Antítesis al futurismo Ensayo analítico sobre la cabeza y la boca en Enrico Baj Patricio Alvarez Aragón
Desde siempre he concentrado mi pintura en los motivos de la cabeza y la boca, siempre pensé que podría lograr proporcionar a mis bocas toda la belleza de los paisajes de Monet. Aunque cada vez me doy más cuenta de que no lo he conseguido... creo que se debe a la falta de color, tendría que haber conseguido plasmar más el interior de la boca y sus magníficos colores. Francis Bacon
Quizás el mayor logro y aportación de E. Baj junto a Sergio Dangelo (Milano, 1932) fue la fundación del Movimiento Nuclear en 1950 ya que cambió el módelo y paradigma a seguir dentro del arte italiano contemporáneo, supuso la ruptura definitiva y la superación de la vanguardia histórica del futurismo que en 1909 canonizó “la nueva modernidad”, los avances industriales y el dinamismo social, siempre siguiendo su discurso ultraísta y “aparentemente anarquista” dónde no importa nada más que llegar al “plus ultra” de todo lo convencional sin meditar la magnitud de las circunstancias. Sobre estas ideas, Baj no sólo dió vuelta la tortilla, sino que siendo protagonista de los horrores de la guerra denunció esta imagineria propuesta por F. T. Marinetti 40 años atrás, representando su obra una clara antítesis y refundación de la teoria del arte italiano contemporáneo. Es más, gracias a su intervención, pudo reconstruir al “artista italiano” más volcado hacía el pueblo, más conciente socialmente y aunque “jugando” para protestar, poco a poco ayudó a superar la intranquilidad del neorrealismo italiano abriendo la brecha a las generaciones más jovenes con los movimientos del arte povera y de la transvanguardia italiana entre 1960 y 1970. Similar a su coetáneo Francis Bacon, quien tambien representó, eso sí de manera inconciente, los horrores y la tragedía existencial del hombre. Está el uso de los motivos de la cabeza y la boca, dos motivos iconográficos que en ambos casos se repiten hasta la saciedad para transformarse en un componente inherente a le obra de ambos artistas. Yo lo llamo un apología al disgusto de haber existido en ese momento histórico lleno de muerte y desazón espiritual nada ajeno. Una toma de conciencia que propinó otra gran aportación dentro de las “artes imitativas”, es decir, una preferencia de estos motivos de la cabeza y la boca por sobre el ojo, representado como motivo principal dentro de los movimientos más simbólicos hace más de dos siglos, ganandole el pulso y con ello entrando al selecto grupo de motivos conceptuales, dejando a la vista de lado para darle paso al gusto y al paladar como nuevas maneras de apreciación del arte y la vida. Así resulta otra de las grandes aportaciones de Baj, el reencuentro con el hombre y el gusto de lo que deja la existencia y su materialidad que pese a la fealdad de su momento aún así guardó una estética singular y carnavalesca, al más puro estilo felliniano dónde el único lugar que existe es el abismo temporal dónde suceden los actos. Enrico Baj (1924-2003) por muchos motivos podría considerarse como uno de los artistas más ejemplares de “la nueva vanguardia italiana de 1950” y figura insoslayable de los Movimientos Experimentales europeos de mediados del siglo XX. Es por este motivo que los miembros de CAPA le rendimos un merecido homenaje y celebramos su explicitación plástica en el Museo CoBrA de Amstelveen.