunidades indígenas continúan reflejándose, pues en estos las decisiones tomadas por el padre se ubican 11,4 puntos porcentuales por encima de las familias afrocolombianas, mientras que las decisiones tomadas por las madres afrocolombianas son 10 puntos porcentuales más altas que las registradas por las mujeres de las familias indígenas.
Gráfica 3. Nivel de ingreso familiar mensual
Nivel de escolaridad El Sistema de S&E evidenció que un 24,90% de las comunidades atendidas por el Programa no tienen ningún nivel de escolaridad y un 37,62% no han completado el ciclo de educación básica primaria. El nivel de educación básica primaria lo alcanza un 8,95% de la población, seguido por un 11,89% que logra finalizar la educación secundaria. Solo un 15,52% de los encuestados han llegado a completar algún nivel de educación técnica o tecnológica. Los estudios universitarios y de posgrado registran muy baja representación. Gráfica 4. Nivel de escolaridad de jefes de hogar
4.3. Características de la vivienda y saneamiento básico Agua para el consumo humano A pesar de la riqueza hídrica del departamento del Chocó, que además es una de las regiones del planeta con mayor pluviosidad, se reporta una baja oferta de servicios de acueducto que garanticen el agua apta para el consumo humano en
las comunidades. En este sentido, la población utiliza sistemas alternativos para la captación de agua, de los cuales la recolección de aguas lluvias representa el 69%, el uso de aguas de río, quebrada o manantial registra el 9% y solo el 18% de las familias obtienen el agua de acueductos comunales o veredales. A nivel nacional, en promedio el 42% de la población rural tiene acceso a servicios de acueducto comunal15, cifra 15 Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS,2010).
29
que se ubica 24 puntos porcentuales por encima de las comunidades participantes en el Programa Conjunto. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS, 2010), las cifras señalan que en el país “esta situación estaría indicando que las políticas públicas no le están dando prioridad a proporcionar estos servicios en las zonas donde más se necesitan”. Gráfica 5. Fuentes de agua para el consumo familiar
Disposición de excretas Sobre este particular, en la caracterización de la población atendida por el Programa, se pudo evidenciar la carencia de unidades sanitarias para la adecuada disposición de excretas, así como de mecanismos para evitar la contaminación del entorno y la proliferación de insectos y roedores. Esta situación hace más vulnerables a las familias y afecta directamente las condiciones de salud especialmente de niños y niñas. En este sentido, se registró que un 67,7% de los hogares dispone finalmente los residuos sólidos en las aguas corrientes, un 18,5% lo hace a través de un inodoro conectado a pozo séptico o sumidero y solamente el 4,2% cuenta con servicio de alcantarillado para la disposición final de las excretas, dato que ubica a esta población 17,8 puntos porcentuales por debajo del promedio nacional para la zona rural16.
Tabla 7. Sistemas para la disposición de excretas Disposición de excretas
A nivel municipal la mayor parte de las familias utilizan el agua lluvia. En Medio San Juan este sistema de captación de agua representa el 97,4%, en Istmina el 96,7% y en Litoral del San Juan el 92%. Los Municipios de Nóvita y Quibdó hacen uso en menor proporción de este método alternativo con el 55,6% y 60% respectivamente. Los municipios que tienen acceso en mayor porcentaje al acueducto comunal o veredal son El Carmen de Atrato con un 71% y Nóvita con el 38,1%.
Inodoro conectado a alcantarillado
4,20
Inodoro conectado a pozo séptico o sumidero
18,46
Inodoro con descarga al aire libre
6,15
Letrina o sumidero
o,o
Campo abierto
3,36
En agua corriente
67,69
Otro
0,14
Total
100,0
En concordancia con el análisis anterior, el uso exclusivo de sanitario por parte de los integrantes de una misma familia es de 25%, mientras que el uso de sanitario compartido es solo de 2%. Sin embargo cabe destacar que en las comunidades existe una gran deficiencia de este servicio, ya que el 73% carecen del servicio de alcantarillado. Al revisar la desagregación étnica se aprecia que 16 Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS, 2010).
30
%
el 89,2% de los hogares indígenas no tienen servicio sanitario, mientras que esta situación se refleja en un 43,8% para las familias afrocolombianas.
Tabla 8. Uso del sanitario
Uso del Sanitario
%
De uso exclusivo de las personas de la familia
24,6
Compartido con personas de otras familias
2,4
No hay
73,0
Total
100,0
Servicios básicos domiciliarios
Según (ENDS, 2010), en Colombia los dos materiales más usados en la construcción de los pisos son el cemento, con un 38% y la baldosa con un 50%. El cemento es más común en las zonas rurales que en las urbanas con 60% y 31%, respectivamente. Sin embargo, en la zona urbana el 61% de los hogares tiene piso de baldosa en comparación con apenas el 16% de la zona rural. La proporción de viviendas con piso de tierra es del 6%.
Gráfica 6. Materiales utilizados para el piso de las viviendas
Las cifras registradas por el Programa Conjunto refieren que el 64,1% de familias vinculadas al mismo, no cuenta con ningún servicio básico domiciliario. El 20% tiene acceso a energía eléctrica, el 4,1% de los hogares cuenta con acueducto y solo el 3,6% tiene infraestructura de alcantarillado.
Tabla 9. Acceso a servicios básicos domiciliarios Servicios básicos domiciliarios
%
Energía eléctrica
20,0
Alcantarillado
3,6
Acueducto
4,1
Otro
8,3
Ninguno
64,1
total
100,0
Condiciones de las vivienda En el 65% de las viviendas el material que se utiliza para el piso es la madera burda, tabla, tablón u otro vegetal, seguido por el piso liso e impermeable ya sea en cemento, baldosa, ladrillo, tableta o granito y en una menor proporción de 2% se encuentra la madera pulida y materiales de plásticos como el vinilo y otras materias primas sintéticas.
En cuanto al material del techo, en las comunidades del Programa predomina el zinc con el 78,3%, la palma o paja con el 11,2% y el fibrocemento con el 8,8%. La construcción con desechos como el cartón, tela, lata, sacos, entre otros, se presenta en menores proporciones.
31
Gráfica 7. Materiales utilizados para el techo de las viviendas
Gráfica 8. Materiales utilizados para la construcción de las paredes
El 80% de las paredes de las viviendas está construido predominantemente en madera, ya sea pulida o burda (tabla, tablón) y guadua, cifra que se ubica 74 puntos porcentuales por encima de la media nacional17. La segunda opción para las paredes son los materiales impermeables como cemento, bloque, ladrillo, piedra, tableta y granito. Combustible para cocinar Un 67,4% de las viviendas que participan en el Programa Conjunto utilizan leña, madera o carbón de leña como combustible para cocinar, mientras que el 31,7% utiliza gas propano en cilindro.
17 Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS, 2010).
32
Gráfica 9. Combustible para cocinar
La mayor utilización de leña puede deberse a la facilidad de acceso y a los bajos costos de este recurso, mientras que el uso de gas propano se dificulta por los costos del transporte debido a las grandes distancias entre las comunidades y los centros urbanos.
5 1. Cobertura geográfica RESULTADOS
Este capítulo da cuenta de los resultados obtenidos mediante el análisis comparativo de datos a través de los tres momentos de medición: Línea de Base, medición intermedia y medición final para el conjunto de variables e indicadores de cada uno de los componentes del Modelo SAN con Pertinencia Étnica que el Programa Conjunto ha implementado. Los factores que afectan la seguridad alimentaria y nutricional de las familias deben ser abordados de una manera integral, de forma que se puedan modificar los indicadores de morbi-mortalidad que agudizan los problemas de desarrollo en niños y niñas e implican la desvinculación del entorno familiar para el necesario tratamiento de la desnutrición y de las enfermedades asociadas con la misma.
5.1 Valoración del estado nutricional de niños, niñas y menores de seis años De acuerdo con la ENSIN 2010, el estado nutricional es la resultante del balance entre una adecuada ingesta de alimentos y de nutrientes, que satisfaga las necesidades energéticas del organismo y el nivel de bienestar general de las personas. Estos dos factores son, en sí mismos, interdependientes e interactúan con la calidad de la salud y del entorno tanto físico, como social, cultural y económico. Para evaluar la prevalencia de los principales indicadores que dan cuentan del nivel nutricional, se realizó
33
la toma de medidas antropométricas en niños y niñas menores de seis años y madres gestantes. La evolución de estos indicadores de nutrición en los tres momentos de la medición permitió establecer los siguientes resultados.
pasar de 15,3% a 10,7%. Entre febrero de 2011 y marzo de 2013, la variación porcentual de la desnutrición global severa fue del 9,67%, al pasar de 3,1% al 3,4%; y la disminución de la desnutrición global fue del 12,3%, al pasar de 12,2% a 10,7%, como se puede ver en la tabla 10.
Clasificación de bajo peso para la edad
Tabla 10. Distribución absoluta y porcentual de la desnutrición global en niños y niñas menores de seis años evaluados en la línea base, así como en el segundo y tercer tamizaje
Durante los tres momentos del tamizaje nutricional se encontró una disminución absoluta del 4,6% en la prevalencia de la desnutrición global o bajo peso para la edad, en los niños y niñas menores de seis años atendidos por el Programa, al Clasificación Peso/Edad
Línea base
Tamizaje 2
Tamizaje 3
Nº
%
% Acumulado
Nº
%
% Acumulado
Nº
%
% Acumulado
Desnutrición Global Severa
69
3,1
3,1
10
1,7
1,7
26
3,4
3,4
Desnutrición Global
268
12,2
15,3
57
9,7
11,4
83
10,7
14,1
678
30,8
46,2
193
32,9
44,3
249
32,2
46,3
1059
48,2
94,3
297
50,7
95
375
48,4
94,7
Sobrepeso
98
4,5
98,8
23
3,9
98,9
32
4,1
98,8
Obesidad
27
1,2
100
6
1
100
9
1,2
100
2199
99,5
100
586
100
100
774
100
100
10
0,5
0
0
0
0
0
0
0
2209
100
100
586
100
100
774
100
100
Riesgo de bajo peso para la edad Peso adecuado para la edad
Total Datos Perdidos Total
Fuente: Mazo, 2011, 2012, 2013.
En el comportamiento del indicador de peso para la edad por municipio en los tres momentos de la evaluación, se observa que la prevalencia total de desnutrición global (global severa, más bajo peso para la edad) disminuyó entre la Línea de Base y el tercer tamizaje, así: Medio San Juan (28,61%), Tadó (23%), Nóvita (17,09%), Quibdó (14,86%), El Carmen de Atrato (14,71%), Río Quito (4,19%). Sin embargo aumentó en los municipios de Litoral del San Juan (40,27%), Sipí (24,14%) e Istmina (16,03%).
puede estar relacionada con la incorporación de las diferentes estrategias del Programa en las comunidades, especialmente la implementación del componente de recuperación nutricional con base en la comunidad -ABC-. Aunque este componente no busca adaptar por completo dicho indicador en los niños y niñas (pues parte de la desadaptación del peso para la edad está asociada a la baja talla para la edad), sí pretende reducir la prevalencia de este tipo de desnutrición en los niños y niñas menores de dos años18.
A nivel general, la disminución de las prevalencias en los indicadores de peso para la talla
18 Mazo, 2012.
34
Prevalencia de bajo peso para la talla o desnutrición aguda Este indicador está más asociado a la mortalidad infantil por desnutrición y a las enfermedades prevalentes de la infancia, tales como Enfermedad Diarreica Aguda -EDA- e Infección Respiratoria Aguda -IRA-, así como a gripas, enfermedades de la piel, hepatitis y anemia, entre otras19. En la medición final del tamizaje nutricional se encontró una disminución absoluta del 1,6% en la prevalencia de bajo peso para la talla o desnutrición aguda, en los niños menores de seis años Clasificación Peso/ Talla
Línea base
de la zona de influencia del Programa Conjunto, al pasar de 1,8% a 0,2%. Esta prevalencia está 0,8 puntos porcentuales por debajo de la reportada para Colombia que se ubica en 1,0%20. En términos porcentuales la disminución en la desnutrición aguda severa fue del 100%, al pasar de 0,6% a 0,0% y la disminución de la desnutrición aguda fue del 83,3%, al pasar de 1,2% a 0,2%. Ver tabla 11.
Tabla 11. Distribución absoluta y porcentual del indicador de peso para la talla en niños y niñas menores de seis años, evaluados en la línea base, tamizaje 2 y tamizaje 3 en las comunidades del Programa Conjunto Tamizaje 2
Tamizaje 3
Nº
%
% Acumulado
Nº
%
% Acumulado
Nº
%
% Acumulado
Desnutrición Aguda Severa
13
0,6
0,6
1
0,2
0,2
0
0
0
Desnutrición Aguda Moderada
26
1,2
1,8
2
0,3
0,5
1
0,2
0,2
Riesgo de desnutrición aguda
139
6,3
8,1
37
6,3
6,8
33
6,1
6,3
Peso adecuado para la talla
1526
69,1
77,2
393
67,1
73,8
390
71,7
78
Sobrepeso
428
19,4
96,6
129
22
95,8
106
19,5
97,5
Obesidad
74
3,3
100
23
3,9
100
14
2,6
100
2206
100
100
586
100
100
544
100
100
3
0,1
0
0
0
0
230
29,7
0
2209
100
100
586
100
100
774
100
100
Total No aplica Total
Fuente: Mazo, 2011, 2012, 2013.
En los tres momentos de medición del comportamiento de peso para la talla por municipio, se observa que la prevalencia total de desnutrición aguda (aguda severa más aguda moderada), disminuyó entre la Línea de Base y el tercer tamizaje en los municipios de: El Carmen de Atrato, Istmina, Litoral del San Juan, Medio San Juan, Quibdó, Río Quito, Sipí y Tadó, dando como resultado una prevalencia de 0,0% al finalizar el Programa. En el municipio de Nóvita esta prevalencia aumentó, registrando un valor final de 2,0%. 19 Ibíd.
20 Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS,2010).
35
La disminución en las prevalencias del indicador de peso para la talla está directamente relacionada con el tratamiento de los niños y niñas que se encontraron con desnutrición aguda al momento de realizar el levantamiento de Línea de Base, de los cuales el 87,79% se recuperó hacia el final de la intervención. Esto se explica por el hecho de que en las comunidades atendidas por el Programa se encontraron relativamente pocos casos de niños y niñas con desnutrición aguda (bajo peso para la talla), pues si bien este es el tipo de desnutrición más asociado a la mortalidad infantil, también es el tipo de desnutrición que mejor responde a las intervenciones de recuperación nutricional21. Al comparar estos indicadores de nutrición con los niveles nacional y departamental, se puede concluir que gracias a la intervención, en las áreas de influencia del Programa la desnutrición global se ubica 0,7 puntos porcentuales por debajo de las prevalencias reportadas por la ENSIN, 2010 para Colombia. Para el país la prevalencia desnutrición aguda fue del 0,9%, mientras que para el
Desnutrición
área del Programa fue de 0,2%, ubicándose 0,7 puntos porcentuales por debajo del índice nacional. Este indicador tuvo un avance importante en comparación con la Línea de Base que presentaba una prevalencia del 1,8%, y que en el tercer tamizaje se redujo a 0,2%. Como se mencionó anteriormente estos cambios positivos en parte se deben al énfasis dado a la estrategia de atención basada en comunidad -ABC. Los indicadores referentes a la prevalencia de desnutrición global y crónica siguen siendo altos en el área del Programa, en relación con los valores que se registran a nivel nacional y departamental, situación que invita a desarrollar programas y proyectos integrales de largo plazo donde se pueda tener un impacto mayor en cuanto a los indicadores de nutrición de los niños y las niñas.
Tabla 12. Comparación de los indicadores de desnutrición con el nivel nacional, departamental y área del proyecto
Tipo de desnutrición
País
Chocó
Línea de Base
Tamizaje 2
Tamizaje 3
Global
3,4
6,3
15,5
11,2
14,1
Aguda
0,9
SD
1,8
0,7
0,2
Crónica
13,2
15,7
46,4
53,1
48,8
Fuente: ENSIN, 2010 para indicadores nacionales y departamentales. Mazo, 2011, 2012, 2013 para del PC.
La tabla 13 evidencia que entre comunidades indígenas y afrocolombianas se mantienen las diferencias en los indicadores de bajo peso para la edad con 4,74% versus 2,24% para desnutrición global severa y 15,44% versus 0,64% para desnutrición global, entre los niños indígenas y afro-
colombianos respectivamente. Sin embargo, es posible observar que este indicador presenta una mejoría en las comunidades indígenas, quienes están logrando que niños y niñas alcancen una mejor relación del peso para su edad; comportamiento que está dentro de lo esperado, dado que son los niños y niñas de estas comunidades quienes presentan mayores dificultades para este indicador22.
21 Análisis basado en (Mazo,2012).
22 Análisis basado en Mazo, 2012.
Clasificación del peso para la edad en niños y niñas menores de seis años, según grupo étnico
36
Tabla 13. Prevalencias de bajo peso para la edad por grupo étnico Clasificación Peso/edad
Línea de Base
Tamizaje 2
Tamizaje 3
Afrocolombianos
Indígenas
Afro colombianos
Indígenas
Afrocolombianos
Indígenas
Desnutrición Global Severa
0,7
4,5
0,5
2,5
2,24
4,74
Desnutrición Global
2,4
17,9
1,4
14,8
0,64
15,44
Total desnutrición Global
3,1
22,4
1,9
17,3
2,9
20,18
Fuente: Mazo, 2011, 2012, 2013.
La Tabla 14 muestra que, entre el primer y tercer tamizaje, la prevalencia de desnutrición aguda (moderada y severa) en niños y niñas afrocolombianos pasó de 1,3% a 0,3%, mientras que en los Indígenas la prevalencia de este tipo de desnutrición pasó de 2,1% a 0,0%. Lo anterior corrobora que ambos grupos étnicos vienen me-
jorando en los indicadores de peso para la talla, aunque la mejoría es más notable en los niños y niñas indígenas, justamente porque su situación con respecto a este indicador era mayor y están siendo atendidos en mayor proporción a través del componente comunitario de recuperación nutricional del Programa Conjunto23.
Tabla 14. Prevalencias de bajo peso para la talla, por grupo étnico Clasificación Peso/Talla
Línea de Base
Tamizaje 2
Tamizaje 3
Afrocolombianos
Indígenas
Afrocolombianos
Indígenas
Afrocolombianos
Indígenas
0,3
0,7
0
0,3
0
0
Desnutrición Aguda Moderada
1
1,4
0,5
0,3
0,3
0
Total desnutrición Aguda
1,3
2,1
0,5
0,6
0,3
0
Desnutrición Aguda Severa
Fuente: Mazo, 2011, 2012, 2013.
23 Ibíd.
37
5.2. Valoración del estado nutricional de madres gestantes A continuación se presenta la comparación del estado nutricional de las madres gestantes en los tres momentos de medición. Para este análisis, el estado de embarazo al igual que el tiempo de gestación fue reportado por las mujeres, situación que en ocasiones dificulta la estimación de las semanas de gestación, debido a que las madres gestantes de las comunidades indígenas no suelen asistir a los controles prenatales. Sin embargo, a partir de los meses de gestación reportados por las mujeres, se calcularon las semanas de gestación con el fin de determinar la adecuada relación entre el peso en kilogramos y las semanas de gestación reportadas. Clasificación del Índice de Masa Corporal en las gestantes -IMCPara clasificar el estado nutricional de las gestantes se utilizó el Índice de Masa Corporal -IMC-, el cual relaciona el peso en kilogramos, respecto a la talla en metros cuadrados, esto es: IMC= Peso (kg) / Talla (m2)). Luego se compara este resultado con el intervalo de referencia de peso del IMC para las semanas de gestación; de esta forma,
el peso de la gestante se puede clasificar como: adecuado, bajo peso, sobrepeso y obesidad24. El comportamiento de la prevalencia del bajo peso en las gestantes durante sus tres mediciones, registra que entre la Línea de Base y el tercer tamizaje, este indicador disminuyó al pasar de 10,4% a 4,4%. Este resultado se puede atribuir al acompañamiento integral para la incorporación de prácticas saludables; la mayor asistencia a controles prenatales; el mejoramiento de la alimentación durante la gestación y; la mayor conciencia acerca de los efectos que una buena salud materna tiene para el desarrollo fetal y el nacimiento de niños y niñas sanos. Simultáneamente se encontró que la prevalencia de sobrepeso gestacional aumentó alrededor del 5%, entre la Línea de Base y el tercer tamizaje, al pasar de 14,6% al 19,5%. En este sentido los promotores de salud y voluntarios deben continuar reiterando la importancia de una adecuada alimentación y nutrición materna, para evitar enfermedades tales como la diabetes gestacional, la preeclampsia, la mortalidad fetal y las mayores complicaciones del parto, entre otras. Igualmente es necesario fortalecer los cuidados para evitar los problemas de desnutrición en las madres gestantes, lo cual está directamente asociado a los riesgos de retraso en el crecimiento intrauterino y el bajo peso al nacer, lo mismo que el exceso de peso, por los riesgos implícitos que conlleva25.
24 Ibíd. 25 Ibíd.
38
Tabla 15.
Distribución absoluta y porcentual de la clasificación del Índice de Masa Corporal en las gestantes evaluadas durante la línea de base y el segundo y tercer tamizaje, en las comunidades del Programa Conjunto Clasificación Nutricional (IMC)
Línea de Base
Tamizaje 2
Tamizaje 3
Mujeres
%
Mujeres
%
Mujeres
%
Adecuado
189
61,4
109
59,6
105
66
Bajo Peso
32
10,4
23
12,6
7
4,4
Obesidad
11
3,6
5
2,7
14
8,8
Sobrepeso
45
14,6
44
24
31
19,5
No aplica
31
10,1
2
1,1
2
1,3
Total
308
100
183
100
159
100
Fuente: Mazo, 2011, 2012, 2013.
Distribución del estado nutricional de las gestantes por grupo étnico Durante los tres momentos de medición se observó una disminución del bajo peso gestacional en las mujeres afrocolombianas que pasó de 6,7% a 5,5%. De acuerdo con la etnia, en las dos últimas mediciones también se encontró una mayor proporción de gestantes afrocolombianas con bajo peso en comparación con las Indígenas (17,6% versus 10,6% para el segundo tamizaje y 5,5% versus 3,8% para el tercer tamizaje). Para el indicador de sobrepeso en las gestantes indígenas se observó un aumento entre el primer tamizaje y el segundo tamizaje al pasar de 9,1% a 19,7%. Igualmente se aprecia una leve disminución del sobrepeso en gestantes indígenas al pasar de 19,7% en el segundo tamizaje a 16,3% en el tercer tamizaje. A continuación se evidencia el aporte de la estrategia de recuperación nutricional basada en comunidad, como ejemplo del impacto positivo que se logró en los indicadores de nutrición.
39
Tabla 16. Distribución absoluta y porcentual de la clasificación del Índice de Masa Corporal en mujeres gestantes evaluadas en los diferentes momentos, según pertenencia étnica Línea de Base
Clasificación Nutricional (IMC)
Afrocolombianos Nº
%
Indigenas
Nº
Tamizaje 2
Total
Afrocolombianos
Tamizaje 3
Indigenas
Total
Afrocolombianos
Indigenas
%
Nº
%
Nº
%
Nº
%
Nº
%
Nº
%
Nº
%
Total
Nº
%
Adecaudao
40
44,9 149
68,0
189
61,4
21
41,2
88
66,7
109
59,6
27
49,1
78
75,0 105 66,0
Bajo Peso
6
6,7
26
11,9
32
10,4
9
17,6
14
10,6
23
12,6
3
5,5
4
3,8
7
4,4
Sobrepeso
25
28,1
20
9,1
45
14,6
18
35,3
26
19,7
44
24
14
25,5
17
16,3
31
19,5
Obesidad
8
9,0
3
1,4
11
3,6
3
5,9
2
1,5
5
2,7
10
18,2
4
3,8
14
8,8
No aplica
10
11,2
21
9,6
31
10,1
0
0
2
1,5
2
1,1
1
1,8
1
1,8
2
1,2
Total
89
100
219
100
308
100
51
100
132
100
183
100
55
100
104
100
159
100
5.3. Recuperación de niños y niñas a través de la estrategia -ABCLa estrategia de Recuperación Basada en Comunidad -ABC- busca principalmente recuperar a los niños y niñas en estado de desnutrición sin alejarlos del hogar, desarrollando una serie de acciones complementarias con la familia de manera que se creen las condiciones necesarias para que el niño o la niña continúe con su proceso normal de recuperación y se fortalezcan las condiciones en el hogar para que no se presente una recaída del estado nutricional. Se atendió el 100% de los niños y las niñas desnutridos en las comunidades priorizadas, quienes fueron detectados gracias a una búsqueda activa a través del tamizaje nutricional. También se atendieron a niños y niñas que fueron remitidos por las mismas comunidades. Para tal fin, se diseñó una ruta de detección, remisión y atención comunitaria de niños y niñas con desnutrición, con el objetivo de facilitar su atención por parte de los
40
funcionarios de las distintas agencias participantes en el Programa, así como de las instituciones aliadas. Esto requirió una comprensión unificada de los procesos integrados en esta ruta de atención, por parte de todos los actores involucrados. Durante la implementación del Programa como aparece en la tabla 19, el número de niños y niñas ingresados a la estrategia de recuperación nutricional con Atención Basada en la Comunidad -ABC- fue de 254. De estos, 223 niños y niñas egresaron curados, lo que corresponde al 87,80%. Durante el proceso, por diferentes motivos principalmente asociados a la distancia entre los municipios priorizados por el Programa, 19 niños y niñas desertaron, representando el 7,48%. De los 254 niños y niñas atendidos, se presentaron 10 muertes que representan el 3,94%. Estos fallecimientos se dieron por diferentes causas, entre ellas las enfermedades prevalentes de la infancia y por ahogamiento o inmersión. Al finalizar el Programa, 2 niños que representan el 0,79%, continúan en tratamiento nutricional.
Tabla 17. Distribución absoluta y porcentual de los niños y niñas atendidos en la estrategia -ABCMUNICIPIO CARMEN DE ATRATO
Niños y niñas desertores
%
Niñas y niños egresados curados
%
Niñas y niños en tratamiento
%
Niños y niñas fallecidos
%
Total general
%
10
19,23
41
78,85
0,00
1
1,92
52
20,47
ISTMINA
0,00
26
96,30
0,00
1
3,70
27
10,63
LITORAL DEL SAN JUAN
2
5,26
34
89,47
0,00
2
5,26
38
14,96
MEDIO SAN JUAN
4
9,09
38
86,36
0,00
2
4,55
44
17,32
NOVITA
1
14,29
6
85,71
0,00
0,00
7
2,76
QUIBDO
0,00
12
100,00
0,00
0,00
12
4,72
RIO QUITO
0,00
20
95,24
0,00
1
4,76
21
8,27
SIPI
0,00
4
66,67
2
33,33
0,00
6
2,36
TADO
2
4,26
42
89,36
0,00
3
6,38
47
18,50
19
7,48
223
87,80
2
0,79
10
3,94
254
100
Total general
41
5.4. Incorporación de prácticas saludables “Uno de los propósitos del Programa Conjunto como respuesta al problema de la desnutrición” Uno de los impactos fundamentales que se ha logrado a través de la implementación del Modelo SAN con Pertinencia Étnica es la disminución de los episodios de diarrea en niños y niñas.
5.4.1. Disminución en la Incidencia de episodios de diarrea en niños y niñas durante los últimos 15 días previos al tamizaje nutricional En los tres momentos de medición ya mencionados, además del proceso de valoración del estado nutricional de los niños y niñas, se investigó sobre los episodios de diarrea en niños y niñas durante los últimos 15 días previos a la valoración.
trición y cuando los episodios son prolongados, tienen un mayor impacto en el crecimiento. Los resultados de la medición de episodios de diarrea se muestran en la gráfica 10, evidenciando que en la medición final su incidencia en niños y niñas menores de seis años tuvo una disminución de 19,60 puntos porcentuales, con referencia a la Línea de Base. Esta prevalencia se ubica 2,4 puntos porcentuales por debajo de la incidencia de Enfermedad Diarreica Aguda en niños y niñas menores de cinco años, que en Colombia es del 13%26. Gráfica 10. Comparación de episodios de diarrea en niños y niñas atendidos por el Programa, de acuerdo con los diferentes momentos de medición
La diarrea es una causa importante de desnutrición infantil, debido a que los niños y las niñas comen menos durante los episodios de diarrea y su habilidad para absorber nutrientes está disminuida. Inclusive, como resultado de la infección, los requerimientos nutricionales son mayores. Cada episodio de diarrea contribuye a la desnu-
Este importante avance en la reducción de los episodios de diarrea en los niños y niñas de las comunidades del Programa, se puede atribuir a la incorporación de prácticas saludables por parte de las familias participantes, tales como: el cuidado del entorno de los hogares a través del manejo adecuado de las basuras, el tratamiento del agua para el consumo, el lavado y la preparación de los alimentos, la desparasitación regular, el suministro de Vitamina A para niños y niñas que vienen siendo recuperados nutricionalmente y el suministro de otros micronutrientes como el Zinc a niños participantes de las estrategias de suplementación alimentaria. Las estrategias para la reducción de la diarrea son importantes porque
42
disminuyen el riesgo de muerte por deshidratación o pérdida excesiva de líquidos durante la enfermedad. Distribución porcentual de los casos de diarrea en niños y niñas menores de seis años evaluados por municipio, en los tres momentos de la medición Al analizar el comportamiento municipal de los casos de diarrea según la gráfica 11, se destaca la reducción de los mismos en los municipios de Tadó, Quibdó y el Carmen de Atrato, los cuales registran una disminución por encima de dos puntos porcentuales. Sin embargo, estos municipios conti26 Encuesta Nacional de Demografía y Salud, 2010.
nuan presentando episodios de diarrea con valores mayores a los demás municipios. Por el contrario los municipios que presentan en promedio menores casos de diarrea son Sipí, Nóvita y Río Quito.
Gráfica 11. Distribución porcentual de los casos de diarrea en niños y niñas menores de seis años por municipio, según los tres momentos de la medición
Distribución porcentual de los casos de diarrea en niños y niñas menores de seis años por etnia
Gráfica 12. Distribución porcentual por etnia de los casos de diarrea en niños y niñas menores de seis años, evaluados en los tres momentos de medición
Como se muestra en la gráfica 12, durante de la implementación del Programa en general las familias afrocolombianas presentaron menos casos de diarrea, con una reducción de 4,6 puntos porcentuales. Dentro de las comunidades indígenas, la etnia Embera registra las mayores prevalencias de diarrea, aunque cabe destacar que es la que logró una mayor reducción con 8,8 puntos porcentuales, haciendo la comparación de la medición final con respecto a la Línea de Base.
43
5.4.2. Entornos saludables A continuación se presenta un análisis de las variables clave que impactan fundamentalmente en el entorno saludable de las familias participantes del Programa. En este sentido se puede evidenciar que la incorporación de prácticas saludables tales como el manejo adecuado de basuras, el consumo de agua segura, entre otras, aportan de manera significativa al mejoramiento de las condiciones de vida de las personas e impactan directamente en su salud. Tratamiento de agua antes de consumirla Las prácticas para tratar el agua antes de su consumo, tales como hervir, filtrar o utilizar pastillas de potabilización, entre otros, inciden directamente en la reducción de enfermedades prevalentes de la infancia. Durante la aplicación del modelo SAN con Pertinencia Étnica se pudieron apreciar los siguientes avances. Al iniciar la intervención un 27,90% de las familias realizaban algún tratamiento al agua, 9 meses después este indicador se elevó a un 54,6% de las familias. En noviembre de 2012, último periodo de medición, este indicador alcanzó el 76,6% de las familias que aplicaban algún tratamiento en el agua para consumo, registrando un aumento absoluto del 48,7%. Gráfica 13. Tratamiento de agua antes de su consumo en los tres momentos de evaluación
44
Análisis municipal de los hogares que consumen agua sin tratamiento Al comparar las tres mediciones se encuentra que todos los municipios tuvieron cambios significativos para este hábito, sobresaliendo el municipio de Tadó que redujo el consumo de agua sin tratamiento en 76,30 puntos porcentuales, entre la Línea de Base y la medición final, seguido de Istmina con 71,79, Litoral del San Juan con 70,21 y Sipí con 62,59. Este logro importante puede ser atribuido al acompañamiento técnico y la capacitación para incorporar prácticas saludables, sumado a la dotación de equipos para mantener la calidad del agua segura para las familias. Almacenamiento de agua “Un almacenamiento de agua seguro abarca la utilización de recipientes y contenedores limpios y cubiertos. Y la adopción de comportamientos de higiene apropiados que prevengan la contaminación en el momento de recoger, transportar y
almacenar el agua en el hogar”27. Por esta razón, el Programa apoyó a las familias para evitar que tuvieran recipientes de agua descuidados y sin lavar, mostrando que la contaminación del agua incide en la salud de toda la familia y especialmente de los niños y niñas, quienes pueden adquirir enfermedades. Teniendo en cuenta las consecuencias del consumo de agua no tratada o contaminada, de forma simultánea se realizó la dotación de equipos para el abastecimiento de agua y se hizo un acompañamiento a las familias para su adecuada utilización y para el mantenimiento de los recipientes de conservación de agua, a fin de proteger a las familias evitando enfermedades. Entre la medición inicial y la final, los hogares encuestados reflejan un aumento en el porcentaje de utilización de recipientes con tapa al pasar del 42,86% al 74,1%. Este factor está asociado con la dotación de equipos para almacenar el agua entre las familias participantes del Programa.
Tabla 18. Almacenamiento de agua en los hogares del Programa Conjunto Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Recipiente con tapa
42,86
58,0
74,1
Recipiente sin tapa
29,59
22,0
13,8
No almacena
27,55
20,1
12,0
Almacenamiento de agua
Acceso a agua segura Siendo el componente de agua segura una de las estrategias fundamentales para incidir en el bienestar y la salud de las familias, el Programa intervino a través del acompañamiento técnico y la dotación de equipos e instrumentos para el abastecimiento de agua segura. En este sentido, las 1.061 familias con niños y niñas menores de cinco años de edad recibieron: 889 soluciones de agua individuales, 15 soluciones 27 Sistemas domésticos de tratamiento y almacenamiento de agua en situaciones de emergencia. Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, 2008.
45
de agua colectivas28, 105 recipientes de acarreo, 1.061 filtros y la construcción de 71 tarimas. Este proceso alcanzó el 100% de las instalaciones previstas durante el Programa. Gráfica 14. Proporción de familias del Programa Conjunto que acceden instalaciones de agua segura
Como parte de la estrategia de agua segura, la tabla 19 muestra el número de familias participantes por municipio que cuentan con instalaciones de agua segura. Los municipios con mayor cantidad de hogares que recibieron equipos e instrumentos para el abastecimiento de este líquido, en su orden son: Río Quito, Medio San Juan, Sipí y Litoral del San Juan.
Tabla 19. Familias con soluciones de agua segura por municipio MUNICIPIO
FAMILIAS CON SOLUCIONES DE AGUA
EL CARMEN DE ATRATO
50
ISTMINA
23
LITORAL DE SAN JUAN
126
MEDIO SAN JUAN
178
NÓVITA
108
QUIBDÓ
109
RÍO QUITO
196
SIPÍ
132
TADÓ
117
Tratamiento de basuras Las familias comprendieron el impacto directo que este indicador tiene sobre la salud de las personas, no solo por la reducción de vectores, sino también por la calidad del entorno en las comunidades. Por esto, a lo largo de la implementación del Programa, se apreció un progresivo aumento en la adecuada disposición de los residuos. En el primer momento de la evaluación sólo el 11,9% de las familias realizaban prácticas para la adecuada disposición final de residuos, tales como: enterrar, producir abono o quemar la basura. En el seguimiento de la Línea de Base, el porcentaje de familias que realizaban esta práctica aumentó al 66,47%. Sin embargo en la medición final se pudo constatar una leve disminución, pues un 62,5% de las familias realiza una adecuada disposición de los residuos. En total la intervención da cuenta de un incremento de 50,6 puntos porcentuales de familias que hacen un buen manejo de los residuos sólidos, como se muestra en la gráfica 15. 28 Cada solución de agua colectiva, beneficia a 10 familias.
46
Gráfica 15. Tratamiento de basuras
La quema de basuras a campo abierto, fue una de las prácticas que registró un incremento significativo al pasar de 8,07% en la Línea de Base a 24,79% en la medición final. Para el contexto de las comunidades del Programa esta práctica se considera positiva, debido a que se disminuye la disposición de residuos en las fuentes de agua, evitando contaminar los ríos por las consecuencias críticas sobre la salud, especialmente de niños y niñas. Adicionalmente la cobertura boscosa de los territorios y la baja concentración de la población hace que los efectos de la quema sean sustancialmente distintos, a la quema que se realiza en contextos urbanos29. Otra de las variables que mayor impacto tuvo en el tratamiento de basuras fue la producción de abono orgánico. Esta práctica se realizó en articulación con la estrategia agroalimentaria, donde se reporta el montaje y mantenimiento de 242 composteras, utilizadas por las comunidades para la transformación de residuos en
abono orgánico, para las huertas caseras. Los municipios que se destacaron por aumentar los niveles de producción de abonos orgánicos son: Litoral del San Juan con un 76%, seguido de Tadó con un 41% y El Carmen de Atrato con 36,23%. Estos datos son coincidentes con el número de composteras establecidas en cada municipio: 99 en Litoral del San Juan, 95 en Tadó y 18 El Carmen de Atrato. La variación positiva de este indicador tiene una incidencia directa en la disminución de la desnutrición de niños y niñas, así como en la disminución de algunas patologías asociadas con la presencia de roedores y plagas que afectan el entorno y la salud de la población. Esto evidencia el impacto positivo de la incorporación de las prácticas clave integradas, a saber la práctica 3 y la práctica 5, que están referidas al manejo adecuado de excretas, aguas residuales y residuos sólidos, así como a la protección contra vectores, respectivamente.
29 Análisis de indicadores de entornos saludables, Mosquera, 2013.
47
Por ubicación geográfica los municipios que se destacaron por una reducción absoluta en la práctica de botar la basura a campo abierto fueron: Istmina que pasó de reportar esta actividad en un 95,24% a un 16,7%, Litoral del San Juan que pasó de 56,9% a 0,8% y Nóvita que registró un 69,99% inicial y pasó a un 22,2% final. Los municipios que disminuyeron significativamente la práctica de arrojar las basuras a las fuentes de agua son: Litoral del San Juan que pasó de un 43,1% a un 4,8%, Tadó que pasó de un 87,14% a un 9,8% y El Carmen de Atrato que inicialmente reportó un 68,84% logrando un 39,6% en la medición final.
5.5 Componente de producción para el autoconsumo El propósito de este componente es favorecer la adquisición y el consumo de alimentos por parte de las familias, promoviendo la producción local, la recuperación de saberes tradicionales, el intercambio de experiencias y la incorporación de nuevas técnicas y conocimientos que permitan elevar los niveles de seguridad alimentaria de los hogares del Programa Conjunto. La implementación del componente de autoconsumo, articulado con las demás estrategias del Programa, permite evidenciar los siguientes resultados.
5.5.1 Evaluación de la escala de seguridad alimentaria de las familias del Programa Conjunto Una alimentación insuficiente y nutricionalmente inadecuada se convierte en un determinante fundamental que afecta directamente a las familias y especialmente la salud y el desarrollo de niños y niñas. En el contexto del Programa el acceso a una dieta adecuada depende de los ingresos de las familias, la disponibilidad y calidad de las tierras para cultivar, la implementación de técnicas adecuadas en los cultivos, así como la diversidad de la producción y los hábitos de alimentación.
Para la medición de la prevalencia de seguridad alimentaria en las familias se contemplan cuatro categorías30: 1. Seguridad Alimentaria. El hogar muestra un mínimo o nada de inseguridad alimentaria. 2. Inseguridad Alimentaria Leve. El hogar evidencia preocupación entre sus miembros por el abastecimiento suficiente de alimentos y los ajustes necesarios en la dieta, así como la disminución de la calidad de los alimentos. El Programa reporta poca o ninguna reducción en la cantidad de alimentos que usualmente se consumen en el hogar. 3. Inseguridad Alimentaria Moderada. En el hogar los adultos evidencian una ingesta reducida de alimentos, de tal modo que esta situación implica una experiencia psicológica de constante de sensación de hambre. 4. Inseguridad Alimentaria Severa. En este nivel todos los miembros de la familia han reducido la ingesta de alimentos. El resultado de la evaluación de la seguridad alimentaria en las familias del Programa, presentó un comportamiento positivo, aunque no se logró superar totalmente la percepción de inseguridad alimentaria que, de acuerdo con la medición final de la Línea de Base, en la actualidad alcanza un 97,73% de familias atendidas por el Programa Conjunto que se perciben en inseguridad alimentaria. 30 ENSIN, 2010. Pág. 347.
48
En la gráfica 16 se evidencia la disminución del grado de inseguridad alimentaria severa en 76,5 puntos porcentuales con respecto a la Línea de Base, por lo que las familias que se percibían en esta escala, al final del proyecto mejoraron sus condiciones mostrando así que la misma migró a inseguridad alimentaria moderada, la cual aumentó en 31,51% e inseguridad alimentaria leve, que tuvo un incremento significativo de 47,49 puntos porcentuales respectivamente. Gráfica 16. Prevalencias de inseguridad alimentaria en las familias del Programa Conjunto
Al comparar los resultados de la tercera medición de la Línea de Base con los datos nacionales y departamentales, los hogares del área de influencia del proyecto se ubican de la siguiente manera: para el nivel de seguridad alimentaria el dato nacional es de 57,3%, el dato departamental refleja un 35,8%, mientras que en las familias que fueron atendidas por el Programa la seguridad alimentaria se ubica en el porcentaje más bajo con 2,27%. Las familias del Programa Conjunto evidencian la mayor prevalencia de inseguridad alimentaria con 54,9 puntos porcentuales por encima del nivel nacional, a pesar de la incidencia lograda por el Programa en los municipios priorizados para disminuir el grado de inseguridad alimentaria severa, migrando la percepción a moderada y leve. Esta situación refleja la necesidad de continuar apoyando a las comunidades para que logren adquirir y consumir alimentos de manera sostenible.
49
Tabla 20. Comparación de las prevalencias de inseguridad alimentaria: Colombia, Chocó y área del Programa ESCALA
Inseguridad Severa
Inseguridad Moderada
Inseguridad Leve
Total Inseguridad Alimentaria
Seguridad Alimentaria
Colombia
3
11,9
27,9
42,8
57,3
Chocó
8,7
24
31,5
64,2
35,8
PC
3,93
45,69
48,11
97,73
2,27
Los municipios destacados por lograr reducir el grado de inseguridad alimentaria severa y pasar a un grado de seguridad alimentaria leve fueron: Medio San Juan (80,3%), Nóvita (72,2%), Tadó (55,1%) y Río Quito (48%). Adicionalmente muni-
cipios como Quibdó lograron migrar de inseguridad alimentaria severa a inseguridad alimentaria moderada con un 67,3% seguido por Litoral del San Juan con una prevalencia de 61,8% e Istmina con 59,3%.
Prevalencia de inseguridad alimentaria por grupos étnicos
gistraron 29,70 puntos porcentuales por debajo en la misma escala. Al realizar la medición final de la Línea de Base las familias afrocolombianas reportaron una mayor migración hacia la inseguridad alimentaria leve con un 57,5%, mientras que, al finalizar el Programa, en su mayoría la etnia indígena se percibe con una prevalencia del 51% en inseguridad moderada.
El comportamiento de la inseguridad alimentaria entre las familias indígenas y afrocolombianas muestra una diferencia significativa, como se aprecia en la gráfica 17. Aunque cabe resaltar que las dos tuvieron comportamientos favorables, con relación a los resultados de Línea de Base, los indígenas reportaron una prevalencia de 93,4% para la inseguridad alimentaria severa, diferenciándose de los afrocolombianos que re-
50
Gráfica 17. Prevalencias de inseguridad alimentaria por grupo étnico
Aunque no se haya podido lograr un mayor nivel de seguridad alimentaria en las familias del Programa conjunto, los resultados sobre este indicador, presentados anteriormente, se deben a la implementación de la estrategia de producción para el autoconsumo que impulsó la mayor capacidad para adquirir y consumir alimentos.
5.5.2. Adquisición y consumo de alimentos “La alimentación es entendida como un paso fundamental para una buena nutrición basada en una dieta suficiente y equilibrada, combinada con el ejercicio físico regular. Mientras que una mala nutrición aumenta la vulnerabilidad frente a las enfermedades, altera el desarrollo físico y mental, reduce la productividad, entre otros efectos”31 De acuerdo con la situación de los últimos 30 días previos a la toma de datos, a continuación se presenta, para los grupos de alimentos donde el Programa implementó algún tipo de estrategia32, la forma de adquisición, el consumo y finalmente el consumo semanal en los últimos siete días previos a la toma del dato. Cereales: arroz, maíz, harina de trigo, arepa, pan, galletas, avena y pasta, entre otros Entre los cereales consumidos en las comunidades se destacan principalmente el maíz y el arroz, los cuales se pueden cultivar en gran parte de la zona rural donde interviene el Programa. En el caso del arroz se encontró que una de las limitantes para su producción es la falta de equipos o maquinaria para realizar el proceso de trilla (remoción de la cáscara). Tradicionalmente la trilla se hace de una manera manual mediante el uso de un pilón de madera, lo cual exige una ardua labor física, por lo que ciertas comunidades prefieren comprarlo listo para su preparación en vez de cultivarlo. 31 Concepto de nutrición definido por la OMS, citado por la (ENSIN, 2010). 32 El análisis del comportamiento en la adquisición y consumo de alimentos se basa en documento Línea de Base del componente de producción para el autoconsumo, Molina, 2011.
51
Esta situación se refleja en el comportamiento del indicador al evidenciarse que la forma de adquisición más común es la compra, variable que pasó de un 78,1% en la Línea de Base a un 83,2% en la medición final. El aumento en la compra, también se debe al momento en el que se aplicó la encuesta (enero y febrero). En primer lugar porque el mes de diciembre es una época de alto consumo y corresponde con el momento en que se disminuyen las labores en las parcelas. En segundo lugar, porque a principios de año no hay producción, por lo que las familias cuentan con la semilla para sembrar y muy poco grano almacenado para el consumo.
que coincide con el momento de la toma del dato, cuando hay una alta producción en las comunidades (mes de noviembre).
En el segundo momento de la medición se evidencia una disminución significativa de 26,5 puntos porcentuales en la compra de cereales, resultado
Tabla 21 Comportamiento general de la adquisición y consumo de cereales
Una de las estrategias para mejorar la adquisición de este grupo de alimentos, fue aumentar el área de siembra en las comunidades de intervención del Programa, sembrando 1.927 hectáreas de cultivos de pancoger: 674 ha. de arroz y 1.253 ha. de maíz, así como haciendo promoción sobre la importancia de los cereales a través del acompañamiento técnico y de la estrategia de educación nutricional, con la recuperación de semillas.
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Regalado
3,5
,3
,6
Donado
7,9
9,0
,3
Comprado
78,1
50,6
83,2
Intercambiado
,5
0
0
Recibido por pago en especie
0,0
,2
0
Sacado de su negocio/huerta
8,8
39,7
15,4
Por recolección, casa o pesca
0,0
,2
,5
No adquirido
1,2
,0
,0
100,0
100,0
100,0
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Si
94,5
98,5
98,8
No
5,5
1,5
1,2
100,0
100,0
100,0
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
1-3 días
33,1
17,8
19,4
4-5 días
10,8
18,7
18,6
6-7
50,5
62,0
60,8
No aplica
5,5
1,5
1,2
100,0
100,0
100,0
Forma de adquisición de cereales
Total Consumo cereales
Total
Consumo días cereales
Total
52
El consumo de cereales pasó de 94,5% en la Línea de Base a un 98,8% en el tercer momento de medición. Las familias encuestadas refieren un consumo promedio de seis a siete días, indicador que tuvo un incremento absoluto de 10,3%, pues en la Línea de Base fue de 50,5% y en la medición final registró 60,8%.
se ubican aproximadamente 20 puntos porcentuales por debajo del valor de este indicador para los indígenas. Con relación al comportamiento de consumo diario por etnia, se destaca el aumento en el rango de seis a siete días para el consumo de cereales por parte de los indígenas Embera, con un aumento absoluto de 19,7%, mientras que para los Wounaan el incremento fue de 17,1%, con respecto a la Línea de Base. Este resultado puede estar relacionado con la implementación de la estrategia de educación nutricional.
En el comportamiento de adquisición de cereales por grupos étnicos, los Wounaan se destacan por el incremento de 23.2 puntos porcentuales en la compra, lo que los ubica levemente por encima de los Embera que presentan un incremento en la compra de 5,6%, comparando la Línea de Base y la medición final. Para el mismo periodo de medición, las familias afrocolombianas registran un menor porcentaje de compra, por lo que
Etnia
Afrocolombianos
Embera
Wounaan
Tabla 22. Comportamiento del consumo diario de cereales por grupo étnico
Consumo cereales días
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
1-3 días
4,9
15,8
3,4
4-5 días
8,5
13,7
7,3
6-7
85,2
70,5
89,3
No Consume
1,4
0
0
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
60,1
19,4
33,9
4-5 días
15,9
22,3
25,4
6-7
17,8
57,3
37,5
No Consume
6,3
1,0
3,1
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
48,4
19,3
24,4
4-5 días
8,3
23,0
26,7
6-7
31,2
52,8
48,3
No Consume
12,1
5,0
,6
Total
100,0
100,0
100,0
53
Raíces, tubérculos y plátanos (yuca, papa, ñame, arracacha) Como se puede evidenciar, actualmente este grupo de alimentos es uno de los de mayor consumo con el 99,2%, debido a las necesidades de las comunidades cuyas labores tienden a desarrollarse en la área agrícola, actividad que representa un alto desgaste energético. Además estos productos son de un precio relativamente bajo y la producción de algunos como el plátano o las raíces es permanente en la zona, satisfaciendo los requerimientos de las comunidades.
Forma de adquisición de raíces o tubérculos
Los tubérculos, raíces y el plátano se obtienen a través del negocio o de la huerta, por lo que este medio de adquisición pasó de representar un 88,3% reportado en la Línea de Base a un 90,2% en la medición final. Este comportamiento se debe en gran parte a la vocación agrícola de las comunidades, que tradicionalmente han producido este tipo de productos en sus parcelas. En cuanto al consumo diario de este grupo de alimentos el rango se ubica entre los seis y los siente días, valor que actualmente alcanza un 77,8%.
Tabla 23. Comportamiento general de la adquisición y consumo de raíces
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Regalado
1,8
,3
,3
Donado
,6
,5
0
Comprado
7,7
5,7
4,1
Intercambiado
,2
,3
,2
Recibido por pago en especie
,2
,0
0
Sacado de su negocio/huerta
88,3
93,1
90,2
Por recolección, caza o pesca
,2
0
5,3
No adquirido
1,1
,2
0,0
100,0
100,0
100,0
Total Consumo raíces o tubérculos
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Si
97,1
99,1
99,2
No
2,9
,9
,8
100,0
100,0
100,0
Total
Consumo días raíces o tubérculos
Línea de Base Seguimiento intermedio LB
1-3 días
13,1
3,1
12,1
4-5 días
7,2
4,3
9,4
6-7
78,7
91,7
77,8
No aplica
2,9
,9
,8
100,0
100,0
100,0
Total
El comportamiento de adquisición de estos alimentos por grupo étnico es similar. Los mayores porcentajes de obtención de estos productos a través de la huerta o negocio se presentan para los indígenas Wounaan, que al momento de la
54
Medición Final LB
evaluación final registraron un 98,3%, seguidos por los afrocolombianos que presentaron un 90,8% y en tercer lugar los Embera que mostraron un 83,0%, proporción que no deja de ser bastante importante.
El mayor rango de consumo diario para este grupo de alimentos, desagregado por etnia es de seis a siete días para los tres grupos específicos. Los Wounaan presentaron el mayor aumento en este rango de consumo por días al pasar de un 67,5% a un 80,1%. Los afrocolombianos, aunque se mantienen en este rango, disminuyeron su consumo diario que en el seguimiento de la Línea de Base fue del 91,2%, pasando al 58,6% en la medición final. Este resultado puede estar asociado a la incorporación de otros alimentos en su dieta.
Tabla 24. Comportamiento del consumo diario de raíces, tubérculos y plátano por grupo étnico Etnia
Afrocolombianos
Embera
Wounaan
Consumo día raíces o tubérculos
Linea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
1-3 días
18,0
3,5
25,3
4-5 días
8,8
4,6
14,6
6-7
69,4
91,2
58,6
No aplica
3,9
,7
1,5
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
4,8
1,9
,9
4-5 días
1,4
3,4
,9
6-7
93,8
93,2
98,2
No aplica
1,5
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
15,3
3,7
6,8
4-5 días
12,1
5,0
12,5
6-7
67,5
90,7
80,1
No aplica
5,1
,6
,6
Total
100,0
100,0
100,0
Hortalizas y verduras: tomate, lechuga, pepino, berenjena, habichuela, arveja verde, zanahoria, rábano, col, acelga, ahuyama y cebolla de rama En su mayoría las comunidades participantes tienen vocación agrícola, por lo que se registró que el 84,6% de las familias adquieren este grupo de alimentos de su huerta. Sin embargo, a pesar de la disponibilidad, las comunidades están poco acostumbradas al consumo de ciertas hortalizas
55
y verduras, debido al desconocimiento de su valor nutricional o de las formas de preparación. Es importante mencionar que en la medición de Línea de Base el 80% de las familias compraban las hortalizas y verduras, por lo que una vez que inició la implementación del Programa este indicador disminuyó hasta llegar a un 11,6% en la compra de verduras y hortalizas. Este resultado es coherente con el establecimiento de 1.616 huertas caseras33. Como respuesta al bajo consumo de hortalizas y verduras, el Programa establece la estrategia de educación nutricional con el objetivo de promover la incorporación de este grupo de alimentos en la dieta diaria. Esta estrategia generó cambios importantes que se pueden evidenciar con el seguimiento de la Línea de Forma de adquisición de hortalizas
Base. Al tomar la Línea de Base, el consumo general se encontraba en un 73,7% y al realizar la medición final pasó al 97%. El rango de consumo diario entre los seis y los siete días, tuvo un incremento absoluto de 32.5% con respecto al primer momento de medición. Este dato resulta importante aunque se debe hacer un trabajo en mayor profundidad sobre la importancia de la producción y consumo de estos alimentos. La información registrada señala que el 97% de la población beneficiaria del Programa consume hortalizas, este porcentaje es superior al encontrado a nivel nacional que se sitúa en un 28,1%34.
Tabla 25. Comportamiento general de la adquisición y consumo de verduras y hortalizas
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Regalado
,2
,9
Donado
,2
,5
,2
80,0
13,0
11,6
Intercambiado
0
0
,2
Recibido por pago en especie
,2
,2
,0
Sacado de su negocio/huerta
9,2
85,6
84,6
Por recolección, caza o pesca
0
,2
1,7
No adquirido
10,3
,6
,9
Total
100,0
100,0
100,0
Comprado
Consumo hortalizas
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Si
73,7
98,0
97,0
No
26,3
2,0
3,0
Total
100,0
100,0
100,0
Consumo días hortalizas
Medición Final LB
1-3 días
40,4
22,5
15,5
4-5 días
12,6
33,6
28,3
6-7
20,6
41,9
53,1
No aplica
26,3
2,0
3,0
Total
100,0
100,0
100,0
33 Matriz agroalimentaria, 2013.
56
Línea de Base Seguimiento intermedio LB
34 ENSIN, 2010.
Para los diferentes grupos étnicos, la forma de adquirir este tipo de alimentos generalmente es a través de la huerta, disminuyendo la compra de los mismos. Del 69,4% de las familias Wounaan que compraban verduras y hortalizas al iniciar el Programa, en la tercera medición se registró que solo lo hacen el 4,5%. Los Embera también disminuyeron la adquisición de hortalizas y verduras por compra al pasar del 75,5% al 19,2%. Igualmente los afrocolombianos pasaron de adquirir verduras mediante compra en un 89,1% a un 10%. La disminución importante en este indicador muestra una vez más la importancia del ahorro al implementar las huertas caseras.
Etnia
Afrocolombianos
Embera
Wounaan
Como se muestra en la tabla 26, los tres grupos étnicos lograron un importante incremento de diferencia con la Línea de Base, para el rango diario de consumo de seis a siete días, en el que las familias Embera se destacaron con un 39,5%, seguidos por los afrocolombianos con un 33,2% y por último, los Wounaan con un 23,8%. Lo anterior evidencia el alto grado de aceptación del componente de producción para el autoconsumo del Programa Conjunto, articulado con la estrategia de educación nutricional.
Tabla 26. Comportamiento del consumo diario de hortalizas y verduras por grupo étnico
Consumo día hortalizas Linea de Base Seguimiento intermedio LB Medición Final LB 1-3 días
30,3
22,8
6,5
4-5 días
18,3
36,0
17,6
6-7
41,9
42,1
75,1
No aplica
9,5
1,1
,8
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
69,6
22,8
14,7
4-5 días
6,3
32,5
35,7
6-7
3,4
43,7
42,9
No aplica
30,8
1,0
6,7
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
33,1
21,7
30,1
4-5 días
10,8
34,2
34,7
6-7
5,1
39,1
33,5
No aplica
51,0
5,0
1,7
Total
100,0
100,0
100,0
Frutas: guayaba, lulo, mango, piña, papaya, entre otras En los tres momentos de la medición, se evidenció que la forma más común de adquisición de frutas es mediante la cosecha en sus huertas, reportando un incremento sostenido, ya que en la Línea de Base fue de 52,2%, en el seguimiento de 78,1% y en la medición final de 84,6%.
En la evaluación final de este componente el porcentaje de consumo de este grupo de alimentos representó un 88,2% lo que implica un aumento de su consumo en 21,9 puntos porcentuales, en relación con la Línea de Base. La población del Programa que consume frutas representa el 88,2%, dato que es superior al porcentaje nacional que se ubica en 76,8%35. Sin 35 ENSIN, 2010.
57
embargo el rango de consumo en días se ubica entre uno y tres días con el 46%, situación que supone la necesidad de continuar la educación nutricional para elevar este indicador.
Forma de adquisición de frutas
Linea de Base
Tabla 27. Comportamiento general de la adquisición y consumo de frutas Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Regalado
,5
,3
,3
Donado
0
,3
,3
37,8
14,4
9,7
Intercambiado
,2
,3
,8
Recibido por pago en especie
0
,0
,3
Sacado de su negocio/huerta
52,2
78,1
84,6
Por recolección, caza o pesca
0
4,0
4,1
9,4
2,6
0,0
100,0
100,0
100,0
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Si
66,3
88,8
88,2
No
33,7
11,2
11,8
Total
100,0
100,0
100,0
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
1-3 días
49,2
51,7
46,1
4-5 días
8,3
30,4
26,3
6-7
8,8
6,7
15,7
No aplica
33,7
11,2
11,8
Total
100,0
100,0
100,0
Comprado
No adquirido Total Consumo de frutas
Consumo días frutas
En el análisis por grupo étnico, la forma de adquisición de frutas en su mayoría se realiza a través de las huertas o negocios familiares, donde los Wounaan se destacan con un 94,3% para la última medición, seguidos por los Embera con un 77,2% y por último, los afrocolombianos con un 84,3%. El aumento en la práctica de adquisición de este grupo de alimentos, afecta los indica-
58
dores de compra, ya que en la Línea de Base el 29,9% de las familias Wounaan compraban la frutas, reduciendo este porcentaje a un 4%, los afrocolombianos que también tenían un alto porcentaje de compra de 57,7% lo redujeron al 13,8%. Por su parte, en las tres mediciones los Embera se destacaron por presentar un bajo porcentaje de compra que en la primera medición
registró el 16,3% y fue reducido al 9,4% en la medición final de la Línea de Base. Este indicador puede ser impactado favorablemente por el mayor conocimiento de las propiedades de los productos locales. Pese a la facilidad de producir y de adquirir las frutas en las comunidades, se evidencia un bajo consumo en términos del rango diario, ya que la mayor proporción es de uno a tres días. Sin embargo, en términos generales, se pudo impulsar el consumo diario de seis a siete días, registrando el mayor avance en las familias Wounaan que lograron aumentar el consumo en este rango en 12,2 puntos porcentuales, mientras que los Embera tuvieron un avance absoluto de 7,8 puntos porcentuales y los Afrocolombianos de 4,1.
Tabla 28. Comportamiento del consumo diario de frutas por grupo étnico Etnia
Afrocolombianos
Embera
Wounaan
Consumo días Frutas
Linea de Base
Seguimiento intermedio LB Medición Final LB
1-3 días
49,6
48,4
40,2
4-5 días
10,2
34,7
29,9
6-7
16,2
8,1
20,3
No aplica
23,9
8,8
9,6
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
54,8
53,9
46,0
4-5 días
8,2
29,1
26,3
6-7
3,4
5,8
11,2
No aplica
33,7
11,2
16,5
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
40,8
54,7
55,1
4-5 días
5,1
24,2
21,0
6-7
2,5
5,6
14,8
No aplica
51,6
15,5
9,1
Total
100,0
100,0
100,0
59
Carnes: pollo, carne, pescado, atún y sardinas enlatadas y huevos
de consumo de proteínas en las familias, especialmente en los niños y las niñas.
En relación a las carnes y los huevos, el 98,9% de la población manifiesta haberlas consumido durante la última semana, previo a la medición final de Línea de Base. Así mismo se destaca la adquisición por recolección, caza o pesca con un 59,9%, esto es 38,5 puntos porcentuales por encima de la medición inicial. Se evidencia una disminución importante en la compra de estos alimentos al pasar de 72,7% a 35,7%, dato que puede estar relacionado con la entrega de 46.000 alevinos de cachama y 8.488 gallinas de postura, con una producción de 144.121 huevos36.La finalidad de la estrategia pecuaria es elevar los niveles
El consumo de carnes y huevos por parte de las comunidades atendidas por el Programa Conjunto se ubicó en 98,9%, dato que está por encima del 95,2%, registrado a nivel nacional37.
Forma de adquisición de carnes
Linea de Base
El mayor consumo de carnes y huevos, en la medición final se ubicó en el rango de los cuatro a cinco días con un 40%, sin embargo durante la ejecución del Programa se logró un aumento del consumo diario en el rango de seis a siete días al pasar de 12% a 38,9%.
Tabla 29. Comportamiento general de la adquisición y consumo de carnes Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Regalado
,2
Donado
,2
,3
,5
72,7
34,8
35,7
Intercambiado
,3
0
,2
Recibido por pago en especie
,3
0
,3
Sacado de su negocio/huerta
3,7
47,1
2,3
Por recolección, caza o pesca
21,4
17,8
59,9
No adquirido
1,2
0,0
0,0
100,0
100,0
100,0
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Si
93,1
98,3
98,9
No
6,9
1,7
1,1
100,0
100,0
100,0
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
1-3 días
54,4
18,6
20,0
4-5 días
26,7
38,8
40,1
6-7
12,0
41,0
38,9
No aplica
6,9
1,7
1,1
100,0
100,0
100,0
Comprado
Total Consumo de carnes
Total Consumo días carnes
Total
36 Dato con corte a diciembre de 2012, Matriz agroalimentaria.
60
1,2
37 ENSIN, 2010.
Por grupo étnico, la adquisición de proteína se realiza principalmente por medio de la recolección, caza o pesca con un 62,9% para los Embera, un 86,4% para los Wounaan y un 86,4% para los afrocolombianos. En todos los grupos se evidencia una disminución significativa de la compra de este alimento, dato que resulta coherente con la implementación de la estrategia pecuaria del Programa. En el rango de consumo diario de carnes, las familias afrocolombianas se destacan por ubicarse
Etnia
Afrocolombianos
Embera
Wounaan
entre los seis y siete días con un porcentaje del 46% y una diferencia de 27 puntos porcentuales con respecto a la medición de Línea de Base. Los Embera también se ubican en este rango con un 38,4%, mientras que el 49,4% de los Wounaan registra el consumo diario de carnes en el rango inferior de cuatro a cinco días, en comparación con los dos grupos anteriores.
Tabla 30. Comportamiento del consumo diario de carnes por grupo étnico
Consumo días Carnes Linea de Base Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
1-3 días
49,6
19,3
15,7
4-5 días
27,8
34,4
37,2
6-7
19,0
43,9
46,0
No aplica
3,5
2,5
1,1
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
58,7
21,8
24,1
4-5 días
30,8
48,5
36,2
6-7
2,4
28,6
38,4
No aplica
8,2
1,0
1,3
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
57,3
13,0
21,0
4-5 días
19,1
34,2
49,4
6-7
12,1
51,6
29,0
No aplica
11,5
1,2
,6
Total
100,0
100,0
100,0
El consumo de este grupo de alimentos requiere de mayor atención, debido a que las comunidades están expuestas a varias problemáticas, tales como: la contaminación de los ríos que disminuye la pesca; las inundaciones que acaban con las instalaciones; la ubicación geográfica que incrementa los costos de transporte de alimentos o los insumos para la producción de los mismos y; la baja capacidad económica para adquirir la alimentación de especies menores como gallinas y cerdos, o medicamentos para su tratamiento, debido a que es necesario priorizar la consecución del alimento para los miembros de la familia, entre otros.
61
Leguminosas secas: fríjol, lenteja, garbanzo y soya, entre otras Las leguminosas secas, entre las que se encuentran los fríjoles, el garbanzo, la alverja seca, la lenteja y otros similares, son granos que tiene un alto contenido de fibra y proteínas. Según la medición final de la Línea de Base, las comunidades reportan su consumo en un 75,8%. Por el alto régimen de lluvias en el Chocó, las especies leguminosas productivas que están adaptadas para el cultivo, son muy escasas. Por esta razón, el 97,1% de la población las adquiere mediante compra. El rango más alto de consumo de leguminosas está entre uno y tres días a la semana.
Forma de adquisición de leguminosas
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
,3
0
,5
Donado
11,4
23,3
,8
Comprado
81,2
74,4
97,1
Recibido por pago en especie
,2
0
0
Sacado de su negocio/huerta
,8
,8
,2
Por recolección, caza o pesca
1,1
,2
,3
No adquirido
5,1
1,4
1,2
100,0
100,0
100,0
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
Si
74,4
91,1
75,8
No
25,6
8,9
24,2
Total
100,0
100,0
100,0
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
1-3 días
66,7
72,1
70,5
4-5 días
5,4
15,6
3,3
6-7
2,3
3,5
2,0
No aplica
25,6
8,7
24,2
Total
100,0
100,0
100,0
Regalado
Total
Consumo de leguminosas
Consumo días leguminosas
62
Linea de Base
Tabla 31. Comportamiento general de la adquisición de leguminosas
Por grupos étnicos específicos, la adquisición de leguminosas es similar. Los Wounaan las compran en un 99,4%, los afrocolombianos en un 98,1% y los Embera en un 94,2%. En ocasiones puntuales, este grupo de alimentos es recibido mediante la donación por parte de entidades que implementan estrategias de paquetes alimentarios. El consumo diario se mantiene para los tres grupos étnicos en el primer rango compuesto por uno a tres días. En los afrocolombianos se registra la proporción más alta con el 82,8%, seguidos por los otros dos pueblos indígenas, que se ubican en este mismo rango, cada uno con un 62,5%.
Tabla 32. Comportamiento del consumo diario de leguminosas secas por grupo étnico Etnia
Afrocolombianos
Embera
Wounaan
Consumo días leguminosa
Línea de Base
Seguimiento intermedio LB
Medición Final LB
1-3 días
72,9
73,0
82,8
4-5 días
7,0
16,5
4,2
6-7
3,5
4,2
2,3
No aplica
16,5
6,3
10,7
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
66,8
78,6
62,5
4-5 días
3,4
9,7
3,6
6-7
1,0
1,5
1,8
No aplica
28,8
10,2
32,1
Total
100,0
100,0
100,0
1-3 días
55,4
62,1
62,5
4-5 días
5,1
21,7
1,7
6-7
1,9
5,0
1,7
No aplica
37,0
11,2
34,1
Total
100,0
100,0
100,0
63
5.6. Prácticas de alimentación en niños y niñas de 0 a 23 meses de edad38 La implementación del componente de producción para el autoconsumo junto con la promoción de prácticas de lactancia materna, diversificación alimentaria, frecuencia mínima de comidas por día, entre otras acciones clave, ha impulsado el mejoramiento de la salud y la nutrición de los niños y las niñas participantes del Programa. A continuación se presentan los resultados correspondientes a la variación dietaria de niños y niñas entre 0 y 23 meses de edad, registrados en la Línea de Base. Lactancia materna El Programa hizo énfasis en la importancia de suministrar lactancia materna a todos los niños y niñas desde el día de su nacimiento, de manera exclusiva hasta los seis meses y con adecuada alimentación complementaria hasta los dos años. La leche materna no solo contiene todos los nutrientes y defensas que un bebé necesita, sino que además es un alimento siempre disponible, práctico y económico que trae muchos beneficios para toda la familia. El porcentaje de niños y niñas menores de seis meses que reciben lactancia materna exclusiva es de 65% (13), de los cuales el 53,8% son niños y el 46,2% son niñas. Con respecto a la pregunta ¿hasta cuándo brindó leche materna exclusiva? se encontró que para el grupo de niños y niñas de 6 a 23 meses de edad, el 58,8% (150) excedió la edad recomendada, superando los 5 meses de exclusividad como se evidencia en la tabla 33, lo cual afecta la adecuada nutrición del bebé que a partir de los seis meses requiere lactancia materna con alimentación complementaria. En este sentido se conoció sobre 32 casos de niños y niñas en este grupo de edad que no recibieron alimentación 38 Este informe es transcrito del documento informe de prácticas de alimentación de niños y niñas de 0 a 23 meses de edad en las comunidades de nueve municipios del Chocó, Villamil Corrales, 2012.
64
complementaria, por lo que se presume que estuvieron en alto riesgo nutricional. Se encuentra similitud entre 15 niños y 17 niñas, 78,1% de los cuales eran indígenas, especialmente Embera 56,3% con un grupo de 18.
na como alimento principal en bebés menores de seis meses es mayor en los indígenas Embera con 25%, es decir uno por cada cuatro ninos Embera, seguido por los Wounaan con 20% y los afrocolombianos con 20%.
Tabla 33. Distribución de niños y niñas por edad y sexo, según el último mes que recibieron lactancia materna exclusiva
Por otro lado la lactancia materna continua al año de vida, que corresponde al grupo de 50 niños y niñas de 12 a 15 meses de edad es del 87,7%, siendo mayor en las niñas con el 52% que en los niños con el 48%. Así mismo se observa que es mayor en los indígenas Wounaan, que representa un 48%, seguido por los Embera con un 30% y finalmente por los afrocolombianos con el 22%.
Edad (meses)
Niños
Niñas
Total
< 1mes
3
0
3
1 mes
4
4
8
2 meses
10
5
15
3 meses
6
11
17
4 meses
16
12
28
5 meses
24
10
34
6 meses
54
64
118
7 meses
8
6
14
8 meses
4
5
9
9 meses
1
4
5
10 meses
0
1
1
12 meses
2
1
3
Para el grupo de bebés de 0 a 6 meses, también se mide la lactancia materna predominante, la cual se refiere a la lactancia materna que incluye otros líquidos, tales como bebidas a base de agua, jugo de frutas y líquidos rituales. Para que la nutrición en los primeros meses sea la adecuada a las necesidades nutricionales del bebé y de su sistema digestivo, no se permite la inclusión de leche de origen no humano, así como de alimentos, líquidos o preparaciones licuadas. En el grupo de 20 niños y niñas menores de seis meses, uno de cada dos consumen principalmente leche materna en su alimentación, lo cual representa el 65%, siendo mayor en los niños que en las niñas con 35% y 30% respectivamente. Por grupo étnico el consumo de leche mater-
Para el grupo de 20 a 23 meses se observa que la lactancia materna continua a los dos años sigue siendo mayor en las niñas con 58%, que en los niños con 42%. Se evidencia una disminución en el consumo de leche materna con respecto al año de vida en un 31% de los indígenas, en comparación con un aumento de 22% para este mismo indicador en los afrocolombianos. Diversidad alimentaria En este análisis se tiene en cuenta el consumo de cualquier cantidad de comida, de acuerdo con los ocho grupos de alimentos, que son: 1. cereales, raíces y tubérculos 2. leguminosas secas 3. lácteos: leche, yogurt, queso, fórmula infantil 4. huevos y carnes: carne, pescado, aves e hígado o carnes provenientes de vísceras 5. frutas y verduras ricas en vitamina A 6. otras frutas y verduras 7. otros alimentos: mezclas vegetales, azúcar, sal y condimentos 8. alimentos preparados con grasa Para evaluar la diversidad alimentaria se decidió que de los ocho grupos alimentarios indicados
65
anteriormente, por lo menos cinco grupos constituyen el mínimo requerido tanto para los niños y niñas que reciben lactancia materna complementaria como para aquellos que ya no son amamantados, de manera que accedan a una dieta de mejor calidad. Es así como se encuentra que 150 niños y niñas de 6 a 23 meses, que representan el 51,4%, reciben de cuatro o más grupos de alimentos, siendo más variada la alimentación en las niñas con el 50,7%, que en los niños con el 49,3%. No obstante, se observa que después del año de edad se incrementa en 1,8 puntos porcentuales la diversidad de alimentos. Frecuencia mínima de comidas De acuerdo con la escala para medir la frecuencia diaria de consumo de alimentos, se registra que los niños y niñas que conforman el grupo de 6 a 23 meses, consumen un mínimo de tres
comidas o refrigerios al día, lo cual según la escala es considerado “regular” debido a que la ingesta energética proveniente de otros alimentos diferentes a la leche materna, es indispensable para una adecuada nutrición. Escala de Ingesta de alimentos: •
Menor o igual a dos veces al día: deficiente
•
De tres a cuatro veces al día: aceptable
•
Mayor o igual a cinco veces al día: suficiente
En el grupo de niños y niñas de 6 a 11 meses se registra, que el consumo mínimo de cinco veces al día es del 54,2%, lo cual puede relacionarse con la lactancia materna que es más común para este grupo etáreo, evidenciando una mayor frecuencia de consumo. Gráfica 18. Distribución porcentual de la frecuencia mínima de comidas a niños y niñas por grupos de edad
En la siguiente gráfica se observa que un 55,6% de los indígenas Embera y un 64,9% de los afrocolombianos consumen alimentos más de cinco veces al día, por lo que se reitera la importancia de tener en cuenta que no se excluyó el consumo de leche materna.
66
Gráfica 19. Distribución porcentual de la frecuencia mínima de comidas en niños y niñas por etnia
Alimentación con biberón Esta evaluación, contempla a todos los niños menores de 24 meses de edad que recibieron cualquier alimento o bebida, incluyendo leche materna con biberón durante el día anterior. En los 75 niños y niñas evaluados el día anterior, se observa que un 24% consumió alguna bebida con biberón. Entre esta población, el uso de biberón es más frecuente en bebés mayores de un año, siendo del 60% para los niños y del 68,6% para las niñas. Con respecto al grupo étnico, el consumo de líquidos con biberón es mayor en las comunidades Embera y afrocolombianas, lo que puede estar relacionado con la necesidad que tienen las madres de salir a trabajar.39 No obstante, en un 41,7% los indígenas Wounaan usan el biberón a más temprana edad, de los 6 a 12 meses.
39 PROGRAMA CONJUNTO – PROINAPSA. Integración de las estrategias de AIEPI, IAMI y Entornos Saludables. 2011
67
Gráfica 20. Distribución porcentual del uso del biberón para la alimentación de niños y niñas por grupo de edad y etnia
5.7. Prevalencias de anemia De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud -OMS-, la deficiencia de hierro es la principal causa de muerte en niños y niñas menores de cinco años. Para evitar el padecimiento de esta enfermedad el Programa consideró fundamental el desarrollo del componente de producción para el autoconsumo, articulado con la estrategia de educación nutricional, el suministro de micronutrientes, así como un acompañamiento periódico a las familias de niños y niñas menores de seis años. Los resultados determinan que la prevalencia de anemia para el grupo de niños y niñas de 6 a 99 meses en las 55 comunidades participantes, fue un 56,19% menor con respecto a la línea base (903) versus el 49,5% (917) de la media de distribución de la hemoglobina en 10,9 g/dL en el seguimiento de la línea de base. Un comportamiento similar se presenta en el grupo de niños y niñas de 6 a 59 meses que presentó una prevalencia de 53,9% (752) en la medición de línea de base y en el seguimiento fue de 52,4% (672), con la misma media de la distribución de la hemoglobina de 10,9 g/dL del año anterior.
68
Tabla 34. Comparación de la prevalencia de anemia en niños y niñas de 6 a 59 meses, con respecto al país y al departamento del Chocó Colombia
Chocó
Línea de base PC
Seguimiento de LB Programa
27,5
37,2
53,9
52,4
En el departamento del Chocó se estima que la prevalencia de anemia es del 37,2% para el grupo de 6 a 59 meses de edad, lo cual representa una diferencia significativa con respecto a las prevalencias reportadas por el Programa Conjunto que se ubican 26,4 y 24,9 puntos porcentuales por encima. De acuerdo con el hallazgo de la ENSIN, esta situación se puede explicar por la mayor prevalencia de anemia entre la población rural, característica principal de las comunidades atendidas por el Programa.
Tabla 35. Frecuencia de los datos según valores de hemoglobina Valor de hemoglobina (g/dL)
Frecuencia
%
< 8,9
146
7,8
9 - 9,9
268
14,4
10 - 10,9
509
27,4
11 - 11,9
578
31,1
12 - 12,9
292
15,7
> 13
67
3,6
Total
1860
100
Por otro lado se observa que, pese a que la media de la distribución de hemoglobina en los dos grupos de edad antes mencionados es inferior al punto de corte (11 g/dL), al observar la tabla 35 la mayor frecuencia de los valores de hemoglobina se presentan para el rango de 11 a 11,9 g/dL (31,1%), lo cual mejora con respecto al año anterior (rango de 10 y 10,9 g/dL), validando las prevalencias de anemia en los dos grupos para este año.
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Al comparar la prevalencia de anemia por grupos etáreos, a mayor edad se observa una tendencia descendente, que hasta los 59 meses es similar al comportamiento nacional. Las prevalencias más altas en el seguimiento de la línea de base se presentan en los grupos de 6 a 11 meses con un 73,9% y de 12 a 23 meses con un 58,3%, no obstante son más bajas con respecto a la línea base que registró un 82,43% para el grupo de 6 a 11 meses y un 63,23% para el grupo de 12 a 23 meses. No ocurre lo mismo para los grupos de 24 a 35 meses y de 36 a 47 meses, pues estos presentan prevalencias más altas con 54,2% y 45,6% versus 50,77% y 43,98% registrado en la línea de base.
presentan la misma característica que las menores medias de la distribución de la hemoglobina en los grupos de 6 a 11 meses y de 12 a 23 meses. Esto indica que el inicio de la alimentación complementaria continua siendo tardío, lo cual afecta los requerimientos de diferentes micronutrientes como el hierro, por lo cual este grupo de edad sigue representando la mayor vulnerabilidad.
En cuanto a las medias de la distribución de la hemoglobina por grupo de edad, estas son similares a la línea base en el rango de 10 g/dL a 11 g/dL y
Gráfica 21. Prevalencia de anemia en niños y niñas de 6 a 99 meses por grupo de edad y sexo
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En la siguiente gráfica se observa que los niños presentan una mayor prevalencia de anemia con 50,6% frente a las niñas con 48,4%, especialmente en los grupos de edad de 12 a 47 meses, lo cual se registra como un comportamiento similar al del año anterior.
Por otro lado, los indígenas participantes en la toma de la muestra constituyeron un 63,5%, porcentaje mayor que el de los afrocolombianos que fue de 36,5%. Estos últimos presentaron la prevalencia de anemia más alta con un 57,1% y la media de la distribución de la hemoglobina de 10,6 g/dL, frente a los indígenas que registraron este indicador en un 45,19%. Para los indígenas, la media de la distribución de la hemoglobina fue de 11,1 g/dL para los Emberas y de 10,9 g/dL para los Wounaan. Para afrodescendientes e indígenas, se registra que las prevalencias son menores con respecto a la línea base con un 67,32% y un 49,29% para cada grupo étnico, respectivamente.
5.8. Fortalecimiento organizativo e institucional40 Este componente está dirigido a fortalecer las capacidades locales, regionales y nacionales, tanto de entidades públicas como de organizaciones sociales y autoridades tradicionales indígenas y afrocolombianas en la región, a través de estrategias de capacitación, intercambio y asistencia técnica, con el fin de empoderar a todos los actores corresponsables con la garantía de los derechos de la primera infancia y de la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades. Este trabajo se concibió como una gestión para crear puentes y alianzas con las entidades que trabajan en el departamento a fin de mejorar las capacidades en el uso de información y la puesta en marcha de sistemas de seguimiento relacionados con la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades, para la adecuada toma de decisiones41. Una de las estrategias es brindar acompañamiento, asistencia técnica, instrumentos de gestión y conocimientos teóricos y prácticos a instituciones en el nivel nacional y territorial para crear capacidades que permitan implementar políticas públicas, iniciativas y proyectos tendientes a la superación de la pobreza y al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio -ODM-, para de esta manera contribuir a cerrar las brechas existentes entre regiones y grupos sociales y étnicos en el país. En los territorios donde el programa tiene presencia, busca empoderar social, política y económicamente a las poblaciones vulnerables, excluidas y/o afectadas por la violencia con énfasis en los indígenas, los afrocolombianos, la población afectada por el desplazamiento, las mujeres y los jóvenes.
40 Este componente no tuvo ningún tipo de medición, sin embargo se muestran los principales retos y resultados alcanzado en la implementación de sus diferentes estrategias. 41 Informe de avance, PNUD, 2012.
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Las acciones de este componente contribuyen especialmente a garantizar la sostenibilidad de los resultados del Programa Conjunto en el largo plazo. Si bien, los diferentes componentes y procesos del Programa están orientados a dejar capacidades instaladas en la población participante, este componente contribuye de manera significativa a la sostenibilidad del modelo de SAN con Pertinencia Étnica a través de acciones específicas tales como: 1. El fortalecimiento de las capacidades comunitarias, institucionales y organizativas para concertar y ejecutar sus planes, programas y proyectos; meta que se logra gracias a las labores de apropiación de las familias, comunidades y líderes de las acciones del programa. 2. El fortalecimiento institucional y comunitario a nivel local, regional y nacional, para generar y usar información. 3. La transferencia a los líderes comunitarios de conocimientos y habilidades para la evaluación y el monitoreo de asuntos relacionados con la SAN; así como acciones que dan oportunidades a las mujeres participantes del Programa para participar en igualdad de condiciones y avanzar en su autonomía y empoderamiento. 4. La ejecución del Programa y sus componentes, tomando en consideración las estructuras organizativas propias de las comunidades, las tradiciones y los conocimientos culturales de la población indígena y afrocolombiana, para dejar capacidades instaladas y fortalecidas en las instituciones tanto del nivel nacional y regional, como en las comunidades y sus organizaciones. 5. El empoderamiento de comunidades, organizaciones tradicionales afrocolombianas, indígenas y grupos de mujeres, es el punto de partida para fortalecer procesos organizativos que queden instalados en las comunidades, para influir y permear los asuntos públicos y de gobierno propios.
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6 CONCLUSIONES
El Sistema de S&E del Programa Conjunto, en articulación con los profesionales del Programa, ha logrado un ejercicio fundamental sobre los procesos de seguimiento y evaluación de cada uno de los componentes del Modelo SAN con Pertinencia Étnica, evaluando el comportamiento de los indicadores establecidos y permitiendo durante la ejecución del proyecto evidenciar los impactos, los resultados y los avances en la gestión, sirviendo como base para la toma de decisiones en los diferentes niveles. El ejercicio de levantamiento de información sobre variables concretas, deja como resultado una serie de instrumentos e instructivos que pueden ser adaptados y aplicados en programas con características similares. La concertación de los indicadores en diferentes niveles de jerarquización: impacto, resultado o gestión, desde el comienzo del Programa permite hacer periodicamente una evaluación objetiva del progreso de los resultados de la intervención, así como reportar avances en las instancias de gestión que sea necesarios.
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B BIBLIOGRAFÍA
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