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Folklore y color

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Artesanía y color

Artesanía y color

los participantes van a pie, a caballo o en dromedario. Las Fantasías aparecen documentadas en la obra de algunos de los pintores orientalistas que recorrieron el país.

Los colores también inundan los mercados y zocos.

En las zonas rurales, estos se celebran de forma semanal, constituyendo un punto de encuentro entre los ciudadanos que van a hacer las compras de la semana. En las ciudades, el mercado se abre a diario y se despliega en sus puestos fijos, frecuentemente distribuidos por zonas según la materia en venta.

Tras las indagaciones en torno a la presencia del color y sus combinaciones en arquitecturas, paisajes y piezas artesanales, se traza aquí un conjunto de itinerarios cromáticos que, siguiendo el color predominante en cada región, permitirían atravesar el país siguiendo el rastro de sus tonalidades.

Las rutas del color

La Ruta Verde se corresponde con el Rif, la cadena montañosa salpicada de manantiales, verdes valles y aldeas donde habitan las comunidades locales. En inverno, con las lluvias frecuentes, abunda el verde, pero en primavera, el valle florece y se llena de color.

La Ruta Blanca. Esta ruta recorre la Costa Atlántica, sembrada de ciudades como Esauira, Asilah, El Jadida, Safi o Larache, en las que los elementos decorativos en tonos azules y verdes complementan la presencia del blanco.

La Ruta Dorada y Verde pasaría por Fez y Meknés. La primera, fundada en 789 por Idris I y capital en varios momentos históricos, es uno de los grandes centros del patrimonio cultural y religioso de Marruecos. A pocos kilómetros, se encuentra Meknés, capital durante el reinado de Mulay Ismail. La ruta se puede completar con la visita a las ruinas romanas de Volubilis y la ciudad santa de Mulay Idris.

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