4 minute read

RAÍCES DE LA PROBLEMÁTICA

Las instituciones de educación superior no consideran dentro de sus propiedades administrativas encontrar lugares de estancia para quienes no residen dentro de la ciudad, por ello es importante destacar que la mayor población inscrita o permanente dentro de estas instituciones de carácter público, son pertenecientes a algún grupo étnico, desplazados por la violencia, extranjeros, estudiantes de intercambios o carecen de recursos económicos.

Cabe resaltar también que el tema de la lejanía de las residencias con respecto al de la institución hace que estos espacios no tengan una acogida positiva o por lo menos más duradera por parte de los estudiantes, las universidades que por ser públicas cuentan con un mayor porcentaje de estudiantes que residen fuera de la ciudad y no cuentan con una buena economía para costear un espacio de alojamiento con las comodidades mínimas para su estancia, haciendo con ello también que los jóvenes desistan de querer estudiar en un lugar que no esté en su actual zona de residencia u otra ciudad.

Advertisement

Por lo anterior, la vulnerabilidad de este grupo de personas para establecerse o permanecer en algunas de las residencias estudiantiles que aparentemente carece de orden y que cuenta con falencias en el apoyo económico, es un motivo por el cual muchos de los estudiantes desertan ese sueño o posibilidad de salir adelante en una ciudad o lugar que no es su zona actual de residencia, que si bien no es el único motivo que puede llevar a tomar la decisión sobre la iniciación en la educación superior si puede ser un factor o razón de peso que puede imposibilitar la continuación del mismo.

Con todo lo mencionado, es de suma importancia brindar apoyo a aquellas personas que no cuentan con los suficientes recursos para suplir sus gastos mensuales y todo aquello que implica el residir en la ciudad.

A continuación, se dará muestra de algunos de los costos de vida en Medellín a los cuales el estudiante podría enfrentarse mensualmente:

Hospedaje 350,000 COP - 850,000 COP

Alimentación 250,000 COP - 450,000 COP

Entretenimiento 200,000 COP - 450,000 COP

Transporte 80,000 COP - 160,000 COP

Tiquete de metro

Pasaje de bus

2,400 COP

2,750 COP

Telefonía móvil 20,000 COP - 90,000 COP de los futuros residentes, entendiendo como es el habitar del joven del siglo XXI, cuáles son las nuevas necesidades espaciales que buscan encontrar en este tipo de entornos, donde se relacionan, con ello entonces evitar problemas ya vividos para la ejecución de nuevos proyectos; con éste análisis se pretende idear espacios de vivienda integral para estudiantes que lo necesiten, permitiendo a partir de la arquitectura brindar espacios óptimos para el disfrute y la educación, fomentando una educación colectiva dentro y fuera de las instalaciones.

La vivienda como un espacio para el habitar del ser humano, donde allí se incorporan todas las condiciones para refugiarse, relacionarse y residir, estableciéndose como lugares donde realizan múltiples actividades, donde muchos ocupan la mayoría de su tiempo, adoptando estos espacios como lugares de intimidad, privacidad y entretenimiento de acuerdo a sus necesidades y gusto, siendo este el principal lugar donde se configuran los hábitos, muchos otros relacionan la vivienda como todo un tema de relaciones y usos mixtos donde no solo residen si no también, ejercen sus actividades para el desarrollo económico o hacen de este un espacio óptimo para el aprendizaje autónomo. Bajo la noción del componente formativo y el interés de los espacios de usos mixtos para el habitar tal como el del aprendizaje autónomo, surge el entendimiento del uso residencial universitario en conjunto con actividades relacionadas con la educación y el ocio en un espacio diseñado para jóvenes estudiantes, quiénes configuran un alto índice poblacional a nivel territorial.

En la actualidad muchos de los jóvenes que se encuentran estudiando, dependen económicamente de sus padres o familia, otros logran cierta independencia lo que les permite habitar en residencias o habitar en el campus, donde pueden desarrollar actividades educativas y de ocio con individuos de su misma edad, ocupación e intereses, con la ventaja de tener proximidad a sus áreas de estudio y lograr sustituir la arraigada convivencia familiar por la convivencia con personas de características y hábitos similares. Es por esto por lo que es equivocado afirmar que la vida universitaria se basa únicamente en asistir a clases y aprobar las asignaturas.

Años atrás las familias tenían como objetivo tener una pareja para formalizar su relación, salir de casa, tener una independencia económica en un rango de edad temprano, sin embargo, en la actualidad los jóvenes provienen de una generación la cual debe trabajar duro para conseguir sus objetivos y por lo mismo buscan evitar que sus hijos tengan que pasar por la misma situación.

Actualmente la vivienda se ha caracterizado por su flexibilidad y capacidad de adaptarse a los diferentes espacios, que si bien se diseñan con un fin, estos permiten realizar actividades de múltiples indoles, respondiendo a la privacidad, autonomía y demás dinámicas de relación que existen entre los diferentes usuarios, teniendo presente que el nuevo esquema de núcleo familiar es muy variado, dando cabida a las diferentes categorías de ocupación, que buscan no solo solo cumplir con las necesidades básicas de habitabilidad, si no también que los espacios colectivos complementarios, de esparcimiento y recreación, ayuden a estimular la permanencia en los mismo y que los tiempos de desplazamiento sean mitigados.

Se busca establecer alternativas que permitan satisfacer las necesidades

¿DONDE COMIENZA TODO?

Basándose entonces en las necesidades identificadas sobre las residencias estudiantiles, la más relevante es la carencia de estas en la ciudad, genera que parte de la población no pueda acceder a algunas universidades por falta de vivienda o por la ausencia de recursos para suplir las necesidades básicas que implica vivir en la ciudad, y su vez poder transportarse desde su vivienda hasta su lugar de estudio.

Adicionalmente, los costos que implica estar estudiando para sostenerse, conlleva a que muchos de los jóvenes se den en la obligación de trabajar y estudiar simultáneamente, pero en algunos casos no pueden con la carga que implican ambas responsabilidades, por lo cual terminan desertando de alguna de ellas y en muchas ocasiones es el estudio el que deciden dejar de lado.

Por ello, se busca sustentar desde un contexto histórico por qué las residencias para los universitarios han presentado conflictos a la hora de la ejecución, y por medio de estrategias arquitectónicas y urbanísticas, identificar cuáles son sus carencias en espacios colectivos, públicos y privados.

A su vez, es importante plantearse la idea de garantizar un grupo de estudiantes una vivienda, que permita desde un punto espacial y socioeconómico ayudarlos a culminar sus estudios en las mejores condiciones. Teniendo en cuenta que este tipo de vivienda resulta siendo algo temporal, ya que no es transitoria y tampoco es un lugar permanente, pues solo se llega para dormir y estudiar; se debe considerar que cumplan una serie de necesidades mediante condiciones de diseños espaciales, térmicos, acústicos y lumínicos; brindando viviendas con dimensiones, distribuciones, usos, temperatura ideal, condiciones de ruido e iluminación natural.

This article is from: