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Boletín de la Asociación DITSÙ de Autonomía Personal y Discapacidad
La Asociación Ditsú de Autonomía Personal y Discapacidad es una organización sin fines de lucro, formada por personas con discapacidad, para promover la Vida Independiente y la Autonomía Personal, la Exigibilidad de Derechos, la Incidencia Política y la Participación Ciudadana, el Empoderamiento, el apoyo entre iguales, trabajo con las familias, la accesibilidad, la educación inclusiva y el empleo digno y la Asistencia Personal de las PcD (Persona con discapacidad), todo esto bajo un enfoque en Derechos Humanos. Desde nuestros inicios, venimos trabajando en formación de nuestros asociados para poder dar a conocer el marco jurídico nacional e internacional en materia de discapacidad y en la Capacitación de Asistentes Personales. Además, hemos celebrado talleres sobre Autoestima y Sexualidad para las Personas con Discapacidad y talleres para las familias Nuestra visión a futuro es ser reconocidos a nivel nacional e internacionalmente como la Organización no Gubernamental (ONG), líder en discapacidad, con un enfoque en Derechos Humanos. Y contar con una cartera de diferentes servicios, ser autosostenibles, poder ofrecer empleo a PcD, dar asesoría en diferentes temas y contar con un sistema operativo de asistentes personales que beneficien al mayor número de PcD. Karla Ballestero
Diseño poco accesible
Costa Rica es un país que en asuntos de discapacidad, lleva la delantera en el área. El Consejo Nacional de Rehabilitación y Educación Especial (CNREE), nació en el año 1973 y cumplió un papel muy importante y de vanguardia en su momento. Sin embargo, se nos ha quedado corto para los tiempos que vivimos, dado el compromiso internacional de nuestro país, con la ratificación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Ley 8661), que obliga a eliminar figuras jurídicas como la curatela y a crear mecanismos para contar con asistencia personal. De allí la importancia que la Asamblea Legislativa apruebe la creación del Consejo Nacional de las Personas con Discapacidad (CONAPDIS) como ente rector en discapacidad. Lo cual, más allá de un cambio de nombre, implica una mayor participación de las personas con discapacidad en la toma de decisiones al aumentar al 40% su representación en el Comité Directivo
Damaris Solano M.
Como persona con discapacidad no puedo dejar que pase esta fecha de manera inadvertida. Tal vez para muchos sea un día, pero para nosotros/as las personas con discapacidad y nuestras familias es un día muy importante. Porque nos pone ante la realidad de que todavía el ejercicio pleno de nuestros derechos fundamentales no se cumplen a cabalidad A pesar que se han hecho pequeños avances y de que Costa Rica presume de ser una nación respetosa de los Derechos Humanos, en la realidad para muchas personas que vivimos en este país eso no es cierto. El 29 de Mayo de 1996, se firmó la Ley 7600 Sobre la Igualdad de Oportunidades para las personas con Discapacidad, estableciendo normas y procedimientos de “obligatoria observancia” para todas las instituciones públicas, privadas y gobiernos locales (Municipalidades) quienes serán responsables de garantizar a las personas con discapacidad el ejercicio de sus derechos y deberes en igualdad de oportunidades basándose en los principios de equiparación de oportunidades, accesibilidad, participación y de la “no discriminación”. Solamente cuando todos los ciudadanos, empezando por quienes nosotros elegimos para que nos gobernar con “equidad y justicia”, dejemos de ser indiferentes ante las necesidades de los demás y respetemos los derechos de todos los ciudadanos de este país podremos decir, con la frente en alto, que el nuestro es un pueblo que está siempre libre ostentando alegría. Que el Señor los bendiga. Alina Barquero H.
Cuando alguien adquiere una discapacidad o nace con ella, la familia tiene que adaptarse a la nueva situación, tanto para atender las necesidades de la persona como para ayudarles a aprovechar al máximo sus capacidades, de modo que logre, dentro de sus posibilidades, la mayor independencia posible. Es probable que la persona con discapacidad demore más para hacer algo y le tome más trabajo realizarlo; sin embargo, es imprescindible darle su tiempo para que aprenda a hacerlo y evitar solucionarle la tarea para hacerlo más rápido. Para muchas familias, la idea que la persona con discapacidad salga sin compañía, genera temor y ansiedad al pensar en los riesgos que hay fuera de sus hogares, pero esta actitud termina dañando a la persona ya que le impide fortalecer sus habilidades y alcanzar su inserción social, educativa y laboral. Como consecuencia de ello, la persona con discapacidad se hace muy dependiente de su familia, como si fuera un niño eterno. Entonces surgen las preguntas: ¿y cuándo la familia no esté? ¿Porque no reforzar la autonomía de las personas con discapacidad para que sean ciudadanos activos, controlando su propia vida, en lugar de estar dentro de una burbuja de sobreprotección? Artículos de: Daniel Hurtado, Damaris Solano Karla Ballestero y Alina Barquero Diseño, diagramado y digitalización: