Notas del Foro Socioeconómico de Casa Árabe
042008
CICLO “CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y ECOLÓGICAS DE LOS CONFLICTOS EN EL MUNDO ÁRABE”
AGUA Y CONFLICTO EN EL MUNDO ÁRABE Panorama de los recursos hídricos en el mundo árabe Un simple vistazo al mapa adjunto es suficiente para comprender que la gran mayoría de los países árabes se encuentra en una grave situación de escasez de agua dulce. La categoría “disponibilidad de agua catastróficamente baja” (con menos de 1.000 m³ de agua disponible por habitante y año) engloba a la casi totalidad de la región de Oriente Medio y el Norte de África (MENA). Las organizaciones internacionales (Banco Mundial, Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente –PNUMA-, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD-) establecen el umbral de 1 700 m³ de agua renovable por habitante y año como el mínimo necesario para el desarrollo sostenible de un país; si no se alcanza ese volumen, se considera que un país padece de estrés hídrico (“water stress”); por debajo de 1 000m³, el país entra en situación de escasez de agua (“water scarcity”). Según el Banco Mundial, el 50% de la población de Oriente Medio y el Norte de África vive por debajo del umbral de estrés hídrico. No obstante, estos umbrales de referencia pueden dar lugar a interpretaciones apresuradas. En efecto, dichos indicadores esconden la preponderancia de la demanda económica de agua de un país con respecto a su demanda doméstica y omiten importantes variables, como por ejemplo la eficiencia en el uso de agua en el sector agrícola. La región más árida del mundo Más del 87% del territorio de los 22 países miembros de la Liga de los Estados
Disponibilidad de agua por subregión en 2000 (1000 m3 per cápita/año)
Fuente: Global Environment Outlook 3, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Árabes se encuentra en zona desértica. La región es muy pobre en recursos hídricos y en vegetación: se trata de la región más árida del mundo. Exceptuando las zonas costeras de las riberas del Sur y Este del Mediterráneo y las zonas montañosas como el Atlas y el Tibesti (en el Magreb) y el Monte Líbano y las montañas yemeníes (en el Mashrek), las condiciones climáticas varían de la aridez a la aridez extrema. Disponibilidad de aguas renovables Según el 4º Foro Mundial del Agua, el total de aguas renovables disponibles en el mundo árabe es de 335 km³ por año. Teniendo en cuenta que la demanda sobrepasa los 200 km³ por año (lo que supone el 60% de los recursos hídricos renovables) y que ésta crece rápidamente,
se espera que la disponibilidad de aguas renovables por habitante caiga drásticamente en las próximas décadas (ver Tabla 1). En Oriente Medio, fluyen grandes ríos internacionales como el Tigris, el Éufrates y el Nilo1. Ahora bien, todos ellos nacen fuera de la región y, por tanto, los países árabes no pueden controlar su caudal aguas arriba. También hay ríos con menor caudal, como el río Jordán y el Orontes, además de wadis (que constituyen una densa red de pequeños ríos temporales). En cuanto a las precipitaciones, las lluvias son muy escasas: 2 148 km³ de agua anuales, de los cuales el 50% se concentran en Sudán. (ver Tabla 1). 1. Definición según la Asociación de Derecho Internacional: “Es un curso de agua navegable que une al menos a dos estados con el mar” (Ayeb 2001; pág. 56).
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Tabla 1: Aridez extrema en el mundo árabe
· · · · · · ·
Precipitaciones totales: 2 148 km³/año (el 50% de las precipitaciones se producen en Sudán) La evaporación puede exceder de 4 000 mm/año Aguas renovables internas (IRWR): 146,5 km³/año El 70% de las aguas renovables internas se generan en Iraq, Sudán y Marruecos IRWR por habitante y año: 1 911 m³ (1950); 540 m³ (1998); 240 m³ (estimación 2050) Aguas renovables externas e internas (ARWR): 335 km³/año Dependencia con respecto a recursos hídricos (generados fuera de la región) de más del 50% Fuente: 4th World Water Forum Report, MENA Regional Document. Mexico 2006
Los países de Asia occidental son los menos favorecidos por las precipitaciones, ya que tan sólo cuentan con 378 km³ al año. Finalmente, las aguas subterráneas renovables se alimentan de los principales ríos de la región o de las precipitaciones en las áreas costeras (como es el caso de los acuíferos situados en el norte de Argelia). Los acuíferos renovables más importantes se encuentran en el delta del Nilo, las zonas tropicales de Sudán, en Iraq, Yemen, Arabia Saudí y las costas del este y el sur del Mediterráneo. Disponibilidad de aguas no renovables Los acuíferos fósiles representan una fuente de agua importante para la región. Sus reservas se estiman en 143,8 km³. Actualmente, los acuíferos están sobreexplotados y la extracción de sus aguas excede ampliamente el volumen de su recarga natural. Ello tiene un impacto determinante en la cantidad (disminuye el nivel de aguas del acuífero) y en la calidad del agua (que se deteriora
por las filtraciones de agua salina o marina cuando los niveles de agua del acuífero disminuyen). La situación es especialmente crítica en la Península Arábiga. La “paradoja hidráulica” de Oriente Medio Según el geógrafo Habib Ayeb, existe una paradoja hidráulica en Oriente Medio: mientras que existe abundante agua a escala regional, la escasez a nivel local se hace patente en las inmediaciones del Valle del Jordán y de la Península Arábiga. De ello se deduce que existe un grave problema de reparto natural de las aguas regionales. A este reparto desigual deben añadirse otras dos cuestiones de orden político: las fronteras y los conflictos políticos y militares que azotan la zona. Desafíos presentes y futuros Según el PNUD, los países árabes no alcanzarán el objetivo de “reducir a la mitad para el año 2015 el porcentaje
de personas sin acceso sostenible a agua potable y al saneamiento básico” (Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas). Se estima que los países árabes alcanzarán la meta del acceso sostenible al agua potable en 2042 y al saneamiento básico en 2019. El crecimiento demográfico, junto con los procesos de urbanización y de desarrollo económico, se traducirán en un incremento de la demanda de agua. La población de Oriente Medio y el Norte de África pasará de 300 a 500 millones de personas en 2025. Según fuentes del Banco Mundial, esto supondrá una reducción del 50% del agua disponible por persona. El sector agrícola consume más del 85% del agua disponible en la región. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), el uso de agua en la agricultura de irrigación es muy ineficiente, pues el nivel de eficiencia se sitúa en un 40%. Existen fugas de agua del orden del 40-50% del agua extraída para su uso en el sector.
El agua: fuente y víctima de conflictos Como muestra la Tabla 2, es en Oriente Medio donde la dependencia hidráulica fluvial externa se hace más aguda. Por ejemplo, Kuwait depende en un 100% del los dos grandes ríos mesopotámicos, que nacen y fluyen fuera de su territorio, pero del que sin embargo obtiene sus fuentes de agua: el Éufrates atraviesa Turquía y Siria antes de llegar a Iraq; el Tigris, como el Éufrates, fluye desde las montañas de Anatolia Oriental en Turquía, atraviesa la frontera con Iraq y confluye con el Éufrates formando la zona pantanosa de Shatt al-Arab, entre Irán e Iraq, antes de desembocar al mar del Golfo Pérsico. En una zona extremadamente árida como es la de Oriente Medio, las aguas renovables de los ríos internacionales que la bañan son objeto de numerosas disputas y conflictos entre los países ribereños. Detrás de cada guerra regional, el factor del agua ocupa un lugar clave.
Tabla 2: Dependencia hídrica* País Kuwait Egipto Bahrein Siria Palestina Israel Iraq Jordania Túnez Líbano Argelia Qatar Marruecos Djibouti Omán Yemen Arabia Saudí Libia Emiratos Árabes Unidos
Dependencia hídrica en % 100 97 97 80 75 55 53 23 9 7 4 4 0 0 0 0 0 0 0
* Se refiere a la dependencia hídrica fluvial. El porcentaje no incluye, por tanto, el grado de dependencia de acuíferos internacionales. Fuente: “Water Scarcity Challenges in the Middle East and North Africa (MENA)”, documento temático, Stockholm International Water Institute, Human Development Report 2006.
Notas del Foro Socioeconómico De hecho, algunos autores y medios han acuñado la expresión “las guerras del agua” para referirse a este fenómeno, interpretando así todos los conflictos de Oriente Medio en clave de apropiación de los recursos hídricos.
Los conflictos en torno al agua adoptan diversas formas. Se puede entender el agua como fuente de poder y como víctima de conflictos (ver Notas del Foro Socioeconómico nº 5). El proyecto World’s Water establece una tipología de
Casa Árabe los conflictos relacionados con el agua en la cual ésta aparece como causa de conflicto o como medio para alcanzar un objetivo político o militar (ver Tabla 3). A continuación, se citan algunos ejemplos propios del mundo árabe.
Tabla 3: Tipología de los conflictos en torno al agua
Categorías
Actores
Rol del agua en el conflicto
Control de recursos hídricos
Estatales y no estatales
Cuando el acceso o el suministro de agua está en el origen de las tensiones.
Arma militar
Estatales
Cuando los recursos o los sistemas hídricos son utilizados por una nación o estado como arma durante una acción militar.
Arma política
Estatales y no estatales
Cuando los recursos o los sistemas hídricos son utilizados por una nación, un estado o un actor no estatal para alcanzar un objetivo político.
Terrorismo
No estatales
Cuando los recursos o los sistemas hídricos son o bien objetivos, o bien medios de violencia o coerción por actores no estatales.
Objetivo militar
Estatales
Cuando los sistemas hídricos son objetivos de acciones militares por naciones o estados.
Disputas de desarrollo
Estatales y no estatales
Cuando los recursos o los sistemas hídricos son la fuente principal de disputa o controversia en un contexto de desarrollo económico y social. Fuente: http://www.worldwater.org
El agua como arma política: la desecación de las marismas mesopotámicas Las marismas mesopotámicas se sitúan en la confluencia de los ríos Tigris y Éufrates en el sur de Iraq y el suroeste de Irán. Los dos ríos se dividen y multiplican en múltiples brazos creando una red de lagos, pantanos y ríos temporales. Desde finales de los años cincuenta, el ecosistema se ha visto degradado a causa de la construcción de presas por los estados ribereños. De hecho, el agua extraída y almacenada por más de 30 presas ha superado el caudal anual de los dos ríos. No obstante, la destrucción acelerada de las marismas mesopotámicas se produjo después de la Primera Guerra del Golfo a causa de un antiguo proyecto de drenaje llevado a cabo por Saddam Husein. En 1991, el Gobierno de Iraq puso en marcha un programa para desviar el caudal de los dos ríos hacia el Golfo Pérsico e inauguró “el tercer río”, un canal artificial y navegable de 565 km que unía el Tigris y el Éufrates. La versión oficial justificaba los trabajos afirmando que la obra permitiría un saneamiento de las aguas contaminadas. El drenaje debía evacuar cada año 80 toneladas de sal y regenerar un mínimo de 1,5 millones de hectáreas en una década. Pero no faltan quienes señalan otra motivación: la de acabar con los 30 000 opositores chiíes que se refugiaron en las
marismas después de haber participado, supuestamente, en un levantamiento contra el régimen. Así, la desecación de la zona debía permitir al gobierno iraquí ejercer el control militar y político de un área difícilmente accesible por naturaleza (a través de numerosos canales).
subterráneas debido a los vertidos de petróleo que se produjeron durante las guerras de 1991 y 2003 (ver Notas del Foro Socioeconómico nº 5).
Con la desecación de las marismas, sus habitantes sufrieron graves trastornos socioeconómicos: se vieron forzados a refugiarse en el suroeste de Irán (40 000 personas) y se produjeron miles de desplazados internos en Iraq. En 2002, el PNUMA estimó que el ecosistema había quedado completamente destruido, con una pérdida de 3 millones de m³ de agua por año. El desplazamiento de la población de las marismas ha puesto en peligro de desaparición a una cultura milenaria.
El tema del agua ha sido abordado, desde los inicios del estado de Israel, como un tema prioritario de seguridad nacional. En los años cincuenta, Israel puso en marcha su programa hidroagrícola con el fin de movilizar todos los recursos hídricos disponibles. Para ello, Israel lanzó unas ambiciosas obras que se dividen en dos etapas: 1) acondicionamiento y drenaje del lago Huleh (donde confluyen las aguas de los afluentes Hasbani, Dan y Banias), y 2) desvío de las aguas del alto Jordán hacia el sur gracias a un acueducto nacional que atravesaría todo el país hasta el desierto de Neguev. El drenaje del lago Huleh suponía perjudicar a los campesinos sirios que se encontraban aguas arriba. Ello fue motivo de un conflicto sirio-israelí que fue sofocado por la presión internacional (especialmente de Estados Unidos y de la ONU) sobre Israel. Al final, aunque se continuaron los trabajos de drenaje del lago Huleh, la estación de derivación no fue construida. Se optó por bombear las aguas del Jordán aguas abajo, al sur del lago Huleh, en el lago Tiberíades. Este conflicto provocó la toma de conciencia en el mundo árabe de la importancia de los recursos hídricos de la cuenca del Jordán.
El agua, víctima de más de 25 años de guerras en Iraq Instalaciones de distribución y tratamiento de aguas residuales y redes de abastecimiento de agua fueron objetivos militares recurrentes. En 1991, las tropas estadounidenses bombardearon la planta de Sarafiya y las instalaciones de Rustumiya, provocando cortes en el suministro de agua potable. Otra consecuencia de más de dos décadas de guerras es la severa contaminación del agua de superficie por aguas residuales y otros desechos. También debe añadirse la posible contaminación de las aguas
El conflicto sirio-israelí en torno al Acueducto Nacional de Israel
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“Revueltas del agua” en Argelia En el caso del Magreb, no existen grandes ríos internacionales, pero en el sur se encuentran algunos de los acuíferos tranfronterizos más importantes del mundo, como las Areniscas de Nubia (Egipto-Libia) o el del Sáhara Septentrional (Argelia-Túnez-Libia). A diferencia de lo que sucede en Oriente Medio, no existen conflictos importantes entre los países ribereños.
Sin embargo, la escasez de agua también es motivo de conflicto en algunos de estos países. El caso más llamativo es el de Argelia, que sufre de un problema de escasez crónica causado por años de sequía y un sistema de abastecimiento de agua ineficiente. Los disturbios populares contra la escasez de agua que se han producido en algunos casos en Argelia en los últimos años pueden clasificarse como “disputas de desarrollo”: la población local protesta contra la escasez y los continuos
cortes de suministro de agua. Las protestas han acabado en ocasiones en auténticas revueltas donde la población civil se enfrenta a la policía, incendia vehículos y carga contra la compañía de aguas. A título de ejemplo, el 11 de noviembre de 2007 tuvo lugar una protesta en el municipio de Reghaïa, situado en la periferia este de Argel, en la que se reclamaban la mejora de las condiciones de vida, y particularmente una solución a los problemas ligados al abastecimiento de agua potable.
Referencias: Aquastat, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, http://www. fao.org/nr/water/aquastat/main/indexesp.stm
Desk Study on the Environment in Iraq, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 2003.
Agua y Poder. Geopolítica de los recursos hidráulicos en Oriente Próximo, Habib Ayeb, Ediciones Bellaterra. Biblioteca del Islam Contemporáneo núm. 16, 2001.
Iraqi Marshlands Observation System, UNEP, Technical Report, Diciembre de 2006.
Mexico 2006. 4th World Water Forum Report, MENA Regional Document. MENA Development Report, Making the Most of Scarcity. Accountability for Better Water Management in the Middle East and North Africa, World Bank, 2007. Global Environment Outlook 3, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
The World’s Water, Pacific Institute for Studies in Development, Environment and Security: http:// www.worldwater.org/ IRIN (Integrated Regional Information Networks), UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs. “Water Scarcity Challenges in the Middle East and North Africa (MENA)”, documento temático, Stockholm International Water Institute, Human Development Report 2006.
Water Resource Management in MENA, Sector Brief, World Bank, octubre de 2007. Human Development Report 2006. Beyond Scarcity: Power, Poverty and the Global Water Crisis, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Notas del Foro Socioeconómico de Casa Árabe - Año I I Nº 04/2008- Madrid, 14 de enero de 2008 Publicación editada por:
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