CAMINAR significa viajar, ir de un lugar a otro. En sentido metafórico también significa avanzar, mejorar, evolucionar, innovar. The Walking Society representa una sociedad virtual de personas que procedentes de realidades sociales, culturales, económicas o geográficas diversas y que, de forma individual o colectiva, dedican su imaginación y su esfuerzo a aportar ideas y soluciones útiles y positivas para que el mundo mejore. De una manera simple, anónima, honesta. CAMPER significa campesino. La austeridad, la simplicidad y la discreción del mundo rural, junto a la historia, la cultura y el paisaje mediterráneo influyen en la estética y los valores de la marca. Nuestro respeto por la tradición y por la artesanía determinan nuestro compromiso de ofrecer productos útiles, originales y de calidad. Al tiempo que promovemos constantemente su diversidad a través de la innovación técnica y estética que aporta el colectivo humano que compone la empresa. Intentamos, perseguimos, una aproximación más cultural y humana a la actividad empresarial. MALLORCA es una isla del Mediterráneo con una extensión de 3626 km2 y 900 000 habitantes donde se habla mallorquín (catalán) y castellano. De clima suave y paisajes diversos, su economía se basa en el turismo, la industria del calzado, los muebles y la agricultura. Lleva habitada desde la Edad de Bronce y los romanos la llamaron «Majorica». La revista THE WALKING SOCIETY recoge las palabras y las imágenes de personajes y paisajes pertenecientes a un grupo de seres e ideas, a veces restringido a veces muy amplio, que hace que el mundo cambie y progrese. Nuestro primer número salió en 2001 con una temática basada en la isla de Mallorca, el lugar de origen de Camper. La serie original abordó diferentes regiones del Mediterráneo y duró cuatro años, en los que se publicaron ocho números. Terminó en 2005. Hoy, casi 20 años después de su lanzamiento, volvemos a Mallorca. El noveno número nos brinda la oportunidad de mostrar la parte de la isla con la que más nos identificamos. The Walking Society es un homenaje a una de las regiones que más ha contribuido culturalmente a la civilización occidental: el Mediterráneo. WALK, DON’T RUN. 3
NÚMERO 9
The Walking Society aboga por la cultura y el estilo de vida del Mediterráneo. Su mensaje constructivo se replantea el ritmo de la vida moderna, une la tierra, la comunidad y la artesanía, y celebra el patrimonio al tiempo que adopta el desarrollo contemporáneo. 4
F/W 2020
Es un destino en apariencia apartado del espacio y del tiempo, un entorno que inspira a llevar un modo de vida consciente, contranquilidad, ocio y felicidad, en el que la comunidad y el territorio se unen y colaboran para crear un bien comĂşn. 5
Cada mañana, los burros de Son Fortesa suben a una montaña cercana en busca de la fresca sombra. Vuelven a casa al final del día.
El nuevo número se centra en la cara más local de Mallorca y en sus historias para facilitar el descubrimiento cultural. Nuestro peregrinaje refleja el espíritu de The Walking Society, un viaje orgánico sin un objetivo fijo ni una programación estructurada en el que los días se van desarrollando naturalmente. El placer se encuentra en los descubrimientos. Las emociones aguardan en la exploración, en la regeneración que se siente al revelar cosas nuevas. Tienen lugar a través de los paseos sin rumbo y la curiosidad repentina, explorando los puertos, las calles adoquinadas, las plazas de los pequeños pueblos, las playas y los paisajes rurales. Cada contexto destapa una magia inesperada. El resultado es una serie de momentos memorables que se van construyendo de manera significativa a través de diálogos, fotografías, ilustraciones, historias y poemas. 9
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CA NA TONETA p.50 La chef nos brinda una experiencia acogedora y auténtica. TROT BALEAR p.42 Un deporte ecuestre distintivo de la isla desde hace mucho tiempo. MARTA ARMENGOL p.30 La arquitecta y diseñadora nos invita a su hogar y a su estudio.
La sensualidad de la isla se expresa de muchas maneras diferentes: el paisaje multicolor con acantilados irregulares, llanuras accesibles y bahías de aguas transparentes crea un lugar idílico en la profundidad azul del Mediterráneo. El clima es caluroso, con veranos secos y llenos de luz e inviernos suaves. Esta tierra produce olivas y almendras, dos de los sabores típicos de la isla. Los mallorquines son conocidos por sus artesanías, entre las que se incluyen los icónicos siurells, unas figurillas blancas con detalles verdes y rojos.
SON FORTESA p.12 Quienes trabajan la tierra muestran su dedicación al territorio.
Un collage de imágenes potentes y de historias sutiles. Mallorca es la mayor de las islas Baleares, compuestas además por Ibiza, Formentera y Menorca (llamada «la más pequeña» en relación con Mallorca, que significa «la más grande» en latín). Este grupo de islas es una región autónoma de España desde 1983. Los idiomas locales son el mallorquín y el castellano y la educación es bilingüe.
SAVE THE MED p.106 Una fundación que trabaja para regenerar el mar e involucrar a la comunidad. CAN CASETES p.90 Una cantera que proporciona materiales a la construcción local e inspira poemas. JOAN PERE CATALÀ ROIG p.78 El ceramista nos cuenta sus métodos de cocción únicos y sus influencias estéticas.
Durante varios siglos, Mallorca ha resistido oleadas de invasiones extranjeras, desde los cartagineses a los romanos pasando por los moros. Esas capas de influencia exterior empapan no solo la narrativa histórica sino también la belleza de la arquitectura y la riqueza de la cultura local. Hoy en día, la isla es un destino turístico muy popular, y dicho turismo se enmarca como una nueva oleada de anexión externa. Además del elevado número de turistas británicos, el volumen de visitantes alemanes atraídos a la isla ha dado lugar a que se la conozca como el «estado federal alemán número 17». No es de extrañar, ya que resulta difícil resistirse a los encantos de la isla.
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Desde los ochenta, la mayoría de las granjas de Mallorca se han ido transformando en hoteles o las han comprado extranjeros para utilizar como casa de campo. Cuando a principios de los noventa Camper compró Son Fortesa, situada en la tranquila localidadde Alaró, muy pocas fincas seguían trabajando la tierra.
Son Fortesa Desde entonces, se ha retomado la actividad agrícola y se mantienen cosechas a pequeña escala siguiendo prácticas sostenibles reguladas gracias al trabajo diario de un equipo dedicado y trabajador. Nuestro viaje se inicia aquí, examinando la cara rural de la isla. 12
Valentín lleva un mono azul cada día y construye instalaciones y vallas de piedra como si fueran puzles y composiciones. Es de Ciudad Real, como Pedro Almodóvar.
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Originariamente de Paraguay, a Alfredo le gusta el hecho de que trabajando en la finca no hay dos dĂas iguales. Las necesidades variables del jardĂn, del huerto y de los animales requieren versatilidad.
Manolo trabajó 30 años para un proveedor de calzado de Camper. Hoy en día le gusta construir cosas desde cero y, mientras trabaja, no deja de replantearse sus ideas sobre cómo funcionan las cosas.
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Tomates y pepinos del huerto cultivados de manera orgรกnica y con prรกcticas sostenibles.
Manolo Joan Gustavo Alfredo Biel Valentin 17
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Joan lleva media vida trabajando en Son Fortesa. Gestiona la producciรณn de aceite y vino e implementa prรกcticas sostenibles en toda la finca.
Gustavo mantiene el jardín y las fuentes. Antes trabajaba en transporte, en una empresa de empaquetado de dulces y después en el sector inmobiliario, antes de llegar a la conclusión de que era más feliz trabajando al aire libre.
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El equipo trabaja sin rutinas establecidas y se deja llevar por las necesidades de la tierra. Las tareas son variadas y prima el cuidado minucioso frente a la velocidad. Las necesidades de la naturaleza marcan el ritmo de trabajo. La productividad se alcanza al escuchar a la tierra y el objetivo final es cultivar algo hermoso. En Son Fortesa hay una gran confianza, respeto y pasión por la tierra. Se siguen los ciclos naturales y cuidar y mantener los campos y las cosechas en invierno es esencial para obtener resultados fértiles y ricos en los meses más cálidos. Para luchar contra la llegada agresiva de insectos en primavera se implementan prácticas agrícolas ecológicas y sostenibles. Dichas prácticas han recibido la certificación orgánica y no utilizan pesticidas. Además, en ocasiones se organizan talleres con escuelas locales en la finca.
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El primer zapato de Camper, creado en 1975, fue un diseño unisex inspirado en el calzado que los agricultores locales llevaban en el campo. Hecho con materiales reciclados, para el Camaleón se reutilizaron retales de cuero, neumáticos desgastados y tiras de lienzo.
Originario de esta zona, Biel se formó como mecánico de maquinaria agrícola. Siempre ha arreglado lo que hacía falta en su casa y realiza diversas tareas de mantenimiento en Son Fortesa.
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El agotador ajetreo de las presiones, las obligaciones y los problemas del día a día disminuyen en Son Fortesa, como si solo fueran un espejismo. Las sustituye una sensación calmante y completa de tranquilidad rural que solo se ve interrumpida por la banda sonora de la naturaleza: el murmullo de las cigarras, el canto animado de un pájaro. Hay agrupaciones de enormes cactus espinosos y fuentes que fluyen con delicadeza. Varios miles de almendros. Un huerto de hortalizas y frutas que ofrece tomates, hierbas aromáticas, naranjas y limones. Los viñedos producen cantidades modestas de vino en época de cosecha. Entre los diversos animales se pueden ver burros, cerdos, gallinas y unas 200 ovejas.
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Mallorca también ha intensificado la imaginación cultural del Mediterráneo. Ha sido un rincón que ha atraído a las mentes creativas de diversas épocas. El artista Joan Miró se asentó en la isla en 1954 con su esposa y sus estudios se han declarado espacios de bien cultural. El compositor y pianista Frédéric Chopin pasó el invierno de 1838-1839 en Valldemossa con su pareja, la escritora francesa Amantine Lucile Aurore Dupin (que utilizaba el seudónimo de George Sand), quien escribió un libro sobre su estancia. Es un territorio que calma la mente y realza el deseo de expresarse. Un territorio perfecto para el retiro, donde todo parece idílicamente remoto, apartado y tranquilo. La vida isleña deja espacio para los placeres más sencillos, como observar a las ovejas pacer ociosamente en los campos, respirar el aroma embriagador de la lavanda en flor o admirar la erosión fatigada de las solemnes piedras antiguas. 26
Pelotas XL S/S 2016
Dejando atrás los paisajes rurales y silenciosos, nos dirigimos a Palma y hacemos una parada en Las Ramblas para visitar el estudio y la residencia de
MARTA ARMENGOL A Marta le inspiran la poesía, la filosofía y la arquitectura, especialmente las obras de Gaetano Pesce, Òscar Tusquets Blanca y Smiljan 30
Marta trabaja con un soplador de vidrio para crear las siluetas de sus piezas que despuĂŠs ella pinta a mano.
Radić. La diseñadora vive en un luminoso edificio de varias plantas en el que crea muebles y preciosas lámparas de vidrio soplado.
¿Cómo influye el lugar en tu pensamiento?
MA
Crecí en un pequeño pueblo de Mallorca llamado Esporles, en la Serra de Tramuntana. Viví 12 años en Barcelona donde estudié arquitectura y después empecé a trabajar. En ese tiempo, viví también en París un año durante mi Erasmus. Al acabar la carrera, monté un estudio de arquitectura con algunos amigos, pero entonces me di cuenta de que lo que de verdad quería hacer estaba más relacionado con el diseño. Empecé a hacer arquitectura efímera y muebles. Era algo más inmediato, podía hacer más cosas en menos tiempo. Hace dos años, volví a mi hogar y llevo aquí desde entonces. Es un ritmo diferente. Todavía voy mucho a Barcelona porque Ferrán, el soplador de vidrio con el que trabajo, vive allí. Creo que el vidrio es un material muy interesante y quiero seguir trabajando con él. Mis piezas se han vuelto más ambiguas, como arte funcional, algo entre la escultura y los muebles. Cuando el trabajo de soplado del vidrio termina en Barcelona, pinto las piezas y las convierto en lámparas. Voy a empezar a hacer algunas piezas con una técnica de moldeado de vidrio: primero se funde y después se lanza para transformarlo en sólido. Así se crean unas formas y unos volúmenes interesantes.
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Trabajar con vidrio supone trabajar con cierto grado de imprevisibilidad. ¿Cómo imponer control creativo y al mismo tiempo aceptar la volatilidad del material? MA
Cuando pienso en un objeto que quiero crear, la parte técnica siempre está ahí. Estudié arquitectura y trabajé de eso, la función está implícita y es además una parte muy técnica. Mi mente sigue operando con ese enfoque, pero disfruto mucho trabajando con formas o materiales con los que no he trabajado nunca antes y que no sé cómo usar. Eso me motiva. No tengo miedo a cometer errores. Aprovecho la situación. Tengo una idea, pienso en ella, me concentro en el material con el que nunca he trabajado y me esfuerzo por saber cómo funciona. Con el vidrio, hay un componente humano muy importante. La pérdida de control es la parte poética, la parte hermosa. Diseño algo que tiene unas medidas íntimas: tiene que ser de tal tamaño y tener cierto peso. Eso está controlado. Se necesita una parte técnica para poder aplicar la mecánica, para saber cómo se puede colgar. Después me sumerjo en el proceso de trabajar con el soplador y de contarle que «Me imagino una burbuja, algo que me recuerde al espacio». Tengo ideas extrañas y orgánicas. Entonces iniciamos un diálogo y se dan sinergias hasta que me dice que algo no es posible. Le digo lo que quiero hacer y al final acabo con algo que no es lo que tenía pensado al principio, pero se parece. Observo el trabajo del soplador y digo: «Prefiero que la pieza sea más ancha, o más larga». No puedo controlar cómo aplica el calor. Cuando sopla, no puedo controlar la fuerza de sus pulmones. Así que ocurre entre los dos. Disfruto del proceso y de cuánto pueden sorprenderme las posibilidades. No sé lo que va a pasar, pero eso es lo interesante.
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¿Cómo decidiste qué tipo de piezas ibas a hacer? MA
Decidí crear lámparas porque solía trabajar con la luz. No puedo decir exactamente que creo lámparas, sino que hago objetos que emiten luz, por así decirlo. Empecé haciendo pruebas y un montón de prototipos. A menudo los prototipos son el resultado final. Cuando me gusta el resultado, no quiero seguir trabajando con la pieza. Quiero algo que simplemente ocurra. Así que no paro de aprender mientras trabajo y, para mí, eso es lo más enriquecedor. Tal vez no llegue a ser nada, pero es parte del proceso, y tal vez lo use más tarde para otra cosa. En arquitectura, se necesitan unos cuatro años para terminar un proyecto. Siempre pienso que en cuatro años probablemente cambiaré de ideas y tal vez no me guste lo que pensaba que me gustaría unos años antes. Soy bastante impaciente, así que me gusta hacer muchas cosas, y dejo que mi mente siga desarrollándose mientras trabajo.
Vives en este edificio rodeada de tus obras, de tus herramientas, de muchos libros y de todas estas decisiones estéticas tan cuidadas. ¿Cómo ayuda este espacio a alimentar tus ideas? MA
Tener mi propio espacio, esta vieja casa, es como vivir en mi cabeza. Puedo hacer lo que quiera. Cuando me mudé aquí, lo limpié todo y vivía sin nada. Solo una cama, y sin hornillo siquiera en la cocina. Me gusta ir viviendo en el espacio y construirlo poco a poco, viendo lo que realmente necesito. El estudio sí que lo renové un poco más. La casa entera es como mi laboratorio. Mi madre tenía una tienda de ropa, pero cerró, así que me quedé la madera y con ella hice las sillas del salón. No son muy cómodas, pero bueno. Compraría unas buenas
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Marta describe sus piezas como arte funcional; sus lĂĄmparas encarnan tanto la escultura como el diseĂąo de producto.
Marta: Bark F/W 2020, Pedro: Beetle F/W 2019, Amalia: Pelotas Ariel.
sillas de un gran diseñador o diseñadora si pudiera, pero al mismo tiempo puedo hacer las cosas yo misma. Encontré estas barras en la calle cuando mi hermano iba a venir de visita. Pensé: «¿Dónde va a colgar la ropa?». Así que construí un perchero. Es como vivir dentro de mí misma porque estoy rodeada de mi trabajo. Es parte de mi imaginación.
El estudio/casa de Marta Armengol se encuentra a la vuelta de la esquina del acogedor restaurante de sus padres, La Mirona. Los encantadores Pedro y Amalia maximizan su pequeña cocina abierta y preparan deliciosos platos para compartir, como canelones de bacalao o calamares con corazones de alcachofa. Además, ofrecen una selección gourmet de vinos y productos para llevar, como latas de sardinellas, y una bonita lámpara tubular diseñada por Marta cuelga sobre el mostrador.
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Nuestra visita a Palma nos inspiró para seguir profundizando y explorar diferentes tradiciones regionales. Descubrimos el trot balear, un deporte de carreras de caballos al trote (trot) donde el jinete va montado en una especie de cuadriga de dos ruedas. Un deporte con una larga tradición que data de finales del siglo XIX y que continúa hoy. El trot balear comenzó como carreras improvisadas: los lugareños corrían en sus carros de caballos a la iglesia para ver quién llegaba primero a misa.
Trot 42
Balear Hoy en día, las carreras tienen lugar durante todo el año en las pistas oficiales de las Baleares, donde esta raza especial de caballo trotón es el rey de este deporte. El jinete, conocido como «menador», viste los colores únicos de cada establo y dirige la cuadriga de dos ruedas llamada cabriol. La carrera comienza con los caballos alineados, que después se lanzan al trote en una increíble explosión de velocidad, mostrando su gracia y agilidad mientras corren en busca de la gloria. 47
Nuestras ganas de disfrutar de los sabores de Mallorca nos llevan a un restaurante excepcional.
CA NA TONETA Fundado por dos hermanas de gran talento, el restaurante es un espacio en el que los comensales disfrutarรกn de una calurosa bienvenida y de una experiencia gustativa estimulante.
Maria Solivellas 50
&
Teresa Solivellas
A la izquierda, Teresa viste Pix F/W 2018.
La chef María Solivellas y su equipo han creado un concepto culinario que es a la vez sencillo y sofisticado. Su restaurante se encuentra en Caimari, su encantador pueblo de origen. Las tradiciones mallorquinas guían su cocina, pero honrar sus raíces ancestrales no le impide experimentar de manera creativa con los sabores. Cada creación presenta los exquisitos ingredientes locales en forma de pequeños platos para compartir, servidos en una elegante vajilla de cerámica. María Solivellas trabajó en el mundo del teatro, y los conceptos de la improvisación y la reinterpretación de este métier sustentan su enfoque instintivo. Comenzó a cocinar de manera profesional al mismo tiempo que comenzó a cultivar por primera vez, y estas dos actividades establecieron una relación de codependencia fundamental para ella que afianzó la fuerza de la conexión entre la comida y el plato. Estar en comunión con lo que ofrece la tierra, con lo que produce, es esencial en el estilo de cocina de María, quien valora la frescura, y esto influye en su menú cambiante. 53
Descubrimos un menú
UNA DIETA MEDITERRÁNEA DE TEMPORADA ARTICULADA A TRAVÉS DE PEQUEÑOS PLATOS PARA COMPARTIR Y DISFRUTAR QUE SON ALEGRES Y ESTÁN ELABORADOS CON SUMO MIMO. Salmonete con espinacas, cereza y piñones * coca con cerdo negro y salsa de albaricoque de Porreres * berenjena rellena con cordero mallorquín asado, salsa de peras y romero 56
Mallorquin menu
FEATURING ENTRE SUS INGREDIENTES ENCONTRAMOS VERDURAS ORGÁNICAS, MARISCO FRESCO Y COCA, UN CRUJIENTE PAN FINO QUE ES ESPECIALIDAD DEL RESTAURANTE. * tumbet con huevos fritos * calabacín tierno con mozzarella mallorquina, pescado y tomates secos * lentejas con gambas marinadas * sorbete de albaricoque de Porreres con tarta de almendras. 57
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Aquí, la chef María Solivellas sirve un plato de tomate de S’hortolà, pez limón, encurtidos, aceitunas negras y garbanzos. Prepara la coca con un trigo especial y la adorna con ingredientes fuera de lo común.
Los comensales degustan mejillones de roca con cĂtricos e hinojo. La chef trabaja solo con pescadores locales para garantizar que su menĂş cuente solo con los ingredientes mĂĄs frescos y de temporada.
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La misión de la chef María Solivellas es comunicarse con los comensales, expresarles su identidad y establecer una conexión entre los visitantes y el lugar. Esta conexión se ve salpicada por la inestabilidad, por lo efímero del presente, y se traduce en un profundo respeto por la temporalidad que depende de las variedades locales ligadas al terruño. La chef se apoya ampliamente en las hierbas aromáticas («La albahaca es la reina», dice entre risas) para crear un sabroso equilibrio. El lema del restaurante es: «Nuestra técnica sirve sabor». Mientras que los platos son tan atractivos como creativos, la filosofía detrás de las comidas también está unida a la sencillez de la cocina casera y, por lo tanto, a la memoria, a la familia, a lo reconfortante. Mientras María Solivellas lo prepara todo en la cocina, su hermana Teresa dirige el restaurante. Las dos operan con una especie de efecto yin/ yang en el que el profundo legado familiar se manifiesta de una manera equilibrada.
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Los sabores del plato se acentĂşan gracias al entendimiento de la hospitalidad de manera integral de las hermanas Solivellas. Esto se extiende a la bonita decoraciĂłn interior y a los cuidados maridajes con vinos naturales.
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Capparis sp. (C. orientalis, C. sicula, C. spinosa). TĂ pera. Alcaparra. Las alcaparras crecen en forma de pequeĂąos arbustos. Son ricas en micronutrientes y su uso es muy comĂşn encurtidas como condimento. A veces, se usan en fitoterapia y en la medicina popular, y a las aves les gusta comer el fruto maduro y las semillas de la Capparis spinosa.
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Citrus limonum. Llimona. Limón. El limón es un pequeño árbol de hoja perenne que produce llamativas frutas elipsoidales perfectas tanto para fines culinarios como de limpieza. La pulpa, la corteza y el zumo son partes tremendamente versátiles y con diversos usos. El ácido cítrico del zumo le confiere un potente sabor agrio.
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Vicia faba. Fava. Haba. El haba es una vaina verde con una superficie suave y varias semillas redondas en su interior. Es una de las plantas más antiguas en la historia agrícola y es muy fácil de cultivar. Se cree que formaba parte de la dieta mediterránea ya en el año 6000 a.C.
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Rosmarinus officinalis. Romaní. Romero. El romero es una hierba perenne con hojas aromáticas con forma de agujas. El nombre deriva de la expresión latina «rocío del mar». Aguanta bien la sequía, puede vivir durante décadas y es útil para el paisajismo xeriscape, que reduce la necesidad de agua suplementaria del riego. Las hojas frescas o secas dan sabor a carnes y verduras asadas.
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Mesembryathemum crystallinum. Herba gelada, escarchada. Ficoide glacial (Gastrobotánica). Esta planta, que florece entre la primavera y el principio del verano, está cubierta de brillantes vesículas de agua. Sus flores se abren por la mañana y se cierran por la noche. La planta puede tolerar suelos nutricionalmente pobres y crece bordeando las carreteras. Sus hojas trituradas pueden servir como sustituto del jabón.
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Eruca vesicaria. Ruca. RĂşcula. (Ital.: rucola). Ensalades, truites. La rĂşcula es una planta comestible con un sabor amargo y picante que a menudo se utiliza en ensaladas. Es rica en folato, vitamina K, vitamina A y vitamina C, asĂ como en calcio, magnesio y manganeso.
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Laurus nobilis. Llorer. Laurel. El laurel es una pequeña planta aromática de la región mediterránea. Sus hojas lisas se utilizan para la preparación de los alimentos; se añaden enteras a las salsas para dar sabor y se retiran antes de servir. El laurel es un elemento importante en la cultura greco-romana clásica como símbolo de la victoria. El naturalista romano Plinio el Viejo creía que el aceite de laurel podría tratar desde la parálisis hasta los dolores de cabeza.
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Cichorium intybus. Camarroja. Camarroja silvestre, achicoria. (Ital: radicchio). Ensalada. La achicoria es una planta herbácea perenne de la familia del diente de león que suele tener flores de color azul vivo. Muchas de sus variedades se cultivan para su uso en ensaladas o también como sustituto del café o aditivo alimentario una vez horneadas y molidas. La inulina, un extracto de la raíz de achicoria, se ha utilizado en la industria alimentaria como edulcorante, y algunas cerveceras utilizan achicoria tostada para dar sabor a las cervezas stout.
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Ahora nuestra atención se traslada de los frutos de la tierra a la abundancia del mercado. Sineu es un pequeño pueblo de varios miles de habitantes situado en el interior, en el centro de la isla. Pero la localidad cobra vida los miércoles con el mercado semanal que se organiza entre sus monumentos arquitectónicos históricos, algunos de los cuales datan de hace casi ocho siglos. Los puestos forman un círculo en la plaza principal, la Plaça des Fossar, que cuenta con numerosos bares donde los lugareños toman café y leen el periódico en las terrazas. Los puestos del mercado continúan hacia la iglesia parroquial de Santa María, con su austera fachada gótica y su imponente campanario.
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Runner Four S/S 2019
Spray S/S 2018
En el mercado, los abundantes productos agrícolas procedentes directamente de la tierra y la artesanía hecha a mano se mezclan de una manera colorida y sensual. Las texturas crean un vívido vórtice de cuero cosido, metal brillante, textiles ondulantes, delicias azucaradas y el plumaje de los animales vivos. Los vendedores se levantan temprano para montar sus puestos efímeros: una adolescente ayuda a sus padres a colgar una resistente tela protectora, un señor mayor cuida de sus aves excitadas. Bajo las lonas de cada puesto se encuentran todo tipo de productos: cajas de dulces hechos de miel y estantes de vestidos teñidos de colores; cinturones con hebillas plateadas y tablas de cortar de madera. Puedes encontrar jabones de aloe vera a tres por dos y avarcas tradicionales menorquinas de cuero. También hay verduras orgánicas y frutas secas, pollos asados y zumo de naranja recién exprimido, trozos de sandía y latas de pimentón. Accesorios de playa como monos holgados y bolsos de mimbre esperan a ser adquiridos para las tardes junto al mar. Ponis para que 74
paseen los niños caminan de un lado a otro de la plaza, lejos del ganado disponible para los granjeros. Suenan las campanas de la iglesia, pero con menos frecuencia que el sonido de los gallos, que gritan descaradamente a los transeúntes desde sus jaulas. El mercado es un lugar de intercambio tanto de conversaciones como de materiales. Cada vendedor cuenta con detalles lo que vende. Escuchar las historias que hay detrás de las cosas que compramos completa e incluso amplifica su aura. El mercado es un lugar de narración moderna, donde las historias orales sobre las granjas locales tradicionales o sobre el proceso de creación de las artesanías dan nuevos significados a los objetos.
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Una colorida gama de textiles en un puesto del mercado en Sineu. Los estampados y colores vivos reflejan el vibrante estilo de vida de la isla.
Después nos desviamos por una carretera secundaria en Pòrtol para visitar a
JOAN PERE CATALÀ ROIG un ceramista que emplea técnicas extremadamente rigurosas y a menudo laboriosas. Las islas Baleares tienen una larga tradición de cerámica artesanal que ha formado parte vital de la identidad mallorquina durante 79
siglos, especialmente gracias los recipientes sólidos y bien hechos que salpican la vida doméstica. La fabricación de cerámica es una actividad popular y próspera en la zona de Pòrtol, donde se concentran estudios de cerámica y donde se producen localmente piezas únicas hechas a mano. La obra de Joan Pere en particular juega con las formas y la escala, e incluye desde pequeños cuencos de té hasta jarrones de gran tamaño pasando por muebles de cerámica. Rodeado de fila tras fila de coloridos pigmentos y diversas obras inacabadas, charlamos sobre su relación con la isla, su admiración por los artesanos japoneses y los exigentes procesos de los que disfruta.
¿Qué aporta ser de Mallorca y vivir aquí a tu trabajo? JPCR
Es una mezcla de cultura, vida de isla y disponibilidad del material. La historia de Mallorca alimenta el estilo que he estado absorbiendo desde que era un niño. La cultura está en las piezas cotidianas. Hay un bol, llamado escudella, que es una forma típica de Mallorca. Utilizo la forma, pero la interpreto usando diferentes materiales y cociéndola. Tiene un aspecto diferente al del bol tradicional ya que se termina de manera distinta; de esta forma, aunque la forma sea la misma, rompe con el pasado. Luego está la cuestión de los materiales. Aquí no disponemos de todos los materiales que puedes comprar en Madrid o Barcelona, y esto nos condiciona a usar los materiales que tenemos.
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Joan Pere lleva mucho tiempo probando recetas de arcilla y anotando fรณrmulas en su cuaderno desde 1996.
Joan Pere dando forma a la arcilla en la rueda de alfarero.
Haces referencia a piezas regionales como figurillas siurell, antiguas ollas barcelles mallorquinas o las mencionadas escudelles, pero también mencionas técnicas japonesas como el raku o hakeme. ¿Cómo mezclas el pensamiento local e internacional? JPCR
Me encantan las obras japonesas, su filosofía y su enfoque de la vida y la artesanía. Es difícil que no te guste, son piezas muy estilizadas, muy bonitas y muy duras al mismo tiempo. Mezclan tradición y modernidad. Yo utilizo un horno de leña, que es más bien una práctica japonesa. Hay muy pocos de este tipo en España o incluso en el resto de Europa. No hay diseños para un horno como este. Tienes que construir uno propio en relación a tu producción. El número de metros cúbicos es relativo a tu volumen de trabajo. No hay ningún «fabricante de hornos de leña», tienes que hacértelo tú, con tus propias manos. Necesito una tonelada y media de madera cada vez que lo enciendo y 24 horas sin dormir para alimentar el horno con madera continuamente. Si me detengo, aunque solo sean diez minutos, puedo perder 200 grados. Empiezo a alimentar el fuego a las 8 de la mañana y termino a las 8 de la mañana del día siguiente. Es muy duro, pero también algo muy íntimo y mágico. Es un trabajo pesado pero hermoso. No quiero limitarme a hacer cerámica fácil, quiero hacerla de la manera difícil, quiero que sea un desafío. ¿Masoquista? [Se ríe] Parte de tu alma se impregna en la pieza. Cuando haces buena cerámica, la gente lo reconoce. Son piezas identificables, no necesitas una firma. Es peligroso usar el horno de leña en verano, así que entonces me paso al horno de gas, que es fácil de usar. Por lo tanto, mi cerámica es de temporada. Es como si quisieras un tomate en enero. No es posible.
¿Cómo cambian la forma y la estética de la cerámica los hornos de madera y gas? JPCR
Llevo usando el horno de leña siete años. Antes, usaba solo gas. No me gustan los hornos eléctricos. La misma arcilla tiene un aspecto muy diferente si se usa un fuego de leña en comparación con un horno de gas; la
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ceniza del horno de leña se funde con la arcilla y forma patrones. La ceniza tiene sodio, que se derrite a 1200 grados, y la cerámica se cuece a 1300 grados. El fuego lo hago directamente en la parte delantera del horno, pero la chimenea está en la parte posterior; la dirección del fuego tiene un efecto en la parte delantera y trasera de las piezas. Nunca tienes todo el control, ya que es difícil mantener la temperatura. Es el arte de no saber. Tu madre también era ceramista. ¿Cuál ha sido tu relación con este tipo de artesanía? JPCR
Al principio no me gustaba mucho la cerámica, era simplemente lo que hacía mi madre. Una vez, a finales de los 80, nos preguntaron en la escuela qué hacían nuestros padres. La alfarería se consideraba un trabajo extraño. Cuando cumplí los 19 años, no sabía qué estudiar. Fui a trabajar a una escuela ecuestre y me quedé allí unos años. Me marché para hacer y estudiar cerámica, que es lo que he hecho hasta hoy, 26 años después. Mi hermano es ocho años más joven que yo y también se dedica a la cerámica.
¿Son las tres estéticas muy diferentes? JPCR
Sí. Mi hermano hace cerámica artística, recipientes extraños. [Se ríe] Mi madre es muy clásica. Pinta flores. A mí me gustan los esmaltes minerales, la cerámica japonesa y la rugosidad. Tenemos visiones muy diferentes.
Las piezas que creas son muy bonitas, pero no se pueden usar en el día a día. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre lo decorativo y lo funcional? JPCR
Hago formas funcionales, pero a veces creo una pieza que es más como una escultura. Trato de hacer una obra de arte con un objeto cotidiano. Puedes comer o beber con una obra de arte.
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También has hecho azulejos para edificios, mosaicos para fuentes, murales, etc. ¿Piensas de manera diferente cuando creas para espacios exteriores o públicos? JPCR
Me encargaron 1400 azulejos para una fuente en el centro de Palma, en la Plaça de la Reina, cerca de la catedral. Tiene ocho metros de ancho, es un trabajo de gran tamaño. Me encantó hacerlo. Es difícil impresionar a la gente con una pieza pequeña, aunque estas también tienen su dificultad. Cuanto mayor es el tamaño, más fácil es impresionar a la gente. Pero también son obras más difíciles de hacer. La arcilla disminuye en tamaño. No puedes cometer errores, porque los azulejos no pueden ser más grandes o más pequeños que el espacio disponible. ¡El tamaño importa! Pero me gustan las matemáticas.
¿Qué piensas de la idea de fragilidad? JPCR
Me encanta trabajar con gres, es algo totalmente distinto al barro. Es muy resistente. No pienso en la cerámica como algo frágil. Me gusta hacer cosas duras y delicadas al mismo tiempo. He fabricado platos para un restaurante y no han roto ninguno en cuatro años. Creo que eso es señal de durabilidad. Como las piezas se cuecen a una temperatura tan alta, eso hace que la arcilla se compacte y sea resistente a los golpes. Son boles para toda la vida. Puedes pasárselos a las próximas generaciones.
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Las canteras de caliza se utilizan mucho en la construcción local de edificios y muros. Están compuestas por estratos de pequeños fragmentos fosilizados de arenas y conchas. Un gran poder emana de este árido paisaje.
CAN CASETES
De la belleza seca de Can Casetes, decidimos refrescarnos con el azul del puerto. El sol brilla en el agua y la รณptica de la luz se mezcla con la superficie acuรกtica. Un toque de salinidad se mece en el aire.
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Trisha S/S 2019
Kobarah S/S 2016
Hay un barco en el puerto que no se parece a los otros. Con su marco de madera y sus acabados de hierro, las cuerdas tensas y las velas remendadas de lona, resulta fácil entender por qué los niños piensan que han visto un barco pirata. Parece salido directamente desde un cuento del folclore marinero. Resulta difícil imaginar que algo pueda perturbar esta visión náutica. Pero, aunque albergan algunos de los entornos marinos más ricos del Mediterráneo, los ecosistemas submarinos de las Baleares son muy frágiles y están amenazados por la sobrepesca, el consumo comercial y la contaminación.
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Un hombre ha estado intentando con toda su pasiĂłn regenerar el mar
a travĂŠs de su fundaciĂłn centrada en el medio ambiente. Presentamos a Brad Robertson.
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El barco tiene una «red de arrastre»: un dispositivo que se alimenta como una manta, filtrando la superficie del agua para separar los residuos.
Su iniciativa integral se propone reducir la contaminación en el mar, incluido el plástico, además de regenerar los ecosistemas marinos locales. Trabajan en la educación, la divulgación y el cambio de políticas, todo ello con un enfoque colaborativo. 108
La fundación presenta sus hallazgos a los científicos con fines de investigación, organiza actividades educativas en escuelas y produce anuncios multimedia y de servicio público para despertar el interés de la comunidad y aportar soluciones.
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1910 El año de bote del Toftevaag, un antiguo barco de pesca noruego que Robertson usa para la investigación científica y para expediciones multimedia con tripulación y personal voluntario.
2012 Robertson fundó la Asociación Ondine (esta palabra es una referencia a la leyenda de Ondina, una ninfa acuática de espíritu libre).
2015 Lanzamiento del proyecto Limpiezas de playas Dos Manos inspirado en la organización australiana «Two Hands», a través del cual se recoge y registra la contaminación plástica para obtener datos científicos.
2016 La Asociación Ondine propuso una nueva zona marina protegida (ZMP) y el gobierno de las Baleares validó oficialmente a Sa Dragonera como una nueva reserva.
2019 Las Asociaciones Ondine y Alnitak se unieron para convertirse en la fundación Save The Med. Su ambición es restaurar la rica biodiversidad del mar Mediterráneo.
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El presidente y cofundador de Save The Med Brad Robertson es un buzo consumado que ha forjado su amplia experiencia en su Australia natal. Robertson utiliza el Toftevaag, un asombroso barco pesquero noruego del siglo XX, para estudiar y documentar la vida silvestre marina, la contaminación y las actividades humanas en el mar junto con su tripulación voluntaria. «Cuando hay una veintena de países limítrofes con el Mediterráneo, con diferentes políticas, idiomas y culturas, cada área se ocupa de sus propios problemas. No se puede crear una política general. Tienes que empoderar a los lugareños y darles apoyo para que puedan lograr muchos objetivos individualmente».
Una mañana temprano acompañamos a Save the Med en una salida. El barco se dejaba guiar ligeramente por el viento al salir de Porto Colom. Tres miembros de la tripulación se mantienen vigilantes, dos en la proa y uno en la parte alta del mástil, y van rotando posiciones durante todo el día. Todo se balancea tras romper una ola picada. La fuerza de la atracción del mar genera un efecto parecido al de un hechizo. Es un recordatorio travieso, pero no carente de amenaza: las fuerzas de la naturaleza son más poderosas que tú. Robertson prepara el equipo de buceo y lo prueba meticulosamente. Junto con el traje de neopreno, hay una botella de aire comprimido (hasta 200 bar), una chaqueta que ayuda a controlar la flotabilidad neutra bajo el agua, reguladores para respirar cómodamente, un medidor para llevar un control de la cantidad de aire disponible y un GPS de rescate.
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Mientras las olas espumosas van chocando contra el barco, podríamos ver a cualquier tipo de especie pelágica en mar abierto: ballenas, delfines, rayas gigantes. Las Baleares son también una zona habitual del atún rojo. Los equipos se han sumergido en mitad de grandes bancos formados por cientos o incluso miles de estos animales. Por supuesto, el barco también encuentra plástico. Además de la red de arrastre, el equipo pesca grandes pedazos de basura, como un globo de cumpleaños dorado desinflado o artefactos de pesca fantasma, trozos de plástico unidos para atraer peces que se quedan atrás cuando se marchan los pescadores. Un equipo científico recopila, registra y analiza todos los materiales encontrados. «Con un simple cambio de terminología, como sustituir la palabra “conservación” por “regeneración”, la gente piensa de manera diferente. No queremos conservar el Mediterráneo en el estado en que está ahora. Queremos regenerarlo para que recupere la belleza que tuvo una vez». 116
Pix S/S 2019
THE WALKING SOCIETY
Hemos est nando, inter observando Nos hemos sumergido en la belleza de los paisajes naturales. Hemos probado productos locales procedentes directamente de la tierra a nuestros platos. Nos hemos maravillado ante la visiรณn de artistas y artesanos, expresada en arcilla y en vidrio. 120
MALLORCA
tado camircambiando, o, creyendo. El mar nos mantiene en un estado hipnótico permanentemente. Tenemos muchísimas ganas de explorar todas las culturas acariciadas por el Mediterráneo para descubrir, probar y saborear sus extraordinarias ofrendas. Nos entusiasman las experiencias que están por venir, los otros territorios que nos aguardan. 121
Edition & Creation Alla Carta Studio Brand Art Director Gloria Rodríguez Magazine Photography: Victor Staaf Illustrations: Tobias Gutmann Copywriting: Sarah Moroz Videos Direction: Balthazar Klarwein Editor: Bernat Granados Music & Sound: Miquel Mestres Focus Puller: Juanjo Marti 2nd Ac / DIT: Miquel Mayans Color Grade: Lluís Velamazán Production: Palma Pictures Thanks to Save the Med for access to their underwater footage shot by Dan Abott camper.com © Camper, 2020
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