Villaurrutia

Page 1

1

VILLAURRUTIA POESÍA DE LA SOLEDAD NOCTURNA Cam-Yamada

INTRODUCCIÓN

En la Europa artística-literaria de fin de siglo, cierto equilibrio entre las fuerzas de integración y las de desintegración cultural, repartidas entre una visión totalizadora y una visión fragmentaria del universo, crearon una dialéctica entre lo grande y lo pequeño, entre el hombre y la sociedad, entre el pasado y el presente, entre la guerra y la paz, de donde surgieron los grandes movimientos de vanguardia literaria en Europa.1

Los movimientos de vanguardia son como una fuerza de choque que surge con la implantación de la racionalidad volcada en todos los ámbitos, lo cual convierte al mundo en un objeto que es tomado en cuenta en la medida en que produce cosas en el sentido económico. Con la llegada de la modernidad a Europa y América, el hombre se transforma en un reflejo de esta nueva era movida por el desarrollo tecnológico y económico que sufre el mundo, poco a poco comienza a verse de lado la parte espiritual del ser humano y se crea una preocupación por el desarrollo de los países y su autentificación hacia los otros territorios del mundo. “Los contemporáneos asumen en México la conciencia creativa que, dictada por la atmosfera mundial del vanguardismo literario, amagado en el internacionalismo y el plurilingüismo, reivindica la naturaleza misma de la expresión poética, la forma de imaginar y de percibir problemas que de dejen en la irrelevancia todo

1 Klaus Muller-Bergh. Vanguardia Latinoamericana, p. 13.

1


2

lo demás”2 Por ejemplo, el estridentismo buscaba un desarrollo intelectual y una identidad nacional, pero al ser un proyecto de vanguardia que se caracteriza por la novedad y no repetir los patrones de antes, y buscar a base de una cierta estética, la transformación social, se disgrega para darle paso a otro movimiento que corta de tajo con él. Los contemporáneos tenían como objetivo “vincular las letras mexicanas a las principales corrientes del arte y la literatura europeas y americanas”. 3 CONTEMPORANEOS Este movimiento rompe con todo nacionalismo debido a la carga ideológica de occidente que poseen al leer autores franceses, ingleses, alemanes, etc. “Abandonan la libertad ilimitada de experimentar, propia de los estridentistas, reemplazándolas por un acercamiento introspectivo a la literatura, con una convergencia de la espontaneidad y la lucidez controladas”.4 En lugar de mirar la problemática social que los envuelve al ser una generación pos-revolución, se mantienen al margen y comienzan a explorar el yo interior del humano, regresando a una suerte de romanticismo ya que comienzan a problematizar la situación del hombre en el mundo. Si bien, también recurren a la descripción del entorno, su poesía habla de amor, pero no rompen con la métrica o crean nuevas formas de escribir visualmente hablando como los estridentistas, sino que ellos recurren a la introspección, al interior del hombre para dar una clara muestra de esa otra parte que lo crea. Uno de los poetas que regresa a estas ideas románticas de muerte, sueño, noche, oscuridad y soledad es Villaurrutia, ya que como el resto de los contemporáneos, este grupo “se imagina más como súbdito de la imprecisa patria de la modernidad con su vértigo de ideas, imágenes y lenguajes, que de las estrechas afirmaciones nacionales”.5 VILLAURRUTIA Es un poeta de la generación de Contemporáneos que nos muestra esa otra postura que la poesía mexicana de principios de siglo tomo. Villaurrutia no habla acerca de la revolución o 2 Guillermo Sheridan. México en 1932: la polémica nacionalista, p. 52. 3 Roberto González Echavarría y Enrique Pupo-Walker. Historia de la literatura hispanoamericana, p. 147. 4 Ibídem. P. 148. 5 G. Sheridan, Op. Cit. P. 54.

2


3

la vida diaria de la población, si bien escribe para las personas, no escribe a cerca de las personas, más bien su poesía muestra un proceso de vacio e insatisfacción internas, marcadas por la constante sensación de soledad, de encierro, de no saber donde se está parado, si lo que se vive es la vida misma o la vida contenida en un sueño. “El frío, el agua, el fuego y la sed son los elementos clave de la poesía de Villaurrutia, la muerte es el antes y el después de este interludio de vida”.6 Si lo miramos fijamente y con atención, podemos notar que la poesía de Villaurrutia nos remite inmediatamente a las inquietudes de los escritores románticos que iban en contra de la razón y su deseo de ver al hombre como un objeto y no como un ser capaz de sentir, imaginar y crear. A través de los poemas, en especial la obra Nostalgia de la Muerte, se ve como el hombre se encuentra frente a una especie de abismo del que quiere escapar a través de la muerte o el sueño mismo, antesala de ésta. Además nos muestra esta nueva visión que se tiene del hombre, contenido en un mundo que no lo ve como individuo, sino como un objeto más dentro de la enorme masa de sujetos que conforman a la sociedad. Villaurrutia le escribe a “la angustia, la soledad, la noche, el silencio, las calles solitarias, los muros, las sombras, el sueño, todo ese mundo novelesco, asido a la pluma para confirmar la intensidad de su presencia en quien sabía que vivir es estar cumpliendo con la indudable destrucción interior”. 7 Pareciera que al querer vivir, el hombre se asemeja a su realidad, a la sociedad que lo contiene y se auto aniquila, recurre a la destrucción para sobrevivir y no llegar a su verdadero deseo de muerte. Y al doblar la esquina un segundo largo mi mano acerrada encontró mi espalda. Sin gota de sangre sin ruido ni peso a mis pies clavados 6 Ibídem. P. 347. 7 Miguel Capistran Ali Chumacero. Obras Villaurrutia. P. XV.

3


4

vino a dar mi cuerpo.8

NOSTALGIA DE LA MUERTE ROMANTICISMO El romanticismo puede verse como la eterna búsqueda del hombre por su libertad y capacidad de ser dentro de una sociedad que lo ha reducido a un mero sujeto, instrumento del poder. “El desorden romántico es la nostalgia o sueño del paraíso. Y su desorden no es más que una repugnancia hacia otra realidad no ideal, que no satisface el orden del espíritu; angustia frente al desorden real, frente a la sin razón de la razón y los sentidos”. 9 En los Nocturnos, Villaurrutia muestra a un hombre sumido en la oscuridad, en la indiferencia total hacia el otro, en la búsqueda de esa noche que traiga consigo el sueño que puede verse como una especie de salvación a esta realidad cada vez más insatisfactoria en la que se prefiere el mundo de la literatura antes que el mundo mismo. Villaurrutia se vuelca en el universo de la noche para poder ser y crear un entorno en el que se escapa y aguarda el momento definitivo de salir de esta trampa en la que se ha convertido el mundo. El hombre ya no se reconoce, se hace ajeno así mismo, palpa un cuerpo, algo material que no le es conocido. El hombre de Villaurrutia sufre una escisión en la que espíritu y cuerpo juntos, ya no se reconocen, así como el hombre ya no se ve en su entorno y realidad puesto que se haya más cómodo en el sueño, la muerte y en la soledad, que en el centro de la sociedad problematizada de principios de siglo. El latido de un mar en el que no sé nada en el que no se nada porque he dejado pies y brazos en la orilla siento caer fuera de mi la red de mis nervios mas huye todo como el pez que se da cuenta hasta siento en el pulso de mis sienes

8 Xavier Villaurrutia. “Nocturno sueño” en Obra Poética, p. 275. 9 Klaus Muller-Bergh, op. Cit. p. 132.

4


5

muda telegrafía a la que nadie responde porque el sueño y la muerte nada tienen ya que decirse. 10

“El valor de Villaurrutia reside en su hallazgo de maneras de encarnar verbalmente experiencias complejas y afectivas, y de hacernos participar de ellas”. 11 Este poeta nos abre la puerta al mundo de la oscuridad para hacernos cómplices de su soledad y horror poéticos. La soledad es la eterna compañera de Villaurrutia. Le permite hablar con total libertad y ser quien quiere ser, sumergido en el mundo de los sueños donde puede moldear a su gusto otro tipo de realidad en la que espera la muerte. Coquetea con ella tal vez para poder asumirse como alguien que está vivo y consciente, y no como algo que flota a la deriva en el mundo, movido por el movimiento de las olas de la sociedad. “La soledad del romántico es un árbol que crece siempre en la angustia del espíritu, nostálgico del bien perdido, desesperado del bien que le espera”.

12

A pesar de estar contenido en una sociedad, el

hombre se encuentra más solo que nunca. Ya no mira al otro, ya no le habla ni le toca puesto que ya no lo nota, no ve al de al lado, solo tiene los ojos fijos hacia el progreso que hay delante. La indiferencia, ver por el bien personal, lleva al hombre a sumirse en un estado de apatía y soledad extrema. Puede gritar, pero nadie lo escucha ya, las personas se vuelven sombras de hombres, la voz un eco en el vacio del mundo. Los hombres solían responder, hablarse, sentirse, pero las máquinas que comienzan a reemplazarlos, ignoran. O cuando una boca que no existe sale un grito inaudito que nos echa a la cara su luz viva y se apaga y nos deja una ciega sordera o cuando todo ha muerto tan dura y lentamente que da miedo alzar la voz y preguntar “quién vive” 10 X. Villaurrutia, “Nocturno en que nada se oye” en Op. Cit. , pp. 272-273. 11 Andrew P. Debicki. Poetas hispanoamericanos contemporáneos. P. 140. 12 Klaus Muller-Bergh. Op. cit. p. 133.

5


6

dudo si responder a la muda pregunta con un grito por temor de saber que ya no existo.13

La muerte es un tema importante para este poeta, en cada nocturno apela a ella como si se tratara de su amante, esa que lo deja y se asimila a él, que lo hace esperar y después se queda. Es como la cuerda que lo ata al mundo pero lo libera a la vez, en palabras de Novalis: “De la muerte siento el agua que rejuvenece- bálsamo y éter se hace mi sangre”. 14 Es esta eterna compañera de los románticos, la cual va de la mano con ellos para otorgarles la oportunidad de poder ser dentro de un mundo altamente mecanizado, alienado, ya que a través de ella, el hombre puede liberarse y ser algo dentro del mundo del sueño eterno de la muerte. La vida es una trampa en la que el hombre ha caído. Cuando se habla de sueño, se crea una salida a esa realidad vacía y triste, pero cuando evadirla no es suficiente, el hombre opta por eliminarla por completo cayendo en un sueño eterno de libertad. Entonces, con el paso de un dormido despierto, sin rumbo y sin objeto nos echamos a andar. La noche vierte sobre nosotros su misterio, y algo nos dice que morir es despertar.15

La búsqueda que emprende este hombre, va más allá de una identidad nacional, si bien busca una identidad, no es la identidad del todo, sino la identidad individual frente al todo del mundo. Asumirse como un hombre que es capaz de crear y ser , al no poder llevar a cabo su deseo, recurre a la melancolía, a la soledad, es decir, que se restringe del resto del mundo ya que no encuentra cabida en el, se siente ajeno a sus ideas y presupuestos. Es como un exiliado de si mismo, tanto que ya no se reconoce, salvo en la oscuridad de los sueños. 13 X. Villaurrutia. “Nocturno eterno”, en Op. Cit. P. 281. 14 Friedrich von Hardenberg (Novalis). Himnos a la noche, p. 21. 15 X. Villaurrutia. “Nocturno miedo” en Op. Cit., p. 269.

6


7

La noche, vista como una parte del mundo que nos permite pensar, ser distinto a lo que realmente somos por el día, le permite a Villaurrutia jugar con el lenguaje, con los lugares, ya que toma espacios reales y

los transforma en locus amenus, ayudándose de su

imaginación. Es allí donde radica la importancia del sueño ya que éste le permite al hombre poder crear lo que en verdad desea dentro del aparato real y desilusionador del mundo. El sueño es ese espacio que se crea el hombre para poder escapar por un momento de su realidad. La realidad se subjetivisa y el yo se disgrega, puesto que es una acumulación de deseos y pensamientos que dan paso a un ser único que es el fin del hombre, y para lograr esto, se va más allá de la realidad que se ve y de la lógica racional. Se busca crear una imagen del mundo ampliando la realidad partiendo del mundo interior. La construcción de esa realidad contiene al yo, por eso puede verse y materializarse en forma de sueño o fantasía gracias a la imaginación y la capacidad creadora que trae consigo el reino de la noche. Porque en el romanticismo, gracias al instrumental mágico del lenguaje, lo irreal y lo real, lo invisible y lo visible, lo conocido y lo desconocido, la vigilia y el sueño, se cruzan y entrecruzan, se funden y se confunden, las relaciones entre estos mundos opuestos se han hecho tan profundas y angustiosamente lucidas que nunca antes, en la poesía moderna.16

La nueva visión del hombre que nos muestra Villaurrutia, no difiere mucho de la de los estridentistas ya que todo movimiento de vanguardia crea una estética para transformar a la sociedad debido a la insatisfacción que crea estar dentro de un sistema moderno y racionalista que, si bien da un desarrollo tecnológico e industrial al mundo, deja de lado a los hombres que viven en él, los convierte en sujetos. Tanto la revolución francesa como la revolución mexicana buscaban un bienestar en todos los ámbitos, pero ambos proyectos fracasaron al igual que el romanticismo al aspirar a un lugar utópico que no tiene cabida en el mundo real de la modernidad. Las vanguardias también buscaban que esa utopía fuera algo más real para que pudiera crearse dentro del sistema pero fracasaron. El horror de la vida, esa incertidumbre de vivir llena al hombre de un miedo constante, por lo que escapa de la realidad y va al mundo del sueño, preguntándose si el horror no es el sueño y la realidad el paraíso. Es un constante terror de no saber donde se está parado. 16 M. C. Ali Chumacero. “La poesía de Nerval” en Obras. P. 895.

7


8

Sonámbulo, dormido y despierto a la vez, en silencio recorro la ciudad sumergida. ¡Y dudo! Y no me atrevo a preguntarme si es el despertar de un sueño o es un sueño mi vida. En la noche resuena, como en un mundo hueco, el ruido de mis pasos prolongados, distantes. Siento miedo de que no sea sino el eco de otros pasos ajenos, que pasaron mucho antes. Miedo de no ser nada más que un jirón de sueño de alguien- ¿de Dios?- que sueña en este mundo amargo. Miedo de que despierte ese alguien-¿Dios?-, el dueño de un sueño cada vez más profundo y más largo. 17

El sistema no permite que nada que aleje al hombre de la mejora económica y tecnológica, exista. Por eso viene una crisis en los sujetos en la que ya no se reconocen en lo que hacen, ni en lo que ven ni en lo que los rodea. Viene una desilusión ante lo que se crea ya que no es a lo que se aspiraba. La vida no es vida, es solo una forma de sobrevivir a la trampa. Vivir duele porque ha de renunciarse a todo, la vida nos envuelve en sus olas para ahogarnos y asesinar nuestro deseo de ser: “El mar que sube mudo hasta mis labios, el mar que se satura con el mortal veneno que no mata pues prolonga la vida y duele más que el dolor. El mar que hace trabajo lento y lento forjando en la caverna de mi pecho el puño airado de mi corazón”18. En lugar de vivir en un mundo mejor que represente a la utopía real, el mundo es un locus horribilis del que el hombre escapa a través de la negación y la evasión como puede serlo el sueño mismo, o incluso la muerte, como una forma de asumir la trampa en la que se ha convertido un mundo que prometía ser mejor. A veces el hombre se ve, se asume como una estatua, un objeto inerte que se encuentra dentro de un mundo muerto que ya nada tiene para darle más que la ruta de acceso a la 17 X. Villaurrutia, “Estancias nocturnas” en Op. Cit., p. 299. 18 X. Villaurrutia. “Nocturno mar” en Op. Cit. P. 294.

8


9

única salida posible que existe para escapar del horror de la realidad: la muerte después de la nada. Porque la ausencia de tu sueño ha matado a la muerte y es tan grande mi frío que con un calor nuevo abre mis ojos donde la sombra es más dura y más clara y más luz que la luz misma y resucita en mí lo que no ha sido y es un dolor inesperado y aún más frio y más fuego no ser sino la estatua despierta en la alcoba de un mundo en el que todo ha muerto. 19

Novalis en Himnos a la noche, evoca aquel mundo nocturno totalmente libre y lleno de un poder creativo que puede transportar al hombre hasta su verdadero yo, en el cual podrá encontrar una respuesta a todas sus preguntas: “¿No trae el color de la noche todo lo que nos entusiasma? Te trae maternal y le agradeces toda tu magnificencia. Te disiparías en ti misma, te desharías en el espacio sin fin si ella no te sostuviera, te envolviera para que estuvieras tibia, y llameante engendrarás el mundo” 20. Mundo en el que la muerte también está presente. Habla de la noche liberadora como lo hace Villaurrutia. Ambos hablan de la noche y los sueños porque en ellos el hombre es libre, puede desarrollar su deseo por tener una voluntad de ser puesto que en la noche, el hombre se oculta de los ojos vigilantes del día: “Vivo de día con valor y fe y muero de noche en santo fulgor”.

21

El hombre deja de

ser el robot, el soldado, el títere. Por la noche se corta los hilos y va libre por el mundo de los sueños creando una forma de sobrevivir a un mundo que no asume y rechaza. Se cierran los ojos, se imagina que se está en otro lugar y no en el centro del horror, precipitándonos al abismo de la realidad: “Un sueño rompe nuestras ataduras y nos hunde

19 X. Villaurrutia. “Nocturno amor” en Op. Cit. P. 278. 20 Friedrich von Hardenberg (Novalis). Himnos a la noche, p. 19. 21 Ibídem. P. 21.

9


10

en el regazo del padre”22, proclama Novalis, y Villaurrutia responde “prisionero de mi frente el sueño quiere escapar y fuera de mi probar a todos que es inocente. Oigo su voz impaciente, miro su gesto y su estado amenazador, airado. No sabe que soy el sueño de otro: si fuera su dueño ya lo habría libertado”.23 CONCLUSIÓN Villaurrutia es un eco de los gritos de protesta contra el nuevo orden que la razón le impone al mundo. Ya no va en busca de ser el reflejo de una problemática social porque ya no ve al hombre como un sujeto contenido en las masas ya que precisamente eso, ser uno más del gran bloque de personas que van por el mundo, es lo que sumió al hombre en este estado de tristeza, soledad y otredad eternas. Antes de que el hombre busque la identidad nacional, debería buscar la propia, reconocerse en sus actos para comenzar a crear la añorada utopía y dejar de huir del horror de la realidad. Cuando cierro los ojos pensando inútilmente que así estaré más lejos de aquí, de mí, de todo aquello que me acusa de no ser más que un muerto, siento que estoy viviendo aquí mi muerte, mi sola muerte presente 24

BIBLIOGRAFIA

ALI CHUMACERO, Miguel Capistran. Obras Xavier Villaurrutia: poesía, teatro, prosas varias, crítica. México: F.C.E., 1966, p. 1086. (Biblioteca Samuel Ramos). DEBICKI, Andrew P. Poetas hispanoamericanos contemporáneos. Punto de vista, perspectiva y experiencia. Madrid: Gredos, 1976, p. 263. (Biblioteca Samuel Ramos). GONZÁLEZ Echevarría, Roberto y Pupo-Walker Enrique. Historia de la literatura hispanoamericana. Tomo 2: siglo XX. Madrid: Gredos, 2006. (Biblioteca Samuel Ramos). 22 Ibídem, p. 38. 23 X. Villaurrutia. “Nocturno preso”, en Op. Cit., p. 276. 24 X. Villaurrutia. “Muerte en el frío” en Op. Cit. P. 309.

10


11

HARDENBERG, Friedrich von. Himnos a la noche. México: Fontamara, 2007, p. 55. MULLER-BERGH, Klaus. Vanguardia latinoamericana. Historia, crítica y documentos. Tomo 1: México y América Central. Madrid: Vervuert-Iberoamericana, 2000, p. 357. (Biblioteca Samuel Ramos). SHERIDAN, Guillermo. México en 1932: la polémica nacionalista. (Ensayo). México: CONACULTA, 2004. P. 165. (Biblioteca Samuel Ramos). VILLAURRUTIA, Xavier. Obra poética. Madrid: Ediciones Hiperión, 2006, p. 445. (Biblioteca Samuel Ramos).

11


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.