¡Todas las comunidades de nuestro país, libres de minas, el mejor gesto de paz! 4 de abril: día internacional para la sensibilización sobre las minas antipersonal La Pastoral Social, desde su opción preferencial por las victimas y a partir del camino recorrido acompañando a las familias que han padecido la tragedia de enfrentar un accidente por mina antipersonal, o por municiones abandonadas, o en trampas explosiva improvisadas, recibe con esperanza la noticia de avanzar al desminado en Colombia. Esta noticia significa mucho más para aquellos que hoy ven impedida su movilidad, que no pueden trabajar la tierra, pese a ser su único bien y sustento y que enfrentan la vida en condición de discapacidad y empobrecimiento progresivo, desde que el conflicto armado llegó a sus comunidades; es con estas personas, ciudadanos de las zonas rurales más apartadas de la geografía de nuestro país con quien debemos alegrarnos por esta noticia. Tenemos todo un camino por recorrer y hoy más que nunca es necesario apoyar esta iniciativa y continuar aunando esfuerzos que contribuyan a la reparación integral de los más afectados, deseamos que todos los esfuerzos se traduzcan en bienestar legítimo. Devolver la paz al campo es una deuda que tenemos desde que empezó el conflicto armado. Desde el trabajo pastoral nos hemos trazado una ruta para acompañar los procesos de reconciliación, en este sentido, consideramos que el desminado debe ser un proceso que parta de la solidaridad con los otros, permitiendo a las comunidades afectadas por la presencia de minas, ser protagonistas de cada paso. El desminado debe tener la intención de reconstruir el tejido social, destruido por el miedo que genera la presencia de estos artefactos y debe avanzar buscando la estabilización de las comunidades, sin abandonarlas, hasta que ellas sean capaces de volver a soñar, planear el futuro y hacerlo realidad es su territorio. La acción contra minas en tiempo de post acuerdos, aunque se enfatice en el desminado, no debe descuidar a las más de 11.043 victimas, que aun están en camino de ser reparadas. Es importante generar opinión pública entorno a la inclusión social, puesto que, las minas han elevado notoriamente la población en condición de discapacidad y necesitamos generar procesos de rehabilitación y avanzar a una sociedad incluyente. Es necesario revisar la política pública en salud,
educación, vivienda y sustento prioritariamente, buscando garantizar el goce efectivo de los derechos de las víctimas y sus familias. Recogiendo las ideas anteriores consideramos importante los siguientes aspectos: 1. Difundir una pedagogía sencilla sobre los alcances, impactos y fases del desminado, que permita a las comunidades comprender de que se trata este proceso y difundir los avances generando información clara y precisa. 2. Trabajar con enfoque regional, teniendo en cuenta los portes de las comunidades, puesto que, son ellas quienes conocen mejor el tema y las estrategias locales para enfrentar el riesgo. Desde la mirada de cada región y atendiendo a las voces de los lideres locales es posible obtener logros significativos. 3. Fortalecer las acciones de prevención, la educación en el riesgo debe difundirse usando todos los medios posibles, puesto que la notica del desminado puede generar una atmosfera de seguridad que no es real, y los accidentes pueden incrementarse. Fortalecer un enfoque diferencial en los programas de prevención, con especial atención a la protección de los niños y niñas, por ser una población en mayor riesgo. 4. Verificar que todas las víctimas de MAP/MUSE/AEI este registradas y tengan acceso a sus derechos. Optimizar las rutas de atención y la capacidad local de las instituciones para atender emergencias y sobre todo para garantizar el acceso a los procesos de rehabilitación. 5. Desminar la tierra, pero también, desminar nuestro corazón y desarmarnos, es la única forma de avanzar hacia un verdadero proceso de reconciliación, cerrar las brechas, perdonar, abandonar las posturas radicales y sostener diálogos respetuosos con los otros y sus diferencias, es el camino más certero hacia la paz. Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria. Director
Educación en el riesgo de la población vulnerable y atención a víctimas por minas antipersonal, munición sin explotar y artefactos explosivos improvisado en el sur de Colombia.