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DESENSUEÑOS, ESCISIONES Y DESINTOXICACIONES Prólogo por Carla Canals Poemas, ensayos y breves relatos
El siguiente poemario consta de 23 poemas, dos relatos breves (“la niña pt.1 y pt.2) y 5 ensayos (con el nombre “escritos de hospital”). Todos los poemas y textos fueron escritos en la Sala Montserrat Montero, del Hospital de Sant Pau, la sala de desintoxicación y patología dual, durante los 19 días (y 500 noches) que pasé ingresada como paciente, en Febrero de 2020. Estos días los recuerdo con anhelo, ya que me hicieron crecer, aunque también romperme. La sala me hizo reencontrarme conmigo misma, desintoxicarme no sólo de substancias sino darme cuenta de la toxicidad que había construido a mi alrededor. El anexo 1 contiene el poema que le da título a esta obra y el epílogo contiene un breve texto como reflexión que escribí tan sólo llegar a casa después del alta hospitalaria. Se agradece a todo público que lea esta obra, que lo haga sin juzgar a la autora y que intente empatizar con la situación. Mi estado al entrar al hospital era ansioso, depresivo y paranoico, todo a raíz de las circunstancias y las substancias que consumía, pero siempre fue esperanzador. Gracias.
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Estos poemas y relatos se inspiran en el día a día, en las emociones efímeras.
Es por eso que se escriben desde las entrañas, Y los textos originales,
tienen tachones,
fallas.
Porque están escritos desde la pureza y crudeza de las palabras de la autora. Agradecer sobretodo al personal médico y de enfermeria por la ayuda prestada, y a los compañeros decirles;
fuerza,
la lucha continúa.
Gracias de antemano por abrir estas páginas, lector.
Carla Canals
lunes, 9 de Marzo, 2020
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ÍNDICE
Prólogo (Por Carla Canals) Poemario
9
1. A ella
10
2. A veces
13
3. Suelo
15
4. A color (oda a mi poema “Negro” - 2017)
18
5. Duelen
21
6. Cómo te pones
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7. Qué tormenta
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8. Siento
27
9. A mi alma
30
10. Autocrítica
33
11. Autocrítica pt.2
34
12. Miedos
37
13. Anhelo
39
14. Conceptos contrarios
41
15. La métafora de la oniria
42
6
16. Hace dos días
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17. Yo, y mi yo
51
18. Al poeta
54
19. Así eres tú, para mí
56
20. Pocos, mucho…
58
21. A tí, abuelo, por todo
60
22. Febrero
62
23. (Anexo) En mi celda, rota.
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Breves relatos (la niña)
67
. La niña pt.1
68
. La niña pt. 2
71
Ensayos (escritos de hospital) . Oda al brote
73 74
. Oda al brote pt.2 (choque con la realidad) 76 . Sentada aquí / allí, contigo
78
. Despierto
80
. Cada día
83
Epílogo (por Carla Canals)
85
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POEMARIO
DESENSUEÑOS
9
A ella 21.2.2020 Tienes
la mala suerte
de tener esa alma
ese cuerpo
y esa mente‌
Esa mirada que hace Que hasta el diablo te desee el bien Y Dios,
Dios te perdone por tus pecados,
pero te desee, de tu ser, muerte.
Tienes aquellas ganas, De devorar el mundo De inundar avernos De incendiar cielos
que rebosan,
por tu iris azabache. 10
Tienes Vocablos impredecibles Sollozos inexplicables Sentimientos puros Que te miro, y se me cae el mundo.
Pero este mundo no, Este mundo no te entiende, Te sientes perdida tal aguja en pajar, Tal ratĂłn sin dientes.
Tal leĂłn sin melena, Escritora sin pluma Tal arder sin la llama,
que a todos abruma.
Y te llena el llanto, Te vacĂa el valor, Con que vienes a la vida, Llena de dolor. 11
Y te aumenta la ansiedad, Siempre intentas recomponerte, Cuando a pedazos está, Tu cuerpo inerte.
Y cuanto más vueltas le das,
como caracola en mar
como noria en feria
como rumba cantar,
más sola te sientes.
Tal desierto sin arena, Tal pétalo sin flor, Tal presa sin cadena, A quien el mundo ató.
12
A veces
21.2.2020
A veces A veces ardo como Bruja en la inquisiciĂłn Magullada,
agonizando en su Ăşltimo suspiro,
Por su humilde inmenso poder Que se reduce a cenizas,
banales,
olvidadizas,
sin ella querer.
A veces me inundo,
como Medusa.
Con su pelo serpentino, Que sesea y asusta A cualquiera que desease acercĂĄrsele
o siquiera acariciar su sombra.
13
A veces,
a veces me siento Juana,
acusada aunque después perdonada,
por ellos ambas.
Pero a veces,
a veces me creo Lilith
Ahogada de fúria en el Edén,
oprimida
Luchando,
escapando a mi voluntad,
De un paraíso,
al que no pertenezco.
Y es esas veces cuando,
atada,
Y me siento libre;
rompo con todo.
de tí, de mí,
de ellos. 14
Suelo 22.2.2020 Suelo, Suelo hacerme la vida imposible, Me intoxico,
para sentir; cero, o mil, como aquél que dice.
Suelo sentirme bajo tierra, Despertar con ansiedad/ soñando guerras, Porque la belleza de este mundo/ se hace tan intensa, Que cuando cierro los ojos/ vivo guerra.
Y solía, Solía beber mucho y rápido, hasta emborracharme en un minuto, colocarme en segundos, fumar hasta esfumarme, “comerme el mundo!” Para saciar el vacío.
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Pero ahora ¿qué me queda? ¿Qué me queda? Pintar sobre blanco el lienzo,
crear un irreal eterno
escribir sobre papel virgo,
cantar como pájaro, sobre 4x4.
Y suelo,
suelo observar.
Ya que mi transparencia delata Mi hipersensibilidad me pone en duda Y mi cabeza me ata, como a Luis Cernuda.
Y suelo,
suelo no juzgar.
juzgada, pasar.
ya que he sido muy y sé por lo que hay que
16
Pero Sin embargo, Me cuesta denunciar mi lucha La sufro en silencio Temo a que nadie entienda
como a Juana de Arco.
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A color 22.2.2020 (oda a un poema original de 2017***)
Negro como cuando llegas a casa sin apenas tiempo Y lo único que siento/ cínica, es NEGRO.
Verde, como la puta esperanza que mantengo de que vuelvas, cambies de rumbo, madures, valores, en algún momento.
Rojo, como ardería, …entre tus piernas, cuerpo, ojos…
rojo…
Y azul, azul como los ojos en los que me perdí. 18
Azul zarco marino cian cielo‌
‌todos los tonos, vivĂan en aquellos ojos.
Y negro, El puto negro otra vez,
como cuando te abres conmigo y,
Cuando parece que me vayas a dar la llave,
Cambies la cerradura.
19
***
20
Duelen 22.2.2020
Y me duelen las entraĂąas, De escupir versos, Que al mismo Lucifero/ lucero/ luz del alba,
duelen.
Y me duele el alma, Mi corazĂłn oprimido Por callar/ esparadrapo, Sentimiento puro.
Y me duele el cuerpo, Machacado por el temblor/ la angustia Y el miedo, sobretodo el miedo; De verme en este mundo/ desnuda.
21
Por la transparencia de mi ser La crudeza de mi vocablo La intensidad de mi emociรณn Y la realidad,
que se me escapa de las manos.
22
Como te pones 22.2.2020 Me encanta cuando te pones,
llorona como niĂąa,
Sin entender mundo
que a todos apaliza.
Me encanta cuando te pones,
agresiva como GG Allin,
Contra ti misma te autocastigas, frĂĄgil.
Me encanta cuando te pones Contra ellos bomba Por oprimir tu belleza de hembra Tu cuerpo, escultura/ tu voz, sombra.
23
Y me encanta cuando te pones, A carcajadas silenciosas a reír Ya que sabes que por mucho tiempo La nada/ has podido sentir.
Pero no me encanta porqué
sufras calles rías chilles o grites.
Me encanta porque tú,
pura y bella…
…le pones pasión, Hasta a matar
a tu propia doncella.
24
Qué tormenta 22.2.2020
Qué tormenta/ dices, Cuando palabras disparo, Como rifles, Como balas/ de una cuarentaynueve.
Porque no sabes que yo, en todos mis aspectos, yo con toda mi pasión…
… siento como Gyllenhaal en Hysteria. Veo como Picasso Duermo como Donnie Darko Y palpo, palpo como Da Vinci
En todas sus modalidades/ de arte, hago el mundo.
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Y escribo, Escribo como Baudelaire A veces como Bukowski, Romåntica, o bien cruel‌
Pero siempre, Hasta el fin de los tiempos, Hasta que me quede sin pulso, Siempre,
escribo.
26
Siento 22.2.2020
A días siento Que hablo Sumerio Ebreo Ruso Polaco…
… y que nadie me entiende.
A días siento Que quiero ver Como un ciego; Nada.
Pero todos los demás sentidos,
afloran.
27
Y te toco. Y / a días, Es como tocar marfil o piedra O arena / suave Y otros días roca, Espinas Que duelen.
Pero siempre me siento real. Porqué escondo poco mas que mis miedos Y / a días, Ni siquiera eso.
Real Real porqué no escondo
ni finjo
ni desafío…
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‌ porque observo,
amo
con la riqueza / de mi pasiĂłn
y la pobreza,
de mi materialismo.
Porque soy yo, Un crisantemo que duerme. Y cuando despierta / aflora. Y todos, su belleza / admiran.
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A mi alma 23.2.2020
Han intentado comprar mi alma doctores camellos amigos no tan amigos y me he renegado de venderla.
Han intentado comprar mi alma, Pero la cabrona, Se resiste.
MĂŠdicos, A base de medicaciones / de varios colores; Aplacarla aplatanarla aplastarla sumirla en miseria.
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Pero la muy hija de puta, Se resiste. Y a cuántas más pastillas, Mas cuenta chistes.
Camellos / han intentado comprarla Al mejor postor / por treinta duros O un par / o un micra, Pero se ha renegado a ser vendida.
Qué si, “tan guapa qué eres, a ver si más por aquí apareces” O bien, “qué loca que estás, quizás de más pastillas requieres.”
Han sido tantos, tantos, Los comentarios sobre mi alma Y, tan pocos, tan pocos, 31
Aquellos que se han,
tan siquiera,
acercado a comprarla.
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Autocrítica 26.2.2020 Construcción impulsiva Conducta autodestructiva Mala gestión de la angustia Pensamiento circular y ostias.
Así soy yo, Inestable hasta las trancas. Contrariada, desasosegada, ajetreada Irritable, nerviosa, montaña rusa
Pero a pesar de eso
por mí misma amada…
aunque no,
no a todas horas…
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Autocrítica pt. 2 27.2.2020 … ya que mayormente, Me detesto
me odio
me haría / daño.
Y mayormente estoy
tan cansada
que hasta ducharme, vestirme (aquí, en el hospital) quererme;
Me da pereza.
Por contra / hay pequeños rayos de luz, Que se cuelan / por la ventana que es mi depresión Y me dan euforia / que no es siquiera alegría Es mucho más que eso / mucho más.
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Es como un bicho que me come por dentro Y me hace no dejar de hablar. Verborrea, intensidad, Ganas de saltar por los aires, estallar.
Pero como buena montaña rusa, Cuanto más alta es la subida, Más rápido y duro, Es bajar.
Y me estampo, De bruces con la realidad, Y siento, No pertenecer a ningún lugar.
Es por eso que ahora más que nunca
me necesito
estable fuerte dura.
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Por favor Carla,
necesito tu ayuda,
para encontrar entre tanta guerra,
PAZ.
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Miedos 26.2.2020
Tengo miedos Miedos irreales Temor a que me abandonen, Otra vez, como antes.
Tengo miedos, Que son tan irreales, Que a los demĂĄs hacen reĂr, Y a mĂ / me hacen / llorar a mares.
Esos miedos me comen Taladran Abducen Y encima / me conocen bien.
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Ya que salen de mi subconsciente Se escenifican en mi oniria Los sufro con desidia Durante el día.
Y me calmo solo, Solamente dejo de sentirlos, Cuando alguien externo Entorno a quién gira el miedo
Me dice:
Carla, tranquila,
todo está bien
voy a quedarme,
a tu lado.
38
Anhelo 26.2.2020
Anhelo andar por las calles En mi soledad taciturna Normalmente nocturna Ambigua.
A veces me pregunto a mí misma ¿Por qué el mundo suele hacérseme hostil? ¿Por qué una palabra puede romperme, como marfil?
Anhelo andar por las calles Cuando hay nubes Sintiéndome triste/ sosegada / preocupada, Con despiste.
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Tropezando, Varias veces Con las mismas piedras, Sin aprender errores.
Y anhelo, Anhelo andar por las calles Siempre sola / a paso fugaz, Como huyendo.
Es mรกs, Esquivando A los vivos fantasmas que andan, Sin ganas /por esta faz.
40
Conceptos contrarios 27.2.2020
La nada y el todo La pared y la espada La piel y el lodo Soñando en la almohada.
La cruz y la libertis Intoxicación y pureza Guerra de conceptos En mi cabeza.
El vaso y el mar Represión y flotar El ardor y el frío El hielo y el fuego o bien la cuerda, o bien loca, de atar.
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La metáfora de la oniria 28.2.2020 Hoy he despertado, al fin sin miedo Aliviada, con ganas, esperanzada Me comería el mundo Del hambre de positividad
que tengo.
He tenido un sueño lúcido Esta vez era diferente Esperanzador No angustiante,
lúdico.
Estábamos en el hospital Había muchas salas / cada una Con su gravedad / estábamos todos Con lo que nos diferencia.
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Venías Yo estaba sufriendo Ya que me maltrataban / en el hospital También a ellos.
Nos escapábamos / unos cuantos Creábamos una comunidad / en lo suburbios Dónde nos dábamos mucho amor En ese hospital / bajo el suelo.
Y venías tú Oníricamente estabas discapacitado Aún así me cogías de la mano Me tendías tu ayuda
Para ir a ver otro paisaje, Lejos de lo liviano Ver naturaleza pura No lodo / no zulo / no angustia. 43
Y después de muchos obstáculos / vallas Puertas oscuras / escaleras Baches / amarguras Encontrábamos / la salida.
Todo tenía sentido Ya que / al final de la carrera Tú / en silla de ruedas Yo / enferma y calva por cáncer de mama
Llegábamos a un idílico prado Aún dentro del recinto Con un lago inmenso Había / golondrinas / libélulos
Y me decías ¿ Ves ? Observa La gran belleza de este cruel mundo. 44
Ya que ahí estaban juntas Rarezas y exotismos Del planeta Tierra.
Ahí convivían En sus últimos suspiros Personas de todas razas / edades Y riquezas.
Un pájaro azul, Hasta él tenía defectos. Un lago turquesa lodo, Donde nos bañábamos.
Y al final del sueño / me tendías tu mano Soltabas tu silla / corrías / ligero Sobre un terreno / mundano Y me decías / te quiero. 45
Hace dos días 28.2.2020
Hace dos días O dos noches Hace mucho tiempo, O poco / depende…
…me dio un ataque de pánico. Sentí la rabia / la ira El dolor / el sufrimiento Todo al mismo tiempo.
Y me hice daño, Por no herir a nadie. En ese momento era muy mucho, Un ser bastante peligroso.
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Me dí de golpes A mí A la puerta / al colchón Y de vuelta a mí again.
Si la puerta hubiese sido de madera / la hubiese roto. Si hubieses estado delante / con palabras cuchillo te hubiese apuñalado. Si hubiese tenido las cuchillas / sangre, sangre hubiese derramado.
Pero recibí la ayuda. Del enfermero, Y de quien fue el eje del conflicto, Que vino a pedir disculpas Por las palabras que desencadenaron / todo.
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El enfermero amenazó suavemente Debido a visualizar mi rabia e hiperventilación Con usar métodos escalofriantes Para calmar mi sinrazón.
Pero no hizo falta, La comunicación, A veces Es la solución.
Una palabra/ una mirada Vale más / que mil agujas. Llenas de sedante / O más Que mil camisas de fuerza Contenciones / cosas de psiquiatras.
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Es por eso que hoy, Después de hace dos días Me siento más liberada Más en calma.
Sentí la ira en toda su forma Pero en vez de aplicar la ley extrema Una palabra / un abrazo Calmó mi angustia.
Es por eso que hoy, Después de hace dos días Siento menos miedo, Más fuerza / eterno.
He vencido al monstruo Que me crece a veces por dentro entendiendo disculpando y sobretodo, comunicando.
49
Gracias ( a ĂŠl) por picar en la puerta En el momento adecuado. Gracias ( a mĂ) por no dejarme comer Por mi monstruo.
Gracias.
50
Yo, y mi yo 28.2.2020
Son, Los pequeños detalles; Los que me hacen, feliz.
No me haría feliz que me prometieras la luna Hace años no creo en esas cosas Me han roto demasiado / por ser confiada Como me repito a veces / de buena, tonta.
Ahora soy más inestable Digamos que Estoy en el punto álgido De un trastorno psiquiátrico.
51
Pero las subidas y bajadas Recaídas / abusos Psicosis / y demás Me han hecho madurar.
Veo las cosas con más peso En el saco de mi espalda Comparado con los demás En mi edad misma.
Es por eso que me hace más feliz Una sonrisa en el momento adecuado Escribir en el preciso instate / pintar si de mí sale Cantar cuando lo vea necesario.
Y tú / vosotros / ellos / me podéis hacer feliz Con una caricia en elemento adecuado Una colleja si de lista me paso Un paseo por el pasillo o / juntos hacer deporte / en el gimnasio. 52
Son las pequeĂąas cosas De la vida Que una
a
una
Me hacen, Inmensa .
53
Al poeta 28.2.2020 Al poeta Artista Que siente, hipersensible.
Que vive, Con ilusiรณn, Ganas, Pasiรณn.
Al poeta Que idealiza Para luego plasmar Sobre la pizarra / con tiza.
Al poeta Que promete 54
Y cumple Añora / sufre.
Y llora / y ríe / escribe / sueña Y vive / muere En cada palabra En cada letra.
Al poeta,
decirle,
fuerza.
55
Así eres tú, para mí 28.2.2020
Así eres tú para mí.
Doblaría todas las páginas de tu libro En todas ellas admiro algo En todas las formas eres bello Divino placer,
diablo.
Me leería tus versos Una y otra vez Te miraría a los ojos Sin saber qué hacer.
De hecho muchas veces Anonadada me hallo Por tu naturaleza bella
56
Eres humano,
sin fallo.
amado.
Así eres tú para mí Como un cuadro de Picasso Monet / Schiele Velázquez / Van Gogh
Te admiraría en todas tus formas Toda tu gama de colores Todos tus errores Divina belleza que eres,
57
Pocos, mucho… 29.2.2020
De aquí Me llevo unos pocos Muy poquitos De los muchos / que he conocido.
Van / vienen Al igual que yo Que soy la veterana ahora mismo Pero vine / me iré.
Y esos pocos que me llevo, Me saben a mucho. Porque me hacen rica / bonita / feliz / cómoda Con esos pocos / soy yo misma.
58
Y cuando salga Tendré a muy pocos / por eso llevo días de luto Mucho parecían amigos, Aunque sólo conocidos eran.
Y prefiero pocos, Que valgan mucho Que muchos, Que me sepan a poco.
59
A tí, abuelo, por todo 29.2.2020
Abuelo Sigo haciendo aquello Que tú Me enseñaste.
Sigo poniéndole pan a la sopa Para que A poco no sepa Solo sepa / a gloria.
Sigo contando los segundos Desde el tres hasta el uno Esperando al semáforo de rojo a verde Como tú hacías / magia.
60
Sigo andando por las calles Contigo de la mano Sigo echando de menos la tienda de frutos secos Que en una inmobiliaria se ha tornado.
Sigo saludando Al mecánico / con la mano Al frutero / en su tienda Donde mi primer diente se cayó.
Y sigo echándote de menos, Desde los nueve años Y sigo esperando Como prometiste
Que vuelvas a casa Con una tortuga de tierra / para mí Pero la muerte me dijo que / para no volver
Te fuiste. 61
Febrero 29.2.2020
Febrero ¿Por qué te crees tan especial? ¿Por qué tienes 28 o 29 días depende del año, Porqué será?
Eres como el amor que te promete el cielo Eres el más corto Pero te haces eterno.
62
Y a la vez eres como yo, Frío Pero más caluroso Que el anterior.
Cambiante Contrariado Aveces esperanza Aveces / desolador.
Después de la cuesta de enero Tú aportas luz O bien Te vuelves más oscuro.
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64
ANEXO
En mi celda, rota. 28.2.2020 En mi celda, Rota Que no es una celda real Es una proyección / de mí misma.
En mi celda, Rota Oprimida / como río Que al final / desboca.
En la celda que yo misma he construido Y siempre se me rompe a pedazos Como cristales de ventanas Después de un duro puñetazo. 65
En mi celda Habitación blanca de hospital Hostil / acogedora Depende del momento / la hora.
Insomnio / sueños lúcidos Llantos / preocupaciones Preguntas sin sentido Y pedazo / en el suelo / firme
de mi celda
que he construído,
rota.
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Breves relatos LA NIĂ‘A
67
La niña pt.1 22.2.2020 Había una vez una niña, que lloraba de noche cuando a gritos, su madrastra, gemía. Y se tapaba los oídos, toda las noches. Con tanta fuerza, tanta puta fuerza, que hasta alguna vez, le llegó a sangrar el tímpano. Y esa niña lo sufría en silencio. Por la familia desestructurada. Por los sollozos de su madre. Por un padre salvaje, que se ponía aún más salvaje cuando ella (la niña) enfurecía. Y también había una vez, cuando la niña sólo necesitaba un abrazo era, en su colegio, abusada. De tonta, buena. De leal, traicionada. De bonita, para ellos fea. De flor, estiércol. También había una vez cuando, por la muerte de su abuelo su ídolo su “padre”
68
su persona, su cariño…
…su figura líder, quien del mundo hacía magia; Se consumió hasta morir, como un cigarrillo. Y la niña lloraba, lloraba, lloraba. Pero siempre sola, en su cuarto, para que nadie la viera. Porque no entendía, por qué tan mal se portaba el mundo, al cual ella sentía que no pertenecía. Y también sentía, que lleno de espinas estaba, aquél mundo que ella habitaba, y que en ella se clavaban.
Y como Gata, como a Cattana, a la noche la niña le temía; ya que aquellas sombras convertíanse en en monstruo, cuando en realidad, cortinas eran. Y su imaginación afloraba, y leía, leía, y se sentía extraña, en aquél mundo.
69
Sin saber, sin pensar, sin llegar a creer, que todo aquello, el cual había una vez, dolía… … haría que, algún día, su talento floreciera.
Fin. (por ahora)
70
La niña pt.2 26.2.2020 La niña le teme, le teme a la oscuridad. Ella aún no lo sabe, pero lo sabrá. A lo largo de su vida; le temerá, mucho, cada vez más.
Y ha llegado ese momento. La niña tiene miedo, mucho, se siente más sola que nunca. Ella es astuta, lo sabe; es carga. Carga para los demás, y parece que a nadie le importase. Y el llanto fluctua. No hay más gloria. Y no tiene a nadie, sola, no confía. Y todo el mundo ríe a sus espaldas. Porque ha llegado la noche, y tiene miedo que vuelvan a hacer con ella, lo que el monstruo hizo, cuando ella menos esperaba. Y solo el silencio le calma. Como en aquellos tiempos, que ella añora, de cuando era niña y tapaba sus oídos tan fuerte que dolía, y venía la muerte; pero la niña, a ella, asustaba. 71
72
Ensayos ESCRITOS DE HOSPITAL
73
Oda al brote 19.2.2020
{veo sombras que no dejan que me vea a mí, oigo paso que sobrellevan el desistir, siento cosas y tal vez nunca existí… ¿Dónde? en la historia que conté aquél día sobre ti.} A veces siento, quiero, deseo, tengo la necesidad (de manera incongruente) de vivir otro brote. (sólo uno más). Llámame “yonqui” de las psicosis, diciendo “un último”, antes que todo acabe… Me gustaría volver a conectar con aquella dulce y amarga a la vez sabiduría mística que me aportan las voces cuando las oigo ahí fuera. O bien en el altavoz del metro, o bien bajando del cielo como si de lluvia ácida se tratase. Quiero sentir la intensidad emocional propiamente dicha de una desbordación interior de la pasión psicotípica a corto plazo. Pido perdón por romantizar un trastorno mental ( o bien una cualidad cómo podría ser visto desde el punto místico de la maestría budista, por ejemplo); escribo mientras me tiembla a mil por hora la pierna como efecto secundario de aquello que “cura” (medicación antipsicótica) lo que en alguna parte del fondo de mi ser no deseo curar. 74
No os podéis llegar a imaginar qué bien sienta y ayuda oír alguna cosa que te aporta o bien consejos e ideas o bien te machaca; cuando la soledad te invade. Prefiero machacarme a no sentir absolutamente nada. No sabéis lo que es sentir una guerra, sentirla (real, con sus disparos y sus peliculeros truenos y relámpagos) cuando por dentro ya no sentís nada.
A la vez, tengo una lucha interna constante en la cual el bien y el mal pelean para resolver las siguientes cuestiones: - ¿Qué pasaría si viviera un brote eterno? - ¿Y si lograra hallar tal equilibrio en mi interior que las voces no fueran nunca negativas y, me ayudaran, por contra (mejorando y de manera progresiva) hacia una liberación del propio “YO”? - ¿Y si me ayudaran a vivir una vida plena lejos de intentos autolíticos, maltratos internos y angustia crónica? Pregunto. Nunca me sé responder, por mucho diálogo interno, por muchas vueltas, por mucho que indague en mis adentros. 75
Oda al brote pt.2 (choque con la realidad) 19.2.2020
Ahora me veo limpia, aunque con pequeñas secuelas a las cuales un psiquiatra suele llamar “trastorno psicótico no especificado” y/o “trastorno del espectro de la esquizofrenia”; etiquetas que he recibido, no olvidemos, después de varios ingresos hospitalarios, debidos a traumas y consumo abusivo de substancias, con sus respectivas bajas laborales. También me veo ahora sobria, lo más importante, sobria y lúcida. Es curioso, ya que según la mayor parte de mis conocidos en este estado debería sentirme llena y feliz. Por contra, siento un vacío y una soledad interiores que hacía tiempo no sentía tan intensamente. Será que he abandonado a mi fiel compañera; ¿la toxicidad de las substancias?. ¿Será que estoy, de alguna manera, de luto? Aunque vacía, contenta me puedo llegar a sentir a ratos. Cuando converso con alguien de confianza, me olvido de ese vacío en el pecho al cual pondremos con el nombre de “X”.
76
También me olvido de “X” cuando escribo en la habitación, leo, o bien converso con las voces de mi consciencia interior y la de algún intrusismo que se cuela en mi cabeza cuando el sol se va; o bien en forma de voz masculina, o bien en forma de verso creativo el cual normalmente rechazo o olvido de dejar rastro en el folio. Curiosamente la noche es el momento donde siento la energía más que nunca.
¿ Seré una lunática ?
Quién sabe…
…paradójicamente, aquél que más ríe, es el más infeliz.
77
Sentada aquí / Allí, contigo. 22.2.2020
Estoy sentada, en este pequeño pupitre de hospital, en una habitación que se me hace atmosférica, con un bolígrafo que aveces aprieto demasiado, con tinta intensa (quizás demasiado también) escribiendo. Y llevo un pijama demasiado azul, azul cielo, entre cian con cien gramos de turquesa. Con una pizca de verde esperanza, como para hacerme creer, que aún me queda de ella dentro. Pero hay pocas palabras que calmen. Y la pierna a ratos retumba y remueve como rascando aquél suelo inmóvil. Y la mente no calla, y pienso, ¡ah, qué canalla! Yo, que he jugado con fuego hasta el último instante. Pero hay algo dentro de mí que me hace fuerte, me hace no derrumbarme. Aunque el pecho ya no siento, ni el ardor que algún día sentí… Y se me entristece la mirada, se me caen párpados y labios, me dirijo visualmente al suelo; cuando revivo según qué estado o instante de mi vida. Cuando pienso en ti, o en mí, perdida. Y hasta me puede llegar a doler un poco la muñeca, 78
de tanto narrar, aquĂŠl dolor, que pocos pueden palpar. Y me gusta sentir el reflejo de la dualidad ambigua de ambos desnudĂĄndonos con la mirada. TĂş y tus ojos claros, yo, rara. Y es un secreto a voces las cuales chillan dentro de mi cabeza. Y por poco que no se me cae la baba.
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Despierto 25.2.2020
Despierto con el pecho cargado. Se me cae una lágrima. Hiperventilo. Estoy anonadada. No entiendo nada. He vuelto a tener, un sueño lúcido. Esta vez narraba un miedo que tengo aquí dentro, rectifico, el peor miedo que tengo aquí dentro. Y ese miedo, es sobre ti. Cada día que pasa, me hago la misma pregunta. Cada segundo que pasa, me siento más estúpida. Al llevar 11 días en la burbuja Montero me he alejado de ti. Es ambiguo; no creo dependencias emocionales pero, al no verte, dejo de sentir tanto por ti. Dejo de imaginarte, soñarte con deseo e intensidad (o al menos en la superficie, eso parece). No sé qué ocurrirá al verte, si es que te veo… En fin, como dijo Jack el destripador, vayamos por partes. Y ahora toca hablar del sueño. Y era tal como… Acabo de salir del centro. Primer día en la calle. Marco tu número de teléfono. Tardas en contestar. Mucho. Además, a sabiendas que quién llama soy yo, no es ningún extraño, 80
r e s p o n d e s t a j a n t e : ¿ Q u i é n e s ? Yo c o n t e s t o, sorprendida ;“guapo, sóc jo, la Carla…”. Pero todo se invierte. Y me contestas: “No, Carla. NO, NO y NO. Déjalo estar, olvídate de mí. Estos días sin ti estoy mucho mejor y quiero seguir así, no verte nunca más. Ni te necesito, ni te aprecio como antes. De hecho, ya ni me importas; ¡NO, NO Y NO!”. Dice compulsivamente sin apenas dejarme espacio, sin tiempo para que pueda respirar. De repente una lágrima se me cae, en el sueño, y en la realidad, y vuelvo a sentir la angustia en el pecho. “¿Cómo que no? Si todo era idílico antes de entrar, cariño… Rozaba la perfección, romántico…” Pienso, y estoy atónita, con espanto, rozando el catatismo. “No puedes hacerme esto, con lo frágil que estoy ahora (sintiendo que me acaba de empujar desde diez metros y que yo estoy hecha entera de cristal). No puedes, NO, NO, NO, porfavor, no me hagas esto ahora…” digo casi suplicando. “¿Encima me vienes con chantaje emocional? ¿Encima me intentas manipular para que me quede a tu lado, no? Qué patética eres.” Dice él, para después colgar. Y a mí, se me ha aumentado la angustia con cada palabra. Todas las palabras han sido tajantes cual cuchillo. Y despierto, más rota, que nunca. Rota, como el cristal caído de un quinto; rota, como el cielo escindido por las nubes cuchilla; rota, como aquella brecha en la pared, en tiempos pasados… 81
Hace tiempo ya que mi oniria es parte de mi verdad. Que mi realidad, mis miedos, cuales a otros parecen irreales, se convierten en pesadillas constantes. Y yo ya no sĂŠ que hacer para desconectar, para sentir que descanso, para dejar de vivirlo todo tan intensamente. Doctor, dame mĂĄs de eso, necesito, descansar dentro.
por
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Cada día 27.2.2020
Cada día gente se va y gente llega. Cada día me siento peor, más vacía, menos llena. ¿Por qué todos parecen tan convencidos? La recaída es inherente al adicto y yo, yo tengo miedo. Si recaigo, haré de la inherencia una cualidad eterna, crearé un monstruo quizás. Haré de mí algo eterno, pero no seré yo nunca más. La psicosis se tornará en esquizofrenia, las voces se harán otra vez externas… … y yo sigo aquí en la sala y pasan los días y, con ellos, me siento más mala. Me siento rota, cada día más. Confío en alguien, y se va. Y así con todo en mi vida. Como en una película de David Lynch. Un bucle. Vienen, me rompen, se van. O bien vienen, me rompo yo solita, me cogen asco, se van. Pero a ratos siento en miradas cómplices, sonrisas cómplices en lo mismo gestos… … que entre nosotros nos entendemos y de la nada se hace todo, la hostilidad se vuelve acogedora, y dejo de sentirme; como humana, sola. 83
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Epílogo Por Carla Canals
El aterrizaje Primer día en la calle, primeros de Marzo, 2020.
Despierto. Desayuno en el comedor. Llueve a cántaros. Vienen ( mis padres). Salgo a la calle. De repente sale el sol.
Entré con mal tiempo, salí con buena cara. Estar limpia se me nota en la mirada. La gente cambia, yo he cambiado. Cada uno seguirá su camino, yo seguiré el mío. Estaré un tiempo de luto. Por los tóxicos, substancias, por amistades, lugares. Pero cuanto mayor es el sufrimiento, mayor es la recompensa.
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A ratos tiemblo. Me fumo mi primer cigarro, abrumada por tanta luz exterior. No artificial. No interior. Salir a la calle después de 19 días en la burbuja de la Sala Montserrat Montero (Hospital de Sant Pau, patología dual) me ha cambiado. Y los primeros pasos tratan sobre readaptarme en la sociedad. Con miedo, para protegerme/ con fuerza, para no hundirme.
Sólo quiero agradecer a los médicos, enfermeros, terapeutas y compañeros por todo. Todo lo que he sentido y vivido dentro de la sala de desintoxicación me ha hecho madurar. Crecer. Liberarme.
Os doy las gracias y me deseo suerte. Siento la esperanza en su máximo significado.
Empieza mi nueva vida.
Punto
y
aparte.
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