Juana Prólogo Los gallos, contrariamente a su costumbre, cual portavoces de una noticia que cruzaba su idioma y el nuestro, cantaron aquel día, el día de su nacimiento, mucho antes del alba, algunos explicaron el suceso diciendo que como los aldeanos festejaron el día de los reyes y alborotaron toda la noche, los gallos, despiertos por el ruido, unieron al murmullo humano el agudo aullido de sus voces. Afortunadamente, nada de eso quita que los gallos, contrariamente a su costumbre, cual portavoces de una noticia que cruzaba su idioma y el nuestro, cantaron aquel
día , el día de su nacimiento, mucho antes que de costumbre. Esto es lo que hay. Podemos seguir adelante. 1. La secuencia de los que miran (podría repetirse en todos los grupos de roles) Niño 1.Niño 2.Niño 3.Niño 4.Niño 2.Niño 4.-
¿Por qué esta ahí? Yo la conozco. A quién le habla. Sólo dios lo sabe. ¿Y dios quién es? Sólo dios lo sabe.
2. Los niños que pelean, haciendo ver el estado de las cosas 3. La escena de los presagios Padre.Juana.Padre.Juana.Padre.Hijo 1.Hijo 2.Juana.Padre.Hijo 1.Padre.Juana.Padre.Juana.Padre.Juana.Padre.Hijo 1.Hijo 2.Padre.-
Soñé con vos anoche, hija. ¿Qué soñasteis…conmigo?...¿qué fue? Algo huele a quemado… Oh, dios, olvidé apagar el horno. Por qué prendisteis el horno Juana, sabéis que tenéis prohibido jugar con fuego. ¡Padre, la cocina está llena de humo! ¡Juana, que hicisteis! Tenía frío. Hijo, ve al pozo. Que vaya ella, ella lo prendió, ¿por qué tengo que apagarlo yo? Vos no hacéis preguntas, vos me obedecéis. Tenía frío. No es justificación. ¿Cómo? ¡Que no se justifica, Juana!, que tengáis frío no justifica que prendáis la cocina. ¿Por qué no? Porque nada justifica que me desobedezcáis. ¡Padre! ¡No puedo solo con esto! Juana, ve a alejar los animales de la casa. No, ella no va a ninguna parte, si no puede evitar prenderle fuego a la cocina, menos puede hacerse cargo de mi rebaño…hijos, salid de la casa, ahora…Juana, vos te quedáis aquí, sentaos, eso es, ahora no tenéis frío ¿cierto? Asumid las consecuencias de tus actos hija y pedidle a dios que se apague el fuego…
(Los tres salen, Juana reza, llueve, se apaga el fuego, aquí Juana oye las voces por primera vez.) Mientras afuera. Padre.Pierre.-
Vamos, terminemos de apagar el fuego...soñé, soñé que Juana... era la prostituta del ejército...si eso llegase a suceder, ahogadla....¿Pierre? ¿oísteis? Si, padre.
4. Estado de cosas en la corte Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.-
¿Por qué habéis hablado en ese tono al señor La Tremouille, Su Majestad? Porque me saca de mis casillas. ¿De vuestras casillas?...disculpadme Su Majestad, pero, ¿de cuáles?... no está usted teniendo una posición muy razonable, Alteza. Lo sé.
Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.-
Arzobispo.Delfín-
Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.Arzobispo.Delfín.-
Ninguna de vuestras campañas hubiese sido posible sin el dinero que el señor La Tremouille os ha prestado. ¿Y por qué nos ofrece el señor La Tremouille dinero, señor Arzobispo? Pues...porque...el señor La Tremouille es un… verdadero…amante de su patria… Os ruego que os dirijáis a mí derechamente, o tendré que pediros que me escuchéis en confesión, pues mis pensamientos no son dulces hacia su persona, imagen y semejanza del Señor…¿y por qué os empecináis en que me entregue a los ingleses?, no comprendo, no os burléis, os lo advierto. Porque si no os entregáis, acabareis siendo el rey de un cementerio, su Majestad. Aún tengo soldados, quiero defender mi reino...digo...quiero que ellos lo defiendan y que me dejen tranquilo de una buena vez. ¡No es eso lo que los reyes hacen! ¡¡Por Dios!!...Además, con la mitad de Francia en manos de los ingleses, ¿qué más puedo perder? ¡La otra mitad!...su Majestad, me parece que os empecináis en…en… ¿Qué? ¿Ah? ¿Que?. No estoy para seguir vuestras ordenes, vos no sois mi padre y tal parece que el anterior rey tampoco lo era. Hablaré con vuestra madre…ella sabrá deciros lo que yo quiero deciros. No crea que no entiendo lo que me decís… No lo creo. ¿No me creéis? Si. Si, ¿si qué? Si creo. ¿En qué? ¿En qué?...en lo que me habéis dicho que crea. En mi, quiero, necesito que creáis en mi. … … Creo en Dios, Su Majestad… …pues, con eso tendrá que bastar… Y con el dinero del señor La Tremouille… (Al paje) Decidle que entre, está detrás de la puerta…
(Entra el señor La Tremouille) La Tremouille.- Sólo vuelvo en presencia de su Majestad porque es usted, pues, su Majestad. Delfín.Lo sé…hay algo que debo decidir y no sé cómo hacerlo. La Tremouille.- ¿Debo saberlo yo? Delfín.No… La Tremouille.- Podemos reunir al consejo si vos lo deseáis. Delfín.No necesito consejos, lo único que tengo son consejos, lo que deseo es que haya una verdad y que yo pueda saberla… La Tremouille.- …pues me temo, señor, que… Delfín.Ya lo sé, no es una decisión la que debo tomar, pues no es entre dos cosas que debo elegir la correcta, sino algo mucho más horrible, debo hacer de una la correcta mediante mi elección…La Tremouille, ¿yo puedo equivocarme? La Tremouille.- No señor. Delfín.Entonces no importa lo que elija. La Tremouille.- No señor, justamente para eso esta el dinero que os he dado todos estos años… Delfín.Para que yo sea un pequeño dios… La Tremouille.- Si vos queréis ponerlo así... Delfín.¿Vos conocisteis a mi padre? La Tremouille.- ¿Perdón? Delfín.A mi padre, ¿lo conocisteis? La Tremouille.- De vista… Delfín.¿Yo me parezco a mi padre? La Tremouille.- ¿De vista? Delfín.Pues, si… La Tremouille.- No mucho, señor. Delfín.¿No? (Silencio.)
La Tremouille.- Disculpadme, ¿decís? Delfín.Que mandéis a llamar a mi madre, al Arzobispo, a La Hire y a Gilles de Rais, y que preparéis un buen monto para hacer de esta, mi próxima decisión, una decisión digna de un gobernante apuntado por Dios. La Tremouille.- No hay más dinero señor, estoy en la quiebra… (El Delfín es un niño) Delfín.Entonces, llamad sólo a mi madre… El vómito del Delfín Paje.Vuestra madre esta dándose un baño de tina, señor. Delfín.Venid acá…¿cuál es vuestro nombre? Paje.Miguel, señor. Delfín.Miguel, tomadme la cabeza que voy a vomitar. Paje.¿Así? Delfín.Con más fuerza, de modo que yo no tenga que sostenerla…eso si. (El Delfín sólo vomita lágrimas por los ojos, el paje se cansa, el Delfín no para de llorar, el paje se cansa más, llora de cansancio pues no puede soltar la cabeza, el Delfín se percata de que el paje llora.) Delfín.¿Miguel? ¿Por qué lloráis? Miguel.No lo sé, su Majestad. Delfín.No he vomitado. Miguel.¿Se siente usted mejor? Delfín.No lo sé, Miguel… ¿Miguel?…¿como el arcángel? Miguel.No, señor. Miguel como mi padre. Delfín.Dejadme solo, Miguel como tu padre, que tengo que…pensar. 5. Los pretendientes de Juana Padre.Juana.Padre.Juana.Padre.Juana.Padre.Juana.Padre.Juana.Padre.Juana.-
Hija, hay un joven que quiere hablaros. ¿De qué? De lo que vos queráis. No quiero hablar. Es muy amable, vino en una carroza. No me parece amable venir en una carroza. No he dicho eso… Es presumido de su parte venir en una carroza…¿quién le dijo que yo iba a aceptar pasear con él? ¿Y quién dijo que os iba a ofrecer un paseo? ¿Por qué no vino a caballo entonces? Juana… Padre, no quiero.
(Juana y el joven) Juana.-
Padre.El Joven.Padre.El Joven.Padre.El Joven.Padre.-
Buenos días joven, ¿son pasadas las doce, no? Me impresiona mucho vuestra carroza, me preguntaba hace un rato si será vuestra la carroza…no, mejor no intente responder, si es vuestra me parece muy triste que un joven de vuestra edad se transporte en una carroza y si no es vuestra me parece muy triste que crea que es atractivo que un joven a vuestra edad se transporte en una carroza. A mi padre, al parecer, si le parece atractivo, quizás acepte pasear con vos…¡padre!...el joven aquí presente quiere invitaros a dar una vuelta en la carroza. Disculpadla…ella no… Disculpadme vos, señor… No quisiera que os sintierais rechazado… No penséis que no quiero llevaros… No por favor, yo entiendo que vos… No vayáis a creer que a mi me da… No quiero pasear de todos modos…
El Joven.Padre.El Joven.Padre.El Joven.Padre.El Joven.Padre.El Joven.-
Yo digo…porque vuestra hija dijo que usted… Disculpad a mi hija, es que a veces… No, soy yo quien debe ofreceros una disculpa… Por favor, no me pidáis disculpas… Pues, puedo llevaros a dar una vuelta si así lo deseáis… No por favor, no os molestéis… No es ninguna molestia… ¿Seguro?...porque yo puedo perfectamente… No hay problema, subid.
(Juana y otro pretendiente) Pretendiente.- Juana, yo no os amo, pero puedo hacerlo. Juana.No quiero. Pretendiente.- Pues puedo también no hacerlo. Juana.No quiero casarme con vos. Pretendiente.- ¿Ni aunque no te amase? Juana.No. Pretendiente.- Entonces, ¿qué queréis? Juana.Vos que queréis. Pretendiente.- Casarme con vos, Juana. Juana.¿Por qué queréis casaros conmigo si no me amáis? Pretendiente.- …no lo sé. Juana.Pues yo prefiero no querer, que querer y no saber por qué, por eso no me caso con vos. 6. El saqueo Los piratas militares han saqueado y quemado casi todas las casas de Domremy. Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.7. La Cena
¿Quién hizo esto, padre? Unos soldados. ¿Soldados? Los soldados tienen mucha hambre, hija. ¿Y por qué quemaron la iglesia si tenían hambre? Porque no saben la diferencia entre una iglesia y una casa. ¿Y cómo Dios permitió que esos hombres quemaran su casa? Así como yo permití que quemaran la nuestra. ... ... Catalina, la oveja, se salvo padre...¡esta viva! Muy bien, al menos hoy tenemos cena. ...pero, padre, vos mismo dijisteis que las ovejas no se comen, que son una inversión, que sólo de ellas se saca su lana... ¡Bueno, desde hoy digo que se comen porque no tenemos nada más, Juana! Pero tiene nombre, ¡no podemos matar algo que tiene nombre! ¡¿Cómo se llama la señora que cuida la iglesia?! ¡¿Ah?! Margarita. Bueno, a ella la mataron y tiene nombre, así es que yo también voy a matar cosas con nombre, porque esa parece ser la nueva ley. ...pero...podrían matarnos a nosotros si esa es la nueva ley. Pues entonces nosotros tendremos que saber defendernos... ¿dónde están tus hermanos? Fueron a ver qué encontraban en las casas quemadas. Entonces id vos, encontrad ese animal y limpiadlo para la cena. ¡Pero padre, por favor!... Pero Juana por favor...no es el momento para lloriqueos...eso os pasa por andar poniéndole nombre a las cosas.
Juana.No puedo comer, estoy en ayunas... Jaques.¡Silencio! Hermano Mayor.- Silencio. Jaques.(a hermano mayor) ¡¡Silencio!! (come) Juana.Padre, es necesario dar gracias... Jaques.¡¿DAR GRACIAS?! ¡¿Por qué?! ¡¿Ah?! ¿Por qué es necesario dar gracias? ¿De qué? ¿A alguno de vosotros se le ocurre algo por qué dar gracias? ¿Ah? (Silencio. Comen de mala gana a Catalina la oveja. Afuera. Juana vomita y llora, a Catalina la oveja le pide perdón y ella le contesta que es hora de ir en busca del Delfín.) 8. Padre tengo que irme Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.Jaques.Juana.-
Padre, tengo que irme de vuestro lado. ¿Qué estáis diciendo? Si tengo una vida es para algo, y vos que me la disteis, la vida, debierais comprenderlo mejor que nadie. …pues ahora me arrepiento de habérosla dado. El arrepentimiento es un sentimiento bueno, pues sólo confirma una decisión, ya lo veréis cuando os arrepintáis de lo que me acabáis de decir…necesito un caballo. Hija, no sabéis montar a caballo. Lo sé, eso no quita que lo necesite…¿podríais cederme uno de vuestros caballos, si o no? Juana, hija...por favor...volved a vuestras labores. Padre, yo ya no soy Juana la hija de Jaques, sino Juana la hija de Dios.
(Se va.) Hermano mayor.- Tranquilo padre, estará bien, se le pasará, tendrá un marido, le dará un par de hijos, serenaos, el Señor siempre tiene una buena razón para lo que hace. Jaques.Si, hijo, eso es justamente lo que me temo. 9. Roberto de Badricourt en Vaucoulers Juana.Badricourt.Juana.Badricourt.Juana.Badricourt.Juana.-
Señor, tenéis que confiar en mi, si no mis voces nunca me dejaran tranquila. ¿Voces? ¿Y os hablan como yo os estoy hablando ahora? No, es muy diferente. No debéis preguntarme nada sobre mis voces. ...pero... Oigo voces que me dicen lo que hay que hacer. Vienen de Dios. Vienen de vuestra imaginación. Claro, así es como las órdenes de Dios llegan a nuestro conocimiento.
Soldado 1.Soldado 2.Soldado 1.Soldado 2.Soldado 1.Soldado 2.Soldado 1.Soldado 2.Soldado 1.Soldado 2.Soldado 1.-
Yo nací con tendinitis. No se nace con tendinitis, tendinitis es cuando los tendones se vencen. Bueno, yo nací con los tendones vencidos. Tendríais que haber venido de otra vida. No, porque en otra vida no tendría el mismo cuerpo. Entonces insisto en que no podéis haber nacido con tendinitis. ...bueno, como queráis, la cosa es que le ofrecí la mano para que bajara del caballo y desde entonces no me duele nada. No lo creo. ¿Qué? ¿El milagro, no lo creéis? ¿Milagro? Esas cosas ya no suceden hoy en día. Así solía pensar yo, pero ya no estoy tan seguro.
Juana.-
Por qué tengo que ser lo que soy cuando justamente lo que no soy es lo que
puede librarnos de esta barbárica costumbre. Los soldados jamás librarán a Francia de los ingleses precisamente porque son soldados. ¿Qué más puedo deciros que podáis entender?. No es tiempo de lo correcto ni de lo preciso, no es lugar para estrategias, pues cien años de estrategias y soluciones diplomáticas nos tienen en el mismo lugar. Hecho de menos algo que nunca he conocido, y por mucho que lo neguéis, sostengo que eso es posible, por que si no fuera posible tendríamos que aceptar que somos una sola misma cosa y yo puedo juraros que yo imagino cosas que no soy yo y que en mi mente yo me hablo con voces que no son la mía. Prestadme oído, prestadme fe, pues en el hecho mismo de que lo que digo es imposible esta la confirmación de su absoluta posibilidad. No soy nadie y quiero que nada sea como es, ni yo. Soldado 3.Badricourt.Soldado 3.Badrcourt.Soldado 3.Badricourt.Soldado 3.Badricourt.Soldado 3.-
Capitán, en esa muchacha hay algo. ¿Algo? ...¿qué es algo? Mirad a los soldados. Mmm...entiendo…algo... Algo que, sea lo que sea, podría ser la última carta que nos queda en la mano... ...y más vale jugarla... ...que dar el juego por perdido, exactamente señor. De todos modos no estamos para despreciar ningún medio. Exactamente señor.
10. Carta de Badricourt llega a la Corte y milagros Paje.Arzobispo.Paje.Arzobispo.Paje.Arzobispo.Paje.Arzobispo.-
Paje.Arzobispo.Paje.Arzobispo.Paje.Arzobispo.Paje.Arzobispo.Paje.-
Arzobispo.Paje.Arzobispo.Paje.Arzobispo.Paje.-
¿La niña hace milagros? Nosotros hacemos de la niña un milagro, ¿entendéis?... Entonces, el milagro vendría a ser la niña misma. El milagro es la niña misma. Pero... ¿y si no fuese realmente enviada por Dios? Eso no tiene importancia... ¿no tiene importancia? Disculpadme vuestra Ilustrísima, pero no entiendo Es que no estáis tan acostumbrado a los milagros como yo, veréis, esto forma parte de mi profesión...un milagro es un asunto que crea fe. Ese es el propósito y la índole de los milagros. Podrán parecer muy maravillosos a los que los presencian, pero son muy sencillos para los que los hacen, eso no importa, con tal que confirmen o creen la fe, son verdaderos milagros. ¿Aunque sean mentiras? ¡¿Mentiras?! Las mentiras engañan. Pero un suceso que crea fe no engaña, por eso no es mentira, sino milagro. ...pues usted es el enterado en esas materias, me imagino que estaréis en lo cierto, yo no entiendo de estas cosas... Vamos a ver... ¿os parece que el Delfín podría conseguir que la gente pagara sus impuestos o que los soldados sacrificaran su vida si supiesen lo que realmente sucede? ¡Por Dios! ¡No! No es bueno que todos estén enterados de todo. ¿No sería facilísimo decirles la verdad? No la creerían. Perfectamente, pues la Iglesia tiene que gobernar a la gente por el bien de sus almas, del mismo modo como el Delfín los gobierna por el bien de sus cuerpos, ¿entendéis? Pues...si...tengo que ocupar el puesto de su Majestad para que la doncella piense que yo soy su Majestad, pero tengo que hacerlo mal para que la doncella sepa que yo no soy su Majestad...todo esto, por supuesto, por el bien de las almas de la gente, ¿algo así? Algo así. ¿Y no vamos a decirle a su Majestad? ¡Por Dios! ¡No! No es bueno que todos estén enterados de todo. Pero, señor, yo no puedo mentirle a su Majestad. ¡¡¿Qué os he dicho de las mentiras, hombre?!! Que son ...¿milagros?
Arzobispo.Paje.Arzobispo.-
En algunos casos, hijo, siempre que nuestro Señor lo apruebe. ¿Y nuestro señor...? ¡¡Por supuesto que aprueba!!
Juana reconoce al Delfín Juana.-
Alguien tiene que levantarse de este estar de pie que no es más que dormir. No estamos vivos, o es que vosotros creéis que estar vivo no es más que no estar uno enteramente muerto...
11. Soldados esperan a la orilla del río la llegada de Juana Dunois.¿Que pasará en el mundo, en otros países que no son el nuestro? D´alencon.- El nuestro no es un país, es una vergüenza. Dunois.Hace frío esta noche. Gilles de Raiz.- Esta y la anterior. Dunois.Gil, ¿vos creéis en Dios? Gilles.No se puede no creer en Dios. Dunois.Yo no creo en Dios. Gilles.¿Cuál fue la última palabra que dijisteis? Dunois.Dios, dije Dios. Gilles.Pues a mí me parece que si creéis. Dunois.¿Vos creéis que la niña es enviada por Dios? Gilles.¿Vos que creéis? Dunois.Yo creo que si, pero no creo en Dios. Gilles.Yo también creo. Juana.Dunois.La Hire.Juana.La Hire.Dunois.La Hire.Juana.Juana.Gilles.Juana.Gilles.Juana.Gilles.Juana.Dunois.Juana.Dunois.Juana.Dunois.Juana.Dunois.La Hire.Juana.Dunois.Juana.-
Bien, ¿dónde están los ingleses? ...en todas partes, señorita... ¿Dónde está la comida? Bien...muy bien... ¿No la enviaron con comida? Silencio La Hire, no ve que está pensando. No esta pensando. No estoy pensando. ¿Quién manda aquí? Dunois, señorita. ¿Y vos quién sois? Gilles de Raiz, señorita, a vuestras órdenes. ¿Quién dijisteis que mandaba aquí? ...¿Dunois? ¿Dunois? Aquí. ¿Por qué habéis levantado campamento a este lado del río? Porque no hemos podido cruzar el río, señorita doncella. ¿Y por qué no habéis podido cruzar el río, Dunois? Por que el viento no cambia de dirección, señorita doncella. ¿Y por qué no cambia de dirección? ...eh...¿señorita doncella? ¿Cómo quiere que sepamos por qué tenemos el viento en contra? ¿Cuál es vuestro nombre? La Hire. Señor La Hire, ¡¡nosotros no tenemos nada en contra!!...Dunois, reunid a los soldados, quiero hablarles. (Dunois trae los soldados.) Cambio de viento
Juana.-
¿Que queréis hacer? ¿Que queréis? ¿por que estáis aquí? ¿por que no habéis muerto todavía? ¿por que vosotros? ¿que queréis de todo esto?, ¿que queréis? ¿que creéis que debamos hacer? ¿que creéis? ¿que creéis? ¿en que creéis? ¿cuanto decís de lo que creéis? ¿quien de vosotros no tiene miedo? ¿por que seguís aquí si tenéis miedo? ¿Que queréis? ¿Por que seguís aquí? ¿Por que? ¿Queréis sobrevivir? ¿para que? ¿Ah? ¿Para que? ¿Por que? ¿Alguien va a responder? ¿No? ¿Por que? ¿Por que me dejáis hablar? ¿Vosotros que queréis hacer? ¿Cómo salimos de aquí? ¿Cómo? ¿a alguien se le ocurre? ¿Alguien sabe como arreglar este asunto? ¿por que me escucháis? ¿que esperáis de mi? ¿que esperáis? ¿que queréis? ¿que queréis? ¿como queréis salir vivos de esta? ¿como queréis vivir después si salimos vivos de esta? ¿como queréis vivir? ¿queréis vivir? ¿por que? ¿por que? ¿por que queréis vivir? ¿como queréis vivir? ¿por que? ¿para que? ¿que queréis hacer? ¿que queréis?, ¿que queréis? ...
(No sabemos responder) Bien, entonces diréis que peleáis por mi, sencillo, y entre nosotros sabremos que yo no soy nada más que una manera de no decir lo que aún no sabemos o no queremos decir, peleamos en nombre de la Doncella, diréis y eso bastara, así como yo he dicho... Dunois.Juana.-
¿Señorita?...disculpe...el viento ...el viento esta cambiando de dirección. Bendito seas...
12. La Campaña Gilles.Juana.Gilles.Juana.Gilles.Juana.Gilles.Juana.Gilles.Juana.Gilles.-
Juana.La Hire.-
Dunois.La Hire.Dunois.La Hire.Dunois.La Hire.Dunois.La Hire.-
¿Como lo hicisteis? No sé…supongo que tenía que hacerlo, quiero decir, es evidente que ese pobre joven no era el Delfín, y la expresión de su venerable el Arzobispo era, no sé, un poco risueña y el Delfín estaba demasiado escondido, quiero decir... ¿Cómo es eso? Que ningún miembro de la Corte se para detrás de un pilar en un momento tan crucial como ese... No, Juana, lo de la expresión del Arzobispo... Ah, nada, imaginé que iba a ser de otro modo… ¿Como de otro modo? ¿Queréis que hablemos del Arzobispo o de cómo reconocí al Delfín? …del Arzobispo, quiero que hablemos del Arzobispo. Entonces por qué me preguntáis de una cosa que no queréis saber. Pero si lo del Delfín es obvio, Juana, vos oís voces de los ángeles que os dijeron quien era realmente el Delfín, vos obedecisteis, dejando estupefactos a todos los miembros de la Corte y consiguiendo que el Delfín os pusiera al mando del ejército de Francia para liberar a la nación de cien años de opresión inglesa, sabiendo que una aldeana como vos nada podría saber de batallas, un milagro, Juana, ya está…como era la expresión del Arzobispo? Como queráis, Gil, a mí me sigue pareciendo bastante impresionante. Eso no es nada parecido a un soldado, me da nauseas ver un cuerpo tan pequeño, no acostumbro...debo hablar más...como decirlo...¿lento? ...¿puede andar a caballo? ...¿sola?...¿dónde duerme?...digo, ¿con el resto?...no tengo más espacio para ella sola, aunque podríamos... Nada de eso, La Hire, debéis tratarla como a un soldado. No puedo tratarla como a un soldado si no lo es. Por eso he dicho como. Pues será difícil olvidar el como. ¿Por que? Porque no lo entiendo Eso explica vuestra buena memoria. Cómo es eso, cómo viene eso al caso.
Dunois.-
Porque es poco lo que entendéis.
Redacción de carta a los ingleses Gilles.Juana.Gilles.Jeanne.Gilles.Jeanne.Gilles.Juana.Gilles.Juana.-
No voy a escribir una palabra más. ¿Por qué? Por que quiero dormir. Después dormis. ¿Juana? ¿Que? ¿Queréis que os enseñe a escribir? Cielos, Gilles, podéis iros a acostar si queréis. ¿Decíais? Rey de Inglaterra, rendid cuenta al rey de los cielos de vuestra sangre real. Devolved las llaves de todas las buenas ciudades que habéis sitiado, a la Doncella. Ella ha sido enviada por Dios para reclamar la sangre real, y está enteramente dispuesta a hacer la paz, si vos habéis de darle satisfacción; esto es, debéis restablecer la justicia y pagar devolver todo lo que habéis tomado. Rey de Inglaterra, si no hacéis estas cosas, yo soy la comandante del ejército; y en cualquier lugar que encuentre a vuestros hombres en Francia, los haré arrancar del país, quiéranlo o no; y si no obedecen, la Doncella los hará matar. Ella viene enviada por el Rey del cielo, a sacarlos de Francia, cuerpo a cuerpo, y la Doncella os promete y certifica que si no abandonan Francia, ella y sus tropas levantarán un alarido que no se ha oído en Francia en mil años. Y creed que el Rey del cielo le ha dado tanto poder que no podrán herirla a ella ni a su ejército. A vosotros, arqueros, nobles compañeros en armas, y toda la gente que está ante Orleans, yo os digo, en nombre de Dios, volved a casa a su país; y si no lo hacéis, tened cuidado de la Doncella, y de los daños que sufriréis. No intentéis permanecer aquí, pues no tenéis ningún derecho sobre Francia otorgado por Dios, el Rey de los cielos e hijo de la virgen María. Es Carlos, el heredero por derecho, a quien Dios ha dado Francia, quien entrará luego en París en gran compañía. Si no creéis lo noticia escrita de Dios y la Doncella, entonces, en cualquier lugar en que nos encontremos veremos quien tiene mayor derecho, Dios o vos. William de la Pole, conde de Suffolk, Sir John Talboot, tenientes del Duque de Bedford, que se llama a sí mismo regente del rey de Francia para el rey de Inglaterra, enviad respuesta, si deseáis hacer la paz en la ciudad de Orleans, si no lo deseáis, entonces recordareis siempre los daños que os acaecerán. Duque de Bedford, que os llamáis regente de Francia en nombre del rey de Inglaterra, la Doncella os pide que no la obliguéis a destruiros. Si no rendís a su satisfacción, ella y los franceses llevarán a cabo la mayor fechoría jamás hecha en nombre de la cristiandad.
Los soldados se confiesan para ir a la guerra Juana.-
No habrá más blasfemia. No habrá más mujeres en el campamento. No habrá más alcohol en el campamento. No habrá más juegos de azar en el campamento y antes de cada batalla habrán de confesarse todos los soldados que pretenden levantar armas contra los ingleses, pues este ya no es el ejército de Francia sino el ejército de Dios. La Hire.Pero por los mil demonios coronados...digo, por la santísima Virgen y todos los ángeles benditos, yo no nací en el cielo (con suerte iré ahí cuando muera) yo nací en Francia, por que tengo que pelear por un ejército que no me corresponde. Juana.La Hire... D´Alencon.- Olvidadlo, señorita, no tiene remedio... Juana.La Hire, me parece que sois vos el que primero quiere confesarse... La Hire.Que me parta un demonio, digo un ángel caído... Gilles.Si, yo también creo que La Hire desea confesarse.
Dunois.-
¿Hace cuanto que no os confesáis, La Hire? ...esto puede demorar un par de días, señorita La Hire.(Se arrodilla de mala gana) Dios, me confieso de haber hecho todo lo que los hombres de guerra suelen hacer. Juana.¿Eso es todo? Gilles.No es poco. Juana.Bien, ¿queréis hacer alguna petición? La Hire.No. Dunois.Vamos hombre nunca está demás. La Hire.Bien...os ruego, Señor, que hagáis por La Hire lo mismo que desearíais que La Hire hiciese por vos si el fuera Dios y vos La Hire...Listo. Juana....bien, ¿quien sigue? (Se van confesando uno a uno.) Toma de Orleans Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.D´alencon.Juana.-
Dios mío, pensé que la victoria sería hermosa. ¿Juana? ¿Cómo son las voces? ¡Cielos, Duque!, ¿quién os ha dicho que eran voces?...eso suena terrorífico. Vos me lo dijisteis. Yo os dije la voz, D’alencon, LA voz. …¿Y porque son dos os parece terrorífico?...Juana, es terrorífico de todos modos. Es mi voz…¿a vos os da terror mi voz? ¿Oís vuestra propia voz? Sí. Dios, Juana, yo también oigo mi propia voz, todo el tiempo, eso se llama pensar. Si, pero yo no le digo a mi voz lo que tiene que decir, es más bien mi voz la que me dice lo que tengo que hacer. … … Eso no es pensar. … ¿Vos no pensáis, Juana? Yo creo que no. Y en el silencio ¿qué hacéis? Miro. ¿Y con los ojos cerrados? Escucho. ¿Y si no oís nada? Pues no hago nada. ¿Y cuando tenéis que elegir entre una cosa y otra? Elijo. ¿Y si os arrepentís? Ya está elegido. ¿Y lo que me estáis diciendo ahora? Os lo estoy diciendo, para que voy a pensarlo si os lo estoy diciendo. Pero hay cosas que hay que pensar antes de decir. Ah si, ¿cuáles? Pues las que no se deben decir. ¿Hay cosas que no se deben decir? ¿No teméis que la voz sea sólo tu voz? No, amigo, no temo, SE que es sólo mi voz.
El milagro de la comida Dunois.La Hire.Dunois.Gilles.D´alencon.La Hire.-
¿Que se come? Cebolla pura. No digáis, la pureza ha llegado al tal punto en este campamento. La pobreza diría yo. La pobreza es parte de la pureza. ...a mi ya me esta hartando este asuntito de la pureza.
Gilles.La Hire.Dunois.Gilles.-
A mí me esta cansando este asuntito de la castidad. Si, y a mi. Si claro, estáis viejo ya para seguir siendo virgen. Podríamos ayudarte...podríamos vestirnos todos de dama...porque eso si que esta permitido ¿eh?... D´alencon.- Cuidad tus palabras gil de raíz. La Hire.Que acaso tiene oídos ahora, es omnipresente como Dios. D´alencon.- No, pero si Dios puede oiros y sus voces vienen del cielo, pues no es muy largo el camino entre sus oídos y vuestras groserías. Juana.Buenas...puede alguien servirme un plato. La Hire.Si señorita. Juana.Vos no, vos me dais asco. Otra Toma El cumpleaños de Juana Dunois.Gilles.Dunois.Gilles.Dunois.La Hire.Gilles.La Hire.Juana.Dunois.La Hire.Gilles.Juana.La Hire.Juana.La Hire.Juana.La Hire.Juana.La Hire.Juana.La Hire.Juana.La Hire.-
¿Cuantos son Juana? Dieciocho Nunca había conocido un general de ejército tan joven... Es que es imposible. Pues aquí lo tenemos, hoy celebramos el cumpleaños de lo imposible... Os equivocáis, porque ella no nació imposible, ha hecho cosas imposibles... Entonces como sabemos cuantos años cumple lo imposible. ¿Cuando fue la primera vez que hizo algo imposible señorita? ...nunca he hecho algo imposible. Ah, la humildad de lo imposible... ...a mi me parece que si lo imposible se pone humilde nunca vamos a saber cuantos años celebramos... En ese caso quizás tengamos que celebrar simplemente el cumpleaños de Juana... Sería mejor, el cumpleaños de lo imposible lo podéis celebrar otro día, sin mi. ¡Queréis pan! ¿Eh? ...¡¡¿con sopa?!! (Siempre desde otro lugar) No. ¡¡¡Queréis ....eh...avena!!!, avena, ¿queréis? No, La Hire. ¿No queréis comer? No, La Hire. Ah......bueno yo voy a comer ¿si? ¿Que vais a comer? Creo que... avena, por que, ¿queréis? No. ¿Mañana a que hora nos vamos? ¿Juana?, ¿a que hora nos vamos a...?...¡¡¿carne?!! y esto de dónde salió...¡¿Juana?! (Sale. Desde otro lugar) ¡¡Mierda!! (Vuelve, se pone algo muy rápido, sale)
Y Otra Toma En medio de la batalla Juana intenta sacarse la armadura, Dunois no se lo permite Juana.Dunois.Juana.Dunois.Juana.Dunois.Juana.Dunois.Juana.Dunois.-
Me canso, señor capitán. Y que queréis que yo haga Nada, señor ¿queréis abandonar el ejercito? No, señor. ¿Queréis ocupar un puesto en el campamento? No, señor. ¿Queréis continuar con vuestras labores en el campo de batalla? Si, señor. Pues me temo que tendréis que ateneros a las leyes de un campo de batalla.
Juana.Dunois.Juana.Dunois.Juana.-
¿Tiene leyes un campo…? Tiene más leyes que un reino y una iglesia juntos. Debo conocerlas entonces. Una de ellas es que no podéis prescindir de vuestra armadura aunque os canséis, porque tanto Dios no existe, Juana. …comprendo.
(Se pone su armadura y recibe un flechazo en el hombro.) Juana está inconsciente tres días Durante esos días... Juana.-
Mi corazón sostiene mi cuerpo, mi cuerpo sostiene el estandarte que a su vez sostiene a los soldados, los soldados sostienen la batalla y los que mueren sostienen las victorias...eso está bien, creo...de lo que no he podido enterarme es de qué sostiene mi corazón que sostiene mi cuerpo para que este sostenga el estandarte que a su vez sostiene a los soldados que sostienen la batalla que se dice ganada porque yacen miles de muertos que, si no descubro qué sostiene mi corazón, voy atener que decir que han muerto por mi causa... por mi causa , por mi gran causa. La Hire.¿Señorita? ¿necesita algo? (Juana se despierta) Juana.¿Por qué no dormís, La Hire? La Hire.Pero... Gilles.¡Dunois! Dunois.¡Decid! ...¿qué, qué paso? Gilles....Hay ruido. Dunois.¿Qué ruido? El único ruido que hay es el que sale de vuestra boca, hombre. La Hire.Shttt...la Doncella está durmiendo. Gilles.Vaya novedad. Dunois.Suerte la suya. La Hire.Si no salís ahora os juro que partiré vuestra cabeza con la roca que tengo en la mano. Gilles.Me estoy peinando. La Hire.Desde cuando. Gilles.Desde hoy...quiero ser un lindo cadáver. La Hire.¿Por que? ¿cuando vais a ser un cadáver? ¿No confiais en ella? ...¿creéis que es una impostora?...yo también creo, a veces... no entiendo sus órdenes, cada día hay más muertos, ya no es como antes, es cierto , uno de estos días nos va a tocar morir a nosotros en su nombre, yo no quiero morir en nombre de nadie...¿cuando creéis que vais a morir? ¿Hoy? Gilles.Cuando me matéis vos con la roca, La Hire. La Hire....ah, si , por supuesto. Gilles.¿No confiais en ella? La Hire.Si si, confío. 13. Coronación Preparandose para la ceremonia de coronación. Corte opta por la diplomacia. Arzobispo.-
Delfín.Arzobispo.Delfín.-
Su Majestad, me parece que el señor La Tremouille ha sido perfectamente claro, por favor seamos civilizados, una tregua parece razonable, lo que hoy nesesitamos es paz, debemos luchar por la paz y la reconstrucción, además esta muchacha ya ha hecho suficiente por vos y por Francia, no podemos seguir financiando este espectáculo. Nunca conseguiré convencerla de que abandone el campo de batalla...ya se lo he ofrecido todo, títulos de nobleza, territorios, dinero...todo. Pues entonces que siga peleando... Pero su ejército es tan pequeño...
La Tremouille.- Entonces su fe tendrá que ser mayor... Arzobispo.- ...o su enemigo más certero... D´alencon.- A veces me parece que todo esto es un antojo vuestro. Juana.Y qué si lo fuera. D´alencon.- Ha habido muchos muertos... Juana.¿Que quiere decir eso? D´alencon.- No pueden estar muriendo hombres gratuitamente. Juana.Todos moriremos gratuitamente. D´alencon.- Dios no lo quiera. Juana.Os escuchara Dios... D´Alencon.- Juana, ¿vos creéis en Dios? Juana.No os basta con todo lo que he hecho en su nombre... Dálencon.- ¿Y en vuestro nombre? Juana.¿Que decís? D´alencon.- ...nada, ¿cómo sigue lo que haremos?, que hacemos hoy, después de este festín, y mañana, ¿mañana que?... Juana.No lo sé. D´alencon.- ¿Como? Juana .¿Que? D´alencon.- ¿No hay un plan? Juana.Nunca ha habido un plan. D´alencon.- Como, ¿y lo del puente y la entrada a Orleáns y la ribera sur del río...? Juana.Esas son ordenes. Dálencon.- Lo sé, por eso es que las he llevado a cabo. Juana.¿Y cómo han sido los resultados? D´alencon.- Pues... impresionantes. Juana.Bueno, con eso basta. D´alencon.- ¿Me decís que eso es todo esto, un tumulto de casualidades favorables? Juana.Si. Dálencon.- Pero... Juana.Pensáis que podría ser de otro modo...lo importante es que son favorables, no que son casuales... D´alencon.- ...cuidadnos, Juana, os lo ruego...quiero tener una familia, casi más de lo que quiero tener un país. Juana.Capitán, comprended que es sólo sin cuidado que he podido hacer todo lo que he hecho... D´alencon.- Dios mío.. El Rey ha sido coronado, la gente grita "¡viva el Rey!". El grito se transforma en "¡viva Juana!". El rey llama a La tremouille: Rey.-
...firmaré.
14. La tregua Juana recibe una carta que la informa de que el Delfín ha firmado una tregua. Gilles de Raiz se la lee. Juana se concentra para intentar oir sus voces, no obtiene respuesta: Juana.-
¡Quemad eso!
Juana decide seguir adelante Dunois.Juana.Dunois.Juana.15.
Los soldados están muy cansados señorita, han dormido poco en estos días, hay algunos heridos, pienso que sería bueno detenernos aquí un par de horas, al menos hasta que aclare el día y reponer energías... ¿vos que opinais? Yo no opino Dunois, le dejo eso a Dios... mañana tomaremos Paris... Es suficiente Juana, vais a terminar muerta. ¿Que he hecho hasta ahora que me libre de tener que seguir adelante?
Llegada de Pierre Pierre viene a cumplir el mandato de su padre Paje.Delfín.Paje.Delfín.Paje .Delfín.Paje.Delfín.Paje.Delfín.Paje.Delfín.Paje.-
El señor Pierre D’arc, su Majestad, desea verlo. ¿No me veis?...os parece que estoy para ver a... ¡¡¡¿quien?!!! El señor Pierre D’Arc, supongo que será pariente de la Doncella, su Majestad. ... ¿Su Majestad? ... ¿Su Majestad? ¿Le digo que...? ... ¿Su Majestad? ¿Le digo que no podeis verlo? ... ¿Su Majestad? ¿Le digo que no podeis verlo y que hable mejor con el señor Arzobispo? ... Muy bien, se lo diré, su Majestad.
Pierre.Arzobispo.Pierre.-
Soy Pierre D’Arc. Estoy aquí por orden de mi padre. (Burlándose) ¿Seguís órdenes de vuestro padre, hijo?...¿cuántos años teneis? Es una orden muy antigua.
16. Preparativos para Paris Dunois.La Hire.Gilles.Dunois.La Hire .Gilles.La Hire.Gilles.La Hire.Dunois.La Hire.Juana.Dunois.Juana.La Hire.Juana.Dunois.Juana.Dunois.-
Yo no voy a seguir, me niego a intentar Paris con doscientos hombres ...es ridículo. Siempre ha sido ridículo. Lo que hemos logrado ahora, en meses, es mejor de lo que habiamos logrado en cien años de guerra. Lo que hemos logrado es fruto de cien años de trabajo. ¿Que hemos logrado? Hemos logrado coronar rey a quien correspondía gobernar el reino de Francia. ¿Y eso qué? Ahora que lo coronamos, ¿qué hace el Rey por nosotros, nosotros que lo hicimos rey? ... ¡Yo todavía no he visto un miserable pedazo de carne! ¡No he visto nacer un maldito hijo mío! ¡¡No me he enamorado de ninguna mujer por Dios!!... es ridículo, fue ridículo...siempre será ridículo... Yo pensé que la Doncella... Yo también pensé, pero no...nada cambió, quizás nunca nada cambie, esto es lo que hay, ya olvidadlo de una vez. Ya está todo dispuesto, sólo falta que se den las órdenes específicas, ¿Dunois? ...Si señorita. ¿El cargamento de viaje? Todo en orden, señorita. Bien, muy bien muchachos...alguna pregunta. No señorita. Mañana a las cinco entonces. Si. señorita.
Llegada de Pierre al campamento Juana.Pierre.Juana.Pierre.Juana.-
¡¡¿Pierre?!!... Soy yo. Dios mío, sois un hombre. Soy un soldado Juana y estoy a vuestras órdenes. ¿un?....no Pierre, vos no sois un soldado, vos sois mi hermano, estoy muy bien, ¡cielos! Lo que menos necesito es más soldados, ¿quien os envió aquí?, ¿por que estais aquí?...
Pierre.Juana.Pierre.Juana.Pierre.Juana.-
No mintáis, Juana... en todas partes se habla de .... ...¿que? ¿de qué?.... ...quiero ayudaros. No necesito ayuda, ¿cuando he necesitado ayuda? Nunca. Vamos Pierre, Paris es muy simple , tengo suficientes hombres, regresad a casa...nadie me habló de vos... ¿como está papá? Pierre.Bien. Juana.... Pierre.... Juana....pues, bien. Pierre.... Juana.¿Por qué vinisteis? (JUANA LLORA, SU HERMANO LA ABRAZA) Juana.Quiero que seais el último de los soldados y que os quedeis al otro lado del puente. Pierre....bien. 17. La captura de Juana Batalla. Un soldado inglés se inclina ante Juana, en ese momento Juana es tomada prisionera. Juana.-
No pude matar a un hombre...no pude matarlo porque me miró, fue como si se dividiera EL ENEMIGO en miles de soldados y yo no supe...como iba a saber yo si todos eran mis enemigos, yo al ejército inglés lo aborrezco pero no se si puedo aborrecer a los seis mil soldados que lo componen...yo a ese soldado ingles lo amé, porque me miró y hace tanto que alguien no me miraba, y no me miró con humildad ni con miedo, me miró con soberbia, su golpe era mirarme, y no supe si me estaba atacando o seduciendo y no supe si se puede matar a alguien que lo esta seduciendo a uno...¿si el enemigo no quiere ser el enemigo podemos luchar contra él? ¿si ellos no fueran ingleses nosotros seríamos franceses? ¿tanto dependemos de ellos? ...dudé de que fuera mi enemigo, dudé de la palabra enemigo, dudé de mi, de mi palabra, de mi patria, de las fronteras, de los reyes...no se...no pude matar a un hombre hoy porque no supe si quería hacerlo y eso no es tener dudas sobre el, sino sobre mi.
La transa Borgoñón.Cauchon.Borgoñón.Cauchon.Borgoñón.Cauchon.Borgoñón.Cauchon.Borgoñón.Cauchon.Borgoñón.-
Cauchon.18.
Cinco mil no es suficiente. Cinco mil es mucho dinero, no conseguirá más, reyes han sido rescatados por menos. Pero es diferente, ella es una bruja, las brujas son muy caras. Cinco mil, ¿si o no? ... Debería usted entregarla por nada, es una bruja, una bruja debe ser quemada. ....ah, comprendo, pero si es esta es una cuestión de iglesia solamente, ¿por qué me ofreceis moneda inglesa? Inglaterra es una hija de la Iglesia, está con nosotros en cuanto a esta hereje concierne. Pues si claro, cuando la Doncella venció a los ingleses fue una herejía y os hechó a patadas de vuestro obispado. ¿De qué lado estais? Del mismo lado que todos: donde hay provecho, ese es mi lado y ese es vuestro lado, y el de los ingleses y el de los franceses y el de los borgoñones. Ella es la única que no está de ese lado, por eso me avergüenza tanto venderla, incluso por diez mil. Muy bien, diez mil.
El Juicio Temas Juicio. .- Juramento de decir la verdad. .- Vestidura de hombre. .- Naturaleza de las voces, apariencia física. .- Árbol de las Hadas y todo tipo de manifestaciones de paganismo. .- Reconocimiento del Delfín. .- Lectura de las cartas de Juana. .- La espada escondida. .- El presagio de su propia herida. .- Su estandarte como un amuleto. .- El uso de ropa cara y lujosa. .- Adoración de parte de la gente, supuestos milagros, resucitación de un niño muerto, gente que la besaba y tocaba para la buena suerte. .- Dinero recibido del Rey. .- ¿Virginidad? .- Arrancarse de la casa sin decir nada. .- Escape de prisión, ¿intento de suicidio? ¿cómo sobrevivió? .- Intentos de hacerla someterse al juicio de la iglesia militante, ella se pone antes que la Iglesia en cuanto a la recepción de los mensajes de Dios. .- Tortura. Juana.-
No he matado a ningún hombre....oh Dios no quise hacerlo...siento un deseo enorme de tomarme en brazos y dejarme llorar hasta que me duerma...siento un deseo horrible de decirme que ya basta....quiero dejar de creer para no sentir la obligación de seguir adelante...quiero vomitar...alguien podría tomarme la cabeza... ¿Dunois?...quiero vomitar....siento un miedo horrible de vomitar, nunca lo he hecho, no quiero vomitar sola , no se hacerlo ... ¿papá? (Vomita- llora- se toma en brazos- se deja llorar hasta que se duerme) Juana.-
Siento mi cuerpo simplemente como mi cuerpo, se cuanto peso, se cuanta fuerza tengo, se cuanto dolor soy capaz de soportar, porque hoy me he enterado de todo lo que antes no sabía, porque hoy me he enterado de que antes no sabía nada...sé lo que están haciendo conmigo...y los voy a dejar hacerlo..
Quien no comprenda lo que acaba de ser expuesto, no debe intentar hacerlo, debe preguntarse quien es y comprendera.