Nuevo escenario mundial y nuevos protagonistas: Brasil, China, India y México

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Texto1 del seminario Nuevo escenario mundial y nuevos protagonistas: Brasil, China, India y México 2 23 de junio de 2009, Madrid I. Introducción Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado para Iberoamérica, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España

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II. Presentación del moderador Miguel Ángel Noceda, corresponsal económico de El País

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III. Nuevo escenario y crisis Enrique Iglesias, secretario general Iberoamericano

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IV. Brasil Alfredo Arahuetes, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales ICADE

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V. China Jiang Shixue, vicepresidente de la Asociación China de Estudios Latinoamericanos y director adjunto del Instituto de Estudios Europeos de la Academia China de Ciencias Sociales

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VI. India Gurcharan Das, consultor y autor indio

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VII. México Luis Rubio, presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) de México

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VIII. Turno de preguntas

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Textos obtenidos de la transcripción del audio del seminario, audio facilitado por Casa de América, salvo en el caso de las palabras de introducción del secretario de Estado para Ibeoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, cuyo texto fue facilitado por su gabinete. Agradecemos la gentileza de este gabinete y el trabajo de transcripción efectuado por Quim Martínez Perearnau. En el caso de las ponencias en inglés, el mencionado audio incluye la traducción efectuada por los intérpretes durante el seminario, por lo que la transcripción se hizo en gran medida en base a esta traducción.

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Seminario organizado por Casa de América y el Observatorio Iberoamericano de Asia Pacífico de Casa Asia, con el apoyo de la Secretaría General Iberoamericana, celebrado en el Anfiteatro Gabriela Mistral de Casa de América.

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I. Introducción Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado para Iberoamérica, Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España

Es un gran placer poder asistir hoy aquí, en la Casa de América, al acto de inauguración del Seminario “Nuevo escenario mundial y nuevos protagonistas: Brasil, China, India y México”, organizado conjuntamente por las Casas de América y Asia. Quiero ante todo felicitar a los organizadores por la iniciativa de celebrar este encuentro, que tiene como objeto de reflexión a cuatro países –dos de cada regiónque progresivamente están ocupando posiciones más relevantes en la escena mundial. En una dinámica cambiante de la sociedad internacional, donde los equilibrios de poder y los liderazgos existentes se reconfiguran, nada más acertado que poder reflexionar durante estas jornadas sobre el papel, actual y futuro, que están llamadas a jugar estas cuatro potencias, que algunos calificarían de “emergentes”, y desde otros puntos de vista se pueden consideran ya “emergidas” Como todos ustedes saben, la realidad internacional se encuentra en estos momentos presidida por la incertidumbre, ante una crisis financiera que ha tenido su origen en el mundo desarrollado, pero cuyos efectos se están notando ya en todo el planeta y cuyas consecuencias y duración son aún impredecibles. En relación a Iberoamérica, conviene comenzar recordando que la actual crisis le llega tras un período en que la región ha experimentado grandes transformaciones sociales, económicas y, consiguientemente, políticas. A diferencia de ocasiones anteriores, América Latina ni ha creado esta crisis, ni la ha hecho más virulenta, pero no va a poder tampoco escaparse de ella. Hay que subrayar que la crisis financiera golpea a una América Latina mejor preparada que nunca desde el punto de vista económico para afrontar una coyuntura desfavorable. La región ha experimentado entre 2003 y 2008 un período de crecimiento medio de su PIB del 5,5% -el pasado año fue aún del 4,6%- frente al 3% de media registrado entre 1970 y 2000. Estos positivos resultados se han debido, entre otros factores, a la buena coyuntura de la economía global y a la revalorización de las materias primas, pero también a las políticas adecuadas puestas en práctica por los distintos gobiernos, fruto de una progresiva estabilización y maduración de sus estructuras económicas, políticas y sociales. Simplemente, por poner un ejemplo, recordemos que la deuda externa de la región pasó del 24% de su PIB en 2002 al 8% a finales del año pasado, lo que pone de manifiesto el proceso de saneamiento financiero realizado en este periodo. La crisis está golpeando de forma desigual a los distintos países de la región, dependiendo básicamente de su mayor o menor inserción en la economía internacional. Pero los efectos se están notando en toda la zona, con disminución de las remesas de los emigrantes, mayor dificultad de acceso a créditos internacionales, reducción de inversiones y de las exportaciones o caídas en los precios de las materias primas. Para este año es de prever un descenso brusco de los niveles de crecimiento en casi todos los países –las estimaciones del FMI hablan de un crecimiento negativo medio 2


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del PIB en la región para este año de 1,5%- con un aumento previsible del desempleo y de la pobreza. No se sabe, sin embargo, aún ni el alcance de ese descenso, ni el tiempo que durará, ni sus repercusiones económicas, sociales o políticas. No obstante, se espera que la crisis en Iberoamérica no sea ni tan profunda, ni tan larga como en los EE.UU o Europa (donde se han producido una crisis fiscal y una crisis bancaria que no se han dado en Latinoamérica, por ejemplo). El impacto de la crisis sobre el crecimiento de los países dependerá básicamente de tres factores: la estructura de su comercio exterior, sus ingresos fiscales y el acceso que dichos países tengan a los mercados internacionales de crédito. Para el año que viene, el FMI ha pronosticado un crecimiento del PIB para la región del 1,6%. Esperanzadores son, en todo caso, los incrementos que parecen empezar a registrarse en los precios de algunas materias primas, que, de confirmarse, podrían ayudar a varios países de la zona a recuperarse con mayor rapidez. Por otra parte, si bien también en relación al contexto social latinoamericano se han producido sustanciales mejoras en los últimos años, Iberoamérica continúa siendo una región de grandes paradojas y desigualdades. Los progresos han sido considerables en algunos campos (como, por ejemplo, en escolarización, acceso al agua potable o control de enfermedades infecciosas), pero, a pesar de que se ha logrado reducir la pobreza en más de 9.9 puntos porcentuales respecto de 2002, sacando a 60 millones de personas de esta situación, este flagelo sigue golpeando aún a 182 millones de personas en el subcontinente; es decir, a más del 33,2% de la población. La crisis afectará probablemente a esta evolución positiva, con previsibles incrementos del desempleo y de la pobreza. Así, la OIT calcula que en este año entre 2,5 y 3,5 millones de personas podrían unirse a los 15,9 millones de desempleados registrados en 2008; esto podría además incrementar en 4 millones el número de pobres en la región. Sin embargo, a pesar de la crisis o –quizá- aún con más fuerza a raíz de la crisis, es preciso mantener, en la medida de lo posible, los esfuerzos y programas sociales en marcha, ya que mientras no sea posible integrar a este importante sector de la población será difícil la estabilización y consolidación de las sociedades latinoamericanas. En este sentido, todos los analistas coinciden en que uno de los retos que deberá afrontar América Latina es la necesidad de continuar- a pesar de la crisis- con las reformas estructurales, particularmente vitales en materia de política fiscal (recordemos que los ingresos públicos en la región suponen solo el 23% del PIB cuando en la OCDE es del 42%), imprescindible para el establecimiento de políticas redistributivas eficaces, así como para el fortalecimiento del Estado. Estas reformas deben tener como objetivo prioritario la inclusión social. Sin ella, los avances puntuales que se consigan difícilmente lograrán una transformación justa y estructural de la región. No olvidemos que crecimiento no es igual a desarrollo. Este implica crecimiento más cambio, es decir, exige reformas cualitativas de orden político, económico y social que permitan una mejora del nivel de bienestar de la población. Por otro lado, una reclamación frecuente entre los países de América Latina, y que se ha acentuado a raíz de la actual crisis financiera, es su dificultad para acceder a los recursos financieros internacionales (imprescindibles para su desarrollo). Circunstancia ahora agravada por la crisis internacional, al aumentar las necesidades y los demandantes (corriendo el riesgo los países latinoamericanos de verse 3


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desplazados frente a otros países “mejor situados”) y, por otra parte, reducirse paralelamente la Inversión Exterior Directa en la zona (que se prevé que en 2009 caiga entre un 35-45% respecto a 2008). Así, en el actual contexto de crisis, parece conveniente buscar vías que permitan un incremento de los recursos de las Instituciones financieras globales (FMI, Banco Mundial) o regionales (BID, CAF o incluso BEI) a los que tengan acceso los países latinoamericanos para poder hacer frente a los retos a los que se enfrentan. En el plano político, también en los últimos años hemos asistido a una progresiva maduración de la democracia en Iberoamérica. Los movimientos de oposición han asumido plenamente que para constituirse en alternativa es necesario el apoyo ciudadano por la vía de las urnas y que la esencia de la democracia es la aceptación de la derrota electoral. De esta manera, la continuidad y la estabilidad del sistema político se han convertido así en la norma. Sin embargo, la sociedad latinoamericana no debe bajar la guardia y es necesario seguir avanzando en la consolidación de la institucionalidad democrática. Si bien es un elemento decisivo, la consolidación del sistema democrático no se limita únicamente a la celebración de procesos electorales: la democracia es más compleja y hay que construirla día a día. Por ello, el fortalecimiento de la institucionalidad política, del sistema de partidos, el poder contar con instituciones representativas y eficaces que sirvan de sustento para el funcionamiento de la democracia y también de actores comprometidos con ella, son grandes retos de futuro a los que se enfrenta la zona. Se han producido además mejoras sustanciales en los niveles de representatividad y de inclusión de los sistemas políticos latinoamericanos. La consolidación progresiva de la democracia está permitiendo así integrar en los sistemas políticos a sectores enteros de población que hasta ahora habían permanecido de alguna manera excluidos de la participación política. Es de esperar que esta evolución prosiga linealmente y no se use la crisis económica y financiera como excusa para retroceder en los avances logrados. Todas estas grandes transformaciones que ha experimentado América Latina en los últimos años le han llevado a una mayor madurez y provocado que la región vaya asumiendo un mayor protagonismo en la escena internacional, paralelo a su creciente peso político, demográfico, económico o cultural. Buena ejemplo de ello es la presencia de tres países de la región –Brasil, Argentina y México- en las reuniones del G-20. En estos tiempos de cambio, las naciones iberoamericanas ponen el acento en su identidad, en la afirmación de su identidad y de su capacidad de proponer esquemas organizativos propios, soluciones, tanto a escala nacional como regional, para hacer frente a lo que identifican como necesidades de sus sociedades. Asistimos a iniciativas de profundización de los mecanismos de integración regional y/o subregional, con el objetivo de avanzar en la concertación, la integración y la proyección de Latinoamérica en la escena internacional. La integración regional es además una vía esencial para fomentar el desarrollo y la cohesión social. Al respecto, 4


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el Presidente brasileño recientemente señalaba que “cuanto más juntos estemos, más oportunidades tendremos de ser oídos en el conjunto mundial y de salir de una crisis que no hemos provocado”. Iniciativas como UNASUR o la Cumbre ALC de Costa doi Sauípe, aunque estén aún en proceso de consolidación, enriquecen la escena suramericana e internacional, al sumarse y complementar los esfuerzos que se vienen realizando en otros foros — como la OEA o las Cumbres Iberoamericanas— para promover la integración y fortalecer la voz de la región. En suma, como bien señala Carlos Fuentes, “por primera vez América Latina es dueña de su presente y diseñadora de su futuro”. Iberoamérica está dispuesta a ocupar el lugar que por peso le corresponde en la escena internacional y desempeñar en ella un papel más activo para contribuir, en un plano de igualdad y respeto, en el desarrollo de la sociedad internacional, que no puede ser sino multipolar. En este marco de progresivo protagonismo de Iberoamérica en la escena internacional corresponde sin duda un papel destacado a dos países como Brasil y México, con vocación de ejercer un papel destacado en el ámbito regional, continental y global. Su estabilidad política, el crecimiento económico de los últimos años, así como su peso demográfico y económico dan base para la reclamación de este papel: entre los dos suman más de la mitad de la población de América Latina y el Caribe, y su PIB conjunto supera el 73% del PIB de toda la región. España y la UE mantienen unos estrechos vínculos con México y Brasil conscientes de su importancia regional y mundial y del deseo de ambas partes de profundizar progresivamente sus relaciones. En este sentido quisiera recordar como la UE ha establecido una Asociación Estratégica con ellos, con mecanismos privilegiados de diálogo a alto nivel. España, por su parte, además, no sólo ha firmado con ambos Tratados de Amistad y Cooperación, sino que tiene un nivel de relación estratégica privilegiada con ambos. Con Brasil nos une el marco de relaciones contenido en el Plan de Asociación Estratégica y en la Declaración de Brasilia, firmada hace dos años por los Presidentes Zapatero y Lula. En cuanto a México, la especial intensidad de la relación que nos une quedará de nuevo demostrada el próximo mes de octubre, con la celebración de la próxima Comisión Binacional, mecanismo de diálogo político de alto nivel que no mantenemos con ningún otro país de la región. De la intensidad de las relaciones económicas, por otro lado, da fe no sólo la considerable presencia inversora española en los dos países, sino la creciente penetración también de empresas mexicanas y brasileñas en España. Por otra parte, estamos asistiendo en los últimos lustros a la irrupción con fuerza de distintos países asiáticos en el escena internacional, ocupando Asia cada vez un papel más importante en la economía mundial y en la política internacional. Algunos incluso hablan ya de un traslado del eje central de las relaciones internacionales del Atlántico (donde habría estado desde el final de la Segunda Guerra Mundial), al 5


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Pacífico/Indico a raíz del desarrollo de potentes economías en toda Asia y, en especial, el espectacular crecimiento experimentado en los últimos años por dos gigantes demográficos y económicos, como India y China. Este mayor protagonismo asiático se nota también en Latinoamérica, debido, sobre todo, al incremento de la presencia china en la región. Prácticamente todos los países iberoamericanos – salvo algunos centroamericanos y Paraguay- tienen ya relaciones diplomáticas con la República Popular y el comercio de China con Latinoamérica se ha multiplicado por 13 desde 1995, convirtiéndose este país en el segundo socio comercial de la región, desbancando de esa posición a la UE y sólo superada por EE.UU; este año, incluso, China ha pasado a ser en el primer socio comercial de Brasil. También hay que destacar el incremento de la AOD china en toda la región. En definitiva, en un mundo en constante transformación estamos asistiendo al desarrollo de nuevos polos de poder. Entre ellos Brasil, México, India y China están, sin duda, llamados a desempeñar un papel muy destacado en la sociedad internacional. De ahí la pertinencia de este foro que ahora se inaugura. No quiero concluir sin desear a los organizadores de este oportuno Seminario el mayor de los éxitos en el desarrollo de sus debates. Asimismo quiero agradecer a la Casa de América, foro privilegiado de encuentro para todos los temas vinculados con Iberoamérica, el acogernos en su magnífica sede, que siempre me resulta grato visitar. Muchas gracias.

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II. Presentación del moderador Miguel Ángel Noceda, corresponsal económico de El País Buenas tardes. Vamos a continuar o, para precisar más, comenzar esta mesa redonda con los cinco ponentes que me rodean ahora. Los anteriores intervinientes han centrado ya suficientemente el escenario que se va a tratar aquí. Por lo tanto, como la hora nos va presionando siempre, no voy a gastar mucho tiempo y, simplemente, como me corresponde como moderador, voy a tratar de centrar todavía un poco más el tema y luego dar paso a las preguntas y al coloquio. Desde luego, el panorama internacional es muy distinto al de hace unos años. Estos países llamados emergentes y, como ha dicho el Secretario de Estado, en muchos casos ya están bastante emergidos, si no fuera porque tienen el lastre de una superpoblación y gran parte de esa superpoblación en el umbral o por debajo del umbral de la pobreza. En cualquier caso, el papel que tienen es cada vez más preponderante en el mundo y además lo importante es que entre ellos se alientan y de ahí vienen todos estos vínculos Sur-Sur o el BRIC, en el que está Rusia y no está México, pero sí subraya su intención de tener cada vez más un papel más preponderante en el panorama internacional. No sé si es un matrimonio de conveniencia, pero si es así desde luego está bien elegido para por lo menos participar cada vez más en las agendas tanto económicas como políticas internacionales. Además, estos momentos de crisis todavía les da más preponderancia, más relevancia en ese panorama internacional. No quiero decir que no les haya afectado o les vaya a afectar, pero sí que les ha hermanado todavía más. Estamos hablando, lo han dicho en la presentación, de cuatro países que tienen más del 15% de la economía internacional, desde luego no estoy metiendo aquí a Rusia porque si no sería bastante más, que tienen gran parte de la población mundial y que su reto es entrar en el G-8 o incluso también poder formar unos grupos de importancia mucho mayor del que tienen ahora. Y estamos hablando también, a lo mejor de un problema que puedan tener, de economías dispares, con unas diferencias importantes: con una China convertida en la fábrica mundial de manufacturas, de países como Brasil, que es potente en materia prima, o India, que se ha especializado en tecnología. Pero tampoco quiero yo extenderme demasiado y simplemente le voy a dar la palabra ahora a los intervinientes. Les ruego que en aras de esa brevedad que se exige siempre por parte de los moderadores, muchas veces rayando la falta de educación por presionar, centren sus intervenciones en 12-13 minutos para poder dar paso luego a las preguntas.

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III. Nuevo escenario y crisis Enrique Iglesias, secretario general Iberoamericano Moderador: El primero que va a hablar es Enrique Iglesias, muy conocido por todos los que estamos aquí, Secretario General Iberoamericano desde octubre de 2005 y, anteriormente, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo durante 17 años. Anteriormente fue Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay y un montón de cargos que no voy a enumerar aquí porque consumiría muchísimo tiempo. Enrique, tiene la palabra. Enrique Iglesias Muchas gracias Miguel Ángel, buenas tardes. Muchas gracias por estar nuevamente en este acto conjunto de la Casa América y la Casa Asia, en torno a este Observatorio tan útil como necesario en estos momentos. Recordaba la inauguración de este Foro en Barcelona y ahora me parece que estamos en un momento de particular relevancia del mismo para estos temas, por tanto, hay que felicitar a las dos Casas por traernos a este debate. El Secretario de Estado, Juan Pablo, ya mencionó un discurso muy comprensivo y muy preciso, pero que va a ser un poco la materia prima de nuestro debate; están todos los elementos incorporados ahí. Me pidieron que hablara un poco en términos generales en mis 12 ó 15 minutos, vamos a poner 12. Hablaré sobre la crisis en términos un tanto telegráficos, pero claramente la crisis mundial trae estos temas a la importancia que tienen. Una crisis que todos conocemos; una crisis, como se ha calificado, de las más profundas después de la Segunda Guerra Mundial. Una crisis sorpresiva que ha dejado a todos los economistas, instituciones y analistas fuera de foco, porque la verdad es que no se pudo prever adónde estamos ahora. Y una crisis rebelde, porque se negó a responder a las medicinas tradicionales, y estamos en un momento en donde no sabemos cuándo va a terminar, ni cómo va a terminar. Sabemos que va a terminar, porque las crisis terminan siempre, y que hay algunos brotes -como se les llama ahora- que señalan que en algunas partes del mundo, no en todas, esto comienza a ceder. Yo creo que el tema, como todos sabemos, está centrado fundamentalmente en lo que fue el detonante de la crisis: la crisis de los sistemas bancarios, de los sistemas financieros. Hasta que éstos no se recompongan y se pongan de pie, va a ser muy difícil decir que estamos realmente en el dominio del fenómeno. Pero aunque estemos en eso, en la duda de cuándo y cómo vamos a salir, de lo que no hay duda en general es que lo que va a seguir un largo rato con nosotros es el desempleo y esto ciertamente nos preocupa. En los países ricos hay espaldas grandes para poder subsidiar, hasta un cierto tope como recordaba ayer muy bien el Presidente del Banco Central Europeo aquí en Madrid, pero para los países que no lo son, como los países en vías de desarrollo, el tema es mucho más delicado. Es interesante destacar algo que dijo aquí Juan Pablo: esta vez la crisis no partió de los países en vías de desarrollo, no fueron los países latinoamericanos en particular, que están tan en la historia de las crisis del siglo pasado, sino que fueron los países centrales. Lo que también sabemos es que hoy estos países sí son parte de la solución, porque el vigor de la economía de China y el de la de Brasil, como el vigor de otros países en vías desarrollo, es y son puntales muy importantes de la recuperación. Es un fenómeno totalmente nuevo: hoy en día nosotros somos parte de la solución del problema y no lo fuimos en la creación del mismo. 8


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No vamos a entrar en un análisis pormenorizado de la crisis, pero sí fijémonos en cuatro o cinco frentes que van a permanecer y que aparecen como líneas claras hacia el futuro: la primera es que realmente se consolida una nueva geografía del poder económico mundial y político de alguna manera, y esto ya es algo que tiene que ver con las cosas que se dijeron aquí esta tarde. Ciertamente, estamos en presencia de nuevas economías emergentes, muy vigorosas, se dieron algunas cifras, en el sentido que estamos hablando por ejemplo de los BRIC, este grupo de cuatro países: la mitad de la población, el 23% del producto, fue responsable de las dos terceras partes del crecimiento de la economía mundial en los últimos años, etcétera. Y cosas un poco imaginativas, pero por ejemplo se habla que en el año 2025 China podrá superar a Estados Unidos como primera potencia, y la India podrá hacerlo en 2050 y Brasil podrá superar a Japón en 2050. En fin, todo esto tiene un poco de imaginación, pero marca un poco la dimensión del cambio que se está dando en el poder económico del mundo. Si es así, ese poder económico quiere reclamar su cuota de poder en la administración de los asuntos financieros internacionales y eso es lo que fue la reunión de la semana pasada en Ekaterinenburgo, en Rusia. La reivindicación de estos países es la de tener una mayor cuota de participación en la dirección de los asuntos mundiales económicos y políticos, porque también en esa reunión se habló de la necesidad de que este grupo tenga representación ampliada en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Esta nueva geografía económica mundial tiene en América Latina a Brasil, México y Argentina, que constituyen las economías mayores de la región. Vamos a tener aquí una muy buena presentación del caso mexicano, aunque extrañamos lamentablemente no poder tener la oportunidad de sentir el caso de Brasil, que es un fenómeno realmente de transformación espectacular de una economía, que pasó claramente de una economía de nivel regional a otra de nivel mundial, una verdadera potencia emergente. Como decía, este cambio en la geografía económica es un hecho y coloca a América Latina en una posición distinta a la que teníamos hasta ahora. Esto nos lleva precisamente al segundo elemento: vamos a tener una nueva arquitectura financiera internacional. El cambio de posición del reparto de poder diseñado en Bretton Woods se reclamó mucho ya en los años noventa, cuando la crisis asiática, latinoamericana y rusa; no pasó nada. Pero hoy sí, la urgencia y la magnitud del problema hacen que debamos tener una nueva arquitectura financiera y, por consiguiente, un cambio del poder económico, un cambio en el control de los organismos y un refuerzo considerable de los organismos como el Fondo Monetario. Vean ustedes que están contribuyendo al FMI países como China, Brasil y Rusia, ¡cómo habrá cambiado el mundo que éstos también se conviertan en aportadores significativos a estos organismos! Vamos a tener nuevo sistema regulatorio, un nuevo sistema de supervisión y claramente vamos a controlar un poquito las agencias de rating, que nos metieron en este baile y fueron unos de los grandes responsables del negocio. Yo creo que en todo eso habrá que poner un poco de orden, para que el nuevo sistema no repita el tipo de especulaciones que hemos tenido en los últimos veinte años y que llevaron al mundo a esta catástrofe financiera sin precedentes. El tercer punto de la crisis mundial es que vamos a tener que ver también qué pasa con el tema comercial, porque a diferencia del financiero, que está planteado, está sin resolver y es muy importante. Se ha avanzado, es cierto, tuvimos la Ronda Uruguay, siete rondas, pero creo que vamos a tener que pensar seriamente en tener una nueva arquitectura financiera. Es importante para todo el mundo que esto sea así, mucho más para los países emergentes, donde necesitamos tener un orden comercial en el que haya un mínimo de equilibrio y de equidad en las relaciones comerciales 9


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internacionales. Hemos visto hoy con satisfacción que el nuevo gobierno de la India ha manifestado la necesidad de avanzar en una nueva Ronda de Doha. Su desenlace sería realmente un paso muy importante para la crisis actual, ya que el mundo daría una señal de confianza y generaría un avance serio e importante en las relaciones comerciales internacionales. En cuarto lugar vamos a tener una mayor presencia del Estado, de las políticas públicas en la construcción de las economías nacionales. En la historia de América Latina pasamos desde una deificación del Estado en los años setenta a su demonización en los años noventa. Se vio claramente, por ejemplo, en el caso de la situación de los bancos, yo viví toda la etapa de la demonización de los bancos públicos, con algunas buenas razones, sí, pero fue un verdadero banquicidio. En cambio, ahora hay de nuevo una gran reclamación de bancos de desarrollo, cuando muchos de ellos desaparecieron en los años ochenta. Pero para enfrentar esa mayor demanda del Estado es importante saber si tenemos un Estado preparado: no, no lo tenemos, por lo menos en los países en desarrollo. Su reformulación, un nuevo Estado más eficiente, más transparente y más responsable, es un tema central para nosotros hoy. En América Latina particularmente, la reforma del Estado siempre estuvo presente y hoy lo está más que nunca. El quinto punto de esta reforma que se nos viene encima es todo lo que tiene que ver con el nuevo modelo de negocios, Schumpeter. La idea de que el capitalismo se basa en la destrucción de empresas para pasar a nuevas empresas más eficientes y más productivas. Esto va a significar que entraremos en un periodo de cierre empresas, de jibarización, de fusiones y aparición de otras nuevas. Estas últimas van a estar en campos novedosos como los que se llevan el presupuesto de Obama: energías renovables, cambio climático, la infraestructura, la lucha contra los problemas de la salud, etcétera. Entonces, en este panorama, el tema que nos preocupa hoy de las relaciones de Asia con América Latina es relevante porque representa para nosotros una gran oportunidad y un gran desafío al mismo tiempo. Una gran oportunidad porque ambas regiones tienen una vieja relación ya. Yo creo que conocemos la presencia de Asia fundamentalmente a través de Japón, un país cuyas relaciones con América Latina no se dan sólo en el plano comercial, sino que también se trasladan al humanitario, como lo muestra la emigración japonesa hacia nuestra región hace más de cien años. Pero es que además Japón ha sido un socio integral con América Latina: importador de materias primas, exportador de manufacturas, creador de inversión en varios campos, incluso en las manufacturas, los servicios, etcétera. Hoy en día, aunque sean China e India quienes influyen básicamente sobre el panorama de América Latina, también aparecen nuevas relaciones con Corea, Singapur, Malasia y creo que de alguna manera tenemos ahí una fuente importante de vinculación. Estas relaciones están vinculadas a distintos tipos de exportaciones: en el caso de China son básicamente las materias primas, en el caso de India es la industria de servicios y tecnología y en el caso de Corea es un poco las dos cosas. Es una enorme oportunidad para América Latina tanto más cuanto que, como he dicho en múltiples ocasiones, China e India le han puesto en el correr de un par de décadas un segundo piso al mundo. Un segundo piso de 2200-2300 millones de consumidores y productores para un continente como el nuestro, muy rico en alimentos, en metales y en energéticos, las tres cosas que son claramente demandas de esta enorme comunidad de países que representa un porcentaje tan importante de la población mundial. Entonces se abre una gran oportunidad a un continente que tiene una dotación privilegiada en producción de alimentos: América Latina tiene el 15% de las 10


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tierras fértiles del mundo y solamente tiene el 9% de la población, es que somos un enorme potencial de producción de alimentos. Somos potencial de energéticos, en toda su forma, en petróleo y gas, pero también en los biocombustibles, en la hidroelectricidad. Y aparte de eso tenemos la posibilidad de tener delante una capacidad de mercado, que también es muy importante para estos países, China es un gran importador, pero también es un gran exportador. Entonces de alguna forma, esto marca una relación importante y se mencionó hace un instante desde el lado de la relación financiera, es decir, hemos visto como China se acercaba en los últimos tiempos como prestamista a alguno de los bancos centrales o, por ejemplo, negociador de las relaciones comerciales sin el uso del dólar, con la moneda nacional. Todo eso marca una relación financiera importante que tenemos que reconocer, como es importante también el interés de China en el ingreso al Banco Interamericano, tema que conozco muy bien y que marca un poco la aproximación a través del Banco a América Latina, como lo hizo Corea un par de años antes. Ahora, mirando un poco hacia futuro, la relación con Asia tiene implicaciones en distintos niveles. Por ejemplo, en la parte comercial, claramente, el hecho de que hoy China sea el primer comprador del Brasil es un hecho fenomenal en la historia de la región. Y que sea el segundo de América Latina, sobre todo de Panamá para abajo, donde está la gran producción de materias primas, de alimentos y energéticos, demuestra la gran oportunidad que tiene la región frente a sí. Desde la vertiente de inversión, también hay oportunidades. Hasta ahora las inversiones de China e India, aunque ésta última también tenga sectores dedicados al consumo interno como en industrias manufactureras, tienen mucho que ver con sectores vinculados a la exportación. Pero recientemente tanto las multilatinas como las multinacionales asiáticas se están convirtiendo en factores muy creativos de la relación a partir de las inversiones. Ahí hay un potencial importante que habrá que atender. Por último, la vertiente tecnológica es importante también. La India es un enrome potencial tecnológico en el mundo moderno con el parque intelectual más grande en esta materia y yo creo que para nosotros, un continente que está bastante atrás en la relación con la tecnología, la relación con la India tiene un potencial de una importancia particularmente significativa. Entonces hay una gran oportunidad para América Latina, pero hay también un gran desafío. Nosotros no podemos reproducir con Asia el modelo que tuvimos con Inglaterra en el siglo XIX: ellos compran las materias primas, nosotros las vendemos y compramos las máquinas. Creo que esa relación debe ser mucho más integrada y en ese sentido la transformación productiva de América Latina debe ir de la mano de la transformación de nuestras relaciones internacionales. Nosotros precisamos relaciones integrales, donde no solamente aparezca la venta de materias primas o la compra de producto manufacturado, sino tener también una vinculación importante a través de la inversión y del mundo financiero. Y yo creo que en ese sentido, es precisamente este desafío que nos obliga a pensar cómo nos ubicamos en la relación internacional a partir de economías complejas, como ya son las nuestras, en una relación que no sea la reproducción de una relación de tipo colonial, que sea una relación de tipo integral y pienso que es por este camino por donde este tipo de debate nos debería llevar.

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IV. Brasil Alfredo Arahuetes, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de ICADE. Moderador: No hay ningún brasileño aquí como decía Enrique Iglesias, pero Alfredo Arahuetes, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Comillas, es un especialista de Brasil, aparte de un enamorado del país. Por tanto, creo que va a suplir con eficacia la ausencia de un brasileño. Forma parte de la alianza estratégica Brasil-España, como académico, aparte de haber escrito algunos libros y varios artículos. Es licenciado en Derecho en la Universidad de Deusto y en Ciencias Empresariales en la ICADE. Alfredo tienes la palabra. Alfredo Arahuetes Muy bien, muchas gracias. Pues no soy brasileño, pero como “les falaria como quasi sou brasilero, vou tentar”... Voy a hablar en castellano, “mais estou tentado de falar portugués, prazer”. No soy brasileño, pero soy un español que tuve la suerte de pasar mucho tiempo en Brasil. Viví casi cinco años en Brasil después de haber pasado dos en la CEPAL, en Chile, en una época bastante dura, pero muy interesante porque estaban los viejos maestros de la CEPAL, en el año ochenta y ochenta-y-uno. Y después tuve la gran suerte de estudiar en la Universidad de Campinas, cerca de San Pablo. Para España Brasil es un país “muito grande, mais muito desconhecido”. Los españoles miramos Brasil y nos pasa como a los americanos, decimos “¿pero es eso? Sí, es eso”. Pero después nos cuesta mucho entender lo que hay dentro y es una lástima. Voy a intentar transmitir de la manera más cálida cómo se sitúa Brasil en este contexto internacional. Creo que lo bueno que tiene Brasil, que tiene cosas impresionantemente buenas y tiene cosas impresionantemente censurables, es que tiene una clase dirigente que es una fórmula que ya no se utiliza, de la que ya no se habla en ninguna parte del mundo. Por clase dirigente entendemos que tiene una burguesía ilustrada y unas universidades con gente que piensa, y no lo hacen en términos de modelos matemáticos, que deben de ser probablemente muy interesantes como dirían mis compañeros de facultad, pero pierden la riqueza de lo cualitativo de la historia, que es con lo que ha terminado el doctor Enrique Iglesias refiriéndose a eso del XIX y del XX y que, probablemente, ningún económetra de las grandes universidades económicas del mundo entendería. Lo bueno que tiene Brasil es que siempre están pensando y además en la sala hay destacados especialistas brasileños que me podrán contestar en el debate. Siempre están pensando cómo se tienen que insertar en la economía internacional, porque ese pensamiento es el que han heredado de CEPAL. El estudio de CEPAL del 49, que realizaron Prebisch, Pinto y Furtado, y que luego heredaría Enrique Iglesias cuando fue su secretario ejecutivo, establece el problema que se ha planteado América Latina, como si fuera parte de su ADN, que consiste en cómo podemos mejorar nuestra inserción en la economía internacional. La determinación de la mejora de las economías no es un problema solamente interno, ni es un problema de reformas institucionales, ni de modernización, ni de recursos, ni de nada. Es un problema doble, puesto que simultáneamente los países tienen que ir modernizando y transformando sus economías y tienen que tener en cuenta qué es lo que está pasando en la economía internacional. Esto está formulado en la región y es tema de pensamiento permanente. Entonces, a mí me ha resultado fácil prepararme la charla, aunque vengo 12


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a sustituir a alguien que es insustituible y que debo referirme a él, que es José Juan Ruiz. Si no le conocen, por favor hagan lo posible por asistir a alguna de sus conferencias porque es un economista español espléndido, vinculado al Banco Santander y, para mí, de los que mejor conocen América Latina y sobre todo Brasil. Si tienen oportunidad de ir a escucharle a la próxima conferencia, no lo duden porque merece mucho la pena. Entonces, como decía, Brasil ha intentado permanentemente asegurar la mejor forma de insertarse, que es consolidando una economía estable y fuerte. Lo que pasa muchas veces es que esa estabilidad y esa construcción de fortalezas, al encontrarse con oportunidades tremendamente atractivas y tentadoras en los mercados internacionales, uno cae evidentemente en la seducción. No vamos a hacer historia, pero esa es la seducción en la que cayeron la mayor parte de los países de la región, que luego les llevó primero a la crisis de los setenta y ochenta, y después al tremendo ajuste en los ochenta y noventa. ¿Y por qué hablo de todo esto? Pues porque Brasil, después de haber seguido las recetas dadas por los países del Norte, sobre la importancia de vincularse internacionalmente a través de la apertura de la economía a los movimientos internacionales de capital, y después de ver sus consecuencias en los años noventa y a principios de 2000 (hay que recordar que Brasil estuvo al borde del “default” en el verano de 2002 igual que Argentina). Como digo, Brasil retoma la situación diciendo “está clarísimo que hay que apostar por la estabilidad y por fortalecer la economía, institucionalmente y desde dentro, pero teniendo en cuenta que las oportunidades hay que buscarlas fuera. Como no consigamos resolver lo de fuera, no resolvemos lo de dentro”. Esta fue la premisa en la época de Fernando Enrique Cardoso, aunque optó por una inserción diferente que ahora mencionaré, como a partir del 2002 con Lula. En ese sentido, Brasil hace un tremendo esfuerzo por estabilizar la economía, frente a unas políticas desde el primer gobierno Lula a las que Cardoso diría que no se distinguen mucho de las suyas. La diferencia está sencillamente en que Brasil va a aprovechar una oportunidad y es que el mundo, como diría Larry Summers, no se está moviendo con “one engine”, sino que se está moviendo con “two engines” y el otro motor, el que mueve la economía internacional y al que se acopla Brasil a principios de 2003, es Asia. Brasil va a aprovechar los 2000 para engancharse al tremendo tirón que tiene la economía de Estados Unidos, con políticas de estímulo para evitar la amenaza de la depresión, que recuerda muy bien ese periodo 2000-2003, y a la impresionante emergencia de los asiáticos, fundamentalmente de China y la India. Esa inserción es la que Brasil ha estado buscando siempre y siempre ha cuidado, una inserción de carácter comercial, como dirían los economistas del país, que le procure una balanza comercial lo más positiva posible, con un saldo comercial significativo para cumplir con los compromisos financieros, satisfacer los servicios y fortalecer externamente la economía, para en última instancia ser capaz de atraer capital extranjero en forma de inversiones directas. Pero no sólo ha sido capaz de hacer eso, sino que dado el buen comportamiento de la economía encima también ha atraído inversiones financieras. En los últimos años, desde el objetivo fundamental de Brasil, que es la producción, estas inversiones financieras no han sido todo lo buenas que deberían ser. Pero es que Brasil no quiere ser un país financieramente potente, sino que a lo que aspira es a ser un país que aprovecha la dotación de sus factores productivos, su capacidad de producción de materias primas, alimentos y productos energéticos. No voy a leerlo, pero es igual que sea el primer productor mundial de carne de vacuno, de naranjas, de jugo de naranja, que azúcar, de café. Da igual, es una lista enorme. Es el primer productor y exportador mundial de esos productos, pero eso representa solamente el 50% de su pauta de 13


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exportación y lo que mucha gente desconoce es que Brasil es un gran país productor de manufacturas. Si buscamos en el mundo cuál es la tercera ciudad más importante en el diseño y producción de aeronáutica, diríamos que por una parte Seattle con Boeing, Toulouse con Airbus y ¿la tercera? Salvo algunos de ustedes que están enterados, a lo mejor nadie diría que es Saô Paulo. Pues la tercera ciudad de producción y diseño mundial de productos aeronáuticos es Saô Paulo, de modo que hay que quitarse de la cabeza la idea de que Brasil es sólo un país productor de alimentos, materias primas y productos energéticos. Entonces, yo creo que la estrategia de Brasil de ser un gran productor internacional es como si fuera un asiático moderno y, evidentemente, su política internacional en términos económicos está al servicio de esto ¿no? Tiene que conseguir esos objetivos. Entonces Brasil debe promover la creación de ese G-20 de países emergentes y de menor grado de desarrollo en la Ronda Doha, para conseguir mejores condiciones o unas condiciones más justas, como decía el doctor Iglesias hace un momento. Si la Ronda de Doha se revitaliza, evidentemente ese G-20 de países emergentes tiene cosas que decir porque tiene que establecer ciertas recomendaciones sobre cuáles deben ser las reglas. Pero Brasil no solamente está en el G-20 de los emergentes, sino que está en el G-20 de los ricos y esto es así porque quiere discutir las reglas de la nueva arquitectura financiera internacional; de nuevo, como ya se ha dicho no me voy a repetir. Pero es que además aprovecha o crea cualquier foro que estime que pueda darle rendimientos en ese sentido. Entonces, que Foro BRIC: Foro BRIC; que necesitan estimular el comercio Sur-Sur: Sur-Sur; que hay que ser un país que promueve la integración latinoamericana aun sabiendo que eso va a tener algún coste (porque en algún momento eso va a tener algún coste, como sabemos muy bien los que conocemos los procesos de integración, como por ejemplo el europeo), pues tendrá que asumir eso en UNASUR o en los procesos que promueva de geometría variable en términos de integración. Pero, ¿a qué le ha llevado eso? Le ha llevado a promover el comercio con los países africanos. ¡De cuándo Brasil iba a promover el comercio con Oriente Medio! O en otras zonas del mundo en las que tradicionalmente nunca ha tenido presencia. Si miráis la pauta de Brasil, está claro que apuesta por intentar generar una máquina productiva potente y moderna, capaz de insertarse en la economía mundial con un perfil moderno y como una potencia media muy significativa a nivel regional. Yo creo que ésa es la apuesta y la idea que yo quiero transmitir sobre el rol que quiere jugar Brasil en términos económicos en este nuevo escenario de la economía internacional.

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V. China Jiang Shixue, vicepresidente de la Asociación China de Estudios Latinoamericanos y director adjunto del Instituto de Estudios Europeos de la Academia China de Ciencias Sociales. Moderador: Ahora tiene la palabra Jiang Shixue, que es Vicepresidente de la Asociación China de Estudios Americanos y Director Adjunto de Estudios Europeos en la Academia china de Ciencias Sociales. También es jefe del Departamento de Estudios Europeos en la misma academia; es autor de varios libros centrados en Latinoamérica, sobre la globalización financiera, etcétera. También ha sido profesor visitante en la Universidad de York. Muchas gracias por estar aquí y le doy la palabra. Jiang Shixue Gracias. Voy a dividir mi discurso en dos partes. En la primera expondré en general la relación entre las economías emergentes y el orden internacional y después me centraré en particular sobre China. Intentaré hacerlo en doce minutos. En primer lugar hay que hablar sobre el impacto de las economías emergentes, que se da en varios aspectos. Así, encontramos el impacto de los países emergentes sobre el orden político internacional y su llamada a una reorganización mundial bajo un prisma más democrático, para facilitar en definitiva un nuevo orden mundial multipolar. Esta reforma establecería una nueva relación entre Sur y Norte, fortaleciendo el rol de los países en desarrollo dentro también del marco de la reforma de Naciones Unidas. De este modo, Brasil e India formarían parte también del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Por otra parte, este impacto es un desafío a los valores occidentales. Hasta aquí el impacto desde la vertiente política. Pero también podemos observar algunos impactos en el ámbito económico. En primer lugar, estos países a los que llamamos BRIC están contribuyendo de manera decisiva en la recuperación de la estabilidad económica de la actual crisis financiera internacional. Este nuevo rol debe mantenerse hasta cierta altura y quiere proteger los intereses de los países en desarrollo dentro de la Ronda de Doha, hasta ahora menoscabados. Además, como ya saben, China ha lanzado la propuesta de una reforma financiera internacional que sustituya la divisa de reserva internacional por excelencia hasta ahora, el dólar norteamericano, aunque éste es un objetivo a largo plazo. Pero es que además el nuevo marco de las economías emergentes también ha introducido una mayor competencia en la carrera por las materias primas. Estas economías, con un crecimiento tan rápido, necesitan abastecerse más intensamente de productos como petróleo, madera, soja, minerales, etcétera. Otra consecuencia de este impacto es la aceleración hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, a través de la reducción de la pobreza. Estos son los impactos económicos. Junto a los impactos político y económico, hemos visto cómo se han visto afectadas otras áreas. Así, el rápido crecimiento de estas economías ha ido acompañada por la gran oportunidad de modernizar los respectivos aparatos militares y, como hemos visto, algunas de ellas han incrementado su estructura militar, particularmente nuestra vecina, India. Estos países tienen ganas de demostrar su coraje y determinación frente a la occidentalización cultural. En cambio, me siento alegremente sorprendido al ver que en la capital de España haya un Instituto Confucio donde se enseña el chino. Por otra parte, la emergencia de estas economías ha suscitado inquietud entre sus vecinos, al representar una amenaza de invasión o asimilación. 15


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Al mismo tiempo, contra mayor fortaleza económica, mayor será su autonomía científica y tecnológica. Por tanto, estas economías tienen que tener mucha más voz a la hora de establecer normas internacionales, puesto que hasta la fecha, las normas y normativas internacionales han sido dominadas por Occidente o Unión Europea, Japón y Estados Unidos. Ejemplo típico de lo que estoy diciendo: China ha diseñado una nueva tecnología que se llama el estándar 3G, de tercera generación, y es muy difícil para China ofrecer este tipo de norma a otros países. El secretario de Comercio estadounidense ha afirmado que las normas chinas le brindan a las empresas chinas una ventaja injusta, así que Estados Unidos está muy preocupado por la emergencia de la economía china y está interesado en mantener a China en un aislamiento tecnológico, o parece que China esté interesada en mantenerse en una especie de aislamiento tecnológico con normas que sólo beneficien a sus propias empresas locales. Por ejemplo, Nokia ha dicho que la tecnología 3G en China seguirá desarrollándose independientemente de que Nokia esté dispuesta a participar en este desarrollo y muchos piensan que Nokia acabará pagando un precio muy alto por su orgullo y sus prejuicios, negándose a colaborar en el desarrollo de esta norma. Y con el resto deberíamos ser muy realistas; hay factores políticos e históricos que pueden desembocar en fricciones y luchas de intereses entre China, India y Rusia. La semana pasada hemos sido testigos de la cumbre de los BRIC, que han emitido un comunicado con muchas palabras vacuas. Asimismo, tenemos que tener en cuenta que el BRIC seguirá dependiendo de la economía estadounidense y el dólar seguirá siendo la divisa dominante en el futuro previsible. La estructura económica de los BRIC es muy vulnerable, fundamentalmente exportan recursos, en los casos de Brasil y Rusia, y debido a la caída de los precios del petróleo la economía rusa se ha visto muy afectada. Hay analistas que afirman que no debiéramos llamar a estos países BRIC, sino BIC, dejando la R de Rusia fuera de este grupo, ya que ésta se encuentra en muy mala situación. Hemos visto como China depende mucho de sus exportaciones baratas para su fortaleza económica. Y, por ejemplo, India es un país que carece de infraestructuras básicas. Estamos hablando de economías pujantes, pero débiles, frágiles y no tendríamos que ser tan optimistas. Otra cosa que quisiera mencionar sobre China más concretamente. ¿Qué influencia tiene China en el orden mundial? Hay dos dimensiones que hay que tener en cuenta: ¿qué esperamos de China y qué desea China hacer? Hablaré en primer lugar de lo que se espera de China. Todo el mundo quiere que China haga algo, con frecuencia se habla de un término que acuñó un catedrático norteamericano, quimérica, se habla de China como de Quimera, como si fuésemos los salvadores del futuro. Estados Unidos seguirá gastando dinero, China fabricará y venderá cosas. Parece que China tiene muchísimas divisas y Estados Unidos lo único que hace es incrementar su déficit con el dólar. Estas son las ideas que siempre se oyen cuando se habla de China y a raíz de estas ideas se acuñó este término, quimérica. Hablamos de una Quimera y la diferencia es que se complementan sus dos caras. Hay otro término que se ha acuñado y es el G-2, cuya idea sería desarrollar un Grupo de dos entre Estados Unidos y China, que marquen el rumbo de la economía mundial. Por primera vez en la historia de China, este país se considera como un socio importantísimo, de los más potentes entre las superpotencias. Cuando China se manifestó en contra de esta mentalidad G-2, dijo que era imposible que un grupo reducido de países se encargase de todas las cuestiones mundiales. El multilateralismo, sin embargo, es la mejor tendencia actual y además la que mejor refleja el deseo de los pueblos. También un dirigente chino dijo que sería impensable que los asuntos mundiales se gestionaran únicamente por estos dos países. China nunca ha aceptado entonces esta idea del G2. 16


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Hay otros, sobre todo en Estados Unidos, que dicen que China debiera ser un socio responsable en el juego mundial. El antiguo secretario de Estado dijo en 2005 que China es un país muy grande, que crece muy rápidamente y la pregunta esencial para el mundo es saber qué va a hacer China, ya que con todo este poder tenemos que exigirle que actúe con responsabilidad. Incluso la Unión Europea tiene sus expectativas con respecto a China. Hay un informe de la Unión sobre este tema, publicado en 2006, según el cual China tendría que hacer un montón de cosas: abrir más su sociedad, implantar totalmente las obligaciones de la OIT, abrir su mercado, proteger la propiedad intelectual e involucrarse más en el cambio económico, mantener la paz y la estabilidad económica y social, nunca utilizar la fuerza contra Taiwán, incrementar la transparencia y también tener objetivos y gastos militares mucho más transparentes sin proliferación nuclear. ¡Estas son las demandas que impone la Unión Europea a China! Hay un chiste por ahí, no sé si lo han oído. La República Popular China fue fundada en 1949, en diciembre del 78 China empezó a abrir sus puertas y luego en el 89 cayó el muro de Berlín y la Unión Soviética se vino abajo; en 2008 vimos la crisis de las hipotecas sub-prime. El chiste es el siguiente: en el 49 el socialismo era lo único que podía salvar a China, en el 79 el capitalismo era lo único que podía salvar a China porque China había abierto sus puertas al mundo exterior, y en el 89 China era el único país que podía salvar al socialismo y en 2009 China es el único país que puede salvar al capitalismo. ¿Piensan realmente ustedes que China pueda salvar al capitalismo? Este chiste reconoce la importancia de China como país, aunque exagera mucho el papel que pueda desempeñar en el panorama mundial. ¿Qué puede hacer China por sí misma, independientemente de los deseos o las exigencias de otros poderes? En primer lugar queremos un mundo en armonía, como dijo nuestro presidente ante las Naciones Unidas. Este mundo en armonía debiera ser democrático y tolerante y justo; estos son los deseos que ha expresado China y es lo que vamos a hacer. China quiere convertirse en un país responsable, pero la cuestión es saber cómo puede realizar esto. Tiene que mantener limpia su casa para desarrollar e impulsar la economía, luchar contra la pobreza y atenerse a los principios de la coexistencia pacífica y luego participar activamente en cualquier actividad que busque la paz mundial. Hace algunos años hablábamos con una terminología algo distinta. Había eruditos chinos que hablaban de un surgimiento pacífico que podía asustar a Occidente, así que ahora hablamos de desarrollo pacífico y no de surgimiento pacífico. La historia nos dice que cualquier país poderoso tendrá deseos hegemónicos, pero China acabará con esta tradición. El principio básico de China puede resumirse con 24 caracteres o ideogramas: mantener la mente tranquila, no llamar mucho la atención, nunca actuar como líderes y siempre hacer algo. Los eruditos chinos debaten ahora acaloradamente dos conceptos: ¿cómo mantenerse en un papel discreto y al mismo tiempo hacer algo eficazmente? En la situación de crisis económica mundial, China tiene que hacer algo, todo el mundo espera que China haga algo. Pero al mismo tiempo no queremos actuar como líderes y no podemos hacerlo porque China sigue siendo un país muy pobre, por lo tanto tenemos que mantenernos en una situación discreta, sin llamar mucho la atención. Es muy difícil para los chinos hablar de liderazgo manteniendo estos dos conceptos en equilibrio. En conclusión, quiero acabar con una cita del antiguo primer ministro malasio Mahadir, dijo: “La gente no tiene que considerar que China es una amenaza, sobre todo en el sudeste asiático. Estamos muy cerca de China, pero nunca nos ha invadido. Estamos muy lejos de Europa, pero los europeos nos invadieron dos años después de descubrirnos, por tanto, tenemos mucho más miedo de Europa que de China, no huyamos de China. Aparentemente el pueblo chino tiene una visión 17


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global e innovadora y aparentemente puede ayudar al mundo en muchísimos problemas aparte de ofrecerles un mercado enorme. ¿Por qué considerar China como amenaza? Algunos quieren conquistar China, evidentemente, pero ésta sería una gran catástrofe mundial”. Muchísimas gracias.

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VI. India Gurcharan Das, consultor y autor indio Moderador: Ahora, para hablar de su vecino indio está con nosotros Gurcharan Das, que es asesor y autor de varias obras, quizás el más importante sea el best-seller India Unbound,. Escribe regularmente en The Times y ocasionalmente en The Wall Street Journal y Financial Times. También ha sido responsable de algunas empresas en India, como Procter and Gamble, y está graduado por la Universidad de Harvard en Psicología y Ciencias Políticas. Sr. Das, le doy la palabra. Y tengo que decir que habla muy bien español, aunque no se atreve a hablarlo. Gurcharan Das Gracias. Es un honor estar aquí con ustedes. Soy un gran admirador de la sensibilidad iberoamericana. Lo primero que hice ayer cuando llegué directamente dese la India a Madrid fue ir al Reina Sofía para ver otra vez el Guernica. Aparte, me encantan los escritores latinoamericanos y españoles, me encanta Cortázar, Borges, Juan Rulfo, García Márquez y demás. Los BRIC se han unido y este mes han celebrado su primera cita o su primera cumbre en una ciudad cuyo nombre nadie puede pronunciar, Ekaterinenburgo o algo así. Creo que seguimos intentando averiguar, identificar qué es este animal creado por Goldman Sachs. Voy a darles unos datos estadísticos que demuestran el porqué de este agrupamiento, porqué este grupo de países refleja una nueva confianza en sí mismos, unos países que hace diez años o más estaban totalmente fuera del mapa. El porcentaje de los países BRIC del PIB mundial en el año 2000 fue del 16%; estos países representaban solamente el 16% del PIB mundial, mientras que en la actualidad este porcentaje se ha elevado hasta el 22%. No hablamos únicamente de potencial o de una futura de una potencialidad, sino que hablamos ya de una realidad. Dividiré mi intervención más o menos como ha hecho mi colega chino. Hablaré rápidamente de las repercusiones de la crisis económica mundial en la India, después trataré lo que supone para todo el mundo esta crisis y las lecciones que podemos extraer de ella. Luego hablaré brevemente de la economía india y la compararé generosamente con la china para que se vea más clara su magnitud. El hecho es que la crisis económica mundial sí nos ha afectado. Nuestra tasa de crecimiento durante cinco años llegó casi al 9%, pero este último año ha sido de un mero 6,9%. Una tasa de crecimiento que les puede parecer a ustedes muy impresionante, pero una caída de 2 puntos porcentuales en la tasa de crecimiento es algo muy negativo, se dé aquí o en la India. Estamos hablando de mucha gente que ha perdido su empleo, pero hay buenas noticias: en India nos hemos dado cuenta de que nos vamos a recuperar rápidamente de la crisis y ya en los dos últimos trimestres hemos visto que el PIB ha crecido hasta el 5,8%. La mayor parte de los indios cruzan los dedos y esperan que acabemos el año con un 6,7% y luego nos pongamos a la altura de las tasas de crecimiento anteriores. Esta recuperación será más rápida que en otros países por varios motivos y esto también se aplica a los BRIC globalmente. En lo que se refiere a la India, estamos hablando de un país menos dependiente de las exportaciones y mucho más dependiente de su economía nacional; el motor de la economía india ha sido siempre el mercado interior y se ha basado en el consumo, mientras que las exportaciones representan sólo el 15% de la economía. El consumo 19


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por tanto es la locomotora de nuestra economía; de hecho, la India tiene el segundo nivel más alto de consumo entre los países más importantes del mundo; sólo Estados Unidos nos supera en tasa de consumo. Estamos hablando de un 63% en la India, 70% en Estados Unidos, 56% en la Unión Europea y un 40% en China. (…) Resumen anterior: nosotros somos un país de gente austera, el país de Gandhi y demás y normalmente no somos muy partidarios de eso del superconsumo, sobre todo el consumo conspicuo. Sin embargo, hemos aprendido que desde un punto de vista económico el consumo está muy bien, sobre todo si nos fijamos en la economía mundial. Nos damos cuenta de que el mundo necesita economías de gran consumo, como la mía, y de que no podemos sobrevivir en un mundo en que todos producen quedando Estados Unidos como único gran consumidor, ¡eso es insostenible!, e India podría convertirse en el segundo gran motor de consumo del mundo. Además, también es muy beneficioso porque me parece bueno para la gente; es decir, crea menos desigualdad, incrementa la igualdad. Si uno ha visitado la India, pues mucha gente piensa “¡Huy, cuánta desigualdad hay en la India!”, pero cuando medimos con el índice GINI (cuanto más bajo sea este índice, mejor es la economía y en una sociedad perfectamente igualitaria este índice sería igual a cero) vemos que en la India éste es 31, en Estados Unidos es 41, en China 47, en Brasil 58; es decir, nuestro índice refleja menos desigualdad que otros países. Otra razón por la que creo que vamos a salir más rápidamente de la crisis es porque somos una economía grande y diversificada. Es decir, las exportaciones no son sólo las de unos cuantos artículos; no se trata solamente de diamantes, prendas o productos básicos, sino que incorporan muchísimo software y son de alta gama. Tratamos buques, repuestos y compuestos de automóviles, acero, software, petroquímico y también servicios empresariales, es donde tenemos nuestra mayor cuota de mercado del mundo. Cuando hay una serie de artículos que se defienden, cuando hay diversificación y hay una parte que crece más que la otra, uno siempre puede recuperar el tiempo perdido en el otro ámbito. Otra razón de porqué India va a salir más rápidamente de esta crisis que otros países es que nosotros no llegamos a liberalizar nuestro sistema financiero. Yo siempre fui crítico con esa política y ahora la gente me dice “estabas equivocado” y yo les digo que uno no planifica para las crisis, para hacer cinco años en un siglo, sino que uno planifica para que los planes duren veinticinco años, de modo que sigo defendiendo la liberalización del sector financiero, que debe hacerse en un marco de reforma claro. ¿Qué ocurrió entonces durante el inicio de la crisis en la India? Bueno, pues que los bancos nacionales tenían el 70% de los activos de su sector y las empresas se dirigieron a éstos cuando los internacionales cayeron. Yo creo que quizá fue un accidente este paquete de estímulo, fue funcionar un poco como digo por accidente. Aun así, tenemos un plan de empleo rural garantizado, que garantiza cien días de trabajo al año, un salario mínimo y esto lo que ha hecho ha sido inyectar mucho dinero a las zonas rurales. Se han dado grandes incrementos salariales a campesinos y a funcionarios públicos, y yo creo que éstos son algunos de los factores que explican un poco porqué India va a salir antes de esta crisis, porque ya está en ello y lo está haciendo con mayor velocidad. ¿Qué significa esto para la India en su conjunto? Bien, yo creo que en primer lugar lo que hay que comprender o para comprender la economía india, hay que recordar que no se trata de una historia nueva. Es decir, este crecimiento del 9% de los últimos cinco años se ha producido después de veinticinco años de un crecimiento del 6%, que se puede comparar con el 3% que generó la revolución industrial en Occidente. 20


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Pero lo importante es que se trata de una historia de crecimiento de treinta años ya. El segundo punto más importante, tema de un artículo mío del año pasado, es que a diferencia de China, donde el Estado ha sido el inductor, el crecimiento en India está produciéndose casi pese al Estado y por eso digo que su economía corre por la noche, cuando el gobierno duerme. Lo que hemos visto es una situación donde hay un sector privado muy vibrante, donde se han creado prácticamente veinticinco empresas competitivas a nivel internacional y esto se ha hecho entre tres y diez años. En el mismo periodo estas empresas se van a convertir en firmas como Sony u Honda, conocidas por todo el mundo. Este sector privado vibrante crece a partir de la gente y lo mejor que ha hecho el gobierno ha sido precisamente quitarse del camino poco a poco. ¿Qué significa quitarse del camino? Bueno, pues lo que significa…, esto es algo que empezó en 1991, pero ésa no es la única fecha importante. Todos los gobiernos después de 1991 han introducido reformas de forma dolorosamente lenta. Aun así, esas reformas poco a poco se han ido acumulando y han convertido a la India en la segunda economía que crece a un ritmo más rápido del mundo. ¿Y por qué? 75 países han introducido las mismas reformas que la India y, ¿por qué han funcionado en la India? Bien, yo creo que la respuesta de esto en parte se debe a que efectivamente el gobierno se ha retirado del camino, ahí tiene su mérito, pero además en la India se ha producido una revolución mental que describo en mi libro India Unbound. Los jóvenes indios son muy diferentes con respecto a nosotros, a mi generación, pero además hay otro factor y es que la India tiene una casta de mercaderes, por así decirlo, que es la tercera, ya que los brahmanes están arriba. Esta casta de mercaderes sabe cómo acumular el capital, de forma que si uno introduce reformas en una sociedad que tiene una tradición de miles de años de acumulación de capital, entonces uno va a tener evidentemente más éxito y creo que ahí reside el éxito indio. Si miramos hacia el futuro, en mi opinión la economía india tiene puesto el piloto automático y los únicos que pueden destruir nuestra economía son nuestros políticos y, afortunadamente, ha habido cierto divorcio en ese matrimonio y la capacidad de un político de perjudicar a la economía se ha reducido enormemente. Se hizo mucho daño durante cuarenta años, también se hicieron cosas buenas, pero el balance general económico es negativo y creo que India va a crecer aproximadamente entre el 7,5% y el 8%, y va a continuar haciendo eso independientemente de quien tenga el poder. Si tenemos suerte y tenemos a un hombre como Deng Xiaoping o alguien parecido, entonces podremos crecer hasta el 10%; si tenemos alguna Margaret Thatcher o a algún reformista real, entonces podremos subir nuestro índice de crecimiento. De lo contrario nos mantendremos en ese 8% con el cual vamos a ser capaces de asimilar todas las personas nuevas que entran en el mercado aunque, para recuperar el tiempo perdido, deberíamos llegar a ese 10%. Permítanme hablarles ahora de una conversación que mantuve con mi madre, hace unos tres años, antes de que ella muriera. Ella me dijo: “Mira, la India está creciendo casi a un 8% y China a un 10%. Tienes razón cuando escribes en el Times que te preocupas tanto por esa diferencia, pero no entiendo exactamente, ¿qué diferencia hay entre un país que va al 8 y otro al 10%?”. Le dije que es muy importante ese 2%, ya que significa poder llegar a nuestro objetivo veinte años antes, es decir, que toda una generación de indios podría convertirse en clase media veinte años antes. Y entonces ella pensó durante un momento y me preguntó “¿Cuántas personas han salido de la pobreza en los últimos veinticinco años?” y le dije que serían unas 200.000 personas, menos que en China, que habría sacado a 350.000 personas de la pobreza, 21


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pero entonces me contestó: “Llevamos así más de 3.000 años, ¿por qué no seguimos con el estilo indio?”. Pensé que a lo que se refería era a seguir un proceso en democracia, porque el hecho es que hoy en día, en la India, ni siquiera los pobres cambiarían la democracia por ese 2% de más de crecimiento. Lo interesante de todo esto es que lo que creo que quiso decir es que una nación tiene que ser fiel a sí misma. India no puede ser otra cosa que no sea una democracia, ésa es su única opción y la razón es que India, al igual que China, se ha creado a lo largo de los siglos y a través de los diferentes pueblos que llegaron al país. En la India hemos recibido a gentes de Asia Central y de otras partes del mundo, donde se asentaron en el clima agradable del valle del Ganges y las identidades de estos distintos pueblos se han mantenido siempre. Nosotros lo que hemos hecho ha sido acumular, somos acumuladores y el símbolo o la metáfora de esa acumulación es una ensalada con sus distintos matices, aunque conservando su propia identidad. En cambio China es un poco lo que era en el siglo XIX Estados Unidos: un crisol de asimilación. Por tanto, ellos asimilan y nosotros acumulamos y los acumuladores sólo pueden sobrevivir como democracia. De forma que creo que ésta es la idea principal que yo quería transmitir aquí. Aunque podemos hablar de muchas otras cosas, en cierto grado mi madre mantuvo ese espíritu indio que está haciendo que la gente se levante, que ascienda y cuando esto sucede se trata de un fenómeno que no depende ni del gobierno, ni del Estado y, por consiguiente, este proceso es mucho más fuerte y consciente y perdurará. Muchísimas gracias.

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VII. México Luis Rubio, presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) de México Moderador: Y ya para terminar, Luis Rubio, presidente del Centro de Investigación de para el Desarrollo de México, y hablará precisamente de México como originario. La institución que preside Luis Rubio es una institución independiente, que se dedica principalmente a sondear temas de economía y política. Antes de estar en esta entidad fue director del Citibank y asesor del secretario de Hacienda, entre otros muchos cargos y, además, en 1993 recibió el Premio Dag Hammarskjöld. Y en 1998 Premio Nacional de Periodismo en Artículo de Fondo. Le paso la palabra a Luis Rubio. Luis Rubio Buenas noches, muchas gracias. Me da muchísimo gusto estar aquí. No estoy seguro de que me encante sustituir a los rusos porque la parte que nos asemeja sobre todo en el pasado no es exactamente la más loable, las más atractiva, pero es un placer estar aquí y discutir sobre un tema que es fundamental para el futuro, para nuestras naciones y las de todos. El concepto de BRIC tiene un atractivo enorme porque denota una idea de frescura, de movimiento. Decía nuestro colega chino que la semana pasada, cuando se reunieron en Rusia los cuatro países escogidos por Goldman Sachs como parte de este gremio, decía que el documento que se produjo fue un vacío, con poco contenido. Pero lo que sí se notaba era un sentido de futuro, una visión de optimismo de grandes oportunidades que contrasta dramáticamente con lo que vemos en muchos países del mundo. Esa es la diferencia que lo hace sumamente atractivo. Estos cuatro países, que reúnen por sus iniciales el concepto de BRIC, no incluyen a México en su versión original. Lo que yo quisiera hacer es hablar del contexto de lo que son estos países desde la perspectiva de Goldman Sachs, muy resumido, porque quiero poner en contexto lo que México ha hecho y no ha hecho en los últimos años. Goldman Sachs es una casa de bolsa, que piensa en sus clientes, y cuando habla de los BRIC se refiere a países que por su acelerado ritmo de crecimiento y, sobre todo, por el acelerado ritmo del crecimiento de su productividad interna, podrían converger eventualmente con los países ricos. Esto implica que un inversionista podría beneficiarse con celeridad si apostase a los BRIC. El gran potencial de desarrollo es lo que los une y es lo que esperaríamos desde luego de una casa de bolsa pensando en sus clientes. Pero a mí me gusta más pensar con el enfoque que utilizó aquí don Enrique Iglesias, en el sentido que más que el rendimiento de una inversión, lo más importante es el tipo de desarrollo que va a lograrse a lo largo de ese periodo y es en donde quisiera yo concentrarme. Los factores que unen a estos países y que los hacen excepcionales tienen que ver con producción, con atracción de inversión extranjera, con tasas de crecimiento económico y con el capital humano que tienen. Por supuesto que no son iguales entre sí, cada uno tiene diferencias muy marcadas en cada uno de los rubros, algunos ya se han surgido en esta discusión. Tampoco es evidente que tengan grandes vínculos entre ellos. Hay una posibilidad de que pudieran ejercer alguna influencia y/o desarrollar una política común como bloque en procesos como el de Doha o en foros internacionales de diverso tipo, como el actual G-20. Pero es un matrimonio de conveniencia más por razones políticas que por razones de otra naturaleza. Sin duda que hay algunas vinculaciones entre ellos, pero en la mayor parte de los casos compiten severamente. Muy importante en el planteamiento de Goldman 23


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Sachs es que tienen la posibilidad de llegar a ser países desarrollados en un periodo relativamente breve, lo cual no implica que haya una garantía de que lo vayan a lograr. Ese es el tema final de cuentas del desarrollo, desde la CEPAL hasta los planteamientos que hoy en día se hacen, en todos los foros, se discute en toda América Latina sobre este tema en medios académicos y políticos. La pregunta es cómo romper con los impedimentos al desarrollo que cada país tiene. En algunos casos son burocráticos, en otros físicos, gubernamentales, todos tenemos distintas cosas; la mayor parte tenemos elementos de complejidad interna que ilustran el tamaño del reto. Esto me lleva a plantear que lo del BRIC es una metáfora. No es que haya vínculos excepcionales o que cada uno de esos países haya superado sus retos. La metáfora representa idea del enorme potencial que ofrece esta categoría y con esto me quisiera quedar y entro en México. ¿Dónde cabe México en esta ecuación? En distintos momentos de su historia, cada uno de los cuatro países que componen el BRIC y los otros once que Goldman Sachs identifica como de segundo nivel potencial, entre los cuales está México, se ha concebido a sí mismo como una acción de futuro y prácticamente todos han pensado que pudieran ser una potencia de nivel. Cada uno ha tratado de ir uniendo las piezas de un rompecabezas que le permitan armar una posibilidad de éxito y México en esto no es excepción. De hecho, México es interesante al ser el país más chico de estos cuatro en términos de población, pero el más rico en términos de producto per cápita, aunque en otros campos simplemente no tiene ninguna capacidad de competir con ninguno de ellos. Lo que México ha hecho es un poco distinto en los últimos veinte años, ya que finalmente, tras siglos de verla como un impedimento, el país optó por apalancar su futuro en su factor geográfico y eso le llevó a romper con su tradición histórica, tanto de autarquismo como de antiamericanismo. Ambos factores quizás se justificaron en la historia, pero en última instancia fueron impedimentos a cualquier otra cosa. No faltó la expresión, precisamente asiática, de cuando los mexicanos decían que la frontera con Estados Unidos era más una maldición que otra cosa, la expresión en México de Mahathir bin Mohamad, el entonces primer ministro de Malasia, que dijo: “qué daría yo por tener un kilómetro de esa frontera que ustedes tienen”. Ese tipo de cosas fueron poco a poco cambiando la perspectiva mexicana. Por sus propias razones México había tratado de minimizar y mantener una distancia respecto a Estados Unidos, pero nunca lo logró de manera importante y la paradoja es que el día en que decidió abrirse, lo hizo completamente, de una manera tal que ahora la vinculación es sumamente estrecha y México se ha convertido para Estados Unidos, sobre todo en artículos pesados, con la mayor oportunidad de entrega que la cercanía permite, en una versión pequeña de la fábrica que es China en otros ámbitos. La modernización de México ha sido muy peculiar porque ha sido muy acelerada en un ámbito, aunque no integral, y esto es lo que arroja tasas de crecimiento agregado relativamente débiles. La parte moderna ha crecido muchísimo, no estoy hablando del momento actual, pero la parte vieja se ha rezagado. Lo que tenemos en México es una economía dividida en dos grandes grupos: una que representa aproximadamente el 80% de las empresas y que ha quedado envejecida, anquilosada, casi catatónica, que representa sólo el 20% de la producción, y la parte moderna de la economía, exportadora, que compite exitosamente en importaciones, que es cada vez más exitosa en diversos ámbitos y que representa aproximadamente el 80% de la producción. Esta diferencia arroja agregados paupérrimos que reflejan los contrastes tremendos que hay dentro del país. Déjenme entrar un poco en este tema porque tiene implicaciones importantes. 24


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México ha perseguido a lo largo de su historia convertirse en una potencia emergente, apalancar su geografía y vinculación con Estados Unidos, explotar su posición internacional para ejercer un liderazgo importante en su región y con estas ideas negoció el NAFTA, el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, y lo pensó como una camisa de fuerza para obligar a una transformación interna. Es decir, lo buscó como una manera de garantizar que las reformas que ya se habían hecho hasta ese momento, se continuaran y no se pudieran echar para atrás. Sin embargo, una vez se firmó el tratado y entró en operación, lo que le pasó a México es que dejó de hacer reformas, se estancó y vio el TLC simplemente como un fin en sí mismo y no como el principio de una etapa de reformas importantes. Eso es lo que ha limitado a México, a diferencia de Mercosur o de la Unión Europea, la visión de su integración con Norteamérica de una manera limitada a sus esferas económica y comercial. La idea era evitar una tensión política por razones muy naturales de tamaños y de diferencias, y en ese sentido ha sido una estrategia extraordinariamente exitosa para lograr el objetivo de integración económica y para atraer inversión del exterior, pero no ha venido aparejada de una estrategia de desarrollo orientada a la elevación sistemática de las tasas de crecimiento o de la productividad; esto se ha hecho a nivel de empresas, pero no a nivel de país. El resultado ha sido la existencia de dos economías claramente diferenciadas y con poca vinculación entre sí. En términos relativos, México es una nación con menor población, pero con un PIB per cápita más alto que el de los BRIC, ha resuelto su déficit democrático, pero no ha constituido un mecanismo de decisión política interna. Tenemos una parálisis política extraordinaria y eso es producto de cómo México ha experimentado una transición que salió de un lado del río sin llegar al otro. Ha logrado reducir sus niveles de pobreza de manera significativa y eso tiene que ver sobre todo con las remesas que obtiene de mexicanos que viven en Estados Unidos; ése es el factor que explica la reducción de la pobreza, y ha optado por una integración cabal con la economía global. En esto cuenta con ventajas importantes respecto a los países BRIC, aunque en otros cuanta con deficiencias. Su gran déficit se encuentra en un proceso de transformación política que no ha logrado estructurar mecanismos de toma de decisiones debidamente institucionalizados. En suma, el camino que México ha adoptado no es similar a la de los BRIC. Su decisión hace dos décadas fue la de optar por una integración cabal con los circuitos internacionales de comercio, tecnología y finanzas. Lo que planteábamos, la pregunta era qué tenemos que hacer hoy para que en veinte años, de aquí al 2025, hayamos logrado una sociedad totalmente distinta. Para ello el concepto de tasa compuesta de crecimiento es fundamental, por el argumento que ya ha salido aquí, que si no hacemos nada vamos a seguir creciendo a un promedio del 3% en estos veinte años y vamos a llegar a un PIB per cápita de 14.000 dólares para entonces a precios de 2005. Pero si logramos hacer una serie de reformas específicas que planteamos, creceremos al 6% y eso nos dejará en 21.000 dólares per cápita para el año 2025 y, si hiciéramos otras reformas adicionales, creceríamos al 8% con 28.000 dólares per cápita, que más o menos es lo que tiene España hoy en día. Entonces las diferencias son dramáticas: parece pequeña una diferencia de dos puntos o tres puntos, pero si lo proyectamos a veinte o treinta años es una barbaridad la diferencia que implica en la calidad de vida de las personas. Ese es el reto y desde luego la crisis económica mundial representa un desafío pero también una oportunidad. En el caso de México, tenemos un desafío adicional porque la caída del producto interno bruto es proporcional a la integración que existe con la economía norteamericana y la mala noticia en el caso de México es que tenemos una 25


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alteración muy elevada en dos sectores, con un desempeño particularmente malo en Estados Unidos: uno es el automotriz y el otro es la construcción, elementos van a hacer la recesión más difícil y más prolongada. Ambos eventualmente se recuperarán y hay un intento de movimiento en la parte automotriz de las empresas, sobre todo europeas y japonesas que están en el sur de Estados Unidos. La buena noticia es que la recuperación de la economía norteamericana, que es increíblemente flexible y rápida para dar la vuelta, va a tener un efecto positivo en el sector servicios de la economía mexicana, ya que los costos de transporte y otros hacen atractiva esta parte. El gran reto en este sentido es lograr una modernización uniforme y eso nada tiene que ver con la economía norteamericana, ni con integración económica, sino con la estructura interna de decisiones y de realidades políticas, y eso es lo que está por resolver en el caso de México. Como otros países que se presentaron aquí, los grandes retos que México tiene delante apuntan a sus realidades internas, realidades de intereses políticos y económicos, de política real. Esa es la diferencia fundamental y ahí México tiene mucho que resolver. Muchas gracias.

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VIII. Turno de preguntas Moderador: Gracias a los cinco ponentes. Son las nueve y cuarto, nos hemos pasado más o menos media hora de lo que había previsto el programa. Por lo tanto, lo que voy a hacer es pasar al turno de preguntas; si hay alguien entre el público que quiera preguntar… Una cosa más: el Sr. Iglesias tiene cinco minutos porque tiene un compromiso y tiene que irse, por lo tanto, si hay alguna pregunta dirigida a él les ruego que se la hagan en seguida. Pregunta 1 ¿Cómo piensa efectivamente que se va a efectivizar en términos de reformas o qué tipo de reformas debería hacer Latinoamérica para que se verifique en grado de desarrollo a nivel general de la población?, que es lo que América Latina no ha tenido, no sólo porque no ha crecido, pero aun creciendo sigue teniendo desigualdades muy altas. Creo que esa pregunta sirve para India, México, Brasil, en distintas formas, y tal vez hasta para China también, a pesar de la potencia que tiene económicamente. Es decir, el planteo del desarrollo de la clase media en los países emergentes o casi emergentes sigue siendo tema, pero nadie dice qué reformas realmente provocarían el cambio, ¿no? Me gustaría algo más concreto, si es posible. La otra pregunta, así ya las dejo planteadas, es ¿por qué China plantea los términos de intercambio en su moneda y no en la moneda hasta ahora de curso internacional?, como fue el dólar, y… la otra pregunta es para México, que creo que serviría para todos, qué tipo de reformas plantea, además de las que se plantearon durante tantos años en América Latina, ¿supongo que no serán las típicas recetas neoliberales, no?, de acuerdo con lo que dijo el Sr. Iglesias. Y en cuanto a India, es fácilmente entendible el problema de la cultura, que es absolutamente diferente para un país como India, ¿no?, evidentemente cambiar una cultura y una forma de pensar de tanta gente sencilla. Bueno, nada más y muchas gracias por el foro. Enrique Iglesias La verdad es que la pregunta es muy amplia y es difícil también contestarle brevemente. Las reformas que lleven hacia una mayor igualdad, justicia social y el crecimiento se refieren en general al concepto de desarrollo. Bien, yo diría que hay dos cosas que se pueden mencionar: una primera gran reforma tiene que ver con la formación de recursos humanos, yo creo que para nosotros la educación sigue siendo un tema central. Quizá una de las cosas que explican el desarrollo vigoroso que han tenido los países asiáticos ha sido cuánto han invertido en educación, en sentido amplio naturalmente, pero no sólo en educación básica, sino también en la técnica. Entonces, ahí hay un gran retraso relativo de América Latina frente a lo que pudo haber hecho con los recursos que ahora tiene, si comparamos nivel de ingresos con lo que hemos logrado en materia educativa. Y el segundo elemento, la segunda reforma que le daría como respuesta es la reforma de la política. Yo creo que, hoy por hoy, nosotros sabemos mucho más lo que hay que hacer de lo que sabíamos hace veinte 1

Lamentablemente, el audio facilitado por Casa de América registró sólo la primera de las varias preguntas que hizo el público al final del seminario. Tampoco se registraron las palabras de cierre efectuadas por el moderador.

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años, han sido muchos los golpes y alguno con acierto también. La reforma de la política, es decir, la reforma del sistema político de responder a las demandas de la sociedad, orientando los procesos de cambio y dándole un sentido de confianza a la sociedad. Hoy tenemos grandes déficit políticos en América Latina y creo que la reforma de la política sería el segundo frente sobre el cual yo haría mi recomendación. Jiang Shixue Yo creo que China puede ofrecer algunas lecciones o experiencias. El gobierno chino implantó una política basada en cinco conjuntos de relaciones. En primer lugar se encuentra la relación entre el crecimiento económico y el desarrollo social. No podemos centrarnos en el crecimiento económico, puesto que más tarde o más temprano deberemos abordar los temas sociales, es decir, el fortalecimiento económico con el progreso social. El segundo conjunto de medidas se refiere a la apertura y protección de los mercados interiores, a la relación entre ambos conceptos. No podemos limitarnos a abrir nuestro mercado interior porque al mismo tiempo debemos protegerlo. En tercer lugar está la relación entre la producción y los diversos sectores; es decir, no podemos limitarnos a proteger un único sector, sino que hay que protegerlos a todos. Al mismo tiempo hay que proteger el medio ambiente, de modo que en cuarto lugar se establecería la relación entre producción y medio ambiente. China ha pagado en este sentido un precio muy alto, al haberse centrado exclusivamente en el fomento del crecimiento económico pasando por alto la protección medioambiental. Por último, China ha prestado atención especialmente al desarrollo en todas las regiones del país, que es enorme. En Brasil, por ejemplo, hay que abordar las grandes diferencias entre norte y sur, mientras que en China las diferencias se dan entre este y oeste. Estamos hablando entonces de cinco ámbitos en los que China despliega sus esfuerzos y estas relaciones de las que he hablado también podrían aplicarse perfectamente al caso latinoamericano. Son cinco ámbitos en los que deberían centrarse estas reformas. Luis Rubio Sobre lo que deben incluir las reformas no ha cambiado gran cosa, lo que la experiencia de muchas décadas nos ilustra es que los cómo hacen la diferencia dramática. Ha habido algunas buenas experiencias y una barbaridad de errores que han costado sangre, dolor, muchos empleos y crisis. Los temas que por lo menos en México son fundamentales yo creo que son cuatro: uno es el cómo disminuir costos de operar una empresa, donde el empresario se dedique a su trabajo y no tenga que estar lidiando con inspectores, burócratas y demás veinticuatro horas al día, es decir que opera de noche, como decían en India. La capacidad de acceder a un mercado, que implica que haya competencia y no monopolios y en México tenemos demasiados monopolios en todo, desde los temas sindicales, hasta los temas políticos, partidistas y empresariales. Poniendo al ciudadano en el centro del sistema político y, por lo tanto, que los políticos respondan a las necesidades y demandas de la población, cosa que también tenemos un divorcio muy grande. En México no hay reelección y eso hace que no le interesa al político acercarse a la población y quién sabe si la hubiera lo haría, pero ése es otro tema. Y finalmente, flexibilidad en el mercado de trabajo, que permita la movilidad de los derechos laborales de un lugar a otro. En México hoy en día, una persona que está empleada tiene los derechos en esa empresa, pero si cambia, en la mayor parte de los casos, pierde sus derechos laborales. Eso es una locura y hace que nadie quiera cambiarse de ninguna cosa porque si no pierde todo. En general ese tipo de cosas implican mucha más flexibilidad y mucha más 28


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competencia. Yo no sé si ponerle títulos de neoliberal o no, simplemente creo que son de sentido común. La pregunta es cómo hacerlo de una manera tal que no sea en beneficio de una empresa, de una persona, del favorito de un político, que es lo siempre acaba destruyéndolo todo. Gurcharan Das En India las reformas necesarias ya no tienen como prioridad la reforma económica. Como dije anteriormente, en mi opinión la economía india tiene ya su cierta dinámica, su inercia y va a seguir creciendo la prosperidad en mi país. Sin embargo, no lo hará la felicidad hasta que no arreglemos la gobernanza. No estoy hablando de cambiar el sistema político ya que en mi opinión ya contamos con uno bueno. Hablo de un cambio de instituciones, de una transformación institucional necesaria de unas estructuras que funcionaban muy bien hace treinta o cuarenta años, pero que ahora se han deteriorado muchísimo. Necesitamos reformar el sistema democrático, tenemos que olvidarnos de la idea de que nada más nos van a ascender en función de los años de trabajo que llevemos. Yo creo que las revisiones deben basarse en el rendimiento. El sistema judicial imparte justicia, pero demasiado tarde, tenemos millones de casos pendientes en el sistema judicial indio y ésta es otra reforma necesaria. Hacen falta también reformas drásticas en los cuerpos policiales. Hablo de las instituciones estatales. Si yo fuese el primer ministro es ahí donde dedicaría la mayor parte de mi tiempo para poner en orden nuestra casa en la India. Alfredo Arahuetes Sí, yo estoy de acuerdo con lo que se ha dicho, así que no debo añadir nada más. En el caso de Brasil, aunque los resultados económicos, en eso no he querido entretenerme antes, han sido muy buenos en estos años y han conseguido estabilizar, hay que recordar lo que he dicho antes, que Brasil estaba al borde del abismo en 2002 o que en 1994 tenía una hiperinflación del 4.000%, entonces ésta es una cosa que todavía está en la memoria de la gente. El mayor esfuerzo se ha hecho en la estabilización y en el fortalecimiento de la economía, pero muchas reformas económicas, la apertura comercial, la apertura financiera, se adoptaron en los años noventa y se profundizaron en los años 2.000, pero yo estaría de acuerdo con lo que ha dicho el doctor Das. Brasil necesita reformas que tienen que ver con el aparato del Estado, con las políticas sociales, con la seguridad, la seguridad ciudadana, con la mejora de la educación, es decir, con todo lo que tiene que ver con un de funcionamiento del Estado más eficaz, pero hay que verlo en una secuencia, si no consiguen estabilizar y fortalecer la economía, esas medidas, esas políticas no las pueden asumir. Entonces, no es justificarlo, las tienen que acometer y las tiene que acometer ya.

Las opiniones expresadas y la información mencionada en este documento pertenecen a su autor, autores o a las fuentes citadas y no representan necesariamente la opinión del Observatorio Iberoamericano de Asia-Pacífico ni de las instituciones de las cuales depende o que lo patrocinan. Éstas no hacen propios los contenidos del documento y no son responsables ni de su autoría ni del uso que se pueda hacer de los mismos.

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