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ESTOY EN UNA RELACIÓN ¡AYUDA!

Bueno, primero que nada ¡cálmate! No hay nada de qué alarmarse. Puede ser que estés en tu primerísima relación, o puede ser que ya tengas experiencia en el tema. De cualquier forma, ya dijimos que las personas son diferentes y por lo tanto sus relaciones también. Lo que significa mi muy estimado lector, que sin importar si es tu primera pareja o la décima, cuando empiezas una relación con alguien estás entrando a un mundo completamente nuevo y maravilloso. Puede que no sea tu primera relación, pero es la primera vez que estás con esa persona (E incluso si no es la primera vez con esa persona, puede sentirse como si estuvieran empezando completamente de nuevo, pero de eso ya hablaremos más adelante). Y para cuidar y nutrir esa relación es importante saber una o dos cosas las cuales veremos aquí.

Es importante entender algo. El propósito de esta guía tiene su punto fuerte en la próxima sección. Pero sería muy irresponsable de mi parte enfocarme solo en una cosa y dejar de lado otras que tienen igual o incluso más importancia. A lo mejor es imposible evitar del todo las peleas y discusiones, pero eso no significa que no lo vayamos a intentar. Para simplificarnos un poco, vamos a dividir esta parte en tres, como cuidar de una relación cuando empieza, como cuidarla con el paso del tiempo, y a modo de un consejo extra también veremos cómo cuidarla cuando uno ya se encuentra casado.

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Consejos al empezar una relación

Cuando queremos iniciar una relación de noviazgo (y especialmente si se trata sobre la primera relación que tenemos) empiezan a surgir ciertas dudas, e incluso miedos. Esto se debe a que tendremos las mejores expectativas acerca de lo que va a ser esa relación en pareja, y naturalmente querremos que todo vaya bien desde el primer momento. No hay nada malo en preocuparse y anhelar que la relación en pareja que vamos a tener sea una relación buena y sana. Sin embargo, lo que debemos evitar es el obsesionarnos demasiado con el tema. No podemos permitir que este temor nos impida conocer más a la otra persona o comenzar una relación. Este es un riesgo que todos debemos tomar. Es un salto de fe donde, si lo hacemos correctamente, las recompensas valdrán la pena, porque tendremos una felicidad que difícilmente tiene punto de comparación. Eso te lo garantizo.

Por eso, en esta parte quiero dar algunos tips sobre cómo manejar las cosas cuando esa relación recién está empezando. Y quiero decirte algo muy importante: siempre que puedas tú también enfócate en esta parte porque te servirá más de lo que crees. Ayudará a que las cosas vayan por buen camino el mayor tiempo posible. Y te ahorrará muchos malos momentos que a futuro puedan dañar de manera irremediable tu relación.

Conocer a tu pareja

Muchas relaciones suelen darse de formas muy espontáneas. Otras llegan a surgir de una amistad. De cualquier manera, es recomendable que la persona con la que deseas iniciar una relación sea alguien con la que hayas salido al menos unas cuantas veces. Y que eso les haya permitido tener tiempo suficiente de conocerse. Incluso con el paso del tiempo, es imposible conocer del todo a una persona (eso lo sabemos todos). Sin embargo, trata de conocer al menos los aspectos básicos de esa persona.

Pregunta cuáles son los intereses de la otra persona. Investiga lo más que puedas sus características particulares y sus hábitos. Conocer lo más que podamos al otro es una de las claves del éxito. Es importante que conozcamos cuáles son sus principales valores, ya que en caso de no encajar con los nuestros, es donde pueden comenzar a aparecer problemas. De igual manera, averigüen que cosas tienen en común para que puedan sacarle el máximo provecho a todo aquello que puedan compartir juntos y sintiéndose a gusto.

En esta misma línea, hay que hacer hincapié en un elemento muy importante. Aceptar a la persona tal y como es. Muchas veces, y sobre todo cuando uno está enamorado, dejamos de ver a la persona en su totalidad y nos enfocamos únicamente sus virtudes. Nos parece que esa persona es una maravilla absoluta. Pero en este mundo nadie es ni será perfecto. Hay que tener en cuenta que todos y cada uno de nosotros tenemos tanto defectos como virtudes. Si nosotros pensamos que nuestra pareja está llena únicamente de virtudes, nos estamos dejando engañar por una falsa ilusión. A medida que pasa el tiempo es cuando comencemos a notar los defectos de nuestra pareja. Si estos no van en contra de nuestros propios valores personales o no atentan directamente con nuestra persona, debemos de aprender a aceptarlos. Y nuestra pareja debe de hacer lo propio con nosotros. Para muchos podrá parecerles difícil, pero este se convierte en un pilar fundamental cuando se toma la decisión de estar con alguien más en una relación.

Expresa tus expectativas

Exprésate abiertamente y no tengas miedo de tomar la iniciativa. Si tomas las decisiones, eso le hará ver a tu pareja que llevas el control de tu vida. Eso sí, en cualquier discusión debes tener en cuenta también los deseos de la otra persona. Tal vez esto pueda parecer algo innecesario. Sin embargo, en muchas ocasiones las parejas llegan a tener conflictos porque, antes de empezar a estar juntos, nunca hablaron acerca del tipo de relación que deseaban tener. Por darte un ejemplo, puede pasar que uno esperaba tener una relación más formal y la otra persona no. O que incluso hayan empezado a salir y uno de ellos considere que ya han comenzado la relación y el otro no. Para evitar esos malos entendidos, lo mejor es establecer qué tipo de relación se quiere tener y a donde se quiere llegar.

Ahora, siendo honestos, ¿Cuántas veces has soñado con tu pareja ideal? ¿Cuántas veces has imaginado una vida al lado de una persona? Hay que intentar no idealizar tanto el amor. Es mucho más recomendable ser realistas, manteniendo los pies sobre la tierra. Que hagas todo lo posible por disfrutar del presente y valorando a la persona con la que estás tal y como es. De esa manera ambos se sentirán mucho más cómodos con la relación.

Hablen de todo

Si crees que hay un tema de conversación inapropiado o prematuro, no tengas miedo y díselo. Por otro lado, no deberías ver como una mala señal que tu pareja te diga que de momento no quiere hablar de algún tema en particular. Con el tiempo aparecerán más situaciones y la confianza para ser más abiertos el uno con el otro. Otro factor importante es la honestidad. Este es un aspecto muy importante, no sólo en una relación de noviazgo sino en cualquier tipo de relación. Desde que empieza tu relación, debes intentar ser lo más sincero posible con la otra persona.

De igual manera es fundamental que exista el respeto entre ambos. Si en algún momento le faltas al respeto a tu pareja o ella a ti, no lo pasen por alto. Siéntanse, hablen del tema y pongan límites para que eso no vuelva a ocurrir. De esta manera evitarán muchos problemas que puedan surgir más adelante. Por último, busquen fomentar la confianza dentro de su relación. Este es un aspecto muy fundamental y que deben cuidar con sus vidas. Es justo y necesario que puedan demostrar confianza día a día, todos los días, sin falta. Si la confianza se daña ya están entrando en terrero muy peligroso. Sean honestos, traten de no guardarse demasiados secretos y por lo que más quieran en este mundo, eviten mentir a sus parejas. Salvo que sea con el propósito de organizarle una fiesta sorpresa o una cena romántica de improviso. En estos casos si es aceptable.

No seas insistente

Al principio, suele ocurrir que uno cae en el deseo constante de hablar con su pareja, o saber qué hace o dónde está. Si bien tratar de tener comunicación constante es algo positivo para ambos, existen ciertos límites que uno debe respetar. Si la otra persona anda ocupada pues, se comprensible y piensa que te hablará ni bien pueda hacerlo. No pienses que te ignora a propósito. O que su falta de comunicación es igual a falta de interés en ti. Las personas organizan de forma diferente sus prioridades, y esto no tiene por qué ser algo negativo.

Puede ser que te hayas enamorado perdidamente de tu nueva pareja, pero no deberías exigirle que desde el principio de la relación se comporte igual que tú o que sienta el mismo cariño. (Esto puede ocurrir más a menudo de lo que crees). Las personas son un mundo de diferencia y cada una necesita su tiempo. No es bueno intentar forzar las cosas porque si van a ritmos diferentes, alguno terminará sintiéndose agobiado. Igual a la hora de hacer planes más serios, como irse a vivir juntos o conocer a sus padres, es importante que cada uno se tome su tiempo y lo haga cuando se sientan completamente cómodos con esas ideas.

No seas negativo

Si por alguna razón la otra persona reacciona de una manera que no esperabas, no te precipites en pensar que las cosas van mal. Busca la forma de comentarle la situación de una forma amigable y explícale cómo te ha molestado su reacción. Una de las bases para sostener una relación consiste en saber hablar las cosas. Y siempre es importante hablar en lugar de enojarse sin más y que tu pareja no pueda darse cuenta de que fue lo que hizo mal. Hablando podrán solucionar muchos problemas antes de que estos crezcan y empiecen a dañar su relación desde dentro como si se tratase de un cáncer.

Y cuando hablen siempre pongan la confianza y el respeto por delante. Podría llegar a ser que estés a la defensiva porque anteriormente fracasaste en el amor, o porque tienes una gran dependencia emocional y no quieres salir lastimado. De cualquier manera, lo mejor es tratar de tener una actitud positiva, en lo posible pensar con la cabeza fría y no tomar las cosas demasiado a pecho.

Saber ceder

Procuren encontrar soluciones que los beneficien a ambos. Si no te sientes de acuerdo en algo, evita responder con un “NO” categórico. En lugar de eso, exprésale que te hace sentir incómodo e intenta hacer una contrapropuesta. Es decir, busquen la forma de hacer algo de manera que los dos puedan disfrutar con plenitud. Uno simplemente no puede controlarlo todo en una relación. Cuanto antes lo asumas mejor. No puedes controlar la vida de tu pareja, ni su comportamiento, ni lo qué hace cuando no está contigo, ni con quiénes se relaciona. Trata de no invadir su espacio. Verás cómo poco a poco la otra persona te va involucrando en su vida y tú también te encontrarás pasando más tiempo con esa persona, su familia y sus amistades.

En ese mismo sentido, es importante que intenten encontrar el equilibrio ideal entre intimidad y distancia. La cercanía física es muy importante para una relación (aparte que es bonita, no nos vamos a engañar), pero conviene no aislarse de tus otras relaciones sociales. Ninguno de los dos debería perder el contacto con sus amistades. Dense algo de tiempo para extrañarse. Pero tampoco se extrañen demasiado. Por último, es normal que cuando empieces una relación con alguien, pases mucho tiempo pensando en esa persona, y satisfaciendo sus deseos, pero esto no debe hacer que te olvides a ti mismo. Guardar un poco de tiempo para ti siempre te vendrá bien.

Consejos para llevar una relación

Es importante notar algo aquí. Si bien esta sección está separada de la anterior, eso no significa que sean cosas completamente aparte. Si quieres que tu relación vaya por buen camino esos consejos los tienes que aplicar de manera constante. Tal vez alguno sea solamente para válido para cuando tu relación esté comenzando. Pero definitivamente eso no les resta importancia. La única distinción que podríamos hacer aquí es que con el tiempo surgirán nuevos detalles a tomar en cuenta. Pero como digo, aplica todos los consejos siempre que puedas. Las relaciones son para cuidarlas desde el primer momento hasta el último. Y como sé que no es tarea sencilla, estoy aquí para ayudarte. Vamos a recuperar algunos conceptos importantes e introducir algunos nuevos que aparecen a medida que tu relación va madurando.

Ahora bien, aquí pueden darse dos situaciones posibles. La primera es que estés siguiendo el orden natural de las cosas, tu relación ya lleva un tiempo y estás buscando como solidificarla. La segunda es que, al momento de leer este texto, ya te encuentres en una relación. Puede ser que las cosas vayan bien y quieres que se mantengan de esa manera. O, en el peor de los casos, las cosas están yendo muy mal y buscas una solución. Si el contexto es este entonces estamos tratando con un problema muy serio. Considera esto como un punto de inflexión. Podrías ser este el tiempo de salvar tu relación o, al contrario, perderla para siempre. Sé muy cuidadoso y piensa bien cuál será tu siguiente movida porque lo hagas ahora importará para siempre. Por eso te dejo los siguientes puntos:

Buena comunicación en la relación

Este es el primer punto que rescatamos. En cualquier tipo de relación, tener buena comunicación es esencial. Y cuando una relación en pareja ya lleva su tiempo, (incluso si ya están conviviendo juntos) gana más importancia aún. Cuando no existe una buena comunicación, los malos entendidos se vuelven el pan de cada día y esto genera discusiones y pleitos (que en su gran mayoría son completamente innecesarios) que poco a poco van dañando la relación.

Pero, ¿qué podemos hacer para mejorar la comunicación con nuestra pareja? Lo primero que deberíamos hacer es poner en practica la escucha activa. Esto significa que no sólo debemos “oír” lo que nos está diciendo la otra persona y luego entender solo lo que nos conviene entender a nosotros. Es muy importante aprender a ponerse en el lugar del otro y saber qué es lo que verdaderamente está pidiendo. Y también saber por qué lo está pidiendo.

Entonces, cada vez que tu pareja o tu quieran decir algo importante, asegúrense de que están prestando la atención necesaria para que puedan saber y entender qué es lo que desean. Hablen de forma asertiva y sin buscar entrar en una discusión desde el primer momento. Es recomendable (aunque pueda ser difícil de lograr desde un principio) que más que enfocarse en los problemas, traten de buscar las posibles soluciones y le den más importancia a eso. Tampoco está de más decir que siempre que sea posible, hablen las cosas de frente. Si se tiene una buena comunicación se les hará mucho más sencillo salir adelante frente a las adversidades y problemas que se encontrarán.

Eviten la rutina

Punto importante, pero les sorprendería cuanta gente lo puede pasar por alto. Y cuando la relación ya lleva algún tiempo, lo empezarán a notar mucho más. Sentirán que no se les ocurre nada nuevo y repetirán las mismas cosas una y otra vez. Deben tratar que cada una de sus citas sea diferente durante esta etapa. En la medida de lo posible, busquen actividades nuevas para hacer juntos. Salgan a explorar la ciudad, visiten museos, vayan a bailar (incluso aunque no sepan hacerlo), tomen un taller, etc. Sorpréndanse cada que tengan la oportunidad de hacerlo. Actividades para hacer hay por montones. Y créanme, a futuro agradecerán el tener tantos recuerdos de esos momentos.

Pero sí que es cierto que mantener un estilo de vida así y de manera prolongada puede volverse una tarea titánica. Entonces eventualmente sí, llegarán a un punto donde las cosas se volverán muy rutinarias. Esto puede ser especialmente cierto para parejas que lleven un tiempo casadas o que tengan años conviviendo juntas. Pero se darán cuenta de que a poco a poco tendrán tiempo de establecer rutinas que ambos amen y disfruten. Lo importante aquí yace en el hecho de que no se aburran en esas rutinas, sin importar cuántas veces se repitan. Traten de introducir elementos nuevos en todo lo que se haya vuelto rutinario. De esta manera podrán lograr que lo familiar les parezca algo nuevo cada día.

Perdona y pide perdón

Todos cometemos errores, y lo hacemos todo el tiempo. No importa cuánto lo intentemos, no podemos evitarlo. Pero cuando cometemos errores en una relación, usualmente suelen acarrear consecuencias peores. Entonces tu como persona debes estar dispuesto a pedir perdón por tus faltas. Pero no solamente eso, sino ser capaz de aceptar las disculpas de tu pareja. Es de gran importancia que se apoyen mutuamente. Cuando tu pareja hace algo grandioso, díselo. Y tu pareja debería hacer lo mismo por ti. Cuando cometa un error, también díselo y si lo haces tú que te lo digan a ti. Al enfadarnos se nos vuelve complicado expresar una crítica de manera constructiva. Entonces, no debemos olvidarnos que lo que nosotros queremos es informar a nuestra pareja cuando una cosa nos ha molestado y, en lo posible, evitar que vuelva a ocurrir. El punto no es castigar a tu pareja o hacerle sentir mal por lo que ha hecho.

No podemos ir por ahí arreglando las cosas con un berrinche como niños pequeños. Si quieres mantener una relación de pareja saludable, no te quedan de otra que aprender a comunicarte de forma asertiva y expresar tus críticas de la manera correcta. Discutan sólo un tema a la vez. No hablen un tema cuando estén muy enfadados. Busquen un momento donde puedan hablar de forma calmada y dejen en claro que quieren hablar sobre lo que sea que les hizo pelear. De esta manera ambos son conscientes de que quieren arreglar las cosas y se evitan sorpresas desagradables. Concreta que es exactamente lo quieres o esperas. Habla de cómo te has sentido tú antes, durante y después de la pelea. La otra persona tampoco es adivina y no sabrá exactamente qué es lo que sientes tu a menos que se lo digas.

Y sin importar que pase, no ataquen a la otra persona. Apuntar dedos y echar culpas solo llevará a más discusiones. Siempre trata de asumir tus propios errores e incita que la otra persona haga lo mismo. Eso les ayudará a mantener la conversación civilizada y les ayudará a entender mejor a la otra persona y resolver de mejor manera sus problemas. No se olviden que se quieren y quieren estar juntos. Por lo tanto, tratar sus problemas es de vital importancia para el bien de su relación.

Aprende que tu pareja no ve el mundo igual

Esto puede sonar algo complicado (y un tanto raro), pero para muchos será algo importante. Has de entender que tu pareja ha vivido en un ambiente diferente que el tuyo. Ha tenido unos padres diferentes, se ha rodeado de gente diferente y ha vivido unas experiencias completamente diferentes a las tuyas. Así que no te sorprendas si ve el mundo de una manera diferente a ti. No tienes por qué compartir la visión que tenga tu pareja de muchas cosas si tú no te sientes. Si entiendes que tu pareja no piensa, siente y actúa como tú, créeme que se van a ahorrar muchos problemas.

Los humanos tenemos la tendencia de pensar que lo que nosotros creemos es lo correcto. Y no es que tengamos malas intenciones, simplemente es algo inherente a nuestra naturaleza. Es inútil intentar convencer a tu pareja que tu visión del mundo está bien y la suya no. Cada uno verá las cosas de una manera distinta en función a su vida. En lugar de empeñarte en llevar razón tú, mejor intenta buscar una solución que incluya parte de la visión del mundo de cada uno. Encuéntrense en el medio, como se suele decir.

En esa misma línea, a veces pasamos demasiado tiempo intentando cambiar a las personas. Y la mayoría de las veces no obtenemos resultado alguno. Las personas solo cambian cuando quieren cambiar, o cuando existe algún cambio en su entorno. Si lo que queremos es que nuestra pareja cambie (para bien, para que sea mejor persona) lo mejor que podemos hacer es cambiar nosotros. Antes que andar reclamando las cosas, mejor dar el ejemplo primero. Tú demuestra las actitudes que quisieras que tu pareja tenga. Y asegúrate de que entienda que es tu deseo ver de su parte más actitudes como las tuyas.

Tomen juntos las decisiones

Seguramente habrá muchas personas que no tendrán problemas con esto, pero algunas si lo necesitan. Tú y tu pareja deben tener claro que es muy importante la privacidad entre ambos. Es mejor no permitir que otros se entrometan en su relación. Muchas veces la familia, en su afán por ayudar (o controlar, en algunos casos), puede terminar tomando decisiones en la relación que seguramente ninguno de los dos había considerado. A veces las amistades de cada uno también pueden jugar un rol dentro su relación que podría no beneficiarlos a ambos.

No entres en conflicto con la familia, no tiene nada de malo que den su opinión, sugerencias, o quieran interceder de alguna manera. Tampoco entres en conflicto con las amistades de tu pareja, ni siquiera con las tuyas. Es importante que cuando estén a solas con tu pareja mantengan un buen diálogo y tomen las decisiones que más les convenga. Toma las ideas que te parezcan buenas, analízalas con tu pareja y descártalas si no te convencen después de todo. Al final, la relación es de ustedes dos y ambos deben decir que es lo mejor. Está bien escuchar los consejos u opiniones de los demás, pero siempre asegúrense de que las decisiones finales las tomen ustedes y solo ustedes.

Habla sobre sexo

Igual este punto debería venir con una etiqueta de +18. Seguramente muchos no necesitan de esto, pero para las parejas más jóvenes y más “frescas” será importante. No tengan miedo de hablar sobre sexo de forma abierta y honesta. Si bien el sexo no tiene por qué ser algo determinante en una relación, juega un papel fundamental en el desarrollo de la misma. A final de cuentas, es la encarnación del afecto que sentimos hacia nuestra pareja.

En primer lugar, es sustancial conocer nuestro cuerpo. Debemos aprender a querernos, valorarnos, gustarnos, y saber expresar nuestra propia sexualidad de modo que seamos felices, aceptándonos a nosotros mismos. Nunca, pero nunca debes presionar a tu pareja para que haga algo que no desea hacer. Ni tampoco permitas que tu pareja te presione a ti. El consentimiento es obligatorio, sin excepciones. Para que una pareja disfrute plenamente de su sexualidad, no hay más secreto que dejarse llevar por el deseo del encuentro.

Se puede hablar de sexo después de tenerlo, pero también durante. Podemos guiar a nuestra pareja en aquello que nos gusta con frases cortas durante el acto, sin necesidad de grandes explicaciones. No tengas miedo de decirle a tu pareja lo que te hace sentir bien, lo que te gusta y lo que no. Todo esto contribuye a que tengan mejor sexo y los ayudará a sentirse más cómodos en la intimidad. Y esto a su vez, les ayudará a fortalecer su relación. Y por supuesto, tampoco tengan miedo de hablar sobre cómo se van a proteger contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los embarazos no planificados. Siempre practiquen el sexo seguro.

Sé detallista y cuida de la relación

Llegamos a otro punto que suena increíblemente obvio pero que es fácil de pasar por alto. Debes cuidar a tu pareja. Deben cuidarse el uno al otro. O talvez más importante aún, deben cuidar de su relación. Al principio de las relaciones siempre solemos mostrar nuestra mejor parte al otro. Somos detallistas con la otra persona, le decimos cumplidos, le tratamos de la mejor manera. Porque cuando una relación empieza, nosotros seguimos tratando de conquistar a la otra persona. Y una vez sentimos que ya la tenemos conquistada, llega un punto en que nos acomodamos, asumimos que la otra persona siempre va a estar ahí y dejamos de ser detallistas. De a poco los gestos van disminuyendo más y más. Incluso en algunas ocasiones pueden llegar a desaparecer. Mientras que la otra persona, a lo mejor, sigue esperando los mismos detalles que hicieron que se enamore de ti en primer lugar.

Las relaciones son como una planta, si no la riegas, se muere. Si quieres mantener tu relación fresca y colorida, nunca dejes de regarla. Hazle un regalo inesperado, llévale a cenar al restaurante que tanto le gusta, dile lo bien que se ve todos los días, cuanto te gusta pasar tiempo a su lado, etc. Aunque ya estés con esa persona, síguele conquistando a diario. Incluso yo te diría que es un error pensar que, si ya estás con esa persona, eso se va a mantener así sin mucho esfuerzo. Y como mencionaba antes, seguramente que la otra persona siga esperando esos detalles que tanto le gustan. Por más que las cosas vayan bien entre ustedes, no dejen de ser detallistas. Verán como eso les ayuda a mantener la relación en un estado excelente durante mucho tiempo.

Proyectos de vida

Último punto de esta sección y tal vez uno de los más importantes. De cierta forma, todo lo que hablamos anteriormente se condensa en esta parte. Si tú y tu pareja en verdad desean estar juntos y se han esforzado por mantener su relación, esta parte es de suma importancia. Seguramente que ya llevarán un buen tiempo juntos, por lo que elaborar un proyecto de vida abrirá las puertas a una nueva etapa. Y les dará una base sólida para trabajar a futuro.

Tener un proyecto de vida personal y profesional da sentido a nuestras vidas. Es lo que hace que nos levantemos de la cama todos los días con motivación y deseos de salir adelante. Y ojo que aquí estoy hablando de un proyecto de vida personal. Porque, antes que nada, hacemos las cosas por nosotros mismos. Cuando empezamos a convivir con la persona que amamos, supone iniciar un proyecto en común. Entonces podemos decir que en ese momento existen tres proyectos diferentes: el tuyo, el de tu pareja y el de ambos. Dependiendo de cómo puedan coexistir estos tres proyectos depende el bienestar de su relación.

Encontrar el equilibrio entre los planes de vida de cada uno permitirá que el amor siga creciendo. Ustedes tendrán sus propios sueños y lo que quieren lograr. Pero puede llegar a ser que sus planes personales cambien debido a la relación. Al mismo tiempo, definir cuál será el plan de vida para ambos debe ser el resultado de decisiones consensuadas. Resulta muy conveniente tener clara la posición de la pareja ante cuestiones como ser el matrimonio, los hijos y otras decisiones importantes. Tal vez uno de ustedes quiere tener un hijo y la otra persona con menos de cuatro no se conformará. Ahí radica la importancia de poder tomar las decisiones juntos y para hacerlo te planteo 6 preguntas sencillas que tú y tu pareja deben hacerse para empezar a construir ese plan de vida:

¿En qué ciudad viviremos? ¿Tendremos hijos? ¿Cómo emplearemos el dinero? ¿Qué lugar ocupa el trabajo? ¿Qué vida social queremos? ¿Qué papel tiene cada familia?

Darles respuestas a estas preguntas les ayudará a sentar las bases para su relación a futuro. Les permitirá comprender cuales son los deseos del otro y si esos van acordes a los tuyos. Teniendo las cosas claras lograrán manejar de mejor manera su relación. Y una vez tengan claro a donde quieren llevar su relación, es importante hacerse una idea de cómo lo lograrán. Por qué al poner límites de tiempo, convierten sus sueños en metas que perseguir. Para esto pueden basarse en tres simples principios:

• Tener metas a corto plazo: Pueden abarcar un lapso entre 1 a 3 meses. Estas serán sus actividades diarias y sencillas, como ir a un parque el fin de semana o ir a ver el estreno de una película al cine. Son los pequeños detalles de los que hablamos antes. Las cosas que hacen para mantener fresca su relación.

• Tener metas a mediano plazo: Pueden abarcar un lapso entre 3 meses a 1 año. Aquí ya estamos dando un paso más. Estas metas requieren de un poco más de planeación un poco más de esfuerzo. Aquí podríamos poner como ejemplo el hacer un viaje en vacaciones para conocer una nueva ciudad.

• Tener metas a largo plazo: Pueden abarcar un lapso entre 1 a 5 años. Las metas a corto y mediano plazo son las cosas que impulsan su relación. Las metas a largo plazo son las que le dan su razón de ser. Aquí es donde verdaderamente se forja un plan de vida. Es en este punto donde ya podrán hablar sobre cuando les gustaría casarse o en donde les gustaría vivir.

De esta manera podemos entender que al hablar sobre que quieren ustedes para consigo mismos y para su relación están allanando el camino. Y al plantearse metas ustedes mismos se están dando motivos para luchar por seguir juntos. Si en verdad se aman y desean pasar el resto de sus vidas con la compañía del otro, deben tener objetivos en común que los hagan luchar por ellos. Pero también tengan en cuenta que esto no debería ser un motivo para ejercer presión sobre el otro o sobre ti mismo. Las metas deben estar ahí para guiarlos. Si por algún motivo no pueden cumplir con alguna de ella, no tienen por qué sentirse mal o pensar que están decepcionando a la otra persona. Pueden surgir improvistos o pueden presentarse dificultades y eso es perfectamente normal. Nadie tiene control de lo que pasa en su vida. Sepan que las metas sirven para guiarlos a ambos por un mismo camino. Si por cualquier motivo algunas se complican, dialóguenlo con calma y fijen nuevas metas.

Tips para parejas casadas

Nuevamente nos encontramos ante el dilema existencial de ¿por qué esto está separado de lo demás? Y la respuesta sigue siendo la misma. Para las parejas casadas todo lo que hablamos con anterioridad sigue siendo válido. Todos los puntos que ya vimos siguen teniendo la misma importancia. No por el hecho de estar casados significa que por fin han conquistado al amor.

Si bien se encuentran en una etapa que (en la teoría) es sinónimo de estabilidad con la pareja, su relación es algo por lo que deberán luchar hasta sus últimos días. Y créanme que ni estando casados van a tener una tregua en esa batalla. Pero, como antes, en esta parte es importante hacer un par de distinciones. Especialmente si dentro del matrimonio ya se han tenido hijos. Por lo tanto, para finalizar, voy a dejar algunos consejos para ayudar a las personas que hayan llegado a esta etapa.

Mantengan el noviazgo vivo

Sí, ya hablamos de esto antes, pero es importante mencionarlo una vez más. Como dije al principio, no por estar casados significa que ya han conquistado el amor. Mantener el romance vivo aún en el matrimonio es de vital importancia para ambos. Ni los besos, ni las caricias, ni los te amo tienen por qué pasar a mejor vida cuando ya estás conviviendo con esa persona. Debe haber espacio para el contacto físico en el día a día y esto incluye, por supuesto, sacar tiempo para la intimidad.

Pero más allá de eso, también es aconsejable programar citas románticas cada cierto tiempo con la condición de no hablar del trabajo ni de los niños. Ante la aparición de nuevas responsabilidades, es importante que sigan dedicándole tiempo al otro. No deben olvidar las cosas que hacían juntos y las razones que hicieron que se enamoraran en primer lugar.

Mantén tus finanzas en orden

En algunos matrimonios la causa de que las personas se separen es debido a problemas económicos. No solo se vive de amor. Para poder tener una vida tranquila es necesario tener un buen colchón financiero. Esto les ayudará a evitar que los problemas financieros puedan afectar de forma negativa a su relación. Y en general también les ayudará a llevar una vida plena. El dinero no será lo más importante del mundo, pero tenemos que aceptar que es necesario.

Ahora bien, aquí resulta un poco más complicado decir que es bueno y que es malo. Muchas parejas manejan sus finanzas separadas, y otras lo hacen juntas. Algo que pueden hacer es, por un lado, tener un presupuesto en pareja. Y por el otro, que cada uno tenga su dinerito cada mes para gastarlo en lo que cada uno quiera. De esta manera aportan a su matrimonio a la vez que cada uno se pueda dar algún gusto propio. Pero lo más recomendable es hablarlo entre ustedes y ver qué es lo que les funcione mejor.

No se vayan a acostar luego de discutir

En mi cabeza siempre sonaba la frase de “si dejas que tu pareja se vaya a dormir enojada, fracasaste como novio”. Uno de los más grandes errores en el matrimonio es irse a la cama habiendo discutido antes. No pretendas solucionar algún tema a tan altas horas de la noche. Al final del día todos nos podemos sentir cansados y lo único que queremos es dormir para reponer energías y nuestro estado de ánimo. Lo mejor que pueden hacer en esa situación es tratar de recuperar la calma, recordarse lo mucho que se aman, y establecer una hora adecuada para hablar sobre el tema que los hizo pelear.

También tengan en cuenta que uno de los asuntos que más molesta a las parejas es que les reclamen temas del pasado. O peor aún, que lleven una cuenta histórica de cuántas veces ha fallado o de cuánto aportan a la pareja. Traten de no calcular quién ha hecho o dejado de hacer cosas en la relación. Tampoco comparen cuánta energía ponen de su parte, pues lo más probable es que el otro también esté aportando una buena parte. A todos nos duele cuando nos sentimos decepcionados de nuestra pareja de cualquier forma. Más que estarse reclamando las cosas, procuren recordar porque están juntos y recuerden que ambos están trabajando hacia una meta en común.

Un solo equipo

Este punto sirve como una suerte de síntesis. Ya hablamos de lo importante que es el entender las diferencias que existen entre tú y tu pareja. Lo que si resulta importante es tener la capacidad para llegar a acuerdos. Cuando no se tiene respetos mutuos, no hay alianzas. Si no son capaces de entender las diferencias que existen entre ustedes, no hay oportunidades de unión. Y si no hay unión dentro de la pareja, es casi seguro que el fracaso llegará pronto.

Si bien cada cual tiene su propia individualidad que se debe fomentar, no deben olvidar que en el matrimonio los dos pasan a luchar por una misma causa. Por eso, las responsabilidades deben de ser compartidas, ya sean en las tareas del hogar, el cuidado de los hijos, las compras, el pago de deudas, etc. En caso de que existan peleas con los hijos, familiares o amigos, siempre apoyen a su pareja y eviten al máximo que otros logren enfrentarlos. Ser del mismo equipo significa que deben respaldarse el uno al otro en los momentos difíciles. Tanto en el amor, como la salud y la economía, apóyense el uno al otro porque descubrirán que hay cuestiones que no podrán resolver solos.

Consejos con los hijos

Podemos entrar en debate si esto cuenta como un “consejo para las parejas”. Tal vez no va directamente relacionado con el romance en sí. Pero, como ya mencionamos antes, tú y tu pareja son un equipo. Eso significa que, si dentro de la pareja se tiene hijos, la crianza de los mismos es responsabilidad de ambos. Y para ello vamos a ver rápidamente algunos conceptos básicos sobre como criar a los hijos.

Comuníquense y escuchen a tus hijos. Los niños necesitan que se manifieste interés por ellos, sentirse importantes para sus seres queridos. Compartan y pasen tiempo con ellos. El tiempo que se pasa con los hijos debe ser enriquecedor. Den el ejemplo. Es sencillo decirles a los hijos lo que deben hacer, pero lo que se termina aprendiendo es lo que ven hacer en el hogar. Demuestren afecto. Llevar a cabo muestras de cariño con sus hijos mejora el nivel de felicidad y autoestima de ellos.

Establezcan límites. Es imprescindible que sus hijos tengan unos límites marcados (si bien flexibles), para saber qué hacer y hasta dónde pueden llegar. Elogien sus logros. Es importante para un niño que cuando haga algo bien o cumpla un objetivo o logro, ello sea elogiado y celebrado por parte de los padres. Genera un clima familiar respetuoso. No solo deben centrarse en el niño como ser, sino también en el entorno que le están ofreciendo. Y finalmente, edúquenles. Es importante participar de forma activa en la educación de los hijos. Si bien ellos a futuro desarrollarán una forma de ser propia, gran parte de lo que ellos sean será fruto de la educación que recibieron desde pequeños.

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