Cada hombre debe inventar su camino. Jean- Paul Sartre
DESPERTAR PARA SER LIBRE
Cam-Yamada El romanticismo surge como fuerza de choque contra el programa racional de la sociedad pero cae, y se establece el progreso como una forma de sometimiento para el hombre. Después de la llegada de la modernidad y el fracaso de ésta al no cumplir con lo prometido al hombre, es decir, libertad, equidad y felicidad, este nuevo tipo de humano, se vuelca sobre un nuevo estilo de vida basado en el trabajo, y por ende el consumismo exacerbado. La vida laboral y la estabilidad material lo envolvieron para alejarlo de la otra mitad que lo compone: espíritu. El hombre es carne, pero también alma y mente, pero al estar contenido en una sociedad de masas, consumista, hedonista, fría, egoísta, donde el hombre es medido por lo que tiene y no por lo que realmente es, se aleja de sí mismo, se cosifica, aliena y enajena para terminar como una parte más del sistema. “El sujeto que reivindica ha sido convertido por el mismo progreso, del que es portador, como categoría filosófica, en una falacia, una sombra”. 1 El hombre ya no es hombre, es una cosa que se encuentra dentro del sueño de la vida. Al estar vertido en un mundo que en vez de ayudarlo a encontrar el fin último de todo hombre, la felicidad, lo envuelve en un velo de mentira disfrazado de verdad para hacerlo caer en el abismo de la nada, rebajándolo a la categoría de cosa, algo que no piensa, que se deja ir, que puede ser reemplazado, incluso eliminado sin que los otros hombres, o mejor dicho sujetos, se den cuenta de su presencia, ya que “está en juego la agonía de lo real, el desvanecimiento de los sentidos, la desmaterialización del cuerpo, tanto en termino figurado como literal”2. La única manera que tiene el hombre para defenderse dentro de un mundo que ha dejado de verlo como hombre, es asumir la trampa que lo contiene ya que se ha tenido la consciencia necesaria para ver que estamos dentro de una trampa que quiere mandarnos al abismo, y cuando hacemos esto, darnos cuenta de la realidad que vivimos, podemos despertar a la vida. El hombre no puede ganarle 1 Eduardo Subirats. Contra la razón destructiva, p. 123. 2 Andreas Huyssen. En busca del futuro perdido: cultura y memoria en tiempos de globalización, p. 260.
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