Antología 7mo FMP 2010

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AntologĂ­a 2010


Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello Mercedes a Luneta - Parroquia Altagracia Apdo. 134. Caracas 1010. Venezuela Telfs: 0212-562.73.00 / 564.58.30 www.casabello.gob.ve Antología 7mo Festival Mundial de Poesía 2010 Homenaje a William Osuna ©Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello Caracas - Venezuela 2011 Presidente Luis Alberto Crespo Diseño de Colección Ánghela Mendoza Diagramación y portada Ánghela Mendoza IIustración Homero Hernández Corrección de textos Ximena Hurtado Dep. Legal: If60520118001473 ISBN: 978-980-214-271-2


AntologĂ­a 2010


Y la poesía se hace presente Farruco Sesto

América

Álvaro Miranda (Colombia) Ana Ilce Gómez (Nicaragua) Arnold Itwaru (Guyana) Floriano Martins (Brasil) Gloria Martínez (México) Iván Oñate (Ecuador) Jacobo Rauskin (Paraguay) John Curl (Estados Unidos) Jorge Campero (Bolivia) Malú Urriola (Chile) Marcos Silber (Argentina) Mariella Nigro (Uruguay) Pablo Benítez (El Salvador) Pablo Menacho (Panamá) Rocío Silva (Perú) Rosa Chávez (Guatemala)

El Caribe

Austin Clarke (Barbados) Derek Walcott (Santa Lucía) Edward Baugh (Jamaica) Jeanette Amit (Costa Rica) Keith Ellis (Jamaica) Marie Célie Agnant (Haití) Merle Collins (Granada) Rei Berroa (República Dominicana) Roger McTair (Trinidad y Tobago) Sigfredo Ariel (Cuba) Vanessa Droz (Puerto Rico)

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Europa y África

Bill Herbert (Escocia) François Migeot (Francia) Juan Manuel Rodríguez Tobal (España) Micere Mungo (Kenia)

Venezuela

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William Osuna (Homenajeado)

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Duida Maldonado (Amazonas) Aquiles Silva (Anzoátegui) José G. González (Apure) José M. Cabeza R. (Aragua) Luz Marina Almarza (Barinas) Luis Enrique Sánchez G. (Bolívar) Arturo J. Valenzuela (Carabobo) Ángel Zapata (Cojedes) Enrique A. Mendoza A. (Delta Amacuro) Carlos Brito (Distrito Capital) Eduardo Viloria (Distrito Capital) Jeroh Montilla (Guárico) Orlando Pichardo (Lara) Simón A. Zambrano D. (Mérida) María Angélica Ascanio (Miranda) Luis J. Jiménez (Monagas) Luis Emilio Romero (Nueva Esparta) Eva Medina (Portuguesa) Álinson E. Pino B. (Sucre) Hugo S. Carrasqueño (Trujillo) Pablo Sabala (Vargas) Julio Jiménez (Zulia)

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Y la poesía se hace presente (Palabras en la inauguración del Séptimo Festival Mundial de Poesía)

La poesía manda. En estos próximos días va a tomar el poder y, durante casi una semana, comenzará a dar órdenes y a ejercer su dominio. Hay que tener cuidado con ella, porque es lo suficientemente desordenada y manipuladora como para enredarnos la vida a todos. Que nadie se fíe de la poesía. No es traidora. Pero es loca. Loca en el sentido de que se entrega a la desmesura por cualquier causa que considere apropiada. A la hora de rendir homenaje a la humildad se convierte en pan y en agua sin ningún inconveniente y saltándose todas las normas. Entonces todo aquello que entre en contradicción con la sencillez, puede sufrir las consecuencias.

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Pero a la hora de dar la cara y elevar la voz, se las arregla para hacerse ver y hacerse oír, por encima de los ruidos del mundo. Porque ella conoce todos los caminos y no hay forma de acallarla. Puede llegar en forma de viento, o bien convertida en lluvia, o bajo la apariencia de un sol implacable. Se mete por entre las personas y las trastorna. ¡Cuidado! Cuando se convierte en libro es un arma peligrosa. Cuando se convierte en sonido, es un artefacto transformador y subversivo de primer tipo. ¡Cuidado con ella! Durante una semana va a recorrer todos los estados del país. Treinta y un agentes internacionales se infiltrarán entre nosotros. Pero además trescientos poetas nuestros, hombres y mujeres dueños de la palabra, los van a acompañar.

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Comienza el peligroso Séptimo Festival Mundial de Poesía. Que nadie alegue después que no le avisamos.

Farruco Sesto

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América


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COLOMBIA

Álvaro ÁlvaroMiranda

Santa Marta, 1945. Poeta y novelista. Entre sus publicaciones se encuentran los siguientes libros de poesía: Indiada (1971); Los escritos de don Sancho Jimeno (1982), y Simulación de un reino (1996). Su novela La risa del cuervo obtuvo el Primer Premio en Buenos Aires (1983); y en Colombia, con motivo de la segunda edición, el Premio Pedro Gómez Valderrama de Colcultura (1992). En su labor de investigación histórica ha publicado dos biografías: León de Greiff en el país de Bolombolo (2004), y Jorge Eliécer Gaitán, el fuego de una vida (2008).

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Poema para señalar la pesadumbre de un toro, que a pesar de ser cornudo, sufrió de cornamentas por gracia gratuita de la reina del potrero, la noche en que la luna hacía siluetas sobre dos figuras enamoradas, entre las cuales, desde luego, no se hallaba él, el toro, sino su amada vaca y un novillo que tenía fuego de volcán debajo de sus cuartos traseros. Le han puesto cuernos al toro; se manchó de sombras su testuz. ¿Fue la ternera de paso andaluz? ¿Fue la de ubre en flor? ¿Fue la de teta en leche, la de mirada blanca en la [conquista? ¿Fue la cebú? ¿La casquivana vaca lo dejó cabrón? Toro macho, toro ungido, qué cuernos tienes, qué tristeza en tu pipí.

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Poema para reivindicar las carnes asadas que me he comido en mi vida y con lo cual los vegetarianos reivindican todas las puestas de cachos que las vacas acostumbran ponerle a sus enamorados una vez consiguen un novillo que les calman las ansias. La vaca ojona, la vacona actriz, se fue para siempre, se marchó al fin. ¿Quién mató la res, quién le hizo pum, [quién le hizo chis. Está bocarriba con un tajo en su nariz. Para el matadero la llevan partida la becerra beef, la hembra churrasco, la de cuero para zapato, la de cuerno para [dados, la de sesos al jerez, la de hígado [encebollado, la vaca que en el potrero era emperatriz.

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Aquí parecióle al rey sol que debía ganar otra batalla, la del verbo y por eso se empeñó en repetir de otra forma lo mismo que antes dijo Segunda versión para la carisma Corte

Qué umbría tiene la España que ni cabestros ni espuelas, sólo pellejos os cuelgan en los bocios y en las crestas: quintales por posaderas y tetas por las hombrías. Qué malandrín hizo hechizo, qué diablos tajó las glorias: que sólo derrotas os quedan desde [Flandes a Pavía. Vengan pues mis señores que la cena está servida: manatí os doy por carne y Useñorías: por vuestras madres ¡Qué vaina!

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NICARAGUA

Ana Ilce AnaIlceGómez

Masaya, 1944. Destacada poeta periodista y bibliotecóloga. Se bachilleró en el Instituto Nacional de Masaya y obtuvo la licenciatura en Periodismo de la UNAN. Ha trabajado en empresas publicitarias y en instituciones financieras, trabajó en el Banco Nacional y fue Directora de la Biblioteca Armando Joya Guillén, del Banco Central de Nicaragua. Entre sus obras publicadas se destacan: Las ceremonias del silencio (1975 y 1989) y Poemas de lo humano cotidiano (2005).

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Mujeres con guitarra

Hay muchas mujeres lapidadas a lo largo de la historia. Su vida fue de jaurías y de toros rabiosos de sangre alzada de mordeduras largas. Mujeres que le devolvieron al mundo la embestida, que se inmolaron o tuvieron que matar para seguir viviendo, esas que en la hora más oscura roturaron el campo con sus uñas para que vos y yo pasemos. Hondas mujeres que quizás una lenta madrugada marcharon al fuego o a la horca por cosas tales como desordenar el orden público por inventar una nueva manera de [descifrar la vida por tener voz o por infieles o ateas. Ellas ya no están. Sus cabezas reposan sobre un siglo o dos. Sus ojos ya no existen.

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Pero de ellas perdura una hebra sutil un hijo ciego que sin saberlo nos hace crecer y despertarnos en la [noche con unas ganas inmensas de vivir de derribar todos los muros de desafiar todas las hogueras asĂ­ como de amar y de pulsar [todas toditas las guitarras de la tierra.

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Oración a Nuestra Señora La Muerte

Muerte, no dejes que el tiempo cometa un crimen conmigo. No me niegues tu sombra generosa y abierta en el momento preciso. Permíteme descender de la cruz del minuto y de la hora del reloj pavoroso encerrado en mi [esfera. Que no me desbaraten la carne los segundos o los siglos. Que pueda entregarme intacta a los gusanos dadivosos hermanos. Sean tu puntería y tu fecha certeras en la hora de mi hora.

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GUYANA

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Mississauga. Su poesía trata sobre el dolor y la esperanza en la paradoja de la existencia. Su voz proviene de las barracas de los campos de trabajo y de las plantaciones de azúcar del imperialismo británico en Guyana, donde nació, y se solidariza con la lucha por la dignidad en todas partes. Recibió dos premios nacionales por sus primeros poemas en Guyana, el A.J. Seymour, Premio de Poesía Lírica y el Premio Nacional de Historia y Artes para el verso libre. Más tarde viajó a una existencia precaria en Canadá, donde se han publicado cuatro títulos de su poesía: Shattered Songs, A journey from Somewhere to Somewhere, The Sacred Presence, Entombed survivals, Body rites beyond the darkening.

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La paz que trasciende toda comprensión

Los hogares explotan los rostros se destrozan ceniza eterna cuerpos calcinados Dios mentiroso diablo mentiroso la explosión imperialista de lenguas [bifurcadas las bombas y el éxtasis de las bondades de la tecnología paz paz que trasciende toda comprensión aquí entre las sombras la oscuridad se inventa a sí misma en la luz elaborada en himnos confinados y estáticos de órdenes en aplausos de la mayoría moralizadora discursos y aplausos de devotas convicciones domésticas paz paz que trasciende lo comprendido las mentiras aquí explotan en los [crematorios de calles y pueblos y las ciudades arden como si fueran luces [de navidad

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dice sonriendo el que las bombardea sin pensar en las madres y padres y niños [muertos mientras duermen su eficiente misión asesina ataca paz paz que trasciende toda comprensión esto sucede por allá lejos de aquí en donde se enseña a los niños a que esperen y recen todo terminará pronto y papá regresará marchando al sonido de la trompeta y el tambor ellos no deben preguntar cuántos niños has matado en tu heroica y valiente tarea Oh valiente y patriótico querido papá ellos te pedirán que les cuentes lo bien que te sentiste cuando bombardeaste al Enemigo querido papá, mi héroe, mi hombre de [acción, mi hombre de acción, mi amor

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hacedor del nuevo mundo en cuyo orden estaré seguro paz paz que trasciende toda comprensión desde carros y tanques a misiles con sello real leche y aceite y sangre para efectos especiales barcos y aviones y bombas inteligentes Otro video-juego entre comidas entre orgasmos y jerga estratégica del [comandante y aclamaciones al Sistema de Armamento el nuevo orden la hora estelar de asesinatos un asunto familiar éxtasis nacional una película patriótica de chicos buenos y [chicos malos con cotufas y Coca-cola y otros festines instantáneos para celebrar los juegos de videos de guerra aquí lejos de allá paz paz que trasciende toda comprensión

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BRASIL

Floriano orianoMartins

Fortaleza 1957. Es poeta, editor, traductor y ensayista. Se ha dedicado especialmente al estudio del latín y de la literatura americana, sobre todo en lo que respecta a la poesía. Fue editor del periódico Resto del Mundo, entre 1988 y 1999 y la revista Xilo, en 1999. En 2001 creó el proyecto Banda Hispana, base de datos permanente sobre la poesía en español. Ha sido invitado a los festivales de poesía celebrados en Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, España, México y Venezuela.

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A quien sepa el nombre de ella

Ocúpame con tus senos y su álgebra frenética, con la brevedad del abismo que cultivas en la [mirada. Del cuarto piso del basural de las almas cansadas, una ventana desagota la inquietud de nuestro pacto. No me digas tu nombre, ciudad, papiro o mar. Jamás sabría cómo recobrarte en medio de todo lo que pierdo en el transporte de enigmas [luminosos. Redacto un atropello de caos, cuando me reanimas: Las ciudades no se ponen fuera de sí. Yerran en lo [que son y se repiten hasta que el error desiste de ellas y se va. ¿Codiciarías en el otro lo que se oculta en tu ser? Me burlo de mí mientras las imágenes se estrechan. Tus pezones desamparan mi deseo, una sobra de gozos antes que todo se repita y sea nada.

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Pequeña deformidad del habla

Las lenguas viajan por el cielo de la boca, siempre aladas, como ángeles caídos. Al decirte que mi nombre era Ilusión, mi sermón no tuviste en cuenta. Y seguiste llamándome como antes, como siempre me supo tu imaginación. Las lenguas nos llevan de un lugar a otro, siempre en tránsito, guiadas por la gravedad. Jamás te vi tan desnuda como el día que me pusiste sal en la lengua entonando un no te vayas silencioso y veraz como la luna. La lengua nueva era tuya y soñé con ella toda una vida, sin saber dónde posarme. Ahora que lo sé, el cielo cambia de lugar.

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Pequeña máquina de metáforas

Cubro tu nombre con las pestañas de la noche. Tu desamparo apenas distingue en mis dedos las tintas con que trasiego por su vegetación. Estás siempre desnuda como una metafísica [insomne. Mezclo las sílabas fluctuantes del deseo y garabateo en tu piel un signo esponjoso. Tus suspiros repican en tramposa catedral, con su arenagolosa y las joyas del abismo. No terminas una frase sin la reticencia luminosa de tus senos boyando en el tiempo, telar de zafiros, polvorín de espejismos, partes minúsculas del peligro que se pone a reír siempre que lo vemos como un cofre, un fin. El sol configura sus telas con el traje [mecánico del olvido, peñasco de vicios: no darse cuenta de una sola ansia al día siguiente. El mundo se despedaza riendo. Acumulo sus víctimas en la ribera. Piernas trémulas de la [melancolía. Manjar contaminado por la esperanza. Y aun así, allí estás, baile sin rostro e infinito, tu desnudez entrevista en su doble sentido. Yo abro tu nombre para descifrar sus vidrios.

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MÉXICO

Gloria GloriaMartínez

Oaxaca, 1976. Poeta y licenciada en Derecho. Ganadora del XII Concurso del Cuento Mazateco La Boa, por el estado de Puebla en el 2007, además del concurso Veredas Hacia la Escritura en el año 2000 en el estado de Oaxaca. Sus poemas han sido publicados en la revista Alas de la equidad por parte del Consejo Nacional de Fomento Educativo y en el suplemento Colibrí, por el estado de Puebla.

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Soledad

El ave ha regado jugo de magia en mi destierro. Mi coraz贸n de cerro nutre la nube hiel atravesada en la piel del cielo que envuelve mi nostalgia.

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Palabras

Mi lenguaje del cerro Eres flor en letras Voz en hojas, eco de rocas Recital del viento, arrullo de tierra Cantar del cielo Temor embrujado Lenguaje de arroyo Música de los niños Regaño de la mentira Lamento ausente Consejo de raíces tiernas Cobija a los huérfanos Sólo tú ruedas el eco de la serpiente El baile del maíz Sabes cómo se tejen los conocimientos Como se construyen los cuentos Eres cuna de metáforas Canto de estrellas Veneno a las enfermedades Vocablo de venas iracundas Trinar de lluvia Así cantas, palabra sabia.

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Vive

Vive la casa, porque viven tus ojos, mujer cósmica, Jícara florida. Tus venas nutre el farol de la estirpe, La hoguera del maíz, sofoca el vientre del metate que alimenta tus hijos. El fogón pinta siluetas de ollas que adornan la mesa. Dejará de volar el humo de tu casa cuando caiga en sosiego tu lamento y tus huellas descansen en los pétalos nocturnos.

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ECUADOR

Iván ñateIvánOñate

Ambato, 1948. Cursó estudios universitarios en Quito, Argentina y España. Actualmente es profesor de Semiótica y Literatura Hispanoamericana en la Escuela de Ciencias del Lenguaje y Literatura de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central del Ecuador. Parte de su obra ha sido traducida al alemán, francés, inglés, portugués, griego, rumano e italiano. Ha publicado: Estadía poética (1968); En casa del ahorcado, traducido al inglés por Steven White y al italiano por Walter Dusi (1977); El ángel ajeno (1983); El hacha enterrada (1987); Anatomía del vacío (1988); entre otros.

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Biografía apócrifa de Borges

A María Esther Vázquez

Madre apiádate de Borges el enamorado. Cuídalo que no resbale. Tu niño está preso de la peor de las cegueras, esa que permite ver la luz del otro lado, de todo lado. Luz que no pudieron sospechar y peor tocar las palabras. Ayúdalo a vencer los oscuros temores que heredamos en la sangre y esos otros, más profundos y terribles, que se esconden entre las páginas de los libros. Madre consuélalo por la fatiga,

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por el insensato propósito de renunciar a ser Borges, aquel en cuyos brazos jamás desfalleció la mujer amada. Anúnciale que los materiales de un poeta son la humillación y la angustia. La convicción inexorable de un destino desdichado. Recuérdale que conocerá la gloria. A su alrededor se levantará un universo, un mundo embellecido por su álgebra y por su [fuego, una ciudad querida y detestada. Una ciudad donde millones de seres tomarán el ascensor o el subterráneo pero con la certeza de haber perdido su destino. Una ciudad donde existe la única mujer. La única. Y ella no lo ama.

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Cómo dónde cuándo

En el centro del poema existe un bosque En él se esconde un árbol Allí bajo su sombra (Mientras contemplo pasar al río de Heráclito) Volveré a esperarte para Ser Por todos los instantes del eterno retorno El poema que existe en el centro del bosque bajo la sombra de un árbol. De La nada sagrada, 1998.

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PARAGUAY

Jacobo acoboRauskin

Paraguay, 1941. Estudió Letras en la Universidad Nacional de Asunción, sin concluirla. Fue, entre otras cosas, empleado de una compañía algodonera, traductor y profesor de idiomas. Realizó cursos de Literatura de los Estados Unidos en la Universidad de Texas y en la Universidad de Delaware. Desde 2005, es miembro de número de la Academia Paraguaya de la Lengua Española y miembro correspondiente de la Real Academia Española. Ha publicado: Oda (1964); Linceo (1965); Casa perdida (1971); Naufragios (1984); Jardín de la pereza (1987); La noche del viaje (1988); La canción andariega (1991), entre otros.

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Inesperado, irreconocible, aparece, de repente, Espartaco. Al margen del rigor aduanero y de las máquinas del tiempo tan cinematográficamente ajustadas sólo para ganar un dólar más, un hombre del pasado viene hoy del [futuro. Ojalá permanezca entre nosotros aquél a quien siguieron los esclavos bajo la errante sombra de las lanzas. De todos modos, no hay derrota [perpetua. Un día entre los días justicieros, se librará la última batalla Mientras tanto, cuando lo veas, no dejes de darle un abrazo. Un abrazo demora el adiós.

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El torbellino

A manera de glosa para Venhase perder nesse turbilhao

Soy un vate sin vaticinio. A ratos, consejero sentimental. Eso, eso es lo que soy. Y la gente, generalmente, no sigue los consejos de alguien como yo. No sé si los desprecian, no los siguen. Y usted, que oye mi programa o no lo oye porque ya tiene apagada la radio a medianoche, evite caer en tan común error. No lo conozco, pero, venga, lo invito a perderse en ese torbellino del que hablábamos hace un instante. Mire que el amor es cosa seria. Mire que a cualquiera lo deja medio [muerto, casi vivo, tonto y medio. Si usted no se pierde en ese torbellino, irá a parar a un médico. El torbellino salva, créame, a quien en él se pierde. Lo salva de perderse afuera, donde no pasa nada,

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donde no hay una sola mujer que valga, donde las horas, si no son cadavéricas, son nadaquevéricas. Oiga, la contradicción es sólo aparente. El torbellino salva, el remolino también.

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El ribereño

Yo sé de tragos, de pescado entiendo, de modo que no digas que no es mía la sed que me renuevan cada día, con hambre que, al saciarse, va creciendo. Por eso, insisto, insisto, repitiendo los tragos y los platos que quería. Querré mañana lo que yo pedía ayer, cuando me iban conociendo. Pero un instante hay que, siendo mío, no es hambre, no, ni sed que fuego fuese, ni es manso transcurrir de un río amigo. ¿Será ese instante la ilusión de un río que oscuramente aún nos embelese ? Espero a la sirena aquí contigo.

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Una carrera en Washington

Notable diplomacia sin secretos. Inevitable desembarco a la vista. Ultimátum es visa, portavoz es prologuista de portahelicópteros. Esposa, dos hijos, un gato persa, libros. Un día la escena cambia sin que nadie [sepa decir por qué o por qué tan de repente Puerto Príncipe es un fracaso y Beirut [un caos. Se intenta algún arreglo según la prensa. Y los ojos de la censura parpadean. No hay datos disponibles en términos de público despacho. “No es cuestión de mapas, es la carrera, se trata de poner buena voluntad, nada [más”. Así decía el hombre y se ajustaba los lentes que, redondísimos, iban bien, a su manera, con el óvalo del rostro y la escultórica cabeza ovoide intensamente blanca. Clases y conferencias aliviaban, siquiera en algo, su temprano retiro del servicio. Yo lo escuché una tarde en Baltimore, entre un homenaje a Poe y una visita a no recuerdo qué museo local.

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ESTADOS UNIDOS

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Nueva York, 1940. Es autor de siete libros de poesía, incluyendo Scorched Birth (Nacimiento criticado, 2004); Columbus in the Bay of Pigs (Colón en la Bahía de Cochinos, 1991); Decade (Década, 1987) y Tidal News (Noticias de indignación, 1982). Su más reciente libro es sobre la historia de los movimientos sociales radicales de los americanos, For all the People: uncovering the Hidden History of Cooperation, Cooperative Movements and Communalism in America (Para toda la gente: descubriendo la historia oculta de cooperación, movimientos cooperativos y comunalismo en América, 2009).

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Valla publicitaria

ÂĄLa economĂ­a de los jefes se derrumba! No los necesitamos. Sobrevivir significa apoderarnos de nuestra libertad. No tenemos nada mĂĄs que los unos a los [otros.

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¡Ay América!

Ay América este es el templo estas interminables olas de árboles esta madrugada de lobo en abedul estos ríos de luz estallando a través de [grietas en las nubes este dulce cielo uterino húmedo en su [bruma este estrellado vuelo de gansos este es el templo esta puesta de sol empapada de bosque esta sinfonía de tréboles estas mesas de antílope retumbando de [lluvia estas islas enamoradas de la nieve este ramo de tres mil millas de flores de [grano volviendo al calor de la semilla este saber de la secuoya mojada por la luna esta melodía del zorzal brillando a través de [esta columna dorada este matrimonio de la raíz y la tierra esta revelación de secretos de valles tan [verdes como el océano estas montañas agrupadas cantando al [amanecer este don sagrado de conejo hoja y viento este continente alegre flotando este es el templo.

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Pero los cambistas se han apoderado del [templo este vendedor de cáncer este disfraz de noticias de la televisión esta traición de cristales rotos este genocidio de halcones esta fábrica de tortura cárcel corporación este pelotón de fusilamiento del esclavo [asalariado este lazo del seguro injerto de hambre esta infección del dinero este banco de alambrada envenenada este cautiverio que gime esta orgía de gángster esta conspiración de los Presidentes de la [Junta este vicepresidencial ataque al corazón que reduce salarios este accionista acelerando la barca de la [muerte estos embalsamamientos de neutrones del Secretario de la Guerra esté lobotomía incorporada estas sangrantes raíces de corazones [quebrantados esta crucifixión de petirrojos este lago de fuego esta tormenta de clavos los cambistas se han apoderado del templo.

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Ay estas verdades manifiestas Ay estos derechos alienados Ay esta conciencia fluyendo Ay esta vasta concurrencia que se aúna Ay esta gran expulsión Ay esta negativa a obedecer las órdenes Ay esta huelga nacional Ay esta rebelión del ejército Ay esta insurrección de selva Ay estos santos marchando Ay este surco profundo del arado Ay este azote de acordes Ay esta corrida de los cambistas Ay esta disolución de las corporaciones Ay esta limpieza del templo Ay esta rasgadura de uniformes Ay este desmantelamiento de bombas Ay este derribamiento de cercas Ay este abrir de prisiones Ay este desenmascaramiento de la mente Ay esta curación del amante herido Ay esta vuelta a bosques de estrellas Ay este renacimiento del cristal de nuestros [corazones Ay esta ráfaga solar de amor obrero Ay este matrimonio de gaviotas Ay esta reconstrucción del templo Ay esta joya colectiva Ay esta idea de amor entre nosotros

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Ay este trueno esmeralda Ay esta lengua en tus perfectos labios Ay este graznido de cuervo Ay este festival de nuestros antepasados Ay esta ceremonia de familia en madrugada Ay este dinero comunal Ay esta tierra colectiva Ay estas máquinas socializadas Ay esta democracia económica Ay este gozoso poder de los trabajadores Ay esta cooperación en arco iris Ay este círculo de amor que nos rodea Ay estos niños riendo Ay estos genitales unidos brillando Ay este compartir infinito Ay esta profecía viviente Ay esta danza de la liberación Ay estos abrazos entre las culturas Ay este amor entre las razas Ay esta armonía de la luz Ay este beso que le tira el sol a la luna Ay este océano de corazones. ¡AY AMÉRICA!

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BOLIVIA

Jorge orgeCampero

Tarija, 1953. Autor de obras como Promiscuas (1976); A boca de jarro (1979); Árbol eventual (1983, 2009); Sumarium común sobre vivos (1985); Corazón ardiente (2001) y Poeta sin pedigree (2002). Es el único poeta galardonado en dos oportunidades con el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal, el año 2001 con la obra Musa en jeans descolorido y en el 2002 con Jaguar azul, este último libro reeditado en Buenos Aires, Argentina, en 2005 y en Santiago de Chile en el 2007.

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Tania

¿Nada será mi nombre alguna vez? ¿Nada dejará en pos de mí en la tierra? Al menos flores, al menos cantos... ¿Acaso en vano vinimos a vivir, a brotar sobre la tierra? Tamara Bunke

Ronco viento arrecia los maizales en las poromas el arroz barbecho / húmedos días vienen por nosotros / turbias nubes / y mientras siento caer sus gotas un poema en tus labios / sobre el verde entristecida canción de inundadas playas / creo en ellas oí / arriba el guerrear de refucilos truenos y llamaradas eléctricas/ hoy han vuelto otra vez los recuerdos con la lluvia que siento caer / ahogada llamándote piedra arrastrada por la corriente / palizada dentro / río abajo / Vado de Yeso / y yo sé que al golpear tu ventana en tus ojos también lloverá / guareciendo lo que queda y acompaña y el mal tiempo lo permite y que no cumplió / en el río Masicuri / me remito a que estamos acorralados en un anillo / acompañados por el espíritu de los árboles / con la lluvia que siento caer más yo sé que al golpear tu ventana / claveteados por alfile-

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res de la lluvia / el lloro de la tierra colorada que nos tocó besar / en tus ojos también lloverá / entrecortada / estática en banda corta las noticias que hablan de ti / la lluvia cae lejos / con los ojos chuítas / eternamente abiertos / bajo un techo de calamina / grave te quiero.

A la memoria de Haydée Tamara Bunke Bider asesinada el 31 de agosto de 1967 en la emboscada del Río Grande

Del libro Corazón ardiente, 2001 y 2010.

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Fotografía en la pared

Ud. acaricia un gato flaco de Charles [Baudelaire ese eléctrico canjeado por algunas [chauchas Reclinada al sol de un día domingo materno infantil Sentados en bancas que imagino de color [verde En la Alameda fines del novecientos Él Ella Él La divisible santísima trinidad arropados acorde La larga pierna del tiempo delira su cordura en esta ciudad que no se termina de [construir Ud. amada doblemente amada bajo este cielo [azul paceño

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lúUrriolaMalúUrriolaMalúUrriol

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CHILE

Malú laMalú Urriola

Santiago de Chile, 1967. Poeta cuyos textos han sido recogidos en diversas antologías: 16 poetas chilenos (1987); Antología de la poesía latinoamericana del siglo XXI. El turno y la transición (1997); Antología de poetas chilenas. Confiscación y silencio (1998); Mujeres Poetas de Chile: Muestra Antológica, 19801995 (1998). En el año 2004 recibe el Premio Mejores Obras Editadas del Consejo Nacional del libro, con el libro Nada. En el año 2006 recibe el Premio Pablo Neruda, de la fundación del mismo nombre. Dentro de su obra publicada se destacan los títulos: Piedras rodantes (1988); Dame tu sucio amor (1994); Hija de perra (1998); Nada (2003) y Bracea (2007).

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Cuando no estás me faltas como si me faltara un brazo, daría un brazo por no sentir esa falta... daría un brazo, pero no el brazo con el que escribo. El brazo con el que escribo no se lo doy a nadie, si me deshiciera de este brazo moriría atragantada. Este brazo es el que aprieta mi vientre, el que hunde su mano en mi garganta para que las palabras salgan, porque mi brazo sabe que las palabras son como trozos de carne que me atoran, si no tuviera este brazo tampoco podría hablar, porque este brazo es mi lengua, con este brazo puedo decir lo que la lengua se calla, podrían cortarme la lengua pero no el brazo, por eso no siento ningún miedo cuando tengo la lengua dentro de tu boca, porque aunque la arrancaras me quedaría este brazo. Con este brazo me sostengo, con este brazo lucho cada día. Cuando me pierdo es este brazo quien me encuentra, cuando me desespero es este brazo quien me calma, este brazo es mi memoria, este brazo es quien me saca a flote, quien jala de mí, quien me aturde para arrastrarme hasta la orilla, este brazo se compadece de mí más que nadie, me saca el agua que he tragado, me golpea el corazón para que ande, si no fuera por este brazo no sé qué sería de mí, por eso sigo a mi brazo, porque este brazo es capaz de encontrar lo

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que yo no hallo, por eso es él quien escribe, porque si escribiera yo, no encontraría las palabras necesarias, en cambio mi brazo es exacto, porque mi brazo sabe que si no soy capaz de resistir, que si me agoto de ver todo el tiempo lo mismo, que si me canso de escuchar las mismas palabras idiotas, que si me harto de ver a la misma gente como en un cinematógrafo de barrio, que si me aburre ver con mis ojos sus ojos pajes desesperados de fama, de una fama gris de estrella de cinematógrafo de barrio, porque mis ojos se cansan de ver tanto, todo igual, repetido, mis ojos se hartan tanto que se harían sal si vieran que algo nuevo pasara, porque esta ciudad se detuvo antes que llegáramos yo y mi brazo, esta ciudad sombría ya no se desempaña, esta ciudad es inalterable, esta ciudad quisiese ser rubia, esta ciudad quisiese beber whisky cuando se muere de hambre y si este brazo no fuera fuerte nos habrían arrancado medio pedazo, pero a mi brazo nada de esto lo derrumba porque mi brazo es ciego, cuando no dé más deberá tomar la empuñadura y rajar la muñeca de mi otro brazo, sabe que aunque son pares sólo él puede hacerlo, sabe que él será el último en abandonar, lo sabe, como sabe también que será capaz de dejar de escribir porque escribir

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me daña a veces, mi brazo sabe que está doliendo, quemando, sabe que me revuelvo toda, por eso mi brazo dejaría cualquier cosa por calmarme. Es este brazo quien te olvida, no yo, porque mi brazo sabe que estando juntos somos capaces de resistir tu falta, que podemos trazar tu recuerdo, en cambio si me faltara este brazo, yo me quedaría muda, me quedaría postrada, no podría resistir, no podría, por eso no te doy este brazo ni se lo daría a nadie, porque este brazo es el único capaz de librarme de mí.

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Santiago en ruinas, abril de 1992

No necesito nada más esta noche, No quiero oír viejas anécdotas de poetas. No sé si veré el futuro, si al menos lo veré pasar por estos ojos. Espero en la única gloria de los castrados. Me abandonaré al silencio, como un criminal abandona las armas y el [placer de la sangre.

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Nada This is the genius of poetry Un gran pez no muerde el anzuelo Ni se calcina mirando al sol

Lom, 2003.

De Dame tu sucio amor, 1994.

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ARGENTINA

Marcos MarcosSilber

Buenos Aires, 1934. Poeta ganador del Premio Certamen Nacional de PoesĂ­a de la APDH y de la Casa de la Amistad Argentino-Cubana. Ha publicado los libros de poemas VolcĂĄn y trino; Las fronteras de la luz; Libertad; Sumario del miedo; Ella; Historias del Oeste; Cono de sombra y casa de pan y Dopoguerra.

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1911

Lo veo. Desde la borda del poema lo veo. Catorce años tiene el que va a ser mi padre. Viene en el Arlanza, no me ve. No tiene rostro la tierra que lo espera. Avanza la nave que muerde aguas de [extraños idiomas. No lee ni escribe el que va a ser mi padre. Helado trae el dibujo de la letra. Oigo el naufragio de sus vapores de [adentro y su silencio me da de garrotazos por la [cabeza. Grandotas tinieblas le bailan alrededor. Duele el frío sobre la cubierta. El muchachito no me ve pero me dicta: “congoja, apunte la palabra congoja, hijo, y apunte susto y no deje de apuntar [soledad”. Una palabra de lana vuela hasta su cuello, otra de abrigo desciende sobre sus [hombros. No lee ni escribe el que va a ser mi padre. Respira un verde aire de consuelo cuando me sueña escribiendo, en su sueño [de más felicidad. Y detiene el que será su forzado carro de [labor para dictarme: “apunte, hijo,

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la palabra trabajo y techo y cama apunte y también sopa de pollo con sus monedas de oro”. Lo veo, no me ve. Le oigo: “tome mi mano, hijo, guíela, escribamos”.

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Para Elisa

(Letra incidental)

Mi re mi re mi si re do la que quiere querer decir: sola, estoy sola toda mi vida ha sido una sola soledad. Do mi la si mi sol si do que quiere decir: vino nada más la vida de la siesta de la tarde cuando me pongo al piano y dejo oír —me cuento— la historia de mí. Mi mi re mi re mi si re do que quiere querer decir: me vuelvo nada cuando me aparto del piano de la siesta de la tarde. En nada. La do mi la si mi do si la que quiere querer decir: todas las como yo nacimos ancianas y [solas, para regar geranios, alimentar gatos y [rezar dos tres santas veces al santo día. Si do re mi sol fa mi re fa mi re do mi re do si que quiere decir: sola, estoy sola toda mi vida ha sido una soledad y me pongo al piano en la siesta de cada [tarde nada más para volver a contar que toda mi vida ha sido una sola soledad.

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URUGUAY

Mariella MariellaNigro

Montevideo,1957. Es doctora en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la República en 1983. Ha obtenido varios premios nacionales y municipales, entre otros, el Primer Premio en los Premios Anuales de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay en poesía inédita por Umbral del cuerpo (2002) y por El río vertical (2004), y en ensayo de arte inédito (compartido) por Dolor de espejos: Apuntes sobre el arte de Frida Kahlo (1998).

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Viaje Fragmento

Esquina de mi río borde marrón de la sangre que baña a la ciudad de la memoria. Tengo a Montevideo en la maleta la luna en la bahía es cuña para abrirla y romper los hundidos galeones. Te he dejado justo en la vuelta ondulada del paisaje ardiendo de amor y sin palabras. Cargo con el agua de río y con los seres el talego de pájaros atado a la cintura. Y es un muro de cal esa frontera por donde salgo al mundo dejando al sur agónico de flores, así de celeste Montevideo donde el aire habla cuando es viento.

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Pero llevo su cabeza de humo sus muertos enterrados los apenas ausentes y es agua de mar lo que predica ciudad de la memoria sueĂąo de galeĂłn exilio anclado.

Mi palabra tambiĂŠn viaja. Que pueda la alfarera con el barro del decir con el torno del habla.

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Ă rbol de la esperanza

Otra vez mi claroscuro, soy un crĂĄter lunar del sol, una brasa de la luna desolada, soy otra fase, otra faz. Estoy y no, yazgo y se yergue, perezco y se salva, me parto como un fruto y se viste de fiesta. Sangro y me evoca la esperanza.

1946.

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Cerviz

Esta la vertical de mĂ­ tallo del pensamiento esa flor blanca y abierta. Desde donde no miro debajo de la gasa y el collar quiebra el hilo de plata el transcurrir del sueĂąo. Mano que corta la trenza imaginaria ahueca el hueso deja roto el carey en la nuca quebrada. Y en una pesadilla de ortopedia apronta SalomĂŠ su mano crespa sostiene desde ya la blanca flor del cuello.

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La escritura

La palabra, pequeño pájaro en el aire piedra de la voz. Aguantar la palabra en el ojo que lee ver el vuelo y su zumbido atrapar el brillo en el lomo vocal del pájaro, el fraseo en llamas su línea de fuga hacia el papel del cielo. Nombrar lo que no existe con la punta del pájaro suspenso coloreando el aire que traspasa. Y las palabras quedan hechas piedra gema engarzada en el vientre del pájaro luz de la saeta con que escribo. Cruza después en último vuelo ante mis ojos y se vuelve al lugar de lo innombrable de donde nunca debería haber salido.

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EL SALVADOR

Pablo PabloBenítez

El Salvador, 1980. Estudió Letras en la Universidad de El Salvador (2000-2005). En los años 1999 y 2000 ganó dos premios municipales. Ha publicado Nada (1999); Criaturas mínimas (2000-2005); Después de la nada (2001-2005); Travesía de las bestias (2001-2006) y tiene varios trabajos inéditos entre los cuales verán luz Variaciones del Rihaku (2001-2006); Rabo de perro (2003-2005) y Nuestras muertes (todas) (2006-2007). Cultiva también la narrativa.

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Miedo

Breve sueño el que nos queda la noche tiembla retumba en las paredes un ruido de cuerpos si Rubén estuviera, tomaría agua o fuego y encendería la luz para observar, fijo, el movimiento de los muertos pero el agua es escasa, la sed nos cubre, el hambre fermenta en esta terrible caverna, ochocientas osamentas están bajo las piedras es la señal de la tiniebla, habrá que mantener abierta la puerta.

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Poetas tísicos

Mínimos animales que recogen lo que pueden lo que llena la barriga mínimos frutos blancuzcos que caen podridos de la rabia criaturas singulares que solo tinta cagan.

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No sé por qué te escribo

No conozco tus palabras exactas No sé amar entre muertos y gargantas Pero yo no he inventado las manos de los hombres que matan Yo solo quiero devorar mi corazón Y quedarme tranquilo Besándote la espalda.

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PANAMÁ

Pablo abloMenacho

Chitré, 1960. Es licenciado en Diseño Gráfico por la Universidad de Panamá. Ha sido miembro del consejo de redacción de Letrabierta [Carta de Poesía], (1982), del colectivo de escritores La otra columna (1982-1995) y del consejo editorial de la revista Littera (1995). Entre su obra poética publicada tenemos: Futuros ejércitos del mundo (1980); Voces en la lluvia (1983); La sola mar (1989); Serenas estaciones y otros poemas (México,2001); Canción sin nombre y otros poemas (2001); Re/incidencias (2001); Carta a Edmond Bertrand (2004) y Rito de mares y stombras (2008).

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Una mañana, lo verde trazó la frágil línea que divide a la mar del firmamento, se desbordó abruptamente en nuestros [ojos como un espejismo más que nos tendía el [horizonte y los hombres, llenos aún de aprehensión y asombro, sucumbieron al deslumbre de estas costas. Era un color que alucinaba en los destellos de la luz del alba, el mismo que trajeron las noticias de aquellos viajeros primigenios que descubrieron tu nombre tallado en el follaje de aquel primer [amanecer tendido a tu costado: el vuelo de las mariposas azules y [amarillas que siempre emigran en agosto, el cardumen que festeja en la frescura de [las aguas y la contemplación de este azul y de su transparencia, tejida entonces con el mar y la luz de un aire respirable.

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Todo era nuevo, ciertamente. El verde infinito dibujado por la costa, los sonidos de las aves silvestres vestidas de festivos colores y alegrías que se mezclaban ardientes en sus alas. La tierra tenía ya la redondez de los [duraznos y así apareciste en los mapas iniciales, en las cartas que a la navegación se hicieron más [propicias, para encontrarte siempre y luego hacerte [el centro de este paraíso terrenal y sus riquezas. Aún no sabíamos cómo era tu cintura o si más allá habrían otros mares y otras guerras de conquista. Fue aquí donde arreamos nuestras velas, tierra de la promisión y del espanto. Donde algún día se tejerán las emboscadas más temibles. Donde el fuego devorará a la ciudad más [noble y el cimarronaje asediará las interminables caravanas que atraviesan apresuradas por la selva.

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Aquí trazaremos el largo camino de tu [historia sincronizando los relojes con los vientos y las corrientes del [océano. La ruta de un tránsito perpetuo por donde habrá de pasar la bonanza hacia otras tierras muy lejanas de estas tierras. Mientras tanto, atrás quedaba la mar océano: un enorme dragón de agua que desata sus implacables tempestades. Aquí, donde nuestra voz aún se multiplica mientras recuperamos el aliento, esperamos nuevamente que el viento hinche nuestras velas.

De Carta a Edmond Bertrand, 2004.

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PERÚ

Rocío Silva a Santiesteban

Lima, 1963. Ha publicado seis libros de poesía, el último se titula Las hijas del terror (2007); un libro de relatos Me perturbas (1994) y un ensayo académico El factor asco. Basurización simbólica y discursos autoritarios en el Perú contemporáneo (2008). Asimismo ha editado tres libros de crítica, el último se titula Nadie sabe mis cosas: ensayos en torno a la poesía de Blanca Varela (junto con Mariela Dreyfus), Fondo Editorial del Congreso del Perú (2007).

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El don de lenguas

Si pudiera caerme del cielo Una lengua de fuego Que por fin me calcine O devore Mi escasa capacidad De hablar inglés o silbar en francés O escupir en alemán. Ach, so. Un diamante de espinas Que logre la perfect saison Para dejar de susurrar De esta forma inútil Arrastrando las eses y las culpas. La gratuidad de mi única lengua Una babel monologante Sin zetas fricativas o eses sonoras Tan imperfecta y triste Solitaria excluida del banquete Sólo útil para decir Te odio, señor, Te mataré algún día. De Bronquemas, inédito.

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American girl

Una navaja con tres puntas para cortarte la cara y destrozar tu sonrisa de fila india una bota de doble suela para rajarte la cabeza llena de tu políticamente correcta [indiferencia gringuita de mierda canillas blancas para atraer a las moscas [infelices que caen arrodilladas babeando mientras escupes tus palabras en inglés aquí viene mi cuchillo de carnicero para [cercenarte las orejas y dejarlas caer por los rieles del tren junto a tu adorado teléfono celular putita de mierda atosigarte en la boca de labios imbéciles papeles periódicos llenos de noticias [tercermundistas para que vomites algo que valga la pena en lugar de tu cerebro de fast food

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o simplemente dejarte morir con tu futuro de vieja desgastada y solitaria varada en una playa de Miami. Las antípodas: Zulma busca comida en la basura, Yococo juega con las ratas y [Zeze muere agitado por las olas de la Gran Cloaca. Brechas: borrarlas. Torcerlas. Con furia. Con palabras que te jodan, puta poesía, no [sirves para nada. Dejar de escribir y pasar a la acción.

De Bronquemas, inédito.

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El hombre más pobre del mundo

El hombre más pobre del mundo ... es una mujer peruana, africana, india, quizás una mujer campesina una mujer que fue violada por el primer [marido embarazada una y otra vez explotada durante el embarazo olvidada durante la lactancia y el parto una mujer que cortó el cordón umbilical [con sus propios dientes que a los treinta se quedó sin marido sin [caficho sin pelo y después los hijos uno por uno la olvidaron a la vera del camino una mujer que murió y no fue enterrada cuyo rastro se perdió sobre la arena una mujer que ni siquiera es un viento una mujer de quien no queda ni huella

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solo un eco un eco sordo un resentimiento negro sobre la tierra.

De Bronquemas, inĂŠdito.

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GUATEMALA

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Guatemala, 1980. Poeta indígena de la Nación Maya K’iche. Es también actriz y gestora cultural. Ha publicado los poemarios: Casa Solitaria (2005); Piedra (2009); Los dos corazones de Elena Kame (2009). Su obra aparece en las antologías: Memorias del Festival de Poesía de Medellín (2006); Las palabras y el deseo. Antología mínima de poesía guatemalteca (2006); Libro Abierto, Arte Contemporáneo en Guatemala, Proyecto Mosaico (Guatemala, 2006), entre otras.

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Dame permiso espíritu del camino regálame permiso para caminar por este sendero de cemento que abrieron en tu ombligo por esta autopista de viento que corta el silencio permiso también a ustedes pájaros que rompen el tímpano del acero permiso piedras permiso plantas permiso animales que resisten en la neblina. Déjame pasar camino deja que esta rabia que desorbita mis ojos se me salga en palabras dulces, palabras finas, zarandeadas, reventadas, déjame pasar que mi voluntad no se pierda déjame cruzar el barranco, la hondonada, déjame por favor regresar a mi casa antes de que los volcanes canten antes de que el discurso de los cerros escupa en nuestras bocas.

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Agua agua dulce de ca帽a, agua que purifica el silencio agua que se derrama agua de nacimiento agua genital agua de rabia agua que ahoga agua que amarra agua que lava la tierra agua que envenena agua que circula agua que satura agua de tristeza agua lucida agua que refresca agua que cae agua de dolor agua que regenera agua florida desproporci贸n de cielo.

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Los ojos de los desaparecidos miran hacia adentro no se pueden cerrar amarrados en el tiempo flotan sus nombres al viento como bandera [de nadie dicen adiĂłs esperando el retorno.

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El Caribe


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BARBADOS

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Barbados, 1935. Poeta, novelista, cuentista y ensayista. Estudi贸 en la Universidad de Toronto. Fue reportero en las comunidades de Ontario y el Lago de Timmins Kirkland, antes de unirse a la Canadian Broadcasting Corporation como periodista independiente. Novelas: Los n谩ufragos del Cruce (1964); Entre cardos y espinas (1965); El punto de encuentro (1967); Storm of Fortune (1973); Agranda la luz (1975); El Primer Ministro (1977); Orgulloso imperio (1988); El origen de las olas (1997, ganador del Premio de Escritores de Confianza de Rogers Ficci贸n); La cuesti贸n (1999, nominada a un Premio del Gobernador General); The Hoe Pulido (2002, ganador del Premio Giller y el Premio Commonwealth Writers).

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Fragmentos

I

Estos vientos de octubre que soplan sobre el parque Moss están cargados una rabia idéntica a la cólera enterrada en los corazones de estos tres soldados entrenados por el gobierno para volar sobre una tierra del color del maíz pilado, desiertos y campos verdes como un paraíso lleno de cosechas que anestesian a la mente como el cloroformo para viajar a través de la arena y los arbustos de amapola, para luchar en batallas que Europa ha perdido en Afganistán, vidas que sirven para rellenar salchichas de arrogancia, muertas, mientras cajones de pino reciben saludos desde los puentes a lo largo de la vía blanca y fría que va de los aeropuertos a la tumba.

II

Afganistán, y su segura crucifixión de vidas [jóvenes: hombres y mujeres entretejidos en su arruinado diseño en la alfombra persa

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como hojas amarillas que se pudren; cortas vidas han caído ya en octubre y noviembre de los arces plateados1. En este día de noviembre caen sin patrón alguno, la pericia artesanal y la configuración del todo destruida por las pisadas de inmigrantes que no conocen la historia o la agricultura de este país al que han huido, desde Afganistán, la India, las Indias Occidentales, hasta este lugar amplio y chato, de múltiples colores y mala gramática, el lugar de su descanso eterno; antes hubo otro punto de partida, estación de tren, parada de autobús, la casa donde la familia, como una pieza de elástico que se estira, los dejó, en los suburbios de moda donde toda esta maravilla de la riqueza hace que las calles, las casas, los apartamentos y las villas sean exactas unas a otras. No hay diferencia entre el auto que los lleva a las entrañas 1 La hoja del arce es la misma que luce, roja, en la bandera del Canadá, país al que de algún modo simboliza.

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de Toronto en cuyas tripas verĂĄn sus reflejos, y su primer cacho de hierba; porque las hojas marchitas son pisoteadas por tres hombres de uniforme, soldados, entrenados para no ser vistos, o identificados, se supone que maten y disparen desde la distancia, de un tiro y sin fallar: es todo lo que tienen en la mente. [Guerra. Y la voluntad de guerra dentro del mismo parque tambiĂŠn la representan otros tres hombres, uno de ellos en posiciĂłn de firme, el segundo, que no es soldado, porque su postura fue estropeada por la edad, y el tercero, invĂĄlido por causa del mal de San Vito, inseguro de su equilibrio y de su paso; son tres civiles heridos que comparten un cacho de hierba como si fuera una joya, o una pastilla para la tos que aclarara sus pulmones, para agarrar una nota, felices durante los cinco interminables minutos que la sustancia se toma para aclararles las ideas, para descongestionar sus pulmones, felices en el breve tiempo en el que inhalan el puro humo blanco

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que guardan en sus pechos, precioso como el aliento que contienen en este frío de diciembre, pasándoselo de mano en mano, parados bajo de los verdes cuerpos de los arces y los otros árboles, cuyos nombres no les enseñaron en las clases de geografía, en Barbados, árboles cuyos nombres no aprendí de memoria y que no traje conmigo durante todas esas millas de blancas nubes hasta este inmenso país de nieve, y viento, y blancura; para al fin hacer una pausa en ese largo viaje junto a un parque, común, no siempre barrido, con condones como casquillos de bala como decoración, alardeando silenciosamente del disparo de rabia, deseo, ansia por la carne de las mujeres a tarifas más baratas que las de las calles que están una cuadra más al oeste. Camino sobre estas hojas engañosas, como enrolladas sobre sí mismas, duraderas, que han sobrevivido por mucho tiempo el paso de talones y pies, y creo que, si Dios me diera tiempo, caminaría sobre esas flores de plástico del año pasado, una mancha de dos condones, rojos, que hacen alarde de la virulencia

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de un hombre que ha durado más que ellos, que son más duraderos que las hojas amarillas y rojas que han caído de un árbol cuyo nombre no recuerdo. En su acto de morir, caen repentinamente sobre la alfombra amarilla del otoño, desde la última calada, desde la falta de aliento cuando le sacan la última bocanada de alegría al cacho para desaparecer como escupitajos. Se mueven como soldados en desorden, trastornados por la batalla y arrastrados bajo las hojas doradas del árbol sin nombre, marchan con paso menos que marcial, y vienen hacia mí, hasta que la distancia entre ellos y yo es el ancho de la calle, y entonces desaparecen, decapitados por la altura de mi ventana sobre sus tres cabezas, y el ancho de la calle. Súbita cae la noche.

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SANTA LUCÍA

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Castries,1930. Destacado poeta y dramaturgo fue merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1992. Cursó sus estudios de licenciatura en la Universidad de las Indias Occidentales en Jamaica. En 1953 se mudó a Trinidad y Tobago, lugar donde fundaría el Taller Trinitario de Teatro y produciría sus primeras obras. En 1981 comenzó a vivir en los Estados Unidos y a trabajar en la Universidad de Harvard. Es autor de una vasta obra que incluye más de quince libros de poesía y alrededor de treinta obras de teatro. Dentro de sus textos destacan Otra vida (1973); Uvas de mar (1976); El viajero afortunado (1981); Verano (1984); El testamento de Arkansas (1987) y, en 1990 su principal texto hasta la fecha, Omeros, un poema épico basado en la Odisea. Sueño en la montaña del mono (1970) es la más famosa de sus obras de teatro.

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Volcán

Joyce temía al trueno, mas durante su funeral los leones del [zoológico de Zurich rugieron ¿Fue en Zurich o en Trieste? No importa. Son leyendas, así como es leyenda la muerte de Joyce, o el rumor obsesivo de que Conrad ha muerto, y Victoria es irónica. Desde esta casa en el acantilado sobre la franja del horizonte nocturno es posible ver el resplandor de dos grúas [a lo lejos en el mar hasta la hora del amanecer; es como el resplandor del cigarro y el resplandor del volcán al final de Victoria. Uno podría abandonar la escritura por esas señas de los grandes que lentas se consumen, y ser en cambio, su lector ideal, meditativo y voraz, haciendo que el amor por las obras [maestras sea superior al intento de repetirlas o mejorarlas, y ser así el mejor lector del mundo. Por lo menos eso necesita del asombro que se ha perdido en nuestro tiempo; tanta gente lo ha visto todo

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tanta gente es capaz de predecir tanta que se niega a aceptar el silencio de la victoria, el desinterés que arde en la médula, tantos no son más que ceniza erguida cual cigarro, tantos dan al trueno por hecho. ¡Cuán común es el relámpago, qué [perdidos están los leviatanes que ya ni siquiera buscamos! Habían gigantes en aquel entonces. En aquel entonces se liaban buenos [cigarros. Debo leer con más cuidado.

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Fama

Esto es la fama: domingos, una sensación de vacío como en Balthus, callejuelas empedradas, iluminadas por el sol, resplandecientes, una pared, una torre marrón al final de una calle, un azul sin campanas, como un lienzo muerto en su blanco marco, y flores: gladiolos, gladiolos marchitos, pétalos de piedra en un jarrón. Las alabanzas elevadas al cielo por el coro interrumpidas. Un libro de grabados que pasa él mismo las hojas. El repiqueteo de tacones altos en una acera. Un reloj que arrastra las horas. Un ansia de trabajo.

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JAMAICA

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Jamaica, 1936. Poeta y profesor emérito de Inglés de la Universidad de las Indias Occidentales. Es licenciado por la Universidad de Londres en 1957, y la Universidad de Manchester, Inglaterra (Doctorado, 1964). Es crítico de la literatura del Caribe de habla inglesa, reconocido internacionalmente y considerado como una autoridad líder en la obra del poeta ganador del Premio Nobel y dramaturgo Derek Walcott. Ha publicado dos colecciones de poesía: Un cuento de la selva (1988) y Fue el canto (2000). Sus poemas han aparecido en numerosas revistas y antologías.

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El agua que corre

Te veo cerca de ríos y árboles de grandes hojas mojo mis manos en el agua que corre y refresco el latir de tus sienes soy yo el honrado en las ocasiones en las que tus párpados aletean como pájaros asustados. Mujer del río profundo llevas, como un juramento, la memoria de las chozas en la montaña y [las lomas sembradas de ñames el kreng kreng* lleno y sabroso para enfrentar los tiempos difíciles, susurras como si fueran bendiciones las historias jamás escritas de la huida y la emboscada y la supervivencia. Mujer río mojo mis manos en el agua que corre y te digo: corre libre corre libre (*) El kreng kreng es, en Jamaica, una reja metálica en la que se pone la carne para que se ahúme con el fin de conservarla.

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Para el editor que me pidió que le enviara [algunos de mis poemas negros Amigo, al principio pensé que me estaba dejando usted expuesto, que había descubierto en mí una carencia: ¡yo no tenía mis versos codificados por [color! Pero entonces me asaltó otra idea; la verdad es que mis poemas son tan [negros que son invisibles incluso para mí, usted sería incapaz de verlos en caso de que yo se los mandara; por otra parte, lo que es peor, su gravedad es tan intensa que cualquier luz que se aventure a [acercárseles simplemente desaparece; usted mismo desaparecería para siempre de la vista; y así, en consecuencia, como no deseo ponerlo en riesgo ni a usted ni a su seguridad, le ruego, con mucho respeto, que me [permita negarme.

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Fiebre sagrada

Sin sosiego iba de una iglesia a otra en busca de Dios. Quiera Dios que lo haya encontrado ahora, donde inm贸vil, reposa, bajo tierra.

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COSTA RICA

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Naharya, Israel, 1972. Destacada poeta residenciada en Costa Rica. Es psicóloga y Magíster en Literatura Latinoamericana. Desde el año 2006 se desempeña como editora académica en la Universidad Estatal a Distancia (UNED). Entre sus títulos publicados se mencionan: Testigos del vértigo (1997); Asedios de la luz (2001); La lucidez del cuerpo (2008) y Lenguaje y realidad social (2010).

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Penélope no espera más

No esperaré ya más. Me voy. Cruzaré el mar haciendo de mi espalda otro navío tejido por los hilos que me ataban a él. ¡Lo olvidaré! —lo olvido—, aunque me cueste el sitio preciso de mi cuerpo. Quemo mi piel y el año de la espera me abandona. Pongo mis brazos sobre el canto del agua deslizando mi altura a lo largo del negro perfil que hace la noche. ¡Hacia Troya! —grito—, aunque nadie me escucha después de la marea. Desato las amarras y hundo el pecho entre las velas del aire. ¡Hacia Troya! —gritaré de nuevo—, armada hasta el delirio de mi boca, afilada la sangre como lanza de fuego. Porque también sostengo mis batallas. Yo que soy esa bestia innecesaria de las horas. También celo mi trono de silencios

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y calzo soledades en los ojos triturando más hilos que la muerte. Me hundo en el mar. Desnuda como han de desnudarse las mujeres para entrar a las aguas. Me lanzo sin barcos de madera, sin muchedumbres, dioses ni caballos, a través de las islas que rompen la [distancia. Entonces me dirán “Penélope la sabia”, la marinera sola de su furia, estratega de incendios, vencedora con todos los conjuros que se empozan clavados a la boca. Y cantarán mi nombre cuando se reúnan en el centro del fuego, escribiendo mi historia con cuchillos de [oro: “Penélope no regresará más, ya no puede esperar sobre sus huesos, no hay tejido tal para la ausencia y Troya es el destino de su cuerpo”.

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La lucidez del cuerpo

Para alcanzar la lucidez hay que quemar los ojos como otro quem贸 sus naves. Para ver hacia adentro el reverso del cuerpo. Para poder mentir y creer antes de que el agua acabe de romper las [ventanas y nos quedemos solos con esta desnudez que no llega a hueso, que no alcanza a ser h铆gado o tend贸n ni tiene esa belleza de la sangre cuando viaja con honda lucidez por el [silencio.

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JAMAICA

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Jamaica. Poeta, ensayista y crítico de arte. Investigador sobre la literatura cubana, muy especialmente de la obra de Nicolás Guillén, por todo lo cual fue acreedor de la primera entrega del Premio Internacional Dulce María Loynaz de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, durante el VII Coloquio Internacional de Música y Poesía que lleva el nombre del poeta Nicolás Guillén.

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Frenesí

Vencer entonces debemos porque es justa nuestra causa Francis Scott Key

On, on, you noblest English... Be copy now to men of grosser blood, And teach them how to war. William Shakespeare1

Ahora que los pozos de petróleo están [protegidos mucho antes de lo que jamás esperamos la fuente y la presea de la riqueza de Irak asegurada ya gracias a nuestra astucia y a [nuestro sigilo podemos acelerar lo que falta sin necesidad alguna de discriminar bombas como un glóbulo blanco o como [racimos 1 La cita pertenece a La vida del rey Enrique V, Acto Tercero, Escena primera. Astrana Marín la traduce así: “¡Adelante, adelante, nobles ingleses! (…) ¡Servid hoy de modelos a los hombres de sangre menos noble, y enseñadles cómo hay que

batirse!”.

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salidos de un B-52 o de aviones de [fumigación o bombas más fuertes, si acaso tienen [uranio, bien sean precisas bien estallen fuera de [radio dejemos que caigan como la lluvia sobre los [mercados de la gente contémoslos a ellos entre nuestros blancos los hospitales infantiles deberían estar [incluidos que las parturientas crean que las salas de parto y las escuelas ofrecen santuario ante nuestras [herramientas de alta tecnología no improvisemos medidas especiales para proteger tesoros arqueológicos llamemos a nuestro terror gratuito lamentable error colateral y sigamos veloces con nuestros planes acabemos con esto no hay tiempo que [perder

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adelante adelante satisfagamos nuestra [compulsi贸n nuestra sed de conquista y destrucci贸n

3 de abril de 2003.

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eAgnantMarieCélieAgnantMarie Traducción: Maritza Jiménez

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HAITÍ

Marie Célie eCélieAgnant

Puerto Príncipe,1953. Poeta y promotora cultural residenciada en Quebec desde 1970. Autora de poesía, novela y cuento, también ha publicado literatura para niños, es cuenta cuentos y está profundamente interesada en el teatro. Sus libros han sido publicados en Quebec, Francia y Haití. Traducciones de algunos de sus libros y textos han aparecido en español, inglés, holandés, coreano e italiano. De sus títulos publicados se destacan: Balafres (1994); Et puis parfois, quelquefois (2009), entre otros.

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Poema a mis hijos

Para un viejo negro y en recuerdo de Katrina

sin grandes pompas llevamos en la tierra nuestros amores [difuntos consideremos la necesidad de pan cotidiano como una vanidad ridícula nosotros que venimos de un mundo donde se aprende a no ser para seguir vivo a respetar los decretos sin llamadas de los que cada mañana envían la esperanza [a la horca los juegos están hechos no hablemos sino de la lluvia y el buen tiempo cerdos ebrios de poder arrollan a golpes a un negro borracho para enseñarlo a no ser más que un negro a golpe de botas policiales lo hacen volverse alma y sangre hablemos de la lluvia y el buen tiempo es tranquilizante hablemos del loft story último episodio los retozos de Madonna los cerdos, estén tranquilos, no irán directo [al matadero

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en el país del Tío, la piel de mil negros no [vale la piel de un cerdo llevemos en la tierra sin grandes pompas los principios las creencias sin grandes pompas sin lágrimas para qué todo eso es como los amores difuntos los días están hechos volverse loco para qué un hombre debe ser un hombre no un negro y los cerdos no tienen cuenta que rendir [ellos continuarán cargando 500 kilos de grasa de cerdo por habitante que los negros se consuelen ellos tienen su Condolezza pero vio a ese negro bañado en su sangre llovía sangre hacía buen tiempo en las orillas del Missisipi, en las aceras de [New Orleans la señora Rice sabrá barrer todo eso ¿ese negro es un hombre? ese negro doblado bajo los golpes de las [botas y que chapotea en su sangre es un negro, no un hombre no sabe el pobre negro que los cerdos y los perros son enemigos de los negros

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esos que demuestran el talento de seguir vivos el talento de mantenerse en pie sin ningún espacio o imponerse sin ningún respiro desde la primera noche sin ninguna grieta desde la infancia del mundo él no sabe del abuelo que asesinan solo por ver simplemente su cara negra hacía rabiar a los cerdos como en los tiempos de antes a los perros Napoleón lo sabía Rochambeau también los capataces y los capos de hoy lo saben algo en ellos se desgarra algo en ellos de arriba a abajo se vuelve loco algo en ellos grita a morir a la vista de un [negro torrente demente algo se precipita ayer como hoy no hay nada que hacer ni que decir hablemos de la lluvia y el buen tiempo enterremos esas controversias como se entierran los amores difuntos los negros tienen su Condolezza.

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CollinsMerleCollinsMerleCollins

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GRANADA

Merle sMerleCollins

Aruba, 1950. Poeta, profesora y promotora cultural nacionalizada en Granada, estudió en la Universidad de Las Indias Occidentales en Mona, Jamaica, donde recibió su grado en inglés y español en 1972. Sus poemas relatan las luchas de su pueblo. Ha sido reconocida por su labor como novelista con su libro Ángel; historia que se escenifica en Granada entre los años de la depresión y la caída del gobierno revolucionario de 1983. Ha publicado los libros: Because the Dawn Breaks (1985); Ángel (1987); Rain Darling (1990); Rotten Pomerack (1992); The Colour of Forgetting (1992); Lady in a Boat (2003).

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Porque rompe el alba (Because the Dawn Breaks)

Hablamos porque cuando cae la lluvia en las montañas el río lentamente se desborda se precipita sobre las rocas por los caminos desbarata los puentes ¿eso contendría su poder en contra de la [fuerza? hablamos por la misma razón que el trueno espanta el niño que el relámpago estremece el árbol no hablamos para desafiar los principios de nadie o sabotear sus planes o para derribar Torres de Babel hablamos a pesar del hecho de que hablamos hablamos porque soñamos porque nuestros sueños no son vivir en pocilgas en el jardín trasero

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[de alguien ni recoger migas de las mesas ni de arrastrarnos por siempre en la [infinita fila de hormigas para luego virar con un movimiento rápido cuando la pata del elefante se nos viene [encima ni de mirar hacia atrás cuando el olor de la muerte asalte nuestros sentidos ni de luchar eternamente por apoderarnos de la imagen de los [dioses de otras personas a nuestra creación hablamos por la misma razón que las flores crecen que se pone el sol que madura la fruta porque los templos construidos para honrar mitos deben caer con el alba no hay nada que hacer por los débiles [puentes cuando cae la lluvia en las montañas

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y el cauce de los rĂ­os se desborda hablamos, no para inquietar a nadie mas a pesar de esa inquietud hablamos porque soĂąamos.

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REPÚBLICA DOMINICANA

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Gurabo, 1949. Es autor de más de una veintena de libros entre los cuales hay libros de versos, antologías poéticas y estudios de crítica literaria. Destacamos: Otridades (2010); Libro de los dones y los bienes (publicado en México y Caracas, 2010); Libro de los fragmentos y otros poemas (publicado en Caracas, 2007); Book of Fragments (1993); Los otros (1981) y Retazos para un traje de tierra (1979). La editorial Maùcho (Villahermosa, México, 2009) ha editado el CD Jerarquías con una selección antológica de su poesía. Su poema De adinamia de mente de umnesia fue galardonado en 2008 en el Primer Concurso sobre el Alzheimer y la memoria, en Murcia, España, y acaba de aparecer ahora en forma de libro (Villahermosa, México, 2010).

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多La bolsa o la vida?

Todo poema de amor es un poema de lucha; todo poema de lucha es un poema de amor. En los dos, queramos o no, nos jugamos la vida.

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La voz

Para Louis Braille, visionnaire

Como si toda la realidad no fuera nada más que puntos en relieve, el índice del ciego es un ojo que, tocando las simas de lo ignoto, se [acomoda y está a sus anchas en la cima del saber. El ojo del ciego es un índice que va de lo tangible no vivido a lo intangible ya intuido y descifrable, haciendo de sus dedos instrumentos que le llevan al gozo de aprender. Es un bastón el índice del ciego que golpea los valores de la bolsa en el oído e inventa en las finanzas del buen juicio imposibles inversiones hasta entonces [ignoradas por la ciencia, el alquimista o quien se lance [hacia el azar. Compañero inseparable del pulgar gracioso, el índice del ciego es una física posible que discierne con la punta de la lengua qué hace la mano en el papel o qué es el [tiempo,

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qué hace el humano cuando ama o cómo se [enamora. Es una lengua el índice del ciego que con sólo seis puntos cotidianos irriga en sus papilas las vocales, más de veinte consonantes y el almario de todas las palabras con que armamos el [vivir. Al girar con el pulgar la página del día buscando alivio en la sutura de la hora, el índice del ciego, a veces anular, a veces [medio, se desliza por los impuros filos del alfabeto [alado, abriendo puertas con las llaves de su luz. Son tan sólo seis irrelevantes estaciones que clavan sus puntas geométricas en el ojo táctil del leyente y 60 y pico veces se [combinan para darle al invidente la esperanza, la [delicia de hacer el mundo y sus relieves a su [imagen y color. Sueña el índice del ciego que es un ojo y que todo, si está escrito, lo puede introducir en su memoria digital.

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McTairRogerMcTairRogerMcTair Traducci贸n: Maritza Jim茅nez

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TRINIDAD Y TOBAGO

Roger rRoger McTair

Trinidad y Tobago, 1943. Es poeta, profesor y escritor y vive actualmente en Toronto, Canadá. Ha tenido cuentos radiados en Radio CBC y la Radio de la BBC. Comenzó a hacer películas en 1979. Su carrera se ha enfocado primordialmente en los documentales. Su trabajo poético ha sido publicado en periódicos caribeños y uno de ellos fue transmitido por la BBC, Libro Faber de cuentos cortos caribeños.

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Sobre las Antillas

Si la belleza fuera todo estas islas serían rivales de esmeralda para la Grecia pericleseana los lirios brillantes de Monet, o el concierto de violín del viejo Bach. La belleza enfática de este mar suspira por una comunidad iluminada, poetas que evoquen el purísimo azul, [mundos de zafiro y celeste, legisladores visionarios del designio [humano. Estas islas reclaman argumentos más [justos discusiones y debates basados en hechos no augurios.

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Papier maché

En el patio trasero de mi casa de infancia había depósitos de una tierra especial. Cavada, mezclada con agua, esa tierra se transformaba en una mezcla particular, [consistente de textura, pegajosa Amasada, se adhería a los dedos, [manchaba la ropa, se pegaba a los pies, convertida en una [mezcla ocre para ser esculpida en máscaras, Transformadas por el agua y la [imaginación. Papel de periódico mojado se colocaba [sobre caras húmedas de barro Y se dejaba secar al sol. Nuestra aldea era una delgada cadena de casas hacia arriba a lo largo de una calle de Pot-Hole. Cada aldeano conocía a todo el mundo. Todo el mundo conocía la vida de sus [vecinos Todo el mundo conocía los dolores del [corazón y las penas de sus vecinos,

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sus escapadas cubiertas por la oscuridad, [tensiones privadas cubiertas con las máscaras del día, el [falso frente de las pretensiones. La iglesia Pentecostal del pueblo era [vibrante los domingos. Las mujeres cantaban [canciones santas desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche, depositando suficiente [santimonia en esos pasillos para que les dieran el perdón celestial de [la semana. Estaba la tienda propiedad de un chino, [donde con crédito una madre podía alimentar a [sus hijos por una semana. Las banderas jhangi (banderas hindúes) [ondeaban de los postes de bambú y la música de la India serenaba el pueblo [en los días de boda. El equipo de cricket, el equipo de futbol, eran tan políglotos como el mundo de la aldea, de tan variados

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rostros de etnografías diversas como un atlas visual, pintado con caras cuyo linaje se perdió en el tiempo. Con la llegada de la estación del carnaval anticipando la música, los disfraces y las [máscaras, los muchachos se congregaban en mi [patio trasero, cavaban la tierra ocre, amasándola con agua, dando forma a las máscaras de arcilla. Y cuando el papel de periódico endurecía [en las máscaras el frágil papier maché tomaba la forma La máscara estaba lista pero ahora la [pintura tenía que darle vida. En los días del carnaval los aldeanos se reunían en la calle para ver a los muchachos bailando los [tambores vestidos con capas y disfraces Las máscaras cubriendo sus caras, de [vibrantes colores y vibrantes diseños

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La multitud animando el baile de la [juventud Todo transformado, todo animado por el [sol. La juventud del pueblo, cada hijo del [pueblo Retozando anรณnimamente detrรกs de sus [mรกscaras hechas a mano.

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ArielSigfredoArielSigfredoArielS

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CUBA

Sigfredo SigfredoAriel

Santa Clara, 1962. Sus primeros poemas aparecieron en revistas, periódicos y muestras de poesía joven. Se trasladó a La Habana en 1981. Publicó en 1985 la plaquette La imprenta. En 1986 ganó el Premio David para jóvenes autores con el libro Algunos pocos conocidos, considerado por la crítica como uno de los más importantes de la llamada Generación de los 80. En 1994 apareció su segundo cuaderno de poemas, El enorme verano. En 1995 recibió el Premio de Poesía de la Gaceta de Cuba.

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Mientras tanto amanece

Tengo toda la noche para armar mi casa para pintar hiedra en el patio para reunir las vasijas sobre el pozo. En medio de la casa crece un árbol allí se posará el animal más tierno allí se guarda el pan. En este hueco de sombra van los niños que dibujé yo mismo y luego dejé entrar por el tejado. Sé que no basta una casa a medio hacer para salvarse ni la carne hervida huele más sobre la mesa que sobre la hierba áspera. Entro en mi casa pobre del desfiladero con peligro de que el lobo sople el [cimiento y nos acabe. Aunque mañana pasen los pájaros de [aceite sobre el techo y no dejaran vivos cama ni hoguera ni perro amarrado duermo en mi casa del risco mientras tanto amanece

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aunque ma単ana pierda el juego y se esfumen le単o a le単o mujer y ni単o y caballo y laberinto.

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Una casa será siempre

Una casa será siempre la torre de Babel y la carta del tarot inextricable de Marsella que predijo la desgracia de François Villon y de sus veinte laboriosos bandoleros. Duermes tranquila es limpio este lugar has ordenado en torno nuestras magras cosas. Es el invierno nacional mañana el lirio habrá florecido iremos a mirarlo y no diremos nada. Qué pequeño es el país, somos vanidosos como putas con dinero, amamos Babilonia nuestro sueño es traspasar la ingravidez burlar esta deriva. Las telefonistas hunden en la electricidad sus pequeños falos bárbaros: habla tokio habla singapur habla miami fluye la noche nacional sobre la palma de una mano transcurrimos. Estamos dejando de ser jóvenes en medio de esta confusión. Sopla la noche un aliento de menta.

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Al fin de la memoria no han salido gobiernos ni coartadas ni siquiera nos sirven sus delicadezas caminos, trabajos y pesares. Supongo que lo habremos admitido de [antemano: apenas podré dar testimonio de estos días quizás podrías tú, de ese menudo lirio. Escuchándote en la esta oscuridad te escucharía. son los estos días que escogimos entre otros oscuros que rondaron cerca. Duerme en paz, fluye allá afuera la noche nacional y tengo frío.

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Hice blanco en esturiones de paño dorados saludables pargos del espíritu y roncos jóvenes y jóvenes serruchos ni siquiera tenían alma sino esperma goteada y largos huesos de harina Hombres con alas cazadores como yo fértiles como salidos de la Biblia bailaban en las márgenes del río del brazo de sus hijas vírgenes con ojos de carbón entonces creo no vi más.

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PUERTO RICO

Vanessa VanessaDroz

Vega Baja, 1952. Es una de las poetas más importantes de la literatura puertorriqueña actual. Pertenece a la llamada Generación del 70 de escritores de su país. Es graduada del Programa de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, institución en la cual, además, estudió Literatura Comparada e Historia del Arte. En enero de 2008 recibe el Premio Nacional San Sebastián 2008 “por su destacada labor como poeta, escritora, comunicadora y promotora cultural”.

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El tiempo ilusionado

Para Maria Lúcia Dal Farra

Algo parecido al afecto los mueve a querer estar siempre conmigo. En la cama, su poder refiere a los imperios de la competencia, al rigor del olfato que hurga en dominios [fugaces, a la corporal flexibilidad que conduce a posiciones deslumbrantes. Al alba, el proyecto de luz que les aguarda tiene la pretensión de develarles el misterio de eso que antes era Dios, aquel dueño del [tiempo. A pleno sol son un mandato del rigor del día, de la selva arrepentida arrepantigándose cerca de la especie, sometiéndola al estruendo de la sal, a las amplias sabanas de su inteligencia, al placer de un nuevo caldo originario (casi enlatado) en el que, juntos, [chapoteamos. A la hora del crepúsculo, por fin comprenden que no hay impasibilidad

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que cuelgue su mantilla de culpas negras sobre el osario de la noche mejor que ellos mismos. A tanta hora, incluso su desdén, con tanta frecuencia argüido, es aparente, nada más que un artilugio de sus sueños para evidenciar algún contraste (recordemos su natal sabiduría). Y así cada día: cada uno presentándose, desapareciendo, moviéndose, cruzándose y desperezándose ante mí. ¿Son los gatos? ¿O son las ilusiones de eso que antes era el tiempo, aquel dueño de Dios? .

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Especie

Una especie se extingue en este instante preciso. Dentro de un segundo el último ejemplar de otra habrá caído bajo la dilatada pupila de un mítico cazador, desangrándose hasta el vilo. En una hora —¡qué palabra tan cercana al vapor!— una sabana habrá quedado despoblada de garras, huesos, ternuras, escamas (como el aire), rabos, picos, plumas, juegos, garras, sesiones de higiene, caparazones, belfos (como el aire),

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pezu単as, saltos (prodigiosos), acechos, colmillos, premuras, pelos, hocicos, opacidades, corazones como el aire, vislumbres, aletas, duermevelas, ojos, ojos como agujas, ojos como desamparo, ojos como muerte, ojos como poder. Todo ello me cerca y, mientras me desangro, los ojos ocupados en devolver el destello que me mata, olfateo, veo la carro単a del contrario y me sumerjo en el mareo de la delicia de entrar en su podredumbre.

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El tiempo

“¿Y cómo se ha estado comportando el [tiempo?”, pregunta retóricamente el meteorólogo de [TV. Algunos mapas y símbolos tras de él parece que significan algo. Y en su rostro, devaneado y mercenario, se delata.

Cree que sabe la respuesta.

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Europa y Ă frica


BillHerbertBillHerbertBillHerbe Traducci贸n: Andr茅s Cardinale

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ESCOCIA

Bill ertBillHerbert

Dundee, 1961. Ha publicado siete volúmenes de poesía y cuatro panfletos, y es ampliamente antologizado. Sus últimas cinco colecciones, han recibido numerosos elogios. Forked Tongue (Lengua bifurcada, 1994), fue seleccionada para la promoción de la Nueva Generación, fue recomendación de la Sociedad de Libros de Poesía. Su más reciente colección Bloodaxe, Bad Chaman Blues (Los chamanes malos azules, 2006). En 2007 editó una antología de traducciones de poesía búlgara contemporánea y poesía original de sus traductores llamada A Balkan Exchange (Un intercambio Balkan).

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Perdonemos a las moscas

Debemos perdonar a las moscas porque son tan jóvenes, sus cerebros son tan pequeños, que no comprenden qué es aquello sobre lo que se arrastran. Todo lo saludan como pequeñas deidades: el azúcar y el excremento son igual de [buenos para ellas. Vomitan en su nervioso placer y se confunden con nuestros periódicos enrollados, suponen que nuestras moribundas manos simplemente responden a su saludo.

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Hechos sobre las cosas

Las cosas están cansadas. Las cosas quieren acostarse. Las cosas nunca son tan felices como [cuando, sin razón alguna, colapsan. Esa botella francesa de plástico, aún medio [llena, ese libro de encuadernación rústica que se apoya apenas sobre otro libro, somnoliento: pronto querrán salir, pronto los hallarás sobre la grama con los envases vacíos de cloro y esa parte de una propiedad en la que el agente [estampa su firma y que está cubierta de una mugre leve [como maquillaje. Esa bolsa plástica que uno ha doblado se siente oprimida por uno y desea colgarse de un arbusto, donde parecerá un espíritu, tendida y pidiendo cola con el [pulgar. Las cosas son vagabundos, vagamundos, [seres en tránsito: les gusta más si está lloviendo.

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Los bombillos disfrutan de descansar sobre [esa misma grama sin cortar, informal, y de mirar con atenci贸n el efecto embudo: la [manera en la que, cuando uno mira hacia arriba, toda la lluvia [parece dirigirse hacia uno, la manera en la que parece que le gustas a la [lluvia. Las cosas que no se degradan prefieren con mucho los arbustos, les gusta estar parcialmente enterradas. Les gusta el frescor de la hierba. Pero m谩s que cualquier cosa, les gusta cuando llueve.

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FRANCIA

François ançoisMigeot

Francia, 1949. Poeta, autor de los relatos Avant l’Éclipse (2004); Le Poids de l’air (2007), de la novela Orly-Sud (1998), y de ensayos críticos (À la fenêtre noire des poètes, sobre André Breton, 1996); Entre les lames, lectures de Robbe-Grillet (1999). Es traductor de poesía y entre sus trabajos se encuentra la Antología de la poesía venezolana (2002); Poemas selectos del poeta Rafael Cadenas (2003); El canto anhelante, poemas de José Antonio Ramos Sucre (2009).

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Taller de voces

A Eugenio Montejo

La rueda del día ha girado sobre el mundo no queda sino harina y silencio La espera se ha sentado en la página en el taller blanco de la lámpara El tiempo perdido vuelve sobre sus pasos pide asilo al sol de medianoche Él da vueltas con su nube de palabras que se quema las alas y caen cenizas en el papel Luego se necesita todo el olvido de la noche para que levante el pan entallado del poema.

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Homenaje

Tombeau d’ Eugenio Montejo Bajo la nieve del papel tú estás ya en el glaciar del silencio

Quedan las palabras en diluvio que te buscan sin paradero y las imágenes regresan sobre la llanura de las páginas cual lobos melancólicos por hordas de frases

Entonces yo le hablo a tus textos que vibran de tus pasos abolidos Ellos saben por su estela de sombras por sus raíces infinitas que son grandes: ellos te han vaciado la sangre

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Te quedas en el taller de la muerte hijo de harina vuelto polvo y el verbo se levanta en el pan de la ausencia.

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ESPAÑA

Juan Manuel nuelRodríguez Tobal

Zamora,1962. Poeta y licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca, es desde 1985 profesor de enseñanza secundaria de Latín y Griego. Forma parte de la Acett, que es la Sección Autónoma de Traductores de Libros de la Asociación Colegial de Escritores de España. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Dentro del aire (1999), libro que obtuvo el Premio Ciudad de Badajoz; Ni sí ni no (2002); entre otros. Sus poemas han sido recogidos en diversas antologías de España, México y República Dominicana.

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Los niños de Mompayo

En primavera mueren los lagartos, los enfermos de amor y ciertos árboles. Los niños de Mompayo, en primavera, levantan breves tumbas junto al río con sus cóncavas manos sin leyenda. Nunca esperan milagro de primavera los niños. También mueren los pájaros.

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La hoja

Desierta está de toda consolación la hoja. Este vuelo de luz desmemoriada ¿desde qué ardida rama de la ausencia se abre paso en la voz de ti, que callas? Nunca tan leve el cuerpo del olvido. Nunca tan rumoroso sin embargo sobre tu corazón. Nada es la hoja tendido el aire entre los dos apenas. Nada, sus mansos bordes sin figura. Mas ¿qué sonido aguarda de tu vientre su hebra ilesa de sol, su pico avaro, su colmena de pájaros sin sueño? Como una aurora, segura en su gran muerte, duerme la hoja en tu voz su azul impuro. Tu voz que es ya el silencio rumoroso de este peso desierto y sin consuelo.

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Un nombre

Si escucharas un nombre, si manara hasta ti desde la arena, despojado del último cansancio, en toda su blancura, si pudieras traer el hilo frágil de su belleza breve y sigilosa sin abrasar tus alas al nombrarlo, tal vez la lluvia al fin resistiría. Mas sólo oyes la tierra, su hospitalaria sombra diminuta, su silencio indoloro, rubio, ardiente, y no puede ser cierto tanto olvido. Era una luz hermosa. Yo no sé recordarla, pero aún tiento en el aire la humedad de aquel miedo. Encuentra tú el sonido. No dejes que se pierda, como su cuerpo leve, su adiós en la corriente. Cuando nada nos tiene, sólo quien canta puede sostener en la nada lo poco que tenemos: Sólo apenas un nombre.

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KENIA

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Baricho, 1942. Poeta, dramaturga y licenciada de la Universidad de Makerere, graduada con honores en 1966; Maestría en la Universidad de New Brunswick, 1973; Doctora de la Universidad de Toronto, 1978. También se desataca como profesora de Estudios Afroamericanos. Los versos dibujan fuertemente las tradiciones culturales indígenas africanas. Como crítica, ha escrito extensivamente sobre literatura contemporánea africana. Mugo fue forzada a dejar Kenia en 1982 después de convertirse en objetivo del acoso del gobierno oficial. Entre sus libros se destacan: Daughter of My People, Sing! (¡Hija de mi gente, canta!) y My Mother’s Poem and Other Songs: Songs and Poems (El poema de mi madre y otras canciones: canciones y poemas), entre otros.

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En conmemoración de esos momentos en los que hacemos declaraciones prosaicas que terminan sonando poéticas y que entoncesnos recuerdan que el diálogo cotidiano de los hombresestá con frecuencia punteado por la poesía

Estribillo: ¡Un día! Un día, rescataremos nuestras vidas de este estar guindando precariamente en la periferia y tomaremos el centro de la acción histórica. Exploraremos cada una de las avenidas que corren a través de nuestras vidas y crearemos caminos vivos sin calles ciegas, las extenderemos hasta los límites del destino de los hombres. Le pondremos un airado punto final a la negación de nuestros derechos humanos. ¡Un día! Un día, emprenderemos un segundo viaje a través

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del difícil sendero del desarrollo humano denegado, espantando a las bestias salvajes que merodean la ruta de nuestra estrecha supervivencia, no vaya a ser que tornen nuestras ya bestializadas vidas en una completa selva. Entonces cultivaremos un inmenso jardín global y en él plantaremos la semilla de la verdadera humanidad. ¡Un día! Un día, saldremos de los lados y ocuparemos el centro de la escena, completamente visibles, y negándonos a ser observadores y suplentes que esperan tras el telón del drama viviente. Liberaremos la palabra y nos convertiremos en los que la pronunciamos, no seremos ya más la multitud que vitorea o que aúlla para azuzar y aplaudir a los que interfieren con nuestro discurso afirmativo. ¡Un día! Un día, haremos explotar los silencios negativos y el terror pánico que nos ha impuesto la tiranía

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de las culturas dominantes y sus lenguas de conquista. Descubriremos las voces auténticas con las que nos nombramos y renombramos a nosotros mismos, reclamando nuestro papel como compositores, hablando por nosotros, ¡porque también tenemos lenguas, sépanlo! ¡Un día! Un día, haremos una fogata con los programas de ajuste estructural en boga, que desmantelan y desajustan, y entonces nos involucraremos en procesos de reestructuración, produciendo coherencia en torno a nuestra dispersa vida cotidiana hasta que esté a punto de reventar de sentido. No nos detendremos ante nada excepto hacer que el sol se detenga hasta no haber completado la tarea. ¡Un día! Un día, moveremos el sol de nuestra existencia de modo que se alce de veras al este de nuestras vidas, y que alcance el mediodía en el centro

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de nuestras necesidades. Entonces lo liberaremos para que se ponga en el oeste de nuestra historia pervertida y dominada, de donde no volverá a alzarse hasta que aprenda a brillar sobre las masas globales de la vida, no sobre las islas donde viven los piratas. ¡Un día! Un día, aniquilaremos la distancia entre la cocina y los dormitorios de nuestras vidas, abandonaremos el espacio sofocante entre la fábrica y el capataz de nuestro explotado quehacer creativo, y así haremos un sendero que conduzca a las minas enterradas de nuestro suprimido potencial humano. Recorreremos ese camino incluso si se alarga hasta la eternidad. ¡Un día! Un día, celebraremos a esta tierra como nuestro hogar, erguidos, altos o bajos, jactándonos de la abundancia y diversidad de nuestras visiones humanas hechas realidad. No alzaremos los ojos al cielo esperando que se cumplan las profecías. Voltearemos las pie-

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dras mismas de nuestra existencia, petrificada a la fuerza, y las convertiremos en los bancos fluviales para sostener la vida. ÂĄUn dĂ­a!

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Venezuela


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Venezuela

William WilliamOsuna

Caracas, Venezuela, 1948. Se destaca como poeta, editor y docente. Dirigió el taller de poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Celarg (1981), y el taller de poesía de la Casa de la Cultura de Maracay (1982). Coordinó el plan de alfabetización del Barrio Los Erasos (1985). Impartió cátedra de poesía en la Universidad Metropolitana, Dirección de Cultura (1991-1995). Fue editor de la Revista Nacional de Cultura (1984-1997), y En El Camino (2002-2007). Actualmente dirige la revista cultural A Plena Voz y es presidente de la Fundación Editorial El perro y la rana. Obra: Estos 81 (1978), Mas si yo fuese poeta, un buen poeta (1978); 1900 y otros poemas (1984); Antología de la mala calle (1990 y 1994); San José Blues + Epopeya del Guaire y otros poemas; Miré los muros de la patria mía (2008) y

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Fragmentos (2010). Premios: Premio Nacional de Literatura (2007); Primer Premio, Bienal José Antonio Ramos Sucre, 1976, por Estos 81; Premio Municipal de Literatura, Mención Poesía, Distrito Federal, 1983, por Antología de la mala calle; Premio Bienal Manuel Díaz Rodríguez, Mención Poesía, Concejo Municipal del Distrito Sucre, 1984, por 1900 y otros poemas. Premio Nacional de Literatura (2006-2007).

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Madre cuando tu cuerpo no da razón en estos campos de acero y yo estoy en mi fantasía de empujar una puerta en la multitud entre papeles y hojas que van por el aire y mi noche crece porque voy montado en mi luna oyendo las voces de las grandes ciudades y hay un aro negro como la sombra de Dios donde soy un niño de los cincuenta que juega y se disipa en tu sueño como cable quemado entre las chimeneas mírame vamos a la velocidad de los vientos lejos de casa abandonados como añosas neveras en una estación de gasolina soy un asno atado al ruido de un perol vacío que hace equilibrio sobre alambres de púas quiero visitar mi barrio apretarles las tuercas a los muchachos de la manzana "Q" en las últimas entradas de mi partido de béisbol ¿Son ellos cachos abrillantados girando como carneros en el fondo de su edad? ¿O soy yo recién cortado de ti peinándome

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con el filo de una piedra? 多Acaricias a tu animal? Variaciones que junto y dejo en tu hierba por eso hablo de ti y contigo frente al espejo.

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Simplezas

...de pronto yo estaba trajeado de negro en el lugar donde lo tangible era: teléfonos inmensos antenas de TV y la escena se doblaba como un arco y ya no estaba en ese lugar sino en el aura roja de mi mamá sin números planillas y jefes... y era feliz y me llamaban el niño o la niña astilla como un árbol aquí dentro muy dentro...

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Cuando Gardel llegó a Caracas

Cuando Gardel llegó a Caracas, y yo sólo era una invención acrobática que saltaba en otros cuerpos, vino porque yo lo llamé. Esto no lo sabe nadie, ni está en las antologías del tango. La ventanita que aparece en su cabeza, y que todos conocen yo se la dibujé mientras dormía en el Majestic recuerdo que robé su guitarra y me fui a dar serenatas con los caballos por los lados de La Pastora. Después me perdí en la noche y me encontraron cansado veinte años en el Kilómetro Sur lamiendo teteros de leche desinfectada.

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Lugares

Se me Santa Rosalía el amor se me esquina como agua purísima y sombra de la mañana Me busca en Velásquez el muy amor me llama con un vaso de hierro entre Viento y Pinto clavel rojo pasa el puente va por Peláez los almacenes de cuero bota larga de amor vuela a Cruz Verde arde en Santa Teresa flama que enciende los túneles de la avenida Bolívar aire que das contra todo y nada alegre como un tambor de cielo amor esa luz que fue y es.

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Michael Jackson

SE LLAMABA Michael Joseph Jackson. Con los años el Joseph desapareció. Era el número 7 de 9 hermanos. Rey del pop: así lo bautizó su madrina, una hermosa anciana de ojos violeta, actriz inglesa, llamada Elizabeth Taylor (Liz). El nombre de sus padres no guarda relevancia, sus biógrafos lo ignoran, era hijo de las marquesinas y de la gran industria discográfica. En su infancia no respiró el hollín de las chimeneas, tocaba un tambor parvulario, encerrado en un cuarto adornado por banderines y fotos de sus ídolos del béisbol. Cuando se rompió el tambor, el tablón de la mesa y unas ollas abolladas, le sirvieron como sucedáneo percusionista. En ese entonces sumaba la edad de 5 años. La primera década de su infancia (19591969) documenta enormes manifestaciones por la igualdad de los derechos civiles por parte de la población afrodescendiente, surge el movimiento Black Power. La calle tomada descubre los nombres de Stokely Carmichael y al verbo mercurial de Malcolm X; el reverendo Martin Luther King redactaba su sueño en marcha hacia Memphis; Cassius Clay le arrojaba su medalla al río de su ciudad natal, se convierte al Islam, la selva del Vietnam no lo confundirá en la maleza. “The black is beautiful”, gritaba a los chicos de la prensa,

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esta vez con el nombre definitivo de Muhammad Ali. La armónica de Bob Dylan aprendía el canto negro, soplando sus notas con el viento en contra. Sobre esta hoguera, la vida se lleva por un atajo a Michael Jackson y a 4 de sus hermanos, van presurosos hacia los estudios de grabación de la Motown. En esta ocasión caminan de la mano de Diana Ross, primera vocalista de Las Supremas. Berry Gordy Jr., otrora operario de la Ford, ex boxeador con mandíbula de cristal, quebrado propietario de un almacén de discos de jazz, los recibe. Ahora, les abre las puertas de su despacho como principal accionista del sello preferencial de los cantantes negros. Lejos o a un lado de las oficinas de la Motown, la CIA penetraba al Black Power, según documentos desclasificados, optaron por rellenar con droga y alcohol a la población negra, luego vendría la compra y el soborno de prominentes líderes. Pero eso es otra historia: si el movimiento negro disolvía su hegemonía revolucionaria en la yerba preferida de Porfirio Barba Jacob y las delaciones metódicas; el joven Jackson pasaba de largo hacia los años 80 del siglo pasado. La rata Ben cantada en tonos edulcorados y melancólicos, se había bajado desde hacía una década del tope de los

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éxitos. El dato, tiene importancia para sus seguidores. Michael cambiaba de tonalidades y de piel, una cadena de éxitos, producida por Quincy Jones lo acompaña. Aparece en los escenarios con casaca militar, ceñido pantalón, de esos que llaman en nuestras barriadas tubitos o brincapozo. La mano derecha la cubre con guante blanco adornado con pedrerías. Su coreografía la completa con bailes, donde, según los entendidos, fusiona la danza moderna con las tijeretas de Elvis Presley. Numerosos son los triunfos como los problemas. Aparecen las cirugías plásticas, frecuentes son sus visitas al quirófano como al siquiatra. A los treinta años construye una ciudadela, la bautiza con el nombre de Neverland, como en la historia de Peter Pan. En ella recibe a niños de escasos recursos. En 1993 enfrenta la primera acusación por pedofilia. Luego de cancelar un pago exorbitante, lo liberan de todo cargo. Surgen los problemas económicos, sus mermados ingresos no cubren el costo de su acelerado tren de vida. Querido Michael: Te fuiste en un ataúd de roble enchapado en oro. Pobre muchacho, no te aceptabas. Tu caso y el de muchos de los tuyos, los estudió Franz

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Fanon en sus mejores páginas. Confiaste en el espectáculo del hombre blanco. Piel negra, máscara blanca. Decías: "A veces me siento solo y lloro". Joven camaleón. Tu funeral fue todo un show, por estas tierras las empresas mediáticas lo utilizaron como pote humeante para silenciar el gorilazo de Honduras. Tam Tam africano para que ascienda tu alma.

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Epopeya del Guaire

El río Guaire tiene malos modales, cuando va en los autobuses nunca la cede el puesto a las parturientas, se sienta primero que las damas, en los entierros grita más alto que las viudas, dice impertinencias del muerto, cuentos de los otros ríos. A mí que no me nombre, dice el Orinoco, no fue grumete en La Invencible ni pudo unir sus aguas a los siete mares de China. Los indios lo taparon con concha de totuma para que los españoles no se lo bebieran. No se parece a los ríos de don Jorge Manrique. La mar océano no lo soporta; respecto a él filosofa como un sabio chino: “Un río que no sabe morir es un golfo”. ¿Quién lo maleó? No lleva doblón, ni sencillo, ni baúl de pirata en sus dominios. Tampoco rabo de tigre, tiene la carne peluda. No trabaja, no canta. Se monta en un perol de leche o sobre el capó de un carro a mirar los colores de la ciudad: es un río

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que contempla, no para que lo contemplen. Tan pobre: si la luna de los amantes se atreviera a conversar con él ningún puente la aceptaría; que no le vaya a pelar los ojos a la laguna negra, el poeta Acevedo sería capaz de encerrarlo en un soneto. Bronca de ríos y que hermanos. No me meto en esos líos familiares. Así me enseñaron en la escuela. No es mi problema. Por el camino que da a la selva, donde se gesta un remolino de caimanes; y el árbol de caucho brilla como un estuche de precioso bisturí, Andrés Mejía le fue a meter chirimbolos del Guaire al Magdalena: el Magdalena tan reilón con sus dientes de oro y muelas de esmeralda lo dejó beber ron durante tres días. No le paró. Lo emborrachó, le silbó una cumbia, un bambuco. Y así se lo envió al Motatán, metido en un guacal de manzanas para la casa de Hermes Vargas. Cuentos de Andrés. Más sabe [Andrés Por Andrés que el Magdalena y sus pedrerías. La flor fétida, el aceite de las refinerías, la garcita urbana y una nevera desportillada

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son cifras que acompañan. En algunos casos el sol es un golpe de espuelas contra las aguas revueltas. El río Guaire es mi amigo. Yo le pido la bendición. Él es como un burrito indómito que atraviesa la ciudad cargado de [botellas vacías: ningún río de las Francias y de las Alemanias se le compara. Está enamorado de la quebrada de Catuche. Qué amores Intercambian bacinillas detrás de los estacionamientos, si los vieran. El Dumbo Márquez no lo quiere: su Harley [Davidson se ahogó en sus aguas. Yo sí lo quiero no es como el Orinoco que se alimenta de músicos; se tragó toda una orquesta, y las cartas de amor de Argenis Daza Guevara; y si no quería cantar y amar, ¿por qué lo hizo? Qué desperdicio. Tan pedante. En mi infancia yo quería al Orinoco. En ese cruce había un Araguaney, donde se enlazaban los gatos, que lo miraban a uno con sus ojos de oro. El viento corría

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por ahí: hablaba como duro cartón. Bajaba gruesa neblina por La Puerta de Caracas. Todos los autobuses pasaban de largo y se metían al cine. Mi infancia que tenía más colores que los de un poeta de provincia en su provincia, no distinguía las aguas, todas eran iguales.

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AMAZONAS

Duida daMaldonado

Joven poeta indígena perteneciente al pueblo Yek’uana del Amazonas, nació el 16 de junio de 1991. Desde muy niña plasma sus pensamientos en diarios personales de dónde luego compone canciones y cuentos cargados de sentimentalismo por sus profundas raíces indígenas. Generalmente escribe en su idioma natal que luego traduce al español. Al morir su padre se traslado junto con su madre Mercedes Maldonado, a la Ciudad de Puerto Ayacucho, en dónde entra a estudiar en el colegio Madre Mazzarello y en donde ahora continúa sus estudios superiores para alcanzar el nivel de Técnico Medio como Promotora de Salud. Participó en el V Festival Mundial de Poesía, capítulo Amazonas.

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Mi lengua

Clara como las aguas del Amazonas Sonora como el toque de un tambor Suave como el oxígeno del aire Pura como el agua del Orinoco Donde nace mi cultura, mi lengua [Yek’uana Esa es mi primera lengua materna Lengua de mis ancestros, lengua mía Heredada del gran Dios lingüístico [Wanadi No me avergüenzo de hablar de ella. Aunque me obliguen a renegar sobre [ella Por nada del mundo me olvidaría [de ella

Pues la llevo muy dentro, hasta la tumba.

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Somos el mundo

Se viene un tiempo en el que Debemos considerar una cierta [llamada Cuando en el mundo, debemos Llegar juntos como uno. Hay gente muriendo y es Tiempo de tender una mano a la vida, El más grande regalo de todos. No podemos seguir simulando día a [día Que alguien, en algún lugar Hará pronto un cambio. Todos somos de la Gran Familia de [Dios. Y la verdad, tú sabes… Amor es todo lo que necesitamos. Nosotros somos el mundo, nosotros Somos los chicos. Nosotros somos aquellos quienes Hacemos el día más brillante. Pues empecemos a dar. Es una elección que estamos haciendo, Estamos salvando nuestras propias [vidas.

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Es cierto, haremos un día mejor Solamente tú y yo. Envíales tu corazón, pues ellos Sabrán que alguien se preocupa Y harás su vida más fuerte y libre. Como Dios nos ha enseñado a Convertir las piedras en pan… Si tú simplemente creyeras, No hay forma en que podamos caer Permitámosle comprender que un Cambio sólo puede venir Cuando nos pongamos de pie Todos juntos como Uno.

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ANZOÁTEGUI

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Anzoátegui,1956. Poeta, ensayista y profesor egresado de la Universidad Central de Venezuela. También se desempeña como promotor cultural, ha participado en varios recitales de poesía enmarcados en el Festival Mundial de Poesía de Venezuela. Es fundador de los grupos culturales Escandulas y Tomusas. Algunas de sus obras publicadas son: Canto de negros en los valles del Guanape (ensayo) y Ventanas y vuelos (poesía).

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Alerta N 7

Siempre debes estar alerta ante mis [palabras. Los poetas suelen volverse locos por [cualquier tontería. Una de las mayores el tiempo. No descuides un instante los gestos agresivos La risa fugaz que dibuja. Un parpadeo acelerado de los ojos [marrones. Esos ojos que aprendieron a navegar en tu aire, en tu [sangre en tus sentidos. Esos ojos que respiran tu aliento que bajan cremalleras. Y con destreza hacen saltar goznes en silencio. Alerta. Alerta que camina. Esa inquietud sudorosa y traviesa, ante la turba inquisidora que no tolerará el [sueño de volver a lanzar piedras al río Como quien despetala una margarita de [papel. No temas aunque la locura esté tocando a tu puerta; El loco tímidamente esconderá su sonrisa en los bolsillos de su saco, besará el pan que le obsequiaste y partirá con su cara risueña calle abajo y en silencio.

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Cuando te vas del pueblo N 6

A Pedro M. Ballesteros B.

Cuando te vas, con tu equipaje lleno de cosas dejas silencios y en tu guitarra mudas las notas. En tu alma llevas muchos retornos son las alforjas de tu destino llueven los rĂ­os desde tus ojos sobre las huellas y los caminos. Cuando te marchas mucho lo siento quisiera darte por bastimento mangos y parchas ÂĄverte contento! Ave perdida sin despedida regresa pronto a volar tu cielo.

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Que entre mis manos tendrĂŠ agua fresca para saciarte ÂĄporque te quiero...!

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APURE

José G. gorioGonzález

San Rafael de Atamaica, estado Apure, 1957. Poeta, artista plástico y promotor cultural. Se ha desempeñado como coordinador del CEHISLLAVE (Centro de Historia de Apure), de la Plataforma del Libro y la Lectura, Red de Escritores del estado Apure, Secretario General de la Sociedad Bolivariana de Apure, de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos del estado Apure y en la actualidad coordina la Bienal de Literaria José Vicente Abreu. Tiene publicado un poemario Rebote así como innumerables trabajos en periódicos y revistas del país. Ha recibido diversos reconocimientos y distinciones por su labor como artista plástico.

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Miseria

El mesón negro y húmedo de la casa abandonada echó raíces en sus patas de madera, había navegado en bongo aguas abajo, venía de arriba, albergó en su rededor optimismos escalonados, el destino cubierto de polvo escondió la tarea noble del viejo madero, mesón, color que viene de los vientos, miró al caballo caer con las alas torcidas y sirvió para velar cadáveres de ángeles pellizcados por la eternidad, su humedad nos dormía después del almuerzo, nos despertaba con el calor de la sopa al agrietarse por los golpes y seguía siendo grande como para fungir de portón en noches inútiles, los cerdos se alimentaban con sus raíces y bajaban cada vez con más realismo a las minas de sus amarras, habitación inmunda de fastidio, soliloquio del titubeo desnudo rompiendo su puerilidad, eliminando el frío del trecho largo por el bongo en que viajó, simuló allanar las madrugadas silvestres con la horrible suntuosidad de muebles mal labrados en el ocaso de un pueblo cenagoso, quizás llueva de nuevo y en vez de insinuar al agua morena que canta el peligro en cada bandeo: muera. Observó su oficio por los que han de comer de sus

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costillas, es riesgoso resbalarle las cenizas a un abismo que no olvida, a un foso que abría sus fauces ante el espionaje de un mantel que dejó de existir y es placentero dormitar en los emplazamientos de las alturas, en los cautiverios acosados por fantasmas pintados en las cavilaciones, en el inicio de la lluvia milenaria, alejándose con el creciente avance del potro, aullando como un quehacer en la mágica trama de la vegetación, constante lluvia instalando sin fuerza la oscuridad silenciosa de las ranas, polillas y mosquitos, siento a la vez la furia de la humedad dormitada en el recuerdo venerable del afán corporal, hasta el sosiego que gime y me suplica no dejarlo dormir en otras manos, soportó como una mesa normal, puñaladas ociosas y agasajos principescos, gratuitamente presidió los estertores que se asomaron ataviados por ocasiones escolásticas, pero al rodar las circunstancias, el baño de moscas que en las hendijas del mendrugo resbalan y permiten aplastar con su naturaleza, géneros activos, microscópicos y plurales en noches alumbradas por graderías; que revientan con su hedor. Soplan fuertes las cáscaras domésticas que el comedor encierra empecinadamente

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y con el rumbo del humo y la majagua hecho trizas, se carcome, se levanta y hasta deja percibir una estela con el fragor y el deshielo del rocío, es corto el lapso para repartir el sorbo, mas un quejido anuncia la cena al amanecer y al anochecer se oyen descuartizando las puertas y ventanas, en sordinas los perros carcomiéndose al sol fresco, no desprecian la húmeda muerte del viejo tablón, me introduzco sin pena en la inmediatez de la lana curtida en féretros de gusanos para que no se atraganten las próximas cenas en noches oscuras de tanto tiempo, salta el excremento desnudo y olvidado sobre los intentos de vuelo en el techo con el mismo recuerdo de las estaciones que se sepultan diariamente con las mesas servidas, con solo posar las rodillas borrachas en el aire dormido, afloran por sí mismos todos los santos espasmos que se invitaron en el convite de los olvidados, no me quejo, no se quejan ni las tablas que se pudren en todos los confines, ni el alba que tomó para sí los mejores ojos del rocío, ni el pobre bonguero que trasmutó su elogio para servirse en sudor.

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R.JoséManuelCabezaR.JoséMan

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ARAGUA 1960. Narrador, poeta José Manuel Caracas, y ensayista venezolano. Perteneció al Taller de Poesía Centro de Estudios LatinoanuelCabeza R. del mericanos Rómulo Gallegos

(Celarg) y ha colaborado con las principales páginas literarias de la región y del país. Ha publicado el poemario Vida en común (1985), la antología El acto y el lugar de la poesía. Una antología de arte poética venezolana (Maracay, 2002) y el libro de cuentos Falsificciones (Villa de Cura, 2004). Reside en Maracay, Aragua. Colaboraciones suyas aparecen en: revista Imagen, “Papel Literario”, revista La Tuna de Oro (Valencia), revista Trapos y Helechos (San Antonio de los Altos. Ha representado a Venezuela en el I Taller de Poesía Iberoamericana (Holguín, Cuba, 1993); Festival de Cultura del Caribe (Quintana Roo, México, 1996) y XXI Festival del Nuevo Cine Latinoamericano (La Habana, Cuba, 1999).

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Los amores contrariados Fragmentos

I

De entre las palabras formales de entre los oscuros escritorios donde la soledad se atiene a un riguroso horario de trabajo surge para Fernando la posibilidad del amor. Ophélia es su nombre y a la vez constancia de un paraíso inefable.

II

El misterio de los sentimientos intenta desembocar en la claridad entre la vida y sus actos florece el azar de un nuevo sueño. Sin embargo la añoranza será la encargada en el futuro de abatir el ideal estético de una comunión posible.

III

Puedes contar tu historia entre tragos

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y el calor de una compañía fiel. Puedes si el pudor te deja hablarle a un amigo de esa falta de ternura que paseas bajo el sol en una calle de Lisboa. Puedes contármelo si quieres.

IV

Mi historia es común. Es la historia de un amor silencioso apenas expresado en tímidos mensajes a la flor acuática. Esa es mi historia de amor repetida a diario por dos colegiales adolescentes.

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V

De entre las palabras formales emergen atraídas por el rostro de la cautiva frases de un rigor diferente. Nuevas palabras que en las puertas de las posadas hablan discretamente de la fantasía de un paraíso inefable.

VI

Pero tú Ophélia no eres fiel a tu papel junto a Hamlet y aun así juegas a empezar un nuevo acto continuando la comedia hasta su consecuencia final.

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BARINAS

Luz Marina arina Almarza

Poeta, compiladora, docente. Nació en Chivacoa, estado Yaracuy en 1961. Licenciada en Letras por la Universidad Católica Andrés Bello (Caracas,1988).Tiene escrita una extensa obra que abarca unos veinte títulos de los cuales sólo ha publicado: Frágil luz deslumbradora. Ha recibido varios premios y reconocimientos literarios: I Edición del Concurso Elisio Jiménez Sierra de Yaracuy (Hasta el fulgor inmaculado). Municipal de Poesía, Alcaldía de Barinas (Siguiendo el rastro de una lagartija, 1999). Mención en la Segunda Bienal Orlando Araujo (Vislumbrar el cielo). Certamen Mayor de las Letras (Frágil luz deslumbradora). IV Bienal de Literatura Orlando Araujo (La vocación del pájaro, 2008). Mención Especial en el Concurso de Literatura Infantil del estado Barinas Miguel Vicente, PataCaliente (2010).

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Inéditos Fragmentos

I Señor del encuentro, conoces mi vida a tropiezos de sobra; mis andanzas no son un libro inédito para ti. No hace falta contártela de nuevo para conmoverte, para que otra vez estalles en llanto.

II Señor de la vida, voy de un lado a otro, me devuelvo, olvido a lo que iba, a dónde voy; iba de paso queriendo encontrar una suave sonrisa, tu sonrisa limpia al lado mío.

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III Un silencio inquietante, pendular. Trato en vano de olvidar lo que ya fue, de rasgar con ira, lanzar al piso y romper en pedazos la existencia prohibida, que me engrasa el rostro y mancha el vestido blanco del alma

IV El sufrimiento nos espina las sienes, nos aprisiona el pecho, nos acalora, suda las manos, nos empuja sin compasiĂłn al suelo hasta que un dĂ­a, por fin decide irse dejĂĄndonos fatigados.

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V Te clamo en un grito largo que me atraviesa completa. Me aprisiona como cintur贸n el cansancio hasta ahogarme y desarticular todos mis huesos. Te gimo fuerte para que acudas a apaciguar esta ansiedad vertiginosa a ocupar la ausencia de los que ya se fueron lejos hace rato.

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BOLÍVAR

Luis Enrique riqueSánchez Guevara

Participante del Taller de Literatura de la Casa de la Cultura Carlos Raúl Villanueva, Ciudad Bolívar año 1982, publicación de poemas en diarios: El Expreso, El Bolivarense, Correo del Caroní. Publicación en revistas regionales y locales: Margariteñerías, Predios. Participante del Taller de Literatura Casa de Cultura María Cova Fernández, Upata, años 2000-2001. Miembro del Grupo Literario Babandí. Publicaciones en pagina Web: Blog Grupo Literario Babandí desde el año 2008.Ganador del Primer Festival de poesía de Ciudad Bolívar, año 2008. Participante en el Festival Mundial de Poesía, año 2009, con la ponencia Poesía fractal conjuntamente con el poeta Daniel Ruiz.

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Península espinosa

Cerros agrietados Rostros humanos agrietados Dos caras De la misma moneda Salitrosa Ojos conjugando azul Cuencas labradas Por la sed de las espinas De allí De la casa marina Es el retorno El hilo que nos devuelve Al laberinto perdido Muy cerca de nuestras pupilas Allí donde las calles Desembocan Como ríos postizos En la boca de la bahía Redondeando su arcada espumosa Con un ronquido Celeste.

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Parpadeo

Vuelo de ojo en ojo de ave en ave como libro parpadeando páginas al aire zurciendo hilos de un sueño y otro sueño.

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Tanno Tei

Las noches de esta tierra son el revés de un espejo que tiene milenios fumándose cocuyos intermitentes labiando relámpagos silenciosos y conjugando una sinfonía múltiple como un Dios riéndose a cascada limpia entre las sombras. Pemón es un rostro de gente asomando las lunas de sus ojos entre infinitas rendijas solares.

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CARABOBO

Arturo José oséValenzuela

Nacido en 1945, poeta, locutor y promotor cultural. Columnista de varios diarios regionales, entre ellos: El Carabobeño, Sondeo y la revista Vértice Nacional, especializada en Arte y Comunicación. Es también coordinador del grupo cultural Venezuela Te Quiero y fundador del grupo Los Nueve. Actualmente se desempeña como profesor de Educación Media. Ha sido galardonado con el II Premio en el III Concurso Literario Miguel José Sanz, Mención Poesía (1980).

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Milagro

Muere la cigarra en el tallo del pino y resucita en la flor de los naranjos que contemplan el quieto devenir del río [Chirgua. Muere la cigarra en la hoja del sunsún y resucita en el rojo arroyuelo que atraviesa al paraguatán desde el copo hasta la raíz. Muere la cigarra en las ramas del mango y resucita bailando en la anaranjada fiesta que dan los bucares para recibir los [pájaros del valle. Los árboles del bosque se convirtieron en guitarras, cuatros, [bandolinas. Las cigarras hicieron el milagro.

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Canción de verano

Un canto de cocoas anda en los recintos musicales de la brisa. Un canto de cigarras silba en los labios del cálido viento. Por entre los parduscos pajonales una suave ventisca improvisa flautear y pulsa cuerdas con los tallos, las chamizas, la hojarasca. Al pie del cerro amarillento el coro bullicioso de las guacharacas recuerda el paso de una vieja carretera por un polvoriento e interminable camino. Una bandada de tordos afina sus liras para dar su concierto cuando vengan las entradas de agua. Es casi un rezo de letanías la canción de las paraulatas. Es sólo un ensayo de voces lo que están diciendo los grillos. A lo lejos, el agua se desliza lenta y [susurrante acariciando piedras, musgo, troncos, arena. La canción de verano deleita las estancias [musicales de mi alma.

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Apamate

Entre el invierno de siempre y la perenne lumbre del verano el verde, el azul y sus sombras elaboran el encaje y el bordado que lucirás hasta los días santos. Entonces, tu cresta que roza nubes será una iglesia llena de nazarenos con innumerables campanas moradas tocadas por los vientos de abril y mayo. En los días más amarillos el viento construye sus remolinos con tus [flores y va enviando diablos morados calle arriba y calle abajo para asustar a los niños cuando llegue la cuaresma. Cilindro donde reside la luz pardo cilindro donde las estrellas beben su leche plateada casa de columpios para pájaros ocre escenario para el canto de chicharras y [cocoas. Alta línea de lila residencia de sueños y de cantos desde mi mesita escolar te pinté a la hora del recreo y desde entonces, cada abril y cada mayo te saludo con un pincel en la mano.

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COJEDES

Ángel aÁngel Zapata

El Baúl, estado Cojedes, 1963. A muy temprana edad obtuvo su primer reconocimiento, al ganar como integrante de Los Morillo, el premio Cucarachero de Oro como Voz Infantil, en Valencia, estado Carabobo. Desde entonces ganó festival tras festival en la llanura —principalmente como compositor y poeta— entre los que se cuenta el Festival Nacional de Música Llanera Campesino de Oro, en Cojedes. Ha participado como poeta invitado en el Foro de los 100 Días del Centro Nacional de la Diversidad Cultural, organismo que lo seleccionó para representar a Venezuela en el X Encuentro de Patrimonios Latinoamericanos, realizado en Perú el año pasado, donde recibió un reconocimiento de la Escuela Superior de Folclore de esa nación. Publicó el libro Poemas (2009).

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Tiempo de ayer

Con mucho cariño a mi padrino Antonio Mota y familia

Brillos de estrella que alumbran Coplas, sueños de un cantor Nostalgia del corazón Cuando el resplandor alumbra La brisa mueve en silencio La palma de la alborada Y mi alma está enamorada De lo pasado, de un tiempo Bellos fueron los momentos Y hoy sólo quedan recuerdos De cuando la tierra era suelo Y el cielo era firmamento De cuando se andaba en buey Del Manire a Las Queseras Y en El Baúl nos esperan Arpa y cuatro en el caney Llegó febrero gritaban Es el mes de la patrona Hacían fiestas en redoma Y todo el mundo gozaba Se comía la carne asada Lindas carreras de saco Piñatas pa’ los muchachos Y refresco pa’ las damas El pueblo está muy alegre

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Son sus fiestas patronales Se ve un desfile que sale Por las calles Los Placeres Y son las bellas mujeres Que adornan mi lindo pueblo Son tiernas como el acervo Son pétalos de claveles Son repiques de campanas Vamos todo a la misa Todos llenos de sonrisas Íbamos con muchas ganas El cielo cubría de grana Cantaban las caracolas Riñas de gallos y bolas Era lo que se jugaba Llegó la fiesta de gala Todo siempre terminaba Iban con rumbo a la manga A mirar toros con ganas Mis ojos lágrimas manan De unos tiempos que murieron Son recuerdos imperecederos Que no volverán mañana.

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Río Cojedes

Río Cojedes majestuoso En tus aguas se retratan Los motivos pasajeros Que al corazón envolatan Con pinceladas de espumas Y remansos de resacas Mas cuando despunta el sol Pareces un mar de plata En el paso San Miguel Una guarura se arranca Llevándole los mensajes Por si el canoero pasa Unos llaman a Avelino El hombre de la palanca Que cruzó cientos de veces Aquel río de mi esperanza En tus orillas se escuchan Murmullos de guacharacas Chenchenas alborotadas Cuando los bongueros pasan Y las olas en vaivén Que los manglares amansan Sobre el copo de un caruto Se oye un paují que canta.

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DELTA AMACURO

Enrique gustínAgustín Mendoza A.

Tucupita, 1973. Poeta, tallerista y promotor cultural. Ha colaborado en varias ediciones del Festival Mundial de Poesía, así como en actividades organizadas por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura en la cuidad de Tucupita. Apoyó como escritor en la celebración del I Encuentro Bicentenario de Niños y Niñas Escritores del Delta Amacuro; en el marco de la celebración del Día Internacional del Libro y del Idioma. (Tucupita, abril de 2010).

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Mis palabras

No sé si fue el viento, si fue la luna, si fue mi sombra no sé. Estas palabras sencillas ya están aquí, tal vez vinieron de un sueño, tal vez de una mujer o de un espejo. Tan frágiles son mis palabras; no sé de donde vinieron, algún día lo sabré, ellas mismas me lo dirán si yo sigo escribiendo ¿volveré? tal vez, en un verano o en algún invierno. Aquí están mis palabras, van como un niño creciendo gracias, Dios por este sueño; hoy quiero seguir soñando buscando mundos nuevos. A donde nadie llega, llegan los sabios, los locos y los buenos; aquí están mis palabras aquí se las dejo. aquí se las dejo.

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Romance

Cuando amanezca, vida mía, serás la luz de mi romance mi mundo loco de agonía se irá lejos de tu alcance. Verás las flores crecer, cantarán las mariposas, aunque no quieras creer ¡bailarás mi niña hermosa!

La brisa te dirá mis versos el sol bronceará las coplas; sabrán a miel mis besos que haré un panal sobre tu boca. Llegará la tarde plateada, la noche fría y silenciosa, cuidarán de ti duendes y hadas vida eterna y bondadosa. Mañana cuando me marche no me implores en mi fosa, de querer miel de mis labios, de darme el panal de tu boca. Que no sonríe la luna, que está triste la rosa verán con miedo mi tumba y creerán que tú estás loca. y creerán que tú estás loca.

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Una casa

La niña pintó la casa llena de luz y esperanza, con naranjos y manzanas, con un cielo lleno de golondrinas y garzas. hoy la niña pintó la casa con jardines de tulipanes abrazados con rosas blancas. Pintó un perro, un gato, una vaca, un camino hacia el río donde muere el frío, una barca. Pinto a su madre, sus dos hermanos frente a la casa: ella bajo un árbol llorando ¿qué le pasa? no pintó a su padre en su lugar un letrero: “hay cosas que no entendemos y el papel no las aguanta”.

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DISTRITO CAPITAL

Carlos toCarlosBrito

Caracas, 1958. Magíster en Literatura Latinoamericana. Actualmente se desempeña como profesor de la Escuela de Letras de la Universidad Católica Andrés Bello y forma parte del consejo de redacción de la revista Diacrítica. Entre sus publicaciones se cuentan los poemarios De paso por el frío (1986), Pica y se extiende (1994), Vecindades (2010) así como un libro de relatos titulado Luz y sombra de la gloria (2004).

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A Dina Piera Di Donato

Cuando se quiere que la cuesta sea ligera qué hacer Señor con el último grito del día si la oscuridad se acerca en llamas convocando a los durmientes que llegaron de [fiesta Dime Señor cómo apagarle el brillo a la [caída hasta enmudecerla si el aliento huye de los huesos y la sangre [pierde altura por cuál ojo meter la llave Señor si la luz está presta a saltar de la boca y el [cuerpo se entiniebla Señor qué pueden las manos que no [aprendieron a alcanzar la costa y dónde esconder la premura el contagio [florido la venda que nos limpia y abandona Dime cómo levantar el testimonio que nos [cante en vuelo y estirar el saludo más allá de la sombra

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y dónde llevar los libros en la mudanza si cada lugar se vuelve angosto Señor la cartografía del espíritu se nos [desdibuja de a poco dejándonos ciegos y delirantes y sin [abrevaderos y el sol negro de la melancolía lo llevamos al [costado lo mismo que tu herida y el gris plomo nos va sustituyendo en el [drama Danos si puedes la palabra del despido [momentáneo aquel de la esquina para vernos más adelante junto a la fuente y la fruta del alivio Señor si somos merecedores extiende la [plegaria que nos garúe hasta que tengamos las piedras para entender que al igual que las aguas calmamos la sed [pero vamos de paso Deja caer de tu copa el zumo alcanforado del [sueño para que así podamos acabar el trecho

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acabar con esta peregrinación al límite de la luz saliendo de la garganta en la primera palabra que fundó este orden indetenible al fondo al lodo germinal desde donde sólo [podemos ser amigos Acláranos Señor al fin si al calmarse las [tempestades saldrá el astro memorioso a purificar los agrios [asombros terrenales y podamos no importa dónde ni cuándo celebrarnos en el amor imperecedero de los cuerpos [luminosos Dinos Alto Varón de los Compañeros del Alba si este extremo merecimiento aún está en tus planes Dinos tan sólo tu canto para dejar que la noche [arribe sin el sobresalto sin la inquietud de retirarnos sabiendo que de nada nos valió adorar Di pronuncia otra vez el verbo para que la vida aparezca de nuevo bajo el imperio de nuestros deseos inaplazables

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EduardoViloriaEduardoViloriaEd

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DISTRITO CAPITAL

Eduardo duardoViloria

Valera, estado Trujillo, 1977. Cursó estudios de Letras en la Universidad Central de Venezuela. Esa poeta, fotógrafo y documentalista. Actualmente desarrolla proyectos audiovisuales a través de la cooperativa de producción nacional independiente La Célula. Es colaborador de la revista cultural Sujeto almado. Miembro del equipo del periódico alternativo Proceso, así como de la Cooperativa Audiovisual La Célula. Libros de poesia publicados: En trance de sonar (2004); Silencio cantado hacia el abismo (2008).

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A ORILLAS de lo urdido, la vida el aire desceñido y caminante en su pulpa de luz. Sin cauce el torrente espeso de los astros y en el centro de todo el ramaje del pecho en expansión constante como plegarias. Quien velaba en el templo y sostenía la [constancia de los cirios oficia ahora en sitio sin contornos, rotas las [bisagras del [horizonte. Ramazón verde es la noche, oleaje transparente el aire, todo sobre la carne encendida del mirar. De pie sobre la torre manante de la sangre se vuelve campana el corazón.

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Verde persistencia del agua

I

Lejos de todas las fuentes de la tierra va la mirada prendida al aire y es gruesa la noche en las raíces, mientras crece agonizando el horizonte en el recio territorio de las ramas.

Pero vendrá una llovizna constante para nuestras [manos y no será más de carne herida nuestra sombra. Haremos nidos con la voz, arboledas crecerán en nuestra lengua, y pura fecundación de agua iluminada será nuestro corazón.

II

En los ojos ocurre que la lluvia viene de las ramas nuevas. No se esconde la voz ante la sombra verde de la tierra, para cantar con frutos el frescor. Y el río ido aún abriga y su cuerpo espeso aún retumba, y no queremos respirar más sin su oración.

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III

Abundante relumbrar de persistente brote, casi sombra, no del todo estĂŠril sin embargo; contenida humedad, de altivo natural ahora rama escueta, en su tormento erguida para atesorar fervor de arrendajo ausente.

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GUÁRICO

Jeroh JerohMontilla

Valle de la Pascua, 1960. Es poeta y licenciado en Educación Integral con una Maestría en Historia de Venezuela. Es el fundador de la Compañía Regional de Teatro en el estado Guárico y del Ateneo Los Flores. Es coordinador y facilitador de talleres de poesía dictados por la Casa Nacional de la Poesía y redactor en páginas culturales en la prensa regional. Ha publicado los libros: Humano de manchas (1988); Pasollano (dieciocho poetas guariqueños, 1993); Lides de amor (1955) y Articulaciones (2001).

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Un animal me toma

Custodia una serena maldición La vaca ese disfraz de luna Donde la bora muerde El curso de las palabras Aprendí a desorientarme En esa reverente hostilidad De palma sumergida Rosada arena de Camaguán Que siempre seduces a tus argonautas Cómo podré guardarte Del tábano y el semental blanco Son muchos ojos que alucinan El incendio verde.

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La ebriedad

C铆clope que avanza Hacia mi nombre Es luna La hospitalidad de los cerdos No hay canci贸n de vuelta En este horizonte S贸lo el ave pico verde Que se apasiona En la cama de las bellotas Anhelo el sabor de Circe El estupor donde entrego Las sombras de mis dudas Aquella sa帽a insular De las palabras.

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Ixion

Un centauro Ojea el plenilunio Se afana en la hondura De una nube Tres partes de la luna Cortan la sรกbana Hay cantos rodados Quien perdona Mi atrevimiento Bendita la indecencia Que nos confunde Un hilo de oro Entre mis noches Marca la medida En el tarro del amor.

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oOrlandoPichardoOrlandoOrla

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LARA

Orlando andoPichardo

Nace en Barquisimeto, 1945. Es poeta y director fundador de la revista Principia. Premio Nacional Mejor Revista Cultural Universitaria, otorgado por el Centro Nacional del Libro (Cenal). Ha sido galardonado con la Primera Mención del Premio Nacional de Literatura Héctor Vera realizado por la Municipalidad del estado Mérida. Recibió el Primer Premio en la bienal de Literatura Antonio Arráiz, Mención Poesía (1999); Premio Poesía Ecológica Universidad Yacambú (2001); Orden Jacinto Lara en su Segunda Clase. Entre otros ha publicado los títulos: La palabra que tengo (1978); Calendario secreto, (1966), Ella: la palabra (2007).

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Sólo luz

No existe la plena oscuridad. Sólo son espacios o momentos escasos de luz. Puede darse en cualquier abismo en ti en mí. Momentos de baja intensidad lumínica Caídas del alma. Pero. Recuerda. Siempre hay luz.

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Encanto

Pájaro de soledad También tu canto tiene encanto Y hiere con su afilado canto. Tú. Que en el árbol enamoras. Y marcas territorio con dulce sonido por qué no le enseñas al hombre que no es necesario matar por el poder que podemos mirar los mismos azules sin que salten chispas de odios de la [mirada Enséñale. Tú que lo haces con encanto. Encántanos y déjanos volar con tu canto. Pájaro desplegándose en el alba. Pupila de sonido con ritmo de luz y calma. Plumas de asombrada fuerza enamorada. Por qué es tan difícil respirar con armonía [en el mundo. Hoy tu canto habita el aroma de las rosas. Y me habita con encanto.

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Desorden

Mi oficina es un desorden. Yo soy un desorden. S贸lo me siento ordenado. Cuando desnudo en la playa contemplo el [horizonte. Mi ser se ordena. Y entra en comuni贸n con la sal. La arena. Y con el voluptuoso movimiento de la mar. Me ordeno y soy.

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MÉRIDA

Simón A. nA.Zambrano Dávila

Portuguesa, 1976. Poeta, narrador de noticias y organizador del Festival Internacional de la Oralidad Mucucuentos en el estado Mérida, es también miembro del consejo editorial de la revista Solar, publicada en la misma ciudad y destacado promotor cultural. Ha participado en las bienales de literatura: Ramón Palomares (Trujillo, 2007) y Elías David Curiel (Falcón, 2008) y en el Primer Encuentro de Jóvenes Escritores del Alba (San Cristóbal, 2008).Organizador del III, IV y V Festival Mundial de Poesía, Mérida. Organizador del Premio Nacional de Literatura Solar, Mérida. Organizador de la Feria Internacional del Libro FILVEN, Mérida. Entre otros ha publicado los siguientes libros: Nido con aves muertas, 2007; Yo vivía en el refugio de mis palabras andantes, 2007, libro ganador de la Mención Poesía del Concurso DAES, ULA ,2006.

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Diálogos

Esta tristura me arrastra Entre calles sin nombre Donde reconoce al rey de las sombras Rodeado como antaño Entre viejos olores Donde se dispersa... Y también los amigos La brisa trae ecos Donde poetas muertos Me saludan con la risa entre el silencio Aunque hablen y divaguen sobre el verbo Y la divina costumbre de descuartizar Mariposas... Porque la tristura se come con pan francés Y el inconfundible néctar pero anochece las neuronas veo paraguas bailar y saludo al rey de los judíos también a Elías David que riega metáforas también a Gelindo volar en una guitarra de hojas secas y vino Miyó con la melódica curva que va decayendo hacia los orígenes del Averno y uno quiere llorar pero no...

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no existe Afrodita ni Tetis y la fiesta de la tristura continúa por siempre. Un amigo dice Un amigo dice Que las mujeres me aman por poco tiempo que el ron me cae mal que soy neurótico que nunca he estado seguro de los pasos que doy que estoy loco... cuando está de mal humor dice que soy un buen poeta que no sé cruzar las calles y que me visto como un viejo de 60 también dice que soy sordo y que soy tan triste como una habitación vacía una vez me dijo que la chica del vestido negro le sonrió a él y no a mí dice que soy un enano y que él toca las estrellas mi amigo me dice que ha tenido 3289 mujeres y yo 42 que ahora me odian mi amigo dice que fue estrella de

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baloncesto mientras yo pierdo en el domin贸 mi amigo dice tantas cosas yo creo que a veces mi amigo dice la verdad.

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MIRANDA

María MaríaAngélica Ascanio

Caracas, 1952. Educadora, artista plástico y poeta. Estudió Arte Puro en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas y realizó estudios de Artes en la Universidad Central de Venezuela. Ha participado en diversos recitales de poesía nacionales e internacionales. Participó en el Taller de Poesía de La Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, en los años 2008 y 2009 y en el Taller de Poesía del CELARG del año 2009-2010. Sus poemas han sido publicados en el periódico literario Aguas de Mayo. Participó en el II y VI Festival Mundial de Poesía. Ganadora del Primer Premio de Poesía Los Senderos que se Bifurcan; Fundación Aguas de Mayo-Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Autora de cuatro libros de poesía: Orú, Mujer Cactus, Antología 7 poetas 7 poemas y Letanías de la piel.

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La reina arrojó sus cuatro máscaras al fuego la de añil, la de espina la de rosa, la de hiel suave ondular de sedas entre muslos que denotan desnudez de virgen no roces con tus dedos de caimán lo elaborado de mis laberintos húmedos gota de rocío que corre por un muslo río abajo dejando en somnolencia a la noche, madrugada amanecer suspenso en la corte... majestad despojada de los antiguos gestos que permiten dibujar con su cuerpo la danza del adiós... como ovillo la Reina se abraza a su serpiente convocando la soledad de las alturas allí donde el cascarón vacío de tu sombra se ha diluido y el sol convoca la suavidad de un beso en llanto en una nitidez

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sin brillo, origen ni tiempo El laberinto se abrió remolinos de voces me rodeaban sabor amargo y espeso profundo agonizante en un pozo no vi la vertiente de luz sólo las fieras en jaula al carcelero con su manojo de llaves si pudiera vomitar esta espuma moriría en la orilla de los mares donde se quebranta la infancia las agujas del reloj y las vertientes de los ríos estallan con sonido de agua arrastran árboles, rocas, seres invisibles que vigilan las cosas la aridez de este desierto sea humedecida para apagar las velas de los templos y callar los dioses falsos quiebra la luz a la montaña para que pueda verse el primer barro

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aquel que conformó a lo insensato destructor de creación yo veo que tú me ves grillo enorme que has herido mi corazón con tus toscas patas mirar los páramos donde crecen los musgos y se erizan los hongos para dar muerte a la vida y vida a la muerte hueso fracturado fino alabastro no soy capaz de tolerar lo erizado del terciopelo hiere mis dedos rotos de tanto que te amaron.

Del libro Mujer de cactus.

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éJiménezLuisJoséJiménezLuis

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MONAGAS

Luis José sJoséJiménez

La Guanota, municipio Caripe, estado Monagas,1929; Maestro en albañilería y comerciante, oficios que ya no ejerce. Estudió hasta segundo grado en una escuela de su pueblo natal. En 1945 se viene a la ciudad de Maturín y en 1948 da sus primeros pasos como cantante de tango y boleros en Radio Monagas. Recorre el oriente del país y regresa a Monagas en 1964; se radica en la población de San Vicente y posteriormente regresa a Maturín, donde vive actualmente. Desde pequeño tuvo inquietud por la poesía. Su primer libro titulado Décimas Orientales, fue editado por la Red de Bibliotecas e Información del estado Monagas y la Editorial El perro y la rana le publicó su segundo libro, Canto a Maturín.

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Lo que yo sueño

I

Le pido todos los días a mi Dios con gran empeño, que haga realidad mi sueño junto a ti, la amiga mía, yo sueño verte algún día con un niñito en los brazos y después en el regazo como madre pura y tierna, le darás leche materna hasta llegar el ocaso.

II

Perdóname, amiga mía, si cometo un desatino, pero esto que me imagino lo sueño todos los días ¿A ti no te da alegría lo que yo te pronostico, que tengas un bebecito tan bello como Jesús y que sean llenos de luz sus ojitos bonitos?

III

Yo creo que toda mujer debe tener sus hijos,

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es por eso que te exijo que te acerques al placer ¿Hasta cuando vas a ser por tu orgullo dominada? ¿Tú no ves esas miradas que los hombres te dan? En ellos hay un Adán y tú la Eva aclamada. IV No te quedes oprimida, dale soltura al amor. Acuérdate que la flor con el tiempo queda herida. Procura alegrar tu vida porque los años se van y olvida ese ¡qué dirán! sin importarte más nada; tú eres mi Eva aclamada, yo soy tu amigo y tu Adán. yo soy tu amigo y tu Adán.

San Vicente, 10/09/2006.

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A mi madre

No me llames Luis, En los año de mi vida una sola amiga tuve; se llamaba Ana Gertrudis, era mi madre querida. Lamento que no esté viva para rendirle homenaje y ofrecerle lo que traje del sitio del cual regreso, muchas caricias y besos que llevo en el equipaje… Madre; tú estas allá arriba junto al Señor descansando, mientras yo voy soportando los embates de la vida; no hay quien me cure la herida, soy un paria abandonado, soy un pobre desdichado, soy un huérfano de amor ¡Cómo añoro tu calor y tu consejo sagrado..! Los años que cargo encima siento que me están pesando, la fuerza me está fallando, la muerte se me aproxima. Mi planta torpe camina sin rumbo determinado, soy loco desorientado que ansia dejar el suelo y quiere llegar al cielo y descansar a tu lado...

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NUEVA ESPARTA

Luis Emilio EmilioRomero

Isla de Coche, Nueva Esparta, 1957. Poeta y licenciado en Letras por la Universidad del Zulia. Se ha desempeñado como profesor en diferentes universidades, entre ellas la Universidad de Oriente, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, núcleo Margarita. Es miembro de la Red Nacional de Escritores de Venezuela y fundador de la revista de arte y literatura Tropel de Luces (2001). Entre sus títulos publicados se destacan: Descalzo (ganador de la I Bienal de Poesía Francisco Lárez Granado), y Pájaro de noche.

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En su lenta respiraci贸n

Las puertas Se abren a las palabras Dice su aliento Apenas perceptible La cadencia del pensar Un lenguaje florece Da nombres Al vac铆o oficio Se cierra en un suspiro El poema.

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Hoy

Hoy la isla se embarca Temprano Un templo azul Nos espera en la playa En un cuaderno Escribo Las seĂąales de partir A diario el universo Es toda una memoria Escrito Estaba antes de nacer Esta travesĂ­a Escrito Para fijar en la huella Mi nada.

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Todo el eco

Del hombre recorrió la orilla El filo para limar tormentas El pie en los acantilados Después vino la palabra Poblando con sus chispas Voces Atando sus canciones a la roca solar Todo mar Fue su tierra a la hora del labrantío Noche y día Una sola contemplación Todo respiro Es canto a la intemperie Honor a su hechizo La mirada que educa su horizonte.

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EvaMedinaEvaMedinaEvaMedin

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PORTUGUESA

Eva naEvaMedina

Araureña. Poeta y profesora egresada de la Universidad Nacional Abierta, incursiona con éxito en la narrativa y poesía. Habiendo dado muestras de sus trabajos y talento creador a través de diversos diarios regionales y nacionales, el Sistema Nacional de Imprentas se complace en poner a disposición de los lectores esta primera publicación.

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Añoranza

Busqué incansablemente tu mirada perdida tras un muro de silencio. Te esperé con el alma... ¿sabes? te amé con el alba fueron de mil colores los vestidos de mi ensueño. Como mariposas que revoloteaban mis pasos en cada tarde cuando iba a tu encuentro y mis labios los pintaban... La silueta de tu cuerpo mis manos se convertían en palomas cuando alzan el vuelo. Y tocaba el infinito la dulzura de tus besos impregnada de sudor como rocío mañanero se desbocaba mi cuerpo como potro en el estero cabalgando los caminos de un amor... que fue un sueño.

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La puerta

Sabes ¿qué puede haber detrás de una puerta? Detrás de la puerta está oculto el amor de mi vida, el último cariño... la última ilusión. Tal vez se irá con el transcurrir del tiempo. He tenido la pasión desenfrenada de tus besos, caricias justo detrás de la puerta cerrarla por un momento y olvidarme que al abrirla se abre la jaula de todo lo que no he dicho detrás de la puerta se ocultan mis manos que dos son pocas para abrazar ese cuerpo suave y tierno, que un minuto quisiera que fuese una eternidad y

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estar mucho tiempo a tu lado que para ti y para mĂ­ abrir la puerta es nuestro verdugo, nos... castiga, nos... hiere Âżsabes? desearĂ­a tener la libertad ...de abrir... las puertas del amor.

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ínÁlinsonEvisPinoBellorínÁlins

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SUCRE

Álinson nsonEvis Pino Bellorín

Cumaná, 1983. Narrador y poeta. Licenciado en Educación Mención Castellano y Literatura por la Universidad de Oriente y docente en la U. E. Nuestra Señora del Valle. Participante en dos ediciones de la Bienal Ramos Sucre, congresos literarios organizados por la Red Nacional de Escritores. Talleres literarios en la Casa Ramos Sucre, participante del Poesía Sin Espacio, evento poético de la UDO, participante en 3 ediciones del Festival Mundial de Poesía de Venezuela.

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Irme en dirección de nada

Quiero un golpe como el de quinientas [rosas sobre mi tumba para borrar el olor del pavimento cada [mañana. Cuando aparezca el primer [movimiento del día desaparecer sin nada más que el vicio del humo entre las sienes [y el costillar del tiempo en el ombligo. Dejar entre los edificios un cadáver de [mí, con los poros suturados por la calle, los automóviles, la oficina. Mojarme por una botella que saco del [vientre de toda ramera que se asuste con mi [olvido. En la parada del autobús mecerme en la punta de un puñal que [me clava el pordiosero por dos monedas, porque no valen nada [pagarle con la misma moneda. Quiero ser poeta en una ciudad para pagarle [el sexo a una mujer, con la muerte como solución.

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Desde el pórtico viene el otoño y no cabe

Siento frío por los muertos, mutilados por las vueltas de una última estación. No soporto como se licuan sus espinas, con el paso a diario de insectos. Rehúso dejar todo allí, en piedra, grama y polvo. Voy por ellos con mis bolsas listas: Y soy carne en sus cenizas Y soy espuma en el grabado. Y soy espuma en el grabado.

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De una vez bestia

Al plenilunio de mi ciudad le clavo entre las axilas mi boca áspera. Son ocasiones donde llevo gesto animal, espejo en la cara para que nadie advierta el vacío entre las cejas. Y en los autobuses me ven recogiendo [palabras bajo los asientos. Así nadie recuerda dónde nacen los síntomas que me crucifican los contornos. En la próxima [parada acabaré rata por el temblor del día.

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TRUJILLO

Hugo ueño Sánchez Carrasqueño

Escuque, 1958.Es poeta, músico y compositor. Licenciado en Educación Integral mención Lengua y Literatura con Maestría en Literatura Latinoamericana (U. L. A. Trujillo), es integrante de la Red de Escritores de Venezuela, Trujillo. Tallerista de Creación Literaria en la Escuela Bolivariana Esteban Rasquín del Alto de Escuque, algunos de sus libros editados: De allá vengo a pie; Fondo Editorial Arturo Cardozo, Trujillo; Poesía cantada: con sabor a pueblo. Miembro del Consejo Editorial de la Imprenta Regional Trujillo. Editorial El perro y la rana.

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Voy a hacerme hermano del fuego Me subo al Pan de Azúcar, me hago alas y [entro en su reino Y vuelo adentro en su dominio y Visito todos los nidos de los hijos del aire y las golondrinas y las tijeretas cuando cante escucho que entona y con que [se acompaña y como eleva todo y como lo baja todo [nuevamente y sentir cuando su boca empieza a soplar y a [soplar las colinas inspiraré aire de sus pulmones y respirare su [aliento y haré espiraciones y soplaré adentro y los [pedazos de nubes y de sol los haré lluvia y veré que ropaje se pone y como hace para [elevarse y bajar como brisa y si está adormilando le removeré para saber [que sueña yo vi de que se alimenta el viento yo vi su [comedor y tenía bandejas con raíces de árboles y latas [de cinc

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y todas las casas que arrasó y un hielo azul tan azul como un duende me estuve parado mirando un gran espacio [que estaba arriba y allí silbaban todos y se ponían contentos hasta que se oyó una voz muy suave y salieron ángeles y diosas del cielo y todos lloraron y comenzó el viento a cantar canciones de [tempestad y a escupir huracanes y tifones y tormentas yo no sé... uno anda como si hubiera salido de un sueño de un sueño de guitarras y tragos de [aguardiente solo uno ...uno solo acompañado por quién [sabe cuantos por las calles de madrugada por ahí por donde quiera por donde lo agarre la madre de las estrellas juntando asuntos unos sobre otros con mucha risa con muchas lagrimas... [yo no sé la cuerda hablando la cuerda bebiendo la

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[cuerda enamorándose sufre uno con eso de enamorarse y se [revuelven los colores y las miradas atraviesan los cuerpos a veces perdiendo la ilusión todo es y no es... yo no sé uno siente que lo han dejado a un lado como castigo como culpable uno se siente traicionado y uno siente que [camina hacia ninguna parte yo no sé pero se siente y uno se oculta sin saber de qué y se va olvidando de los parques y los [helados y los volantines y de la escuela y de los mapas y el cine y la [plaza y el siete reales y todo se disuelve en el viento de la noche su silencio y se escuchan gritos como de [almas en la hora más solitaria gritos crueles yo no sé como de uno sin corazón como cavando tumba uno en una caminata interminable... yo no sé

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comienza a caer la tarde cae la nieve va pasando el ojo de la noche el fuego de la piel la escarcha siente musitando canciones que en la noche se [fueron entonces la memoria escribirá poemas y de tu corazón brotaran emociones doncella sin belleza los años han herido tu espíritu fantasma alejado entre sombras escuchando los versos de mi alma honda [venidos. Del pasado mejor el dolor queda Se va el placer se quedan las espinas Todo es olvido sonar de agua marina Volar de aves en la azul arboleda. De aquella piel tan suave y nacarina fresca fragancia mi respirar hereda sábanas blancas de algodón y seda mar para amar yo y la Venus divina Sangrando fuego me dejó en el recuerdo Ella se fue como se va la noche Solo he quedado, todo, todo lo pierdo La parca viene con su espantoso coche

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Ya caminar ni puedo soy un lerdo Cuanto de ayer se convirti贸 en derroche. Cuanto de ayer se convirti贸 en derroche.

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SabalaPabloSabalaPabloSabala

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Vargas

Pablo aPabloSabala

1978. Es licenciado en Artes Plásticas y actualmente realiza la carrera de Comunicador Social. Se ha desempeñado a lo largo de estos últimos años, como actor, productor y director. Se desempeña actualmente como director general de Fundesvargas. Realizó el Taller de Dramaturgia dictado por el profesor Rafael Alvarado en el Complejo Cultural José María Vargas de La Guaira. Entre sus obras se destacan: Confesiones (2006) y Tu silencio me mata (2007), ambas de teatro. Sus poemas han sido publicados en revistas, periódicos y antologías. Es ganador del Primer Concurso de Teatro Bertolt Brecht. Ganador del Concurso Nacional El perro y la rana 2006, y del Concurso Nacional de Dramaturgia Entrada Libre del Ministerio de la Cultura con el monólogo Confesiones.

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Has posado

En claro oscuro te miro sobre la piel de mis sábanas, mientras tomas el baño de luz que brota de mi ventana, te veo porque mi espacio está en tus ojos, porque el traslúcido sentido de tu piel desnuda me invita al tacto, y estás ahí, no puedo negarlo, existes como el color desvanecido en mi pincel que espera al lienzo... Y tus mejillas me miran, un rubor inventado te visita y la sonrisa triste esconde la tristeza de vender tu silueta a mi pincel... Pero no importa... nadie nunca sabrá que has posado para mí, nadie verá tu cuerpo idealizado en mis sueños... nadie profanará tu desnudez mientras la luz de esta ventana irradie con su tibio recorrido las líneas de tu alma...

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Beso

Está el beso que me quema, el ruido incoloro de tu aliento y la seda sutil sobre el aire en la distancia de tu piel Y tus labios ansiosos vuelan en el matiz cristalino de la nada caminan sigilosos, lentos con la ceniza de tu alma Tu desnudez perfecta al sol, tu ilusión intacta en mí, tras el velo fugaz de un instante que no está Tu voz perdida otra vez, tu cintura dilatada y yo en el vaivén de mis anhelos no permanezco aquí Soy un maniquí sin sueño vibrando en el tibio regazo de tus líneas claroscuro, una imagen evaporada Soy una idea que vaga una sombra traslúcida lluvia celeste soy un beso.

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Qué hago

Qué hago con la ausencia que no tengo, con la cadena de momentos y el recorrido inerte de tus besos inexistentes Qué hago con mi nostalgia incrustada, los hilos de tu mirar y el leve respiro de tus manos transparentes Qué hago con la muerta melancolía, con mis labios derretidos y tu piel hecha cenizas con sabor a pensamiento Qué hago con el alma helada silenciosa, con mis letras, mi voz y la distancia inevitable que me mira somnolienta Qué hago si ya nada puedo hacer el tiempo se escurrió sobre mi sombra y me borró la luz de tu memoria...

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ZULIA

Julio JulioJiménez

Nació en Ciudad Ojeda, 1951. Estudió Letras en La Universidad del Zulia, Teatro y Cine en La Universidad de París VIII, donde fue cofundador del Grupo Internationale Transmigrationiste. Colaborador del Grupo y Revista Grillo en Maracaibo, sus poemas y traducciones aparecen en revistas y páginas literarias de América Latina y Europa. Publicaciones: Peticiones osadas (1990), Donde la boca que te busca (antología de poetisas zulianas, coautor, 1994) Atisbando llamaradas (antología poética de la Costa Oriental del Lago, 1998), Contraveneno de la ausencia (2000), Poesía (2007) y Muerdebesos (2008).

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Lo propio del solitario es evitar que le deshagan el rostro en un abrir y cerrar de párpados mientras dice una amorosa Ese no aguanta una mirada tierna El recurso de lentes oscuros colinda con la sospecha de lágrimas ocultas Un antifaz garantiza jolgorios mas devela vestigios enrojecidos en la palabra-pasión Lo propio del solitario es no estar desolado.

De Tributo de cantos, Inédito.

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Oración para un bolerista

Felipe, el de la bienamada voz, héroe del bolero; una malquerencia condujo tus pasos a cerrar para siempre tus pupilas en una calle de Borinquen, y aunque tu casa natal en Valle Frío haya sido borrada de la faz de Maracaibo evocamos tu cálido nombre desde un [enlosao. Sabemos que desde el cielo de los bardos [nos vigilas y clamas por la supervivencia de las rocolas, allá seguramente bailas con Toña La Negra en un ladrillito un mosaico de Billo y libas con Daniel [Santos por el retorno de Linda. Con el piano de los astros, cada luz una [tecla se conmemora tu día. Sombras nada más son los despechados que [te ignoran. Que las tablas de salvación de los bares nos sean cómplices, y nuestras palabras siempre dignas de crédito, para seguir ardorosos como el bolero. Eso deseamos por la gloria de tu nombre, Que así sea. De Tributo de cantos (Inédito).

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Perdonavidas

Los cuerpos del amor se asemejan a los incógnitos follajes de los pasantes muy bien muy bien ¿Quién podrá entonces sentarse en mis [sillas? ¿Quién podrá atravesar esta atmósfera hasta [el alba según las señales hechas en homenaje a los [nuevos nidos nacidos en ausencias de navajas? Gracias gracias perdonavidas lógicamente imaginables A fuerza de presencias.

De Contraveneno de la ausencia.

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