Programador
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SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL CÁRITAS COLOMBIANA (SNPS) Director SNPS Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria Subdirector SNPS Padre Luis Andrés Bustacara Bustacara Animadora Área de Desarrollo Institucional Rosa Inés Floriano Especialista Formación y Equidad entre hombres y Mujeres Claudia Mercedes Herrera Gómez Concepto gráfico Natalia Herrera G. Stock Diseño stockdiseno@yahoo.es Diseño y diagramación Johanna Martínez Fotografías Secretariado Nacional de Pastoral Social / Laura Chacón G. Conferencia Episcopal de Colombia Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana Carrera 58 No. 80-87 - Teléfono: 437 7150 - Fax: 437 7171 Bogotá, Colombia www.pastoralsocial.org snpscol@cec.org.co Impresión: Bogotá, Noviembre de 2014
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“Es necesario para la Iglesia, por su vida y su misión, reconocer todos los dones de las mujeres y los hombres y ponerlos en práctica (…) La Iglesia busca el reconocimiento y la utilización de estos dones, experiencias y aptitudes de los hombres y de las mujeres, para que su misión se haga más eficaz” (Christifideles Laici, No. 49). 3
Presentación
Desde 1981, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de las Violencias contra las mujeres. El Secretariado Nacional de Pastoral Social se une a esta conmemoración cada año proponiendo un mensaje con el que se busca brindar elementos para la reflexión y la acción sobre causas y consecuencias de las violencias contra las mujeres, pero sobre todo, aportando 4
reflexiones sobre cómo podemos, como hombres y mujeres, contribuir en la transformación de esa cultura violenta a partir de propiciar cambios en las relaciones que establecemos. Sólo de esta manera podremos avanzar hacia la generación de una cultura de paz y reconciliación. En nuestra historia como pueblo colombiano, no podemos desconocer los casi 60 años de conflicto armado que nos ha dejado incontables actos de barbarie y violencia y durante los cuales se han violado todos los derechos humanos de hombres y mujeres, de toda edad, etnia y condición social. Este dolor y sufrimiento han sido mantenidos mediante estructuras de injusticia e inequidad que solo generan pobreza y dan combustible para nuevas violencias. Hay que decir que esas estructuras no son naturales, son impuestas por quienes en su egoísmo, viven sólo para sí mismos y se olvidan del resto de la humanidad. En este contexto aplica muy bien la reflexión que nos aporta el Papa Francisco cuando afirma que «Hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia. (…) el sistema social y económico es injusto en su raíz. Así como el bien tiende a comunicarse, el mal consentido, que es la injusticia, tiende a expandir su potencia dañina y a socavar silenciosamente las bases de cualquier sistema político y social por más sólido que parezca. Si cada acción tiene consecuencias, un mal enquistado en las estructuras de una sociedad tiene siempre un potencial de disolución y de muerte»1. En medio de esta realidad, la Iglesia Colombiana en cumplimiento de su misión, dedica sus esfuerzos a animar proce-
1. Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM. Papa Francisco. Noviembre 24 de 2013. No. 59
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sos locales, impulsar propuestas comunitarias y acompañar iniciativas sociales que contribuyen al logro de la paz en los territorios. Por esta razón, escuchando el clamor de la sociedad, y en especial de las víctimas que ha dejado el conflicto, promueve nuevas reflexiones sobre la reconciliación y la paz y lo hace justamente en el actual momento de diálogos en la Habana, en que se busca un acuerdo para la terminación del conflicto armado entre el gobierno colombiano y las FarcEp. Mientras esperamos el cese definitivo del fuego, la generación de vías pacíficas y democráticas para la participación, pero sobre todo el esclarecimiento de la verdad, la aplicación de justicia y las garantías para la no repetición de actos violentos, es fundamental que como sociedad ayudemos en la construcción de un orden nuevo en la vida cotidiana. Este orden nuevo no puede construirse si no es fundado en la acción de Dios: “Ahora dice el Señor a su pueblo: «Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril»” (Isaías 43, 18) Los procesos locales y comunitarios de construcción de paz que se dan en muchos rincones del país nos han enseñado que podemos contribuir con la paz día tras día, si nos comprometemos en la transformación de nuestras relaciones más cercanas. Hemos entendido que la reconciliación ocurre en contextos determinados, ante situaciones específicas y en sujetos concretos. Esta es la motivación a partir de la cual queremos proponer una reflexión en torno a las oportunidades que tenemos para “construir un orden nuevo en las relaciones entre hombres y mujeres”, a partir de la constatación de que las inequidades sociales que generan violencia pueden (y deben) ser modificadas porque están construidas por las personas que conforman cada sociedad. Por esta razón, en esta conmemoración del Día para la Eliminación de las violencias contra las mujeres queremos pre6
sentar este Programador 2015 en el cual se proponen reflexiones para avanzar hacia la Equidad entre hombres y mujeres, teniendo como horizonte la paz y la reconciliaciรณn. Cuenta con sugerencias pedagรณgicas que permitirรกn reflexionar, discernir y celebrar la vida, para que en los grupos de trabajo, se cuente con una propuesta de ejercicios que seguramente, serรกn enriquecidos con la creatividad y la dinรกmica local. Esperamos contribuya en crear condiciones de equidad, justicia y fraternidad en nuestras relaciones para contribuir con el logro de la paz. 7
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o nuevo! Sabiduría y diplomacia Un emperador chino, fue avisado que en una de las provincias de su imperio había una insurrección, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militares: «Vamos, síganme. Pronto destruiré a mis enemigos». Cuando el emperador y sus tropas llegaron a donde estaban los rebeldes, el soberano trató muy amablemente a éstos, quienes, por gratitud, se sometieron a él nuevamente. Todos los que formaban el séquito del emperador pensaron que él ordenaría la inmediata ejecución de aquellos que se había sublevado contra él; pero se sorprendieron en gran manera al ver que éste trataba con mucho cariño y respeto a quienes se habían sublevado. Entonces, el primer ministro preguntó con enojo al emperador: “¿De esta manera cumple vuestra Excelencia su promesa? Usted dijo, que veníamos a destruir a sus enemigos y sin embargo, los ha perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los ha tratado”. Entonces el emperador, con actitud noble, dijo: «Les prometí destruir a mis enemigos; y todos ustedes ven que ya nadie es mi enemigo. Ahora todos ellos son nuevamente mis amigos». Ante un caso así, nuestra actitud es aplicar la ley del ojo por ojo… la venganza es lo primero que nos viene a la mente para desquitarnos de aquellos que nos hicieron daño y pagamos el mal, con mal. A quien nos levanta la voz le gritamos… si nos ofendieron buscamos deshonrarlo… Pero algunos van mucho más allá y ven a esa persona como un enemigo, que hay que destruir de cualquier forma. La mayor parte de la gente está llena de odio… rabia… rechazo… envidia… desprecio… egoísmo… indiferencia… ¡Imagínate si actuáramos como el Emperador con sabiduría y diplomacia! 9
La reflexión en torno a la necesidad de generar transformaciones en la relación entre hombres y mujeres, desde una perspectiva de reconciliación, se centra en 3 elementos fundamentales:
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1. La necesidad de desactivar la espiral de violencia2. Los conflictos destructivos tienden a repetirse e incluso agravarse: a responder agravio con agravio y delito con delito. Pero, solamente reconociendo que ya es hora de dejar de lado los propios miedos y prejuicios que activan la violencia y poniendo al centro de nuestras acciones la Dignidad de toda persona, podremos generar transformaciones importantes en las relaciones que establecemos. Si logramos reconocer los errores, mentiras, intereses y temores individuales que motivan el accionar violento contra las demás personas, si logramos ver con honestidad y transparencia nuestras equivocaciones, podremos dar el paso hacia nuevas actitudes, pensamientos y comportamientos con quienes nos rodean. La reconciliación por lo tanto, busca que los agresores sean autocríticos de su propio comportamiento y sean capaces de encontrar caminos de integración a la comunidad sin volver a violentar la dignidad de nadie y sin romper la armonía de las relaciones sociales.
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2. La oportunidad para construir un mundo nuevo. Es necesario preguntarnos si queremos cambiar, es decir, si tenemos la voluntad y el interés por dejar atrás lo viejo y dar paso a lo nuevo en nuestras vidas. Es necesario reflexionar sobre nuestra capacidad para aceptar los cambios (nuestra libertad), si estamos dispuestos/as a cambiar (nuestra voluntad) y cuál es nuestra actitud frente a las situaciones nuevas que nos suceden (nuestro compromiso). Dar pasos hacia la transformación de las relaciones y hacia la reconciliación, implica que primero reconozcamos a dónde hemos llegado y nuestra responsabilidad en ello (el hoy, la situación actual que vivimos), pero también que identifiquemos lo nuevo, el hacia dónde 2. Uriarte, Juan María. La Reconciliación... 2015.
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queremos llegar (nuestro futuro deseado). Para trazar el camino hacia esa meta, debemos hacer renuncias, abandonar lo que ya está en el pasado y poner el interés en comenzar de nuevo. Hay que aclarar que la reconciliación en las relaciones no se refiere a volver al estado anterior en una relación (no es volver a la forma de relación como hasta antes de los conflictos), la reconciliación supone CREAR nuevas maneras, estilos, lenguajes y comportamientos para que la relación sea “nueva”. Por esta razón, la invitación con esta Campaña es impulsarnos a “construir un mundo nuevo”.
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3. El esfuerzo que implica la construcción de Equidad entre hombres y mujeres. La transformación de relaciones que se propone es un proceso largo y complejo. Implica des-instalarse y dejarse interpelar sobre la manera como asumimos las diferencias. Se hace fácil hablar de respeto, de voluntad, de fraternidad y de solidaridad, pero en realidad construir todos estos valores en cada una de nuestras relaciones implica renunciar continuamente a nuestra comodidad y a nuestro orgullo y dar paso a valorar las cualidades, a aceptar a las personas sin condicionamientos y a abrir nuestra comodidad hacia espacios reales de encuentro.
Tener como horizonte la construcción de relaciones renovadas, equilibradas y armónicas, exige: • Reconocer y respetar, sin ninguna distinción o categorización, la dignidad de cada hombre y cada mujer. • Aceptar a cada persona como semejante • Reconocer a las demás personas como diferentes. • Garantizar condiciones de justicia y equidad para que puedan surgir relaciones sanas y armónicas.
Por lo tanto, construir la equidad entre hombres y mujeres supone respetarse y aceptarse mutuamente como miembros de una misma sociedad, valorando lo propio femenino y lo propio masculino y poniendo en común lo mejor que tenemos para ”construir un mundo nuevo”. 11
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“Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en Él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo”. (Romanos 15, 13).
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“La Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones… Reconozco con gusto cómo muchas mujeres comparten responsabilidades pastorales junto con los sacerdotes, contribuyen al acompañamiento de personas, de familias o de grupos y brindan nuevos aportes a la reflexión teológica. Pero todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Porque «el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social»72… y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales”. Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM. Papa Francisco. Noviembre 24 de 2013. No. 103.
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“Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5, 9)
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e hombres y mujeres Jesús sana en sábado a una mujer enferma (Lc. 13, 10 – 13)
“Un sábado Jesús se había puesto a enseñar en una sinagoga; y había allí una mujer que estaba enferma desde hacía dieciocho años. Un espíritu maligno la había dejado encorvada, y no podía enderezarse para nada. Cuando Jesús la vió, la llamó y le dijo: - Mujer, ya estás libre de tu enfermedad. Entonces puso las manos sobre ella, y al momento, la mujer se enderezó y comenzó a alabar a Dios. Pero el jefe de la sinagoga se enojó porque Jesús la había sanado en sábado, y dijo a la gente: - Hay seis días para trabajar; vengan en esos días a ser sanados, y no en sábado. El Señor le contestó: - Hipócritas, ¿no desata cualquiera de ustedes su buey o su burro en sábado para llevarlo a tomar agua? Pues a esta mujer, que es descendiente de Abraham y que Satanás tenía atada con esta enfermedad desde hace dieciocho años, ¿acaso no se la debía desatar aunque fuera sábado? Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron avergonzados; pero toda la gente se alegraba de ver las grandes cosas que Él hacía.
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REFLEXIONEMOS Ejercicio Personal: 1. ¿Cuál es el mensaje principal que me deja este relato? 2. ¿Qué significa la frase de Jesús “Mujer, eres libre de tu enfermedad”? Para dialogar: Este texto tiene una gran riqueza en su contenido pero se resaltarán 3 ideas fundamentales:
1.
1. Jesús devuelve a la mujer la condición original con la que fue creada: con Dignidad. Sanarla y lograr que ella recobrara su postura original, es signo de que su dignidad le es restaurada. Jesús, en toda su vida pública nos recordó la dignidad que Dios nos dio al hacernos sus hijos y sus hijas.
En este encuentro de la mujer con Jesús se destacan 3 gestos: Jesús la vió (tal vez ella no era importante para los hombres que estaban en la sinagoga en ese momento, pero Jesús sí la tuvo en cuenta). Jesús la llamó y le habló (en aquél tiempo los hombres no le hablaban en público a las mujeres pero Jesús pasó por encima de esa costumbre porque tenía claro que eran más importantes las personas que las leyes humanas). Jesús la tocó (al imponerle las manos, logra por la acción del Espíritu, sanar a esta mujer, enderezar su columna para restituirle la postura).
2.
2. El cambio de posición necesariamente genera un cambio de visión. Con este ejemplo, Jesús nos recuerda que debemos levantar la cabeza, colocar la mirada hacia el frente y por eso sanó a esta mujer, porque ella llevaba dieciocho años mirando hacia el suelo. Seguramente esta aflicción pesaba demasiado, pero al ayudarle a enderezarse, restaura el Plan original de Dios: Reconocer la dignidad con la que fuimos creados y creadas. 20
La mujer no sólo cambió su mirada… su corazón se llenó de gratitud y pudo cambiar su forma de pensar y de actuar (ahora, la mujer glorificaba a Dios). Cambiar de postura para esta mujer significó cambiar su vida por completo y darle nuevamente la oportunidad para vivir, pero ahora, para hacerlo de acuerdo con su dignidad.
3.
3. Este milagro que hizo Jesús por la mujer nos recuerda que ¡Somos libres! Es Jesús quien hace “nuevas todas las cosas” 3. Y que no hay razones suficientes para andar con la columna encorvada, limitando nuestra visión y retrasando nuestra realización personal. La libertad abre los ojos del corazón y de la mente para que logremos comprender nuestra condición humana pero también para asumir la tarea que debemos realizar para lograr el Plan de Dios sobre nuestras vidas: Hemos sido creados y creadas para ser felices. En la vida que llevamos, ¿Qué puede tenernos con la postura encorvada, mirando hacia abajo (problemas, crisis…)? ¿Queremos “ser libres”? ¿Cómo? En Grupos o en Plenaria: Si este es el ejemplo que nos da Jesús frente al respeto a la dignidad de cada persona (hombre o mujer), ¿Debemos imitarlo? ¿Cómo lo haríamos de forma concreta?
3. Apocalipsis 21, 5
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“Dios creó al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó: varón y mujer los creó” (Gn 1, 27)
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“La antropología cristiana resalta la igual dignidad entre varón y mujer, en razón de ser creados a imagen y semejanza de Dios. El misterio de la Trinidad nos invita a vivir una comunidad de iguales en la diferencia. En una época de marcado machismo, la práctica de Jesús fue decisiva para significar la dignidad de la mujer y su valor indiscutible: habló con ellas (cf. Jn 4, 27), tuvo singular misericordia con ellas (cf. Lc 7,36-50; Jn 8,11), las curó (cf. Mc 5, 2534), las reivindicó en su dignidad (cf. Jn 8, 1-11), las eligió como primeras testigos de su resurrección (cf. Mt 28, 9-10), e incorporó mujeres al grupo de personas que le eran más cercanas (cf. Lc 8, 1-3). La figura de María, discípula por excelencia entre discípulos, es fundamental en la recuperación de la identidad de la mujer y de su valor en la Iglesia. El canto del Magnificat muestra a María como mujer capaz de comprometerse con su realidad y de tener una voz profética ante ella”. Aparecida, Brasil, 2007 (N. 451) 25
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“La mujer pensaba: Tan sólo con que llegue a tocar su capa quedaré sana. Pero Jesús se dio la vuelta, vio a la mujer y le dijo: ¡Ánimo hija, por tu fe has quedado sana!” (Mateo 9, 22).
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Reconstruyamos vínculos REFLEXIONEMOS Ejercicio personal: Elabora un dibujo que represente tu relación más fuerte actualmente. Identifica 3 factores que han contribuido para que sea una relación tan estrecha. Para dialogar: Probablemente identifiquemos que mujeres y hombres establecemos relaciones de formas distintas. Recordemos que “«Masculino» y «femenino» diferencian a dos individuos de igual dignidad, que, sin embargo, no poseen una igualdad estática, porque lo específico femenino es diverso de lo específico masculino. Esta diversidad en la igualdad es enriquecedora e indispensable para una armoniosa convivencia humana”4. Con respecto a las relaciones que establecemos el gran desafío es: Reconocer que siendo muy diferentes, ambos (hombres y mujeres) somos seres con igual dignidad, por lo tanto, merecemos el mismo respeto y valoración. Unos y otras tenemos unos valores humanos, unos vínculos familiares, una historia, unos problemas, un patrimonio cultural, un entorno natural. Si lo que nos diferencia es importante, lo que compartimos es más importante5. Cuando surgen conflictos que logran romper las relaciones entre hombres y mujeres, es importante identificar los niveles de responsabilidad de cada persona. Generalmente, cuando hay mediaciones violentas en los conflictos (gritos, intimidaciones, manipulaciones, críticas destructivas, abusos de poder, chantajes, sobornos), es cuando mayormente se
4. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 2004. No. 146 5. Uriarte, Juan María. La Reconciliación. Ed. SalTerrae, España, 2013. Pg. 36
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presentan las rupturas. No se trata de que desaparezcan los actores del conflicto, sino las causas que lo originan. Por lo tanto, para ayudar a transformar el conflicto, se debe: abordar directamente lo ocurrido partiendo de “la verdad”; aprender a dialogar (sobre objetivos, contenidos y condiciones claras) para establecer nuevos criterios para la relación; reconocer los errores cometidos frente al manejo del conflicto y expresar compromisos concretos de cambio. Reconocer las equivocaciones exige humildad, serenidad y voluntad, así como capacidad para construir acuerdos basados en la justicia. Ejercicio Grupal o en Plenaria: a) ¿Cuáles son los 3 factores principales que contribuyen para que se construyan relaciones sanas y armónicas? b) Si pensáramos en una relación que se ha roto, ¿hemos encontrado la razón de esta ruptura? ¿Cuál fue nuestra responsabilidad en dicha ruptura? ¿Creemos que esa relación se puede transformar? ¿Cómo lo haríamos? c) ¿Qué actitudes se necesitan para reconstruir una relación que se ha roto? ¿Podemos buscar nuevas oportunidades para volver a establecer vínculos, aún en medio de las diferencias?. PARA DISCERNIR: El Papa Francisco, haciendo un análisis de los principales desafíos del mundo actual, recuerda la enseñanza del Evangelio sobre la necesidad de reconocernos y ayudarnos mutuamente: “El individualismo posmoderno y globalizado favorece un estilo de vida que debilita el desarrollo y la estabilidad de los vínculos entre las personas, y que desnaturaliza los vínculos familiares. La acción pastoral debe mostrar mejor todavía que la relación con nuestro Padre exige y alienta una comunión que sane, promueva y afiance los vínculos interpersonales. Mientras en el mundo, especialmente en algunos países, reaparecen diversas formas de gue30
rras y enfrentamientos, los cristianos insistimos en nuestra propuesta de reconocer al otro, de sanar las heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos «mutuamente a llevar las cargas» (Ga 6,2)” 6. a) Señala dos ideas fundamentales de esta reflexión propuesta por el Papa Francisco. b) ¿Qué pistas nos da sobre las actuaciones que debemos tener frente a los conflictos o dificultades? CELEBREMOS LA VIDA: “Unir nuestros lazos”: 1) Se entrega a cada participante un pequeño lazo o cinta de colores. Este lazo o cinta representa sus vínculos. Durante unos minutos en silencio, presentaremos a Dios nuestras relaciones, pensando en aquellas personas a las que más amamos (familia, amigos, pareja) y pidiéndole para que las relaciones que tenemos con ellas, sean cada vez mejores… 2) Luego, se invita a pensar en aquella (s) persona (as) con quien (es) desee construir y/o fortalecer vínculos… 3) Después se unirán las cintas de todos y todas, haciendo conciencia que podemos llevar adelante pequeños cambios en nuestras relaciones para que mejore nuestro mundo alrededor, que debemos apoyarnos mutuamente porque somos una sola familia humana. Mientras tanto todo el grupo cantará la canción “Color esperanza” de Diego Torres7.
6. Exhortación Apostólica EVANGELII GAUDIUM. Papa Francisco. Noviembre 24 de 2013. No. 67 7. La canción “Color Esperanza” de Diego Torres. Puede consultarse en https://www.youtube. com/watch?v=y09Gzr4go5k o puede escucharse en otro medio.
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“Lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio… Dejemos que el Espíritu nos guíe” (Gálatas 5, 22.25)
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“Todas las auténticas transformaciones se fraguan y forjan en el corazón de las personas e irradian en todas las dimensiones de su existencia y convivencia. No hay nuevas estructuras si no hay hombres nuevos y mujeres nuevas que movilicen y hagan converger en los pueblos ideales y poderosas energías morales y religiosas. Formando discípulos y misioneros, la Iglesia da respuesta a esta exigencia. La Iglesia alienta y favorece la reconstrucción de la persona y de sus vínculos de pertenencia y convivencia, desde un dinamismo de amistad, gratuidad y comunión”. Aparecida, Brasil 2007 (N. 538-539)
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“La paz les dejo, mi paz les doy. Pero yo no se las doy como la da el mundo” (Juan 14, 27)
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e transformación REFLEXIONEMOS Ejercicio personal: A cada participante se le entregará una tarjeta (o ficha de cartulina). Por un lado escribirá, un momento triste que haya vivido. Puede identificar los sentimientos que experimentó y algunas personas relacionadas con esa situación. Luego, por el otro lado de la ficha, escribirá un momento feliz que haya vivido, las personas que contribuyeron para esa felicidad y los sentimientos más significativos. Ejercicio grupal o en Plenaria: Las y los participantes, de manera voluntaria, compartirán el contenido de sus tarjetas. Dialogarán sobre cómo todas las personas hemos tenido momentos de tristeza, aflicción, desilusión y nostalgia. En ocasiones no logramos dejar atrás las situaciones que nos han generado melancolía y amargura y nos llevamos esas frustraciones a lo largo del camino, y se vuelven un obstáculo para ser felices. Luego, dialogarán acerca de aquellos momentos de la vida que han generado alegría, felicidad, regocijo, paz, fraternidad y solidaridad. Para dialogar: Solamente si reconocemos cada día los maravillosos motivos que tenemos para dar gracias a Dios (por la vida, por la familia, por el amor, por el trabajo, por la salud…), si valoramos aquello que tenemos, si aprendemos a disfrutar nuestros talentos, conocimientos y experiencias, si somos capaces de dar gracias a las/os demás por lo que son y hacen por nosotros/as, solamente así podremos poner en equilibrio nuestra vida y dejar atrás nuestras tristezas y agobios. Debemos reconocer que todos los momentos de la vida son importantes porque nos enseñan a recorrer el camino y siempre constituyen una oportunidad para construirnos en mejores hombres y mujeres, para corregir lo que hemos hecho mal y también para alegrarnos por lo que hemos hecho bien. La reconciliación consigo mismos/as empieza por reconocer nuestra capacidad para transformar las situaciones adversas en oportunidades de cambio. 39
PARA DISCERNIR: (Eclesiastés 3, 1 - 11)
“Todo tiene su tiempo”8 En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre: Un momento para nacer, y un momento para morir; Un momento para plantar, y un momento para arrancar lo plantado. Un momento para matar, y un momento para curar. Un momento para destruir, y un momento para construir. Un momento para llorar, y un momento para reír. Un momento para estar de luto, y un momento para estar de fiesta. Un momento para esparcir piedras, y un momento para recogerlas. Un momento para abrazarse, y un momento para separarse. Un momento para intentar, y un momento para desistir. Un momento para guardar, y un momento para tirar. Un momento para rasgar, y un momento coser. Un momento para callar, y un momento para hablar. Un momento para el amor, y un momento para el odio. Un momento para la guerra, y un momento para la paz. Dios, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso; puso además en la mente humana la idea de lo infinito, aun cuando el ser humano no alcanza a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y lo que hará”. Luego de la lectura, reflexionar: ¿Qué tiempo estamos viviendo en este momento de nuestra vida? ¿Cómo lo estamos experimentando? ¿Creemos que estas situaciones pueden ser mejores? 8. Se puede ver el video/canción “todas las cosas tienen su tiempo” de la Misa Salvadoreña puede ser consultada en el link: https://www.youtube.com/watch?v=hPb2Hayrj8w
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CELEBREMOS LA VIDA: Para finalizar, cada participante elaborará una lista de cosas que puede agradecer hoy a Dios. Luego, en grupo se compartirá una oración de acción por aquello más especial que se quiere agradecer. Se puede compartir la canción “GRACIAS” de Luis Enrique Ascoy9 Gracias a aquel que me dijo que para abogado no había nacido, pues desde allí comencé a pensar en labrarme este nuevo destino. Gracias a aquella rinitis y al asma bronquial que llevo desde niño, pues me ayudaron a estar alejado del trago y del cigarrillo. CORO: Gracias, gracias Oh Padre del cielo, gracias porque eres tan bueno inclusive en las cosas que causan dolor! Gracias, gracias Oh Padre del cielo, gracias porque tú te vales hasta de los males para dar tu amor. Gracias a aquellas empresas gigantes que nunca nos dieron auspicio pues aprendimos que el cielo se hace mano a mano, poquito a poquito. CORO. Gracias a aquellas disqueras y radios que rechazaron nuestros discos, de no haber sido por ellas nuestra productora no habría nacido. Gracias por último a todos aquellos que no simpatizan conmigo pues sin quererlo me ayudan a vencer mi vanidad y a apreciar más a mis amigos. CORO
9. Encuentras la canción “Gracias” en https://www.youtube.com/watch?v=jInAPJua3_o
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“Ustedes son la luz del mundo… Procuren ustedes que su luz brille delante de la gente para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en los cielos” (Mateo 5, 14.16)
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“Es necesario construir una realidad en la que hombres y mujeres sean tratados del mismo modo, vistos de manera igual y liberados del trato indigno de las prácticas discriminatorias. La dignidad de todas las personas, mujeres y hombres, exige la existencia de instituciones justas y de sociedades correctas que las fomenten”. Mons. Silvano M. Tomasi, Observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas e instituciones especializadas. XX Sesión del Consejo de Derechos Humanos. Ginebra, Junio 26 de 2012. Consultado en http://www.vatican.va/roman_ curia/secretariat_state/2012/documents/rc_ seg-st_20120626_donne_sp.html
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Construyamos alternativas d “Porque el Reino de Dios no es cuestión de comer o beber determinadas cosas, sino de vivir en justicia, paz y alegría por medio del Espíritu Santo. El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a Dios y es aprobado por los demás. Por lo tanto, busquemos todo lo que conduce a la paz y a la edificación mutua.” (Romanos 14, 17 – 19).
Sembrador de nogales Un día caminaba por el campo, cuando vi a un hombre bastante anciano, que estaba cavando un pozo. Intrigado, me acerqué a él para preguntarle qué estaba haciendo. “A mí siempre me gustaron las nueces”, me contestó. “Hoy llegaron a mis manos las nueces más exquisitas que probé en mi vida, así que decidí plantar una de ellas”. Me entristecí al pensar que ese pobre hombre, a tan avanzada edad, jamás llegaría a probar una de esas nueces. “Disculpe, amigo”, le dije. “Para que un nogal dé frutos deben pasar muchísimos años, y dada su edad, es muy probable que cuando este arbolito dé sus primeras nueces, usted ya haya muerto hace mucho. ¿No ha pensado que tal vez sería más provechoso para usted sembrar tomates, o melones o sandías, que le darán frutos que usted sí podrá saborear?”. El hombre me miró un instante en silencio, durante el cual, no supe si sentirme muy sagaz por mi observación o muy torpe. Tras unos segundos que me parecieron horas, finalmente me contestó: “Toda mi vida me deleité saboreando nueces, cosechadas de árboles cuyos sembradores probablemente jamás llegaron a probar. Cuando de nueces se trata, no le corresponde a quien siembra el ver los frutos. Por eso, como yo pude comer nueces gracias a personas generosas que pensaron en mí al plantarlas, yo también planto hoy mi nogal, sin preocuparme de si veré o no sus frutos. Sé que estas nueces no serán para mí, pero tal vez tus hijos o mis nietos las saborearán algún día.” Y entonces me sentí muy pequeñito y egoísta por pensar sólo en mí. Desde ese día, me dediqué a plantar nogales. 48
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Para dialogar: Esta es la ley natural de la vida. Nosotros sembramos, pero no siempre nos corresponde ver los frutos. Claro, si sembramos sandías o tomates, obviamente pronto veremos los frutos, pero si nuestra siembra es profunda y sincera, estaremos sembrando nueces. Si nuestro accionar es verdadero y está fundado en Cristo, quedará dentro de los corazones de la gente, y cuando Dios quiera, lo hará brotar y convertirse en frutos abundantes. No hay que desanimarse si en algún momento parece que es inútil lo que estamos haciendo porque parece que alguien no nos escucha, o no le importa lo que hacemos, o no acuden a las celebraciones la cantidad de gente que esperaríamos. Que sea suficiente el saber que estamos dando lo mejor de nosotros/as y que estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo. Sólo, sigamos sembrando con amor. Otras personas regarán esa siembra y será Dios, a su tiempo, quien cosechará!!! De la misma manera ocurre con la construcción de paz. Por eso, es muy importante sembrar hoy semillas de paz, dialogar con diversos actores y crear condiciones para que en un futuro (no muy lejano) hombres y mujeres, podamos vivir en paz. En esta medida conviene preguntarnos: ¿Por qué no tenemos paz? Puede ser (entre otras), por dos razones: una, porque el concepto de paz lo hemos reducido solamente a “tener calma” o a la “ausencia de conflictos”, y otra, porque no hemos reconocido que la única paz verdadera, la que satisface plenamente y es duradera, es la paz que viene de Dios. Esta es la paz que sí llena el alma y que sí perdura. Recordemos que Dios nos ha llamado a ser “embajadores y embajadoras de su paz”: «El que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo. Todo esto es la obra de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación» (2ª. Corintios 5, 17 – 18).
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PARA DISCERNIR: Los Obispos de América Latina y el Caribe reunidos en Aparecida, Brasil, 2007, nos dejaron unas orientaciones referentes a los esfuerzos que debemos hacer para construir caminos de reconciliación y solidaridad, como lo afirman en el documento conclusivo: “Todas las auténticas transformaciones se fraguan y forjan en el corazón de las personas e irradian en todas las dimensiones de su existencia y convivencia. No hay nuevas estructuras si no hay hombres nuevos y mujeres nuevas que movilicen y hagan converger en los pueblos ideales y poderosas energías morales y religiosas. Formando discípulos y misioneros, la Iglesia da respuesta a esta exigencia”. (Aparecida, Brasil, 2007. No. 538). CELEBREMOS LA VIDA: Para finalizar se puede proponer que el grupo construya un símbolo que represente su compromiso para ser hombres y mujeres que construyan paz. Se puede finalizar el espacio compartiendo la siguiente canción. “Canción por la paz” de Luis Enrique Ascoy10 Porque la muerte jamás vence a la vida, y siempre tras la noche viene el día aunque haya quienes se junten y unan su oscuridad, hay una luz que no podrán apagar. Porque el amor no soporta la injusticia, y también la miseria quita vidas aunque haya quienes se escondan tras su comodidad, hay un país que ya comparte su pan. Vamos a hacer que la paz sea con nosotros, vamos a hacer que la vida reine aquí vamos a hacer que la herida cierre en todos, y que el odio deponga su fusil. Vamos a hacer que la paz sea con nosotros, vamos a hacer que la vida reine aquí vamos a hacer que la tierra sea de todos, que la paz hoy se llama compartir. 10. Pueden encontrar la “Canción por la paz” en https://www.youtube.com/watch?v=DLael9_ udZ4
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“El Reino de Dios es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, se hace más grande que las otras plantas del huerto y llega a ser un árbol tan grande que las aves van y hacen nido en sus ramas” (Mateo 13, 31-32) 53
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“Las estructuras justas nacen y funcionan cuando la sociedad percibe que el hombre y la mujer, creados a imagen y semejanza de Dios, poseen una dignidad inviolable, al servicio de la cual se han de concebir y actuar los valores fundamentales que rigen la convivencia humana� V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida, Brasil 2007. (No. 537)
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“María dijo: ´Mi alma alaba la grandeza del Señor, mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador´” (Lucas 1, 46)
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sticia en las relaciones Esta fecha es oportuna para recordar cómo en Colombia se reconoció legalmente la violencia contra las mujeres en la Ley 1257 de 2008. Pero, ¿Qué se entiende por violencia contra la mujer?: “Por violencia contra la mujer se entiende cualquier acción u omisión que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el privado” 11. En dicha Ley (art. 3), se establecen las definiciones de 4 formas distintas de violencia contra la mujer: violencia física, violencia psicológica, violencia sexual y violencia económica o patrimonial12. El siguiente ejercicio te ayudará a comprender mejor a qué se refieren estos tipos de violencia y te brindará algunos elementos que se encuentran sancionados en dicha Ley. Busca las palabras que se relacionan con la violencia contra la mujer en el siguiente cuadro. Encontrarás su significado en el listado que aparece a continuación.
11. Ver Ley 1257 de 2008, Art. 2. Consultada en http://www.secretariasenado.gov.co/senado/ basedoc/ley/2008/ley_1257_2008.html 12. Idem
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SOPA DE LETRAS: “Construyamos Equidad entre hombres y mujeres para eliminar la violencia”
v e v o a s d f g m n b v I c x z o f c s a z v s o f i r ñ l k j h d a r i q s o m a g v e m s i e l c o m i s a r i a d e f a m i l i a i b o z o r c i l a u u s a d ñ f g l I s g u t r o m t x a h a h e c d f e v i o l e n c i a j e m l w d c f b e j n h f r a i s f m n o e s u t r d e r e a s a f s c i c i r b c i r o a d r l t a i n t r t e t g x i s v m a e r s f k c e p l u p b c i s e x q n c a m x i l o i i j a d s e s t e o i s h n i i m h p o q e t i m c i u r a m o d u r a u n c s l d i s m i n u c i o n d e l a a u t o e s t i m a q j i p p t n e n u r t l o m g t i j c r h o o g w o c z q o s t a r t y i j q w e c d o i g n w t e l o v u f d u r m b v o o u o r o s n h f t e b r m l b v i o l e n c i a s e x u a l o g e m s n t w o m i s q e w b d a ñ o p a t r i m o n i a l y s g a t i p b i e n e s t a r f a m i l i a r m u s i s o c v i o l e n c i a f i s i c a s h m k i d c e p o f g y a o m e n w q s a o a l i n t w o f a i w m e d i d a s d e p r o t e c c i o n c 60
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Conjunto de actitudes y prácticas aprendidas (sexistas, humillantes u ofensivas) llevadas a cabo en pro del mantenimiento de órdenes sociales en que las mujeres u otros grupos percibidos como débiles, son sometidos o discriminados (Machismo) Riesgo de disminución de la integridad corporal de una persona (Sufrimiento físico) Negar ayuda a la mujer estando enferma o herida es un ejemplo de esta forma de daño (Daño físico) Acción u omisión orientada al control abusivo de las finanzas, recompensas o castigos monetarios a las mujeres por razón de su condición social, económica o política (Violencia económica) Discriminación de personas de un sexo por considerarla inferior a las demás. Está relacionado con el machismo (Sexismo) Acción u omisión que causa muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económico y/o patrimonial contra la mujer, por su condición de mujer (Violencia) Consecuencia de la violencia psicológica sobre la estima que una persona se tiene a sí misma (Disminución de la autoestima) Medida de protección que consiste en que el agresor debe abandonar la casa que comparte con la víctima y sus hijos cuando su presencia representa un peligro (De– salojo) Aprovechar las condiciones de indefensión, desigualdad y/o poder entre la víctima y el agresor por medio de la fuerza para ejercer comportamientos de tipo sexual (Violencia sexual) El agresor tiene la obligación de acudir a este tipo de tratamiento que deben brindar las instituciones de salud (públicas o privadas) (Terapéutico) Forma de violencia que busca degradar o controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas mediante manipulación, intimidación, amenaza, humillación o aislamiento (Violencia psicológica) Tipo de medidas destinadas a garantizar alimentación y vivienda de la mujer y sus hijos. Están a cargo del Sistema General de Seguridad Social en Salud o a la EPS a la cual se encuentre afiliada (Atención) Daño por pérdida, transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales y bienes de las mujeres (Daño patrimonial) Institución que ofrece medidas de protección para restablecer los derechos de las mujeres víctimas de violencia (Comisaría de familia) Institución que cumple funciones de asesoría psicosocial y de protección en relación con niñas víctimas de violencia (Bienestar Familiar) Relaciones sexuales de un adulto con menor de 14 años aún con su consentimiento, ¿constituye delito? (Sí) Son ejemplos de ella: empujar, golpear, patear, atacar con un arma o sujetar por la fuerza (Violencia física) Medidas que buscan poner fin a la violencia, prevenir y proteger a la mujer víctima y su grupo familiar, sobre todo cuando hay altas probabilidades de que las agresiones se repitan (Medidas de protección) Hacer distinción, exclusión o restricción a una persona con el objetivo de anular el goce o ejercicio efectivo de sus derechos (Discriminar)
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“Hay lugares y culturas donde las mujeres están discriminadas o infravaloradas por el solo hecho de ser mujeres, donde se recurre incluso a argumentos religiosos y familiares, sociales y culturales de presión para mantener la desigualdad de los sexos, donde los actos de violencia se realizan contra las mujeres, convirtiéndolas en objeto de maltrato y de explotación en la publicidad y en la industria de consumo y entretenimiento. Ante fenómenos graves y persistentes, el compromiso cristiano es cada vez más urgente para que en todas partes se promueva una cultura que reconozca la dignidad que pertenece a las mujeres, en la ley y en la realidad concreta”. Papa Benedicto XVI. Discurso a los Participantes en la Convención Internacional sobre el tema “Mujer y varón, la totalidad del humanum”, Ciudad del Vaticano, febrero 9 de 2008. 64
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1 “Una voz grita en el desierto: ¡Preparen el camino del Señor, ábranle un camino recto!” (Mateo 3, 3)
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Esperamos que este Programador 2015, haya logrado contribuir con reflexiones y ejercicios prácticos para tomar mayor conciencia sobre la necesidad de construir la paz cada día, empezando por las relaciones que establecemos entre hombres y mujeres y avanzando en la comprensión sobre cómo podemos aportar en la “construcción de un mundo nuevo” que nos conduzca por un camino de verdadera paz y reconciliación.
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Oración a María María, mujer de la escucha, haz que se abran nuestros oídos; que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las miles de palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, a cada persona que encontramos, especialmente a quien es pobre, necesitado, tiene dificultades. María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús sin vacilaciones; danos la valentía de la decisión, de no dejarnos arrastrar para que otros orienten nuestra vida. María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan «deprisa» hacia los demás, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú, la luz del Evangelio al mundo. Amén. (Papa Francisco, Mayo 31 de 2013.).
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