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Transformar al Doce de Octubre con el Urbanismo Táctico

La forma de percibir el territorio actual se ha transformado en torno a la idea de cambiar la imagen y la calidad espacial de la ciudad y en el marco de esta, sus impactos sobre los procesos de socialización e interacción cultural. Es posible observar en las ciudades de Latinoamérica escenarios que contribuyen con la interacción de los ciudadanos cumpliendo como objetivo adicional la apropiación y activación del espacio público como requerimiento de las formas de vida actual; y no lejos de esto, se presenta el barrio Doce de Octubre, nuetro foco de investigación.

El barrio Doce de Octubre corresponde a una de las 16 comunas de la ciudad de Medellin. Es un barrio que se asienta sobre una ladera desde el Cerro El Picacho. Predominan unas fuertes pendientes, un barrio de escasos recursos, sin mucha estructura económica y enteramente residencial.

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En este, existe un deterioro en los espacios públicos producto de la falta de adecuación de proyectos urbanos en los accesos entre la zona alta y la baja segregando aún más el barrio y separando las relaciones humanas del sector.

La respuesta inmediata que ofrece la alcaldía es categorizar el sector como “mejoramiento integral” pero aquí se piensa poner en discusión dicho término para llegar a proponer intervenciones de urbanismo táctico por medio de prácticas sostenibles donde se resuelvan temporalmente dichas problemáticas con acciones comunitarias y autogestionadas.

En la comuna no 6 el desarrollo del PUI, (2008-2011) se desarrolló previo a la ejecución de la línea P, del Metrocable el cual fue planteado igualmente con fines de la mejora en la movilización de la población, pero también turístico hacia el Cerro el Picacho y que conecta y moviliza los habitantes de la comuna 5 y 6.

Dado que gran parte del trabajo es solo mejorar los espacios existentes, no hay confrontación entre la comunidad y el operador.

Sin embargo, no se tomaron en cuenta una serie de propuestas comunitarias, no se atendieron solicitudes de información detallada sobre el desempeño del gasto y se asignó la participación a un número de líderes comunitarios reconocidos.

Barrios cuyos pobladores autorizan este tipo de actividad, podemos decir que ejercicios del trabajo en equipo identificado en este barrio tiene un índice bajo.

Jordi Borja plantea sobre el valor del espacio público lo siguiente: “La ciudad es ante todo el espacio público, el espacio público es la ciudad. Es a la vez condición y expresión de la ciudadanía, de los derechos ciudadanos”.

Esta relación directa entre la ciudadanía y el espacio público se evidencia claramente en la construcción de una ciudad integradora.

Por lo tanto, el espacio público posee valor en cuanto este, es habitado y permite la interacción de una sociedad. Con ello surge la necesidad de atraer personas para que se apropien del lugar y se relacionan en él, buscando evitar el abandono de las zonas de libre esparcimiento, de no hacerlo conlleva a la crisis del espacio público donde se pone en evidencia el abandono y la degradación, donde pierde sentido y toda importancia como espacio conciliador y liberador para las personas. (Borja, 2012).

Dado que las intervenciones de urbanismo táctico son de fácil ejecución en el corto plazo que generan cambios en el mediano y largo plazo.

Estas son planificadas, diseñadas y ejecutadas en conjunto con la ciudadanía y/o la ciudad con el objetivo de mejorar el entorno construido. Se eligen este tipo de intervenciones para enfocar el trabajo de investigación y fortalecer el tejido social y los vínculos entre la ciudadanía con los espacios intervenidos, evaluando la pertinencia de realizar cambios permanentes en el mediano y largo plazo.

Formación del espacio público en Latinoamérica y el Doce de Octubre

América Latina ha tenido diferentes métodos de crecimiento de diferentes formas, en las que la mayoría de los casos no se han previsto, debido a muchos factores, o a un traslado obligatorio hacia las ciudades, hacia una creciente afectación motivados por una mejor vida socio-económica que ofrecen las las grandes ciudades. Y en este caso en Medellín.

Este crecimiento ha incentivado a que aparezcan diferentes vecindarios, donde, además de plataformas informales, aparece la gestión pública, en su momento de la historia, con el aporte de equipamiento de servicios básicos para la vida de los propietarios.

Pero en este denso urbano, hay un desarrollo de espacios vendidos por la gente de forma ilegal y pirata, en donde los espacios públicos no son importantes y donde el espacio vital y el cohabitar en la comunidad no son funciones relevantes; es entonces donde se forman las ciudades con muchos problemas que posteriormente afectaran la la calidad de vida del lugar.

El control territorial, es el caso de usos muy pequeños y falta de apropiación por parte de algunos habitantes del barrio Doce de Octubre; el uso, la diversidad y la no ocupación caracterizan en última instancia la dinámica social de los espacios públicos periféricos.

Por ejemplo, la capacidad de los espacios para utilizar determinados sitios en determinados momentos se convierte en una limitación para la población, e igualmente hay algunas áreas específicas que parecen ser separadas como algo privado en lugar de ser público.

Esto no facilita la relación de los vecinos de Doce de Octubre con los espacios públicos.

Todo lo anterior genera una desventaja para los lugares, especialmente de noche, donde el concepto de espacio público se convierte en una paradoja: este espacio libre para todos tiene un significado que no existe, al menos no, en medio de dinámicas sociales impuestas. Mediante el control territorial ejercido en las periferias.

Para hacer una identificación más precisa se toma el tramo que comprende la Cr 82a hasta la carrera 81, del barrio 12 de octubre en la comuna 6 de la ciudad de Medellín.

En el barrio cuando se termina la construcción principalmente de viviendas, queda una carencia de espacio público que en parte se realiza a través de la apropiación del lugar, pero que carece de hechos, de obras claras y representativas que los hagan sentir habitantes identificados con el lugar.

Tal como se evidencia en el diagrama anterior, los puntos de impacto son considerables, con grandes áreas de afectación, que según las obligaciones de uso de espacio que dicta el POT actual, irrumpen con áreas destinadas al espacio público afectando los espacios de uso colectivo y esparcimiento en las zonas de residencia.

A partir de este análisis de las necesidades presentes en Latinoamérica y propiamente en el Doce de Octubre, se plantearon unas necesidades generales y específicas que abordaremos más adelante en esta investigación.

Para comprender la relación entre el espacio público y el barrio doce de octubre, es necesario mencionar primero estos dos conceptos básicos en la formación del espacio público perimetral.

En cuanto a la categoría periférica, Arteaga (2005) da tres propiedades interrelacionadas: lejanía, dependencia e inexistencia con respecto al centro urbano. Si bien estos tres términos caracterizan el concepto clásico de periferia, que combina la perturbación de la distancia, la perturbación física, la dependencia funcional y el margen social, el autor habla del proceso de cambio de este concepto. Conflictos y sus formas.

El desarrollo del barrio Doce de Octubre es periférico y nos permite observar las propiedades de estas características. En este contexto, se puede decir que las afueras se describen como zonas marginales, pero no siempre están alejadas del centro de la ciudad, por lo que pueden enfrentar dificultades y restricciones de movilidad.

Se evidencia de falta de planificación urbana, insuficiente espacio público, centralización de las zonas de trabajo, descuido del Estado y, en algunos casos, acceso limitado a los servicios públicos; En el barrio Doce de Octubre y Picachito en particular, se observan rasgos rurales en el barrio, especialmente en la sierra, donde los primeros pobladores fueron inmigrantes del campo.

Para entender mejor el desarrollo del espacio público en el tramo de estudio es necesario contextualizar sobre del barrio y sus espacios públicos en desarrollo de la historia, a continuación, se relata de manera breve algunos momentos importantes de la historia:

En la década de 1930, se empezó a construir vivienda en el área de Picachito, caracterizados por casas dispersas que eran accesibles desde la carretera hasta el mar o desde el camino de Robledo al Cerro El Picacho en Medellín.

No se considera un progreso significativo en ese momento, porque su progreso tiene lugar muy lentamente. Solo en la década de 1950, el proceso de urbanización comenzó a desarrollarse continua y masivamente.

No fue sino hasta 1951 que se empezó la construcción masiva de vivienda en una tierra que pertenecía al Sr. J. Shwarberg, quien dividió lo que ahora era el condado de Santander, donde algunas familias se asientan en la quebrada La Iguana desde 1958 hasta 1960.

En 1962, el Instituto de Crédito territorial (TI) completó su primera actividad en la ciudad, parte del distrito actual de Pedregal, desarrollado por auto-construcción. Desde entonces, la organización ha desempeñado un papel importante en el desarrollo urbano a mediados de octubre.

En 1965, no hubo permiso de la Oficina de Planificación Urbana, la familia Alvear, el propietario de las partes que se expande en el suelo en esta área urbana, comenzando la división actual es Miramar. Esta familia se ha convertido en un actor básico para crear una ciudad.

Iniciar el cuadro de texto desde 1970, cuando el Instituto de Crédito Territorio comenzó a construir la primera fase de la urbanización del 10 de diciembre, hasta 1976, cuando el cuarto período y finalmente asignó, alberga obras de construcción e infraestructura material con estándares de urbanización mínimos.

En 1984, con la invasión llamada El Triunfo, hubo una característica de resolución espontánea del extremo noroeste de la ciudad dando origen a los sellos: Mirador, El Progreso, Brasil, Arrayanes, El Triunfo y Picachito.

En ese momento, comenzó a ser poblado y colonizado, había pastizales, se formó una civilización; pero debido a la crisis económica de los habitantes, no podían pagar el alquiler ni tener acceso al servicio público.

Todo esto fue ilegal, no hay espacio para nuevos edificios, y muchas áreas de El Triunfo no tienen infraestructura, ni los servicios públicos necesarios, y mucho menos el servicio de recolección de basura.

Aunque EEPP ha trabajado para garantizar el servicio de agua y alcantarillado, este es uno de los problemas más importantes de esta comuna. quien hizo parte de la mesa pro-biblioteca. De acuerdo con lo anterior esta líder, hizo un acompañamiento constante durante las obras, se hizo revisión y veeduría sin ningún tipo limitación por parte de la EDU o del operador.

La mesa fue constituida por 15 personas que habitan en la comuna, que estuvieron involucrados de manera permanente durante los ocho años que duro la ejecución del parque biblioteca (2009-2016).

En la década de 2000, se entiende que el espacio público actúa como un tejido que facilita los aspectos sociales y físicos del hábitat de las colinas vecinas, que también afecta al proceso de consolidación, organizando personal e incluso las organizaciones de recursos humanos e incluso el paisaje.

En el año 2015 se inaugura la biblioteca García Márquez, siendo uno de los proyectos más grandes del PUI. La realización de este proyecto resulta como un buen ejemplo para la mejora del espacio público, dado que durante su ejecución se presentaron diferentes experiencias de acción colectiva, involucrando de manera directa una de las líderes de la comuna,

Es necesario comprender la importancia de la planificación de los espacios públicos en los barrios ya que las relaciones colectivas de la comunidad se desarrollan y articulan, por eso se debe tener en cuenta la planificación social o urbanismo social de las ciudades que como tal no es concepto, pero ha ganado notoriedad en el contexto de una rápida transformación territorial en diferentes partes de la ciudad.

Han pasado 15 años desde que se conoció, por lo que existen muchas definiciones del término urbanismo social, algunas centradas en su metodología y resultados, otras.

Otra definición de influencias políticas, sociales y culturales posteriores:

Un modelo de intervención de desarrollo regional que incluye simultáneamente transformación física, intervención social, gestión institucional y participación comunitaria, genera justicia territorial y potencia la acción estatal en regiones periféricas (Alcaldía de Medellín, 2008).

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