Si tú, padre o madre de familia observas conductas de riesgo tales como: 1.- Pérdida de peso notoria o extrema delgadez. 2.- Encontrar excusas para no comer. 3.- Comportamientos alimenticios inusuales, rituales. 4.- Extrema sensibilidad a la crítica. 5.- Preocupación inhabitual por aspecto físico o charlas constantes sobre el peso y el cuerpo. 6.- Comportamientos compulsivos relacionados con la comida (por ejemplo los ciclos atracón-vómito). 7.- Visitas constantes al baño después de comer en exceso.
Trastornos de la Conducta Alimentaria
8.- Cambios de humor. 9.- Estar siempre a dieta o realizar conductas para bajar de peso (por ejemplo el ejercicio excesivo). 10.- Irregularidades en la menstruación. "Si se presentan las situaciones anteriores podemos decir que estamos frente a conductas de riesgo de un Trastorno de la Conducta Alimentaria. Como padre y/o madre de familia puedes actuar oportunamente informándote, atendiendo y sobre todo... dando amor y respeto a tus hijas e hijos.... ACTUEMOS!".
“LOS PADRES Y MADRES DE FAMILIA
PUEDEN ACTUAR PARA PREVENIR LOS
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA”.