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bahareque y acabados en tierra
from Bahareque, redescubriendo aprendizajes en arquitectura
by Cartillas Investigación arquitectura. Institución Universitaria Colegio Mayor de Antioquia.
¿Por qué se interesó en la construcción tradicional?
Me interesa volver al camino de poder construir con los materiales que se tienen disponibles en el lugar.
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¿Qué aspectos diferenciales se deben tener en cuenta en el diseño arquitectónico para este tipo de construcciones?
No creo que hayan diferencias, de igual manera el Arquitecto debe conocer las características del lugar del proyecto y las necesidades de sus habitantes, de esta manera su arquitectura traducirá en espacios estas condiciones.
¿Este tipo de construcciones optimiza recursos energéticos?
Las que se construyen con los recursos disponibles en el lugar; sol, lluvia, viento, tierra, madera, piedra, entre otros.
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¿Se pueden reaprovechar los materiales después de que las construcciones cumplen su ciclo?
Si y en mayor medida cuando los materiales que se utilizaron no han sido ultraprocesados..
¿Cómo es el proceso de diseño con este tipo de construcción?
La premisa principal es: no hay material malo si no mal utilizado. Conociendo las fortalezas y debilidades de los diferentes sistemas constructivos, desde el diseño se plantea resolver de la manera más equilibrada posible, cada uno de los aspectos del proyecto la versatilidad que dá la sinceridad de los materiales desnudos, a la vista, moldeados con las manos, las texturas y formas de la sencillez, de lo natural
¿Qué tan versátil es esta técnica en cuanto a textura y forma?
¿Son suficientes los contenidos de la formación del pregrado sobre CT?
Todavía no son suficientes, pero debo reconocer que se ha mejorado mucho en este tema.
Una reflexión en primera persona
Los materiales permiten viabilizar las ideas que se proyectan en bosquejos y rayones, la tierra es un material que guarda una relación profunda con la vida, la siembra es indisociable del agua, la tierra y el sol.
Cuando construimos con tierra el suelo que pisamos se eleva para convertirse en resguardo y cuidarnos del viento, la lluvia, la radiación. Si los limos, las arcillas o la arena hablaran, nos dirían que se han transformado para darnos cobijo, en este trabajo indago en las memorias de la gente para darle voz a las paredes de bahareque, ya que la relación de las personas con las edi-ficaciones se configura en torno a las materialidades.
Cuando empecé este proceso quería concentrarme principalmente en aspectos constructivos del bahareque y en los acabados con tierra, los días me mostraron otro camino, los expertos no querían hablar, pese a la información limitada en el medio profesional, las personas que vivieron o habitan en casas de bahareque empezaron a relatarme historias así sin más.
Buscando referentes me encontré una frase: “Alguna vez leí que la memoria era algo así como una hermana de la imaginación, pero con la particular característica de que funcionaba al revés; es decir, creando sobre el pasado” (Oscar Roldán-Alzate, 2018) decidí entonces, buscar historias para hacer una pequeña biografía del material en la voz de personas del municipio de Jericó Antioquia y después empecé a buscar historias en otros lugares, en la voz de allegados, parientes y desconocidos.
Las investigaciones al menos virtualmente se presentan bajo estructuras sistemáticas, rigurosas, desprovistas de la espontaneidad que acompaña la vida cotidiana, después de encontrarme la frase citada en el párrafo anterior, entendí que debía recuperar esa imaginación sobre el pasado que se conserva en el recuerdo de las personas, así fue como durante algunas semanas escuché historias en diálogos de esquina y cafeterías.
La antropóloga Rosana Guber señala que “El sentido de la vida social se expresa par- ticularmente a través de discursos que emergen constantemente en la vida diaria, de manera informal por comentarios, anécdotas, términos de trato y conversaciones.” (Guber 2001 p. 75) yo digo que la memoria del material también se expresa de manera espontánea y cuando menos se espera, por eso estuve atenta a los relatos que se manifiestan a través de la memoria oral. Las temáticas sociales, económicas y políticas que giran alrededor de esta técnica, me han hecho pensar y comprender otras formas de habitar. nica desde un enfoque ingenieril (funcional en términos estructurales) también se valoran los significados, las apreciaciones estéticas e historias sobre los espacios de bahareque. Encontré que hay muchas posibilidades constructivas con el bahareque, pero no es tan sencillo acceder al conocimiento de las personas, experimentar con manuales y textos resulta complicado, es preciso palpar los materiales, aprender a través de la experiencia de los otros, escuchando, observando, participando.
El olvido fragmenta las imágenes del pasado, pero los recuerdos se reconstruyen a través de evocaciones que se resisten a desaparecer y detonan al palpar texturas, al percibir aromas o al escuchar sonidos. El bahareque también vive en ese constante juego de los sentidos que remite a una casa o a una pared en ruinas.
El anonimato de los materiales orgánicos y la escasez de portadores del conocimiento para construir bahareque tradicional les abre el camino a variantes de la técnica y aplicaciones nuevas. Los nostálgicos todavía sueñan con cañas aplanadas y cagajón de mula, pero ¿Cómo menospreciar la impronta que dejó esta forma de construir?
A través de este tipo de construcciones se evidenciaban distinciones de clase, percepciones del mundo y se entretejían formas de habitar.
Mi experiencia personal indica que mantener en píe una gran casa antigua de bahareque o tapia implica: trabajo, recursos y dedicación. Las declaratorias patrimoniales no bastan si se quieren conservar edificaciones antiguas de tierra y fibras, el patrimonio es una construcción social, nunca una imposición.
El patrimonio arquitectónico visto como algo inmutable, sin lugar a cambios es contraproducente para las construcciones ya que el verdadero patrimonio es emotivo, vive en el recuerdo, las estructuras detonan historias, pero el legado vive en la memoria de quienes habitan o habitaron en un edificio o casa de bahareque.
Pienso que los atributos físicos de las estructuras no son suficientes para su conservación, estos ligados a las remembranzas y a las vivencias humanas constituyen un patrimonio legítimo.
Esta búsqueda no se centra solo en la téc-