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ESBOZO TEXTO DRAMÁTICO PROYECTO DE CREACIÓN Y PRODUCCIÓN DE LA OBRA CRISTO PAUTA PARA LA IMPROVISACIÓN El texto dramático de CRISTO surgirá de las improvisaciones que tengan lugar durante los ensayos con los actores. Este método ha sido utilizado anteriormente por Teatro de Chile en los montajes JUANA y NARCISO. En ambas experiencias, este método dramatúrgico y de montaje nos ha dado excelentes resultados, no sólo en su producto dramático sino también en el trabajo actoral. Además, hemos ido desarrollando este método, adquiriendo más experiencia y facilidad para llevarlo a cabo. En el montaje de CRISTO trabajaremos una vez más de este modo. En consecuencia, me es imposible presentar un esbozo del texto dramático. Lo que aquí presento es, en cambio, un esbozo de la estructura o esqueleto dramático en el se que fundarán las improvisaciones, que en nuestro trabajo son normalmente catalogados como HITOS, y que pueden también entenderse como escenas, cada una con un conflicto o situación y unos personajes definidos de antemano. En el caso de CRISTO hemos decidido trabajar a partir de una estructura o esqueleto narrativo que está ya dado históricamente: las 12 estaciones del Vía Crucis descritas en los evangelios bíblicos. Es importante explicar que existen múltiples versiones de dichas estaciones, dependiendo del momento histórico, la congregación, los temas que se quieren tocar, etc. Nosotros hemos hecho también nuestra propia versión recogiendo los elementos que nos han parecido más significantes a nuestro reglo y más acordes a nuestros objetivos temáticos. A continuación, hago una descripción detallada de lo que estos hitos o escenas deben narrar, además de los personajes que deben estar presentes. Es interesante notar que los evangelios bíblicos también nos ofrecen textos y diálogos concretos que también aquí presento, y que si bien pueden o no formar parte del texto dramático final, no podemos dejar de tomarlos en consideración al momento de iniciar el proyecto.


I Estación La última cena Hitos: Cristo y sus discípulos comen el cordero pascual en el cenáculo. Cristo instruye a los apóstoles sobre la penitencia y el arrepentimiento. Seguidamente se quita su ropa y tomando una toalla, se la ciñe. Pone agua en una fuente y lava los pies de los discípulos, luego los limpia con la toalla con que está ceñido. Bendice el pan y se lo entrega a los apóstoles. María recibe el Sacramento de la Eucaristía en la otra sala. Una vez acabada la cena se guarda lo que queda del pan consagrado. Jesús termina la cena cerca de las nueve de la noche, y después de despedirse de su Madre y de las mujeres se dirige con sus amigos cantando salmos al monte de los Olivos. Personajes: Cristo. Doce apóstoles: Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago el menor, Judas Tadeo, Simón, Judas Iscariote María. Mujeres. Textos: San Juan 13:6 Entonces vino á Simón Pedro; y Pedro le dice: ¿Señor, tú me lavas los pies?


San Juan 13:7

Respondió Jesús, y díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes

ahora; mas lo entenderás después. San Juan 13:8 Dícele Pedro: No me lavarás los pies jamás. Respondióle Jesús: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. San Juan 13:9 Dícele Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, más aun las manos y la cabeza San Juan 13:10 Dícele Jesús: El que está lavado, no necesita sino que lave los pies, mas está todo limpio: y vosotros limpios estáis, aunque no todos. San Juan 13:12 Así que, después que les hubo lavado los pies, y tomado su ropa, volviéndose á sentar á la mesa, díjoles: ¿Sabéis lo que os he hecho? San Juan 13:13 Vosotros me llamáis, Maestro, y, Señor: y decís bien; porque lo soy. San Juan 13:14

Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies,

vosotros también debéis lavar los pies los unos á los otros. San Juan 13:15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. San Mateo 26:21 Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar. San Mateo 26:22 Y entristecidos ellos en gran manera, comenzó cada uno de ellos á decirle: ¿Soy yo, Señor? San Mateo 26:23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me ha de entregar. San Mateo 26:25 Entonces respondiendo Judas, que le entregaba, dijo. ¿Soy yo, Maestro? Dícele: Tú lo has dicho. San Juan 13:19 Desde ahora os lo digo antes que se haga, para que cuando se hiciere, creáis que yo soy. San Juan 13:33

Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis; más,

como dije á los judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir; así digo á vosotros ahora. San Juan 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.


San Mateo 26:26 Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dió á sus discípulos, y dijo: Tomad, comed. Esto es mi cuerpo. San Mateo 26:27 Y tomando el vaso, y hechas gracias, les dió, diciendo: Bebed de él todos; San Mateo 26:28

Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es

derramada por muchos para remisión de los pecados. San Mateo 26:29 Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

II Estación Cristo en el Huerto de Getsemaní. Traición de Judas y arresto Hitos: Cristo va con los suyos al Huerto de los Olivos y allí ora al Padre. Es el momento de aceptar con obediencia de hijo la voluntad divina. Les ordena a los discípulos rezar para no caer en tentación. Se aleja de ellos para rezar. Suda sangre. Vuelve donde los discípulos que están dormidos. Los despierta para que lo ayuden a esperar. Llega Judas con un grupo de personas con espadas y palos. Judas besa a Cristo como señal para que lo arresten. Lo toman preso y Pedro ataca a uno de los opresores cortándole una oreja. Cristo le ordena que se detenga. Llevan a Cristo ante el sumo sacerdote. Personajes: Cristo. Doce apóstoles: Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago el menor, Judas Tadeo, Simón, Judas Iscariote Patrulla de soldados (5)


Textos: San Juan 13:36 Dícele Simón Pedro: Señor, ¿adónde vas? Respondióle Jesús: Donde yo voy, no me puedes ahora seguir; mas me seguirás después. San Juan 13:37 Dícele Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? mi alma pondré por ti. San Juan 13:38 Respondióle Jesús: ¿Tu alma pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces. San Mateo 26:38

Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la

muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. San Mateo 26:39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú. San Mateo 26:40 Y vino á sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo á Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora? San Mateo 26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne enferma. San Mateo 26:45

Entonces vino á sus discípulos y díseles: Dormid ya, y

descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. San Mateo 26:46 Levantaos, vamos: he aquí ha llegado el que me ha entregado. San Mateo 26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle. San Mateo 26:49 Y luego que llegó á Jesús, dijo: Salve, Maestro. Y le besó. San Mateo 26:50

Y Jesús le dijo: Amigo, ¿á qué vienes? Entonces llegaron, y

echaron mano á Jesús, y le prendieron San Mateo 26:52 Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada á su lugar; porque todos los que tomaren espada, á espada perecerán


San Mateo 26:55

En aquella hora dijo Jesús á las gentes: ¿Como á ladrón

habéis salido con espadas y con palos á prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.

III Estación Ante Pilato, Flagelación, Condena a muerte Hitos: Al hacerse el día, los grandes sacerdotes y los ancianos del pueblo discuten sobre Cristo, le llevan donde Pilato, el gobernador. Él lo azota y lo interroga. Pilato sin encontrar causa para sentenciarlo quiere soltarlo, pero la multitud que presencia el juicio quiere que Cristo sea condenado a muerte. Es día de fiesta y el gobernador acostumbra soltar al pueblo a un preso, el que ellos quieran. El pueblo escoge a Barrabás. Pilato hace traer agua y se lava las manos delante de la multitud aclarando que no se hará responsable, luego entrega a Cristo para que lo crucifiquen. Judas viendo que Cristo es condenado devuelve las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y ancianos. Se ahorca en un árbol de Galilea. Los soldados entretejen una corona de espinas, y la ponen sobre la cabeza de Cristo Ha empezado la ejecución.


Personajes: Cristo Poncio Pilato Judas Sacerdotes Ancianos Soldados Pueblo Texto: San Juan 19:4

Entonces Pilato salió otra vez fuera, y díjoles: He aquí, os le

traigo fuera, para que entendáis que ningún crimen hallo en él. San Juan 19:7

Respondiéronle los judíos: Nosotros tenemos ley, y según

nuestra ley debe morir, porque se hizo Hijo de Dios. San Juan 19:9 Y entró otra vez en el pretorio, y dijo á Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dió respuesta. San Juan 19:10 Entonces dícele Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo potestad para crucificarte, y que tengo potestad para soltarte? San Juan 19:11 Respondió Jesús: Ninguna potestad tendrías contra mí, si no te fuese dado de arriba: por tanto, el que á ti me ha entregado, mayor pecado tiene. San Juan 19:12 Desde entonces procuraba Pilato soltarle; mas los Judíos daban voces, diciendo: Si á éste sueltas, no eres amigo de César: cualquiera que se hace rey, á César contradice. San Juan 19:14

Y era la víspera de la Pascua, y como la hora de sexta.

Entonces dijo á los judíos: He aquí vuestro Rey. San Juan 19:15 Mas ellos dieron voces: Quita, quita, crucifícale. Díseles Pilato: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los pontífices: No tenemos rey sino á César.


San Mateo 27:24

Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más

alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo veréis lo vosotros. San Mateo 27:25

Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre

nosotros, y sobre nuestros hijos.

IV Estación Cristo cae por primera vez Hitos: Los soldados llevan a Cristo dentro del palacio al pretorio, convocan a toda la guardia. Lo desnudan y lo visten con un manto de púrpura, hacen una corona de espinas y se la colocan en la cabeza, le ponen una caña de azúcar en su mano derecha. Lo saludan como rey de los judíos, le golpeaban la cabeza con una caña, le escupen, se arrodillan para rendirle homenaje. Empieza la ejecución, es decir, el cumplimiento de la sentencia. Cristo, condenado a muerte, debe cargar con la cruz como los otros condenados que van a sufrir la misma pena. Cristo se acerca a la cruz con el cuerpo terriblemente magullado y desgarrado, con la sangre que le baña el rostro y cayéndole de la cabeza la corona de espinas, carga la cruz sobre sus espaldas y sale de la ciudad para dirigirse al lugar llamado “el cráneo”. Jesús cae al suelo y es aplastado por la cruz. Nadie lo ayuda a levantarse, le dan latigazos hasta que se pone de pie.


Personajes: Cristo Maria Juan Soldados Pueblo Textos: Mc 8,34-36 Jesús, llamando a la multitud junto con sus discípulos les dijo: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?” Sal 38,7-8,12-13,20-21. Que tus saetas han penetrado en mí y pesa gravemente sobre mí tu mano... Voy encorvado y en gran manera humillado... Porque están mis huesos abrasados, y no hay en mi carne parte sana... Está lleno de congoja mi corazón, me faltan las fuerzas, y aún la misma luz de mis ojos me abandona. Mis amigos y mis compañeros se alejan por mis llagas, y mis vecinos se quedan lejos. Tiéndenme lazos los que buscan mi vida y me amenazan los que desean mi ruina... Viven y son fuertes mis enemigos y se multiplican los que injustamente me odian; y los que vuelven mal por bien me hostigan por seguir el bien. Mc 15, 31; Mt 27,42 La gente gritará: A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse. Mt 26,53 ¿Crees que no puedo rogar a mi Padre, quien pondría a mi disposición al punto más de doce legiones de ángeles? Cf. Mc 14,36 etc. No se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú


Jn 12,27-28. Ahora mi alma se ha turbado, y ¿Qué diré?: ¡Padre, sálvame de esta hora! Pero para eso he llegado a esta hora. Padre, da gloria a tu nombre... Jos 7,10-11. Levántate, ¿por qué te echas sobre tu rostro? Israel ha pecado y ha llegado a traspasar mi alianza, la que yo le he mandado guardar. Sal 140,5-6 Defiéndeme, Señor, de las manos del impío, protégeme de los hombres violentos, que ponen tropiezos a mi paso. Los soberbios, que me ponen ocultos lazos, tienden sus redes junto al camino y me ponen cepos para mí.

V Estación El cirineo Hitos: Cristo es llevado por el camino al Calvario. Los soldados detienen a Simón de Cirene, quien vuelve del campo luego del día de trabajo. Le ordenan cargar la cruz y el se rehúsa. Lo obligan a hacerlo. Simón de Cirene se pone al lado del hombro de Cristo, bajo la cruz y le ayuda a cargarla, caminan bajo el mismo peso. Personajes: Cristo Maria Juan Simón de Cirene Pueblo Soldados


Textos: Cf. Mt 25,35.36 Estaba desnudo, tuve sed, estaba preso, llevaba la cruz... ¿La llevaste conmigo?... ¿La has llevado conmigo verdaderamente hasta el final? Lc 9,23.El que quiera venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz todos los días, y sígame. Gál 6,2. Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo. Dt 1,12. Pero ¿cómo soportar yo, por mí solo vuestra carga, vuestro peso...?

VI Estación La Verónica limpia su rostro Hitos: Cristo junto a los otros dos hombres condenados a muerte, carga la cruz por el camino hacia Gólgota (Lugar de la calavera). Su rostro está lleno de sudor y sangre impidiéndole ver el camino. Tropieza constantemente. De entre la multitud, una mujer que se le acerca con un pañuelo le seca la cara, en el paño queda estampado el rostro de Cristo. Personajes: Cristo Mujer (La Verónica) Dos hombres cargando una cruz cada uno


Textos: 1Cor 13,12. ...Ahora vemos por un espejo obscuramente, entonces le veremos cara a cara... Sal 4,7. ...Alza, Señor, sobre nosotros tu serena faz. Is 52,14. Como de él se pasmaron muchos, tan desfigurado estaba su rostro que no parecía ser de hombre. Is 53,2. Sube ante El como un retoño, como retoño de raíz en tierra árida. No hay en El parecer, no hay hermosura que atraiga las miradas, no hay en El belleza que agrade. Mc 14,9. Y os digo de veras que donde se predique la Buena Noticia en todo el mundo, se contará también en su alabanza lo que ha hecho ésta. Sal 21,7. Le has bendecido con eterna bendición y le das a gozar la alegría de tu rostro. Is 50,5- 6 El Señor me ha abierto los oídos, y yo no me resisto, no me echo atrás. He dado mis espaldas a los que me herían, y mis mejillas a los que me arrancaban la barba. Y no escondí mi rostro ante las injurias y los esputos.


VII Estación Cristo cae por segunda vez Hitos: La muchedumbre está en las calles, las cuales están repletas de corderos para el sacrificio pascual. Las familias y los peregrinos se han reunido para celebrar la mayor fiesta del año. Todo en recuerdo de una liberación repetida en la historia. En medio del gentío Cristo, los otros dos hombres con cruces y los soldados caminan por las estrechas vías. Cristo cae nuevamente al suelo, exhausto. Personajes: Cristo Soldados Texto: Mt 26, 54. Cae por voluntad, porque “¿Cómo se cumplirían, si no, las Escrituras?” Mc 14,33-34. ...Y empezando a sentir terror y angustia, les dijo: «Triste está mi alma hasta morir... Mt 26,39. Cayó con la cara en la tierra rezando: Padre mío, si es posible, que se aparte de mí este cáliz. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras Tú. Sal 109,22-24.Pues soy un mísero desvalido y mi corazón está herido en mi pecho. Voy desapareciendo como sombra que se alarga, soy sacudido como la langosta; mis rodillas están debilitadas por el ayuno, y mi carne enflaquecida desfallece.


Sal 22 [21] ,7. Yo soy un gusano, no un hombre; el oprobio de los hombres y el desecho del pueblo. Jn 19,5. Menos aún, peor todavía. El gusano se arrastra pegado a tierra; el hombre en cambio, como rey de las criaturas, camina sobre ella. El gusano carcome la madera: como el gusano, el remordimiento del pecado roe la conciencia del hombre. Remordimiento por esta segunda caída. Gén 4, 10. ¿Qué has hecho?... La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mí desde la tierra. Is 53,3. Despreciado, deshecho de los hombres, varón de dolores, conocedor de todos los quebrantos, ante quien se vuelve el rostro, menospreciado, estimado en nada. Sal 109,22-24. Pues soy un mísero desvalido y mi corazón está herido en mi pecho. Voy desapareciendo como sombra que se alarga, soy sacudido como la langosta; mis rodillas están debilitadas por el ayuno, y mi carne enflaquecida desfallece Sal 69,15-18. Sácame del lodo, no me sumerja; líbrame de los que me aborrecen, de lo profundo de las aguas; no me anegue el ímpetu de las aguas, no me trague la hondura, no cierre el pozo su boca sobre mí. Óyeme, Yahvé, que es benigna tu misericordia, mírame según la muchedumbre de tus piedades, no escondas de tu siervo tu rostro; porque estoy en angustia, apresúrate a oírme. Is 33, 10. Voy a levantarme, dice el Señor, voy a alzarme, voy a subir. Sal 142,4-5. Ciertamente en mí se acongoja mi alma, pero tú conoces todos mis caminos y que en la senda por donde voy me han escondido una trampa. Si miro a la derecha, veo que no hay quien me mire con benevolencia, no tengo escape, no hay quien vuelva por mi vida.


Al 143,3-4. 6-7. Persigue el enemigo a mi alma; y ha postrado en tierra mi vida y me ha puesto en las tinieblas, como a los muertos de mucho ha. Por eso está mi alma acongojada y desfallece mi corazón. Y abro a ti mis manos y mi alma, como tierra sedienta de ti. Apresúrate a oírme, ¡OH Yahvé!, que ya desmaya mi alma. No me ocultes tu rostro, sería semejante a los caídos en la fosa.

VIII Estación Despojado de los vestidos Hitos: En el camino al calvario Cristo es seguido por muchos pobladores. Llegan a Gólgota que es donde será crucificado junto con los otros dos hombres. Su cuerpo esta lleno de llagas, los músculos desgarrados, cardenales en el cuello y dolor en las sienes. Los soldados le quitan las vestiduras. El cuerpo de Cristo es profanado de varias maneras. Le preparan una mezcla de vino con mirra pero Cristo no bebe. Personajes: Cristo 2 Soldados Texto: Is 53,6. Todos nosotros andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su camino, y Yahvé cargó sobre él la iniquidad de todos nosotros»


Fil 2,6-8 Quién, existiendo en forma de Dios, no reputó como botín codiciable ser igual a Dios, antes se anonadó, tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres; y en la condición de hombres humilló, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Sal 40 [39], 8.7; Heb 10,7. … pero me has preparado un cuerpo. Sal 40[39] ,9; Heb 10,7. '¡Heme aquí que vengo!'...para hacer, ¡Oh Dios!, tu voluntad. Jn 8,29. Yo hago siempre lo que es de su agrado Ecl 5,14. Como desnudo salió del seno de su madre, desnudo se tornará, yéndose como vino, y nada podrá tomar de sus fatigas para llevárselo consigo. Is 1,6. Desde la planta de los pies hasta la cabeza, no hay en él nada sano. Heridas, hinchazones, llagas podridas, ni curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

IX Estación Crucifixión Hitos: Los solados taladran los pies y las manos de Cristo y de los otros dos hombres. Entierran las cruces, la de cristo al centro de los dos criminales. Se reparten las vestiduras y las dividen en cuatro partes para cada uno. Escriben sobre la cabeza de Cristo con letras griegas, latinas y hebreas: Este es Jesús el rey de los judíos. Las personas presentes lo injurian. Estaba junto a la cruz de Cristo su Madre, y la hermana de su Madre, María la de Cleofás, y María la Magdalena.


Personajes: Cristo Dos hombres crucificados. 4 soldados Maria María de Cleofás Maria Magdalena.

Textos: Cf. Jn 12,32. El mundo está sometido a la gravitación del cuerpo, que tiende por inercia hacia lo bajo. Sal 22,16-17. Seco está como un tejón mi paladar, mi lengua está pegada a las fauces, y me has echado al polvo de la muerte. Me rodean como perros, me cerca una turba de malvados, han taladrado mis manos y mis pies Sal 22 [21], 17-18. Han taladrado mis manos y mis pies y puedo contar todos mis huesos. Puedo contar... Jn 8, 23. Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Jn 12,32. Yo, si fuere levantado de la tierra atraeré todos a mí. Jn 19,23-24b. Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica Jn 19,25-27. Jesús viendo a su Madre y a su lado al discípulo amado, dijo a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «ahí tienes a tu Madre»


San Lucas 23:39 Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate á ti mismo y á nosotros. San Lucas 23:40 Y respondiendo el otro, reprendióle, diciendo: ¿Ni aun tú temes á Dios, estando en la misma condenación? San Lucas 23:41

Y nosotros, á la verdad, justamente padecemos; porque

recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo. San Lucas 23:42 Y dijo á Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres á tu reino. San Lucas 23:43

Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás

conmigo en el paraíso. Jn 12,31. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser lanzado fuera. Lc 23,34. Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.

X Estación Muerte Hitos: Cristo es clavado verticalmente en la cruz, con los brazos extendidos a lo largo del madero transversal. Inmovilizado, reza. Alrededor del medio día el sol se eclipsa y se obscurece hasta las tres de la tarde. Cristo vocifera -Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu- y exhala.


Personajes: Cristo Textos: Jn 5,17. Mi Padre sigue obrando todavía, y por eso oro yo también. Jn 14,9. Yo y el Padre somos una misma cosa. Mc 15,34; Mt 27,46. Eloí, Eloí, lama sabactani?: « ¿Dios mío, Dios mío, porque me has abandonado? Cant 8,6-7. Ponme como sello sobre tu corazón, ponme en tu brazo como sello. Que es fuerte el amor como la muerte. No pueden las aguas copiosas extinguirlo ni arrastrarlo los ríos. Ap 5,6. Vi en medio del trono y de los cuatro vivientes, y en medio de los ancianos, un Cordero que estaba en pie como degollado...

XI Estación El cuerpo de Cristo es bajado de la cruz. Hitos: Al atardecer llega José de Arimatea, un hombre rico que había sido discípulo de Cristo. Va a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Cristo. Pilato ordena a los soldados que se lo entreguen. El cuerpo de Cristo es bajado de la cruz por José y puesto en los brazos de Maria. Luego es envuelto en una sabana limpia.


Personajes: Cristo José de Arimatea Pilatos Dos soldados María Textos: Cf. Lc 2,16. Y Jesús está de nuevo todo él en sus brazos, como lo estaba en el portal de Belén durante la huida a Egipto. 2 Mac 7,20. Admirable sobre toda ponderación y digna de eterna memoria se mostró la madre. Lam 1,12. ¡Oh vosotros cuantos por aquí pasáis: mirad y ved si hay dolor comparable a mi dolor, al dolor con que yo estoy atormentada! Afligióme Dios en el día de su ardiente cólera.

XII Estación Sepultura Hitos: José lleva el cuerpo de Cristo a un sepulcro cavado en la roca donde nadie más ha sido sepultado. Es el día de preparación y ya comienza el sábado. Las mujeres que han venido de Galilea con Cristo siguen a José y observan como Cristo es introducido en la bóveda rápidamente para que la ceremonia acabe antes que la fiesta de Pascual que comienza con el crepúsculo.


Personajes: Cristo José de Arimatea Maria. Maria Magdalena.

Texto: Jn 6,51. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre, y el pan que yo le daré es mi carne, vida del mundo Cf. Gen 3,19. Aunque se multipliquen siempre las tumbas en nuestro planeta, aunque crezca el cementerio en el que el hombre surgido del polvo retorna al polvo. Sal 16,10. ...No dejarás tú mi alma en el sepulcro, ni dejarás que tu santo experimente la corrupción. Sal 4,9. En paz de duermo luego cuando me acuesto, porque tú, Señor, a mí, desolado, me das seguridad. Heb 9,11-12. Pero Cristo, constituido Pontífice de los bienes futuros, entró una vez para siempre en un tabernáculo mejor y más perfecto, no hecho por manos de hombres, esto es, no es de creación; ni por la sangre de los machos cabríos y de los becerros, sino por su propia sangre entró una vez en el santuario, realizada la redención eterna.


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