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UNA MIRADA A LA HISTORIA

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BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA

La informalidad económica en cualquiera de sus presentaciones no deviene de una apreciación cultural del ciudadano, es una problemática de años de analfabetismo y segregación que se aborda en temas sociales y económicos como los altos índices de desempleo que generan falta de oportunidades, los desplazamientos forzados y la inmigración ilegal. Debido a la falta de inclusión de los venteros ilegales en la planificación urbana no hay espacios para los comercios de estos vendedores que no habiendo donde instalarse utilizan el espacio público existente lo cual genera unas problemáticas para la ciudad en cuanto a contaminación visual y congestión vehicular.

La causa de la ausencia del estado el cual tiene 2 consecuencias, la poca garantía de mejora de la calidad de vida ya que el estado no le brinda oportunidad a estas personas de realizar otras actividades económicas que les permita progresar.

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Y la otra es la inseguridad alrededor de las ventas informales puesto que estas ventas no tienen control de ninguna forma y esto permite que delincuentes se aprovechen de compradores, también como no hay ninguna vigilancia se pueden presentar hurtos y otras situaciones de peligro entre la aglomeración de puestos comerciales. También en aspectos como lo urbano debido a que no hay sector definido y or-

Podemos ver cómo a través del tiempo en el centro de Medellín el comercio informal ha atravesado ciertos cambios que afectaron directa o indirectamente al sector entre el viaducto de las estaciones San Antonio y Cisneros. En 1784 se inaugura el parque Berrío, el cual albergó el principal mercado de la ciudad, posteriormente en 1884 se construyó un mercado cubierto en el sector que ya se conocía como Guayaquil, que sería la plaza más grande de Medellín. Siete años en 1891 después se construyó la plaza cubierta de la villa que ofrecía una alternativa a los toldos del parque Berrio

En 1950 frente a la inconmensurable cantidad de vendedores en la plaza de Cisneros (Guayaquil)se permitió el establecimiento de vendedores en la calle el Pedrero, los cuales en un aumento constante deterioran el lugar, cuatro años después los comerciantes ubicados en la calle el pedrero fue obligados a desalojar el sector, lo cual no sirvió mucho porque estos se movieron a una calle aledaña. Más adelante en 1959 se autoriza la instalación de 241 puestos de venteros ambulantes y estacionarios en una zona comprendida entre la carrera 53 Diazgranados y las calles 44A Gutiérrez y 45 Amador.

Luego del incendio de la plaza Cisneros en 1968 se agravó el deterioro social y económico del sector lo que llevó a la construcción de varias plazas satelitales y la central mayorista. Finalmente, en 1984 la plaza Minorista José María Villa fue inaugurada para dar solución a la situación caótica organizacional que afrontaba la antigua plaza de mercado conocida como Guayaquil, el pedrero, o Cisneros. En 1998 se inició la construcción de los cinco bazares: Juanambú, San Antonio, Los puentes, Bolívar prado y Téjelo, un año después los vendedores informales por primera vez son considerados en las leyes en el decreto 725 el cual establece las condiciones que este debe cumplir. Finalmente, en 1984 la plaza Minorista José María Villa fue inaugurada para dar solución a la situación caótica organizacional que afrontaba la antigua plaza de mercado conocida como Guayaquil, el pedrero, o Cisneros.

En 1998 se inició la construcción de los cinco bazares: Juanambú, San Antonio, Los puentes, Bolívar prado y Téjelo, un año después los vendedores informales por primera vez son considerados en las leyes en el decreto 725 el cual establece las condiciones que este debe cumplir. Ya en el 2000 empezaron a funcionar los cinco bazares con 4.500 venteros informales, los cuales eran un conjunto de locales brindados a estos vendedores

Al mismo tiempo para esas fechas ya estaba en funcionamiento el metro de Medellín el cual comenzó como un proyecto en 1982 tuvo su aprobación por el consejo nacional y en el 1984 se da inicio a su construcción, en 1988 comenzaron las campañas pedagógicas las cuales buscaban que los usuarios sin aun estar construido el metro comenzaran a tener conciencia de su cuidado he importancia en la ciudad y como este iba a ser un importante y optimo medio de transporte.

Luego de tener varios inconvenientes por la situación del estado la ciudad con respecto a la violencia se detuvo su construcción entre los años 1989 y 1992, luego de estos años su construcción se retomó y el 30 de noviembre de 1995, a las 11:00 a.m., se inició la operación comercial en un primer tramo, entre las estaciones Niquía y Poblado en la Línea A; luego la red se extendió hasta Itagüí, cuatro estaciones más al S ur y al Occidente con seis estaciones en la Línea B .

Este suceso seria el participe y generador de mayor economía y comodidad para el usuario con respecto a su medio de transporte, lo que trajo consigo que varios de los venteros decidieran instalarse en los bajos del viaducto del metro de algunas estaciones las cuales comenzaron cambiar su dinámica ya que era más fácil y rápido moverse por toda la ciudad con la llegada del metro, de esta forma cabe resaltar la importancia de este medio de transporte.

En 2004 surge un decreto 0196 que considera el estudio socioeconomico de venteros callejeros. Con el acuerdo municipal 32 en 2005, se incorporó a la norma el reconocimiento de algunas necesidades de los venteros en sus puestos de trabajo, así como la relevancia de hacer diagnósticos previos a la formulación de proyectos para la organización de venteros en el espacio público.

Posteriormente en el 2008 se implementó el proyecto ‘‘sistemas modulas estacionarios y semiestacionarios” que contempló variedad de tipologías según la clase de artículos a vender. Más adelante en el 2015 los vendedores desalojados del bazar de los puentes se ubicaron en la parte baja de la estación prado del metro, ocupando gran parte de la carrera Bolívar, esta ocupación que no fue vista de buena manera por el municipio llevó a que se realizará un operativo de desalojo lo cual causó una confrontación con los venteros.

Entre las soluciones dadas por la Alcaldía y las entidades encargadas del control, planeación y orden del comercio del centro de la ciudad, se entregaron durante los años 2015 y 2016 las casetas o pequeños locales comerciales, de las cuales observamos las dimensiones, espacio que ocupan y la funcionalidad que estos dispositivos presentan, pero estos no se adaptan a las necesidades que este tipo de comercio necesita. (Sierra. 2015).

Ante lo anterior las ventas informales a lo largo de la historia han ido mostrando sus ventajas y desventajas para el peatón y el espacio público.

Ventajas

1. 2.

ECONOMÍA:

Variedad de productos a bajo costo para el peatón.

SEGURIDAD:

El peatón se siente más seguro al transitar por zonas más concurridas.

3.

Desventajas

REHABILITACIÓN DEL ESPACIO: Zonas olvidadas cobran vida.

MOBILIARIO Y SUCIEDAD:

Al haber tanto flujo de personas las zonas se convierten en orinaderos y zonas de basura.

1.

SEGURIDAD:

Tanto el peatón como el ventero quedan expuestos a robos y atracos.

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