Parque de Guápiles se viste para la Navidad
Desde El Periódico El Guapileño, deseamos que la paz y el amor reine en cada uno de sus corazones, viviendo en familia, el verdadero sentido de la Navidad, que es compartir con los demás.
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AÑO XX Número 246 - 2017
HAY TRES EN LA ZONA
Inauguran centros de comercio justo
Las instalaciones pertenecen a trabajadores de cada finca. Sirven para impartir cursos y realizar ferias de la salud. Hay centros de este estilo en PÁGINA 8 Guácimo, La Virgen de Sarapiquí y Cutris de San Carlos.
EN PARQUE DE GUÁPILES
EN GUÁPILES
Celebran feria de emprendedoras 2017
Atienden a pobladores de la calle
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Regalitos de navidad…Regalitos de Dios Dios para que su voluntad sea hecha, la cual es bendecirte grandemente. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de su Padre David. Lucas 1: 32
Por Florybeth Solís Q. Dios envió al ángel Gabriel a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre llamado José. Lucas 1: 26-27 Dios está preparando sus promesas aun cuando no te des cuenta. Salve muy favorecida, el Señor está contigo; bendita eres tú entre todas las mujeres. Lucas 1: 28 Reflexiona acerca de cuánto te ha favorecido y bendecido el Señor tu Dios. María no tengas miedo, pues tu gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: Tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Lucas 1: 30-31 Es necesario que confíes en
Cristo vendrá y gobernará juntamente contigo. ¿Estás listo? Reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin. Lucas 1: 33 Nada ni nadie es más grande ni poderoso que Jesús y El desea estar contigo todo el tiempo. Para Dios no hay nada imposible. Lucas 1: 37 Deja que Dios tome toda tu vida y la transforme. Confía en El. He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según su palabra. Lucas 1: 38 No se trata de nosotros, sino de lo que Dios quiere. El sobrepasará hasta tus sueños más hermosos. Isabel fue llena del Espíritu Santo y exclamó: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
Lucas 1: 41-42
mesas que te ha hecho.
Nosotros también somos bienaventurados por llevar dentro al Espíritu Santo.
Mientras estaban María y José en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito. Lucas 2: 6-7
¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho! Lucas 1: 45 Cree en todo lo que Dios quiere hacer a través tuyo, eso le complace. Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Lucas 1: 46-48 Piensa en lo afortunado que eres al ver que el Señor se ha fijado en ti y en lo mucho que te ama. De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen. Lucas 1: 50 Honra al Señor y verás que tus descendientes recibirán las bendiciones de Dios. Por tanto el Señor mismo les dará esta señal: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel (Dios con nosotros). Isaías 7: 14 El Señor no se olvida de las pro-
El nacimiento de Jesús no solo ha cambiado la historia, sino que también ha cambiado tu historia. No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos. Lucas 2: 10 Todo lo que Dios hace es bueno, no tengas miedo de lo que pueda hacer en ti.
25 de diciembre Hoy les ha nacido en el pueblo de David un Salvador que es el Mesías, el Señor. Lucas 2:11 Celebra el amor perfecto de Dios. -¿No se dan cuenta que Jesucristo está en ustedes? Jesús en ti es un regalo de Dios. Compártelo con alguien. Desde la distancia les envío un abracito de mucho cariño. Dios les bendiga con una hermosa NAVIDAD en familia. Y gracias por su atención a mi columna.
Pan de amor Por Florybeth Solís Q.
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Los niños gozaron a lo grande del show de Los Pirulos.
El parque de Guápiles se desbordó de luz y alegría El Guapileño Fotos Eduardo Solano R.
El 2 de diciembre, en una noche llena de luz y color, niños, jóvenes y adultos disfrutaron de la iluminación del Árbol de Navidad en el parque de Guápiles. Dando así inició a las actividades previas de lo que será Fantasía Navideña 2017, el 23 del mes en curso. Gracias a la municipalidad, colaboradores y patrocinadores, que unen esfuerzos para rescatar la cultura y el sano vivir, mejorando cada día esta bella tradición navideña, en beneficio de las familias de Pococí. La alcaldesa de Pococí, señora Elibeth Venegas estuvo muy complacida de compartir esta hermosa actividad con todas las familias de Pococí. Gracias a Dios que puso su mano y nos permitió esta noche soñada. Estamos muy felices de que sus familias disfruten de las actividades programadas.
Los niños vivieron y disfrutaron la navidad en el parque de Guápiles.
Con el show de iluminación del árbol en el parque de Guápiles, inició la fiesta de Fantasía Navideña 2017, que se realizará el 23 de diciembre.
Las familias con sus hijos compartieron con alegría y emoción.
Cientos de familias llenaron el parque de Guápiles, desde tempranas horas para disfrutar la iluminación del árbol de navidad.
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Guapileños apoyaron Teletón 2017 El Guapileño Fotos Eduardo Solano R.
El 2 de diciembre, los guapileños se unieron apoyando la Teletón 2017. Desde tempranas horas en la explanada frente al Banco de Costa Rica iniciaron las actividades de animación. La familia Morales Rodríguez, dio su testimonio de vida, doña Karen y don Edward, junto a sus gemelitos Samuel y Santiago. Doña Karen Rodríguez comentó que el embarazo fue interrumpido a las 33 semanas, el hospital de Guápiles no tenía las condiciones para que ellos pudieran nacer. Nacieron en Hospital Calderón Guardia, nacieron bien, pero igual no tenían espacio, me dijeron se los tiene que llevar para Guápiles. Nada más tiene que cuidarlos. Aquí en Guápiles la doctora Soto nos ayudó, pero tampoco tenían los medios para mantenerlos, al no contar con equipo para este tipo de casos. Pero solo fue posible traer un bebé, el otro se quedó allá en San José. Fue muy difícil para mí tener un bebé aquí y otro allá, a los días la doctora Soto llamó para que se trasladara el otro bebé para acá y tenían que estar juntos, porque no había espacio ni incubadoras. Santiago con solo 15 días de nacido tuvo que ser operado de emergencia por dos hernias en los testículos, hubo que trasladarlo de emergencia al Hospital de Niños y
La Teletón 2017, beneficiará importantes servicios del hospital de Guápiles. Doña Karen Rodríguez, compartió su vivencia y la necesidad que el Hospital de Guápiles tenga los equipos necesarios para atender casos como los que ella vivió con sus hijos, Samuel y Santiago.
Gran cantidad de voluntarios apoyaron esta actividad.
no había una ambulancia adecuada para trasladar la incubadora. Esto ocurrió, porque al estar solo sin mí, no consumió leche materna, lo que le produjo estreñimiento; al estar tan tierno y hacer fuerza. Necesitamos de la ayuda de
todos para equipar el Hospital de Guápiles con los equipos necesarios para este tipo de casos como el mío, por eso acerquémonos a apoyar a la teletón, para mejorar los servicios de Pediatría y Neonatología, fue el clamor de doña Karen Rodríguez.
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La grandeza del comercio justo llega a nuestra zona t Dole y traba-
jadores celebran surgimiento de dos hermosos proyectos
Participé de dos actividades maravillosas. Una se realizó en el cantón de Guácimo y la otra en el cantón de San Carlos. Se trata de la inauguración de las instalaciones de dos centros comunales surgidos a partir de recursos de lo que se llama en el mundo y en el mercado de hoy como “Comercio Justo”. En los países desarrollados, hay consumidores conscientes, dispuestos a pagar un poco de más para financiar este tipo de proyectos que significan un aporte para el bienestar y el desarrollo integral de los trabajadores y sus familias y entornos. Una de las actividades se realizó en una finca de Dole en Bella Vista de Cutris de San Carlos y la otra en una finca de Dole llamada El Bosque, que fue la primera finca de piña de Dole en el país. Durante varios años, los trabajadores ahorraron los dineros que provienen directamente de esa “prima” o pequeño sobreprecio que pagan los consumidores para aportar en apoyo directo para la clase obrera, trabajadora, del país
Camilo Rodríguez Chaverri, periodista y escritor.
de origen de los productos. Esa “prima” o sobreprecio
que paga el consumidor concientemente le llega directamente a la asociación de trabajadores que nace para este fin. Esa “prima” se deposita en una cuenta bancaria de los trabajadores. Los trabajadores deciden qué desean hacer con el dinero. En estos casos, decidieron hacer centros de desarrollo comunal. En ambos casos, el centro está compuesto por dos edificios. Uno sirve para realizar ferias de la salud y el otro para realizar todo tipo de cursos de formación en muchos campos. En ambas actividades participó el alcalde de cada cantón; en San Carlos participó el obispo de
Ciudad Quesada, Monseñor Garita, y en Guácimo participó el párroco de la zona. En ambas, participaron representantes de tres de las empresas extranjeras que compran piña a Dole y que participan en este proyecto de Comercio Justo. En ambas, también participó la profesora Gabriela Chaves, quien realiza cursos de artesanía con hombres y mujeres que trabajan con Dole. Ella trabaja en el primer centro de este estilo que fundaron los trabajadores, en La Virgen de Sarapiquí. Con la entrevista que le realicé a ella, me enteré de que ni siquiera hace falta ser trabajador de la empresa para beneficiarse de
estos centros. La comunidad directamente también se beneficia. Algunas de las estudiantes, ahora artesanas, que entrevisté, no trabajan con Dole. Esto demuestra la grandeza del proyecto. Este es un gran ejemplo de lo que ahora se llama “alianza público privada”. En ambas actividades, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología anunciaron apoyo significativo y estratégico para estos proyectos. Por ejemplo, contarán con un laboratorio de cómputo gracias a que se entiende claramente que estos centros no pertenecen a Dole sino a los trabajadores. El comercio justo viene a impulsar el desarrollo integral del trabajador, algo en lo que ha trabajado también desde siempre el solidarismo tanto en la producción bananera como en la producción piñera de la zona. El comercio justo es el futuro de la humanidad. Si hubiera comercio justo, no tendríamos los niveles horrorosos de pobreza y de desigualdad que tenemos hoy en el mundo. Muchas gracias a Dole y a los comités de trabajadores que me hicieron el gran honor de invitarme a estas actividades. Me sentí orgulloso de todo lo bueno que podemos construir juntos en Costa Rica.
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Recetas Navideñas Por Florybeth Solís Q.
Recetas para celebrar las fiestas de fin de año. Desde la más sofisticada hasta la más fácil, estas recetas le ayudarán a compartir un menú diferente y delicioso. COMPARTIR, de eso se trata.
Arroz con palmito Use la cantidad de arroz precocido cocinado según la cantidad que necesite. En un pyrex o recipiente que puede ir al horno coloque una vez que lo engrase. Ingredientes: Una capa de arroz precocido. Una capa de palmito cocinado en rodajas. Una capa de queso palmito rallado (u otro queso de su preferencia). Una capa de queso Monteverde rallado u otro que derrita como el queso semiduro. Todos los quesos rallados pueden ser a su gusto. Condimente el arroz con chile, cebolla, ajos y cubitos de pollo a la hora de hacerlo. Use la sal que desee o elimínela porque los cubitos son salados. Rocíe lo anterior con dos cajitas de crema dulce. Se pone al horno hasta que el queso se deshaga y gratine (dore).
Queque de ayote (Sustituye perfectamente al queque navideño. Tiene un sabor más suave, para los que no les gusta el sabor fuerte del queque original) Ingredientes: Tres tazas de ayote sazón cocinado y hecho puré. Cinco huevos. Dos tazas de aceite vegetal. Dos tazas de miel de tapa. Dos tazas de azúcar moreno apretadas. Cinco tazas de harina. Dos cucharaditas de vainilla. Dos cucharaditas de canela en polvo. Tres cucharaditas de polvo de hornear. Una cucharadita de bicarbonato. Ralladuras de las cáscaras de una naranja y un limón ácido. Higos y/o ciruelas picadas. Pasas, nueces o macadamia picadas, frutas picadas. Use lo que pueda o desee, enharínelas. Preparación: Cuando cocine el ayote póngale poquita agua, rocíelo con sal y tape la olla. Cocine a fuego bajo así se cocinará al vapor. Agregue todos los ingredientes poco a poco en el orden dado, batiendo bien. Vacíe el batido en uno o varios moldes engrasados y enharinados. Hornee a temperatura mediana por 30 minutos dependiendo del tamaño del molde o moldes que use. P.S. No sabe a ayote.
Rollos de manzana
Queque de especies
Ingredientes:
(Puede sustituir al queque tradicional de Navidad)
Masa: Cuatro tazas de harina. Media cucharadita de bicarbonato. Cuatro cucharaditas de polvo de hornear. Dos barras de mantequilla (margarina) derretida. Una taza de leche agria. Una barra adicional de mantequilla para untar. Relleno: Una taza de azúcar moreno (o blanca si no consigue). Dos cucharadas de canela en polvo. Tres cuartos de taza de nueces picadas. Una taza de pasas. Dos manzanas grandesitas cortadas en cubitos. Para el glacé (lustre) Dos tazas de azúcar en polvo. Tres cucharadas de leche en polvo. Una cucharada de ron (o agua). Una cucharada de leche. Preparación: 1. En un tazón grande, mezcle la harina, el bicarbonato y el polvo de hornear. Agregue la mantequilla derretida y continúe mezclando. 2. Añada la leche agria e integre todo hasta obtener una masa compacta. Si la pasta está muy seca, incorpore más leche. 3. Estire la pasta sobre superficie enharinada y unte con mantequilla bien suave. 4. Coloque sobre la pasta el azúcar, la canela, las nueces, las pasas y las manzanas en cubos. 5. Enrolle la pasta y corte porciones gruesitas. Hornee a 350°F (175 °C) de 30 a 45 minutos. Sáquelos cuando doren ligeramente. Despréndalos de la bandeja inmediatamente para que no se peguen. Páselos a otro molde o platón. Coloque el glacé sobre los rollos chorreándolo con cuidado. El glacé: mezcle todos los ingredientes muy bien. Si le queda muy ralo agregue más azúcar en polvo. Debe quedar espeso.
Ingredientes: Cuatro barras de margarina sin refrigerar. Cuatro tazas de harina. Seis huevos. Cinco cucharaditas de polvo de hornear. Una cucharadita de canela en polvo. Una cucharadita de nuez moscada. Media cucharadita de clavo de olor molido. Dos tazas de azúcar. Una taza de pasas (o ciruelas picadas) nueces picadas, frutas picadas al gusto. Jugo de limón ácido. Una taza de jugo de naranja.
Preparación: Precaliente el horno a 350°F. Tome todos los huevos y separe las claras. En un tazón bata las claras a punto de nieve. Añada las yemas, el azúcar y luego la margarina bien suave, batiendo suavemente. Añada la harina cernida junto con las especies (canela, nuez moscada, clavo de olor). Bata hasta obtener una pasta cremosa. Licúe las pasas junto con el jugo de naranja y el limón. Agregue lo licuado alternando con el polvo de hornear. Bata hasta obtener una pasta uniforme. Vierta en un molde, o en dos medianos, engrasados con manteca y enharinados. Hornee por 35 minutos o hasta que al punzarlo con un palillo o cuchillito fino, éste salga limpio. No esté abriendo el horno porque se le baja.
Fajitas de lomito con brócoli (Puede usar pechuga de pollo o lomo de la punta o cerdo) Ingredientes: Tres cucharadas de aceite vegetal. Un kilo de lomito cortado en tiras (fajitas). Una cucharadita de sal. Media cucharadita de pimienta negra. Tres dientes de ajo triturados. Tres cucharadas de salsa inglesa. Una cebolla grande picada en cuadros. Una brócoli mediana cortada en flores. Media barra de margarina o mantequilla. Una zanahoria mediana en rodajas. Un chile dulce verdión en cuadros.
Preparación: Marinar por lo menos una hora las fajitas con sal, la pimienta, los ajos y la salsa inglesa. Poner el aceite en una sartén honda, o una olla de boca ancha, a que caliente muy bien. Luego agregar las fajitas y cocinar hasta dorar sin que queden tostadas. Agregar la cebolla y el chile dulce. No recocine. Aparte poner en una olla con poca agua las rodajas de zanahoria y la brócoli a cocinar (que no se recocinen) y se agregan a la carne, una vez que las pasa por margarina derretida. Servir con arroz blanco.
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En parque de Guápiles
Celebran feria de emprendedoras 2017 El Guapileño Fotos Eduardo Solano R.
El 24 de noviembre, se llevó a cabo en el parque de Guápiles la Feria de Emprendedoras 2017. Dicha actividad fue organizada por el Área de Intermediación, Prospección y Orientación Laboral de la Oficina de Bienestar Social, Familia y Mujer de la Municipalidad de Pococí. Con dicha feria se pretende impulsar el emprendedurismo del cantón. Esta actividad fue organizada en el marco del Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Yessenia Jiménez nos comentó que tiene dos años de tener el proyecto “Vivero Yess”, en donde ofrecen plantas ornamentales, medicinales terrarios, bonsái, arreglos, cactus. Nuestro vivero está ubicado carretera a Bella Vista, 4 kilómetros al sur de restaurante La Trocha. Nos pueden buscar en Facebook: Vivero Yess. Pueden llamar al 8567-3528.
Esta feria busca promover el emprendedurismo en el cantón de Pococí.
Doña Neiba Martínez Forbes de Mujeres Virtuosas de Barra del Colorado, ofrecieron collares, muñecas afrocaribeñas hechas con material reciclable periódicos papel de revistas y cartón de huevos.
Editor Camilo Rodríguez Chaverri Periodista y escritor
El hombre que le torció el cuello a su destino Publicamos extractos del libro de la historia de vida de don Efraín Chacón, escrito por él mismo y editado por el periodista Camilo Rodríguez. Es un campesino de 92 años de edad, quien junto a su familia fundó el pueblo de San Gerardo de Dota, en una de las zonas más bellas, más frías y más inhóspitas del país. No terminó ni la escuela y es doctor Honoris Causa por sus luchas y sus lecciones de vida, que quedan plasmadas en este libro, del que extraemos párrafos que nos parecen de un gran valor humano y humanista.
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Cinco textos sobre Don Efraín Chacón
Esta edición la dedicamos a un gran ser humano, don Efraín Chacón, fundador de un pueblo y creador de grandes lecciones de vida. En esta página, publicamos cinco textos del periodista Camilo Rodríguez Chaverri sobre este gran hombre.
tor Ureña, ven una enorme olla que dejaron los guardias enemigos. Van por esa olla. Les servirá para cocinar para el enorme pelotón. Los hombres del camión en el que iban, no se enteran que faltan Efraín y Víctor. Se van sin ellos. Efraín y Víctor empiezan a caminar de La Sierra hacia El Empalme. De camino, se encuentran varios cuerpos, cadáveres de combatientes del bando enemigo. Casi setenta años después, don Efraín me cuenta la historia. Me dice que ya no eran enemigos. Ahora eran seres humanos. Seres humanos sin vida. Cuerpos de gente de la zona. Conocidos. Él y Víctor alejan a los perros, que se están comiendo esos cuerpos. Él y Víctor les dan cristiana sepultura. Yo lo escucho boca abajo, mirando a la mesa. Pero no puedo, no puedo seguir así. Veo la cara de aquel señor de noventa y un años, a quien se le quiebra la voz. Parece el Valle del Savegre, donde vive. El valle zanjado por un río. Sufre de nuevo el dolor del adversario. Tiene la cara colmada de agua..
Amor más allá de la muerte
San Gerardo, el otro cielo
Efraín Chacón, fundador del pueblo de San Gerardo de Dota, enseña mucho con su vida, pero, sobre todo, enseña a amar. Estuvo casado con doña Caridad durante 64 años. Tuvieron once hijos. La acompañó durante los tres meses en que estuvo en su lecho de muerte. No se despegó de su lado ni un día. Pero tiene razón su hijo Pablo: no fueron suficientes esos sesenta y cuatro años. Don Efraín la sigue amando. El libro en que narra su historia de vida, “En tu ausencia escribo mis memorias”, es obra de la idea de su nieta Diana, quien trató de sacarlo del dolor de haber perdido a su esposa. Le dijo que se sentará a escribir sus recuerdos y sus cuentos. La obra es un libro de amor para su esposa.
Don Efraín y doña Caridad se llevaron a sus hijos a vivir al paraíso. En el paraíso llueve y hace mucho frío. Ahí ajustaron once hijos. El hermano de Efraín y la hermana de Caridad también fueron pareja, también decidieron vivir en el paraíso y también ajustaron once hijos. No sé dónde se fueron Federico, Claudina y Caridad cuando Dios se los llevó del paraíso. No puede existir más cielo para ellos que San Gerardo. Don Efraín, a sus 92 años, cualquier día se encontrará con Dios en uno de los jardines que tiene en San Gerardo. Es peligroso que sea Don Efraín quien convenza a Dios de quedarse aquí. Nada extrañará del otro cielo.
Por quién doblan las campanas Los campesinos, ahora soldados “hechizos” del Ejército de Liberación Nacional, al mando de José Figueres, Don Pepe, salen de Santa María de Dota y de La Lucha. Un comando toma la comunidad de La Sierra. Los soldados del gobierno salen huyendo. Dos muchachos, Efraín Chacón y Víc-
Un roble escribió un libro Fui a dejarle personalmente su libro de memorias a don Efraín Chacón, hombre fuera de serie, campesino de 92 años de edad que ha construido un pueblo con sus manos y con el apoyo de su hermano Federico, que de Dios goce. San Gerardo de Dota es obra de la visión de dos grandes campesinos, don Efraín y don Federico, hermanos, casados con dos hermanas, Caridad y Claudina. De donde había un valle vir-
Primer libro sobre don Efraín Chacón, escrito por Camilo Rodríguez Chaverri.
más amplio que el mío. Pero, a la tercera, la vencida: el libro sobre San Gerardo es este que fui a entregar ayer, libro escrito por don Efraín, pluma campesina y pura, pluma que sale del alma. Hice mi mejor esfuerzo en la edición, pero fue poco esfuerzo: el libro es prístino y cristalino como las aguas del río Savegre. Creo que el libro es una obra hermosa, pues queda allí plasmado el esfuerzo de muchas décadas de un hombre honrado y sano, trabajador y detallista, laborioso y bien intencionado, buen padre y buen esposo, buen hijo y buen ciudadano, este señor de 92 años que pertenece a una Costa Rica digna e íntegra, una Costa Rica noble que estamos echando a perder... Salud, don Efraín, lo felicito por este hermoso libro sobre su vida y su ejemplo.
Los finqueros que vivieron en una cueva
El libro del que publicamos extractos en casi todas las páginas de esta edición es el tercer libro sobre la historia de este gran campesino, pero tiene la particularidad de que lo escribió él mismo.
gen, monte partido en dos por el río más limpio de América, salió un pueblo. Seis décadas después, San Gerardo de Dota es considerado uno de los diez sitios del mundo ideales para el avistamiento de aves. Antes, don Efraín fue un exitoso productor de ganado puro. Dejó de serlo por su interés por el turismo y la sostenibilidad.
Al inicio de su periplo en San Gerardo, don Efraín y don Federico vivieron tres años en una cueva, una piedra con un hueco, donde dormían y cocinaban, donde descansaban y comían. Por su tamaño, ni siquiera podían estar de pie. Dos jornaleros le torcieron el cuello a su destino. Escribí un primer libro sobre don Efraín. Luego vino un segundo libro sobre él y su obra, mucho
Efraín Chacón y su hermano Federico llegaron al Valle del Río Savegre junto a un grupo de jornaleros y monteadores. Eran campesinos que querían forjar un futuro diferente. En 1954, ingresaron con el propósito de tener tierra propia. De todos los que ingresaron en el primer intento, sólo Efraín y Federico persistieron.Luego llegaron otras familias. Conformaron una colonia agrícola. Les tocó hacer el camino y la escuela. No podían abrir la escuela porque no tenían suficientes niños para la creación del código de una maestra. Un supervisor de educación les dijo que inventaran algunos nombres de niños. Ellos les llamaron en el pueblo “los gasparines”. Cuando todo estaba empezando, vivieron en una cueva Efraín y Federico. Después, montaron un rancho. La primera mujer del pueblo fue Caridad, la esposa de Efraín. Doña Caridad ya está en el otro cielo. Uno de los primeros regalos que le quería dar don Efraín a su esposa fue un colchón. El día que salió con quesos para vender, y regresó con el colchón, hizo la mala suerte de que lo acompañaba una yegua bronca todavía. Cuando él cerró el último portillo, para adentrarse en la montaña, la yegua se asustó, se espantó y dejó pegado el colchón en la cerca. Aunque el joven Efraín quiso resolverlo, la paja del colchón se fue quedando de camino. Esta historia siempre me recuerda la leyenda que cuenta Hemingway en su novela “El viejo y el mar”. Cuando llegó a su casa, en medio de la montaña, en aquel valle alucinante y hermoso, sólo tenía el forro del colchón.
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Las memorias de un hombre de otro tiempo t Las memorias de un
campesino emprendedor, digno, íntegro y muy exitoso Este recordatorio de mi vida que nunca había pensado en relatar, lo comencé porque Diana Fernández Chacón, mi nieta; quien es psicóloga de profesión, me dijo un día: “Abuelo, escriba anécdotas que recuerde de su vida”, le dije: “Lo primero, soy casi analfabeto, a la escuela asistí no más que a tercer grado, en la vida soy una persona más, todos tenemos historia”, con esa justificación no volví a pensar en el asunto. A los días llegó Diana con el mismo cuento, pero con un cuaderno y lapiceros, me dijo: “Aquí tiene para que comience con lo que usted recuerda”. Sé que la intención de Diana no era que contara algunas de mis historias o momentos que he pasado en mi vida, lo que ella quería era de alguna manera sacarme del trance que estaba viviendo, pues hacía dos meses había fallecido Cary, mi amada esposa, la experiencia más dura que he pasado. ¡Gracias, Diana!, pero hay asuntos que no se pueden apartar de la mente, lo que sí digo es que se debe valorar cada minuto de la vida y esto se logra dando amor a quienes nos rodean. A mí se me había ido quien llenó la mayor parte de mi existencia los últimos 65 años, ya no estaba a mi lado la que cuando llegamos a San Gerardo lo único que traía eran ilusiones, quien nunca dijo “esto no es posible”, la misma que compartió conmigo proyectos que parecían imposibles y animaba cuando me veía preocupado por deudas que había que honrar, me daba valor para seguir luchando; además de ánimo en las tareas de la casa como cuando tuvimos lechería, donde siempre fue ella la que sabía cómo se hacían las labores.
Mis primeros años Nací en Santa María de Dota, el 2 de noviembre de 1925; Miguel Chacón Morales, mi padre; mi madre, Brígida Ureña Barrantes; me bautizaron en la iglesia de Santa María de Dota. Mis padrinos fueron Gregorio Barboza y su señora, Adela Blanco, vecinos de San Marcos de Tarrazú. Me bautizó el sacerdote español Jaime Morera Alsina, quien estuvo en Santa María de 1918 a 1941. Posteriormente, aún muy niño, recibí el sacramento de la Confirmación y mis padrinos fueron don Antonio Chinchilla y su señora Dolores Barrantes Retana, hermana de mi abuela materna. Mis abuelos maternos fueron Eloísa Barrantes Retana y Antonio
Ureña Zúñiga; mis bisabuelos, Jerónimo Barrantes Vargas y Paulina Retana Lobo; mis tatarabuelos, Domingo Barrantes Elizondo y Dominga Vargas Retana. Por el lado de mi abuelo Antonio, mis bisabuelos fueron José María Ureña Mora y Leona Zúñiga Gamboa, fundadores de Santa María de Dota; el padre de mi bisabuelo se llamó Nicolás Ureña, quien tuvo una prolífera descendencia de 27 hijos, entre estos estaba Rafaela Petronila, quien se casó con mi bisabuelo Alejo Morales, lo que hace que mis padres fueran primos no tan lejanos. Doña Leona era hija de Ramón Zúñiga Barahona, uno de los fundadores de San Marcos de Tarrazú. Por parte de mi papá, mis abuelos fueron Zenón Chacón Mora e Isabel Morales Ureña; a mi bisabuelo Alejo Morales se le reconoce haber traído las primeras matas de café a la región y que fueron sembradas por su cuñado José María Ureña en una propiedad que luego fue de mis tíos Ureña Barrantes. De parte de mis antepasados paternos en esa línea no he tenido relación, porque al separarse mamá y papá, se cortaron de alguna manera los vínculos ancestrales. Crecí con mi hermano Federico en la casa de mi abuela, porque al irse papá a Buenos Aires de Puntarenas, donde rehízo su vida, quedó mamá en una gran pobreza y a pesar de crecer sin la presencia de la figura paterna, tuve la suerte de tener dos madres, la propia y mi abuela Eloísa. Gracias a Dios no pasamos hambres, mi niñez fue en tiempos donde no había tantas “cosas” innecesarias para vivir como ahora, la gente producía lo básico en sus parcelas y sin estudio, pero con gran sentido práctico, en su mayoría cosechaban maíz en abundancia y varios productos como tubérculos para criar cerdos que, a la vez, daban manteca. Asimismo, estos animales suministraban la carne que se secaba al sol o al humo, porque no existía otra forma para conservarla; también se criaban gallinas y si llegaba una visita inesperada, era cuestión de llamarlas y se tenía la base para una buena sopa y una gallina achotada. Dos hermanas a los 26 años Cuando tenía 26 años, conocimos a mis hermanas paternas Luz Alba y Nery Chacón León, a quienes papá procreó en Buenos Aires de Puntarenas; a pesar de su llegada tardía a nuestras vidas, logramos una muy buena relación, la cual se ha consolidado con el paso del tiempo. Tanto abuela como mi mamá eran personas muy devotas y nosotros como hijos teníamos que seguir sus creencias con todo el respeto que, entonces se acostumbraba. En medio de las limitaciones económicas, mamá nos compró a cada uno un sombrero muy bonito, el cual
Federico y yo solo usábamos en ocasiones especiales, con la advertencia de que los teníamos que cuidar muy bien, por el esfuerzo que había significado adquirirlo. Parte de la devoción de mamá incluía que nos mandara todos los días a los rosarios de la Virgen que se celebraban en el templo durante el mes de octubre; esa era su intención. Junto a mi hermano, aprovechábamos la salida para jugar trompos, quedarnos en la plaza y hasta teníamos la osadía de ir junto a otros chiquillos hasta la poza de “La Tuna” a comer jocotes. En uno de esos viajes, al brincar sobre unas piedras para cruzar el río, bastante caudaloso durante la época lluviosa en que estábamos, el sombrero se me zafó de la cabeza y cayó en medio del río, el que rápidamente hizo suyo y lo llevó con rumbo hacia el lejano Pacífico. Lo primero que nos pasó por la mente fue “y ahora, ¿qué le decimos a mamá?”, ¡Castigada segura! No quedaba más que faltar al Octavo Mandamiento: no mentir. Llegamos a la casa diciendo que mientras estábamos en el rosario habíamos dejado los sombreros donde los feligreses acostumbraban dejarlos y al salir, el sombrero mío no estaba. Lo que no esperábamos era que mamá apenas pudo se dirigió a la Casa Cural a poner su queja ante el padre Morera, sacerdote español de carácter fuerte, quién muy molesto se refirió al asunto en el sermón del domingo, más o menos en estos términos: “Amadísimos hermanos, siento una gran pena y me solidarizo con el dolor de una madre, quien empeñada en que sus hijos sigan la doctrina de la Santa Iglesia, manda a sus muchachos a los rosarios de la Virgen y mientras esos piadosos niños elevaban sus oraciones a la Madre de Dios, un sinvergüenza, porque no tiene otro nombre, se aprovecha y les roba el sombrero que su madre con tanto esfuerzo les compró. ¡Hasta donde hemos llegado hermanos, le faltamos no solo
a la ley de Dios sino también a las leyes civiles, un día de estos también se robaron un paraguas…!” y seguía el largo sermón del padre con el tema del robo del sombrero. Federico y yo nos volvíamos a ver, mientras que mamá movía su cabeza afirmando lo que decía el sacerdote. Aparte de los rosarios, la misa de los domingos era de carácter obligatorio y no acudir a ella era una falta muy grave que mamá trataba de controlar al pie de la letra; para garantizar que cumplíamos con el precepto, apenas llegábamos de la misa venían las preguntas de rigor: ¿Qué dijo el padre?, ¿Quién recogió la limosna?, ¿Quiénes estaban de monaguillos? Resulta que este método de comprobación no era exclusivo de mamá, también lo aplicaban las madres de nuestros compinches de entonces, entre quienes recuerdo a Juan José Ureña, Marino Ureña, Evelio Monge y Enrique Solís. Entonces, decidimos aplicar una estrategia, la cual consistía en que uno de nosotros asistiría a la misa, mientras los demás nos dedicábamos a jugar y poco antes de terminar la misa nos íbamos a esperar al escogido, quien nos ponía al tanto de los detalles que podrían incluirse en el interrogatorio. Hubo alguna “fuga de información” y nuestras madres se dieron cuenta del engaño; entonces, ellas cambiaron de táctica y nos pusieron espías, entre ellos, nuestro tío político Chepo Ureña, a quien mamá le preguntó lo siguiente: –Dígame una cosa, Chepo, ¿los chiquillos se salieron de misa? –No, Brígida, no se salieron, ¡nunca entraron! A partir de ahí, no nos quedó más que asistir a la misa completa del padre Morera, que duraba poco más de dos horas, aunque a nosotros nos parecía que eran dos días. A muy temprana edad, nos asignaban obligaciones como dar de comer a los cerdos, recoger ter-
neros y arrear vacas, entre otras. Durante los veranos se recogían las cosechas de maíz que eran desgranadas en máquinas; los granos que quedaban en los olotes nos correspondían a los nietos del matrimonio Ureña Barrantes; el oficio de quitarlos a mano. En nuestra infantil imaginación, los olotes de color rosado se convertían en muñecos para las niñas y los demás, según su color, se determinaba el valor y uso. Algunos eran utilizados para elaborar corrales y otros como cabezas de ganado, estos eran los más codiciados, pues nuestra ilusión era contar con la mayor cantidad de cabezas y corrales; en este imaginario juego, algunos llegábamos a contar con verdaderos latifundios. El juego incluía trueques entre los hacendados, quienes defendían y daban valor a cada olote según su tamaño, así como ocurre en la realidad al negociar ganado. A los siete años entré a la escuela, donde asistí hasta tercer grado, pues mamá decía que le daba pena que nos mantuvieran, que mejor dejara los estudios y siguiera trabajando con mis tíos en el campo, de manera que a los diez años de edad ya tenía que ir aprendiendo a enyugar los bueyes y pegar la carreta. A mis ocho años, yo tenía novia, pero nada más yo lo sabía. Yo quería que ella lo supiera y llegó una buena oportunidad: venía fin de año. No lo pensé, llegué a la pulpería de Gonzalo Ureña (don Chalo) y le dije, ¿cuánto vale esa postal?, no recuerdo el precio y le digo, “hágame el favor y me la llena”, “¿para quién es?, ¿para tu mamá? Es para una chiquita, se llama dijo Rosalía Solís Ureña, ¿y qué le pongo? Vea a ver que se le puede decir. “Pero, ¿de veras te gusta? Bueno, vamos a ver,” dijo don Chalo. En eso entró otro cliente y le dijo al pulpero: “don Chalo, dijo mamá que le mande una libra de sal y tres candelas y que se las apunte.” Don Chalo seguía pensando cómo atender mi solicitud al tiempo que alistaba el pedido de este cliente, pero la verdad, este señor poco sabía de esos menesteres, pues en su vida nunca se le conoció que tuviera novia o alguna amiga. Podría ser, -me sugirió- ¡Que es muy bonita! ¡Que te gusta! y ¡Feliz año nuevo! No recuerdo cómo se la hice llegar. Como a los dos días oí que mamá conversaba, muy animada, con su amiga y prima Hortensia Ureña Chanto, quien al verme me pregunta, ¿cómo te fue en la escuela?, ¿ganaste el año?, ¿y es cierto que sos muy valiente y que te animás a ir en la noche a la pulpería? Sí, señora, respondí. Rosalía te mandó una postal, Brígida la tiene. Bueno, Brígida, andá un día de estos a casa para que hablemos. No supe qué decía aquella nota; mamá, violando los más sagrados derechos privados, lo que me dijo fue, “como ya sos muy hombrecito, tenés tres días para que desyerbés el jardín y saqués las piedras sueltas.” NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
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Los convulsos años 40
L
a década del 40 fue muy convulsiva por motivos políticos, el señor José Figueres Ferrer un día anunció que daría un discurso a través de la radio para referirse a las cosas que él creía estaban mal en el país y denunciar situaciones que la sociedad debía conocer. Hasta ese momento, don Pepe era un desconocido, pues nunca había participado en política, se sabía que estaba haciendo una finca en La Lucha y llevaba investigaciones con nuevos cultivos. Finalmente, llegó la noche del esperado discurso y se encontraba dándolo desde la estación Radio América Latina cuando fue interrumpido por autoridades del Gobierno, quienes en forma grosera le quitaron el micrófono y lo llevaron preso a La Penitenciaría. Al siguiente día, llegaron oficiales del gobierno y le dijeron que sería expulsado del país, un día después fue llevado hasta El Salvador y luego trasladado a México. El 13 de febrero de 1944 hubo muchos acontecimientos que indignaron a la mayor parte de la ciudadanía, se dieron hechos que burlaban la voluntad del pueblo, los candidatos eran el licenciado León Cortés Castro y el licenciado Teodoro Picado, adepto del Doctor Rafael Ángel Calderón Guardia, quien fungía como Presidente de la República. Algunas personas fueron forzadas por autoridades armadas a cambiar las actas con los resultados electorales y quienes se opusieron, pagaron con su vida, tal fue el caso del señor Timoleón Morera en La Ceiba de Alajuela. En Llano Grande de Cartago, el presidente de la mesa se llamaba Ignacio Guzmán y fue asesinado junto a dos compañeros por defender la voluntad popular expresada en las urnas electorales. En ese entonces, los resultados eran leídos en la Casa Presidencial, donde terminarían de consumar el fraude para que fuera electo el Licenciado Teodoro Picado; Don León Cortes murió pocos meses después de un ataque al corazón, razón por la cual quedó la oposición sin un líder que la dirigiera y por ello se dieron toda clase de persecuciones contra los que no comulgaban con el gobierno y sus actitudes. En el año 1888, la Universidad de Santo Tomás fue clausurada por el licenciado Mauro Fernández Acuña por no estar el país preparado para sostenerla económicamente. Durante el período presidencial del doctor Rafael Ángel Calderón Guardia, de 1940- 1944, quien fue electo por una gran mayoría de sufragios, abre las puertas de la Universidad de Costa Rica con 716 alumnos. Estos datos están en la página 38 del libro del señor abogado y quien fuera rector de la UCR, Eugenio Rodríguez Vega, titulado “De Calderón a Figueres”. El 7 de enero de 1941 nace el Seguro Social, se celebra la primera sesión de Consejo Universitario presidida por el Lic. Luis Demetrio Tinoco Castro; además, durante esta administración del Doctor Calderón Guardia se aprueban las Garantías Sociales. Estos hechos tienen una gran transcendencia para el país, el gran capital se muestra en
desacuerdo con estos acontecimientos (cosa que no es de extrañar) y también parte de la población no los aprueban, por lo que conlleva a que el gobierno empiece a perder simpatizantes. De parte del Poder Ejecutivo y sus autoridades, comienzan las represalias, en algunos casos hasta violentas contra los que no aprobaban las reformas anteriormente mencionadas. El doctor Calderón Guardia creía que era el momento oportuno para su aprobación, y aprueba de lleno el pacto con los comunistas. En estas circunstancias, se celebran las elecciones para el periodo presidencial 1944-1948 que gana el Lic. Teodoro Picado Michalski (las cuales no fueron transparentes), con lo que el Partido Republicano Nacional va perdiendo más caudal. El clima político se vuelve tormentoso, el gobierno y el Partido Comunista celebran un pacto y el pueblo costarricense, de muy arraigada fe católica, no lo aprueba. No hay que olvidar que el presidente Picado era sumiso a las órdenes de Calderón Guardia, pues este le metió el hombro para que llegara a la presidencia y se le olvidó al señor Picado que él era el Presidente de la República, pudiendo haber evitado que se anularan las elecciones de 1948. El país había perdido la fe de que se respetaran los derechos civiles y políticos desde que, con motivo del cumpleaños del presidente Picado, se organiza una manifestación de solidaridad y se corren trenes del Atlántico y del Pacifico para traer simpatizantes a dicho acto. En su discurso, la actitud del presidente Picado se ha endurecido, pues utiliza un lenguaje violento “Las luchas políticas electorales
no las ganan los cobardes, sino los hombres decididos... Yo gobernaré con Vanguardia Popular, con mi partido y mis amigos y estoy dispuesto a llegar donde sea, a la cabeza de mis partidarios.” Como la lucha por las libertades es el tema que está logrando unir a los sectores oposicionistas, el jefe del Partido Comunista pronuncia un enérgico discurso durante la serenata y pone “Libertad electoral… eso que ciertos caballeritos glostorados, pureza eleccionaria” En ese mismo acto político de solidaridad, el Presidente de la República molesto porque en las oficinas públicas hay partidarios políticos de la oposición manifiesta “Los empleados públicos que no están con los postulados de nuestros programas y las líneas de nuestra política deben tener la delicadeza de renunciar a sus puestos antes de que hayan de ser tomados por el brazo y puestos en la calle”. (Tomado del libro De Calderón a Figueres de don Eugenio Rodríguez en las páginas 114 y 115). En conferencia de prensa, el hermano del Señor Presidente, don René Picado, ante la pregunta sobre las medidas que tomará el gobierno para una posible salida a la situación que se estaba viviendo, entre otras cosas manifiesta: “Si quieren bala, bala va”, por eso, el pueblo lo llamaba “Bala va”. Ocurrieron unos hechos en Cartago. Algunos vecinos de esa ciudad se manifestaron en contra del gobierno. Este grupo de cartagineses lo componían personas respetadas que luchaban por el progreso de su ciudad. Había desde finqueros hasta profesionales y los que no amanecieron en el hospital de Cartago, estaban en la cárcel. Esa fue la gota que derramó el vaso.
Ya cuando esos acontecimientos se dieron, Don Pepe estaba de regreso en el país. La sociedad cartaginesa se manifestó en huelga de brazos caídos, cerraron los bancos y la mayor parte de los negocios públicos, los finqueros no mandaron más sus productos al mercado, la sociedad esperaba noticias. Llegó don Pepe al balcón del Diario de Costa Rica, que estaba diagonal a la Soda Palace, ese mismo día que los cartagos se manifestaron en huelga, puso en la pizarra solo una palabra: huelga; la gente que estaba ahí esperando en qué paraban esos hechos, lo aplaudió y lo llenó de vítores; así se paralizó el país desde el 25 de julio hasta el 3 de agosto de 1947. El gobierno tuvo que ceder ante el movimiento y se comprometió a brindar garantías electorales para los próximos comicios, que serían llevados a cabo en febrero de 1948. Se formó un Tribunal de Elecciones, el cual estaba conformado por personas independientes, y sobre todo, de una moral intachable. La situación siguió peor y el gobierno hacía todo lo posible para acallar cualquier forma de manifestación de los hechos que seguían sucediendo. La oposición empezó a organizarse para las siguientes elecciones. Surgió como líder el señor Otilio Ulate Blanco, quien era director del periódico Diario de Costa Rica, desde donde siguió en una campaña muy fuerte contra el gobierno. La Asamblea donde se eligió a Ulate como candidato fue realizada en el Estadio Nacional; de parte del gobierno, el candidato fue Rafael Ángel Calderón Guardia; las elecciones fueron ganadas por el señor Otilio Ulate, pero el congreso las anuló. El 1 de marzo se presentó una moción del diputado comunista Luis Carballo, donde pedía la anulación de dichas elecciones, alegando que no todos los partidarios del doctor Calderón habían podido votar por no aparecer en el padrón electoral, lo que no era cierto; se votó la propuesta y con la mayoría que ellos tenían, se aprobó la moción, porque a través del fraude que se había llevado el 13 de febrero del 44, tenían una mayoría considerable. Cuando se estaba llevando a cabo esa sesión, se presentó un asesino de origen cubano, llamado José Tavío y Silva; ostentando el grado de Coronel, título que le concedió el gobierno de Costa Rica. Lo trajeron de Cuba como director de la Policía Nacional, los polocías con armas y gritos decían, ¡queremos votar! De ahí se dirigió la turba encabezada por la policía a la casa del doctor Carlos Luis Valverde Vega, alegando que en esa casa la oposición tenía un depósito de armas. Ahí estaba el señor Otilio Ulate con un grupo de amigos escuchando a través de la radio lo que pasaba en el Congreso. Como el doctor no quiso abrir la puerta, empezaron a escalar la verjas para entrar a la fuerza y uno de los que estaba ahí, con su revólver disparó a un policía que estaba cerca de la puerta de esa casa y otro de los oficiales que también intentaba entrar cayó muerto. Los soldados comandados por Tavío siguieron disparando, sin
dejar de vitorear al doctor Calderón Guardia y sin respetar que el doctor Valverde salió en son de paz, lo acribillaron frente a su casa. Éstos hechos, junto a otros, terminaron de caldear los ánimos, lo que motivó la renuncia de los médicos de Salubridad Pública. Pocos días después, el 12 de marzo, don Pepe, que estaba preparado para algún imprevisto, le declaró la guerra al gobierno. Cabe mencionar que don Manuel Mora Valverde, con el pretexto que la oposición quería anular las Garantías Sociales y el Código de Trabajo (lo que no era cierto), consiguió que los trabajadores de la compañía bananera se vinieran a San José y con machetes en mano amenazaban de muerte a los que se oponían a sus conquistas sociales, estos fueron en gran parte los soldados que, junto con otros traídos de Nicaragua, murieron en combate a mano de las tropas comandadas por Figueres. Don Pepe tenía el respaldo de amigos que habían sido expulsados por ser afiliados a la democracia, organizados en la Legión Caribe, en una época en que había en América Latina varios regímenes dictatoriales. El plan que tenía Figueres en Costa Rica, y, junto con un grupo de allegados, era tomar San Isidro del General y justo el 12 de marzo de ese año se concretó el ataque a ese lugar. En las filas del gobierno murió el señor José Mora, quien ocupaba el cargo de Jefe Político y su hijo, además de algunos heridos por parte de las autoridades del gobierno. También murió un dirigente del partido comunista. Un día antes de esos hechos, un jeep del gobierno que estaba al mando del coronel Roberto Pacheco y acompañado por el mayor Carlos Brenes (a quien los cartagineses por su forma de matón le llamaban “Perro Negro”), Luis Quinto Vaglio y como baqueano un señor que era el jefe de caminos en Cartago, quien contaba con gran conocimiento de la zona, a la altura de La Sierra fueron repelidos por un grupo de rebeldes adeptos a Figueres, entre los que se encontraban Frank Marshall, Tuta Cortés y Romilio Durán. Les hicieron el alto y lo que salió por las ventanas del vehículo fueron los cañones de las ametralladoras que no tuvieron tiempo de activar, solo salió con vida el señor Quinto Vaglio, quien era muy arrogante y para no decir que habían sido sorprendidos con armas de cacería, expresó que había visto un ejército de gente extranjera y que se escuchaban armas de gran potencia. Además de dar muerte al comando, los rebeldes recuperaron algunas metrallas que fueron usadas el siguiente día cuando se dio el asalto y la toma de San Isidro de El General. El gobierno duró tres días organizándose, pues creyó la novela que relató Vaglio, quien dijo haber sido sorprendido por un poderoso ejército de rebeldes, sin haber hecho un reconocimiento para saber a ciencia cierta cuál era la situación. NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
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Mi primer viaje a San José T
enía poco más de 10 años cuando me llevó el tío Sixto a conocer San José, junto al baqueano Rafael Picado Madrigal, a quien acompañaba su hija Otilia, conocida como “Tingo”. Salimos de Santa María a medianoche, acompañados por una imponente luna llena, y para no hacer el cuento tan largo (como se me hizo ese camino), este surcaba en su mayor parte entre bosques primarios, un poco para abajo de El Empalme, donde llaman La Vara del Roble, se encaminaba hasta La Estrella, para luego subir donde hoy llaman El Chiquizá. En ese lugar, el señor Rafael dijo, “si estos carajillos no socan el paso, nos va a dejar la cazadora (bus)” y efectivamente, cuando llegamos a San Isidro de El Tejar, este se había ido para Cartago; el servicio se prestaba cada tres horas, por lo que hubo que seguir a pie para luego continuar en tren a San José; la verdad, no le tomé el gusto a aquel aparato, pues no me sentía nada seguro, el vehículo más grande que yo había abordado era una carreta. Por fin, llegamos a San José, a un hotel, no recuerdo el nombre, la dueña era una señora que le decían “Conchita”, nos asignó una habitación en el segundo piso, yo me sentía tan cansado que de una vez me acosté. Ya casi oscurecía, estaba tomando el primer sueño cuando llegó el tío Sixto y me movió diciéndome, “Efraín, Efraín, ¡levántese para que conozca la luz eléctrica!” Yo me dirigí al balcón y tuve la sensación de estar viendo el cielo, donde las bombillas titilaban como estrellas, pues lo único que había visto era el candil que alumbraba la casa de mi abuela, el cual era alimentado con aceite de higuerilla elaborado por ella misma. Cabe destacar que Nueva York y San José fueron las primeras ciudades que contaron con luz eléctrica en América, a pesar de que en ese entonces la racionaban y este servicio lo brindaban por sectores. Al día siguiente visitamos el Parque Bolívar y por la tarde el aeropuerto de La Sabana, al tercer día nos dirigimos hacia Alajuela, donde don Juan Gamboa y su señora Engracia Barrantes, hermana de mi abuela Eloísa. El señor Gamboa era un acaudalado finquero en Copey de Dota, quien se trasladó por un tiempo a vivir a San Antonio de Belén por recomendación médica. Pasamos un buen rato con ellos y
cuando nos íbamos a despedir, nos dijo su hija Laura: “- por aquí hay un camino que acorta mucha la distancia para llegar al bus, yo los voy a acompañar a la parada”. Recuerdo que era dentro de cafetales y campos de labranza; en medio de un cafetal nos dijo: “- aquí van a construir un campo de aterrizaje”, hoy el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría. Esa tarde nos fuimos a dormir a Cartago para, al día siguiente, regresarnos a casa. Santa María de Dota era muy diferente a lo que es hoy, las familias producían en sus parcelas la mayor parte de sus alimentos; aquellas que podían, compraban para todo el año algunos artículos como sal, la cual, mantenían en el humero para que no se disipara; jabón en barra y candelas que venían en cajas de madera; parece extraña una lista tan pequeña; pero el azúcar no se conocía, solamente la tapa de dulce. La disponibilidad de dinero era muy limitada; sin embargo, existían pocas mercancías para comprar. Este pueblo era un lugar apartado y fue hasta en 1951 que contó con un camino transitable todo el año, gracias a la gestión de don Pepe Figueres. En el año 1931, comenzó a venir a Santa María de Dota el señor Nicolás Meza para las fiestas patronales del 2 de febrero, con algo parecido a una buseta modelo Magirus, marca Deutz; para llegar, había tenido que buscar quién le ayudara con una o dos yuntas de bueyes para remolcar el vehículo. Este señor realizaba un convenio con el padre Morera, el cual consistía en que, partiendo frente al templo, daba vueltas alrededor de la plaza; los pasajeros que lo abordaban pagaban diez céntimos por cada una, el dinero recaudado era distribuido en partes iguales. Yo me gané alguna vuelta juntando café en la finca de don Claris Monge, no había distinción de clases sociales, no quedaba un vecino que no diera por lo menos una vuelta. Desde San Isidro de El General venían personas para comprar algunos artículos que no se conseguían allá; también era común ver las arreas de cerdos pasar camino a Cartago; incluso, había grupos de ochenta o más animales, también ganado donde destacaba algún toro con una cinta roja en sus cuernos, esto indicaba que aquel animal era peligroso y había que tenerle cuidado, claro, esa bravura la dejaban botada en el Cerro de la Muerte.
despedirse de compañeros y maestros. En una de esas ocasiones, llegó un señor llamado José Vargas, mejor conocido como “Puntiado”, y después del “Dios los acompañe, que tengan mucha suerte”, nos contó la maestra, doña Helia Ureña cómo era pasar el Cerro de la Muerte, que se tardaba tres o cuatro días para llegar a su destino y que este señor, días antes, había ido a San Isidro a acarrilar un terreno, donde tenía que llegar a levantar un rancho para tener donde vivir. Quedamos muy dolidos por la despedida y lo que nos relató la maestra, pasaron unos meses y no se supo más de ellos hasta que llegó la noticia que a “Puntiado” lo había matado una terciopelo, entramos en una crisis los alumnos de ese primer grado. Hoy nos tendría que haber asistido un psicólogo.
Dolores Ureña
Las fiestas patronales Uno de los acontecimientos que más esperábamos, en medio de nuestras limitaciones, eran las fiestas patronales; recuerdo que a los 7 años, para una de estas, mamá me regaló diez céntimos para que me comprara algo. Y para esa época llegó en carreta desde San José un señor que vendía helados de sorbetera y se instaló bajo la sombra de un árbol. La elaboración consistía en unas marquetas de hielo protegidas por aserrín, en la parte trasera de la carreta elaboraba los helados y en una pequeña mesa acomodaba utensilios; era toda una novedad observar aquel arte que daba por resultado un producto novedoso, el cual despertaba gran ilusión entre niños y adultos. Pregunté el precio, “un diez” –me dijo– “¡Deme uno!” –le dije, confiado en el dinero que me había dado mi madre. Mientras realizaba la operación de prepararlo, mi deseo por tener el helado en mi mano iba en aumento: cuando estuvo listo metí la mano en la bolsa de mi pantalón en busca de la moneda, pero la maldita no apareció, se había escabullido, sin que me percatara, por un hueco de la bolsa. Esto me produjo una gran tristeza y congoja, la cual fue percibida por el señor de la sorbetera, quien lleno de humanismo y solidaridad se acercó y sobando mi cabeza dijo, “¡Cómaselo tranquilo!” Llegué a casa de mi abuela y conté una parte de lo sucedido; para mi suerte, estaban de visita algunos parientes y amigos de mi abuela, quienes al escuchar mi relato no dudaron en compensar mi pérdida
de forma generosa. El hueco de mi bolsillo de repente pasó de ser tragedia a convertirse en bendición, regresé a la fiesta donde pude satisfacer otros antojos que eran impensables en la limitada economía de mi casa. Mi abuela Eloísa era visitada por sus hermanos, ellos llegaban con bestias cargadas de tabaco, café en grano y arroz para la venta; estas familias se habían trasladado a San Isidro entre 1910 y 1920. Eran diez hermanos, que junto con su tío Patrocinio Barrantes fueron parte fundamental de la transformación de aquel valle que hasta ese momento había sido utilizado como sitio para confinar a convictos, quienes purgaban sus penas en ese lugar; el arribo de los Barrantes marcó un cambio sociocultural; esto debido a sus buenas costumbres, el apego al trabajo y su arraigo religioso que permitió sentar las bases de un lugar progresista y dinámico.
Barrantadas Le sigo guardando un gran cariño a esa familia e incluso he participado en varias “Barrantadas”, actividad que reúne a gran cantidad de descendientes de Domingo Barrantes y Dominga Vargas, quienes estuvieron entre los primeros habitantes de Santa María. Durante la crisis de 1929 y 1930, llegaron a Pérez Zeledón familias de varias partes del país, principalmente de lo que hoy se conoce como La Zona de Los Santos. Era costumbre que cuando una familia se iba a trasladar a San Isidro y tenía niños en la escuela, estos, acompañados de sus padres, iban a
Al cumplir catorce años, comencé a viajar con mi tío Dolores Ureña (Lolo) a Naranjo, lugar ubicado a 14 kilómetros de Santa María; en ese lugar, mis tíos tenían una finca donde cosechaban frijoles, maíz, cubaces y el único medio de sacar esas cosechas era en bestias. En el verano era tiempo de recoger y acarrear esos productos, nos íbamos en la tarde y regresábamos a Santa María a la mañana del día siguiente, rutina que duraba varias semanas. En el mes de agosto del año 1939 falleció el Tío Lolo a la edad de 33 años y me tocó seguir de arriero y con la edad de dieciséis años seguí saliendo de Santa María a las 4 de la mañana, para a las 6:30 estar tomando café con mis tíos y demás trabajadores que ellos contrataban. A las dos de la tarde, cargábamos las bestias para regresar a Santa María. Esto duraba por lo menos dos meses, que era el tiempo requerido para dichas labores de cosecha; generalmente la última semana de setiembre y las tres primeras de octubre se iniciaba las riegas de frijol. Además, se cultivaban papas, maíz, cubaces y durante el invierno se daba asistencia a esos cultivos. Fue así como aprendí a no tener pereza y saber que la vida no es fácil. En el tiempo que no se trabajaba en Naranjo, lo hacía en Santa María en el cultivo del café, chapeando potreros en propiedades de mi abuela Eloísa y en las de mis tíos. Esa fue mi infancia y adolescencia; nos criaron a Federico y a mí en la época donde los hijos trabajaban sin salario. Mi juventud fue de trabajo, a los dieciséis años me puse el primer par de zapatos y los seguí usando solo en ocasiones especiales; eso era lo normal, puesto que en aquella época la mayor parte de las personas no usaban zapatos. NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
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De cómo este campesino se metió en la guerra
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ntre la fecha en que se dieron las elecciones y su anulación; un grupo de marienses nos trasladamos hasta la hacienda La Lucha para ponernos a la orden de don Pepe y conocer cuáles eran sus planes en caso que las elecciones fueran anuladas; a pesar de la existencia de un pacto que garantizaba que éstas serían respetadas, fue firmado por el Presidente de la República Licenciado Teodoro Picado, el doctor Calderón Guardia, el señor Otilio Ulate Blanco y el señor arzobispo de Costa Rica, Monseñor Víctor Sanabria, en calidad de garante. El señor Figueres nos dijo que no creía que el pacto fuera respetado y que estaba preparado ante cualquier eventualidad. Nosotros le manifestamos que estábamos dispuestos a darle su apoyo y luchar por el respeto de la voluntad popular; entonces nos dijo que en cuanto sucediera alguna situación nos mandaría a llamar. Al día siguiente de la toma de San Isidro, don Pepe nos mandó a decir con el señor Antonio Segura Chacón que nos trasladáramos a La Lucha por nuestros propios medios. En Santa María de Dota los caminos eran casi intransitables, aun durante el verano. El Banco Nacional había tomado los beneficios de café de Santa María y de San Marcos, convertidos hoy en cooperativas; su antiguo dueño, un señor de apellido Chavarría había entrado en crisis económica, por lo que dejó a productores sin el pago de su cosecha y así fue como el Banco Nacional asumió la administración de esos beneficios, mientras se organizaba a productores de café para formar las cooperativas Coopedota y Coopetarrazú. Al no tener cómo trasladarnos hacia La Lucha, se nos ocurrió ir al
beneficio para hablar con los choferes de dos camiones pertenecientes al banco, quienes hacían viajes desde Santa María y San Marcos a una bodega construida por el banco en El Empalme para ir almacenando café. Les expusimos el plan a los dos choferes, unos hermanos de apellido Cubero, vecinos de Desamparados, quienes eran fervientes ulatistas; nos dijeron que si aquel movimiento fracasaba, ellos serían responsables de los camiones, entonces al señor Millo Ureña Chanto se le ocurrió una idea de confabulación con los choferes, la cual consistiría en asaltarlos y obligarlos a transportarnos hasta La Lucha; en seguida nos trasladamos al frente de donde hoy está el edificio municipal de Santa María, que era donde estaban las oficinas de la jefatura política. Cuando los camiones venían, nos tiramos a la calle y les dijimos a grandes voces que se detuvieran, que los necesitábamos para trasladarnos a La Lucha a participar en la revolución y, como parte de la trama, ellos alegaban que esos camiones eran del banco y que no nos llevarían a ninguna parte; entonces Millo saca un revólver y les dijo: “¡nos llevan o se mueren!” y no les quedó más que darnos el servicio. Nos montamos en los dos camiones y cuando llegamos a El Jardín, desde donde se escuchaban las balaceras del combate que se estaba desarrollando tanto en Frailes como en la Carretera Interamericana, algunos de los compañeros, bajo el pretexto de no contar con armas, se bajaron de los camiones, pues vieron que aquello era en serio, creo que esos eran los más “prudentes”, y se fueron para Santa María. Bajamos de El Jardín a La Lucha, por un camino que más parecía un trillo, por suerte no tuvimos un
accidente, llegamos a La Lucha y estaba desierta, don Pepe se había trasladado a Frailes, donde se llevaba a cabo un fuerte combate, del cual salieron muy amainadas las fuerzas del gobierno. Un señor de apellido Sosa nos informó que las armas estaban en San Isidro de El General y que siguiéramos hacia ese lugar.
San Isidro de El General Llegamos cuando estaba anocheciendo; fuimos recibidos por el señor Carlos Gamboa, quien nos informó que los pilotos Guillermo Núñez y Otto Escalante habían traído esa tarde dos aviones cargados con un buen número de armas y municiones desde Guatemala y que al día siguiente en la plaza en donde hoy está el parque, nos darían armamento e instrucciones del manejo de este. El día que se tomó San Isidro, el único medio de comunicación que existía era la oficina del radiotelégrafo, operado en clave morse; entonces las autoridades en San José preguntaban si todo estaba normal y el radio operador, que era ulatista, les manifestaba que todo estaba tranquilo, que informaría cualquier situación. El encargado de las oficinas de LACSA se prestó para llevar a cabo el plan, el cual consistía en que cuando llegaran los aviones que hacían los servicios regulares, se pudiera apresar a los pilotos y así obtener ese día cuatro aviones que servirían para seguir trayendo armas desde Guatemala, pero dos de los pilotos resultaron ser opositores al gobierno, por lo que se pusieron al servicio del movimiento armado. Por ese medio, llegaron el coronel Miguel Ángel Ramírez y el doctor
Horacio Hornes, ambos dominicanos, y el Capitán Jorge Rivas Montes, con otros militares hondureños, como representantes de las armas, que eran propiedad del coronel dominicano Juan Rodríguez (las armas serían devueltas una vez cumplida la misión). El coronel Rodríguez las había adquirido poco a poco y las tenía listas para cuando llegara la ocasión de invadir su país que tenía de presidente al tirano Trujillo. San Isidro de El General fue un lugar donde hubo combates muy importantes, el primer pelotón del gobierno fue comandado por el general Enrique Somarribas Tijerino, quien había desembarcado en Dominical y llegó a intentar retomar el control de San Isidro de El General. Luego de 36 horas de combate ininterrumpido, las fuerzas del gobierno se vieron derrotadas y el general Tijerino, en su retirada, tuvo un encuentro armado en General Viejo, donde resultó herido mortalmente. Fue enterrado con honores militares como reconocimiento a su valentía y comportamiento, con quienes fueron sus prisioneros de guerra. El segundo intento del gobierno por capturar San Isidro fue llevado a cabo por Carlos Luis Fallas (Calufa), con un grupo de trabajadores de la zona bananera y algunos aventureros que se les unieron. En este combate fueron derrotados, y en su huida pasaron por Buenos Aires de Puntarenas, donde los aventureros, sin el consentimiento de Calufa ni la participación de los trabajadores bananeros, quemaron la iglesia de Buenos Aires y la sacristía. Esas llamas quemaron la historia de la evangelización de la época colonial de Boruca y Térraba, la cual fue llevada a cabo sobre todo por los sacerdotes de la con-
gregación de los Agustinos Recoletos. Algunos de los que provocaron este incendio pagaron con su vida en el fusilamiento llevado a cabo en “El Codo del Diablo”, allá en la carretera a Limón. En los combates de San Isidro hubo muchos muertos; entre ellos, dos parientes míos: Guillermo Barrantes Chacón y Dimas Barrantes Fonseca. Uno de los hechos más lamentables que sucedieron entre Miércoles Santo y Jueves Santo fue lo que sufrió la familia del señor Arturo Infante, pues cuando estos estaban en el rancho de su propiedad, llegó una tropa comandada por el mercenario Aurio Morales a preguntar por don Arturo; como le manifestaron que no se encontraba, entonces dijo que si no decían dónde se había escondido, se llevaría prisioneros a los hombres ahí presentes; eran los hermanos Édgar, Óscar y Mario (todos Infante Segura) y al suegro de Óscar y Edgar (Francisco Quirós), quienes eran campesinos respetados por sus vecinos. Les amarraron las manos y los montaron en vehículos y los llevaron desde el lugar llamado Platanillo rumbo a Dominical, pues ellos habían cometido el “pecado” de estar a favor del movimiento revolucionario; después se conoció lo que ahí sucedió. A estos prisioneros los pusieron a cavar sus propias tumbas, donde fueron fusilados frente a esta playa, junto con el señor Aníbal Jara y algún otro prisionero que había hecho sus andanzas. En total, mataron a nueve personas. Mario era casado con Orfilia Chanto, sobrina de Jacinto Chanto, quien murió en combate en San Isidro de El General. Era vecino de Santa María de Dota. Édgar era el papá de Arturo Infante Segura, quien a la edad de seis años fue testigo del arresto de sus tíos y de su papá. Mi buen amigo Arturo es Técnico en Informática, vive en Palmares de Pérez Zeledón, es casado con Nuri Cervantes, pariente lejana mía. Otra hermana de los Infante Segura que quedó viuda era Clara Infante, casada con Jeremías Garbanzo; conocido como “Matatías”, quien murió en combate en Pérez Zeledón, quien era sobrino de otro que llevaba ese mismo nombre, Jeremías Garbanzo. Este último murió fusilado en Buenos Aires de Puntarenas junto a Rogelio Fernández Güell. Cabe destacar que los señores Tavío y López Masegoza abandonaron el país en el mismo avión en que se fue el doctor Rafael A. Calderón Guardia, la víspera de la renuncia del señor presidente de la República, el licenciado Teodoro Picado. Este avión iba cargado con armas pertenecientes al ejército de Costa Rica. Algunas de estas armas fueron recapturadas a los invasores de 1955, comandados por Rafael A. Calderón Guardia, desde suelo nicaragüense, con el apoyo de la Guardia Nacional de Nicaragua. NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
Abierto los Domingos
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El primer combate del 48
l día que nos dieron las armas llegamos a El Empalme al mando del señor Alberto Martén Chavarría – creador del Movimiento Solidarista – como a las nueve de la noche, nos alojamos en la finca de los señores Apéstegui; ellos contaban con varias casas y un salón grande donde dormíamos cuando se podía. El día 14 de marzo cerramos el paso por la carretera, nos encontrábamos atrincherados en una posición estratégica protegidos por troncos de roble que fueron cortados durante la construcción de la carretera. El día 16 apareció un contingente de tropas del gobierno, las cuales venían con la intención de abrir paso, abrimos fuego e inició el intercambio de balazos, estableciéndose un fuerte combate; poco a poco fuimos tomando control de la situación y una buena cantidad de soldados del gobierno intentaron protegerse en la bodega de café, propiedad del banco. Fue en ese momento cuando un soldado de las filas del gobierno, emulando a nuestro héroe nacional Juan Santamaría, prendió fuego a la bodega, la cual ardió por completo, y los soldados de gobierno, protegidos por las enormes columnas de humo, escaparon por la parte trasera, los perseguimos durante unos ochocientos metros, de camino encontramos algodones y gasas con sangre, señal inequívoca de que llevaban algunos heridos. La experiencia de ganar ese primer combate es difícil de describir, el olor a pólvora, el ruido de las armas, el silbido de las balas al abrirse paso entre el aire, la convicción de que nuestra lucha era por la reivindicación de la libertad y los derechos democráticos, hacía que la moral combativa se elevara y se mantuviera al tope; en ese combate, logramos derrotar e hicimos retroceder al enemigo, además de hacer prisioneros a once soldados del gobierno. Estas acciones se repitieron durante varios días, las fuerzas del gobierno se encontraban acantonadas en La Sierra, a la altura de la entrada de La Lucha, desde ahí se desplazaban carretera arriba e intentaban recuperar nuestras posiciones; una y otra vez repelíamos los ataques. Un día, a las dos de la tarde, Frank Marshall, Tuta Cortés, José Santos Delcore y “El Indio Sánchez” comenzaron a empacar pertrechos, granadas, metrallas y buena cantidad de municiones. Máximo Fallas los acompañó como guía, se dirigieron carretera abajo en una misión secreta, llegó la noche y la incógnita crecía entre las fuerzas rebeldes, fue una noche larga, muy larga, llena de zozobra y espera, al día siguiente muy temprano aclarando, escuchamos el tableteo de metrallas y el estallido de granadas; la acción que estaban llevando a cabo Frank y compañía consistía en un asalto por sorpresa a las fuerzas enemigas, quienes tenían a lo largo de la carretera en la entrada de La Lucha sus campamentos conformados por gran cantidad de tiendas de campaña; los rebeldes subieron por la parte posterior de una colina que se levanta justo al frente de la entrada de La Lucha; ahí pasaron la noche y desde una distancia prudencial, pero estratégica, iniciaron el sorpresivo ataque, causando gran confusión al enemigo y minando su capacidad operativa, no solo por las pérdidas de material bélico, sino por las bajas ocasionadas. Los rebeldes tenían el plan bien trazado y establecieron la retaguardia por el mismo lugar que utilizaron para llegar al objetivo; Máximo era el último en la retirada. En el momento que pretendía cruzar la carretera, cerca de La Vara del Roble, apareció un jeep con soldados del gobierno, cuyos ocupantes venían disparando al aire; alcanzaron a ver a Máximo y él en su desesperación, se lanzó al monte y entre morales y matorrales logró llegar al lugar que se conoce como El Jardín, prácticamente desnudo; mientras tanto, Tuta, Frank, José y “El Indio
Sánchez” llegaban al campamento y contaron los detalles de aquel acto suicida que habían llevado a cabo con gran éxito.
Otros hechos durante la Revolución Con el fin de relevar a quienes habíamos estado al frente de los combates, Carlos Gamboa se presentó con un destacamento de hombres; la idea inicial era trasladarnos a San Marcos para descansar por tres días; sin embargo, surgió la idea de aprovechar la presencia de los dos grupos para ir a desalojar al enemigo que se encontraba acantonado en La Sierra. Frank Marshall iba al frente con diez hombres, quienes iban explorando el campo para asegurarse de que no hubiera soldados del gobierno. Cerca de la entrada de La Luchita entablamos un fuerte combate y a pesar de que nos superaban en cantidad de combatientes y armamento, logramos hacerles retroceder. Llegó la noche y nos retiramos a descansar en El Empalme; mientras tanto, Carlos Gamboa y sus hombres resguardaban y defendían el territorio recuperado. Al día siguiente, a las cuatro de la mañana, nos incorporamos con la idea de continuar avanzando en la recuperación de La Sierra; aproximadamente al ser las diez de la mañana, entablamos contacto con el enemigo; sufrimos la pérdida de Manuel Umaña Valverde, vecino de San Marcos de Tarrazú. Luego de varias horas de combate, logramos que el enemigo abandonara La Sierra; se encontró gran cantidad de víveres, varias “pichingas” con licor, las cuales fueron derramadas, no sé por quién, para evitar celebraciones anticipadas; asimismo, estañones con combustible, los cuales fueron de gran utilidad, implemen-
tos de cocina y armamento de diferente calibre, dos camiones y un pick up, los cuales cargamos con todo lo recuperado. Recuerdo que encontramos algunos ejemplares del periódico “La Tribuna”, diario que se había convertido en aliado incondicional del régimen. Al leerlo, descubrimos que las publicaciones tenían como fin negar las derrotas que estaba sufriendo el gobierno en los distintos frentes de batalla, desinformar a la población e intentar levantar la moral de sus tropas. Algunas de las notas decían que el Dr. Mariano Figueres, padre del “pillo” Figueres, pagó con su vida la osadía de respaldar a su hijo “Pepe”, además que la población civil de El Empalme sufre el terror de barbaridades que cometen algunos mercenarios que escaparon de las cárceles y que se han sumado al movimiento rebelde. Otra nota informaba que las tropas rebeldes estaban sitiadas y que caerían en cualquier momento; del mismo modo, que Figueres emprendió la huida esperando alcanzar la frontera con Panamá por Cañas Gordas, donde se sabía que nadie lo iba a reconocer, aunque podría haberse perdido en los bosques al sur de San Isidro de El General. Eso nos demostraba el desorden que imperaba en las fuerzas del gobierno, parecían esos equipos de fútbol en los que los defensas no se entienden, la media cancha no sabe qué hacer, la delantera es un caos y el director técnico vuelve a ver la banca y no encuentra respuestas. En La Sierra estuvimos 4 días, el segundo día estaba pactado un encuentro entre el comandante de las fuerzas rebeldes, “don Pepe”, el Padre Núñez y Monseñor Sanabria, con el fin de buscar un acuerdo que permitiera poner fin a la difícil situación que atravesaba el país. Las partes en disputa se habían
comprometido a un cese en las hostilidades, con el fin de facilitar el ingreso de Monseñor, pero ese compromiso fue irrespetado por las fuerzas del gobierno, las cuales estaban comandadas por Tavío, quienes a la altura de La Ventolera abrieron fuego contra nuestras posiciones. Se entabló el combate, ahí perdimos al capitán Marcelino Jiménez y a Carlos Luis Rojas Láscares, ambos vecinos de Desamparados. Los que nos encontrábamos en la entrada de La Lucha fuimos a reforzar a los que estaban sosteniendo el fuego; entre los que íbamos, se encontraba el señor Luis Carlos Elizondo Ureña, mi compañero inseparable desde el inicio de la revolución y hasta que regresamos a Santa María. Esta confrontación se conoce como el combate de La Ventolera; allí nos favoreció la posición que logramos ocupar; fuimos sumando refuerzos; Bernardo Cruz tenía una metralla de sitio que les estaba haciendo mucho daño, pero se encasquilló al caerle un poco de tierra; en la desesperación, hasta con orines intentamos limpiarla, lo cual dio buen resultado. Ellos traían un tanque adaptado a un tractor. Cruz se puso a disparar intentando meter las balas por unas rejillas que tenía el tanque para que entrara el aire. Chalío Ureña, quien contaba con una gran puntería, logró acertar y por ahí logró herir mortalmente al maquinista. En ese momento, apareció un carro con la bandera de la iglesia, le hicimos el alto, se detuvo y descendió Monseñor Sanabria, quien daba bendiciones, le dimos paso y logró subir hasta encontrarse en El Empalme con el Padre Núñez, quien lo acompañó hasta el cuartel general, en donde se reunió con don Pepe. En esa misma confrontación, aparte de los fallecidos ya mencionados, balearon al señor Emigdio Ureña Chanto, “Millo”; la bala le entró muy cerca de la garganta y le salió rozando las cervicales. Lo enviamos a La Sierra acompañado de un hijo de Lencho Mora. Millo le ordenó que se devolviera, que él seguiría caminando solo hasta el campamento. De ahí sería trasladado a Villa Mills, donde la compañía que había construido la carretera interamericana conservaba una sala de emergencias con un médico y un enfermero; no contaban con anestesia; sin embargo, lo trataron, y como consecuencia del impacto sufrió daños en la tiroides. Los que lo conocimos, cariñosamente le decíamos “Millo Gordo”, quien con los años no podría amarrarse los cordones. Al marchar hacia la revolución, Millo dejaría los siguientes versos a su señora madre, Ana Chanto Méndez: ¡Adiós, mi madre querida! Adiós, mi esposa y mi güila adiós a la patria, le voy a ofrecer mi vida, la patria está gobernada por un bloque de bandidos. ¡Adiós mis parientes todos! ¡Adiós mis seres queridos! Son muchas y muchas vidas las que se van a perder y la justicia nos dice que es a morir o a vencer. Le ruego a mi buena madre no se preocupe siquiera que si a su hijo lo matan él en el cielo la espera. Le ruego cuidarme mucho a mi linda Teresita que si se queda sin padre ¡La patria lo necesita!... NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
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La Marcha Fantasma
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l 10 de abril nos ordenaron recoger algunas pertenencias que tuviéramos y a las seis de la tarde abordamos unos camiones sin saber para donde iríamos; nos llevaron a un lugar conocido como La Roca, el cual está situado en la trocha, que iniciaba en El Jardín de Dota y sale cerca del cementerio de San Pablo de León Cortés. Comenzaron a llegar las tropas comandadas por el señor Carlos Gamboa, representante de la zona de Los Santos, junto con los combatientes de San Isidro de El General, quienes con tanto valor defendieron su querido pueblo, donde se habían librado fuertes combates por defender la plaza que tanto significaba para los intereses de ambos bandos. Ahí nos encontramos con don Francisco Orlich y sus hombres, quienes habían estado hostigando al gobierno con la guerra de guerrillas en San Ramón y Villa Quesada, hoy Ciudad Quesada. La finca de La Paz y sus alrededores habían sido su centro de operaciones. Ellos habían tenido un atraso al ser trasladados en avión desde la finca Altamira hasta San Isidro de El General y, desde ahí, por la carretera del Cerro de la Muerte. Íbamos a participar en la famosa Marcha Fantasma, uno de los planes militares más inteligentes y arriesgados durante la guerra. Ese día lo pasamos dentro de un bosque que todavía existe, esto para no ser vistos por los aviones enemigos. De San Marcos de Tarrazú mandaron almuerzos en carretas para esas tropas; como no alcanzaron para todos, nosotros nos conformamos nada más con el cuento; ya estábamos acostumbrados a ayunar.
cargamento; seguimos hasta llegar a Llano de los Ángeles; esto fue como a las seis de la mañana; aquí nos protegimos metiéndonos a un bosque donde pasamos ese día. Llegó un señor con dos novillos para que los cocináramos en la paila de un trapiche que estaba en ese lugar; otro hombre llegó con dos cerdos; no sé cuántos racimos de guineo se consiguieron y empezamos a meterle fuego a la hornilla de aquel trapiche para cocinar todo aquello; que, por cierto, la mayor parte se perdió. Al no contar con platos se reemplazaron con hojas de cabuya, las cuales no cumplieron con el objetivo y al depositar el caldo con carne, la mayor parte se derramaba y caía al suelo. Por ser una cantidad numerosa de personas, no se logró paliar el hambre. Estábamos ahí cuando desde el monte apareció un señor que se llamaba Noel Solís, quien traía en sus brazos un bebé recién nacido, preguntando por el Padre Núñez, capellán del ejército de Liberación Nacional, para que le hiciera el favor de bautizar a aquel inocente que había nacido en el monte, donde sus padres estaban escondidos, pues al ser partidarios de Figueres los habían estado buscando. Ese bautizo creo que fue el único realizado en medio de un montón de hombres barbudos, con cara de asombro y en silencio total, con las armas en el suelo, porque así lo ordenó el sacerdote. De manera que hubo un nuevo cristiano en este mundo, sus padrinos fueron Don Pepe y la señorita Elieth Zamora, única mujer que nos acompañó durante la marcha fantasma.
Setecientos hombres
El año pasado, estando en mi casa, llegó un muchacho que es salonero en nuestro restaurante y me dijo: “- Don Efraín, hay una familia almorzando, una señora quiere saludarlo”. Llegué y me puse a ver si reconocía alguna cara que me fuera familiar, en eso se levantó una señora, me abrazó, y le dije: “- qué pena, qué mala memoria tengo” y ella dijo: “- Soy Elieth Zamora, 67 años sin vernos”. Me comentó que durante la revolución comenzaron a reunirse en la botica Oriental en San José y para no ser descubiertos evitaban saludar miembros del mismo grupo, iban pasando a un saloncito en la parte trasera de dicha botica. El jefe era un muchacho que se llamaba Óscar Padilla. En total eran ocho compañeros, quienes acordaron que por sus propios medios cada quien llegaría a la finca de Jorge Zeledón, en Acosta. Se escondían en el día y en la noche con
Cuando ya estaban reunidos unos 700 hombres, iniciamos la marcha. No sé cuánto sería la distancia entre los que iban adelante hasta los del final y las bestias que cargaban municiones, metrallas de sitio e inclusive un cañón muy pesado (este dio mucha dificultad para encontrar una bestia que pudiera resistirlo en su lomo). El alto mando conocía los lugares en que el gobierno tenía destacamentos, los que había que esquivar por trillos y caminos abandonados y que nadie mejor que Figueres los conocía, por lo que se convirtió en el guía de aquella marcha. En un lugar que hoy no logro reconocer, el señor Marcial Aguiluz, quien era el responsable de guiar las bestias, se extravió. Don Pepe detuvo la marcha y se fue a buscarlo y al cabo de dos horas llegó con aquel preciado
Doña Elieth Zamora
la luna pasaban por trillos y atajos. Por fin llegaron a la finca de Carlos Gamboa en San Pablo y de ahí a San Marcos. En este lugar, la señorita Elieth comenzó ayudando en la cocina, donde encontró a su amiga Virginia Matamoros. A Elieth no le permitieron ir a ningún frente de batalla, hasta que se unió a la Marcha Fantasma. Luego de ese encuentro en San Gerardo, seguimos comunicándonos ocasionalmente. Volvamos a la Marcha Fantasma. Después del bautizo, apareció un jeep del gobierno, los ocupantes creyeron que habían encontrado soldados de ellos y uno dijo a grandes voces: “- ¿Qué es ese desorden que se tienen?” alguien les respondió: “- ¡Váyanse al carajo!, ¡Manos arriba!”. Fueron detenidos e hicieron el resto de la caminata como prisioneros del ejército de Liberación Nacional. De El Llano de los Ángeles en adelante, la mayor parte del camino eran bajadas. Por fin llegamos a Quebradillas de El Tejar. Ahí hubo una parada. Un grupo se dirigiría al Alto de Ochomogo para bloquear la carretera a San José. En ese grupo iban ya los fogueados generaleños. Otros a La Cangreja para cerrar el camino de las tropas que habían quedado encerrados en Frailes, Casamata, La Sierra y sus alrededores. Los del batallón de El Empalme íbamos al mando del coronel Frank Marshall; nos tocó tomar Cartago; seguimos en formación en dos columnas y en medio iba la plana mayor de aquel ejército que nos servía como fuente de inspiración; desde luego ahí iba el señor Pepe Figueres. En El Molino nos dividieron en tres grupos; a
mi tropa se nos asignó tomar la Escuela Jesús Jiménez, la cual estaba ocupada por fuerzas del gobierno. Bajo el mando de Frank Marshall, con varios marienses, entre ellos los hermanos Millo, Víctor y Chalío Ureña, Ernesto Reabe, Humberto Flores “Pigüisa” y desde luego Luis Carlos Elizondo; además, compañeros de Puriscal, Desamparados y distintas partes del país. Otro grupo se dirigió a ocupar las ruinas de la parroquia. Entre los vecinos de Santa María se encontraban Julio León Arley, Rafael Ángel Ureña Solís, Luis Mata Rojas, Julio Ureña Agüero, tres hijos del señor Rafael Fallas Campos, los hermanos Valverde; José “Pajilla” y Fernando “Chele”, Marino Ureña Fallas, León Mora Elizondo y otros. La consigna era que a las cinco de la mañana el cañón que se encontraba cerca del estadio dispararía el primer cañonazo. Esa sería la señal para que todas las armas, ya fueran metrallas, máuser o cualquier fusil, fuera disparado. Es indescriptible aquel concierto que despertó a los cartagos con gritos, vivas a Ulate y a don Pepe. Por todo lado salía gente, quienes se pusieron a corear nuestros vivas. Una señora entonó la Patriótica Costarricense, lo que hizo que a muchos se nos erizara la piel y corrieran lágrimas, lo cual motivó aún más nuestros sentimientos libertarios. Disparar a los ventanales de la escuela y advertir que de no rendirse, esta sería volada, tuvo su efecto, porque a los pocos minutos sacaron en el segundo piso, por una de las ventanas, una bandera blanca, signo de rendición, entramos y a grandes gritos de “¡no se mueva nadie!” y “¡que nadie ten-
ga un arma en la mano!”, hicimos prisioneros a los ocupantes, quienes quedaron en una aula custodiados por parte de nuestro grupo. El resto nos trasladamos al colegio San Luis Gonzaga; ahí encontramos, entre otros, a don Pepe Figueres con el Coronel Ramírez, quienes combatían intentando desalojar las fuerzas del gobierno que se resistían a rendirse, lo que sucedió poco después. Luego de ocupar el colegio, llegó un señor vestido de enfermero y dijo que en el hospital había unos guardas custodiando unos heridos. El señor Renato Delcore nos mandó a averiguar; fuimos tres o cuatro y cuando llegamos nos informaron que los guardas se habían vestido de enfermos. ¡Claro, no estaban enfermos si no muertos de miedo! Ahí mismo los tomamos prisioneros. Uno de los heridos que custodiaban era vecino de Santa María, formaba parte de un grupo que había hecho prisionero cuando pretendían sumarse a las fuerzas rebeldes. Ese herido mariense se llamaba Carmen Elizondo, a él y a sus compañeros les dieron la orden de manos arriba; Carmen, posiblemente, fue el que más levanto las manos con tan mala suerte que le amputaron dos dedos de un balazo.
Muchas horas de ayuno Después de muchas horas de ayuno, las enfermeras del hospital nos dieron café con pan. Jamás olvidaré ese desayuno, les dimos las gracias y llevábamos otro problema: más presos que cuidar. El colegio de San Luis Gonzaga se convirtió en una constante visita de vecinos de Cartago, señoras que se ponían a la orden para servir en la cocina, hombres que pedían armas para incorporarse a nuestras tropas, familias que ofrecían alojar uno o más soldados, aspecto que no era posible, dado que estábamos a la orden de las fuerzas rebeldes. El primer muerto que tuvimos en Cartago fue el licenciado Efraín Arroyo Blanco, quien murió en Las Ruinas Era parte del grupo que más caminó para llegar al frente de batalla. Se trasladaron desde Alajuela al mando de un señor Chacón Jinesta, quien tiempo después fue diputado. El segundo día, en la mañana, una tropa de gobierno trató de meterse a Cartago por el lado de Llano Grande y un pelotón al mando del señor Guillermo Sojo fue quien los enfrentó y derrotó. NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
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Un doctor que no terminó la escuela M
i hermano se casó a la edad de 22 años, con Claudina Zuñiga Calvo; yo a los 26 años con Caridad Zuñiga Calvo. Ellas son hermanas. Cada vez que recuerdo estos momentos, se me nubla el entendimiento con tantas bendiciones que Dios nos ha regalado. A Cary la conocí cuando era muy joven, casi una niña, en la boda de Emilia Ureña Agüero y Alfonso Monge. Ella recordaba que en esa fiesta yo la había sacado a bailar; lo que sí recuerdo bien fue que como tres años después, en un baile que asistí a San Lorenzo de Tarrazú, acompañado de Joaquín Solís Ureña, nos animamos a romper el baile: él empezó por un lado de la fila de muchachas y yo por el otro; luego de varias “sonadas”, una de las muchachas, que resultó ser Cary, aceptó bailar conmigo. Al terminar el baile, me vine conversando con ella hasta el Bajo del Río, que era donde vivía. No obstante, no concretamos ninguna relación de noviazgo en ese momento, por algún tiempo tuve otras novias, al igual que Cary, que también tuvo sus amores. Si la pretendida era de San Marcos o de San Pablo, lugares que vemos tan cerca hoy, para aquella época, por las condiciones de los caminos y la falta de medios de comunicación parecían lejanos, lo económico tenía que ver aquí en que para viajar a estos lugares se tenía que recurrir al alquiler de bestias, de dudosa calidad, propiedad de Don Uriel Chinchilla y que tenía un costo de 5 colones, demasiado dinero para la época. Un detalle importante es que los “corceles” que tenían la calle como potrero eran usados según el destino, que si va para aquí cerca, llévese esa yegua blanca; que si es a San Marcos, el caballo café; que si es a San Pablo, lo mejorcito que tengo, ese bayo; al final de cuentas todos no pasaban de ser unas “mortadelas”, estaban muy alejados de cualquier “pura sangre”; pero lo que sí era cierto es que si usted escogía la bestia inadecuada, podría tener problemas, como un día que extendí mi gira más allá de San Marcos y me tocó caminar jalando el caballo desde El Llano hasta Santa María y sin derecho a reclamarle a don Uriel, porque había sobrepasado el límite asignado para “mi taxi”. Entre esas aventuras amorosas, recuerdo que, para el matrimonio de Marino Ureña Fallas, conocí a una maestra que se desempeñaba en San Pablo y
que vivía en la casa de los suegros de Jorge Ureña Mora, en Carrizal de León Cortés; para paliar la falta de recursos para trasladarme, nos mantuvimos en comunicación por carta; mi escribiente era mi amigo de toda la vida, Luis Carlos Elizondo, quien tenía buena letra y ortografía; además, me sugería algunas palabras bonitas para conquistar a mi pretendida, no hay que olvidar que ella era maestra y mi estudio había llegado hasta tercer grado. Como que la comunicación daba buen resultado, porque a los días me invitó a unas fiestas que había en Carrizal y me trasladé el sábado en caballo alquilado, por supuesto; ese día estuvimos bailando y como le dije que me quedaba a dormir donde Jorge, se alegró mucho y me invitó a que la acompañara temprano porque le habían dedicado un partido de fútbol. Diciéndome eso, de una vez reaccioné, la lógica era que el caballero, o sea yo, tenía que cubrir el costo de la bola que se acostumbraba a entregar al equipo ganador del dedicado y, como dicen los jóvenes de ahora ¡”con esta billetera”! De una vez me justifiqué que tenía un compromiso en Santa María y que me tenía que regresar temprano. Así lo hice, y de la pena que me dio, no volví a comunicarme con la muchacha; cuando le comenté lo sucedido a mi escribiente Luis Carlos, esperando consuelo, lo que hizo fue carcajearse y aunque ahora también me provoca risa, en ese lejano día de 1949 me dio un gran colerón. Meses después, me volví a encontrar a Cary en un turno en El Llano de la Piedra. Bailamos algunas piezas y, como se decía en ese entonces “la palabrié” y ella me aceptó. Como era lo correcto, entonces, el 24 de diciembre de 1949, antecedido por un telegrama que decía, “hoy llego a tu casa”, me presenté a la casa de don Pepe Zúñiga y pedí la entrada. Seguro no le caí tan mal al señor, porque después de esa fecha duré más de un año de noviazgo, lo que no era muy aceptado en ese tiempo.
21 de abril de 1951 El 21 de abril del año 1951, en la iglesia de San Marcos de Tarrazú, el padre Varela bendijo mi boda con Caridad; mi tío Herminio Chacón nos prestó una casa y yo seguí trabajando en sus fincas como jornalero; después me fui a Copey a trabajar con el señor
Bernardo Ureña Chanto, pero tanto Federico como yo teníamos la ilusión de contar con una propiedad; sin embargo, no había como pagarla. En Providencia había tierras libres; resolvimos empezar una aventura; Federico vivía en La Cima de Dota; yo me vine a vivir a la misma casa de mi hermano y a trabajar con el señor Eloy Chinchilla, quien me daba permiso para que sacara unos días y comenzara trabajos en Providencia, los cuales consistían en voltear montaña y esperar el verano para quemar la socola y en el mes de marzo sembrar maíz y cubaces. Las semanas que pasábamos en Providencia nos manteníamos con algunas ganancias del pequeño negocio que Federico había instalado en La Cima, el que atendían Claudina y Cary. Cuando Marino, mi hijo mayor, entró a la escuela en La Cima, con frecuencia la maestra me llamaba para darme quejas de su comportamiento; le hice ver a mi hijo que la próxima queja tomaría medidas, al día siguiente llegó una nueva nota de la maestra para que me presentara en la escuela. Le dije a Cary: “¡Qué vaina! no sé qué hacer con este problema”. La última queja era que Marino peleaba por cualquier motivo con sus compañeros bajo la siguiente condición, había que trasladarse a la quebrada del señor Juan Marín porque él tenía que pelear desnudo, ya que al llegar sucio a la casa ya sabíamos que había peleado, como castigo lo encerrábamos una hora y cuando salía tenía que desgranar un poco de maíz a mano. De nuevo recibí un mensaje de la maestra, pero esta vez no era para dar quejas, me dijo, “yo creo que el comportamiento de este niño es que todo lo sabe, quiero pasarlo a segundo grado” y lo cierto es que Marino ganó el segundo año con buenas notas y Pablo, aunque con un carácter más reposado, también lo pasaron a segundo grado y de ahí a tercero, o sea, en un año se ganó tres. Había una razón, Cary y Claudina eran mujeres excepcionales y, además de sus quehaceres, se preocupaban de enseñar a sus hijos el catecismo para hacer la Primera Comunión, a escribir y leer; así como aprender las operaciones básicas en matemáticas. Procreamos once hijos; cuando decidimos vivir en San Gerardo traíamos seis y después nacieron los otros cinco. Tenemos treinta nietos y diez bisnietos. Cuando Cary fallece, el primero de noviembre de 2015, solo contábamos con un fallecido de nuestra descendencia, el niño Ernesto Ortega Chacón, hijo de nuestra nieta Paula Chacón Montes de Oca y Daniel Ortega, quienes viven en Ecuador. La familia que tenemos es la mejor bendición de Dios, somos muy unidos y eso es lo que Cary siempre decía, que es un motivo para estar siempre alegres. En un principio, pasamos dificultades por lo incomunicados que vivíamos, compromisos económicos y porque no había camino para sacar las cosechas. La persona que solo ve dificultades, es mejor no se meta en nada porque al fin y al cabo terminará en nada. En el año 1949 acarrilamos un terreno junto al río Savegre y comenzamos a voltear montaña, con el fin de sembrar maíz y cubaces, que produjeron muy bien. Estos terrenos estaban aislados; por tal razón, le hicimos un camino para bestias; en el año 1953 vino Cary a asistirnos mientras recogíamos las cosechas; que, por cierto, las sacó Federico a lomo de bestias; duraba 9 horas de Providencia a la casa ubicada en La Cima; al terminar la cosecha, Cary regresó a La Cima.
Doctorado Honoris Causa El 15 de diciembre del año 2011, recibí el título de Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad para la Cooperación Internacional (UCI), en el cual se lee “Por su labor visionaria y permanente a favor de la conservación de la diversidad biológica e inspiración para el turismo sostenible a nivel mundial” El 15 de octubre del 2016, estando de visita en Armenia, Colombia acompañado de algunos de mis hijos, atendiendo la gentil invitación del señor Luis Fernando Ramírez Echeverri, presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas de Armenia, tuve el honor de recibir de manos del señor alcalde Carlos Mario Álvarez el “Escudo de la ciudad” esto durante la celebración del Desfile de Yipao con motivo del 127 aniversario de la fundación de Armenia. Por ser Armenia un destino turístico y conociendo el señor alcalde mi aporte en ese campo es que me otorga el referido reconocimiento. El 1 de diciembre del 2016, en la Plaza de la Democracia, recibo de manos del señor Presidente don Luis Guillermo Solís, la medalla “Merito En La Paz y La Democracia”, al “Ciudadano Distinguido Del Año 2016” en el marco de la celebración del 68 aniversario de la abolición del ejército de Costa Rica. En esa oportunidad pronuncié el discurso que comparto a continuación: Buenos días, excelentísimo presidente don Luis Guillermo Solís, señora primera dama doña Mercedes Peñas, estimados ministros, estimados viceministros, estimados presidentes de instituciones autónomas, estimados diputados, estimados miembros representes de la familia Figueres, queridos estudiantes, respetado público, señoras y señores. Agradezco al señor presidente por este sentido reconocimiento, en una fecha memorable para toda la nación. Comparto el dolor y la tristeza que hoy embarga al país por la pérdida irreparable del expresidente Luis Alberto Monge, quien siempre se preocupó, legisló y gobernó en favor de las clases más desposeídas, que descanse en paz. Además, manifestar mi solidaridad con los hermanos costarricenses que hoy sufren los embates de la naturaleza. Felicito al señor presidente y su gabinete, así como a los diferentes cuerpos de socorro por la eficiente labor desplegada enfrentando esta emergencia que tanto nos entristece. Creo que todos nos sentimos muy orgullosos de la solidaridad mostrada por el pueblo costarricense en medio del dolor y la angustia que golpea a nuestros hermanos de la zona norte. Un día como hoy hace 68 años, se daba uno de los hechos más importantes dentro de la vida republicana de este país. Don José Figueres, quien ocupaba el cargo de Presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República, decretaba la abolición del Ejército Nacional de Costa Rica y con un golpe certero a un muro de concreto ponía fin simbólicamente a ese cuerpo militar. Parecía extraña aquella decisión, cuando hacía apenas ocho meses había logrado alcanzar el poder a través de un movimiento armado y de haber enfrentado un intento de golpe de estado. Sin embargo, don Pepe tenía claro el espíritu civilista de este pueblo y confiaba en que su decisión era la acertada. Aquel hecho sin precedentes marcaría un hito en la historia de nuestro país, la sabia e irrenunciable decisión de no invertir más en armas ni soldados, y cambiar los tanques por tractores, convertir los cuarteles en escuelas, apostar por salud, educación, cultura, vivienda, el acceso a la electricidad, vías de comunicación, crédito y la asistencia técnica a los agricultores, en síntesis, un mayor acceso a las oportunidades para todos, pero principalmente para los más necesitados. En gran medida la Costa Rica que hoy disfrutamos es producto de aquel hecho histórico. (…) En 1948, tuve el honor y la responsabilidad patriótica de formar parte del ejército rebelde el cual luchó por rescatar los derechos cívicos, que penosamente pretendían ser arrebatados a nuestro pueblo. Don Pepe, valientemente lideró aquel movimiento que mantuvo en vilo a lo largo de cuarenta días a toda la nación. Bajo el mando del coronel Frank Marshall presté mis servicios como combatiente desde el inicio de las hostilidades hasta el final cuando alcanzamos la victoria. Aún permanecen frescos en mi memoria aquellos días de angustia y zozobra, días que trajeron dolor y luto a la familia costarricense, hechos lamentables que fueron necesarios para asentar la paz y la libertad que hoy disfrutamos y que nos caracteriza en el mundo entero (…) Recibo este reconocimiento a mis 91 años, con el corazón henchido de alegría y emotividad, agradeciendo a Dios el don de la vida, comparto esta alegría con mis amigos, mi familia, mi esposa Caridad que descansa en paz, a quien veo disfrutando desde lo alto de la Gloria Eterna de este solemne acto, muchas gracias Señor Presidente, gracias por este imborrable gesto , gracias por permitir a los costarricenses y transeúntes de esta ciudad mirar y recordar al caudillo, al estadista al campesino autodidacta que no morirá, que vivirá eternamente en el espíritu civilista del pueblo costarricense . NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
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A orillas del río Savegre
ientras estábamos en Providencia, teníamos por costumbre algunos domingos salir de cacería y explorar los bosques circunvecinos; un domingo del año 1954, mi hermano y yo, conformábamos un grupo de ocho personas que llegamos por casualidad a lo que hoy se conoce como San Gerardo de Dota; un compañero decía que no sabía si estábamos perdidos o si sabíamos por dónde teníamos que salir, porque por donde habíamos llegado no sería posible en el resto del día regresar al rancho. Llegamos al río en un sitio donde no tenía tanta corriente y caminamos por la ribera, hasta donde hoy tienen mis sobrinos los estanques de trucha, y nos sorprendió la belleza del bosque. Convenimos en volver a los 22 días a determinar la distancia a la que estaba la Carretera Interamericana para explorar la posibilidad de establecer una salida, con la intención de trabajar esas tierras; alguien dijo “¡Cuidado si pegamos lotería!”, y hoy, cuando lo recuerdo, digo, esas palabras jocosas resultaron proféticas. A los 22 días regresaríamos de nuevo. El grupo lo componíamos Juan Hidalgo Picado, Juan Camacho Fonseca, Herminio Zumbado Ureña, José Luis Fallas Porras, Rómulo Romero, Federico Chacón Ureña, mi tío Santiago Chacón Morales. Estos dos últimos salieron al siguiente día en dirección hacia donde pensábamos estaba la Carretera Interamericana. Calculábamos que regresarían ese mismo día, pero no fue posible; mientras tanto, nosotros explorábamos el lugar, cazamos un saíno y pasamos la noche a la par de una fogata para espantar el frío y las purrujas, además de asar la carne producto de la cacería, preocupados por la no llegada de los compañeros. Al otro día, muy temprano, salimos a buscarlos. Ellos solo habían llevado almuerzo, les preparamos café, carne asada y algún bizcocho. Comenzamos a subir y nos encontramos por donde está hoy el hotel El Trogón; les preguntamos, “cuéntennos, ¿se podrá salir con un camino a la carretera?”. Su respuesta fue, “- ¿nos traen algo para comer?”. Venían muertos de hambre y de cansancio, nos contaron que les cogió la noche y que la pasaron en la raíz de un roble, pero a poco de estar ahí, los focos de un camión les iluminaron los copos de los árboles, al siguiente día consideraron que era mejor regresar, pues el ruido de los vehículos les decía que estaban bastante cerca de la carretera, no se sabe el lugar exacto en que estuvieron. Esa tarde nos dispusimos a marcar un lote sobre la margen del río para cada uno de los que componíamos el grupo, a cada terreno se le puso un número en el papel de un paquete de cigarros. Después de finalizada la medida, se colocaron los papeles en el sombrero de Santiago Chacón, cada quien sacaba un número y a partir de ese momento nos convertimos en propietarios del terreno asignado; al día siguiente regresamos a Providencia. El descubrimiento de estas tierras hizo que perdiéramos algún in-
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Angulo e hijos; en 1965, Ulises Monge Mora, su señora Paulina Chinchilla Badilla e hijos; en 1967, el señor Enrique Gómez y su señora Zoila Méndez Carpio; ese mismo año, de luna de miel se vino el señor Enoc Rodríguez Quirós con su señora, Telma Chinchilla Sáenz; el señor Froylán Prado Cruz y su señora, Catalina Cruz García, llegaron en el año 1968, y en 1969, Miguel Víquez Gómez y Josefa Mora Valverde. Todas estas familias han sido parte muy importante en el desarrollo de esta comunidad, cada quien puede contar sus experiencias y trabajos en este San Gerardo; para los que nos han dejado, elevo una oración.
La historia del colchón terés en los terrenos de Providencia por su lejanía, a los que, sin embargo, seguíamos asistiendo. Además, nos interesó la cercanía de San Gerardo con la interamericana: 9 kilómetros y medio.
Verdadera banca de desarrollo En una visita que nuestro tío político Cristóbal Elizondo Chinchilla, vecino de Copey, hizo a nuestras tierras, nos dijo, “Estas tierras prometen, pero necesitan más inversión; de lo contrario, les va a costar mejorar la situación, hagan una solicitud de crédito en el Banco Nacional, en la agencia de San Marcos de Tarrazú y yo los fío”. No muy convencido de que el apoyo del pariente fuera suficiente, llegué al banco y me atendió el señor Noé López, quien tenía pocos días de estar en la zona; me dice: – ¿Qué se le ofrece? – Solicitar un préstamo para voltear montaña. Siguió la entrevista: – ¿En cuál lugar? –Eso queda para adentro de Providencia. –Pero, ¿podría decirme otras señas? – siguió Don Noé; que por cierto, luego fue yerno de mi padrino Goyo Barboza. –¿A cuánto queda de la escuela o de la plaza? ¿Conoce algún vecino de esa zona que tenga alguna operación en este banco? Entonces le conté cuál era nuestra intención. –Mejor que te reciba la operación el señor Diego González, el gerente (quien tenía pocos días de haber llegado a la zona). Entonces, a él le amplié cómo era el asunto. Después de conversar un poco, me dijo: “yo voy a ir a conocer ese lugar y, entonces, le doy un informe a la Junta de Crédito. La próxima semana tengo que ir a Providencia y aprovecho para hacer la inspección donde usted”. Convenimos en encontrarnos el siguiente martes en Copey para realizar la inspección. Al llegar a La Cima, me dice Cary: – ¿Cómo te fue? – Vieras qué vergüenza, el señor gerente del banco quiere ir a conocer, yo le hice ver que de Providencia a donde estamos trabajando
son 4 horas a pie y me dijo, “¡Viera cómo me gusta caminar!”… Nos encontramos en Copey y nos dirigimos a Providencia donde dejamos los caballos y nos dirigimos al sitio. Lo que teníamos era un ranchillo tapado con hojas de palmito; de ese mismo material eran los “colchones”, además, contábamos con algún potrero y unas 15 cabezas de ganado; sembrábamos hortalizas, maíz, cubaces para autoconsumo y otros cultivos propios del clima frío, para ver su comportamiento. Estuvimos tres días para que él conociera aquellos bosques; al final nos dijo: “- por lo que he visto, hay cosas interesantes, después de que pase la sesión con la Junta, yo te informo que resuelven”. El préstamo fue aprobado; don Luis Diego tuvo la visión del potencial que presentaba la zona; además, lo que significaba el apoyo de don Cristóbal Elizondo como fiador. Lo primero era para la voltea de 35 manzanas; una vez que esta socola se quemara, nos girarían para la siembra de maíz, cubaces, el pasto y asistencia; al año nos darían para comprar las vacas. El valor de dicha tala era de 100 colones por manzana o sea 3,500 colones; el segundo desembolso nos lo entregarían una vez que el terreno estuviera preparado para sembrar pasto, maíz y cubaces. El siguiente año se compraron 18 vacas a 400 colones, precio promedio, que en total eran 7,200 colones. Una vez recogida la cosecha de maíz; dada la incomodidad del camino, lo aprovechamos en la crianza y engorde de cerdos; además, regábamos semillas de zanahorias al voleo y también servía para la alimentación de los cerdos. Este es un buen ejemplo de lo que es una verdadera banca de desarrollo; al igual que nosotros, miles de pequeños agricultores se beneficiaron de las facilidades crediticias de la época, muy diferente a lo que ocurre hoy: donde es muy fácil obtener crédito para consumo, pero muy difícil obtener crédito para producción y desarrollo. Comenzamos a hacer queso y lo sacábamos en lomo de bestias a la carretera; esperábamos que pasara el bus que prestaba el servicio de San Isidro del General a San José. Un aspecto que nos ayudó a bajar
costos en la operación de la lechería es que esa labor la realizaban Claudina y Cary, con la ayuda de los hijos mayores, mientras Federico y yo nos dedicábamos a la asistencia de los terrenos; tala de montaña; con la ayuda de trabajadores, para hacer potreros; mientras aumentaba la cantidad de cabezas de ganado por la compra y la reproducción. Desde un principio, teníamos la preocupación del camino, la condición topográfica y la distancia a la carretera, con una diferencia de 1000 metros de altitud en 9 kilómetros y medio, lo que nos da una pendiente casi del 10%. Intentamos una ruta para salir a Ojo de Agua, otra al Cerro de la Muerte, lo mismo que a Zacatales y, por fin, llegamos a la conclusión de que la mejor ruta era salir a Jaboncillo. Todos esos estudios se hicieron forma empírica, amparados en el sentido común. Lo primero que hicimos fue un sendero para pasar a pie y después lo mejoramos para pasar con bestias, lo que se logró en el año 1961. Este trabajo lo realizamos en su mayor parte Federico y yo. Ese mismo año se vino mi esposa Caridad Zúñiga, con algunos de los “güilas”, porque el resto se quedaron con Claudina en La Cima, para que asistieran un año más a la escuela. Con nosotros, también se vinieron Mari y Ernesto, hijos mayores de Federico, y terminado el año escolar se vino el resto de la familia, lo que nos dio la alegría de no estar tan solos. Yo comencé a preparar madera para construir una casa en mi propiedad; al principio trabajamos en conjunto, sabiendo cuál parte era de cada uno. Cuando consideramos que teníamos posibilidades de que cada quién manejara sus tierras; dividimos las cabezas de ganado, pero seguíamos colaborándonos en lo que pudiéramos. El camino se siguió mejorando con ayudas de la municipalidad del cantón de Dota, también del Ministerio de Transportes y, desde luego, la colaboración de los vecinos. Hoy veo con satisfacción el empeño de la segunda generación y su dedicación, con el fin de que el progreso para el bien común sea primero. A finales de 1962, llegó el señor Delfín Ureña Elizondo, en compañía de su señora, Miriam Torres
En un principio, había muchas necesidades, las cuales por falta de dinero y por lo incómodo del lugar no se podían abastecer; por ejemplo, las camas las elaborábamos con cañas de palmito y las hojas de esa misma planta servían como colchón, material que duraba muy poco tiempo pues al secarse se dañaban y era necesario sustituirlas. Cary me dijo un día, “- ¿Por qué no haces el propio y te traes un colchón?”. En mi siguiente viaje a San José compré uno en la colchonería Hermanos Alvarado, que estaba en la Antigua Botica Solera, el cual tuvo un costo de 25 colones. Era un colchón de paja; los individuales tenían un precio de 15 colones (estos datos me los brindó Carlos Alvarado, quien es casado con mi pariente Ester Barrantes Fonseca). En esos días estaba amansando una potranca, no la andaba con montura, sino con aparejo, llegué y puse el encargo de Cary sobre el aparejo; traía, además, otras bestias cargadas con provisiones; en ese entonces, lo que existía era un sendero; para mi mala suerte, el colchón pegó en una rama, lo que provocó que la bestia se asustara y me quitara el mecate de las manos, se desbocó y venía pegando la carga en cuanto obstáculo había; yo iba encontrando residuos de paja que quedaban esparcidos a lo largo del sendero, finalmente, encontré el forro de lo que hasta hacía un rato era un colchón. Cuando aquel animal llegó despavorido a la casa, Cary le dijo a los chiquillos, “- seguro Efraín se montó en la potranca, ojalá no le haya pasado nada, ese animal no está todavía para montarlo. Vamos a buscarlo” Al encontrarnos, lo único que yo traía era el forro del colchón. Para remediar la situación, corté zacate, dejé que se secara, lo rellené y Cary con un agujón lo cosió, así quedó algo parecido a lo que había comprado en veinticinco colones. NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
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Cómo las truchas y la conservación llevaron también el desarrollo E n el año 1963 trajimos treinta y cinco truchas y las sembramos en el río Savegre, las cuales procedían de Copey de Dota y fue una colaboración del señor José “Chepo” Monge quien facilitó un “pick-up” para su transporte hasta la entrada de San Gerardo y desde ahí hasta el río las transportamos en bombas de espalda, protegidas en una bolsa plástica. Dos años después, comprobamos que se estaban reproduciendo y alcanzábamos a ver truchas de gran tamaño, las cuales, no sabíamos cómo pescar; por esa razón visité “Gilca, La Casa del Pescador” a preguntar que ofrecían para pescar truchas; me preguntaron: -¿Dónde va a ir a pescar? – Allá por el Cerro de la Muerte, en un lugar que se llama San Gerardo de Dota –les dije. – Y ¿de qué tamaño habrá truchas ahí? – Yo creo que de dos o tres libras (medida oficial de peso en esa época). –¿Cómo se puede llegar ahí? Luego de explicarles la ruta, acordaron que el siguiente domingo, nos visitarían el señor Carlos Barrantes, dueño de Gilca, y Carlos Rodríguez (Keko), hoy dueño de Deportes Keko, ambos de la directiva del Club Nacional de Pesca. Salí del sitio con cuatro cañas marca Zebco y demás implementos para pesca. Tal y como lo prometieron, el domingo siguiente, luego de caminar 9 kilómetros, llegaron los pescadores, quienes pudieron comprobar la gran cantidad de truchas y su excelente tamaño, además de las inmejorables condiciones que ofrece el río para el desarrollo de esta especie. A partir de ese momento, frecuentemente recibiríamos la visita de pescadores recomendados por Gilca. A estos visitantes les brindaríamos algunos servicios como alimentación y transporte, desde la entrada de San Gerardo hasta la finca a caballo; podría asegurar que este fue el inicio de la actividad turística, la cual se ha diversificado con el tiempo y actualmente miles de personas al año visitan este lugar, ya no necesariamente a pescar truchas, sino para apreciar su gran belleza escénica y enorme biodiversidad. El periodista Miguel Salguero publicó en La Nación varios artículos sobre la forma en que nos establecimos en este lugar la familia de Federico y la mía. Él con su manera particular y su cámara “andariega”, dio a conocer muchos lugares escondidos, bellos y llenos de leyendas que tiene Costa Rica. Siempre agradezco a Miguel Salguero por haber sido el primero en escribir sobre este lugar en un medio de circulación nacional.
La máquina de coser financiada Cary cosía a mano ropa para los chiquillos y también hacía remiendos, resolvimos comprar una máquina de coser financiada, la cual adquirí en el almacén La Gran-
ja. Era una máquina de pie, marca Ideal; no recuerdo el precio; los pagos eran de 15 colones al mes; aún la conservo como recuerdo. La bajé al hombro desde la entrada de San Gerardo con la ayuda de Marco Céspedes y fue utilizada por mi esposa para confeccionar la ropa de las primeras habitaciones que construimos para el turismo, sábanas, fundas, cortinas y ropa “Made in Cary”. La tela la comprábamos en Ticatex, una empresa japonesa ubicada en Paso Ancho. Fue pasando el tiempo y en el año 1969, por fin terminamos de construir la trocha para transitar con vehículo 4x4. Así, aquel rincón fue nombrado por mi esposa Caridad con el nombre de San Gerardo, por ser este el abogado de las madres en el momento de dar a luz y de la crianza de los niños. A partir de ese momento, ya nunca más estaría aislado y esto hizo que la actividad turística se incrementara, además de hacer más fácil la vida. La casa donde vivíamos era pequeña y se nos hacía incómoda para poder recibir visitantes; entonces, pensamos Cary y yo en hacer tres habitaciones para alquilar y acondicionar una pequeña sala para dar servicios de alimentación. Siempre recuerdo que una persona me preguntó, – ¿Es cierto que estás construyendo un lugar para turismo? - Sí, es algo pequeño. Y me hizo un gesto de incredulidad y me dijo, – ¿Crees que te lleguen suficientes clientes? En mis adentros pensé: “¡Qué manera de dar aliento!, ¿Será que está preocupado de que yo esté añadiendo algo más a mi pobreza?” Por dicha, junto con mis hijos y el gran coraje de Cary, quien siempre creyó que con esfuerzo y dedicación todas las metas que uno se proponga son posibles de alcanzar. Hemos llevado a cabo distintas actividades en agricultura; como la siembra de manzanas, melocotones y ciruelas, además con ganado de leche (actividad en que logramos
destacar por la calidad del hato en el ámbito nacional). Comenzamos a trabajar con ganado de la raza Guernsey, pero en el año 1973 el Ministerio de Agricultura y Ganadería comenzó a dar servicios de inseminación artificial a los ganaderos de La Zona de Los Santos. El ganadero tenía la opción de escoger alguno de los sementales que había en dicha estación, o si le compraban semen a las casas que importaban de Estados Unidos y Canadá.
Grandes criadores de ganado Federico y yo optamos por la segunda opción y adquirimos semen de diversas casas comerciales como ABS, TREE STATE y NOVA GENETICS. Participábamos en varias exposiciones ganaderas como la de EXPO SANTOS; EXPO PZ, en San Isidro de El General, y diferentes competencias en el campo Ayala. En el año 1986, durante la Exposición Nacional Lechera obtuvimos el galardón al Campeón Joven y Campeón Joven nacido en el país. Siempre nos dedicábamos a la elaboración de queso; un amigo holandés, técnico en procesos de lácteos, me dio algunas recetas para fabricar queso, en vista de que no contábamos con electricidad, la receta que yo comencé a elaborar consistía en madurar leche, una vez hecho el ordeño de cada día, a la cantidad de producto obtenido se le sacaba un porcentaje; el cual, se guardaba por diez días para aplicarlo al proceso de la fabricación. Es decir, ese día se le aplicaba a la leche la primera que se guardó; la cual se repone y así todos los días se sigue con ese sistema y las demás recomendaciones hay que cumplirlas al pie de la letra. Bueno, ese queso yo lo vendía en el Chalet Suizo y parte en el Gran Hotel Costa Rica, en el hotel Europa, en el Almacén La Garantía de José Peña y en la ya desaparecida Mata de Tabaco (tienda de quesos y vinos).
En 1982, comenzaron a visitarnos los biólogos Leo Finkenbinder y su esposa Zana, con grupos de estudiantes de la Southern Nazarene University, de Oklahoma. Después de algunas visitas, me comentaron sobre el impacto de la ganadería a las fuentes de agua y en algunas plantas; además, provoca erosión y en términos generales no es compatible con la conservación. Ellos querían estudiar espacios sin ninguna alteración. Me propusieron que me darían una compensación anual a cambio de eliminar la actividad de la ganadería, la cual, ya estaba siendo desplazada por la fruticultura y el turismo. Surgió la posibilidad de exportar ganado debidamente registrado ante el Registro Genealógico de Costa Rica a Venezuela, lo cual, aprovechamos para eliminar la actividad. Después de analizar la propuesta, llevamos a cabo un convenio en el año 1986 y ellos construyeron un centro de investigación con el programa que se llama Centro Quetzal de Educación e Investigación, (QERC, por sus siglas en inglés.) En el año 2013, QERC y el Dr. Mike Mooring, Ph.D, profesor de biología de la Universidad Point Loma Nazarene University de San Diego, California, comenzó a llevar un programa de investigación de mamíferos con la colaboración de profesionales en esta área; los señores Yee Jared, Bruce Cabeche, Will Taylor, con la ayuda de cámaras trampa han captado la mayor parte de los animales que habitan en estos bosques, entre ellos, mapaches, coyotes, tepezcuintes, saínos, dantas, pumas, manigordos, jaguares melanísticos (que también es llamado pantera negra, pero ese color se da por un accidente hormonal), además de jaguar o tigre, y la oncilla, que es un pequeño felino del que hay poca información. Esta Universidad tiene programado para el año 2018 construir dos edificios más con el fin de contar con un laboratorio moderno y seguir teniendo como aulas los bosques aquí existentes.
Cuando comenzamos de manera informal a trabajar el turismo, atendíamos con el servicio de un casado, truchas y café; era algo así como “para matar el hambre”. Primero fueron pescadores, luego nos visitaron unos científicos de la Universidad de Harvard, quienes venían a colectar mini orquídeas para una investigación y en una revista titulada: “Mini orquídeas de Costa Rica” publicaron una fotografía de una pareja de quetzales y un pequeño comentario de donde había sido captada; esa fue la primera noticia de que en San Gerardo de Dota se podía observar esta majestuosa ave, declarada el ave más bella de América. Esto hizo que a los días comenzaran a llegar turistas de Estados Unidos en busca del quetzal, aquello era acongojante, pues no sabíamos nada de inglés y recuerdo en una oportunidad, por medio de señas, lo que pude llegar a entender es que ocupaban unas almohadas pues sus señales no me fueron muy claras, ya que lo que necesitaban realmente eran dos cobijas; sin embargo, poco a poco nos íbamos acomodando. Marino comenzó a estudiar inglés por medio de una grabadora de baterías, pues no teníamos corriente; oyendo aquellos “cassettes” se animó a conversar y atender a los turistas.
Servicio eléctrico, aporte de COOPESANTOS Uno de los grandes logros que trajo desarrollo a San Gerardo fue la instalación del servicio eléctrico; lo primero que tuvimos fue una planta de diesel, si acaso nos daba para los bombillos, la arrancábamos a las 6 de la tarde y como a las nueve de la noche, alguien tenía que ir a apagarla. Se iniciaron los trámites, los cuales se complicaron porque la línea de Coopesantos al lugar más cercano que llegaba era a La Trinidad de Dota y el costo se incrementaba; al final, el ICE estuvo dispuesto a realizar una conversión de voltaje de las líneas de transmisión que pasaban por el Cerro de la Muerte. Sin embargo, el costo continuaba siendo alto, un total de 5 millones de colones que estaban lejos de nuestro alcance; lo cual solventamos con la ayuda de una partida específica de 2 millones de colones gestionada por el entonces diputado Mario Carvajal Herrera; el resto fue cubierto por los vecinos mediante un crédito con el Banco Nacional. El 10 de septiembre de 1986, el gerente de Coopesantos don Misael Monge Alvarado nos comunicó que el proyecto había sido aprobado y un año después tuvimos el servicio eléctrico. La electrificación resultó para la comunidad un impulsor de desarrollo, tanto para actividades agropecuarias como para el turismo. El promedio de consumo, por encima de lo que indican otras comunidades de la región, demuestra la gran dependencia que se tiene de este importante servicio. NOTA. Extracto del libro “En tu ausencia escribo mis memorias”, del emprendedor campesino Efraín Chacón, editado por Camilo Rodríguez. El mismo Camilo Rodríguez hizo la selección de estos extractos para publicar este periódico especial como homenaje a este gran ser humano, de 92 años, que es don Efraín Chacón.
Abierto los Domingos
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Presentación del libro y graduación de la escuela
Grandes reconocimientos para don Efraín Chacón Camilo Rodríguez Chaverri Ventanario
En un emotivo acto, don Efraín Chacón presentó el libro de sus memorias. Un libro escrito con el corazón. Un libro escrito con lágrimas, ante la ausencia de su esposa, doña Caridad, compañera suya de toda la vida, y quien bautizó al pueblo de San Gerardo con ese nombre, el nombre del santo de las mujeres en estado de gestación y santo de las familias. Fue cuando partió al cielo doña Caridad, cuando una nieta de ella y de don Efraín, Diana, psicóloga, le regaló una agenda grande o un cuaderno, y así impulsó a don Efraín para que empezara a escribir. En la presentación, Don Efraín le hizo un justo reconocimiento a su nieta.
El discurso de Pablo Chacón Fue notable el discurso de Pablo Chacón, brillante orador, hijo de don Efraín, quien destacó grandes valores en su padre, como la honradez, la austeridad, el esfuerzo, el espíritu de trabajo, la lealtad, la fidelidad, la puntualidad y la sencillez. “Mi papá ni quisiera terminó la escuela, pero es Doctor, tiene un doctorado Honoris Causa”, dijo Pablo, muy emocionado. Otro de los expositores mostró un “caite”, un zapato hecho con desecho de llanta, que era de don Efraín, quien lo dejó botado en una caminata extenuante, cuando andaban buscando por dónde trazar un camino. Recordemos que don Efraín y su hermano, Don Federico (qdDg), iniciaron el pueblo de San Gerardo desde cero, y también fueron los gestores del trazado del camino y su construcción, de la construcción de la escuela y del templo católico. Un detalle hermosísimo y muy simbólico es que ese caite fue encontrado por un nieto de don Efraín muchos años después. En la presentación, se leyó extractos del libro que causaron entre la numerosa concurrencia desde risas hasta lágrimas. Una de las anécdotas que provocó más risa tiene que ver con el hijo mayor de don Efraín, Marino (él dice que no parece ser el mayor, que la gente no puedo creerlo). Marino, de niño, les sacó las canas a sus papás porque era muy fogoso en la escuela. Mari-
no les decía a los niños que querían pelear con él, que solo podía pelear en la poza, o al lado del río, porque tenía que pelear chingo, desnudo, para que los papás no se enteraran. También causó mucha risa una anécdota que tiene que ver con que don Efraín y don Federico, siendo unos niños, perdieron un sombrero y le echaron la culpa a la gente que estaba en la misa de Santa María de Dota. Al final, se descubrió que ellos perdieron ese sombrero y, de paso, que se quedaban fuera de la misa. Pero en el medio, quedan el recuerdo y la lección de la carta que envió su madre al sacerdote, indignada por la desaparición del sombrero. La anécdota es muestra de los grandes valores humanos de esos tiempos, así como es el hecho de que a la hora de “carrilar” la montaña (separar la montaña en fincas), los colonos de San Gerardo pusieron sus nombres en un papel de cigarro, echaron todos los papeles en un sombrero y así hicieron el sorteo de cada lote o finca. No hubo firmas de por medio. No hubo contratos. Ni abogados. Eran otros tiempos. Al hombre se le respetaba por su palabra. El hombre empeñaba su palabra.
La presentación del libro fue realmente hermosa.
Graduación de la escuela Asimismo, la escuela de la comunidad decidió dedicarle a don Efraín, la graduación de este año. Se graduaron cuatro niños, dos de kínder y dos de sexto grado. Eso me recuerda el gran esfuerzo de don Efraín y su familia por fundar esa escuela. No había suficientes niños. Entonces, un supervisor de escuelas les propuso inventar algunos nombres de niños para que se llenara el cupo. Ellos inventaron lo que después llamarían “gasparines”. Gracias a la familia Chacón por este esfuerzo de imprimir el libro y de hacerle una cálida y sentida presentación. Gracias a la directora de la escuela por dedicarle a don Efraín la graduación. Todos los esfuerzos son insuficientes para dar a conocer la grandeza del ejemplo de este gran
señor, este gran campesino, este gran ser humano, gran padre, gran hermano, gran esposo, gran hijo, gran emprendedor, gran ciudadano, gran agricultor, gran ganadero y gran conservacionista que ha
sido don Efraín Chacón, quien a sus 92 años de edad, nos da grandes lecciones de amor y de vida… Un hombre que ha luchado toda la vida y que pudo torcerle el cuello a su destino.
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Autoridades judiciales visitaron Guápiles t Se reunieron con
Facilitadores Judiciales de la zona. El Guapileño Fotos Eduardo Solano R.
El 10 de noviembre, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Chinchilla Sandí, el Magistrado presidente de Conamaj, Román Solís Zelaya, se reunieron con los facilitadores judiciales de Pococí, Guácimo y Siquirres. Además firmaron la Carta de Intenciones entre la Corte Suprema de Justicia-Conamaj-INDER, donde participó el Presidente Ejecutivo, Ricardo Rodríguez Barquero. El trabajo de los facilitadores judiciales es vital en la socialización y acercamiento de la justicia en las comunidades alejadas de las instancias judiciales. El facilitador es líder y ejemplo en su comunidad, representante del Poder Judicial en los lugares lejanos con las acciones que realizan en pro de la justicia de paz de sus pueblos. El Magistrado de la Sala III, Román Solís Zelaya, dio la bienvenida a los presentes y a la representación de facilitadores judiciales de Pococí, Guácimo, Siquirres y Sarapiquí, ustedes engalanan nuestra Corte Suprema de Justicia y les agradecemos en sobremanera su presencia y sacrificio de venir desde zonas muy alejadas a este acto. Les damos un agradecimiento por la abnegada e invaluable labor voluntaria, que desempeñan en sus comunidades. Cuentan con el apoyo de sus juzgados, de Conamaj y demás instancias del Poder Judicial. El Servicio Nacional de Facilitadores Judiciales se desarrolla en el país, desde el año 2013, con el objetivo de garantizar un mayor y mejor acceso a la justicia a poblaciones en condiciones de vulnerabilidad, lo anterior como parte del compromiso del Poder Judicial de Costa Rica, en ejercer una función pública más humana y cercana a la ciudadanía. Nos reunimos en el Segundo Circuito Judicial del Caribe, en uno de los primeros lugares donde jueces con una alta sensibilidad social, encaminaron la implementación de un servicio que abarca una parte importante del territorio nacional. Es precisamente, en esta zona, que se ha logrado los mejores resultados, solamente para el primer semestre del 2017, los facilitadores de los cantones de Pococí, Guácimo, Siquirres y Sarapiquí, realizaron 705 orientaciones sobre trámites y procedimientos judiciales, coordinaron 85 charlas en sus comunidades sobre temas vinculados al Poder Judicial y en otras instituciones, acompañaron a 102 personas para que accedieran a servicios públicos y realizaron 15 mediaciones de conflictos entre vecinos. El total de beneficiados por el servicio en las acciones señaladas para los primeros seis meses del año ha sido de 1744 personas, cifra que seguramente se verá
Equipo de facilitadores judiciales de Pococí, Guácimo, Siquirres y Sarapiquí y autoridades de la Corte Suprema de Justicia..
Autoridades de la Corte Suprema de Justicia, se reunieron con los facilitadores judiciales de Pococí, Guácimo, Siquirres y Sarapiquí.
El Lic. Róger Mata Brenes entregó el nuevo material para facilitadores a la señora Lilia Briones, facilitadora de Barra del Colorado.
duplicada en lo que resta del año, tomando en cuenta la proactividad y el compromiso de las personas facilitadoras judiciales de la zona. Agrego mi más atenta felicita-
ción a los jueces Marvin Arce Castro y Andrés Balladares Castillo; y a las juezas Mauren Vargas Solano y Sabina Hidalgo Ruiz y a todo el personal de sus despachos, porque es gracias al empeño que ustedes poner en su función, que se alcanzan tan buenos resultados. Con gran alegría nos encontramos en esta actividad para celebrar la firma de la Carta de Intenciones entre la Corte Suprema de Justicia y el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) convenio que oficializa la relación de cooperación que ha surgido en el marco del servicio entre ambas instituciones. Posibilitando el acercamiento de la justicia a poblaciones de zonas rurales del país, que se ven afectadas por la lejanía, falta de transporte y otras circunstancias de índole económico y social. Agradezco al Presidente Ejecutivo del INDER, Ricardo Rodríguez Barquero y a su personal, por la respuesta, apoyo y acompañamiento que se ha dado a los jueces del país, con el fin de facilitar el contacto y acercamiento
con comunidades rurales. También mi agradecimiento a la alcaldesa de Pococí, Elibeth Venegas quien ha abierto las puertas de la municipalidad para conocer más del servicio de facilitadores judiciales. El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Chinchilla Sandí, doy mis felicitaciones a todos los facilitadores y demás personas que nos acompañan. Representa en mi un enorme gusto dirigirme a cada uno de ustedes. Hoy estamos congregados para rendir honores a esos esfuerzos personales e institucionales que sirven para consolidar nuestra democracia, hacerla sólida, firme y que ella sea la que representa la base social de nuestro estado costarricense, así como promover el fortalecimiento de una mejor sociedad. Por medio de la generación de valiosos conocimientos sobre leyes que educan a las personas, no hay que ser abogado para tener esa sensibilidad directa, como la tienen ustedes, más que nosotros los abogados en realidad, porque
les nace de lo interno. Ser facilitador judicial no es fácil, pero además de eso son líderes de sus comunidades y el respeto. El respeto no se impone, se gana con acciones y ejemplo; y ustedes son ejemplo en sus comunidades. Por eso mi reconocimiento por lo que logran y es lo que anhelamos una convivencia pacífica, próspera, con atención a las comunidades alejadas; no necesariamente los mejores, porque estos cascos urbanos se llenan de gran cantidad de dificultades. Ustedes son nuestros tribunales de justicia en sus comunidades. Son los que llevan el mensaje de paz. Ustedes son el brazo del Poder Judicial donde no llegamos nosotros, pero están ustedes que nos representan. Ricardo Rodríguez Barquero, Presidente Ejecutivo del INDER, inició sus palabras recordando al filósofo griego Sócrates, que decía “hay cuatro características que corresponden al juez, escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente”, pues, le agregaría que no solo son características de un juez sino de las personas sabias, aquellas que no necesariamente tienen muchos estudios ni carreras profesionales sino que se han graduado en la universidad de la vida. De ese tipo de personas sabías, líderes de sus comunidades, actores, luchadores, facilitadores en muchos de los territorios rurales del país. En el Instituto de Desarrollo Rural (INDER) conocemos muy de cerca a muchas de esas personas con esas virtudes, porque nos hemos dedicado a recorrer todo el país se busca, identifica, capacita e incorpora a esos líderes rurales costarricenses a la llamada nueva gobernanza del INDER. Los facilitadores judiciales son esos líderes de sus comunidades que colaboran de manera voluntaria con las autoridades, al igual que los Consejos de Desarrollo Rural Territorial del INDER.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Chinchilla Sandí, alabo el trabajo loable de los facilitadores por el alcance de la justicia a las comunidades alejadas.
Su trabajo se ha convertido en un factor clave para la búsqueda de soluciones alternativas de los conflictos cotidianos. Hoy estamos uniendo dos instituciones con experiencia en el ámbito de la capacitación a la población, en temas muy variados, que redundan en mejorar la calidad de vida de las personas de nuestro país. Esta Carta de Intenciones que firmamos tiene como objetivo que entre ambas instituciones realicemos procesos de discusión, información, capacitación, empoderamiento; así como la resolución de conflictos, promoviendo una cultura de paz; y acceso a la justicia
en los territorios rurales de nuestro país. Felicitaciones por sus logros desde el Conamaj y de ahora en adelante cuenten con esta noble institución INDER para las labores en la medida de nuestras posibilidades. Estoy seguro que la nueva relación surgida por el interés y bienestar de los habitantes de este hermoso país, nos traerá muchos beneficios, pues, como lo dijo Juan Pablo II “El diálogo basado en sólidas leyes morales facilitan la solución de los conflictos, favorece el respeto a la vida de todo ser humano” concluyó el presidente del INDER. La facilitadora de Barra del
Firmaron la Carta de Intenciones, el Presidente Ejecutivo del INDER, Ricardo Rodríguez Barquero, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Chinchilla Sandí y el Magistrado presidente de Conamaj, Román Solís Zelaya.
Colorado, señora Lilia Briones Bermúdez, les doy las gracias por permitir estas humildes palabras, hace 4 años, conocí este servicio que se estaba dando, fue a través de la asociación de mi comunidad y vi que era un programa muy importante para todas las comunidades tan lejanas como son Tortuguero, Barra del Colorado y otras. Este proyecto es muy importante para las comunidades alejadas, porque hay limitaciones, por ejemplo para venir de Barra del Colorado a poner una denuncia se necesita todo un día y si no es posible que nos atiendan hay que quedarse al día siguiente, lo que
representa gastos, tiempo y a las familias que tienen niños se les hace aún más complicado. Debemos tener amor al trabajo que realizamos, porque el servicio favorece bastante a las comunidades, como garantizar un genuino y eficiente acceso a la justicia, menos gastos económicos, pronta solución a los problemas. Como facilitadora me siento muy contenta y espero servir de la mejor manera a mi comunidad, para ser facilitador debemos tener vocación de servir, ser neutral y dar a conocer que estamos para orientar en los derechos y deberes que deben cumplir.
Don Carlos Enrique Hidalgo Aguilar de la comunidad de Altos de Germania, La Alegría de Siquirres. Nos comentó que hace 4 años es parte de los facilitadores del Poder Judicial, ha sido un programa exitoso, donde he aprendido muchas cosas del campo judicial, como leyes que desconocía. Pero gracias a las capacitaciones, charlas y experiencias de compañeros facilitadores, a través de ahí he aprendido de que las cosas no son como nosotros a veces pensamos, sino que hay una ley, reglamentos o normas que debemos respetar. La comunidad lo ha visto muy bien y ha apoyado la iniciativa. Gracias a la información que uno lleva a través de charlas, orientación y preguntas, los vecinos se acercan y los puedo guiar sobre la solución de un conflicto legal. Estos encuentros son muy valiosos porque refrescamos y compartimos experiencias que nos sirven a futuro.
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La apertura de esta nueva bodega del Banco de Alimentos en Barrio La Colina, Limón permitirá llegar a más personas y cumplir los objetivos de disminuir el hambre en la provincia de Limón.
Diferentes grupos sociales de iglesias limonenses son apoyadas por el Banco de Alimentos de Limón.
En Limón
Banco de Alimentos amplía operaciones El Guapileño Fotos Eduardo Solano R.
El 26 de setiembre, el Banco de Alimentos realizó la apertura de una nueva bodega en barrio La Colina, Limón que permitirá llegar a más personas y cumplir los objetivos de reducir el hambre en el país. Con la apertura de esta bodega, se fortalecerá e incrementará el apoyo de las organizaciones sociales asociadas para ampliar sus programas y cobertura en beneficio de familias, niños, jóvenes y adultos mayores, que necesitan ayuda, comentó Francia Linares, Directora Ejecutiva del Banco de Alimentos de Costa Rica. Es muy importante para el Banco la provincia de Limón, queremos impactar positivamente. Tenemos dos grandes objetivos, disminuir el hambre en el país y contribuir a evitar el desperdicio de alimentos, con la ayuda de la empresa privada. El Banco de Alimentos nació en el 2012, tiene cinco años de operar en el país, con oficina y bodega principal en Pavas, para atender el Área Metropolitana, luego con una bodega en Guanacaste y está bodega formal en Limón. La meta para el 2018 es incursionar en la zona de San Carlos con otra bodega. -¿A cuántas personas llegamos? Hay 194 organizaciones sociales que son miembros del Banco de Alimentos y son beneficiadas 30.652 personas, el impacto es significativo. -¿Cuánta cantidad de alimentos recibe el Banco? Mensualmente recibe 196 toneladas en promedio de productos de primera necesidad. La cadena de supermercados Walmart donan el 80% de la mercadería y el resto del grupo de empresas que se han sumado al banco con el fin de erradicar el hambre en el país. En Limón, hay 23 organizaciones sociales que atienden a más de 2400 personas en los seis cantones. Tenemos cinco organizaciones que están prontas a ser incor-
En Limón, hay 23 organizaciones sociales que atienden a más de 2400 personas en los seis cantones.
poradas. Este tipo de iniciativas de la empresa privada tienen que calar en las zonas, no solamente en disminuir el hambre y el desperdicio de alimentos, sino a que la zona tenga mejor imagen ante el resto del país. A veces al Caribe se le define que “ha sido olvidada” como dicen los políticos sino que ha sido olvidada en todo el país. La gente viene a Limón, a las playas, al carnaval y a otras actividades, pero se olvidan de que existe; que la mayor producción de país es de Limón, porque tenemos el puerto y hay más de 300.000 personas que viven en la región Huetar Caribe que producen siempre y la gente de afuera, lo que escucha son malas noticias. Esto hay que cambiarlo, juntos.
Edwin Carrillo, transportista y don Olivier Quesada, coordinador de bodega Limón.
La Directora Ejecutiva del Banco de Alimentos de Costa Rica, señora Francia Linares, junto a Tammy Spencer de APM Terminals, empresa que ha colaborado y apoyado este proyecto desde sus inicios en Limón.
El grupo de Hermanas Misioneras de la Caridad, Madre Teresa de Calcuta, son beneficiadas por el Banco de Alimentos. Ellas realizan una labor ayudando a gente en condición de calle, tienen un albergue donde se les proporciona comida y dormida, ayudamos a familias necesitadas con alimentos. Además trabajamos en las zonas indígenas, con alimentos y todo lo que podamos, Alto Cuen, Telire y otros.
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En Guápiles
Atienden a pobladores de la calle En la foto, de izquierda a derecha, señora Norma Jaubert Naranjo del IMAS, señora Chorlis Mattius Solano, Jefe regional del IAFA, su mamá, Luzmilda Solano, en compañía de don Roberto Conejo Valenciano del Ministerio Habitantes de la Calle, San José.
El Guapileño Fotos Eduardo Solano R.
El 23 de noviembre, se realizó el programa Pococí Somos Todos, en el Centro Educativo Adventista Peniel. Es iniciativa de la Municipalidad de Pococí en conjunto con varias entidades como Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), Caja Costarricense de Seguro Social, Fuerza Pública de Costa Rica, Segadores de Cristo, entre otras. Quienes en conjunto trabajaron en pro de levantar un censo y dar atención médica, ropa, comida a los habitantes de calle en Guápiles, la actividad se realizó en las instalaciones del Colegio Adventista Peniel. La señora Norma Jaubert Naranjo, funcionaria del IMAS en San José, del Área de Instituciones de Servicios de Bienestar Social, nos comentó desde hace 20 años estamos trabajando, iniciamos en San José, para brindar servicios de calidad a las personas en situación de calle. El año pasado, se aprobó una política para estas personas y es el respaldo legal para promocionar este tipo de actividades, para una población que ha sido excluida en todos los sentidos de la palabra. Desde hace seis meses un equipo de trabajo con integrantes de diferentes instituciones ha venido trabajando junto a la sociedad realizando un trabajo integral para dar calidad de vida a estas personas. Dentro de las instituciones está el IAFA, CCSS, Ministerio de Salud, la Municipalidad que es la coordinadora de la red que se constituyó acá, que es la Red de Atención a Personas en Situación de Calle de Pococí, la actividad de hoy se llama Pococí somos todos. Hoy estamos brindando un servi-
Esta actividad benefició cerca de 60 personas en condición de calle.
La señora Teresa Leiton fue la madrina del popular “Coquí”.
Estas personas disfrutaron la oportunidad de obtener un plato de comida, baño, corte del pelo y ropa, donde los colaboradores los trataron con mucho amor y dignidad.
cio integral con el fin de generar un diagnóstico, que nos permita ver: -¿cuántas son las personas y que necesidades tienen? Con los servicios que se brindaron identificamos personas con tuberculosis, sida u otras enfermedades. Se realizó también tratamiento dental, porque ellos no tienen acceso a estos servicios, a pesar que la política lo protege, ya hay una obligación y responsabilidad de las instituciones. El IAFA está presente, porque sabemos que la mayoría de estas personas son adictas.
Don Roberto Conejo Valenciano del Ministerio Habitantes de la Calle, nos comentó que tienen cerca de 8 años de trabajar en San José con gente de la calle y hoy estamos trabajando con ellos aquí en Guápiles junto al IAFA, IMAS, CCSS y la Municipalidad. Nuestro propósito es abrir un albergue para habitantes de calle, lo más importante son ellos, darle la oportunidad de un plato de comida, un baño, el corte del pelo, ellos van a ver que se les trata como personas, con amor y van a lograr salir de toda esta problemática que es la
adicción al alcohol y a las drogas. Chorlis Mattius Solano Jefe regional del IAFA, manifestó que trabajan en conjunto en una acción interinstitucional e intersectorial unidos atendiendo ya la política de la persona en situación de calle. Nosotros lo que buscamos es darle la atención necesaria a nivel profesional, tenemos el equipo completo trabajando hoy acá, la doctora, la trabajadora social, la sicóloga y la compañera de redes, coordinamos diferentes atenciones e incluso internamientos en San José con otras organizaciones que nos brindan ese servicio. Queremos instar a todo Pococí y a todas esas organizaciones que hacen su trabajo con todo el amor
Doña Ana Leiva acompañó a doña Alba Teresa Castro.
del mundo y a veces arañando el suelo para darles atención a estas personas, que se acerquen al IAFA, para que puedan lograr la idoneidad para atender y lograr mayores recursos . Decirles que estamos con ustedes. Tengan la seguridad que trabajamos fuerte y necesitamos manos amigas, sobre las necesidades que tienen y proyectarlos en los planes de trabajo institucionales. Aquí en Pococí tenemos la red de prevención y atención a la persona en situación de calle, nos reunimos los segundos martes de cada mes, en la Iglesia Aposento Alto en Guápiles, a la 1:30 pm. Pueden llamar al 2758-2758.
Lo que significa sufrir una discapacidad Yanory Meza Durán Para El Guapileño
La discapacidad es una condición que afecta el nivel de vida de un individuo o de un grupo. El término se usa para definir una deficiencia física o mental, como la discapacidad sensorial, cognitiva o intelectual, la enfermedad mental o varios tipos de enfermedades crónicas. Las personas con discapacidad, la «minoría más amplia del mundo», suelen tener menos oportunidades económicas, peor acceso a la educación y tasas de pobreza más altas. Eso se debe principalmente a la falta de servicios que les puedan facilitar la vida (como acceso a la información o al transporte) y porque tienen menos recursos para defender sus derechos. A estos obstáculos cotidianos se suman la discriminación social y la falta de legislación adecuada para proteger a las personas con discapacidad.
Las personas con discapacidad son a menudo víctimas de la violencia: La ignorancia es en gran parte responsable de la estigmatización y la discriminación que padecen las personas con discapacidad. Una sociedad incluyente Está ampliamente demostrado que, una vez eliminados los obstáculos a la integración de las personas con discapacidad, estas pueden participar activa y productivamente a la vida social y económica de sus comunidades. Por ello es necesario eliminar las barreras de la asimilación a la sociedad. La Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad Reconoce que la existencia de estas barreras es un componente esencial de su marginación. La Convención subraya que la discapacidad es un concepto evolutivo
«resultado de la interacción de las personas con disfunciones y de problemas de actitud y de entorno que socavan su participación en la sociedad». La accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad son derechos fundamentales reconocidos por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidades. Son las condiciones sin las cuales no pueden disfrutar de sus otros derechos. La Convención (artículo 9) pide que las personas con discapacidad puedan llevar una vida independiente y participar en el desarrollo de la sociedad. Solicita a los Estados que tomen las medidas apropiadas para darles pleno acceso a la actividad cotidiana y eliminar todos los obstáculos a su integración. «Transformación hacia una sociedad sostenible y asequible para todos» La Agenda 2030 se compromete a «no dejar a nadie atrás».
Las personas con discapacidad, como beneficiarios y como agentes de cambio, acelerar el avance hacia un desarrollo inclusivo y sostenible, así como promover unas sociedades asequibles para todos, incluidos los ámbitos de la reducción del riesgo de desastres y la acción humanitaria, además del desarrollo urbano. Es necesario que los gobiernos, las personas con discapacidad y las organizaciones que las representan, las instituciones académicas y el sector privado trabajen en equipo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Datos destacables l l
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Población mundial: Siete mil millones de personas. Más de mil millones sufre algún tipo de discapacidad (una de siete) Más de cien millones de discapacitados son niños. Los niños con discapacidad tie-
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nen cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de algún tipo de violencia. 80% de las personas con discapacidad viven en los países en desarrollo. 50% de las personas con discapacidad no tienen acceso a la sanidad. 160 países han firmado la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
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SIEMPRE EN LA MEMORIA DEL PRODUCTOR AGROPECUARIO DE LA ZONA ATLÁNTICA
Coopepococí se proyecta al futuro Inaugura área de carga y descarga Palabras del secretario del Consejo de Administración, señor Rodrigo Chaves. “Es un enorme placer para la cooperativa contar con la presencia de miembros de diferentes organizaciones del cantón de Pococí, como los Bomberos, BCR, Coopesevidores, entre otros. El Consejo de Administración de Coopepococí R.L. se siente muy agradecido con la labor y cooperación de los comités de educación y bienestar social y comité de Vigilancia órganos sociales de nuestra Cooperativa. Como pequeña reseña esta Cooperativa nació hace más de 43 años, fue precisamente el 20 de mayo de 1974. Nació con el objetivo de ayudar a los agricultores y ganaderos de este pujante pueblo de Guápiles. Coopepococí ha estado en diferentes lugares, en uno de ellos sufrió un incendio, cuando se ubicaba cerca de la bomba, luego se ubicó a la par de donde está la Musmanni, en ese entonces estuvo la Borden. Hubo mucha gente que ya hoy no nos acompañan, como don Carlos Arroyo, don German Cruz, don Carlos Avendaño, don Guido Madrigal quiénes fueron grandes emprendedores y quiénes fueran impulsores de esta cooperativa y muchos más quiénes viven en nuestros corazones. Hay mucha otra gente que podemos hoy mencionar y a la que hay que agradecerle su ayuda. Esas personas pensaron en aquel tiempo en construir un área nueva con mayor tamaño y que fuera de mayor influencia para el cantón. Es el área donde actualmente se ubica el almacén. Un área bastante grande y muy bien ubicada. Con el pasar del tiempo se pensó en remodelar lo que era una verdulería, donde se ubica la Musmanni actualmente y quien renta este local. Es un área muy importante y muy valiosa de Coopepococí, que nos ha ayudado a comprar este otro terreno que es muy caro; y lograr esta nueva área que es para la carga y descarga, facilitándoles a nuestros asociados y clientes sus compras en Coopepococí. Esta aspiración la hemos venido madurando desde hace tiempo, pero hay una persona emprendedora y visionaria, quien le metió mucha fuerza, es don William Quesada Alfaro, que con el apoyo del Consejo de Administración y demás comités se ha logrado que hoy, sea una realidad este sueño, pensando siempre en proyectos más grandes para Coopepococí. Este proyecto es de todos los asociados y eso debemos disfrutarlo y aprovecharlo haciéndolo
al asociado, igualmente el asociado debe fortalecer a Coopepococí. Palabras del Gerente General de Coopepococí RL don William Quesada Alfaro.
grande. Cabe mencionar que en la pasada asamblea se distribuyeron dividendos a nuestros asociados como un reconocimiento a sus compras realizadas. En ningún negocio donde uno compre, le devuelven el dinero. Entre más compremos más lograremos para el futuro de esta cooperativa. En Coopepococí el objetivo es servir
Era de gran necesidad el tener este local. Vimos que Coopepococí tenía un almacén con una excelente posición, pero no había parqueo ni área de carga y descarga. Me dirigí al BCR para conocer los requisitos para un préstamo, me asesoraron y coordinamos una reunión acá y les expuse que Coopepococí quiere expandirse, queremos crecer, necesitamos su apoyo, y satisfactoriamente nos respondieron tienen las puertas abiertas, Llevó su tiempo, pero gracias a Dios pasamos a finiquitar el préstamo.
Ventajas que tenemos hoy con este local Es amplio, tiene espacio para carga y descarga, área para bodega, que, desde ya, va a satisfacer las necesidades que tenemos para dar un mejor servicio. Con este proyecto, Coopepococí da un paso muy importante en la contribución del desarrollo del cantón de Pococí. Doy las gracias al Consejo de Administración y Comités, asociados, colaboradores y clientes de Pococí y de la provincia de Limón que nos han preferido y apoyado.
Esta es una semilla sembrada, en un terreno fértil
CORREO: info@coopepococicr.com
TELÉFONOS: 2710-6351 / 2710-4530 / 2710-9157
FACEBOOCK: COOPEPOCOCOCI RL
DIRECCION: FRENTE A LA ESTACIÓN DE BOMBEROS, GUÁPILES, POCOCÍ.
WEB: www.coopepococicr.com
WHATSAPP: 8544-1633
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Universidad EARTH gradúa nueva generación de líderes agroempresariales Diana Quirós Para El Guapileño
El 8 de diciembre, la Universidad EARTH celebró su vigésima quinta graduación, contando así con 99 nuevos ingenieros que han estudiado agronomía para convertirse en agentes de cambio en sus países. La nueva promoción de graduandos proviene de 27 países de todo el mundo. La Institución brinda un grado de Licenciatura en Ciencias Agrícolas, después de cuatro años de estudios. El plan de estudios de la carrera contempla conocimientos técnicos y científicos, destrezas empresariales, valores éticos, conciencia social y compromiso ambiental. Las habilidades empresariales y de liderazgo constituyen parte esencial de las competencias de los graduados. Arturo Condo, rector de EARTH, señaló el papel de la Universidad en el mundo y su impacto: “veo a muchos de nuestros graduados, participando en las mesas donde se definen políticas de sostenibilidad y recursos naturales, energías renovables, agricultura
sostenible y seguridad alimentaria, empleando su conocimiento para el beneficio de pequeños productores y de las comunidades más necesitadas”. Albina Ruiz, ambientalista, emprendedora y fundadora de Ciudad Saludable, tuvo a cargo la cátedra de graduación. Ruiz motivó a los graduandos a promover la convivencia en armonía, la justicia e igualdad de oportunidades, así como el compromiso y respeto por el ambiente. Invitó a los jóvenes a trazar un propósito en su vida. “Les convoco a hacer cosas diferentes, no es fácil. Atrévanse a creer en ustedes. No tengan miedo de tener dosis de locura. No dejen de soñar y definir las estrategias de esos sueños con propósito. Solo si tenemos sociedades más justas podremos mejorar el mundo”, indicó El plan de estudios de EARTH está en la lista oficial de carreras acreditadas por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES) en Costa Rica y tiene un aval de carácter regional por la Red Iberoamericana de Agencias de Acreditación (RIACES).
Acerca de EARTH EARTH es una universidad privada, internacional, sin fines de lucro, dedicada a la educación de Ciencias Agropecuarias. La universidad
ofrece oportunidades educativas a jóvenes líderes, en su mayoría provenientes de zonas rurales, de escasos recursos y con pocas oportuni-
dades de acceder a educación universitaria. Más de la mitad de los estudiantes reciben apoyo financiero para cubrir su educación.
Guapileña preocupada por la basura Doña Olga Bustamante es una guapileña de cepa, que está muy preocupada de ver todos los días la basura tirada por todos lados, ella está realizando una campaña de concientización a las autoridades pertinentes.
Gracias por compartir juntos este año que termina, con éxitos y pruebas superadas. Deseando que la paz, el amor, la salud y la comprensión este con ustedes en esta Navidad.
Todos nos preguntamos: ¿Cómo ver a Guápiles limpio?
Y que el Nuevo Año 2018, este lleno de esperanza y prosperidad. Muchas gracias y felices fiestas…
Sólo la Municipalidad tiene la respuesta… Exigir al comercio tener un lugar dentro de sus instalaciones para su propia basura. Para los habitantes de calle que convergen con el centro de Guápiles, concientizarlos de tener la suya en casa hasta el día de la recolección. Pongamos nuestro granito de arena, sólo así evitaremos ver zopilotes haciendo fiesta en nuestras calles Sábado y Domingo. Olga Bustamante Barboza Cédula: 103560279
Ingrese a la página web de www.periodicoelguapileno.com
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Bulevar
Alfonso Espinoza Ramírez Para El Guapileño
El bulevar es un elemento urbano en forma de avenida o acera ancha, con mucha urbanización, con sitios propicios para un comercio generalmente minorista. La palabra boulevar viene de la castellanización del francés boulevard.
El Bulevar de Guápiles El bulevar de Guápiles no se ajusta a la definición anterior. Sin embargo, podemos decir que ya es un lugar emblemático en nuestra ciudad, con una serie de deficiencias desde su origen, después de la desaparición del tren en 1987, ha carecido de administración por los gobiernos locales por un lado y una rotunda desatención del sitio. Este proyecto debe visualizarse como una fortaleza, por una serie de características que le distinguen como la ubicación, valor histórico, enlaza sectores como Toro Amarrillo, La Urba, Los Ángeles, centro de Guápiles, La Emilia y un trayecto hasta Jiménez en estado de abandono pleno. Por cierto, que, gracias a los vecinos de ese sector, con gran esfuerzo, han logrado desarrollar un proyecto denominado “Paseo Línea Vieja”, donde se destaca la riqueza natural, le atraviesan ocho ríos o quebradas, se ha rescatado el valor histórico patrimonial ferrovia-
rio. Este esfuerzo de los vecinos bien podría ser utilizado como plan piloto para articular un plan más general que cubra la extensión completa del bulevar, o sea, ocho kilómetros. Hay que recordar además que mucho comercio e instituciones públicas y privadas se encuentran ubicadas a lo largo del bulevar, esto es, desde Toro Amarillo hasta el puente sobre el Río Jiménez.
que le han causado a la flora y fauna, el derribo de estas especies maderables, el abrigo de tantas aves y el paso de loras, lapas, tucanes, pericos; y gran variedad de aves con plumajes multicolores cambian el rumbo, para silenciar el sitio.
A partir de hoy, se debe visualizar, crear, programar, y planificar las obras y proyectos, como lo exige nuestra legislación.
Un atropello al bulevar y a la comunidad Con mucha tristeza e indignación se han manifestado cientos de vecinos con plena identidad y sentido de pertenencia, ya que se considera que se ha violentado la esencia del bulevar por la tala de especies arbóreas, arbustos, plantas ornamentales, frutales y una rica variedad de palmeras, que en su mayoría fueron plantadas con el esfuerzo de los vecinos y el apoyo del comercio, para embellecer zonas abandonadas durante años por el municipio. Expresamos nuestra disconformidad por lo siguiente: Bajo qué plan de manejo justifican la absurda tala que hicieron. Con tanto asesor en la municipalidad, porque no han pensado en dedicar o contratar uno de ellos, que venga a fortalecer el área am-
Sí antes nos preguntábamos que le podemos ofrecer al visitante, ¿hoy cuál podría ser? Esto y más es posible si asumiéramos un compromiso con el pueblo, una alta dosis de voluntad, mente futurista o visionaria y algo por rescatar “AUTORIDAD”. Señores y señoras de nuestro gobierno local, ya es hora del cambio. ¿Yo me apunto y usted? SUGERENCIAS: Nombre del bulevar “Bulevar Línea Vieja”
Quisiéramos ver esa misma agresividad demoledora con que talaron los árboles, eliminando los basureros a lo largo y ancho del bulevar que han sido y siguen siendo el escenario para decenas de zopilotes y perros atraídos por su fetidez.
biental y que defina y marque las directrices de un pueblo en desarrollo en equilibrio con la naturaleza. l Se ha destruido infraestructura, pollos para sentarse, tendido eléctrico e iluminación a raíz de la tala ordenada por la municipalidad. l Quisiéramos ver a partir de mañana con esa misma agresividad demoledora, eliminar los basureros a lo largo y ancho del boulevar que ha sido el escenario para decenas de zopilotes y perros atraídos por su fetidez.
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Los rótulos que se ubican a lo largo del boulevar sin ningún permiso municipal, han tomado fuerza y contribuyen al desorden, esa publicidad debe desaparecer, porque son parte de la inseguridad. Las ventas callejeras se multiplican sobre la acera ancha, y el parqueo de carros con ventas de diferentes productos a sus alrededores, compiten con el comercio que cumple con sus respectivos permisos municipales. Se imaginan el daño abrumador
- Nombrar una comisión de verdad con poder de acción para la administración del bulevar. - Convocar a todas las universidades presentes en nuestro cantón para que sean parte publicitaria del bulevar. - Venta de espacios publicitarios a patrocinadores de la región. - Crear pequeñas áreas para actividades culturales al natural en puntos estratégicos del bulevar “zona arte”. Finalmente, decimos que no nos vengan ahora con la siembra de algunas plantas en forma antojadiza, para tratar de calmar las aguas, porque desde todo punto de vista es un ridículo. A partir de hoy debemos visualizar, crear, programar, y planificar las obras y proyectos como lo exige nuestra legislación.
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